Top Banner
19

LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

Sep 26, 2018

Download

Documents

buicong
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.
Page 2: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

LA FRATERNIDADDE EIHWAZ

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:11 Página 1

Page 3: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

CÉSAR MALLORQUÍ

LA FRATERNIDADDE EIHWAZ

edebé

3

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:11 Página 3

Page 4: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de estaobra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por laley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o es-canear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

© César Mallorquí, 1998

© Ed. cast.: Edebé, 2011Paseo San Juan Bosco, 6208017 Barcelonawww.edebe.com

Directota de la colección: Reina Duarte

Diseño de la colección: César Farrés

Fotografía de la cubierta: Image Bank

1a. edición en este formato, septiembre de 2011

ISBN 978-84-236-7164-9Depósito Legal: B. 820-2011Impreso en EspañaPrinted in Spain

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:11 Página 4

Page 5: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

5

Quisiera agradecer la colaboración de los buenosami gos que me ayudaron mientras escribía La Fra-ternidad de Eihwaz. Gracias, pues, a José LópezAguiar, Pepiño de Currelos, que tradujo para mí algallego. Y a Helmut Brokelmann, que me ayudó conel alemán. Y a Tomás Arriaga, cuya asesoría técnicafue —y sigue siendo— vital para la buena marchade mi procesador de textos. Y, como siempre, estoyen deuda con María José Álvarez, que me echó unamano con el inglés y me ayudó a corregir el pri-mer borrador de esta novela.

Muchas gracias a todos.

Este libro es para Óscar, mi gigante grande.

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:11 Página 5

Page 6: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

Índice

PRÓLOGO: La isla . . . . . . . . . . . . . . . . 9

1. El hijo del mago . . . . . . . . . . . . . 212. La patrulla perdida . . . . . . . . . . . . 383. Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 434. Los hombres de piedra . . . . . . . . . . 555. Incidente en la noche de San Buenaventura 636. Marcas ocultas . . . . . . . . . . . . . . 807. En el círculo de piedra . . . . . . . . . . 928. La advertencia de Dante . . . . . . . . . 1029. Los megalitos de Xas . . . . . . . . . . 112

10. El círculo en llamas . . . . . . . . . . . 12711. El último viaje del Haifisch . . . . . . . 13212. Conversación en la sacristía . . . . . . . 14713. Los adoradores del crucificado . . . . . 16114. Las Fuentes de la Vida . . . . . . . . . 17115. La torre luminosa . . . . . . . . . . . . 18616. El Leviatán . . . . . . . . . . . . . . . 18817. En el acantilado . . . . . . . . . . . . . 20218. Las bodegas del Haifisch . . . . . . . . 22419. La batalla de Xas . . . . . . . . . . . . 24020. El incendio . . . . . . . . . . . . . . . 25621. El secreto de Hans Günter Müller . . . .26322. El regreso . . . . . . . . . . . . . . . . 290

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 7

Page 7: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

23. El último misterio . . . . . . . . . . . . 300

EPÍLOGO: La Diosa Blanca . . . . . . . . . . 308

Nota del autor . . . . . . . . . . . . . . . . 313

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 8

Page 8: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

Prólogo: La isla

Se llamaba Moisés Abravanel y, a menos que lograrallegar al embarcadero antes de que sus persegui-

dores le dieran alcance, moriría. Por eso avanzaba a lacarrera a través del sendero, entre árboles y arbustos,con el corazón palpitando alocadamente en su pecho.Pero aquél era, sin duda, un ejercicio excesivo para unanciano grueso y sedentario de más de setenta años deedad, de modo que Moisés se vio obligado a detenersepara recuperar el resuello.

Apoyado contra el tronco de un árbol, con el alientosilbando a través de su garganta como el gemido de unavieja locomotora, miró en derredor. Aquella noche laluna llena flotaba radiante en un cielo despejado, demodo que había buena visibilidad. Se hallaba en un pe-queño claro del bosque, una zona herbosa casi circularen cuyo centro se alzaba un pe queño menhir profusa-mente cubierto de signos geométricos. Aquel lugar seencontraba a no mucha distancia del embarcadero. Moi-sés enjugó el sudor de su frente con la manga de la cha-queta. Quizá pudiera lograrlo, quizá aún estaba a tiempode llegar a la lancha y abandonar la isla, alcanzar la costa

9

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 9

Page 9: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

y advertir a la policía sobre lo que estaba ocurriendo.Pero ¿y si lo apresaban? Le matarían, por supuesto,

aunque eso carecía de importancia. Lo esencial era que,si moría, nadie sabría lo que estaba ocurriendo, y ellospodrían llevar a cabo sus planes con total impunidad.Moisés maldijo para sus adentros el no haberle contadoa nadie lo que sabía, ni haber dejado constancia en al-guna parte de aquella siniestra historia.

Contuvo la respiración. Un momento: sí había es-crito algo... Sacó del bolsillo interior de su chaquetaun bloc de notas encuadernado en piel. Allí estaban susapuntes de campo, incluyendo los que hacían referen-cia a los misteriosos sucesos acontecidos en la isla. Siél moría, ese cuaderno constituiría el único testimoniodel terrible plan de Eihwaz, aquella abominación quetodos consideraban extinguida desde hacía medio si-glo. Tenía que esconder el bloc, pero ¿dónde? Debíahacerlo en un lugar que pasara inadvertido a sus per-seguidores, pero que a la vez pudiera ser localizado porquienes se ocuparan de investigar su muerte... si es quefinalmente moría. Buscó con la mirada un sitio dondeocultar el cuaderno. ¿Entre la maleza?... No, las pri-meras lluvias lo destruirían. Tenía que ser un escon-dite cerrado, quizá el hueco de un árbol, o...

Moisés contempló el menhir que se alzaba en me-dio del claro, una roca sin desbastar clavada vertical-mente en el suelo. Sí, ése era el lugar adecuado. Moi-sés se puso de rodillas y apartó las hierbas que crecíanen la base de la piedra. Como recordaba, allí, al pie delmenhir, había un pequeño agujero, la entrada de lo queen otro tiempo había sido la madriguera de un conejo.

10

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 10

Page 10: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

El anciano introdujo sin vacilar el cuaderno dentrode aquella oquedad y luego tapó la abertura con unapiedra.

Estaba incorporándose cuando, por el rabillo delojo, creyó advertir un movimiento a su derecha. Per-maneció unos segundos atento, pero a sus oídos sólollegó el sonido de la brisa acariciando las copas de losárboles, el canto de los grillos y el lejano rumor deloleaje. Moisés suspiró. Allí no había nadie; sin em-bargo, hubiera jurado que un momento antes había vistoun par de ojos, entre las ramas, espiándolo. Sacudió lacabeza. Estaba nervioso, imaginaba cosas. Entoncesescuchó unas voces, y ruido de pasos avanzando porel sendero. Eran ellos, los vástagos de las Fuentes dela Vida, los hijos de la oscuridad. Eihwaz.

El anciano profirió una muda maldición, «scheisse»,que en yiddish significa mierda. Había tardado muchoen ocultar el cuaderno de notas y sus perseguidores sehabían aproximado peligrosamente. Moisés echó a co-rrer de nuevo. Estaba agotado, pero el miedo le em-pujaba a seguir adelante, sin prestar atención a las ra-mas que le azotaban el rostro o a las zarzas quearañaban su piel. Al poco comenzó a jadear. Le do-lían las piernas y notaba un ardor en el pecho. Todosy cada uno de sus viejos músculos parecían protestarpor aquel inusitado exceso de ejercicio físico; pero ensu mente sólo había un objetivo: llegar al embarca-dero. Salvarse.

Quizá por eso, Moisés no se dio cuenta de que al-guien le seguía a corta distancia, un extravagante per-sonaje que corría junto a él, pero no por el sendero,

11

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 11

Page 11: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

sino a través del denso follaje, allí donde no podía servisto. El desconocido se movía entre la vegetación conasombrosa agilidad, sin hacer el menor ruido, sin ro-zar una rama, como un lobo sigiloso acechando a supresa en la oscuridad.

Se llamaba Hack y pertenecía al clan de los Hom-bres Verdes. Su presencia suponía un reto a la lógicay al sentido común. Pero ahí estaba, oculto entre lasfrondas de un bosque que no era el suyo, en un país ex-traño y enigmático, testigo involuntario de un dramacuyo significado no podía com prender.

Hack tenía un aspecto realmente peculiar. Era debaja estatura, pero de recia y fibrosa complexión. Suslargos cabellos negros iban recogidos en una trenza yel mentón aparecía cubierto por una espesa barba. Ves-tía una camisa de cuero teñido de verde y unas polai-nas del mismo material. Un cinturón trenzado sujetabael corto taparrabos de piel que pendía por delante y pordetrás de su cintura como un faldellín. Se cubría lospies con unos mocasines de cuero y la cabeza con ungorro triangular de piel. También llevaba un zurrón col-gando de su hombro derecho y un carcaj lleno de fle-chas del izquierdo. En la mano portaba un largo arcode madera.

Pero lo más extraño eran las marcas que cubrían supiel. Porque Hack tenía el rostro cuajado de tatuajesverdosos, así como los brazos, el pecho y la espalda.Eran las marcas sagradas del clan de los Hombres Ver-des y los signos representativos de su línea genealó-gica: la estirpe de los Ckuchlainn.

Si el profesor Moisés Abravanel, doctor en Histo-

12

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 12

Page 12: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

ria del Arte y Arqueología, hubiese podido echar unamirada a Hack Ckuchlainn, habría pensado que aque-llo era un imposible, una paradoja, un enigma. Peroahora lo único importante era procurar que a cada pasole siguiera otro, continuar corriendo sin prestar aten-ción al dolor que punzaba su abdomen y al fuego queabrasaba sus pulmones. Seguir el sendero sin de tenerse.

Huir. Correr. Escapar.Al doblar un recodo, Moisés tropezó con las raíces

de un árbol y cayó violentamente al suelo. Permane-ció unos instantes boca abajo, aturdido. Luego intentóincorporarse, pero una punzada en su pierna izquierdale hizo desplomarse de nuevo. Se había torcido el to-billo al caer y ahora le ardía de dolor. Apoyó la cabezaen el suelo. Era tan tentadora la idea de quedarse ahí,tumbado, sin moverse, descansando... Pero eso signi-ficaba la muerte. No obstante, ¿qué podía hacer? Conun pie inutilizado le resultaría imposible escapar.

La brisa transportó las voces cada vez más cerca-nas de sus perseguidores.

Era el fin.Un momento: por detrás de las voces percibía otro

sonido. Era el rumor sordo de las olas batiendo contralas rocas, y sonaba cercano, muy cercano. Moisés seapoyó en un codo e intentó distinguir lo que había alfinal del sendero. Vio una luz parpadeando entre lashojas. ¿Una luz?... El resplandor de la Luna brillandosobre el mar. ¡Estaba al lado del embarcadero! El an-ciano se arrastró por el suelo, cogió una rama caíday, apoyándose en ella como si fuera un bastón, logróincorporarse. Luego, siempre aferrado a aquel palo ru-

13

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 13

Page 13: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

goso y áspero, avanzó trastabillando unos metros. Elsudor le corría a raudales por la frente y el cuello.

Moisés encajó la mandíbula y se obligó a sí mismoa continuar andando. Faltaba muy poco. Siete u ochometros, tan sólo unos cuantos pasos más. Con un úl-timo esfuerzo, recorrió el tramo final del sendero yse adentró en una pequeña playa de guijarros. Se de-tuvo, jadeante, enjugó el sudor que nublaba su vistay contempló con renovados ánimos el embarcadero demadera.

La sangre se heló en sus venas. Un yate negro dequince metros de eslora se encontraba anclado junto asu lancha. Aquel barco, que ostentaba el ominoso nom-bre de Leviatán, no debía estar ahí, como tampoco de-bían estar ahí los cinco individuos armados con ame-tralladoras que, desde el maderamen del embarcadero,le contemplaban impasibles. Pero allí estaban, y su pre-sencia era una sentencia de muerte. Eran los guardia-nes de las Fuentes de la Vida. Sus verdugos.

El anciano se dejó caer de rodillas y aguardó ensilencio. Los minutos se arrastraron lentamente. Moi-sés, agarrado con ambas manos a la rama que le ser-vía de bastón, comenzaba a preguntarse cuál podía serla razón de aquella demora, cuando de pronto distin-guió un movimiento sobre la cubierta del barco. Se tra-taba de un hombre de unos treinta años, extremada-mente alto y fuerte, con el pelo tan rubio que casiparecía blanco. Empujaba una silla de ruedas sobrela que descansaba un anciano de avanzada edad. Mien-tras recorrían el breve trecho del embarcadero, Moisésobservó atentamente al inválido. Era un hombre muy

14

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 14

Page 14: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

viejo, de aspecto frágil y enfermizo. No quedaba ni uncabello en su arrugado cráneo y numerosas manchashepáticas salpicaban su piel cenicienta. Tenía los ojoshundidos, pero su mirada, en contraste con aquel cuerpolisiado y caduco, estaba llena de energía y determi-nación.

Entonces, el anciano habló, y sus palabras no fue-ron un balbuceo senil, sino la voz grave y autoritariade alguien que está acostumbrado a ser obedecido:

—Buenas noches, doctor Abravanel. ¿Qué hacefuera de casa, tan de madrugada, mi pequeño sabio?

¡Aquella voz! Moisés parpadeó, asombrado, mien-tras su memoria retrocedía medio siglo en el tiempo.

—¡Tú!... —exclamó con incredulidad—. ¡Pero sihabías muerto!

—Al parecer, la noticia de mi fallecimiento fue untanto exagerada. Pero no has sido el único en sorpren-derte; yo también te creía muerto. Me sorprendí mu-cho al descubrir tu artículo en esa aburrida revista uni-versitaria de Historia. El Último Viaje del Haifisch. Untítulo demasiado melodramático para un texto tan aca-démico, ¿no crees? Sin embargo, nos ha conducidohasta aquí.

El rostro de Moisés se contrajo en un rictus de do-lor cuando, por descuido, apoyó en el suelo su pie las-timado. Pese a ello, se incorporó trabajosamente, en-derezó la espalda y logró componer una actitudmedianamente digna.

—Los buitres sois capaces de olfatear los despojosa gran distancia —dijo, con desprecio—. ¿Qué has ve-nido a buscar? ¿La Madonna del Cisne?

15

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 15

Page 15: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

—La Madonna del Cisne y todo lo demás. A fin decuentas, nos pertenecía.

—Lo robasteis —replicó Moisés.—Lo conquistamos —le corrigió el viejo—. Aun-

que pueda resultar sutil, existe una gran diferencia en-tre el robo y la confiscación.

—Siempre te gustó jugar con las palabras. Pero denada te valdrá esta vez. Os he descubierto y ya he de-nunciado a la policía vuestra presencia en la isla.

El inválido permaneció unos instantes silencioso,inexpresivo. Repentinamente, se echó a reír. Su frágilcuerpo se agitó al compás de las cada vez más inten-sas carcajadas, hasta que, de pronto, la risa se trocó enun acceso de tos.

—Estás mintiendo —dijo el anciano cuando re-cuperó el resuello—. Hace tiempo que te mantene-mos bajo vigilancia. Sabemos que sólo te has puestoen contacto con el profesor Ben Shazar, y no le con-taste nada. Ni a él, ni a nadie. Y no lo has hecho por-que no sabes nada de nosotros, amigo mío. Nada.

—Sé lo suficiente —dijo Moisés, y añadió—: Séque sois Eihwaz.

Por un instante, los ojos del viejo inválido seensombre cieron.

—Palabras —dijo despectivo—. Eso es todo, pala-bras cuyo significado desconoces. Resultas patético,Moisés. Cuando te conocí no eras más que un jovensiervo, dócil y sumiso, y ahora, cincuenta años des-pués, continúas siendo un miserable siervo, sólo queridículamente viejo y decrépito.

Moisés se echó a reír. Su futuro no podía ser más

16

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 16

Page 16: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

negro, pero aquello tenía gracia. Además, estaba hartode esa situación; no hacía falta ser un adivino para sa-ber cómo iba a acabar todo, así que más valía terminarcuanto antes.

—¿Tú me llamas a mí viejo y decrépito? —dijo conuna sonrisa sardónica—. Mírate en un espejo. Parecesun saco de huesos lleno de moho. Estás podrido y li-siado. ¿Cuánto tiempo hace que no funcionas comohombre? Seguro que tu shmuck parece un espagueticocido, tan muerto como tus piernas.

El rostro del inválido palideció.—Hay algo que la escoria como tú nunca ha apren-

dido a hacer —musitó—: guardar el debido respeto—levantó la mano derecha, una zarpa retorcida porla artrosis, y le hizo un gesto al gigante rubio—. Re-nard, ¿por qué no le das al pequeño sabio una lecciónde buenos modales?

—Será un placer, señor —dijo el gigante.Renard no era su auténtico nombre, pero eso no re-

sultaba extraño; ninguno de los miembros de Eihwazusaba jamás su nombre real. Él se llamaba Renard, elzorro, y aquel apodo no era arbitrario. Pese a su in-menso tamaño, más de dos metros de altura y cientoquince kilos de peso, Renard se desplazaba con la li-gereza y agilidad de un zorro. En un instante se situófrente a Moisés y desenvainó lentamente el cuchillo decaza que llevaba sujeto al cinto. Moisés intentó tra-gar saliva, pero tenía la boca seca. Apoyándose en unsolo pie, esgrimió la rama como si blandiera un batede béisbol. Parecía un ratón desafiando a un tigre.

—No te acerques... —advirtió, con escasa firmeza.

17

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 17

Page 17: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

Renard sonrió y avanzó.—Si das otro paso, te golpearé —las manos de Moi-

sés temblaban.Renard sonrió, aún más ampliamente, y dio otro

paso. Moisés encajó la mandíbula e intentó golpearal gigante, pero éste se limitó a arrebatarle el palo deun manotazo, para luego descargar la empuñadurade su cuchillo sobre el cráneo del anciano. Moisésse derrumbó inconsciente sobre el suelo cuajado deguijarros.

—Gracias, Renard —resonó la voz del anciano—.¿Te importaría llevarme al barco? Esta brisa es de-masiado fresca para mi gusto.

Renard subió corriendo al pequeño muelle y co-menzó a empujar la silla de ruedas en dirección al yate.De pronto, el inválido alzó una mano, indicándolea Renard que se detuviera. Giró la cabeza y se dirigió alos siervos de Eihwaz.

—Quitad de mi vista esa basura —señaló con unsarmentoso dedo el cuerpo exánime de Moisés—. Arro-jadle al mar y aseguraos de que las aguas se lo traguen.

Volvió la mirada al frente e hizo un nuevo gesto.Renard empujó la silla de ruedas a lo largo del em-barcadero y ambos desaparecieron, finalmente, en elinterior del barco.

A unos diez metros de la playa, oculto entre la ma-leza, el Hombre Verde contemplaba la escena con elceño fruncido. No entendía el idioma de aquellos ex-traños, pero en términos generales la situación parecíaclara. Los hombres-pez habían perseguido y acorra-lado a un anciano indefenso; luego el gigante de nieve

18

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 18

Page 18: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

le había golpeado en la cabeza y, ahora, los hombres-pez arrastraban su cuerpo hacia la canoa pequeña.Desde luego, no había sido una lid muy justa. Una do-cena de hombres jóvenes contra un viejo... En aquellalucha no podía haber honor ni gloria, sólo vergüenza.

A decir verdad, durante un instante Hack estuvo apunto de intervenir. Incluso llegó a montar una fle-cha en el arco. Desde el lugar donde se encontraba lehubiera resultado sencillo atravesar la garganta del gi-gante y abatir acto seguido a cuatro o cinco de sus com-pañeros. Luego, los restantes hombres-pez le habríanperseguido. Pero el bosque era su reino, allí Hack hu-biera acabado con ellos uno a uno, como un hálito le-tal, como un cazador invisible.

Sin embargo, Hack optó finalmente por mantenerseal margen. Era un individuo pragmático y en su deci-sión habían pesado diversas razones. En primer lu-gar, aquella lucha no era su lucha. En segundo lugar,allí intervenía, indudablemente, la magia. Y si bienHack no temía a ningún ser vivo, sentía, por el con-trario, un gran respeto hacia las fuerzas sobrenatura-les. La última y más poderosa razón era el anciano os-curo. Aquel hombre tan viejo, montado sobre un pequeñocarro, era la encarnación del mal. Era un trasgo. EraB’gomo, la serpiente.

El Hombre Verde arrugó la nariz. Su finísimo ol-fato captaba el olor que surgía de la canoa grande. Olora tierras malsanas, a fungosidades, a vegetación po-drida. Hack retrocedió sigilosamente, se internó en elbosque y desapareció súbitamente entre las sombras.

Sí, Hack Ckuchlainn, del clan de los Hombres Ver-

19

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 19

Page 19: LA FRATERNIDAD DE EIHWAZ - edebe.com · Cualquier forma de reproducción, ... apuntes de campo, ... árboles, el canto de los grillos y el lejano rumor del oleaje.

des, era un gran cazador, un gran guerrero; pero se en-contraba en tierra extraña y un forastero debe saberque, en ciertas ocasiones, lo más prudente es retirarse.

20

fraternidad tripa:ALEJANDRA 9/5/11 14:12 Página 20