Guido Sánchez Santur [email protected] “Desde los primeros años del siglo XX, los arrieros de Cataca- os que posibilitaban el comercio de la costa a la sierra piurana, descansaban en este lugar, don- de se les aparecía ‘la viuda’, el ‘muerto’ o el ‘duende’. Ahora to- davía se presentan ocasional- mente, algunos escuchan silbar al muerto; otros ven que una mu- jer cruza las calles llorando por- que la gente le ha robado sus en- tierros.Ellossongentilesquehan vivido aquí, que se han conver- tido en guardianes de los centros arqueológicos”. Este es el relato de Roso Ála- mo Flores, de 59 años, al expli- carnos las razones de porqué La Encantada lleva ese nombre, lo que refuerza con el dato de que, donde ahora es la calle Jorge Chávez, había una laguna, por donde pasaba ‘la viuda’ y se po- nía a llorar bajo un ‘pelillo’ (ár- bol). Inclusive dicen que unos ‘huaqueros’ excavaron aquí y en- contraron agujas de bronce y otros objetos valiosos. También había un cura que le faltaba una pierna, y apoyado en bastón bajaba de la parte alta a recoger agua en su balde a la la- guna, pero nadie logró conocer dónde vivía. —¿Usted ha escuchado a la viuda? —No. Al muerto sí lo he visto. Es un bulto blanco, como una per- sonaquecamina,peronodejaras- tro. Es solo una sombra que se aprecia de espaldas. Y no me asusta. Ceramistas de antaño Pero su fama no se la debe a esos encantos, sino a la fina ce- rámica que confeccionan sus ar- tesanos, siguiendo el estilo de los vicús y tallanes, sus ante- pasados. El propulsor de este arte fue el extinto Max Inga, quien desde los años 70 se dedicó a la producción y venta de sus obras, a quien se lesumósuamigoRosoÁlamocon quien elaboraba esculturas cos- tumbristas: agricultores con sus sombreros,alforjas,piajenos,chi- cheras bajos a la sombra de al- garrobos y otros. A partir de los años 80 y 90 es- ta cerámica fue conocida a nivel nacional, gracias a las exposi- ciones que se hicieron en Lima, a través del en ese entonces lla- mado Instituto Nacional de Cul- tura (INC) y otras instituciones del Estado que la promovían. “Cuando empezamos no co- nocíamos el potter que daba el color blanco, usábamos el cao pe- tate, un jarabe antidiarréico, re- sistente a las altas temperaturas (800amilgradoscentígrados).Pa- ra darle color íbamos al cerro La Nariz del Diablo, en Sullana, de donde extraíamos tintes (amari- llo, verde y rojo). Ahora usamos pigmentos industrializados”, co- menta el ceramista. A medida que se capacitan perfeccionansutécnicay aúnuti- lizan los hornos artesanales con leña, pero ya están probando los hornos a gas con los que podrán vidriar la cerámica, lo que les re- sulta más barato, no contaminan el aire y ya no queman algarro- bos. “Además, conocemos la re- sistencia de la arcilla y su tem- peratura”, afirma. El proceso La arcilla abunda en las can- teras de La Encantada porque le dan forma en los moldes o ma- trices o directamente (solo con la mano). Después de moldearla le dan algunos toques para es- ponjarla, luego la pintan, pulen y se deja secar bajo sombra. Dos o tres días después entra al hor- no durante cuatro horas. Co- mienza con 30 grados (dos horas) y paulatinamente llega a los 800 grados. Se conocen tres estilos de ce- rámica. La primera es la alfare- ría que usa paleta y piedra para confeccionar cerámica utilita- ria. La segunda, es la escultura costumbrista y la tercera, los ja- rrones que se trabajan en torno, donde se producen piezas en so- lo tres minutos. El color negro lo consiguen quemando la cerámi- ca con estiércol de asno, res u ho- ja de mango. TURISMO B.8__Viernes 18 de julio de 2014, Trujillo, La Libertad La Industria > EL ESPÍRITU DE UNA MUJER QUE SE APARECE A LOS HOMBRES GRANDES Y PEQUEÑOS PRESERVAN LA TÉCNICA DE LA CERÁMICA DE LOS VICÚS, UN ARTE QUE SE HA CONVERTIDO EN SU PRINCIPAL ACTIVIDAD ECONÓMICA. La Encantada está asentada en un cementerio vicús, en cuyo suelo se han encontrado distintas piezas arqueológicas que fueron saqueadas. La población que habita este distrito bordean los 5 mil habitantes, herederos de los vicus y los tallanes, cuyos niños conocen el arte de la cerámica y recitan cumana- nas. La comercialización se les facilita con la asociación ‘Tierra Encantada’ que agrupa a 36 miembros, de los casi 800 artesanos que viven en este pueblo. Sus ventas las hacen en Lima y en el extran- jero. Ahora mismo preparan unas muestras con 50 diseños para exponerlos en Estados Unidos, donde esperan reto- mar sus ventas. Los asociados tienen mayor ventaja porque son capacitados constante- mente y sus productos son mejores, lo que redunda en mayores ventas. En la calle Jorge Chávez se concentra la mayoría de tiendas y talleres de artesa- nos, inclusive lo que fue la casa de Max Inga. En otras calles, como la Bolognesi, están dispersos los demás. Los últimos tres meses cayeron las ventas, pero esperan recuperarse en Fies- tas Patrias. La mayoría de compradores son turistas nacionales, los extranjeros llevan cosas pequeñas. En setiembre las ventas aumentan por la concurrencia de las promociones de escola- res y universitarios de distin- tas partes del país, inclusive de Ecuador. El pueblo encantado CONTENTA. Florinda Flores está orgullosa de Max Inga. La Encantada es un distrito que está a 15 minutos de Chulucanas, en mototaxi. A esta ciudad se llega después de una hora de recorrido en bus desde Piura. ‘‘ BUSCADAS. Estas obras son requeridas por los turistas. TRASCENDIÓ. La casa de Inga sigue abierta gracias a sus hijos y esposa que siguen su ejemplo. HEREDERO. Roso Álamo ha encontrado en la artesanía una manera de trascender el arte que cultivaron sus antepasados los vicús. FOTOS: GUIDO SÁNCHEZ SANTUR. Su legado persiste. El 2002 falleció Max Inga y su taller lo tiene a cargo su esposa, hijas y sobrinos. Florinda Flores, su viuda, continúa con el arte que le dejó su esposo, el cual lo cultiva con sus hijas, pero cuando ellas van a clases en la universidad y los pedidos aumentan, ella busca el apoyo de sus sobrinos. Ella está contenta que su esposo haya difundido una actividad que ahora sirve de la principal fuente de trabajos de los habitantes de este pueblo, que antes era muy olvidado. “Lo interesado es que se rescató la técnica de la cerámica que desarrollaron los vicus, y lo seguimos enseñando a las nuevas generaciones”, precisó. ! TENGAENCUENTA Un negocio en ascenso