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LA CULTURA DE LA TECNOCIENCIA
Manuel Medina Universidad de Barcelona
http://ctcs.fsf.ub.es/prometheus21/
Introduccin
En los medios de la divulgacin y del periodismo cientfico
actual, se ha hecho
relativamente corriente disertar sobre la cultura cientfica.
Segn se dice, es preciso superar, de
una vez por todas, la separacin existente entre las dos culturas
que se han establecido con la
ciencia y la tecnologa, por un lado, y las humanidades, por el
otro. Esta clase de discurso acerca
de la cienc ia y la tecnologa se sita, con frecuencia, en un
contexto de carcter apologtico, en el
que se intenta lograr la plena asimilacin cultural de las mismas
junto con la aceptacin de la
autoridad cientfica frente a ciertas imgenes negativas y a no
pocas resistencias provocadas por
las consecuencias del acelerado desarrollo tecnocientfico.
Aparte de sus componentes valorativos y polticos, la articulacin
consistente de tales
discursos interpretativos entraa considerables dificultades
relacionadas con las mismas
nociones de ciencia, tecnologa y cultura de las que se parte.
Pues, se intenta unificar, de algn
modo, los dominios tecnocientficos y los culturales desde
perspectivas filosficas que los
interpretan como esencialmente distintos y contrapuestos.
Generalmente, cuando se habla en
estos casos de la cultura de la ciencia, se est muy alejado de
una comprensin antropolgica
dispuesta a relativizarla en trminos de igualdad con otras
culturas. Ms bien se trata, por el
contrario, de promover el primado cultural de la tecnociencia en
todos los mbitos del
conocimiento, de la interpretacin y de la intervencin y de
estabilizar y legitimar la
tecnocientificacin generalizada de las culturas
contemporneas.
A pesar de las disertaciones entorno a la ciencia aparentemente
culturalistas, la
concepcin integrada de las ciencias y las tecnologas como
prcticas y culturas representa el
enfoque actual ms capaz de manejar la complejidad que han
evidenciado los actuales estudios de
ciencia y tecnologa. A lo largo de este periodo, las
concepciones lingsticas y metodolgicas de la
filosofa analtica de la ciencia, predominantes hasta principios
de la segunda mitad del siglo XX,
han tenido que ir dando paso tanto a los contextos sociales,
histricos, polticos y valorativos,
como a los materiales y tecnolgicos. Cada uno de los giros que
han ido configurando la espiral
interpretativa de ciencia, tecnologa y sociedad en el curso del
pasado siglo equivale, de algn
modo, a reivindicar la reintegracin en la complejidad de la
tecnociencia contempornea de
alguno de sus entornos cuya relevancia se haba ignorado hasta
entonces. A partir de la idea de
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ciencia como conocimiento centrado en los entornos lingsticos y
tericos, se ha ido reclamando,
progresivamente, la importancia y la prioridad para los entornos
sociales, polticos e
institucionales, para las prcticas y los entornos tcnicos y
materiales, y tambin para los
entornos valorativos y de intervencin. Finalmente, la espiral
interpretativa ha proyectado una
imagen cultural de la tecnociencia mucho ms rica y compleja que
la que se manejaba
anteriormente1 .
El propio carcter de la tecnociencia, esencialmente hbrido de
teoras, prcticas,
tecnologas, entornos naturales y contextos sociales, plantea el
difcil reto de una
comprensin capaz de abarcar e integrar toda su complejidad de
una forma rigurosa. Los
retos ms fundamentales e ineludibles para las culturas del siglo
XXI, en general, y para los
estudios de ciencia y tecnologa, en particular, tienen que ver,
sin duda alguna, no slo con la
comprensin de la tecnociencia y de la innovaciones
tecnocientficas sino, de una manera
especial, con los modelos de valoracin e intervencin que puedan
manejar los impactos y las
crisis generadas por las transfor maciones y las globalizaciones
tecnocientficas. En la
actualidad, todo proyecto que pretenda tener en cuenta la
complejidad global de la
tecnociencia ha de partir de concepciones capaces de integrar
todas sus dimensiones
simblicas, sociales, materiales y ambientales. Para ello, hay
que dejar atrs las antiguas y las
modernas concepciones divisorias de la ciencia, la tecnologa y
la cultura en la direccin a un
enfoque cultural integrador de las mismas.
I. Ciencia, tecnologa y cultura Las grandes divisiones de
ciencia, tecnologa y cultura tienen su origen en tradiciones
filosficas de la antigua Grecia que se han transmitido hasta sus
versiones modernas. Sin
embargo, a partir de las tradiciones orales griegas ms
originarias aparece una concepcin
integrada de la cultura que, de alguna forma, arraiga en las
ciencias sociales modernas y ha
servido de base para la integracin de ciencia, tecnologa y
cultura.
En el origen de las grandes divisiones
Las divisiones entre ciencia, tecnologa y cultura, ms que
separaciones en la prctica,
son fundamentalmente delimitaciones interpretativas que se
remontan a doctrinas filosficas
fraguadas originariamente en la Grecia del siglo IV. Se trata de
interpretaciones derivadas
de una emergente concepcin del saber propia de las culturas
alfabticas griegas2,
contrapuesta a las concepciones de las culturas orales que
entendan el saber como
capacidades tcnicas. En este contexto, Platn traz ya en su
interpretacin filosfica
expuesta en Philebo (55d-58b) las grandes divisiones
jerarquizadas entre las diversas
capacidades y realizaciones humanas que anteriormente se haban
enmarcado en una
concepcin integrada de la cultura. La divisin filosfica
fundamental se estableci entre i)
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las tcnicas productivas, manuales y materiales y ii) los
conocimientos y capacidades
pertenecientes a la educacin y la formacin, asociando ntimamente
stas ltimas con el
discurso filosfico, las interpretaciones, los valores, etc. Es
decir, con lo que posteriormente
se caracterizara como cultura , en un sentido restringido.
Platn introdujo una divisin bsica entre prcticas y
procedimientos tcnicos, a un
lado, y ciencia (episteme ) y cultura filosfica, al otro. De
acuerdo con su filosofa, haba que
separar cognitiva, tica y polticamente, por ejemplo, los
procedimientos ordinarios de la
aritmtica, la medida y el peso usados en la construccin y el
comercio, de la geometra y la
matemtica tericas, objeto de la filosofa. A estas ltimas se las
consideraba disciplinas
intrnsicamente superiores y mucho ms puras y seguras que la
matemtica tcnica ordinaria.
En el rango ms alto de la estratificacin cultural platnica se
situaba, obviamente, la
dialctica, o sea, el discurso filosfico mismo.
En esta misma lnea, Aristteles interpret las capacidades tcnicas
materiales bien
como mera empeiria o saber primario de tipo inferior (ms propio
de las culturas orales no
alfabetizadas) o bien, a lo sumo, como un conocimiento
contingente o doxa. Pero stas nunca
podan alcanzar la categora, de orden superior, del conocimiento
terico (surgido con el
alfabeto ), necesariamente verdadero e inmutable, que constitua
la episteme o conocimiento
cientfico . La tcnica representaba, en el mejor de los casos,
slo una aplicacin subordinada
de episteme. Otra divisin fundamental en el sistema aristotlico
fue la que separaba
tajantemente praxis y poiesis. La primera corresponda a las
actividades no productivas
(como las discursivas, filosficas, polticas, etc.) mientras que
la segunda se identificaba con
la produccin de objetos materiales. Obviamente, eran las
primeras las que representaban las
capacidades culturales superiores propias del hombre libre, muy
por encima de las tcnicas
artesanales, consideradas serviles (EN 1140 a).
Las divisiones filosficas modernas
Dando un gran salto histrico hasta lo que ha sido el siglo XX,
es obvio que han
evolucionado mucho los referentes de lo que se entiende por
cultura, ciencia o tecnologa.
Pero tambin se puede constatar que las correspondientes
divisiones tericas procedentes de
la filosofa antigua se han mantenido bastante invariables, tanto
en el lenguaje corriente y de
los medios de comunicacin como en terminologas especializadas.
Las antiguas
concepciones han viajado desde la Antigedad a travs de las
tradiciones filosficas y
permanecen vigentes en diferentes disciplinas a pesar de sus
adaptaciones a los cambios
histricos.
Dentro de la actual filosofa de la tecnologa, encontramos una de
las ms fieles
versiones de las antiguas divisiones esencialistas entre
ciencia, tcnica y cultura en la
denominada filosofa humanstica de la tecnologa3. Esta filosofa
identifica la tecnologa
moderna con el mbito de la produccin y uso de artefactos
materiales, que incluye tanto los
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procedimientos, mtodos y procesos implicados como los artefactos
mismos. Frente a todos
estos se sita la cultura , es decir, el campo de las actividades
y realizaciones humanas de
carcter intelectual, filosfico, artstico, moral, religioso, etc.
Siguiendo a Heiddeger, uno de
los grandes inspiradores de las corrientes filosficas portadoras
de las viejas separaciones
interpretativas y valorativas entre el mundo humano de la
cultura y el mundo no humano de
la tecnologa, se nos advierte que el desarrollo de la tecnologa
moderna va en contra de las
grandes consecuciones culturales y pone en peligro los valores
humanos superiores e incluso
la misma esencia del hombre.
En el campo de la moderna filosofa de la ciencia no se ha
desarrollado la tecnofobia
filosfica tradicional. Muy al contrario, se defiende que el
desarrollo tecnolgico no slo no
representa ningn peligro para la cultura, sino que es, ms bien,
la clave del progreso
humano 4. No obstante esta valoracin positiva de la ciencia y la
tecnologa modernas, la
filosofa analtica de la ciencia transmiti y adapt al siglo XX la
antigua separacin filosfica
entre ambas. La ciencia es equipar, fundamentalmente, con
sistemas tericos y conceptuales
centrados en enunciados nomolgicos que se denominaban leyes
cientficas. Se trataba, segn
esta filosofa, de una empresa intelectual de investigacin terica
que deba deslindarse
claramente de la tecnologa, la cual se identificaba con normas
de accin prctica que
indicaban cmo se deba proceder para conseguir un fin determinado
basndose en leyes
cientficas5. Esta definicin de la tecnologa como ciencia
aplicada resucitaba la vieja
caracterizacin aristotlica segn la cual la tcnica estaba
supeditada a un logos verdadero. El
conocimiento cientfico se elev a un pedestal filosfico en nombre
de la soberana
epistemolgica, la objetividad, la racionalidad y la neutralidad
asignadas a la ciencia, que se
colocaba muy por encima de la contingencia atribuida a los
saberes atericos, las prcticas
tradicionales o las capacidades y realizaciones tcnicas, y que
iba, por descontado, mucho
ms all de la relatividad de las interpretaciones, valoraciones y
cosmovisiones culturales.
Las versiones modernas de las divisiones filosficas no slo se
elaboraron en el
contexto de la filosofa sino tambin en el de disciplinas
culturales y sociales, como en el caso
de la confrontacin franco-germana de finales del siglo XIX con
relacin a los conceptos de
civilizacin y cultura. Segn estas distinciones, habra que
separar, por un lado, las
interpretaciones y valores humanos, concernientes al arte, la
filosofa, la religin, la moral, el
derecho, etc. como integrantes de la cultura (espiritual ), y
por otro lado, como civilizacin
(material), todos los conocimientos, capacidades y productos
tcnicos, asociados con el
desarrollo de la ciencia y la tecnologa modernas. Durante el
mismo siglo XX, tecnologa y
cultura han continuado siendo dos trminos en general
distanciados y con frecuencia
opuestos, en los que se han basado campos de investigacin
resistentes a entrecruzarse6.
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La concepcin integrada de la cultura
Sin embargo, las concepciones divisorias de ciencia, tecnologa y
cultura no constituyen
la nica tradicin interpretativa ni, mucho menos, la ms
originaria. En los ms antiguos
testimonios escritos de las tradiciones orales griega s, las
obras de Homero, se anuncia ya una
interpretacin integrada muy diferente. Para Homero como para
Hesiodo, autor ste ltimo
de la primera versin del mito de Prometeo, las formas de vida,
las realizaciones y las
capacidades caractersticamente humanas tienen su origen en
tcnicas donadas por los
dioses. El paso de un estadio primitivo en el que los hombres
vivan de modo parecido al de
los animales a formas de vida propiamente humanas se debi a que
los humanos supieron
apropiarse las capacidades tcnicas contenidas en las esplndidas
obras que les
trasmitieron Hefesto y Atenea. En este contexto, el hombre se
define como un ser que se
distingue, fundamentalmente, de los animales por su dominio de
la tcnica7 .
La concepcin de la cultura como un sistema integrado de tcnicas
no se encuentra
slo en Homero, sino tambin en otros importantes autores griegos
del siglo -VI y -V. Al igual
que Homero, Soln, Pndaro o Sfocles consideraron como technai
tanto la msica y la
medicina como la adivinacin y la poesa, y asociaron el ejercicio
de la tcnicas con sabidura
(sophia). Para Homero techne significaba formas de actuacin que
implican habilidad y
destreza y la sabidura radicaba en la perfeccin de la tcnica.
Esta perfecta destreza tcnica
es precisamente la que distingue, en la Odisea, a la cultura de
los griegos frente al
primitivismo de los cclopes.
En Prometeo encadenado [440-505], Esquilo retoma el antiguo mito
para replantear
el tema del origen de la cultura humana, que permite a los
hombres liberarse de sus
condiciones originarias de vida. Pero este replanteamiento no se
hace en el contexto de una
cultura campesina, como en el caso de Hesiodo, sino en el de las
brillantes culturas urbanas
de la Grecia del siglo -V, tales como la de Atenas, en las que
se atribua una gran importancia
al desarrollo de las tcnicas. En la tragedia de Esquilo,
Prometeo refiere como, por propia
iniciativa filantrpica, rob el fuego de los dioses y se lo
entreg a los hombres para liberarlos
de su miserable estado de indefensin. A partir del fuego, padre
y maestro de todas las
tcnicas, se desarrollaron de una forma integrada todas las
capacidades tcnicas que
caracterizan la cultura humana, hacindola despegar as del
estadio de las formas de vida
propias de los animales.
En su impresionante relato sobre el origen de la cultura humana,
Esquilo deja claro el
paso decisivo de un periodo originario de vida animal, plagado
de ignorancias, carencias y
penalidades, al estado cultural de su poca, que valora muy
positivamente. La diferencia
entre ambos consiste, precisamente, en el desarrollo de los
diversos tipos de tcnicas. En el
listado de las mismas queda patente la concepcin integrada de la
cultura, constituida por
una gran variedad de recursos y habilidades complementarios, sin
contraposiciones ni
desigualdades.
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La lista de Prometeo incluye tanto la astronoma, la matemtica o
la escritura como la
construccin de navos, el uso de los arreos para animales de tiro
o la metalurgia. Es decir,
tanto las capacidades intelectuales como las de construccin y
uso de artefactos materiales.
Todas ellas denominadas unitariamente technai, sin que se seale
ningn tipo de oposicin
entre ciencia y tcnica8. La medicina, la farmacopea y la
anticipacin adivinatoria, dirigidas a
curar enfermedades y prevenir peligros, completan la serie de
las tcnicas de las que gozan los
hombres por obra de Prometeo. En su conjunto, forman un
entramado armnico de cultura
material, cultura simblica y biocultura que transformaron a los
hombres de nios que eran
en seres juiciosos, dotados de inteligencia.
Pero, tal y como se desprende del temprano dilogo platnico que
lleva su nombre, fue
Protgoras quien culmin la antigua interpretacin integrada de la
cultura, al incluir en la
misma las tcnicas polticas y retricas relativas a la organizacin
de las ciudades y al derecho
[Protgoras 321c-322d]. La accin del dilogo entre Protgoras y
Scrates se sita entorno al
-431. El primero defiende su tesis de que la poltica es una
tcnica necesaria para la
subsistencia de las ciudades, es decir, una capacidad cultural
que puede ensearse y
aprenderse y, por tanto, es transmisible y generalizable a todos
los ciudadanos. En su
defensa, Protgoras ofrece una versin filosfica del mito de
Prometeo en la que da una
explicacin genealgica del origen de la cultura. Segn sta, las
tcnicas que constituyen la
cultura humana no son obra de los dioses sino el resultado de la
creatividad cultural de los
propios hombres, una vez que Prometeo les ha facilitado la
sabidura tcnica. Ahora bien,
Protgoras incorpora un tercer estadio a su teora sobre el
desarrollo de la cultura. La
posesin de tcnicas simblicas, como el lenguaje o la religin, de
tcnicas materiales, como
la construccin de habitculos y prendas de abrigo, y de
biotcnicas para cultivar alimentos,
no es suficiente para desarrollar una cultura especficamente
humana. Tambin son
necesarias tcnicas polticas para fundar ciudades y asegurar su
supervivencia. Segn
Protgoras, no slo la poltica constituye una tcnica, sino que la
misma justicia y el pudor,
como condiciones de la posibilidad de la organizacin poltica, se
consideran capacidades
tcnicas . Es decir, capacidades todas que pueden ser
trasmitidas, adquiridas y generalizadas
entre todos los ciudadanos y, por tanto, capaces de generar la
cultura de gobierno
democrtico, que es la que l defiende.
En la Grecia del siglo -V existi, pues, una c oincidencia
fundamental9 entre la
literatura y la filosofa sobre la concepcin integrada de la
cultura como mltiple diversidad
de tcnicas y de las tcnicas como todo tipo de prcticas
inteligentes capaces de ser
enseadas, aprendidas y ejercidas sistemticamente. Las
correspondientes interpretaciones
del origen de la cultura humana implicaban, claramente, una
valoracin positiva de las
innovaciones tcnicas, sociales y polticas de aquella poca, y
constituan una legitimacin de
las formas de gobierno democrtico de las ciudades. En oposicin a
todo esto, surgieron en el
siglo -IV las contrainterpretaciones de Platn y Aristteles, que
promovan una gran ruptura
con las concepciones filosficas y literarias provenientes de las
antiguas tradiciones orales1 0.
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Pese a ello, la tradicin interpretativa originaria de la cultura
permaneci viva y la podemos
encontrar hasta en el siglo I expresada de una forma magnfica en
el gran poema filosfico De
rerum natura de Lucrecio1 1 .
Concepciones modernas de la cultura
Situndonos de nuevo en el mbito del siglo XX, reencontramos las
concepciones
integradas de cultura arraigadas en el campo de las ciencias
sociales. En su obra Primitive
Culture (1871) E. B. Tylor, uno de los fundadores de la moderna
antropologa, par te de una
definicin integradora de cultura: Cultura o civilizacin... es
ese todo complejo que incluye
conocimientos, creencias, arte, moral, leyes, costumbres y
cualesquiera otras capacidades y
hbitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad12.
En la antropologa
actual, es corriente que se entienda por cultura el estilo de
vida total que incluye todos los
modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar1 3 o,
dicho de otra forma, el sistema
integrado que incluye tanto patrones aprendidos de
comportamiento como objetos
materiales14. Para referirse directamente a estos ltimos, se ha
acuado el trmino cultura
material, que en ningn caso se contrapone a una hipottica
cultura espiritual, puesto que
los mismos artefactos materiales, su construccin y su uso estn
ntimamente asociados con
contenidos simblicos, interpretaciones y valores. En todo caso,
la cultura material se puede
diferenciar de la cultura inmaterial, relativa a las pautas y
artefactos predominantemente
simblicos1 5.
En la arqueologa moderna, la integracin de los artefactos y de
las tcnicas materiales
como parte esencial de la cultura es, obviamente, an ms
explcita. Cultura se define como
la combinacin de material, actividades y pautas que forma un
sistema cultural1 6. En la
misma sociologa, donde el concepto de cultura ocupa un lugar muy
importante, cultura se
refiere a la totalidad del modo de vida de los miembros de una
sociedad, incluyendo los
valores que comparten (...), las normas que acatan y los bienes
materiales que producen1 7 .
Para las corrientes ms recientes de los estudios culturales, las
divisiones tradicionales
entre ciencia, tecnologa y cultura estn fuera de juego, pues la
demarcacin de las mismas
como sistemas cerrados de objetos puros que se van delimitando
mutuamente se ha
evaporado definitivamente. En otras palabras, las categoras de
tecnologa, ciencia y cultura
han perdido su integridad disciplinaria y ontolgica ya que, en
el mbito de la experiencia y
de la ontologa, se impregnan y penetran mutuamente18. En
general, se da por supuesto que
los intentos de definir la cultura en trminos ideolgicos,
humanistas y sociopolticos (...)
meramente perpetan una distincin entre lo humano, lo maqunico y
lo llamado natural.1 9
Pero precisamente esas distinciones, que reflejan la divisin
fundamental entre cultura,
tecnologa y ciencia, estn revueltas y todo lo que antes se deca
pertenecer a cada una de
ellas encuentra una nueva base de conexin en los dispersos y
conectivos procesos que las
vinculan a todas20 formando una inmensa complejidad.
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La integracin cultural en los estudios de ciencia y
tecnologa
En la filosofa moderna hay que destacar a Ludwig Wittgenstein
como un punto
temprano de referencia para la comprensin del lenguaje, la
matemtica y la misma lgica
como tcnica/cultura. En su caracterizacin del lenguaje como
juego de lenguaje, ste se
entiende como una actividad21 y una prctica22. Toda prctica de
jugar un juego consiste en
seguir una tcnica determinada, o sea, en actuar de acuerdo con
ciertas reglas23. As pues,
comprender un lenguaje significa dominar una tcnica24, donde por
dominar una tcnica se
entiende ser capaz de producir y reproducir una determinada
prctica lingstica. Pues, slo
en la prc tica de un lenguaje puede tener significado una
palabra25. La matemtica
representa, asimismo, un juego de signos26 y, por tanto, tambin
una tcnica, la tcnica de
la transformacin de signos27 . La lgica misma representa la
tcnica del pensar y muestra
lo que es el pensar, y tambin modos de pensar28.
El trmino tcnica es, pues, central en la comprensin
wittgensteiniana del lenguaje y
de la ciencia. Para Wittgenstein la tcnica se manifiesta en la
prctica de las actividades
regulares y pautadas29 que se aprenden ejercitando la propia
prctica mediante imitac in,
estmulo y correccin30. Entendidas as, las tcnicas tienen un
claro carcter cultural y social,
determinando ellas mismas (es decir, el consenso y la
coincidencia de los que las practican) lo
que es correcto o incorrecto en su propia ejecucin y en sus
resultados. En la matemtica es
esencial el consenso,31 pues no es slo la aprobacin lo que
convierte (la prctica) en clculo,
sino la coincidencia de las aprobaciones. (...) Y si no se puede
llegar a ese acuerdo, entonces
nadie puede decir que otro tambin calcula32. La prctica
matemtica no es menos social
que el comercio. Podra haber aritmtica sin la coincidencia de
los que calculan? Podra
calcular un hombre solo? Podra uno solo seguir una regla? Son
estas preguntas semejantes,
por ejemplo, a sta: Puede alguien l solo practicar el
comercio?33.
Si bien la palabra cultura no aparece, concretamente, en sus
Investigaciones
filosficas ni en Observaciones sobre los fundamentos de la
matemtica, Wittgenstein
utiliza, repetidamente, expresiones como forma de vida, modo de
vida o costumbre (todos
ellos caractersticos de la idea de cultura en la antropologa y
la sociologa moderna) en
conexin con su manera de caracterizar el lenguaje y la
matemtica. As, p. ej. , hace notar
que la palabra juego pone de relieve que el lenguaje (y lo mismo
podra decirse de la
matemtica) forma parte de una actividad, o de una forma de
vida34. Ya que imaginar un
lenguaje significa imaginar una forma de vida35 y el lenguaje se
refiere a un modo de
vida36. Para Wittgenstein, seguir una regla, jugar una partida
de ajedrez y, en general, la
prctica de las diversas tcnicas son costumbres (usos,
instituciones) .37 Es decir, son
integrantes del conjunto de una cultura. En el caso de la
matemtica, es, precisamente, el
uso fuera de la matemtica, es decir, su lugar en el contexto de
nuestras dems actividades
culturales,38 lo que convierte al juego de signos en
matemtica39. El aprendizaje mismo de
una prctica es un proceso de educacin cultural, en el que junto
con la tcnica en cuestin se
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apropian determinadas formas de percepcin. En tanto que estamos
educados en una
tcnica, lo estamos tambin en una forma de ver las cosas que est
tan fija como esa
tcnica40. La comprensin de dicho aprendizaje slo puede
realizarse desde la propia
prctica cultural. El que quiera comprender lo que significa
seguir una regla tiene l mismo
que saber seguir una regla41.
Las concepciones wittgensteinianas de la tcnica y de la ciencia
como prcticas
culturales y de la cultura como un complejo entramado de
prcticas tcnicas, han sido uno de
los puntos de partida para las concepciones culturales de la
ciencia y de la tecnologa en la
segunda mitad del siglo XX. As, Langdon Winner se remite a
Wittgenstein para desarrollar
la concepcin de las tecnologas como formas de vida42 y David
Bloor lo hace para presentar
la sociologa del conocimiento como la heredera del tratamiento
wittgensteiniano del
conocimiento como algo que es social en su misma esencia43. El
propio Thomas Kuhn
caracteriza ocasionalmente la ciencia como cultura, cuando al
hablar de los practicantes de
una ciencia madura dice que constituyen una subcultura especial
y que estn aislados en
realidad del medio cultural en el cual viven sus vidas
extraprofesionales44.
Sin embargo, es la filosofa constructiva de la ciencia la que
ocupa un lugar pionero en
el estudio sistemtico del carcter operativo y cultural de la
ciencia. Esta filosofa, inspirada
originariamente en los trabajos de Hugo Dingler, se empez a
desarrollar a partir de los aos
sesenta en Alemania. Paul Lorenzen fue su principal impulsor y
su obra ha dado lugar a la
importante corriente de constructivismo filosfico45 que anticip
en ms de un decenio las
ideas constructivas y culturales en los estudios de la
ciencia.
Para Lorenzen, la ciencia moderna se muestra como un producto de
nuestra cultura
tcnica: se basa en una prctica precientfica exitosa46. Esta idea
fo rmaba parte de un giro
pragmtico en la filosofa de la ciencia:
En teora de la ciencia se empieza a reconocer lentamente en
nuestro siglo con el llamado giro pragmtico que toda ciencia (toda
teora) slo puede comprenderse sobre la base de una tcnica ya -
parcialmente - exitosa. Las teoras son instrumentos lingsticos en
apoyo de una prctica ya en marcha47.
Pero el enfoque de la integracin cultural ms desarrollado dentro
del campo filosofa
de la ciencia hay que buscarlo, con el nombre de Methodischer
Kulturalismus , en las
posiciones ms recientes de la corriente constructiva de la
filosofa de la ciencia en Alemania.
El Culturalismo metdico se centra explcitamente en la comprensin
cultural de la ciencia,
es decir, en su estudio filosfico como prctica humana y producto
cultural, entendiendo
por cultura aquello que recibe un colectivo humano mediante la
transmisin de prcticas
(incluidas costumbres e instituciones) y artefactos48. Este
mismo enfoque cultural ha
marcado los ltimos desarrollo s en los actuales estudios de
ciencia y tecnologa que Andrew
Pickering caracteriza como el paso de la ciencia como
conocimiento a la ciencia como prctica
y cultura.
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Segn Pickering, este avance fundamental consiste en el
movimiento hacia el estudio
de la prctica cientfica, lo que los cientficos hacen de hecho, y
el movimiento asociado hacia
el estudio de la cultura cientfica, entendida como la esfera de
los recursos que la prctica
hace funcionar dentro y fuera de ella49. La condicin previa para
el estudio de la ciencia
como prctica y cultura, consiste en reintegrar, mediante la
expansin del concepto de cultura
cientfica, todas las dimensiones de la ciencia (tanto las
conceptuales y sociales como las
materiales), las cuales se han tratado, generalmente, de una
forma fragmentada, desunificada
e inconexa. En este sentido, Pickering entiende por cultura las
cosas hechas de la ciencia, en
las que incluyo habilidades, relaciones sociales, mquinas e
instrumentos, as como hechos y
teoras cientfic as50.
Con todo y estos significativos enfoques culturales generales,
que se enmarcan
claramente en una concepcin integrada de la cultura, hace falta
plantear un marco
conceptual y terico capaz de articular rigurosamente el
tratamiento metdico de las
tecnociencias contemporneas como prcticas y culturas.
II. La cultura de la tecnociencia: ciencia y tecnologa como
prcticas y culturas
La comprensin cultural integrada de la ciencia y la tecnologa ha
demostrado que
puede proporcionar una base decisivamente ms adecuada que las
meras concepciones
filosficas lingsticas o las puramente sociolgicas, no slo para
interpretar e investigar
integralmente la constitucin y la dinmica de los sistemas y de
las innovaciones
tecnocientficas junto con sus impactos en las transformaciones
culturales generales. A partir
de dicha base interpretativa, es posible, adems, abordar de una
forma mucho ms
clarificadora las difciles cuestiones y problemas de valoracin e
intervencin que plantean las
crisis y controversias derivadas de los procesos de
tecnocientificacin y globalizacin. Sin
embargo, para comprender las ciencias y las tecnologas como
prcticas y culturas es preciso,
como ya se ha dicho, dejar atrs las antiguas y las modernas
concepciones divisorias de la
ciencia, la tecnologa y la cultura para redefinir un marco
conceptual riguroso de la idea de
cultura en la direccin de las concepciones integradas. Con este
propsito se esboza a
continuacin el aparato conceptual y terico bsico de una
comprensin metdica de las
tecnociencias como prcticas, sistemas y redes culturales.
Artefactos, tcnicas y prcticas
Entendida de una forma integrada, una cultura comprende no slo
capacidades,
actividades y realizaciones de carcter simblico (tales como
representaciones e
interpretaciones simblicas, discursivas, artsticas, tericas,
cosmovisivas, valorativas, etc., es
decir, la cultura en su acepcin ms restringida), sino tambin
tcnicas y artefactos
materiales (con los que se acostumbra a identificar la tcnica
tout court), formas
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organizativas de interaccin social, econmica y poltica (lo que
se entiende corrientemente
por sociedad) y prcticas y realizaciones biotcnicas,
relacionadas con los seres vivos y el
entorno bitico (o naturaleza en sentido general).
Cada uno de esos dominios se puede diferenciar conforme a
artefactos, tcnicas y
recursos particulares caractersticos. Ahora bien, cualquier
prctica cultural implica, de
hecho, el entramado de todos los diversos dominios en cuanto que
todas las prcticas vienen
mediadas por artefactos materiales, representadas e
interpretadas simblicamente,
articuladas socialmente y situadas ambientalmente. As, los
artefactos y las tcnicas
materiales han intervenido decisivamente en las prcticas
culturales desde los mismos
orgenes de las culturas humanas. Una de las tareas de la
arqueologa y de los estudios
prehistricos consiste, precisamente, en reconstruir las prcticas
y las realizaciones culturales
de carcter operativo que desaparecieron hace siglos a partir de
los restos de los
correspondientes artefactos y entornos materiales.
Los artefactos materiales constituyen objetos elaborados por la
actividad humana que,
una vez producidos, pueden perdurar por s mismos con
independencia de los agentes
culturales que los construyeron o utilizaron. En todo caso, su
estabilidad material es relativa y
limitada, pues se llegan a deteriorar, desintegrar, etc. segn
los materiales con los que estn
hechos. As, de los artefactos fabricados con materiales orgnicos
en los periodos paleolticos
slo han quedado, relativamente, pocos restos.
La proliferacin, la difusin y la diversificacin de artefactos
materiales con formas
normalizadas en las primeras culturas humanas indican que, de
algn modo, la construccin
reiterada de determinados instrumentos dio lugar, a lo largo del
tiempo, a su modelacin
estandarizada, de forma que dichos artefactos podan ser
regularmente reproducidos. La
reproducibilidad de los mismos tiene que ver con la posibilidad
de articular las acciones de
forma que su repeticin metdica, junto con la disponibilidad de
materiales adecuados,
conduzcan siempre a resultados del mismo tipo. La reproduccin de
artefactos
estandarizados supone, en la prctica, que los agentes, de alguna
manera, antic ipan los
resultados teniendo en cuenta determinadas condiciones y
exigencias que se deben satisfacer
(o sea, ciertas normas de construccin y uso) y estando motivados
por determinados
propsitos, motivos y fines.
El hecho de que se pudieran reproducir regularmente determinados
artefactos implica,
pues, que ya se haban estabilizado ciertas habilidades y
actividades como procedimientos
normalizados que operaban la construccin de tales artefactos, es
decir, se haban
desarrollado tcnicas. Tcnicas son procedimientos, capacidades y
formas de accin e
interaccin reproducibles y susceptibles de ser enseados y
aprendidos y, por tanto,
generalizables y transmisibles. Tenemos tcnicas cuando se puede
estabilizar una serie
relativamente ordenada de acciones, es decir, cuando se puede
convertir en rutina, ensear,
aprender, transmitir, generalizar... Las tcnicas constituyen
artefactos operativos, o sea,
constructos producidos por las diversas actividades humanas, que
una vez estabilizados en un
-
12
contexto cultural modelan dichas actividades. Producir un
artefacto operativo significa
estabilizar una tcnica. Usar un artefacto operativo significa
actualizar una tcnica. Las
tcnicas se actualizan como ejecuciones de procedimientos
estabilizados que determinados
agentes humanos reproducen, y perduran como capacidades y
potencialidades de dichos
individuos y colectivos.
Las tcnicas se caracterizan, pues, por su entidad virtual.
Persisten como capacidades
estabilizadas de agentes, instituciones y sistemas culturales y
se hacen manifiestas cuando se
actualizan. Sin embargo, son productos culturales reales que
pueden transferirse y
estabilizarse con independencia de sus creadores originarios.
Ahora bien, a diferencia de los
artefactos materiales, las tcnicas no perduran, propiamente, de
forma separada de los
colectivos culturales que las producen y usan, a no ser que se
transfieran a otros colectivos. Su
estabilizacin es relativa y limitada, en cuanto que determinadas
tcnicas pueden
desestabilizarse cuando se dejan de actualizar al caer en
desuso, olvidarse, etc. y pueden
desaparecer completamente cuando se extinguen los
correspondientes colectivos y
tradiciones culturales que las crearon o asimilaron, como en el
caso de culturas prehistricas.
Los lenguajes humanos debieron emerger y estabilizarse como
nuevos complejos de
tcnicas simblicas, cuando se desarroll la capacidad de fijar
distinciones lingsticas
elementales en interaccin con las capacidades de producir
artefactos estandarizados y de
estabilizar tcnicas bsicas de todo tipo. Mediante el lenguaje se
fijan como distinciones
lingsticas realizaciones distintas llevadas a cabo prcticamente
en el contexto de la accin,
de la construccin de objetos y del comportamiento. As, las
prcticas constructivas de los
primeros hombres fueron produciendo realizaciones materiales y
operativas claramente
diferenciadas que en los procesos de ejecucin estandarizada eran
reproducidas
regularmente. El poder fijar y manejar tambin lingsticamente
tales distinciones en el
contexto de las diversas actividades humanas y la posibilidad de
transmitir diferenciaciones
lingsticas de materiales, construcciones, entornos y
procedimientos potenciaron
inmensamente la capacidad de estabilizar nuevos artefactos y
tcnicas, como queda
manifiesto en la proliferacin, difusin e innovacin de artefactos
del paleoltico superior y
del neoltico. Interactivamente, las prcticas lingsticas pudieron
irse desarrollando y
estabilizando como complejas tcnicas de distincin y
representacin simblica.
El lenguaje humano fue apareciendo con el desarrollo de una
nueva tcnica de
estabilizar las prcticas con la ayuda de recursos orales, que
fue la caracterstica fundamental
de las culturas humanas: la estabilizaci n tecno-oral. Parece
obvio que esta emergencia
lingstica no tuvo que reducirse a los contextos de la produccin
y uso de artefactos
materiales, sino que cristaliz conjuntamente en todos los
dominios vitales originarios,
incluidos los de las tcnicas de organizacin social y de las
biotcnicas. Con la ayuda del
lenguaje pudieron irse estabilizando tecno -oralmente formas de
vida basadas en la caza y la
recoleccin que lograron dominar tcnicamente bioentornos muy
difciles, como los de los
-
13
periodos glaciares, y formas complejas de organizacin
cooperativa y de cohesin social para
obtener y compartir la comida, y para subsistir y reproducirse
como grupo.
La emergencia, la estabilizacin y la generalizacin del lenguaje
como un complejo de
tcnicas que se podan ejecutar bsicamente con los propios rganos
humanos fueron
decisivas para los procesos de constitucin y transmisin del
conjunto de los entornos
culturales. Pero el logro ms significativo de las culturas
humanas, que les permiti despegar
de los estadios culturales animales, consisti, propiamente, en
la innovacin y la
consolidacin, como sistemas culturales, de las tcnicas de
estabilizacin tecno -oral. Las
tcnicas de estabilizar tcnicas y artefactos que constituyeron la
base de las culturas
humanas.
Las decisivas innovaciones materiales y biotcnicas de las
culturas neolticas se
estabilizaron en el contexto de otras transformaciones, tanto o
ms trascendentales, que
afectaron las tcnicas y los entornos culturales organizativos y
simblicos. Las
impresionantes realizaciones de las culturas prehistricas fueron
el resultado de complejas
tcnicas de organizacin comunitaria con un alto grado de
cooperacin, divisin del trabajo,
previsin, coordinacin y cohesin social. Para alcanzarlo, se da
por seguro que aquellas
culturas tuvieron que llegar a estabilizar, de algn modo,
prcticas que les permitieron
planificar, deliberar, valorar y decidir colectivamente y as
establecer consensos
generalizados. Pero la estabilizacin y la transmisin de tales
prcticas organizativ as
suponen, a su vez, tcnicas y recursos simblicos de carcter
verbal mediante los que era
posible representar circunstancias presentes y no presentes,
anticipar situaciones venideras,
recordar e interpretar sucesos, tejer narraciones, elaborar
relatos ficticios, conservar y
transmitir discursos, etc. Estas capacidades simblicas
fundamentales fueron logros de las
culturas orales primarias que transformaron los modos de
estabilizacin y los legados de las
tradiciones culturales humanas.
As pues, en las primeras culturas orales encontramos ya
desarrolladas, en su forma
originaria, el conjunto de las modalidades tcnicas fundamentales
que podemos denominar
los dominios culturales bsicos, correspondientes a las tcnicas
materiales, las tcnicas
simblicas, las tcnicas organizativas y las biotcnicas. Cada
dominio cultural corresponde,
originariamente, a la estabilizacin, construccin y uso de
artefactos y tcnicas especficas. El
dominio de las tcnicas materiales tiene que ver con los
artefactos, las tcnicas y los recursos
materiales. El de las tcnicas simblicas comprende los artefactos
y tcnicas de
representacin, interpretacin, comunicacin e interaccin simblica.
El dominio de las
tcnicas organizativas abarca las interacciones entre agentes
humanos, la coordinacin de
actividades, la organizacin social, etc. y al dominio de las
biotcnicas corresponden las
interacciones con los entornos de seres vivos animales y
vegetales y con los medios biticos.
Estos diversos dominios culturales no han de entenderse como
entidades separadas y
disociadas sino a modo de coordenadas o dimensiones que sirven
para hacer perceptibles los
complejos entramados de las prcticas culturales, las cuales
implican, simultneamente,
-
14
mltiples actualizaciones de tcnicas y de artefactos
correspondientes a cada uno de los
diferentes dominios. Se podra decir que, en la complejidad de la
cultura, no hay prcticas
puras, o sea, que correspondan a un solo dominio cultural, sino
que toda prctica cultural es
hbrida, al estar, de un modo u otro, mediada artefactualmente,
estabilizada e interpretada
simblicamente, articulada y realizada socialmente y situada
ambientalmente.
Sistemas culturales y culturas
Propiamente, una prctica cultural est constituida por
determinados agentes junto
con el ejercicio por parte de los mismos de determinadas
actividades especficas modeladas
por tcnicas. Es decir, viene dada por un conjunto de capacidades
que determinados
individuos y colectivos actualizan conforme a procedimientos y
formas de accin e
interaccin reproducibles y susceptibles de ser enseadas y
aprendidas y, por tanto,
transmisibles y generalizables. Las prcticas como accin e
interaccin en el tiempo, o sea, las
prcticas de realizar tcnicas por parte de determinados agentes,
implican siempre un
complejo entramado de individuos y de artefactos operativos y
materiales pertenecientes a los
diversos dominios culturales.
Los entornos de una prctica estn constituidos por los legados
culturales que
configuran estructuralmente las actuaciones de los agentes en
cuestin, es decir, por los
complejos de las tcnicas, los artefactos, las instituciones, los
recursos (tanto materiales y
simblicos como de carcter organizativo y biotcnico), los
diversos colectivos, etc.
implicados en el ejercicio de dicha prctica. En la realizacin de
cualquier prctica por parte
de determinados agentes intervienen, de una forma ms o menos
inmediata, artefactos
materiales, otros agentes humanos y biticos, elaboraciones
simblicas, interpretaciones,
legitimaciones, valorizaciones, fines, cosmovisiones... Su
ejecucin activa, simultneamente,
todas las tcnicas relativas a la organizacin de los colectivos y
al conjunto de los artefactos
implicados.
Lo que configura una prctica en cualquiera de sus modalidades
es, pues, su
correspondiente entorno material-simblico
-organizativo-biotcnico , en adelante emsob.
As, toda prctica referente a la organizacin social tiene una
base simblica y est mediada
por tcnicas y artefactos materiales. Toda prctica simblica es
esencialmente social y se
plasma, de una forma ms o menos inmediata, materialmente. Y toda
prctica tcnica
material o biotcnica se realiza socialmente, est sostenida
simblicamente y es objeto de
legitimaciones e interpretaciones.
Al igual que la correspondiente prctica, un emsob constituye, de
hecho, un entramado
inseparable en el que, sin embargo, se pueden distinguir
analticamente distintos
componentes (m, s, o, b) siguiendo la diferenciacin general por
modalidades tcnicas:
-
15
- El entorno material m o conjunto de artefactos, tcnicas,
construcciones y
recursos materiales51 .
- El entorno simblico s formado por el conjunto de los
artefactos y las tcnicas
simblicas de representacin, interpretacin y procesamiento del
saber, los
significados, las representaciones, las interpretaciones, las
legitimaciones y los
valores52.
- El socioentorno o de las instituciones y las formas de
organizacin e interaccin
comunitarias, sociales, econmicas, jurdicas y polticas, las
reglas, los roles, las
normas, los fines, etc.53.
- El bioentorno b o comunidades de seres vivos y medio bitico
implicados por las
prcticas biotcnicas y biticas. El bioentorno incluye tanto seres
vivos, artefactos
y agentes biotcnicos como el medio atmosfrico, hidrosfrico, etc.
que
intervienen en las actividades biotcnicas y biticas54.
El concepto central de sistema cultural c = (p, m, s, o, b) se
puede precisar como el
entramado de una prctica p (el colectivo de los agentes
portadores de las capacidades
culturales especficas) y su emsob (m, s, o, b). Ahora bien, los
sistemas culturales no estn
completamente desvinculados unos de otros sino que estn
entramados entre s. Decimos que
dos sistemas culturales estn entramados cuando sus prcticas y/o
sus entornos respectivos
tienen componentes en comn. Un conjunto de sistemas culturales
forman una red cultural
cuando estn concatenados de forma reticular. Es decir, para
cualquier par de dichos
sistemas se cumple que los sistemas estn entramados directamente
o bien mediante una
serie de sistemas intermedios tales que entre dos sistemas
consecutivos de la serie se da la
relacin de estar entramados entre s.
As pues, los sistemas culturales son complejos hbridos
integrados por personas,
artefactos, tcnicas, interpretaciones, valoraciones, formas de
organizacin, etc. Al formar
redes culturales, los sistemas no estn aislados sino que
comparten entre s (de una forma
ms o menos inmediata a travs de toda la red de sistemas) agentes
y/o elementos de sus
diversos entornos. Estas relaciones de interseccin cultural son,
precisamente, las que
articulan e interconexionan reticularmente los sistemas formando
determinados espacios
culturales.
Fundamentalmente, una cultura est constituida por un conjunto de
innumerables
sistemas culturales que forman una red cultural. En las inmensas
redes que constituyen las
culturas se pueden distinguir subculturas como subconjuntos de
sistemas culturales que
forman, a su vez, redes culturales. El medio cultural de un
sistema cultural o de una
subcultura viene dado, respectivamente, por el conjunto de los
restantes sistemas culturales
o, respectivamente, de las restantes subculturas que integran la
totalidad de la red global de
la cultura en cuestin. En el contexto de una supercultura o
conjunto de culturas formando
-
16
una super-red cultural (es decir, entramadas entre s
reticularmente) el medio supercultural
de una cultura particular est constituido por las restantes
culturas del grupo.
Los innumerables sistemas que integran una cultura estn
vinculados por la compleja
red cultural que los interrelaciona y los hace inseparables en
la realidad. La totalidad de
dichos sistemas culturales de una cultura o subcultura configura
el PMSOB de la misma,
donde P es el conjunto de las prcticas/agentes culturales
correspondientes a todos los
sistemas que integran dicha cultura o subcultura y M, S, O, B
representan, respectivamente,
el conjunto de todos sus entornos materiales, simblicos,
organizativos y biotcnicos.
Cualquier prctica cultural particular se realiza, pues, en un
espacio quadridimensional
material-simblico -organizativo-biotcnico (M,S,O,B) propio de la
cultura en cuestin, e
implica, de una forma ms o menos directa, tanto discursos,
interpretaciones y legitimaciones
como tcnicas y artefactos materiales, organizaciones e
interacciones sociales y ambientales,
etc.
Dada una serie de dos o ms culturas o subculturas, stas pueden
estar relacionadas
entre s, cuando es el caso que sus respectivos entornos M, S, O,
B tienen elementos idnticos,
o sea, rasgos culturales en comn. Se pueden dar series
verticales de culturas o subculturas
relacionadas que estn situadas en diferentes periodos de tiempo,
series horizontales de
culturas o subculturas sincrnicas ubicadas en diferentes mbitos
espaciales u oblicuas de
carcter mixto. En general, una serie E1 , E2 ... En de culturas
o subculturas con elementos
culturales comunes constituye una tradicin cultural cuando
dichos elementos se han
transmitido de unas culturas o subculturas a otras mediante la
interaccin y la reproduccin
cultural llevadas a cabo por sus agentes.
Innovaciones, estabilizaciones e impactos
En el mbito de los sistemas y las redes culturales, las prcticas
de los agentes y los
diversos entornos culturales estn constantemente configurndose
recprocamente. La gran
diversidad de prcticas humanas construye y transforma sus
propios entornos, dando lugar a
nuevas tcnicas, artefactos, formas de organizacin, discursos,
etc. A su vez, todos estos
recursos pasan a constituir, una vez estabilizados, parte de los
entornos que modelan esas
prcticas, habilitando y constriendo al mismo tiempo sus
potencialidades. Las capacidades y
limitaciones de una prctica cultural determinada vienen dadas,
conjuntamente, por las
tcnicas que la conforman y por los artefactos y las
realizaciones materiales, simblicas,
organizativas y biotcnicas que, como entornos, constituyen los
recursos de los agentes que la
llevan a cabo. Los entornos, como productos culturales que son,
representan el resultado de
las diversas actividades humanas. Pero, tanto si estn integrados
por agentes humanos como
no humanos, nunca son puramente pasivos. El proceso de
desarrollo de una cultura viene
configurado, precisamente, por la continua interaccin
transformadora entre humanos y no
humanos en los entramados de prcticas y entornos.
-
17
Ninguna cultura es completamente estable. En mayor o menor
grado, toda cultura o
subcultura produce innovaciones culturales, es decir, nuevos
complejos de artefactos y
tcnicas que emergen en el seno de su (M, S, O, B) por la accin
de determinados agentes
culturales55. Las innovaciones pueden surgir en una cultura como
el resultado de la
produccin interna de sus propios agentes innovadores o tambin
mediante la apropiacin
por parte de dicho s agentes de innovaciones procedentes de
otras culturas o a travs de su
imposicin debida a agentes culturales externos. Pero, para que
innovaciones de cualquier
clase se conviertan en parte integrante de la propia cultura,
stas han de estabilizarse como
prcticas y entornos propios. Es decir, han de estandarizarse,
aceptarse, generalizarse e
institucionalizarse como tales.
Las innovaciones culturales pasan, pues, a formar parte de una
cultura determinada
cuando se estabilizan como nuevos sistemas culturales y
subculturas de la misma. En el
proceso de estabilizacin de nuevos sistemas culturales, las
innovaciones embrionarias son
generalmente modificadas, adaptadas y, de alguna manera,
metainnovadas. Las nuevas
prcticas, tcnicas y artefactos implicados han de estabilizarse
tcnicamente como tales
formando parte del correspondiente entorno especfico. Es decir,
se ha de consolidar la
estandarizacin de los nuevos objetos, habilidades,
procedimientos, etc. sean stos de
carcter material, simblico, organizativo o biotcnico. Pero, para
establecerse como nuevos
sistemas culturales las innovaciones han de estabilizarse,
asimismo, en el contexto de los
entornos interpretativos, organizativos y biticos de la
correspondiente cultura. La
estabilizacin interpretativa se opera mediante recursos
simblicos y discursivos que, de una
forma u otra, van dirigidos a fundamentar y legitimar
epistemolgica, cosmolgica y
valorativamente los nuevos sistemas culturales. La estabilizacin
organizativa consiste,
fundamental mente, en la institucionalizacin y la consolidacin
social, econmica y poltica
de dichos sistemas y la bitica en la compatibilizacin ambiental
de los mismos.
Innovacin y estabilizacin no representan dos etapas separadas
sucesivas en un
desarrollo lineal, sino que se trata, de hecho, de realizaciones
entrelazadas en un proceso
interactivo. Los procesos de innovacin/estabilizacin son
caractersticos del modo de
desarrollo propio de cada tipo de cultura o subcultura. En
dichos procesos, prcticas y
entornos se estabilizan interactivamente. Esto es, nuevas formas
de accin e interaccin se
consolidan como prcticas estabilizadas, aceptadas y
generalizadas en conjuncin interactiva
con la estabilizacin, aceptacin y generalizacin de los nuevos
artefactos y tcnicas que
conforman sus entornos particulares. Al mismo tiempo, los
procesos de estabilizacin
implican potencialmente el PMSOB global de la cultura, pues los
cambios y desarrollos
culturales involucran un amplio entramado interactivo en el que
intervienen un gran nmero
de agentes, tcnicas, artefactos materiales, grupos y
organizaciones sociales, instituciones,
bioentornos..., en conjuncin con un complejo de
interpretaciones, valoraciones,
legitimaciones y cosmovisiones.
-
18
Las innovaciones culturales se pueden transmitir internamente de
un estadio
determinado a estadios posteriores de una tradicin cultural o
subcultural, a travs de la
reproduccin gentico-cultural de las generaciones de agentes de
la propia cultura o
subcultura. Tambin pueden transferirse espacial y temporalmente
entre diversos sistemas
culturales y subculturas dentro de una misma cultura, o de unas
subculturas o culturas a
otras originariamente disociadas, mediante su difusin y
asimilacin cultural, por fusin o
invasin cultural, dando paso as a nuevas tradiciones culturales
o subculturales. Cuando las
innovaciones estabilizadas como sistemas culturales o
subculturas innovadoras en una
cultura se transfieren a otras culturas, es posible que las
mismas sean metainnovadas,
incorporadas y estabilizadas por determinados agentes como
nuevos sistemas culturales o
subculturas diferentes de los originarios.
Los procesos de cambio cultural implican, consiguientemente,
tanto la produccin de
innovaciones en forma de nuevas tcnicas y artefactos como la
estabilizacin de las mismas
como prcticas y entornos de sistemas culturales y subculturas
dentro de la propia cultura
global. Ahora bien, cada cultura crea con sus innovaciones la
posibilidad de nuevas
capacidades, pero tambin de limitaciones. As, la produccin de
nuevas tcnicas y artefactos
genera la posibilidad de estabilizar nuevas prcticas y, a su
vez, nuevas prcticas producen y
afianzan entornos que consolidan las capacidades de las mismas.
Pero con la estabilizacin de
innovaciones se establecen nuevos sistemas culturales que
eventualmente transforman el
medio cultural y producen impactos al generar incompatibilidades
en relacin con sistemas
culturales preestablecidos. Los nuevos entornos pueden actuar
como constreimientos de
prcticas y entornos preexistentes y dar lugar a la
desestabilizacin de sistemas culturales
tradicionales, en cuanto pueden llegar a desplazar sus entornos,
cancelando los recursos y las
condiciones de posibilidad de dichos sistemas. Nuevas prcticas
pueden establecer, de
manera generalizada, nuevos entornos y nuevas formas de vida, de
accin e interaccin en las
que las prcticas segn los procedimientos tradicionales resultan
inapropiadas y quedan
excluidas de una integracin. Nuevos entornos que se imponen con
las nuevas prcticas
dominantes pueden llegar a desestabilizar los entornos
tradicionales en cada uno de los
diversos dominios culturales. La desestabilizacin puede darse de
mltiples formas
conexionadas entre s: desplazando artefactos, anulando recursos,
imposibilitando la
permanencia de determinados entornos, socavando la autoridad y
legitimidad de
determinadas prcticas y sistemas valorativos, cuestionando la
validez de interpretaciones y
cosmovisiones, consolidando colectivos y formas de organizacin
que operan el
desmantelamiento social y normativo de los sistemas
organizativos tradicionales, etc.
A travs de los procesos de innovacin, estabilizacin y
desestabilizacin se van
transformando las culturas y las subculturas y emergen nuevos
estadios de las tradiciones
culturales y subculturales. En este contexto, el desarrollo de
una cultura o subcultura consiste
en el proceso conforme al cual se producen y regulan tales
cambios en los diferentes entornos
y prcticas de la misma. El modo caracterstico del desarrollo de
una cultura o subcultura y
-
19
de su correspondiente tradicin cultural viene dado, bsicamente,
por la forma cmo se
realizan los procesos de produccin/ estabilizacin de
innovaciones y de desestabilizacin de
tradiciones.
La cultura de los sistemas tecnocientficos
En el campo de las ciencias y de las tecnologas, sistemas,
subculturas y tradiciones
corresponden a prcticas y legados culturales especficos,
plasmados en las capacidades de los
agentes y en los entornos materiales, simblicos y organizativos
propios de cada campo
cientfico y tecnolgico. Dichas prcticas y entornos, al igual que
los modos caractersticos de
innovacin y estabilizacin de las ciencias y tecnologas modernas,
se distinguen
fundamentalmente por su carcter tecno -cientfico , es decir, por
prcticas y entornos en los
que intervienen e interactan conjuntamente la elaboracin de
aparatos conceptuales y
tericos precisos y la produccin y el uso de sofisticados
artefactos y procedimientos
tecnolgicos. Las mismas tecnologas constituyen sistemas
complejos de artefactos y tcnicas
que se han generado y estabilizado en el contexto de prcticas y
entornos tericos y
materiales de carcter cientfico. El entramado entre los sistemas
cientficos y los sistemas
tecnolgicos modernos es tan inseparable en la prctica que se ha
generalizado el uso del
trmino tecnociencia para caracterizar los sistemas cientficos
actuales y, en general, las
tradiciones cientficas desde, por lo menos, finales del siglo
XIX.
La concepcin de las ciencias y las tecnologas como redes de
sistemas culturales (o sea,
subculturas) permite comprender y tratar, de una forma
integrada, la complejidad de la
constitucin de los campos y de las tradiciones tecnocientficas,
los procesos de cambio y
transformacin y los impactos en los medios culturales
extracientficos. En el marco de la
comprensin cultural se puede integrar, dinmicamente, las
dimensiones simblicas de las
elaboraciones representacionales, interpretativas y valorativas
(en forma de conceptos y
teoras cientficas y de discursos filosficos) junto con i) las
dimensiones tecnolgicas de los
procesos, procedimientos y artefactos materiales, ii) las
dimensiones sociales de los entornos
e interacciones organizativas e institucionales y iii) las
dimensiones naturales de los
bioentornos. En el desarrollo de los sistemas tecnocientficos,
las innovaciones de artefactos,
efectos y procesos emergen y se estabilizan en los laboratorios
conjunta e interactivamente
con nuevas elaborac iones tericas, adaptndose y modificndose
unas a otras a la par que se
reconfiguran los fines y los propsitos de los agentes
intervinientes. Tales procesos de
estabilizacin tecno -cientfica, caractersticos de los sistemas
generados por la tecnociencia
actual, se realizan y se consolidan en conjuncin con procesos de
estabilizacin interpretativa,
organizativa y, en su caso, bitica de las nuevas prcticas y
entornos.
En el transcurso de las tradiciones cientficas se han
distinguido estadios de cienc ia
estabilizadora en los que ha predominado la consolidacin de
innovaciones como sistemas
fundamentales, y estadios de ciencia revolucionaria que han
destacado por la produccin de
-
20
innovaciones y la desestabilizacin de prcticas y entornos
tradicionales. Generalmente,
innovaciones y transformaciones pueden interactuar en
combinaciones muy diversas en las
se entremezclan los diversos dominios culturales. Las
innovaciones de artefactos y tcnicas
pueden desencadenar nuevas elaboraciones conceptuales y tericas
que pasan a reemplazar
antiguas teoras y, a su vez, es posible que nuevos desarrollos
tericos induzcan la
reinnovacin de dispositivos y procesos tecnolgicos. Asimismo, la
aparicin de nuevos
agentes y la reconfiguracin de entornos organizativos pueden dar
paso a sistemas
innovadores y a la inversa, etc., etc.
Los cambios cientficos y tecnolgicos acostumbran a producirse en
racimos de
innovaciones pertenecientes a diversas clases de entornos y
relacionadas entre s, las cuales se
afianzan mutuamente para establecerse, conjuntamente, como
nuevos sistemas y redes de
sistemas. Las estabilizaciones de nuevos sistemas junto con los
impactos y las
desestabilizaciones que eventualmente stos inducen, operan las
transformaciones globales
de los medios cientficos y tecnolgicos. stas, a su vez, son
generalmente fuente de ulteriores
innovaciones. En todo caso, en el entramado de los procesos de
innovacin/estabilizacin as
como en la compleja dinmica del cambio/transformacin interactan
diversos colectivos de
agentes que, obviamente, rebasan los crculos restringidos de las
llamadas comunidades
cientficas. Son estos heterogneos colectivos los que articulan
dinmicamente la trabazn
entre los diferentes sistemas culturales a los que pertenecen
para formar las complejas redes
de las subculturas tecnocientficas y dar lugar al desarrollo de
las correspondientes
tradiciones.
Los sistemas tecnocientficos se generan y estabilizan
primariamente como sistemas
culturales en el seno de sus respectivas subculturas
tecnocientficas. Pero, una vez
constituidos son susceptibles de ser exportados y estabilizados
en medios culturales
extracientficos, donde operan la modelacin tecnocientfica de
dichos espacios culturales y el
desarrollo de tecnoculturas56. El modelo tecnocientfico de
desarrollo, basado en la
proliferacin y consolidacin de sistemas tecnocientficos en todos
los mbitos de las culturas
propias de nuestro tiempo, parece operar conforme a un
imperativo tecnocientfico latente y
justificarse, entre otras cosas, por el principio de la supuesta
superioridad de los sistemas
tecnocientficos respecto a las realizaciones de cualquier otro
tipo de sistemas culturales.
Ahora bien, todos los modelos de desarrollo representan y
legitiman, de una forma ms o
meno s manifiesta, una prctica particular de regular los
procesos de estabilizacin de
innovaciones y desestabilizacin de tradiciones conforme a
determinados criterios y agentes
decisorios.
Sin embargo, es innegable que las incesantes innovaciones,
estabilizaciones y
exportaciones de sistemas tecnocientficos y la consiguiente
tecnocientificacin generalizada
de las culturas generan, en mayor o menor grado, relaciones de
incompatibilidad y efectos de
desestabilacin respecto a sistemas culturales tradicionales, con
los consiguientes impactos,
consecuencias no deseadas y riesgos difciles de anticipar y, ms
an, de excluir de antemano.
-
21
En muchas ocasiones, como, por ejemplo, en el caso de la
eventual clonacin de seres
humanos o de los riesgos derivados de la tecnologas nucleares,
microbiolgicas o qumicas,
dichas repercusiones provocan resistencias y conflictos
culturales junto con fuertes
controversias acerca de la interpretacin y, sobre todo, de la
valoracin y la intervencin
relativas a las innovaciones tecnocientficas y las
transformaciones culturales en cuestin.
Estas crisis, conflictos y controversias son los contextos donde
afloran, de una forma
ms clara, las dimensiones culturales valorativas y polticas de
la ciencia y la tecnologa. Ya
que ponen de manifiesto que ni los sistemas cientficos se pueden
reducir filosficamente a
meros sistemas de elaboraciones tericas neutrales, ni los
sistemas tecnolgicos a puros
artefactos y procedimientos materiales, sino que constituyen
sistemas y redes culturales en
sentido estricto, integrados por entornos simblicos, materiales
y biotcnicos pero tambin
por colectivos diversos de agentes y por entornos organizativos,
interpretativos y valorativos.
III. Tecnociencia y tecnocientificacin: retos y modelos
La comprensin de la tecnociencia y de los sistemas
tecnocientficos como prcticas y
culturas implica la posibilidad de superar las teoras puramente
interpretativas de la ciencia y
la tecnologa para tener en cuenta la estrecha vinculacin
existente entre las cuestiones de
interpretacin y las de valoracin e intervencin. Los mtodos y los
resultados de las
interpretaciones culturales pueden y han de servir de
instrumentos tiles para desarrollar
mejores prcticas de valoracin e intervencin. En otras palabras,
la tarea de los estudios de
la ciencia y la tecnologa no tiene por qu reducirse a la mera
produccin de sistemas
interpretativos. Un objetivo necesario para poder encarar los
retos de la tecnociencia y de la
tecnocientificacin cultural consiste en estudiar y estabilizar
modelos culturales de
interpretacin, valoracin e intervencin, es decir, prcticas,
entornos y recursos -tanto
tericos como tcnicos y organizativos- de anlisis y de
reconstruccin rigurosa que sirvan
para interpretar y comprender la estructura y la dinmica de los
procesos de innovacin,
estabilizacin y transformacin de las subculturas tecnocientficas
y extracientficas, y, a
partir de ah, valorar los impactos y consecuencias e intervenir
adecuadamente en dichos
procesos.
Tecnociencia: los retos de la interpretacin
Desde la perspectiva del siglo XXI, se hace evidente que las
innovaciones
tecnocientficas han sido los factores fundamentales que han
configurado las culturas propias
del siglo XX. Han modelado decisivamente el conjunto de las
formas de vida, los entornos
tanto materiales como interpretativos y valorativos, las
cosmovisiones, los modos de
organizacin social, econmica y poltica junto con el medio
ambiente caractersticos de esta
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poca57 . Mirando hacia adelante, no cabe duda que su influencia
va a ser an mas
determinante, si cabe, en el futuro.
La misma realidad de la desbordante produccin tecnocientfica,
desde la ingeniera
gentica y la telemtica a la fsica del estado slido y las
ciencias de los materiales, se ha
encargado de confirmar el carcter multidimensional de la
tecnociencia puesto de manifiesto
por la espiral interpretativa de ciencia, tecnologa y sociedad.
La produccin de innovaciones
tecnocientficas se ha caracterizado como una proliferacin de
hbridos58, es decir, de
realizaciones que embrollan las divisiones tradicionales en un
complejo entramado de
ciencia, tecnologa, poltica, economa, naturaleza, derecho... La
larga lista de los hbridos
tecnocientficos actualmente ms representativos comprende, entre
otros muchos, los
implantes electrnicos en el cerebro humano, los
microprocesadores binicos, la clonacin de
animales, los alimentos transgnicos, la congelacin de embriones
humanos, las pldoras
abortivas y poscoitales, el Viagra, los psicofrmacos, los
reactores nucleares, los vuelos
espaciales, los ordenadores, los satlites de comunicaciones, las
bombas inteligentes, las
redes telemticas, los entornos de realidad virtual generados por
ordenador, Internet, etc.,
etc. Cu alquier controversia acerca de su produccin,
implantacin, interpretacin o
valoracin pone en pie, simultneamente, a un tropel hbrido de
portavoces de los ms
diversos mbitos que van desde la ciencia, la poltica y la
sociedad hasta la moral, la religin y
la cultura .
A pesar de o, precisamente, por todo ello, nuestra cultura
intelectual no parece saber
cmo interpretar de forma apropiada el entramado de los hbridos
que nuestra tecnociencia
produce. Lo cual no es de extraar, pues para esto es preciso
cruzar repetidamente las
divisorias filosficas tradicionales que separan la ciencia y la
sociedad, la naturaleza y la
cultura. Los lmites infranqueables establecidos filosficamente
entre dichas divisiones se
revelan, en la misma constitucin de los hbridos, como fronteras
inexistentes. En nuestras
sociedades, las interacciones sociales se establecen por medio
de los artefactos generados en
los laboratorios tecnocientficos y, a su vez, las mismas
comunidades, prcticas y laboratorios
tecnocientficos estn constituidos por asociaciones de agentes
humanos y de entornos
materiales, simblicos y biticos. Cada da que pasa es ms evidente
que nuestra cultura
occidental es tecnocultura de la sala de consejo al
dormitorio59, al haberse poblado todos los
entornos y formas de vida de hbridos tecnocientficos. Incluso en
el caso de la cultura
entendida en el sentido ms restringido de formas de percepcin,
representacin,
interpretacin y valoracin, es innegable que la delimitacin de la
misma respecto a la
tecnociencia se est esfumando definitivamente con las nuevas
tecnologas de la informacin
y la comunicacin que han dado origen a los actuales medios
informativos, televisivos y
cinematogrficos, la realidad virtual, Internet, el hipertexto,
la hipermedia, etc.
De forma parecida se ha ido evaporando la demarcacin entre
naturaleza, tecnociencia
y cultura como sistemas cerrados de objetos puros que se van
delimitando mutuamente60.
En la poca del Proyecto Genoma Humano se puede hablar de la
naturaleza como de un
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23
objeto manufacturado61 , al mismo tiempo que la ingeniera
gentica y las biotecnologas
estn dando paso a una naturaleza extrada del laboratorio y
despus transformada en
realidad exterior62, en la que se est promoviendo un
conservacionismo ecolgico dirigido no
slo a preservar y mejorar las especies existentes sino incluso a
recuperar especies
extinguidas, todo ello mediante puros procedimientos
tecnocientficos.
Se ha sealado que la incontrolada proliferacin de hbridos
tecnocientficos,
caracterstica de nuestra tecnocultura, est relacionada con la
incapacidad de
conceptualizarlos dentro de los contextos interpretativos de la
modernidad63. La carencia de
una interpretacin adecuada equivale, de algn modo, a una
prohibicin intelectual de la
posibilidad de tales hbridos, que no hace sino fomentar los
problemas derivados de su
proliferacin real, al bloquear la comprensin adecuada de la
gnesis y de las consecuencias
de las innovaciones tecnocientficas. De hecho, en el contexto de
las divisiones infranqueables
entre ciencia, sociedad, naturaleza y cultura no hay lugar para
los hbridos tecnocientficos.
Por un lado, cualquier posibilidad de cruzamiento entre tales
sistemas cerrados representa
una quimera impensable. Por otro, las ms significativas
innovaciones tecnocientficas no se
dejan reducir a ninguno de esos sistemas puros. Los hbridos
tecnocientficos, al igual que la
misma tecnociencia, no son reducibles, alternativamente,
i) ni a puras representaciones conceptuales y tericas
ii) ni a relaciones e interacciones exclusivamente sociales
iii) como tampoco lo son a meras entidades naturales que
trascienden la
intervencin humana
iv) ni a simples ingenios y artefactos construidos
v) ni, a su vez, a puro discurso interpretativo y
valorativo.
El reto fundamental de la interpretacin de las innovaciones
tecnocientficas consiste,
pues, en tratar integradamente sus diversas manifestaciones como
conectadas continuamente
entre s, en lugar de analizarlas separando las mismas. Se trata,
sin duda, de un reto terico y
filosfico decisivo para el siglo XXI con relacin a la comprensin
y el manejo de los
componentes esenciales de nuestra tecnociencia y de nuestra
tecnocultura. La interpretacin
y la reconstruccin culturales de las innovaciones
tecnocientficas son decisivas porque nos
permiten comprender su constitucin y la dinmica de su
estabilizacin y de sus impactos, y,
a partir de ah, poder abordar los retos con los que nos
confronta su implantacin, mediante
la valoracin de sus consecuencias y la intervencin en su
desarrollo. Pues, si las
innovaciones que producimos y estabilizamos tecnocientficamente
constituyen, en realidad,
entramados de nuevos sistemas culturales, entonces podemos
recobrar (pace toda clase de
determinismos tecnolgicos, sociolgicos, biolgicos,
epistemolgicos, histricos o
metafsicos) una relativa libertad de seleccionar, cribar y
ralentizar las innovaciones
tecnocientficas que han de configurar nuestra cultura en el
futuro.
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Tecnocientificacin y globalizacin: los retos de la valoracin y
de la
intervencin
Los modos de produccin tecnocientfica se han desarrollado
histricamente a partir de
procesos en el campo de las ciencias fsicas provocados y
controlados en los laboratorios por
los mismos investigadores co mo efectos reproducibles de
artefactos y construcciones que, a
su vez, eran resultados de la investigacin cientfica, como, por
ejemplo, pilas y generadores
elctricos, reacciones qumicas, tubos de rayos catdicos,
reactores nucleares, aceleradores de
partculas, etc. Artefactos y procedimientos tecnolgicos se han
entrelazado estrechamente
con teoras y procesamientos tericos en el desarrollo de las
prcticas de construccin,
variacin y registro experimentales, de descomposicin y
aislamiento de elementos, de
manipulacin, reemplazo y recombinacin de los mismos, con el fin
de reproducir a voluntad,
controlar completamente y estabilizar los procesos deseados
mediante la eliminacin de
perturbaciones en las disposiciones experimentales64.
La investigaci n tecnocientfica generalizada se caracteriza,
precisamente por esas
prcticas y entornos materiales, tericos y organizativos
desarrollados en los laboratorios y
centrados en la produccin de procedimientos, efectos y procesos
cuyo control, reproduccin
y estabilizacin se logran mediante el diseo y la construccin de
artefactos, dispositivos e
ingenios de todo tipo, y con la transformacin, el reemplazo y la
recombinacin de elementos
en procesos ya dados y controlados. En el contexto de la
tecnociencia, una ley natural es,
cada vez ms, una descripcin de la posibilidad y del resultado de
experimentosuna ley de
nuestra habilidad para producir fenmenos65. Las regularidades
producidas de forma
experimental y controladas cuantitativamente, se provocan,
reproducen y estabilizan
tecnocientficamente y cada procedimiento e instrumento de
medida, registro y
procesamiento de la informacin es, en definitiva, un producto
tecnocientfico.
Una vez estabilizadas tecno-cientfica, interpretativa y
organizativamente, las
innovaciones resultantes (sean estas implantes electrnicos,
microprocesadores, animales
clonados o alimentos transgnicos, etc.) forman parte de sistemas
tecnocientficos, es decir,
de sistemas culturales que tienen por objeto, como ya se ha
dicho, la mxima controlabilidad,
reproducibilidad y previsibilidad computables de sus prcticas y
entornos mediante el
ensamblaje tecnocientfico de agentes humanos, artefactos y
procedimientos junto con
teoras, interpretaciones y procesamientos tericos.
El modelo tecnocientfico de investigacin se ha ido expandiendo
progresivamente a
todos los campos de la investigacin y de la produccin cientfica.
En este proceso de
generalizacin tecnocientfica, no slo se han transferido los
modos de produccin
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tecnocientfica a otras disciplinas sino que estas han sido, a su
vez, objeto de teorizacin en el
marco tecnocientfico correspondiente. Es decir, junto con la
transferencia de los
procedimientos e instrumentos de investigacin tecnocientfica se
han elaborado
extrapolaciones tericas que han asimilado el nuevo dominio
tecnocientificado en el contexto
terico de la tecnociencia dominante. Los nuevos procedimientos
tecnocientficos llevan
consigo nuevos tratamientos tericos y juntos dan lugar a nuevas
tecnociencias, como en el
caso de la biologa molecular y la ingeniera gentica.
Sin duda, uno de los procesos de tecnocientificacin ms
representativos se encuentra
en el dominio de la biologa. Su tratamiento tecnocientfico es el
resultado de un proceso
relativamente reciente que se desencaden en el sigo XX con las
transferencias masivas de
prcticas e instrumental de laboratorio del campo de la fsica y
la qumica al de la
investigacin biolgica. Dichas transferencias estuvieron
promovidas por notables fsicos y
qumicos, como Erwin Schdinger y Linus Pauling, que se pasaron a
la biologa con armas y
bagajes para promover la teorizacin y el tratamiento de los
procesos biolgicos en trminos
moleculares. La configuracin y la sistematizacin fsico-qumica de
la investigacin biolgica
desembocaron en los desarrollos tecnocientficos de la biologa
molecular y la ingeniera
gentica. Estas representan la culminacin del proceso de
biotecnocientificacin con el
desarrollo de las tecnologas del ADN recombinante, destinadas a
provocar y controlar
procesos biotecnocientficos y a generar nuevos organismos
mediante el reemplazo y
recombinacin de elementos genticos. Dichas tecnologas nada
tienen que ver con la mejora
de especies vegetales y animales por los mto dos de seleccin
tradicionales, sino que se trata
claramente de innovaciones tecnocientficas.
La produccin biotecnocientfica no slo se da dado en el campo de
la gentica,
tambin ha generado un nmero creciente de nuevas biotecnologas,
como las tecnologas
microbiolgicas y las germinales. Las biotecnologas
microbiolgicas operan mediante el
aislamiento y seleccin de microorganismos para manipular
determinados procesos y para la
produccin industrial de determinadas sustancias. Las
biotecnologas de tratamiento
germinal tienen que ver con los procesos de la fecundacin
extracorporal, la fusin celular o
la clonacin66.
Como ya se ha indicado anteriormente, los nuevos sistemas
tecnocientficos,
estabilizados primeramente en el seno de las subculturas
cientficas que los han generado,
son generalmente exportados y estabilizados en medios culturales
extracientficos donde
operan la tecnocientificacin y la transformacin de los mismos.
La tecnocientificacin
operada por los nuevos sistemas biotecnocientficos ha dado
lugar, sin duda, a los ms
evidentes, significativos y radicales impactos en la
transformacin de sistemas culturales
tradicionales. As, la agricultura, la ganadera y la medicina
tradicionales se han
caracterizado, desde sus orgenes prehistricos, por las prcticas
y los entornos de
intervencin blanda, es decir, basadas en procedimientos
predominantemente anticipativos
que respetaban, en buena medida, la espontaneidad y la autonoma
originarias de los agentes
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y de los procesos biolgicos en cuestin, pero en los que se daba
una determinada
intervencin o ayuda, dirigida a acondicionarlos adecuadamente
hacia los resultados
deseados. Los sistemas biotecnocientficos, por el contrario, se
basan preferentemente en
prcticas y entornos duros (es decir, de intervencin y control
tecnocientfico) en los que
priman procedimientos y productos desarrollados en los
laboratorios de sntesis qumica, de
biotecnologa y de ingeniera gentica y que tienden a anular la
autonoma y la espontaneidad
originarias de los procesos intervenidos para asegurar su total
control y reproducibilidad. De
esta forma, la tecnocientificacin de la agricultura, la ganadera
y la produccin alimentaria
en general ha seguido un proceso acelerado que ha ido desde la
primera utilizacin de abonos
qumicos y pesticidas hasta el empleo de hormonas sintticas y
substancias qumicas de todo
tipo, y los ms recientes procedimientos biotecnolgicos y
genticos para la reproduccin,
seleccin y creacin de especies animales y vegetale s.
Las innovaciones biotecnocientficas no han dejado prcticamente
ningn mbito de
los bioentornos tradicionales, es decir, de lo que
tradicionalmente se consideraba la
naturaleza, fuera de su alcance. No slo se compite investigando
y desarrollando nuevas
sistemas para la manipulacin, produccin y reproduccin de
animales y vegetales, sino que
las prcticas tradicionales ms comunes de la agricultura y de la
cra de animales estn siendo
desplazadas para dar paso a prcticas y entornos de laboratorio
industrial. Incluso se quiere
renaturalizar los paisajes arruinados como consecuencia directa
o indirecta de la
produccin industrial tecnocientfica sometindolos a una ecogestin
que pretende hacer uso
de las formas ms avanzadas de intervencin biotecnocientfica67 .
La misma naturaleza
humana, es decir, el cuerpo humano y sus procesos de
reproduccin, es un objetivo
prioritario para la expansiva tecnocientificacin que va desde el
transplante de rganos, el
control y la realizacin tecnolgica de procesos orgnicos
(marcapasos, dilisis, corazones
mecnicos...) hasta la manipulacin operativa y hormonal del sexo
y las intervenciones
genticas. Pero, sobre todo, es en la procreacin humana donde la
intervencin
biotecnocientfica es ms crtica. En la actualidad los
investigadores, los profesionales y la
industria mdica la estn encauzando (alegando fines eugensicos)
hacia procesos
tecnocientificados provocados, guiados y controlados mediante
sistemas biotecnocientficos
de diagnstico, de fecundacin, de intervencin gentica y,
seguramente en un futuro no muy
lejano, de clonacin.
Las capacidades de innovacin desarrolladas por las culturas
humanas han ido creando
a lo largo del tiempo una inconmensurable diversidad de prcticas
y entornos que han pasado
a formar parte de los sistemas culturales vitales de las mismas,
junto con sus bioentornos
originarios. En las actuales tecnoculturas, no slo los sistemas
biotcnicos han sido
ampliamente tecnocientificados sino que las innovaciones
tecnocientficas han ido
transformando progresivamente las prcticas y los entornos de la
totalidad de los dominios
culturales, en el curso de un proceso de tecnocientificacin
generalizada. Todas las tendencias
apuntan claramente hacia una tecnocientificacin total que parece
guiada por el imperativo
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tecnocientfico que prescribe hacer extensivas las formas de
intervencin tecnocientfica a
cualquier dominio cultural que pueda ser objeto de las mismas.
La proliferacin y la difusin
mundial de los sistemas tecnocientficos, en especial de los
relacionados con las nuevas
tecnologas de la informacin y la comunicacin, no slo han ido
operando la
tecnocientificacin global de las culturas de origen europeo sino
que, a travs de
transferencias culturales universales cada vez ms rpidas, estn
dando paso a la
globalizacin tecnocientfica y a la consiguiente homogeneizacin
de las diversidades
culturales a escala planetaria.
La clave y el desencadenante de la tecnocientificacin global de
las culturas ha sido la
tecnocientificacin originaria de las disciplinas cientficas,
que, como matriz de la
tecnociencia, ha impulsado el imperativo tecnocientfico y ha
hecho posible su
implementacin y su legitimacin. La historia de la
tecnocientificacin progresiva de las
culturas cientficas es la historia de las nuevas tecnociencias
que se han constituido en el
paradigma actual del conocimiento, de la investigacin y de la
intervencin cientfica. Los
procesos de tecnocientificacin se han legitimado epistemolgica y
cosmolgicamente
mediante concepciones tecnocientficas del conocimiento, de la
ciencia y de la naturaleza. La
tecnocientificacin de la naturaleza y la naturalizacin de la
tecnociencia (conforme al
principio de que todo lo producido tecnocientificamente obedece,
de algn modo, leyes
naturales) han sido procesos que se han sostenido mutuamente con
la ayuda y la autoridad
de interpretaciones tecnocientficas.
Ahora bien, la configuracin tecnocientfica de cualquier prctica
implica entornos
asimismo tecnocientificados, es decir, configurados como
sistemas que han de ser cada vez
ms controlables. Pues, los sistemas tecnocientficos slo pueden
exportarse (es decir, los
procedimientos y entornos de intervencin tecnocientfica slo
pueden estabilizarse y ser
efectivos en medios culturales extracientficos) si se
transfieren, de alguna manera, a esos
mismos medios culturales las condiciones de laboratorio
originarias que garantiza y forman
parte de su funcionamiento68. De esta forma se intenta eliminar
perturbaciones
potencialmente incontrolables y asegurar la reproduccin y el
control al modo tecnocientfico
de los procesos deseados.