1 La Circulación Fetal principios de la vida fetal, la sangre fetal llega a la placenta a través de las dos arterias umbi- licales y regresa al feto a través de dos venas umbilicales. Más adelante, la vena umbilical derecha desaparece y la vena izquierda persis- te como el único vaso de retorno. La sangre fetal recibe oxíge- no y nutrientes por el contacto cercano con la sangre maternal en la placenta. La vena umbilical (vena umbilical izquierda persistente) entra en el abdomen por el ombligo y corre a lo largo del borde del ligamento falciforme a la superficie visce- ral hepática, donde envía ramas al lóbulo hepático izquierdo y se une a la rama izquierda de la vena porta. En el lado opues- to de estas anastomosis emerge el conducto venoso, la cual se une a la vena cava inferior, transportando sangre rica en oxí- geno que viene de la placenta materna. La vena porta fetal es pequeña, y la función de las ramas derecha e izquierda como las ramas del conducto venoso, llevan sangre oxigenada al hí- gado. En la vena cava inferior, la sangre oxigenada se mezcla con una pequeña cantidad de sangre pobre de oxígeno desde la porción caudal del feto. La sangre de la vena cava inferior jun- to con la sangre del conducto venoso entra en la aurícula de- recha y golpea la membrana interauricular y se dirige a través del agujero oval en la aurícula izquierda, dirigido por la válvu- la de la vena cava inferior. En la aurícula izquierda la sangre ri- ca en oxígeno se mezcla con una pequeña cantidad de sangre no oxigenada de la vena pulmonar. Desde la aurícula izquier- da, la sangre entra en el ventrículo izquierdo y, posteriormen- te, en la aorta. Una pequeña porción de sangre oxigenada, en vez de cruzar el agujero oval, se une al flujo sanguíneo de la ve- na cava superior y después pasa a través de la aurícula derecha, entra en el ventrículo derecho del corazón. La afluencia desde la vena cava superior más la pequeña cantidad de sangre de la vena umbilical es desviada a la arteria pulmonar, de tal modo que irriga los pulmones. La mayoría de este flujo sanguíneo, sin embargo, se desvía a través del conducto arterial directamen- te en la aorta descendente, donde se une a la corriente sanguí- nea eyectada del ventrículo izquierdo. La mayoría de la sangre oxigenada eyectada del ventrículo izquierdo alcanza la circula- ción del corazón y del cerebro, proporcionando un contenido de oxígeno más alto a estos órganos más que a estructuras me- nos sensibles a la hipoxia en el abdomen y en las extremida- des. La sangre en la aorta descendente es más pobre en oxígeno y se distribuye en parte para los miembros inferiores y vísceras del abdomen y pelvis, pero la mayor parte regresa a la placen- ta a través de las arterias umbilicales, ramas de las arterias ilía- cas internas (Fig. 1.1). Después del nacimiento, el conducto venoso se cierra rápi- damente y después se oblitera, transformándose en el ligamento venoso, conectando con el ligamento redondo, en el sitio de la vena umbilical ocluida. El ligamento redondo alcanza el ombli- go, así como los ligamentos umbilicales laterales, el remanente de las arterias umbilicales, alcanzan las arterias ilíacas internas. Después del cierre del conducto venoso y de la vena umbilical, el hígado es irrigado por sangre oxigenada de la aorta abdomi- nal a través del tronco celiaco y de la vena porta. Con la primera respiración, la resistencia del lecho vascu- lar pulmonar se reduce marcadamente, y los cambios de presión causan una redistribución de presiones y fluyen entre las aurí- culas derecha e izquierda de una manera tal que no hay sangre que pasa a través del agujero oval. En la mayoría de los indivi- duos el agujero oval se cierra en el primer año de vida, primero por aposición y luego por fusión de los tabiques interauricula- res. En los adultos, la fosa oval indica la localización del agu- jero. El conducto arterial se cierra por la contracción muscular y es obliterado por la proliferación de la íntima. El tejido co- nectivo, remanente del conducto arterial, es llamado ligamen- to arterial.