Top Banner
-------------------------------Cartones y cosas vistas-- La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 el gobierno vivía [.. .] vergüenza da decirlo [.. .] a pupilaje de los ministros extranjeros, temía desagradarlos, prorrogándoles una autoridad que era en nada diferente de la que los antiguos mexicanos concedieron a los conquistadores para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante, El gabinete mexicano Muy probablemente las décadas treinta y cuarenta del ochocientos puedan ser consideradas, en México, como el espacio temporal en donde comenzaron a ponerse a discusión los fundamentos y las definiciones de la cultura nacional moderna. En este periodo, muchos de los problemas abordados por las reformas borbónicas a finales de la colonia no sólo siguieron teniendo vigencia sino que adquirieron mayor fuerza o cobraron una nueva dimensión. Asuntos como el de la educación, los privilegios de las corporaciones, la reordenación urbana, el desarrollo de las ciencias y las artes, así como las formas y políticas de gobierno, fueron retomados en la discusión con el renovado vigor que le inyectaron las ideas liberales y reclamaba la nueva condición del emergente país. Al influjo de dicha corriente, entre el5 de enero y el9 de abril de 1842 apareció, en el periódico La Bruja y bajo el título de ''Visita a una ciudad de las Indias", una serie de artículos dedicados a la ciudad de México. En ellos se expresaba una fuerte crítica al estado de anarquía prevaleciente en aquellos años en la capital del país. No era la primera vez, desde luego, que la prensa escrita servía como tribuna de expresión de todo aquello que se consideraba que no marchaba bien en los asuntos de la ciudad. Esta última funcionaba como sede del poder político desde el periodo colonial y concentraba, además, una gran parte de la riqueza económica de la nación. En el marco del énfasis puesto por las reformas borbónicas en el problema de la reordenación urbana hacia la segunda mitad del siglo XVIII, lo que se hacía o dejaba de hacer en la ciudad empezóa serobjetode interés sistemático por parte de algunos autores ilustrados. 1 Fue, sin embargo, en las ya mencionadas tres primeras décadas del México independiente, cuando los 137
22

La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

Oct 07, 2018

Download

Documents

ngokhanh
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

La bruja cojuela.La ciudad de México en 1842

el gobierno vivía [.. .] vergüenza dadecirlo [.. .] a pupilaje de losministros extranjeros, temíadesagradarlos, prorrogándoles unaautoridad que era en nada diferentede la que los antiguos mexicanosconcedieron a los conquistadorespara que los tratasen como a bestias.

Carlos María de Bustamante, Elgabinete mexicano

Muy probablemente las décadastreinta y cuarenta del ochocientospuedan ser consideradas, en México,como el espacio temporal en dondecomenzaron a ponerse a discusión losfundamentos y las definiciones de lacultura nacional moderna. En esteperiodo, muchos de los problemasabordados por las reformasborbónicas a finales de la colonia nosólo siguieron teniendo vigencia sinoque adquirieron mayor fuerza ocobraron una nueva dimensión.Asuntos como el de la educación, losprivilegios de las corporaciones, lareordenación urbana, el desarrollode las ciencias y las artes, así comolas formas y políticas de gobierno,fueron retomados en la discusión conel renovado vigor que le inyectaron

las ideas liberales y reclamaba lanueva condición del emergente país.

Al influjo de dicha corriente, entreel5 de enero y el9 de abril de 1842apareció, en el periódico La Bruja ybajo el título de ''Visita a una ciudadde las Indias", una serie de artículosdedicados a la ciudad de México. Enellos se expresaba una fuerte críticaal estado de anarquía prevalecienteen aquellos años en la capital delpaís. No era la primera vez, desdeluego, que la prensa escrita servíacomo tribuna de expresión de todoaquello que se consideraba que nomarchaba bien en los asuntos de laciudad. Esta última funcionabacomo sede del poder político desde elperiodo colonial y concentraba,además, una gran parte de lariqueza económica de la nación. Enel marco del énfasis puesto por lasreformas borbónicas en el problemade la reordenación urbana hacia lasegunda mitad del siglo XVIII, lo quese hacía o dejaba de hacer en la ciudadempezó a serobjeto de interés sistemáticoporparte de algunos autores ilustrados. 1

Fue, sin embargo, en las yamencionadas tres primeras décadasdel México independiente, cuando los

137

Page 2: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas-------------------------------

138

problemas de la ciudad dejaron deser un asunto de gabinete ilustrado,o exclusivamente administrativo,para pasar a formar parte de ladiscusión del proyecto político yeconómico nacional a seguir. Dehecho, en este periodo, la ciudadempezó a convertirse en botín políticoy económico de los distintos gruposen pugna y casi la antesala obligadapara acceder al poder central. Deesta manera, la polémica en torno alos problemas de la ciudad saltó, endefinitiva, a las planas de la prensay se desarrolló en forma paralela a lacreciente presencia de ésta en la vidadiaria de los mexicanos.

Es así que los artículos de LaBruja comenzaron a circular en unode los momentos en que se discute ydisputa con gran intensidad laviabilidad económica y política de lanación. Estas disputas significaron,sin embargo, para la ciudad, unaatención deficiente en el arreglo desus problemas. Los artículos de LaBruja escarban insidiosamente enello: pésimas condiciones sanitariasen el servicio de posadas y cafés;abusos en el servicio de coches dealquiler; calles mal empedradas;ausencia de regulación en elfuncionamiento de talleres de artesanos;suciedad en canales y barrancos,atarjeas ensolvadas y varios otros.Ciertamente, para la gran capitalcorrían ya tres décadas de vidaindependiente sumida en laanarquía, con un perfil urbano encreciente deterioro.

La Bruja fue un periódico deabierta tendencia liberal yanticlerical. En sus editoriales ygran parte de sus artículos, cuestionaabiertamente ---como solían hacerlolos periódicos contemporáneos,siempre y cuando no hubieseprohibiciones al respecto- las

políticas de gobierno tanto en el nivelfederal como en el particular de laciudad de México. Si bien suscríticas van dirigidas a problemascoyunturales, dicho factor y el tonoirónico y satírico que las caracterizólimitó en gran medida laprofundidad y los alcances de lasmismas. Con todo, muchos de esoscuestionamientos, ciertamenteincisivos, ofrecen una imagen abiertade los problemas vigentes. De estaforma, vemos cómo La Brujaarremete, entre otras cosas, contra lapresencia de extranjeros en el país,por considerar que el único objetivode éstos era un rápidoenriquecimiento que les permitieraregresar a su lugar de origen con lasbolsas llenas. Para ello no dudabanen robar y especular con lapropiedad urbana y rural. 2 Enconsonancia con los acontecimientospolíticos del momento, La Bruja nosólo se pronuncia abiertamente poruna nueva Constitución, sino quesugiere los cambios a introducir, asaber: una nueva y "justa" divisiónterritorial y fijar las cualidades yatributos de la condición delciudadano, sobre todo en relacióncon los extranjeros. Reclama,igualmente, claridad y definición enla división de los tres poderes. 3

El número inicial de La Brujaapareció ello. de septiembre de1841, impreso por Rafael Pastor enla calle de San José del Real núm.16. De formato reducido, tipocuadernillo, cada número constabade cuatro páginas y su periodicidadfue de dos números semanales. A lolargo de su corta existencia, y debidoa problemas de financiamiento que leimpedían tener estabilidad, cambióde sede e imprenta. Así, a partir delnúmero dos comenzó a ser impresopor B. Saavedra en la misma

Page 3: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

imprenta. En el número ocho, seanuncia el cambio de dirección de lamisma, de tal forma que en elnúmero nueve, ésta se ubica en lacalle de la Victoria letra A. En lossiguientes números, hay nuevoscambios que evidencian el estado decrisis permanente que acompañó alperiódico desde sus inicios, parafinalmente, en los números 30 y 45,del 12 de marzo y 6 de abril de 1842,respectivamente, anunciar eltraspaso de la imprenta. El 23 deabril del mismo año, el últimonúmero (50) terminaba con unaescueta despedida: "esta imprentaacaba juntamente con La Bruja". Sudistribución fue por medio delsistema de suscripciones y quizá aello se pueda atribuir su cortaduración, considerando lo queafirma Guillermo Prieto: "cuando unperiódico, de los muy contados, teníadoscientos suscriptores, veíase 'elhecho como un prodigio".4 Cabeconsiderar, de igual forma, que elcarácter polémico que tuvo lapublicación y que le acarreó elhostigamiento del gobierno, hayainfluido en su corta vida.5 Elcontenido de los artículos que sepublican en la presente ocasión,desafortunadamente anónimos,atienden casi en su totalidad a losproblemas de la ciudad de México.Están escritos en forma de diálogoentre dospersonajes ficticios, una brujay un duende, el cual se apresta comoguía para el recorrido que ambosrealizanpor la ciudad. 6 Dicho recorrido,más que tal, en realidad es el pretextode que se sirve el autor para llevar acabo una amplia visión de los distintosproblemas que viven cotidianamentelos habitantes de la ciudad: ademásde los ya mencionados también seincluyen aspectos como la venta dealimentos, el orden urbano, la venta

y alquiler de casas-habitación, lasituación de los cementerios, museos,comercios y hospitales.

Un atento repaso a las anomalíasy abusos padecidos por loshabitantes de la ciudad de México en1842 señalados por La Bruja,invariablemente dejarán en el lectorde finales del presente milenio lasensación de que para la gran urbe eltiempo se detuvo en la frontera conla modernidad. Guardadas lasobligadas proporciones, la ciudadactual aún no logra romper el cercode un crecimiento urbano caótico,que la pone a cada instante en el filodel desencadenamiento de eventosdramáticos. La principal virtud delos artículos de La Bruja quizáradique, sin embargo, no tanto en lanaturaleza particular de su denunciasino en el sencillo hecho derecordanos que los problemas de laciudad de MéXico, en su épocamoderna, llevan ya más de siglo ymedio de estar entrampados en elescenario depredador de laconfrontación político-económica.

El total de los artículos publicadospor La Bruja fueron 21. En lapresente edición, debido a razones deespacio, se publican sólo once. Seseleccionaron aquellos que se cen.tranen los problemas concretos de laciudad, como sería el caso de losservicios y el orden urbano, y sedejaron fuera los que se ubican en unaesfera de interés en donde lo urbanoes sólo una parte de lo nacional. Latranscripción del documento se hizorespetando su construccióngramatical pero modernizando laortografía. El ejemplar consultadoforma parte de los fondoshemerográficos de la BibliotecaNacional de Antropología e Historia.

Arturo Soberón Mora

139

Page 4: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas-------------------------------

Notas

140

1 Tal fue el caso de autores como JoaquínVelázquez de León, el fraile capuchinoFrancisco de Ajofrín y José MaríaBartolache, pero sobre todo el de JoséAntonio de Alzate, por el apasionado yerudito interés que mostró en los problemasde la capital del virreinato y que, en algunoscasos, fue motivo de encendidas polémicas.

2 La Bruja, 26 de noviembre de 1841 y 19de enero de 1842. Véase también MaríaDolores Morales, "La distribución de lapropiedad en la ciudad de México entre 1813y 1848", Historias, núm. 12, enero-marzo de1986, pp. 81-89.

3 La Bruja, 2 de abril de 1842.4 Guillermo Prieto, Memorias de mis

tiempos, prólogo de Horacio Labastida,México, Porrúa, 1985, p. 156.

5 En su número del 10. de diciembre de1841, La Bruja publicó la "Revista de losactos del gobierno provisional", en la que sedaba fe de la orden girada al gobernador del

Visita a una ciudad de las Indias.Anónimo

Miércoles 5 de enero de 1842

Volando iba yo por esos mundos,cuando de repente, zas... di un topecon cierto duende de esos que andanen el aire, y nos quedamos mirandomutuamente con sorpresa. Él rompióel silencio y me dijo: -Ya te conozco,buena alhaja, y deseaba esteencuentro para llevarte a echar unpaseo por una gran ciudad, quemerece que tú la veas, porque hay enella cosas rarísimas. -Pues vamos-'-le contesté-, yo no tengo miedo,ni me arredra lo que pueda haber enel camino.

Emprendimos la marcha; apenashabríamos andado como 250 leguas ytuvimos que parar para informarnosde la causa de un murmullo y unosquejidos que percibíamos a lo lejos.-¡Oh! ¡qué horror!-. Se

Departamento de México para queprocediese a la averiguación de las tropelíascometidas por un funcionado de la policíacon algunos vendedores de dicho periódico.

6 Los artículos de La Bruja puedenconsiderarse parte de esa tradición literariadel Renacimiento que popularizó el génerodel diálogo, protagonizado éste porpersonajes ficticios, y tomado a su vez de losclásicos grecolatinos. Recuerdan también losdiálogos latinos que sobre la ciudad deMéxico escribió en 1554 Francisco Cervantesde Salazar, lo cual lleva a pensar que elautor de los artículos de La Bruja conocía losprimeros, o por lo menos tenía noticia de .ellos. Es más probable lo segundo, habidacuenta de que Lucas Alamán los da porperdidos en su Tercera disertación históricapublicada en 1842 (tomo 1, México, JUS,1942, p. 149), Yque la primera edición encastellano la edita Joaquín GarcíaIcazbalceta hasta el año de 1875.

presentaron a nuestra vista losindios bárbaros, desolando aDurango y Chihuahua, degollandohombres, mujeres y niños, quemandolos edificios, talando los campos yrobándose todos los ganados. Estovimos por una parte, y por la otra,multitud de familias gimiendo en ladesolación y la indigencia, yquejándose, en vano, del abandonoen el que se les ha dejado. Yo hice unapunte de lo que vi, y lo publicaré enmi periódico para que se compare lasuerte de los departamentos delinterior con las procesiones de lasplumas y con el trote de losgenerales.

Seguimos el viaje, y llegamos biencansados a la dichosa ciudad de lasIndias, que me sorprendió no pocopor tres cosas: primera, por su hedory suciedad; segunda, por lo hermosode sus edificios y calles; y tercera,porque de luego a luego conocí queallí no había policía, ni verdadero

Page 5: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--------------------------------Cartones y cosas vistas--

progreso, y que cada uno practicabalo que se le daba la gana.

Fuimos a una posada carísima,porque es de saberse que en la dichaciudad todo es de lujo y de tono,aunque reina la mayor miseria; mascomo hay facilidad de hacertrampas, siempre se puede vivir engrande. Comimos a la extranjera, esdecir, muchas porquerías, carnecruda y pasteles con sebo; pero todopor las nubes de caro, que es en loque consiste el mérito y la elegancia.Después concurrimos a la comedia,en que se pagó también de tono yaunque salimos con una pata, loscomediantes se quedaron con eldinero, los indios tontos se dejaronrobar, y todos nos retiramos adormir tranquilamente. En mi perravida había yo visto un pueblo tanmansedumbro, o lleno demansedumbre. A otro día no muytemprano salimos a la calle ycomenzamos a ver y a platicarmi compañero el duende y yo.

Sábado 8 de enero

A las siete de la mañana, que es unahora muy regular, salimos a la calle;pero todavía no estaban abiertos lostalleres, ni se veía la gentetrabajando o haciendo un poco deejercicio, si no era con el gaznate,pues las vinaterías se abren allítemprano para que los artesanos,criados, etcétera, se calientenen tiempo de frío, y se refresquen entiempo de calor, y vayan a sus tareasbien iluminados. Luego que vi lascasas, le dije al duende: -Hombre,¿aquí todo el mundo hace lo quequiere? -¿Por qué? -mepreguntó-o Porque advierto -lecontesté-, que unos edificios estánblanqueados y pintados con orden, y

otros son de tres haces o cuatro,teniendo el primer cuerpo de uncolor, el segundo de otro, un pedazode abajo amarillo, otro de azul, otrode arriba verde, y otro morado; y loshay también con parte aplanada yblanqueada, y parte hasta sinrevocar, de manera que hacen unavista diabólica.

-Pero ¿cómo se ha de poderobligar -dijo el duende- a losdueños de casas a que las pinten detalo cual modo, cuando esto escontra la libertad?

-¡Qué libertad, ni qué calabazas!-repliqué-o Por eso no hay aquílibertad, porque no se sabe en quéconsiste. Todo lo que es externorespecto a edificios, y que contribuyea dar un aspecto bueno o malo a laspoblaciones, debe estar sujeto areglas de policía, cuando haygobernadores que lo entiendan.

Pues cabalmente eso falta aquí,porque el chino panzón que debíacuidar de esto, no cuida más que deagrandar la panza y adular a losde arriba, sean quienes fueren,traicionando a los que caen, paraquedar bien parado en la reata. Éstaes toda su ocupación, y la deperseguir a los que le dicen algo quele duela.

¿Y qué estos indios aguantan atales maulas? -Pues no, sino queperas -me contestó el duende-; siaquí aguantan chinanas hasta conchiltipiquín.

-Bien: ¿y por qué en cada callehay dos números cuatros, o tresunos, o dos cincos? ¿Qué ésta esnumeración exclusivamente india?porque yo no la entiendo.

-No, señora, ---contestó micompañero--, lo que ha sucedido esque se han hecho casas nuevas, y sehan duplicado por esto los números,y también las letras de las

141

Page 6: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas-------------------------------

142

accesorias; pero eso no importa,porque es una friolera.

-Sí -dije yo-, es friolera todo loque contribuye al orden verdadero; yasí sería más cómodo quitar losletreros de las calles, los números delos zaguanes y las letras de lasaccesorias, porque todo es friolera;pero si hubiera un buen gobierno,vería usted cómo no reinaba talbarullo, sino que al que hiciera unacasa nueva se le obligaba a ordenarla numeración y el abecedario de lacalle, cosa que le costaría unafriolera, y mantendría a la ciudad enorden, sin que apareciera, cómoahora, en estado de barbarismo, ymás si los tales dueños de casascobran rentas subidas a susinquilinos.

-Carísimas, subidísimas,insoportables son en esta tierra,para que usted se lo sepa -dijo elduende-, pero... .

Pero me huele a diablos por aquí:¿de dónde vendrá tanto hedor? -Deque están limpiando las atarjeas,porque la limpia consiste en sacarla porquería por un lado y echarlapor otro... , se entiende, dentro de lamisma ciudad... También entierran alos ricos en los templos, ponen loscamposantos y panteones por el ladodel viento que domina la ciudad; sevuelve negocio de comercio y derobadera esto de enterrar muertos yadquieren fama los que mejor y másimpunemente pelan al prójimo.

-Pues cuénteme algo de todoesto, y de la carestía de lashabitaciones -dije al duende-,porque ya son cosas de mássustancia, y dignas de saberse yreflexionarse.

-Con mucho gusto -replicó-:vámonos a sentar en aquel portalito,para que estemos con máscomodidad.

Miércoles 19 de enero

RENTA DE CASAS

-Debe usted saber -me dijo elduende- que la concurrencia deextranjeros a esta población fuecausa de dos males: el primero,introducir los traspasos de lashabitaciones; y el segundo, subir lasrentas de un modo escandaloso, puesellos no se paraban en precio, con talque la casa estuviera en la calle queles convenía. Los naturales del paísno han podido competir con losextranjeros, porque siendo éstos másindustriosos, más inteligentes yvivarachos, ganan el dinero engrande y tienen para pagar grandesrentas y grandes traspasos.

Así es que poco a poco han idoocupando el centro de la ciudad losextranjeros y uno que otro agiotista,y la clase medianamenteacomodada y la pobre, se vanretirando a los arrabales, donde yatambién les van subiendo las rentasde las casas, de tal modo, que brevetendrán que vivir en los muladares,o enjacales o tiendas de campaña.Poca gente de esta mediana puedesubsistir en las calles regulares, yeso por poseer las casas de tiemposmuy atrás, o por otras purascasualidades, que no pueden hacerregla.

-Quiere decir -repliqué yo- queaquí los de fuera ocupan la ciudad, ysus dueños están en los rincones obarrios como escondidos o~sclavizados.

-Así es cabalmente -dijo micompañero-; pero el mal no viene,ni puede venir, de la concurrencia delos extranjeros, sino de que estosindios lo tienen todo tanembarullado, que no hay reglas para

. muchas cosas que las requieren

Page 7: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

imperiosamente. -Pero eso será---contesté-, porque las fincaspertenecen a multitud de familiaspropietarias, que sacan de ellas susubsistencia, y las que seperjudicarían arreglando el negocio.

-Va... va -replicó el duenderiéndose-, cómo se conoce que ustedno sabe la tierra que pisa. Aquí nohay más propietarios que lascomunidades que lo tienen todoabarcado; pero no para que lo gocensiquiera todos sus individuos, sinosólo tres o cuatro que son los únicosque se rapan buena vida. Tienencasas, qué comer, qué vestir, y quépelar seguro: tragan en grande,disfrutan del mundo en grande, notrabajan más que para cobrar pesosy más pesos, y todo a costillas de sushermanos en Cristo, y de loshabitantes de esta tierra miserable,que ya pagan por arrendamientos el12 por 100 anual o más, sobre elvalor de las fincas. -¿Y estosmismos cabezones de hábitos o suscompañeros, son los que leí en unpapel, que habían prohibido la usuracuando estaban en el Sanhedrín oconcilio, por escrúpulos deconciencia?

-Sí, señora, los mismoscompañeros de tales cabezones: pero¿qué tiene que ver la usura con lasrentas de las casas?

-Tiene que ver -dije yo- segúnla comparación que le voy a hacer austed, y la que dicta sólo el sentidocomún, sin necesidad de recurrir alos escrúpulos, ni a las doctrinas desanto Tomás.

El capital fincado en una casa, y elcapital que se destina para prestar apremio, se hallan, creo yo, en igualcaso, porque ambos se tienen en giropara que produzcan; con ladiferencia de que está muchísimomás seguro el dinero fincado, que el

que se presta, como es fácil conocerloa primera vista, porque aquél no loentrampan, ni se lo llevan en unaquiebra, ni se queda, por su pleito,entre jueces y escribanos, ni lesucede ninguna de estas torerías aque permanece tan expuesto eldinero prestado. En esto de lascasas, cuando más, suele perderseparte de la renta, es decir delpremio; pero de la otra manera esmuy común ver que se va el capital yla ganancia.

Bajo de estos principios, que nadienegará,pregunto yo: ¿quién debelucrar más, el que expone menos sudinero, o el que lo expone a mayorpeli~o?

-Éste, sin duda --exclamó elduende-, y el que diga lo contrarioes un animal.

-Pues bien: si se ha prohibidoque quien presta y echa a volar sudinero, no pueda cobrar de premiomás que un 5 o 6 por ciento anual,¿por qué no se ha dicho lo mismorespecto de los que lo tienen másseguro en sus fincas? ¿Por qué se lespermite lucrar el 12, o 15, o más por100 que hoy sacan, según usted dice,de sus arrendamientos? ¡Qué! ¿Especado cobrar el 12 por 100 anual deun dinero prestado bajo una firmaque falla por mil circunstancias, o deuna alhaja que embroma el giro delcapital; y no es pecado arrancar esemismo 12 o un 15 por 100 sobre uncapital que en nada padece y estádemasiadamente asegurado...? Yocomo no soy teóloga, no entiendo estode los pecados, en que se versan dedía y de noche los señores teólogos.

-Pero aunque en sustancia es lomismo imponer un capital a quereditúe prestándolo, me parece-dijo el duende- que la diferenciaestá en la intención.

-Ave María purísima

143

Page 8: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas

-repliqué-. ¿Que aquí tambiéntenemos distinciones jesuíticas? ¿Hahabido jesuitas en esta tierra?

-Sí, señora -contestó elcompañero-, y al presente se tratade que vuelvan, para lo cual suspartidarios tienen cohechado a unviejo pícaro, que siempre vive decohechos, y que está predicando milmentiras, patrañas y milagros enfavor de los señores jesuitas; mas¿por qué dice usted que eso de laintención, es distinción jesuítica?

-Porque esos hombres infames-contesté- que han trastornadotoda la móral del evangelio y todaslas doctrinas de los Santos Padres,dicen en sus obras (véase entre otrasla Suma de pecados del padreBauny) que hay un método generalpara prestar sin usura, que consistesólo en decir ciertas palabras quesupongo yo s~rán las que mudan laintención.

v. gr.: si alguno pide dinero, se leresponderá: para prestar no tengoplata, y sí para ponerla donde meproduzca alguna utilidad: con cuyométodo se legaliza el llamado pecadode la usura. Y por esto decía yo quees distinción jesuítica la que ustedhizo, pues que las tales intencionesno puedenmudar laesenciade las cosas.

-Pero, ¿usted está por la usura?-preguntó el duende-o

-Estoy porque no se la pongatraba directamente, pues así seempeora el negocio, como laexperiencia lo tiene demostrado enmi tierra, donde los usureros cobranmás desde que se les prohibióprestar con 12 o más por 100 al año.Ellos dicen al que les pide: no. puedopor la ley: es precisp que paracompensar el riesgo, me dé ustedtanto: y que me asegure conlibrancita... y esto sin testigos... y asípelanalprójimoconmás éxitoque antes.

144

La usura se disminuiría cuandohubiera más medios desubsistencia, cuando se repartiera lapropiedad, cuando los gobiernosfueran gobiernos etc., etc.; pero notratamos ahora de esto, sino derentas de casas, y así digo: queestablecido por la ley que los queponen su capital a rédito prestando,no pueden cobrar arriba del 6 por ­100 anual, tampoco pueden, ni debenpasar de esta cuota los que tienensus capitales redituando en casas.

Si en esta ciudad hubieraautoridades... pues autoridades quetrataran de hacer el bien y de quegozaran de los beneficios de unasociedad arreglada, los que viven hoycon todas las nulidades del estadonatural, donde cada uno aprietasegún se le antoja, y pela a losdemás valido de las necesidades quetienen; si hubiera, pues, esasautoridades, vería usted cómo sefijaba el máximum de renta quepodían cobrar los dueños de fincas,así como en todo país arreglado debefijarse ese máximum para cuanto esde primera necesidad, porque de locontrario la mayoría de loshabitantes será siempre infeliz yesclava de una minoría avara yladrona.

-¿Pues que las casas son efectode primera necesidad?

-Sí, señor -respondí alduende-, y no sólo según el ordennatural sino también según el ordende las leyes porque éstas exigen quetenga usted habitación y no exigenque coma y beba.

Usted podrá estarse un día o dossin comer pero ¿podrá estarse unanoche o dos sin casa en querecogerse? -No, señor -contestó micompañero-, porque la policía mellevará a la cárcel.

-Pues vea usted aquí, por último,

Page 9: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

------------------------------Cartones y cosas vistas--

qué cosas tan chistosas pasan enesta ciudad. El gobierno, comoejecutor de las pésimas leyesexistentes, exige que tenga uno casa:el gobierno deja que los dueños deellas le quiten a uno hasta la camisa,abusando de la necesidad: elgobierno prohíbe que ejerzan lausura los que exponen su dinero; y elgobierno permite que la ejerzan engrande los que nada arriesgan...Vamos a almorzar para seguirdespués la visita de los panteones.

Sábado 22 de enero

PANTEONES Y CAMPOSANTOS

Almorzamos en una fondita del país,de ésas en que se encuentranguisados apetitosos; pero con losdefectos: el primero que son nomás de dos o tres días antes, y elsegundo, que la suciedad de losmanteles, mesas, vasos, platos ycubiertos, quitan la gana al másguapo convaleciente de hospital. Sinembargo, algo metimos bajo de lasnarices, y después de reposar, nosencaminamos piano, piano hacia elpanteón de más fama que hay en laciudad. -Por supuesto que estásituado en aquella parte por dondereina el viento casi sin interrupción,para que todos los miasmas pútridosque exhalan los cuerpos podridos semetan a la población y la conservenen estado de epidemia, cosa queentre aquellos indios pasa porfriolera.

Las inscripciones que tiene en lapuerta son misteriosas y sabias, y yocomo no entiendo de esto, comprendí,según sus signos, que decía: ¡¡¡ohmachete!!!: mas sin llevar la o, unah, como es más propio paramanifestar la admiración.

-Este panteón será del público,¿no es eso? -pregunté al duende-.

-El panteón es del que paga sudinero ---contestó-- y nadie seentierra en él de balde, pues hastalos cadáveres de los que van enpelota, es decir, los que por la grandemiseria de sus familias no llevan niun vestido cualquiera, ni cajón, noobstante estar mandado por unbando que todo cadáver se encajone,hasta éstos pagan dos reales porquelos echen de cabeza en una granfosa. -y el que conduce el cuerpo deun pobre, que va tapado, oencajonado, para cumplir con la ley,¿cuánto tiene que pagar porque loentierren, aunque su familia no sedesayune al otro día?

-Cuatro reales si con todo y cajónva a jugar al arriba y abajo a la fosa,y doce reales si se entierra en elsuelo -replicó mi duende-, porqueen esta ciudad sólo son pobres desolemnidad, es decir, los que pagandos reales no más, los que presentanlos cadáveres de sus deudos como sumadre los parió, y sin cajón: yporque llevando cajón, ya es pompa,y desde el cura hasta el sepulturero,todos aprietan para sacar el dinerito.

-Muy bien me parece... esto seasemeja a lo de las casas: le obligana uno a tener casa so pena dellevárselo a la cárcel, y no evitanque las rentas de las casas seabsorban todo cuanto ganan susinquilinos. Se manda que todocadáver vaya encajonado, y no sequita el abuso de que sacrifiquen alos pobres porque llevan cajón, esdecir, porque cumplieron con la ley...¡Qué frioleras hay en esta ciudad,válgame Dios! Para mí sonfriolerotas.

-Pero ¿cómo quiere usted -dijoel duende- que en el panteón seentierre gratis, cuando es un negocio

145

Page 10: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas------------------------------

146

particular, como el de una tienda,vinatería o fonda? Entonces, ¿quéganaba el comerciante de muertos?

-Aquí está el mal -repliqué-,porque siempre que haya estoscomerciantes, los pobres, es decir, lamayoría de los habitantes, han deser sacrificados por el interésparticular de los que tal vezdesentendiéndose de susobligaciones y abandonando aquellastareas por las que ganan sueldo, sólose viven negociando con loscadáveres, como se negocia con loscameros. -¿Pues qué, acaso lesquitan el cuero?

-Yo no sé --dije-, si aunquevayan vestidos y encajonados, lospelarán de todo, como cuentan quesucede en otras partes: pero repitoque el mal está en que estosestablecimientos sean departiculares por la razón de que sevuelven de tráfico, y de un tráficomuy feo a la verdad. -Sabrá ustedlo mucho que se ha hablado y sehabla contra los derechos quese pagan en las parroquias por losentierros, dimanando esto de que lacaridad y la humanidad resisten quese exija, v. gr. a una familiadesolada, que ha perdido a quien lasostenía, el que paguen porqueentierren a su deudo, quedándose talvez sin comer por algunos días, o sintener ropa con que presentarse en lacalle. -Esto para mí es unainiquidad, indigna no sólo de loscristianos, sino aún de los idólatras.

y bien: ¿no es más indigno que lasautoridades civiles permitan quedespués de lo que exigen en lasparroquias, haya otro Perico de losPalotes, que igualmente cobre porenterrar? Los terrenos, ejidos obaldíos que hay en las poblaciones,¿no debían dedicarse, entre otrascosas, a camposantos públicos, en

que no se pagara nada?-¿Y quién los costeaba, señora

-me dijo el duende?--Los fondos municipales, si eran

bastantes; o si no podía recargarsealguna contribución, o imponerseotra ligera sobre cualquiera otroartículo que no fuera de primeranecesidad. El empeño debía consistiren evitar la amargura de las familiascuando tienen que desprenderse talvez de lo único que les ha quedadopara pagar al cura y al mercader delpanteón: y advierta usted que estasfamilias pobres, que llevan vestidos oencajonados los cadáveres, son lasmás dignas de atención y decompasión, porque tienennecesidades que la ínfima clase noconoce, porque no pueden pedir,como ésta, la limosna, y porque, enfin, bastante se significa sucondición, con llamarles, como se lesllama: pobres vergonzantes.

Los que quisieran enterrar a suspadres, hermanos o parientes ennichos, que pagaran lo justo (no 20pesos o lo que se le antojara alcomerciante), y que los demáscadáveres con cajón o sin él, vestidoso no vestidos, se sepultaran gratis.Sería, mi amigo duende, lo mejor y loque haría ver que en esta ciudad seprogresaba de veras.-y también -agregó él- sería

muy bueno que no enterraran en lostemplos a los conónigos u otrosociosos, sólo por el dinerito, porque amí me parece que los cuerpos de losricos se pudren con más rapidez quelos de los pobres, porqu~ siempreestán malhumorados los que tienenVicios y comen tanto revoltillo deespeciería, beben más vinos, etc.-Ahora que habla usted de vino,dije a mi compañero, agarrándolo deun brazo, vamos a descansar a laposada.

Page 11: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas---

Miércoles 26 de enero

COCHES y DILIGENCIAS

Con que, como iba yo diciendo, nosencaminamos hacia la posada, peroen la esquina de la calle que habíaque atravesar, nos paramos hastaque pasaran multitud de coches queiban como alma que se llevan losdiablos. -¿Y por qué corren tantoaquí los coches? -pregunté a miduende-.

-Porque se les da la gana a loscocheros o a los dueños.

-¿Y si matan o lastiman a algúnpobre?

-Se queda matado o lastimado,porque el amo del cochero saca a éstelibre, salga lo que saliera y sobretodo, porque ésta es moda del país.Pero para que usted vea que todoestá compensado, voltee la cara parael lado izquierdo y admire lamoderación con que anda aquelcoche que parece pola. El cocheromenea la cabeza, las manos, los pies,se encorva, se alarga, y las mulas nipor ésas salen de su paso: se mefigura que van en procesión, aunquehay procesiones en que losguarnecidos de bordados andan másaprisa que estas mulas.

-Dígamelo usted a mí---contesté--, que he visto trotargenerales tras de una estufa, comopuede trotar una mula hambrientatras del zacate. Pero a todo esto,¿pagarán aquí piso los coches?

-Sí, señora -respondió micompañero--; pero nomás los queandan despacio.

-¿Está usted loco o ido? ---dije alduende-: porque sólo así podía decirtal· disparate. ¡Pagar piso los cochesque andan poco a poco, y que apenasdañan los empedrados; y no pagarlo

los que con sus carretas los saltany los aniquilan!... Veamos.

-Vaya usted atendiendo---compañera-, me interrumpió elduende, y sepa usted que los locos olos idos serían los indios de estaciudad si no tuvieran una regla fijapara todo esto.

-A ver... pronto... ¿cuál es esaregla?

-Que todas las cargas,contribuciones, socaliñas, molederasy males, se le echan siempre encimaa la clase media, y la rica y la ínfimaquedan casi libres de todo; y así en lode los coches verá usted que los delos ricos no pagan piso por ser dericos, y los de los sitios públicospagan, por la única razón de serpara que los usen los pobres de laclase media, a quienes los carrocerosservirían mejor (dando de comer alas mulas), o con más comodidad, sipagaran menos de piso, en el caso enque también se les exigiera éste a losricos; cuyos coches destruyen losempedrados asombrosamente.

-Asombrosas son las tarugadasque yo veo en esta tierra. Vámonos...porque sólo estos indios guajespueden mirarlas con calma. Yo meincomodo y empiezo a echar.-y entonces ellos le empezarían a

echar a usted ---dijo el duende-,porque éste es el pago que dan al quetrata de hacer patentes sus malespara que se remedien.

Por fin continuamos el caminopara la posada, y cuando yo creía irderecha a descansar al cuarto,salimos con que no se podía entrar.Desde la calle hasta la mitad delpatio había una bola de genteocupada en ver a tres pasajeros queestaban heridos, porque el señorcochero volteó la diligencia~ylesrompió, a uno un brazo, a otro unapierna, y a otro dos costillas.

147

Page 12: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas-------------------------------

148

-Ahora castigarán al cochero y lopondrán en una panadería para quepague la cura, ¿no es verdad? -dijea mi compañero--.

-No, señora -me respondió élcon cierta risilla-, aquí nada de esose acostumbra. Los señores cocherosde diligencias, sean yanquis,polizones o gringos o léperos delpaís, son de primera jerarquía y demucho tono. Así es que cuando susmercedes se incomodan con algúnadministrador, mozo de posta opasajero, voltean a propósito ladiligencia, llévese el diablo al que sellevare. También echan encima loscaballos al mozo que aborrecen, porlo que yo mismo he visto morir a uninfeliz de éstos, a quien le pasó ladiligencia el señor cochero porencima y le hizo tortilla el pecho y lacabeza. -¿Y no lo ahorcaron?-interrumpí-o -No, señora si ya ledigo a usted que aquí son de grantono esos cocheros, y nada se lescastiga.

-Pues, y sus amos, y la policía,¿qué hacen en esto? -pregunté alduende-o

-Como no hay tal policía, no searregla lo de las diligencias deningún modo, y así verá ustedtambién, que destruyendo losempedrados no pagan piso alguno.

En cuanto a eso de sus amos, debeusted tener entendido que el amoque empezó a poner diligencias y queahora está recogiendo el excrementodel gran Lama, es un miserablecharlatán, tracalero, inmoral y nosólo corrompido, sino corrompedor deempleados, gobernadores y demássabandijas con quienes ha hecho susconvenios para robar el dinero quetiene. Una vez le vi dar a ciertopícaro y bestia de mala alma diez milpesos y una vajilla de loza finísima,por un contrato de tabacos... Pues

éste era el diligenciero, éste era elque arreglaba las líneas dediligencias... Usted dirá que talsaldría la cosa.

Y el desorden sigue, porque el amode hoy no hace más que charlar envascuence, contar los viajes quehacen las diligencias y decir en unlenguaje muy elevado, que respectode los viajes, son pocas lasvolteadas de las diligencias.

-Está buena la comparación...¡quiere decir, que no saliendolastimados dos o tres pasajeros encada viaje, la línea va bien...perfectamente! Pero ya que lleva unoel riesgo de quedar manco, tuerto ocojo supongo yo -agregué- que suequipaje irá con grandeseguridad.

-¡Otra ocurrencia! -dijo elduende encarándose conmigo-o Losempresarios se prohíben todagarantía: quiere decir, que susexcelencias pueden cogerse elequipaje que les guste, puedendejar que otro se lo lleve, puedenpermitir que se quede olvidado enalguna posada y que sea el primerocupante... en una palabra, ellos sólose conceden agarrar el dinero, y seprohíbe todo lo que sea cuidar a lospasajeros para que no los mediomaten, y a los equipajes, para que nose los cojan.

-¡Vaya otra friolera! ---exclaméYO-o Estoy observando que en estabella ciudad, todas son frioleras ...Mientras esto platicábamos, sellevaron a los estropeados para quese curaran o se murieran, según lescupiera en suerte: y habiendoquedado libre la entrada del hotel,porque se dispersó la reunión degente ociosa que allí había, pudimospasar a nuestro cuarto, donde metendí a dormir una buena

. siesta.

Page 13: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

Sábado 5 de marzo

ESTABLECIMIENTOS PÚBLICOS

Después de tratar de los criados,volvimos a salir a la calle micompañero y yo, porque le insté paraque me llevase a ver un museo queme decían había en aquella ciudad,sin embargo de haberme aseguradoel duende que el tal museo no sepodía ver. Llegamos al edificio dondese halla, y preguntamos al portero omozo, o qué sé yo quién sería, losdías y las horas en que estabaabierto el museo para ser visto por elpúblico. -No siñor -nosrespondió--, si este bolseo no es deD. público sino del siñor D. Cidro,que es su dueño legítimo. Por esoverán sus mercedes que siempre lotiene cerrado y sólo lo abre cuandoquiere verlo alguna conocida ocomadre suya, o alguna comadre uotra cosa de los siñores sus amigos.También suele abrirlo cuandoviene algún siñor extranjero quenecesita algunas medallas de esasque tienen muchos muñecos sinningún santo; por lo que siñor D.Cidro se las vende, pues como es tancristiano el probe siñor les da por susoncitas a los judíos dichas medallasque de nada le sirven por la dichafalta de santos que tienen. De ellasle vendió una chorrera a un siñorjudío un día que vino aquí, y lasmalas lenguas dijeron que dizquehabían robado el bolseo, y por vidade mi madre que esto sí es mentira,porque yo tengo aquí mucho cuidadocon la puerta, y la prueba es que losmismos que contaban la mentira,decían que el robo había sido apuerta cerrada... Agora otra cosa queme faltaba, y era que los ladronesque entraron sin entrar por lapuerta, se llevaron las medallas de

plata y cobre, y dejaron las de oro, yno deserrajaron la cosa dondeestaban, sino que la abrieron con supropia llavecita.

-En efecto -interrumpí yo-,que éste fue un robo muy chistoso.

-No siñores, no hubo tal robo---dijo apurado el mozo-, sino que loque yo digo lo digo para decir que nolo hubo. Entonces también dirán lasmalas lenguas que se han robado deaquí unos pájaros que se llevó donCidro para la casa de una de susconocidas... va... ¡y qué lindospájaros! consideren sus mercedesque todos ellos costaron mil pesosduros como un hueso... y toda,vía acáarriba han quedado unos pocos, peroluego se conoce que no son todos losde los mil pesos. Agora también esdueño don Cidro de unos libros yotras cosas de don Atengueo y deldinero de doña Lacateriana, y otrascosas más que dicen los siñores queentran aquí; pero yo les digo a susmercedes que bolseo no se puede ver.Busquen una comadre y preséntenleun memorial o un escrito que esmejor a don Cidro, porque si no, nohan de ver nada porque cada uno enlo suyo manda, y también si quierencomprar algunas medallitas veránqué pronto les abre la puerta, ymás que como es cosa suya ni listahay aquí de lo que recibió, ni se sabenunca lo que falta.

-Vámonos -le dije al duende-,porque aquí no más estamossabiendo la vida privada de don Cidro.

Nos fuimos y me dijo el duende:-no son actos de vida privada éstosque nos ha contado el mozo, sinoactos que pueden y deben publicarse,porque son relativos al mal manejoque un ladrón tiene respecto delestablecimiento público que está a sucargo, aunque ya parezca que essuyo.

149

Page 14: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--.Cartones y cosas vistas--------------------------------

15Ó

Pero se necesita -dije yo-- ser unpillo sin igual, para hacer lo que estebadulaque hace.

-Pues aquí no es nada esto--contestó el duende- en primerlugar, porque el don Cidro toda suvida ha sido un prostituto; ensegundo, porque careceabsolutamente de vergüenza, y denada se le da cuidado con tal quepueda robar en todas las juntas,empresas o compañías en que seanda metiendo siempre de parte delseñor Coladilla; y en tercero, porqueaquí nadie hace caso de estas cosas,entre- otras razones, porque todos sonde misa, padre fray Pedro.

Andando, andando, llegamos a laacademia que hay en aquella ciudad,y se llama de las tres nobles artes,como la de mi tierra. En las cátedrasde pintura y escultura todos losdiscípul~s se van al tanteo, demanera que es un milagro verformarse allí un pintor o un escultor,cuando podían salir tantosperfeccionados en ambas artes. -¿Yde arquitectura cómo andamos? -lepregunté al duende-, y él merespondió: -¡Oh! ¡esto está engrande! Considere usted que ésta esla única cátedra de arquitectura quehay en todo este vasto imperio, yestá dirigida por un arquitete deprimera clase; es un chaparritocuerpo de pirinola, que debe tenerparentesco con usted y las demásbrujas, por el ribete encarnado conque trae adornados sus penetranteso penetrados ojos. Las casas que sefabrica, cuando menos se cuartean, ocuando no, se desgranan o se vienenabajo: las piezas que forma rara vezsalen a escuadra, y el aplanado queél dispone queda tan curioso queparece hecho con los talones; nivelalas azoteas, corredores y azotehuelascon tanto tino, que nunca corre el

agua. Las chimeneas de las cocinaslas forma nuestro arquitete con talsabiduría, que jamás sale el humo,sino"que todo se queda adentrodando de vueltas; y a más lasconstruye con la ventaja de quecuando llueve se aniegan losbraseros, y las cocineras descansande guisar, y sus amos de comer.

y es de notar --continuó elduende- que este arquitete es elarquitecto-mayor de la ciudad, por loque ha resultado muchas veces, queuna casa reconocida por él poramenazar ruina, y de la cual hadicho que estaba en muy buen estado,se haya venido abajo, al tercer díadel reconocimiento.

-Infiero -dije yo entonces-, porlo que usted acaba de decir que aquíno habrá arquitectos.

-No los hay, en efecto-respondió el duende- nativos dela tierra; sino que los extranjerosque tal vez han sido albañiles en supaís, son los que dan la ley y los quehan hecho todos estos edificiosmodernos que usted ve en las calles.

-Pues vamos a descansar-repuse yo--, que estoy cansada dever tantas animalías y tantosanimales como hay en esta ciudadprivilegiada.

JUEGOS

Como dos o tres veces en la posadaque estaban jugando a los alburesalgunos pasajeros y algunos criados,le pregunté al duende cómo andabala cosa en aquella ciudad respecto deeste vicio.

-Unos lo ejercen por vicio -mecontestó-, y otros por especulación.Está prohibido por las leyes, perocomo aquí todas las leyes son deembudo, sucede que los juegos de los

Page 15: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

ricos son, no sólo tolerados, sinoprotegidos, y los de los pobres sonperseguidos en cumplimiento de laley. Los mismos que ejercen laautoridad, los propios jueces quedeben juzgar a los que juegan, losjefes de la fuerza armada y de lasoficinas, los eclesiásticos de alta ybaja esfera, todos, todos tupen losalburitos que es un contento. Legoshe visto yo que vacían las alcancíaspara apostar toda la limosna de lossantos cautivos, de los santos lugareso de las ánimas, a la sota o alcaballo; y entre éstos me cayó engracia uno vestido de color deavellana oscuro, que cuando se leagotó lo de la alcancía, comenzó aponer manojos de rosarios de lossantos lugares. Pero tuvo tan malasuerte, que toda la carga que llevabade este efecto la perdió en una solanoche. Mas estas pérdidas no sontan perjudiciales como las queocasiona el juego a muchos hombres,que teniendo familia la dejan en unpetate en uno o muy pocos días sólopor desquitarse. Por eso se ha escritotanto contra este vicio, que a muypocos aprovecha, dañando a lamayoría de los que lo acostumbran.

-Todo está muy bueno-repliqué-; pero yo no creo que los

que tienen hábitos de avellana, onegros, o blancos, pintitos, o azules,jueguen y pequen tan sin temor deDios, como lo hacen los mundanos.

-Pues oiga usted; en la casa denuestro seráfico Padre (para que veausted que no hablo de casquis) "poneel monte el guardián, y son susapuntes no sólo los azules y los deotros colores, sino hasta los morados,quiero decir, aquellos ociosos quetodo el día andan en coche, dándoseel tono de magnates soberbios yaltaneros, cuando debieran serobreros llenos de mansedumbre, y

que cuando se bajan del coche es sólopara visitar a las muchachasencerradas o para echar albures".

Me eché de espaldas cuando oítoda esta jaculatoria que dijo elduende, citando hasta parajes ypersonas, para que no se diga que nomás se habla por hablar, y pordesacreditar a los que están yademasiado desacreditados; y cuandole iba yo a preguntar si no habíaquien evitara estos escándalos, meconoció la intención, y me dijo: no mesalga usted ahora con sus ideasraras, que aquí en esta tierra nadase remedia, porque todos son unos...

Miércoles 9 de marzo

LAs CAMPANAS Y LA HUIDERA

Iba yo una tarde a platicar con micompañero; pero las campanas y unaherrería nos lo impidieron porquehan de estar ustedes en que enaquella ciudad, según me dijo elduende, no se observan losreglamentos que hay sobrecampanas, y así es que todosrepican, doblan y muelen a la gentetodo el día, sin consideración ninguna.

La ruidera la causan los talleresde herrería, carrocería, carpintería yotros que debían estar en lossuburbios de la ciudad.

Al duende le decía yo que seríabueno arreglar esto de las campanasy lo de los grandes talleres, porqueen las ciudades civilizadas se debeprocurar la comodidad de las gentes-pues de lo contrario no sé para quése reúne uno en sociedad ni quéventajas le resultan de perder partede su libertad y vivir sujeto a leyes yreglamentos, de los que sólo secumplen los que son benéficos paraun corto número y no aquellos que

151

Page 16: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas--------------------------------

152

favorecen a la gran mayoría dehabitantes-o

Soltó la carcajada el duendediciendo que yo quería siempre unascosas tan exóticas que jamás sehabían de ver en una ciudad cuyasautoridades están siempre muyocupadas con asuntos diversos deéstos que yo llamaba esenciales, y yael ruido de campanas y martillos nonos permitió continuar hablando.

CANALES y BARRANCAS

Nos salimos a la calle adesahogarnos un poco, y yo le dije alduende: -la gente buena y sana,como nosotros lo estamos Diosgracias, puede librarse de la ruiderasaliendo a la calle y alejándose delcampanario que esté en actualejercicio; pero a los infelicesenfermos, ¿qué recurso les queda?

-El de amolarse y luego morirse,-respondió-, que es poca cosa,porque las autoridades de aquí dicenque al fin se ha de morir uno, y quepor lo mismo todo eso que se llamapolicía de salubridad, comodidad,etc., no son más que unas patrañas...-zas... empezó a llover, pero duro yparejo, por lo cual cortamos laconversación y nos metimos en unzaguán. El aguacero continuó confuerza, la calle se anegó, y pocodespués sucedió lo mismo al zaguán,por lo que tuvimos que emprender laretirada hasta los primerosescalones de la escalera. Allí le dijealduende:-hombre, entre lasfrioleras que hay en esta ciudad,ciertamente que no merece el últimolugar ésta de que cada vez que lluevese pongan las calles intransitables y nopueda uno ni salir ni entrar a las casas.

-Eso no le hace, porque loscargadores lo sacan a uno delcuidado pagándoles medio por cada

bocacalle que tiene uno que pasar.-Es buena la contribución

-respondí-; pero qué ¿nunca se hatratado de poner el remedio?-y bien que se ha tratado

-contestó-: pero ha sido peor quela enfermedad, porque en vez deprocurar dar algún declive a loscaños y atarjeas o de estableceralgunos desagües de bomba enalgunos puntos de la ciudad, lo únicoque se ha hecho es ir subiendo lascalles, y por consecuencia hundiendolas casas, de cuyo remedio haresultado, entre otras cosas, que lascasas también se inunden, y que laagua que entra en ellas no salga,aunque la calle quede enjuta.

-Oiga usted -interrumpí-: enmi tierra llaman a estos remedios,discursos lagueños porque en elcristiano pueblo de Lagos; parahacer la pendiente de una callemenos rápida, la rellenaban detierra .por la parte baja, tapando laspuertas de las casas hasta la mitad.

Conque habiendo cesado elaguacero, nos sacaron de la casa loscargadores, nos pasaron dos o tresbocacalles y quedamos fuera depeligro. Como ya había oscurecido, ycomo todavía no se encendían losfaroles, porque esto se hace a la horaque a cada señor encendedor se leantoja, íbamos casi a tientas y elduende caminaba muy encorvadocuando allá va eso... se le metió unchorro de agua de los canales por elpescuezo y le refrescó el espinazo ytodo lo demás abajo hasta los talonespara que el baño fuera general.-Mal haya la perra ~xclamóelpobre- que parió a los que debencuidar de la policía. Yo quisieratraerlos a todos y ponerlos a que lesentrara un chorro por el pescuezo encada calle para ver si así secondolían del público.

Page 17: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

------------------------------Cartones y cosas vistas--

-Conduélase de mí, compañero-grité yo-, que acabo de meter unpie en una barranca que se parece alas del camino de Acapulco. Como yoquedé medio coja, me llevó el duendecon mil trabajos; y con meter los piesen los agujeros llenos de agua, yrecibir la que arrojaban las canales,llegamos a la posada empapados, lomismo que si nos hubiera caído todoel aguacero. Mientras mudábamosropa me dijo el duende: -ahí tieneusted, como no se cuida aquí de quelas canales sean bastante largaspara que no caigan sobre lasbanquetas, como no se observan lasque están rotas y las que no tienenchiflones, y como nadie cuida deéstos, por eso le suceden a uno talestarugadas de mojarse sin que llueva.

-Sería mejor que mandaranquitar las canales -le dije-.

-Hay una orden -continuó él­para que en toda casa que se· fabricade nuevo no haya canales.

-Quiere decir que esta orden, auncuando se cumpla, que lo dudo,vendrá a surtir su efecto deextinguir las canales de aquí adoscientos años. Valía más que nodieran tales órdenes... A mí meparece que sería bueno imponer acada casa una pensión por lascanales que tuviera, fuera una oveinte, y la providencia habría de serasí, porque si se imponía lacontribución a cada canal, los dueñosde casas reducirían el número de ­éstas para pagar menos, y seperjudicarían más los empedrados, aque dañan tanto las tales canales,porque mientras 'mayor es el golpede agua, mayores son las barrancasque se forman. Con esa contribuciónvería usted cómo los dueños defincas iban quitando las canales y laciudad iba mejorando sin que fueramuy gravoso a aquellos la pensión,

porque es un exceso el que cobran derenta, como ya hemos notado enotras ocasiones.

-Esperamos en Dios -dijo elduende en tono compungido- queno ha de haber nada, y que ademáspara que haya bastantes barrancasen las calles, se han de seguirconstruyendo los empedrados no conpiedra menuda, sino con piedras demolino, o cuando menos del tamañode la cabeza del flojo, inepto ycomo de balde que está pagado paraatender a este ramo y que sólo tratade atrapar el dinero sin cumplir consus obligaciones.

-¡Cuánto sinvergüenza existe enesta tierra! -exclamé yo-: portodas partes se ve que no hay quiencumpla con sus deberes, y que cadauno hace lo que se le da la gana.

-No hay que escandalizarse-dijo el duende-, que en todaspartes cuecen habas.

-Es cierto -le contesté, ya queíbamos a dormirnos-; pero aquí secuecen a calderadas.

Sábado 12 de marzo

LIMPIA DE ATARJEAS

Al otro día, apenas salimos de laposada, cuando percibimos unhedor insufrible que venía de la calleinmediata, cuya. atarjea estabanlimpiando: y eLduende viendo queiban por la acera de enfrente unos·miembros de la municipalidad,comenzó a decir a grito abierto:señores de mi alma y de mi vida:¿por qué siguen ustedes diciendocandileta, respecto de la limpia deatarjeas? ¡No"ven ustedes que ese-lodo que echan en la calle y todas lasinmundicias que contiene sefermentan con el sol, y que todos los

153

Page 18: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas------------------------------

154

miasmas pútridos que exhalan semeten a las casas y a los pulmonesde las pobres gentes? Valía más quese quedara todo en las atarjeas,porque allí, a lo menos, no es tanfuerte la fermentación.

El remedio creo que es muysencillo, pues consiste en construirunos cuantos carretones como los denoche y transportar en ellos el lodosin necesidad de echarlo al sol. Medirán ustedes que no hay dinero;pero yo les diré que es mejor gastaren ésta dos o tres mil pesos, que diezo dieciséis mil en comprar quinquéspara alumbrar las calles, puesaquello es de mayor preferencia queesto. A más de que teniendo cuidadode que no se duerma el que corra conel alumbrado, y de que no echelamparilla o manteca en lugar deaceite, iremos pasando con nuestrosfarolitos, pues todavía no es tiempode poner de tono este ramo, cuandohay otros más esenciales que exigenuna completa reforma.

Se me olvidaba decirles a ustedessobre esto de la limpia, que el quetiene los carros y la obligación delimpiar los caños abiertos es otromaula, que sólo trata de pelar eldinero.

Miércoles 16 de marzo

BAÑos y LAVADEROS

Después de la mojada y la enlodadaaquella que les he contado, se llevóel diablo los zapatos, y la ropa quedótoda barnizada, por lo que le dije alduende a los cuantos días, que erapreciso mandarla lavar luego.

-Sí -me contestó él-, pero esnecesario que usted tenga presenteque la ropa que usted manda lavarestando buena, vuelve hecha

hilachas, porque las lavanderas sontan eficaces, que le quitan lasuciedad con todo y el pedazo.

-¿Yen qué consiste esta eficacia,para dejarlo a uno en cueros?-pregunté. -Consiste, repuso micompañero, en que lavan enpiedras, pero no como quiera, pueslas piedras las pican sacándolesunas protuberancias o picoscortantes, para dar allí unos cuantosrefregones a las piezas que lavan, yno tener mucho trabajo en quequeden limpias.

-Yo no sé -exclamé-, cómo haytanta gente que sufra esto, ni cómoson tan atarantados los que aquícuidan de la policía, que no les haocurrido poner el remedio a este malpositivo, cuando es tan sencillo, puesconsiste sólo en mandar que se usensolamente lavaderos de madera.-y vuelta con la policía, y vuelta

con las ideas que usted tiene de queen todo se metan los que mandan-dijo el duende riéndose-. ¿No veusted que ellos no hacen caso delcomercio, ni de la agricultura, nide las artes, ni de la minería? ¿No veusted que ellos no se ocupan dehacer caminos, ni puentes, ni deproporcionar educación y modos devivir al pueblo? ¿No ve usted queestos ramos de tan alta importanciaestán desatendidos y que otrostambién de esos que usted llama depolicía, se hallan en el mismo caso?Pues después de ver todo esto ¿cómoquiere usted que se metan tanpatrióticas autoridades en que laslavanderas no rompan la ropa? ¿Quéles importa a sus excelencias o a susseñorías que todo el mundo ande encueros, con su tapa-rabo, o que tengaque sacrificarse y que endrogarsepara reponer con frecuencia la ropaque rompan las lavanderas? Másimportante sería que en los baños se

Page 19: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

cuidara de la moralidad, porque hayalgunos en que los temazcaleros sonlenones hechos y derechos. Másimportante sería también que en lasfuentes públicas y de particulares sepusieran las llaves económicas quedizque se mandaron poner. Y másimportante sería, por último, que seevitara que la mitad de la gente dela ciudad padeciera en tiempo delluvias con el agua de que usa,construyéndose un caño demampostería en ciertos tramos y noque a esa pobre gente la mitad delaño la hacen beber lodo, que se bañecon lodo, y que lave con lodo.

-¿Ya usted ve todo eso? -le dijeal duende-; pues para mí siemprees importante lo de las piedras.-Aguarde -replicó-, que yo le voya contar a usted cuál es otra de lascausas porque la ropa se acaba tanpronto.

CALIDAD DE LOS GÉNEROS

Pues ha de estar usted para biensaber -continuó diciéndome elduende-, que la ropa también seacaba aquí tan rápidamente, porqueel comercio vende unos trapos queparecen hechos de telas de araña oviejos, y muy caros, por más queaquí estén creyendo que sonbaratos; y todo sin culpa del mismocomercio, según lo comprenderáusted por lo que seguiré diciendo.

Los fabricantes de Europa y los delos Estados Unidos, como que leshan conocido a estos indios lo guajesque son, les envían ya con trama dealgodón o con el algodón revuelto demil maneras todos los géneros queantes se tenían aquí por de lana o delino, como el paño, las bretañas, etc.,etc., de manera que todo esto dura,como dicen, el día y la víspera. Nohace mucho tiempo que yo me hice

unos calzones blancos de génerodizque de lino, los cuales, sinexageración ninguna, se acabaron enocho días, volviéndose todos unapelusa que se quedó pegada en lospantalones.

En eso que sean trapos viejos losque vienen, creo que puede decirsecon seguridad que son de esta claselas medias que envían de Europa.Hay por allí, a lo menos en la capitalde Francia y algunas otras ciudades,según dicen, la costumbre dealquilar todos los días medias por untanto que se paga cada cierto tiempo;y como el objeto que tienen lasmadamas al hacer estos contratos, esel de estrenar medias todos los días,los que negocian en esto, no podránhacer que unas propias mediassirvan allí más que cinco o seisocasiones, porque con sólo éstasbasta para que queden bien molidas.Entonces como que no las han dequerer, ni alquiladas ni por compra,las lavarán muy bien según se debesuponer piadosamente, lasplancharán, las empaquetarán y lasremitirán para encajárselas a losindios guajes que todo aguantan.Sólo así puede explicarse la cortaduración que tienen aquí las medias,pues hay algunas que, sin hipérbole,duran cuando más sin romperse detres a cuatro días, y algunas he vistoque puestas por la mañana, quedaninservibles a la tarde.

La carestía de todas estasporquerías con que se visten aquí,dimana de los muchos comisionistasque se emplean, de los excesivosderechos que pagan los efedos, delo que entorpecen y dañan atodos los giros las aduanasinteriores, y de la carestía de losfletes y la de las tiendas y almacenes(esto último toca sólo a la capital yno a todo el país).

155

Page 20: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas-------------------------------

156

Se me olvidaba decirle a usted-concluyó diciendo el duende- quela prueba de que todas lasporquerías que hacen en las fábricasde Europa y de los Estados Unidos,son dedicadas exclusivamente paralas Indias, es que allá hay toda clasede géneros de muy buena calidad ymuy baratos.

¿Y qué piensan que estuve yohaciendo mientras el duende mecontaba todo esto? Meneaba lacabeza, abría la boca, arrugaba lascejas, y por último exclamé:-¡bendito sea Dios que crió a estoshabitantes con atole!

ORDEN DE LAS FUNCIONES Y

CONCURRENCIAS PÚBLICAS

Dejamos por la paz lo de la ropa ynos fuimos el duende y yo a unafunción en que había guardia parapasar el rato, como van todos, y deluego a luego el centinela nos dio lavoz tan usada en aquella ciudad de...ATRÁS. Nos quedamos en la puerta, ycuando fue el cabo a relevar al indiochocho que estaba allí dominando atoda clase de personas, me acerquépara ver cuál era la orden quetransmitía al relevo, y oí lassiguientes palabras: Por este puertano entran naiden y les diremo...atrás: poro sólo los jefe podrásentrar, porque por el otro puerta seentran y por aquí solamente se salela gente.

Agarrándome la cabeza corrí adecirle al duende: -hombre, ¿qué,éstos son los veteranos, los que separecen a los granaderos de laguardia de Napoleón, los héroes y losque dominan en este infeliz país?¿Y qué el orden que se establece enlas funciones y concurrencias, hablasólo con los que llaman paisanos, yno con los jefes como dice este meco?

-Sí, señora -contestó el duende---,y aquí nada tiene de extraño ni louno, ni lo otro, quiero decir, que nose nota el estado de brutalidad de losveteranos porque no sólo haycentenares de oficiales, sino hastagenerales igualitos al héroe queusted ha visto relevar: ni se hacealto en que el orden de las funcionessirva sólo para el paisanaje, porqueya es costumbre que los jefe, oficiale,generale, padrecito, y demásaforadito, no tengan ley ni rey, nihaya para ello policía, ni orden, nicosa que lo valga, puesto que sonmiembros de las dos clases quetiranizan y roban al paísalternativamente y cada una a sumodo.

Miércoles 23 de marzo

HOSPITALES

Un día después de almorzar le dije alduende: -compañero: en la mesa heoído decir que aquí hay varioshospitales, y usted nada me habíahablado de tan importantesestablecimientos.

-Compañera -contestó-, aquíno es importante nada de eso a queusted tiene la manía de darleimportancia. El hospital más grandeo general que existe parece zahurdade marranos, y con esto le digo austed todo: su administración andadada a la diabla porque el encargadode ella tiene tan poca vergüenza ytan poca delicadeza, que no se vivemás que comerciando en muertos,sin agitar la multitud de asuntos queconcluyéndose darían muchos pesosal hospital, cuyos cuantiosos fondos,por este criminal abandono, y qué séyo que otras cosillas, casi han.desaparecido. Una cosa hay notable

Page 21: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

-------------------------------Cartones y cosas vistas--

respecto de este hospital y es, quesólo en él pueden practicar losestudiantes de medicina, de lo queresulta, como ya ha sucedido, quecuando un muchacho se incomoda ochoca con algún mandón de allí,queda sin seguir la carrera y viene aparar en un ocioso perjudicial a lasociedad y a su familia, sin que aésta le quede recurso para procurarque no se pierda todo el tiempoempleado en los estudios. Laconstitución del citado hospital esbuena; pero no se cumple, y por estoes que el ir a él un enfermo, es lomismo que si fuera al purgatorio.

Hay otro hospital, que segúnentiendo, debía ser de grandeutilidad a la ciudad, porque lo dejóbien dotado su conquistador; pero nosé si tiene el número de camascorrespondiente, y si lo que se gastaen él es lo que debe gastarse, porquecomo ha estado en manos deladrones que en esta tierra se llamana quebrados para quedarse con loajeno, es muy regular que todo lo deeste hospital esté también en estadode quiebra, sin que se cumpla, porconsiguiente, la voluntad del que lodotó.

Hay también un hospital delazarinos que hoy no está en tan malestado; mas que vea usted que entodo hay aquí sus peros, sepa ustedque en este hospital están revueltoslos lazarinos incurables con los quetodavía tienen remedio, lo cual enotro país se calificaría por una atrozinhumanidad. También la costumbreque hay de casar a los lazarinos paraque propaguen una especiemiserable, desgraciada y contagiosa,podía llamarse una barbaridad; perotodo pasa y todo subsiste sin quenadie haga caso pormonstruoso que sea.

Los hospitales más célebres quehay en la ciudad son los de locos.

Vaya... si causa risa sólo el darles elnonibre de hospitales; porque de todotienen, menos de esto.

Considere usted que no haymédicos destinados para curar acada loco según su temperamento, ysegún las causas que haya tenidopara enloquecerse. Todo el remedioque les aplican a todos es echarlos enla pila para darles esos baños desorpresa, que si a algunos tal vez lesaprovechan, a la mayor parte losrematan. El método de alimentos conrespecto a la calidad y cantidad deéstos también es igual para todos, loque no me parece muy conducente asu curación.

Cuando se logra ésta, ya sea conun loco, o con una loca, no se lespone en libertad luego, sino queprincipalmente a las mujeres se leshace trabajar en algunas frioleritaspara la utilidad del que manda en elhospital. Meses enteros tienetrabajando a estos infelices quesuelen volver a enloquecerse de lapena que les da verse condenados auna prisión perpetua. También sehan dado algunos casos deencerrarse en los dichososhospitales, de acuerdo con lossuperiores o superioras de ellos, apersonas que no están locas.

Aunque a las que realmente loestán es preciso tratarlas con algúnrigor para que reconozcan unafuerza superior, aquí se lleva esto alextremo y se les maltrata de unamanera bárbara. Yo vi cierta ocasiónque casi querían crucificar a undesgraciado eclesiástico para llevarloa la casa de locos destinada a estaclase de personajes, y que está tanmal montada como las demás.

Este pobre eclesiástico (vaya decuento), que siempre anda lleno deanillos, se volvió loco porque el BueyApis le hizo creer que iba a conseguir

157

Page 22: La bruja cojuela. La ciudad de México en 1842 · para que los tratasen como a bestias. Carlos María de Bustamante,El ... marchaba bien en los asuntos de la ciudad. ... cansados

--Cartones y cosas vistas-------------------------------

158

las bulas para que fuera arzobispode esta ciudad, con el santo objeto deestafarle el dinero, como se lo estafó,y... otro día seguiré con los hospicios.

Sábado 26 de marzo

MONTE IMPÍO

El día que se ofreció hablar en laposada con un pobre que había ido aempeñar unas alhajitas, estuvo elduende citando y recitando al monteimpío, por lo cual yo le pregunté, quécasta de establecimiento era éste,pues en mi tierra había un monte depiedad, no de impiedad, porque estosonaba muy feo.

-El de aquí también -contestó elduende- era monte pío; pero se haconvertido en impío porque no sirveya sino p~ra saciar la codicia delsanturrón que lo maneja. Este hábily virtuoso garatuza, que andaatrapando destinos para pelar lossueldos, y que se metió a legisladorsólo con el objeto de colocarse en unaplaza de a seis mil pesos, sin tenerqué hacer, ni responsabilidadninguna más que ante Dios, conquien él quiere jugar como ha jugadocon los bestias de sus paisanos, queestán creyendo que es hombre sabioy virtuoso: este maula hizo unpalacio para vivir, distrayendo así elfondo del establecimiento de sulegítimo objeto, por cuya causa haydía que no se prestan a losnecesitados que llevan sus prendas,arriba de cien pesos, y éstos despuésde hacer aguardar allí a la gente doshoras o más, mientras almuerzan lostirapies del Narices de Cresta de

Gallo, o sus criados, pues éste es elnombre que merecen los llamadosempleados del establecimiento.Todos los días reúnen todos losalmuerzos, y todos juntos se ponen acomer y a beber en grande, mientrastanto el público se amuela y seaguarda hasta que se acaban dealegrar los tales empleados. Quizápor esta alegría, los tasadores tasantan mal, aunque el resultado de estonunca refluye sino en contra delpobre que empeña, como ha sucedidovarias veces. Suponga usted que yovoy a empeñar un cubierto y unabuena capa: que por el primero meprestaron tres pesos y por la otratreinta y cinco conforme a la opiniónde los tasadores. Pues señor, la capase perdió, porque el sabihondo quemanda aquí no quiere que serefrenden las prendas, y porque yono tuve el dinero para sacarla. Micubierto que fue empeñado despuésde la capa, lo quise sacar, pero (aquíestá lo bueno) se me hizo presente,que la capa se había vendido entreinta pesos, y que yo eraresponsable de los otros cinco quefaltaban para completar la cantidadque se me prestó por ella... Yo hicever que los tasadores están puestosprecisamente para calcular que loque se preste sobre cualquiera alhajasea menos de lo que en cualquiercaso puedan dar por ella, y aunqueexpuse otras razones que veníanmuy al caso, se robaron mi cubierto,y se acabó la fiesta. -Pues tieneusted razón -dije yo-- parallamarle impío a un establecimientoque en vez de servir al públicosacrifica con sus infamias aldesgraciado que cae en él.