la Biblia nos habla de que le pidamos a Dios todo lo que nos haga falta y que el suplirá, que el será nuestro proveedor, nuestro auxilio y nuestra esperanza. Si nosotros n o asumimos ese papel como niños hijos menores de edad, Dios difícilmente escuchara o atenderá nuestras peticiones. Lo dice su palabra: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”