UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELAFACULTAD DE HUMANIDADES Y
EDUCACINCOMISIN DE ESTUDIOS DE POSTGRADOREA FILOSOFA
Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles.De la
Utilizacin de Procedimientos Dialcticos en la Discusin de Algunos
Principios Ontolgicos de Metafsica.
Autor: Nowys Navas G.
Caracas, 2007
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Universidad Central de VenezuelaFacultad de Humanidades y
EducacinComisin de Estudios de Postgradorea Filosofa
Maestra en Filosofa
Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles.De la
Utilizacin de Procedimientos Dialcticos en la Discusin de Algunos
Principios Ontolgicos de Metafsica.
Autora: Nowys Navas G.Trabajo que se presenta para Optar al
grado de Magster Scientiarum en Filosofa.
Mencin: Ciencias Humanas.
Tutor
______________________Prof. Carlos Pavn S.
Caracas, 13 de Mayo de 2007.
SeoresPresidente y dems miembros de la Comisin de Estudios de
PostgradoFacultad de Humanidades y Educacin Universidad Central de
VenezuelaPresente.-
Me complace dirigirme a ustedes, en la oportunidad de
informarles que una vez ledo el Trabajo de Grado titulado: Estudio
de la Argumentacin Metafsica en Aristteles; De la utilizacin de
procedimientos dialcticos en la discusin de algunos de los
principios ontolgicos de la Metafsica, presentado por la ciudadana
Nowys Navas G, para optar al Grado de Magster en Filosofa, Mencin
Ciencias Humanas, en mi carcter de Tutor considero que el
mencionado trabajo rene los requisitos y mritos suficientes para
ser sometido a la presentacin ante el jurado que esa comisin
proponga.
Atentamente,
Prof. Carlos Pavn Tutor.
Universidad Central de VenezuelaMaestra en FilosofaMencin
Ciencias Humanas
Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles.De la
Utilizacin de Procedimientos Dialcticos en la Discusin de Algunos
Principios Ontolgicos de Metafsica.
Autora: Nowys Navas G.Tutor: Prof. Carlos Pavn S.
Resumen.El propsito de esta investigacin es mostrar que
Aristteles procede dialcticamente en su argumentacin
ontoprotolgica. Para lograr esta meta nuestro trabajo se
circunscribe al anlisis del concepto de dialctica en Tpicos I y al
estudio de Metafsica IV, 1- 2 a propsito de la fundamentacin del
principio segn el cual, el ser se dice de muchas maneras y al
principio de su constitutiva unidad de sentido. El esquema
capitular de la investigacin es el siguiente: en la introduccin,
asumimos como marco terico y referencial la propuesta
interpretativa de Carlos Pavn, quien en su libro Filosofa de la
Filosofa en Aristteles; Ontoprotologa y Dialctica en la Metafsica
(www.ucv.ve/human.htm) sostiene la tesis de la dialcticidad
metodolgica de la Metafsica. Al respecto, asumimos que el concepto
de filosofa del estagirita es ontoprotolgico; que la metodologa
utilizada en Metafsica no es apodctica y que la adquisicin de los
principios es dialctica. En el primer captulo, examinamos las
categoras fundamentales de la concepcin aristotlica de la
dialctica. En el segundo captulo, estudiamos el Instrumento
Dialctico de Distincin de Sentidos (IDDS), seccionando dicho
captulo en dos partes, una dedicada al estudio del IDDS en Tpicos
y, la otra centrada en la aplicacin del IDDS, especialmente de su
topos categorial (en nuestra nomenclatura, topos 5 del IDDS), en
Metafsica. Al respecto, concluimos que el IDDS es eficaz para
superar la homonimia interna, vinculada a cada uno de los cuatro
grupos de sentidos del ser. En el tercer captulo, asumiendo que la
categorialidad es un recurso til para superar la homonimia de la
semntica cuaternaria de `ser queda en vilo la homonimia vinculada
al propio hecho de que `ser se dice de muchas maneras, esto es,
categorialmente. Al respecto, en el tercer captulo, defendemos la
tesis de que los recursos topicales permiten superar la homonimia
y, en consecuencia, indagamos si la unidad referencial de la
predicacin categorial sostenida en Metafsica, tiene o no alguna
familiaridad con los topoi del IDDS, entendidos como criterios para
superar la homonimia de los trminos. Al respecto, concluimos que
tal familiaridad se produce. En las conclusiones, bosquejamos las
ideas principales de los captulos, reflexionamos sobre el concepto
de plausibilidad y concluimos corroborando la tesis de la
dialecticidad de la Metafisica. Finalmente, esta investigacin de
carcter documental ha permitido, por un lado, contrastar la
propuesta interpretativa de Pavn y, por el otro, al haberla
corroborado, sus resultados se suman a las lecturas que sostienen
que la dialctica es un modelo metodolgico adecuado para el saber
filosfico e incluso para la ciencia. En este sentido, esta
investigacin se inscribe en el debate entre la opinin y la verdad,
sumando razones para aceptar a las opiniones plausibles como
premisas del saber epistmico. Palabras Claves: Tpicos, Metafsica,
mtodo, dialctica, principios, endoxa, plausibilidad, homonimia,
distincin de sentidos. Caracas, Junio, 2007.
Indice.
Introduccin: Marco Terico Referencial.La Nocin Aristotlica de
Filosofa entendida como Ontoprotologa.. 1- 22Captulo Primero.
Horizonte de la Dialctica Aristotlica en Tpicos I 23- 87 I. El
Mtodo Dialctico: Recursos Lgicos y Argumentativos. 24- 311.
Plausibilidad y Seleccin de Opiniones 31- 512. De los Predicables.
51- 573. De los Topoi o de los Lugares Comunes de la Argumentacin
Dialctica.. 57- 714. Los Instrumentos Dialcticos 72- 87Captulo Dos.
Estudio del Instrumento Dialctico de Distincin de Sentidos en
Tpicos y su aplicacin en Metafsica. 88-182 II.1. Estudio General
del Instrumento de Distincin de Sentidos (IDDS) en Tpicos... 90-
II.1.1. Descripcin de los Lugares Comunes del IDDS.. 91- 125II.1.2.
Alcance Metodolgico del IDDS. 125- 129II.1.3. Finalidad del IDDS y
sus Procedimientos 129- 143II.2. Sobre la Aplicacin del Instrumento
Dialctico de Distincin de Sentidos (IDDS) Topical en la
Argumentacin del Principio de la Pluralidad de Sentidos del Ser
(PPS) en Metafsica. . 144 II.2.1. Los Cuatro Grupos de Sentidos del
Ser en Metafsica y su Articulacin Categorial 144- 182Captulo Tres.
La Cuestin de la Unidad Categorial . 183- 232I. Homonimia,
Categorialidad y Analoga en Tpicos y Metafsica... 188-
232Conclusiones... 233- 251Bibliografa. 252- 258
Agradecimiento.
Agradezco plenamente a mi Tutor, el Prof. Dr. Carlos Pavn, pues
sus reflexiones, en Filosofa de la Filosofa en Aristteles,
Ontoprotologa y Dialctica en la Metafsica, orientaron la temtica y
fijaron el rumbo de esta investigacin, en cuyo transcurso l, adems,
siempre sumo sus profundas explicaciones, su infinita paciencia
como lector y la rigurosidad que lo caracteriza al ensear. No
obstante, a pesar de la acuciosidad y agudo sentido crtico de mi
Tutor, en este esfuerzo seguramente se encontraran errores y
deficiencias que, sin duda, reconocemos como nuestros. Profeso
pues, al Prof. Dr. Carlos Pavn, mi profundo agradecimiento, la ms
alta estima y aprecio acadmico y personal y esta vez en mi tesis de
maestra nuevamente le reconozco al Prof. Pavn, mi deuda
intelectual. Vaya tambin mi sincero agradecimiento con aquellos que
contribuyeron conmigo facilitndome generosamente valiossima
bibliografa, especialmente me refiero al Dr. Javier Aoiz (Prof.
USB) y a Vanessa Incerpi.Finalmente, mi gratitud con todos aquellos
con quienes converse sobre el tema de mi investigacin y con mis
compaeros ms cercanos en la maestra y en la Escuela de Filosofa,
por su inters y estimulo en la culminacin de este trabajo.
Dedicatoria.
A mis padres, Jos Ramn y Mirahyda, los mejores.Por ser siempre
tan entusiastas conmigo, a pesar de mi misma.A Neblet, por su
oportuno sentido comn y su solidaridad de hermana.A Elia, Magali,
Alfonso y Mildred, Dorayda, Carmencita, Alejandro y Carlos Luis. A
todos, por ser incondicionales conmigo.
Corresponde a una misma facultad reconocer lo verdadero y lo
verosmil y, por lo dems, los hombres tienden por naturaleza de un
modo suficiente a la verdad y la mayor parte de las veces las
alcanzan. De modo que estar en disposicin de discernir sobre lo
plausible es propio de quien est en la misma disposicin con
respecto a la verdad.Aristteles, Retrica I, 1, 135515ss
Introduccin.Marco Terico Referencial.
El marco terico- referencial de esta investigacin es la tesis
sostenida por Pavn en su ms reciente obra publicada respecto al
desarrollo y constitucin metodolgico- dialctica de la Metafsica
Aristotlica en cuanto reflexin ontoprolgica. Ahora bien, partiendo
nosotros de la tesis de la dialcticidad metodolgica de la Metafsica
aristotlica sostenida por Pavn, nos proponemos calibrar hasta qu
punto los procedimientos dialcticos estudiados por el estagirita en
Tpicos son empleados en algunas de las argumentaciones
ontoprotolgicas de Metafsica. Ahora bien, al asumir la sealada
tesis es necesario mostrar la concepcin general de la ontoprotologa
sostenida por Pavn y la vinculacin de esta reflexin con el proceder
dialctico para as trazar el marco referencial que orienta nuestra
investigacin, de tal manera que este es el objetivo de las
siguientes pginas.
La Nocin Aristotlica de Filosofa entendida como Ontoprotologa.En
Filosofa de la Filosofa en Aristteles; Ontoprotologa y Dialctica en
la Metafsica[footnoteRef:2], Pavn estudia la concepcin aristotlica
de la filosofa en cuanto tal, partiendo de la hiptesis segn la cual
la ciencia buscada[footnoteRef:3] en el corpus metafsico no es otra
ms que la propia Filosofa. Efectivamente, desde las pginas
iniciales de la obra conocida como Metafsica, el estagirita no slo
traza una apertura fenomenolgica al conocimiento, centrando su
reflexin en el sophs y en la sophia,,[footnoteRef:4] sino que adems
en el llamado libro epistemolgico[footnoteRef:5] de Metafsica, se
refiere a la ciencia universal[footnoteRef:6] denominndola filosofa
primera. Atendiendo pues a estas coordenadas tericas de la
investigacin metafsica, es manifiesto que en la obra en cuestin la
filosofa es el objeto de las reflexiones del estagirita. Adems, as
lo evidencia la misma coincidencia de la tradicin
exegtica[footnoteRef:7] al momento de afirmar que, si hay un trmino
propiamente aristotlico para titular los apuntes metafsicos, ese es
filosofa primera, entendida como aquel saber que, segn reza en
Metafsica I, 2, 981b28ss: [2: Carlos Pavn, Filosofa de la Filosofa
en Aristteles; Onto- protologa y dialctica en la Metafsica,
Ediplus, Caracas, Venezuela, 2004. Tambin en edicin electrnica
publicada en la web por la Facultad de Humanidades y Educacin de la
Universidad Central de Venezuela en el rubro trabajos de ascensos,
en www. ucv. ve/ human. HTM (2001). ] [3: Aristteles, Metafsica,
trad. cast. de T. Calvo Martnez, Gredos, Madrid, 1998. Metafsica I,
3 98320. En esta investigacin emplearemos regularmente la traduccin
castellana de la Metafsica de Toms Calvo Martnez. En los casos en
que utilicemos la edicin trilinge de Yebra as lo indicaremos
(Aristteles, Metafsica de Aristteles, edicin trilinge por Valentn
Garca Yebra, Editorial Gredos, segunda edicin revisada, Madrid,
1990).] [4: Metafsica I, 2 982ass. ] [5: Metafsica VI.] [6:
Metafsica I, 2 98222.] [7: Respecto a la utilizacin y al contenido
significado por la expresin `filosofa primera debe consultarse el
primer captulo que Aubenque dedica al tema en su magistral obra
sobre Aristteles. (P. Aubenque, El Problema del Ser en Aristteles,
trad. cast. de Vidal Pea, Madrid, Taurus, 1987). En general, este
autor, apoyndose en el tratado Movimiento de los Animales, pone de
manifiesto el doble registro significado por aquella expresin, pues
mientras en Movimiento de los Animales, la expresin en cuestin
significa; investigacin de los primeros principios; (Aristteles,
Movimiento de los Animales, Trad. cast, E. Jimnez Snchez- Escariche
y A. M. Almudena, editorial Gredos, Madrid, 2000, Movimiento de los
Animales, 700b9ss) en Metafsica es identifica con teologa.
(Metafsica VI, 2, 102613ss). Por consiguiente, desde el marco
textual y referencial de Metafsica VI, 2 se explica la necesidad
sentida por los editores de concebir un ttulo distinto de `filosofa
primera para aquellas investigaciones en las que el estagirita se
ocupa principalmente de la constitucin de una ciencia universal y
slo parcialmente de teologa. Al respecto, vase (Pavn, 2004, p.17-
30). No obstante, es evidente que la expresin en cuestin no slo
puede entenderse en su especificado sentido teolgico, sino tambin
en un sentido ms general que es, precisamente, como saber cuyo
objeto son los principios, esto es, como protologa. Vase, (G.
Reale, Gua de Lectura de la Metafsica de Aristteles, trad. cast, J.
M. Lpez de Castro, Herder, Barcelona, 1999, p. 119-130).]
[] Versa en opinin de todos, sobre las primeras causas y sobre
los primeros principios.[footnoteRef:8] [8: En la edicin de la
Metafsica de Aristteles de Garca Yebra. ]
Pero, a pesar de la claridad de dicha expresin, la naturaleza
sumamente abstracta de esta concepcin protolgica del saber la cual
brinda su pleno sentido a la expresin filosofa primera- conllev a
dos interpretaciones encontradas del proyecto teortico plasmado en
Metafsica. Debido a ello, en la perspectiva historiogrfica de la
investigacin de Pavn, nos encontramos con un anlisis de las
dificultades atravesadas por esta concepcin aristotlica a la luz
del llamado problema del objeto de la Metafsica, lo que equivale a
decir, desde la problemtica de la propia constitucin del saber
filosfico. Ahora bien, una manera de sintetizar el anlisis que l
dedica a este tema es revisar la propia comprensin de la expresin
filosofa primera. Como se sabe, esta expresin fue interpretada por
largo tiempo a partir del sentido predominante en aquella tradicin
que se remonta a Toms de Aquino, quien identificaba filosofa y
teologa a partir del clebre pasaje de Metafsica VI, 2 102628 en el
que leemos:
[] si no hay ninguna otra substancia aparte de las constituidas
por naturaleza, la Fsica ser Ciencia Primera; pero, si hay alguna
substancia inmvil, sta ser anterior y Filosofa Primera, y universal
precisamente por ser primera; y a est corresponder el Ente en
cuanto Ente, su quididad y las cosas que le son inherentes en
cuanto ente.[footnoteRef:9] [9: En la edicin de la Metafsica de
Aristteles de Garca Yebra.]
Sin embargo, este pasaje al mismo tiempo que hizo escuela dio
lugar a la controversia, pues, en el se evidencia que a la filosofa
primera tambin compete el estudio del ente en cuanto ente y lo que
le corresponde de suyo, declaracin sta que como sabemos- da inicio
a las reflexiones de Metafsica IV. Por consiguiente, tal situacin
tambin dio pie para que la exegtica no tardara en poner de
manifiesto que en Metafsica yacan presentes dos proyectos distintos
y encontrados, pues, por un lado, la expresin filosofa primera
puede leerse como el proyecto que encarna a la teologa y, por el
otro, tambin puede entenderse como el que la concibe como ontologa.
Por obvias razones en la interpretacin escolstica de la Metafsica
la ontologa cedi su puesto a la teologa, con lo cual el concepto
aristotlico de filosofa se vuelve muy problemtico. En abierta
oposicin a la lectura cannica y teolgica, en los aos 60, Aubenque
formula la hiptesis contraria. En su exgesis, el proyecto ontolgico
de Metafsica se resuelve en la fsica. Y es que, para Aubenque, la
teologa es una ciencia constitutiva y aristotlicamente imposible
teniendo en cuenta la oposicin entre el rol atributivo del lenguaje
humano y la simplicidad del ser teolgico.[footnoteRef:10] En otras
palabras, desde el enfoque de este intrprete el discurso sobre el
ser, en cuanto discurso humano signado por la divisibilidad
atributiva propia de la predicacin, no puede tener como objeto a lo
divino, sino slo al ser finito.[footnoteRef:11] De manera que, en
la lectura de Aubenque, aunque la teologa quede inhabilitada, la
ontologa sale mal librada al perderse el sentido y el alcance de
esta reflexin totalizante; precisamente por ello, Aubenque reduce
la ontologa de Aristteles a fsica. En efecto, en lo concerniente a
la ontologa, Aubenque seala que semejante discurso no logra
convertirse en cientfico porque su objeto (el ser) no es un gnero.
As pues, reduciendo a su mnima expresin la exgesis de Aubenque,
esta es la situacin respecto al problema de la filosofa primera en
la Metafsica de Aristteles: ella no puede ser teologa porque el
discurso teolgico es de suyo imposible; pero, tampoco puede leerse
como ontologa porque el saber no es ciencia, as que para Aubenque
no queda otro camino sino declarar el fracaso del proyecto
metafsico y sustituirlo con la fsica. Bsicamente, estas son las dos
grandes lneas interpretativas recogidas por Pavn y la diametral
oposicin de estas posturas le sirve como marco para reflexionar
sobre las exgesis de los textos aristotlicos, pues, lo que l pone
de manifiesto es que, aunque distantes en el tiempo y contrapuestas
tericamente, ambas interpretaciones curiosamente coinciden, pues,
como lo seala Pavn; [] o en el altar de Dios o en los bancos de
prueba de la Fsica, la ontologa es destinada al
sacrificio.[footnoteRef:12] Estas palabras marcan el rumbo de una
investigacin que apuntalada en rigurosas interpretaciones, emprende
el camino hacia la restauracin de la concepcin protologica y
ontolgica constitutiva de la reflexin aristotlica en torno al
sentido de la filosofa. Y es que, para Pavn, el concepto de
filosofa desarrollado por Aristteles en su Metafsica es ontolgico
en cuanto reflexin centrada en lo que es en cuanto que es y es
protolgico en la medida en que estudia dicho objeto desde el punto
de vista de sus principios. Para decirlo con sus palabras; la
filosofa primera de Aristteles es ontologa y slo en cuanto ontologa
es protologa.[footnoteRef:13] [10: Cfr. (Aubenque, 1987, p. 360);
(Pavn, 2004, p. 92). ] [11: Recordando la lectura de Aubenque, Pavn
escribe: [] en cuanto a la ontologa, ste intrprete seala que el
discurso sobre el ser es un discurso signado en su misma
constitucin por la referencia a la finitud, al mundo sensible.
(Pavn, 2004, p. 92). ] [12: (Pavn, 2004, p. 67).] [13: La filosofa
primera de Aristteles es ontologa y slo en cuanto ontologa es
protologa y usiologa pero nunca se reduce a ninguna de ellas.
(Pavn, 2004, p. 212). ]
As pues, sosteniendo la rehabilitacin de este sentido
ontoprotolgico del saber filosfico aristotlico, Pavn ensaya una
aproximacin que interpretando la ciencia buscada como saber
ontoprotolgico, le permite colocar su estudio de la Metafsica desde
una perspectiva epistemolgico- metodolgica, a partir de la cual se
concentra en el anlisis las propias condiciones de posibilidad de
la llamada ciencia universal. Sobre este particular, el autor
desarrolla, desde diversos ngulos, el tema concerniente al criterio
epistmico sostenido por el estagirita tanto en Metafsica
IV[footnoteRef:14] como en Metafsica VI[footnoteRef:15]- respecto a
la diferencia entre ciencias particulares y ciencia universal,
diferencia que estriba principalmente en el carcter no genrico de
sta ltima. Esta importante clusula epistemolgica est implcita en
las emblemticas lneas con las que Aristteles inicia Metafsica IV
donde el filsofo nos dice: [14: Metafsica IV, 1 100318 ss.] [15:
Metafsica VI, 1 1025bss. ]
Hay una ciencia que estudia lo que es, en tanto que algo que es,
y los atributos que, por s mismo, le pertenecen. Esta ciencia, por
lo dems, no se identifica con ninguna de las que denominadas
particulares. Ninguna de las otras , en efecto, se ocupa
universalmente de lo que es, en tanto que algo que es, sino que
tras seccionar de ello una parte, estudia los accidentes de sta:
as, por ejemplo, las ciencias matemticas.[footnoteRef:16] [16:
Metafsica IV, 1 1003 20ss.]
El clebre pasaje pone de manifiesto que la ontologa no versa
sobre un cierto gnero[footnoteRef:17] de lo que es, pues, su objeto
es lo que es en su totalidad. De aqu que Aristteles sostenga que
`ser no es un gnero. Por lo tanto, si toda ciencia es ciencia de un
gnero y si la teora sobre `ser se caracteriza por no tener tal
naturaleza, entonces es claro porque Aristteles la considera
epistmicamente como una ciencia buscada o sera mejor decir,
problemticamente buscada. As pues, es la propia perspectiva
aristotlica la que brinda todo su sentido a una investigacin como
la de Pavn, en la cual se recorre el camino seguido por el
estagirita en su bsqueda de las condiciones que garantizan la
constitucin metodolgica y epistmica de la filosofa en tanto que
ciencia de los primeros principios y de las primeras causas del ser
en cuanto ser. En efecto, desde este enfoque, Pavn, por una parte,
examina el sentido y la preeminencia de la concepcin ontoprotolgica
del saber filosfico y, por la otra, da cuenta del efectivo proceder
metodolgico empleado en su constitucin. A este respecto, su
propsito es mostrar la interrelacin que se da entre el aspecto
teortico de la investigacin metafsica aristotlica y su constitucin
metodolgica a objeto de poner de manifiesto que no puede haber una
adecuada comprensin de la constitutiva universalidad que, segn
Aristteles, define al saber filosfico si no se entiende cmo se
logra articular su dimensin metdica. [17: Pavn analiza el tema del
carcter no genrico de la filosofa en cuanto ciencia universal;
reflexiona sobre la imposibilidad de constituir semejante ciencia
desde la perspectiva de la propia epistemologa aristotlica y al
respecto destaca que, entre los cnones epistemolgicos aristotlicos
es [] un requisito fundamental de toda ciencia el versar sobre un
gnero determinado. (Pavn, 2004, p.93). Ahora bien, respecto a esta
temtica es interesante destacar la siguiente lnea de Metafsica IV,
2 1003b18 donde se lee: a todo gnero que es uno le corresponde una
sensacin y tambin una ciencia. Como puede verse, Aristteles, en
Metafsica, no sufre olvido alguno respecto a sus principales
criterios epistmicos, razn por la cual es sensato pensar que los
mismos no son aplicables en el marco del saber de la totalidad.
]
Ahora bien, para hacernos una idea de la bidimensionalidad del
anlisis teortico y metodolgico que Pavn lleva a cabo en su
investigacin, examinaremos la estructura de la concepcin protolgica
del saber, tal y como este autor la expone.
Es sabido que, en el primer captulo del primer libro de
Metafsica Aristteles tematiza los atributos por los que comnmente
los griegos reconocen a un sabio. En efecto, a partir de un anlisis
descriptivo[footnoteRef:18] de tales opiniones el estagirita
diagnostica las condiciones esenciales que perfilan a la
sophia.[footnoteRef:19] Ahora bien, esta manera en que procede el
filsofo sigue una metodologa dialctica, puesto que la fuente de
adquisicin de su reflexin son opiniones comnmente admitidas
(endoxa). Pavn, siguiendo muy de cerca este anlisis dialctico,
resalta la importancia que Aristteles otorga a la universalidad
como atributo fundamental del saber filosfico, perfilada tras
aclarar que desde el punto de vista del objeto, la filosofa es todo
lo contrario de un saber definido por su mxima
extensin[footnoteRef:20] en la medida en que su rigurosidad y
exactitud[footnoteRef:21] epistmica son requeridas por su
constitutiva condicin protolgica. Esta precisin sobre el sentido de
la universalidad de la filosofa deriva de la consideracin de los
atributos reconocidos al hombre sabio, pues, sabio no es el que
sabe de todo un poco, sino el que sabe sobre los principios de
todas las cosas. Dicho brevemente, lo que define la universalidad
del saber es su carcter protolgico y no su imposible universalidad.
Pero, para entender con la mayor claridad posible esta tesis
medular de la lectura de Pavn es oportuno retomar las cuatro
concepciones del saber filosfico que circulan en la Metafsica. Como
ya dijimos, Aristteles concibe la filosofa en Metafsica a partir de
cuatro nociones, a primera vista, distintas. En efecto: en
Metafsica I, como vimos, se concibe como protologa; en Metafsica
IV, como ontologa; en Metafsica VII como usiologa y en Metafsica
XII como teologa. Aparentemente se tratara de cuatro proyectos
distintos (distincin esta que, como ya apuntamos, llev a Aubenque a
declarar el fracaso de la Metafsica). Sin embargo, Pavn, retomando
la posicin de Reale,[footnoteRef:22] pero sin aceptar su salida
teolgica, muestra que las cuatro definiciones posibles de filosofa
en cuanto ciencia buscada- se pueden unificar en la protologa y en
la ontologa. [18: (Pavn, 2004, p. 81). ] [19: Recordando las
palabras del Filsofo, Pavn nos dice que se llama sabio a aquel que
posee el conocimiento que exhibe las siguientes caractersticas y
las menciona; Universalidad [] Dificultad, Exactitud, Perseidad y
Dominio. (Pavn, 2004, p. 82). Pavn destaca que en la articulacin
del concepto de sophia en Metafsica, Aristteles utiliza una
estrategia de carcter dialctico. A este respecto, sobre la
asimilacin de la historia como parte integral del filosofar
aristotlico, vase, en general; (W. Jaeger, Aristteles; bases para
la historia de su desarrollo intelectual, trad. cast, Jos Gaos,
FCE, Mxico, 1984) en especial, sobre la doctrina de las causas;
(Jaeger, 1984, p, 161- 162, 339-340, 421ss, entre otros lugares).
Sobre la importancia del proceder aristotlico apuntalado en el
examen histrico- terico de la opinin comn como constitutivo de la
teora de las cuatro causas, vase; (Reale, 1999, p. 124-130).
Finalmente, consultese tambin el captulo titulado Ser e historia
que Aubenque dedica al tema, (Aubenque, 1987, 71- 91). ] [20: Sobre
el carcter no extensivo que define a la Filosofa como saber
universal, Pavn escribe; [] La filosofa en cuanto ciencia de la
totalidad no es, obviamente, vaca polimata; no es el vano parloteo
de quien pretende conocer lo imposible, sino la ciencia de los
principios de todas las cosas. (Pavn, 2004, p. 85). ] [21: Cfr.
Metafsica I, 2, 98225. En este lugar, Aristteles modula la akribeia
protolgicamente.] [22: Pavn comparte la opinin de Reale respecto a
concebir la protologa como el sentido unificador de los cuatro
proyectos a travs de los cuales, Aristteles define la sophia a lo
largo de Metafsica. Estas palabras de Reale son citadas por Pavn;
la filosofa primera es, en primer lugar, aitiologa o arqueologa,
investigacin sobre las primeras causas y los principios. Las causas
y los principios primeros son las condiciones o las razones
supremas de lo real: son aquello que fundamenta y, por ende, lo que
explica la realidad. Los libros A y B de ninguna manera son los
nicos que contienen esta perspectiva sino que, simplemente, son
aquellos que la desarrollan enfatizndola explcitamente. (G. Reale,
Il concetto di filosofa prima e lunit della Metafisica di
Aristotele, Milano, Vita e Pensiero, 1961.p. 327 en Pavn, 2004, p.
41-42. Sobre el mismo tema, Reale enfatiza; la perspectiva
aitiolgica o arqueolgica no es una etapa [...] en torno al objeto
de la filosofa primera, sino una constante presente a lo largo de
todos los libros ya que este aspecto de la metafsica es esencial y
hunde sus races muy profundamente en el pensamiento griego.
(ibidem). ]
En otras palabras, segn Pavn es precisamente por ser
ontoprotolgica que la filosofa de Aristteles versar sobre la
substancia y sobre Dios, ambos principios y ambos universalsimos.
De manera que la filosofa de Aristteles por ser protolgica tendr
que ser ontolgica, ya que slo a lo que es en cuanto que es puede
corresponderle la mxima abstraccin expresada en la nocin de
primeros principios.
Por lo tanto, aceptando el anlisis de Pavn, podemos decir que el
telos protolgico atraviesa los cuatro proyectos de la prote
philosophia teorizados en Metafsica; lo que significa que, en este
corpus, se expone la bsqueda y al mismo tiempo la justificacin, de
los principios mximamente universales y justamente (como ya lo
decamos) este es el sentido que hace posible una concepcin
totalizante del saber.[footnoteRef:23] Sobre este particular, Pavn
insiste al momento de aclarar que esta universalidad protolgica
contrasta, por un lado, con una pretendida ciencia de todas las
cosas (pues, si as fuera, sta acabara anulndose a s misma como
saber por su mxima imprecisin) y, por otro lado, tambin contrasta
con la rigurosidad de la Regina Scientiarum (es decir, la teologa).
En efecto, en el primer caso, el propio marco de la epistemologa
aristotlica impide un saber semejante, pues, para el estagirita,
los gneros son incomunicables entre si, (lo que significa que es
imposible admitir que haya una ciencia de todas las ciencias, pues,
ella sera por definicin, la ciencia de todos los gneros lo cual es
un absurdo[footnoteRef:24]) en el segundo caso, la filosofa acabara
identificndose con una ciencia particular y por ende, ya no podra
ser ontologa. [23: Pavn afirmar que; la sophia en cuanto ciencia de
las primeras causas y de los primeros principios, es la ciencia de
la totalidad. (Pavn, 2004, p. 84). Por su parte, Aubenque, muy a su
pesar reconoce que slo de esta forma podra constituirse y con ello
salvar su propia posibilidad- la pretendida ciencia universal. Al
respecto, esto seala; el universal aparece entonces como principio
del conocimiento del los particulares, de tal suerte que los
discursos universales dejan de oponerse a la ciencia de la cosa;
pues quien conoce el principio conoce tambin aquello de lo cual es
principio el principio. Slo mediante este rodeo podra salvarse una
ciencia de la totalidad: semejante ciencia no sera, hablando con
propiedad es decir, en acto- una ciencia de todas las cosas, sino
un ciencia de los principios de todas las cosas, o sea, una ciencia
de los primeros principios. (Aubenque, 1987, p. 206- 207) En
definitiva, Aubenque, no tiene ms remedio que admitir el magistral
movimiento de la mente aristotlica. Vase adems (Pavn, 2004, p. 86).
] [24: Pavn analiza los criterios por los cuales, para Aristteles,
`ser no es un gnero (Pavn, 2004, 93-97) Y es que, as como el saber
filosfico no es universal en cuanto que permita conocer de todo, o
que subordine a todas las ciencias particulares allanando su
competencia, tampoco lo es si por ello se entiende, ciencia en el
sentido de saber genricamente determinado. Al respecto, Pavn
escribe: no hay que equivocarse acerca del concepto de totalidad,
precisamente, porque la ciencia buscada estudia el ser en cuanto
ser esta ciencia no compite con las particulares y, justamente por
ello, su objeto no es la absurda sumatoria de todos los objetos
posibles. La ciencia del ente en cuanto tal no estudia cualquier
objeto. Su universalidad no es extensiva sino que depende de la
nueva perspectiva desde la cual es estudiado el objeto. (Pavn,
2004, p. 158)]
En definitiva, la lectura de Pavn pone de manifiesto que si
consideramos la generalidad propia del saber filosfico slo desde la
dimensin del objeto, la filosofa puede ser fcilmente confundida con
la polimata[footnoteRef:25] o con una especie de cultura
general[footnoteRef:26]; pero, si se enfoca el objeto de la
filosofa desde una perspectiva protolgica entonces, la
universalidad de la ontologa se vincula a la condicin propia de la
filosofa entendida como un saber capaz de teorizar sobre lo que es
primero en el orden del ser y del conocer, es decir, el principio o
mejor dicho; sobre los principios. Esto significa que lo propio de
la reflexin filosfica es buscar los principios comunes a todo lo
que es. [25: Y es que, as como Pavn niega que la filosofa sea
ciencia, en el sentido de un saber especfico de un objeto
genricamente determinado. (Pavn, 2004, p. 226) asimismo niega que
la filosofa sea polimata, es decir, el saber que pretende saberlo
todo. (idem).] [26: Aubenque analiza la posible vinculacin entre
dialctica y filosofa a traves del dilogo apcrifo Los Rivales,
puesto que la temtica de dicha obra versa sobre lo que se entiende
por `filosofa. A este respecto y comentando a Aubenque, Pavn
precisa que en los Rivales pueden reconocerse; las tres
concepciones de la filosofa que en la cultura de la poca rivalizan
entre s; la filosofa o es polimata [] o es ciencia [] o es cultura
general. (Pavn, 2004, p.226). Ahora bien, asumidas estas
perspectivas, Aubenque sopesa la concepcin de `filosofa plasmada en
Metafsica a la luz de aquellas y aplicando tal operacin descarta
tanto que la filosofa sea vaca polimata como rigurosa ciencia. Es
decir, niega que la filosofa sea metodolgicamente rapsdica pero
tambin niega que sea apodctica. Por consiguiente, para Aubenque,
slo queda aceptar que la filosofa sea una especie de cultura y es
cuanto tal que la vincula a la dialctica. Por consiguiente, si la
filosofa es metodolgicamente dialctica ello mismo patentiza el dbil
status epistmico que es menester reconocerle a aquella en cuanto
saber de carcter general, pues, si el filsofo es como el dialctico,
su saber general estriba en ser capaz de juzgar acerca de todo sin
ser competente nada. Y es que, como quiere destacar Aubenque, la
cultura, aunque tiene la ventaja de ser general [] tiene el
inconveniente de no ser un saber. (Aubenque, 1987, p. 272). Asi
pues, desde la ptica de Aubenque, la ciencia buscada, no habiendo
podido adaptarse al canon de la apodeixis, slo le queda el camino
de constituirse por va dialctica; pero, intentndolo de esta ltima
manera vuelve a condenarse como saber. En sntesis, la tesis de
Aubenque consiste en evidenciar el carcter no apodctico de la
filosofa, y en vista de su posible constitucin epistmica afirma la
naturaleza dialctica del filosofar, sin embargo, concederle tal
carcter es igual a negar que la filosofa sea un saber.]
Es, en este sentido, que Pavn rehabilita la concepcin
ontoprotolgica del saber filosfico.[footnoteRef:27] Ahora bien, una
manera de sintetizar los rasgos y condiciones de la concepcin
ontoprotolgica[footnoteRef:28] del saber es comentar un pasaje que
encontramos al comienzo de Metafsica VI, 1[footnoteRef:29] en el
cual el estagirita teoriza sobre la condicin de la filosofa
entendida como ciencia universal[footnoteRef:30]
buscada-[footnoteRef:31], precisando lo siguiente: [27: Para
entender el cambio de ruta trazado en la expresin ontoprotologa
referida a la filosofa primera es menester resumir, brevemente, el
llamado problema del objeto de la Metafsica aristotlica.
Efectivamente, frente a la apora exegtica en la cual la ontologa
pugna con dos ciencias regionales, ya sea tras la vieja
discrepancia entre teologa y ontologa o, en la propuesta de la
ontologa de la fsica, Pavn asume una perspectiva distinta. En
efecto, sobre la cuestin de la duplicidad de proyectos presentes en
la Metafisica, comparte las siguientes palabras de Natorp; segn la
interpretacin comnmente aceptada [] la ciencia filosfica
fundamental, por un lado [...] sera la que trata del ser en general
pero, por el otro o mejor, en el mismo sentido, tendra como objeto
particular una determinada esfera del ser, es decir lo que inmvil e
inmaterial. Sobre la circunstancia por la cual esta doble
interpretacin de la tarea de la filosofa primera implica una
intolerable contradiccin porque el ser en general, o en cuanto ser,
y un gnero determinado del ser son opuestos que se excluyen
recprocamente hasta la fecha no ha habido claridad. (P. Natorp,
Tema e disposizione della Metafisica di Aristotele, trad. It. De V.
Cicero, Milano, Vita e Pensiero, 1995, p. 65. Citado en Pavn, 2004,
p. 26- 27). Al conciso ensayo del Natorp titulado; Thema und
Disposition der aristotelischen Metaphysik, (publicado en 1888)
Pavn le presta especial atencin, pues, segn sostiene, con este
ensayo largo el exegeta neokantiano, fue l quien dio al traste con
la pretendida unidad de ontologa y teologa que caracterizaran al
sentido propio de la Metafsica aristotlica. (Pavn, 2004, p. 26) Por
consiguiente, a la propuesta interpretativa de Natorp se oponen
todas aquellas lecturas de corte tomista como, por ejemplo, la del
Padre Owen o la de Reale, pues, para ambos exegetas el despliegue
de significados de `ser que tiene lugar en Metafsica, esto es, la
ontologa aristotlica- slo tiene sentido en vista del estudio de la
substancia absolutamente separada y en acto. As, en descarga de la
tesis de Natorp, Owen seala: La primera instancia de la Substancia,
del Ser en cuanto Ser, de la Forma, de las causas, de la verdad en
sentido objetivo, es de la misma manera la Sustancia separada. La
naturaleza de la Sustancia separada es el tema estudiado bajo todas
estas designaciones. La concepcin ontolgica de esta ciencia, por
consiguiente, no se halla en la Metafsica. Una ciencia que trate
universalmente del ser y que no identifique con la ciencia de una
clase definida de ser, es extraa al proceder del Estagirita. (J.
Owens, The Doctrina of Being in the Aristotelian `Metaphysics,
Toronto, Pontificial Institute of Medieval Studies, 1963, p. 380
citado en Pavn, 2004, p. 199. Cursivas aadidas por el autor). No
obstante, respecto a la identificacin de la ontologa con la
teologa, conviene recordar que el mismo Aristteles advirti que la
teologa no era una ciencia en s misma universal, sino que lo era
por ser primera. No obstante, Aristteles estaba consciente de que
tal salida no superaba plenamente la condicin de ciencia particular
que puede atribursele a la teologa, precisamente, por versar sobre
el gnero de lo divino; de all que el estagirita indique que se
trata de una cuestin aportica, es decir, respecto a la cual cabe
dudar, lo que significa que se trata salida discutible. Ahora bien,
tomando los frutos de la propuesta de Natorp, Pavn, sintetiza el
problema entre ontologa y teologa al sealar que la ontologa de
ningn modo acepta subordinarse a la teologa y que, a su vez, sta
rechaza ser una comarca de aquella, pues, como puntualiza si
resulta imposible a la ontologa hacerle un espacio a la teologa,
tampoco esta ltima aceptar de buen grado convertirse en una comarca
de la ontologa puesto que Aristteles maneja una idea de la teologa
como ciencia de lo primero, ciencia del principio (Pavn, 2004, p.
93). Desde esta perspectiva, Natorp y Pavn con l- no niegan que a
la filosofa primera le competa el estudio del ser divino; pero, lo
que ellos aclaran es que; [] la divinidad no constituye el objeto
sino slo un objeto de la Filosofa Primera. (Natorp, Tema, p. 69
citado en Pavn, 2004, p. 27 nota 19). En otras palabras, lo divino
es uno de los objetos sobre los cuales reflexiona la filosofa en
cuanto ontoprotologa, esto es, en cuanto saber que versa los
primeros principios del ser en cuanto ser universalmente
considerado. Por lo tanto, compartiendo esta interpretacin
propuesta por Natorp, Pavn concluye; no existe en la obra de
Aristteles una teologa en sentido riguroso ya que lo nico que
podemos conocer de Dios es su existencia y su esencia y ello no es
suficiente para garantizar el estatuto epistmico del discurso
teolgico. (Pavn, 2004, p. 27- 28). Esta extensa nota cumple la
funcin de contextualizar las fuentes tericas de la obra de Pavn,
cuya propuesta general como ya se dijo- constituye el punto de
partida que asumimos en esta investigacin.] [28: El mrito del
ensayo de Natorp, al que Pavn concede tanta importancia en su
aproximacin a Metafsica, es reconocido no slo por la exegtica
aristotlica sino tambin por un pensador como Heidegger. En efecto,
segn nos comenta Berti, Heidegger, ensanchando el horizonte de
comprensin abierto por la obra de Natorp respecto de la Metafsica,
se retrotrae a Kant para aproximarse al corpus metafsico. Estas son
las palabras de Berti; Heidegger afirma: la filosofa en cuanto
filosofa primera tiene por lo tanto un doble carcter, es la ciencia
del ser y es la ciencia de lo divino, es decir, es ontologa y
teologa. El luego seala que esta duplicidad se refiere a un
problema ya sealado por Paul Natorp, del cual cita el artculo Thema
und Disposition der aristotelischen Metaphysik [] problema que a su
modo de ver no se puede resolver a travs de una interpretacin
histrico- filolgica [] sin que requiere de una nueva comprensin
para la cual Heidegger acude a Kant. El sentido de este reenvio y
de la nueva comprensin de la filosofa, auspiciada por Heidegger, es
aclarado en su libro Kant e il Problema della metafisica. (E.
Berti, La Metafsica di Aristotele., 117-143, en Perche la
Metafsica, AA.VV, a cura di A. Bausola e di G. Reale, Vita e
Pensiero, Milano, 1994, p.119, traduccin nuestra). A la postre, la
aproximacin de Heidegger al proponer una lectura onto- teolgica de
la Metafsica Aristotlica terminar por alejarlo de la propuesta
interpretativa de Natorp. Las traducciones de textos de las obras
utilizadas en esta investigacion escritas en idioma extranjero son
nuestras. ] [29: Metafsica VI, 1, 1025b5ss. ] [30: Metafsica I, 2
98222.] [31: Metafsica I, 2 9825 Metafsica III, 1 99525.]
Toda ciencia discursiva o que participe en alguna medida del
pensar discursivo, se ocupa de causas y principios ms exactos o ms
sencillos. Ahora bien, todas estas , al estar circunscritas a algo
de lo que es, es decir, a un cierto gnero, se ocupan de ste, pero
no de lo que es, en sentido absoluto, es decir, en tanto que algo
que es, y tampoco dan explicacin alguna acerca de qu- es, sino que
tomndolo como punto de partida unas, tras exponerlo a la percepcin
sensible; otras, asumiendo el qu- es como hiptesis- demuestran, con
mayor necesidad o con mayor laxitud, los atributos que pertenecen,
por s mismos, al gnero de que se ocupan. Por lo cual es evidente
que de tal tipo de induccin no resulta una demostracin de la
entidad (substancia) ni de qu es (quididad)[footnoteRef:32] sino
que modo de exponerlo es otro. Asimismo, nada dicen tampoco acerca
de su existe o no existe el gnero de que se ocupan: y es que
corresponde al mismo pensamiento discursivo poner de manifiesto el
qu- es (quididad) y si es o existe. [32: Aunque al citar este
pasaje empleamos la traduccin de Toms Calvo Martnez, utilizamos
tambin la traduccin de Garcia Yebra, pues, cotejando ambas
versiones puede aclararse el texto. As cuando Calvo coloca
`entidad, Yebra precisa que se trata de `substancia y, de igual
forma, cuando Calvo dice que no hay demostracin del `qu es, Yebra
emplea el trmino escolstico `quididad. ]
En este pasaje hay, al menos, tres cuestiones importantes a
efectos de calibrar el status epistmico de la filosofa:En primer
lugar; Aristteles seala que el objeto de toda ciencia se
circunscribe a algn gnero y, en esta medida, cada ciencia versa
sobre una cierta parte de lo que es, lo que significa que las
ciencias genricamente determinadas tienen un alcance limitado y,
por ello mismo, no pueden versar sobre lo que es en cuanto que es.
Precisamente este alcance mximo define el status epistmico de la
filosofa, pues, si la condicin de las ciencias es versar sobre un
gnero determinado, entonces, la filosofa, efectivamente, no es una
ciencia, sino que es un saber. Por lo tanto, partiendo del carcter
protolgico propio de la filosofa, es evidente que ella no podr
restringirse, epistmicamente, a la universalidad genricamente
determinada propia de ciencias particulares, como la fsica o como
la teologa, an cuando sta ltima sea la ms eminente en el orden del
objeto. En otras palabras, la filosofa como ontoprotologa no puede
ser una ciencia particular, es decir, Aristteles, segn Pavn, no
tendra ningn empacho en reconocer que la filosofa es cuanto tal
(ontoprotologa) no es ni ser nunca una ciencia, pues (y en esto
estriba la crtica que Pavn le hace a Aubenque) ello no impide que
la filosofa, an no siendo ciencia, deje de ser el saber ms elevado.
El filsofo pues, no es un cientfico, es un sabio o, por lo menos,
pretende serlo. Y, este es como dira Pavn- el amargo precio que
debe pagar la filosofa si se reconoce como saber y a la vez como
ontoprotologa.[footnoteRef:33] [33: Pavn le toma la palabra a
Aubenque cuando este exgeta confiesa el amargo triunfo de la
dialctica. Al respecto, esto es lo dice Aubenque; El verdadero
dilogo es para l [Aubenque se refiere a Aristteles], aquel que
progresa sin duda- pero que no concluye; pues slo la inconclusin
garantiza al dilogo su permanencia. [] tal es, en Aristteles, el
amargo triunfo de la dialctica: que el dilogo renazca siempre pese
a su fracaso; ms an: que el fracaso del dilogo sea el motor secreto
de la supervivencia. (Aubenque, 1987, p. 284, cursivas aadidas).
Mejor imposible dira Pavn, quien citando la expresin con la que
Aubenque confiesa la posible la constitucin dialctica de la
Metafsica, nos dice; Y este es el amargo triunfo de la dialctica y
de la filosofa aristotlica: el saber en su mxima expresin no nos
infunde para nada aquella tranquila seguridad que nos brinda la
demostracin y ese es el precio a pagar si la ciencia quiere
completar su constitucin convirtindose en saber onto- protolgico.
Sin duda, la dialctica es eficaz pero su eficacia tiene un lmite y
ese es, justamente, el lmite propio de todo filosofar. (Pavn, 2004,
p. 258) Y es que, segn Pavn, Aristteles no tendra ningn problema en
afirmar que la naturaleza de la filosofa en cuanto ontoprotologa
supone siempre un volver a comenzar. De all que, como dice el
citado autor, Aristteles [] no tiene ningn empacho en afirmar: Con
que la cuestin que se est indagando desde antiguo y ahora y
siempre, y que siempre resulta aportica, qu es el ser, se
identifica con esta qu es la substancia? (Met., VII, 1, 1028b2ss.);
lo cual significa que la filosofa, por ms buenas razones que nos
brinde, no pronuncia nunca la ltima palabra. (Pavn, 2004, p. 265).
]
Ahora bien, si aceptamos esta lectura del concepto de filosofa
que propone Pavn es de suyo evidente que, si la filosofa
(ontoprotologia) no es ciencia tampoco su mtodo podr ser la
apodeixis y esa conclusin la reconoce el propio Aristteles
precisamente en Tpicos[footnoteRef:34] que es la obra dedicada al
estudio del mtodo dialctico. En efecto, teniendo en cuenta que en
el conocimiento apodcticamente constituido los principios son
asumidos, en Tpicos I, 2 10137ss el Filsofo declara: [34:
(Aristteles, rganon I, Tpicos, trad. cast. M. Candel Sanmartn,
Editorial Gredos, Madrid, 2000). ]
A partir de lo exclusivo de los principios internos al
conocimiento en cuestin, es imposible decir nada sobre ellos
mismos.
Como no es posible utilizar el mtodo demostrativo para teorizar
sobre los principios porque conocerlos apodcticamente significa
demostrarlos pero; para lograrlo hay que asumirlos, lo cual nos
lleva a uno de estos dos vicios lgicos; o una peticin de principio
o una reduccin al infinito en el orden de las
premisas.[footnoteRef:35] De manera que el alcance epistemolgico de
la apodeixis en lo concierne a la fundamentacin protolgica es nulo.
Para Aristteles, los principios de las demostraciones; los
principios propios y por supuesto, los principios comunes, por su
propia condicin son indemostrables y, para corroborar todo lo dicho
podemos, incluso, acudir a los Analticos. En efecto, en Analticos
Segundos I, 10 7638 el filsofo es elocuente cuando seala: [35: En
palabras de Pavn; No puede haber conocimiento apodctico de los
principios porque, si lo hubiese, una de dos; o los principio no
son verdaderamente tales porque son a su vez deducidos de premisas
anteriores las cuales se convierten en los nuevos principios que
hay que explicar; o los principios se demuestran mediante ellos
mismo lo cual es una peticin de principio. En pocas palabras; la
demostracin es intil para obtener el conocimiento protolgico que es
precisamente el conocimiento al cual aspira la ciencia buscada.
(Pavn, 2004, p. 99).]
Llamo principios, en cada gnero, a aquellos que no cabe
demostrar que son. Se da, por supuesto que significan las cosas
primeras y las derivadas de ellas; en cuanto al que son, los
principios es necesario darlos por supuestos, y las dems cosas,
demostrarlas.
Aristteles es puntual al reconocer la indemostrabilidad propia
de los principios y, sin embargo, esta condicin no hace que el
estagirita cierra el camino a la ciencia protolgica, pues, una vez
ms en Analticos Segundos I, 3 72b19ss el filsofo declara:
Pero nosotros decimos que no toda ciencia es demostrativa, sino
que la de las cosa inmediatas es indemostrable (y es evidente que
esto es necesario: pues, si necesariamente hay que conocer las
cosas anteriores y aquellas de las que la demostracin, en algn
momento se han de saber las cosas inmediatas, y stas necesariamente
sern indemostrables.
Lo que Aristteles dice en el pasaje citado es sumamente
importante y respecto a este mismo tema reflexiona, con claridad
meridiana, en Analticos Primeros I, 4 25b, 30 al sealar lo
siguiente:
El razonamiento es ms universal que la demostracin [] la
demostracin es un cierto razonamiento pero no todos los
razonamientos son demostraciones.
La situacin que se presenta es clara; la apodeixis no tiene
alcance protolgico porque los principios son indemostrables, pero,
es preciso discurrir en torno a ellos y por esta razn, Aristteles
sostiene que, epistmicamente, no todo saber tiene que ser
demostrativo. De manera que aunque la ontoprotologa, en cuanto tal,
no sea apodctica (y esto confirma, una vez ms, el carcter no
cientfico de ese saber) sin embargo, sigue siendo un saber y todo
saber, si no es vana palabra debe tener un mtodo. La cuestin es
esta; Cul ser el mtodo que se ajusta a la filosofa entendida como
saber ontoprotolgico? Obviamente, no es la apodeixis por todo lo
dicho. Debemos renunciar entonces al mtodo? La respuesta de
Aristteles es negativa y esto se corrobora acudiendo tanto a Tpicos
como a los Analticos. En efecto, en Analticos Segundos I, 11 7727
ss leemos:
Todas las ciencias se comunican entre si en virtud de las (llamo
comunes a aquellas de las que uno se sirve demostrando a partir de
ellas, pero no aquellas acerca de las cuales se demuestra ni
aquellas que se demuestran), y la dialctica se comunica con todas
como una intentara demostrar universalmente las cuestiones
comunes.
Y a partir de Tpicos I, 2 10135- 101b Aristteles es an ms claro,
respecto a que la dialctica, al sealar que:
Es til para las cuestiones comunes propias de cada conocimiento.
En efecto, a partir de lo exclusivo de los principios internos al
conocimiento en cuestin, es imposible decir nada sobre ellos
mismos, puesto que los principios son primeros con respecto a todas
las cosas, y por ello es necesario discurrir en torno a ellos a
travs de las cosas plausibles concernientes a cada uno de ellos.
Ahora bien, esto es propio o exclusivo de la dialctica.
Los pasajes citados evidencian la reconocida utilidad filosfica
de la dialctica respecto de los primeros comunes. De manera que el
mtodo del saber que versa sobre los primeros principios (protologa)
es la dialctica y, desde esta perspectiva, Pavn consigue sostener
que, metodolgicamente, la ontoprotologa es dialctica.As pues, la
propuesta interpretativa de Pavn en su Filosofa de la Filosofa
podemos reducirla (desde el punto de vista que a nosotros nos
interesa) a este argumento: 1) La filosofa defendida en la
Metafsica, la filosofa a secas, la prote filosofa es una reflexin
que estudia los principios ms generales en cuanto que principios de
lo que es en cuanto que es. As pues, como dira Pavn, la Filosofa
con la F mayscula es ontoprotologa.2) De los principios no hay
demostracin, por lo tanto, si la filosofa quiere seguir siendo un
saber y adems una ontoprotologa, desde la perspectiva metodolgica,
no le queda otro camino que entregarse al proceder del
dialctico.
En suma y con esto concluimos el resumen de este aspecto de la
investigacin de Pavn; la filosofa ni es teologa (Reale) porque si
lo fuera sera una ciencia particular, pero, tampoco, la Metafsica
es la vaca etiqueta de un saber frustrado[footnoteRef:36]
(Aubenque) porque an no siendo, en el orden de su objeto,
metodolgicamente apodctica bien puede ser dialctica. [36: Aubenque
sostiene que, Aristteles, buscando una ciencia que no verse sobre
un gnero determinado, acaba violando los principios epistmicos que
l mismo ha sostenido en los Analticos. Esto es verdad, pero, tambin
es cierto que en Metafsica IV el Filsofo recuerda las condiciones
epistmicas que l mismo ha dado para la constitucin de toda ciencia
y, precisamente, a este respecto, conviene dar la debida
importancia al hecho de que en la propia Metafsica Aristteles asume
plenamente que toda ciencia versa sobre un gnero. Por consiguiente,
siendo este el estado de las cosas cabe preguntarse lo siguiente:
acaso esta declaracin de Aristteles no tiene ningn valor, al punto
que se obvi toda reflexin en torno a ella? Evidentemente, la
respuesta debe ser negativa; y es que, a nuestro modo de ver, el
reconocimiento que hace Aristteles es fundamental al momento de
calibrar el sentido de la ciencia buscada en la Metafsica. Dicho
con otras palabras, si Aristteles sigue adelante en el intento de
constituir la ciencia sin gnero entonces es obvio que, para el
estagirita, el captulo de la ontologa no esta para nada- cerrado.
Claro, Aubenque dira que Aristteles, intentando esta fundamentacin
lo nico que logra es multiplicar los argumentos en contra de su
posibilidad y, en ltima instancia, Aubenque tambin podra decir que
todos los intentos del estagirita en esta direccin, no son ms que
meras declaraciones de principios, por lo que la ciencia buscada no
rebasa jams su dimensin programtica. Sin embargo, no deja de
resultar interesante considerar el hecho de que en la propia
Metafsica (VI) el estagirita incorpore un libro donde reflexiona
epistemolgicamente sobre la ciencia buscada; pero, es an mas
curioso que all (Metafsica VI) y en otros lugares como Metafsica
IV- no deje de insistir en que la ciencia buscada es tal en la
medida en que es distinta de toda ciencia particular, es decir, en
cuanto que no genrica. As pues, para nosotros, todas estas razones
llevan a pensar que la ontologa ni es slo un proyecto, ni nace
muerta como cree Aubenque- sino que es siempre un saber
problemticamente buscado. En consecuencia, para nosotros tiene razn
Pavn cuando escribe que; si la filosofa no quiere ser engullida por
la ciencia, no importa de cual ciencia particular se trate, tiene
necesariamente que constituirse como saber ontoprotolgico,
reflexivo y dialcticamente construido. (Pavn, 2004, p. 263). ]
Como se pudo apreciar en este sucinto resumen de la investigacin
de Pavn, uno de los puntos medulares de su propuesta interpretativa
es que la dialctica es un mtodo de alcance protolgico y, en esta
misma medida, la dialctica es constitutiva del proceder metodolgico
de la Metafsica, aceptando que en dicha obra Aristteles reflexiona
sobre la filosofa entendida como ontoprotologa y, precisamente,
esta es la conclusin que se desprende de las pginas anteriores.
Ahora bien, en lo que respecta a esta investigacin asumiremos la
tesis de Pavn que acabamos de exponer y en plena sintona con ella
intentaremos profundizarla a fin de desarrollar de manera rigurosa
lo concerniente a la concepcin aristotlica de mtodo dialctico y al
planteamiento de sus respectivos procedimientos. Y es que, si
dialctica y ontoprotologa comparten identidad de dominios en virtud
de su comn alcance protolgico, entonces, tambin deberan compartir
identidad de procesos.[footnoteRef:37] este respecto, nuestra
investigacin pretende ser una puntualizacin de la tesis de Pavn al
enfocarla desde el punto de vista del examen de algunos de los
procedimientos dialcticos que deberamos encontrar aplicados en
algunas argumentaciones protolgicas de la Metafsica. Claro, es
evidente que con esta manera de proceder la concepcin de la
metodologa dialctica de la Metafsica sostenida por Pavn o bien
resultar ratificada y corroborada de hecho o bien puede resultar
debilitada a la luz de los resultados de esta tesis. He aqu la
justificacin y la pertinencia de este trabajo de investigacin cuyo
desarrollo supone estudiar los aspectos metodolgicos que son
centrales de Tpicos. En este sentido, en el primer captulo se
examinar la estructura general de dicha obra, enfatizando a grandes
trazos sus planteamientos metodolgicos, perfilando as la concepcin
aristotlica de la dialctica. Una vez dado este primer paso en los
dos captulos siguientes analizaremos los procedimientos dialcticos
utilizados para fundamentar tanto el Principio de la Pluralidad de
`ser como el Principio de la Unidad Semntica de `ser. De tal manera
que, objeto del segundo y tercer captulo es constatar que los
procedimientos dialcticos seleccionados se aplican en momentos
neurlgicos de la argumentacin ontoprotolgica aristotlica. [37: Las
expresiones entrecomilladas pertenecen a Aubenque. En efecto, es
este autor quien refirindose a la relacin que se da entre filosofa
y dialctica, seala; identidad de dominios, identidad de procesos:
si la primera afirmacin es clara, la segunda habra de ser
confirmada por un minucioso anlisis de los procedimientos de
pensamiento utilizados en la Metafsica de Aristteles. (Aubenque,
1987, p. 289. Cursivas nuestras). Como puede apreciarse, Aubenque,
no slo actualiza la investigacin en torno al status de la dialctica
aristotlica, sino que al tiempo que declara la debilidad de la
dialctica en cuanto mtodo protolgico, sin embargo, invita a
analizar los procedimientos argumentativos protolgicos a la luz de
los procedimientos metodolgicos de la dialctica. En este sentido,
cabe pensar la posible determinacin de una identidad de procesos (o
de procedimientos) entre Tpicos y Metafsica, cual elemento
fundamental que pondra de manifiesto el vinculo esencial entre
dialctica y filosofa; ya no slo desde el punto de vista formal
(identidad de dominios) sino desde la perspectiva de la propia
constitucin de la filosofa (identidad de procesos). Por
consiguiente, es evidente que desde esta perspectiva, las palabras
de Aubenque estimulan tambin una investigacin como la nuestra. Sin
embargo, es menester reconocer que aunque Aubenque admitiese la
llamada identidad de procesos, sin embargo, esta situacin no
alterara para nada- el fracaso bajo el cual l interpreta el
proyecto ontolgico del estagirita. Pues, analizando el problema del
status de la dialctica aristotlica, Aubenque la vincula a la
universalidad de la cultura general (estrechamente relacionada con
la prctica discursiva de retricos y sofistas). Por lo tanto, aunque
el mismo Aubenque caracterice el mtodo dialctico por su
universalidad, funcin crtica, carcter formal, apertura a la
totalidad (Aubenque, 1987, p. 275), sin embargo, stos mismos rasgos
tambin caracterizan a la cultura general, lo que significa que a
partir de la identidad entre dialctica y cultura general se
inhabilitara el alcance metodolgico- epistmico de la primera. De
all que Aubenque afirme que el discurso dialctico [] incluso si
puede presentar justificaciones relativas, no deja de ser por ello
verbal y vaco haga lo que haga. (Aubenque, 1987, p. 279). ]
Captulo Primero. Horizonte de la Dialctica Aristotlicaen Tpicos
I.
I. El Mtodo Dialctico: Recursos Lgicos y Argumentativos.
En esta investigacin hemos asumido la tesis general que vincula
la universalidad del mtodo dialctico a su alcance ontoprotolgico.
Desde este enfoque, la concepcin aristotlica de la dialctica
perfilada en Tpicos presenta dos dimensiones: por una parte, se
erige como el mtodo de mximo alcance y, por otra, revaloriza
epistmicamente la opinin al enfocarla desde la nocin de
plausibilidad (endoxon). Partiendo de esta idea, Pavn ha mostrado
que, efectivamente, la universalidad del mtodo dialctico une su
suerte a la universalidad de la filosofa entendida como saber
ontoprotolgico. Ahora bien, sobre las bases de este planteamiento
general, la utilizacin de un tipo de argumentacin de naturaleza
dialctica resulta ser propia de Metafsica y, precisamente, hemos
dicho que el propsito de nuestra investigacin es estudiar este
aspecto metodolgico y argumentativo del saber ontoprotologico pues,
ya se ha puesto de manifiesto que la vinculacin entre principios
ontolgicos y mtodo dialctico todava reclama un examen ms detallado
en lo concerniente al estudio de los procedimientos argumentativos
desarrollados en Tpicos, obra temprana[footnoteRef:38] donde
Aristteles desarrolla su propia concepcin de la dialctica como
mtodo.[footnoteRef:39] [38: Tpicos, inserto en corpus de las seis
obras analticas que conforman el Organon, consta de ocho libros,
aunque es comn aceptar a Refutaciones Sofsticas como el ltimo libro
de Tpicos. Y es que, juntas o separadas, ambas obras plasman la
concepcin y alcance del mtodo dialctico aristotlico.
Cronolgicamente, Tpicos es considerado de producin temprana y al
respecto suelen encontrarse argumentos tanto externos como internos
a l que as lo corroboran. En efecto, en el primer caso, el nfasis
recae en la influencia que tuvo la prctica dialctica platnica sobre
la concepcin aristotlica de la dialctica mientras que, en el
segundo caso, se intenta probar la anterioridad de Tpicos respecto
a Analticos. Una referencia vinculada a estas dos vertientes de la
investigacin preocupada por la cronologa la encontramos en las
contribuciones de Reinhardt y Zagal, respectivamente. Esto es lo
que destaca Reinhardt; los Tpicos fueron escritos probablemente al
rededor de 360, no mucho despus de que Aristteles entrara en la
Academia y, por tanto, son en cierto modo, contemporneos a los
ltimos dilogos de Platn. De manera que no sorprende que haya puntos
de contacto en cuestiones de mtodo y materia entre los ltimos
dilogos [platnicos] y los Tpicos. (T. Reinhardt, La propiedad en
los Tpicos de Aristteles, en Anuario Filosfico de la Universidad de
Navarra, 2002, n. 35, p.341). En efecto, sobre la vinculacin de
Tpicos a los escritos platnicos, Reinhardt destaca la obra E.
Hambruch, Logische Reglen der Platonischen Schude in der
Aristolischen Topik (1904). Ahora bien, en lo que respecta a la
anterioridad de Tpicos en relacin con Analticos, Zagal afirma que
est ms o menos fuera de discusin que los Tpicos constituyen una
obra anterior a los Analticos. (H. Zagal, Definicin, Metfora y
Aspheia en los Tpicos. Anuario Filosfico de la Universidad de
Navarra, 2002, n. 35, p. 409) La opinin recogida por Zagal en
cierta medida parte de la ponderacin de los siguientes datos: (1)
algunos lugares, como por ejemplo, Tpicos I, 1 10025- 27 o Tpicos
I, 1 10512-13, contienen la concepcin general del silogismo que,
como se sabe, Aristteles teoriza en Analticos. Por lo tanto, o bien
Tpicos I es posterior al resto del corpus, o bien, Tpicos no es
anterior a Analticos; (2) En Tpicos VIII Aristteles reenva
explcitamente a dos recomendaciones de Primeros Analticos [Tpicos
VIII, 11 1629- 11 - 162b31-33] y, en este caso cabe la misma opinin
antes expresada; (3) En lugares como Tpicos I, 1 100b19- 21 y
Tpicos VIII, 1 155b10- 16 el estagirita remite a Analticos
Segundos. As pues, tratndose una vez ms de los libros primero y
octavo cabe considerarlos posteriores al resto de la obra; (4) En
general, Tpicos I y VIII presentan cierto vocabulario tcnico
ausente en los libros centrales. Por consiguiente, una vez ms es
menester reiterar lo dicho. As pues, tomando en consideracin lo
sealado suele admitirse que si las referencias a Analticos estn en
el primer y octavo libro, entonces, slo los llamados libros
centrales (del segundo al sptimo) son previos a los Analticos,
mientras que los otros dos son menos antiguos. Sin embargo, tambin
circula la tesis segn la cual entre los ocho libros, el octavo es
el ms antiguo por exponer la concepcin aristotlica de la dialctica
centrada, primordialmente, en la justa o en el debate, mientras que
Tpicos I al analizar los fines y el alcance del mtodo le garantiza
a la dialctica un horizonte y alcance mucho ms amplio y slido
teorticamente. Estando as las cosas, cabe admitir el carcter tardo
del primer libro y la anterioridad del octavo respecto del primero.
Sin embargo, como suele suceder con la obra aristotlica, al parecer
el octavo libro de Tpicos, posteriormente, sera revisado por el
estagirita lo que explica, por un lado, su referencia a Analticos
y, por el otro, aquellos pasajes en los que Aristteles parece
recordar o bosquejar lo ya dicho en el primero. Concluimos esta
gnesis sucinta sobre los libros de Tpicos subrayando que, en lo que
respecta a esta investigacin, los pormenores de este asunto no nos
atae, bastndonos con seguir lo comnmente admitido por la exegtica
aristotlica tanto en lo referente al carcter temprano de Tpicos
como respecto a Tpicos I, considerado como el ltimo libro en ser
redactado, en el cual Aristteles ofrece un perfil general de su
concepcin de la dialctica, dotando de articulacin a las distintas
partes del mtodo. ] [39: En efecto, como nos comenta Zagal, ya
desde los tiempos de Cicern se critic el estilo rido de los Tpicos,
texto en que se encuentra en ciernes, sin embargo, toda la lgica
aristotlica. En este sentido es una obra plena de madurez. (Zagal,
2002, p. 409). ]
Aristteles inicia Tpicos declarando lo
siguiente:[footnoteRef:40] [40: Recordamos que en esta investigacin
utilizaremos la traduccin castellana de Tpicos de M. Candel,
publicada por la Editorial Gredos, Madrid, 2000. ]
El propsito de este estudio es encontrar un mtodo a partir del
cual podamos razonar sobre todo problema que se nos proponga, a
partir de cosas plausibles.
En el pasaje citado es menester destacar al menos dos cosas, a
saber: por una parte, el estagirita se propone determinar si puede
haber un mtodo que permita razonar sobre todo problema y, por la
otra, declara que de haberlo, analizar los
elementos[footnoteRef:41] de un mtodo cuya caracterstica
fundamental es partir de premisas plausibles. Esto significa que en
Tpicos el filsofo se dedica a teorizar sobre las condiciones
metodolgicas de la prctica dialctica. Ahora bien, la idea general
acerca del mtodo dialctico nos la brinda la propia articulacin de
Tpicos de manera que son parece oportuno desarrollar ciertas
reflexiones preliminares a este respecto. En efecto, Aristteles
deja bien en claro que, sobre las teoras y los procedimientos
argumentativos estudiados en dicha obra, no cabe pretender la
exactitud que es necesaria en otros mbitos, advertencia esta que es
reiterada por el estagirita en otras ocasiones. Por ejemplo, en
Tpicos I, 1 10118, al concluir su exposicin acerca de las
diferentes especies de razonamientos, el filsofo sentencia: [41: Lo
dicho se corrobora en Tpicos I, 4 101b11ss, donde leemos lo
siguiente; primeramente, pues, hay que considerar en qu cosas
consiste el mtodo. Si pudiramos hacernos cargo de a cuntas y cules
cosas se refieren y de qu constan los enunciados, as como el modo
de disponer sin restricciones de ellas, cumpliramos adecuadamente
el programa establecido. ]
[] no nos proponemos dar una explicacin exhaustiva de ninguna de
ellas [el filsofo se refiere a las distintas especies de
razonamiento][footnoteRef:42] por cuanto, al contrario, queremos
discurrir en torno a ellas sumariamente, al estimar que es ms que
suficiente, de acuerdo con el mtodo preestablecido poder reconocer,
de alguna manera, cada una de ellas. [42: En este captulo inicial
de Tpicos, Aristteles bosqueja los diferentes tipos de
razonamientos y entre ellos coloca al demostrativo, al dialctico,
al erstico y los paralogismos o razonamientos desviados. Ahora
bien, aunque todos ellos, si estn bien construidos, exhiben la
misma estructura, sin embargo, su proceder metodolgico no es el
mismo, pues, tantos son los tipos de discursos tantos sern sus
mtodos y de all que pueda afirmarse que, para Aristteles, no hay un
mtodo nico en lo que respecta a la materia de los discursos. As
pues, que hay una gama de tipos de razonamientos es evidente, de
manera que analizada ya en el marco terico de esta investigacin- la
relacin entre apodeixis y dialctica, no ahondaremos aqu en el
razonamiento demostrativo, centrando la atencin en los distintos
razonamientos no demostrativos, sin pretender ofrecer una
descripcin exacta de sus elementos, pues, como el mismo Aristteles
destaca, tal tarea dada la materia de los mismos- es imposible. Por
consiguiente, grosso modo, prestaremos atencin a los contrastes de
los razonamientos dialcticos respecto de los ersticos y los
desviados. As pues, respecto a los demostrativos sabemos que desde
el punto de sus premisas, la certeza de la apodeixis contrasta con
la plausibilidad de la dialctica. Por su parte, los razonamientos
ersticos son los que an estando bien construidos formalmente, sus
premisas slo aparentemente son verdaderas o plausibles; de all que
si dicho razonamiento esta mal construido formalmente, stricto
sensu, no es un razonamiento, lo que significa que por razonamiento
erstico no debe entenderse necesariamente razonamiento mal formado.
Por su parte, los paralogismos o razonamientos desviados se
caracterizan, no slo por estar bien formados sino tambin por darse
respecto de un determinado conocimiento pero partiendo de supuestos
o premisas falsas; tal tipo de razonamiento es analizado
detalladamente (trazando suficientes diferencias respecto de los
ersticos o sofsticos), por ejemplo, en el captulo 11 de
Refutaciones Sofsticas. En efecto, all se destaca que entre los
razonamientos ersticos y los desviados estos ltimos lucen ms
legtimos que aquellos (Ref. Sof, 11, 1726ss.), pues, aunque
desviados grosso modo- ellos se atienen a la materia en discusin,
an cuando evidentemente fallan en el orden de los principios que
utilizan. Finalmente, el razonamiento dialctico contrasta tanto con
el razonamiento erstico como con el desviado, pues, el dialctico
destaca por su correccin tanto formal como material. En sntesis, el
comentario respecto a estos tipos de razonamientos no demostrativos
se justifica aqu porque el mismo Aristteles perfila el razonamiento
dialctico en permanente contraste con estas otras formas de
argumentar. De suerte que, podra decirse que respecto de los
ersticos la tarea del dialctico es reconocer lo que parece
plausible pero no lo es; respecto de los desviados; su tarea es
crtica, pues, consiste en poner en evidencia al que se equivoca o
al que no sabe (Vase Ref. Sof. 11, 171b5) y, respecto de la
sofstica que, como dice Aristteles es una sabidura aparente, pero
no real. (Ref. Sof. 11, 171b35) su tarea consistir, como bien dice
Aubenque, en refutar. ]
Ahora bien, que lo dicho sea cierto respecto del razonamiento
dialctico es algo que puede corroborarse ya sea verificando la
calidad de sus premisas, ya sea colocndonos desde el punto de vista
de un enfoque formal, es decir, atendiendo a la misma estructura
metodolgica de la teora de de los predicables, la cual, como es
sabido, constituye la columna vertebral de Tpicos. En efecto, en el
primer caso, es menester reconocer que, sobre un mtodo cuyas
premisas son opiniones razonables, por definicin, es imposible
brindar todos los casos posibles, pues, como dice Zadro, pueden
siempre presentarse nuevas formas no prevista en la
clasificacin[footnoteRef:43] de dichas premisas. En este sentido,
la naturaleza del mtodo dialctico estriba en su constante
constituirse y en ello mismo radica su utilidad en cuanto tal y en
lo que respecta a la naturaleza del filosofar. Ahora bien, en lo
que concierne al segundo aspecto de la cuestin, cabe destacar que
el mismo proceder de Aristteles en el planteamiento y desarrollo de
su teora de la predicacin, pone de manifiesto que este tipo de
razonamiento exige, ms que rigidez, flexibilidad y, precisamente
por ello, en la catalogacin de los lugares para la argumentacin en
torno a cada uno de los predicables, el filsofo no procede segn el
modelo exhaustivo propio de la deduccin sino que lo hace
descriptivamente. En efecto, refirindose a este tema en Tpicos I, 6
102b35ss, Aristteles confiesa la inutilidad de un mtodo rgido en lo
que respecta a la argumentacin dialctica. He aqu sus palabras: [43:
Aristtele, I Topici, trad. it. A. Zadro, Luigi Lofredo Editore-
Napoli, 1974, p. 314, nota 13. Zadro es uno de los eruditos
contemporneos que comenta Tpicos. La lnea citada in corpore es
parte de su comentario a Tpicos I, 1, 10118-24. De hecho, respecto
a la particular rigurosidad de Tpicos que venimos tratando- nos
parece til reproducir el texto en que se inserta la lnea referida;
esto precisa Zadro, [] la limitacin en el perfeccionamiento del
anlisis de las argumentaciones se refiere, tanto a las clases o
especies (eide) de la argumentacin y a su teora como teora formal
general, como a cuanto formalmente corresponde a la argumentacin
dialctica, y as tambin al mtodo de discutir movindose a partir de
los endoxa considerados y a lo que formalmente est conectados a
stos, si es verdad que aqu hay un anlisis formal y exhaustivo de
las argumentaciones que se mueven a partir de los endoxa, dado que
su raz est en el hecho de las opiniones opinadas argumentacin
formal que es imposible por definicin precisamente porque siempre
podrn presentarse nuevas formas no prevista en la clasificacin.
(Zadro, 1974, p. 314). Como puede apreciarse, para Zadro, la
limitacin en el perfeccionamiento del anlisis obedecera tanto a la
propia forma general de la teora aristotlica de la argumentacin,
como a lo que formalmente cabe esperar de la argumentacin dialctica
es especial, en cuanto mtodo adecuado para discutir en torno a
opiniones admisibles. De all la necesaria flexibilidad del mtodo
dialctico en orden a la misma calidad de las premisas de dicha
forma de razonamiento. ]
[] no hay que buscar un mtodo nico y universal para todas ellas
[se refiere a los predicables] en su conjunto: en efecto, eso no es
fcil de encontrar y, si se encontrara, sera completamente oscuro e
inutilizable para los fines asignados a este estudio. Habiendo
asignado, en cambio, un mtodo propio a cada uno de los gneros
sealados [se refiere a la definicin, el propio, el gnero y el
accidente] como distintos, puede resultar ms fcil, a partir de lo
peculiar de cada uno.
A partir de pasajes como este y atendiendo a la propia
estructura de Tpicos, mucho se ha insistido y con razn, en el
carcter asistemtico de la obra en cuestin[footnoteRef:44] pero, lo
que parece seguro, es que esta condicin no es simplemente
estilstica, sino que es constitutiva de la misma dialctica
aristotlica y, desde este punto de vista, confrontar tal riqueza
metodolgica requiere de una estrategia precisa sin que ello
implique referencia alguna a un supuesto e inexistente carcter
sistematizante. La nuestra, como ya dijimos,[footnoteRef:45] est
orientada a rastrear en Tpicos algunos de los procedimientos
metodolgicos utilizados por Aristteles en la Metafsica. Para ello,
por una parte, respecto a Tpicos, nuestro anlisis se apoya en la
estructura del primer libro que es el ltimo desde el punto de vista
de la composicin de la obra. Esto lo haremos debido a la reconocida
naturaleza profunda y elaborada, pero al mismo tiempo, depurada y
sinttica que caracteriza a dicho texto. Asimismo, por otra parte,
respecto a Metafsica nos concentraremos en el cuarto libro con la
finalidad de mostrar: (1) el aparato argumentativo que soporta el
principio de la multivocidad del ser, (2) el principio de la unidad
de significacin del ser en vista de la problemtica constitucin de
una ciencia universal y al mismo tiempo unitaria, tesis estas sin
duda- fundamentales y decisivas para la constitucin misma de la
filosofa primera aristotlica. Alcanzar semejante objetivo significa
mostrar que Metafsica por ser constitutivamente dialctica- tambin
tiene que serlo desde el punto de vista de la argumentacin que
utiliza en su concreto proceder. Pero, antes de empezar el estudio
de los procedimientos dialcticos topicales empleados en el efectivo
discurrir de Aristteles a lo largo de sus argumentaciones en
Metafsica IV, 1-2 es indispensable analizar la misma concepcin
aristotlica de la plausibilidad y, de igual manera, es necesario
hacernos una idea respecto a los recursos metodolgicos generales
que se emplean cuando de argumentacin dialctica se trata. Por
consiguiente, en este captulo, dedicado al contexto metodolgico de
la dialctica, desarrollaremos el siguiente itinerario: en el primer
apartado examinaremos, de manera general, la calidad de las
premisas del razonamiento dialctico estudiando la nocin de
plausibilidad y en los tres restantes, nos colocaremos desde una
perspectiva metodolgica ms especfica mostrando que los
razonamientos que parten de premisas plausibles se articulan segn
tres niveles fundamentales que son los siguientes: [44: En efecto,
con toda razn, esto es lo que opina Viano al respecto; es en
extremo dificultoso seguir a Aristteles en el anlisis particular de
los lugares dialcticos que no ordena sistemticamente, que rene en
ncleos construidos con un cierto orden interno pero no coordinados.
(AA. VV, C. A. Viano, La evolucin de la dialctica, Ediciones
Martnez Roca, S. A. Barcelona, 1971.p. 53). ] [45: Como ya dijimos
en el contexto del marco terico de esta investigacin. ]
1- En el primer nivel, las premisas se clasifican segn los
cuatro tpicos o predicables, siendo estos ltimos los esquemas
generales de la argumentacin, en cuanto que estructuras vlidas bajo
los cuales se inscribe toda predicacin.[footnoteRef:46] [46: La
teora aristotlica de los predicables desempean un rol fundamental
tanto para la argumentacin en general, como para la de tipo
dialctico es especial. Por consiguiente, es una investigacin
vinculada a los Tpicos, no puede obviarse al criterio central para
distinguir los diferentes tipos de predicaciones y, por ende, para
juzgar en una argumentacin la validez de los atributos. Y es que,
los predicables representan, como seala Rubinelli; las formas que
necesariamente cualquier asercin asume en el momento en que se
constituye ya que al ser interpretaciones formales, y por tanto
exactas, de la materia del predicado respecto del sujeto,
establecen su misma posibilidad de asercin: en efecto, la atribucin
de cualquier predicable puede regularse y por tanto controlarse.
(S. Rubinelli, Problema de topoi en Aristteles. Notas sobre una
hiptesis diacrnica en Anuario de la Universidad de Navarra, n. 35,
2002, Pamplona, Espaa, p. 382). ]
2- En el segundo, dado el carcter mximamente general de los
tpicos o predicables, stos se articulan a travs de un conjunto de
esquemas argumentativos que Aristteles llama topoi entendidos en un
sentido ms particular si se los compara con los predicables.
Precisamente, para evitar confusiones a este respecto, reservamos
el trmino tpico para referirnos a los predicables y la expresin
topoi para referirnos a aquel conjunto de esquemas argumentativos
que suelen utilizarse en la exposicin de los tpicos
mismos.[footnoteRef:47] [47: Es verdad que el trmino tpicos en la
medida en que significa lugares comunes- es aplicable tanto a los
predicables como a los esquemas argumentativos (topoi); no
obstante, la utilizacin de la palabra tpicos para referirnos
exclusivamente a los predicables es legtima, teniendo en cuenta que
los libros que conforman Tpicos estn dedicados a los diferentes
predicables. Por consiguiente, sobre la base de estas
consideraciones, la estructura de Tpicos se articula, en un primer
nivel, siguiendo la columna vertebral de los predicables y, en un
segundo nivel, propio de cada libro dedicado a un predicable, se
compone de un conjunto de topoi que constituyen los
correspondientes esquemas argumentativos del predicable en
cuestin.]
3- En el tercero, analizaremos la funcin de algunos de los
denominados instrumentos dialcticos (ID). A este respecto,
enfatizaremos que esta categora de la dialctica topical es tan
importante como los mismos predicables y como los topoi que los
articulan, pues, como veremos, los ID sirven de marco referencial a
los procedimientos dialcticos. A este respecto, por una parte, se
evidenciar que las condiciones de uso de las premisas plausibles se
inscriben en alguno de los ID y, por la otra, mostraremos que los
criterios de ciertos ID clasifican los topoi empleados en los
predicables, razn por la cual nos referiremos a tales criterios
utilizando tambin el trmino topoi, pues, en tanto que utilizados en
el contexto de cada predicable y en tanto que marco de
procedimientos argumentativos, es evidente que los ID y sus
criterios son tambin lugares comunes de la dialctica topical. Dicho
esto pasemos a ocuparnos de la primera parte de nuestro itinerario,
es decir, la relativa al anlisis de la calidad de las premisas
dialcticas. 1. Plausibilidad y Seleccin de Opiniones. Aristteles
concibe la dialctica como un mtodo til a toda investigacin, cuyas
tcnicas necesariamente estn orientadas hacia un estudio de las
posibles argumentaciones y que descansa sobre un minucioso aparato
terico cuyo objeto es la opinin.[footnoteRef:48] En efecto, en el
razonamiento dialctico, la opinin es, a la vez, el punto de partida
es decir, la materia de las premisas y la piedra de toque de la
misma argumentacin. Por lo tanto, en un primer momento, Aristteles
apunta hacia la restriccin del dominio de las premisas en virtud
del razonamiento dialctico. A este respecto, en las primeras lneas
de Tpicos,[footnoteRef:49] Aristteles seala lo siguiente: [48: En
efecto, como dice Viano, la dialctica como tcnica lgica es un
conjunto de reglas para ordenar las elecciones posibles en una
investigacin dialgica. (Viano, 1971, p. 50)] [49: Tpicos I, 1
10020- 100b23.]
El propsito de este estudio es razonar sobre todo problema [] a
partir de cosas plausibles [] son cosas plausibles (endoxa) las que
parecen (dokounta) bien a todos, o a la mayora (tos plestois), o a
los sabios (tos sophois), y, entre estos ltimos, a todos, o a la
mayora o a los ms conocidos y reputados (tos mlista gnormois ka
endxois).
En este pasaje es menester destacar tres aspectos muy
importantes y estrechamente vinculados con el alcance del mtodo
dialctico, a saber: (1) La universalidad del proceder dialctico
teleolgicamente considerado; (2) la universalidad del mtodo en
cuanto a su alcance temtico y (3) la universalidad endoxstica de
sus premisas. A continuacin, desarrollaremos estos tres temas.
Desde el punto de vista de sus fines,[footnoteRef:50] Aristteles
enfatiza que el argumentar dialctico es til para
ejercitarse[footnoteRef:51] ya que provee de un mtodo de suma
eficacia argumentativa;[footnoteRef:52] es til en las
conversaciones,[footnoteRef:53] ya que permite evaluar las
opiniones que otros se atribuyen como propias[footnoteRef:54] y,
por ltimo, desde el punto de vista filosfico, por un lado, la
dialctica, en cuanto razonamiento de la
contradiccin,[footnoteRef:55] dispone al discernimiento de la
verdad de los argumentos[footnoteRef:56] (y este mismo esquema, que
se remonta a los antilogoi,[footnoteRef:57] aplicado al examen de
tesis filosficas, permite la articulacin del mtodo de investigacin
aportico)[footnoteRef:58] y, por el otro lado, la dialctica es el
mtodo de la propia racionalidad protolgica.[footnoteRef:59] [50: La
universalidad de la dialctica como mtodo es articulada por
Aristteles en el captulo que dedica a las utilidades de dicho mtodo
en Tpicos I, 2. ] [51: Sobre la ejercitacin en Tpicos I, 2 10127 se
lee; [] que es til para ejercitarse resulta claro por s mismo: en
efecto, teniendo un mtodo, podremos habrnoslas ms fcilmente con lo
que nos sea propuesto. Al respecto, el siguiente pasaje del
Parmnides es elocuente en cuanto a esta utilidad ejercitativa al
plasmar la propia concepcin de la dialctica como razonamiento de la
contradiccin. En Parmnides 135c- 136 se lee: Antes de ejercitarte,
Scrates, te empeas en definir lo bello, lo justo, lo bueno y cada
una de las Formas. Eso es lo que pens ya anteayer, al escucharte
dialogar con este Aristteles. Bello y divino, ten por seguro, es el
impulso que te arrastra hacia los argumentos. Pero, esfurzate y
ejerctate ms, a travs de esa prctica aparentemente intil y a la que
la gente llama vana charlatanera, mientras an eres joven. De lo
contrario, la verdad se te escapar. Y cul es el modo de
ejercitarme, Parmnides? pregunto Scrates. Ese respondi- que
escuchaste de labios de Zenn. [] Adems de eso, debemos hacer esto
otro: no slo suponer que cada cosa es y examinar las consecuencias
que se desprenden de esa hiptesis, sino tambin suponer que esa
misma cosa no es, si quieres tener mayor entrenamiento. (Platn,
Parmnides, trad. cast. de Ma. I. Santa Cruz, A. Vallejo Campos, N.
L. Cordero, Ed. Gredos, Madrid, 1998) (Cursivas aadidas).
Finalmente, respecto a la utilidad de la ejercitacin dialctica,
vase, Tpicos VIII, 14. Este libro es comnmente reconocido como
manual de dialctica en su dimensin peirstica. ] [52: En relacin con
este uso de la dialctica Berti comenta; se puede decir que este
primer uso de la dialctica tiene un carcter personal, o privado, es
decir, de estudio, de adiestramiento en una practica largamente
difundida y sin embargo todava no adecuadamente disciplinada, a los
fines de practicarla ms fcilmente, es decir, ms eficientemente. (E.
Berti, Le Ragioni di Aristotele, Editori Laterza, Roma, 1989, p.32)
Tal es la sistematizacin y el mtodo que ofrecera Aristteles.
Respecto a dicho uso, vase tambin de M. Zanatta, Dialctica y
Ciencia en Aristteles, en Anuario Filosfico de la Universidad de
Navarra, 2002 (35), 25- 52.] [53: Respecto a las conversaciones en
Tpicos I, 2 10129 leemos que la dialctica es til; para las
conversaciones, porque, habiendo inventariado las opiniones de la
mayora, discutiremos con ellos, no a partir de pareceres ajenos,
sino de los suyos propios, forzndoles a modificar aquello que nos
parezca que no enuncian bien. ] [54: Autores como Berti (1989) y
Zanatta (2002) coinciden en que el norte de esta funcin se dirige a
la utilidad que tiene el adiestrarse en este mtodo a fin de
argumentar mejor en pblico. De hecho, Berti sostiene que este es el
uso ms propio y natural de la argumentacin dialctica. Sin embargo,
privilegiar el llamado uso pblico de la dialctica puede conducir a
una directa valorizacin de la dialctica entendida exclusivamente en
su dimensin peirstica, pues, en este marco, como reconoce B