La Alabanza y Adoración Como Instrumento De Liberación Hermana Marleny de Flores Tercer Servicio Guatemala, 29 de enero del Año De La Revelación www.ebenezer.org.gt 1 Dios ha dejado a nuestra disposición diferentes armas espirituales para que podamos pelear cualquier batalla y salir victoriosos. Algunas de ellas son la alabanza y la adoración, estas son armas poderosas que pueden liberarnos de toda sequia espiritual como vemos que sucedió con David en el siguiente verso. Salmos 63:1 (LBLA) Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua. El alma de David, el dulce cantor de Israel llego a sentirse tan sedienta de que él mismo la compara con una tierra seca y árida. Puede ser que en algún momento de nuestra vida nos identifiquemos con David y que nuestra alma se encuentre cansada y angustiada por el calor de la prueba. Sin embargo por más obscuro que sea el valle que estemos atravesando, poderoso es Dios para sacarnos con brazo fuerte de cualquier pozo de desesperación. Por otra parte Dios también puede permitir que pasemos un sequedal con el fin de que anhelemos nuevamente Su rio, ya que puede ser que entremos en un acomodamiento espiritual en donde dejemos de buscar Su presencia. Salmos 143:6 (LBLA) A ti extiendo mis manos; mi alma te anhela como la tierra sedienta. (Selah) Nuevamente vemos a David expresando su necesidad hacia Dios, reconociendo la condición de su alma. A Dios le agrada que seamos sinceros con él, que le expresemos como nos sentimos, que seamos verdaderos, pues Él ama la verdad en lo íntimo. A pesar de la condición en la que se encuentra David, él levanta sus manos para alabar y adorar a Dios, pues comprendió que cuando adoraba a Dios en secreto, Dios lo formaba y fortalecía, de esa manera llego a ser conforme a Su corazón, se dejó moldear, aunque no entendía lo que estaba pasando, aunque el proceso era doloroso, él sabía que estaba seguro en las manos de Dios. Sal 84:2-4 (LBLA) Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo. Aun el ave ha hallado casa, y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos: ¡tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío y Dios mío! ¡Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa! Continuamente te alaban. (Selah) Dios quiere llevarnos a un nuevo nivel de adoración, en la intimidad con él, por eso David anhelaba estar en Su casa, pues es en Su presencia en donde Él nos dice cuanto nos ama, y nos muestra lo que está haciendo y hará en nuestra vida. Hechos 16:25 (LBLA) Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban.