Mundua 2015 6 4 osteguna GARA 22 E l kemalista CHP y el panturco MHP buscan impedir que el partido islamista AKP logre la mayoría absoluta que le permitiría instaurar un siste- ma presidencialista. Los últimos trece años han estado marcados por su ostracismo político. Esta realidad, amarga para su pantur- quismo, podría llegar a su fin si lograsen forzar un Gobierno de coalición, el máximo al que hoy aspiran las ideas del kemalismo. El líder del CHP, Kemal Kiliçda- roglu, es un economista proce- dente de Tunceli, una región de mayoría aleví situada en el centro de Anatolia. En 2010 alcanzó su puesto tras la dimisión de Deniz Baykal, desprestigiado por una serie de vídeos íntimos en Inter- net. A sus 67 años encara sus quintos comicios y si los resulta- dos no continúan la evolución iniciada hace cuatro años, cuan- do mejoró cerca de cinco puntos, probablemente abandonará el partido heredero de Atatürk, el fundador del Estado turco. Sueña con lograr su techo elec- toral del 35%. Esto supondría un ascenso de 10 puntos con respec- to al plebiscito de 2011 y el mejor dato desde 1977, cuando Bülent Ecevit fue el líder más votado. Desde entonces, su formación ha ido dando tumbos en busca de una fórmula que le permita recu- perar la grandeza de sus inicios. «Algunos sondeos le dan el 30% y esto sería un gran logro», señala Fevzi Bilgin, presidente del cen- tro de estudios Rethink Institute. Las reformas en sanidad, las medidas ecologistas, las presta- ciones económicas a los ciuda- danos y las subidas en los sala- rios mínimos y jubilaciones son algunos de los pilares sobre los que el CHP sustenta un pro- grama electoral orientado a la iz- quierda. El objetivo es convencer a las personas indecisas que con- fiaron en el AKP y que ahora ven estancado el desarrollo social y económico. Una apuesta que también podría provocar un re- sultado opuesto, alejando a quie- nes consideren irresponsables las promesas del CHP, algo que el AKP no ha dudado en resaltar al preguntar cómo obtendrá Kiliç- daroglu el dinero. El CHP tiene respuesta: «Un presupuesto ra- cional carente de corrupción y sin el despilfarro de los proyec- tos locos de Erdogan». Los problemas relacionados con la independencia judicial, la censura mediática y la parciali- dad del presidente han servido a Kiliçdaroglu para advertir de que la calidad democrática puede ba- jar aún más si Erdogan logra su sistema presidencialista. Duran- te la última legislatura, el CHP ha cargado contra el giro autoritario del AKP y abrazado el proceso de diálogo con el Partido de los Tra- bajadores del Kurdistán (PKK). También ha dibujado un nuevo horizonte para la mujer dentro su partido. Este año, a las candi- datas elegidas en las primarias Kiliçdaroglu sumó 50 más. Esta medida –de cumplirse los pro- nóstic os– casi doblar á el actua l poder femenino hasta confor- mar el 25% de sus diputados. A ello se une el incremento del número de candidatos alevíes, una versión del chiísmo que tie- ne su núcleo político dentro del CHP. En total, el 15% de la pobla- ción de Anatolia sigue esta co- rriente religiosa y ve con cre- ciente preocupación el ascendiente suní en el Gobierno del AKP y la opresión educacio- nal de corte suní iniciada por Er- dogan. Según señalaba Soner Ca- gaptay en un análisis en The Washington Institute, la elección de candidatos alevíes dentro del CHP –un part ido secular– provo- cará que, por primera vez, su re- presentación parlamentaria sea igual a su peso poblacional. Estas buenas medidas no pue- den ocultar el mayor error de es- te partido en la última década: no haber absorbido a la miríada de grupos de izquierda y minorí- as que carecen de un grupo polí- tico con la fuerza suficiente para entrar en el Parlamento. El testi- go ha sido recogido por el parti- do kurdo HDP. «Esta laguna con las minorías se produce por la tradicional defensa del CHP de las bases fundacionales del Esta- do turco. Va más allá del rol de Kiliçdaroglu» , matiza Bilgin al re- ferirse a la influencia de Atatürk. Tal vez por eso su líder no se ha centrado en los derechos de las minorías étnicas, dejando esos quehaceres a los kurdos, a quie- nes necesita ver representados en el Parlamento si no quiere otros cuatro años de mayoría ab- soluta del AKP. El MHP, la llave del AKP. El MHP asume la interpretación extrema de las teorías de Atatürk. Defien- de a ultranza el panturquismo kemalista de su fundador, Al- parslan Türkes. Desde su muerte, tan solo Devlet Bahçeli ha dirigi- do a los Lobos Grises, un partido de derechas en el que la religión tiene un importante peso. En las pasadas elecciones lograron el 13% de los votos después de una tensa campaña electoral. Una se- rie de vídeos comprometidos forzó a varios de sus altos cargos a dimitir. Los autores podrían es- tar relacionados con el AKP, que hace cuatro años intentó evitar que el MHP entrase en el Parla- mento para cambiar la Constitu- ción. Hoy, el flanco para ese obje- tivo son los kurdos, el gran enemigo del MHP. Según las encuestas, el MHP logrará una ligera mejoría en es- tos comicios, en parte porque atraerá a gente descontenta con el AKP. Los valores de este parti- do no distan en exceso de los que Erdogan ha intentado implantar en la última década. Ambos son considerados representantes de los sectores más conservadores de la sociedad. La principal dife- Kemalistas y panturcos buscan abandonar el ostracismo político Ozan KOSE | AFP ELECCIONES LEGISLATIVAS TURCAS [•] ANÁLISIS Tras 13 años en el ostracismo político por las sucesivas y cada vez más amplias victorias del partido islamista de Erdogan, la histórica formación kema lista CHP y el partido panturc o MHP aspiran a que sus resultados, e incluso un éxito electoral de los kurdos del HDP, rompan esa tendencia y fuercen al AKP a negociar con aquellos una coalición. Miguel FERNÁNDEZ IBÁÑEZ Ankara hutsa Habida cuenta de que se da por seguro que la oposición turca no logrará el 50% de los votos, tanto el CHP (herederos de Atatürk) como el panturco MHP aspiran a que el AKP se vea forzado a negociar un Gobierno de coalición.