UNIVERSIDAD TECNOLOGICA EQUINOCCIAL FACULTAD DE ARTES Y DISEÑO ESCUELA DE DISEÑO DE MODAS PROYECTO LANZAMIENTO DE COLECCIONES DE JOYAS INSPIRADAS EN LA CULTURA CHORRERA Tesis de grado previa la obtención del titulo de Licenciada en Diseño de Modas Director de Tesis Arq. Celso Rojas Autor Verónica Topón Quito, Septiembre 2006
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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA
EQUINOCCIAL
FACULTAD DE ARTES Y DISEÑO
ESCUELA DE DISEÑO DE MODAS
PROYECTO LANZAMIENTO DE COLECCIONES DE JOYAS INSPIRADAS EN LA CULTURA CHORRERA
Tesis de grado previa la obtención del titulo de
Licenciada en Diseño de Modas
Director de Tesis
Arq. Celso Rojas
Autor
Verónica Topón
Quito, Septiembre 2006
AGRADECIMIENTOS
Mis especiales agradecimientos a la Universidad Tecnológica Equinoccial,
a las personas que con sus conocimientos ayudaron
en la elaboración de esta tesis
especialmente al Sr. José Zamora y al Arq. Celso Rojas.
DEDICATORIA
Quiero dedicar este proyecto con todo
mi amor a la persona que me ha entregado
toda su paciencia y amor
para ti querido hijo ADONNIS
A mis PADRES que han forjado dìa a dìa parte de mi vida,
que guiaron mis pasos, con amor y devoción,
les agradezco de todo corazón por estar siempre con migo
en cualquier circunstancia de mi vida, brindándome siempre lo mejor.
A TEJIMAR que es parte de mi vida,
y legado que mis padres han
logrado con responsabilidad y amor.
Del contenido de esta tesis se responsabiliza su autora:
Verónica Topón
171600537-4
CONTENIDO
Introducción……………………………………………………………………………...I
Justificación del Tema…………………………………………………………………..II
Delimitación del Tema…………………………………………………………………III
Objetivos……………………………………………………………………………….IV
Marco Referencial………………………………………………………………………V
5.1 Marco Teórico
5.2 Marco Conceptual
5.3 Marco Legal
5.4 Marco Temporal
Aspectos Metodológicos……………………………………………………………….VI
6.1 Tipo de Estudio
6.2 Método de Investigación
6.3 Fuentes y Técnicas para Recolección de Información
6.4 Tratamiento de la información
6.4.1 Presentación de la Información
CAPITULO I
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES………………………1
1.1 Asiria……………………………………………………………………….1
1.2 Egipto……………………………………………………………………….9
1.3 Fenicios…………………………………………………………………....23
1.4 Griegos………………………………………………………….33
CAPITULO II
LA ORFEBRERIA PRECOLOMBINA………………………………………….....43
2.1 México……………………………………………………………………...43
2.1.1 Toltecas…………………………………………………………...43
2.1.2 Mixtecas…………………………………………………………..47
2.1.3 Aztecas……………………………………………………………59
2.1.4 Mayas……………………………………………………………..67
2.2 Colombia……………………………………………………………………73
2.2.1 Tairones…………………………………………………………...73
2.2.2 Calima…………………………………………………………….79
2.2.3 Tolima…………………………………………………………….90
2.3 Ecuador……………………………………………………………………101
2.3.1 Tolita………………………………………………………….....101
2.3.2 Machalilla………………………………………………………..110
2.3.3 Valdivia……………………………………………………….....113
2.4 Cultura Chorrera…………………………………………………………..118
2.4.1 Arte………………………………………………………………118
2.4.2 Religión………………………………………………………….126
2.4.3 Hábitat…………………………………………………………...127
2.4.4 Orfebrería y Joyeria……………………………………………..129
CAPITULO III
Metales Preciosos…………………………………………………….………………135
3.1 Oro………………………………………………………………………...135
3.2 Plata……………………………………………………………………….140
3.3 Platino……………………………………………………………………..149
4.3 Sistema de identificación de metales preciosos…………………………...160
CAPITULO IV
ESTUDIO DE LAS PIEDRAS…………………………………………………..…164
4.1 Piedras Preciosas…………………………………………………………..164
4.2 Piedras Semi-preciosas……………………………………………………171
4.3 Piedra Imitación…………………………………………………………...179
CAPITULO V
TECNICAS DE PRODUCCION………………………………………………..….189
5.1 Fundición………………………………………………………………….190
5.2 Vaciado……………………………………………………………………192
5.3 Laminado………………………………………………………………….192
5.4 Trefilado…………………………………………………………………...194
5.5 Calado……………………………………………………………………..195
5.6 Soldadura………………………………………………………………….196
5.7 Grabado……………………………………………………………………198
5.8 Lijado……………………………………………………………………...200
5.9 Limado…………………………………………………………………….200
5.10 Pulido…………………………………………………………………….201
5.11 Brillado…………………………………………………………………..203
5.12 Texturas………………………………………………………………….203
5.13 Engastar o Enjoyar……………………………………………………….204
CAPITULO VI
PROCESO CREATIVO.............................................................................................207
6.1 Target……………………………………………………………………...207
6.1.1 Sexo……………………………………………………………...207
6.1.2 Edad……………………………………………………………..207
6.1.3 Nivel Social……………………………………………………...207
6.1.4 Región…………………………………………………………...208
6.1.5 Estilo de vida…………………………………………………….208
6.2 Inspiración………………………………………………………………...208
6.2.1 Descripción teórica de la inspiración……………………………208
6.2.2 Análisis teórico………………………………………………….210
6.2.3 Panel de Ambientación………………………………………….211
6.3 Selección de materiales……………………………………………………212
6.3.1 Investigación de tendencias……………………………………..212
6.3.2 Selección de materia prima……………………………………...215
6.3.3 Definición de formas, colores y materiales……………………...215
6.3.4 Panel de inspiración……………………………………………..216
6.3.5 Carta de materiales………………………………………………217
6.3.6 Carta de colores………………………………………………….217
CAPITULO VII
DISEÑO DE COLECCIONES……………………………………………….……..218
CAPITULO VIII
PRODUCCION………………………………………………………………...…….231
8.1 Procesos…………………………………………………………………...231
CAPITULO IX
ELABORACION DE PROTOTIPOS…………………………………………..…234
9.1 Fichas Tècnicas……………………………………………………………234
CAPITULO X
SONDEO DE ACEPTACION DE PROPUESTAS…………………………..……237
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFIA
Proyecto lanzamiento de colecciones de joyería inspiradas en la cultura
Chorrera
I Introducción
La joyería en nuestro país ha evolucionado poco a poco, y como toda ésta tiene sus
inicios; para este estudio recopilaremos datos antiguos que nos ayudarán a conocer la
historia, sus influencias y personajes que merecer ser nombrados.
Así como para esta investigación el estudio de varias culturas pre-colombinas del
Ecuador, que gracias a las mismas se pudieron obtener nuevas piezas, piezas hermosas y
de gran valor histórico para nuestro patrimonio.
También es importare destacar el estudio de las joyas y el arte precolombino,
especialmente de la cultura Chorrera que es en la cual me inspiraré para lanzar la
colección de joyas que se propondrán; en este periodo observaremos joyas muy bien
procesadas, y muy apreciadas, pues en ellos podemos observar el amor que un orfebre
pone en su trabajo, en cada una de estas joyas, flores, todo esto en una inspiración que
puede ser un anillo, pulsera o tal vez en un elegante collar.
Esta época se marca o se diferencia claramente por su gran influencia de las figuras
naturales del entorno en los que habitantes de la época vivían la misma ha dejado un
gran legado en joyería.
II Justificación del tema
El proyecto propuesto busca, mediante la aplicación de la teoría y conceptos así como
material visual, ampliar el conocimiento y la historia de la joyería en el Ecuador, por
medio del estudio de las culturas precolombinas, especialmente de la cultura Chorrera ,
la cual tiene un gran contenido de historia, colores, texturas, formas y figuras que
podrán ser tomadas como inspiración, utilizando cada uno de los elementos para dar un
significado y diferencia en las piezas que se realizarán, las mismas que serán fabricadas
minuciosamente y cuidando de no perder el tema de inspiración, se podrán observar
joyas como, aretes, collares, pulseras, dijes, pendientes todos estos unificados en
colecciones.
Para lograr el cumplimiento de los objetivos acudiré al empleo de diferentes libros en
los cuales se pueden apreciar claramente lo que fue la joyería y el arte en aquella época,
tomando en cuenta otras fuentes como museos, Internet, fotografías, etc.
El resultado que este proyecto, ayudará a conocer las riquezas de nuestros antepasados,
así como un aporte para que sea un documento real y confiable en futuras
investigaciones
El lanzamiento de una o varias colecciones de joyas inspiradas en el tema serán el firme
resultado de que tenemos muchas fuentes para explotar en nuestro país y plasmarlas en
diferentes diseños, las piezas será elaboradas artesanalmente con la finalidad de
exponerlas al público mediante folletos y la misma exposición.
III Delimitaciòn del tema
Factor Espacial
Costa Sur del Ecuador
Factor Temporal
Época precolombina
Factor Cualidad
Se tomarán en cuenta el arte tanto en general de la cultura., también tendencias.
IV Objetivos
General
- Crear colecciones de joyas inspiradas en la cultura Chorrera.
Específicos
- Contribuir con conocimientos valiosos de la joyería Ecuatoriana especialmente
de la época precolombina.
- Demostrar que la orfebrería y joyeria precolombina tiene elementos muy útiles e
interesantes para inspirar y crear diferentes objetos como son las joyas.
- Aplicar el proceso creativo para diseñar colecciones de joyas.
- Elaborar prototipos de las joyas inspiradas en la cultura Chorrera, mediante
fichas tècnicas y presentarlas en la defensa de la tesis.
- Conocer el grado de aceptación de las joyas mediante encuestas.
V Marco Referencial
5.1 Marco Teórico
- Las técnicas para la construcción de joyas son prácticamente las mismas que se
utilizan antiguamente.
- La joyería antigua ha contribuido para la creación de nuevas piezas
indiscutiblemente bellas y sobretodo muy codiciadas en el mercado.
- Los antecedentes de la joyería son el pilar fundamental para identificar las
influencias de varios tipos de joyas.
- La joyería es un arte manual y parte de las artes aplicadas por la profunda
vivencia humana, en el ejercicio de las actividades orfebres.
5.2 Marco Conceptual
- Engaste: Receptor de piedras o gemas, se unen al arco formando anillos
mediante la soldadura.
- Soldado: Se lo hace con una herramienta llamada lastra y une elementos de una
joya.
- Bisel: Engaste especial para joyas.
- Abrillantar: Dar brillo especial a la joya utilizando tela felpa.
- Engarzar: Trabar una cosa con otra u otras, formado una cadena por medio de
hilos de metal.
- Fundición: Proceso de transformar el metal sólido en líquido en su calidad de
metal puro o aleaciones.
- Vaciado: Proceso en el que el metal e estado líquido es depositado en un molde
de tierra, arcilla o hierro, a fin de que el metal tome la forma del molde e la
Lingotera.
- Laminado: Proceso de adelgazamiento de una chapa o lámina gruesa al que se
requiera el objeto en construcción, mediante el uso del laminador.
- Trefilado: Proceso de adelgazamiento de un lingote hasta la fabricación del
alambre.
- Lingotera: Molde en el que se vacía el metal líquido para obtener lingotes.
- Lingote: Bloque metálico sólido, que resulta de las fundiciones de metales.
- Forjado: Da la primera forma a cualquier pieza de metal mediante la utilización
del yunque y el martillo.
- Limado. Proceso en el cual se desaparecen los golpes que haya sufrido el metal
en el proceso de redondeado.
- Influencia: Efecto producido a distancia, inspiración.
- Recopilar: Resumir brevemente datos, colección de información.
- Patrimonio: Conjunto de elementos sociales y culturales comunes a una
colectividad.
- Proceso: Progreso, conjunto de las fases sucesivas de una operación artificial.
- Legado: Lo que se deja o transmite a sus sucesores
5.3 Marco legal
- Ley de Defensa del Artesanado(1953)
- Ley de Fomento Artesanal (1986)
- Código de Trabajo.
5.4 Marco Temporal
En este tema podremos enmarcar antecedentes de la época precolombina e investigar las
nuevas tendencias para aplicarlas en el diseño de las colecciones sin perder el punto de
inspiración.
VI Aspectos Metodológicos
6.1 Tipo de estudio
El tipo de estudio a emplearse es “Estudios Exploratorios o Formulativos”.
El estudio propuesto permitirá la familiaridad con el fenómeno, aclarar conceptos y
tener preferencias para otras investigaciones; para esto existen trabajos o libros que
podrán contribuir con conocimientos, de ésta manera el conocimiento adquirido por
diferentes autores ayudarán a definir el nivel en el que ha de catalogarse el estudio.
Con este tipo de estudio se busca contribuir un marco teórico, de referencia y práctica.
6.2 Método de investigación
Método Deductivo porque éste permite que el estudio vaya desde temas generales hasta
los específicos, así explicar hechos o situaciones particulares, analizando y evaluando la
teoría; también permitirá identificar en orden la información al igual que las fuentes.
6.3 Fuentes y técnicas para recolección de información
Para la recolección de información usarán:
Fuentes Secundarias:
- Textos
- Revistas especializadas
- Documentos
- Internet
- Museos
Estas fuentes suministran información básica.
6.4 Tratamiento de la información
6.4.1 Presentación de la información
Los datos serán escritos y tendrán sus respectivas tabulaciones, así como se presentarán
fotografías o ilustraciones de joyas antiguas y las inspiraciones, todos con sus
respectivos números de páginas.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 1
Verónica Topón
CAPITULO I
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES
1.1 Asiria
Asiría fue un país de la Antigüedad situado en el suroeste asiático en la antigua
Mesopotamia, en el valle del río Tigris cuyos límites fueron: al norte las montañas de
Armenia, al sur Caldea (Babilonia), al este la Media y al oeste la Mesopotamia.
La ciudad más importante se hallaba a orillas del Tigris, al lado del templo de su
principal divinidad Assur; la ciudad también se llamaba Assur o El-Assur y el país tomó
el mismo nombre denominándose Asiria. Otras ciudades importantes fueron Nínive,
Harrán, Calakh, Dur Sharrukin (actualmente llamada Khorsabad). La civilización asiria
es muy antigua y floreció mucho antes que la egipcia. Así lo atestiguan los hallazgos
arqueológicos que aparecieron entre las dunas de Nimrud y Khorsabad.
La orfebrería de asiria constituye uno de los hallazgos más interesantes de las
excavaciones de tumbas reales y templos. El trabajo de los metales era una de las
actividades artísticas más importantes en los pueblos mesopotámicos. Si bien la mayoría
de las tumbas fueron saqueadas por los ciudadanos de sucesivos asentamientos
poblacionales, que descubrían los tesoros cavando para construir sus casas.
Algunos, han llegado intactos hasta hoy, como el tesoro de los reyes de Ur, encontrado
por el arqueólogo Charles Wooley. Entre los valores más preciados de este tesoro se
cuenta el tocado de una de las sesenta y cuatro cortesanas enterradas en el sepulcro real,
de una suntuosidad y un diseño exquisito, en el que finísimas láminas de oro imitan
hojas y pétalos de flores. Restos de vajilla labrada en oro y numerosísimas estatuillas de
cobre, uno de los metales más trabajados, así como collares y brazaletes de cornalina,
lapislázuli y plata e instrumentos musicales con piedras preciosas completaban el tesoro
más antiguo del mundo oriental.
En las formas y el modelado del metal se descubre un naturalismo de cierta ingenuidad,
con obsesión por el detalle ornamental. Se hace difícil un estudio del estilo general de la
orfebrería mesopotámica debido a la gran variedad de pueblos y culturas que poblaron
sucesivamente el territorio. Sin embargo, en todos lo objetos se descubre el valor de las
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 2
Verónica Topón
fuerzas de la naturaleza y la esperanza del hombre en una vida después de la muerte,
algo que explica que los objetos más valiosos se encontraran en los sepulcros, durante el
imperio Persa (VI a.C.) la orfebrería experimentó un florecimiento. Los tesoros
encontrados en las excavaciones dan cuenta de la habilidad de los artesanos en la
realización de bellísimos utensilios y objetos decorativos en oro y plata. Destacan sobre
todo las piezas del último período del Imperio. El naturalismo de las estatuillas
destinadas a los hipogeos y el logrado dinamismo de su decoración reflejan la influencia
de los artistas griegos.
Durante tres meses había lluvia abundante y a veces incluso nieve. En el término se
encontraban las magníficas canteras de arenisca blanda, alabastro fácil de trabajar y
sacar lajas, y mármol. En las montañas del noreste se encontraban las minas de hierro,
cobre, plomo y plata.
Trabajaron algunos metales como el bronce, cobre, oro y plata, así como nácar y
piedras preciosas en la escultura más fina y en las labores de incrustación. En sus
sellos cilíndricos usaron piedras de todas las clases, como lapislázuli, jaspe, cornalina,
alabastro, hematites, serpentina y esteatita. No obstante, algunas de estas piedras
escaseaban en la zona, por lo que tuvieron que importarlas.
La leona herida
El artista describe el resultado final de una cacería de Assurbanipal, con fieras muertas y
heridas. Destaca la figura de la leona herida, dramática imagen del dolor animal. Se
trata de un asombroso estudio anatómico, en el que las patas delanteras, aún poderosas,
arrastran el peso del resto del cuerpo, ya sin vida por la flecha que atraviesa su espalda.
El uso del cobre, oro y plata primero esporádico y limitado a las regiones ricas en
depósitos minerales, se extendió gracias al comercio; ya en el año 2000 a.C. el bronce,
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 3
Verónica Topón
producido al comienzo sólo en aquellos lugares en que se encontraban depósitos
minerales de cobre y estaño, se fabricaba intensivamente en numerosos centros de
producción que empleaban estaño importado desde las lejanas islas Casitéridas o de lo
que ahora llamamos el Cercano Oriente. Además de servir para la fabricación de
cuchillos, lanzas, leznas, buriles y todo tipo de instrumentos, el bronce podía ser pulido,
convirtiéndose así en material para hebillas, alfileres, anillos, pulseras y hasta espejos.
La extracción de los metales dio origen a la nueva ciencia de la metalurgia. Sus
comienzos son materia de conjetura, es probable que para adornar su hogar, el hombre
neolítico haya buscado las bellas "piedras de colores", azul, verde, rojizo, que
contenían, sin que él lo supiese, una alta proporción de mineral cuprífero. Al encender
una fogata encima de un piso forrado con trozos de mineral, éste se fundía y dejaba
entre las cenizas una sustancia relativamente plástica, que podía moldearse a golpes, sin
necesidad de astillaría como la piedra: una forma impura de cobre. Fue así como desde
el comienzo el hombre adivinó que necesitaría la ayuda del fuego para extraer los
metales de sus minerales.
Deduciendo y atando cabos, los desconocidos inventores del Neolítico comprendieron
que era necesario encender el fuego sobre una cavidad en la cual se recogería el metal
fundido, y concentrar su calor mediante un hornillo de piedras unidas con barro, para
que llegase a la temperatura necesaria para fundir el mineral. Nació así el primer horno
metalúrgico; pero pronto quedó en evidencia que la leña, único combustible conocido,
producía sólo con mucha dificultad la cantidad requerida de calor. Nadie lo sabrá jamás:
quién fue el artífice anónimo que descubrió que a menudo la leña semiconsumida
dejaba entre las cenizas de un fuego apagado trozos de una materia negra y porosa que
ardía produciendo un calor mucho más intenso sólo podemos llamarle "el inventor del
carbón de leña".
Soplando sobre el fuego era posible activar las llamas; este principio, conocido desde
los albores de la Edad de Piedra, condujo a la creación de numerosos dispositivos de
ventilación forzada, diseñados para producir un viento artificial que avivase la
combustión. Cañas y primitivos fuelles de membranas animales sirvieron para
completar el proceso de extracción mineral. Y durante los milenios siguientes la
metalurgia no requeriría de nuevas innovaciones esenciales: el primitivo horno de
piedra se transformó en horno de crisol. La introducción de la energía motriz agrandó
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 4
Verónica Topón
las instalaciones, aumentó y facilitó la producción de metal. Pero, hasta hace muy poco,
la metalurgia se basaba en los mismos tres principios conocidos en el Neolítico, horno,
carbón, ventilación, y en la aleación, que ya conocían los artesanos egipcios y sumerios,
hace más de cuatro mil años.
Muy pronto se agotaron los depósitos de minerales situados en la superficie de la tierra,
y el hombre debió cavar entre rocas para buscar nuevos yacimientos, aprender a
reconocer el mineral buscado, alumbrar los recovecos de sus galerías subterráneas,
eliminar de ellas el agua Y sostener artificialmente el frágil techo de sus excavaciones.
Nació, en suma, la compleja técnica de la minería. Intuitivamente, los primeros mineros
apuntalaron las paredes de sus corredores subterráneos con sólidos maderos unidos por
vigas horizontales o, a veces, curvados hacia el centro para formar una ojiva. Siguiendo
la caprichosa huella de las vetas minerales descubrieron también que era más
conveniente extraer el mineral por la vía más corta, o sea, la vertical, en vez de sacarlo,
carga por carga, desandando el largo camino de acceso. Se perforaron pozos por los
cuales subida el mineral, auxiliado por no tronco horizontal alrededor del cual se
envolvía la cuerda de la que colgaba la carga: fue el primer cabrestante.
Cuando la mujer accedía al trono ejerciendo así sola su soberanía, éstas tenían una gran
variedad de piezas de orfebrería que podían lucir,
La reina estaba engalanada con joyas de oro fabricadas con las más delicadas técnicas
de orfebrería: corona con tres hileras de hojas de sauce y hayas y rematada por una
peineta con siete rosetas, dos enormes pendientes en forma de anillo esférico, alfileres,
abundantes collares y diez anillos en las manos. Y además la acompañaba un riquísimo
ajuar de más de 250 objetos: entre ellos copas, vasos, porrón... de oro, otros objetos de
plata y de piedras preciosas: lapislázuli, ágata..., una valiosa arpa y un carro fúnebre con
sus bueyes (para propiciar las funciones de la Diosa Salvadora ISHTAR asociada a la
cons. Bootes / Boyera, responsable de la resurrección del difunto igual que de la
germinación de la semilla).
Aparece en sello cilíndrico grabado en escena de banquete, y asimismo la acompaña un
relieve de Sacerdotisas músicas, del cementerio real de Ur, la segunda con manos en
forma de "W" delante del pecho
Sus sirvientes varones estaban acompañados exclusivamente de simples puñales y
vasos. Mientras las «Damas de la Corte» estaban ricamente vestidas con mantos rojos,
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 5
Verónica Topón
adornadas con diademas de oro, pulseras en las muñecas, pendientes en forma de luna,
múltiples collares de cuentas de oro, lapislázuli, cornalina... medallones, peines de plata.
Y acompañadas de arpas talladas y adornadas con placas de concha y con incrustaciones
de oro. Uno de las liras está decorado con cabeza de vaca, pero con barba ritual. Estos
datos confirman no sólo que la reina Puabi tenía mayor consideración que su esposo,
sino que incluso las Damas que la acompañaban, tenían más categoría que sus sirvientes
varones.
El collar es uno de los símbolos más antiguos. Su círculo cerrado tenía relaciones
estrechas con la Magia, ya que representaba los poderes del mundo oculto.
Ningún rey o sacerdote, ningún poderoso hubo en la antigüedad que no lo llevara
alrededor de su cuello, y aún hoy, entre los motivos externos para aludir al poder o la
preeminencia social se encuentra este viejo objeto entre ornamental, político y
suntuario.
En todo el medio oriente también se utilizaban. En asiria se los hacía con cuentas de
piedras preciosas. Por las referencias de los primitivos historiadores, por los relatos de
las inscripciones cuneiformes y por las escenas que los relieves antiguos de Asiria
representa, sabemos que las obras de orfebrería y de broncería fueron muy abundantes y
suntuosas en dicho imperio aunque no haya llegado hasta nosotros sino sencillos y
escasos ejemplares de preciosos objetos abundando algo más los de bronce. Consta que
usaban los reyes y magnates asirios vajillas de oro y plata, dijes y adornos de
inestimable precio, carruajes y aparejos de montura cuajados de oro y plata, sillas o
tornos, mesas y lechos de preciosos metales o de bronce dorado.
Entre las piezas metálicas de alguna importancia que se han descubierto en las ruinas de
sus antiguas ciudades se cuentan principalmente:
- las planchas de bronce repujado cuyos relieves figuran escenas guerreras y victorias
del emperador y que a modo de fajas, adornaban las puertas del palacio de Asurnasirpal
en la antigua Imgur-Bel, los cuales se hallan en el Museo Británico y son conocidos con
el nombre de Puertas de Balawat. Además, las campanillas con que se adornaban los
jaeces de los caballos, los vasos o platos de bronce con relieves de figuras dispuestas en
zonas concéntricas, hallado todo en Numrudi por Layard y las tazas, copas y adornos
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 6
Verónica Topón
del mismo metal entonrados en el palacio de Senaquerib (en Koyundjik) que hoy
figuran en el expresado Museo londinense.
También se destaca la colección de joyería conocida como los artefactos de Nimrud.
de 650 piezas comprende brazaletes, collares, tiaras y piedras semi preciosas. Se cree
que forman parte del mayor hallazgo arqueológico del siglo XX y fueron fechadas en el
siglo VIII antes de Cristo.
La joyería fue hallada durante excavaciones de las tumbas de reinas y princesas asirias,
llevadas a cabo en Mosul entre 1988 y 1992.
Al principio se creyó que estas piezas habían desaparecido durante el saqueo posterior a
la guerra, pero más tarde fueron "redescubiertas" en la sede del Banco Central iraquí,
donde fueron depositadas en los años '90. Uno de los tesoros más importantes de Asiria
es el Tesoro de NIMROD, que data de casi 3000 años de antiguedad el mismo que fue
encontrado en Irak, es un invaluable tesoro de joyeria de oro y ornamentos procedente
de una de las primeras civilizaciones de Asiria.
Vasija de oro
Collares y brazaletes
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 7
Verónica Topón
Ollas de oro
Juego de joyas con piedras
Los objetos más interesantes son las copas de oro y plata que llevan repujadas labores y
las joyas de indumentaria consisten sobre todo, en collares y diademas de oro repujado
de las cuales pende una serie de medallones o plaquitas por medio de cadenillas también
de oro. Con ellas, forman juego varias otras alhajas de oro como anillos, fíbulas,
grandes alfileres, brazaletes en forma de espiral, placas con figuras de animalillos y
dibujos en espiral, mascarillas que sirvieron para cubrir el rostro de los difuntos, puñales
de bronce con hermosas incrustaciones de oro y plata, cuyos dibujos representan
escenas de cacería, etc. Varias de dichas piezas acusan en sus figuras visible influencia
asiria.
Suele utilizarse una aleación de oro con algún otro metal. Se utilizan muchas y diversas
técnicas tanto solas o combinadas:
- filigranas
- granulado
- repujado
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 8
Verónica Topón
- troquelado
También se combinan los metales con piedras preciosas o semipreciosas y se incorporan
nuevas formas en la joyería. En cuanto a la tipología debemos mencionar:
- el anillo giratorio, muy utilizado
- Anillos fijos (solo en la joyería colonial), caracterizados por llevar una plaquita con
una decoración incisa de carácter orientalizante.
- Pendientes (arracadas): copiados luego por los indígenas. Sueles ser pequeñas
arracadas sin cenefa decorativa y en cuyo borde exterior llevan una decoración dentada,
o también simples pendientes circulares caracterizados por un distinto grosor en la zona
central, más ancha y con decoración de carácter geométrico, o pendientes circulares sin
ensanche y decorados.
- Los colgantes para collares serán también un elemento muy usado en la joyería
colonial. Hechos exclusivamente de pasta vítrea. Suelen tener forma de cabeza de
varón. En el caso de que no se utilice la pasta vítrea sino que se combine el metal y
piedras preciosas, la piedra se fija mediante un cartucho metálico y una pequeña anilla
para sostener el colgante en el collar. También hay otro colgante más sencillo con hilos
metálicos que recogen las piedras.
Es una verdadera pena que estos tesoros en su mayoría fueron robados o se perdieron
durante recientes saqueos al los museos durante la guerra. En un apresurado inventario
de unos pocos entre los 200.000 objetos que se estiman perdidos para siempre:
- El arpa de oro de la era sumeria, primer instrumento musical que se remonta al tercer
milenio antes de Cristo.
- La escultura de una cabeza femenina de Uruk.
- Una colección de orfebrería. "Lo que se ha perdido es tan valioso que no tiene precio
en el mercado; algunos artefactos podrían valer más de diez millones de dólares. Es
esencial mantener la herencia de Irak en su país de origen", dice, y recuerda que
"cuando Kuwait fue invadido en 1990, el ejército iraquí reunió los tesoros y los llevó a
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 9
Verónica Topón
Bagdad, donde quedaron custodiados. Al final de la guerra del Golfo, el régimen de
Hussein los devolvió bajo la supervisión de Unesco.
1.2 Egipto
Los antiguos Egipcios fueron muy aficionados a adornarse, tanto mujeres como
hombres, y desde los más humildes hasta el faraón llevaban algún tipo de joya. A pesar
de ello, la cantidad de piezas que se han encontrado es mínima, en comparación con la
que, seguramente, se produjo, lo que presenta cierta dificultad a la hora de estudiarla.
Normalmente las joyas son consideradas como un mero adorno, pero en el Antiguo
Egipto, como en la mayoría de las civilizaciones antiguas tenían, además, un significado
determinado: en la mayoría de las tumbas, tanto de personajes relacionados con la corte,
como de miembros de la familia real, encontramos las paredes adornadas por pinturas y
relieves con representaciones, bien de la vida cotidiana, religiosa o descripciones de la
vida misma del difunto. A pesar de que muchas se encuentran en muy mal estado, otras
nos reflejan, con amplitud de detalles, gran cantidad de información sobre la joyería
utilizada por los diferentes personajes en distintas épocas de la Historia.
Los usos de la joyería fueron:
Como amuleto y protección: las primeras piezas de joyería son pequeñas piedras
utilizadas como colgantes, de ahí derivarán los amuletos más conocidos, que se
utilizarán solos o formando joyas complejas.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 10
Verónica Topón
Para indicar rango ú oficio: Como en todas partes y épocas, las joyas sirvieron para
indicar status y riqueza, así como el poder y prestigio del propietario.
Como premio militar ó civil: Una de las mayores ocupaciones de los joyeros era la de
realizar condecoraciones para los oficiales premiados. La "Orden del Collar de Oro"
quizás fue el más antigua de estos honores. El collar shebyu, formado por unos discos
de oro macizo enfilados muy estrechamente, surge como parte de un premio honorífico
por el valor militar.
Para adornar templos y palacios: Sabemos que muchos elementos arquitectónicos de los
palacios y templos eran adornados o recubiertos con metales preciosos.
Para depositar en la tumba: Los Egipcios depositaban en sus ajuares funerarios todo lo
que creían iban a necesitar en la vida del Más Allá, por lo tanto en las excavaciones de
las tumbas se han podido encontrar gran cantidad y variedad de piezas.
Por motivos puramente funcionales: Grandes sellos cilíndricos de oro ó de piedras
duras, con el nombre del Rey, eran confiados a aquellos oficiales que actuaban en
nombre del Rey en actos oficiales Durante los Imperios Antiguo y Medio.
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Por motivos rituales: Los collares menhat y contrapesos que eran utilizados por las
grandes damas ó sacerdotisas como símbolos de su devoción al culto de la Diosa Hathor
ó sus encarnaciones.
Materiales
Los joyeros egipcios utilizaron una gran variedad de materiales como metales, piedras,
productos animales, y otros fabricados por ellos mismos. Algunos eran obtenidos en las
colinas y desiertos que rodeaban el país, otros de las criaturas que lo habitaban. Sin
embargo, algunos de los más valiosos tuvieron que ser importados de lugares más
lejanos. Eran elegidos, en su mayoría, no porque sus colores crearan un efecto
particular, sino porque tenían un simbolismo y un significado amulético. En el caso de
la joyería funeraria, algunos eran estrictamente prescritos por las propiedades mágicas
de su colorido. El suelo egipcio fue rico en yacimientos de diferentes piedras; el uso de
éstas, algunas ornamentales y otras no, estuvo muy difundido en la joyería
Cobre. Fue el primer metal conocido por los egipcios, ya en el Badariense se utilizaba
para fabricar cuentas.
Oro. La mayoría del oro utilizado se encontraba en territorio egipcio. Los principales
yacimientos estaban situados en los desiertos montañosos del sur y sudeste de Egipto,
en el Uadi Hammamat y en Nubia.
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Electro. Es oro con un 20-25% de plata. Las evidencias sugieren que al principio no se
conocía su relación con el oro y fue considerado un metal diferente, pero sabemos que
durante el Reino Nuevo ya se producía artificialmente mezclando ambos metales.
Plata. La plata fue más rara que el oro en Egipto y probablemente por este motivo fue
mucho más preciada hasta el Reino Medio, época en que comienzan a llegar las
primeras importaciones de Asia. Toda la plata encontrada del Imp. Antiguo e Imp.
Medio tiene una alta proporción de oro en su composición variando desde a un 3 8 a un
9 por ciento.
Ágata. Se encuentra en Egipto, generalmente en forma de guijarros. Éstos han sido
encontrados en enterramientos predinásticos en abundante cantidad y son conocidas
tanto las cuentas de ágata, como las de onix de este período.
Amatista. Se encuentra en depósitos aluviales y en forma de geodas. Encontramos
trabajos en minas de amatista datados en el Reino Antiguo, en el desierto occidental, a
unas 40 millas al noroeste de Abu Simbel, posiblemente también fueron utilizadas
durante el Reino Medio.
Calcedonia. Se comenzó a utilizar ya en el Predinástico.
Cornalina. Fue la piedra más utilizada en la fabricación de cuentas desde el
Predinástico, al principio para cuentas y amuletos, posteriormente para incrustaciones
en joyas.
Esmeralda. Según algunos autores ya desde el 2000 a. C. se explotaron las minas
situadas en las laderas de Gebel Sikait y Gebel Zubara, en el norte de Etlai aunque no
hay datos sobre que se utilizaran antes de época romana.
Esteatita. Se localiza en Gebel Amr, cerca de Asuán, a veces vidriados. La mayoría de
los escarabeos conocidos son de esteatita, muchos de ellos, vidriados.
Feldespato. Se han localizado pequeños cristales en Gebel Migif, desierto oriental así
como en Uadi Abu Rusheid. Ya desde el Neolítico, aunque en pequeña escala, se utilizó
para hacer cuentas. Lo encontramos en las joyas de Dashur y Lahun, de la Dinastía XII.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 13
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Hematite. Aparece en abundancia en Egipto. Se empleó con frecuencia ya desde el
Predinástico.
Granate. Distribuido ampliamente en la naturaleza. Se encuentra fácilmente en Egipto,
especialmente en Assuan, en el desierto oriental. Se utilizó para cuentas ya desde el
Predinástico hasta el Imperio Medio, ocasionalmente lo encontramos en el Segundo
Período Intermedio en forma de cuentas para anillos y collares hallados sobre los
cuerpos de los difuntos.
Lapislázuli. A pesar de que se utilizó desde los primeros tiempos, no hay evidencias de
que se haya encontrado en Egipto. Las minas más famosas se encuentran en el distrito
de Badakshan, en la parte montañosa situada al noroeste de Afganistán. Se utilizó en
Egipto desde el Predinástico para hacer cuentas, amuletos, escarabeos, así como para
incrustaciones de joyería. En el Imperio Medio se utilizó mucho para incrustaciones.
Malaquita. En el Sinai se extraía de las minas de Gebel Um Rinna al noroeste de Serabit
el-Jadim. Ya en el Badariense encontramos el uso de la malaquita, hasta la dinastía
XIX. Se utilizó para muchas cosas, entre ellas, para fabricar cuentas y amuletos aunque
su objetivo principal fue para fabricar cobre.
Turquesa. Las minas de Maghârah y Serabit el-Jadim fueron las más conocidas y más
utilizadas desde los primeros tiempos. En Magharah se han encontrado numerosas
inscripciones, sobre rocas y estelas, que mencionan a la turquesa. La más antigua es de
la dinastía III, el resto, principalmente, del Imperio Antiguo y del Imperio Medio.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 14
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Ámbar. Conocido desde los tiempos prehistóricos fue utilizado como amuleto. También
en Egipto se utilizó en joyería para amuletos y otros tipos de adornos como cualquier
otra piedra, sobretodo, en época tardía.
Cáscara de huevo de avestruz. La utilización de cáscara de huevo de avestruz es uno de
los materiales utilizados más tempranamente en Egipto. Se hicieron con ella pequeñas
cuentas en forma de disco y colgantes.
Conchas marinas. La gran mayoría de las conchas provenía del Mar Rojo, aunque
también parece se utilizaron las encontradas en el Mediterráneo, las de agua dulce del
Nilo y las que se localizaban en tierra. Las conchas son muy comunes en los
enterramientos, especialmente en aquellos de las primeras épocas y su uso se remonta al
Neolítico.
Concha de tortuga. Se utilizó en Egipto desde los primeros tiempos, de hecho, aparecen
varias cuentas disco en el neolítico de El Fayum.
Coral. El primero se encuentra abundantemente en el Mediterráneo y fue un importante
artículo comercial en época romana. Siempre se le atribuyeron un gran número de
virtudes mágicas. De hecho fue utilizado como amuleto contra el mal de ojo. Todos los
ejemplos conocidos del antiguo Egipto son de época tardía, prácticamente Ptolemaica a
Copta, épocas en que se utilizan para amuletos o, más comúnmente, para cuentas o
pequeñas piezas perforadas para colgar alrededor del cuello.
Cuerno. Se utilizó en Egipto desde las primeras épocas y en muchos enterramientos se
han encontrado objetos hechos con él.
Hueso. Uno de los materiales naturales más utilizado por el hombre primitivo, ya que
fue uno de los más fáciles de conseguir. Desde el Neolítico se utilizaron en Egipto y
continuaron a lo largo de su historia. Con ellos se hicieron principalmente amuletos,
cuentas, brazaletes, anillos.
Marfil. Fue ampliamente utilizado en Egipto desde las primeras épocas, perteneciente
tanto a elefante como a hipopótamo. Es bastante fácil de tallar.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 15
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“Faienza”. Cerámica barnizada y esmaltada. La utilización de este material va desde la
época predinástica hasta el s. XIV d. C. Se utilizó mucho para hacer pequeños objetos,
tales como amuletos, cuentas, escarabeos y piezas de incrustación.
Vidrio. Desde el Predinástico, los egipcios sabían como recubrir la esteatita con un
vidriado alcalino azul ó verde, pero también como encender cuarzo en polvo con una
sustancia compacta cubierta con un vidriado de colores verde y azul. Más tarde
desarrollaron vidriado negro, rojo, blanco, amarillo y lila en el mismo cuerpo. Estos
materiales podían ser fácilmente trabajados en formas de cuentas de varios tipos y
medidas. La introducción del vidrio en una escala mayor y hecho intencionalmente lo
encontramos durante el Imp. Nuevo. Las primeras piezas se fechan en el reinado de
Tuthmés III. El real patrocinio del nuevo arte se ve en las proximidades de las fábricas
de vidrio, en los palacios de Tebas, Amarna y Gurob.
Técnicas
Los trabajos que realizaron dependían más de sus manos, de la calidad de sus materiales
y del tiempo de que disponían para completar el trabajo que de la precisión y
efectividad de sus herramientas.
Cera perdida: Se prepara un modelo de cera de la pieza que se quiera hacer y después se
envuelve con varias capas de fina arcilla. Cuando está seca se hace una perforación
hacia el centro del núcleo de cera, se calienta, al fundirse la cera se sale y su lugar es
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 16
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ocupado por el oro fundido que se coloca en su lugar. Una vez fría se rompe la parte
exterior para extraer la pieza
Soldadura: Fue realizada con gran maestría en muchos trabajos. El uso de la soldadura
data de las primeras utilizaciones de oro para adornos, tanto en Egipto como en Asia y
Europa. En Egipto los primeros ejemplos de soldadura en oro aparecen en la transición
entre finales del Predinástico y comienzos del período Dinástico.
Moldes: Los Egipcios tuvieron gran habilidad en realizar piezas de oro y plata a base de
moldes. Se colocaba una fina hoja de oro entre el sello en que estaba grabado la pieza a
reproducir y un material más blando como podía ser arcilla. Se realizaba una presión
adicional golpeándolo con algo como un martillo.
Tabicado – Incrustación: La técnica decorativa del tabicado, una de las más utilizadas
en las joyas faraónicas y era, en cuanto a ella, indudablemente egipcia. Muy antigua,
está atestiguada desde comienzos del Imperio Antiguo. Las piedras ó vidrios se cortaban
a medida de las celdillas previamente soldadas y donde se colocaban para formar el
motivo de la decoración.
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Cincelado y Grabado: La diferencia entre Cincelado y Grabado no es mucha y suele dar
lugar a confusión. Grabado: un instrumento con punta puntiaguda y cortante forma un
dibujo sobre el metal, retirándose. Cincelado: El metal es desplazado de la línea del
dibujo, pero no quitado. Se realiza con una herramienta mucho menos afilada.
Repujado: Es el complementario del cincelado. Alternando el repujado con el cincelado,
el metal puede ser presionado y martilleado en relieve que, si es necesario, puede ser
algo más que medio redondo.
Granulado: Decoración hecha a base de minúsculos granos de oro soldados a la
superficie del mismo material. Los primeros ejemplares decorados con esta técnica
datan de la dinastía XVIII.
Calado ó ajouré: Formar un diseño a partir de una hoja de oro a la que se van haciendo
perforaciones.
Recubrimiento con hojas de oro: Un uso abundante de hojas de oro es una característica
de muchas categorías de los primeros trabajos de oro. Muchos trabajos de hojas de oro
fueron utilizados para objetos eminentemente funerarios.
Filigrana: Decoración, en plata u oro, formada a base de hilos de metal que, a veces,
forma un dibujo semejante al encaje. Está atestiguada por primera vez en Egipto en la
dinastía XII.
Las joyas eran claros indicadores del rango de sus portadores. Así, los personajes mejor
situados podían lucir joyas realizadas con oro, plata, cornalina, lapislázuli, mientras que
los menos afortunados debían conformarse con objetos fabricados en pasta vidriada
cuyo colorido imitaba los materiales más lujosos. Con el carácter mágico de las joyas,
cuyos diseños normalmente estaban inspirados en símbolos y personajes divinos, los
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 18
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egipcios esperaban propiciar la mejora o el buen desarrollo de las cuestiones relativas a
la vida terrenal y la de ultratumba.
Existían talleres cercanos al rey de manufacturas donde se realizaban desde naves de
navegación hasta las confecciones de papiro Por otro lado, todas las piezas tenían un
valor simbólico, según su color:
- Oro. Carne de los dioses, es el signo de la carne incorruptible.
- Rojo. Vida transmitida por la sangre.
- Verde. Renovación de la vida.
- Azul. Dominio de los dioses. Destaca el uso del lapislázuli, piedra muy rara, de
Afganistán, que como otras piedras poseía valor apotropáico más que
decorativo.
Debido al número de piezas conservadas el estudio de la orfebrería egipcia se realiza a
partir del I. Medio, aunque surge durante el antiguo. Los egipcios comercializaron con
los materiales preciosos y valoraban especialmente la plata por su rareza. Los
pendientes y los anillos surgieron en el imperio nuevo y fueron de uso masculino y
femenino indistintamente. Los brazaletes surgen el I.A.; son destacables los de
Hotepheres de la III din. Realizados en plata.
Los diseños de los pectorales de uso masculino o femenino indistintamente son los más
complejos. Probablemente, fueron piezas diseñadas por sacerdotes.
Pectoral de Sesostris III: El referente arquitectónico se mantiene con las columnas con
capiteles vegetales a izquierda y derecha, todo y que se abandona la forma trapezoidal
propia del pilono. Los materiales son los mismos que la anterior. Aparece el nombre del
faraón en el centro.
Pectoral de Amenemhat III: de las tres piezas es la que tiene un mayor grado de
sofisticación. Aparece el nombre del faraón en el centro, la figura del halcón
presidiendo la escena con la cruz Ankh y el pilar Djet como símbolo de esterilidad. La
decoración incluye, tal y como el modelo de la paleta de Narmer, la derrota de los
enemigos.
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Algunos conjuntos importantes y más antiguos están en la Tumba de Djer y en la
Tumba de la reina Hatep Jeres se encontraron numerosos brazaletes.
Tesoro de la princesa Sar Hator Iunu. En oro con lapislázuli, garzalina y turquesa. Los
brazaletes, colgantes, collares de cuentas, diademas y pectorales alcanzan un gran
desarrollo, asentándose las tipologías. Imperio antiguo.
Tesoro de Dachur. Dinastía XII. Constituido por tesoros de diferentes princesas, eran
regalos del soberano, con el nombre y los signos del faraón y también de familiares
directos.
Pectoral de Sesostris III (hacia 1.842 a. C.). Pieza exquisita. Calado que rompe con las
formas tradicionales. Se terminan los espacios opacos, hay una transparencia. Oro con
piedras finas. Estructura cuadrangular, arquitectónica, muy esbelta y elegante. Las flores
de loto serán un elemento fundamental, pero los animales son los protagonistas más
importantes. Lleva personajes en movimiento, eso es poco común.
Cinturón del Tesoro de Dahshur. Oro en piezas que hacen dos cabezas de leopardo
afrontadas.
- Espejo de Sar Hator Iunu. Espejo en plata, mango en oro con incrustaciones. Además
de captar el rayo de sol, devuelve la luz solar, relacionada con ritos funerarios, daría
calor al difunto y le resucitaría.
- Bandeja de alabastro (Primera Dinastía). Imitación de una barca, para cosméticos.
- Tesoro funerario de Amenemhet III. Cajita con incrustaciones de marfil, es un neceser
(crema y granate), con espejo en bronce.
Tumba de Tutankamon.
La tumba de Tutankamon es la primera hallada en su lugar, en el valle de los Reyes, es
una tumba pequeña y modesta, en cuya tercera sala está preparada la partida del difunto
hacia el destino funerario, es donde se encontraba la momia cerrada en tres ataúdes (de
oro).
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 20
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- Sarcófagos. Piezas más significativas, el principal se encontraba en el interior de
cuatro armarios de madera forrada en oro de gran dureza y consistencia que fue
encerrada en otras dos mayores de madera con complementos de oro, piedras
semipreciosas y esmalte
- Cofres. Más verismo, decoración calada, símbolos de carácter religioso de distintas
deidades. En madera, marfil, chapados en oro y plata.
- Vasija sostenida por dos figuras femeninas, con base rectangular calada.
- Vaso para ungüentos, calado, de formas muy sugerentes y esbeltas.
- Copa de la inmortalidad. En alabastro, con pinturas de carácter jeroglífico, matizan
detalles.
- Pectoral con forma de escarabeo. Oro con incrustaciones de lapislázuli.
- Piezas de carácter litúrgico, vasos para libaciones, recipientes, ofrendas, jarras,
incensarios, pebeteros, etc. Algunas piezas tienen carácter de joyas. En los primeros
momentos participaban en los ritos los sacerdotes, familiares y altos dignatarios.
- Vasos. Unos rematados con alas de avestruz, en madera recubierta de oro y pasta
vítrea, vasos para la momificación, vasos canópicos, amuletos, etc.
- Chaublis. Objetos de uso funerario, aunque su función no se establece con precisión,
para labores de tipo agrícola o manual. Son pequeñas figuras en forma de momia y en
sarcófago con el nombre del difunto.
- Máscara funeraria de Tutankamon.
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Esta es una máscara hecha a semejanza del joven faraón y está labrada en una gruesa
plancha de oro, los antiguos egipcios afirmaban que el oro era la carne de los dioses. El
elemento predominante es el oro sólido de 22 quilates y sobre este, se realizaron
incrustaciones de diversas piedras semipreciosas, tales como: turquesa, lapislázuli,
cornelia entre otras. Este objeto funerario debía cubrir la cabeza y hombros del Rey.
El vidrio en la joyería
Entre los diferentes tipos de joyas que fueron trabajadas con alguna composición vítrea
tenemos en mayor cantidad; los collares y los pectorales, contando también con
numerosos ejemplos de brazaletes, tobilleras, anillos y pendientes
Ojos de vidrio y piezas para incrustar
Los soportes en su mayoría son de oro, el cual era trabajado en diferentes técnicas según
fuera necesario; laminado, vaciado en molde abierto, o cuando se requería de un gran
detalle a la cera perdida. Cuando se realizaban piezas de mayores dimensiones como las
máscaras o sarcófagos, era necesario trabajar en varias partes y después unirlas con
soldadura, terminado el soporte, se comenzaba a cortar y a pulir los fragmentos de la
composición vítrea de acuerdo al tamaño del hueco para finalmente ser incrustados en
su lugar.
Las piedras que se imitaban con la composición vítrea eran ágata y ópalo para el blanco,
turquesa y lapislázuli para el azul, cornalina el rojo, malaquita el verde y negro la
obsidiana. Todas poseían dentro de sus creencias un gran contenido simbólico.
Indudablemente el collar más característico dentro de la joyería egipcia es el weskhet,
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trabajado en cilindros dispuestos de manera vertical en formas semicirculares y
rematadas en los extremos. Fue muy común que este modelo rematara con la cabeza de
un halcón.
Collar weskhet de Senebtisy. Oro, turquesa y vidriado azul. Imperio Nuevo. Museo
Metropolitano de Arte, Nueva York
Collar weskhet en forma de halcón, encontrado en las tumbas de las esposas de
Tutmosis III Oro, cornalina, turquesa y vidrio azul. Imperio Nuevo.
Durante el reinado de Tutmosis III se elaboraron joyas de muy alta calidad, prueba de
ello son las joyas que fueron encontradas en la tumba de sus esposas en Tebas. Entre las
piezas se pueden destacar por su belleza brazaletes con finos detalles.
Pulseras cónicas de oro pertenecientes a Tutmosis III. Incrustadas con cornalina,
turquesa y vidrio azul. Imperio Nuevo. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.
El pectoral en forma de halcón es probablemente una insignia real por su gran contenido
simbólico. El halcón alado que representa al faraón, porta en su cabeza el disco solar
que es el símbolo de la divinidad. El halcón sostiene con fuerza en sus garras el shen,
símbolo de la eternidad, y el anj símbolo de la vida, se tiene en una sola pieza el poder,
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la vida y la eternidad. El plumaje del ave está trabajado con un gran ritmo con
incrustaciones vítreas de vivos colores.
Del reinado de Sheshonq durante la XXII dinastía podemos mencionar los brazaletes de
oro en forma cónica, trabajados con incrustación de lapislázuli y vidrio, y el hermoso
pectoral del escarabajo de lapislázuli que emerge del horizonte con el disco solar en la
parte superior, franqueado por dos serpientes que portan la corona blanca.
Pulseras del hijo de Sheshonq I. Oro, lapislázuli y vidrio policromado. XX dinastía, 3er
periodo intermedio
1.3 Fenicios
Los fenicios más industriales y comerciantes que artistas cultivaron la orfebrería, joyería
imitando en su estilo a los demás pueblos de Oriente con quienes se relacionaban y
combinando los dibujos de unos y otros. Sus obras más celebradas, entre las que aún se
conservan son las joyas como collares, pendientes, copas así como el tesoro hallado en
Preneste en Italia y las del tesoro de Curium en Chipre que deben datar del siglo X a.C.
Entre las primeras sobresale una gran copa de plata dorada con relieves de figuras
egipcias en zonas o círculos concéntricos, semejante a otra de Dali (Chipre). Asimismo,
existe una pátera de plata con relieves asirio-egipcios dispuestos en zonas también,
hallada en Curium y otra parecida, descubierta en Amatonte (de la misma isla) aparte de
variados dijes de oro, plata y bronce.
En cuanto a las alhajas de arte fenicio descubiertas en la Península Ibérica, hay que
adjudicarlas en casi su totalidad a los cartagineses y en ellas se descubren influencias
egipcias, asirias y griegas. Sobresalen por su riqueza e importancia las diademas y
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pendientes de oro del Tesoro de Aliseda (Cáceres) y por su número y variedad las joyas
gaditanas y halladas en sus necrópolis cartaginesas. Las de estas dos últimas localidades
consisten principalmente en collares, pendientes, anillos con gemas labradas o
entalladas y amuletos variados, notándose en algunos anillos que el oro sólo recubre lo
exterior de la pieza, siendo el ánima de cobre, a semejanza de otros de Asiria que guarda
el Museo Británico. La influencia egipcia en este mundo es muy fuerte, sobre todo en el
segundo milenio a. C. Las tumbas y ajuares funerarios estás también en relación con el
mundo egipcio, pectorales, coronas, tiaras, etc., pero con particularidades, el dominio
técnico es superior.
Hacia el primer milenio a. C. se inicia su periodo de expansión, coincide con un
momento de influencia egipcia, nos llegan sus labores de filigrana y granulado, en
orfebrería. Son propagadores de formas foráneas, con resultado de múltiples influencias.
La tipología vuelve a coincidir con la del mundo egipcio, son muy habituales en las
tumbas las piezas como amuletos y escarabeos, a veces se identifican como egipcias,
pero otras son manifestaciones locales. Es un símbolo regenerador de vida y a la vez
sirven como sellos. También carácter profiláctico o amuleto. Materiales son esteatita,
cornalina, cristal de roca, ágata y ónix. Se complementaban con esmaltes verde o azul.
No siempre se llevaban en anillos, también en collares. Chapones. La habilidad técnica
es mayor que la egipcia y el repertorio iconográfico es de gran riqueza (más
mesopotámico que egipcio), también influencias del mundo Micénico.
Variedad tipológica, desde escarabajos, deidades, inscripciones, etc. El campo más
interesante es el marfil y el hueso (más delicado). Plaquitas (8 cm.) para elemento
ornamental de muebles o de uso litúrgico. Otra tipología son los peines, en un solo
bloque, la Península Ibérica tiene un buen conjunto, magnífico, además han sido muy
bien estudiados y catalogados. Son piezas deudoras de los marfiles procedentes de la
zona de Nimrud, vienen toda una serie de placas que forman parte de una serie de
objetos de un enclave asirio. En relieve, con una gran talla, a veces calado y con un gran
valor iconográfico. Las influencias del mundo egipcio son evidentes (S. VIII a. C.).
- Dibujo de peine, en Cartago. Con una efigie y flores de loto.
- Flor de loto, tocado del mundo africano.
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- Joven nubio atacado por un león (S.VIII - VI a. C.), marfil mezclado con oro,
con incrustaciones de lapislazuli.
- Ternero y ciervo. Observación de la naturaleza, exquisitez.
Las piezas de vidrio tienen un gran desarrollo y una gran repercusión, pueden hallarse
en las costas italianas, griegas, españolas, etc. Los fenicios no inventaron el vidrio, solo
perfeccionaron la técnica (compleja, usando moldes), pero sin lograr la transparencia.
Colores amarillos y blancos, también tonos azules, verdosos, con ondulaciones, variada
tipología, sobre todo alargados (de 4 o 5 cm.) con uso similar al de ungüentarios. No
suelen poder apoyarse en su base. Los alabastrones realizan piezas como máscaras,
cuentas de collar, etc.
Fabricaban adornos de oro, plata, cobre y bronce, producidos en serie. La orfebrería en
su mayoría es creada en filigrana y granulada.
Los productos más famosos de los artesanos fenicios, eran las copas con figuras en
relieve e incisas, de una exquisita elegancia y belleza. Las fabricaban en oro, plata o
bronce, eran consumados maestros en su técnica.
A GADIR llegaron numerosos artesanos orientales conocedores de las técnicas
necesarias para los trabajos especializados en bronce, oro, plata y marfil. Ello dio lugar
a la elaboración de objetos de prestigio dirigidos a las clases nobles indígenas, como
demuestra los ajuares de sus enterramientos, y mas tarde a la imitación de estos objetos
artísticos en talleres indígenas, dando lugar durante el siglo VII a. C. a un desarrollo
considerable de la orfebrería, creando numerosos objetos de oro, diademas, pendientes,
anillos, broches etc., en los que se perciben técnicas y modas orientalizantes de Chipre,
Fenicia y Etruria. Destaca un conjunto de piezas de oro hallado en 1920 en la Aliseda
(Cáceres), decorados con temas conocidos en la iconografía oriental.
Junto con los marfiles, son las piezas más significativas. Su desarrollo se ve favorecido
por el comercio de metales preciosos.
En el tercer y segundo milenios a. C. su estética es egipcia y casi es imposible distinguir
su origen. El material más utilizado es el oro, después la plata, bronce, piedras duras y
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vidrio. Las técnicas son el repujado, filigrana y granulado (alcanzaron gran depuración
en este último).
Los temas son magia, religión, también tomados de Egipto. Destacan los elementos
zoomórficos como: escarabajos, grifos, esfinges, leones, etc. también formas vegetales
del mundo egipcio. La figuración humana se reduce a figuras femeninas, generalmente
bustos, relacionados con aspectos religiosos, también valor de amuletos. También una
serie de piezas colgantes (de piezas mayores).
-Jarritos, frutas, roseta, etc. (En el “Catálogo de los fenicios”).
-Bustos femeninos sujetándose los pechos (Ibiza).
-Hay toda una serie de piezas significativas del entorno regio.
-Pectoral del rey Abi Chemu (Ip Chemu Abi). S. XVIII a. C. (2º milenio). En oro.
-Corona del rey Abi Chemu (Ip Chemu Abi). Son copias egipcias, algo más pobres, en
oro y bronce.
-Pectoral del rey Abi Chemu (Ip Chemu Abi).Oro, esmalte y piedras preciosas, es
naranja y famoso.
En orfebrería hay un desarrollo gracias al comercio de metales, con piezas de influencia
fenicia, no se sabe si son españolas o foráneas. Materiales usados son sobre todo el oro
y la plata, también bronce, piedras duras, vidrio policromo. (pasta vítrea en azul, verde y
amarillo).
La orfebrería en su mayoría es creada en filigrana y granulada. Este proceso estuvo
olvidado durante muchos siglos e intrigo a los joyeros hasta que fue redescubierto en la
década de 1920. Tanto la Ilíada como la Odisea, describen con admiración los
recipientes de plata sidonios.
Homero, alaba una de los productos más famosos de los artesanos fenicios, las copas
con figuras en relieve e incisas, de una exquisita elegancia y belleza. Las fabricaban en
oro, plata o bronce, eran consumados maestros en su técnica.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 27
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Un curioso aspecto de esta venta es que la mayor parte de lo que ha perdurado proviene
de otros países, lo cual refleja la manera en que los fenicios inundaban sus mercados,
pero ello ha dificultado el poder conocer el verdadero estilo fenicio y diferenciarlo. Los
fenicios salieron a través del mar, llevando consigo esta economía mixta de industria,
arte y comercio y la desarrollaron en sus colonias occidentales.
Las técnicas empleadas son el repujado, filigrana y sobre todo granulado que alcanzará
gran desarrollo, requiere un gran trabajo de precisión, compuesto por aleaciones muy
complejas.
Motivos de carácter mágico y religioso, elementos fitomorfos como flores de loto,
zoomórficos como escarabajos, leones, halcones y fauna fantástica como grifos.
Figuración humana escasa, con excepción de bustos femeninos que son deidades que
aluden a la fertilidad.
Piezas destacadas son:
- Collares gran variedad, con pasta vítrea, piedras duras, cerámica, metales preciosos.
-Pendientes en forma de cruz egipcia, de botas, periformes, recipientes, cabezas de
animales, de una sola pieza en forma de torques.
-Brazaletes cilíndricos, de varias placas, anillas de oro o chapados con piedras y
motivos egipcios.
Las primeras piezas de la Península nunca aparecen en la costa, sino en el interior,
alejadas relativamente de los principales centros de intercambio. Los tesoros más
importantes, de los que no se puede fijar su origen pero que son posiblemente de factura
hispana, son los de Aliseda, Carambolo y Ebora. Destaca en ellos el componente
fenicio, también influencias de la costa norte del Mediterráneo, griega y etrusca.
-Tesoro de Ebora (S. VII a. C.). Compuesto por un centenar de piezas de oro que se
acoplan para formar objetos como collares, destaca una diadema con apéndices
triangulares (que tienen dobles s que hacen formas sinuosas). También colgantes,
brazaletes y gran multitud de piececitas (a veces con el rostro de la divinidad oriental
Bos), anillos, etc. Predomina la técnica del granulado, modelos de influencia fenicia.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 28
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-Tesoro de Carambolo. En el museo arqueológico de Sevilla. Es el más significativo.
Compuesto por 21 piezas, todas de oro, de gran originalidad, riqueza ornamental a pesar
de que la decoración es solo geométrica. Compuesto por un gran pectoral, 16 chapas (tal
vez de cinturón), dos brazaletes (muy anchos) y el collar (con un pasador bicónico del
que salen 7 cadenitas con 7 colgantes iguales a anillos - sello).
Decoración con esferas, semiesferas, rosetas, acordonados y entorchados. Pueden ser
ornamentos de carácter sacerdotal ya que el pectoral y los brazaletes son muy grandes y
pesan bastante (300 g. uno, 500 g. los otros). Motivos de influencia mediterránea, tanto
en tipologías como en ornamentación.
-Tesoro de la Aliseda. Relacionado con el tesoro de una dama, pero no con seguridad,
como los otros no es funerario sino que está oculto. Formado por 62 piezas:
- De todas las piezas destaca el extremo del cinturón (constituido por elementos
ornamentales en s, también formas de flores de loto, rosetas, etc. Destaca la figura de un
hombre luchando con un león. Fondo decorado con granulado).
- Una diadema exquisita, con flores.
- Dos pendientes, un tipo de pendiente con una cadena que cuelga de la oreja.
- Collares o colgantes. Tres reconstruidos, cabecitas de serpientes, bolitas, etc.
- Sellos. Anillo - sello con chapón basculante, decoración de hilos entorchados,
filigrana. Finalidad para colgante. Forma más próxima a la de las fíbulas.
- Anillos con formas orgánicas, de sanguijuela hinchada, suelen ser huecos.
- Jarro de vidrio. Responde a la misma tipología de los bronces fenicios, decoración del
mundo egipcio.
Cuando llegaron los fenicios a las costas del sur y se instalaron definitivamente aquí, los
orfebres indígenas se sorprendieron de las magníficas joyas que producían los artesanos
fenicios. Con muy poca cantidad de oro hacían adornos grandes pero ligeros y, por
tanto, menos costosos. Esto era posible gracias a las técnicas que se habían ido
perfeccionando en el Mediterráneo oriental a lo largo de siglos: la soldadura, para hacer
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 29
Verónica Topón
uniones; la filigrana para adornar la superficie con finísimos hilos; y el granulado para
adornarla con pequeñísimas esferas de oro.
Con el paso del tiempo, la orfebrería ibérica no sólo había adoptado estas nuevas
técnicas, sino que las había mejorado y tenía unos diseños de gran personalidad, tanto
en plata como en oro, que poco se parecían ya a las antiguas joyas fenicias.
Fabricaban diademas y cinturones, pendientes y anillos; cuentas para los collares, de oro
y piedras duras; grandes arracadas para las orejas y amuletos y colgantes para
protegerse de enfermedades y malos espíritus. Pero no todo eran adornos personales,
sino platos y fuentes de vajilla; cuencos y jarros para ofrecer libaciones en los templos;
incluso grandes soportes, como candelabros, para dejar quemar perfumes que
purificaban el ambiente.
Estos profesionales de la orfebrería se organizaban en pequeños talleres que cubrían las
necesidades de un determinado territorio. Ofrecían sus propios diseños que debían
atenerse a unas cuantas normas establecidas, pero que les permitía bastante libertad; por
ejemplo, eran muy adaptables y receptivos a las modas que venían del exterior, sobre
todo del sur de Italia y de Grecia. Viajaban aquí y allá, dentro de su territorio, y creaban
escuela.
La orfebrería del bronce final de las zonas próximas al núcleo tartésico se caracterizan
por repetir una misma forma, normalmente torques. Son elementos exclusivamente
elaborados en oro. La diferencia de este tipo de joyería con la tartésica es muy evidente
por varios motivos:
Utilizan repertorios decorativos muy amplios realizados mediante distintas técnicas,
bien mediante la filigrana (finos hilos de metal), el granulado (pequeños granos
metálicos), el repujado (la lamina metálica por la parte interior diseñando los motivos
decorativos que se quieren mostrar por la otra cara), el troquelado (la decoración se
realiza mediante un troquel y mediante presión se graba dicho motivo).
Se combinan todas ellas en una misma pieza. Comparativamente con la orfebrería
anterior exclusivamente de oro, ahora lo característico son las aleaciones.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 30
Verónica Topón
Es muy difícil distinguir las producciones que aparecen en la Península y las que son
fruto de las importaciones fenicias. Se confunden tanto las imitaciones de orfebres
indígenas, la producción de orfebres fenicios coloniales o la importación.
Entre las producciones artísticas más características están las que se encuentran en los
tesoros del Carambolo y de la Aliseda. Destacan como elementos más repetitivos las
placas articuladas, los brazaletes, un tipo de pendiente (las arracadas) que se
caracterizan porque son pendientes de gran tamaño y con decoración que rodea un
cuerpo liso, como un fleco decorativo.
Otra forma típica son las diademas, que se caracterizan junto los anillos, ya que se
acompañan de aditamentos de piedras preciosas o semipreciosas. Son diademas muy
elaboradas. Combinan placas articuladas con decoración floral, con colgantes que sirven
de adorno (simples esferas, flores de loto, etc.). En los anillos se usan esas piedras
preciosas o semipreciosas, sobre todo en los anillos giratorios. Menos típicos son los
collares con colgantes. Es el tipo de joyería más sencilla en el que combinan menor
número de técnicas.
-Tesoro de Arrabalde (Zamora). Constituido por piezas de oro y plata (segunda edad del
hierro), unas 50 piezas que pesan más de 5 Kg. Se halla muy al norte, novedad, porque
es una zona céltica. La zona en que aparece es la zona de contacto entre el mundo
ibérico y el celta, se desconocen las circunstancias de su hallazgo, pero se sospecha que
se encontró en una casa. Los objetos estaban dentro de una vasija oscura, salvo dos
recipientes. Son piezas de uso personal, decorativas, se desconoce su procedencia,
podrían ser una recopilación.
-Recipiente de plata con una forma muy cuidada, cuerpo semiesférico, con un borde
muy alto.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 31
Verónica Topón
-Torque funicular. Dos hilos gruesos que se van retorciendo, es más grueso en su zona
central. En ocasiones son huecos o también de cobre recubierto de plata, algunos tienen
la superficie estriada, otros están rematados con formas piriformes, otros se decoran con
un nudo en el centro, otros terminan sus extremos en formas afiladas formando broches,
otros son de sección anular simple. Influencias celtas, pero también orientalizantes.
-Brazalete largo de cintas. Extremos con decoraciones geométricas y remate con
cabezas de serpientes. En plata. De dos tipos, de junco grueso (con una vuelta y que
rematan en cabezas de caballo o serpiente) o espiriliformes (decoración con troquel a
los extremos).
-Pulseras.
-Fíbulas (nunca de oro) de varios tipos, simétricas (frecuentes en el valle del Duero),
anulares hispánicas (de bronce recubiertas de oro, de junco grueso recubierto con hilo,
decoración con dos anillos recubiertos por oro, cronología tardía, S. II a. C.), charnela
(de estructura plana con bisagra y con cabezas de prótomos).
-Pendientes. 4 piezas de oro, tipo arracada, frecuentes en la Península en su área
orientalizante. Terminaciones en forma de racimo o bellota.
-Anillos. Gran variedad, muy simples, destaca uno que simula escamas, otro con
filigranas, otro con trenzas.
Todos estos objetos no es probable que tengan una procedencia común (S. II - I a. C.),
atesorados en diferentes momentos, algunos son del sur de la península. Aparecen el
mundo oriental y el céltico.
Comparativamente con la orfebrería anterior exclusivamente de oro, ahora lo
característico son las aleaciones que dan como resultado que el peso de la joya sea
menor y que el acabado sea distinto a las producciones anteriores por el color.
La incorporación de nuevas formas aunque utilizan fundamentalmente el metal suelen
incorporar una serie de aditamentos de piedras preciosas o semipreciosas.
Es muy difícil distinguir las producciones que aparecen en la Península y las que son
fruto de las importaciones fenicias. Se confunden tanto las imitaciones de orfebres
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 32
Verónica Topón
indígenas, la producción de orfebres fenicios coloniales o la importación. Cuando
estamos ante una producción colonial o indígena, en sus joyas a veces encontramos un
cierto gusto autóctono.
Los objetos fenicios de este material son un número grande, pero con menor calidad
artística, los más antiguos son del S. VIII a. C. Suelen ser bronces fundidos a la cera
perdida. Figuras femeninas alusivas a deidades y sacerdotisas (como Astarté, de
procedencia oriental). El tema se repite en lo marfiles de Nimrud, las diosas de la
fecundidad son una iconografía habitual, próxima también al mundo griego.
- La pieza más notable es el bronce Carriazo (S. IV a. C.). Parte de un bocado de caballo
que representa la diosa de la fecundidad, iconografía próxima al mundo egipcio.
- Aves acuáticas. Se relacionan con el centro de Europa, el mundo malsático.
- Figura de Ptah.
- Carro de Mérida (S. VI a. C.). Bronce de 28 cm. Esquema idéntico a los del mundo
centroeuropeo, con interesante escena de caza. Naturalismo muy marcado. Función de
carácter religioso o votivo. Se complementaba con elementos como campanillas que
cuelgan, otro perro, etc.
Tipología interesante en la Península los jarros. Su forma es muy variada, suelen ser
jarros de forma globular y cuyas diferencias vienen dadas por:
-Las bocas. Trilobuladas, plana o esbasada, acabada en prótomos de animales.
-Las asas. Simples, las que se dividen en tres ramas, unión del asa simple o en palmeta.
-Jarros con formas de prótomos, gran parecido con jarros etruscos:
En cuanto a sus relaciones con Mesopotamia, están atestiguadas por las excavaciones de
Mari, que nos han hecho saber que los tejidos guiblitas eran allí muy apreciados y que
su rey Zimri-Lim (1779 a 1761) recibió del rey de Biblos un vaso de oro.
Hay también otros objetos, sin embargo, atestiguan un arte más puro, por ejemplo, el
cuchillo de plata y oro encontrado en la tumba de Ip Chemu Abi. No solo su forma
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 33
Verónica Topón
Fenicia, sino también su decorado, que está formado por líneas sinuosas sobre la hoja y
redondeadas en su puño.
La mayor parte de sus estatuillas fueron recubiertas con una hoja de oro, de una
delgadez extrema, y que se adhería perfectamente a sus contornos esta técnica muestra
la gran habilidad de los fenicios, alabada por la Biblia cuando en ella se describen los
relieves del templo, con revestimiento de oro, realizados por los tirios. Esta técnica que
se mantuvo durante largos siglos en las obras fenicias, será aplicada por ellos, mil años
mas tarde, sobre el marfil que traerán de los países de África. Estos marfiles dorados
fenicios anuncian ya las obras criselefantinas de Fidias.
1.4 Griegos
Por los antiguos poetas e historiadores griegos y romanos se sabe que la orfebrería y la
broncería alcanzaron en Grecia un estado de prosperidad y de perfección increíble,
andando al compás de las Bellas Artes primarias. En los objetos encontrados se
observan como es de suponer las mismas vicisitudes del arte de la escultura griega pues
llevan muchos de dichos objetos varias figurillas que los hacen incluir en el género
escultórico. A los procedimientos fabriles del repujado, cincelado y filigranado ya
conocidos en las civilizaciones precedentes, se añadió por los artistas griegos (según se
dice) el granulado, sembrando de pequeñísimas perlitas de oro la superficie de la joya o
alhaja por un procedimiento desconocido. Pero mucho antes que los griegos ya lo
practicaban los egipcios pues se han encontrado en joyas de la dinastía XII (unos veinte
siglos a.C.)
Las principales obras de orfebrería griega que figuran en las colecciones (prescindiendo
de las monedas) proceden de los tesoros descubiertos en Crimea, Etruria y zona de
Nápoles.
- Las de Crimea son joyas diferentes halladas en Kertsch (antigua Panticapea) y que se
supone que debieron pertenecer a los príncipes del Bósforo cimeriano (siglos V y IV
a.C.) pero labradas por artistas griegos.
- Las de Etruria se han hallado en necrópolis de los etruscos y son también preciosas
joyas e arte griego (diademas, collares, brazaletes, fíbulas) que se admiran en los
Museos del Vaticano y el Louvre.
- En Boscoreale (Nápoles) se descubrió un tesoro de más de cien piezas, vasijas, casi
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 34
Verónica Topón
todas, de plata repujada y cincelada que pasaron al Museo del Louvre y que se juzgan
de arte helenístico y alejandrino del siglo I.
En sepulcros de la misma Grecia se han encontrado plaquitas de oro o de plata con
figuras repujadas que debieron ser ornamentos de vestido. Pero las mejores y más
celebradas piezas de orfebrería clásica (aunque ya de origen romano) que por reflejar
muchas de ellas el más refinado arte griego se las juzga también en parte griegas, son
las del tesoro de Hildesheim: se consideran como pertenecientes al botín de guerra
obtenido por los germanos al destrozar las legiones de Publio Quintilio Varo (año 9) y
entre sus hermosas vajillas y diferentes utensilios de plata (pasan de setenta las piezas
del tesoro) están la célebre pátera de Minerva con la figura de esta diosa sentada y la
gran crátera de 30 libras romanas de peso, ambas con figuras repujadas y finamente
cinceladas.
Se agregan a dichas obras de orfebrería griega los numerosos bronces de igual estilo
(desde el siglo VIII a.C.) coleccionadas por los museos principales ya sean estatuas,
amuletos, placas de adorno con figuras repujadas, ya espejos bruñidos y con grabados
en el reverso, ya fíbulas.
Con el inicio del tercer milenio comienza una nueva era. La aparición de la metalurgia
del bronce, importada del Oriente, tiene como consecuencia el desarrollo de la
navegación y del comercio y el cambio progresivo de las estructuras sociales impuestas
hasta entonces por la cerrada economía agrícola de la época neolítica.
En la Edad de los Metales nos encontramos con una distinción entre Bronce y Hierro.
La Edad de Bronce se caracteriza por el empleo de objetos de bronce a amplia escala.
La aparición de la metalurgia se manifiesta en la utilización de oro y cobre en un primer
momento para después pasar al empleo de una aleación entre estaño y cobre de la que
resulta el bronce.
La evidencia de que inicialmente no se trata de verdadero bronce, aleación de cobre y
estaño, sino de cobre llevo al establecimiento de un periodo previo a la Edad del
Bronce, dando lugar a que se incluya en las periodizaciones una etapa intermedia entre
el Neolítico y la Edad del Bronce, denominada Edad del Cobre, Calcolítico o
Eneolítico, con valor cronológico y tecnológico. La periodización clásica, basada sobre
todo en la tipología de los productos metálicos, la divide en Edad del Bronce Antiguo,
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 35
Verónica Topón
Medio y Final que, iniciándose en los últimos siglos del tercer milenio, se prolonga a los
primeros del primer milenio a.C.
El segundo milenio es la época donde la expansión y consolidación del uso del bronce
caracteriza la tecnología de la mayor parte de Europa, Próximo y Extremo Oriente. El
bronce es el resultado del último estadio de la evolución tecnológica de la metalurgia
del cobre, con la aleación o mezcla con otros metales, estaño sobre todo.
La producción de orfebrería en Grecia, se distingue por una estrecha y fuerte adhesión a
los modelos tipológicos y funcionales. Esta característica no nos sorprende, si
consideramos que la población y la cultura dominante provienen directamente de las
ciudades griegas que enviaron sus colonos a Italia, ya desde la mitad del siglo VIII
a.J.C. Hay que notar al mismo tiempo que el estado de la documentación de la
producción orfebre meridional está estrechamente relacionado con las costumbres
funerarias. La ideología griega relativa a las sepulturas parece ser menos sensible hacia
la representación del difunto mediante el entierro de objetos preciosos que la de las
poblaciones indígenas. Esto se refiere en especial al período precedente a las
documentaciones de los siglos IV-III a.J.C., provenientes de las necrópolis italiotas de
Tarento.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 36
Verónica Topón
Los griegos ofrecen también objetos preciosos en los santuarios. Estos objetos
constituyen una importante fuente de conocimiento acerca de la producción orfebre
meridional desde la edad arcaica hasta la dominación romana. Junto con estos hallazgos,
hay que recordar que las inscripciones registran la composición de los tesoros de
algunos templos, como por ejemplo la inscripción que se refiere a un templo arcaico de
Siris (cerca del actual Policoro), en el cual habían sido ofrecidas cuatro diademas de
plata.
Por lo que concierne a los materiales usados el oro proviene seguramente de las minas
ubicadas en el exterior de Grecia mientras se conocen numerosas minas de plata, casi
todas ubicadas en la actual Calabria septentrional. Tal oportunidad de abastecimiento,
justifica la abundancia de joyas de plata durante la época arcaica como en los períodos
sucesivos.
El uso de piedras preciosas o semipreciosas, se relaciona con la paralela predilección
hacia las mismas que se manifiesta en grecia especialmente en la realización de anillos.
En el período helenístico se difunden las decoraciones con esmalte de colores y con
pastas vítreas.
La tipología de los adornos personales de gran valor incluye fíbulas, anillos, collares,
aros, diademas y coronas, espirales, alfileres, brazaletes, láminas decoradas. Algunas de
estas formas repiten, con materiales preciosos, siluetas y funciones propias de las
producciones itálicas corno por ejemplo fíbulas y espirales.
El aspecto general de las joyas de Grecia, excepto las antes mencionadas, evoca de
inmediato las joyas usadas. Sin embargo se pueden individuar características peculiares
propias tanto en la estructura corno en la decoración.
Por lo tanto es probable hipotizar que en Italia meridional hayan existido numerosos
talleres de orfebrería, que interpretaban, según el gusto local, las formas y los modelos
más en boga en la cuenca mediterránea.
Esta conclusión además de derivar de motivaciones lógicas se basa en algunos
descubrimientos arqueológicos como el del conjunto de utensilios de un orífice,
enterrado en una tumba tardo-helenística de la necrópolis de Heraclea en Lucania.
El itinerario de la individualidad de dicha producción se puede seguir desde la edad
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 37
Verónica Topón
arcaica hasta todo el período helenístico, si bien queda abierto el problema de la
localización del sitio en donde fueron realizadas las joyas con forma y uso
exclusivamente itálicos, es decir si en ambiente itálico o italiota. Junto con los
productos de Grecia, se pueden individualizar otras joyas que evidentemente fueron
importadas de distintos ambientes mediterráneos. Tales importaciones son más bien
antiguas, como por ejemplo, los discos en oro de Noicattaro, producidos por lo menos
en el siglo VIII a.J.C. Estas sin embargo, son más numerosas en el período helenístico,
podemos recordar por ejemplo el brazalete retorcido de Mottola y la diadema en forma
de tímpano triangular de Gizzeria.
La producción de orfebrería de Grecia muestra su originalidad no sólo en las formas de
uso exclusivamente itálicas sino también en los fastuosos "cubre cabezas" del período
tardo - arcaico de Metaponto (Crucinia, excavaciones 1991) y de Taranto; en las
diademas de plata y oro; en los aros en forma de sanguijuela con cuerpo tripartito; en
los aros en forma de hélix.
Las importaciones etruscas son muy reducidas si tomamos en consideración el único
objeto de producción seguramente etrusca, el collar de Ruvo de Pulla, con colgantes
con forma de máscara de Sileno, y las importaciones italiotas de orfebrería en Etruria
son casi inexistentes.
De hecho, la conformidad en las formas del período helenístico en Grecia es porque se
inspiraba en ambientes. Eran la Alejandría de los Tolomeos y las capitales de Asia
Menor: de aquí nace la predilección hacia las formas fastosas de los aros, hacia las
piedras y hacia los esmaltes de colores.
El conocimiento de la producción orfebre contribuye a aclarar algunos aspectos de la
vida antigua corno por ejemplo las costumbres del tiempo y el aspecto económico.
Lamentablemente, gran parte de la documentación está constituida por hallazgos que
carecen de los datos del contexto y esto no permite elaborar una correcta evaluación
histórica de la producción orfebre.
La joyería adopta una variedad deslumbrante de objetos. Los broches y las fíbulas,
desarrollados a partir de fuentes clásicas, fueron las formas más simples. Los pasadores
eran bastante largos y sus cabezas se decoraban con abalorios o con vidrio y esmalte.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 38
Verónica Topón
Sin embargo, los broches estaban mucho más decorados. El modelo principal fue la
fíbula, una antigua forma de broche o hebilla parecido a un imperdible de seguridad,
conocido desde los tiempos micénicos. Desde el siglo V en adelante, los artistas celtas
empezaron a transformar esta forma básica, decorando su extremo con representaciones
festivas de dragones, pájaros y máscaras humanas.
En Grecia ya conocían el esmaltado del metal y se refiere a la aplicación de un esmalte
sobre el metal este proceso se efectúa de diferentes maneras ya que el esmalte puede ser
aplicado por vía seca y húmeda, por balo o aspersión y una vez aplicado el objeto se
introduce en el horno a grandes temperaturas. Los metales que los griegos esmaltaban
eran principalmente el oro, el cobre, la plata el hierro, el acero inoxidable, algunas
alpacas y latones. Se inicia en la orfebrería como elemento decorativo reemplazando a
las piedras preciosas
Donde sobresalieron sin duda fue en el trabajo de orfebrería. Las piezas más hermosas
se han reunido en el museo nacional de Atenas, donde podemos apreciar todo el
esplendor de Micenas "rica en oro" según las palabras de Homero. Además de las
famosas mascarillas encontradas por Schliemann en las tumbas del Círculo A, contamos
con hermosos ritones de plata y copas como la que responde a la descripción que
Homero nos trae de la copa de Néstor. En Vafio se encontraron dos vasos de oro en
forma de cubilete con un firme sentido de la composición, y una claridad, muy alejados
de los principios estéticos cretenses. En ellos estamos tratando de descubrir las primeras
manifestaciones del espíritu griego. Uno de ellos muestra un paisaje montañoso con
escenas de la vida de toros salvajes: un toro ha quedado prisionero en una red, en tanto
que otros dos embisten furiosos. En el otro vaso aparecen ya, en un paisaje llano, dos
toros domesticados.
En sus joyas utilizaron con frecuencia el esmalte y lograron una gran perfección en la
realización de camafeos (algunos de gran tamaño). Otras joyas muy de moda fueron la
fíbula (broche similar a un imperdible o alfiler de seguridad), los anillos (que en pleno
apogeo del Imperio se usaban en todos los dedos) y los adornos exóticos de ámbar.
Hacia finales del Imperio romano, a partir del siglo III d.C., los collares y las pulseras se
realizaban con monedas de oro montadas cuidadosamente en forma de arcada; el estilo
clásico desapareció paulatinamente.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 39
Verónica Topón
El trabajo de los metales era una de las actividades artísticas más importantes en los
pueblos.
Entre los valores más preciados se cuenta el tocado de una de las sesenta y cuatro
cortesanas enterradas en el sepulcro real, de una suntuosidad y un diseño exquisito, en el
que finísimas láminas de oro imitan hojas y pétalos de flores. Restos de vajilla labrada
en oro y numerosísimas estatuillas de cobre, uno de los metales más trabajados, así
como collares y brazaletes de cornalina, lapislázuli y plata e instrumentos musicales con
piedras preciosas completaban el tesoro más antiguo del mundo oriental.
En las formas y el modelado del metal se descubre un naturalismo de cierta ingenuidad,
con obsesión por el detalle ornamental. Se hace difícil un estudio del estilo general de la
orfebrería mesopotámica debido a la gran variedad de pueblos y culturas que poblaron
sucesivamente el territorio. Sin embargo, en todos lo objetos se descubre el valor de las
fuerzas de la naturaleza y la esperanza del hombre en una vida después de la muerte,
algo que explica que los objetos más valiosos se encontraran en los sepulcros.
Entre los años 2500 a.C. y 500 a.C., inicio del periodo clásico del arte griego, los
artesanos del periodo minoico de Troya y Creta (en puntos muy alejados entre sí del
Egeo) realizaron, sin embargo, pendientes, brazaletes y collares muy similares. Sus
obras típicas eran espirales finas y cadenas de alambre engarzado y trenzado y finas
hojas en forma de pétalos y rosetas. Las técnicas más utilizadas eran la del estampado,
el esmaltado, la granulación de oro y la filigrana, si bien era más rara la incrustación de
piedras. Los motivos más utilizados eran las espirales y los de tipo naturalista como la
sepia (parecida al calamar), la estrella de mar y la mariposa. Entre las joyas encontradas
en Micenas y Creta (hoy en el Museo Nacional de Atenas) hay numerosos discos de oro
de pequeño tamaño con una perforación que permitía sujetarlos a los trajes, así como
diademas de oro realizadas con largos óvalos cubiertos por rosetas repujadas.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 40
Verónica Topón
Las antiguas joyas griegas, etruscas y de otras partes de Italia realizadas entre los años
700 y 500 a.C. estaban totalmente inspiradas en los modelos egipcios y asirios llevados
por los mercaderes fenicios. Las técnicas seguían siendo básicamente las mismas que
las del periodo precedente y las plaquetas realzadas o estampadas constituían el
elemento básico del trabajo; se siguió utilizando la técnica de la granulación, y en
Etruria esta técnica alcanzó un alto grado de refinamiento. El bello collar griego de
Rodas del siglo VII a.C. está formado por siete plaquetas rectangulares de oro con
figuras aladas en relieve bordeadas de pequeñas bolas de oro (Museo Británico,
Londres).
En el periodo griego clásico (siglos V y IV a.C.) dejó de utilizarse la técnica de la
granulación y reaparecieron las del esmalte y la filigrana. Las joyas clásicas griegas eran
finas y elegantes, los collares de oro trenzado estaban adornados con flores y borlas, y
los pendientes de aro tenían discos y rosetas de filigrana. En el siguiente periodo
helenístico se utilizaron colgantes con forma de ánforas, victorias aladas, cupidos y
palomas, pero la innovación más importante fue la inclusión de grandes piedras de
color, especialmente granates, en el centro de los diseños. Este esquema fue
desarrollado por los romanos, que utilizaron una variedad mucho mayor de piedras que
colocaban en filas rodeadas de perlas.
Micenas es llamada por Homero "la ciudad en donde abunda el oro". Las tumbas
situadas bajo el Ágora contenían cuerpos casi enteramente revestidos de oro en
planchas, y de joyas. Sobre los rostros, máscaras repujadas conservaban los rasgos del
difunto, las coronas, las joyas y ornamentos, todos trabajados de una manera aún
primitiva. En cambio, las piezas descubiertas en el tesoro de Atreo, compuesto por
millares de vasos, diademas, pulseras, collares, pendientes, eran trabajadas con
verdadero arte. Se supone que estas obras son de los tiempos homéricos de la guerra de
Troya, mientras que los cubiletes de oro encontrados en Vaphio, Laconia, seguramente
son posteriores. La orfebrería ofrece principalmente una idea del lujo y de la riqueza de
un arte que sorprende por la calidad y originalidad de sus creaciones. Un ejemplo
interesante es la llamada máscara de Agamenón.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 41
Verónica Topón
Se puede atribuir al arte orfebrerístico la colosal estatua de Atenea que Fidias ejecutó
en el Partenón (la diosa estaba elaborada de marfil, sus ojos de piedras preciosas, el
ropaje y las armas de plata y oro de colores diferentes).
Los contactos fueron especialmente intensos con Egipto, durante los reinados de
Tutmosis III y Amenofis III (hacia 1.500 a.c.- 1.450 a.c.). Los cretenses importan oro,
plata, cobre, marfil o lapislázuli, a cambio de lana, vino y aceite, muy abundantes en la
isla.
También durante el imperio Persa (VI a.C.) la orfebrería experimentó un florecimiento.
Los tesoros encontrados en las excavaciones dan cuenta de la habilidad de los artesanos
en la realización de bellísimos utensilios y objetos decorativos en oro y plata. Destacan
sobre todo las piezas del último período del Imperio. El naturalismo de las estatuillas
destinadas a los hipogeos y el logrado dinamismo de su decoración reflejan la influencia
de los artistas griegos.
LA JOYERIA INDOEUROPEA Y SUS GENERALIDADES 42
Verónica Topón
Muchos son los rasgos que diferencian de un modo tajante esta civilización de la
minoica; la diferenciación étnica fue el detonante de ellas. Las principales
características son:
por primera vez los gobernantes quieren dejar constancia de su vida y su status social,
manifestado sobre todo en el enterramiento; por primera vez se delimitan espacios
sagrados para tumbas; es el caso de los dos círculos de tumbas delimitados de Micenas
fuera del casco urbano con ajuares para los muertos, lujosos objetos metálicos y objetos
guerreros (petos de oro, collares, pendientes y máscaras faciales de oro, etc.); es la
inmortalización del poder y la autoridad; elaboración de objetos de lujo muy bellos y
exquisitos como abalorios de ámbar, las joyas arriba citadas de oro, alfilera con cabeza
de cristal de roca y escudillas en forma de plato también en cristal de roca;
La sociedad presenta una estratificación social muy marcada, dominada por una
nobleza guerrera que concentra el poder (en los enterramientos se ha visto que además
son de una altura y corpulencia mayor que el resto de habitantes de estos
asentamientos); también hay especialización del trabajo en función de las habilidades
técnicas y artísticas;
Antes de que Alejandro de Macedonia encendiera Persepolis, ordenó trasladar la
preciosa joyería de Persepolis a su país, Grecia. Una gran parte de estas joyas fueron las
monedas de oro y oro en barras, joyas, obras artísticas, alfombras, telas y armas
adornadas con las joyas. Estos objetos y obras, actualmente están en los museos o las
colecciones privadas en todas partes del mundo que todos estos muestran la existencia
de los artes elegantes de los Aquemenidas una serie más importante de estos objetos son
las joyas que se han diseñado especialmente para los reyes y cortesanos.
Entre estos objetos se observan algunas copas y cántaros que se han decorado con
piedras preciosas.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 43
Verónica Topón
CAPITULO II
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA
2.1 México
2.1.1 Toltecas
Los toltecas se establecieron en la ciudad de Tula, localizada en el estado de Hidalgo,
aproximadamente a 80 Km. al norte de la ciudad de México. Actualmente, esta ciudad
tiene un amplio rango de interés turístico; su patrimonio cultural se basa en hermosos
lugares arqueológicos y coloniales.
Chac Mool
Las figuras de carácter antropomorfo recostadas en esta forma, girando su cabeza para
que sea contemplada por el espectador, se conocen como Chac Mool, y su presencia
identifica al mundo tolteca y sus relaciones con los mayas de la Península Yucateca,
algunos investigadores consideran que es la imagen de un guerrero divinizado, con
asociaciones al culto del fuego.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 44
Verónica Topón
Esta colección consta de 10 monedas; tres de oro y siete de plata. Para las monedas de
oro el motivo es un Águila y viene en presentaciones de 1, 1/2, y 1/4 de Onza. Los
Atlantes para la moneda de cinco onzas de plata; y de las cuatro monedas de una onza
de plata los motivos son: Quetzalcóatl, Sacerdote, Serpiente con Cráneo y una de ellas
también se presenta en 1/2 y 1/4 de onza que es el Jaguar. Estas monedas, al igual que
las cinco colecciones anteriores, son de curso legal en México y son acuñadas por la
Casa de Moneda de México. En el anverso de cada una de ellas se presenta el Escudo
Nacional.
Los artistas del oro y la plata fundían estos metales con carbón y cera para diseñar sus
modelos, generalmente inspirados en seres vivos, es decir, imágenes en movimiento.
Los artesanos, formaban una clase numerosa, vivían en lugares específicos de la ciudad
y tenían sus propias instituciones. Llevaban a cabo artes menores de orfebrería, de
joyería y mosaicos o cuadros hechos con plumas. A estos artesanos se les conocía como
tolteca, pues en efecto el origen de sus técnicas había estado asignado a la civilización.
Toltecas quiere decir artesanos delicados, artistas de primera, pintores, lapidarios,
trabajadores de la pluma y de piedras preciosas.” A este conjunto de técnicas se el
asignó el nombre de toltecayotl que quiere decir “cosa tolteca”. El artista y la vida era
el medio para llegar a su obra maestra, que no era otra cosa que llegar a la revelación
exaltante de su conciencia luminosa. Entonces la orfebrería y lapidaria se convertían en
símbolo metafóricos. El oro y las piedras preciosas, en especial el jade; eran uno, (el
oro) el símbolo de la pureza que alcanza la materia y con ello evade la corrupción a la
que está sujeta la materia y el otro; el jade, que simboliza la piedra que a la fuerza de la
talla llega a su grado de perfección y belleza. El simbolismo constante de la piedra
preciosa (chalchihuitl) como el alma del individuo.
Los hombres tenían un profundo pensamiento filosófico "Aquellos que algún día
prendieron a ser dioses". Para ellos el valor del oro, la plata y el jade tenía un
significado esotérico. Contrario al sentido de la cultura occidental, que durante la
primera parte de la colonia se dedicó a fundir los maravillosos símbolos filosófico –
espirituales que se representaban en bellísimas joyas.
Los Toltecas conocían la metalurgia desde tiempos remotos, sin embargo se destacan
sus orfebres. Entre sus técnicas podemos mencionar el trabajo de los metales, tanto en
frío como por calentamiento. "El martillado" es una técnica que consiste en martillar
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Verónica Topón
varias "pepitas" de oro para que se "suelden" y martillando se extiende el metal hasta
hacer una lámina. La "fundición es otra técnica que se usó; se dice que los toltecas
usaban crisoles de carbón de leña, motivo por el cual al destruirse por el uso, no se han
encontrado vestigios de ellos.
También fue usada la técnica de "cera perdida", "falsa filigrana" y una muy especial,
pues al parecer no la conocían los europeos de aquellos tiempos. Nos referimos a la
técnica llamada "mise en couler" que hacía parecer de oro puro a objetos elaborados con
una aleación de cobre, oro y plata. Quetzalcoatl "descubrió gran riqueza de esmeraldas,
turquesas finas, oro, plata, collares, caracoles y (las plumas de) quetzalli y se afirma "Se
llamaron toltecas, que es tanto como decir oficiales pulidos y curiosos y todos ellos eran
únicos y primos oficiales, por que eran pintores, lapidarios, carpinteros, albañiles,
encaladores, oficiales de pluma, oficiales de loza, hilanderos y tejedores. Ellos hallaron
y descubrieron la mina de las piedras preciosas que en México se dice, que eran
turquesas y lo mismo las minas de plata y oro así como el ámbar, el cristal, las piedras
llamadas amatistas, y perlas y todas las demás que traían por joyas".
Ellos sabían muchas cosas, nada se les dificultaba, tallaban la piedra verde (chalchiuitl),
fundían el oro (teocuitlapitzaia) todo ello procedía de Quetzalcoatl, las artes
(toltecayotl) y los conocimientos.
El pensamiento de esta cultura les permitía dar criterios y diferenciar a los artistas y su
rango para esto decían que:
El orfebre: experimentado, que conoce el rostro de las cosas, creador de las cosas como
toltecas.
El buen orfebre: De mano experimentada, de mirada certera prueba bien los metales, los
pule.
Guarda sus secretos, martillea los metales, los funde, los derrite, los arde con carbón, da
forma al metal fundido, le aplica arena. Los artistas del oro y la plata fundían estos
metales con carbón y cera para diseñar sus modelos, generalmente inspirados en seres
vivos, es decir, imágenes en movimiento.
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Verónica Topón
Desgraciadamente muy poco queda de los trabajos en oro y plata que realizaron los
arqueólogos, casi todo, desde 1519 hasta empezando el presente siglo, fue fundido en
lingotes. Los testimonios de este maravilloso arte, de origen tolteca, que hoy podemos
apreciar, provienen de exploraciones arqueológicas muy recientes; es el caso del "tesoro
de la tumba 7 de Monte Albán" que fue encontrado en el año de 1932 por el arqueólogo
Alfonso Caso.
En esta tumba se podía observar gran riqueza que formaba parte de los toltecas entre las
principales piezas encontradas fueron cuentas de oro y los cristales de roca, las perlas,
los jades y las placas de turquesa desprendidas de sus antiguos mosaicos. También se
encontraron numerosos brazaletes y una corona con su pluma, trabajadas en fina lámina
de oro. Las piedras grandes y chicas desprendidas de la bóveda, una corona y, se
encontró un cráneo que estaba destrozado el mismo que era revestido de turquesas,
placas de oro que llevaban cosidas en trajes de ceremonia. Otra de las piezas del
"tesoro" es un pectoral, el más hermoso de estos pectorales, y también el más
importante, mide 115 mm en la parte más ancha. Su grueso máximo es de dos 2mm y
pesa 112 gr.
Representa un personaje cubierto de un yelmo de tigre o serpiente, que lleva una
máscara bucal, en forma de mandíbula descarnada, sostenida por un doble cordón que
pasa por debajo de la nariz. El personaje lleva collar formado por tres hilos, colgando
del último cuatro cascabeles de oro de forma amigdaloide, como los encontrados en la
tumba y un pijante en forma de pájaro que desciende con las alas abiertas. Es interesante
apreciar en esta pieza, que en el lado izquierdo se representa a Quetzalcóatl y en el
derecho al glifo que simboliza el año, tiene además una casa y el numeral 11, lo que se
lee como "año 11 casa".
Existen cinco pectorales con representaciones de Xochipilli, miden en promedio 73 mm
de largo por 42 mm de ancho y 1 mm de grosor, en conjunto pesan 96.6 gr.
En todos estos pectorales se trata de una figura humana que lleva por yelmo una cabeza
de águila o faisán y una nariguera en forma de mariposa estilizada, que los mexicanos
llaman Yacapapalotl. Estos personajes tienen todos la misma actitud y se representan
con los codos muy separados del cuerpo y las manos sobre el vientre, actitud que ya se
encuentra en figuras que proceden desde época preclásica.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 47
Verónica Topón
En la parte baja, en vez de las dos placas cuadradas del pectoral de las flechas, vemos
una larga placa rectangular, pero sin ninguna decoración. En las orejas llevan discos de
los que cuelgan pendientes de jade y en la cabeza un gran adorno de plumas muy
semejantes al del pectoral con flechas, rematado al centro con una flor y dos rosetas, a
los lados de los cuales salen adornos de plumas amarradas con bandas.
2.1.2 Mixtecas
En un principio, el metal se forjaba a martillazos; posteriormente, además de golpearlo
en frío, se sometía al fuego para que no se tornase quebradizo. Más tarde, los
comerciantes extranjeros nos enseñaron a los orfebres a hacer moldes y a fundir el metal:
ellos traían unas hermosas piezas que brillaban como el Sol. Muy pronto, todo lo que los
comerciantes extranjeros les habían enseñado, los orfebres mixtecas lo superaron con su
propia inteligencia: fueron ellos quienes empezaron a usar el resplandeciente blanco (dai
ñuhu cuisi), la plata, el metal de la Luna, unido con el oro, y de esta manera lograron
trabajar mejor y pudieron hacer obras más detalladas usando delgados y finos hilillos de
oro, los cuales conseguían en la misma fundición de la pieza.
La técnica del dorado, que también la aprendieron de los comerciantes extranjeros, se
aplicaba a los objetos de tumbaga, aleación que contiene poco oro y mucho cobre, para
darles un acabado como de “oro fino”: el objeto se calentaba hasta que el cobre formaba
una capa en la superficie, después de lo cual se aplicaba el jugo ácido de algunas plantas
o también orines añejos o alumbre para retirarla.
Cuando el orfebre entró a trabajar en el taller para aprender el oficio de su padre, le
asombró mucho ver cómo los martilladores, echando mano de poderosos mazos de
piedra y apoyándose en sencillos yunques de diferentes formas, hacían láminas de
diverso grosor, según se tratara de confeccionar narigueras, orejeras, argollas, bandas
frontales o vasijas; con las más delgadas se cubrían las cuentas de carbón y arcilla, y
con las de mayor grosor se manufacturaban discos del dios solar, sobre el cual,
siguiendo las indicaciones de los sacerdotes, realizaban con un cincel complejos
diseños simbólicos. Cada uno de los símbolos tenía su propio significado (las grecas,
por ejemplo, manifestaciones esquemáticas del dios Koo Sau, evocaban a la serpiente).
Por esta razón, las volutas, meandros, líneas cortas onduladas, espirales, granulaciones
y trenzados, sin importar el centro orfebre, mantenían los mismos rasgos. La orfebrería
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mixteca se distinguía por algunos elementos, como los delgados hilos que semejan
encaje –con los cuales, además de plumas y flores, los artistas diseñaban las facciones
de los dioses– y los sonoros cascabeles que se utilizaban como remate en las piezas.
Los mixtecas están muy orgullosos de nuestras piezas de oro; siempre hemos sido los
dueños del resplandeciente amarillo, el desecho del dios Sol Yaa Yusi, que él mismo
deposita en nuestros ríos; somos los más ricos en este metal, y nosotros lo controlamos.
A los orfebres nos está permitido trabajar el oro, pero sólo los nobles, gobernantes,
sacerdotes y guerreros pueden utilizar objetos realizados con este metal, porque se
considera una materia sagrada. Los orfebres manufacturaban joyas emblema e insignias.
Las primeras otorgaban distinción y poder a su portador: orejeras, collares, petos,
pectorales, brazaletes, pulseras, anillos sencillos tipo argolla y otros con colgante, uñas
falsas, discos lisos o con motivos repujados e incrustaciones de turquesas y laminillas
para coserse sobre diferentes prendas. Las insignias, por su parte, señalaban altos rangos
sociales dentro de los mismos nobles; éstas se portaban según el linaje como las tiaras,
las coronas y las diademas, o bien por méritos militares –como las narigueras, los
botones nasales y los bezotes
Los preciados objetos de oro se los hacia sólo para dioses, sacerdotes, guerreros y
gobernantes; después, empezamos a comercializarlos en otras ciudades importantes,
fuera de nuestra región. Los conocimientos para manufacturar una pieza es un secreto
que los orfebres guardan celosamente, pasándolo de padres a hijos. Primero se diseñaba
con cera el objeto; posteriormente se hacía el molde de carbón y arcilla, dejándole unos
“respiraderos” para que saliera el aire en el momento de verter el metal fundido. Luego
se colocaba en el bracero el molde, a fin de que se fundiera la cera y desalojara las
cavidades que serían ocupadas por el oro. El molde tenía que dejarse enfriar lentamente
en el brasero ya apagado; una vez completamente frío, el molde se rompía y se sacaba la
pieza; posteriormente, ésta se sometía a un proceso de pulido y limpieza: la primera
pulida era para quitar las marcas de los respiraderos; en seguida se aplicaba a la pieza un
baño de alumbre y por medio de calor se eliminaban los óxidos superficiales; finalmente,
antes de pulirla de nuevo, se le daba un baño ácido, a fin de hacer más reluciente el oro.
Los mixtecas poseían los conocimientos para trabajar perfectamente los metales: sabían
cómo lograr aleaciones, cómo soldar en frío y por calentamiento, ya sea utilizando
materiales de aporte, como los cristales de cobre y plata, o bien fundiendo las dos partes
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a unir, sin agregar otro metal; también podían soldar metales por medio del martilleo.
Tan orgullosos de su trabajo cuando comprueban que no pueden distinguirse las partes
que han sido unidas por soldadura sabían forjar, troquelar, engarzar delicadas piedras y
repujar, y conocían la herramienta indicada para lograr diseños angulosos o redondeados.
Los orfebres lograron tal dominio y conocimiento de la técnica de fundición, que podían
utilizar dos metales el oro y la plata en el mismo molde para realizar objetos muy
complicados: primero se vertía el oro, debido a que su punto de fusión es más alto, y
luego, a cierto grado de enfriamiento, pero aún con el molde caliente sobre el brasero, se
vaciaba la plata. Los anillos, en particular aquellos que llevan adosada una figura de ave,
requieren un alto grado de refinamiento técnico, pues, además de que necesitan varios
moldes, deben fundirse y soldarse todas las partes que constituyen la pieza. Los orfebres
estaban supervisados por los sacerdotes, sobre todo cuando debían representar en anillos,
colgantes, broches y pectorales a los dioses: Toho Ita, señor de las flores y el verano;
Koo Sau, la serpiente sagrada emplumada; Iha Mahu, el Desollado, dios de la primavera
y de los orfebres; Yaa Dzandaya, deidad del Inframundo; Ñuhu Savi o Dazahui, dios de
la lluvia y el rayo, y Yaa Nikandii, el dios solar, implícito en el oro mismo. A todos ellos
se les representaba como hombres, incluido el Sol, al que también se evocaba en forma
de círculos lisos o con rayos solares repujados.
Una de las más ricas herencias artísticas de México procede de las culturas indígenas de
Oaxaca; por varias centurias sus antiguos habitantes plasmaron en barro, roca y metales
preciosos su peculiar visión del universo.
Dios de los joyeros. Mascarilla Xipe Totec. Representa al dios de la primavera y los
orfebebres.
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Collar formado por carapachos de tortuga que hacen la función de cuentas; este collar se
remató con cascabeles para que al moverlo produjera un delicado sonido.
En oro se elaboraron anillos, pectorales, agujas, bezotes, orejeras, discos repujados y
con incrustaciones, placas, adornos para ser cosidos a las prendas, representaciones
antropomorfas y deidades, así como cascabeles de formas diversas, laminillas
enroscadas o representando serpientes y cuentas; estas últimas, cuando son redondas, no
son de oro macizo sino núcleos de barro cubiertos con una fina película de oro. Al oro
se le consideraba sagrado excrescencia del sol, razón por la que seguramente su uso se
restringió, al igual que el de la plata -excremento de la luna- se trabajaba ligada con oro,
fundida por el método de la cera perdida. En esta época los indígenas relacionaban el
oro y la plata con el día y la noche, con el sol y la luna, con la vida y la muerte,
siguiendo la eterna dualidad de la cosmogonía antigua mexicana. El nombre que los
mixtecos daban al oro era dziñuhu cuaa, "el resplandeciente amarillo", designación
evocadora del sol, cuyos rayos atraviesan el azul del cielo manifestando el poderío del
astro; el color amarillo significa la luz, el calor y la vida, así, la "luz de oral' es un
camino de comunicación entre hombres y dioses. El nombre mixteco para la plata es dai
nuhu cuisi, "el resplandeciente blanco", metal asociado a la luna, astro que evoca la
noche, la periodicidad, la renovación y el principio femenino.
Pectoral de Mictlantecuhtli.
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Del fabuloso tesoro de la Tumba 7 de Monte Albán, destaca por su gran tamaño, este
pectoral, característico del arte mixteco, que se integra por el rostro del personaje con la
mandíbula descarnada, que se ha considerado la imagen del dios de la muerte, quien
luce un complejo tocado que se integra por el yelmo de un anima
Las técnicas de trabajo en metal se clasifican en dos grandes apartados:
Técnicas en frío, que a su vez se subdividen en:
-Técnicas primarias: percusión y presión para laminado, repujado, estampado, grabado
y uniones mecánicas, utilizando el pulido como técnica de acabado.
-Técnicas complementarias: forrado, chapeado, incrustación, engastado y templado.
Técnicas con calor: fundido, destemplado, hiladura (para la elaboración de alambres),
licuación y vaciado.
-Las técnicas de recubrimiento y unión son dorado, reparaciones tipo grapa y soldadura.
Estas técnicas se aplicaron en metales nativos y fundidos, siendo el laminado la más
antigua; las láminas tenían diferentes grosores de acuerdo a los objetos que se
fabricarían. El martillado en frío y en caliente adelgazaba los metales hasta el gusto del
orfebre; el repujado se hacía en láminas delgadas trabajado por presión y percusión.
-El templado fue la técnica para endurecer, dar mayor resistencia y menor desgaste a la
pieza trabajada, era empleada básicamente en la fabricación de herramientas e
instrumentos de labranza, así, por medio del martilleo y el destemplado o recalentado
daban un endurecimiento zonas a placer del artesano, sobre todo en herramientas de
cobre. Se usó también el fundido de metales como oro, plata, cobre, plomo y estaño y el
vaciado en moldes abiertos o cerrados; estos últimos se utilizaban básicamente en la
técnica de la cera perdida. Los orfebres mixtecos tuvieron preferencia por ligar el oro
con la plata, con el fin de reducir la temperatura durante el proceso de fundición. La
plata también permite un trabajo más fino, como lo evidencia la falsa filigrana.
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Pectoral de Zaachila
Al centro tiene al dios del Fuego, simbolizado como un personaje gordo con sus
extremidades descarnadas; en su tocado de plumas destaca la figura del águila, ave
representante del Sol. El disco que rodea a la deidad tiene ocho rayos que indican los
puntos cardinales, y los 18 circulos corresponden a los meses del calendario
prehispánico. En la soldadura del oro se utilizaron los mismos carbonatos, oro, o lo más
sencillo, plata. En algunas piezas se aprecia el color rojizo del punto de la soldadura. En
la nariguera móvil que pende de la máscara del dios Xipe de la Tumba 7 de Monte
Albán y en sus orejeras, se evidencia claramente el uso de soldadura, en este caso
seguramente se usó algún carbonato de cobre. La soldadura más evidente en otras piezas
estaría en las orillas de los cascabeles o en los adornos colgantes de la joyería mixteca
sostenidos por argollas.
Colgante de la diosa lunar. Aquí se representa ala diosa Coyolxauqui en posición
descendente, con las piernas flexionadas sobre la cabeza y los gluteos cubiertos. De la
nariz pende una nariguera que remata en forma de rayo solar.
En hermosas placas y colgantes se acuñaron escenas como el juego de pelota, ajustes
calendáricos y simbolismos mitológicos. Las piezas más elaboradas se realizaban
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empleando básicamente la técnica de la cera perdida, para ser después bruñidas; algunos
discos se martillaron, repujaron y bruñeron, estos últimos para ser cosidos a las ropas de
los signatarios. Para elaborar cascabeles y cuentas redondas, los antiguos mixtecos
optaban por diferentes tipos de decorados, desde el liso hasta los diseños de "S", grecas
y puntos. El trabajo de los orfebres mixtecos pronto se difundió al resto de
Mesoamérica, llegando al centro de México, donde los estilos y las técnicas se
trabajaron con clara influencia mixteca; tal vez, orfebres mixtecos se instalaron en la
región para enseñar y elaborar las más delicadas piezas en oro destinadas a engalanar a
los señores mexicas.
Collar con colgante de mono de oro y turquesa, elementos que evocan al sol y al fuego
sagrado. La cuenta en forma de mono es la imágen del dios Xochipilli-Macuilxóchitl.
Cuando los españoles arribaron a las playas mexicanas recibieron bellos presentes
enviados por Moctezuma; quedaron maravillados de la gran riqueza que se les ofrecía,
así como de la habilidad de los orfebres que realizaron tales obras de arte.
Pectoral de Yanhuitlán,
colgante de oro y mosaico de turquesa.
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Verónica Topón
Los pectorales son los objetos de oro más bellos y artísticos, en ellos hemos conocido a
los dioses así como concepciones míticas y calendáricas de los antiguos mixtecos. Estos
pectorales fueron fundidos en oro, plata o con técnicas bimetálicas y se usaron
aisladamente o formando parte de un collar. Destacan entre estos objetos el mencionado
Pectoral de Yanhuitlán, con su delicado trabajo de turquesas recortadas para formar
grecas en el cuerpo del escudo. Ilustraciones del Códice Tepetláoztoc o Códice
Kingsborough muestran este tipo de pectorales que se ofrecían como tributo al
encomendero.
Pectoral de juego de pelota
Tiene cinco secciones.
Tres pectorales más merecen atención especial: los dos primeros proceden de la Tumba
7 de Monte Albán y el tercero de Teotitlán. En uno se representa un personaje cubierto
con un yelmo de serpiente o jaguar que porta una máscara bucal en forma de mandíbula
descarnada. En esta joya se indica la reforma calendárica con fechas año 10 Viento, día
2 Pedernal y año 11 Casa, escritas con glifos a la manera indígena de la época.
El tercer pectoral está trabajado con la técnica conocida popularmente como de metales
casados, o bimetálicos, ya descritos; esta pieza procede de Teotitlán del Camino y
representa una deidad con máscara bucal de ave, asociada a Ehécatl, dios del Viento.
Éste es un ejemplo de la maestría que en la técnica de fundición a la cera perdida
alcanzaron los antiguos mixtecos. Las máscaras de oro fundido se usaron como parte de
collares, broches en cinturones o sobre el máxtlatl, o bien, puestas sobre una cinta que
adorna la frente; estos usos se ilustran en los códices.
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Pendiente Xochipilli
Los pendientes son otros bellos adornos de oro asociados a deidades o animales
relacionados con ellas. Son fundidos y calados, usándose también como decoración la
falsa filigrana.
Anillo con el diseño de grecas
Este tipo de anillo se compone del arillo y una placa enfrente que puede estar decorada
con grecas o xicalcoliuhqui y puntos, o bien, sobre la placa frontal, llevar una figura de
ave como sería el aguda o el faisán que desciende, evocando al sol del poniente. Anillos
de este tipo figuran en el inventario que Cortés envió a España, hecho por Cristóbal de
Oñate el 25 de septiembre de 1526.
Los broches se hacían de oro fundido y representaban deidades y animales asociados a
ellas; se usaban como adornos en las prendas y servían para rematar la capa de los
señores, sacerdotes y guerreros importantes. Sin duda, fueron los cascabeles las piezas
más trabajadas en metal, ya sea en oro, plata, cobre o aleaciones; van desde formas
amigdaloides hasta delicados cascabeles que representan animales; éstos pudieron
formar parte como cuentas de pulseras, adornos del tobillo o collares.
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Para decorar el lóbulo de la oreja, las "orejeras" se trabajaron en diferentes materiales,
en formas simples de carrete, o bien, estilizadas y complicadas hasta el grado de
agregarle -a los iniciales carretes- plumas y otros adornos colgantes. Destacan las
llamadas epcolloli se trabajaban martillando el oro hasta formar una lámina que se
recortaba y repujaba. Esta forma de orejera se asocia al dios Quetzalcóatl.
Originalmente se hacían de concha; como significa su nombre, "concha torcida", en
ocasiones se les cubría con mosaico de turquesa. Las pinzas se trabajaron por fundición
formando una lámina de oro, plata o cobre, con los extremos en forma de media luna y
el interior ligeramente cóncavo; se utilizaban para depilarse, quizás con fines rituales;
en los códices aparecen también utilizadas como colgantes.
Brazaletes torcidos
Los brazaletes se trabajaban en oro, cobre y plata; generalmente fueron hechos con
martillo y pueden ser lisos o repujados; los hay de diferentes grosores, alturas y diseños;
en este mismo caso tenemos las pulseras y los adornos para los tobillos. La forma de
brazalete conocida como machoncot era distintiva de los gobernantes y originalmente se
hacían de concha, derivando de ahí su nombre. Los adornos de la nariz atravesaban el
hueso septum y se les conoce como "narigueras"; éstas se trabajaban en oro por la
técnica del martillo y repujado, y generalmente son láminas delgadas cortadas en
diseños preferentemente zoomorfos, representando insectos como la mariposa, animal
que evoca las almas y está asociado al culto del dios Xochipilli, Señor de la Primavera.
Se tienen también ejemplos de orejeras tipos tubulares, lisos o decorados. Esta joya
aparece profusamente representada en los códices.
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Verónica Topón
Narigueras en forma de mariposa
Otro tipo de adorno facial eran los bezotes; se colocaban en el labio inferior, hechos con
diferentes materiales, destacando los vaciados en oro a la cera perdida. En estas joyas se
representaron animales como águilas o faisanes asociados al culto. La técnica de
fundición "a la cera perdida", que tanto impactó en Europa, iniciaba su trabajo moliendo
finamente el carbón, luego se mezclaba con un poco de arcilla hasta formar una masa
sólida y compacta, posteriormente con ella se hacían discos delgados y se dejaban secar
muy lento para evitar que se relajaran; cuando el carbón estaba seco y duro se grababa
con todos los detalles que llevaría la joya; es posible que se usaran, además de
instrumentos de metal, algunas espinas muy finas y resistentes, como las del maguey.
Este bezote de oro y jade
El significado de las piezas de oro era dual, así servían de enlace entre los planos astral
(de los dioses) y terrestre (de los hombres) y como vínculo de comunicación espiritual
con las deidades y el tiempo mítico. La condición sagrada del oro simbolizó los poderes
de invocación y agradecimiento, por lo que los objetos eran portados sólo por grandes
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personajes: guerreros, sacerdotes y nobles. Una buena cantidad de estos objetos
preciosos se depositó como ofrenda en las tumbas de la élite.
Este pectoral procede de Oaxaca, México, y está realizado en oro y turquesa. Tiene
forma de escudo y está adornado con un haz de flechas.
Cubreojos.
Durante las ceremonias funerarias, cuando ocurría la muerte de un individuo
perteneciente a la nobleza mixteca, se colocaban cubreojos como éstos, de forma oval,
repujados delicadamente, utilizando las técnicas de laminado y pulido.
Caña Collar.
Los orfebres mixtecos crearon elegantes collares y pecheras de varios hilos, utilizando
estos objetos huecos con perforaciones, que servían para sujetar las distintas secciones
del ornamento.
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Verónica Topón
2.1.3 Aztecas
Aunque los orfebres mixtecos que realizaron las ofrendas de las tumbas de Monte Albán
fueron los mejores de Mesoamérica, los aztecas alcanzaron tal pericia en la fundición,
combinando oro y plata, que no se quedaron atrás. Los metales se utilizaban
fundamentalmente para hacer joyas: collares, pendientes, pectorales, orejeras, bezotes
(adornos que se colocaban en un orificio practicado bajo el labio inferior) y pulseras.
También se hacían figuras y recipientes. Utilizaban la cera perdida y eran maestros en la
fundición, hasta el punto de fabricar figuras articuladas. Frecuentemente se combinaban
los metales con piedras semipreciosas como el jade, la amatista y la turquesa, formando
collares y adornos de gran belleza. Los aztecas prestaban suma atención a la calidad de
la joyería y orfebrería y su posesión estaba muy restringida.
Los aztecas trabajaban el oro y la plata, que obtenían de los pueblos sojuzgados.
Azcapotzalco era el centro de los orfebres, cuyo dios patrono era Xipe. Los antiguos
aztecas consideraban el oro como regalo de los dioses, lo recogían en las arenas de los
ríos, lo labraban en finas obras de arte y esculpían su símbolo en las piedras de sus
ciudades. Gracias a sus conocimientos de física los orfebres pudieron emplear varias
técnicas en su trabajo, fundir oro con la plata. El oro, motivo principal de su empresa
conquistadora, les llevó a fundir la mayoría de los tesoros. Sólo algunas joyas quedan
como muestra de la antigua metalurgia. De igual manera, sobrevivieron escasos
ejemplos del arte plumario y de la original tradición pictórica de los códices o libros
indígenas. Apenas una pequeña reminiscencia de la gloria y la fama del México antiguo.
Adornos con plumas, trabajos finos y pequeños en piedras preciosas y en metales como
el cobre, la plata y el oro, y otros objetos ornamentales (para el adorno), se habían
desarrollado notablemente en la cultura de los aztecas. Según cuenta la historia, el
primer regalo que Moctezuma le hizo a Cortés fue un traje de Quetzalcóatl que incluía
además de mantas de fino algodón, un máscara de turquesas, un penacho de plumas de
quetzal, un gran disco de jade labrado con otro más pequeño de oro en el centro y un
escudo de oro y nácar adornado con plumas de quetzal, un espejo incrustado de
turquesas, un brazalete con piedras preciosas y cascabeles de oro y sandalias con
adornos de obsidiana. En los mitos ancestrales de los aztecas, el deslumbrante metal
amarillo, el oro, aparece descrito como el cuzticteocuícatl, una especie de sudoración
divina que a manera de excrecencia el Sol dejaba caer sobre la faz de la Tierra; y
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aunque los aztecas también trabajaron el cobre, o tepuztli, y la plata, fue sin duda el
metal aurífero el que gozó de la preferencia de los artistas para la creación de joyería y
otros ornamentos.
En aquella época, la obtención del preciado metal se realizaba mediante la llamada
“técnica de placer”, la cual consistía en lavar cuidadosamente las arenillas de ciertos
ríos y separar las pepitas de oro encontradas, según sus diversos tamaños. En esa forma,
o molido, el metal era enviado a las localidades donde los orfebres lo trabajaban. Por
medio del tributo, los aztecas recibían suficientes cantidades de metal precioso en
estado natural, o bien transformado en hermosas joyas y vistosos ornamentos para uso
exclusivo del tlatoani y la nobleza tenocha. En el Altiplano central, se dice que fue en
Azcapotzalco, la vieja capital de los tepanecas, donde se elaboraba la joyería más
elegante del área, hasta que una coalición militar encabezada por Izcóatl, de
Tenochtitlan, y Nezahualcóyotl, de Texcoco, la venció, convirtiéndola en una ciudad
humillada donde el trabajo de sus artesanos sólo rememoraba su antiguo esplendor.
En cuanto a la orfebrería de esta ciudad, Fray Bernardino de Sahagún dedica buena
parte de su monumental obra a la descripción del trabajo de los artistas, a quienes
genéricamente llama plateros, de acuerdo con la tradición que en Europa se tenía para
nombrar a este gremio de artesanos; los textos de su historia se ven enriquecidos con
detalladas escenas que, a manera de viñetas o miniaturas, recrean el laborioso proceso
metalúrgico.
El laminado, llamado también martillado, era, debido a la sencillez de su manufactura,
la técnica más antigua para trabajar el oro: la pepita áurea era colocada sobre una piedra
lisa, ligeramente cóncava, que funcionaba como yunque, y luego era golpeada con
hachuelas o martillos de rocas muy compactas, especialmente de dioritas o nefritas. El
golpeteo se realizaba en frío o en caliente, con el fin de que el metal se fuera
extendiendo poco a poco, hasta lograr el objeto con el grosor y la forma deseados
Para realizar las decoraciones en estas piezas laminadas se utilizaba la “técnica del
repujado”, que consistía en golpear el objeto, ahora con cinceles más angostos, sobre
una superficie de madera, lo que produciría la formación de los diseños en alto o bajo
relieve, según la circunstancia. Mediante el laminado los orfebres manufacturaban la
diadema o xihuitzolli del tlatoani; los grandes discos con la representación del Sol y sus
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Verónica Topón
cuatro grandes rayos, o los que mostraban el símbolo del oro, compuesto de un círculo
con una cruz inscrita, cuyos brazos se entrelazan; las narigueras en forma de mariposa;
las orejeras; los brazaletes, y en especial las placas de diversas formas que se cosían a la
indumentaria y que con el movimiento reflejaban la luz, de manera semejante a las
lentejuelas de nuestros días.
Martillando las laminillas de oro con toda minuciosidad, los orfebres lograban
centenares de cuentas con las que formaban atractivos collares y grandes pecheras que
remataban con hilos de cascabeles, así como algunos brazaletes hechos también con
cuentas esféricas entretejidas Con el tiempo, los plateros mesoamericanos aprendieron
la fundición de los metales preciosos, siendo la técnica de la “cera perdida” la que más
fama les dio, debido a que la joyería así producida tenía una gran demanda por la
vistosidad y alta calidad de su manufactura. Los artistas hacían un molde mezclando
carbón vegetal y arcilla; luego, en esa masa compacta grababan o esculpían con gran
cuidado la forma del objeto que se iba a fundir; en seguida rellenaban el interior del
molde con cera de abeja, y así, al verter el metal en su estado líquido, la cera escurría,
perdiéndose, de tal modo que después, al abrir el molde, aparecía una reluciente joya.
Gracias a la fundición los ornamentos y las joyas adquirieron las formas más variadas,
como anillos con vistosas grecas y colgantes de cascabel; brazaletes con figuras
logradas mediante la falsa filigrana; placas pectorales que mostraban imágenes del
complejo panteón del mundo náhuatl; mangos de abanico o mosqueadores, y
especialmente los curiosos bezotes que lucían los supremos gobernantes y altos
dirigentes de la milicia tenochca sobre la barbilla y debajo del labio, para lo cual
debieron someterse a una dolorosa ceremonia en la que los sacerdotes les cortaban una
sección de piel para incrustarles la joya, como símbolo del alto rango que habían
alcanzado.
En México-Tenochtitlan los gobernantes tenían mucho cuidado con la calidad de la
producción, y en particular con la posesión de las piezas de oro, por lo que existía un
estricto control sobre los orfebres y sus productos. Cotidianamente los talleres, ubicados
en los barrios donde habitaba la gente dedicada a la misma actividad, eran visitados por
mercaderes de alto rango, e inclusive por jefes guerreros enviados del palacio, que
supervisaban el proceso de elaboración de las joyas y los ornamentos, vigilando que
éstos fueran enviados directamente a bodegas bien resguardadas. Los talleres donde
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Verónica Topón
trabajaban los orfebres estaban ubicados en los complejos habitacionales; ahí, en los
patios y al aire libre, los jóvenes mezclaban el carbón y la arcilla para crear los moldes,
mientras otros machacaban el metal en grandes piedras planas, logrando un polvo muy
fino que en ocasiones molían en metates. Desde temprana hora los hornillos o braceros
estaban encendidos, y numerosos eran los ayudantes que avivaban el fuego soplando
vigorosamente con tubos a través de unas oquedades que tenían estos recipientes,
preparando todo para el momento de la fundición del metal. Por cierto, debió haber
habido ocasiones en que el ruido tuvo que ser ensordecedor, al martillearse varias
láminas áureas simultáneamente.
En cuanto al ámbito religioso, los orfebres mexicas tenían su propio dios patrono, Xipe
Tótec, a quien devotamente nombraban “nuestro señor el desollado” debido a que en sus
fiestas, realizadas durante el mes indígena de Tlacaxipehualiztli, se llevaba a cabo una
impresionante ceremonia en la cual se enfrentaban los prisioneros de guerra contra los
guerreros mexicas; la culminación de esa fiesta exigía que el cuerpo de la víctima, al
que también se le extraía el corazón, fuera despellejado para que la piel del rostro y el
cuerpo sirviera de sangrante vestimenta a los devotos de Xipe, o bien a aquellos
enfermos que sufrían de afecciones cutáneas.
Durante esta veintena de Tlacaxipehualiztli, tales personas vestían con gran devoción el
pellejo de las víctimas; luego, al término del mes, se quitaban los arrugados y
putrefactos despojos humanos y mostraban su viva epidermis, de la misma manera que
los orfebres abrían los moldes de carbón y barro, de aspecto áspero, para sacar a la luz
una nueva y resplandeciente joya de oro.
En la tumba 7 de Monte Albán se descubrió una joya semejante, acompañada de una
pluma de oro de gran longitud que lleva incisa otra pluma pequeña de forma circular. En
la realidad, esta joya era un ornamento de la alta jerarquía militar elaborada con plumas
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Verónica Topón
de águila que identificaba a los guerreros que se distinguían por su valentía al capturar
prisioneros vivos durante la batalla. Según los códices mexicas, los soberanos de
México-Tenochtitlan, llamados tlatoque, se identificaban por su diadema, llamada
copilli, y por el uso de orejeras y narigueras de turquesa. Para las orejas había
ornamentos específicos, que denominamos genéricamente orejeras. A fin de lucir estos
objetos, se perforaban y dilataban el lóbulo, que es muy flexible, hasta que el orificio
tuviera la dimensión requerida para alojar estas joyas. Las orejeras tienen una sección
cilíndrica que se inserta en el lóbulo, y al frente, a manera de remate, el ornamento, que
adopta diversas formas. El ornamento podía ser circular, cuadrado o en forma de
gancho, de modo que a la vista de los demás el individuo lucía dos discos a los lados de
la cara, que la enmarcaban y exaltaban la dignidad. La identidad del personaje o de la
deidad tenía que ver con el colgante que pendía muchas veces de la orejera.
Sobre el rostro, la joya distintiva más característica era la nariguera. Para sujetarla se
requería un corte en la parte interna de la nariz, en el septum, que es un cartílago muy
delgado. La perforación la hacía un sacerdote en ceremonias públicas, en las que, como
señal de valentía, el individuo no debía dar muestras de dolor. Las narigueras se
sujetaban mediante una barra que pasaba por la parte central e interior de la nariz y se
extendían más allá de los cometes. Algunas tenían forma tubular, y se denominan "de
barra"; otras semejaban mariposas estilizadas, y los extremos que corresponden al
hocico del animal eran las puntas que a manera de remate de gancho se insertaban en el
septum, permitiendo que la nariguera tuviera una caída natural sobre la boca,
cubriéndola. Las narigueras de mariposa se asociaban especialmente con Xochipilli-
Macuilxóchitl, el dios patrono de la llegada del cambio de la naturaleza, las flores, los
pájaros, las mariposas, y también del canto, la danza y la música. Conocemos narigueras
de mariposa estilizada que proceden principalmente de la región oaxaqueña. La
nariguera colgante que asemeja la greca escalonada y remata con rayos luminosos, tenía
un simbolismo relacionado con el sol. La diosa Coyolxauhqui, deidad guerrera lunar
que fue decapitada por su hermano el astro rey, tenía como nombre "la que se pinta o
maquilla las mejillas con cascabeles", y lucía una nariguera de esta forma. En la
hermosa escultura de diorita que la representa, descubierta en las cercanías del Templo
Mayor de México- Tenochtitlan, apreciamos que en la cabeza lleva un ornamento
llamado "mejillera", con cascabeles de oro, que seguramente se adhería al rostro con
alguna resina vegetal.
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Collares y pectorales
Para el cuello y el torso, los orfebres indígenas inventaron vistosos collares y pecheras,
compuestos con cuentas de diversas formas, ya fueran esféricas, tubulares o torneadas.
Algunas parecían carapachos de tortuga o cuerpos y cabezas de animal. Las cuentas se
combinaban en variedades, secuencias y ritmos.
Chapulín
Para los antebrazos se elaboraba un tipo de pulsera que los ceñía. Las que proceden de
la tumba 7, o bien son lisas, con la pared curva, o muestran el elegante ritmo de banda
que se entrelaza a manera de meandros. En las muñecas, las pulseras son aros de una
elegante simplicidad. Sabemos también que muchas de las pulseras, al igual que los
collares, presentaban combinaciones de diversas cuentas con sus respectivos colgantes
de cascabel, los cuales producían sonoros tintineos con el movimiento
Uno de los ornamentos que distingue al mundo mesoamericano por su singularidad son
los llamados bezotes, que tienen diversas formas, pero que en general se componen de
un cuerpo cilíndrico que en la base muestra lengüetas en los extremos para sujetarse en
el interior de la pared de la barbilla. Para poder lucirlo, el individuo que había alcanzado
la dignidad de ostentarlo debía someterse a una dolorosa operación, mediante la cual se
le horadaba un círculo debajo del labio, sobre la barbilla, atravesando la piel. De esta
manera, cuando cicatrizaba la herida sin cerrar, el bezote podía lucirse, a manera de un
grado militar, atrayendo de inmediato la atención y el respeto de toda la comunidad.
En ocasiones, los bezotes muestran remates que representan cabezas de animales,
especialmente águilas o serpientes. En el retrato de Nezahualcóyotl, señor de Texcoco,
que se recreó en una de las páginas del Códice Ixtlilxóchitl, se aprecia el hermoso
bezote que luce el personaje con la forma de una cabeza de águila, el cual tiene gran
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Verónica Topón
similitud con la pieza áurea de las colecciones del Museo Etnológico de la ciudad de
Turín. Algunos de los bezotes descubiertos en las tumbas muestran un águila
descendente que sujeta en su pico un disco del que cuelgan cascabeles. El que debió
lucir el señor de la tumba 7 de Monte Albán es una combinación de oro y jade; con la
piedra verde tallaron la cabeza del ave rapaz y en el remate posterior están las dos
lengüetas laterales de oro que servían para sujetar esta joya a la parte inferior del labio
Las manos de los dignatarios en los reinos del mundo precolombino lucían
elegantísimos anillos, algunos como argollas con diseños de grecas escalonadas,
logrados mediante filigranas; otros remataban con águilas descendentes y los
consabidos cascabeles, que producían armoniosos sonidos.
Para acentuar aún más la belleza y el poder de aquellas manos, se colocaban uñas falsas
que se sujetaban al dedo mediante argollas. Para completar todo este cuadro de
esplendor y singular belleza, aquellos hombres llevaban sobre el pecho varios
pectorales. Los más impresionantes por su tamaño y forma peculiar son los que Alfonso
Caso y su grupo de ayudantes descubrieron en la tumba 7 de Monte Albán. Uno de
ellos, el más famoso, representa a un dios de mandíbulas descamadas con gran tocado
de plumas y fechas calendáricas, con el inconfundible signo del año mixteco, que se ha
identificado con el dios Mictlantecuhtli.
Para cubrir los ojos de los difuntos se elaboraban objetos ovoides con una perforación
en el centro, y que seguramente simbolizaban ojos de oro, tal y como debió de llevarlos
el personaje de la tumba 7 de Monte Albán. Pero la tradición más popular consistía en
cubrir los rostros con máscaras talladas en madera cubiertas de finísimos mosaicos de
turquesa con ojos de concha y obsidiana. Estas máscaras debieron tener la misión de
ofrecer un segundo rostro bello y eternamente joven, con el cual el muerto realizaría su
viaje al otro mundo. También elaboraban máscaras de obsidiana, de alabastro y de
diorita con la misma función de carácter funerario.
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Máscara del Templo Mayor.
Entre los ornamentos de metal precioso descubiertos en las excavaciones del Templo
Mayor, destaca por su peculiaridad, esta curiosa máscara, con el rostro de un individuo
de nariz prominente, el cual se asocia con el dios del fuego, el cual lleva a manera de
barba tres cascabeles colgantes y sus orejeras se distinguen por la incorporación de
serpientes de cascabel. Fue una de las expresiones más originales y características de los
aztecas. Las aves usadas procedían de bosques tropicales del sur de México, o bien eran
cuidadas en cautiverio y cazadas con técnicas refinadas, que no dañaban el plumaje.
Eran clasificadas por tamaño, calidad y color. Se destaca aquí el gran tocado de plumas
de quetzal con adornos de oro, conocido como el Penacho de Moctezuma, conservado
en el Museo Etnográfico de Viena.
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Verónica Topón
Las plumas de ricos coloridos más preciadas para el arte plumario eran traídas por los
mercaderes de las regiones tropicales. Cosidas las plumas por la parte del cañón y
colocadas unas sobre otras para formar dibujos servían como adorno de trajes y para
hacer tocados, divisas y, abanicos. En escudos y bases rígidas componían las aztecas
verdaderas pinturas por medio de plumas cortadas y pegadas en papel de amate, que
después recortaban arreglando los trozos según el diseño proyectado.
2.1.4 Mayas
Maya, grupo de pueblos indígenas que pertenecen a la familia lingüística maya o
mayense y que tradicionalmente han habitado la parte occidental del istmo
centroamericano, en los actuales estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana
Roo (península de Yucatán), Tabasco y este de Chiapas, en la mayor parte de
Guatemala y en algunas regiones de Belice y Honduras, zona comprendida en
Mesoamérica. Los mayas no conformaron una cultura homogénea, ya que los distintos
grupos, al parecer un total de 28, tenían su propia lengua, aunque todos ellos compartían
los ámbitos económico, artístico, religioso e intelectual.
El comercio fue otra de las actividades características de las ciudades mayas de
Chiapas; así, hemos encontrado, para la manufactura de herramientas: obsidiana
procedente de los Altos de Guatemala y del Altiplano central de México, pedernal de la
región de Belice y rocas de origen volcánico tanto de los Altos de Chiapas como de
Guatemala y Belice. Para los diferentes adornos, como collares, anillos o pulseras,
obtuvieron conchas y caracoles del Mar Caribe, del Golfo de México o del océano
Pacífico, piedras verdes de Honduras y Guatemala, y ónix de las Montañas Azules de
Belice para elaborar finas vasijas.
Los mayas fuero orfebres, pero en el Cenote de Chichén Itzá se encontró un gran
número de piezas metal, como oro, cobre y tumbaga que era la aleación de oro y cobre,
trabajadas por martillado, fundición y soldadura, confeccionaban joyas en metales
como: oro, plata, cobre, entre las joyas cabe destacar brazaletes, orejeras colgantes para
la nariz, labios, orejas.
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Verónica Topón
Indios fundiendo oro, y usando otros materiales preciosos para sus joyas.
Los mayas son uno de los pueblos indígenas americanos que todavía existen en la
actualidad. Sus antepasados crearon un calendario de tal precisión, que aún hoy nos
asombra.
En la orfebrería se han encontrado, principalmente piezas que comprenden discos,
mangos de abanicos, sandalias, orejeras, anillos, mascaritas, copas, cascabeles, discos
repujados con representaciones de batallas entre mayas y toltecas. La mayoría de los
objetos de metal conocidos fueron recatados del cenote sagrado de Chichén Itzá.
Las técnicas de orfebrería más utilizadas por los mayas fueron el amartillado, fundición
en molde, soldadura, repujado, y abrasión que es la abrasión de los metales. Sitios:
Tajamulco, altos de Chiapas, Motagua, Quirigua. Discos de oro, lisos, labrados, láminas
enrolladas, tubos, cetros, copas, cascabeles.
También se han hallado piezas de oro en muchos sitios, algunas de ellas verdaderamente
valiosas, labradas en jade y de exquisita manufactura. El jade era un material muy
preciado y se usaba en ofrendas a los dioses o en los adornos de la nobleza. La gente
usaba collares con piezas de jade que representaban figuras de animales o cuentas para
alejar las enfermedades.
Los reyes mayas personificaban a los dioses del maíz y del cacao, así como al Dios Ave,
vistiendo accesorios con atributos simbólicos, como tocados y coronas de plumas y
pesados collares, pecheras, cinturones y orejeras de jade.
Los tesoros encontrados presentan ejemplos de estos ornamentos, entre ellos collares,
pendientes y orejeras de jade de la cultura Maya de Guatemala del 400 al 500 después
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de Cristo hallados hace pocos años en la famosa Pirámide de la Luna, en Teotihuacán
(México), a cientos de kilómetros de distancia de su lugar de origen. En las ceremonias
también se utilizaban incensarios con figurines del rey y vasijas de cerámica con
motivos de animales -cocodrilos, tortugas, perros o venados- para contener chocolate
líquido, la «bebida real».
Desafortunadamente aquel tesoro fue extraído y, en su mayoría, hoy se conserva en las
colecciones del Museo Peabody de los Estados Unidos. Ante la insistencia mexicana en
su devolución hace más de cuatro décadas, dicha institución devolvió primero un lote de
92 piezas de oro y cobre, principalmente, cuyo destino fue la Sala Maya del Museo
Nacional de Antropología, y en 1976 se entregaron a México 246 objetos, en su
mayoría ornamentos de jade, piezas de madera y otros que se exhiben, para orgullo de
los yucatecos, en el Museo Regional de Mérida.
Esta joyeria ayuda a reconocer la nobleza maya y a quien pertenece, pectorales como
este eran decorados comunmente con distintivos para identificar al portador, como este
que pertenecía al padre de Pacal, Kan Bahlum Moo.
Los hombres por lo general usaban, los collares, a veces tan anchos que formaban
verdaderas capitas; los pectorales y los petos elaborados; las pulseras formadas por
muchas sartas de cuentas verdes; las orejeras complicadas, compuestas de una rueda
ajustada a la oreja y un tapón alargado qua a veces representaba figuras variadas, y los
broches para el ceñidor o la capa. En figuras maya posteriores al año 750 D.C. se
observan algunas narigueras; los adornos estaban hechos de variados materiales, como
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 70
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de piedras verdes, formando cuentas, canutos lisos o labrados con complicados dibujos
de deidades, seres humanos, glifos y símbolos cósmicos; de caracoles y conchas al
natural o grabados, de hueso tallado, de colmillos de algunos animales, de plumas
preciosas, etc. Sin embargo, los mayas del periodo clásico desconocían el oro, metal que
aparece hasta épocas posteriores.
Jade maya
El jade era uno de los principales materiales que los mayas usaban en la joyeria entre los
cuales existen collares, pendientes y orejeras de jade de la cultura maya de Guatemala
del 400 al 500 después de Cristo hallados hace pocos años en la famosa Pirámide de la
Luna, en Teotihuacán (México), a cientos de kilómetros de distancia de su lugar de
origen.
El jade era un material muy preciado y se usaba en ofrendas a los dioses o en los
adornos de la nobleza. La gente usaba collares con piezas de jade que representaban
figuras de animales o cuentas para alejar las enfermedades. Los mayas utilizaban el
negro en sus ceremonias de magia oculta. El verde claro era el indicado para abrir las
puertas del más allá después de la muerte. Este color es el que se encuentra en las
tumbas en la forma de collares, vasijas, y otros utensilios. Era tan apreciado que al
cadáver se le ponía una pieza de jade debajo de la lengua. Un color también muy
deseado era el jaguar, verde oscuro con pintas casi negras. Nos dijeron que este color se
usaba en amuletos de buena suerte. Y como un poco de buena suerte nunca viene mal,
ese fue el color de la pieza que escogimos.
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Verónica Topón
Las piezas de jade para esta máscara fueron incrustadas individualmente, la máscara fue
encontrada en la tumba de Pacal en su sarcófago, el mismo que se encontraba debajo del
templo de Palenque, Chiapas.
La presencia de objetos chinos en Chichén Itzá no es algo extraño, como me
mencionaba Luis Arochi, ya que bajo las aguas del Cenote se encontraron brazaletes
mayas labrados en oro, que muestran la figura de “Dragones Voladores” propios de las
culturas asiáticas, cabe destacar que al parecer los mayas tuvieron influencias de otras
culturas que es como se puede apreciar en estos brazaletes.
Ajuar de Calakmul
El ajuar fue descubierto junto con la máscara de Calakmul, por William Follan en 1984,
las piezas se entregaron en 1985 y se crearon con ellas varios collares y brazaletes. Sin
embargo, la nueva investigación consistió en desarmarlos. Piezas como el collar de red
y el de ocho hilos, que se exhibieron en el fuerte de San Miguel. Otro cambio fue el que
se realizó a la máscara de Calakmul, realizado por la misma restauradora y que cambió
la fisonomía de esa pieza localizada en la tumba uno de la estructura siete de ese sitio
arqueológico. Las piezas forman parte de la muestra organizada por el Fine Arts
Museums of San Francisco y la Nacional Gallery of Art. El nuevo ajuar “se acerca más
a lo que pudo hacer el ajuar original”. Existen pocos datos de cómo estaba conformada
la indumentaria y para el nuevo trabajo se basaron en investigaciones de distintos
expertos en la cultura maya, así como en estelas ubicadas en Calakmul, que muestran el
vestuario de diferentes personajes.
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Se trata de mil 918 cuentas de jade, jaspe y concha además del anillo que se encontró
en el dedo pulgar del personaje enterrado en esa tumba, fechada en el clásico tardío, de
quien se desconoce su nombre o rango. “Lo único que sabemos por la localización de la
tumba en una de las partes más importantes de la acrópolis es un personaje importante”.
Con esas cuentas se formaron dos brazaletes de cuentas esféricas, uno de cuentas
oblongas, una banda frontal, dos ajorcas, un cinturón ceremonial y faldellín, asó como
un peto de cuentas tubulares, otro de cuentas esféricas, un collar de cuentas grandes y el
anillo. Todas, excepto el anillo, fueron montadas en lino belga en color natural.
Collar de oro, formado por cuentas y cabezas de jaguar, encontrado como ofrenda en la
tumba de un personaje prominente; ejemplifica dos de los principales aspectos con que
los mayas relacionaban al jaguar: el poder y la muerte. Posclásico Tardío. Iximché,
Chimaltenango, Guatemala. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Las tumbas de los monarcas y sacerdotes están llenas de una variada gama de
producciones artesanales.
Acompañando a los recipientes cerámicos, encontramos otras piezas de pequeño tamaño
que requerían de una gran especialización. Nos referimos a los collares elaborados con
cuentas de jade, chaquiras o vestidos hechos con pequeñas cuentas de jade o concha,
pectorales, huesos trabajados con escenas mitológicas, pendientes con motivos animales
y humanos. Es decir, objetos realizados a medida que demuestran una gran sensibilidad
por parte del artista.
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Collar de jade, procedente de Chichén Itzá.
2.2 Colombia
2.2.1 Tairones
La Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte del país de Colombia fue poblada por los
Taironas. 6000mts de altura y nieves perpetuas, con sus estribaciones que descienden al
mar, vivió esta nación, cuya arquitectura lítica que se investiga es quizá la más
importante de precolombina1, grandes terraza para cultivos, interminables escaleras
construidas con lajas de piedra par llegar a sus habitaciones en las laderas, plazas
perfectamente diseñadas en formas triangulares y largos caminos empedrados enlazados
por puentes para su comunicación. Se considera que el desarrollo de la orfebrería
Tairona estaba en pleno apogeo en los comienzos del siglo XVI ya que poseían muchos
talleres de fundición cuando los aborígenes tuvieron contacto con los españoles. La
orfebrería Tairona se caracteriza por la perfección técnica que elaboraron al realizar sus
productos, emplearon la fundición el la cera perdida complementando con el martillado,
el repujado, la soldadura, y la fundición en moldes abiertos y cerrados.
Los objetos son variados en cuanto a la forma y a las tècnicas empleadas en su
elaboración. Existen figuras fantásticas que llevan grandes atavíos de plumas y
1 Bueno Arango Teresa, Museo del oro, ORO.
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máscaras de felinos, hay aves y reptiles, discos repujados, cascabeles, brazaletes,
narigueras.
El sapo es centro, cuerpo; la cabeza de jaguar mira hacia donde sale el sol y la de la
serpiente, en la cola, hacia poniente.
Un hombre con máscara de murciélago, semejante a las que aún utilizan los sacerdotes
koguis de la Sierra Nevada.
En el período Tairona, de 900 d.C. a 1600 d.C., se colonizaron además las montañas y
se construyeron ciudades sobre cimientos de piedra conectadas por caminos. En 1514 el
cronista Gonzalo Fernández de Oviedo escribía que los indígenas de Santa Marta
"tenían joyas de oro, penachos de pluma y mantas con muchas pinturas, y en ellas
muchas piedras cornalinas, esmeraldas y casidonias y jaspes y otras". Máscaras, además
de adornos, servían para transformarse en hombre-murciélago, el motivo más
emblemático del período Tairona. El ave en vuelo fue un símbolo del poder compartido
con otros grupos de lenguas chibchas.
En el área de la Orfebrería, los Taironas gozaban de un papel principal dentro de este
oficio. Las principales formas usadas en este estilo fueros las antropomorfas,
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 75
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zoomorfas, se han encontrado cuentas cornalinas, preciosas entre ellas, debido a sus
poderes mágicos y que sirvieron para ofrendas. Su orfebrería que en muchas piezas
hicieron el modelo en carbón y luego lo forraron en oro, alcanza una vivísima expresión
en los rostros de Caciques y sus animales totémicos y gran delicadeza en las coronas o
diademas, sonajeros, narigueras, orejeras, pectorales, tembetas y cascabeles y en los
preciosos collares de ranas.
Desarrollaron bastantes técnicas como la cera perdida, que consistía en hacer moldes de
barro rodeando una figura de cera, que se derretía después de calentar el empaque de
barro. Luego de sacar la cera derretida, el orfebre vertía el oro líquido en el espacio
dejado por la figura de cera, posteriormente esperaba a que se solidificara y rompía el
molde resultando la figura deseada. El uso de la tumbaga, una aleación de cobre y oro
permitieron ahorrar recursos y derretir más fácil el oro. Los tratamientos para mejorar la
calidad del oro, como calentarlo hasta la oxidación del cobre y luego sumergirlo en agua
helada para que permaneciera una pátina permanente de oro y evitar que la pieza se
cuartee. Finalmente el proceso terminaba con lijar la pieza hasta que llegara a la
perfección. Se cree que varias de estas técnicas fueron desarrolladas por los Muiscas y
exportadas a la cultura Tairona. Aunque los Taironas, también se les considera
exportadores de técnicas de orfebrería e hilados. Esto lo podemos observar en la
decoración ornamental como son las tiras entretejidas de alambre fundido o pequeñas
bolitas en el centro de los colgantes espirales, y en el objeto del mismo. Criaturas
mitológicas complejas en las que se combinan características humanas de águila y
murciélago figuras en las que los detalles de la vestimenta y las joyas son representados
tan claramente que es posible identificarlos con os de tamaño original. Entre las piezas
representativas existen formas únicas de los taironas (pendientes en forma de ancla,
tembetas en forma de redondos, ornamentos en forma de riñón, aretes con argollas de
alambre, etc.)
Los metales mas explotados en este tiempo fueron el oro y en menos cantidad el cobre.
En los afilados contrafuertes y los valles profundos cubiertos de bosque de la esquina
noroccidental de la Sierra Nevada, la gente del período Tairona levantó ciudades sobre
cimientos de piedra, caminos enlozados y drenajes. En terrazas de cultivo escalonadas
cultivaron maíz, yuca y aguacate. Una orfebrería recargada en adornos distinguía a los
caciques, dotados de poder político y religioso. Colgantes y pectorales en forma de aves
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Verónica Topón
con alas desplegadas demuestran la continuidad de algunas ideas del pensamiento
simbólico de estas sociedades desde el período Nahuange hasta la Conquista.
Traen sus personas muy adornadas con piezas y joyas de oro. Los varones traen orejeras
y caricuríes puestos en las narices y grandes chagualas en los pechos. Al cuello muchos
géneros de cuentas. Las mujeres casi traen las propias joyas que los varones.
En 1514 el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo escribía asimismo que los indígenas
de Santa Marta “tenían joyas de oro, penachos de pluma y mantas con muchas pinturas
entretejidas, y en ellas muchas piedras cornalinas, esmeraldas y casidonias y jaspes y
otras”. Durante el período Tairona los destinos de la comunidad eran regidos por una
poderosa élite de chamanes que decían tener control sobre las fuerzas esenciales de la
naturaleza, el ordenamiento del cosmos y las acciones humanas. Eran los encargados de
velar por el bienestar material y espiritual de la comunidad. En múltiples objetos se los
ve representados en el trance de la transformación, como en la emblemática figura del
hombre-murciélago, señor de la noche y el inframundo. La figura del hombre
transformado en murciélago puede verse en pectorales, colgantes y campanas metálicas,
en remates de bastón tallados en hueso y en objetos de cerámica. Pero también se
encuentran en las tumbas de los personajes importantes del período Tairona los
atuendos que les servían para simbolizar esta transformación. Los adornos de sus
viseras metálicas aludían a las membranas internas o tragus de la oreja del animal; las
narigueras cilíndricas levantaban la nariz como la hoja nasal de algunas especies y los
adornos sublabiales imitaban las carnosidades de su labio inferior. Durante el ritual se
recreaba la historia mítica de la sociedad. En un ambiente especial, y gracias a las
sustancias enteógenas, los participantes se transformaban en los ancestros míticos para
mediar por el equilibrio del universo. En ceremonias de ofrenda o pagamiento fueron
depositados piedras talladas y otros objetos dentro de templos, viviendas, caminos,
cultivos o lagunas, con propósitos de fertilidad y curación de enfermedades o para
obtener protección para la familia y la comunidad. Los grupos tardíos de la Sierra
Nevada, de lengua chibcha, tenían conceptos y creencias comunes con otras sociedades
de la misma familia lingüística. Con los habitantes de la Cordillera Oriental
compartieron el símbolo e ideología del ave con alas desplegadas y el sentido de las
ofrendas.
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Verónica Topón
Varios grupos de objetos de ornamentación personal siguen un modelo iconográfico
basado en la forma de un ave de alas desplegadas y cola bifurcada, a veces con aves
"auxiliares". Se les ha interpretado como representaciones del vuelo del chamán
El murciélago fue el animal más emblemático. En este colgante se puede apreciar una
visión del vuelo frontal de este mamífero, tallada en jadeita.
Vaciadas a la cera perdida en aleaciones de oro y cobre, las bellas orejeras tairona
permiten apreciar la síntesis entre abstracción y figuración en la imaginación del artista
y orfebre prehispánico. Como en las metamorfosis del mundo animal, la forma
semilunar básica llega a transformarse en serpiente de dos cabezas.
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Verónica Topón
Se conserva en este pectoral la forma básica del ave de alas desplegadas y cola
bifurcada, más un cinturón con aves. Cuatro chamanes enmascarados aparecen sentados
en cuclillas sobre las cabezas de cuatro aves rapaces posadas sobre el lomo del ave
mayor, a manera de explicación del orden social.
Representado en detalle en esta pieza, el personaje masculino que aparece en este grupo
de pectorales lleva un tocado o diadema que figura rayos provenientes de un cuerpo
esférico, de donde se ha deducido que se trata del sol. Sentado sobre una base semilunar
semejante a una serpiente, se apoya en dos barras horizontales sostenidas por seres
auxiliares con cabeza de ave o de felino.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 79
Verónica Topón
El personaje de este pectoral, apoyado en dos barras horizontales, representa quizás al
universo, tan pesado, según una versión de la mitología de los actuales koguis, que
necesita de dos vigas para no caer al mundo inferior.
Uno de los aspectos más notables de la metalurgia tairona es la armonía de conjunto de
cada pieza, no obstante la disparidad de los elementos. Ejemplo de ello es este colgante,
figura híbrida de caracol y serpiente.
2.2.2 Calima
Este nombre corresponde a un sitio geográfico del departamento del Valle del Cauca, en
donde se encontraron objetos arqueológicos de oro, cerámica y piedra ornamental que
mostraban características comunes y repetidas, por lo cual fue asimilado más con un
estilo que con los grupos indígenas que habitaron la región. Sin embargo, la costumbre
consagra el uso, y en general, se denominan "Calima" algunos objetos claramente
identificables y que corresponden, sin duda, a desarrollos locales de los artífices de
sitios cercanos. De todas maneras, como se han venido anotando y de acuerdo con la
teoría de Reichel-Dolmatoff, estas técnicas orfebres y alfareras, así como otras
manifestaciones culturales, corresponden a variaciones propias de costumbres
introducidas a América por parte de migraciones que entraron gradualmente en épocas
anteriores a la era cristiana, con un bagaje cultural común que expandieron por extensas
áreas del continente aledañas a la región pacífica. Al analizar en detalle el material, se
le encuentra ciertas deferencias estilísticas que algunos arqueólogos atribuyen a
desarrollos temporales o pertenecientes a grupos desconocidos; sin embargo, la
asociación de ambos en una misma tumba hacen presumir que son productos de
antiguas tradiciones y que en algún momento fueron contemporáneos; además. Tales
tradiciones al parecer, fueron continuadas por algunos de los pobladores descritos por
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 80
Verónica Topón
los cronistas hispanos. Por el invaluable hallazgo en el sitio de El Bolo, del cual se tubo
noticia después de que buscadores de tesoros y gente del lugar lo habían arrasado en su
totalidad, y dada la gran cantidad de material asociado en cerca de siete hectáreas que
comprenden el cementerio, se pudo concatenar importante información que por años se
había acopiado por parte de investigadores, y por el estudio de material obtenido de
guaqueros, incansables buscadores y predicadores de los cementerios precolombinos.
Por lo tanto, a lo largo de la presente reseña se relacionará lo típico conocido del área
Calima con los elementos del hallazgo. Las crónicas hispanas constituyen para el área
Calima un valioso documento para ubicar las distintas evidencias arqueológicas, pues a
todas luces resultaría incongruente reseñar con prolijidad la orfebrería omitiendo
relacionarla con los grupos que por ejemplo, describió el serio cronista Cieza de León.
Bien se aprecia que estos tenían complejos pautas religiosas y de culto, emparentadas,
de todas maneras, con tumbas, ofrendas y representaciones simbólicas orfebricas y
alfareras similares a las aparecidas en los sitios arqueológicos, y además, tuvieron
modos culturales similares a los observados en otros grupos precolombinos americanos.
Si bien es cierto que no siempre se les conoció su verdadero nombre, si se les describió
en detalle con apelativos, como fue el caso de los gorrones que correspondía a un grupo
con una organización socio-política y religiosa bien estructurada, que permitiría trabajos
comunitarios y a la aparición de gremios especializados para las distintas producciones.
Y en aras de la unidad de investigación sobre esta zona se continuará con los nombres
Yocoto, Sonso e Ylama, como tradiciones locales con diferente profundidad temporal
dentro del área arqueológica de Calima, debido a que su contemporaneidad y asociación
parece evidentes tras consultar el numeroso material de El Bolo. Este demuestra,
además, rasgos culturales comunes y una activa movilización de bienes con grupos de
une extensa zona del Valle del Cauca. La orfebrería de calima es muy notable por el
tamaño de sus objetos como: narigueras, corazas, diademas, etc., éstas fueron hechas
con mucho oro y con buenos terminados. Las cabezas de los alfileres son obras maestras
de la colección de cera perdida. Los temas de decoración de calima en lo que a piezas de
oro se refiere generalmente consisten en grandes máscaras con piezas de orejas
movibles y narigueras, trabajados en el centro de corazas y de otras piezas. Lo más
interesante son los bordes y relieves geométricos o zoomorfos los cuales están en los
bordes de las piezas. Hipotéticamente se ha de considerar que la orfebrería calima tuvo
en sus últimos tiempos un foco secundario en el valle de Saldaña, pues el número y
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 81
Verónica Topón
calidad de los objetos aleja la idea de que éstos hubieran llegado allá por comercio o
como botín de guerra.
En 1954 se encontraron piezas como las siguientes: una diadema idéntica a otras
procedentes de Restrepo, dos pectorales con mascarones centrales y greca decorativa
marginal, y un alfiles con una figura antropomorfa con máscara, procedentes de Río
Blanco; dos pares de platillos de orejeras, dos pectorales elípticos, sin mascarón, con
grecas marginales estrechas, una figura antropomorfa claramente de técnica y estilo
calima, y tres pectorales con mascarón central y tres sin él, unos y otros con decoración
marginal, hallados en Chaparral; y un alfiler terminado en una figura humana con la
máscara típica y una figura zoomorfa hecha por láminas unidas por pestañas y clavitos
como las de Restrepo, que corresponden a un lote hallado en Campohermoso, hemos de
tener presente que uno de los pectorales de este lugar es una de las piezas más
importantes que hasta ahora se conocen del estilo calima, no sólo por su alto valor
artístico, sino porque su mascarón, como decíamos en 1954, recuerda bastante la cabeza
de un buda, de estilo parecido a las de Java y Sumatra de los siglos VI-VIII.
Periodo Llama
La orfebrería tuvo una importante técnica como la llama que es más bien escasa y hasta
ahora ningún ejemplar ha sido excavado por un arqueólogo. No se sabe aún se trabajó el
metal durante todo el periodo llama o solamente hacia su final. Sólo en años recientes
fue posible empezar a diferenciarla de la orfebrería famosa del periodo siguiente2. Esto
se logró combinando las descripciones brindadas por las personas de la región sobre
objetos metálicos encontrados junto con cerámica llama con el estudio de los detalles
estilísticos, según las cuentas de collar fundidas sobre un núcleo de cerámica
pertenecerían a este periodo, pero lo que con más frecuencia se encuentra son narigueras
sencillas, tanto fundidas como martilladas. Sin embargo todavía son pocos los
ejemplares con procedencias seguras, como para poder diferenciarlas de las narigueras y
placas del periodo siguiente.
En cambio las cuentas grandes, de oro martillado, pueden asignarse con más seguridad
al periodo llama, cada collar está conformado por unas treinta cuentas similares pero no
idénticas, que miden hasta 6cm, de largo y tienen forma de animales como cocodrilos y 2 Bray Warwick, Schrimpff Marianne, CALIMA, Fundaciòn Procalima, 1992.
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Verónica Topón
aves, o de figuras humanas.3 Contamos con varias descripciones de collares de esta
clase, encontrados en tumbas con cerámica llama. Además estilísticamente son sin duda
de éste periodo. Las figuras humanas tienen los mismos rasgos que las representaciones
en cerámica. El Museo del Oro conserva lo que parece ser una parte del equipo de un
orfebre de la época. Consiste en cuatro piedras, con una figura humana tallada sobre su
cara; son figuras prácticamente idénticas a las de las cuentas y a primera vista estos
objetos parecen ser moldes, similares a los utilizados por los Muiscas para estampar
impresiones en cera de las piezas a fundir por la técnica de cera perdida. Sin embargo
las cuentas no son fundidas sino martilladas, de manera que los moldes quizás se
utilizaron para dar forma a la lámina de oro, que colocada encima, se presionaba y
martillaba alternativamente, para estas cuentas se utilizó un oro muy puro y maleable,
que se hubiera prestado muy bien para trabajar con ésa técnica. Si los retoques finales se
ejecutaron a mano alzada, esto explicaría las ligeras diferencias entre una cuenta y otra.
Las principales piezas del periodo llama fueron collares como:
a) Collar en oro martillado: Este collar, encontrado al sur de calima en el departamento
del Cauca, es técnicamente muy similar a los collares llama. Igual que aquellos, las
cuentas son relativamente grandes (4 a 4.2 cm de largo) y elaboradas en oro de alta ley.
Aunque muy estilizadas, parecen representar un ser con elementos de animal y de
humano. El tocado en puntas se podría relacionar con el de cientos canasteros llama.4
b) Collar llama con pequeñas cuentas de oro martillado: Representan cuadrúpedos
posiblemente cocodrilos por las mandíbulas largas con los ojos a los lados y las patas
dobladas e la forma característica de este animal en reposo. Una hilera de puntos
repujados sobre la espalda podría representar la cresta dorsal mientras sobre la cola,
varias líneas transversales sugieren las bandas horizontales formadas por las escamas.
Procedencia de Restrepo, largo aproximado de las cuentas 5.4 cm.
c) Collar llama con cuentas antropomorfas de oro martillado: En forma de mujer,
rematan, debajo de los pies, en cabezas de animales no identificados. Largo promedio
diseños y elementos colgantes. Estos elementos son grandes y están hechos de oro puro
casi en su totalidad. Por el contrario, las piezas moldeadas más finas son miniaturas.
Luego las poblaciones se expandieron, labrando en el paisaje de colinas y valles
aterrazamientos para sus viviendas, eras para cultivo y canales de drenaje. Este período
Yotoco (s. II a.C. a XI d.C.) produjo espléndidas piezas de oro en Calima: vistosos
atuendos que subrayaban el prestigio de quienes los usaban, acompañándolos luego en
sus tumbas; representaciones de una fauna variada y de hombres con atributos animales,
unión del mundo real y el mítico; alfileres y poporos para el consumo ritual de la hoja
sagrada de coca.
En una doble combinación de rasgos antropomorfos y zoomorfos, la mitad superior del
poporo presenta un ser con características humanas y animales, mientras que la inferior
muestra con gran fidelidad parte de un caimán. En su elaboración se utilizaron tres
láminas martilladas y repujadas sobre un molde. Obras maestras de la miniatura en oro,
los palillos utilizados para extraer de los poporos la cal que facilita la extracción del
alcaloide de la coca muestran en sus remates una variedad de personajes con
indumentaria y atributos minuciosamente representados.
A pesar de que el hallazgo del gran tesoro de El Bolo constituyo un enorme descalabro
en cuanto a la forma en que grupos de guaqueros y personas de todas las condiciones
destrozaron el lugar para apropiarse del material precolombino, sirvió para dilucidar
aspectos importantes del área arqueológica de Calima, según se anoto, el aportar piezas
claves que unieron datos aislados, con lo cual cobra sentido tales evidencias. Dentro del
numeroso material aparecieron algunos canasteros y alcarrazas Ylama, Por los datos
derivados de este hallazgo, las crónicas de la conquista cobran valioso sentido, y se
puede presumir con alguna corteza no solo que el material arqueológico formaba parte
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 89
Verónica Topón
de una muy antigua tradición que fue continuada por los indígenas descritos por los
cronistas- artífices de la orfebrería y de las manifestaciones materiales ligadas a una
sociedad política y socialmente organizada, sino que su producción fue tan voluminosa
y organizada que contó con talleres orfebres y gremios especializados, como los
reseñados por Pineda desde 1945.
Ahora bien, lo que se pude apreciar en el material ya establecido como propiamente
Calima es una variación local en la transformación de la materia prima de acuerdo con
los distintos artífices locales, y entre quienes jugaron papeles primordiales su
creatividad y a las variaciones añadidas en los objetos de generación en generación, que
corresponden a formas ancestrales llegadas a su territorio por migrantes. Las
sofisticadas técnicas orfebres; las excavaciones funerarias de pozo con cámaras para
entierros individuales o múltiples, y su avanzada tecnología agrícola.
Lo que se pude apreciar al analizar los objetos aparecidos en excavaciones, y como
producto de guaquería que reposan en los museos, así como los de colecciones privadas
derivados de extracciones clandestinas, en una cierta homogeneidad de temas y de
técnicas, con variaciones locales propias que no deben atribuirse a desarrollos
diferentes. En las tumbas se han hallado esqueletos que traen abiertas las narices, pues
en ellas unos que llaman caricuries, que son a manera de clavos retorcidos de oro, tan
gruesos como un dedo, y otros más y algunos menos. A los cuellos se ponen también
unas gargantillas ricas y bien hechas de oro fino y (también) de bajo, y en las orejas
traen colgadas uno anillos retorcidos y otras joyas. Bien se puede aparentar la joyería en
oro aparecida en las tumbas de los sitios excavados y la aparecida en el cementerio de
El Bolo, con la riqueza de oro y piedras ornamentales que usaban los indígenas. Entre
toda la variedad de piezas el lujo de orfebrería que fueron halladas en diferentes sectores
entre las joyas más destacadas podemos encontrar: diademas, brazaletes tubulares,
arcos, carretes, orejeras ceremoniales, totumas, caracoles de gran perfección con figuras
antropomorfas y zoomorfas entre ellos el notable dios sol, collares variados, unos
llamados de “moritas” en que la igualdad de las cuentas es precisa y parecen gotitas de
oro soldadas unas con otras, calibradas con precisión admirable.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 90
Verónica Topón
Diadema con dos penachos bifurcados a manera de plumas, la cual se llevaba sobre la
frente.
Los adornos vistosos y de gran ostentación representan un aspecto, quizás el más
conocido, de la metalurgia de la región Calima. Son principalmente pectorales, orejeras
y diademas con un característico rostro hierático como motivo central, a su vez
ornamentado con grandes narigueras y orejeras.
2.2.3 Tolima
Es muy difícil precisar con seguridad dónde, cuándo y cómo tuvo su origen el estilo
tilota, puesto que desconocemos las circunstancias del hallazgo de los objetos que
integran las colecciones del Museo del Oro y tales problemas sólo pueden ser resueltos
por excavaciones dirigidas técnicamente.
Se considera que el foco principal del origen principal de este estilo de orfebrería haya
sido el alto Valle del Saldaña, puesto que es allí donde se encuentran los tres
yacimientos principales: Chaparral, Río Blanco y Campohermoso. Las colecciones del
Museo del Oro originarias de estos lugares proceden de trabajos de guaquería, muy
posiblemente de sepulturas de las cuales no existen la menor noticia ni sobre su forma
ni ajuar.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 91
Verónica Topón
Incluso en los lotes aparecen mezcladas joyas calimas y tolimas, sin que haya ningún
indicio que nos permita afirmar si una y otras pertenecen a ajuares funerarios de tumbas
de distinto tiempo o si por el contrario corresponden a sepulturas con alhajas de los dos
estilos. Más lógica parece la primera hipótesis, esto es, la que en el valle del río Saldaña
haya habido dos clases de sepulturas, una correspondientes a la primitiva población
calima y otras a la posterior que llamamos tolima.
Las excavaciones realizadas por Julio César Cubillos en 1945 en Río Blanco no nos dan
mucho luz sobre la cuestión que tratamos, puesto que no está claro si los objetos que
describe proceden de lugares de habitación o de sepulturas. Lo que parece probar es
que en el lugar explotado por él la orfebrería es en su totalidad de estilo Tolima, sin que
haya ninguna pieza que manifieste huella de otros estilos. Sin embargo, no puede
afirmarse nada hasta que hayan realizado más excavaciones dirigidas técnicamente.
Como por otra parte, para el oro hay que admitir que se siguieron técnicas paralelas,
hemos de llegar a la conclusión, auque sea a priori, de que primero se utilizarían pepitas
como piedras bellas y de color para collares; después se la martilló y por último se le
calentó y martilló antes de conocer su fundición, para lo cual precisaban métodos
especiales dada la alta temperatura de fusión. Crea una incógnita el hecho de que de
ninguna de éstas técnicas se hayan encontrado rastros en Colombia, a pesar de las
excavaciones en niveles antiguos realizados por G. Reichel-Dolmatoff, ni en parte
alguna de América, por lo cual hay que pensar, o que la metalurgia ha empezado en
fecha más reciente de lo que creíamos hasta ahora en Colombia, o plantear la cuestión
de manera radicalmente distinta, esto es, buscando el Antiguo Mundo cómo y cuándo la
orfebrería del oro y de la tumbaga( técnica) ha podido derivar de Asia e Insilindia.
El estilo Tolima, en lo que se refiere a la técnica, muestra caracteres propios de
arcaísmo, como por ejemplo con el hecho de tener numerosos objetos grandes y
pesados, láminas que fueron martilladas con frecuencia, por la falta de objetos de cobre,
además en oposición al despilfarro del oro, hay una escasez notoria de objetos de
tumbaga con ley de cobre superior a la 0,185 correspondiente a la aleación eutéctica.
En cambio desde el punto de vista artístico y simbólico, es estilo tolima es la expresión
de un mundo de formas distinto del calima y de los demás de Colombia, por cual la
relación entre ellos es difícil de establecer.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 92
Verónica Topón
Sólo existen algunos indicios de haberse hallado piezas de uno y de otro en el mismo
lugar, como sucede en Ansermanuevo, pero especialmente en la Guaca del Dragón.
Donde han aparecido dos alfileres y una figura zoomorfa de estilo calima, por una parte,
y por otra, un pectoral ancoriforme y el espléndido pectoral antropomorfo descrito
anteriormente ambos del más puro estilo Tolima.
Cronológicamente, el estilo tolima hemos de colocarlo como posterior al calima, si bien
coexistió con ese una buena parte de tiempo y fue contemporáneo de un estilo teórico
que pudiera llamarse provisionalmente antioqueño y que corresponde a la parte más
antigua del gran complejo llamado Quimbaya, y a la fase inicial del estilo sinú. El estilo
tolima fue uno de los más antiguos que la mayor parte de los de la época invasioncita,
del tairona y del muisca.
El conjunto de piezas halladas son muy concretas en su forma y definición, la
monotonía entre ellas puede variar pero si apartarse de las formas establecidas La
estilización antropomorfa con miembros en forma de escuadra puede aparecer en
objetos tan grandes como el Pectoral de la Guaca del Dragón o tan pequeños como en
cuentas de collar. En ocasiones se duda sobre si una joya debe considerarse como un
pectoral pequeño o como una cuenta de collar grande, ya que la forma es igual y sólo
varía el tamaño.7
Entre las características de diferentes objetos de orfebrería podemos destacar los más
importantes:
1) Diademas: Entre el lote de objetos de estilo tolima hallado en Venadillo, se
encuentran dos joyas de este tipo. Son de lámina estrecha con tres orificios en los
extremos.
2) Narigueras: Las aparecidas hasta ahora en conjuntos arqueológicos tolimas son
atípicas, pues corresponden a dos clases que han sido muy abundantes y de
extraordinaria difusión. Una de ellas es la de argolla y otra la que está formada por una
lámina elíptica con puntas finas y con una escotadura circular debajo de éstas. Las
primeras piezas pertenecen a los sectores de: Río Blanco, Venadillo, Iquirá. En las
excavaciones hechas en Río Blanco aparecieron cinco narigueras.8
7 Barradas José Pérez, Orfebrería Prehispánica de Colombia, Museo del Oro, Bogotá, MCMLVIII. 8 Barradas José Pérez, Orfebrería Prehispánica de Colombia, Museo del Oro, Bogotá, MCMLVIII.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 93
Verónica Topón
3) Pendientes quiropteriformes: Aparecen diferentes variantes según el grado de
esquematización. Hay pares en los cuales las alas caen verticalmente hacia los lados
como cuando los quirópteros están en reposo. Encontrados en Chaparral, Río Blanco,
Chapohermoso y Manizales.
En otros la lámina es de forma semilunar con puntas romas, como suceden con las
parejas de pendientes de Chaparral, Río Blanco, Venadillo, Belalcázar.
La cabeza y los órganos faciales son en su mayoría esquemáticos en extremo, por lo que
la figura quiropteriforma adquiere el carácter de una representación abstracta. El cuello
y la cabeza están formados por un rectángulo, con un orificio redondo y liso en la
mayoría de los casos. Dos veces está decorado por un falso calado otras veces es muy
reducido, este rectángulo se halla limitado el la parte de arriba por una barrita o dos
espirales opuestos .como sucede en joyas de Chaparral, Río Blanco y Campohermoso,
esto es en las localidades principales del estilo tolima. En un caso las espirales se
convierten en discos y en otro la prolongación rectangular que corresponde a la cabeza
tiene un orificio central alargado, y a cada lado de él, o de los dos hay un orificio
pequeño y otro mayor. En este caso faltan las espirales o el par de barritas que las
sustituyen tanto en el par de pendientes de Río Blanco como de Venadillo.
Existen varias piezas que son de incierta procedencia pues ha sido muy complicada su
diferenciación, entre los objetos encontrados algunos muestran aspecto de ser
pendientes de ese tipo, pero de hecho, el tener cara humanoide y por la parte posterior
una asa, hace que no se pueda reconocer si son pendientes, pectorales pequeños o
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 94
Verónica Topón
cuentas de collar, la lámina en ambos es estrecha y los extremos están más ecurvados
que de ordinario.
4) Pectorales: Sus tres tipos son los siguientes:
a) Pectorales antropomorfos con miembros en escuadra: En las colecciones se presentan
dos buenos ejemplares de este tipo, uno procedente del Chaparral y otro de
Campohermoso. También existe un tercero de Guaca del Dragón. Este constituye una
joya de mayor valor artístico dentro del estilo Tolima, tanto por la regularidad de su
forma y destalles, debido a una esmerada técnica, como por su decoración esquemática
geométrica. El de Chaparral es aproximadamente la mitad de tamaño que el anterior y
su decoración es más sencilla. El de Campohermoso es completamente liso.
A este tipo pertenece un pectoral de procedencia de Ibagué y de 170mm.de altura, que
formaba parte de las colecciones del Museum für Völkerkunde de Berlín. La cara es
rectangular, contorneada por la frente y los lados por tres hilos falsos, y por la inferior,
por dos que en su centro forman la boca. La nariz es larga y los ojos son a modo de
grano de café. La parte superior de la cabeza se halla decorada por barritas cortas
paralela a manera de diadema. Los cuatro ángulos de la cara están decorados por
espirales.
Pectoral de estilo Tolima
b) Pectorales con miembros en escuadra y con el extremo inferior ancoriforme: Es un
tipo muy uniforme en lo que se refiere al cuerpo y extremidades, inclusive la parte
inferior de la pieza, pues sin excepción son lisas. Las únicas diferencias que caben notar
so las relativas a los bordes, los cuales pueden ser regulares o no, a la proporción en
anchura de las distintas partes y a la regularidad de las curvas del extremo inferior
martillado. Buenos ejemplares a este tipo son un Pectoral de Chaparral y dos de
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 95
Verónica Topón
Campohermoso, especialmente el primero que es una pieza más primorosa del grupo,
Sin Embargo, Los bordes ofrecen muchas irregularidades y no son completamente
rectos.
La decoración se limita a la cabeza, lo cual sucede también en los quiropteriformes. Por
lo general hay un par de adornos centrales formados por láminas acodadas con los
extremos divergentes y una corona de pequeñas rayitas a modo de aureola.
El mejor pectoral de Campohermoso tiene en la base de la cara la decoración marginal
de la cabeza que se completa por sendas espirales en la base de los ángulos de la misma.
La variante principal consiste en la sola presencia del par de apéndices centrales
acodados como sucede en los pectorales de Chaparral, en estos casos la ausencia de la
aureola radiante y a cada lado de la cara hay un adoro en forma de asa cruzada e sentido
transversal por una lámina triangular o rectangular decorada por líneas, como si fuera
una esquematización de las orejas. En el pectoral de la zona de Corinto los apéndices
laterales son triangulares y rayados; además entre los superiores acodados hay uno
medio de forma de barrita rectangular.
Otro variante de un ejemplar del Chaparral en el cual el contorno de la cara se halla
formado por una aureola radiante de pequeñas barritas unidas por dos cercos. La cara
está contorneada por uno o dos falsos alambres, que en la parte inferior se prolongan
hacia delante para formar la boca; están marcados los dientes, en el caso de que haya un
solo alambre marginal, éste es semielíptico y falta en la parte inferior de la cara, por lo
cual la boca se encuentra representada por un óvalo colocado inmediatamente encima
del cuello. Así sucede con los pectorales de Campohermoso, con el del Líbano, y con
uno de procedencia incierta, uno de los pectorales de Chaparral no presenta ni línea de
contorno facial ni boca.
Los ojos casi sin excepciones esféricos, con u orificio circular profundo, la nariz que
arranca del borde superior de la cara, es recta, larga y saliente. En algunos casos están
marcadas por falsos alambres las aletas de la nariz, en el de Chaparral los ojos están
incluidos dentro de falsos alambres ahorquillados.
c) Pectorales Quiropteriformes: Su característica principal es que muestran en vez de
brazos piernas un par de alas igualmente esquematizadas, con borde inferior calado y
decoración que tiene también el cuerpo.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 96
Verónica Topón
El calado marginal del cuerpo tiene, por lo general, los bordes exteriores libres, pero en
algún caso están enmarcados por una faja estrecha vertical. Dos piezas muestran el
cuerpo y las alas con calados, dos joyas de este tipo de la colección del Museo del Oro
termina en la base en un ensanchamiento irregular que algunas veces tiene un aspecto
oval. Tal sucede con dos de Río Blanco.
5) Collares: La clasificación lo hacemos por el número de cuentagotas.
a) Collares de cuentas lisas: Los tres de ésta clase son atípicos, las cuentas del
procedente de Chaparral son cilíndricas, cortas y lisas, las de Río Blanco so de forma
cilíndrica u oval y las mayores están fundidas y las menores son una lámina de oro
enrollada. A éstos collares hemos de añadir otro formado por alambres enrollados en
doble espiral, con ganchos de los cuales cuelgan piedras de pirita.
b) Collares de cuentas zoomorfas: Tienen cabeza redonda con hocico largo, cuerpo
trapezoidal y terminan en un casquete esférico. Su factura es muy descuidada en
relación con las cuentas calimas del mismo tipo.
Típicos son los collares de cuentas zoomorfas con cabeza pequeña picuda y con ojos
saltones cuyas extremidades se hallan muy desarrolladas en relación con el cuerpo, las
cuales terminan en discos más o menos grandes y regulares.
Las cuentas zoomorfas cuya esquematización es menos marcada son las que representan
peces voladores y dos que figuran aves esquemáticas proceden del Chaparral. Los
peces voladores se deben a representaciones realistas de animales míticos, creados sobre
la base, incluso de los peces voladores marinos, al describir dichos ejemplares se los
consideran como “pez mítico”.
c) Collares de cuentagotas antropomorfas: También e éstas existen varios tipos, mas las
pricipales consisten en las esquemáticas de placas y las de brazos doblados a manera de
escuadra. Este tipo de figuras es muy abundante en cuentas de collar con ligeras
variantes, presentan caras antropomorfas y diademas, como sucede con una cuenta de
Chaparral, caras toscas, y lisas, este tipo de collar ha tenido una gran propagación por el
territorio colombiano.
Otro tipo de cuenta de collar tolima es el formado a base de una placa plana
rectangular, en la cual la figura humana aparece esquematizada en extremo, como
sucede con los collares de culturas semejantes a tolima. Los bordes de los lados
mayores del rectángulo tienen unos pequeños entrantes, los cuales se hallan rodeados
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 97
Verónica Topón
por una línea profunda en forma de corchete, en la parte superior de la cabeza sólo se
encuentran marcados los ojos.
Menos esquematismos ofrecen las cuentas de collares, las cuales tienen cuerpo
rectangular, con dos rayas horizontales, e su base que representan el cinturón al que
sigue un ensanchamiento romboidal correspondiente a los miembros y una base estrecha
larga que es a los pies, la cabecita, en la que están marcados los ojos y la boca, se
remata por una fila de rayitos verticales, o sea el tocado de plumas. Un collar hallado en
el departamento de Caldas, es de cuentas lisas en su mayoría, pues sólo tiene marcados
los ojos y la boca. Más detalles ofrecen los collares de Campohermoso y algunas
cuentas de Río Blanco pues están indicados los brazos doblados sobre el pecho y el
triángulo sexual femenino.
Pendiente. Especie de talismán, se reúnen rasgos de diferentes animales: aves, hombres
y felinos.
6) Cascabeles: Hay dos casi iguales procede del Chaparral y el otro de Río Blanco. Se
caracterizan por tener una prolongación puntiaguda en la parte superior perforada, por
lo cual se cree que formaron parte de collares o fueron adornos de vestiduras.
7) Colgantes centrales de collar: Son zoomorfos y antropomorfos, en el primer grupo
los hay realistas que representan cocodrilos y otros interesantísimos que son figuras de
animales fantásticos.
a) Cocodrilos: Las dos únicas piezas son los dos cocodrilos que a uno de ellos se lo
considera como babilla ( Caimán Fuscus) de la siguiente manera: “figura plana, hocico
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Verónica Topón
ancho con una línea transversal delante de los ojos, que representa probablemente una
arruga ósea, dos colmillos en la mandíbula superior y dos pares de dientes en la
mandíbula inferior; cresta dorsal marcada con siete relieves rectangulares, escamas
dorsales con sendas filas de relieves circulares a los lados, cada fila contiene cinco
relieves.
b) Figuras zoomorfas fantásticas: Además de cuatro piezas de Campohermoso existen
en las colecciones de Museo del Oro, una del Quindío, las cuales, vistas a ligera, serían
fácilmente consideradas como representaciones de insectos, puesto que muestran en la
cabeza unos apéndices que pudieran ser interpretados como antenas.
Sin embargo son cuadrúpedos y a pesar de la complejidad de la cabeza se ven bien los
ojos redondos y una boca provista de grandes colmillos superiores encorvados hacia
abajo. Por detrás de la cabeza salen dos pares de apéndices y en algunas piezas uno
impar central, de formas complicadas y variadas que, después de cubrir aquella, se
prolongan hacia delante. La cola es también muy compleja, dan la impresión de
fantásticos dragones, portadores de órganos cefálicos propios para inspirar terror e
injustificados biológicamente.
c) Figuras antropomorfas: Se dan casos que es difícil saber si se trata de un colgante de
collar o un pectoral pequeño, pues sólo hay una diferencia de tamaño. En restos hallados
existen cuatro piezas, dos de mayor tamaño que las otras, que presentan una figura
humana de corona de plumas y con palmas de las manos. La joya más trabajada pese a
su deficiente fundición, es una procedente de Río Blanco, la cual tiene un vestido corto,
muy ceñido a la cintura, facciones muy pronunciadas y orejas grandes irregulares
formadas por falso alambre grueso. La mayor pieza de las encontradas en
Campohermoso lleva un vestido que de la forma anterior, las orejas son uso círculos y
están en los ángulos inferiores de la cabeza. Las facciones están representadas de la
misma manera que los pectorales típicos, las otras dos piezas del mismo lugar son más
pequeñas y se relacionan en cuanto al detalle de la cara con la pieza antes citada. De Río
Blanco. Los ojos y la boca tienen forma de granos de café, la nariz es minúscula y las
orejas son redondas y perforadas, la cara de estas joyas recuerda la de las figurillas de
barro cocido.
Muy curiosos son los tres colgantes de Río Blanco, uno a los que se refiere al relieve de
la cara, es típicamente tolima, pero los apéndices laterales que le salen a los lados de
ésta y la forma del cuerpo nos recuerdan algo las figuras del estilo de Darién. Otro tiene
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Verónica Topón
marcada la separación de los brazos del cuerpo y una rudimentarias manos, la cara es la
típica del estilo tolima. En ambos casos se pueden observar con exactitud los órganos
sexuales masculinos muy marcados, la primera y la última pieza citada son portadoras
de pectorales circulares adornados por círculos en bajo relieve, y la segunda lleva uno
ovalado con una escotadura semicircular en la parte superior y con la misma decoración
que los otros.
8) Alfiler: El único, procede de Chaparral y lo hermoso descrito anteriormente, su estilo
es tosco, por lo cual parece ser de fabricación local, y contrasta con los alfileres calimas
presentados anteriormente, no obstante se trata de una pieza atípica.
9) Recipiente Fitomormo: Nos referimos a la totuma de pretumbaga de Campohermoso,
la cual, a pesar de ser una pieza valiosa y bien trabajada, dudamos si corresponde al
estilo calima o al tolima.
10) Pinzas: Sólo ofrecen interés las dos que tienen calado el mango, de las cuales una
procede de Campohermoso y otra de Chaparral. Ambas están decoradas por aves
posadas en la parte superior, que recuerdan la que corona el alfiler de Chaparral. La
decoración de la de Campohermoso consiste en las figurillas típicas del estilo Tolima,
con miembros doblados en escuadra, las otras carecen de interés, Las halladas por J.C.
Cubillos en 1945 en Río Blanco ofrecían la particularidad de presentar en el doblez
cuatro orificios. 9
Existen varios significados de posibles representaciones de seres sobrenaturales en la
orfebrería Tolima. En primer lugar la presencia de representaciones muy
esquematizadas de quirópteros, tal vez de vampiros, los cuales son características de
este estilo. La extrema esquematización de la cabeza en los pendientes, reducida a un
rectángulo y dos apéndices rectos o en espiral que representan las orejas, y la
antropomorfización de la misma en los pectorales, impide dar un paso más en su
determinación. El detalle que precisa el que se trate de quirópteros es la línea de
contorno del cuerpo, redondeado por abajo, de dónde sólo faltan unas minúsculas patas
unidas a la membrana de las alas, y los bordes laterales que caen verticales como si
estuviera plegada la parte del ala correspondiente a los dedos del miembro superior.
9 Barradas José Pérez, Orfebrería Prehispánica de Colombia, Museo del Oro, Bogotá, MCMLVIII.
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Verónica Topón
Ya sean murciélagos o bien vampiros, estas representaciones tolimas son seguramente
símbolos de la oscuridad, de la noche y de la muerte. Son representaciones de un ser
mítico análogo a Camazolz, o sea el murciélago de la muerte de los mayas y del cual
hay figuras pintadas en cerámica o esculpidas en piedra.
La segunda es aún más arriesgada y sólo tiene el carácter de una hipótesis provisional,
intuitiva si se quiere, en espera de algo mejor.
¿No serán los pectorales con miembros en escuadra y el extremo inferior terminado en
dos ramas recurvadas y simétricas las representaciones de un Dios Cocodrilo? Las bocas
tienen un leve carácter de hocico con muchos dientes; la posición de las extremidades,
mas bien que humana hace pensar en un animal que repta, y la cola bífida en la forma
que la vemos no es privativa de este estilo, puesto que hay representaciones de
cocodrilos de oro u otras materias, que la tienen, aunque no de manera tan
esquematizada como los pectorales tolimenses. Tal sucede con figuras de coclé, en las
cuales la cabeza no es antropomorfa ni ha llegado a la representación de animal a una
máxima esquematización, y con las figuras pareadas de caimanes del Sinú.
El cocodrilo y la serpiente son símbolos temerosos de las aguas y de los poderes ocultos
del inframundo, pero al mismo tiempo lo son de la fecundidad y de la vida. Si ambos
causan pavor al hombre, no debe de extrañar, puesto que la sacralizad que vitaliza los
símbolos radica precisamente en este carácter de temor y de peligro que trae consigo la
admiración del hombre y su sumisión incondicional hacia ellos. La apariencia
antropomorfa de la cara, que por otra parte es de aspecto esquemático y brutal, no
apacigua el ánimo, sino que lo inquieta y justificaría esta opinión. El carácter sagrado se
ve reforzado por la corona radiante, la cual no hay por qué considerarla como un adorno
exclusivamente propio del hombre.
Refuerza este rasgo de símbolos ligados al agua y por tanto a la fecundidad, en
contraposición a los quirópteros que simbolizan la noche y la muerte, los otros
cocodrilos de estilo realista y sus drías, los peces voladores, las mujeres desnudas y los
dragoncitos. Las cuentas de collar con miembros doblados en escuadra muestran,
especialmente y de manera mas clara que las piezas de mayor tamaño, transiciones entre
figuras humanas y zoomorfas. Incluso se puede sospechar que se trate de
representaciones mixtas.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 101
Verónica Topón
2.3 Ecuador
2.3.1 Tolita
La cultura de la Tolita se ubicó al norte de la provincia de Esmeraldas. Fueron
asentamientos humanos poco poblados. Esta cultura tenía la costumbre de deformarse el
cráneo y el lóbulo de las orejas, a las que perforaban y colgaban zarcillos de formas
geométricas, semicirculares y circulares. También se tatuaban la cara y se perforaban las
aletas de la nariz, de la cual pendía un adorno en forma de una bola, clavos de oro y de
cobre.
Hacia el 400 a.c el oro fue trabajado por primera vez en la tolita, lo que implicó el
desarrollo de técnicas de extracción y manipulación de esta nueva materia prima.
Metales como el oro y el platino se obtenían en las cabeceras de los ríos Santiago,
Cayapas, Onzole y Bogotá; otros metales como el cobre venían de lugares más lejanos,
posiblemente de la Sierra y de la Costa Sur. Se trabajaban los metales sobretodo en
estado sólido, entre las técnicas más usuales se encuentran el martillado, el laminado, la
filigrana y el repujado. La fundición fue usada en menor escala, con técnicas como la
soldadura, la fusión, la aleación sencilla y la sinderización, para dar color a ciertas
partes de los objetos.
El metal sirvió casi exclusivamente para fabricar adornos y objetos suntuarios; no se
conocen, aparte de agujas y anzuelos, otros instrumentos funcionales de metal, por lo
cual se deduce que su uso estuvo limitado a la orfebrería.10
Las cualidades intrínsecas del metal le dieron una dimensión simbólica dentro de la
cosmovisión Tolita. El brillo dorado que imita y refleja los rayos del sol, así como su
sonido, su maleabilidad y perdurabilidad, permitieron la asociación del metal al ámbito
de lo sagrado. La dificultad de su acceso y el complejo procesamiento que exige esta
materia prima, requería de especialistas iniciados en los misterios del fuego, del aire y
del agua.
El oro, platino y cobre fueron soporte de la perpetuación de los seres míticos, así como
de figuras humanas y símbolos manifiestos en adornos corporales y objetos
10 Esmeraldas, Museo del Banco Central del Ecuador, Pág. 23.
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 102
Verónica Topón
ceremoniales. Por la importancia que esta sociedad confirió a los metales, es posible que
su uso haya estado restringido a una élite que le asignó carácter simbólico.
Los objetos de oro de la Tolita alcanzaron renombre dentro y fuera de su área cultural,
llegaron por intercambio a lugares lejanos como: Frías e Lambayeque Perú. El
intercambio no solo estuvo dirigido a la obtención de materias primas, sino sobretodo a
la redistribución de objetos suntuarios con marcado carácter ritual. Los artefactos
encontrados en las tumbas de Lambayeque, entre los cuales destaca la llamada Venus de
Frías, han sido estudiados en detalle; la procedencia de algunos objetos desde la Tolita
no parece presentar dudas en la actualidad. En una tumba encontrada en El Ángel,
provincia del Carchi, apareció igualmente una estatuilla hueca de oro, que presenta los
rasgos característicos de estilo Tolita. Los pendientes y cuentas de collar eran
elaborados con piedras semipreciosas como la amazonita, la jadeíta y la sodalita, así
como en materiales diversos como el hueso, la concha, el cuarzo y las esmeraldas.
En el museo del Banco Central de Quito se exhiben máscaras que usaban para
ceremonias de conjuro y beneplácito de sus dioses. Esta cultura al igual que Jama-
Coaque, da evidencias del culto a 'la cabeza de trofeo' o tzanzas, costumbre muy
difundida en culturas precolombinas.
En la Tolita se desarrolló el arte musical, así lo demuestra la gran cantidad de pequeños
instrumentos musicales encontrados, como pitos en formas de seres humanos, aves y
peces; flautas, elaboradas de huesos de venado; rondadores de cerámica y un
instrumento en forma de hacha grande con punta de lanza tallada en piedra dura
(basalto), que al ser golpeada produce un sonido similar al de la campana Fueron
hábiles artesanos, tallaron espejos en obsidiana, en piedras muy duras como el cristal de
roca y en piedras preciosas como las esmeraldas.
Máscara de Oro
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 103
Verónica Topón
En la metalurgia se utilizó el calentado y martillado para formar lingotes de oro.
Martillaban las pepitas de oro, luego de ser sometidas al calor sobre un carbón vegetal
encendido al rojo vivo. Después de martillado el metal era repujado para darle relieve;
lo cortaban en varias formas lo doblaban y con alambres que los elaboraban a través de
la técnica del martillado, amarraban pequeños colgantes. La unión entre las placas de
oro, la conseguían con una costura realizada con alambres del mismo metal. De esta
manera trabajaban el oro.
En la isla que le da nombre -La Tolita-, el estuario del río Santiago y por el río
Esmeraldas-en Esmeraldas-y hasta lo que hoy es Tumaco, en Colombia, florece una
cultura de intensa vida ceremonial, gran imaginación creativa y avanzada tecnología,
sobre todo para trabajar metales. Un saqueo codicioso y torpe de muchos años ha
destruido decenas de miles de piezas de cerámica y ha hecho desaparecer, a veces
fundiéndolos, bellísimos objetos de metales preciosos, que nos habrían hecho conocer
aun más el refinamiento de esta cultura. Entre todos los depredadores, hubo uno
especialmente nefasto Donato Yannuzzelli. Metiendo tractores arrasó con vestigios
culturales sin el menor discrimen y fundió cientos de kilos de oro obras de arte y de
preciosa artesanía. Consideraba que contábamos con pequeñísimas partes de las
producciones de la cultura Tolita. Y, de esa muy pequeña parte salvada de la ciega
voracidad de los huaqueros, hay piezas regadas por muchos museos del mundo,
comenzando por el eran Museo del Oro de Bogotá. A pesar de todo esto, la imagen que
podemos hacernos del arte de la Tolita es magnífica.
Hubo, sin duda, en La Tolita, además de las figuras hechas con molde (en especial
pequeños grupos en alguna actividad doméstica), una cerámica de gran refinamiento y
clara voluntad artística; pero el campo en que más se avanzó en artesanía artística y
expresiones de arte fue el de los metales. Se trabajó el oro, el cobre, plata en aleación
con cobre y oro, y hasta el platino.
El trabajo con el platino resulta lo más admirable: en La Tolita se trabajó el platino casi
dos mil años antes de que comenzara a hacérselo en Europa (donde se comenzó a
trabajar en platino por el siglo XVIII). Las técnicas metalúrgicas fueron variadas:
fusión, forja, laminado a martillo, fundición a cera perdida (con el calor de la fundición,
desaparece la cera y los espacios que ocupaba la cera los ocupa el metal líquido),
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 104
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repujado y engaste en metal de piedras como la esmeralda, el cuarzo, el ágata y la
turquesa
"Representación de un personaje con diadema, en oro y platino, metal trabajado en el
Ecuador por primera vez en el mundo".
Han salido de la Tolita tal cantidad de joyas de oro, algunas de enorme refinamiento y
gran belleza-, que ha llegado a pensarse que allí todo el mundo llevaba adornos de oro,
Y algo más: si a esa enorme cantidad de joyas se unen todos los objetos o ceremoniales
o religiosos, da para pensar, como ha sugerido Bergsoe, danés experto en metalurgia y
tecnología del oro y el platino en los pueblos precolombinos que en La Tolita un gran
número de pobladores debieron haber tenido su propio taller de orfebrería. Acaso toda
la isla haya sido un gran taller, junto a un centro ceremonial. Es una de las cosas que el
inmisericorde y torpe saqueo ya dicho nos ha impedido conocer con exactitud.
En cuanto al arte Tolita hay piezas que hacen brillar toda su grandeza. Como una
máscara de oro con ojos de platino probablemente una máscara mortuoria, en la que el
artista conjugó el hieratismo de lo ceremonial con rasgos humanos simples pero muy
expresivos. O la figura solar que se halla en el Museo del Banco Central del Ecuador, en
Quito, y ha sido asumido por esta institución como su logotipo. Esta pieza, laminada,
calada y repujada en oro, es la cabeza de un guerrero empenachado. El penacho es parte
de los rayos zigzagueantes que rodean el rostro. Y los rayos tienen una notable
peculiaridad: son muy flexibles, de tal modo que al menor soplo de viento se agitan. Es,
pues, un móvil, una escultura con una brillante idea cinética
No todo lo que se creó en La Tolita fue resultado de evolución autónoma. Hay formas
que parecen haber llegado de culturas centroamericanas y mexicanas. Pero ello apenas
resta mérito a un pueblo que, en su capricho por modelar y labrar y fundir piezas bellas,
incorporó a su propio universo de formas las más bellas de las extranjeras, buscando
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 105
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siempre conjugar adorno personal con mito, culto con arte. El arte en La Tolita daba
forma bella a mitos y los convertía en ingrediente mágico de la vida cotidiana.
Según investigaciones realizadas por arqueólogos el trabajo con metales preciosos se
remonta a Mascaras de culturas muy antiguas encontrándose sus primeros vestigios de
oro.
El material encontrado en la isla forma parte de la colección de pequeños fragmentos de
oro y platino mezclados con tiestos y fragmentos de cerámica hallados en especial en la
costa de Esmeraldas y Atacames... El arte metalúrgico de la Tolita, es asombroso.
Nuestro orfebre nativo dominó las técnicas más diversas y complicadas, dígase fundido,
forjado, laminaciones a base de martillo, fundición en moldes de cera, sueldas, trabajo
de repujado, confección de hilo y de filigrana, la técnica de engrasar las joyas colocando
diversas piedras preciosas y semipreciosa.
Los modelos o diseños de sus joyas, los obtenía de la misma naturaleza, grabando en la
cabeza de los alfileres tupos, flores, aves, mariposas, utilizando a veces dos metales en
la misma pieza, posiblemente para lograr un contraste, al combinar el oro con el platino,
en la mayoría de los casos o con otro metal.
Indudablemente la obra maestra de la Tolita, es la Máscara del Sol, que se conserva en
el Banco Central de la ciudad de Quito. Fue realizada en una lámina de oro de elevados
quilates y muy delgada. En ella se usó un proceso e repujado y de calado y se representa
la cara de un hombre, quizá para ellos su Dios Sol, su máxima divinidad.
Las investigaciones arqueológicas han encontrado numerosos objetos de oro, la mayoría
y los más valiosos dedicados a su principal divinidad: El Sol
En estas piezas se puede observar que luego de fundir el oro y hacerle más dúctil y
maleable, le transformaban en pequeñas y finísimas láminas destinadas a diversos usos
según las características del objeto que deseaban confeccionar. Usaban también la plata
para sus trabajos, combinándola con el oro, en casi la totalidad de los objetos es
imposible distinguir la clase de suelda empleada por ellos.
Se han asegurado varias veces de que se han desenterrado varias joyas de la Tolita, que
representan un valor que aún en las bateas quedan fragmentos de algunas piezas que
debieron representar volumen. Los objetos grandes casi todos han salido del país para
coleccionistas y museos extranjeros, los pocos que han quedado en manos de
LA ORFEBRERIA PRE-COLOMBINA 106
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particulares son verdaderos tesoros para los estudiosos, y lo precios fantásticos que por
ellos piden los hacen inaccesibles para nuestros museos en donde se los pudiera
observar gratuitamente.
Las joyas de la Tolita son de muy variada naturaleza, así como sus motivos decorativos,
pero casi sin excepción han sido decoradas a base de esferitas admirablemente soldadas
contra el fondo, que ni éste ni las esferas han sufrido la menor deformación, a pesar de
que en muchas veces se trata de piezas sumamente delicadas dando muestras de la
enorme habilidad de sus orfebres.
Las esfèrulas que las hay de todos los tamaños, unas veces, van diseminadas con buen
gusto en puntos escogidos del dibujo, otras forman hileras y festones de gracioso
contorno o siguen en circunferencia el borde de las cuentas para collares y manillas y
con frecuencia forran por completo el cuerpo de una alhaja, de suerte que en conjunto
ésta aparece como cuajada de botones, semejantes a los de una piña. Esta manera de
trabajar constituye el estilo de esa joyeria, es decir la expresión de su arte.
Como es natural nuestros individuos no daban forma a sus joyas con las herramientas
que ahora utilizamos, todo era original y primitivo, aplanaban a golpe sobre piedras
llanas y con mazos de piedra, limaban con cantos ásperos y pulían con bruñidores de
roca dura y lisa, todos estos instrumentos se encuentran en la Tolita representados por
objetos curiosos cuya finalidad se descubre con un pequeño examen.
La teoría expuesta no sólo explica la existencia del oro confundido en el suelo, con la
tierra y los cacharros, sino que también la razón de la calidad y cantidad de los objetos
que quedan en la batea.
Para engastar los de la Tolita no usaban muchas piedras preciosas ya que solo conocían
la Esmeralda que dio nombre a la ciudad, las piedras mas utilizadas o llamadas piedras
finas fueron el ágata, ciertas variedades de calcedonia, el cuarzo hialino, algunas
especies de ónix. También acostumbraban a usar cristales como de pirita que para
nosotros es una piedra vulgar pero que gozó de gran favor en las épocas
precolombinas.11
11 Arauz Julio, LA TOLITA; Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1946.
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Mascarilla de felino con partes desmontables. La Tolita (590 a.C.-350 d.C.). Colección
Banco Central de Ecuador
La producción metalúrgica de la tolita es una de las más representativas de la época
prehispánica del Ecuador especialmente en oro y platino, combinado con su belleza y
tecnología son los principales componentes del periodo.
Objeto recortado en una gran lámina de oro que representa un rostro antropomorfo
rodeado de rayos. Éstos terminan en cabezas de serpientes con ojos redondos, las cuales