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ltima DcadaISSN: [email protected] de Estudios
SocialesChile
RUIZ, SOLEDAD; REINOSO, ALEJANDRO; ASN, RODRIGO; ACEITUNO,
ROBERTO; UGARTE,ANA MARA; JIMNEZ, LVARO
JVENES SECUNDARIOS DE HOY: ESTUDIO SOBRE SU VISIN DE LA SOCIEDAD
DESDE LOSCONCEPTOS DE ANOMIA Y ALIENACIN PSICOSOCIAL
ltima Dcada, nm. 35, diciembre, 2011, pp. 195-220Centro de
Estudios Sociales
Valparaso, Chile
Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=19520748009
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Jvenes secundarios de hoy 196
JOVENS SECUNDRIOS DE HOJE: ESTUDO SOBRE SUA VISO DA SOCIEDADE A
PARTIR DOS CONCEITOS DE ANOMIA
E ALIENAO PSICOSSOCIAL
RESUMO
O presente estudo indaga sobre a integrao social dos jovens,
neste caso, a partir dos conceitos de alienao e anomia
psicossocial, abordando tanto a condio normativa que enfoca o mundo
social, em seus aspectos objetivos e institucionalizados, e em seus
aspectos subjetivos, como a relao do individuo quanto aos outros e
ao outro em sua dimenso mais abstrata. Foram realizadas 14
entrevistas em profundidade com jovens escolarizados de distintos
sexos e nveis socioeconmicos. Os resultados esto estruturados em 5
discursos juvenis que permitem discutir as atuais condies de
individualizao e a relao imaginria dos jovens como pblico e com o
social.
PALAVRAS CHAVE: JOVENS SECUNDRIOS, ALIENAO, ANOMIA
PSICOSSOCIAL
ALIENATED YOUTH OF TODAY: A STUDY ON THE VISION OF THE SOCIETY
FROM THE CONCEPT
OF THE PSYCHOSOCIAL ANOMIE AND ALIENATION
ABSTRACT The present study is about the social integration of
young people, in this case, through the concepts of alienation and
psychosocial anomie, addressing the normative condition posed by
the social world, in objective, institutionalized and subjective
aspects such as the relationship of the individual with respect to
the others and the other in a more abstract dimension. Fourteen
inter-views were conducted in-depth with school youth of different
sexes and income levels. The results will consist of five
discourses that enable youth to discuss the current conditions of
individualization and the imaginary rela-tionship of youth publicly
and socially.
KEY WORDS: ALIENATED YOUTH, ALIENATION, PSYCHOSOCIAL ANOMIE
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 197
1. INTRODUCCIN EL PRESENTE ESTUDIO RECOGE la tradicin de
investigacin sobre juventud existente en Chile, y su pregunta por
la integracin social de los jvenes, en este caso, a travs de los
conceptos de alienacin y anomia psicosocial. Dichas nociones han
servido de referentes teri-cos para caracterizar los procesos de
integracin y/o exclusin social, bajo el supuesto de que a travs de
tales fenmenos se expresan, por una parte, las condiciones que la
sociedad ofrece a los sujetos para su desarrollo y, por otra, la
percepcin que stos tienen respecto a la or-ganizacin (o
desorganizacin) social y normativa que dichas condi-ciones les
plantean.
A partir de estos dos conceptos se abord tanto la condicin
nor-mativa que plantea el mundo social, en sus aspectos objetivos e
insti-tucionalizados (reglas claras de participacin o de exclusin
social, oportunidades de acceso a beneficios sociales, etctera) y
en sus as-pectos subjetivos (percepcin de estabilidad del mundo
social, de normas que regulan interacciones, etctera), como la
relacin del indi-viduo respecto a los otros (proximidad,
extraamiento, confian-za/desconfianza, etctera).
Esta ltima dimensin, la relacin con el otro, especficamente en
su manifestacin abstracta, adquiere especial importancia en el
repor-te de resultados cualitativos que se presentan en este
artculo. En otras palabras, la relacin de los jvenes con lo social;
es decir, con aquello que es comnmente compartido de forma
impersonal y annima (Casto-riadis, 1986), se presenta como una
problemtica en tanto es una dimen-sin poco integrada en el
discurso, de difcil enunciacin.
En este sentido, los resultados de este estudio se hacen eco de
la lnea de investigacin sobre juventud, en particular, y sobre la
socie-dad chilena, en general, que ha reflexionado y problematizado
las condiciones de individualizacin actualmente existentes en
nuestro pas (Aguilera, 2009). 2. ANTECEDENTES TERICO-EMPRICOS: LA
INVESTIGACIN
SOBRE JUVENTUD EN CHILE Y LOS CONCEPTOS DE ANOMIA Y ALIENACIN
PSICOSOCIAL
Los estudios en juventud comienzan a ser sistemticos en Chile en
los aos 80 (Aguilera, 2009), adquiriendo fuerza paralelamente al
surgi-miento de las protestas contra el rgimen militar, en las
cuales partici-
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Jvenes secundarios de hoy 198
paron especialmente jvenes populares. Precisamente, sobre ste
seg-mento de jvenes versa la investigacin en dicho perodo, tomando
como foco el intento de explicar su involucramiento en las
moviliza-ciones polticas. Uno de los enfoques ms citados para
explicar su comportamiento apel a la anomia social a travs de la
propuesta de Valenzuela (1984). El autor plante que estos jvenes
desarrollaban conductas violentas, producto de las aceleradas
transformaciones mo-dernizadoras impulsadas por la dictadura, cuyo
resultado era una crisis generalizada de identidad cultural.
El presente trabajo retoma en algn sentido la hiptesis de
Valen-zuela, en tanto se basa en los conceptos de anomia y
alienacin psico-social de inspiracin Durkheimniana, y en las
derivaciones de dicha teora propuestas por el PNUD.
Para explicar este vnculo, y el nfasis dado a los conceptos de
anomia y alienacin, se hace necesaria una breve revisin terica.
El concepto anomia fue introducido por primera vez de manera
sistemtica en la tradicin sociolgica por Emile Durkheim,
refirin-dose con l a una situacin social en la que no hay un orden
normativo compartido por la mayora de los miembros de una sociedad,
de modo que los intereses particulares no logran vincularse a un
inters general.
Segn Girola (2005), el concepto de anomia apareci en El
suici-dio (1897/1987) y se referira a que en el marco de
transformaciones sbitas, la sociedad dejara de imponer lmites a las
pasiones y aspira-ciones de los individuos. De este modo, la anomia
pasara a ser, no ya la falta de normas y reglas, como en su obra La
divisin del trabajo social (1893/1982), sino la falta de las normas
vigentes en la vida cotidiana de la gente, otorgndole un sentido
con nfasis subjetivo.
Esta acepcin del concepto es la que rescata la nocin psicosocial
de la anomia (MacIver, 1950; Riesman, Glazer & Denney, 1964),
que alude al estado mental en que el sentido de cohesin social de
los in-dividuos est debilitado. De esto se desprende lo que
posteriormente Rosner (1974) seal como uno de los rasgos de ese
estado psicolgi-co, a saber, la imposibilidad de los individuos de
prever las reacciones y conductas de sus semejantes, dada la falta
de cdigos compartidos. Siguiendo a Srole (1956), esto sera
acompaado de una percepcin del entorno y una autopercepcin como
desintegrado y una falta de involucramiento de los individuos con
el medio.
Este ltimo autor desarroll la nocin psicosocial de anomia, que
ser el enfoque del presente trabajo, que incluye cinco dimensiones
perceptuales: i) indiferencia de las autoridades respecto a las
nece-
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sidades de los individuos (exclusin); ii) orden social
impredecible (incertidumbre), iii) disminucin de la posibilidad de
logro de metas culturales (degradacin); iv) imposibilidad de
obtener apoyo de otras personas y desarrollo de la existencia en
condiciones de aislamiento (extraamiento); y v) ausencia de sentido
de la obediencia de normas culturalmente establecidas (falta de
normas).
Por su parte, el constructo de alienacin psicosocial tambin
tiene un origen estructural, entendindose dentro de la tradicin
marxista, como una condicin de aquellas formaciones sociales que
separan al trabajador del producto de su trabajo. Luego de un
tiempo, diversos autores comenzaron a utilizar este concepto para
hablar de una condi-cin subjetiva: la percepcin de un sujeto de
estar aislado valorativa, normativa y afectivamente del resto de la
sociedad, e incluso de s mismo.
En este caso fue Melvin Seeman (1959), quien se encarg de la
codificacin psicosocial ms duradera de dicha idea, sealando que el
concepto poda entenderse como compuesto por cinco dimensiones: i)
percepcin de que ninguna conducta que el sujeto pueda realizar
cam-bia realmente las cosas (impotencia); ii) creencia de que las
metas sociales o creencias fundantes de una sociedad no tienen
mucho senti-do (aislamiento subjetivo); iii) falta de capacidad
para comprender el mundo social en que se est inmerso (sin
sentido); iv) creencia de que respetar las normas socialmente
aprobadas es poco productivo para el logro de las metas personales
(anomia); y v) tendencia de un individuo a decidir su conducta por
demandas externas y no por motivaciones internas
(auto-extraamiento).
Ahora bien, la ruptura de marcos normativos y valorativos, con
la consecuente sensacin de aislamiento y el carcter impredecible
del orden social ha sido tematizada de diversas maneras, sin
abordarlo necesariamente desde el concepto de anomia o alienacin.
En esta lnea encontramos a Lasch (1991), quien con el nombre
cultura del narcisismo denomina una era en la que instituciones
tradicionales tales como el Estado y la familia estn en decadencia
y en que impera el individualismo y la incertidumbre respecto del
futuro. Por su parte, Lipovetsky (1986), retrata una sociedad
europea centrada en la reali-zacin personal y el disfrute, marcada
por un individualismo extremo, alimentado por la cultura
neoliberal.
Finalmente, Beck (1998), aunque desde una perspectiva distinta,
aporta a esta reflexin sobre la crisis de cohesin social en las
socie-dades contemporneas, particularmente la alemana. En su
opinin,
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Jvenes secundarios de hoy 200
gracias a un aumento generalizado de la calidad de vida en dicho
pas, se produjo la desaparicin de ambientes y culturas tpicamente
obreras y la fragmentacin de la familia. Con ello las personas se
ven obliga-das a depender de s mismas y de su propia suerte en el
mercado labo-ral y, en general, en la definicin de su proyecto
vital. Esta individua-lizacin va acompaada de un aumento de
posibilidades y libertades, pero tambin de riesgos, angustias y
sentimientos de abandono y sole-dad. Segn Beck, esta incertidumbre
generada por este riesgo perma-nente sera resuelta a travs de una
institucionalizacin y estandariza-cin de las formas de vida, por
medio de la cultura del consumo: los individuos desamarrados
(liberados) se hacen dependientes del mercado y el consumo masivo.
De este modo, se podra decir que se produce una ritualizacin de la
vida cotidiana: importa la forma, no el para qu.
Esta lnea de pensamiento fue desarrollada en Chile en el ao 2000
por Norbert Lechner, quien propona un desajuste entre el
desa-rrollo macroeconmico y la sensacin de seguridad de los
ciudadanos, producto de un proceso de modernizacin acelerado, en
que el cambio de los sistemas funcionales no fue acompaado de una
reflexin acer-ca de nuestra sociedad y de un nosotros (Lechner,
2000). En trmi-nos durkhemianos, estaramos ante un proceso abrupto
de cambio que deteriora los cdigos compartidos, perdindose el
enraizamiento al tejido social que permite generar vnculos y lazos
de sociabilidad. En este contexto, el proceso de individualizacin
adquiere las caractersti-cas de un individualismo negativo o
asocial (PNUD, 2002). El desama-rre de instituciones tradicionales
y la flexibilizacin de las formas de vida se ve acompaada de una
organizacin de los sistemas sociales que no provee los recursos
para la autodeterminacin. Esto hace que la vida social se
experimente como agobio y amenaza, como naturaliza-cin del mundo
social, centrando su sociabilidad en microespacios, como la familia
o los amigos ms cercanos.
En sntesis, las herramientas conceptuales utilizadas en la
presen-te investigacin, permiten aproximarse a la experiencia de
integra-cin/desintegracin de los jvenes respecto al mundo social en
el que existen y se desenvuelven como sujetos y hacer una reflexin
sobre su relacin al otro, ya sea en su dimensin ms concreta de
sociabili-dad, como en su dimensin ms abstracta, referida a la
nocin de nor-mas y conceptualizacin de lo social.
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 201
3. METODOLOGA El tipo de muestreo cualitativo realizado fue con
definicin a priori de la muestra (Flick, 2002). Es decir, la
muestra para el estudio cualitati-vo fue seleccionada de entre los
casos muestrales de la encuesta sobre anomia y alienacin
psicosocial, aplicada el ao 2007, a una seleccin aleatoria de
alumnos de 4 medio de colegios de la Regin Metropoli-tana, de
niveles socioeconmicos bajo, medio y alto (ver Aceituno y otros,
2009).1
Se realizaron catorce entrevistas en profundidad, buscando
cubrir los criterios de nivel socioeconmico y sexo, como se observa
en la siguiente tabla:
TABLA 1: CONSTITUCIN FINAL DE LA MUESTRA
Casos Nivel Socioeconmico
alto Nivel Socioeconmico
medio Nivel Socioeconmico
bajo Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
3 1 3 3 2 2
Las entrevistas se llevaron a cabo durante el ao 2008 y
principios del 2009. En trminos generales, los temas abordados
fueron: sociabili-dad, confianza, normas, planes a futuro,
capacidad y posibilidades de lograr planes, percepcin de la
sociedad, actores y responsabilidades.
El mtodo de anlisis aplicado fue el anlisis estructural del
dis-curso, que permiti trabajar tanto lo explcito del discurso,
como los aspectos implcitos o las omisiones (Piret, Nizet et
Bourgeois, 1996). Adems, hizo posible evidenciar las valoraciones
que se realizaron respecto de los distintos temas abordados.
Con este procedimiento se obtuvo un anlisis cualitativo
intraca-so de cada una de las entrevistas. A continuacin se procedi
a leer todos los casos, explorando ejes rectores de los discursos,
de modo de poder agruparlos. Finalmente, cada uno de estos nuevos
grupos de casos fue ledo a la luz de las nociones tericas que daban
cuerpo a la investigacin.
1 La relacin de los resultados con los puntajes de la escala no
se infor-
man en el presente artculo.
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Jvenes secundarios de hoy 202
4. RESULTADOS
Se presentan cinco discursos. Cada uno de los cuatro primeros
agrupa cierto nmero de casos, principalmente en funcin de estilo de
vida, proyecto a futuro, valores y visin de la sociedad. El quinto
discurso est representado slo por un caso. La sntesis y comparacin
se pre-senta en el ltimo apartado. a) En el nombre del Padre:
tradicin, conciencia de clase
y confianza en el futuro Este discurso agrupa a los tres hombres
de clase alta entrevistados. Entre ellos, aparece muy fuertemente
la imagen de lo masculino: seguir el ejemplo del hombre de la casa,
ser el modelo a emular por sus hermanos menores y ser respetado
como autoridad. Esta marca de la masculinidad se observa tambin en
otros aspectos, como la nocin de que la imagen del padre debe ser
respetada o de que las mujeres deben ser protegidas, la mujer
siempre tiene que ser como [...] ms cuidada que el hombre, o sea el
hombre tiene que como cuidar a la mujer, o respetarla. A esto se
suma la prctica, por parte de dos de los tres jvenes, de un deporte
eminentemente viril: el rugby.
Como casi la totalidad de los jvenes entrevistados, dentro de
las actividades que gustan de realizar est divertirse con sus
amigos. Y como casi todos, declaran tener un crculo ntimo, con
quienes se tiene ms confianza y se puede hablar de temas
personales, y un crculo externo de conocidos. Respecto a las
relaciones que establecen con el crculo ms lejano y con los
desconocidos, es un acercamiento princi-palmente de desconfianza:
Yo creo que hay que conocer mucho a las personas y luego ver si uno
puede confiar en ellas. Yo siempre he dicho que no, en la gente en
general no hay que confiar mucho. A esto, uno de los jvenes agrega
una reflexin sobre su propia clase social: la confianza es frgil y
escasea en su entorno el sector alto, ya que cada uno debe
sobrevivir y aprovechar las oportunidades, por lo que prima el
individualismo y el oportunismo.
El proyecto que estos jvenes tienen a futuro es, bsicamente, ser
exitosos segn un modelo tradicional, aunque esto vara en algunos
aspectos. En los tres casos consiste en estudiar ingeniera en una
uni-versidad tradicional, para poder tener una buena posicin
econmica. Sin embargo, en dos de los entrevistados, esto va
acompaado, apa-rentemente de modo natural, de la consiguiente
formacin de una fa-
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 203
milia con hijos. Para el tercero, el proyecto est abierto, se
ver en el camino, e incluye en ello su desarrollo afectivo y
personal.
La proyeccin a futuro de los tres jvenes est acompaada de una
visin positiva de las oportunidades que brinda la sociedad, y de la
sensacin de que la sociedad de hoy est mejor que la de antes: hay
ms oportunidades laborales y acadmicas. Lo que determinar, para los
tres, su xito futuro es, principalmente, su esfuerzo y dedicacin,
hacer las cosas bien e ir paso a paso.
Sin embargo, ninguno de los jvenes permanece ajeno a su
perte-nencia a una clase privilegiada. Uno de ellos seala,
brevemente, que para tener xito hay que tener posibilidades
educacionales y econmi-cas, pero tambin suerte, pues no a todos les
va bien, lo que para el constituye algo natural. Por su parte, otro
de los entrevistados recono-ce la existencia de personas de clase
media y alta grupo al cual ma-nifiesta pertenecer, y personas de
clase baja. Las primeras seran personas educadas en ambientes
seguros y con valores familiares; por lo tanto, tienen claro qu es
lo que deben hacer para lograr sus objeti-vos. Asimismo, dadas sus
condiciones socioeconmicas, tienen mayo-res facilidades para entrar
a la universidad, estudiar y posicionarse en el ambiente laboral.
Para ellos, solo condiciones personales pueden dificultar el xito.
Por el contrario, las personas de clase baja se edu-can en ambiente
inseguros, donde estn expuestos a situaciones de violencia y
vulneracin. Por ende, no siempre saben qu es lo que deben hacer;
adems, como tienen muchos problemas econmicos, tienen ms
dificultades para entrar a la universidad, estudiar y trabajar en
un buen puesto. Segn l, para este grupo, son principalmente las
condiciones externas las que dificultan el xito: Entonces si uno
vive con esos problemas y, siempre, porque el problema econmico
tam-bin lleva a problemas intrafamiliares. Y si, los jvenes, o sea,
en ge-neral, no digo que sea siempre, los jvenes de la clase media,
alta, no ven tanto esos problemas, entonces se educan mejor y saben
lo que les hace bien. Finalmente, en opinin del tercer
entrevistado, existiran dos grandes clases sociales: el sector alto
y otro sector que agrupa casi indiferenciadamente al sector medio y
el bajo. l describe a su sector como una pequea minora en la que
abundan los beneficios y seala que ac vivimos en el paraso
comparado con lo que de verdad es. El resto de los chilenos, la
gran mayora de las personas, no cuentan con tales comodidades.
Llama la atencin que an cuando l tiene clara su pertenencia a un
grupo privilegiado, y la existencia de dife-rencias entre clases,
no surge espontneamente la inquietud por la
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Jvenes secundarios de hoy 204
equidad social. Probablemente el origen de ello es que asocia la
posi-cin social a la visin de logro. Segn l, las personas de clase
media y baja estaran acostumbradas a exigirse poco: el chileno
clase media o ms pobre, yo creo que estn acostumbrados a vivir con
las mnimas expectativas, entonces al lograr eso sienten que tal vez
ya hicieron lo que ms podan hacer porque nunca se exigieron ms, por
lo tanto siempre viven con lo mnimo. Por el contrario, la clase
alta aceptara el desafo de soar, exigindose ms.
Asociado a esta visin, identifica dos sociedades: la sociedad de
la calle (el pueblo) y la otra sociedad, a saber, la suya. El
pueblo se carac-teriza por tomar el control en las calles, a travs
de la violencia, e influir perjudicialmente en los dems. Mientras,
la otra sociedad, la suya, sigue los deberes ya trazados y no
influye negativamente en los dems.
Hasta aqu, en el discurso de los tres jvenes se observan rasgos
similares: una visin de que la clase alta es superior, ya sea
porque sabe lo que debe hacer o porque es capaz de adoptar desafos;
y una naturalizacin de lo social.
Finalmente, respecto del discurso sobre las normas, dos de los
j-venes sealan que son disposiciones emanadas de las autoridades,
con la finalidad de poner lmites y evitar el desorden, expresando
una no-cin verticalista de la autoridad. Para el primero de ellos,
hoy en da la moral es cada vez menos importante en la sociedad,
atribuyendo la responsabilidad de esto, en primer lugar, a las
familias, y en segundo, a las instituciones educativas. Sin
embargo, su visin no es poltica o social. Ms bien se trata de una
visin privatizada de las normas o la moral, siendo muy difcil para
l pensar a nivel macrosocial: yo creo que el tema de lo moral es
porque ahora como que una parte, la mayora de las mams o paps no
les importa tanto [...] depende de cmo los cren, o sea uno puede
darle consejos a los paps y todo tipo de cosas pero si no los
siguen, no sirve de nada tampoco. P: Y ahora, como pasando al nivel
mas grande como de pas o de sociedad. Qu normas crees son como las
que rigen, las que son? R: Cmo, en qu sentido? P: Como reglas as,
que, que rijan para todas las perso-nas. R: No s, qu ejemplo me
podras dar como para tener una refe-rencia?. Por su parte, para el
otro joven, las normas son funcionales a toda la estructura social,
evitando conflictos y sealando aquello que es importante.
Finalmente, para el tercer entrevistado de este grupo, una
autori-dad debe ser reconocida espontneamente y respaldada por los
dems, por lo que se aleja de una visin ms verticalista. Acorde con
esta
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figura de autoridad, menciona que las normas son implcitas y
espon-tneas dentro de un grupo, por lo que no existe necesidad de
escribir-las. En este sentido, su visin de las normas es ms
consensual. En la misma lnea, es el nico de los tres que es capaz
de posicionarse en tanto joven, y de sugerir la existencia de un
actor social que pueda influir en el medio pblico: Ahora el joven
tiene ms poder, puede llamar la atencin, puede alzar la voz.
b) El valor de la decencia: recato, esfuerzo y seguridad En
torno a este discurso se agrupan cuatro mujeres de clase media baja
y baja. Lo primero que llama la atencin en el discurso de estas
cuatro jvenes, son sus declaraciones respecto a la decencia y el
buen com-portamiento. Destacan que, si bien les gusta divertirse
con sus amigas, las actividades deben ser tranquilas y moderadas.
El carrete pesado; es decir, salir hasta muy tarde, fumar y beber
alcohol en exceso, es mal visto y es inseguro. Lo importante es ser
vistas como jvenes tranquilas y seoritas, siendo primordial para
una de ellas no dar que hablar y no ser vista como flaite, buscando
diferenciarse del ambiente que la rodea. Sin embargo, la eleccin de
carretear sano se asocia tambin a la seguridad personal: no voy
para ver gente cur, que se puede poner a pelear, que puede quedar
la escoba y no s en una de esas justo me llega un piedrazo a m y yo
no estaba metida en la pelea.
Las cuatro jvenes valoran mucho a sus amigos y, en general, a
di-ferencia de los jvenes de clase alta, se refieren ms bien a un
crculo ntimo. En la amistad para ellas es importante la confianza,
el cuidado del otro, el respeto, la lealtad y la demostracin de
cario. Adems, dos de las cuatro jvenes participan en pastoral y
destacan ese grupo como algo muy importante en sus vidas, en
trminos de vnculo, apoyo, y aprendizaje de valores. Sus familias
tambin son descritas como fuente de proteccin y apoyo, donde se
deben acatar las normas ya sea porque uno es mantenido o por no
llevarse mal y porque se debe ser respe-tuoso con los padres, pues
si no hay respeto, se pierde todo.
Respecto a las relaciones que establecen con desconocidos, son
de desconfianza, alcanzando su mxima expresin en una de las jve-nes
que muestra permanente temor a que le pueda pasar algo: a m igual
me da miedo andar sola, pero tengo que andar sola [...] el ms miedo
que tengo es de que nunca ms ver a mis paps, de que me rap-ten y me
lleven. En otros casos, la desconfianza tambin est presen-
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Jvenes secundarios de hoy 206
te, temiendo ser extorsionadas o discriminadas: Discriminacin
fsi-ca, discriminacin por lo que es, discriminacin por la msica que
escucha, te discriminan por todo.
En relacin con sus proyectos a futuro, las cuatro jvenes planean
estudiar, aunque una de las jvenes de nivel bajo ha decidido
trabajar primero, pues estudiar sin trabajar es algo que solo
pueden hacer aque-llos que tienen todo en bandeja. No obstante, se
debe aclarar que este ltimo comentario lo hace sin ningn
resentimiento, probablemente pues siente que la sociedad le brinda
oportunidades, y su madre y hermanos la apoyan en lo que ella
decida hacer. En los otros tres casos, el proyecto es estudiar en
la universidad, y cumplir el sueo de su familia. En todos los casos
la educacin es un medio de ascenso social, que permite ser alguien
en la vida y salir del medio en el que se est.
Las condiciones que se identifican para poder cumplir este
pro-yecto son el apoyo familiar, tener los medios econmicos y el
esfuerzo personal: t con esfuerzo puedes salir adelante. Las jvenes
sienten que tienen oportunidades, pues hay muchos lugares donde
estudiar, el dinero se puede conseguir y tambin se puede optar a
becas. Aqu, la nocin que prima es que si realmente se quiere
estudiar, se puede: si la persona est interesada en estudiar va a
hacer lo imposible para poder estudiar [...] la economa, igual es
difcil que la gente tenga [] si quiere hacerlo [] va a trabajar
para poder hacerlo.
En las entrevistadas tambin est presente el proyecto familiar,
pero a largo plazo. Para las dos jvenes que pertenecen a la clase
baja, el proyecto est incluso ms mediatizado, pues la posibilidad
del em-barazo adolescente es una realidad cercana que puede truncar
las ex-pectativas de vida.
Al interpelar a las jvenes en relacin a su visin de la sociedad,
es de destacar que, en un principio, dos de ellas son incapaces de
referirse al tema. La sociedad o lo social son nociones que
aparecen como extre-madamente ajenas: Es que esta sociedad, yo no s
nada de esta socie-dad. Es que no s, es que esta sociedad, pucha,
es que en el ambiente por lo menos que yo vivo aqu es que como esta
sociedad as como esto, son como poco, pocas las cosas, porque por
cierto, yo igual a las seoras de aqu, a las personas como mayores
las saludo no ms. Es que nun-ca he pensado en la sociedad, siempre
mi ncleo es yo y mi familia, nada ms. Entonces nunca he pensado en
lo dems, no me imagino nada [] de una no se me imagina la
sociedad.
No obstante el shock inicial a pensar en el tema, tres de las
jve-nes consideran que la sociedad de hoy est claramente peor que
la de
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 207
antes, y una de las entrevistadas, muestra una posicin
ambivalente. Para todas las entrevistadas, en la sociedad de hoy
hay ms delincuen-cia y menos valores. Los jvenes de hoy delinquen
ms, no tienen lmites ni respeto por los mayores. Dos de las cuatro
entrevistadas expresan que hoy Est todo muy avanzado, pues se
piensa perma-nentemente en sexo. Por ello, creen que debe haber
mano dura, que ordene el pas y brinde mayor seguridad, controlando
a los jvenes, que aprovechan la libertad para cometer delitos. Para
ambas, el origen y solucin del problema est en la familia. Los
padres de hoy dejan abandonados a sus hijos y no les transmiten
valores y conductas posi-tivas. Tambin el colegio aparece como un
lugar en que es posible ensear normas, y ser firmes con los jvenes.
A esto, una de ellas agrega explcitamente que no se siente
responsable de lo que sucede, ni puede hacer algo para
modificarlo.
Otra de las entrevistadas aplica este mismo tipo de anlisis a
los problemas de injusticia laboral. En su opinin, los empresarios
se aprovechan de los trabajadores, abusando de su trabajo. La
solucin de este problema para ella sera que los empresarios tomen
conciencia de su error y rectifiquen su comportamiento.
Una tercera entrevistada que comparte el diagnstico, agrega que
tampoco existe igualdad. Tanto la justicia como las condiciones
eco-nmicas son desiguales. Y aunque hay gente pobre que es floja y
que no hace nada, tambin hay gente en esas condiciones que
realmente necesita ayuda. Al ser consultada por la solucin a este
problema, su respuesta responsabiliza al presidente: de quin ser la
responsabili-dad?... yo pienso del que manda poh, del presidente,
que debera cambiarlo todo eso. Si bien con eso despsicologiza el
problema, de todos modos lo personaliza.
Finalmente la cuarta entrevistada, tiene una evaluacin ms
mati-zada de la sociedad actual. Si bien cree que, en algunos
aspectos la sociedad de hoy est mejor que antes hay ms
oportunidades, la situacin econmica es mejor, y las familias son
menos cerradas y estrictas, comparte el diagnstico del resto de las
entrevistadas. Para ella la delincuencia se encuentra relacionada
con jvenes que roban, porque no quieren estudiar o simplemente
porque les gusta robar. Sin embargo, reconoce que el problema es
complejo: hablar de ms segu-ridad en la calle, no sirve de nada. No
s. Porque igual decirle, tener que darle educacin a esos nios que
estn robando, tambin si es por uno, uno, si ellos no quieren
estudiar y no han querido estudiar, por algo estn haciendo eso,
porque no quieren estudiar. No obstante,
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Jvenes secundarios de hoy 208
prefiere ser cautelosa al opinar y no se aventura a sealar
responsables ni soluciones. c) La sociedad al desnudo: violencia,
vulnerabilidad y dinero Este discurso agrupa a dos hombres de nivel
socio econmico bajo. Ambos declaran tener buenos amigos, a quienes
ven recurrentemente y con quienes es muy importante la confianza:
poder hablar libremen-te y confidencialmente, devolver el dinero
que se ha prestado y defen-derse cuando hay peleas el viernes
tuvimos un atao, a un primo le hicieron un tajo ah, [] yo estaba
all dentro y vi a todos trompeando afuera, y llegue con todos para
fuera.
Respecto de las normas familiares, ambos destacan que
ltima-mente se ha operado un cambio, pues ellos, ya son mayores y
se les tiene ms confianza. Sin embargo, si se quiebran las normas
familiares respecto de consumo excesivo de alcohol o salidas sin
permiso, puede haber castigo.
Respecto a las relaciones que establecen con desconocidos,
am-bos dicen ser desconfiados, pues la gente extraa es traicionera.
Uno de los entrevistados lo relaciona especficamente con las
noticias sobre asesinatos y delincuencia que se difunden a travs de
la televisin.
En cuanto a los planes a futuro este joven es quien, de los dos,
tiene un poco ms claro su proyecto. Declara intenciones de estudiar
alguna carrera tcnica para poder ganar dinero y as ser exitoso: En
diez aos ms me veo ganando pura plata [] Por lo menos en diez aos
ms, tener una casa, y tener, ya sacar la carrera. Para l no pare-ce
importante el contenido de la carrera, sino el hecho de ser el
prime-ro de la familia en tener estudios superiores y poder, con
ello, conse-guir holgura econmica. La familia aparece como un
proyecto ms a largo plazo. Por su parte, el otro joven dice no
tener planes an: no he pensado en eso. Sin embargo, de la
conversacin se desprende que se proyecta trabajando, pues eso le
permitir tener dinero y ahorrar para adquirir una casa.
En relacin a las posibilidades de concretar sus planes, ambos lo
creen posible, siendo el factor ms importante el dinero. No
obstante, la evaluacin de uno de ellos es un poco ms ambigua y
negativa res-pecto de las oportunidades que brinda la sociedad: No
s de repen-te [la sociedad] te da oportunidades y de repente te las
cierra [...] a m? la sociedad a m [no me ha dado] nada todava.
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 209
Mientras que este ltimo joven no se interesa por referirse al
es-tado anterior de la sociedad, el anterior evala que la sociedad
actual es mejor que la pretrita: hoy es ms fcil terminar el
colegio, no es necesario trabajar desde tan joven y hay ms
oportunidades para las mujeres, que antes deban casarse y tener
hijos a muy temprana edad. A pesar de eso, estima que actualmente
la justicia no acta eficazmen-te, pues hay exceso de violencia y
delincuencia, y los delincuentes quedan en libertad rpidamente. Por
cierto, estima que las condiciones de vida varan segn el sector de
residencia, pues actualmente las po-blaciones como aquella en la
que l habita son lugares muy peli-grosos: Igual all es pura pasta
base [] es como denso si... t cami-nas de una esquina a otra ah,
venden pasta base. En cuanto a los jvenes, considera que hay
algunos que llevan una vida de esfuerzo, estudiando y trabajando,
pero cada vez son menos: Yo que ms jve-nes salen mal. Salen cada
vez ms jvenes malos, por decir algo. Eh, pastabaseros,
marihuaneros, borrachos, ladrones. Creo que, cada vez ms. Vale la
pena destacar que, aunque hace una evaluacin global, se refiere
principalmente a las condiciones de vida que l conoce ms
cercanamente, y no a una idea ms abstracta de pas o sociedad.
El otro entrevistado, tambin hace el mismo tipo de
considera-ciones, mostrando, no obstante, ms dificultades para
situarse en el nivel abstracto de reflexin. Para l, existen reglas
que supuestamente no debiesen ser quebrantadas; como por ejemplo,
no traficar droga, pero la gente no las cumple, aumentando la
percepcin de que las poblaciones, como aquella en la que l habita,
son peligrosas. Llama la atencin que, en ambos casos, aunque los
jvenes son interpelados a hablar sobre el pas, responden
refirindose a su medio ms inmediato. Ahora, este ltimo joven cree
que aunque algunas reglas son claras, y deben ser respetadas, la
aplicacin de la regla se juega en la reaccin a las situaciones
especficas: que no s poh, eso se ve en el mo-mento... yo puedo
decirle, jams puedo pegarle un balazo a alguien pero en el momento
de rabia, si viene un amigo y me pasa una pistola, o le hicieron
algo a mi primo, le pegaron una pualada, yo creo que igual lo tiro
nom.
d) Por el bien comn y la calidad de vida: responsabilidad,
crtica a la sociedad y esperanza Este discurso agrupa cuatro
casos: tres de ellos de nivel socioecon-mico medio, y una mujer de
nivel socioeconmico alto.
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Jvenes secundarios de hoy 210
A diferencia de los tres grupos anteriores, ste es menos
homogneo en trminos de estilo de vida. No obstante, para todos los
entrevistados fue relevante realizar una definicin personal ms
extensa, destacando entre ellas: hacerse sola, sin depender de los
dems y sin mayores refe-rentes externos; el hecho de ser
responsable, voluntariosa y tolerante; vivir la vida con pasin,
poniendo sus sentimientos en cada cosa que se hace y ser
responsable, maduro y con capacidad de autocontrol.
En relacin con la sociabilidad, los cuatro jvenes refieren tener
buenos amigos, en que los lazos estn basados en la lealtad, el
apoyo, la confianza y el cario, rescatndose el valor de conversar
en torno a la vida cotidiana de la manera ms abierta posible.
Respecto a las relaciones que establecen con desconocidos, solo
una entrevistada manifiesta ser abierta y confiada, pues cree que
lo importante es saber disfrutar de gente nueva y tratar de
entablar amis-tad, all donde sea posible. El resto de los
entrevistados de este grupo manifiestan ser desconfiados con los
desconocidos, pues evalan que la gente es altamente individualista
y pueden hacer dao.
En sus relaciones familiares, llama la atencin en comparacin a
los dos primeros grupos, que manifiestan una actitud ms adulta. Los
cuatro entrevistados destacan que comparten con su familia, que
cuentan con su apoyo y que para ellos es importante estar
legitimados ante ella, que se confe en ellos y se les considere
responsables, cosa que evalan es as.
En relacin a sus planes a futuro, los cuatro visualizan estudiar
en la universidad, aunque slo una entrevistada lo menciona en
trminos generales e incluye tener familia en sus planes. Los tres
restantes se ven vinculados a carreras humanistas, existiendo entre
ellos la aspiracin de trabajar en el mbito pblico (gobierno,
diplomacia o en una embajada) o estudiar y posteriormente irse a
trabajar al extranjero. Ninguno de los cuatro cree que sus
aspiraciones sean fciles de cumplir, pero todos apuestan a su
capacidad de trabajo, esfuerzo y sacrificio.
Los tres entrevistados de clase media identifican variables
macro-sociales que podran interferir en el desarrollo de sus
proyectos a futu-ro: excesiva competencia y adultos se quedan
durante mucho tiempo en los trabajos, sin dejar espacio a los
jvenes; sociedad demasiado individualista y competitiva, por lo
cual cada uno debe buscar sus propias oportunidades: Yo creo que la
sociedad no da ningn chan-ce para nada, porque la sociedad somos
todos y todos quieren ser los mejores y todos quieren ser el nmero
uno. Es destacable que, al menos al hablar de oportunidades, se
hable de la sociedad como un conjunto de individuos en permanente
lucha.
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 211
En relacin al valor de las normas en la vida cotidiana, se
observa un discurso ms complejo que en los grupos anteriores,
aunque existe una gradacin en la complejidad de las visiones al
interior del grupo, donde la opinin, podramos decir, ms ingenua y
esquematizada es de la mujer de clase media. Ella considera que no
se le ensea a las personas a ser responsables y a autoimponerse
lmites, en consecuen-cia, la regulacin a travs de normas paternas
es indispensable, pues de otro modo la gente no tiene lmites:
quedara la embarrada [...] estaran todas ya embarazadas, estaran
todas ya alcohlicas, todas no s, casi drogndose. En el contexto
actual, descrito por ella como decadente, el colegio es una
institucin fundamental pues otorga las bases morales. Sin embargo,
el comportamiento al final depende de uno. Los tres entrevistados
restantes se centran en destacar que las normas deben ser
flexibles, no orientadas a coartar sino a mejorar la calidad de
vida de las personas y tendientes a reglamentar en pos del bien
comn y del respeto mutuo. Uno de los entrevistados agrega que la
existencia de pocas normas a veces es buena, pues permite que las
personas se hagan responsables de s mismas, se autocontrolen y
ma-duren. Pero para que esto suceda, y el espacio de libertad se
convierta en maduracin, debe existir como condicin la educacin.
Cuando estos jvenes tematizan la sociedad actual, nuevamente el
discurso es altamente ms complejo que en los grupos anteriores. Las
dos mujeres de este grupo destacan la degradacin social, eva-luando
que la sociedad de sus padres era un mejor lugar para vivir, entre
otras cosas, porque actualmente existe mucha drogadiccin,
vio-lencia y delincuencia. No obstante, esos no son los nicos
factores que influyen: la sociedad chilena actual vulnerara ser
buen ciudadano, a saber: tener claros los derechos, ser respetuoso,
hacer el bien, y acep-tar a todos tal como son, sin hacer
discriminaciones. Por otro lado se agregara a este panorama, el
individualismo y la corrupcin, entendi-da en un sentido amplio. La
sociedad corrompera moralmente a los individuos; es decir, los
lleva a preocuparse slo por ellos mismos, abusando de los ms
dbiles, existiendo para cada uno de nosotros el riesgo de
corrompernos: Yo creo que ya todos estamos tan individua-listas que
todos quieren como lo mejor para ellos, entonces no piensan en los
dems [...] Yo hasta el minuto siempre he sido derecha, voy de
frente, pueden confiar en m, pero tarde o temprano quiz, no s poh,
me voy a corromper. No obstante, habra cargos e instituciones que
estn ms sujetos a corrupcin, y que de hecho hoy son corruptos: ser
poltico, y ser parte del sistema judicial. La corrupcin del
sistema
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Jvenes secundarios de hoy 212
judicial se vera en que si tienes dinero es altamente improbable
que te atrapen y condenen, y si no lo tienes, la mayora de las
veces resultas culpable. Sin embargo, ambas mujeres muestran
esperanzas de que la sociedad pueda mejorar, ya sea confiando en
los jvenes que estn dispuestos a aprender y entregar algo, y que
cambiarn la mentalidad de la gente, o manteniendo una relacin de
encanto con el gobierno (probablemente refirindose al sistema), que
da la posibilidad de cum-plir con aquello que se promete y de hacer
cosas buenas, y no quedar sometidos a reproducir los mismos
errores.
Por su parte, los dos hombres evalan que la sociedad actual, an
con todos sus males, es mejor que aquella en la que vivieron sus
pa-dres, pues hay ms servicios, diversidad cultural, libertad de
expresin y es posible tomar las riendas de la propia vida. No se
est obligado, como antes, a seguir un camino preestructurado. Sin
embargo, la so-ciedad se ha transformado en un espacio de
individualismo, bsqueda del propio beneficio y exitismo, donde el
dinero y la apariencia rigen la vida de las personas. Contrario a
esto, la sociedad debiese buscar una mejor calidad de vida,
desarrollo personal y condiciones mnimas para poder pensar en
actividades que conviertan la vida en algo agra-dable y no slo en
sobre explotacin: [En sociedades ms desarrolla-das] tienes tiempo
libre para poder realizar tu vida [...] las personas pueden vivir
felices y no en un martirio, como aqu.
Actualmente la poltica no estara cumpliendo su funcin, pues solo
sirve para emitir un voto, y existiran grandes inequidades en el
acceso a oportunidades de desarrollo, especialmente en el mbito
edu-cacional, donde la buena educacin se paga, y si no tienes
dinero, no tienes alternativas.
Segn el entrevistado que enfatiza esta situacin, uno de los
res-ponsables de esto sera el Estado, que levanta polticas pblicas
in-efectivas. Pero adems del Estado, que no se preocupa por la
sociedad, la sociedad entera es responsable, pues tiene el rol de
regular y no lo est haciendo: La gente no tienen conciencia de que
son ellos los que tienen que mejorar la sociedad. Yo creo que se
han demostrado avan-ces, si hace dos aos atrs la mitad de los
estudiantes secundarios an-daban cachay protestando por una
educacin ms digna es porque nosotros nos dimos cuenta en esa poca
cachay que estaba en nues-tras manos arreglar el asunto [...] si
furamos un pas en donde noso-tros mismos nos diramos cuenta que
somos los llamados a elegir bien nuestros lderes [...] sera un pas
mucho ms consciente de lo que est viviendo, un pas con opinin y un
pas un poquito yo creo mejor.
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 213
e) Cinismo social: crtica y protesta mientras nada haya que
perder Este discurso est representado slo por un entrevistado, de
nivel so-cioeconmico medio, quien se define a s mismo como parte
del grupo skinhead;es decir, como alguien que ha pasado de tener
inters solo en la msica, a alguien que ha desarrollado una forma de
pensar. Para l, parte de esta forma de vivir consiste en ser
incondicional con sus ami-gos y ser consciente de su clase
social.
Otra caracterstica de esta forma de vida es convivir con la
violencia, es decir utilizarla, y a la vez estar en permanente
riesgo: De repente los nazis te pillan de a varios y t tai solo,
cachai, y te caga... te cagan. Por esta razn, un skin se debe a sus
amigos, nunca debe andar solo.
En cuanto a sus amistades, como se ha dicho, este joven valora a
sus amigos y est dispuesto a defenderlos. A aquellos que son sus
amigos los define como personas confiables, que tratan de
compren-derlo, que brindan apoyo y refugio y que ante cualquier
eventualidad no se comportarn de manera egosta. A diferencia de
ellos, a las per-sonas desconocidas las califica como
potencialmente peligrosas, a la defensiva, egostas, que no trataran
de comprender y que, ante cual-quier eventualidad, no se acercarn a
ayudar.
Como vemos hasta aqu, el mapa social de este joven est bien
definido y categorizado, los personajes ocupan lugares claros en el
entramado social, lo que probablemente otorga un piso de
certidum-bre. Sin embargo, su mundo social est poblado de amenazas,
slo neutralizadas por crculos pequeos y cercanos: alguien te ve a
ti, no se poh, llorando, nadie va decir chucha, mijita, qu le pas
ni una huea, cachai [...] te van a decir puta la cabra weona que
anda lloran-do [...] porque cada uno ve por lo suyo no ms.
En relacin a la familia, este joven solo encuentra espacios
valo-rados con familiares que no pertenecen a su ncleo directo. Con
ellos puede realizar actividades de distensin, conversar y mantener
rela-ciones no instrumentales. Sus padres no son valorados en este
aspecto, pues no existe confianza ni inters para intimar.
En relacin a la sociedad, este joven refiere que antiguamente
existan ms oportunidades y nadie se cagaba al del lado para
acu-mular ms. La sociedad actual aparece como una degradacin de su
anterior estado. Hoy en da lo nico que importa es el dinero y la
gen-te no se escucha, ni le importa perjudicar al resto si eso
conlleva una ganancia. A este estado catico se suma que han
aumentado los pro-blemas de delincuencia y de consumo y trfico de
drogas.
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Jvenes secundarios de hoy 214
Segn el entrevistado, el hecho de que en la sociedad actual no
exista escucha, es la razn de la necesidad de manifestarse
violenta-mente para hacer visibles las demandas ante el gobierno.
El gobierno, que debe escuchar, no da oportunidades para ello y, en
vez de eso se dedica a ganar dinero. Por el contrario, el pueblo,
que pide escucha, permanece en una situacin desventajosa
monetariamente.
Con este objetivo como horizonte, el entrevistado se declara
parte de un movimiento revolucionario: los skinhead. Sin embargo,
al ex-plicar en qu consiste este movimiento, el discurso da un
vuelco en el registro, cambiando desde el de la ruptura al del
orden. Por un lado, no se trata de romper con el sistema, sino de
aportar un granito de are-na al cambio de la injusticia social. Por
otro lado, el objetivo es ser garantes de la decencia, el orden, y
la normalidad, evitando robos y drogadiccin, que muchas veces son
producidos por peruanos: Son unos hueones bien flaites [...]. La
semana pas pillamos robando a dos peruanos un auto [...] y un amigo
les fue a echar la foca, poh [...] les sacamos la cresta a los
hueones. Como vemos, aqu la aplicacin de la ley no es una
alternativa, aunque segn l, tanto Carabineros como los guardias de
seguridad, cumplen la misma funcin que ellos.
Otra de las preocupaciones que aparecen en el discurso del
entre-vistado es la desigualdad y la injusticia social. Para l la
justicia social consiste en que todos, los de arriba y los de
abajo, tengan las mismas oportunidades. Sin embargo, en la sociedad
actual. Los de arriba na-cen con oportunidades y no son
estigmatizados, mientras que los de abajo viven la situacin
inversa, es decir, segn las palabras del entre-vistado estn
cagados. Por ello, l se define como anticapitalista.
En trminos enunciativos llaman la atencin los constantes
titubeos e imprecisiones al hablar de su posicin ideolgica: Yo, por
ejemplo, soy antinazi y soy como, trato de ser anticapitalista.
Como ir en contra del sistema un poco. Cachai, yo soy de esos que
andan metidos en protestas, todo el atao. y nosotros fuimos a eso,
a como, que no quede tanto la cag con la sociedad, cachai. Vamos a
eso, es como un son de esos movimientos revolucionarios que les
llaman anarquis-tas y todo eso. De ese lado somos nosotros. Yo creo
por ejemplo en la anarqua, aqu en Chile no se ha dado eso, hace
tiempo s, en los gobier-nos antiguos, no me acuerdo bien. Pero, por
ejemplo, creo en la anarqua y casos de que en otros lados del mundo
que s se ha dado. La Revolu-cin Espaola, en 1936, cachai. Los
obreros se tomaron las fbricas, todo ese atao. Esto podra estar
hablando de que el discurso ideolgi-co aparece como algo externo a
l, algo de lo que no se ha apropiado,
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 215
ajeno, pero que debe reproducir para que otros elementos del ser
skin-head aparezcan en un marco de sentido.
An as, el discurso de la desigualdad y de la conciencia social
aparece nuevamente cuando se aborda el tema de la educacin. La
desigualdad entre los jvenes es visible, pues algunos pueden
estudiar y otros no. Para los que son de abajo, la nica alternativa
es ser sobresaliente y acceder a una beca. De otro modo es
imposible prose-guir estudios.
La educacin, al igual que en otros casos, es la va valorada de
ascenso social. Es lo que permitir tener un mejor trabajo, con
hora-rios y paga razonable, en otras palabras ser ms, tener mejor.
Sin embargo, la alternativa es estudiar una carrera tcnica, que
puede faci-litar encontrar trabajo, ganar dinero y lograr lo que se
ha planificado: emprender proyectos y surgir. Aqu se comienza a ver
que, al hablar del futuro, el discurso nuevamente da un giro,
pasando de un discurso crtico y contestatario al discurso del
emprendedor inserto en el siste-ma. Las alternativas que l ve ante
s son entrar o no entrar al siste-ma, donde lo primero significar
ser una pieza ms, y pasar a ser parte de la mquina, siendo todo
ello negativo. Sin embargo est dis-puesto a tomar este camino, pues
en eso consiste ser consciente y re-alista. Ser una pieza ms es
necesario pues permitir tener seguridad a futuro y poder darle
buena calidad de vida a una futura familia: si el da de maana soy
pap, yo no puedo decir no si yo aqu tengo mi huertito, [...] voy a
tener que salir a trabajar pa darle una mejor vida a mi seora y a
mi hijo cachai, [...] ya no voy a ser un hueon joven que va andar
leseando y carreteando.
La alternativa a ello para consiste en un imposible: irse por
los ideales y ser un ermitao, velando por el resto y no por uno
mismo y los suyos. Para l, el camino que ha elegido es lo mismo que
hacen todos. Por ello no cree en la poltica, pues todos velan por
sus propios intereses. Probablemente sta es la razn de elegir el
sistema, pues sabe que todo seguir igual. 5. SNTESIS Y DISCUSIN En
funcin de los resultados expuestos es posible sealar que los
dis-cursos estn fuertemente marcados por el nivel socioeconmico.
Esto es, la mayor parte de las veces, los entrevistados de un mismo
nivel socioeconmico se agrupan en torno a los mismos ejes temticos.
Sin embargo, es de destacar que slo en la clase alta se ve un poco
ms
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Jvenes secundarios de hoy 216
claramente un discurso de clase; es decir, una referencia a un
noso-tros en tanto pertenecientes a un grupo socioeconmico, y una
refe-rencia a otros en tanto pertenecientes a otros grupos
socioeconmi-cos. En los grupos restantes slo hay referencias
ocasionales a este tipo de distinciones, salvo en el ltimo
discurso, que est representado slo por un entrevistado.
A partir de all, la eventual interpretacin en trminos de la
indi-vidualizacin creciente de los proyectos de vida requiere
realizar cier-tas distinciones. En la mayora de los entrevistados
de nivel socioeco-nmico alto y bajo se observa un fuerte lazo con
constantes de su clase social: ocupar el lugar del respeto y el
poder en la clase alta, lugar que les ha sido heredado, y en la
clase baja, aspirar a la superacin, y a una vida decente y segura
(Martnez y Palacios, 1996), distinguindose de su medio social
(Ruiz, 2010). Y en ambos casos se observa, en su mayora, apego a la
familia y cumplimiento de sus mandatos. Es decir, no se ve que los
discursos den cuenta de una individualizacin extre-ma, en la va de
desamarre de referencias clsicas de hace veinte o treinta aos. No
obstante, no existe necesariamente conciencia de ello. Por lo
tanto, y como seala Beck (1998), habra que distinguir entre las
condiciones objetivas y subjetivas de la individualizacin.
Objeti-vamente, en ambas clases sociales alta y baja habra mayor
indi-vidualizacin que respecto de nuestro pasado reciente, sobre
todo en la clase baja, donde hoy la movilidad social es posible.
Sin embargo, no lo suficiente como para hablar de un fenmeno de
individualiza-cin distinto a lo que ha sido propio de la modernidad
(Elias, 1991). No obstante, existe una conciencia individualizada;
es decir, el de-curso vital, la responsabilidad y los problemas se
asumen en tanto individuos privatizados, y no en tanto sujetos
pertenecientes a una estructura social. En los jvenes de clase baja
se ve, transversalmente, que esto incluso abarca su identificacin
juvenil, buscando diferen-ciarse de su imagen de una juventud cada
vez ms decadente.
En los jvenes de clase media, el fenmeno parece ser distinto. Se
observa ms diversidad en sus construcciones vitales, menos
obediencia a mandatos familiares e incluso una referencia ms
explcita a que sus fa-milias tienen confianza en que lo que ellos
hacen y eligen est bien. Y si bien, el proyecto vital se asume como
un proyecto individual, hay una referencia ms clara, directa y
reflexiva a la sociedad. Mas, no lo sufi-ciente como para afirmar
que existe un discurso social y/o colectivo.
En este sentido, y mirando los discursos de los entrevistados en
su conjunto, las afirmaciones que Norbert Lechner hiciera alrededor
del
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Ruiz, Reinoso, Asn, Aceituno, Ugarte y Jimnez 217
ao 2000 toman sentido. Esto es, un proceso de modernizacin
acelera-da que no va acompaada por una reflexin social acerca de un
noso-tros y que deja a los individuos sin enraizamiento al tejido
social y vuelve obsoletas sus experiencias prcticas y disposiciones
mentales.
En efecto, la sociabilidad declarada por los jvenes tiende a
con-firmar los resultados de otras investigaciones. Se trata de una
sociabi-lidad restringida a la familia, grupos de amigos cercanos y
agrupacio-nes pequeas como pastorales, grupos deportivos, etctera.
(PNUD 2002; Krause et al., 2005). Slo hay una mencin a una
sociabilidad ms extendida, por parte de uno de los entrevistados de
clase media, que refiere haber participado en el movimiento de
secundarios hace algunos aos. Coincidentemente, es el joven con una
visin ms com-pleja de la sociedad.
Por otro lado, la relacin de desconfianza que se tiene para con
los desconocidos y las constantes menciones a la violencia y
delincuencia que caracterizan a nuestra sociedad (excepto en los
hombres de clase alta), hablan de la experiencia de extraamiento y
temor respecto de aquello que no es su ambiente ms cercano. La
sociedad aparece como un medio agresivo, competitivo y altamente
individualizado, que en varios casos es evaluada como una sociedad
degradada en relacin a generaciones anteriores. En este contexto,
si bien muchos de los entre-vistados evalan que hoy es ms fcil
estudiar que antes, pues hay ms posibilidades, la realizacin de sus
proyectos vitales depende de su es-fuerzo personal, del apoyo
familiar y del dinero con el que se cuente.
En esta lnea, resulta altamente llamativa la falta de diversidad
y complejidad de los conceptos con que los jvenes se refieren a la
so-ciedad. Entre los que son distinguibles hay menciones a ser de
arri-ba o de abajo, nacer en un mejor o peor medio social, algunas
menciones generales del gobierno, referencias a la desigualdad, a
la justicia/injusticia, y en un caso, una mencin del Estado y sus
polticas pblicas. Pero lo que todos, sin excepcin, dejan claro es
la importan-cia que tiene el dinero en la concrecin del proyecto
vital. Adems, como se vio, los conceptos no solo son poco diversos,
sino que son vagos y confusos, y se ven dificultades de parte de
algunos jvenes, para situarse en un nivel abstracto de reflexin.
Aunque muchos de ellos consideran que las normas son necesarias e
imponen orden, tam-bin hay ms facilidad para verlas como un
componente del medio social ms inmediato: los grupos de amigos, la
familia y los colegios.
Por ltimo, es destacable la lejana que dejan entrever los jvenes
respecto de las autoridades e instituciones. En su mapa social
prcti-
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Jvenes secundarios de hoy 218
camente no existe el Estado, e incluso a veces es personalizado
en la imagen del presidente; tampoco existe un sistema de proteccin
social, ni asociaciones civiles a las que eventualmente se pueda
recu-rrir. Y cuando se hace mencin la evaluacin es negativa: el
gobierno y el sistema judicial son corruptos.
Qu es para ellos la sociedad entonces? O, formulando la
pre-gunta de otra manera existe para ellos una concepcin de lo
social que no sea equivalente al mercado?
Al parecer la respuesta es no, o al menos, no de una manera
radi-cal. Somos vistos como un conjunto de individuos o, para ser
justos con el discurso de los jvenes, de familias en permanente
disputa por un lugar. Si bien muchos de los entrevistados
consideran que hoy existen ms oportunidades, no visualizan
claramente a los agentes que han producido esa ampliacin de
oportunidades. Es un devenir, que depende del dinero, del esfuerzo
y del apoyo familiar.
Esto adquiere an mayor importancia si se piensa que todos los
entrevistados son jvenes que han finalizado su escolarizacin, tanto
en liceos pblicos, como en colegios privados. Vale la pena en este
marco formularse otras preguntas: Qu educacin estamos dando a
nuestros jvenes? Qu imagen de sociedad transmitimos a travs de
ella? Dnde tiene lugar, en este transcurso, un debate sobre lo
pbli-co, sobre los deberes y derechos ciudadanos?
Ahora bien, tampoco es nuestro inters responsabilizar a las
insti-tuciones educativas por esta situacin. La educacin es lo que
hemos hecho de ella. Y el debate pblico acerca de lo que somos y lo
que queremos ser es responsabilidad de todos aquellos que nos
considera-mos ciudadanos, en su sentido ms amplio.
Finalmente quisiramos sealar la necesidad de realizar estudios
similares en otros segmentos generacionales, pues dados los
resultados de estudios ya citados, los discursos mostrados en este
artculo no son atribuibles exclusivamente a la condicin juvenil. Es
altamente proba-ble que, respecto a los tpicos tratados en este
estudio, se estn repro-duciendo aqu visiones ampliamente
compartidas respecto a lo que hemos producido como sociedad.
SANTIAGO (CHILE), AGOSTO 2011
RECIBIDO: AGOSTO 2011 ACEPTADO: OCTUBRE 2011
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