¿Jefatura o Acogida? Propuestas para el inicio de la jornada Rubén Sandoval Villalobos Profesor jefe 8º básico B Profesor de Artes Musicales Colegio Nacional Limache Julio de 2012
¿Jefatura o Acogida?
Propuestas para el inicio de la jornada
Rubén Sandoval Villalobos
Profesor jefe 8º básico B
Profesor de Artes Musicales
Colegio Nacional Limache
Julio de 2012
A continuación se presenta un documento donde se plantea una modalidad de
trabajo en la Jefatura del 8º básico B del Colegio Nacional Limache (en adelante CNL),
distinta a la actual en su dimensión horaria. La presentación está estructurada
contemplando la revisión de referentes teóricos como fundamentos de la propuesta.
Con el fin de respaldar la propuesta, se presenta una síntesis de trabajos
multidisciplinarios cuyas conclusiones permiten fundamentar el planteamiento enunciado
al comienzo.
En primer lugar se expone un trabajo de reflexión llevado a cabo durante la celebración
del “Día del Alumno” del presente año, en el CNL. Este trabajo fue propuesto por la
Dirección del establecimiento, diseñado en conjunto con esta, e implementado por cada
Jefatura de curso, desde tercer año básico a cuarto año medio (se adjunta pauta
entregada a cada Profesor y Profesora Jefe) La actividad se estructuró en base a la
Misión y Visión de la Institución, y el perfil de estudiante desprendido de estas. Junto a
Dirección se establecieron una serie de características donde los estudiantes deberían
reflejarse como miembros de una Comunidad Educativa en específico, conformada por
todos los estamentos del CNL. Para este caso, aquellos rasgos sintetizan de modo
pertinente y funcional lo planteado por la Institución como objetivos alcanzables en la
formación de los estudiantes dentro del ámbito citado, más allá, por cierto, de los
conocimientos y habilidades netamente cognitivas, medibles en evaluaciones
estandarizadas. Así, la enseñanza del CNL ha de caracterizarse por estudiantes;
a) Críticos, b) Líderes, c) Tolerantes, d) Solidarios, e) Responsables, f) Preparados
para la Educación Superior.
Esto constituye un piso sólido de fundamentos institucionales para justificar la revisión de
aportes y literatura en diversas áreas desde donde respaldar rigurosamente la propuesta
central del presente trabajo. Así, se examinan a continuación los siguientes temas:
habilidades blandas, habilidades socioemocionales, y demanda laboral.
En el campo de las habilidades blandas, se cita el trabajo del psicólogo cognitivo Howard
Gardner Five minds for the Future. Aquí el investigador desarrolla un planteamiento
sustentado en cinco tipos de mentalidades imprescindibles para el desenvolvimiento
durante el siglo XXI; a) mentalidad disciplinada: distingue claramente entre
conocimientos, como contenidos, y disciplina como la capacidad para generar
conocimientos, aludiendo al desarrollo del hábito en cada disciplina, y la conexión entre
estas. b) mentalidad sintetizadora: fundamentalmente es la capacidad para establecer
criterios claros con el fin de seleccionar información y luego organizarla, develando las
situaciones cotidianas donde se suele tener esta habilidad. c) mentalidad creativa: es
descrita como una habilidad compleja de detectar en un inicio, cuyos aportes están
direccionados a modificar el pensamiento y proceder de las personas. d) mentalidad
respetuosa: basada en la tolerancia, propone ir más allá y se plantea como una habilidad
que propugna esfuerzos por establecer diálogos entre culturas, sociedades y personas
distintas. e)mentalidad ética: orientada a la capacidad de concientizar
responsabilidades en un contexto social dado, local o global, y dirigir las acciones en vista
de esas responsabilidades, bajo un sentido englobado por metas comunes o sociales.
El autor concluye con la definición de la formación de personalidad o carácter como la
necesidad de primer orden, en términos ciudadanos, por tanto mundiales.
También se revisarán los conceptos aportados por un estudio piscométrico denominado
Adaptación socioemocional en escolares:evaluación de un instrumento nuevo en
la provincia de Concepción, cuyos aportes se enfocarán, para este caso, en la
asociación conceptual identificada entre el talento académico y el ámbito socioemocional
de un grupo extendido de estudiantes. Destaca en sus conclusiones, la correspondencia
de las características académicas de los estudiantes y la alta adaptación en términos de
autoeficacia y habilidades sociales. Referidas a los ámbitos personal y escolar,
respectivamente.
Por último, se planteará un estudio proveniente de las ciencias administrativas cuya
ligazón con el mundo laboral y los requerimientos de este en términos de habilidades
blandas, aun desde una metodología cercana al conductismo, aporta una serie de
conclusiones que amplían la visión de la actividad educativa. Entrenando competencias
blandas en jóvenes, es un trabajo realizado principalmente con estudiantes del instituto
profesional INACAP, y consiste en el desarrollo de una serie de talleres donde alumnas y
alumnos son entrenados en competencias blandas a través de la práctica reiterada y
sostenida en un período acotado de tiempo. Se fundamenta en características propias de
las habilidades blandas y las define como transversales, transferibles, generativas y
medibles. Y evidencia resultados a partir de un entrenamiento sostenido en el tiempo, y
sistemático, aun cuando funcional a la medición mencionada.
Jefatura Hoy
Actualmente el desarrollo de la Jefatura se halla acotado a una pequeña porción de
la carga curricular, pudiendo manifestarse en algunos casos en un solo encuentro semanal
entre el curso y la Profesora o Profesor Jefe. Junto con ello, cabe señalar que el horario
de clases no contempla su inicio con la presencia de la Profesora o Profesor Jefe, ni
tampoco un espacio de tiempo que prevea el ingreso de los estudiantes al Colegio y
luego a cada sala. Esto se transforma en un elemento negativo, toda vez que los cursos
más pequeños, NB1 y NB2 principalmente, requieren de un tiempo aproximado de diez
minutos para introducirse en el trabajo de la asignatura, y recién disponerse para el inicio
de las actividades, todo lo cual se incrementa en la temporada de frío por razones
evidentes. Sumado a todo esto, ha de considerarse la revisión de la asistencia. Por lo
tanto, debido a este sistema, se pierde tiempo valioso de la asignatura ubicada al
comienzo de la jornada, lapso de tiempo irrecuperable, sobre todo en el caso de Artes
Musicales, cuya frecuencia es de cuarenta y cinco minutos semanales. Cual fuere el
subsector ubicado al comienzo, se genera un desequilibrio en relación a los otros
subsectores, resultando como mayor perjudicados los estudiantes.
También es característico del actual sistema de Jefatura que los atrasos afecten
directamente el comienzo de las clases, ya sea desde el desfase del ingreso de los
estudiantes a cada sesión, como también desde el transcurso de la actividad,
interrumpido, las más de las veces, en más de una oportunidad debido a aquello.
Así, se evidencia un modelo perfectible en su disposición horaria, y a continuación se
presenta una propuesta desde la experiencia justificada teóricamente, y llevada a cabo
durante el primer semestre del año en curso.
Un nuevo acuerdo
Desde la convicción absoluta donde el desarrollo de la Jefatura se sitúa en el
campo de la formación integral, cual es, un trabajo sistemático, cercano y de alta
frecuencia abocado al acompañamiento durante el crecimiento de cada estudiante, la
situación con el 8º básico B se planteó a los estudiantes desde el primer día de clases
como un espacio trascendente y cotidiano en cuanto se transforma en la vía fundamental
de comunicación entre el Profesor Jefe, responsable del grupo curso, y de cada uno de
los estudiantes que lo conforman. Ahora, al contrastar aquello con las condiciones
ofrecidas por el sistema de Jefatura del CNL resulta que, lo trascendente está asumido en
las obligaciones de cada Profesor Jefe, en los normales requerimientos a lo largo del
período académico por parte del resto de estamentos y cargos dentro del
Establecimiento, y medianamente en el vínculo contractual. Mas no se evidencia dicha
dimensión en el horario ni la carga curricular de los estudiantes, redundando, por ende, en
la ausencia de la cotidianidad. No hace falta ir lejos para develar la mayor evidencia, dado
que el contacto formal, donde el docente debe acompañar al curso en las situaciones
pertinentes a la formación integral y observar de modo sostenido el desempeño y
desarrollo de los estudiantes, solo está previsto en una porción mínima del horario
semanal. Y lo que podría compensarse con la carga horaria del subsector impartido por la
profesora o profesor jefe, es de suyo inválido por dos razones: condiciona de modo
inconsistente el tiempo sistemático como necesario para el desarrollo de capacidades en
un determinado subsector, y queda sujeto a la presencia cuantitativa de este subsector en
la carga curricular del curso o nivel, situación íntimamente ligada a la carga horaria del
docente, lo cual no solo es dispar entre las profesoras y profesores sino que se explica en
disposiciones de carácter contractual cuya naturaleza y dependencia no permite asegurar
la consecución de resultados pedagógicos.
Habida cuenta, se acordó con los estudiantes, durante el primer día de clases, la reunión
con el Profesor Jefe todos los días, cinco minutos antes del comienzo de la jornada, es
decir compartir un espacio de tiempo cotidiano entre las 07:55 y las 08:00 hrs. Dado que
este espacio de tiempo está fuera del horario de alumnas y alumnos, se explicaron las
razones, las ventajas y se planteó la idea como un acuerdo, donde cada uno se
comprometió voluntariamente a llegar cinco minutos antes para cumplir con lo estipulado y
alcanzar los objetivos planteados. Todos los presentes se mostraron de acuerdo, y a lo
largo del primer semestre del año en curso, se trabajó de este modo.
Ahora, conviene precisar que las motivaciones iniciales, planteadas a los integrantes del
curso, están fundamentadas en la revisión de los conceptos acotados al comienzo del
documento. Por lo tanto el contraste entre estos y la experiencia llevada a cabo, será de
utilidad para refrendar esta última y probar su pertinencia en la formación propugnada
oficialmente por la Institución.
En primer lugar, se buscó un referente explícito, para llevar a cabo la experiencia durante
el período. De este modo se orientó el trabajo hacia las características desprendidas de
la Misión y Visión de la Institución. Aquí es preciso acotar dichos rasgos como
características prioritarias dentro de las condiciones, recién descritas, en que se trabajó.
Es decir, de las seis extraídas de la Misión y Visión, han sido pertinentes de desarrollar en
el espacio diario de Jefatura, las primeras cinco -a) Críticos, b) Líderes, c) Tolerantes,
d) Solidarios, y, e) Responsables-, estableciendo la última -f) Preparados para la
Educación Superior- como un atributo cuyo logro es especialmente compartido,
observando que así la Jefatura, como los subsectores de aprendizaje, tienen igual
responsabilidad de ello, en las circunstancias actuales del CNL.
En segundo lugar, el proceso se implementó paulatinamente según los estudiantes se
adaptaron progresivamente al nuevo sistema. Por ende la secuencia de los aspectos a
desarrollar se estructuró previendo esta situación, y en atención a los ámbitos señalados
en la Adaptación socioemocional de escolares, de Mathiesen, Merino, Castro, Mora,
Navarro (2011).
Entonces, de los tres ámbitos consignados en aquel documento, se introdujo el proceso,
centrándose en el área exclusivamente escolar, cuyo rédito habría de manifestarse en las
habilidades de tipo social. Por esto se potenció la Responsabilidad, como prioridad
para, elementalmente, contar con la presencia diaria de los integrantes del curso, durante
los cinco minutos previos al inicio de clases. De modo específico, se expuso a los
estudiantes la necesidad y ventaja de arribar con puntualidad al colegio, al menos, cinco
minutos antes de comenzar la jornada. Menester puesto que ante cualquier imprevisto, o
causa de fuerza mayor, se cuenta con un rango de tiempo que impide la merma del
horario para la primera clase. Y de provecho en cuanto permite un tiempo de transición
hacia el comienzo de la primera clase, posibilitando la autonormalización y disposición
para las actividades introductorias de la asignatura con que comienza la jornada. En
palabras simples y coloquiales, transmitidas también a las alumnas y alumnos: “no llegar
sobre la hora y esperar a la profesora o profesor con el cuaderno abierto”.
Sumidos ya en el proceso, tanto estudiantes como Profesor Jefe, en el paso siguiente se
procedió a trabajar, a lo largo del semestre, en otras características extraídas de la Misión
y Visión del Colegio, específicamente, aquellas relacionadas con el Sentido Crítico, y la
Tolerancia. Al referirse a estos atributos, constituyentes del sello de los estudiantes del
CNL, se recurre a Gardner (2008), cuyo planteamiento referido a las cinco mentalidades
para desenvolverse en el siglo XXI, específicamente la mentalidad creativa, y la
mentalidad respetuosa, intersecta lo planteado como formación integral de modo
institucional y respalda la labor realizada en el caso descrito.
Si se entiende la mentalidad creativa como la base de una serie de habilidades blandas,
el desarrollo del Sentido Crítico en los estudiantes, no solo es necesario en esta
dirección sino que vuelve imperativo un trabajo sostenido y cotidiano durante la formación
de los estudiantes, lo cual compete fundamentalmente al ámbito de la Jefatura. Dado que
estas capacidades no cognitivas están íntimamente relacionadas con el carácter y
personalidad de las alumnas y alumnos, se ha requerido tener un contacto diario con los
integrantes del curso, para de esta manera facilitar el diálogo y actividades conducentes a
desarrollar esta dimensión, estrategias refrendadas en la sugerencia de Gardner para
detectar una obstrucción en este ámbito:“...saying that there is only one right answer and
by punishing the student if she offers the wrong answer.” El psicólogo sugiere, por 1
1 Gardner Howard, 2008, “Five minds for the Future”, Copyrigth, Ecolint Meeting, Geneva, Suiza,
pp. 11.
antonomasia, abrir el abanico de respuestas o soluciones ante un determinado problema,
privilegiando, por cierto, la respuesta genuina y original, por sobre la segmentación entre
acotaciones correctas e incorrectas.
Si se ha planteado este documento dentro de un ámbito relativo a la formación integral,
por tanto trascendente al academicismo en que suelen caer las instituciones educativas
alentadas por las pruebas estandarizadas, se entiende que las temáticas a tratar con los
estudiantes durante el espacio de Jefatura diario, van más allá de su rendimiento
académico y se relacionan intrínsecamente con las situaciones diarias al interior del curso
y del Colegio (relaciones interpersonales, conflictos, accidentes), como con la
contingencia, local, nacional e internacional. Entonces, el proceso implementado se
justifica dado que hay una reflexión diaria del quehacer de los integrantes del curso,
incentivando una mirada dirigida hacia lo subyacente, e incentivando una explicación de
los hechos proveniente desde su punto de vista, consecuente con sus expectativas,
también develadas en las respuestas solicitadas, por ejemplo, frente a la conexión entre
los distintos subsectores y el vínculo con la condición ciudadana de las personas. Como
muestra de ello, conviene citar las reflexiones en torno al hábito de lectura requerido en la
asignatura de Lenguaje y Comunicación, y el sentido de esta actividad, lograda en gran
medida gracias a la constancia y esfuerzo personal. En términos sencillos, se planteó, no
solo el ¿Por qué?, también el ¿Para qué?, y durante la semana se conversaron las
distintas propuestas de ellas y ellos. Con esto, se pretendió evidenciar a través del
contacto diario el sentido trascendente de este ámbito, yendo más allá de la calificación y
el promedio (notas), cuestiones de orden más bien elemental.
Junto al Sentido Crítico, también se implementó el proceso en torno al desarrollo de la
Tolerancia. Aquí la tarea descansó fundamentalmente en los argumentos relativos a la
mentalidad respetuosa, mencionada anteriormente, y, consecuentemente se tradujo en
la tarea habitual de todos los días. Como se expuso al comienzo, la mentalidad referida al
respeto, se funda en una actitud tolerante hacia la diversidad, y al mismo tiempo propone
ir más allá, recalcando los esfuerzos por alcanzar el entendimiento y diálogo entre las
diversas sociedades y culturas. Es por esto que solo de modo diario se tuvo acceso a las
diversas circunstancias en las que los estudiantes se desenvuelven, ya sea en el ámbito
escolar, familiar, y/o personal (Mathiesen, Merino, Castro, Mora, Navarro, 2011). Como
también se pudo comentar y reflexionar acerca de acontecimientos de orden, local,
nacional y/o global. Es relevante destacar lo imperioso de abordar estas temáticas al pie
de la contingencia, sobre todo si sus consecuencias atentan contra la dignidad de una
persona o un grupo de estas, pues así alumnas y alumnos le otorgan sentido a este
ámbito desde la experiencia, palpando la necesidad de ponderar los actos y dirigirlos
hacia una construcción de la sociedad basada en la tolerancia, respeto, y diálogo.
De forma concreta, luego de la jornada nacional de convivencia escolar, planteada por el
Ministerio de Educación, cuya planificación consideró la tolerancia como tema para
trabajar en el segundo ciclo básico, se extrajo como conclusión, para alcanzar dicho valor,
la reflexión y acción. Ayudado de esta especie de lema, se incentivó el trabajo al interior
del curso en la búsqueda no solo de tolerar al otro, sufriendo su diferencia, sino que yendo
más allá, acogiendo la diversidad y facilitando el diálogo, tarea realizada, facilitada y
supervisada día a día, en aspectos que fueron desde las ventas para financiar actividades
del curso, hasta diferencias de opinión o situaciones al interior de alguna asignatura
determinada.
En consecuencia con los ejes de la experiencia desarrollada, corresponde detallar el
curso de las actividades en torno al Liderazgo y Solidaridad. En este punto conviene
analizar el aporte desde el mundo académico vinculado a los requerimientos laborales y
empresariales, junto con las fuentes ya revisadas. Dada la relevancia del área, también
asoman como contingentes las ideas en torno a la experiencia laboral, por lo que si se
pone atención en ciertas habilidades sostenidas desde este ámbito, salta a la vista la
correspondencia con el carácter de Líder que debería singularizar a un estudiante del
CNL como tal. Dentro de las habilidades pretendidas y mencionadas desde la esfera
industrial no hay mayor mención de la habilidad traducida en esta cualidad, sin embargo
“...Trabajo en equipo y Liderazgo son significativas para lograr aumentos de
productividad” , y según las evidencias, se centra la demanda en profesionales con 2
2 Singer Marcos, Guzmán Ricardo, Donoso Patricio, 2009, “Entrenando Competencias Blandas en Jóvenes”, pp.2.
capacidad para formar equipos. Frente a esto, el liderazgo impulsado desde la
institucionalidad del CNL se conecta con dicha realidad, puesto que pone a sus
estudiantes como personas con habilidad para guiar estos grupos y conseguir resultados
en dicha modalidad.
Frente a este desafío, la tarea no solo se concentró en la evidente formación de una
directiva de curso, sino que junto con ello, se propuso para cada iniciativa una persona
que liderase esas propuestas. Para conseguir los resultados específicos y favorecer la
experiencia de liderazgo, se supervisó el avance diariamente, ya sea poniendo en común
las dificultades y expectativas o conversando de modo individual con los estudiantes
involucrados. Todo lo cual se apoyó en el ámbito de la Responsabilidad y Tolerancia,
apuntados a formar un hábito con el compromiso adquirido, y conversar inmediata y
respetuosamente cualquier diferencia de opinión.
Del mismo modo, frente a dificultades en la asignatura de Educación Matemática, la
inquietud surgió de modo espontáneo por parte de los integrantes del curso mientras se
compartían las perspectivas y obstáculos en relación a los subsectores correspondientes
al horario del día. Luego se les motivó a conversar directamente la situación con la
profesora, de modo respetuoso y organizado, es decir a través de la directiva, sus líderes.
Dada la persistencia de las dificultades, se insistió en la modalidad y se supervisó día tras
día la percepción y el avance de la situación, abordada desde la representación de su
Presidenta de curso. Forma que desembocó en la redacción de una carta por parte de la
directiva, asumiendo el liderazgo del diálogo con la docente.
En último lugar, es preciso revisar aquella característica que distingue a alumnas y
alumnos del CNL como estudiantes Solidarios. En este punto se requiere volver la
mirada sobre las cinco mentalidades para el futuro (Gardner 2008), específicamente
sobre la mentalidad ética, descrita por el científico como la más compleja de desarrollar.
Si bien el valor de la solidaridad en su sentido más acotado se refiere al apoyo de los
pares, o de quienes tengan más necesidad de este, lo establecido como características
de la mentalidad ética, se acerca y explica de modo fehaciente el valor actual, construido
como sociedad, de dicho rasgo en la identidad de los estudiantes del CNL. Aunque el
documento analizado se centra en este aspecto mayoritariamente apoyado en la realidad
laboral, esta puede ser perfectamente replicable en la realidad escolar, atendiendo la
constante mención del autor a los trabajadores jóvenes, por ende sirvió para respaldar el
trabajo con los integrantes del 8º básico B. Así la conciencia de las responsabilidades
como parte de una sociedad, considerando la existencia de los demás, generan un
sentido de las acciones, en el entendido que este sentido ha de ser coherente con el tipo
de sociedad en que se pretende vivir. Este cúmulo de abstracciones, requieren de
contacto diario con los estudiantes por cuanto la existencia de un tiempo planificado,
sistemático, y sostenido en la semana, les ha permitido desarrollar la experiencia de
sentirse parte de un grupo de personas reunidas con el único fin de estar al tanto de,
grosso modo, sus logros y dificultades. En otras palabras, ellas y ellos han podido recoger
la evidencia de la relevancia cotidiana de su proceso de formación, en comunidad y cómo
de esa manera, revisando objetivos comunes, desafíos del curso, y obstáculos, se vuelve
trascendente.
Acogida de la Jornada
Revisada la evidencia desde la literatura y la experiencia, a continuación se
propone un espacio de Jefatura, denominado como Acogida, para todos los cursos del
CNL, planteamiento justificado desde lo expuesto recién como también desde otros
referentes teóricos: IDI y conceptos aportados desde distintas áreas.
Dado que la experiencia señalada ha sido, y será durante el segundo semestre, una
suerte de instancia introductoria, la cantidad de tiempo está acotada a dicha condición, y
no refleja el ideal para alcanzar un desarrollo de habilidades blandas y formación integral
de los estudiantes. La presente propuesta está basada en un tiempo diario de Acogida
de quince minutos, antes del inicio de la jornada académica. Y cinco minutos para la
llegada de los estudiantes a sus respectivas salas, estableciéndose la hora de entrada a
las 07:55 horas, y el comienzo de la Acogida a las 08:00 horas. Desde ahí, estos quince
minutos serán destinados a trabajar los aspectos analizados, y a resolver situaciones tan
cotidianas y necesarias como por ejemplo la citación de apoderados, recordatorios de
reuniones de apoderados, entrega de comunicaciones, etc. Donde una de las actividades
más importantes se refiere al conocimiento directo de la asistencia y puntualidad de los
estudiantes, contando con la posibilidad de que la Profesora Jefe o el Profesor Jefe
aborde la situación al instante en que esta, sobre todo la primera, se aleje de la
normalidad.
A continuación la propuesta se estructura con el horario y luego la justificación de este
desde los aportes conceptuales.
07:55-08:00 Entrada
08:00-08:15 Acogida (Jefatura)
08:15 en adelante, Clases
Aparece durante el primer semestre una modificación en la evaluación del
desarrollo integral de los estudiantes, en el ámbito de la Jefatura. Específicamente el
Informe de Desarrollo Integral (IDI) plantea una serie de exigencias y desafíos en el
desempeño tanto docente como institucional. Surgen características a observar de modo
distinto al tradicional, nuevos espacios de tiempo en los cuales pesquisar determinados
logros o aspectos a atender en los estudiantes. Como también, y más relevante aun,
surge el reto de formar a los niños y jóvenes con énfasis en ámbitos emergentes o no
abordados sistemáticamente por el Establecimiento. Con todo, no se pretende realizar
aquí un análisis del IDI, sino más bien, ilustrar su alcance en el desarrollo de la Jefatura
según el planteamiento central del documento, en el entendido de que las características
desprendidas de la Misión y Visión del Colegio se refrendan en los indicadores y
descriptores consignados en el IDI como elemento de juicio para evaluar la formación
integral de los estudiantes.
De esta forma, en la dimensión física, los estudiantes cuentan con la supervisión diaria de
la Profesora o Profesor Jefe, quien puede hacerse cargo de modo más efectivo del
trabajo en la presentación personal y cuidado de la higiene. Del mismo modo dentro de la
dimensión afectiva, el contacto diario con alumnas y alumnos permite que se acerquen al
docente en caso de plantear cualquier situación personal y a su vez, este pueda hacer un
seguimiento cercano, día a día de la situación. En el ámbito de la dimensión cognitiva, ha
quedado demostrado que a través del desarrollo de la mentalidad creativa se puede
propender sostenidamente a una relación entre los subsectores. En la dimensión
sociocultural, el trabajo diario posibilita el desarrollo de aspectos elementales como el
orden y aseo de la sala, hasta otros de carácter más complejo como es la resolución de
conflictos a tiempo oportuno. Dentro de la dimensión moral y la dimensión proactiva y de
trabajo, la revisión diaria de las evaluaciones, actividades y deberes escolares, conducen
al manejo creciente de la libertad personal, supervisada directamente por la Profesora o
Profesor Jefe. Y por último, la dimensión relativa a las tecnologías de la información y
comunicación, se puede trabajar a través de la reflexión sostenida en relación al uso
responsable de los medios digitales.
Conclusiones
Finalmente, es lícito afirmar que la experiencia de Jefatura implementada durante
el primer semestre del año en curso se justifica teóricamente, y desde allí puede ser
planteada para su implementación institucional. Conviene precisar el beneficio de la
iniciativa en el desarrollo integral de los estudiantes del 8º básico B, y al mismo tiempo del
Colegio como institución. Esto, atendiendo dos situaciones determinadas. Por un lado,
las circunstancias, de suyo, dificultosas experimentadas por alumnas y alumnos en la
asignatura de Educación Matemática, cuyo complejo escenario se supervisó a diario con
ellas y ellos. Los logros, en el ámbito de la Jefatura, se tradujeron en estudiantes
enfrentados a la instancia de diálogo (oral y escrito), donde se desenvolvieron de modo
exitoso y, lo más relevante, resultaron empoderados de sus capacidades. Por otro lado, el
escenario desde la óptica de los apoderados, también se vio apoyado por la modalidad
expuesta, cuestión manifestada por ellos en la reunión de apoderados realizada el
miércoles 04 de julio, del año en curso.
Aun cuando se ha pretendido entregar una propuesta justificada y completa, quedan como
temas a discutir en una próxima oportunidad, el comienzo de la jornada en los niveles
iniciales (primer ciclo básico) y su relación con el desarrollo de hábitos personales. Todo
esto, atendiendo la relevancia y aportes conceptuales en torno a la educación temprana.
Referencias Bibliográficas
● Mathiesen M. Elena, Merino José, Castro Gienette, Mora Olga, Navarro Gracia, 2011,
“Adaptación socioemocional en escolares: evaluación de un instrumento nuevo en la
provincia de Concepción”. Estudios Pedagógicos, XXXVII, Nº2:61-75, Universidad
Austral, Valdivia, Chile.
● Gardner Howard, 2008, “Five minds for the Future”, Copyrigth, Ecolint Meeting, Geneva,
Suiza.
● Singer Marcos, Guzmán Ricardo, Donoso Patricio, 2009, “Entrenando Competencias
Blandas en Jóvenes”, Escuela de Administración, Pontificia Universidad Católica de Chile,
Santiago, Chile.
ANEXO
¿Qué significa ser Estudiante del Colegio Nacional Limache?
Reflexión en el Día del Alumno
2012Objetivo:
Desarrollar una instancia de reflexión en torno a los rasgos auténticos y propios de los
Estudiantes pertenecientes al Colegio Nacional Limache, en el marco de la celebración
del Día del Alumno.
Como estudiantes del Colegio Nacional Limache, los niños y jóvenes viven un período
de formación marcado por aprendizajes y experiencias de crecimiento, tanto de modo
personal como colectivo. Durante esta etapa fundamental en la vida de las personas, la
expectativa se centra en el logro de los objetivos propuestos para Ellos. En este sentido
los aprendizajes logrados deben enmarcarse dentro de un grupo de características
propias de la auténtica identidad de los Estudiantes del Colegio Nacional Limache.
Rasgos fomentados de modo sistemático y cotidiano en el que hacer de los niños y
jóvenes.
Resulta fundamental la experiencia de los alumnos durante la etapa escolar, para así
vivenciar dichos atributos que los acompañarán por el resto de la vida. De este modo, es
imprescindible la interacción entre estos conceptos durante el período de formación
escolar para asegurar su presencia en las etapas posteriores de la vida de cada
estudiante.
Con todo, fundamentalmente se espera que los estudiantes se caractericen por
desarrollar una importante capacidad crítica conducente a liderar procesos sociales e
influir positivamente en ellos. Capacidades delimitadas por una convivencia tolerante,
solidaria y responsable. Todo lo cual se puede plasmar en una preparación académica
sólida, conducente al éxito en la Educación Superior y vida profesional.
Para el desarrollo de este sentido de identidad, se propone un trabajo explícito con los
alumnos dividido en tres fases:
1.- Presentación de las características de los estudiantes del Colegio Nacional
Limache y contraste con lo entendido por ellos en relación a estos rasgos
identitarios. En una pregunta, ¿Qué?
● Críticos
● Líderes
● Tolerantes
● Solidarios
● Responsables
● Preparados para la Educación Superior
2.- Entrega del sentido identitario en torno a esos rasgos. Dicho de otro modo la
respuesta al ¿Por qué? o ¿Para qué?
● Es conveniente hacer incapié en la dirección de esta dimensión identitaria, como
un rumbo marcado por una preparación académica sólida con sentido de
comunidad, tendiente a desarrollar el liderazgo y pensamiento crítico. Todo
respaldado por el fomento y vivencia permanente de la tolerancia, solidaridad y
responsabilidad.
3.- Especificación de los espacios y tiempos donde se pone de manifiesto dicha
identidad. En otras palabras, ¿Dónde? ¿Cuándo?
● Aquí cabe explicitar el valor del presente en sí mismo, sin necesidad de ser un
constante subsidiario del futuro. Dicho de otro modo, la necesidad de internalizar
el valor de suyo que posee la realidad del estudiante del Colegio Nacional
Limache. Todo lo cual resulta aún más claro si se asume que “La idea entonces,
no es la de jugar un simple simulacro democrático, sino creer en una
participación posible y en una sociedad que se construye día a día” (Inzunza
Jorge, “Los centros de alumnos de enseñanza media: la ciudadanía del mundo
felíz.”, 2003, Última década, nº18,Viña del Mar, Chile, Cidpa, pp.172 )