1 INTRODUCCIÓN La propuesta del presente trabajo de investigación consiste en el uso de la máscara phi como material adicional en el diagnóstico de algún tipo de asimetría facial. La característica principal de esta mascara es su facilidad de uso ya que esta prediseñada por “Dr. Stephen Marquart”(1994), a base de la proporción divina. La problemática principal para elaborar esta investigación es el poco conocimiento de la comunidad acerca de los problemas faciales que este pueda presentar, y de esta manera el profesional tratante demostrarle al paciente en las primeras visitas que habrá problemas que se podrán o no corregir con el tratamiento ya establecido. Profundizar este conversatorio con el paciente acerca de su problema será de interés académico y profesional, ya que de esta forma se podrá realizar un mejor tratamiento y evolución del mismo para que el paciente se sienta más relajado sobre los problemas que se podrían solucionar. La investigación se realizó con una serie de fotografías de diversos pacientes hombres, mujeres y niños de la Escuela de Post Grado de la Facultad Piloto de Odontología. También se realizó conversatorios con los pacientes y los tutores que no tuvieron un número definido, en estas entrevistas uno de los obstáculos que se presentaron durante el proceso fue la falta de atención e interés de la comunidad a pesar que le es un beneficio el conocer más sobre su tratamiento, esta falta de atención por parte de la comunidad es debido a la falta de tiempo y por los horarios de atención reducidos. Otro problema fue el no encontrar bibliografía similar a la de nuestro estudio.
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INTRODUCCIÓN - repositorio.ug.edu.ecrepositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/9582/2/ALAVA BAQUE contenido.pdfTambién se realizó conversatorios con los pacientes y los tutores que no
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INTRODUCCIÓN
La propuesta del presente trabajo de investigación consiste en el
uso de la máscara phi como material adicional en el diagnóstico
de algún tipo de asimetría facial. La característica principal de
esta mascara es su facilidad de uso ya que esta prediseñada por
“Dr. Stephen Marquart”(1994), a base de la proporción divina.
La problemática principal para elaborar esta investigación es el
poco conocimiento de la comunidad acerca de los problemas
faciales que este pueda presentar, y de esta manera el profesional
tratante demostrarle al paciente en las primeras visitas que habrá
problemas que se podrán o no corregir con el tratamiento ya
establecido.
Profundizar este conversatorio con el paciente acerca de su
problema será de interés académico y profesional, ya que de esta
forma se podrá realizar un mejor tratamiento y evolución del
mismo para que el paciente se sienta más relajado sobre los
problemas que se podrían solucionar. La investigación se realizó
con una serie de fotografías de diversos pacientes hombres,
mujeres y niños de la Escuela de Post Grado de la Facultad
Piloto de Odontología.
También se realizó conversatorios con los pacientes y los tutores
que no tuvieron un número definido, en estas entrevistas uno de
los obstáculos que se presentaron durante el proceso fue la falta
de atención e interés de la comunidad a pesar que le es un
beneficio el conocer más sobre su tratamiento, esta falta de
atención por parte de la comunidad es debido a la falta de tiempo
y por los horarios de atención reducidos. Otro problema fue el
no encontrar bibliografía similar a la de nuestro estudio.
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1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1 DESCRIPCION DEL PROBLEMA
Análisis facial de pacientes en la primera visita a la clínica de
postgrado.
El problema consiste en la inconformidad del paciente cuando es
atendido por primera vez en la clínica de Post Grado ya que en
esta visita lo que se le realiza normalmente es el llenado de una
historia clínica general, pero se realiza muy poco en relación a
lo que el paciente desea que es el tratamiento de ortodoncia.
El problema fundamental es la inconformidad del paciente en las
primeras visitas a la consulta así también el trabajo del
profesional al transcurso de indicarle que problemas se pueden
solucionar en el momento del tratamiento dicho estudio será
realizado a pacientes atendidos en la clínica de Post Grado en
edades aleatorias que van de entre 14 a 40 años de edad.
1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿Cómo incide la utilización la máscara Phi como instrumento
adicional de diagnóstico facial?
1.3 DELIMITACION DEL PROBLEMA
TEMA: mascara Phi como método de diagnóstico adicional.
OBJETÓ DE ESTUDIO: máscara phi como instrumento de
diagnóstico ortodontico.
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CAMPO DE ACCIÓN: elemento rápido y eficaz que
contribuya en el examen clínico.
PERIODO: 2010 - 2012
AREA: Escuela de Post Grado.
LUGAR: Facultad Piloto de Odontología
1.4 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
¿Qué se conoce sobre mascara phi?
¿Qué importancia tiene la atención del paciente al momento de
realizar un diagnóstico?
¿Qué anomalías faciales podemos diagnosticar con el uso de la
máscara phi?
¿En la clínica de ortodoncia alguna vez se ha utilizado un
método de diagnóstico directo?
¿Qué condiciones deben de mostrar los pacientes para realizar un
correcto diagnostico?
¿En qué tipo de pacientes estaría indicado el uso de la máscara
como instrumento de diagnóstico?.
1.5 OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
1.5.1 OBJETIVO GENERAL
Implementar, el uso de la máscara Phi como complemento del
diagnóstico ortodontico, contribuyendo con un elemento de
diagnóstico rápido y eficaz en el examen clínico.
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1.5.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Enumerar los problemas faciales que se presenten con el uso de
la máscara phi.
Resolver la inconformidad del paciente al momento de realizar
un diagnóstico.
Analizar la eficacia del uso de la máscara phi al realizar el
diagnostico.
1.6 JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
La asimetría facial es una de las principales patologías que
invaden el ser humano, esta patología se puede producir por
algunos factores ya sea de tipo estructural, o una asimetría de los
músculos de la cara (asimetría funcional), la diferenciación de
ambas se la puede realizar a base de la observación.
Las anormalidades estructurales se producen por deformidades
óseas, anormalidades de tejido blando y alteraciones
cutáneas. Las anormalidades funcionales se producen por
debilidad unilateral o asimétrica de los músculos, ya sea por
afectación de los mismos.
Es por eso que esta investigación es necesaria debido a las
particularidades que presenta la máscara Phi
(Stephen Marquardt), para el diagnóstico de problemas faciales
en el paciente, así mismo ayudara a comprender al paciente de
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una manera práctica los tipos de problemas que presenta a nivel
facial, servirá de método complementario de diagnóstico de
muchas patologías.
Esta no sustituye el análisis de los tercios realizado sobre el
estudio de las fotografías, más bien complementa el estudio
general del paciente para realizar un diagnóstico correcto.
Con este método los cursantes de la especialidad de ortodoncia
podrán realizar un diagnóstico presuntivo del problema que
presenta en el primer día de visita. Además la inversión del
cursante de la especialidad será mínima para desarrollar dicho
estudio.
1.7 VIABILIDAD DE LA INVESTIGACIÓN
Este estudio es posible, ya que para su desarrollo se utilizaran las
instalaciones de la Escuela de Postgrado Ortodoncia en la
Facultad Piloto de Odontología situada en la Universidad Estatal
de Guayaquil, que presenta una adecuada infraestructura para su
elaboración, así también como el conocimiento y la capacidad
del personal docente, más la colaboración de los pacientes y la
habilidad del tratante.
La inversión de dicho estudio es mínima por parte de la
administración de la clínica y del tratante, dentro de los
elementos que se utilizan en la investigación es la fotografía
inicial del paciente, y el bosquejo de la máscara Phi.
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2. MARCO TEORICO
2.1 ANTECEDENTES DEL ESTUDIO
Uno de los principales objetivos de la ortodoncia actual está
encaminado a corregir todas las alteraciones que impliquen una
desviación de lo que se consideran los parámetros de normalidad
estética dentofacial.
Naturalmente, ello lleva implícito el establecimiento de estas
normas, las cuales presentan, a su vez, una gran variabilidad que
está en función de diversos condicionantes de diferentes tipos.
Entre los que más preferencia suelen tener figuran los de índole
cultural y social, que están íntimamente ligados a la población
susceptible de recibir tratamiento ortodóncico de un área
determinada.
A pesar de que hay diferencias de criterio, tanto de unas
poblaciones como de otras –como las que hay entre los
profesionales de la ortodoncia–, en los últimos años parece
existir cierta tendencia a seguir una serie de cánones estéticos
establecidos principalmente desde los países occidentales más
desarrollados.
Estos son hechos que se reflejan no solo en los objetivos del
tratamiento ortodóncico sino en los de muchas otras disciplinas
de la medicina relacionadas con la estética y cuya profesión está
llevando a unos niveles de complejidad inimaginables hace unos
pocos años.
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La estética dentofacial ha sido el centro de atención primordial
entre los más destacados ortodoncistas de los últimos 50 años, si 1bien es cierto que la forma de enfocarlo ha ido adaptándose a las
características de cada época.1
Así, el tratamiento ortodóncico, que inicialmente perseguía una
correcta alineación de los dientes, fue variando y ampliando sus
objetivos a otras estructuras vecinas, tanto esqueléticas como de
tejidos blandos.
Actualmente, la gran influencia de los medios de comunicación
como transmisores de modas y tendencias estéticas resulta
decisiva en el comportamiento de la sociedad de consumo, lo
cual hace que la gente se vuelva más cuidadosa con su aspecto
estético puesto que, consciente o inconscientemente, sabe que la
imagen que ofrezca al resto de la sociedad tiene una repercusión
directamente proporcional respecto a su propia cotización social.
1 Revista Mexicana de Ortodoncia.- Relación entre la proporción áurea facial y la
maloclusión en pacientes mexicanos con criterios faciales estéticos evaluados con la
máscara de Marquardt que acudieron a la Clínica de Ortodoncia de la Facultad de
Odontología de la Universidad Tecnológica de México durante el 2009.
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2.2 FUNDAMENTOS TEORICOS
2.2.1 GENERALIDADES
La belleza física ha sido una de las mayores preocupaciones del
hombre; realmente es un concepto difícil de definir debido a la
subjetividad del observador, así como a que se trata de un
aspecto en constante evolución o cambio en función de las
distintas épocas, culturas, modas, etcétera.
La denominada proporción áurea o proporción divina es un
término que expresa una serie de teorías basadas en leyes
matemáticas, geométricas y físicas que están estrechamente
relacionadas con conceptos de armonía y belleza para el hombre,
tanto en lo relacionado a su percepción visual como en su
aceptación psicológica.
Esta proporción –denominada mediante el símbolo griego phi
(φ)– tiene un valor de 1:1,618, y parece tener implicaciones
biológicas muy significativas.
De hecho, existen múltiples fenómenos de la naturaleza que
siguen los principios de proporcionalidad de la sección áurea,
como el triángulo áureo o el rectángulo áureo. Así mismo, parece
estar ligada a las directrices del crecimiento y de funcionalidad
óptimas.
Por todo ello, puede emplearse como guía o apoyo respecto de
los objetivos de equilibrio y armonía estructural al realizar planes
de tratamiento. Probablemente, estas proporciones representan lo
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que nos gustaría conseguir una vez finalizado el tratamiento de la
correspondiente maloclusión. Se trata, por tanto, de un tipo de
filosofía acerca de la estética que permite seguir unas directrices
orientativas, pero que no impone normas rígidas que puedan
utilizarse como panacea del problema.
Parece existir bastante concordancia entre el concepto de la
población general acerca de una estética facial aceptable y el de
los ortodoncistas basada en una oclusión normal. Si bien existen
diferencias notables entre los sujetos considerados como
poseedores de una estética dentofacial armónica y equilibrada, el
análisis de muchos de sus rasgos muestra la presencia de la
citada proporción aurea, tanto dental y facial como desde los
planos frontal y anteroposterior.
En cuanto a los dientes puede observarse que el tamaño
mesiodistal de los incisivos centrales inferiores guarda dicha
relación con respecto a los centrales superiores. Análogamente,
sigue manteniéndose dicha relación entre la distancia desde distal
del incisivo lateral derecho hasta distal del izquierdo con
respecto a la de los centrales en la arcada superior; lo mismo
sucede entre la anchura de los primeros premolares y la de los
incisivos laterales, relación que suele estar alterada en cualquiera
de los tres tipos de maloclusión.
Una forma de arcada maxilar adecuada también presentará la
misma relación entre la anchura intercanina y la intermolar,
medida ésta desde mesial del primer superior derecho hasta
mesial del izquierdo. Lo mismo sucede en la mandíbula entre la
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distancia que une la distal de caninos respecto de la que une los
surcos vestibulares de los primeros molares mandibulares.
Por último, se observa la misma relación entre la anchura
intercanina maxilar y la de los incisivos inferiores.
Todo ello se refiere a arcadas dentales consideradas como
normales, armónicas y equilibradas.
Con respecto a la estética de los tejidos blandos de la cara, tanto
de frente como de perfil, la presencia de la proporción áurea
mencionada puede observarse entre las partes más
representativas de lo que suele ser el centro de atención de
cualquier interlocutor, es decir, los ojos, la nariz y la boca.
Analizando la proyección frontal de la cara puede apreciarse, en
relación con las dimensiones transversales de los órganos
mencionados, que si se toma la anchura de la base de la nariz
como unidad (1,0) y la inter comisura de la boca, así como la que
une los vértices laterales de los ojos, éstas guardan
progresivamente dicha proporción áurea.
En el área de ortodoncia, Ricketts fue el primero en mencionar
que el análisis de una cara atractiva debería ser medido
matemáticamente, y reclama el uso de las proporciones áureas en
esta área. Él observó docenas de fotografías de modelos de
revistas para seleccionar los pares de distancias que
representasen las proporciones áureas en estos rostros bellos.
Con esto, desarrolló un estudio utilizando 10 caras atractivas y
definió varias proporciones en sus rostros; sin embargo,
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existieron reclamos por parte de otros autores debido a su
muestra.
Los artículos de Ricketts parecen ser una base para publicaciones
en ortodoncia y cirugía oral para estética facial.
En época más reciente, Backer, Woods y Shell fueron incapaces
de establecer una correlación entre los cambios en las
proporciones áureas y los cambios en la estética después de un
tratamiento ortodóncico.
Ellos concluyeron que el tener proporciones áureas tenía poca o
nada de influencia en relación con los grados de estética facial.
Moss y colaboradores utilizaron una técnica de escaneo en 3-D
para analizar los diferentes rasgos masculinos y femeninos en
modelos de ambos sexos.
Ellos concluyeron que estos rasgos no tienen nada que ver con
que un rostro esté proporcionado o no. La máscara de Marquardt
está diseñada a partir de un decágono perfecto, el cual nos da la
idea de una imagen facial estrictamente proporcionada a partir
dela regla de oro: 1.618 Phi.
2.2.2 LA MASCARA PHI
Desde tiempos antiguos se ha considerado que existe una regla
escrita en la naturaleza que determina lo que es bello. La
importancia que en la actualidad tiene la estética en la sociedad
ha hecho remontarse a muchos en la búsqueda de conceptos
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olvidados como phi, la proporción que se representa con la letra
griega Φ y debe su nombre al escultor griego Phidias.
Pero mientras que Phidias fue el primero, tal vez haya que
atribuir a Kepler el éxito de su nombre más conocido, la divina
proporción. Llamada también sección áurea o razón de oro, la
fórmula de la belleza tiene una formulación matemática: “buscar
dos segmentos tales que el cociente entre el segmento mayor y el
menor sea igual al de la suma de los dos segmentos y el mayor”.
Sean los segmentos: A, el mayor y B el menor, entonces la
ecuación es: A/B =(A+B)/A. El resultado de esta ecuación es de
1.618. Como recogen cientos de estudios científicos de diferentes
disciplinas, esta proporción se encuentra con sorprendente
frecuencia en las estructuras naturales, y por ende en el arte y la
arquitectura.
La armonía de la proporción áurea se muestra de forma natural
en muchos lugares, y uno de ellos es el rostro humano, que
incorpora esta medida a sus proporciones.
A raíz de ello se han realizado muchos experimentos para
verificar si los rostros considerados más bellos se acercan más al
número aúreo que los del resto de la población, lo cual explicaría
por qué transmiten belleza.
Partiendo de la proporción áurea, el doctor Stephen R. Marquardt
de la Universidad de California (UCLA) creó el concepto de
máscara de la belleza, que empleaba las matemáticas para tratar
de medir las proporciones de la belleza. Rápidamente su nombre