~ 1 ~ INTERVENCIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS QUE PERMITEN UNA RE-SIGNIFICACIÓN SUBJETIVA EN LA POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO EN LA ZONA DE LADERA DE CALI Mauricio Benedek Castro de la Roche Universidad San Buenaventura Facultad de Psicología Cali 2014
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INTERVENCIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS QUE
PERMITEN UNA RE-SIGNIFICACIÓN SUBJETIVA EN LA
POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO EN
LA ZONA DE LADERA DE CALI
Mauricio Benedek Castro de la Roche
Universidad San Buenaventura
Facultad de Psicología
Cali
2014
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Universidad San Buenaventura
Facultad de Psicología
Cali
2014
INTERVENCIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS QUE PERMITEN UNA RE-SIGNIFICACIÓN SUBJETIVA EN LA POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO EN
LA ZONA DE LADERA DE CALI
Trabajo de grado para optar el título de Psicólogo
El desplazamiento forzado es un fenómeno que ha afectado desde hace más de
50 años a gran parte de la población Colombiana. Este fenómeno causa diversas
situaciones en lo emocional y en las capacidades de los sujetos para
desenvolverse en el nuevo entorno en el cual desarrollan su diario vivir.
Desde la mirada de la psicología social comunitaria, se comprende la atención
psicosocial como la respuesta a las problemáticas que afectan a un grupo de
personas o a una comunidad a nivel psicológico, y que por consiguiente terminan
reflejadas en las relaciones sociales, alterando así las dinámicas de la población.
Sin embargo, estas respuestas no siempre se encuentran en el rol del profesional
o del experto, sino en las propias capacidades de agencia y los recursos que
tienen las redes que se entretejen en lo social.
En este estudio se orientó una mirada a estos esfuerzos personales, comunitarios
e institucionales que si bien no constituyen un ejercicio profesional, devienen en
alivianar el sufrimiento humano que tienen estas personas. Es entonces una
mirada al esfuerzo por sostener un tejido social en medio del conflicto. El estudio
se orientó por la pregunta ¿Qué caracteriza los procesos de transformación
psicosocial en población en situación de desplazamiento ubicados en zona de
ladera, cuando no se cuenta con una atención psicológica o terapéutica
profesional?
Para este fin, se realizó un estudio de carácter cualitativo que permitió responder
a esta inquietud, conociendo las personas que intervienen en esta atención, los
alcances y las transformaciones subjetivas que en algunos casos se puede
visibilizar. Estos procesos de transformación subjetiva se caracterizan por ser
propiciados desde los saberes de una comunidad, personas u organización, más
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no por un profesional de la psicología u otras áreas; lo cual influye teniendo unos
efectos altamente positivos en el sujeto. Esto no desmerita el trabajo que se
realiza desde lo profesional, sino que resalta la labor de esta alternativa de
intervención ante el fenómeno del desplazamiento, destacando que este tipo de
atención se basa en las relaciones a nivel económico, social y afectivo que se
construyen entre la persona en condición de desplazamiento y quienes ofrecen
este tipo de apoyo; líderes comunitarios, personas o iglesias, organizaciones no
gubernamentales e incluso otros desplazados.
Por lo tanto en este documento reposan los principales alcances de este estudio,
que pudo demostrar que esta atención brindada en una gran mayoría por
instituciones religiosas, resultó ser una respuesta altamente significativa para que
las personas en condición de desplazamiento puedan tramitar sus sufrimientos,
además genera en el otro un sentimiento de gratitud permanente a lo largo del
tiempo, constituyendo así relaciones de afectividad entre los involucrados, de esta
manera los entrevistados manifestaron el reconocimiento que tuvieron de parte de
estas personas de grupos religiosos, así como de líderes comunitarios, comunidad
en general y ONG.
Todo esto permitió reconocer a la población en situación de desplazamiento,
adentrarse hacia otro tipo de alternativas para su re-significación subjetiva, desde
actores que se salen del ámbito académico para generar transformaciones en su
entorno, en su comunidad y en su ciudad, muchos de ellos en la actualidad
continúan brindando esta ayuda en algunos sectores de la ciudad de Cali.
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2. EL PROBLEMA Y SUS ANTECEDENTES
La violencia es parte del pasado y presente en nuestro país desde hace más de 60
años, como resultado, varios hechos históricos permiten evidenciar los daños que
ha generado ésta; la masacre de las bananeras1 en 1928, dejo más de 1000
huelguistas masacrados, la violencia bipartidista en 1950, llamada así tras la
contienda que se desato por el control político, económico y social entre los
partidos políticos liberal y conservador, y por último la actividad guerrillera y
posteriormente el advenimiento del paramilitarismo desde los años 60 hasta hoy ha
dejado más de 3,2 millones de víctimas entre miembros de la sociedad, guerrilleros
y paramilitares.
Como resultado, uno de los efectos que deja esta violencia a su paso por el
territorio colombiano es el desplazamiento forzado, que en la década de los
ochenta, tuvo un incremento considerable tras la agudización del conflicto armado,
esto se ocasionó debido a diversos factores tales como disputas por el control de
la tierra entre grupos al margen de la ley; paramilitares y guerrilleros, la búsqueda
de mejores condiciones de vida y la persecución por motivos ideológicos y
políticos. Una década después esta problemática sufrió ciertos cambios
considerables, ya que se intensificaron y fortalecieron estos grupos guerrilleros y
paramilitares consolidándose y expandiéndose aún más en las zonas rurales de
Colombia. Posteriormente en el año de 1997, aparece la ley 397, en la cual se
estipulan todas las medidas de protección y atención al desplazado, además de
que a partir de esta fecha el desplazado como tal tiene un reconocimiento como
víctima del conflicto armado a nivel nacional.
1Las personas asesinadas por el ejército colombiano hacían parte de United Fruit Company, una empresa
comercializadora de frutas, los trabajadores realizaban una manifestación en la que protestaban por unas mejores condiciones de trabajo, el evento ocurrió en el municipio de ciénaga, departamento del Magdalena
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Esta problemática ha afectado a los diferentes niveles económicos y sociales en
Colombia; Ganaderos, empresarios, poblaciones indígenas y afrodescendientes,
agricultores, el campesinado Colombiano, y la población civil en general. Es así
que, en términos generales se puede afirmar que el desplazamiento forzado
perjudica tanto a los departamentos de dónde provienen los desplazados, como
los lugares a los que llegan, demandando todo un trabajo logístico y
mancomunado de parte de las instituciones del Estado, que permita dar una
atención adecuada a todas las problemáticas mencionadas.
Para precisar y profundizar sobre esta problemática es pertinente tener en cuenta
los datos que nos arrojan las estadísticas del CODHES2; Este organismo señala
que la cifra real de desplazados por el conflicto armado interno desde mediados
de los años 80 supera los 5 millones de personas. CODHES también destacó que
el 2010 fue uno de los años con más desplazamiento, con más de 280.000
personas desplazadas; un estimado de 56.000 hogares, todo ello a causa de,
además del conflicto armado, la violencia sociopolítica. En total más del 10% de la
población de nuestro país fue obligada a cambiar su lugar de residencia, debido a
que sus vidas, integridad física y libertad fueron vulneradas o amenazadas.
CODHES, (2011). Boletín informativo de la Consultoría para los Derechos
Humanos y el Desplazamiento. Edición No 77, pp. 8.
Otro aspecto que se destaca de estas cifras del desplazamiento a nivel nacional
es la procedencia de los desplazados, pues evidencia que este fenómeno toma
mayor fuerza en departamentos tales como Antioquia con un 31.28 % del total de
la población desplazada, seguido por Santander con un 14.28 % y Cesar con un
7.16%. Presentadose como las regiones del país con mayores niveles de
desplazamiento registrados.
2 Es un Organismo No Gubernamental que publica boletines informativos respecto a la problemática del
desplazamiento forzado en Colombia, en sus siglas; Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES.
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Esta investigación se centra en la ciudad de Cali, capital del Valle del Cauca, uno
de los departamentos más importantes a nivel nacional; por ello es importante
analizar la cercanía que tiene éste con departamentos cómo Chocó, Cauca y
Nariño, los cuales cuentan con el factor común del desplazamiento forzado al que
se ven sometidas gran parte de las comunidades de esta zona. Por otra parte, hay
que tener en cuenta que a nivel nacional, el valle del Cauca es uno de los
departamentos que más personas en situación de desplazamiento recibe, un total
de 97.430 personas; cifra que lo ubica en el 5to lugar, según el diagnóstico
situacional de la Población en Situación de Desplazamiento (PSD) en Cali,
publicado en enero de 2005 por la Oficina Gestión de Paz y Convivencia de la
Gobernación de Valle,en Convenio con la Organización Internacional para las
Migraciones OIM.
El mencionado informe también reveló que más del 50 % del total de la población
en situación de desplazamiento entre 1998 y 2010, son personas mayores de 18
años, seguidos por adultos mayores con un 27% y menores de edad con un 19%,
todo esto con relación al total de los registrados en el departamento del
suroccidente Colombiano. Alcaldia de santiago de Cali, (2013). Plan integral único
de atención para la población en situación de desplazamiento de Santiago de Cali.
A medida que se referencia mejor el panorama se puede ver la magnitud de este
fenómeno a nivel nacional y departamental, bien sean estos sitios lugares de
llegada o de expulsión de esta población, esto según lo menciona el Sistema de
Información sobre Desplazamiento Forzado y Derechos Humanos en Colombia,
2001.
En lo que respecta a la ciudad de Cali, con relación al tema del desplazamiento
forzado, alberga en su mayoría población proveniente de departamentos como el
Chocó, Cauca y Nariño. Vale la pena resaltar que estas poblaciones
principalmente se han establecido en dos focos de asentamiento en la ciudad, tal
como lo son el distrito de Agua blanca y la zona de ladera, en total se reporta que
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hay 30.288 personas en situación de desplazamiento en Cali, lo cual es
aproximadamente más del 30% de la PSD en el valle (un estimado de 97.430
personas), este 30 % representa cerca de unas 7.152 familias. Oficina Gestión
de Paz y Convivencia de la Gobernación de Valle,en Convenio con la
Organización Internacional para las Migraciones OIM. (2005). Diagnóstico
situacional de la población en situación de desplazamiento -PSD- asentada en el
municipio de Cali. Pp. 9,
Todo esto, al parecer preocupa a las entidades humanitarias y a quienes integran
el sistema de atención en la ciudad, pues precisamente los focos de atención de
esta población son los más marginales de la ciudad, y a su vez las comunas que
integran estos sectores son las más deprimidas y violentas del municipio, y es que
según el (RUPD3), Registro Único de la Población Desplazada, un total de 52 de
homicidios ocurridos en el año 2004 en Cali, se cometieron en comunas que
integran estos sectores, sobresaliendo el sector de Agua blanca.
2.1 Efectos del desplazamiento
Las anteriores cifras señalan a la ciudad de Cali como la principal receptora de
personas en situación de desplazamiento entre los departamentos del
suroccidente Colombiano como Chocó, Nariño y Cauca. Sin embargo, esta
situación demanda todo un despliegue de logística inter-institucional que permita
una atención oportuna con respecto a sus necesidades económicas, de salud y
sociales ; sumado a ello, hay muchas dificultades en la atención brindada por las
instituciones a esta población, con referencia a la personería, la Unidad de
3 RUPD Es una de las tres fuentes más importantes disponibles de estadísticas sobre desplazamiento interno:
El Registro Único de Población Desplazada, es administrado por la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, comúnmente conocido cómo Acción social hasta el año 2012, sin embargo en el año 2012 pasa a llamarse Registro Único de Victimas (RUV), administrado por La Unidad de Atención y Reparación Integral de Víctimas (UARIV). Hasta el año 2012, RUPD se constituía en la herramienta técnica que le permite al Gobierno Nacional identificar persona a persona sus características socio demográficas, culturales y geográficas. Observatorio nacional de desplazamiento forzado: Dinámica del desplazamiento forzado, 2010.
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Atención y Orientación al Desplazado (UAO), y las diferentes instituciones
prestadores de servicios de salud, tales como el Hospital Universitario del Valle,
Eps entre otras. Torrado nos señala al respecto lo siguiente:
“Instituciones como Red de solidaridad, Personería, Casa de Justicia, entre otras,
que han venido realizando programas de asistencia y ayuda humanitaria que no se
enfocan a buscar cambios a mediano y largo plazo en la mentalidad del
desplazado, sino que por el contrario, refuerzan el Estado de indefensión y
minusvalía en que deja la vivencia traumática del desplazamiento. Los abordajes y
modelos de intervención cambiaron en las ONG a partir de los años noventa, el
trabajo con el desplazado se centró a mediano y largo plazo en la recuperación
emocional, y a corto plazo siguió siendo prioridad la ayuda humanitaria y la
satisfacción de necesidades básicas” Torrado Armando Aguilera (2001). Análisis
de la ley 387 de 1997: su impacto psicosocial en la población desplazada. Pp. 08.
Estas dificultades presentadas en la atención por parte de instituciones del Estado
pueden deberse a la falta de comunicación efectiva entre estas instituciones,
mencionadas por Torrado, quienes son las encargadas de prestar algún tipo de
atención al desplazado, y esto se da ya que el trabajo se hace tan especializado
por cada una de ellas, que desvincula alguna posibilidad de hacerle seguimiento al
proceso de recuperación emocional y adaptación social de la PSD. En este
sentido algunas entidades se encargan de una parte del proceso; tales como
servicios de salud, adjudicar subsidios de vivienda, brindar alberge temporal
(hogares de paso), alimentación y orientación jurídica, sin embargo, pareciera que
no hay un punto de articulación entre las labores que cada una de estas
instituciones cumple, lo cual imposibilita brindar una atención integral para el
beneficio de estas personas.
Esto se puede observar de alguna manera en la variedad de estadísticas
referentes al tema que se encuentran, a nivel gubernamental y ONG, la
información incoherente entre una y otra fuente, en documentos tales como el
Diagnóstico a la Población en Situación de Desplazamiento, de la alcaldía de Cali,
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en comparación con los datos del CODHES, disiden en cuanto a la cantidad y
características de la población encuestada, lo que al parecer el Estado; al tener
mayor cobertura en el país, podría tener más certeza en la descripción de la
problemática que las ONG, de acuerdo la cantidad de medios que le pueden
proporcionar información concerniente a esta población. Por otro lado, esta
cercanía hacia la problemática a nivel cuantitativo, del Estado, podría articularse
con los datos que suministran algunas ONG, ya que permitiría obtener datos
concretos sobre la cantidad de personas desplazadas en el territorio nacional, y
sobre todo en lugares de difícil acceso, todo esto con el fin de obtener una
descripción más cercana a la realidad del desplazamiento y así profundizar en la
amplitud, magnitud e influencia de esta problemática a nivel nacional,
departamental y municipal.
Ahora bien, a pesar de que se cuenta con unos datos aproximados de personas
en esta situación, los datos obtenidos en estas estadísticas también deben
analizar el factor social y humano, ya que muchas de estas personas presentan
problemáticas como analfabetismo, bajos niveles de escolaridad, violación de sus
derechos fundamentales como el derecho a la seguridad por parte del Estado, el
derecho a una vida digna. En algunos casos hay personas que perdieron a sus
seres queridos en sus lugares de procedencia o estos se encuentran
desaparecidos, todo ello revela el panorama de los efectos sociales que
repercuten en esta población.
Por todo lo anterior, la llegada de estas personas a la ciudad genera un impacto
en lo social, económico y cultural, y además, habría que adicionarle el desempleo
existente en ciudades como Cali; teniendo en cuenta que los departamentos de
procedencia de esta población; Choco, Cauca y Nariño, principalmente, presentan
pocas alternativas de empleabilidad para el perfil ocupacional de la PSD; Oficios
cómo agricultores, aserradores, mineros, terminan siendo muy diferentes, a las
alternativas de empleo en Cali.
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3. DISCUSIÓN CONCEPTUAL: LA ATENCIÓN PSICOSOCIAL
Si se quiere ver lo psicosocial desde el punto de vista de la psicología social
comunitaria, ante todo, es importante definir ¿Qué se comprende al hablar de
población en situación de desplazamiento? .En este documento, tendremos en
cuenta la definición planteada por la ONU, en 1998:
“Personas o grupos de personas que se han visto forzadas y obligadas a escapar
o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular cómo
resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de
violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes
naturales o provocadas por el ser humano y que no han cruzado una frontera
desplazamiento y refugio. Frontera Colombia y Venezuela. Pp. 11,
La relación que tienen los desplazados internos resulta muy similar a las
problemáticas de estudio de la psicología social comunitaria, que desde sus inicios
ha manifestado el interés de hacer una psicología desde las diferentes
problemáticas en nuestra América Latina, tales como; pobreza extrema,
hambruna, fallas en el sistema de salud, mala atención de los pacientes en
clínicas y hospitales psiquiátricos e instituciones de salud mental, desplazamiento
interno entre otras. Desde su texto: “introducción a la psicología social
comunitaria. Desarrollo conceptos y procesos” Montero nos aporta lo siguiente,
con relación a los inicios de esta psicología social comunitaria:
“[…] La psicología comunitaria aparece como una respuesta a las prácticas
dominantes en la psicología de los años setenta y, a la vez, en nuestra América,
como la necesidad de producir una psicología que respondiese a los problemas de
nuestras sociedades y a la situación de aquellos sectores de la población
socialmente deprivados” Montero, (2004). Pp. 87,
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Entonces podemos entender la atención psicosocial, como la atención desde la
psicología y otras áreas de las ciencias humanas; como por ejemplo, los
profesionales del trabajo social, a los problemas que se dan en los modos de
expresión, en las relaciones, agrupaciones humanas con sus normas, su historia y
sus representaciones; desde una perspectiva psicológica que enfoque al individuo
con sus percepciones, conductas, reflexiones y sentimientos, Driceida, (2008).
Intervención comunitaria. Reconociendo también a ese sujeto, como parte de una
sociedad que al venir de lo rural, se constituyen como sujetos con todo un abanico
de conocimientos, creencias, cosmovisiones, formas de socialización, costumbres
y perspectivas de vida, diferentes a las del sujeto de la ciudad.
Desde luego resulta pertinente profundizar en el impacto o los efectos
psicosociales que tiene el desplazamiento , uno de estos efectos es que este
acontecimiento es considerado como un trauma derivado del estrés que pone a
prueba la solidez del núcleo familiar y social, el cual acabamos de mencionar
cómo la socialización en el sujeto urbano, y que dependiendo de los lazos que
exista entre los familiares con su entorno, influye directa o indirectamente en el
mejoramiento y la posterior rehabilitación psicológica; tales como desarraigo
cultural, ruptura de redes sociales y afectivas, entre otras. Ramírez, Plazas
Chávez, & Beltran Moláno, (2003). Desplazamiento forzado en Colombia, Análisis
documental e informe de investigación en la Unidad de Atención Integral al
Desplazado. Pp. 226,
Lo último refleja la necesidad de una atención integral que relacione los aspectos
individuales, psicológicos y sociales que deben ser atendidos desde la psicología
social comunitaria; Para ello las instituciones del Estado deben ser el principal
ofertante de atención psicosocial a esta población, seguido por las diferentes
ONG del país, y ¿ por qué no? Considerar la intervención del sector privado y
académico.
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3.1 La atención psicosocial en Cali
Con relación a atención psicosocial, es importante tener en cuenta la importancia
de que la comunidad reconstruya nuevos lazos sociales, se generen espacios de
identificación colectiva, es decir construcción de redes sociales y de apoyo entre
familias y grupos generacionales. Sin embargo, este grupo poblacional no sólo
presenta carencias en lo económico y social, está claro que la problemática que
mayor interés genera en este documento es la atención psicosocial, para ello
habría que pensar que, aunque la Ley 387 de 1997 establece los mecanismos
para la atención de esta población, muchas veces según las instituciones del
Estado, no se tiene el presupuesto para poder brindar una atención integral que,
además de humanitaria se preocupe por los aspectos emocionales y psicológicos
de la población, además, los trámites que tienen que realizar en numerosas
ocasiones resultan ser más obstáculos que ayudas, por tanto a niveles generales
pareciera ser generalizada la ausencia con respecto a una atención psicosocial
evidente.
En el caso de la ciudad de Cali, encontramos diversas ONG y fundaciones que
vienen trabajando con población en situación de desplazamiento, ellos brindan
servicios de acompañamiento psicosocial, algunas como la fundación Sol Y Vida
cuentan con psicólogo, brindan capacitaciones, además de talleres empresariales
y de emprendimiento. Por otro lado, vemos por ejemplo el caso del Centro De
Capacitación Don Bosco, quienes desde sus inicios han trabajado con personas
en esta situación, esta institución está ubicada en el distrito de Agua Blanca de la
ciudad de Cali, tienen trabajos de cobertura en programas de capacitación técnica
y estudios cortos para jóvenes desplazados, sin embargo, al parecer no cuentan
con un servicio formal de atención psicosocial.
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4. LA ZONA DE LADERA
Uno de los factores de crecimiento del sector de la ladera de la ciudad de Cali está
relacionado directamente a la violencia en nuestro país. En los años 50 los
funcionarios de los ferrocarriles nacionales vendieron a campesinos e indígenas
provenientes de varios sectores del país; que habían sido desplazados por la
violencia bipartidista y grupos al margen de la ley, varios terrenos en zona de
ladera, después en los años 80 se incremento la inmigración a este sector, que
para los años 90 aumenta el número de personas que llegaron a asentarse,
quienes principalmente provenían de departamentos cómo Magdalena, Antioquia,
Cesar, Choco, Norte del Valle, Cauca, Putumayo y Nariño. Todo ello obedecía al
recrudecimiento de la violencia de parte de grupos paramilitares y guerrilleros, la
comuna 18 es la que presenta el mayor número de asentamientos en toda la
ciudad. Cali escribe.com. (2012). Vídeo crónica: El vertiginoso crecimiento
informal de la comuna 18 de Cali.
En el sector de la Cruz4, un asentamiento con más de 25 años, se mezclan
desplazados que viven en condiciones de abandono por parte del Estado, un
entorno en el que diariamente, un promedio de 4 familias llegan a levantar una
casa de esterillas y zinc. Al principio se asentaron cerca de 60 a 80 familias, en
busca de una vivienda, uno de los últimos asentamientos registrados ocurrió hace
cerca de 3 años, donde algunos miembros de un cabildo indígena; desplazados
por la violencia del Cauca, tomaron uno de los terrenos del sector de ladera.
Hoy viven cerca de 500 familias en este sector, Según el registro de la Secretaria
de Vivienda de Cali. Caliescribe.com, (2012). La ladera caleña: otro caso social.
Este grupo de personas presentan diversas necesidades tales como viviendas en
condiciones precarias, escases de alimentos, falta de oportunidades de estudio,
4 Conocido así por la cruz puesta en lo alto de la loma, en memoria de un grupo de mineros que habían
fallecido en un derrumbe de una mina de carbón
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informalidad laboral, desempleo y bajos ingresos económicos en la mayoría de los
hogares y en algunas ocasiones problemas de seguridad.
Por consiguiente, con respecto a la parte afectiva, emocional y psicológica,
podemos observar que como tal la población del sector no ha recibido un
tratamiento o atención psicológica formal de parte del Estado, ni de un psicólogo
independiente, o de alguna ONG o fundación.
A continuación se presentan los principales objetivos, que permiten dar cuenta de
los alcances que quiere cosechar esta investigación.
4.1 Objetivo general:
Caracterizar las ofertas de intervención sociales y comunitarias5, que permiten una
re-significación subjetiva en la población en situación de desplazamiento en la
zona de ladera de Cali.
4 .2 Objetivos específicos:
Para lograr responder a esa inquietud principal queremos alcanzar 3 objetivos
específicos, planteados de la siguiente manera:
1. Describir la oferta de intervención social y comunitaria a la población en
situación de desplazamiento en el sector ladera, de la ciudad de Cali.
2. Analizar las prácticas relacionadas con la intervención social y comunitaria
hacia la población
3. Caracterizar la concepción general que tiene esta población sobre la
atención psicosocial 5 Entiéndase como una atención desde los saberes de una comunidad, dada por personas o instituciones,
que en ocasiones no son psicólogos ni trabajadores sociales, ni profesionales de campos de la salud o de las ciencias humanas, pero que prestan este servicio dada la necesidad emergente de la población en situación de desplazamiento con la que trabajan
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5. METODOLOGÍA
La principal herramienta metodológica para tener acceso a la población objetivo de
esta investigación fue el método de la bola de nieve, atribuida a Leo A. Goodman,
utilizado mayormente desde la sociología, escogimos esta técnica debido a que en
un principio solo conocíamos dos personas de la zona de ladera que vivían en
condición de desplazamiento. El acercamiento a la población se pudo lograr por
medio de un líder comunitario del sector, quien posteriormente presentó a los
investigadores ante un adulto mayor del sector de la Cruz; participante de esta
investigación, y este a su vez los relaciono con dos o tres personas más, de dos
en dos se reunió un total de 9 sujetos entrevistados.
Todo este rastreo nos permitió enmarcarnos en la técnica del Snowball, nombre
original en inglés, que a manera de recuento ha sido utilizada como una técnica de
muestreo no-probabilístico donde los sujetos entrevistados, entre sus conocidos
reclutan futuros sujetos participantes de la investigación. El nombre Bola de nieve
hace referencia a que, a medida que se construyen más relaciones a través de los
primeros entrevistados, más conexiones se pueden hacer, incrementándose cada
vez más el grupo de participantes, cómo una bola que aumenta de tamaño cada
vez que va rodando en la nieve. Centro de artigos. Muestreo de bola de nieve,
¿Qué es el muestreo de bola de nieve?, uso de la bola de nieve, ejemplos, ¿Cómo
mejorar el muestreo bola de nieve?
Una de las ventajas de esta técnica es que permite conocer poblaciones ocultas,
que siendo desconocido el investigador para ellos, no sería fácil recoger la
información, pero que al ser recomendado por uno de los implicados rompe el
hielo y permite tener una conversación más amena, logrando un acercamiento a
dicha población.
Por otra parte, esta investigación tomó como uno de sus principales métodos de
recolección de información, la observación participante, debido a que desde la
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investigación social es usada como una estrategia metodológica que está presente
en casi todo el proceso de investigación, desde el diseño hasta la presentación
final del proyecto, al contrario de las observaciones no participantes dónde se
ubica al investigador como parte de la audiencia. La observación participante
permite observar las interacciones de un grupo, comportamientos, ritmos y
cotidianidades, logrando una cercanía entre el observador y el observado.
Para investigar y lograr los objetivos de esta investigación, se hace indispensable
el uso de de técnicas que enriquecen la recopilación de información, al respecto
María Eumelia Galeano Marín, en su libro: “Estrategias de investigación social
cualitativa” aporta lo siguiente:
“Mediante técnicas como las observación (estructurada y no estructurada), la
entrevista, la historia de vida, la revisión de archivos institucionales y de baúl,
recolecta y genera información, la registra y sistematiza, y analiza e interpreta los
eventos sociales por medio de la confrontación entre las lógicas de los actores y la
suya” Galeano Marín, (2009). Pp. 20.
Adicionalmente a las técnicas de recolección de información, como la entrevista,
es necesario que el observador participante se implique en los acontecimientos o
fenómenos que estudia, Galeano Marín, (2009). Esto conlleva a tomar parte en la
vida social de los sujetos de investigación, tales como las personas en situación
de desplazamiento, los profesionales en psicología y las actividades que se
realicen en conjunto entre la institución y las víctimas del desplazamiento.
Para conocer mejor las características particulares de los sujetos participantes, las
entrevistas semi-estrucutradas permiten generar cierto grado de empatía, -de
acuerdo también a las habilidades del entrevistador- ya que no se está hablando
de un guión rígido y estructurado, que no permite cambios, sino que se hacen
preguntas abiertas en las que el entrevistador dirige el rumbo de la entrevista con
el fin de lograr unos objetivos específicos, pero que adicionalmente permite al
entrevistado hacer comentarios sobre las preguntas que se le realizan.
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Por lo tanto realizamos entrevistas a cerca de 9 personas en situación de
desplazamiento, también hablamos con la directora de la fundación La Esperanza
de un Pueblo, estas entrevistas nos permitieron tener una mirada mucho más
cercana de esta problemática, para lo cual influye la diversidad de los
entrevistados; hablamos con tres adultos mayores, dos jóvenes mujeres (una de
ellas en estado de embarazo),dos madres cabeza de familia, un hombre cabeza
de familia en condición de discapacidad, y una persona ex-secuestrada .
Con respecto a las entrevistas semi-estructuradas, una de ellas inicialmente iba
dirigida con preguntas que permitieran conocer el trabajo que realiza la fundación
la Esperanza de un pueblo con esta población, tales como ¿Qué proyectos están
realizando para esta población? y si están en proceso, ¿ Qué resultados han
obtenido? ¿Qué tipo de población predomina en la fundación? ¿Cuáles cree usted
que son las mayores necesidades expresadas por los desplazados? Entre otras.
Todas ellas tenían como intención para los investigadores, conocer en un primer
plano que tipo de atención, apoyo, y/o acompañamiento a nivel psicosocial se
ofrecía desde esta ONG y a la PSD, y si esta la ejecutaban profesionales de la
psicología u otras áreas, o desde líderes comunitarios, otros desplazados entre
otros.
Por otro lado las entrevistas realizadas a la población en condición de
desplazamiento, se realizaron en el sector de la sirena y los Altos de la Cruz
durante un periodo de un mes aproximadamente, para ello se utilizó
consentimiento informado de los participantes, grabadora de voz y guión de las
preguntas abordadas. Así mismo, a los desplazados se les realizaron preguntas
que permitieron profundizar en sus problemáticas a nivel social, psicológico,
atención psicosocial recibida de parte del Estado y atención brindada de parte de
ONG y fundaciones, todo esto como parte de su proceso de adaptación al
contexto urbano
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Los perfiles de estos candidatos y sus nombres se mantendrán en anonimato para
respetar la integridad física y emocional, así como la privacidad de los implicados,
en un principio se contemplo la idea de realizar un grupo focal, idea que no se
pudo materializar por situaciones ajenas a nuestra voluntad, llevamos
consentimientos informados con el propósito de velar por la veracidad y
confidencialidad de las entrevistas, y observaciones.
6. ANÁLISIS DE RESULTADOS
A través de estas entrevistas pudimos acercarnos más detalladamente a cada uno
de los objetivos, de los cuales obtuvimos respuesta a muchas inquietudes
planteadas a lo largo de esta investigación, además pudimos dar cuenta de los
tipos de ayuda, en cuanto a nivel psicosocial se refiere. Para ello presentamos
nuestro primer objetivo y su respectivo análisis:
Con respecto al primer objetivo, describir la oferta de intervención social y
comunitaria a la población en situación de desplazamiento en el sector ladera, de
la ciudad de Cali, es importante definir lo que se entiende por intervención no
formal. Para efectos de este documento, se refiere a aquella ayuda de personas u
organizaciones No gubernamentales; es decir alternativas diferentes a las ofertas
del Estado, que en su labor de apoyo; bien sea nivel moral, afectivo o espiritual,
han contribuido al bienestar psicológico de los desplazados y que su situación a
nivel general sea mejor, por ello entonces la definimos como intervención no-
formal, porque precisamente se sale de la institucionalidad y se caracteriza por ser
abordada desde los saberes de una comunidad, personas u organizaciones, más
no por un profesional de la psicología u otras áreas. Esto a su vez significa que
esta labor es ejercida desde en algunos casos en que intervienen ONG, con
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alguna formalidad en la entrega de ayudas, y en el tratamiento que le den a este
tipo de situaciones, es decir de ayuda humanitaria dónde se apoya a la PSD, en
ocasiones con alimentos, medicamentos, entre otros. Como lo hace la Cruz Roja
Internacional, sin embargo, se destaca esta atención por la no formalidad y
empatía que generan los sujetos ofertantes en su trascender, debido a que no se
requiere el diligenciamiento de documentos, no hay un distanciamiento en las
relaciones sociales del sujeto que presta una labor hacia quien la recibe, sino que
al contrario se construyen relaciones de afectividad, “camaradería”, amistad en
algunos casos, teniendo unas consecuencias altamente positivas que perduran en
el tiempo.
En principio es importante mencionar que la intervención no formal aparece como
una respuesta individual o colectiva, no solo ante la falla de las opciones que
encuentran las personas en condición de desplazamiento para ser atendidas por
un terapeuta o para tramitar un tratamiento psicológico por parte de un profesional,
sino también por la emergente necesidad de atender a una población, cuyos
derechos han sido vulnerados, como lo es la PSD, cuyas problemáticas han
encontrado un refugio en esta atención. Ante esto se puede evidenciar que
muchos de los sujetos optan por una alternativa representada en grupos
familiares, comunitarios o religiosos, que permitan obtener una respuesta para
sobrellevar con su sufrimiento.
Eso lo podemos ver en el caso de Pedro Molina6, proveniente del Caquetá “Pues
yo recibí apoyo así de mi hermana, que es familiar, y en el Cauca de otros
hermanos y un sobrino que me daban la comida ahí cuando yo estuve […]”En el
caso de Camilo Ordoñez ,proveniente del Plateado, Cauca, vemos que ante la
pregunta ¿Usted recibió algún tipo de apoyo de algún familiar o amigo cuando
llegó acá a la ciudad?, responde: “Sí había un familiar acá, ahí nos tocó llegar, ahí
6 Los nombres utilizados han sido cambiados por nombres ficticios que no corresponden a la realidad, esto
se hace por la seguridad de los entrevistados.
~ 22 ~
nos tocó las circunstancias. [...]Lo primero que nos ayudó fue la posada y algo de,
la comida porque veníamos sin nada”.
Situación similar la de José Palacios, adulto mayor quien fue desplazado de
Timba, Valle; hace más de veinte años, la ayuda que recibió fue por parte de una
líder comunitaria, “[…] yo casi llego cuando apenas empezaron a coger esto, la
única que nos colaboró fue la que manejaba esto, se llamaba la señora Gloria
Echeverry”.
Con respecto a este apoyo que reciben los desplazados por parte de sus
familiares, lo contextualizamos, con lo dicho por Ibáñez en su texto “la sociedad
ante la guerra”, al afirmar que, “ La familia y las redes sociales modifican sus
actividades para apoyar al miembro afectado hasta que consigue reponerse
personal y socialmente” Ibáñez Rojo, (2005). Pp. 8. Aquí se recalca el apoyo de
los familiares el cual en lo arrojado por las entrevistas prevalece la ayuda de
emergencia, es decir que en la mayoría de ocasiones los familiares apoyan a las
personas en situación de desplazamiento con la alimentación, vivienda o ropa, y
en muchas ocasiones implícitamente al darle posada y acogida a estas personas,
lo perciben como un apoyo moral, dado que es una forma de mitigar el dolor que
han sufrido a nivel emocional. En general esta atención se caracteriza por ser de
fácil acceso a la población, aunque el proceder de cada una de estas personas u
organizaciones es diferente, todas prestaron su colaboración de manera efectiva
para los desplazados.
Por otro lado, resultó como un hallazgo significativo para el estudio realizado,
reconocer que los desplazados identifican a las iglesias como una respuesta
altamente significativa para tramitar su sufrimiento. Estas organizaciones de
carácter confesional, tales como la iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo
Internacional, la Alianza Cristiana, iglesia Cristiana “Alcanzando lo imposible” y la
iglesia Católica del sector la Cruz, se encuentran en zonas marginadas, barrios,
~ 23 ~
ciudades o municipios en dónde hay insuficiencias a nivel económico social y
educativo.
Además, de ser importante para ellos el apoyo de Dios, la mayoría de los
entrevistados manifestaron recibir mucho apoyo y reconocimiento en sus
comunidades religiosas, les brindan la oportunidad de ser escuchados y
encuentran un lugar donde se sienten importantes y pertenecientes a un espacio
comunitario, lo cual va en concordancia por lo mencionado en el texto: “la
introducción a la psicología social comunitaria. El sustrato psicosocial de la
comunidad”.
“Por ejemplo, la cohesión entre los miembros, característica propia de los grupos,
particularmente de aquellos organizados y con un cierto tiempo de funcionamiento.
Esa cohesión se expresa en la solidaridad, la unión entre personas de la
comunidad que pueden ayudarse en tareas difíciles o pesadas, en momentos de
peligro o de necesidad: la forma de conocimiento y de trato que se da entre sus
miembros. “Montero, ( 2004). Pg. 100
Esos momentos de necesidad son los vividos por las personas en situación
desplazamiento, pareciera ocurrir lo contrario a lo evidenciado, en las instituciones
del Estado, dónde el interés de los profesionales está ligado al registro y atención
rápida de las personas que acuden pero no hay lugar para otorgarles una posición
de sujeto perteneciente a un escenario de participación, esto se puede sustentar
en el relato de Ruth: “Pues, yo digo que los desplazados todos por igual deben de
ser bien atendidos, pero lo que yo le digo, el gobierno se deja engañar muy fácil,
porque vea he visto gente con casas, con negocios, con fincas y les dan, ósea no
los investigan si de verdad son desplazados o no, y la gente se ríe”
Lo anterior se puede reflejar en Amalia Pérez, esposa de José Palacios, quien
junto con su familia, al llegar al sector de la cruz, zona ladera de Cali, relata que:
“{…] nosotros teníamos un ranchito de bareque, de barro, esa casa nos la dio un
gringo, la mando a hacer con una señora, que yo no me acuerdo cómo es que se
~ 24 ~
llamaba, él hizo 4 casa prefabricadas […] porque él llegó ahí, venía de por medio
de la iglesia Católica, por eso fueron buscando las personas que teníamos bajos
recursos.” En el caso de Pilar Rodríguez, quien llego hace 13 años a la ciudad,
desplazada de Dagua, Valle, sucedió lo siguiente: “[…] mi Dios puso a ellos en el
camino y nos empezaron a hablar de la palabra, mis niñas iban y les enseñaba a
tocar piano, y gracias a Dios mis hijos ahorita están todos en la iglesia, y la verdad
para mí fue una bendición haber encontrado a los pastores”
Retomando el caso particular de Pedro Molina, él recibió ayuda tanto de familiares
como de personas de una iglesia cristiana, “[...] a mí el que me ha ayudado es
Dios, Dios me tiene vivo y Dios me ha dado trabajo por ahí de las buenas manos
de los hermanos, que Dios me ha tendido la mano para ayudarme, por sacarme
adelante.”
Podemos relacionar estas promesas que recibe Pedro de la iglesia, con lo relatado
por Freud, él menciona como la religión genera en el sujeto un sentimiento de
resguardo, de saber que una cuidadosa providencia vela por su vida y resarcirá
sus problemáticas. Freud, (1930). El malestar en la cultura.Pp. 6. Además, se
puede apreciar como en ocasiones la iglesia católica sirve de mediadora entre las
ayudas de los donantes y los beneficiarios, esto se da debido a la cercanía y
conocimiento que tienen de la población y sus necesidades más apremiantes.
Tal como lo manifestaron los entrevistados, personas de iglesias Cristianas y
Católicas han representado para ellos una posibilidad de pertenencia y de
encontrar un sentido al nuevo espacio que se habita, cabe destacar que esta
ayuda resulta siendo muy significativa para ellos a nivel psicológico, lo cual a su
vez podríamos relacionarlo el papel de las redes comunitarias. "La red se
convierte en una alternativa de desarrollo comunitario cuando en cada uno de los
actores implicados se producen cambios en los niveles de las condiciones
materiales de existencia y de la construcción subjetiva de la realidad" Fernández,
(1995). Citado por Montero, 2004. Pp. 197. De parte de estas personas la
~ 25 ~
intervención no-formal se da sin ningún tipo de papeleo ni cuestionamiento, en
ocasiones los desplazados continúan asistiendo a estas congregaciones
religiosas, en su mayoría de carácter Cristiano. Por todo esto, podemos inferir que
estas organizaciones, o el hecho de tener alguna filiación religiosa, en términos
generales, ayudan a mitigar los efectos negativos del desplazamiento forzado en
la salud mental de los afectados.
Un ejemplo de esto lo podemos apreciar en los comentarios de Dalia Díaz, Pilar
Rodríguez, Amalia Pérez y Pedro Molina. Dalia Díaz nos comentó con respecto a
las ayudas recibidas: “Vea, le digo que si alguna necesidad me ha ayudado a
cubrir a mí es mi papito Dios, yo no voy a decir que yo estoy mal, cosas buenas no
tengo pero me encuentro feliz, llena de amor de Dios”. Por su parte Pilar
Rodríguez manifestó con respecto a la ayuda que ha recibido de una familia
perteneciente a una iglesia Cristiana; “la verdad a nosotros nos ha dado mucho
valor, mucho aliento, y sí lo mejor que uno puede, o sea ¡lo mejor que me había
podido pasar fue eso!”
La señora Amalia Pérez, quien lleva años trabajando con reciclaje, expresa cómo
la fe y la creencia en Dios le ayudan a superar las adversidades que día a día
enfrenta con su familia,” […] ha habido días que uno no ha tenido casi pues, que
traer o que conseguir y de un momento a otro le llega a uno, entonces son cosas
de Dios, que lo ayuda a uno a (…)Dios está conmigo, porque yo a toda hora es
con él, yo a toda hora dónde ando, dónde esté, primero él y después lo demás”.
Encontramos en esta persona una similitud con el señor Pedro Molina,” Dios
nunca le dice a usted cosas malas, siempre he recibido es cosas emocionales,
cosas de amor, cosas de cariño, porque nunca el Señor me ha tratado, cómo me
ha tratado el hombre”. Con referencia a estos dos personajes, encontraron un
apoyo o una manera de re-significar sus vidas, de empoderarse de las
adversidades, en la parte religiosa para; de alguna manera, superar una situación
aversiva, devengada en estos casos del desplazamiento forzado. Adicionalmente,
~ 26 ~
la figura superior de Dios representa para ellos en una alternativa como respuesta
a su sufrimiento.
La parte emocional y psicológica del sujeto en la mayoría de los casos no es
explicita y evidente en las declaraciones de los entrevistados, aunque
encontramos una mayor facilidad en expresar esto de parte de las mujeres, sobre
todo mujeres que tienen hijos y madres cabezas de hogar.
Por consiguiente, es pertinente mencionar las ONG e instituciones como la Cruz
Roja Internacional, quienes prestan ayudas de primera respuesta tales como
alimentos, medicamentos, atención médica, colchonetas, aporte que la PSD
destaca cómo significativo; de igual forma, se observa que en ocasiones las
ayudas provenientes del extranjero son más frecuentes, permanentes, efectivas y
agiles que la atención brindada por el Estado. Esta afirmación la podemos
evidenciar en el caso de Dalia Díaz, “[...]A los pocos días después de que me
hicieron el censo, me llamarón para darme un auxilio de un mercado, y ese
mercado lo recibí, lo compartí con la hija, porque como andaba hasta enferma, lo
compartí con todos mis hijos, la pregunta que me hicieron fue esta, ´ ¿ qué
cuántos hijos tenía?´, porque yo traía mi papelito de allá del hospital, y los
remedios que me habían dado de la Cruz Roja,” contrario a la atención brindada
por funcionarios del Estado, Ruth Mejía comenta; ” […] En últimas son ayudas
pueden ser hasta luchadas por uno mismo porque uno mismo tiene que estar allá,
acá, cuando uno no tiene para el transporte las “peatoniadas”, cuando uno tiene
que estar en la lucha de casi, ruegue y ruegue y ruegue para que le den a uno una
ayuda o por ejemplo cuando en esa época, prácticamente no tenía ni siquiera con
que echarle algo a la olla, que yo iba para allá y me tocaba hasta a veces llorarle
a esa gente y ¡ nooo ! Era muy difícil, es que es muy difícil”
Otro elemento que debe tenerse en cuenta para la comprensión de la dinámica del
desplazamiento en relación a la reparación del daño emocional, es la dimensión
de las redes. “La comunidad ejerce su apoyo a través de las redes sociales
~ 27 ~
existentes, o los restos de estas. No se trata de redes aparentes, sino de la
percepción de los individuos de contar con apoyos y comprensión, de la
existencia, pues, de redes funcionales”. Ibáñez Rojo, (2005). La sociedad ante la
guerra.Pp. 10. Redes que se construyen formal e informalmente en torno a unas
necesidades específicas, como las que se construyen entre desplazados, con
fines de orientación y guía por parte de quienes llevan más tiempo en la ciudad, a
quienes acaban de llegar. Estas redes de apoyo se construyen en relación a la
procedencia, el género, entre otras.
Para ellos podemos sustraer algunos fragmentos, cómo el caso de Cecilia
Vanegas y Ruth Mejía; quienes permanecieron juntas en el momento que se
entrevistaron, al preguntarles ¿Cómo y cuando se conocieron? Respondieron a su
vez, “C: No desde que llegamos no, R: Ahorita que ella espera bebe, a mi me
gustan mucho los bebes.” Además se encuentra el caso de Camilo Ordoñez, quien
al preguntarle sobre la ayuda que recibía, contesta:” C: Si, si, si eso fue que otra
persona desplazada nos dijo que fuéramos y habláramos e hiciéramos cómo un
derecho de petición, y ya, que lo metiéramos y ya, para que nos llegara a los días
eso. (…) Era una persona así cómo cualquiera de nosotros (…) Nos dijo que nos
metiéramos.”
Por consiguiente, una vez ampliado el panorama de la atención psicosocial no
formal, el aspecto religioso es quizás el que mayor impacto parece tener en la vida
de la población en situación de desplazamiento a nivel psicosocial, y es que las
personas buscan re-significar su situación de dolor ocasionada por el
desplazamiento, y han encontrado en los grupos religiosos, en Dios y en las
personas de estos credos un soporte, un apoyo a su situación, en donde sus
necesidades son atendidas; algunas de maneras temporales, otras permanentes,
pero quizás aquí lo más importante es que han logrado un equilibrio a nivel
psicosocial y encontrarle un nuevo significado a sus vidas, en un contexto
diferente como lo es la ciudad, contribuyendo a que su adaptabilidad a esta sea
~ 28 ~
mucho más factible. Es importante tener en cuenta el aspecto de que esta ayuda o
apoyo que reciben estas personas, pareciera no estar estructurada, es decir, no
esta pensada u organizada como una estrategia a implementarse en la atención o
en el proceder de estas personas, instituciones religiosas hacia la PSD, por el
contrario, sobrepasa estos límites y se radica en el ayudar al otro, escuchar al
otro, en brindarle el apoyo que los sujetos podrían requerir en un determinante
momento de sus vidas
Una vez encontramos esta intervención no-formal, que resulto ser un hallazgo muy
valioso para nuestra investigación, entramos a indagar sobre las características
particulares de esas prácticas en el marco de esta atención psicosocial no formal,
para lo cual traemos a referencia nuestro segundo objetivo, analizar las prácticas
relacionadas con la intervención no-formal y la población.
Las prácticas en torno a la intervención no-formal y la población en situación de
desplazamiento, se dan cómo lo habíamos mencionado anteriormente por un
vínculo, en algunas veces este se presenta de manera temporal, esto quiere decir
que la ayuda que prestan desde las ONGS, líderes comunitarios, personas o
instituciones religiosas, es temporal o permanente; nos referimos a temporal
cuando esta ayuda se presenta de manera inmediata respondiendo a unas
necesidades materiales; vivienda, alimentos, colchonetas, medicamentos etc.
Cuando hablamos de permanente, hay una relación constante entre las personas
que ejecutan indirectamente o directamente este apoyo psicosocial a la población,
así mismo en el caso de las instituciones religiosas que siguen prestando apoyo
tanto a nivel moral, como económico en algunos casos, respondiendo a la
integralidad de el ser humano visto como un sujeto de necesidades no solo
económicas, sino también emocionales y sentimentales.
Esta temporalidad es apreciable en el caso de Dalia Díaz “[…] Cuando el
desplazamiento, yo estaba en la Cruz Roja, ahí me estuve hasta el 3er día, ahí
me dieron una cartilla en la Cruz Roja.” De la misma manera doña Dalia recibió
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ayuda de un familiar, “La única fue la hija y dos de las que andaban haciendo el
censo, no más, al 3er día que yo había llegado acá a Cali, a Manuela Beltrán.
Gracias a mi Dios que me hija pagaba arrendo y ahí me quede con ella”. Camilo
Ordoñez a su vez fue recibido por uno de sus familiares; “Sí había un familiar acá,
ahí nos toco llegar, ahí nos toco las circunstancias [...] Lo primero que nos ayudó
fue la posada y algo de la comida porque veníamos sin nada”.
Ruth Mejía, oriunda del departamento de Risaralda, quien fue desplazada del
Tambo, Cauca, nos relata en su caso lo siguiente: “En el momento pues de pronto
la gente que ya me distinguía, o de pronto la misma comunidad porque sabía la
forma de vivir de uno, de pronto le daban la mano, pero tampoco era qué, ósea no
era cómo “ah entonces yo te distingo, venga te doy la mano”, ósea ya era que
prácticamente uno se veía en la necesidad, de prácticamente mendigar algo(…)”
La temporalidad también se relaciona con el trabajo desde ONG o instituciones, la
podemos analizar en los siguientes fragmentos; Amalia Pérez, de credo Católico,
comenta “[…] ya ahora casi la mayoría tienen ya su casa, si de ella este lote que
prácticamente lo cedió para que hiciéramos pues (…) no he recibido ayuda de
nadie más y pues para comer uno tiene que salir a trabajar (…) pero gracias a
Dios no nos ha faltado el bocado de comida.” También pasa algo parecido
respecto a la temporalidad, con Camilo Ordoñez, quien se encuentra en condición
de discapacidad en sus piernas, “M: ¿Qué tipo de apoyo reciben de ellos? C:
Pues por ahorita lo que nos dan ayuda humanitaria, cómo la comida, nos están
dando por ahí cada 6 meses, 7 meses que nos dan la ayuda, por ahí de 900.”
Estos casos expuestos muestran el tiempo en que se proporcionan las ayudas a
la PSD, teniendo en cuenta que han sido brindadas de manera oportuna,
responde a unas necesidades específicas. Ahora bien, hay una diferencia en la
temporalidad de las ayudas prestadas por las ONG y líderes comunitarios vs la
ayuda ofrecida por instituciones o personas religiosas, o el apoyo de Dios; se
constituye informalmente como una intervención No-formal a sus problemáticas a
~ 30 ~
nivel psicológico, emocional que permitan re-significar su lugar como sujetos de
poder en torno al lugar que tienen como ciudadanos. Esta re-significación tiene
una importancia en el sujeto ya que le permite transformar su realidad, como lo
evidencian Rebolledo y Rendón, en “Reflexiones y aproximaciones al trabajo
psicosocial”: “(…) los actos de reparación para las víctimas o comunidades
representan en algo lo perdido, pero no borran los daños irreparables ocurridos.
Este reconocimiento, dignifica el sufrimiento de las personas y reconoce la
capacidad de transformar la realidad”. Rebolledo & Rondón, (2010). Pp. 46.
Retomando con el señor Pedro Molina, vemos cómo la religión ha servido como
soporte de superación a experiencias traumáticas, “[...] ¿quién lo va a consolar
así como el Señor me consoló? Prácticamente Dios me dio el apoyo de todo y me
dijo: “hijo no te preocupes que yo te voy a dar todo, te voy a dar tu vestir, te voy a
dar tu comida y no te preocupes por lo demás […] yo aquí en las cosas de Dios,
yo he mirado los ayudadores que Dios me ha puesto y he mirado la grandeza, por
eso vivo enamorado de la iglesia, yo vengo aquí todos los días.”
En este último comentario de alguna manera logramos afirmar que algunas
prácticas religiosas se constituyen en una manera poderosa -en el amplio sentido
de la palabra- de intervención no-formal, puesto que esta le contribuye al sujeto
poder superar situaciones no solo a nivel económico, sino también emocional y
psicológico; favoreciendo de manera directa la re-significación que él pueda hacer
de su vivencia como desplazado, además de que ratifica que el vínculo
desplazado-ofertante de intervención no-formal se mantiene y perdura con el
tiempo. Constituyéndose a su vez en una relación de liberación, pues reconoce al
sujeto en una condición de igualdad, tal como lo señalan de alguna manera en la
perspectiva de la psicología comunitaria:
“[…] una concepción de comunidad y de sus miembros que no considera a éstos
como individuos débiles, enfermos, sin capacidad de acción, sino, por el contrario,
como portadores de recursos y fuerzas de algún tipo que pueden movilizar y que
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se pueden fortalecer para lograr transformaciones. Por eso, se considera que la
liberación, en la psicología comunitaria, se inicia "en ese acto de reconocimiento
de la libertad del otro, que deja de ser un sujeto 'sujetado' para ocupar un sitio de
igualdad, como actor social fundamental, propietario de habilidades y
conocimientos específicos, de una índole diferente".
Montero, (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y
procesos. Pp. 61.
Llama nuestra atención que la relación del desplazado con el líder, con otros
desplazados, familiares y con las personas de instituciones religiosas, es mucho
más cercana que con las personas del Estado, es decir, esta informalidad; sin
papeleos, investigaciones, seguimientos, este -en conjunto- empoderamiento que
le dan al sujeto como parte de su entorno, como un sujeto de derechos, permite
que la atención sea más eficaz y sus alcances sean más profundos, pues cuando
al sujeto se le victimiza y no se atienden sus dimensiones emocionales y
psicológicas, si bien hay un sentimiento parcial de gratitud por las ayudas que han
recibido del Estado, también hay una sensación generalizada de que esas ayudas
deberían ser mas integrales.
Para entender los alcances de esa atención psicosocial, la cercanía de esas
relaciones y el reconocimiento del otro, podemos analizar los siguientes
comentarios; Cecilia Vanegas, de 24 años de edad, desplazada de Argelia-Cauca
dice: “(…) si, ó sea eso es una ayuda de la Cruz Roja, eso fue cómo por 3 meses
y ya, después acá uno tenía que defenderse buscando trabajo”. Camilo Ordoñez
por su parte comento: “si, si eso fue que otra persona desplazada, nos dijo que
fuéramos y habláramos e hiciéramos cómo un derecho de petición, y ya, que lo
metiéramos y ya, para que nos llegara a los días eso”. Clara Palacios, hija de
Amalia Pérez y José Palacios, recuerda que: “Pues cuando llegamos aquí
recibimos la ayuda de doña Gloria (…) nos recibió en la casa de ella, pues nos dio
a nosotros el estudio, ella nos daba el vestuario, lo que nosotros necesitábamos”.
Su madre, Amalia, nos manifestó recibir ayuda para su nieta, gracias al apoyo de
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una líder comunitaria, “Pues el programa ese de familias en acción, porque acá
vinieron, la señora Juana, una líder que vive acá abajo en las minas, por el medio
de ellas, fue que nosotros nos dimos cuenta, entonces mi hija si tiene los niños
metidos en eso, a ella si les llega por la bebe, pero a mi si no”
A manera de síntesis, el sentimiento de gratitud hacia estas personas como la
señora gloria, pueden permanecer en el tiempo, debido al impacto que tuvieron en
el momento en que más lo necesitaban, aunque… Resulta interesante ver como
por medio del habla, cuando se le da un lugar al otro, pareciera que la
conversación permite subliminar aquello que les genera dolor, tales como
experiencias y recuerdos del pasado, y a su vez permite que el sujeto re-signifique
aquellas experiencias del pasado como fortalezas en el presente. Tal cómo lo dice
la señora Ruth, “[…] porque uno hay veces se entretiene en cuando sea en eso,
¿No? Conversando”
Ahora bien, ya hemos mencionado el valor que tienen estas instituciones
religiosas, ONG, líderes comunitarios, redes informales de desplazados, entre
otros para la re-significación de las diversas problemáticas que conlleva el
fenómeno del desplazamiento. Sin embargo, como aporte a caracterizar esas
ofertas de atención psicosocial no formal, es importante caracterizar la concepción
general que tiene la población sobre la atención psicosocial, nuestro tercer
objetivo en este estudio.
La concepción que tiene la población sobre la atención psicológica se caracteriza
por 3 aspectos importantes a tener en cuenta; a) Hay un reconocimiento desde la
persona en situación de desplazamiento acerca del rol que puede ejercer el
psicólogo en estos procesos de reparación a sus problemáticas. b) Pareciera ser
que la necesidad de una atención psicosocial no es explicita en el discurso de los
entrevistados, lo cual podría tener relación al hecho de no haber recibido algún
tipo de atención psicosocial formal, y por otra parte, c) Al parecer estas brechas
en lo emocional o traumas han sido superados o aliviados de alguna manera por
~ 33 ~
la intervención no-formal que han recibido, principalmente de parte de instituciones
religiosas.
A) Para efectos de este documento, resulta oportuno incluir la concepción en
general que se aprecia sobre el rol del psicólogo, esto para dar claridad
respecto al papel que desempeña en una comunidad, y a la contribución y
cambio que pueda generar en esta. Inicialmente, Maritza Montero nos señala
que:
“Definir el rol de los psicólogos comunitarios como el de un agente de cambio
ligado a la detección de potencialidades (recursos, capacidades), al fortalecimiento
y la puesta en práctica de las mismas y al cambio en los modos de interpretar,
construir e influir sobre la realidad.” Montero, (2004). Introducción a la psicología
comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos. Pp. 81
Esta definición del rol del psicólogo en un contexto comunitario ayuda a evidenciar
cómo este agente de cambio es vital en la solución de las problemáticas de una
comunidad, para ello algunos comentarios, podrían sustentar esta afirmación.
Clara palacios, al preguntarle sobre la atención psicológica que debería tener un
desplazado comenta: “[...] C: Pues sí, porque hay muchos que los sacan, que les
matan la familia delante de los hijos y pues quedan con traumas y yo sí creo que
necesitan.”. Por su parte Ruth ofrece una apreciación más amplia“[…] M: ¿Qué
aspectos se deberían tener en cuenta en el momento de la atención psicológica a
los desplazados? R: pues que sí, que si deberían de darle esa atención a uno (…)
Uno sale como muy marcado, (…) Uno no puede escuchar de pronto un disparo,
uno no puede escuchar de pronto que viene una tropa o algo porque uno cree que
se va a volver a repetir lo mismo, y entonces yo digo que una ayuda psicológica
debe de ayudarlo a uno,”
Estos dos fragmentos reconocen al psicólogo directamente relacionando a los
traumas derivados de situaciones dolorosas tras la experiencia del desplazamiento
y a las secuelas que dejan marcas en la psique de los afectados; sin embargo, por
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otro lado, esto no quiere decir que este reconocimiento sea pluralizado. B) Se
encontró que en muchos de los entrevistados no hay una necesidad explicita en
sus discursos sobre la atención psicosocial. Para ello Cecilia comparte que, “M: Y
¿Qué otros aspectos debería, como considerar el Estado, atención psicológica,
salud, ayuda económica, cuáles de esos considera usted que debería atender el
Estado a los desplazados? C: Si, eh, lo económico y para la educación. ” Camilo
Ordoñez, con respecto a la atención psicosocial, comento, “M: ¿Considera usted
que hubiera sido importante recibir atención psicológica? C: No porque, yo creo
que no.”
Estas declaraciones no aducen a una idea caprichosa que se haya hecho el sujeto
de una comunidad sobre la labor de un profesional, se aprecia que hay un
desconocimiento generalizado sobre los alcances que puede aportar el psicólogo
en la recuperación de una comunidad flagelada por el conflicto interno armado.
Esto también puede tener relación con el apoyo que estas personas han recibido
de la comunidad.
“Se puede afirmar que es la comunidad la que provee al individuo la estructura
necesaria para organizarse, armarse ideológicamente, y mantener la identidad que
permite sobrevivir a la dramática situación cotidiana de la guerra con sus torturas,
sus asesinatos, sus amenazas y todos los sentimientos de ansiedad, inseguridad y
dolor que trae consigo.”. Ibañez Rojo, (2005). La sociedad ante la guerra. Pp. 10.
Este último fragmento permite considerar el valioso papel de la comunidad en
acoger a estas personas, en estos dos casos; Camilo y Cecilia, no hay un
reconocimiento de una atención psicológica necesaria, que puede aducir a que el
apoyo que recibieron de la comunidad o que reciben ahora de otros desplazados,
como doña Ruth, en el caso de Cecilia, y cómo una ONG internacional en el caso
de Camilo Ordoñez, ha hecho el papel de agente de cambio en su proceso de
inmersión en la ciudad. Aunque estas ayudas han sido económicas o morales, la
importancia repercute en el momento en que son dadas, sin embargo, otro factor
que puede señalar que no hay claridad sobre la atención psicosocial y su papel en
~ 35 ~
la atención a las víctimas en periodos de post-conflicto, lo podemos atribuir a que
estos dos personajes acudieron ante instituciones del Estado sin recibir alguna
atención psicosocial.
C) los esfuerzos realizados por líderes comunitarios, entidades religiosas y ONG
han demostrado tener una gran influencia en el proceso de reparación y re-
significación de sus problemáticas, ello se puede apreciar en lo analizado a lo
largo de los dos objetivos anteriores, los cuales entre otras cosas mostraron como
la religión, el apoyo espiritual y el apoyo de la comunidad, entre otros factores,
permiten que hoy en día la mayoría de los entrevistados hayan logrado adaptarse
de una manera más rápida y menos traumática a las dinámicas de la ciudad y la
comunidad en la que viven, además de que manifestaron que ese apoyo ha sido
significativo para sus vidas.
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7. CONCLUSIONES.
El aspecto relevante que podría apreciarse al final es que, el papel del psicólogo
en estos procesos de reparación se torna confuso, esto puede obedecer a las
malas experiencias percibidas por la población en torno a los funcionarios de las
instituciones que han atendido sus casos, al parecer esta necesidad aflora más en
los comentarios de las mujeres, como lo mencionamos en nuestro anterior
análisis, sin embargo, esto no quiere decir que aquella necesidad o validez que
tengan del psicólogo en la post-guerra no sea útil también para el género
masculino.
Lo cierto de esto es que hay un sujeto con traumas, sufrimientos, afectaciones a
nivel emocional y psicológico, que ha encontrado en otras intervenciones no
formalizadas como una respuesta válida y efectiva frente a sus problemáticas, lo
religioso adquiere entonces un lugar en los procesos de reparación como un
referente para ellos, donde son escuchados, se vuelven en algo así como un
“doliente” de sus experiencias; sin papeleos, ni formatos de registro, ni
distanciamientos generados a través de un escritorio o una forma particular de
tratar al otro, -desde un principio de alteridad mencionado por Enrique Dussel- de
manera igualitaria, reconociéndolos como parte de la sociedad, como personas
capaces de transformar su realidad, pero aun más como seres humanos,
compatriotas, hermanos, vecinos y amigos.
Como primera medida lo afectivo juega un papel trascendental en las relaciones
con el otro, sobre todo cuando ese otro ha sido flagelado a nivel emocional y
psicológico por las experiencias que deja la guerra, en esta investigación la
relación afectiva entre los líderes comunitarios, las personas de instituciones
religiosas, ONG y otros desplazados jugaron un papel determinante en la
transformación de sus realidades, por parte de los entrevistados. Se puede dar
cuenta de que hay otro tipo de relaciones que no están enmarcadas en la
~ 37 ~
formalidad de la atención psicosocial, y que conllevan efectos psicosociales
bastante favorables que le permiten al sujeto afrontar la vida, pese a los hechos de
victimización.
De acuerdo a esto, es también destacable la gratitud que genera en el otro este
tipo de ayudas, podría aducir a la relación afectiva con que son tratados los
desplazados por estas personas o al oportunismo con que llegan esas ayudas;
Esto no quiere decir que otras ayudas sean malas, solo que radica lo valioso de
encontrar en el otro una voz de apoyo, una mano solidaria que permita que la re-
significación a un nuevo contexto, que sea mucho más factible y ameno para ellos,
por tanto la gratitud pareciera prolongarse en el tiempo como hechos altamente
significativos para los sujetos.
En este mismo sentido, resulto ser todo un hallazgo apreciar las relaciones que se
establecen entre los desplazados y las instituciones religiosas, enmarcadas por la
confianza o esperanza, y por la empatía que logran calar en la psique de los
afectados, por el trato que ellos recibieron, de la mano con el sentimiento que les
genera dejar sus problemáticas en manos de Dios. Todo esto termina siendo
determinante en la posibles perspectivas que se generen a futuro de su situación,
encontraron en estas personas, en Dios y en estas instituciones un aliciente para
seguir adelante y dejar atrás todo aquello que genera sufrimiento. Adicional a esto,
resalta el hecho de que dichas problemáticas son escuchadas, factor que podría
ser determinante en los procesos de transformación que tengan de sus
respectivas vidas, y a su vez, el hecho de creer en Dios se convierte en un recurso
de afrontamiento adicional y efectivo ante las situaciones difíciles, tanto a nivel
emocional, como psicosocial.
Todo ello permite concluir que este tipo de atención descrita a lo largo de esta
investigación, enseña un camino alterno o un posible aliado para la psicología y
otras áreas de intervención con PSD, pues esta acción se sale de la lógica formal
y muestra como a través de la relación afectiva, cordial y de escucha hacia el otro
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se pueden generar efectos psicosociales, a través de los canales de comunicación
tales cómo las redes que se construyen entre desplazados, personas de una
misma comunidad y/o creencia, esta red de apoyo en que se constituye Dios;
Validando su espiritualidad como parte fundamental de sus recursos de
afrontamiento. La idea de Dios y la religión finalmente logran hacerle frente de
alguna manera a la tragedia devengada por el desplazamiento. Por consiguiente,
aquello genera la pregunta ¿Funcionaria igual este tipo de prácticas con personas
no creyentes o de algún otro tipo de creencias, como por ejemplo los indígenas?
Por otra parte, otro aspecto relevante que queda en cuestionamiento es si ¿Esta
práctica podría alternarse con alguna intervención desde la psicología u otras
áreas? O quizás ella pueda aportarle en algo, -de manera respetuosa por
supuesto reconociendo sus pros y contras- a la manera cómo se está haciendo
psicología social, más específicamente la atención que se le esté dando y que se
le pueda dar a nivel psicosocial a la PSD
Recomendación final, como psicólogos debemos replantear el lugar que le
estamos dando al sujeto en su proceso de reparación, si bien los manuales de
metodología de la investigación, entrevista clínica y los diversos modelos teóricos
clásicos cómo el psicoanálisis, el conductismo y el humanismo, han marcado un
referente en torno a el proceder del psicólogo y la manera en que este debe
operar, problemáticas tan diversas encontradas en una sola población, en un solo
sujeto cómo el desplazado, y si bien muchos llegan a una comunidad queriendo
generar transformaciones; al parecer se llega a obviar que dentro de estas, ya hay
agentes de cambio que están haciendo la diferencia en la vida de estas personas,
que gestan nuevas perspectivas de vida, que están generando transformaciones
significativas, y que todo esto conlleva a que todas aquellas situaciones dolorosas
a nivel psicológico y emocional en un pasado, vayan mitigándose con el paso del
tiempo y con la oportuna atención que reciben de grupos religiosos, líderes
comunitarios u ONG, entre otros.
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8. Bibliografía
Acción Social. (JUNIO de 2010). Observatorio nacional de desplazamiento forzado:Dinámica del
desplazamiento forzado. Recuperado el Abril de 2013, de Departamento para la Prosperidad