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Inspectores Banco Espana Contra Hipotecas

Apr 07, 2018

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celso amor
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  • 8/3/2019 Inspectores Banco Espana Contra Hipotecas

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    Ministerio de Eeonomlil y HaciendaREGISTRO GENERAL DE ALCALA

    ENTRADAN de Registro: 20205 JRG 40736

    Fecha: 2:6/051200613:03:50

    Seor Vicepresidente Segundo del Gobierno y Ministro de Economa y Hacienda:

    Los inspectores del Banco de Espaa, a travs de esta nota informativa, queremosdistanciamos de la complaciente lectura de la situacin econmica espaola que haceen sus ltimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de Espaa, el seor donJaime Ca ruana, y mostrar asimismo nuestra preocupacin por su falta de voluntadpara adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconduccin de la delicadasituacin actual hasta hacerla ms sostenible y segura. En sus ms recientesintervenciones" el todava responsable de la Institucin de supervisin bancaria enEspaa, adems de obviar algunas de las principales causas de los desequilibriosactuales y de minimizar la importancia del riesgo latente en el sistema financieroespaol, ignora las previsibles consecuencias que, para una parte del sistemaeconmico y para un nmero considerable de familias, podra tener una posibleevolucin adversa del entorno econmico. En nuestra opinin, -que en cuestiones desupervisin financiera entendemos cualificada, pues no somos nosotros los recinllegados a esta compleja labor tcnica--, ni todos los riesgos estn tan controladoscomo afirma el Gobernador, ni es probable que las consecuencias sean tan limitadascomo l propone si, finalmente, alguno de los mencionados riesgos latentes llega amaterializarse.Por todo ello, y como reflejo de la lealtad que le debemos a la Institucin en la quetrabajamos, los Inspectores del Banco de Espaa nos vemos en la obligacin de hacerconstar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero espaol comoconsecuencia de la anmala evolucin del mercado inmobiliario en Espaa en losltimos seis aos es muy superior al que se desprende de la lectura de losmencionados discursos del Gobernador. Adems, creemos que su anlisis sobre lascircunstancias que han propiciado la delicada situacin actual es, cuando menos,parcial, ya que obvia una de sus causas ms evidentes: la paSiva actitud adoptada porlos rganos rectores del Banco de Espaa --con su Gobernador a la cabeza-- ante elinsostenible crecimiento del crdito bancario en Espaa durante los aos del mandatodel seor Caruana. En nuestra opinin, detrs de este crecimiento desordenado delcrdito -specialmente, en la parte dedicada a la financiacin de la actividadinmobi liaria-- se encuentra, en ltimo trmino, la falta de determinacin demostradapor el Gobernador para exigir a as entidades sometidas a la supervisin del Banco deEspaa el rigor en la asuncin de riesgos exigible a gestores de recursos ajenos.Como consecuencia inmediata de esta ausencia de medidas, el proceso deaceleracin del crdito bancario, originalmente circunscrito a las entidades con menorcultura en el control de sus riesgos, se ha ido extendiendo a las dems entidades decrdito que operan en el sistema financiero espaol por efecto de la, por otro ladosaludable, competencia. De este modo, incluso las entidades con mejores sistemas deevaluacin y gestin del riesgo, se han visto "obligadas" a entrar en esta carrera por lacaptacin de negocio y -mUy a su pesar y con el nico objetivo de evitar ser

    1 Ver "la situacin econmica en 2005 y el inicio de 2006", Foro Cinco Das, 18 de abril de 2006; y'Desequilibrios globales y gestin del riesgo", Congreso Intemacional APD-BID, 16 de mayo de 2006,ambas disponibles en www.bde.es.

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    expulsadas del mercado- han tenido que conceder operaciones cuya rentabilidadesperada no justificaba en modo alguno el riesgo asumido al concederlas.En una dinmica como la descrita, en donde la correccin de los excesos y erroresslo se produce una vez ha pasado algn tiempo -y normalmente mediante procesosde ajuste ms o menos traumtico&-, es donde los mecanismos pblicos desupervisin justifican su razn de ser, pues al estar al margen de las dinmicascompetitivas del mercado pueden llevar a cabo evaluaciones de los riesgos en las quese tomen como referencia perodos de tiempo ms amplios, de forma que se consigaevitar, en lo posible, que las consecuencias de los errores cometidos por las entidadesal conceder sus operaciones acaben siendo . ransferidas, de una manera u otra, a laSociedad en su conjunto. La nica institucin con autoridad normativa y capacidadtcnica suficientes para exigir de manera generalizada a todas las entidades delsistema financiero espaol una evaluacin del riesgo coherente con los principios derentabilidad esperada y eficiencia econmica era, y es, el Banco de Espaa.Desafortunadamente, en nuestra opinin, esta Institucin, durante los seis aos demandato del actual Gobernador, ha optado por mantener una actitud de pasivacomplacencia que, a nuestro modo de ver, est en el origen de los desequilibrios quehoy denuncia el seor Caruana en sus intervenciones.Por otro lado, este desmedido crecimiento del crdito bancario, destinado en su mayorparte a la financiacin de la actividad inmobiliaria en todas sus fases -y , a nuestroentender, una de las causas principales de la extraordinaria subida del precio de losinmuebles en Espaa-, ha' acabado provocando otro tipo de problemas en lasentidades de crdito espeolas. Recientemente, algunos riesgos tpicos del negociobancario, como el riesgo de tipo de inters o el de liquidez, se han visto incrementadosde forma muy acusada por la .necesidad de las entidades de crdito de acudir al ahorroexterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de suinversin crediticia. Debido a que el incremento del pasivo tradicional -Jos depsitosbancario&- ha demostrado ser insuficiente para dar contrapartida al aceleradocrecimiento del crdito, las entidades espaolas han tenido que buscar fuentesadicionales de liquidez, y lo han hecho acudiendo a los mercados financieros de lazona del euro, aprovechando las posibilidades que proporciona la moneda nica. Paraello, han recurrido principalmente a tres vas de financiacin "no tradicionales": laemisin de "ttulos hbridos de capital". --participaciones preferentes, deudasubordinada, etc.-; la segregacin en ttulos, para su posterior venta, de una parte delos activos de sus balances (es decir, titulzando activos); y, por ltimo, captandoliquidez a travs del endeudamiento a corto plazo en los mercados interbancarios de lazona del euro. Esto, que en s mismo no es negativo -antes al contrario, pues serareflejo de la progresiva conve,gencia de los mercados financieros de los pases quehan adoptada la divisa nica-, s tiene implicaciones muy importantes para larentabilidad futura de las entidades y, en ltimo trmino, tambin para su propiasolvencia. As, respectivamente: a) los titulares de los hbridos de capital exigenrentabilidades muy superiores a la ofrecida a . os ttulares de los depsitos bancariostradicionales; b) !a venta de los ttulos resultantes de los mencionados procesos detitulizacin, en muchas ocasiones, no alcanza a los tramos de mayor riesgo, lo quetiene como consecuencia que el riesgo de las carteras titulizadas no se transfiere alexterior del banco o caja en. cuestin, acumulndose en sus balances; y c) lasfavorables condiciones de financiacin que hoy ofrecen los mercados interbancariosde la zona del euro pueden volverse menos favorables en un futuro prximo si lastendencias ya iniciadas de subida de tipos de inters se acentan, haciendo que elrecurso a esta fuente de financiacin acabe siendo sustancialmente ms cara que enla actualidad. Todo ello, que tiene su origen, en nuestra opnin, en la complacienteactitud del Gobernador ante el desmedido crecimiento del crdito en Espaa

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    ---principalmente, con destino en el sector inmobiliario--, ha incrementado laexposicin de las entidades de crdito espaolas a los riesgos mencionados.Sin embargo, no queremos decir con esto que las entidades de crdito se hayanequivocado acudiendo a estas fuentes de financiacin, pues, a fin de cuentas, elriesgo es parte intrnseca del'negocio bancario y la misin de los gestores bancarios-y de sus supervisores pblicos-- no es rehuirlo, sino identificarlo y gestionarloadecuadamente. En la medida en que no haya ' ~ e r c e r o s afectados" cuando el riesgose materializa, la eleccin de las fuentes de financiacin de las entidades de crdito esalgo que compete a sus rganos de decisin, reservndose al supervisor nicamentela misin de garantizar que, efectivamente, las consecuencias de los errores noexceden la esfera de quien fue responsable de elfos. Sin embargo, insistimos, s nospreocupa que una parte de ese crecimiento del crdito -e l que ha exigido el recurso aestas nuevas fuentes de fiFlanciacill - pueda tener su origen en distorsionescompetitivas causadas por una inadecuada gestin de las entidades con sistemas decontrol del riesgo ms precarios, pues elfo significara que una parte importante delcrecimiento del crdito experimentado por el sistema bancario espaol en los ltimosaos no estara justificado por rentabilidades esperadas superiores a las histricas,sino por un proceso de deriva en la gestin de las entidades que ha dado lugar a unarelajacin generalizada de los criterios de concesin del crdito. De ser esto asi, lasentidades de crdito espaolas estaran operando sin afectar suficientemente suscuentas de resultados con los cargos por provisiones necesarios para hacer frente a laprdida esperada de sus carteras, por lo que, salvo que los gestores de las entidadeshubieran decidido unilateralmente retener una parte de los beneficios de lassociedades que dirigen en forma de reservas, es previsible suponer que el nivel desolvencia de estas acabe vindose afectado una vez cambie la coyuntura y semanifieste el riesgo latente en sus carteras. Si aquellas dotaciones voluntarias dereservas no se hubieran realizado y de ello se pudiera derivar un aumento inaceptabledel riesgo asumido por el sistema, nosotros consideramos que el supervisor pblicopodra -y debera- actuar para reconducir la situacin.Decimos que pOdra actuar porque en esta ocasin, a diferencia de lo sucedido en lossonados casos de insolvencia societaria 'que han salido recientemente a la luz, lalegislacin espaola s reconoce medios normativos suficientes al Banco de Espaapara que pueda actuar si sus rganos rectores lo consideran pertinente. la le y13/1994, de 1 de junio, de Autonoma del Banco de Espaa, en su articulo 7. 6, dota aesta Institucin con "la capacidad para supervisar la solvencia, actuacin ycumplimiento de la normativa especfica de las entidades de crdito", a la vez que, envirtud del artculo 23 de la misma ley, la Comisin Ejecutiva del Banco de Espaa---presidida por su Gobemadof- tendr asignada, entre otras, la tarea de ''formular alas entidades de crdito las recomendaciones y requerimientos precisos, as comoacordar respecto a ellas y a sus rganos de administracin y direccin la incoacin deexpedientes sancionadores y las medidas de intervencin, de sustitucin de susadministraciones, o cualesquiera otras medidas cautelares previstas en elordenamiento juridico cuyo ejercicio se haya encomendado al Banco de Espaa". Conestos instrumentos legales, y los que le reconoce la ley 26/1988, de 29 de julio, deDisciplina e Intervencin de las Entidades de Crdito -as como los contenidos en suspropias circulares bancarias--, el Banco de Espaa cuenta con los medios normativosnecesarios para poner freno a los crecimientos del crdito que considere inadecuados.Es decir, aun cuando la normativa espaola de supervisin prudencial est lejos de serperfecta, no son sus evidentes carencias las que explican la pasividad del Banco deEspaa en los ltimos seis aos en la prevencin de la creciente exposicin de lasentidades de crdito espaolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario,sino la voluntad de su mximo responsable, el Gobernador.

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    En resumen, los inspectores del Banco de Espaa no compartimos la complacienteactitud del Gobernador del Banco de Espaa ante la creciente acumulacin de riesgosen el sistema bancario espaol derivados de la anmala evolucin del mercadoinmobiliario nacional durante sus seis aos de mandato, ni tampoco coincidimoscompletamente con l sobre las causas del, a nuestro juicio, insosteniblecomportamiento de los precios de los inmuebles en Espaa, ni sobre las medidas aadoptar para reconducir la situacin hasta hacerla aceptable. El bienintencionadooptimismo del Gobernador, lejos de tranquilizamos, nos inquieta. Nosotros, losinspectores y tcnicos de supervisin del Banco de Espaa, precisamente porquesomos los que examinamos in situ la situacin de las entidades bajo el mbito desupervisin de esta Institucin, incluidas las sociedades de tasacin, conocemos deprimera mano la situacin del sistema financiero espaol y la del mercado inmobiliarionacional -informacin que, como no podra ser de otra manera, hemos comunicadopuntual y lealmente a los rganos rectores del Banco de Espaa a travs de nuestrosinformes de inspeccin--, por lo que, siendo conscientes como nadie de los riesgos alos que nos enfrentamos, no podemos ser tan optimistas como est demostrado ser, almenos por ahora, nuestro Gobernador.Si bien es cierto que tambin nosotros consideramos que la gran mayora de lasentidades de crdito espaolas estn bien capitalizadas y que, por ello, su solvenciano es previsible que se vea comprometida aun en los escenarios ms desfavorables,no lo es menos que en esos mismos escenarios, y en otros no tan improbables, elnmero de familias que tendr que afrontar serias dificultades para hacer frente a suscompromisos financieros crecer de manera alarmante. En estas circunstancias, nopodemos compartir las manifestaciones triUllfalistas del que consideramos mximoresponsable de la delicada situacin actual.Por todo ello, los Inspectores del Banco de Espaa queremos hacer constar que nocompartimos el cndido optim.ismo del Gobernador ante la previsible evolucin de lasituacin econmica espaola, y que, desde nuestro punto de vista, y sin alarmismosinjustificados, s hay motivos suficientes para la preocupacin, especialmente si setiene en cuenta el legado de los seis aos de mandato del seor don Jaime Caruana.ASOCIACION DE INSPECTORES DEL BANCO DE ESPAA