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UNIVERSIDAD ANDRES BELLO
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
MAGISTER EN HISTORIA
ESCUELA DE POSTGRADO
“INMIGRANTES OTOMANOS EN CHILE:
Los Arabes Otomanos. Identidad y Adaptación en Chile
(1818-1924)”
TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE MAGÍSTER EN HISTORIA
DIRECTOR: Dr. Pablo ALVAREZ
ALUMNO: Mustafa USTAN
Esta Tesis esta inscrito en el Registro Propiedad Intelectual
Inscripción Nº 179557 Santiago de Chile 2009
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Con especial dedicacion a mi esposa, cuya comprension y apoyo
estimularon este trabajo y a mi hijo quien motiva e inspira mi vida.
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El autor de esta tesis quiere agradecer por la constante ayuda a las
siguientes personas: a mi profesor el Dr. Sadi Çogenli, de la
Universidad Atatürk; al historiador Mustafa Bilge; a los
historiadores e investigadores Mehmet Temel y Adem Kara; al
profesor René Salinas, por su amabilidad y apoyo en cuanto a seguir
este trabajo; al Director de Tesis, Pablo Alvarez, por su guía y
comentarios para mejorar la tesis; a mi amigo Sergio Fritz Roa por la
revisión de lectura final; Engin Akarlı, especialista en Medio Oriente;
a los responsables de los archivos visitados en Chile, por sus
atenciones constantes y por haberme facilitado parte del material que
usé en esta tesis; a la gente de la Iglesia Ortodoxa de Santiago de
Chile; y a todos los que amablemente me dieron su tiempo para las
entrevistas realizadas.
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INDICE
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
ÍNDICE
INTRODUCCION
CAPÍTULO I. ORIGEN DE LO OTOMANO
I.1.- TURCOS
I.2.- LOS SELYUCIDAS (BÜYÜK SELÇUKLULAR): 1042-1157
I.3.- LOS SELYUCIDAS DE ANATOLIA
I.4.- CONFORMACIÓN DEL IMPERIO OTOMANO
I.5.- EL IMPERIO OTOMANO, UN ESTADO MULTINACIONAL: TOLERANCIA Y
DIVERSIDAD RELIGIOSA
CAPÍTULO II. SOCIEDAD Y CULTURA DE LOS INMIGRANTES OTOMANOS
SIGLOS XIX Y XX
II.1.- SITUACIÓN DEL IMPERIO OTOMANO HASTA 1839 E INTERVENCIÓN
EUROPEA EN LAS TIERRAS ÁRABES OTOMANAS
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II.2.- EL FACTOR TANZIMAT, JÓVENES TURCOS, Y LA REFORMA DE
INSTRUCCIÓN MILITAR EN EL IMPERIO OTOMANO (1909)
II.3.- LA SITUACIÓN EN MEDIO ORIENTE DESPUÉS DE TANZIMAT
II.4.- INTERVENCION EUROPEA Y EL NACIMIENTO DEL SECTARISMO EN EL
IMPERIO OTOMANO
II.5.- EL TIEMPO DE SULTAN ABDÜLHAMID II. (1876-1908)
II.6.- EL TIEMPO DE LOS JOVENES TURCOS
II.7.- PANISLAMISMO
II.8.- PRINCIPALES CAUSAS QUE PROVOCAN EL MOVIMIENTO INMIGRATORIO
DE LOS ÁRABES OTOMANOS EN EL SIGLO XIX Y XX:
II.8.1-CAUSAS ECONOMICAS
II.8.2.-CAUSAS RELIGIOSAS
II.8.3.-CAUSAS POLITICAS: NACIONALISMO ÁRABE Y TURCO
a) NACIONALISMO ÁRABE
b) NACIONALISMO TURCO (PANTURQUISMO Y TURANISMO)
II.8.4.- CAUSAS MILITARES
II.8.5.- OTRAS CAUSAS RELEVANTES DE LA EMIGRACIÓN
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CAPÍTULO III. LA RUTA DEL INMIGRANTE OTOMANO HACIA AMÉRICA Y
CHILE
III.1.- LOS LLAMADOS “TURCOS” EN AMÉRICA
III.2.- SURGIMIENTO DE LAS RELACIONES ENTRE IMPERIO OTOMANO Y LAS
NACIENTES REPÚBLICAS LATINOAMERICANAS
III.2.1.- UN EJEMPLO DE LAS RELACIONES DEL IMPERIO OTOMANO CON
AMÉRICA A TRAVÉS DEL GOBIERNO FRANCÉS. ALGUNAS DIFICULTADES
III.2.2.-POLITICA MIGRATORIA DE BRASIL:
a) ACUERDO ENTRE BRASIL Y EL IMPERIO OTOMANO.
b) CONCLUSIONES RESPECTO A LAS RELACIONES ENTRE BRASIL Y
EL IMPERIO OTOMANO
III.2.3.- RELACIONES ENTRE EL IMPERIO OTOMANO Y ARGENTINA.
a) ACUERDO ECONOMICO ARGENTINO-OTOMANO
b)CONCLUSIONES RESPECTO A LAS RELACIONES ENTRE
ARGENTINA Y EL IMPERIO OTOMANO
III.2.4.- RELACIONES ENTRE LA REPÚBLICA CHILENA Y EL IMPERIO
OTOMANO
III.3. LAS PRIMERAS INMIGRACIONES A AMÉRICA LATINA DE LOS LLAMADOS
“TURCOS”
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III.4.- TEORÍAS SOBRE LA LLEGADA DE INMIGRANTES ÁRABES OTOMANOS A
CHILE
III.4.1.- LA RUTA DE LOS INMIGRANTES OTOMANOS
III.4.2.- AYUDA DE LOS RELIGIOSOS CRISTIANOS A LOS INMIGRANTES
ÁRABES OTOMANOS
III.5.- ENCUENTRO, ADAPTACIÓN E INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES
ÁRABES OTOMANOS EN CHILE
III.5.1.- EL APRENDIZAJE DE LA LENGUA DEL NUEVO MUNDO
III.5.2.-TURCOFOBIA
III.5.3.- DIFICULTAD DE MANTENER LAS COSTUMBRES ARABES
III.5.4.- NECESIDAD DE ADAPTARSE: CAMBIAR EL NOMBRE
III.5.5.- SEGURIDAD EN CHILE
III.5.6.- DIFERENCIA DE LAS COMIDAS
III.5.7.- DIFERENCIAS MUSICALES
III.5.8.- MATRIMONIO
III.5.9.- RELACION ENTRE HOMBRES Y MUJERES
III.5.10.-RELIGION
III.5.11.- ADAPTACION DEFINITIVA Y OBTENCIÓN DEL ÉXITO SOCIAL Y
ECONÓMICO
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III.5.12.- “CHILENIZACIÓN” DE LOS OTOMANOS
III.5.13.- PRIMERA LITERATURA DEL INMIGRANTE ARABE OTOMANO EN
CHILE. UN CASO DE ADAPTACIÓN
III.5.14.- ENCUENTRO Y COMUNICACIÓN CON EL IMPERIO OTOMANO DE
PARTE DE LOS SÚBDITOS OTOMANOS EN CHILE:
a).- PREOCUPACION OTOMANA RESPECTO DE LOS SUBDITOS
OTOMANOS EN CHILE
b).- MANTENCION DE LA IDENTIDAD OTOMANA ENTRE LOS
ARABES EN CHILE
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
APÉNDICE
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INTRODUCCION
La razón de la presente investigación es motivada primeramente por un hecho que viví al
llegar a Chile. Tenía conocimiento que en este país sudamericano casi no habían turcos.
Siendo inmigrante, yo necesitaba comunicarme con la gente y así aprender más del idioma y
la cultura chilenas. Cuando aprendí lo básico del idioma, quise saber si había otros turcos en
la ciudad. En contra de lo que yo había imaginado, se me indicó, no solo una sino muchas
veces, que había muchos turcos en Chile. Esto me alegró mucho. Podría conversar sobre
nuestro país y gente con otros compatriotas. Sin embargo, surgía una duda: ¿cómo era posible
aquello, si mis conocimientos en Turquía me decían que no había casi turcos en este alejado
país? Cuando se me indicó los lugares donde podría hallarlos, sitios como Patronato y otros,
y me dirigí hacia allá, con la esperanza de ver a mis hermanos de patria, y hablé con ellos no
entendí casi nada. Hablaban español como un chileno y no sabían turco ni árabe. ¿Quiénes
eran? Si se trataba de mis paisanos, ¿cómo habían olvidado el idioma? ¿Cuándo habían
inmigrado a Chile?… Las preguntas eran muchas. Y luego llegó la respuesta: eran
descendientes de los otomanos que llegaron desde la zona árabe hace más de un siglo. Así,
desde aquel tiempo deseé saber más sobre la descendencia otomana en Chile. Y comprendí
que el turco en este país, como en toda Latinoamérica, no era el de la etnia turca, sino que se
trataba de los descendientes de árabes otomanos. ¿Por qué, entonces, se los llamaba turcos?
¿Por qué habían inmigrado? ¿Cuándo lo habían hecho? ¿Cómo había sido el proceso de
adaptación? ¿Cómo lograron su “chilenización”? Todas estas interrogantes esperamos
responderlas a través de la presente investigación de la manera más objetiva que fuere posible.
….
Durante muchas décadas la historiografía oficial, occidental especialmente, ha
señalado que la inmigración árabe otomana al mundo europeo y principalmente americano se
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debió a las fuertes represiones de la “tiranía turca” en que vivían los habitantes del Medio
Oriente. Y es común escuchar como causa migratoria el supuesto del gobierno
despótico y tiránico del Imperio Otomano. Es indudable que hay aquí un interés político de
por medio, de justificación o legitimación del papel jugado por las comunidades que migran,
en la desarticulación del Imperio Otomano y su unidad. Por ejemplo, autores como Bernard
Lewis, Mehmet Temel, Adem Kara, Andreas Wimmer, Bruce Masters, Remzi Çavus, y otros
más, han demostrado el papel de las comunidades no musulmanas en la caída del Imperio
Otomano, y en la agudización de la crisis económica, social y religiosa del Levante. Así, por
ejemplo el millet-i rum o comunidad ortodoxa, servirá a los agentes de Rusia; los católicos
romanos, o franki, dentro del mismo millet cristiano, representarán los intereses del Papado y
Francia, contra Inglaterra y Rusia; pero todos serán, en definitiva, quienes maniobren y
maquinen las circunstancias que darán pie al inicio de una migración árabe otomana a tierras
lejanas. Además, la caída económica y la intervención europea a través de la misionería
implicaron el derrumbamiento del sistema de administración otomano que había durado
varios siglos, y que repercutirá en los problemas sectarios, afectando el sentido original de los
millets. Por otra parte, las disonancias en el mundo árabe otomano derivaron en algunos
momentos y regiones específicas del Imperio (especialmente, el Líbano y Siria) en conflictos,
pero no por un “odio sectario” a priori, sino que, muy por el contrario, estas condiciones se
fueron generando al interior de las estructuras de privilegios, que las presiones externas al
Sultanato, definen como deseables en el mundo intercomunal del Imperio Otomano. Como
menciona Bernard Lewis estas comunidades otomanas vivían más tranquilas y en paz hasta la
mitad del siglo XIX, cuando aceptaban de buena manera el sistema gobernante; pero, cuando,
influidas por las ideologías liberales europeas, empezaron a exigir más derechos, surgieron
conflictos graves que derivaron en el sectarismo, que no se dio en todo el Imperio sino que
como hemos mencionado en una zona muy precisa: una parte del Levante, que, por lo demás,
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y así lo demuestra la historia siempre ha sido un lugar de difícil administración dada la lucha
por la hegemonía entre las diversas comunidades étnicas y religiosas. También debe
considerarse que el pueblo musulmán al ver que los millets empezaron a tener en ocasiones
más derechos que ellos mismos, lo cual parecía paradójico, siendo que se trataba de la masa
poblacional más numerosa y la que iba a la guerra, debido a que ésta era una norma islámica
la que así lo determinada (lo cual cambiará con las reformas de Tanzimat y se acelerará con la
llegada de los Jovenes Turcos).
Esta creencia “oficial”, es decir la migración árabe otomana como producto de la
“tiranía turca”, por supuesto, también ha sido repetida en Chile, especialmente en las
memorias de los inmigrantes árabes o en sus descendientes, como incluso en algunos
historiadores.
Sin embargo, además de no considerar que el sectarismo y los problemas económicos
más graves surgieron en un sector geográfico particular, a fines del gobierno otomano y en la
época de los Jóvenes Turcos, existe una serie de fuentes de gran valor que no han sido
consideradas a la hora de realizar un análisis científico. Indudablemente, las memorias y las
entrevistas orales tienen su valor, y es por ello precisamente que nosotros las consideraremos
para confeccionar esta tesis. Pero, no son las únicas fuentes.
Para los historiadores los procesos migratorios siempre han sido objetos de estudios
sumamente complejos. Y ello es así dada la cantidad de factores que la originan, como
además de la dificultad de un análisis objetivo. Por ello, la micro historia aunque tiene su
valor, no puede ser determinante. Es por esto, que se debe estudiar el contexto en el cual surge
la inmigración.
Para nuestro trabajo hemos considerado vital el criterio según el cual la recopilación o
sistematización de la información deber partir de la búsqueda de la memoria del
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desplazamiento territorial. Es decir, recuerdos dados por los propios individuos o sus
descendientes, considerando la perspectiva que los hechos se suceden en unas estructuras
sociales, culturales y religiosas, y en un lugar y tiempo concreto. Por ende, esta exploración se
llevará acabo a través de entrevistas, fotografías, medios escritos, ya sean documentos
oficiales o diarios personales, así como en la prensa de la época; por ejemplo el uso de los
censos como un instrumento de medición y estudio estadístico aplicado para cuantificar la
distribución geográfica y la fisonomía humana de la migración; el estudio comparativo de los
medios gráficos de difusión y comunicación de la cultura de los inmigrantes otomanos árabes;
las tesis como fuentes primarias para interpretar las herramientas de la investigación, desde un
punto de vista racional y objetivo, deductivo y particular; la entrevista oral a inmigrantes y
descendientes de inmigrantes como un método de evaluación subjetiva de la visión propia del
motivo de la inmigración; un estudio de campo realizado a través de vivencias y experiencias
narradas por las personas entrevistadas, tamizadas por el paso del tiempo y las circunstancias
históricas vividas; y la observación e interpretación de las fuentes locales, análisis de
comentarios, opiniones de público en general y de algunos especialistas de la época.
Describiendo e interpretando a partir de estas fuentes un desarrollo del tema en
cuestión y al comparar estas descripciones e interpretaciones se permitirá probar las hipótesis
y teorías sobre las causas de la inmigración, las diferencias y similitudes culturales del pasado
y del presente del mundo árabe otomano y su paso a América, como su asentamiento en
Chile.
También nos ha parecido fundamental para entender el proceso migratorio una
explicación histórico-cultural sobre los pueblos que entran en juego en nuestra tesis: turcos y
árabe. A la vez que un desarrollo rápido, al momento de referirnos al proceso de adaptación
de los inmigrantes, de la mentalidad chilena de inicios del siglo XX. Creemos que solo así, es
decir explicando un poco la historia y la cultura de turcos y árabes, puede entenderse mejor
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cuestiones vitales para este análisis como por ejemplo ¿por qué los árabes otomanos
emigraron desde la segunda mitad del siglo XIX y no antes? ¿Por qué aumentó tanto la
migración antes y después de las Guerras Mundiales? ¿Por qué las críticas a los “turcos”
surgen recién a mitad y fines del siglo XIX y no antes?
En cuanto a la metodología a aplicar sabemos que existen numerosas teorías que
intentan explicar los fenómenos migratorios. Pero, creemos, que el modelo del “push-pull”, es
el que más se ajusta a nuestras hipótesis y a los fenómenos expresados en la documentación
oficial, así como en las memorias, ya que este modelo considera en el fenómeno las fuerzas
expulsoras del lugar de origen, la presión demográfica, la situación económica (como por
ejemplo, bajos salarios y desempleo), etc.; y la consideración que hace de las fuerzas
atractoras del lugar de destino, como por ejemplo mejores salarios, perspectivas más positivas
de desarrollo económico y social. Por otro lado, este sistema metodológico considera las redes
que hacen posible esta migración, las que finalmente van a funcionar como un puente entre
las fronteras. Estas ventajas han sido determinantes a la hora de la elección de una
metodología.
Los objetivos de este trabajo pueden dividirse en dos: generales y específicos. A
continuación el listado de nuestras finalidades, las cuales esperamos obtener a través de los
diferentes capítulos de nuestra tesis:
I.- Objetivos Generales
1. Descubrir los lineamientos de la inmigración árabe otomana
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2. Conocer la cultura de la sociedad de origen de los inmigrantes Otomanos Árabes.
2.1-. Encuentro entre Árabes y Turcos, Siglo VIII.
3. Investigar la inmigración de otomanos a Chile entre los años 1839-1924.
4. Comprender el encuentro, la adaptación y la integración cultural de los inmigrantes
otomanos árabes.
5. Caracterizar la composición migratoria de los árabes y su proceso de transculturación.
II.- Objetivos Específicos
1.- Analizar las influencias mutuas entre las culturas turca y árabe.
2.- Comprender las motivaciones y causas de la emigración árabe.
3.- Conocer la red de apoyos a los inmigrantes árabes.
4.- Detectar las razones que condicionaron la elección de Chile en América.
5.- Investigar la evolución y adaptación de la identidad cristiana y musulmana árabe.
A través de los presentes objetivos se podrá conocer mejor la historia y fundamentos
de la inmigración árabe otomana a Chile y comprender su real problemática.
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CAPÍTULO I
ORIGEN DE LO OTOMANO
I.1.- TURCOS
Dos mil años antes de Cristo, en el Centro de Asia, en las montañas Sayan y Altay, al
noroeste, en las riberas del Yenisey, moraban los pueblos Turcos, los que por primera vez son
mencionados en los archivos chinos como Turuk. Estas “hordas” fueron moviéndose
paulatinamente desde el centro de Asia hacia la provincia de Anatolia, las estepas rusas, la
India, China, Europa, la Península Arábiga y África.
Fig. 1.- Mapa que muestra el desplazamiento de los pueblos turcos desde sus primeros asentamientos hasta la
máxima expansión del Imperio Otomano.1
1 Las mapas de tesis ha sacado de la pagina, http://www.6dtr.com/TARIH/haritalar
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Hacia el 1500 A.C., sus dominios van extendiéndose, desde las montañas antes
mencionadas hasta el límite noroeste de esa zona, cuya frontera natural es la montaña Tengri;
por el oeste solo fueron detenidos por los Urales y al Sur hasta el Balkash, al suroeste el Aral,
incluyendo el Mar Caspio; y al noreste su límite fue las grandes estepas de Mongolia. Dicha
expansión que culminará el año 432, cuando Atila2, unifique bajo su mando a los pueblos
turcos, llevándolos hasta las puertas de Roma.
Unidad que duraría hasta el 469, año de la muerte de Atila, momento en que los clanes
turcos abandonan las banderas que los habían unificado, en un “Estado”, para transformarse
nuevamente en una serie de clanes que luchaban entre sí, disputándose la hegemonía. El año
552 se establece el Primer Imperio Göktürk, o Turcos Celestes, en Asia Central, el cual será
desbaratado por los chinos en el 582. Pasando nuevamente por un periodo de anarquía y
guerras intestinas, hasta el 681, que se establece el II Imperio Göktürk que durará hasta el
744. En paralelo está naciendo un pequeño estado, los Karluk (716), el que en definitiva será
el primer grupo turco que se asume el Islam como religión.
Pero serán los Karahanlılar quienes asuman el Islam como religión del Estado y el
idioma turco como lengua oficial, dando origen al primer Estado Turco Islámico,
constituyendo el puente hacia el Imperio Selyúcida.
Debemos hacer notar, en todo caso, que no es sino hasta el año 700 que los pueblos
turcos se encontrarán con otra fuerza en expansión: los árabes que vienen saliendo de la
llamada “Edad de la Ignorancia3”, para entrar al Islam. Es en este choque que se construirá
una nueva identidad para las tribus turcas, que aun mantienen el nomadismo, el mismo con
que vivían en las estepas del Asia Central, los tiempos en que los hunos estaban bajo el
2 Atilla: Rey de los Hunos, pueblo proto turco que habita las estepas de Asia Central, sus herederos son los
Göktürkler que darán origen al os demás clanes turcos. 3 Cahiliye. Tiempo de ignorancia e indigencia espiritual, que se opone a todo lo que representa el Islam. También
podemos definirlo como el tiempo anterior al nacimiento de Profeta Muhammad,, año 570.
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mando de Atilla, o los Göktürkler asolaban Europa. Este es el momento de los Karluk que en
su choque con los Árabes musulmanes se encuentran con una nueva fuerza que, en sentido
contrario, avanza en la conquista de territorios, asumiendo la nueva fe y con ella una cultura
del sedentarismo y la construcción de ciudades4 . Este enfrentamiento durará casi medio siglo,
y culminará con la conquista islámica de todo el centro de Asia, que era el camino de entrada
al Imperio Chino. La Batalla de Talas marca el punto de inflexión en la expansión del Islam y
en la relación entre turcos y árabes, sellando para siempre una especie de interdependencia
para mantener la zona en manos de la nueva fe que se expande por el mundo. Julio de 751
marcara el fin de una era, “las fuerzas árabes nunca iban a penetrar al este de Fargana o al
noroeste de de Sash, nunca seguirán la ruta de la seda a Sinkiang y a través del desierto de
Gobi”5. Aunque también significará que la otra potencia en expansión, China, se detenga en
esa frontera. “Fue también la ultima vez que los ejércitos chinos se adentraron tanto en el
oeste […] Tendría que pasar un milenio antes de que las fuerzas chinas aparecieran de nuevo
en Kaşgar”6. Si comparamos la batalla de Poitiers y la de Talas, la derrota y la victoria, ambas
marcan el límite de la expansión árabe islámica.
I.2.- LOS SELYUCIDAS (BÜYÜK SELÇUKLULAR): 1042-1157
Selçuk ibn Duqaq, llamado Selçuk, moviliza sus fuerzas hacia el Sir-Daria,
expedicionando constantemente al Irán oriental. A su muerte le sucedió su hijo Ismail, que
avanzando hacia el sur vino a chocar con el sultán Mahmud, de la dinastía Gazneli, siendo
derrotado y hecho prisionero. Esta derrota no significó la destrucción de los Selyúcidas, más
bien solo fue una pausa en su camino, pues a la muerte de Mahmud, estos retomaron su
4 KENEDDY, Hugh, Las Grandes Conquistas Árabes. Edit., Crítica, Barcelona. 2007, p. 352.
5 Idem, p.353.
6 Idem, pp.352-53
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avance conquistando Horasán, en el oriente de Irán. Mesud, el nuevo emperador de los
gazneli, fue derrotado en la batalla de Dandanakan, el año 1040, por Tugrul. Diez años
después conquistarán Bagdad de manos de los Califas Abbasíes. Este es el punto en que los
selyúcidas colocan la piedra fundacional del Imperio obra de Alparslan, ya que Tugrul recibió
los títulos de Sultán y de Rey de Oriente y Occidente.
En 1063 Alparslan sucede a su tío Tugrul, fundando el Imperio Selyúcida, tomando
como capital la ciudad de Rayy, conocida hoy como Teherán7. Conquistará Aleppo, y
Armenia, en 1070, iniciando su avance hacia los territorios bizantinos, iniciando así la
conquista de Anatolia. Malazgirt, en 1071, será la batalla que marca la derrota de los ejércitos
de Diógenes IV, Emperador Romano de Bizancio, iniciando la dinastía Selyúcida conocida
como Sultanato Rum y fijando el dominio de los turcomanos sobre Anatolia (la cual será el
germen del Imperio Otomano). La otra rama selyúcida gobernará sobre la zona de Irán, y la
región denominada Shams (Siria, Palestina, Jordania).
I.3.- LOS SELYUCIDAS DE ANATOLIA
Los turcos llegaron a Anatolia en siglo XI después de la derrota bizantina del Valle de
Malazgirt en el año 1071. El imperio turco selyúcida comenzó en el año 1040 y se debilitó en
el año 1157 producto de la llegada de los mongoles. A partir de ese momento emergieron
diversos principados autónomos turcos que dependían del imperio Selyúcida de Rum. Hasta el
siglo XIV se mantuvo la inestabilidad en Anatolia ya que los diversos principados luchaban
entre sí para lograr la hegemonía. Pero el Imperio Bizantino no pudo aprovechar ese caos,
7 Para ampliación del tema ver: VEIGA, Francisco. El Turco, X siglos a las puertas de Europa, Debate,
Barcelona, 2006, p. 35.
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debido a su debilidad ocasionada por la invasión de los cruzados francos a Constantinopla en
el año 1204.
Dentro de los principados había uno que fundó Ertugrul, padre de Osman. Era un
pequeño patrimonio de 4800 km², teniendo como centros principales Sögüt (la que será la
primera capital imperial) y Domaniç en la Frigia Septentrional sobre la frontera de Bitinia,
provincia de Bizancio. El padre del fundador de la dinastía otomana, Ertugrul; murió en el
año 1288 y lo sucedió su hijo Osmán Bey como príncipe de su territorio. A continuación hubo
una segunda invasión mongola a Anatolia, la que provocó el debilitamiento aun mayor del
Imperio Selyúcida; por lo que en el año 1299 se proclamó la independencia y el comienzo del
Imperio Otomano como sucesor del imperio Selyúcida.
Fig.2.- Mapa de los feudos turcos antes de la conformación del principado de Osman, siglo XIII.8
Osman Bey en poco tiempo avanzó y conquistó varias ciudades y territorios bizantinos
aprovechando la debilidad del imperio cristiano oriental. Esta conquista la realizaba
8 Las mapas de tesis ha sacado de la pagina, http://www.6dtr.com/TARIH/haritalar/.
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respetando a los pueblos que iba conquistando y otorgándoles tranquilidad y paz. Además, los
diversos principados turcos se fueron integrando paulatinamente a la dinastía otomana.
Osman Bey murió el 6 de abril 1326. El mismo día, su hijo heredero, Orhan Bey,
conquistó Bursa (Prusa, capital de Bitinia), que será la segunda capital otomana.
En 1330 Orhan conquistó Iznik (Nicea). Después, Orhan Bey se casó con la hija del
emperador Juan VI Cantacuceno (1347). Este episodio demuestra los estrechos vínculos que
se fueron desarrollando entre otomanos y bizantinos. Incluso en el año 1349 cuando el Rey de
Serbia arrebató a los bizantinos Tesalónica, Cantacuseno llamó en su ayuda a su yerno Orhan
Bey, quien envió a su hijo mayor Solimán con 20.000 soldados. Con la ayuda de la flota
bizantina liberó la ciudad y la restituyó a Constantinopla. Después, Juan V Paleólogo,
pretendiente al trono bizantino, se alió con los serbios y los búlgaros en contra de
Cantacuseno, y éste, con la ayuda de Solimán, lo derrotó en Dimotoka en 1352. Cantacuseno
recompensó a su yerno Orhan Bey cediéndole el fuerte de Çimpe, sobre la costa europea de
los Dardanelos, en la península de Galípoli, de la que Solimán tomó posesión en el año 1353.
Además, al año siguiente este último se apoderó del fuerte de Galípoli.9
Durante el siglo XIV se consolidó el poder de la dinastía otomana, ya que los demás
príncipes turcos la aceptaron. Mientras, el Imperio Bizantino se debilitaba cada vez más,
habiendo cuatro intentos otomanos para conquistar Constantinopla, ya que esta ciudad era el
corazón de la zona que estaba siendo conquistada por los otomanos.
En el año 1451 Murat falleció, dejando como sucesor a su hijo Mehmet II, quien será
apodado “Fatih” (El Conquistador). En 1452 Mehmet construyó una fortaleza sobre la ribera
Rumelia del Bósforo: el fuerte de Rumelia (Rumeli Hisari), a 15 Km. al norte de
Constantinopla, frente al construído por Bayezıt I (Bayezeto) en 1396 el Anadolu Hisarı
9KITSIKIS, Dimitri, El Imperio Otomano, Edición Fondo de Cultura Económica, México, 1989, pp.38-39.
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(Fuerte de Anatolia), con el fin de que, a ambos lados, el acceso de los bizantinos al Mar
Negro estuviese bloqueado y que ningún apoyo les pudiese llegar del dicho mar, ya que el
Imperio Bizantino estaba rodeado por tierra por el Imperio Otomano el único punto por donde
podía recibir ayuda era por el mar.
Llegando el año 1453 los otomanos lograron tomar la capital bizantina, con lo cual
consolidaron su imperio e iniciaron una nueva etapa de conquistas en Europa. Con la
conquista de Constantinopla se inició un nuevo ciclo en la historia, en el que cumplió un rol
relevante el Imperio Otomano.
I.4.- CONFORMACIÓN DEL IMPERIO OTOMANO
El Imperio Otomano, como ya hemos dicho, nació alrededor de 1300 en Anatolia,
alterando el componente étnico y religioso de la región. El arribo de los nuevos soberanos
traerá consigo no solo un cambio de gobierno, sino que también un cambio en la estructura
étnica y religiosa, lo griego y cristiano de los siglos anteriores dejará de ser lo predominante,
pasando el Islam y lo turco a transformarse en el elemento esencial de conformación de la
sociedad naciente.
Y será este elemento islámico lo que prime en el transcurso de los 600 años de la
dinastía Osmanlí. El Imperio se irá construyendo sobre los cimientos de un Islam, poco
entendido, a veces, exteriormente representado por las grandes construcciones de mezquitas y
la ritualidad10
. Profundamente turco, será el componente primario, aunque irá paulatinamente
transformándose en un estado multinacional. Y el Islam y la adopción de la ley Islámica por
10
IMBER, 2004, p.25
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los gobernantes, se irá haciendo cada vez más ortodoxo. Aunque éste jamás logrará superar al
elemento turco en el quehacer político del Estado.
Como decíamos más arriba, es el hijo de Osman, Orhan, quien a partir de las continuas
excursiones sobre el territorio de Bizancio, irá disputando terreno y conquistando para el
Islam las tierras de la Cristiandad. Una tras otra caerán las ciudades, desde Lopadion a Nicea,
pasando por Nicomedia. Aunque no solamente se trató de cercar a Bizancio, pues la
expansión también fue hacia Asia, cayeron Ankara, el emirato de Karesi, puente entre Europa
y Asia. Aunque de mayor importancia es la intervención de Orhan en las guerras civiles de
Bizancio, gracias a su concurrencia y matrimonio con la hija de Juan VI Cantacuceno, accedió
a los territorios de Galipoli, siendo estas las primeras zonas ocupadas por las tropas turcas en
Europa. En el año 1353 Suleyman, general de Orhan, se apresura a ocupar una serie de
ciudades, las que a raíz de un terremoto habían perdido sus murallas, trayendo a una cantidad
importante de habitantes turcos de Anatolia para colonizarlas. Esta expansión continúa hasta
1362, fecha en que Orhan muere, habiendo sentado las bases de lo que será la característica
del Imperio Otomano: tierras en Europa y Asia, dominios rurales y grandes centros
urbanos11
.
Murat llamado Hüdavendigar, el Divino, por su fe, no solo extendió el Imperio hasta
casi completar la conquista europea, sino que sentó definitivamente las bases del Gran
Imperio Otomano. En treinta años de reinado, divididos en veinticuatro años como Príncipe
del Imperio Otomano y seis como Sultán, nombrado por el Califa Mameluco del Cairo, Murat
no sólo transformó el imperio asiático en uno de corte europeo, heredero de la estructura de
Bizancio, sino que conquistó desde Tracia hasta Kosovo, dejando en manos de su hijo, Sultán
Bayezid I, un imperio de 500.000 km2.
11
KITSIKIS, 1989, pp.36-37.
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Bayezit I logró mantener y consolidar los dominios legados a él, extendiéndolos a su
vez. Se le considera por esto, como el Sultán que lleva al Imperio Otomano a su culminación,
derrotando la Cruzada Bizantina y Húngara levantada en contra del Islam. Solo no logró
conquistar Constantinopla pues al extenderse hacia la zona Armenia chocó con Timur quien le
derrotó en la batalla de Ankara en 1402 desatando el período del Triunvirato.
Fetret Devri, el Triunvirato o Interregno Otomano, es uno de los periodos más
oscuros de la historia del Imperio. Serán 11 años de continúa guerra civil entre los hijos de
Bayezit I, que tratan, batalla tras batalla, de ganar la hegemonía y la Corona. Finalmente y tras
derrotar a su hermano Musa Çelebi, Mehmet Çelebi logra, en 1413, convertirse
definitivamente en Sultán. Un reinado que no tiene mayor importancia, salvo que fue el que
pone fin al Interregno. En 1421 le sucede su hijo Murad II, reestableciendo la situación del
imperio a la dejada por Bayezit I, conquistando Serbia y consolidando el poder otomano sobre
los Balcanes. Cuando en 1451 fallece le sucederá su hijo Mehmet II.
Fatih, “El Conquistador”. Ese será el nombre con que la historia conocerá a Mehmet
II, el Sultán que logra conquistar Constantinopla, luego de cuatro intentos fallidos de sus
predecesores. Así, el 29 de mayo de 1453 Mehmet entra por la puerta de Andrinópolis
poniendo fin a los mil años de historia romana. “…Istanbul fue conquistada por un
comandante y Sultán Otomano, cuyo nombre era también Muhammad (Mehmet), a los
veintidós años edad. Manifestaciones del destino tan dulces como el fin de un período en la
historia y el comienzo de una nueva era, ser bendecidos con las buenas nuevas del Mensajero
de Dios, derribar una puerta de acero, como la puerta de Jaybar, y dirigirse a la conquista
de territorios en Europa, para representar por completo el espíritu Muhammadiano en su
momento fueron la bendiciones que portó sobre su persona el Sultán Mehmet II «El
Conquistador». Puede decirse que él representó el espíritu Muhammadiano en su tiempo
como un Mahdi; estuvo entre las voces de los soldados que Abu Ayyub al-Ansari deseó
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escuchar y dar la bienvenida en Istanbul y que finalmente así hizo”.12
De esta manera va a
imponerse la hegemonía en términos religiosos del Islam sobre la mitad del mundo conocido.
El prestigio de la conquista, la caída del último reducto imperial romano, de la última muralla
de la Cristiandad que se resistía, de la puerta a Europa para el empuje del Islam, es lo que hará
de Fatih Sultán Mehmet II un hito entre los sultanes otomanos. Esta conquista que pone fin a
una época, no significará la entrada a un periodo de paz para la dinastía Osmanlı, sino que
muy por el contrario el Sultán Fatih vivió toda su vida combatiendo. Se dice que de sus
cuarenta y nueve años de vida, vivió treinta sobre su caballo luchando. Es más, después de
haber combatido por gran parte de Europa y Asia Menor, de haber conquistado Grecia,
Bosnia, Serbia, Herzegovina, Albania, Venecia le tributaba, y Rodas frena su avance por el
Mediterráneo, la muerte le encuentra sobre su caballo camino a otra conquista.
Al conquistar Constantinopla, se ciñe la corona del Imperio Romano de Oriente, es
decir accede por la conquista al título imperial de “César”. Es más, un siglo después, en 1547,
tras el tratado entre Carlos V y Kanuni Sultán Süleyman, éste comienza a utilizar en sus
denominaciones el título de “César de Césares”13
pero al Imperio Otomano aun le falta un
elemento importantísimo en su expansión: el Califato14
, que aun está en manos de los sultanes
Mamelucos, quienes gobiernan espiritualmente al mundo musulmán. Sin embargo, esta
conquista espiritual deberá esperar a Selim I. Importante será para el Imperio la gran
tributación que se obtendrá de las nuevas tierras ocupadas, consolidando así la base
económica del Sultanato, producción agrícola y tributos. Los tributarios de la Cizye han
aumentado, los territorios agrícolas también. Mehmet ha consolidado el núcleo del Imperio.
Su economía y sus fronteras han sido fijadas.
12
GÜLEN, Fethullah, Ensayos, Perspectivas y Opiniones, The Fountain, New Jersey, 2004. pp.15-16 13
IMBER, Colin, Ebu’s-su’ud, The Islamic Legal Tradition, Edmburgh University Press, Edimburgo, 1997.
capit.3 14
Califa (Halife) es un término político referido a la autoridad máxima dentro de la Umma (comunidad
islámica). Es el nombre de los sucesores del profeta Muhammad (Mahoma), y que van desde la muerte de éste
en el año 632 hasta 1924.
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Fig.3.- Mapa del Imperio Otomano a la muerte de Sultán Mehmet II Fatih.15
Los historiadores difieren sobre si Yavuz Sultán Selim I (1512-1520) [Hay cierta
actitud que refleja el carácter de estos primeros sultanes otomanos, y es el sentirse servidores
de sus vasallos y siervos de su Señor, Allah; Yavuz Sultan Selim al entrar a el Cairo, observó
como los hombres en las calles usaban un aro en su oreja, significando su esclavitud, él
decidió, como era “musulmán” o sea sometido a la voluntad de Dios, portar uno. Al comenzar
la Jutba, prédica del día viernes, era costumbre comenzarla con la fórmula siguiente: “En el
nombre de …”mencionando que se hace en nombre del Califa, al ser nombrado Yavuz Sultan
Selim I, éste se levantó diciendo que él no era Califa sino servidor de las tierras y de los
musulmanes] comienza a moverse al sur en una campaña para poner fin al régimen
Mameluco o si él además tiene la intención de prevenir un choque con los potenciales aliados
de su archienemigo el Shah Ismail de Irán. Esta estrategia también va a asegurar el lucrativo
mercado de las especias con Levante, o la expansión del bloque europeo dentro del mundo
islámico. Cualquiera sean las razones, Selim y su decisiva intervención hacia las capitales
15
La mapa de ha sacado de la pagina, http://www.6dtr.com/TARIH/haritalar/.
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históricas del Islam, Damasco y El Cairo, tendrán como consecuencia una rápida expansión
del Imperio.
De esta manera el Imperio Otomano entra en su fase de mayor esplendor y poderío,
iniciando inmediatamente los cuatrocientos años de decadencia hasta que Mustafa Kemal
pondrá fin al Califato y sepultando atrás el Sultanato definitivamente.
A la muerte de Yavuz Sultán Selim I le sucedió su hijo Kanuni Sultán Süleyman,
quien a partir de las conquistas de su padre, que abarcaban hasta el Mediterráneo occidental,
comenzó una campaña para extenderse por Europa. Envió sus tropas, previo intento
diplomático, contra Hungría, conquistando Belgrado. Siguió luego el Mediterráneo, y el
aseguramiento de las rutas comerciales otomanas. Debía entonces conquistar Rodas y así lo
hizo el día 1 de enero de 1523, generando, de este modo, una ruta segura entre Istanbul y
Egipto, dominando todas la rutas marítimas que pasaban por esa zona, desatando un conflicto
con España y con la Casa de los Habsburgos, cuyo representante en ese momento era Carlos I
de España y Carlos V de Alemania, por ende Emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico. Este conflicto obligó a Süleyman a una alianza con Francisco I de Francia, quien
mantenía una rivalidad con su tío Carlos V, pero al final ambos firmaron un tratado de paz
que dejó al Imperio Otomano enfrentando solo al Imperio Romano Germánico de los
Habsburgos. A pesar de esta “soledad”, sin embargo, siguió conquistando territorios en
Hungría, obligando a Carlos V a firmar, en 1547, un tratado con Istanbul en el que, por un
periodo de cinco años, se establecía un status quo territorial, aunque Fernando, Archiduque de
Austria, debió renunciar a la soberanía sobre Hungría, pasando a ser solo el gobernador
tributario de los territorios que dominaba de la zona en cuestión. En el caso de Carlos V el
simbolismo noble del título juega a favor de Süleyman, el tratado denominaba a Carlos V solo
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como “Rey de España” y no Emperador, lo que da pie para que el Sultán comience a
considerarse “emperador de los romanos” o “César”.16
A partir del cierre del frente europeo, se pudo abrir el camino para los enfrentamientos
en Oriente y concentrarse en la que sería la campaña de 1549 contra los persas, en la cual se
fracasaría.
Pero Europa abrió sus frentes de batalla, Hungría vuelve a convulsionarse, llevando a
Süleyman a una serie de maniobras diplomáticas y militares que terminarán fracasadas, así
como sus continuas reyertas con el Sha de Persia que culminarán en el Tratado de Amasía el
año 1555 que consolidará su posesión de toda la Mesopotamia. Vendrá nuevamente el
enfrentamiento europeo, el fracaso ante Malta. Kanuni Sultán Süleyman consolida un
Imperio Otomano que domina desde Hungría, en suelo Europeo, hasta el Yemen, en las tierras
árabes, pasando por el Golfo Pérsico, el Cáucaso y Argel. Esta expansión sólo será detenida
por la muerte de Süleyman ante las puertas de Szigetvar en 1566. Con él desaparece el
“peligro turco” y se inicia el largo periplo de la decadencia del Imperio. Pasarán 358 años de
lenta agonía para el Imperio Otomano.
A Süleyman le sucede su hijo Selim II, quien debió seguir enfrentando el problema de
Hungría, la rebelión en el Yemen y la revuelta al norte de Basra (Basora) Su Gran Visir,
Sokullu Mehmet, hubo de sofocar uno a uno estos focos de inestabilidad política, otorgándole
el titulo de gobernador al líder de la revuelta en los pantanos de Basra (Basora). Yemen se
pacificó en tres años, y los sucesos de Hungría se zanjaron con la firma de una paz por ocho
años (1568), previo pago de un tributo anual de 30.000 ducados por parte del emperador
Maximiliano II (Emperador Electo del Sacro Imperio Romano Germánico) al Imperio
Otomano, concediéndole además Moldavia y Valaquia.
16
IMBER, 2004, p.69.
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Sokullu resultó ser un gran visionario en cuanto a obras civiles estratégicas. Quiso, a
partir de 1568, iniciar la construcción de un canal que uniese Suez con el Mediterráneo lo que
posibilitaría la invasión y el traslado de tropas, vituallas y barcos rápidamente atravesando
desde el Mar Rojo al Mediterráneo. El plan fracasó y Sokullu intentó lo mismo entre el Don y
el Volga, fracaso que significó mantener las limitaciones del poder marítimo otomano,
geográficamente impedido de desarrollarse.17
La conquista de Chipre en 1571 significará hacer al Imperio Otomano el dueño de la
entrada a Anatolia, Mesopotamia, y el Creciente Fértil de Arabia. Y con Rodas, también en su
poder, controlará la entrada al Mar Egeo y el Mar Negro. Como Chipre era soberanamente
tributario de Venecia su conquista traerá consecuentemente el ataque de la Santa Liga
(España, Venecia, Génova, el Ducado de Saboya, los Estados Pontificios, es decir el Papado,
y Malta, representada por los Caballeros de San Juan de Jerusalén), que se enfrentará a la flota
otomana en la Batalla de Lepanto, que significó la destrucción casi total de la flota otomana.
De las 230 galeras otomanas sólo regresaron a Istanbul 40. Lepanto no significó sino una
derrota táctica en el camino de conquista y dominio del Imperio Otomano. Sólo demoró seis
meses el Gran Visir Sokullu Mehmet en reconstruir la flota turca y salir, en 1572, nuevamente
a reinar sobre el Mediterráneo, quedando Chipre, definitivamente, en 1573 en manos del
Imperio. Los vencedores de Lepanto, no solo no obtuvieron Chipre, sino que debieron
enfrentar a la flota otomana en el norte de África, perdiendo Túnez (1574), dejando de esta
manera toda la costa norafricana bajo dominio del Sultán18
. Este será el ultimo de los “actos”
de Sultán Selim II, ya que morirá (1574) dejando el trono a su hijo Murat III.
17
IMBER, 2004. Pp.76-78 18
GAZIOĞLU, Ahmet C., Kıbrıs Türk Tarihi, Türk Dönemi, 1570-1878 (Historia de Chipre, Época Turca,
1570-1878), Cyrep, Lefkoşa (Nicosia), 1995, pp. 1-2.
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Con Sultan Murat III los conflictos en el Cáucaso se incrementarán, teniendo como
consecuencia la unidad de los Safawíes (dinastía gobernante en Irán) con los georgianos y
daguestaníes. En 1581 todos estos ejércitos atacarán al Imperio Otomano en distintas
direcciones: georgianos y safawíes asediarán Tiflis, derrotando a las fuerzas otomanas; por su
parte, los daguestanies atacarán en Derbend y tratarán de ocupar la provincias de Shirvan,
pero esta maniobra solo traerá como consecuencia que en el combate de Meshale las fuerzas
otomanas consoliden la soberanía del Sultán en Shirvan y Daguestán. A esto seguirá la
ocupación de Erevan (1583) y Tabriz (1585), derrotando completamente al ejercito Safawi.
En Georgia se ocupó Gori (1587). Hacia 1588 el general otomano Ferhat Paşa, quien es el
artífice de estos éxitos militares, va a ocupar Genye, en Azerbaiyán, mientras que Sinan Paşa
toma Nihavend, obligando al Sha Abbas I de Irán a pedir la paz dejando en posesión del
Imperio Otomano “todos los territorios que habían conquistado en Azerbaiyán y el Cáucaso,
además de Nihavend, Luristán y Sherihzor en el oeste de Irán.
En virtud de este tratado, el Imperio Otomano alcanzó su máxima extensión”.19
Todas
estas conquistas traerán una momentánea recuperación de la prosperidad otomana.
Entre Fatih Sultan Mehmet II y Murat III han pasado seis reinados, durante los cuales
el Imperio Otomano no ha tenido un día de descanso, guerra tras guerra, conquista tras
conquista la situación interna se ha ido deteriorando de tal manera que, ya en 1583 Ferhat
Paşa informaba al Sultán que los soldados estaban exhaustos y que los impuestos eran una
carga demasiado pesada para los súbditos otomanos. La guerra suscitó graves deserciones y
un ingente gasto para el Hazine (Tesoro). Esta guerra no generará grandes riquezas y las
nuevas tierras serán incapaces de otorgar impuestos que cubran los costos de las guarniciones
otomanas.
19
IMBER, 2004, p.81.
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30
Sin embargo, estas conquistas tampoco durarán mucho. Hacia 1594 el ejército
austriaco logra recuperar gran parte de la Hungría Occidental, y en concomitancia con los
voivodas de Moldavia y Valaquia logran arrasar con la zona norte de Bulgaria. En medio de
esta crisis muere Murat III (1595), ascendiendo al trono Mehmet III, quien inmediatamente se
dirige con su ejército a Hungría, consiguiendo solo una victoria en la llanura de Mezö-
Keresztes. Después de esto todo serían derrotas y desastres para el ejército otomano, que no
podía vanagloriarse de su antigua fuerza y supremacía. Así se perdió Buda y Pest. Desde la
muerte de Murat III el Imperio Otomano comienza a profundizar su crisis. Se debía luchar en
tres frentes al mismo tiempo: Europa, Irán y Anatolia, mantener tres ejércitos y la carga
impositiva se hacía insostenible. Ahmet I, el nuevo Sultán, sólo verá la paz en 1612. El
Imperio ha pasado casi cien años de batalla tras batalla, contra los austriacos, los húngaros,
los persas, los georgianos, los cosacos del Dnieper y los Anatolios. A la muerte de Ahmet I se
impondrá su hijo Mustafa I, quien sufre de cierta debilidad mental, lo que lo llevará a ser
sustituido en 1618, mediante una rebelión de Palacio, por su hermano Osman II.
Osman II con la intención de devolverle al Estado Otomano su anterior esplendor trató
de reformar las instituciones y de retomar la supremacía sobre los persas, siendo éste el
primer intento de “Tanzimat” - reforma y organización - en el anquilosado sistema de
gobierno del Sultanato. En su afán modernizador, va a tratar de:
Limitar los exagerados poderes de los Ulemas (intelectuales religiosos), quienes no
solo intervienen en los asuntos religiosos, sino que como el estado es teocrático,
también intervienen en los asuntos políticos. Osman trató de que el Ulema en jefe o
Şeyhülislam sólo pueda dictar fetva (sentencias) sobre cuestiones estrictamente
religiosas, en sentido occidental.
Recortar los gastos del Estado y mejorar la economía del Imperio Otomano.
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Abolir el cuerpo de Jenízaros.
Osman II no logró realizar estas reformas, debido a la rebelión de los mismos
jenízaros (tendrán el mismo comportamiento que los guardias pretorianos en la antigua
Roma), que en un comportamiento que será norma en el Imperio Otomano y luego en la
República [la constante intervención del ejercito como “garante” de las condiciones para
gobernar], intervendrán ejecutando al Sultán (1622), para lograr entronizar nuevamente a su
hermano Mustafa. Este hecho produjo una pugna palaciega por el control del Visirato. La
crisis fue tal que los gobernadores de algunas provincias iniciaron una serie de rebeliones,
como la de Anatolia Oriental, o el Líbano, desatando un fenómeno de desintegración que
debía ser detenido. En 1623, los Ulemas de Istanbul, reunidos en consejo, deciden deponer a
Mustafa y entregar el trono a Murat IV.
Este Sultanato continúa la serie de conflictos y crisis internas que va a caracterizar al
Imperio Otomano hasta su desaparición. De hecho, Murat llegó a poner en peligro la
continuidad de la dinastía al asesinar a todos sus hijos varones20
. Por otra parte se alinean
ideológicamente con los ulemas más ortodoxos y prohíbe el consumo, del café y el tabaco, lo
que se castigaba con la pena de muerte.
A pesar de su violencia (ejecutó a dos mufti -Jefes religiosos Islámicos-, a una serie de
visires, sus propios hijos, y las continuas expediciones para poner fin a las rebeliones), logra
frenar la crisis del Imperio, restablecer el orden y recuperar algo de la gloria militar perdida
en los campos de batalla. La reconquista de Bagdad, 1639, le valió reinstalar la frontera de
1555, con el Imperio Safewi. A su muerte, en 1640 se consideró a Murat como el artífice de
la recuperación del orden Imperial y de la gloria militar.
20
“El Imperio Otomano era un Imperio dinástico, cuya existencia continua dependía de la capacidad del sultán
para engendrar herederos varones y cuya estabilidad política dependía, hasta cierto punto, del equilibrio dentro
de la familia y la casa imperial. En consecuencia, las cuestiones de reproducción dinástica, estructura familiar y
sucesión eran asuntos de suma importancia política” IMBER, Opusc.cit. p.101.
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Ibrahim va a suceder a su hermano Murat en el trono, continuando con las campañas
militares de sus antecesores, esta vez en el Mediterráneo. Se construyó una flota que puso
cerco a Creta, apoderándose de la ruta marítima a Egipto. Pero estos éxitos militares se vieron
contrastados con los conflictos internos; la pugna por el Visirato se hacía insostenible. A lo
que se debe agregar los ataques venecianos en los Dardanelos y Bosnia. El bloqueo marítimo
de los Dardanelos, por parte de Venecia, inicia un periodo de crisis militar y política en
Istanbul, que se agravará por la condición mental del Sultán. Este bloqueo significa la escasez
de víveres para la ciudad durante el año 1647. Frente a la actitud del Sultán, de altanería ante
los venecianos, estallará una revuelta. En 1648, se envió la orden de recaudar impuestos para
“celebraciones”, lo que provocó la rebelión de algunos visires de provincia, las que se
extendieron a la capital. Por otra, parte un terremoto asolará Istanbul, Creta no pudo ser
abastecida debido al bloqueo de los Dardanelos, etc., y nuevamente los jenízaros intervienen,
cual pretorianos, solicitando al Muftí una fetva que ordene la ejecución del Gran Visir y del
Sultán, lo que se cumplió sin dilación.21
Mehmet IV, sucesor de su padre, sólo merece ser mencionado por la guerra de 16 años
que mantuvo con la Santa Liga, perdiendo en la batalla los siguientes territorios: Hungría,
Atenas y el Peloponeso frente a Austria y Venecia, respectivamente, tras el Tratado de
Carlowitz en 1699.
Han pasado menos de cien años desde que Kanuni Sultán Suleyman conquistara
Hungría y todos los territorios adyacentes, y ya se han perdido en medio de las crisis políticas
internas que se suceden una tras otra. Cada conflicto significa un nuevo atraso en cuanto al
sistema administrativo, y a ciencia militar (ya se demuestra en el mar que los galeones son
21
İNALCIK Halil, Quataert ,Donald, An Economic and Social History of the Ottoman Empire 1300 – 1914 (Una
Historia Social y Economica del Imperio Otomano 1300-1914), Cambridge University Press, Cambridge, 1996,
pp.710-713
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superiores, militarmente, a las galeras de remos, y en tierra los ejércitos austriacos, venecianos
e incluso los cosacos demuestran la superioridad de sus tácticas y armamentos por sobre el
otrora invencible ejército otomano).
I.5.- EL IMPERIO OTOMANO, UN ESTADO MULTINACIONAL: TOLERANCIA Y
DIVERSIDAD RELIGIOSA
El ejercicio de la tolerancia y la diversidad religiosa, ha entrado en un nuevo periodo.
Heredero de la tradición del Profeta Muhammed, Fatih Sultán Mehmet II da un status especial
a los cristianos y judíos de su reino, es más, estatuye sus derechos. Podemos dar un ejemplo
de esto cuando los otomanos conquistaron Bosnia, Fatih Sultan Mehmet II ordena mediante
un decreto a los habitantes del imperio que:
“La gran ayuda ha venido de Alláh.
Yo, soy el Sultán Mehmet Han. Informo a todo el mundo, a todos los individuos, a todos
los pueblos que quien tiene este edicto imperial, los franciscanos bosnios, han caído en la
gracia de mi Dios, por lo que ordeno:
A estos religiosos franciscanos, a esta iglesia que tiene mi orden nadie la puede
molestar, ni hacer problemas. Ellos pueden estar en sus tierras y vivir en mi Imperio sin
problemas.
Aquellos que arrancaron de sus iglesias, pueden venir tranquilamente con la seguridad
de la fuerza de mi poder y pueden establecerse nuevamente en sus iglesias sin temor de nadie.
¡Ni mis altos dignatarios, ni mis visires o empleados, ni siquiera mis sirvientes y aún
tampoco los ciudadanos de mi Imperio, deberán insultarles o molestarles! Nadie puede
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atacar, insultar o hacer daño a sus vidas o a sus iglesias, aún cuando venga alguien del
exterior.
Yo doy mi gran juramento y declaración a quien obedece mis órdenes y las leyes del
Estado, en el nombre del creador de la Tierra y del Cielo, el único que alimenta a las
criaturas y en el nombre de los siete Mushaf (libros sagrados) y de nuestro Gran Profeta, en
nombre de los ciento veinticuatro mil profetas y por la espada que he recibido al subir al
trono del Gran Estado Otomano, nadie debe contradecir lo que ha sido decretado.” 22
Este es el inicio de lo que después se desarrollará como sistema de Millet. La promesa
acordada ante Dios de proteger a los que profesan las llamadas religiones del Libro. El Islam,
más bien “El Profeta dijo que todos somos tan iguales como las cerdas que forman un peine.
El Islam no discrimina basándose en la raza, color, edad, nacionalidad o rasgos físicos. El
Profeta declaro “Todos procedéis de Adán y Adán procede de la tierra. Oh servidores de
Dios, sed hermanos y hermanas”. Aquellos que por nacer antes y tienen mas riqueza o poder
que otros, o pertenecen a ciertas familias o grupos étnicos no tienen derecho a gobernar
sobre los demás”.23
El respeto a esta tradición será lo que en definitiva también significará la
crisis del Imperio en un momento dado.
Millet Basi (Millet es un cuerpo político de gobierno para las comunidades religiosas
no musulmanas del Imperio Otomano en el siglo XVIII y XIX. Millet Basi es el Líder de Un
Millet, o sea cualquier patriarca o rabino jefe) este tipo de organización, que entre siglo XVIII
y XIX oficialmente estará compuesta por tres Millet: griegos ortodoxos, armenios y judíos.
Este tipo de organización data desde el reinado del Sultan Mehmet (1451-1481 segundo y
decisivo reinado). Las comunidades no musulmanas de las provincias árabes en sus acuerdos
22
TEKINOGLU, Hüseyin, Osmanlının Genç Dehası; FATIH (El joven erudito Otomano; Fatih (Mehmet II)),
Istanbul, Neden yayınları, 2008, p.112. El documento original que data de 28 de mayo de 1463 escrito por el
Sultán Otomano en la ciudad Miladroz, está resguardado en el Monasterio de Fojinica, en Bosnia. 23
GÜLEN, Fethullah, Ensayos, Perspectivas y Opiniones, The Fountain, New Jersey, 2004. pp.15-16
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de autogobierno con los autoridades musulmanas no ganaron si no una gran libertad y
autonomía para tratar sus asuntos. Condiciones que, además de en la España Islámica, ningún
otro imperio o gobierno anterior al siglo XX a producido para sus súbditos.24
El millet probó ser un sistema bajo el cual las distintas confesiones podrían ser
administradas como un crisol de tolerancia incluso en algunos momentos de la historia del
imperio otomano contradiciendo los dictados de la ley islámica. Debemos decir que la única
perturbación en este sistema que mantenía eficientemente el statu quo va a ser producida por
la presión ejercida sobre las autoridades de Estambul por las potencias europeas.
El fundamento de la tolerancia islámica se basa en la creencia que los judíos y
cristianos son religiones reveladas por tener un libro.
Así lo explica Halil Halid:
“Se sabe que la gente del libro, según los musulmanes son los cristianos y judíos, con
un trato distinto al de los paganos. Al revés los cristianos creen que los musulmanes son
paganos incrédulos idénticos a los otros paganos”. 25
Pero los sultanes otomanos deberán dar otro gran paso para conquistar el alma de su
Estado, cruzar la frontera que les corta el paso a los territorios de Levante, y al no
despreciable Califato [“El Concepto de Califato procede de la teología y de la historiografía
islámicas. Los historiadores musulmanes sunnies dan este titulo a los cuatro sucesores del
Profeta…, a los que veneran como los “califas bien guiados”…El término “califa” como título
de los sultanes otomanos, aparece por primera vez en 1424…No fue hasta el reinado de
Solimán I que el sultán comenzó a reclamar el título oficialmente”.26
] , ya que aspiran, no sólo
24
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The roots of sectarianism, 2001, p. 61. 25
HALID, Halil (Miembro de la agencia de inteligencia otomana entre 1894-1908), Ingilizlerin Osanlıyı Yok
Etme Siyaseti (La Política Inglesa de Destrucción del Imperio Otomano), Editorial Ekim, Istanbul, 2008. p.17. 26
26
IMBER, 2004, pp. 138-139.
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a ser los gobernadores terrenales, sino que muy por el contrario a ser los dirigentes de un
Imperio de Fe, basado en el camino de perfección espiritual que es la şeriat (literalmente
“Camino y Vía”; no es como comúnmente se entiende un código de justicia criminal, sino que
muy por el contrario es un camino de perfección espiritual y moral); “No importa de cual
nación o condición étnica descendían, vemos en todos ellos héroes que erigieron a partir del
Mundo Islámico el mismo espíritu. Desdeñaron e ignoraron el placer de vivir para sí mismos
y prefirieron el placer de hacer vivir a los demás en su lugar. Lo único que tenían en mente
era extender la religión a la que habían sido destinados como creyentes y seguidores, y fueron
recompensados con el correspondiente altísimo honor. En el Sultanato de Rum de los turcos
Selyúcida, el Estado Otomano y otros estados, en gobernantes como regentes Alparslan,
Kilicarslan, Murad Hüdavendigar, Fatih Sultán Mehmet II, Yavuz, Salahaddin Ayyubi
(Saladino) y muchos otros, apreciamos el mismo espíritu y sabiduría.
Alparslan, el sultán selyúcida, derrotó a los Bizantinos en 1071 y por ello las puertas
de Anatolia y los vastos territorios bizantinos se abrieron a los musulmanes. Pronunciaron un
sermón antes de la batalla de Malazgirt (Manzikert), una de las grandes batallas decisivas en
la historia, y concluyeron con esta plegaria: «Oh Señor, haz que la toga y ropas blancas que
llevo sean mi mortaja hoy». Aquellos musulmanes marcharon al campo de batalla y se
convirtieron en mártires en lugar de vencedores, y lo probaron así llevando sus mortajas
puestas antes de la batallas. De ese modo estuvieron, sin duda alguna, y sin haberlo pensado
dos veces, preparados para combatir al ejército enemigo, mucho más numeroso. Al final del
día, los musulmanes obtuvieron la victoria y el enemigo fue vencido y muchos cayeron
prisioneros, incluido el emperador bizantino Romano IV Diógenes, y creemos que el Sultán
Alparslan fue sincero cuando dijo que no era feliz ya que no había alcanzado su objetivo de
convertirse en mártir.
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El magnifico estado (y estados) instaurado por gente de dicha categoría excelsa
disfrutaba de tal prestigio y autoridad en el equilibrio de poder en el mundo que otras
naciones los observaron y adaptaron, rigiendo sus propios asuntos de estado en consecuencia.
Ejercieron tales esfuerzos en el camino de la Verdad, y menospreciaron cualquier cosa
excepto aquello, que anteponían a Dios en primer lugar en todo plan y asunto por encima de
todo. Pensaron y evaluaron todo de acuerdo a la Voluntad y el Placer Divinos, y se
convirtieron en defensores de la Causa Suprema. Por esta razón Dios protegió nuestras
fronteras de todo intruso, y encabezamos una decorosa y gloriosa vida en el pasado. Cuando
perdimos esos altos atributos y dicho espíritu, fuimos rodeados por todos lados, degradados y
finalmente capturados por nuestros enemigos. Primero agonizamos en espíritu, luego en
dignidad y honor, y posteriormente en términos físicos y materiales. Y ahora, observamos a
las supuestas «superpotencias» y esperamos su ayuda y apoyo en toda circunstancia. Nos
consideramos más victoriosos si nos las arreglamos con dejarles nuestras obligaciones y
deudas”. 27
Mientras el poder del Estado Turco Otomano va aumentando de muchas maneras, la
habilidad del Estado Mameluco, de Egipto y Siria, de defenderse así mismo se ha deteriorado
producto de las constantes luchas internas. En 1516, los restos del poder mameluco serán
abatidos por un victorioso ejército otomano. El imperio mameluco, que eclipsó el poder
imperial de los ayyubidas en Siria y Egipto, va a ser a su vez reemplazado por el imperio de
los turcos de Anatolia.
Será en esta zona donde las políticas de control otomano sobre las relaciones entre
musulmanes y no musulmanes darán pie con el paso de los siglos a la inmigración.
27
GÜLEN, Fethullah, Preguntas y respuestas sobre la Fe Islámica, The Light inc. New Jersey, 2006, pp.145-46
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38
Los musulmanes de las tierras árabes aceptarán fácilmente la dominación y, desde el
principio, incluso con un sentimiento de orgullo al pertenecer a un poderoso y nuevo imperio
musulmán. Los maronitas, drusos, y rum en general serán muy cautelosos respecto de sus
nuevos vecinos”. 28
La caída del régimen mameluco significará que las condiciones de vida para las
distintas comunidades religiosas van a cambiar, ya que a los mamelucos no les interesa
mucho la presencia cristiana y judía en sus dominios. Estas nuevas condiciones serán
percibidas como una ventaja de libertad, eso sí bajo un régimen de Cizye29
. Como ejemplo, en
el caso, de los judíos sefardíes, el Sultán les da la bienvenida como individuos de un potencial
altamente productivo. Mas importante aun es la tradición política, honrada, por los Sultanes
Otomanos de garantizar la autonomía de varios grupos sociales dentro de su Imperio. Para
cristianos y judíos en el mundo otomano esto va significar la libertad de poder ordenar sus
asuntos comunales casi sin intervención del Sultán. Esta política los diferencia del régimen
mameluco el que está más cerca de cumplir al pie de la letra el Pacto de Omar, que
trascribimos a continuación:
ºPacto del II Califa del Estado Islámico Omar ibn al-Khattab con los cristianos (634-
644):
Narró Abd al-Rahman ibn Ghanam que cuando Omar ibn al-Khattab ofreció una
tregua a los cristianos de Siria mandó a escribir esto:
Bismillahirrahmanirrahim (En el nombre de Allah, el Clemente y el Misericordioso.)
Este es un pacto del sirviente de Allah, Omar comandante de los creyentes.
28
ABRAHAM, A.J. Lebanon at Mid-Century, Washington, University Press of America, 1981. p.15. 29
Impuesto que debe pagar un hombre adulto no musulmán que vive bajo el Estado Otomano.
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39
Cuando viniste con tu ejército, te pedimos autorización para nosotros, nuestros
vástagos, nuestras posesiones, y las gentes de nuestra colectividad, y contraemos el
compromiso siguiente contigo:
Que nos sometemos a la autoridad política del Islam.
Que no hablaremos del Profeta Muhammad, de Su Libro, o Su fe.
Que no cometeremos fornicación con una mujer musulmana
Esto se extiende e incluye el matrimonio entre un no musulmán hombre y una
mujer musulmana.
El matrimonio entre un musulmán hombre una mujer zimmi (protegidos por el
Islam pero no musulmanes, específicamente judíos y cristianos, también llamados Ahl al
Kitab (Gente del Libro)) está permitido siguiendo el ejemplo de profeta Muhammad. Los
hijos serán musulmanes. Pero una mujer no musulmana esposa de un hombre musulmán es
libre para practicar su propia fe.
A los no musulmanes les está prohibido vender o dar a los musulmanes cualquier
cosa que viole la ley islámica, por ejemplo; cerdo y alcohol.
No está permitido el uso de cruces en público o el sonido de las campanas,
ninguna proclamación pública de la creencia “politeísta” a un musulmán.
Ninguna iglesia o sinagoga nueva será construida.
Los no musulmanes vestirán una faja sobre sus mantos para diferenciarse de los
musulmanes, no sobrepasarán en altura a un musulmán, no podrán ir montados si un
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musulmán va de pie. Esta prohibición se extiende a que los no musulmanes no pueden
manejar caballos o camellos, limitándose únicamente a los burros y mulas.
Los no musulmanes no pueden enseñar a sus hijos el Corán, ni usar el árabe en
sus tratos personales.
Ningún no musulmán puede tener un musulmán esclavo.
No pueden hacer procesiones religiones públicas. Solo las tradicionales de
Pascua esta permitido. ] 30
El mayor apego de los Califas Mamelucos al estado de diferenciación, no está dado,
por un grado mayor de intolerancia, sino que está signado por el hecho que los cristianos
fueron el soporte nativo de los cruzados. Los cristianos maronitas, ortodoxos, y la comunidad
Rum en su totalidad, se relacionarán con Occidente, cultural, militar y religiosamente.
Durante los siglos XII y XIII y durante el tiempo de los cruzados francos en Levante, los
cristianos serán el apoyo y auxiliares de las tropas cruzadas, especialmente los católicos
maronitas y los drusos, combatirán como señores, caballeros y vasallos de los reyes
Cristianos. [La derrota de los cruzados llevó, a los maronitas, por ejemplo, a refugiarse en lo
más profundo de sus montañas, con la esperanza del retorno de sus aliados cristianos. Este
es un factor que los lleva a orientarse hacia el Oeste. Con la caída de Trípoli en manos de los
mamelucos en 1289 y la posterior ocupación de las costas, en 1291, los maronitas se
retiraron a sus fortificaciones en el altiplano de Kisrawan, intentando mantener su
30
LEWIS,Bernard, (ed.), Islam from the Prophet Muhammad to the Capture of Constantinopla, Vol. II, Religion
and Society, New York, 1974, pp. .216-223. Este documento denominado El Pacto de Omar vino a crear el
marco legal, positivo, que regirá las relaciones entre los musulmanes y los no-musulmánes en la Umma
medieval, con un interregno que dura desde el ascenso del Imperio Otomano al Califato hasta la desaparición de
éste.
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41
independencia. En 1292, 1300 y 1305 los mamelucos iniciarán operaciones militares contra
los maronitas de Kisrawan, posiblemente viendo en ellos restos de los ejércitos cruzados…31
Desde el siglo XVI hasta finales del siglo XX el mundo otomano se va a caracterizar,
primeramente, por su raigambre islámica y, en segundo lugar, por su extensión, como un
Imperio donde la libertad de culto y la tolerancia estarán regladas por estas dos condiciones
anteriores. El más notable ejemplo de esta libertad lo vamos a encontrar en las condiciones en
las que desarrollan su creencia los católicos maronitas de Monte Líbano, quienes tendrán una
autonomía, rayana en la independencia, hasta casi finales del Imperio Otomano.
Los maronitas con una jerarquía, un patriarca, fuera de la zona de control directo del
Imperio Otomano, van a tener una libertad política y religiosa como ningún otro grupo
cristiano tuvo en ese periodo. Entrarán en diálogo con Roma muchos antes que el resto de los
otros grupos cristianos, asegurando una relación fuerte y especial con el Occidente latino,
desarrollando así un progreso cultural superior al resto de la región. En el siglo XVII serán los
primeros en colaborar con los comerciantes y misioneros europeos. No hay otra comunidad
árabe parlante, en ese siglo, que tenga la fortuna de acercarse a Occidente; especialmente a la
Europa católica, en general, y particularmente a Francia.
El Oriente Medio bajo el dominio otomano se considera como el proto-ejemplo típico
de un imperio multicultural sobre la base de los principios universalistas de la religión. En
contraste con el imperio español, los otomanos nunca insistieron en la conversión religiosa de
sus súbditos. Por el contrario, las comunidades de otras religiones escritúrales se respetan en
el Islam, con el consiguiente reconocimiento de los cristianos y judíos, así como las creencias
de sus antepasados. Mientras se acepte la soberanía del Sultán y el papel superior que los
31
SALIBI, Kamal S. The Maronites of Lebanon Under Frankish and Mamluk Rule (1099-1516), Arabica
Journal of Arabic and Islamic Studies, Vol.4, nº3, New York, 1957. p.296
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42
musulmanes iban a desempeñar en el escenario de la política imperial, los cristianos de las
más variadas denominaciones y los judíos fueron aceptados como miembros integrantes del
mosaico de la sociedad en la que gobernó el Sultán. La legitimidad del Sultán descansaba
sobre su papel como protector de la fe musulmana, de los lugares sagrados de La Meca y
Medina, y como conquistador de nuevos territorios bajo el imperio de la ley. Sin embargo, la
legitimidad religiosa es más bien de un carácter secundario durante gran parte del Imperio
Otomano. La teoría del gobierno fue inspirada tanto por las prácticas de gobierno de los
sasánidas, algunos elementos de la doctrina imperial bizantina, y lo que es más importante de
las aristotélicas y platónicas de justicia, tal como fueron interpretados por los filósofos
musulmanes racionalistas, como Al Farabi, o más tarde por escritores como Hasan Kafi (1544
- 1616). La adecuación del comportamiento político fue juzgada sobre la base de lo que
algunos autores han llamado el Círculo de la Justicia, que incluía una división jerárquica de la
sociedad en estamentos y un punto de vista estático, de cada uno de los componentes, acerca
de sus funciones. El Estado depende del ejército (los hombres de la espada), quienes a su vez
se nutren de los campesinos (hombres de la tierra), que en teoría eran propiedad, junto con la
tierra, del Sultán. Los campesinos sólo pueden producir lo suficiente para apoyar al Estado y a
las fuerzas militares, con sus impuestos. A cambio el Imperio de la ley les protege de la
arbitrariedad de los gobernadores, de los ladrones y bandidos. En el caso de los musulmanes,
la administración de justicia está dada por los Kadis, que aplican la şeriat en los tribunales,
con la ayuda de expertos jurídicos, “muftis”, mientras que los imanes enseñan los principios
de la fe en sus mezquitas y escuelas religiosas (madrasas), adjuntas, algunas desde donde
rigen la orientación moral, la estabilidad y el orden. Un papel similar se dio a los teólogos y
sabios de las otras religiones oficialmente reconocidas. Estos derechos de los no musulmanes,
eran al mismo tiempo garantizados y protegidos por el Sultán, como el último gobernante
sobre el territorio y sus habitantes.
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43
Los antecedentes de las minorías étnicas y/o lingüísticas de gobernantes y gobernados,
eran de poco interés, siempre y cuando los principios de la legitimidad política prevalecieran.
Muchos de los banqueros del Sultán, asesores, gobernadores e incluso grandes-visires fueron
no musulmanes (como los poderosos fanariotas32
, ortodoxos griegos de Istanbul).
Hasta principios del siglo XVIII, el sistema por el cual se seleccionan los servidores
(devşirme), que compondrán las elites administrativa y militar en el Imperio, al menos
formalmente, garantizaba un modo de gobierno no-étnico y no-religioso, y por ende diverso y
tolerante. La mayoría de los servidores debían ser miembros de de la población rural no-
musulmana y fueron llevados a una edad temprana, especialmente a la Transcaucásia y las
zonas europeas del Imperio. Oficialmente eran conversos al Islam (aunque muchos de ellos
conservaban su fe o se habían adherido a sectas que realizan un sincretismo entre Islam y
Cristianismo, como la prominente Bektashi entre los Jenízaros) y se les inculcaba exclusiva
lealtad al Sultán, independientemente de su origen regional, étnico, lingüístico o religioso – lo
que en algunos casos no les impide actuar en favor de sus regiones de origen o de sus grupos
étnicos, cuando están en posiciones de poder. Incluso después de la abolición del sistema, y
hasta el final del Imperio Otomano, la elite gobernante es diversa y en muchos de sus
miembros había un trasfondo claramente multicultural. Por ejemplo, (un cristiano de origen
albanés criado en un entorno árabe en Egipto, más tarde se convierte al Islam, y se asimila a la
cultura de la elite otomana de Istanbul; esto no era en ningún modo algo excepcional). El
mismo idioma otomano, era el producto y el símbolo del carácter multiétnico del imperio:
sobre la base gramática del turco, su vocabulario es una mezcla de turco, árabe, griego y
persa.33
32
Son funcionarios Griegos del Imperio Otomano, miembros del as familias prominentes del barrio de Fener,
Istanbul. 33
WIMMER, Andreas, Nationalist exclusion and ethnic conflict, Cambridege University Press, Cambridge,
2002, p.159.
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44
Esto no quiere decir que la etnia o la religión no importaban en absoluto. Por el
contrario, las comunidades religiosas desempeñan un papel muy importante en virtud del
sistema de gobierno otomano. Las comunidades religiosas son las más importantes de las
baldosas del mosaico sobre el que la sociedad fue montada. Contrariamente a una idea
generalizada, hasta el advenimiento del Tanzimat, estas agrupaciones no se diferenciaban en
el sentido que abarca las denominaciones en el nivel de la totalidad del Imperio (el famoso
millet de cristianos ortodoxos, monofisitas cristianos, judíos y católicos).
Así, en una ciudad como Mosul, los armenios con sus creencias religiosas y sus
notables a la cabeza, se distinguen de los asirios, los judíos, los caldeos, etc. En la mayoría de
los lugares, estas comunidades viven en sus propios barrios, tienen su propia infraestructura
pública, sus propias escuelas religiosas, sus sociedades de beneficencia y hospitales, y lo que
es más importante, se les permitió prácticamente completa jurisdicción sobre sus asuntos.
Esto incluye todos los aspectos del derecho de familia (matrimonio, divorcio, herencia, etc.),
partes del derecho privado, e incluso de la ley penal, si todas las personas implicadas en un
delito pertenecían a la misma comunidad.
En general, la ley islámica y el Sultán decretaron la protección de este modo de
gobierno autónomo y auto-gobierno. Las elites gobernantes no tenían la intención de, o la
legitimidad para, hacer cumplir la homogeneidad cultural por asimilación o la conversión de
sus súbditos o intervención en su cotidianeidad, como es el caso de la moderna nación-estado.
Por el contrario, los principios sociales serán reforzados por las élites de las comunidades en
cuestión, los de la segregación. Pero una vez más, como con otros sistemas imperiales, esta
política y la práctica de la norma indirecta se combinaron con un forzado y legal
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45
ordenamiento jerárquico de los diferentes componentes de la sociedad, contradiciendo la
metáfora de la sociedad como un mosaico.34
Sin embargo, las comunidades religiosas no fueron las únicas piezas del mosaico. En
muchas ciudades, los gremios eran una parte importante de la imagen. A veces, pero no
siempre, coincidía con que pertenencia al millet armenio, griego o las comunidades judías.
Así administrarán sus asuntos a través de sus millet.
Pero el Imperio Otomano se basó en gran medida en los líderes tribales de las áreas
rurales para instalar un sistema de gobierno indirecto, lleno de tensiones y ambigüedades. En
diversos puntos en la historia del Imperio, pero sobre todo a partir de mediados del siglo XIX
en adelante, el gobierno central comprometió esfuerzos para disminuir la importancia de los
líderes tribales y, especialmente, de las confederaciones encabezada por los semi-
independiente emires, que regularmente escapaban de la autoridad otomana y que plantearon
una amenaza continua en las zonas fronterizas más sensibles, estratégicamente hablando, del
Imperio.
El Imperio Otomano realizó varios esfuerzos de reforma, con el fin de lograr el éxito,
ante la arremetida de las potencias europeas, las que comenzaron a amenazar los dominios del
Imperio desde comienzos del siglo XVIII. Partiendo con Sultán Selim III, quien fracasó en su
intento de quebrar el poder de los jenízaros, y vendrá un largo periodo de reformas
desplegadas, con mayor o menor éxito. A pesar de las diferencias en el énfasis, dado por los
reformadores del Tanzimat, los Jóvenes Otomanos, el Sultán Abdülhamid y los Jóvenes
Turcos, todas estas reformas tienen un común denominador: la modernización del Imperio
Otomano y su transformación en un Estado administrado centralmente, integrando a los
ciudadanos al Estado Otomano, y reemplazando el sistema de segregación comunitaria que
34
WIMMER, 2002, p.159.
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46
prevaleció en los siglos anteriores. A la larga, estas reformas solo significarán el
debilitamiento del Imperio, debido a que fue su capacidad de unir el conjunto de
comunidades (obviamente diferentes entre si) lo que constituyó su fortaleza.
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CAPITULO II
SOCIEDAD Y CULTURA DE LOS INMIGRANTES OTOMANOS
EN LOS SIGLOS XIX Y XX
II.1.-SITUACIÓN DEL IMPERIO OTOMANO HASTA 1839 E INTERVENCIÓN
EUROPEA EN LAS TIERRAS ÁRABES OTOMANAS
A partir del siglo XVI el Imperio Otomano comienza a ser cercado desde dentro por una
“quinta columna” compuesta por mercaderes extranjeros, tercümanes (dragomán)35
, y toda
clase de agentes europeos, enmarcando su accionar en las capitulaciones concedidas por los
Califas Mamelucos en primera instancia y luego por el Imperio Otomano.
35
Tercüman -pronúnciese Teryuman- o Dragomán es el titulo oficial con que se denomina a un individuo que
hace las veces de traductor en el Imperio Otomano. Los historiadores otomanos dividen a los Tercümanes en
cuatro tipos diferentes:
- Tercüman de provincia o zonales: El Imperio Otomano después del siglo XVI alcanzó a tener muchas
tierras extranjeras, una de ellas la zona árabe. Su labor era transmitir las órdenes del centro del imperio,
relacionar a los gobernadores y oficiales otomanos con los pueblos que estaban a su cargo. Debido a lo frágil de
la correa de transmisión de la autoridad central, los Tercümanes terminaron, en las provincias, representándose a
si mismos, como si de ellos emanasen las órdenes.
- Tercüman de Müessese: Su labor principal se centraba en los puertos del imperio, realizando
traducciones para facilitar las transacciones entre los mercaderes europeos y las autoridades otomanas. Se
transformaron con el tiempo en la base de la burguesía de los puertos, asumiendo como capitanes de puerto,
cónsules, etc.
- Tercüman de Diwan Hümayun: La Sublime Puerta desde el siglo XVI tuvo muchas relaciones con los
europeos, no teniendo consulados en Europa. El Sultán necesitó de traductores para recibir a los cónsules
europeos. De allí la urgencia de estos Tercümanes.
- Tercüman Cónsul: Es el grado más importante dentro de los Tercümanes. En el consulado francés de
Istanbul había 3 Tercümanes en 1574, y el de Venecia había 6 en 1592, ascendiendo su número a 13 en el lapso
de 18 años. Conocedores de todas las comunicaciones entre el Palacio otomano y Europa, adquirieron un gran
poder, siendo los ojos, oídos y lengua de Europa. Realizaron incluso tareas de espionaje para las potencias
extranjeras.
Para mas información véase: BAGIS, Ali Ihsan, Osmanlı Ticaretinde Gayrimüslimler: Kapitülasyonlar, Avrupa
Tüccarları, Beratlı Türccarlar, Hayriye Tuccarları (Mercaderes no-musulmanes en el Imperio Otomano:
Capitulaciones, Mercaderes Europeos, Mercaderes del Berat y Mercaderes Musulmanes), Turhan Kitabevi,
Ankara, 1998, pp.22-23.
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48
Las primeras capitulaciones corresponden a las que en una negociación política obtuvo
Francisco de Asís del Sultán al-Malik al-Kamel Naser al-Din Abu al-Ma'ali Muhammed, en el
siglo XIII, y que serán respetadas por los Sultanes mamelucos y sus sucesores otomanos. En
ellas se establece que los peregrinos y misioneros católicos serán los Guardianes de los Santos
Lugares de Jerusalén, tendrán permiso para viajar por los territorios islámicos con rango
diplomático.
Pero estas capitulaciones no son consecuencia exclusiva de las misiones católicas, sino
que derivan también del intercambio comercial que comienza a darse en ese periodo. Las
ambiciones de dominio del comercio en el Mediterráneo van a llevar a los Sultanes Otomanos
a firmar estos tratados. Será Süleyman el Magnifico el primero en firmar una de estas
capitulaciones con Francia en 1536.
A través de estas capitulaciones el Sultán permitirá a los mercaderes europeos no
musulmanes, recibir y conducir su comercio con mínimas tarifas y nulas interferencias,
garantizándoles la residencia en lugares específicos de los territorios otomanos. Los residentes
europeos no estaban sujetos a la cizye, ni se les obliga a acatar la ley islámica en cuestiones de
su estatuto personal. Ellos estaban, sin embargo, obligados por los tratados, a llevar sus
negocios de acuerdo a los preceptos de la Santa Ley (Şeriat) y todos los casos de controversia
con súbditos otomanos, sean musulmanes o no musulmanes, serán tratados por igual, en los
tribunales de la Şeriat. Los mercaderes se organizarán tempranamente, unificando sus voces
ante el Sultán. Por ejemplo, los ingleses, holandeses y franceses se reúnen en compañías
nacionales, lo que les dará un gran poder. Así como la presión que van a ejercer sobre Istanbul
sus gobiernos. A finales del siglo XVII, los intereses comerciales y los intereses nacionales
confluirán. Todo conflicto comercial se volverá político, ya que los mercaderes habrán sido
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49
investidos como cónsules y embajadores. 36
La llegada de estos mismos mercaderes será la
puerta de entrada a los misioneros católicos.
Durante los siglos XVI y XVII los inmigrantes cristianos a las ciudades árabes
otomanas portuarias tendrán como única posibilidad de contacto con sus correligionarios del
Occidente dejando sus pueblos. El efecto de esta interacción va a ser profundo. Al comienzo
del periodo otomano los residentes europeos en las ciudades árabes del Levante son muy
pocos y están exclusivamente dedicados al comercio. La mayoría son italianos, franceses,
catalanes y ocasionalmente alemanes. Todos ellos se ubicarán en las ciudades portuarias del
Mediterráneo. Esta antigua forma de comercio va a cambiar como resultado de las políticas
otomanas y de las ambiciones geopolíticas de los Sultanes. Nadie podía prever que estos
cambios eventualmente iban a subvertir las jerarquías sociales que reglaban las relaciones
entre los musulmanes y no musulmanes en el Mundo Árabe Otomano. La influencia europea
y de los cristianos árabes recién se empezará a notar en los siglos XVII y XVIII, en la ciudad
de Aleppo, donde alcanzarán una posición central en el mercado del Levante, dando
nacimiento, además, a la primera burguesía cristiana en la región, la que pese a su reducido
numero, tendrá un papel preponderante en los asuntos del Imperio Otomano en la región,
llegando a constituir, finalmente, el núcleo del movimiento independentista del nacionalismo
árabe en el siglo XIX.
Por ejemplo en 1535, las estadísticas taxativas del Imperio Otomano para la zona del
Levante, según Ömer Lüfti Barkan, serían las siguientes: 113.000 hogares musulmanes en las
provincias de Bilad al-Sham (actual Siria, el Líbano, Palestina, Jordania y Alexandrilla), y
solamente 914 hogares cristianos y ningún judío. En los registros de finales del siglo XVI, es
decir en 55 años, se muestra el siguiente desarrollo de dichas comunidades, mostrando el
36
STEENSGAARD, Niels, “Consuls and Nations in the Levant from 1570 to 1650” (Consules y Naciones en
Levante desde 1570 a 1650), Scandinavian Economic History Review nº15, Estocolmo, 1967. pp. 13-55.
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50
explosivo aumento de éstas, en las cuatro ciudades más importantes de la zona comercial de
Levante:
Ciudad Residentes Musulmanes Cristianos Judíos
Aleppo 81.203 3.386 233
Bagdad 39.379 4.035 603
Damasco 86.369 7.867 2.068
Trípoli 34.316 11.768 307
Total 241.267 27.056 3.211
Porcentajes de aumento 2,1% 29,5% 3211%
Fig.4.- Censos de 1590, Estadística comunal religiosa. El aumento de los millet entre 1535-1590.37
Ahora bien, las capitulaciones del tratado firmado entre Francia y el Imperio Otomano
en 1604 van a garantizar a los católicos romanos, sean peregrinos o frailes, el permiso de
visitar los lugares santos en Palestina, y otorgar a los clérigos franceses la facultad de residir
en Jerusalén. El primer misionero católico que tuvo residencia permanente en Aleppo arribó
en 1627. Los otomanos rutinariamente van a renegociar los privilegios acordados con
Francisco de Asís, pero la inserción de Francia como guardián de los Santos Lugares viene a
ser una innovación. El tratado de 1673 extiende el status diplomático a los frailes y religiosos
que sirven a los franceses en los consulados de “Galata, Izmir, Sidón, Alejandría y
37
BARKAN, Ömer Lütfi, “Resarch On the Ottoman Fiscal Surveys” (Investigaciones sobre Estadística Fiscal
Otomana), en Studies in the Economic History of the Middle East, Editorial M.A.Cook, Londres, 1970, p, 171.
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51
dondequiera que un francés residiera38
”. Este acuerdo proveerá a los curas latinos de un
pretexto legal para introducirse en los reinos del Sultán, mostrando abiertamente su
vestimenta clerical. Francia reconocerá y disfrutará con orgullo el lugar que estos protocolos
le dan entre las naciones representadas ante la Sublime Puerta. Ellos persistirán en ese rol de
protector oficial de los cristianos del Imperio Otomano, y especialmente de los católicos,
hasta que Rusia desafíe esta preeminencia y exija su derecho a proteger a los cristianos
ortodoxos del Imperio Otomano, después del tratado de Küçük Kaynarca en 1774. 39
Más allá de las intenciones francesas y las ambiciones papales, una condición
necesaria para el éxito de los esfuerzos misioneros es la actitud del Sultánato de transferir las
lealtades de los zımmi (sujetos protegidos por el Islam pero que no son musulmanes,
específicamente judíos y cristianos, también llamados Ahl-al Kitab (Gente del Libro) del
Patriarcado al Papa. Inicialmente las autoridades otomanas no tienen claro el límite de las
actividades misioneras, por otra parte son muy cautos pues cualquier cambio en el status de
los no musulmanes puede socavar la soberanía del Sultán en su base de impuestos.
La tradición legal islámica no establece el reconocimiento de una indistinción entre las
sectas cristianas, muy por el contrario prevalece la opinión de las ulemas que invocan el dicho
(hadis) del profeta Muhammed “Los incrédulos constituyen una sola nación”. A pesar de su
abierto control sobre las comunidades cristianas, a mediados del siglo XVII La Puerta
abandonará la neutralidad que había adoptado, inmiscuyéndose para poner alto a la opresión
que sufrían los frailes católicos en Palestina y en los Balcanes de parte de la iglesia
ortodoxa40
.[La explicación de este tema tiene que ver con el hecho de que cuando se dice que
38
KURDAKUL, Necdet, Osmanli Devletinde Ticaret Antlasmalari ve Kapitulasyonlar (Tratados Comerciales y
Capitulaciones en el Estado Otomano), Istanbul, 1981, pp.68-63. 39
RODERIC, Davison. “Russian Skill and Turkish Imbecility: The Treaty of Kuchuk Kainardji Reconsidered”
(Hablidad Rusa e Imbecilidad Turca: El Tratado de Küçük Kaynarca Reconsiderado),reimpreso en seáis in
Ottoman and Turkish History, 1774-1923, Austin, Texas, 1990, pp. 29-50. 40
GOFFMAN, Daniel, "Ottoman Millet in the Early Seventeenth Century,"(Millet Otomanos a Finales del Siglo
XVII) New Perspectives on Turkey, no.11, Cambridge University Press, Cambridge 1994, pp. 139-41, 144-46
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52
“los incrédulos constituyen una nación” para el Imperio Otomano esto significaba que
católicos romanos, o francos como se les denominaba en esa época, cristianos ortodoxos
griegos, rusos, maronitas, coptos, jacobitas, etc. se encasillan dentro de un solo millet: Millet-i
Rum. Esto va a generar una pugna entre el Patriarca ortodoxo y el Patriarca católico por quien
representa válidamente, como poder terrenal, los intereses de la Cristiandad dentro del
Imperio Otomano.]
Venecia hasta la mitad del siglo XVI es el más importante socio comercial del
Imperio Otomano, pero después de la conquista de Egipto el Imperio Otomano dominará la
ruta de las especias, estableciendo su soberanía sobre las tierras del Levante, que en ese
momento es uno de los mercados mas importantes del mundo, exportando a través de los
navíos venecianos especias, seda, algodón, cuero, etc., a Europa.
En la segunda mitad del siglo XVI aparecen nuevas amenazas para el predominio
veneciano: Holanda, Francia e Inglaterra vienen a disputarle los mercados mundiales,
específicamente los del Levante.
En el siglo XVII Venecia pierde definitivamente su hegemonía en el mercado
otomano. Francia renueva sus capitulaciones de 1536, ampliando sus privilegios de tal manera
que el cónsul francés Choiseul-Gouffier exclama en 1788:”Ya no hay mas privilegios que
podamos pedir del Imperio Otomano, este es ya casi una colonia de Francia”41
. Dentro de los
privilegios acordados está la rebaja sustancial del régimen de impuestos aduaneros del 5% de
internación, el cual es rebajado al 3%, mismo valor cancelado por los comerciantes otomanos,
41
BAGIŞ, A.I, Ruslar’in Karadeniz’de Yayımlanmasi Karşisisinda Ingiltere’nin Ticari Endişeleri (La
preocupación de los rusos por la llegada de los ingleses en el Mar Negro), Ankara, 1977, p. 214, nota 20.
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53
y solo un 2% de impuesto interno. 42
En el año 1569 Selim II refirmará estas capitulaciones,
igualándolas a las obtenidas por venecianos.
De esta manera Francia se convertirá en la potencia, por excelencia, dentro del
comercio en el Mediterráneo y en el Levante, iniciando abiertamente una disputa por los
mercados otomanos con La Serenísima. No es sino hasta la firma de las capitulaciones de
1581, con el Imperio Británico, que Francia regirá de tal manera los mercados y el derecho a
comerciar en el Mediterráneo otomano que los mercaderes ingleses, portugueses, holandeses,
españoles y catalanes debían usar bandera francesa en sus navíos para poder ingresar a los
puertos otomanos, lo que les dejaba en una posición de privilegio y poder nunca antes
otorgada a nación alguna por La Puerta. De tal manera que a fines del siglo XVI y principios
del siglo XVII los barcos de bandera francesa en el mar gobernado por el Sultán llegaban a
100043
.
Pero hacia el 1600, el enfriamiento de las relaciones franco-otomanas había llegado a
tal grado que la balanza comercial caía en un 10%. Las políticas otomanas respecto del las
capitulaciones llegan a ser tan erráticas que al conceder a Génova (la cual ya no es una
potencia marítima ni comercial) las mismas capitulaciones que a Francia, va a perder, por
unos años, a su principal socio comercial. Francia retornará a su lugar de privilegio solo en
1673.
Lo anterior es consecuencia de la entrada al mercado mundial de un nuevo
competidor: el Imperio Británico, el que agresivamente le disputa los mercados a Francia,
arrebatándole el predominio del Mediterráneo y los mercados de Oriente Medio.
42
BAGIŞ, A.I, Osmanli ticaretinde Gayrimuslimler: Kapitulasyonlar, Avrupa Tuccarlari, Beratli Turccarlar,
Hayriye Tuccarlari (Mercaderes no-musulmanes en el Imperio Otomano: Capitulaciones, Mercaderes
Europeos, Mercaderes del Berat y Mercaderes Musulmanes), Turhan Kitabevi, Ankara, 1998. p.7. 43
INALCIK, Halil, Ottoman Empire (Imperio Otomano), Phoenix Press , California, 2001, p. 137
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54
A partir de la derrota en Viena a manos de la Santa Alianza, el Imperio Otomano se
encontró aislado en el concierto europeo, no teniendo aliados en quienes apoyarse. Pretendió
aquél usar las capitulaciones como un arma de negociación con las potencias europeas, pero
cada renegociación le arrancaba más derechos comerciales a favor de dichas potencias,
empobreciendo al Imperio y a sus súbditos, lo que traerá, trescientos años más tarde la misma
destrucción de éste.
Pero las relaciones económicas entre el Imperio Otomano con Francia empezarán a
mejorar de nuevo después de 1716, cuando la balanza comercial se equilibrará en precios un
10% más bajos que, por ejemplo, Inglaterra, en cuanto al ítem importaciones francesas al
Imperio Otomano, con los mismos privilegios aduaneros.
Son todas estas condiciones las que acabarán, a finales del siglo XVIII, derrotando
económicamente al Imperio Otomano. Las capitulaciones concedidas a Rusia serán las que
más daño causen a la Sublime Puerta, en dicho momento. Tomando como derecho lo que se le
concedía, aunque se otorgaba por debilidad, las posesiones del Imperio cedieron en el
Bósforo, en el Mar Negro. El Imperio le dio derecho a Rusia de abrir consulados, en cualquier
parte de su territorio, reclamando además su derecho a proteger a los súbditos otomanos del
millet-i Rum.44
De esta manera Rusia se convierte en la nación mas privilegiada por el
Imperio Otomano.
Las capitulaciones que tan largamente fueron usadas por las potencias europeas, son
en definitiva la soga que ahorcará al Imperio Otomano. Por esta razón el Sultán Selim III trata
de cortar este nudo gordiano; pero, todos sus intentos fallan. De esta manera, la clase
comerciante otomana formada mayoritariamente por ortodoxos, extranjeros y judíos, después
de un tiempo, y viendo los privilegios que se obtenían a través del berat de extranjería,
44
RODERIC, 1990, p 50.
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comienzan a ponerse bajo la protección de los consulados europeos (Rusia, Inglaterra y
Francia) logrando quebrar la economía del Imperio.
El más fundamental privilegio dado a los embajadores y cónsules, es el de los
Tercüman o Dragoman. En las capitulaciones de 1612 de los Países Bajos (art. 10) este es
formulado de la siguiente manera:
“Ve elçileri ve konsolosları istedükleri yasakçiları ve olageldüģi üzere murad
edindikleri kimesneleri tercümanlıkda istihdam eyliyeler yeniçerilerden ve gayrdan
istemedikleri hizmetlerine karışmıyalar.”45
Este artículo sugiere que los representantes extranjeros son libres de emplear a quienes
les convenga como intérpretes, sin restricciones, pero en realidad éste no era el caso. En
primer lugar, la elección de los dragomanes se limitaba a los no musulmanes. Porque los
europeos comparten la preferencia de La Puerta en que los no-musulmanes funcionan bien
como intermediarios comerciales. El artículo muestra que los súbditos, aparentemente
otomanos, a veces trataron de interferir en la contratación de los dragomanes. En las
capitulaciones inglesas de 1675 esto se destaca ordenando que nadie se entrometa en estos
asuntos "por la fuerza".
Además, este artículo capitulatorio implica que no hay límite en el número de los
intérpretes que los embajadores extranjeros podían emplear. En la práctica, el gobierno
otomano no imponía tales límites, que, en la segunda mitad del siglo XVIII, también se
reflejará en los textos de las capitulaciones. El ahidname46
concederá a Suecia en 1737 (art.
5), por ejemplo, especificaciones para que el embajador pudiese nombrar a cuatro cónsules y
45
DE GROOT, Alexander H., The Ottoman Empire and the Dutch Republic: A History of the Earliest
Diplomatic Relations, 1610–1630, Leiden, Istanbul,1978, pp 238, 251. A continuación traducimos al español el
texto en comento: Sus embajadores y cónsules pueden emplear los guardias para la oficina consular, y cuantos
deseen, y las personas que deseen adquirir, a raíz de la utilización, como dragoman. Pero ningún Jenízaro, o
cualquier otra persona, puede interferir con su [entrada como extranjero] de servicio. 46
Acuerdo, contrato o capitulación entre dos países.
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un Dragomán. Al representante de Dinamarca ante La Puerta se le permitió cuatro
dragomanes, y para cada uno nombró un cónsul.
La capitulación concedida a Prusia en 1761 (art. 4) especificará las mismas
limitaciones. 47
Sobre la base del artículo 22 de la ahidname que se concedió a Francia en 1604 los
dragomanes gozan de los mismos privilegios que sus empleadores extranjeros:
“Voulons et nous plait que les interprètes et truchements [i.e. dragomans], qui seront les
ambassadeurs d’icelui empereur, soient francs et exempts de payer tailles et tous autres
subsides quelles qu’ils soient”. 48
Las palabras "soient-francs" son algo confusas. ¿Significa esto que todos los
dragomanes deben ser europeos, y/o, que el empleo de súbditos otomanos fue implícitamente
prohibido? O ¿quiere decir que los dragomanes debe ser considerados "Franks". Estas
preguntas desaparecerán después de un examen de los textos otomanos, en los que esas
palabras están ausentes:
“…ve elçileri hizmetinde olan tercümanları olageldüği üzere haraçdan ve
kassablıktan ve sair tekalif-i örfıyyeden muaf olalar”. 49
El artículo también está presente en las capitulaciones francesas de 1673 (art. 14) y
1740 (art. 43). El último texto indica que este privilegio se aplica universalmente, a pesar del
47
El texto Otomano de la Capitulación inglesa de 1675 dice asi: ve elçileri ve konsolosları istedikleri yasakçılar?
ve murad eyledikleri kimesneleri tercümanılkdan istihdam edüb yeniçerilerden ve gayriden eģer kullarım ve eģer
gayriden cebren kimesne hizmetlerine karışmaya, vease . HEYWOOD, Colin ‘The Kapudan Pasha, the English
Ambassador and the Blackham Galley: An Episode in Anglo-Ottoman Maritime Relations (1697) (El Pasha de
Marina. El Embajador Inglés y la Galería Blackham: Un episodio en las Relaciones Marítimas Anglo-
Otomanas). 48
NORADOUNGHIAN, Gabriel Effendi, Recueil d’actes Internationaux de L’empire Ottoman I: 1300– 1789,
Paris, 1897, p.241. 49
FERIDUN, Beg, Münşeat-i Selatin, Istanbul, 1857, p.490. A continuación traducimos el texto en comento: …y
dejar a los dragomanes en el servicio de los embajadores exentos del [pago] impuesto de capitación, el
impuesto para sacrificar animales y otros gravámenes habituales.
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hecho de que no aparece en muchos otros ahidname. El artículo que adjudica a los
dragomanes la igualdad de derechos, está ausente en las capitulaciones inglesas de 1661, pero
vale la pena citar otro artículo de este texto, porque se trata de específicamente de las fincas
de los dragomanes: Y los intérpretes de las Embajadas de Inglaterra estarán libres de los
artículos declarados en las antiguas capitulaciones de todos los Angaria de Impuestos (tekalif-
i örfiye)50
, impuestos corrientes, pequeños y globales pequeños; por virtud también del
presente artículo, cuando cualquiera de los Intérpretes muera (mürde olmaķ), sus bienes, o
fincas, no estarán sujetos a la costumbre, pero se dividirá entre los acreedores y herederos.51
Este artículo es importante, porque no se menciona entre los privilegios que
comúnmente se encuentran en los berats de los dragomanes. En estas órdenes se fija la
condición de exentos de impuestos de los beneficios. Beneficiarios de los documentos se
destacó por encima de todo. No estarán sujetos al impuesto sobre los no musulmanes, distinto
de de la Cizye, (haraç), gravámenes extraordinarios (avarız), impuestos de carnicería
(kassabiye o kassab akçesi), o la Angaria de Impuestos (tekalif i-örfyye) no debe ser exigido
de los dragomanes. El impuesto masdariye sobre los bienes exportados tampoco se les
aplicara, etc.
En 1791, solamente en Aleppo, en 6 consulados trabajan 1500 dragomanes, entre
traductores y comerciantes. Un documento de la investigación realizada por la autoridad
otomana reveló que sólo 50 de éstos correspondían a habitantes de Aleppo, ya que la mayoría
era de Izmir, Istanbul, etc. Ante esto el Estado toma la decisión de revocar los berat de todos
si no rectifican sus direcciones y viven donde realmente se les otorgó el berat, los
comerciantes de Aleppo ofrecieron entregar un regalo de 1000 ducados venecianos de oro,
50
Las angaria eran impuestos que gravaban a los comerciantes extranjeros que recibía el Imperio Otomano. 51
FERIDUN, 1857, p.491.
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para que no se les aplique la medida. Esto fue rechazado de plano por el Cadi y el Jefe de
Aduanas. 52
Fig.5.- Numero de berat en circulación en el Imperio Otomano. 53
Como puede apreciarse en el cuadro anterior, tres de las más grandes potencias
europeas de la época habían obtenido berat de parte del Imperio Otomano. Podemos fijarnos
cómo aumenta la cantidad de berat otorgados a Inglaterra; lo cual coincide con sus
actividades de misionería en la región de la actual Palestina y Líbano.
La distribución de berat en los tres más importantes y tradicionales centros de
comercio con Occidente del Imperio Otomano: Istanbul, Izmir, y Aleppo se desglosa de la
siguiente manera en las tablas 2a-c.
52
BAGIŞ, 1998, op.cit, pp.49-50. 53
Studies in islamic Law and Society, volume 21, Leiden, 2005: BOA, A.DVN.DVE 138, doc. 19,; ED 35/1,
174/691, 7 Safer 1172/10 October 1758. BOA, ED 27/2 (Francia), 35/1 (Gran Bretaña), 22/1 (Republica
Holandesa).
Año 1703 1730 1754 1757 1774 1789
Francia 35 41 48 46 51 46
Inglaterra 15 34 45 43 43 43
Holanda 24 28 26 30 29 34
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Año 1703 1730 1754 1757 1774 1789
Istanbul 11 17 12 15 9 14
Izmir 8 8 5 4 4 6
Aleppo - 2 7 8 10 5
Fig.6.- Número de berat franceses en Istanbul, Izmir, y Aleppo.54
Es interesante señalar que dado que Aleppo siempre ha sido una de las más
importantes ciudades de la región, era lógico que se deseara tener berat por parte de los
europeos.
Año 1703 1730 1754 1757 1774 1789
Istanbul 10 14 16 11 11 10
Izmir 1 6 3 5 7 6
Aleppo 2 5 11 13 10 14
Fig.7.- Número de berat británicos en Istanbul, Izmir, y Aleppo.55
54
Studies in islamic Law and Society, volume 21, Leiden, 2005: BOA, A.DVN.DVE 138, doc. 19,; ED 35/1,
174/691, 7 Safer 1172/10 October 1758. BOA, ED 27/2 (Francia), 35/1 (Gran Bretaña), 22/1 (Republica
Holandesa). 55
Studies in islamic Law and Society, volume 21, Leiden, 2005: BOA, A.DVN.DVE 138, doc. 19,; ED 35/1,
174/691, 7 Safer 1172/10 October 1758. BOA, ED 27/2 (Francia), 35/1 (Gran Bretaña), 22/1 (Republica
Holandesa).
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Comparando el cuadro 2b con el 2a podemos ver que Inglaterra tenía más interés y le
asignaba más importancia al Medio Oriente que los franceses; incluso más que el mismo
Istanbul, centro del mundo oriental. Los berats que había en Aleppo eran de árabes no
musulmanes.
El siglo XVIII se verá caracterizado por la abierta intrusión económica europea.
Al subir al trono Selim III, decidió terminar con el sistema de terümanes, porque las
relaciones del Imperio Otomano y Europa no estaban en buen pie, y su dependencia excesiva
del trabajo de los terümanes. Como consecuencia, a partir de 1792 se inicia una política de
apertura de consulados, siendo el primero el de Londres.56
La invasión de Napoleón a Egipto obligó al Imperio Otomano a aliarse con Rusia y
Francia debilitándolo en su economía, debido a la protección que éstos daban a los
comerciantes europeos para que se transformaran en comerciantes con berat, lo que implicaba
una baja en la recaudación de impuestos. Su lengua, cultura y religión, por añadidura venia a
facilitar su transformación en comerciante europeo o terüman. Los comerciantes otomanos
no-musulmanes de esta manera adquirían en el mercado interno materias primas, que eran
exportadas con pago de arancel 0%, manteniéndolas en alta mar 24 horas y reingresándolas
como importación que pagaba solo el 3% de internación vendiéndolas en el mercado
Otomano al triple o mas de su valor original.
La reforma de 1802, realizada por Selim III (1789–1807) para proteger los intereses de
los comerciantes zımmi y los de los comerciantes musulmanes que no están dentro del sistema
de berat, estableció la abolición de todos los berat, definiendo solo un tipo de comerciante
extranjero: Europeo, y los comerciantes otomanos no-musulmanes que habían obtenido berat
debían pasar a ser solo europeos, perdiendo así sus privilegios capitularios. Pero la reforma
56
BAGIS, 1998, p.43.
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61
trajo como resultado que la gran masa de los comerciantes prefirieron los privilegios de
comerciante europeo antes que su nacionalidad otomana, más del 60% de ellos pasó a ser un
extranjero. 57
Después de Selim, Mahmud II (1808–1839) subirá al trono, el cual optará por otro
camino: fomentará la llegada al Imperio de comerciantes europeos. Hasta Tanzimat la Cizye
había aumentado considerablemente, de esta manera podemos cuantificar la cantidad de estos.
En 1815 los comerciantes otomanos no-musulmanes eran 412, en 1835 esa cifra subió 1344
personas. 58
Por las reformas de Mahmud II únicamente privilegiaban a los comerciantes no
musulmanes. Los comerciantes musulmanes se habían empobrecido con todos estos
beneficios para los otros millet, lo que condujo a la existencia de protestas en contra del
Sultán. Como forma de paliar estos problemas, Mahmud II, en 1810, para proteger a los
comerciantes musulmanes abrió un estatuto denominado Hayriye Tüccarlari, el que los
empareja en privilegios a los comerciantes europeos. 59
El Imperio Otomano era islámico, aunque en realidad los comerciantes musulmanes
siempre estuvieron perjudicados, debido a la fuerte presión que ejercían los europeos al
gobierno, para proteger a los hermanos de fe. El Imperio usaba como sistema el respeto y
resguardo de los millet; pero, cada vez más se beneficia a los millet no islámicos, lo que
generaba tensiones entre la misma comunidad musulmana. Lo anterior implicará una mayor
debilidad del Imperio, que se acrecentará en el periodo que va desde el siglo XVI al siglo
XVIII, el cual lentamente perderá algunos de sus derechos y poderes. Las capitulaciones, las
reformas y cualquier intento que realizó el Imperio para salvar su situación económica y
57
BAGIS, 1998, p.69. 58
BAGIS, 1998, p.108 59
BAGIS, 1998, p.108.
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62
política, en fin su crisis, solo empeoro la situación. Esto llevó a los súbditos no musulmanes,
griegos y árabes, a alejarse cada vez más de su Imperio, a pesar de los privilegios de los que
siempre gozaron, en detrimento de la población musulmana. Ante esto Europa presionaba más
al Sultán, arrancando cada día un nuevo privilegio para sus correligionarios, ya infectados de
sentimientos nacionalistas, alimentando las diferencias y buscando con ahínco la destrucción
definitiva del mundo otomano, especialmente en las tierras árabes, codiciadas
geopolíticamente. El cenit de esta política llega con el Tanzimat, que vio pasar solo una
dinastía en sus 644 años de existencia, y que a pesar de sus crisis y convulsiones internas y
externas, mantuvo una estabilidad, del poder central, que no ha tenido ningún imperio antes,
ni después. Tuvieron que pasar más de 300 años de decadencia para que definitivamente fuera
destruido como Imperio y abolido por decreto el Califato. 60
II.2. EL FACTOR TANZIMAT, JÓVENES TURCOS, Y LA REFORMA DE
INSTRUCCIÓN MILITAR EN EL IMPERIO OTOMANO (1909)
Entre 1839 y 1876, la fuerza que dirigió las reformas del Tanzimat en el Imperio Otomano fue
un pequeño grupo de burócratas influidos por la intelectualidad europea. Ellos iniciaron un
programa de transformaciones profundas del Estado. En su creencia, ésta era la única opción
viable para que el Imperio sobreviviera. La Guerra de Independencia Griega (1821-1829) y la
ocupación de Siria por Mehmet Ali (1831-1840) demostraron que el Imperio requería de un
ejército moderno para evitar su diseminación. Para esto se debía racionalizar el sistema de
impuestos, la justicia y reformar la administración provincial que los recolecta. Por otra parte
se necesitará educar a la burocracia para llevar adelante las planificaciones estatales. Mientras
que el pasado está anclado en la tradición, la supervivencia del Imperio justifica un cambio
60
BAGIS, 1998, p.117.
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63
radical y provee los argumentos para importar los modelos europeos. El ejército otomano va a
ser europeo en cuanto a su armamento, organización, y entrenamiento. En un guiño a la
tradición islámica los soldados van a usar “fes” (gorro turco) y túnicas encima de sus
pantalones europeos. Para este propósito transformativo se exige una gran reformulación de
todas las instituciones del Estado. Este será el punto de vista político de dichos burócratas
(que serán manejados por los Jóvenes Otomanos que a su vez eran manejados financiera y
políticamente por las potencias europeas, en particular Francia e Inglaterra).
“Reestructuración”, palabra que en turco se traduce por Tanzimat, significó el estallido
de un Imperio multiétnico, identificado con la fe, pero gobernado por una burocracia estatal
que finalmente se adueñó del poder. Cuando se buscó reestructurar, en el fondo se estaba
buscando desmantelar el Estado, desatando las diferencias étnicas basadas en el nacionalismo
y en los intereses geopolíticos de las potencias rivales. Por ende, las consecuencias no fueron
otras que frustrar el objetivo de la supervivencia de dicho Estado.
El tiempo de Tanzimat comenzó en 1839, con la promulgación del nuevo Hatt-i Şerif
(El Noble Decreto) en el parque Gülhane. En él se establece la obligación individual de
inscripción en las oficinas del Estado, desmantelando, en los hechos, y por decreto, el antiguo
y eficiente sistema de millet, es decir, no hay diferencias en la base de impuestos del Imperio
(los privilegios tanto impositivos como los del servicio militar, este les da derecho a los no
musulmanes a realizar el servicio militar, comenzaran a desaparecer). Los musulmanes serán
considerados iguales a los cristianos en estos términos. “Estas concesiones imperiales serán
extendidas a todos nuestros súbditos, de la religión que sean, o de cualquier secta”, esta frase
desmantela de una vez el reino de la jerarquía social. Se señala como causa de dichas
reformas, la necesidad de adecuación del Estado a las nuevas realidades del Imperio. Se
indica que la Şeriat (ley islámica) en ocasiones no se adecua a los tiempos, por lo cual se
requiere de nuevas leyes. Ya sabemos que en el Imperio Otomano la justicia religiosa estaba a
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cargo de los kadı, siendo el más importante el Şeyh-ül Islam, quien en los últimos tiempos no
funcionaba como antes, influenciando al ejército a la rebeldía frente a la autoridad política.
Hubo incluso casos en que el Şeyh-ül Islam a través de fatuas (decretos religiosos) señalaba
que el Sultán no cumplía bien sus deberes religiosos, incitando con ello a la rebelión. La
historia otomana registra algunas situaciones de resistencia al Sultán propiciada por la
autoridad religiosa e incluso la orden de muerte de algunos Sultanes, visires, y otros
funcionarios estatales. La innovación que funda este documento respecto a materias
tributarias tendrá ecos en Siria con Ibrahim Paşa, hijo de Mehmet Ali. El introduce la
responsabilidad individual en los impuestos como además la conscripción general. Ante la
implementación de nuevas normas, muchos musulmanes sirios se sintieron alarmados por los
nuevos impuestos y el servicio militar.61
Hubo rebeliones, iniciadas por musulmanes y
drusos, las que ocurren intermitentemente a través de la ocupación egipcia. Ibrahim Paşa
introduce una política de resguardo y liberalización de los derechos políticos de los no
musulmanes en Siria. Esta es la situación en Aleppo, en 1839, cuando el ejército otomano
intentaba reocupar Siria, los cristianos de Aleppo están asustados ante la posibilidad que los
musulmanes de la ciudad se alcen y los ataquen. Cuando se produce la derrota del ejército
otomano en la batalla de Nizip los cristianos celebrarán con los egipcios, mientras que los
musulmanes se mantienen fuera de la ciudad en demostración de su lealtad y simpatía por el
Imperio Otomano62
. La reacción de cada uno de estas comunidades ante los resultados de la
batalla es reflejo de las diferencias gigantescas en cuanto a la recepción del régimen egipcio
por parte de las distintas comunidades. Para los cristianos sirios éste representa una mejora en
su estatus legal. Eliminando las regulaciones de la ley islámica para los no musulmanes,
Ibrahim Paşa remueve la prohibición sobre construcciones de nuevas iglesias y alienta a un
sinnúmero de grupos católicos sirios, a practicar su fe abiertamente. No todos los católicos
61
DOUWES, Dick, The Ottoman in Syria: A History of Justice and Oppression, London, 2000, pp. 188-210. 62
BAKHKHASH, Na`um, Akhbar Halab (Los eventos de Aleppo), Editado por Fr. Yusuf Qushaqji, Vol. 1,
Aleppo, 1987-1992, pp.102-104.
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65
están felices con dichos cambios. El Patriarca Ortodoxo de Antioquia reclama del Sultán,
tratando al mismo tiempo con los rusos y los católicos con Francia, para que si el Sultán no
interviene para resolver y preservar las prerrogativas del millet ortodoxo se le ponga bajo
ataque63
. En 1841 Sultán Abdulmecid va a recuperar la ciudad de Aleppo de manos de los
egipcios, y su nuevo gobernador dará la misma protección y privilegios a los cristianos ante
las posibilidades de ataques de los musulmanes. Los motivos, diametralmente opuestos a los
de Ibrahim Paşa, son mantener un estado de paz en la ciudad y en el Imperio en general.
Eventualmente los cristianos serán dejados fuera del servicio militar y reemplazados por los
más belicosos armenios de Musa Dashği, pero este experimento de ejército no sectario fue
visto con alarma por otra parte de la comunidad.64
Cuando el Tanzimat hace su debut en Aleppo, Ibrahim Paşa ya había realizado algunas
de las reformas, en forma paralela, que él pretendía implementar. El ocupaba un cuerpo
denominado Gran Consejo Municipal de la Ciudad (Meclis-i şura-i belediye), esto antes que
una reforma similar fuera introducida en el Imperio. Para después de 1850 el Imperio
Otomano esperaba establecer tribunales de comercio para solucionar los problemas
contractuales entre las diferentes comunidades religiosas. La novedad de esta reforma se
hallaba en el derecho que se le otorgaba a los no musulmanes a ser elegidos en estos cuerpos,
proveyendo por primera vez en la historia otomana una elección legalmente sancionada,
dando voz política en un cuerpo gubernamental no sectario.65
Los cristianos y judíos demostraron su aceptación del nuevo orden vistiendo el
símbolo de la era del Tanzimat: el “fes” (gorro rojo turco). Cuando la orden exigió el uso del
“fes”, llegó a Aleppo en 1844 nadie la cumplió. Pero en 1847 un grupo de jóvenes cristianos
63
BAGIS, 1998, BOA, HH 33656, Istanbul. 64
BAKHKHASH, 1987-1992, pp.70-72. 65
BOZKURT, Gülnihal, Gayrimuslim Osmanli vatandaslarinin hukuki durumu (El estatus legal de los
ciudadanos otomanos no musulmanes) 1839-1914, Ankara, 1989, p.66.
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66
decidió, colectivamente, dejar el turbante por el “fes”, y con esto realizar al mismo tiempo un
acto de apoyo a Sultán Abdulmecid. 66
Desde este tiempo los hombres cristianos de clases
altas lo adoptaron universalmente, mezclándolo con su estilo de vestir europeo e importando
un vocabulario, como “gıravat” y “pantolon” (corbata y pantalón). Los oficiales (empleados
públicos), los militares otomanos y algunos pocos musulmanes en las ciudades siguieron este
ejemplo. Muchos más fueron los que mantuvieron el tradicional turbante, “kaftan”, y “şalvar”
(pantalones anchos), creando con esto una inintencionada diferenciación estilística en cuanto
al seguimiento de las normas religiosas. En Bagdad los judíos de la elite tomaron similares
medidas respecto su vestimenta en cuanto al “fes”, ya que usaban pantalón y chaqueta
décadas antes que sus vecinos musulmanes. Los no musulmanes fueron visiblemente
entusiastas ante las reformas de “modernidad” inyectadas por los reformadores del Tanzimat;
los musulmanes fueron menos optimistas, preocupados por lo que podría venir anexo a estas
reformas.
El mayor énfasis de la reforma está dado en la modernización del ejército, para poder
enfrentar, más efectivamente, a las potencias europeas. La reforma castrense y el desarrollo
económico, a su vez, dependían de una centralizada y uniforme administración capaz de
recaudar impuestos de manera eficaz. La modernización del sistema educativo debía dotar
tanto al ejército como a la administración de personal debidamente capacitado, el que las
escuelas religiosas de las mezquitas y las iglesias claramente no son capaces de suministrar.
Una vez más, estos intentos dieron lugar, junto con la introducción del libre comercio y la
aparición de un nuevo estrato económico (el de los empresarios), a las nuevas redes de
literatos, sociedades y círculos patrióticos, que apoyaban la reforma de los proyectos y la
prestación de gran parte de los conocimientos necesarios para lograrlo. Aparecen los llamados
“Jóvenes Otomanos”, quienes se oponen a la centralización de la reforma del Imperio, el
66
BAKHKHASH, 1987-1992, p.255; Vol. II, pp.47-191.
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67
aumento de los impuestos y su exclusión de la reforma y el reforzamiento la administración.
Al final de este proceso, los nacionalistas estaban convencidos que sólo la independencia
nacional podría aportar la nueva autoridad del Estado para controlar "al pueblo”, y al mismo
tiempo el aumento de la satisfacción en sus aspiraciones. Por lo tanto, los acontecimientos que
se describen una vez más se ajustan en gran medida con el modelo de Estado-Nación. Los
detalles, sin embargo, son tal vez más interesantes que la tendencia general.
II.3.- LA SITUACIÓN EN MEDIO ORIENTE DESPUÉS DE TANZIMAT
Tanzimat, en la historia del Imperio Otomano tiene un papel muy importante, si bien es cierto
que el Imperio desde el siglo XVI empezó a detener su crecimiento. Llegando al siglo XVII la
detención se transforma en una caída. Mientras el mundo occidental se estaba desarrollando
inevitablemente. El Imperio Otomano para poder competir con esta fuerza debía hacer
algunas reformas profundas; por eso, desde el siglo XVII el Estado Otomano empezó a hacer
una fuerza para alcanzar a la fuerza del Occidente. El resultado de todos estos intentos que
duró más de un siglo fue Tanzimat. La intención del Estado Otomano para hacer Tanzimat fue
proteger los derechos de su pueblo y desarrollar al Estado económica y socialmente y, por
último, mejorar la fuerza armada. Pero los resultados de esta reforma nos muestran que el
copiar las reformas del mundo occidental no se pudo encuadrar en la sociedad otomana.
Todavía no había pasado un año desde Tanzimat y las crisis y protestas empezaron en varias
partes del Imperio Otomano. Como nos interesa la geografía del mundo árabe otomano
queremos hacer un pequeño resumen de la zona interesada, dado que Tanzimat la afectará
profundamente. Estas separaciones llegarán a la Primera Guerra Mundial y será una de las
causas que generan el nacionalismo árabe. Es importante hacer presente que antes de
Tanzimat sí existían problemas del tipo religioso (incluso entre las comunidades cristianas),
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los cuales eran motivados por las potencias europeas, quienes hacían uso de la idea de
sectarismo para separar. Así, por ejemplo, durante el siglo XVIII se van a producir algunos
disturbios entre cristianos ortodoxos y católicos (francos). Un cronista de la época plantea que
el gobernador y Cadi advierte a las facciones en Aleppo que no permitirá tensiones sectarias
en las calles, cuando los enfrentamientos se producen serán reprimidos; para los católicos las
cosas se ponen cada vez mas difíciles, desde Estambul, a instancias de sus rivales ortodoxos,
llega una orden prohibiéndoles celebrar sus ritos, ante lo cual realizaran la misa en sus casas
(capillas privadas) o comulgarán con los maronitas. Así se crearan dos bandos, también,
dentro del Imperio Otomano: La Puerta apoyando, típicamente a los ortodoxos, y por el otro
lado a los gobernadores de las ciudades y a los Cadis apoyando a los católicos. Ante el dilema
de desobedecer al Sultán o recibir los “presentes” en metálico, los gobernadores optaran por el
efectivo. Para los Cadis es más complicado porque deben decidir entre la ley islámica y los
edictos del Sultán.67
En abril de 1818 los católicos en masa pedirán audiencia al gobernador de Aleppo
Hurşid Paşa, ante sus requerimiento el les pregunta si son “Rum”, ellos replican de manera
teológica, tortuosamente tratan de narrar la sucesión de Pedro para fundamentar su posición,
la exigencia de un Millet-i Franki, el gobernador aburrido de tanta palabrería les interrumpe
diciendo: “Bien, si ustedes no son cristianos, ¿ustedes han vuelto musulmanes o judíos? Si
ustedes siguen siendo cristianos, deben obedecer al Millet Başi del Millet-i Rum”. Los
católicos dejaron el palacio llenos de frustración ante la “Incomprensión de sus argumentos”
marchando hasta la casa de Gerasimos al Turkuman, Metropolitano Ortodoxo recién llegado
de Estambul, atacándola y desde allí se dirigieron a plaza central dispuestos a hacer oír su
rabia, volviéndose nuevamente a la confrontación. Al gobernador no le quedo más que llamar
67
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The roots of sectarianism, 2001, p. 101.
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69
a las tropas y reprimir el disturbio, “11 católicos serán asesinados /martirizados”, pasando a
engrosar la leyenda negra del “sangriento” proceder del Imperio Otomano.68
Pero estos conflictos también se daban entre otras comunidades diferentes, y así es
como hubo conflictos entre cristianos y judíos en zona otomana, y dirá relación con la
ocupación napoleónica de Egipto, cuando surgirá el primer disturbio importante anticristiano
en la región. También en las zonas de Palestina y Damasco nacerá un caso de rivalidad
económica; ello entre familias, por una parte, una judía y, por la otra, una cristiana. Esto que
inicialmente será un simple conflicto de intereses entre familias, se extenderá a las
comunidades religiosas y se considerará un motivo más de las diferencias religiosas, pues
cada familiar buscará el apoyo de sus propias comunidades.
Durante el año 1840 los católicos de Damasco acusan a la comunidad judía de asesinar
en un sangriento ritual (durante la pascua judía) a un sacerdote y su sirviente. Ante lo cual el
gobernador militar egipcio ordena el arresto de los miembros más importantes de la
comunidad judía, dejándolos luego libres, habiéndose usado de tortura para que confesaran el
crimen o el nombre de quien había cometido esto delito. Cuando se encontró el cadáver del
sacerdote se arrestó nuevamente a seis importantes miembros de la comunidad judía de
Damasco. Y al encontrarse el cuerpo del sirviente otros judíos más fueron arrestados. Al final
cuatro judíos morirán bajo la tortura en prisión; el resto serán liberados luego de una serie de
negociaciones y de regalos entregados al gobernador.69
Este incidente será conocido como
“la cuestión de Damasco” en Europa. Servirá para “justificar” el discurso “emancipador” que
sostienen los judíos europeos respecto de sus correligionarios que viven en las tierras
otomanas.
68
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The roots of sectarianism, 2001, p. 105. 69
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 123.
Page 70
70
Muchos musulmanes en el mundo árabe otomano indudablemente se inquietaron ante
la dirección y el ritmo siempre en incremento de los cambios producidos en el siglo XIX. Su
inquietud fue alimentada no tanto por la expansión militar europea como por su temor al las
reformas del Tanzimat.70
Durante el siglo XIX los musulmanes de la zona árabe del Imperio
Otomano verán como crece la presencia económica, política e ideológica de los europeos en
el imperio. Forzando su percepción de que este mundo ya no esta gobernado por reglas
inmutables ni por gobernantes creyentes. Esto sentido de perdida ira a acompañando del
miedo lo que causara una serie de graves y violentos ataques contra sus vecinos cristianos. El
más trágico, en términos de perdidas de vida, ocurre en 1860 durante la guerra civil de Líbano
y subsecuentes disturbios en Damasco. Pero la violencia dirigida asía los cristianos sean estos
extranjeros o nativos, ocurre en Aleppo en 1850, Mosul en 1854, Nablus en 1856, Jiddah en
1858, y Egipto en 1882. Contra los judíos solo se producirán disturbios en Mosul y Bagdad en
1889. Esta violencia sectaria sirve para segregar a musulmanes de cristianos. Cada uno de
estos incidentes, “Havadis” (eventos) en la memoria folclórica árabe, surgió desde las
condiciones locales y fue desarrollándose en un escenario de ideas divergentes. Nunca más
los musulmanes dejarán el estado de alarma que los provoca el colapso emocional de estos
hechos.71
Las trágicas consecuencias del incremento de la tensión sectaria diseñaran un camino
para las siguientes generaciones en la región, y una añoranza por las antiguas relaciones ínter
comunal que se daban en los siglos Otomanos.
Señores de la guerra desafiarán la hegemonía de la Casa de Osman (Dinastía
Otomana) en la periferia del imperio, estando la dinastía condenada a tener un destino
parecido al de sus rivales: los safávidas de Irán. En los Balcanes los cristianos verán
70
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 156. 71
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 130.
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71
incrementados sus deseos de independencia. En las tierras árabes, el gobernante militar de
Egipto conseguirá la total autonomía y los seguidores de una dinastía político religiosa
fundada por la alianza entre Muhammed Ibn Sa`ud y Muhammed Ibn `Abd al Wahhab
plantearán un desafió ideológico y militar en las fronteras desérticas de la Media Luna Fértil.
Cuando comparamos estas formidables amenazas militares, la crónica de inestabilidad política
y corrupción en el centro de las provincias árabes, con la activación de la maquinaria del
Estado para preservar su patrimonio, lo primero va a estar muy abajo en la lista de prioridades
del Sultán Mahmud II (1808-1839). Si el siglo XVIII va a estar caracterizado por la
contestación de las autoridades de La Puerta a las elites políticas locales, ésta no tendrá fin
sino hasta la restauración de la autoridad otomana en Siria en 1840-1841 y más tarde en Irak y
Arabia. Egipto jamás volverá a ser otomano. La incertidumbre de esta política que significará
una lucha entre el centro y la periferia en este “largo” siglo XVIII, sin embargo proveerá
nuevas oportunidades y desafíos para los no musulmanes de las provincias Árabes
Otomanas.72
La mezcla de miedo, resentimiento y rabia hará que muchos musulmanes vean al
Tanzimat como un violento ataque en su contra, y a su vez ellos volverán la violencia contra
los cristianos, como sucedió en Aleppo cuando los cristianos celebraban su tan maravillosa
libertad. Cuando el patriarca Mazlum, del Melkite Katolik, retornó de Estambul a la ciudad en
1849 seguro del estatus y protección que le daba Tanzimat, entró en una procesión triunfante
a través de las calles de la ciudad, repleta de grandes cruces y descargando sus armas de fuego
en celebración. Planean la construcción de grandes catedrales y numerosas iglesias pala
celebrar su nuevo estatus, esto solo incrementara la frustración y el descontento de los
musulmanes que ven en el Tanzimat un error.
72
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The roots of sectarianism, 2001, pp. 98-
99.
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72
El descontento musulmán hizo erupción en octubre de 1850 con un espasmo de
violencia dirigida contra los cristianos, sus iglesias, comercios y hogares. La chispa de los
disturbios, que coincidió con la celebración musulmana de Eid el-Adha (La Fiesta del
Sacrificio), fue un rumor de que se llevaría a cabo una conscripción en la ciudad después de la
Fiesta. Ha habido protestas que se convirtieron en disturbios en Aleppo, pero esta es la
primera vez que hay un motín en que el objetivo es puramente sectario. Claramente se deja
ver que la situación era más preocupante para los habitantes musulmanes de la ciudad. El
recuento Otomano enlista 20 cristianos muertos, 6 iglesias, 36 comercios, y 688 hogares
totalmente destruidos y saqueados73
. A pesar del saqueo de los prósperos barrios cristianos
dentro de los muros de la ciudad, en las afueras las bajas fueron muy menores. Los hogares
cristianos situados en los barrios predominantemente musulmanes no fueron tocados. Muchos
de ellos han huido a los kervansaray, donde encontraron protección de los cónsules europeos,
o como fue el caso de la familia de Bakhkhash, que se salvo gracias a la intervención de sus
vecinos musulmanes o amigos.74
Los manifestantes no están solos en su resentimiento
anticristiano. Los clérigos musulmanes de Aleppo, el Muftí de la ciudad, Taqi al-Din
Mudarriszadah, fueron enviados al exilio ya que la Puerta sospechaba de su complicidad con
los disturbios, ya que ellos enviaron un reporte escrito en árabe coloquial en vez de usar el
Turco Otomano, explicando como los clérigos católicos ofenden a los musulmanes con su
comportamiento, tocan sus campanas, exhiben sus cruces en publico, infringiendo el espacio
publico de los musulmanes. Un segundo memorial de los notables musulmanes de la ciudad,
va hacer eco de los dichos de los ulemas. Los cristianos han sido atacados por excederse en
sus “hudud” (límites), establecidos por la ley islámica75
. El clamor popular contra los
impuestos y la conscripción serán acallados para dejarlos solamente como disturbios
puramente sectarios.
73
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 156. 74
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 156. 75
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 157.
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73
En respuesta el Imperio envió al ejército, lo que produjo el bombardeo por artillería de
los barrios musulmanes y tomándolos por asalto, luchando casa por casa. Kerim Paşa,
comandante del Arabistan Ordusu (Ejercito de Arabia), reporta 3,400 rebeldes muertos y 230
arrestados, contra 27 muertos y 92 heridos del ejercito.76
Por supuesto, ellos tenían cañones.77
Estos no son los únicos disturbios ocurridos en el mundo árabe otomano. A lo largo de toda la
tierra del Levante se suceden los ataques ante las nuevas condiciones establecidas por el
Tanzimat. Muchos de los notables musulmanes en todas las ciudades son arrestados por el
mismo ejército otomano, acusándolos de complicidad con los disturbios. Y a pesar de esto
siguen sosteniendo que “Todos los musulmanes vuelven su rostro ceniciento a Allah, el Más
Alto, y glorifican la fe para pedirle conceder la victoria a los musulmanes”.78
II.4.- INTERVENCION EUROPEA Y EL NACIMIENTO DEL SECTARISMO EN EL
IMPERIO OTOMANO
Como lo hemos mencionado, los europeos en vez de ayudar a pacificar la zona, fomentarán
las diferencias religiosas o sectarias. Lo anterior no implica que antes no se hubieren hecho
diferencias; los mismos europeos en sus relaciones con la Sublime Puerta ya habían
privilegiado las diferencias religiosas, siempre usando categorías que tienen que ver más con
la religión que con la nacionalidad. Pero será en el siglo XIX cuando lo religioso tome más
fuerza y se presente como una verdadera identificación de orden político. Eso no significa
que la identidad religiosa no había sido importante antes, pero ahora se introduce en casi
todos los temas. Controversias entre personas de diferentes comunidades sectarias ya no
podían resolverse discretamente en el Saray (Palacio) del gobernador, o el diván de Sultán
76
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 157. 77
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 157. 78
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 157.
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74
(consejo del Sultán). Los cristianos tienen mucha más confianza en sus demandas apremiantes
ante la Puerta, con las potencias europeas siempre dispuestas a intervenir en su apoyo. Por
otra parte, la capacidad del ejército otomano de mantener separadas las comunidades y la
tranquilidad a través de la coacción armada se vio gravemente debilitada a pesar de su
reorganización. De hecho, se ha convertido en parte del problema en los Balcanes donde el
yatagán (espada) imperial a menudo es usado indiscriminadamente contra los nacionalistas.79
La continuación de la política de los millet en el siglo XIX siguió alentando a las elites
de las comunidades cristianas a articular y refinar su identidad religiosa como un medio de
obtener poder político. El éxito de la unión de católicos y armenios en lograr el
reconocimiento para sus respectivos millet, contribuyó a incrementar su autoconfianza cuando
tratan sus asuntos con otras sectas y con el gobierno ya sea central o provincial. Esto llevo a
las sectas cristianas mas antiguas, pequeñas y menos activas a tratar de emular su éxito. La
adopción de la frase “millet-i hebra”, los cuatro millet (por ejemplo, cristianos ortodoxos,
católicos, armenios y judíos) por los burócratas estatales en su vocabulario político no hizo
sino fomentar esta tendencia. Los musulmanes interpretan cada vez más los avances cristianos
como derrotas para su propia comunidad.80
Aun cuando problemas hubo, no se puede generalizar. Además se debe saber que
lugares como El Líbano siempre han sido conflictivos. Otras regiones del mundo árabe
otomano, como Palestina, Irak y parte importante de Siria (donde el Imperio tuvo más
autoridad), fueron más pacíficas y las luchas solo se dieron cuando el Imperio estuvo débil y
así pudo haber mayor influencia europea. Hay muchos ejemplos al respecto. Después de la
caída del imperio, los árabes se autogobernaron, pero solo por dos años, luego vendrá la
invasión europea. Con el tiempo, los mismos árabes se darán cuenta de haber sido utilizados
79
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 133. 80
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 133.
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75
políticamente por las potencias europeas y Rusia. La mejor prueba de ello es lo declarado por
Sherif Hüseyin, quien fue el único líder de la rebelión árabe contra el Imperio y que fue
apoyado por los ingleses, quien al final de su vida se arrepiente de haber luchado contra los
otomanos, lo que dejó constancia Rauf Denktaş ( Ex Presidente de Republica Turca de
Chipre del Norte):
“Yo era un niño cuando visitamos al excelentísimo Sharif (Hüseyin) con mi padre,
besaba su mano y me sentaba y el conversaba con mi padre “¿Oh, que he hecho? Estoy
sufriendo por mis malos actos. ¿Por qué fuimos desleales con los otomanos?” decía.
Mi padre siempre lo consolaba con algunas palabras y yo me sentaba al lado de
Sharif. El seguía diciendo “ Raif, cuéntame de los aires de Estambul, viví 18 años en
Estambul, en el tiempo de Abdülhamid”, ponía un disco de música otomana en el gramófono
y comenzaba a llorar diciendo “Oh!, Estambul, el lugar mas bello del mundo”, mi padre lo
consolaba con estas palabras “Sharif, no tengas penas, es el designio de Allah…Tu cometiste
errores; pero tu estas arrepentido, eso se nota por las lagrimas que salen de tus ojos, Allah te
va a perdonar por eso; no te lamentes, no llores”. Mi padre lo consolaba pero el también
lloraba…”81
Hay muchos testimonios de ello. La misma historia lo ha ido confirmando, pues desde
la caída del Imperio, los problemas en el mundo árabe se han sucedido año a año y que son
por todos conocidos.
Relacionado con el problema del sectarismo, un nombre resalta por sí solo: El Líbano.
Dicha zona será muy influenciable al Occidente. Al mismo puerto de Beirut entrarán no solo
hombres sino ideologías, que como veremos incrementarán o acelerarán la pérdida del Medio
Oriente de las manos otomanas. Después de la pérdida de la guerra con los otomanos, esto es
81
ARMAGAN, 2006, pp. 155-157.
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76
el año 1521, los otomanos empezaron a recuperar el Líbano. Entonces, para este país empezó
una nueva etapa política, a parte del centro del Líbano, las costas estaban a cargo de los
señores feudales maronitas y drusos. Los otomanos comenzaron a administrar dichas tierras
como todas las provincias otomanas, respetando sus religiones y forma de vida, y solo
enviando sus representantes para que administren. En el Líbano existían dos grandes grupos
religiosos: los drusos y los cristianos maronitas. Las más grandes escuelas durante el siglo
XVI y XVII eran maronitas. Estos eran cristianos católicos. En cantidad eran muchos, pero no
poseían gran poder y tenían buenas relaciones con los drusos durante los siglos señalados. 82
En el año 1732 el patriarca de Constantinopla, Antioquia y Jerusalén informa a Sultán de
varias nefastas actividades recientemente ocurridas en Aleppo: Una no santa alianza entre los
rebeldes drusos, Francia y el Papa está apoyando la rebelión de los católicos de Aleppo contra
el Sultán. Sin embargo la mayoría silenciosa de la comunidad es “por naturaleza leal a la
verdadera iglesia y a su Sultán” y se verá forzada dentro de este estado de rebelión a iniciar un
boicot económico contra el núcleo duro de herejes.83
Según nuestros estudios, el Imperio Otomano hasta el periodo de Tanzimat logró
dominar el Líbano con cierto orden y tolerancia; es más, debido a lo conflictivo de la zona, el
Imperio intentaba tratar a sus habitantes con mayor deferencia y cuidado.
Desde Tanzimat, Ibrahim Paşa empezó a manifestar rebeldía, aduciendo que defendía
el derecho de los árabes en Siria (región que en ese tiempo comprendía varias naciones
modernas, como la actual Siria, el Líbano, etc.). Estambul envía una fuerza militar para
detener a Ibrahim Paşa, y éste perderá la batalla de Siria contra los otomanos. Por su parte,
Beşir II (quien estaba bajo la autoridad de Ibrahim Paşa) perdió el poder del Líbano. Entonces
el 3 de septiembre de 1840, el Estado Otomano mandó a Beşir III como emir del Líbano.
82
YAZICI, Hüseyin, Göç Edebiyati (Literatura de la Emigración), Kaktüs Yayınları, Istanbul, 2002, pp. 20-21. 83
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The roots of sectarianism, 2001, pp. 92-
93.
Page 77
77
Luego empezaron los problemas políticos. Los drusos querían recobrar las tierras que habían
entregado a los maronitas durante el tiempo de Beşir II, quien les había dado mucha
autonomía a los cristianos maronitas. En el tiempo de este último los drusos perdieron mucho
poder, entregando las tierras a los cristianos maronitas o al Estado. Algunos drusos fueron
exiliados, perdieron sus casas, etc. Por ello Beşir III quiso solucionar los problemas, pero
nunca las cosas volverán atrás. 84
La visión de los drusos hacia los cristianos cambió. En 1841 un druso empezó a pelear
con una familia maronita por una tierra. Ambas familias eran importantes, por lo que hubo
problemas mayores. Beşir III invitó a los líderes de ambas familias a dialogar, pero sin
resultados positivos. Entonces el Imperio Otomano, dijo que deseaba solucionar pronto el
conflicto, por lo cual se envió a Mustafa Paşa; pero nuevamente sin resultados positivos. Un
año después, 1842, el Imperio Otomano, destituyó a Beşir III. Fue ahora Omar Paşa, quien
quiso solucionar problemas, pero los cristianos maronitas tenían muy buenas relaciones con
los cónsules franceses, además de eso, los cónsules ingleses eran representantes de los drusos.
Esta intervención de varios países en el conflicto, sería causa de mayores problemas. 85
El
Imperio Otomano para solucionar todos estos problemas, envió a Beirut a Mustafa Nuri Paşa,
quien tenía grandes conocimientos de la zona. Se quería solucionar el problema desde el
mismo Imperio y no desde afuera, pero al ver esto los franceses se opusieron, pues deseaban
que se favorecieses en el conflicto a los cristianos. El Imperio Otomano presionado por los
franceses, tomó la decisión de dividir el Líbano: una parte drusa y otra maronita. 86
En 1845, en Yebel surgió otro problema entre ambos credos. Se desarmó al pueblo,
pero por presiones europeas no se pudo solucionar el conflicto. En 1846 por fin se realizó un
tratado que generó la paz, aunque por breve tiempo y no total. En mayo de 1860 surgirán
84
YAZICI, 2002, pp. 24-25. 85
YAZICI, 2002, pp. 24-25. 86
YAZICI, 2002, p. 25.
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78
nuevos conflictos, cerca de Sayda, en el camino a Beirut: los drusos mataron a dos y luego a
cuatro cristianos. 50.000 cristianos atacaron a los drusos, los cuales eran solamente 12.000.87
En 1858 un grupo musulmán druso después de Yuma (celebración religiosa islámica del día
viernes) atacó a los pueblos maronitas. Así surgió una guerra “religiosa” de gran envergadura.
Consulados europeos intervinieron, pero a raíz de los conflictos fueron asesinados el cónsul
francés y el cónsul de Vis (una isla del Mar Adriático), quienes protegían los derechos de sus
protectorados. Esto ocurrió en Yidde, actual Arabia Saudita. Inglaterra y Francia enviaron
sus armadas a dicha ciudad y la bombardearon. Después los comandantes de dichos barcos
arrestaron a diez árabes, a quienes consideraron culpables sin mayor procedimiento judicial,
y los ahorcaron. Esto demuestra que para dichos países europeos las zonas eran consideradas
como colonias. Esta actitud generó más problemas, por ejemplo los drusos fueron muy
afectados. Los intelectuales arabistas interpretan la Cuestión de Yidde como que los drusos
tendrán mas diferencias con los maronitas. Esto afectara posteriormente, según los mismos
autores, creando la problemática Siria.88
Podemos ver que ya en ese tiempo hasta el día de hoy la intervención de las potencias
extranjeras en asuntos internos genera más conflictos. También es de destacar que ya en
dichos años las potencias europeas intervenían de manera directa en la zona, violando todos
los derechos de soberanía de los otomanos en dicha región. Después veremos que este lugar
será un punto clave en la inmigración árabe otomana, dado el poco poder que tenían las
autoridades otomanas allí, especialmente debido a los apoyos europeos hacia quienes
criticaban el Sultánato. Los problemas entre ambos grupos desde 1854 a 1860 fueron
solucionados sin pérdidas humanas por distintos tratados, pero el problema de mayo de 1860
será una de las mayores catástrofes.89
En Aleppo, en la muralla de una mezquita -
87
YAZICI, 2002, pp. 25-26 88
YAZICI, 2002, p. 26 89
YAZICI, 2002, p. 26
Page 79
79
posiblemente un druso - escribió amenazas contra los maronitas. Esto exacerbó los ánimos y
los drusos empezaron a asaltar y hostigar a los cristianos, en pequeñas cantidades,
especialmente en caravanas. Todo ello derivó en una nueva intervención de los ingleses y
franceses, aun más directa90
.En los campos del Líbano surgió la quema de casas y destrucción
de plantaciones. En 1860, 1500 drusos atacaron a los cristianos de Rashayya y estos en
poco tiempo se prepararon para enfrentarlos. Debido a las presiones europeas, el gobernador
de Damasco mandó fuerzas otomanas con Osman Bey para salvar a los maronitas cristianos y
traerlos a Damasco. Osman Bey fue a ejecutar la orden del Gobernador, pero los drusos
mataron a muchos maronitas e incluso tomaron el apoyo de sunitas y chiítas y ocuparon la
zona de Beka.
Luego de tantos problemas en estas zonas, el Sultán mandó a Beirut al Ministro del
Exterior, Fuad Paşa, para inspeccionar la zona, quien ayudó a los cristianos maronitas (los que
estaban en muchos casos sin hogar) y abrió un fondo económico y realizó un juicio, llamando
al pueblo, ordenando el castigo a los culpables, y estableció que todos los pueblos maronitas
quedan bajo la protección del Imperio Otomano. Varios jefes drusos y tenientes otomanos
fueron castigados. Mientras las fuerzas marinas franceses estaban cerca, pero al ver que se dio
solución al problema, volvieron a su país. 91
El 9 de junio de 1861 Fuad Paşa dirigió una gran comisión para solucionar problemas
del sectarismo que se daba en el Líbano. Se invitó a miembros de Francia, Inglaterra, Rusia,
Austria y Prusia. Se realizaron reuniones en Beirut y Estambul durante meses. Se tomó un
acuerdo, por el cual todas las potencias extranjeras debían salir del Líbano. El Líbano se
dividió en 4 zonas. El Imperio Otomano mandaría a un gobernador que siendo miembro del
imperio sin embargo tuviera por religión el catolicismo para manejar estas zonas y tendrá 12
90
YAZICI, 2002, p. 27. 91
YAZICI, 2002, p. 28
Page 80
80
personas como consejeros. Será un sistema feudal, donde cada persona tendrá los mismos
derechos sin distinción de ningún tipo92
. Esto calmó por un tiempo la zona.
Fig.8.- Soldados locales del Líbano durante el tiempo de la Mutasarrifia (1861-1914)93
Pero los maronitas cristianos nunca se sintieron satisfechos, y empezó el nacionalismo
árabe, el cual sería apoyado desde Francia, para luchar a fines del siglo XIX contra el pan-
islamismo. Esta idea del nacionalismo árabe se extenderá a lugares como Siria, Irak, etc. e
incluso se llegará a que aquel se presente como opuesto al Sultánato. Abdülhamid II, intentó
detener esta idea, y por ello los árabes musulmanes de fin de siglo XIX volverán a
diferenciarse del nacionalismo. Pero a inicios del siglo XX se retomará la idea de identidad
entre musulmán árabe y nacionalismo árabe. En 1908 y 1909 habrá un auge del nacionalismo
92
YAZICI, 2002, p. 29 93
Imagen extraída del sitio web: http://mideastimage.com
Page 81
81
árabe en el Levante, y con el tiempo, después de la Primera Guerra Mundial el Líbano pasó a
ser un protectorado francés.
A fines del siglo XIX el Líbano sería una región con una autoridad democrática.
Debemos señalar que desde el inicio de la conquista de la zona libanesa, ésta nunca
fue dominada en su integridad; ello por muchas razones, entre las cuales pueden contarse la
dificultad geográfica de la dominación (pues gran parte de la población vivían aislados en las
montañas), sistemas tribales, costumbres diferentes, variedad de sectas, etc. Incluso cuando
los franceses administraron la zona, tampoco se logró la ansiada paz. Y ello sin variar hasta
nuestros días. Hay que recordar que el Líbano era una zona estratégica. La gente vivía
especialmente de la agricultura. Y teniendo buenos puertos, se comunicaba con el mundo. La
seda libanesa era de buena calidad. Los problemas de 1860 golpearon también a la industria
de la seda. En la segunda mitad del siglo XIX en la producción de seda trabajaban 12.000
personas, y había 154 empresas dedicadas a este rubro. Luego de los conflictos de 1860
muchos negocios debieron cerrar. En estos tiempos había crisis de economía mundial y
cambios. Por ejemplo, en 1860 Inglaterra y Francia hicieron un tratado económico. El mismo
año las potencias europeas entraron a Beijing y abrieron sus puertas a todo el mundo. Francia
colonizó la capital de China; Inglaterra la Península de Malaca. Rusia tenía el poder de todo el
Océano Pacifico.
Naturalmente, estos cambios hicieron más fuertes a las potencias europeas. Los
historiadores árabes no consideran en el proceso de emigración estos cambios y/o crisis
económicos, los cuales afectaron a Medio Oriente, pues empezaron a llegar allí inmensos
barcos que llevaban a Europa, e incluso al Levante, telas, sedas, etc. las cuales vendían más
barata que las de los países árabes, los que se vieron afectados a punto de no poder competir.
Page 82
82
Después de 1860 hubo otra crisis: A Medio Oriente llegaron potencias bancarias
europeas, que daban préstamos a los árabes, siendo mucho los intereses. Los agricultores y
dueños de las tierras debieron venderlas para pagar los préstamos.94
El intelectual árabe Ihsan Abbas, dice que “el sistema de mutassarruf (autonomía
libanesa después de 1860 hasta 1914) dio mucha libertad y paz a los agricultores libaneses,
pero de esta autonomía aprovecharon más que los mismos árabes los europeos. El mercado
interior no podía competir con el extranjero, incluyendo los bancos y empresas extranjeras,
siendo un desastre para la economía libanesa”. 95
II.5.- EL TIEMPO DE SULTÁN ABDÜLHAMID II. (1876-1908)
El Sultán Abdülhamid asciende al trono del Imperio Otomano rodeado de una serie de turbias
circunstancias. La insurrección estalla en Bosnia en 1875 y se extiende rápidamente a
Bulgaria. Los reformadores del Tanzimat se apoderaron de la crisis, como una oportunidad.
Convencieron al Muftí en Jefe de Estambul, para que en Mayo 30 de 1876, ordenara la
deposición del Sultán Abdülaziz, a quien, ellos, ven como un impedimento para la reforma.
En su lugar instalan a su sobrino Murad, pero más importante aun, es el hijo de Abdülmecid,
quien es el reformador favorito de cada Sultán. El nuevo Sultán – que fuera elegido por los
Jóvenes Otomanos- resultará incapaz de atender eficientemente los asuntos de su oficina y es
depuesto cuatro meses después. En su lugar, los Jóvenes Otomanos instalan a su hermano,
Abdülhamid.
94
YAZICI, 2002, p. 36 95
YAZICI, 2002, véase para mas información; Ihsan Abbas- Muhammed Yusuf Necm, “eş´Si`ru`l,-Arabi fi´l-
Mehcer, Beirut, 1982. p.17.
Page 83
83
Este se convirtió en Sultán y debió enfrentar los problemas de Bulgaria, la amenaza
de guerra con Rusia, y la presión europea por el pago de las deudas contraídas.
Rusia, sin causa expresa (aunque sin duda, motivado por su deseo de pan-eslavismo)
invadirá las tierras Otomanas, en 1877, ostensiblemente en auxilio de los rebeldes búlgaros;
perdiendo el Imperio muchas regiones. El Sultán señala que los rusos han declarado una
guerra pero sin un motivo manifiesto, salvo el que tenía de muchos años antes el de
nacionalismo, y que solo desean llegar a las “aguas calientes”, la principal política rusa;
aprovechándose de la debilidad del Imperio Otomano. Abdülhamid lo sabía muy bien, y por
eso le dijo a su pueblo que ellos no deseaban la guerra, pero que debían defenderse de los
rusos. Fue así enfrentado a una guerra perdida, la que finaliza con el Tratado de Ayastefanos
(San Estefano) el 3 de marzo de 1878. Ese año cierra el Parlamento, para manejar más
fácilmente el gobierno, agilizando las leyes, y salvar el Imperio de los graves problemas.
Debido a las gestiones de Bismarck, quien mantenía buenos contactos con
Abdülhamid, se realizará otro tratado con Rusia, esta vez en Berlin96
, y que mejorará mucho
la política con los otomanos.
El Sultán luego de estos hechos, comprendió que debía usar nuevas estrategias para
ganar más tiempo y perder menos territorios. Entre ellas, estaba el usar a las otras potencias
coloniales contra Rusia y Francia. También entendió que el deseo de los europeos y rusos era
eliminar el Imperio. Todo esto lo confirmó al saber de la existencia de tratados secretos entre
Inglaterra, Alemania, Italia y Francia, por el cual se permitía atacar a las regiones otomanas,
sin que los países europeos ayudaran al Imperio Otomano. Y así en 1881 Italia invade Túnez;
96
Para más información sobre la Guerra Rusa-Otomana, el Tratado de Ayastefanos (San Estefano), como la
posterior intervención europea, y el Tratado de Berlín, véase la correspondencia de la Legación de Chile en
Francia y Gran Bretaña, enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile los años 1877 especialmente, 21
de septiembre de 1877, . Es interesante ver como en dichos documentos se habla con gran detalle sobre la
situación política del Imperio Otomano y sus guerras. En tales cartas, queda clara la importancia dada a las
novedosas políticas del Sultán Abdülhamid.
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84
en 1882, Inglaterra invade Egipto; etc. A fines del siglo XIX y hasta 1908 aproximadamente,
en el Imperio Otomano había miles de espías de Francia, Alemania, Austria-Hungría,
Inglaterra, Estados Unidos, etc. Algunos de estos espías eran imanes, sheik, arqueólogos,
botánicos, etc.97
Todo esto haría que el Imperio Otomano estuviera lleno de enemigos. A fin
de proteger su Imperio frente a los occidentales y rusos, después de la Guerra Rusa-Turca
(1878)98
, al perder las tierras de los Balcanes y el Cáucaso, debido a los hostigamientos
cristianos una cantidad de alrededor un millón de musulmanes emigraron a la región de
Anatolia, debió recurrir a una doctrina: el pan-islamismo99
. Sin embargo, no hay que olvidar
el pan-islamismo de Abdülhamid era distinto que el de los otros teóricos y políticos islámicos,
pues se quería lograr la unidad de los musulmanes exclusivamente otomanos, para defenderse
de las potencias europeas y Rusia, sin molestar a los otros millet del Imperio; pues la esencia
misma de dicho gobierno era lo multicultural, multireligioso y multiétnico. Una de las
primeras políticas de Abdülhamid era controlar los nacionalismos, especialmente el árabe,
pues podían dividir al Estado.100
Abdülhamid, después del Tratado de Berlín, comprendió que debía realizar una
política a fin de evitar la caída del Imperio, pues los rusos –con el apoyo de las potencias
europeas- hostigaban a los otomanos en todas partes, especialmente la zona de los Balcanes,
como al nacionalismo armenio. Posterior será el surgir del nacionalismo árabe con fuerza. El
Sultán observaba estos problemas muy bien y para evitar estos conflictos, realizaba políticas
97
ÇAVUŞ, 2006, p.-33. 98
A raíz de esta guerra, surgirá la llamada “cuestión Armenia” y el surgimiento del nacionalismo armenio, que
fuera apoyado por los rusos. Los armenios que fueron conocidos en el Imperio como “el pueblo más leal entre
los no turcos” se transformarán en enemigos jurados de aquél, a tal punto que recurrirán al ataque terrorista e
incluso realizarán un atentado a través de un coche-bomba contra Abdülhamid. 99
El pan-islamismo es la unión de los musulmanes contra el mundo occidental. Este nombre surge en Europa,
entre los intelectuales. La idea será usada en Irán, hacia 1839, pero de manera radicalizada, deseando el exilio de
los cristianos de las tierras islámicas. También se expresó en teólogos islámicos de diferentes países (como por
ejemplo, Yamal ed din al-Afgani) para unir a los musulmanes del mundo y defenderlos de sus enemigos.
Finalmente, otra expresión del pan-islamismo será la utilizada por Abdülhamid, pero de manera moderada, es
decir solo para lograr la unión de los musulmanes del pueblo otomano. 100
ÇAVUŞ, 2006, p.-33.
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85
muy hábiles de enemistad entre los aliados. Esto llevará a que los medios europeos presenten
a Abdülhamid como un tirano y déspota.101
. Recientemente, se ha comenzado a realizar una
revisión histórica del lugar de Abdülhamid en la historia. Los estudiosos de este periodo han
elaborado una sofisticada imagen del Sultán que escapa al esteriotipo occidental de “Abdul el
loco”, tan popular en la época victoriana. Su juego del panislamismo, junto con una creciente
agitación nacionalista contra el Imperio, resultó un incremento de la polarización étnico-
religiosa en Anatolia, donde las ambiciones armenias y de los griegos nacionalistas, más los
temores musulmanes, producirá un polvorín que en cualquier momento puede estallar.
Irónicamente, tomando como modelo la vecina Anatolia, Abdülhamid empleará la religión
para tratar de calmar los efectos de los problemas del Imperio en las provincias árabes
otomanas. Con esto Abdülhamid quiso eliminar el sectarismo, haciendo que las elites
musulmanas volvieran a su antigua actitud de “noblesse oblige” acerca de los no musulmanes.
El resto del Imperio desciende dentro de un estado de guerra ínter-comunal. Las últimas
décadas del siglo XIX, sin embargo, serán testigos de una reconciliación política por parte de
las elites de las diversas comunidades religiosas del mundo árabe otomano.102
Prueba del deseo de Abdülhamid (1876-1908) de hacer avances y progresos en la zona
de Medio Oriente, es lo expuesto en la memoria de una inmigrante árabe otomana en Chile.
Durante sus siete años de ausencia se habían instalado algunos colegios, las calles estaban
mejor empedradas y las plazas más cuidada, incluso adornadas con palmeras. Los cristianos
tenían sus iglesias en sus barrios, y lo mismo tenían los musulmanes, sus barrios y sus
mezquitas, y cada cual practicaba su fe sin molestar a los de más. 103
101
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
170. 102
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, pp.
170-171. 103
NAHIMA, 2001, p.35.
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86
A fin de conocer la característica del Imperio Otomano de ser un imperio multi-
religioso, hemos elaborado una serie de tablas.
Fig.9.-Tabla referida al censo del año 1914 en la zona palestina del Imperio Otomano, que se refiere a las
religiones practicadas. 104
104
ÇAVUŞ, 2006, p.-62.
RELIGION CANTIDAD DE FIELES
Musulmanes 697.950
Cristianos Ortodoxos 60.272
Judíos 31.675
Maronitas 2.549
Armenios 1.314
Católicos 14.878
TOTAL 808.638
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87
Fig.10.-Tabla referida al censo del año 1914 en la zona de Siria y Beirut del Imperio Otomano, que se refiere a
las religiones practicadas. 105
En el mismo tiempo, durante la Primera Guerra Mundial el ejército turco no podía
distinguir quién era árabe, y quién era musulmán. Así, por ejemplo, ¿era posible distinguir a
Lawrence de Arabia de un árabe? Para los turcos quien vestía como árabe y usaba ropa árabe
era árabe. No había conocimiento de parte de la gran mayoría de los soldados turcos del
idioma árabe. Para los turcos, quienes tenían relaciones con las potencias enemigas como los
armenios, los judíos o maronitas no podían distinguirse, y por tanto pensaban que eran árabes.
Así surgió un odio de los turcos por los árabes.106
Aun entre los turcos existe la creencia que los árabes fueron traidores en la IGM.
Incluso los profesores universitarios defienden esta idea. Por tanto, no se puede evitar el
pensamiento del pueblo turco contra los árabes.
Los jóvenes soldados turcos no conocían idioma árabe, ni grupos étnicos, etc. por lo
que pensaban que todos eran árabes, y en la batalla es difícil de saber quien es quien. Este fue
105
ÇAVUŞ, 2006, p.-62. 106
ÇAVUŞ, 2006, p.-62.
RELIGION CANTIDAD DE FIELES
Musulmanes 1.705.940
Cristianos 319.590
Judíos 46.451
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un problema, y faltó preparación a los soldados, mientras que los europeos sí sabían idioma y
habían estudiado la cultura.107
Luego de la caída de Abdülhamid los jefes de los grupos nacionalistas árabes decían
que el Imperio Otomano había acabado y que ese Estado ya no podía proteger a los árabes,
por lo cual se requería una nueva protección. Se decía que Libia, Bosnia, Bulgaria y los otros
países han sido vendidos por los mismos turcos. Entonces la gente árabe tenía la idea que los
otomanos no se preocupaban realmente de los árabes.108
Los nacionalistas árabes decían que
hacer un movimiento no era rebeldía sino la salvación, y liberarse de estar sometido de otro
pueblo.109
Abdülhamid no tenía solo el problema del nacionalismo árabe y armenio. Existía uno
muy grande, uno que según los historiadores turcos sería la causa de la Primera Guerra
Mundial, donde entra un personaje muy importante para la caída de Abdülhamid: Theodor
Herzl110
(1896-1902), quien había visitado Istanbul cinco veces, de las cuales solo una vez
pudo entrevistarse con el Sultán Abdülhamid.
En junio de 1896 consiguió llegar a traspasar la Sublime Puerta y entrevistarse con
personas cercanas al Sultán; la propuesta era apoyar económicamente al debilitado Imperio
Otomano a cambio de una patria en Palestina, tal como había escrito en su Estado Judío.
Entre los ofrecimientos hechos por Herzl al Sultán, para convencerlo de su propuesta, están
los siguientes:
107
ÇAVUŞ, 2006, p.-63. 108
ÇAVUŞ, 2006, p.-70. 109
ÇAVUŞ, 2006, p.-71. 110
Fundador de la doctrina sionista, es decir del postulado por el cual los judíos deben tener un país propio ya
sea en Palestina o en otra parte. Esta será la doctrina que logrará la instauración del Estado de Israel (1948).
Primero, luego de la caída del Imperio Otomano, grupos judíos empezaron a instalarse tranquilamente en la
zona; luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial los aliados le concederán a los judíos un territorio
soberano.
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89
Pagar todas las deudas del Imperio Otomano.
Apoyar económicamente al Imperio Otomano.
Ayudar a la política exterior europea del Imperio Otomano.
Financiar la construcción de cuarteles militares del ejército otomano.
Regalar dinero a Sultán.
Construir una universidad en Palestina en la cual los alumnos turcos podrán
estudiar sin necesidad de viajar a Europa.
La respuesta del Sultán a Philip de Newlinski –intermediario de Herzl ante el Sultán-
fue clara: “Si el señor Herzl es tan amigo tuyo como tú lo eres mío, entonces avísale no dar
un paso más en ese sentido. No puedo vender ni un pie de tierra porque no es mía sino de mi
pueblo”.111
En una carta enviada por el Sultán, éste muestra sus motivos del rechazo a la creación
de un gobierno judío en tierras árabes, debido a que algunos hacían críticas por la dureza del
rechazo de Abdülhamid. Para dejar en claro la idea de los judíos sionistas, el Sultán dio a
conocer al mundo su carta:
“Los hijos de Musa, pueden venir a mi Estado, y vivir donde nosotros lo designemos,
pero no en Palestina, nosotros les abrimos nuestras puertas a las víctimas y siempre les
decimos bienvenidos”.112
111
ARMAGAN, 2006, p. 164. 112
ARMAGAN, 2006, p. 169.
Page 90
90
Ante esto la conducta sionista fue rechazar esta propuesta, porque ya estaban en
conversaciones avanzadas con Inglaterra para obtener Palestina. Herlz después de
terminadas las conversaciones comprendió que no obtendría nada de Abdülhamid. No
quedaba otra alternativa que derrocarlo y colocar en su lugar un gobierno afín a sus intereses,
y éste seria el de los Jóvenes Turcos, a quienes habían ayudado a exiliarse en Europa. Herzl
dirá: “Con Abdülhamid no podemos hacer nada, hay que derrocarlo y tener al frente de
gobiernos mas amigables”.113
En 1908 los Jóvenes Turcos, han derrocado al Sultán, mientras en Europa los sionistas
celebran la llegada al poder de aquéllos porque para su gran proyecto del Gran Israel, la única
piedra en su camino era Abdülhamid.
Una causa de la caída del Sultán Abdülhamid, será el papel de Herzl; pero, hay otros
motivos. Otro de ellos es el petróleo. Y finalmente, los Jóvenes Turcos, de quien ya
hablaremos posteriormente.
Acerca del petróleo, debemos señalar que Abdülhamid era un hombre de gran cultura
e inteligencia, y pudo prever la importancia que tendrá para el mundo este combustible. Para
evitar conflictos a raíz de la posesión de éste, realizó medidas y leyes que evitaban a los
extranjeros comprar terrenos en las zonas petrolíferas más fundamentales, como Mosul. En el
programa del Partido Laborista inglés, se ha escrito lo siguiente, bajo el titulo de Política del
Petróleo: “Nos muestra la Guerra Mundial, con tantas experiencias, que para la guerra es
importante el petróleo. Si no tenemos petróleo no vuelan nuestros aviones, si no tenemos
petróleo no funcionan nuestros barcos, sino tenemos petróleo no funcionan nuestros
submarino. En otras herramientas de las guerras, en la transferencia de los soldados, en
todos los casos necesitamos petróleo. Para ser un gran Estado hay que controlar y proteger
113
ARMAGAN, 2006, p. 172.
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91
bien las fuentes petroleras y nuestra política debe ser así. Por eso el imperialismo inglés nos
muestra que para dominar el petróleo y los caminos del petróleo, si fuere necesaria una
guerra, ellos no temerán gastar todas sus energías. Siempre van a luchar hasta que se
termine el petróleo.114
Acerca de Inglaterra, uno de los mayores instigadores de la lucha por el petróleo, el
historiador Joseph Brewda dirá que detrás del juego de los Jóvenes Turcos estaba Inglaterra,
es decir el Panturquismo buscaba territorios de Rusia. Conocido esto por Inglaterra, ésta
buscará el enfrentamiento otomano-ruso. Además a través de la agencia de inteligencia
inglesa se construyó el arabismo con el agente Lawrence, Seton-Watson el nacionalismo
servio, Lady Dunham el nacionalismo albanés, Noel Baxton el nacionalismo búlgaro y
preparando genialmente la caída del Imperio Otomano por todas partes. Pronto los ingleses
dividirán la gran Armenia, quedando finalmente una parte para Irán, Rusia y una pequeña
parte en Turquía, provocando así un gran tumulto.115
Según algunos historiadores turcos, Abdülhamid es el último Sultán y califa del
Imperio Otomano. De verdad, luego de la llegada de los Jóvenes Turcos al gobierno los
siguientes Sultanes no tendrán poder real e, incluso, no serán considerados en las decisiones
políticas fundamentales, como por ejemplo el entrar a la Primera Guerra Mundial, lo cual
marcará históricamente la caída final del Imperio Otomano. Incluso los Jóvenes Turcos para
no consultar al Sultán cerrarán el Congreso.
114
HALID, Halil (Miembro de la agencia de inteligencia otomana entre 1894-1908), Ingilizlerin Osanlıyı Yok
Etme Siyaseti (La Política Inglesa de Destrucción del Imperio Otomano), Editorial Ekim, Istanbul, 2008. p.58. 115
ARMAGAN, 2006, pp.145-146
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92
Fig.11.- Parlamento Otomano, antes de su clausura por los Jóvenes Turcos en el año 1914.116
II.6.- EL TIEMPO DE LOS JOVENES TURCOS
Ittihat ve Terakki (partido de los Jóvenes Turcos) nacerá en Salónica, y será fundada por
algunos intelectuales el año 1893: İbrahim Temo, İshak Sukûtî, Abdullah Cevdet y Şerafettin
Mağdumî. Inicialmente era un grupo que intentaba continuar la línea de pensamiento de los
Jóvenes Otomanos, a través de revistas y reuniones. Algunos de sus fundadores eran
miembros de la orden masónica de Salónica. La influencia de la masonería en la política de
este partido político hacía sentir la influencia liberal y laica.117
Así, por ejemplo, el fundador
de “Ittihat ve Terakki” era Ibrahim Temo, quien conocía el funcionamiento de los carbonarios
italianos, y era miembro de la masonería de Brindizi (Brindis).118
116
Imagen extraída del sitio Web: http://mideastimage.com 117
ÇAVUŞ, 2006, p.-20. 118
ÇAVUŞ, 2006, p.-94.
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93
El 24 de julio de 1908, alrededor de Istanbul hubo conflictos y muertes de algunos
intelectuales, desconociéndose los autores. Ello derivó en que Abdülhamid aceptara la
Segunda Era Constitucional (II. Meşrutiyet), pues la oposición lo presionaba a ello. Solo
recién allí el Ittihat ve Terakki será un partido político con fuerzas. Al ser declarada la
Segunda Era Constitucional siguieron los conflictos; siendo pieza clave lo ocurrido el 31 de
marzo, cuando hubo una rebelión contra el “İttihat ve Terakki”. El ejército que venía de
Rumelia, detuvo dicha rebelión. Se quería con ello mostrar que tras las rebeliones estaba
Abdülhamid. Y que los opositores del laicismo y democracia, estaba haciendo estos
conflictos.
Y en dichos tiempos, los líderes de İttihat ve Terakki serán: Talât Bey (después será
Paşa, otro título), Ahmet Rıza, Enver Paşa, Cemal Paşa, Dr. Nâzım y Ziya Gökalp, quienes
son una mitad parte del ejército y la otra de la sociedad civil.
Şerif Hüseyin en sus propagandas que hacía en la zona árabe para ganar más
seguidores usando esta información, “los Jóvenes Turcos no son creyentes, por tanto, no
representan el Califato”.119
De verdad en Estambul los Jóvenes Turcos hacían algunas reuniones y fiestas donde
consumían alcohol, siendo esta una bebida prohibida en el Islam era motivo de agitación y
propaganda de Şerif Hüseyin. Además estos tiempos se sentía cada día más nacionalismo
turco entre los Jóvenes Turcos.120
Intelectual de la década de caída del Imperio Otomano, Niyazi Berkes dice que: “El
surgimiento de laicismo se manifiesta paralelamente con el nacionalismo árabe, como un
rechazo al Islam. Quien pensaba que, la religión era un obstáculo para incorporar las ideas
119
ÇAVUŞ, 2006, p.-20. 120
ÇAVUŞ, 2006, p.-21.
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94
del mundo moderno incluyendo conceptos como democracia, ciencia y tecnología. Pero no
sabían que el nacionalismo árabe tiene su raíz en esta misma concepción del mundo, es decir,
seguir unido al los turcos significaba mantener el atraso y la pobreza cultural. Cuando ellos
buscaban volcarse al mundo moderno occidental”.121
Los Jóvenes Turcos en su lucha idealista contra la administración del Sultán,
mostraban al pueblo la debilidad política del Imperio, creyendo con esto estar favoreciendo a
la nación turca, sin pensar que a la larga todos los que conformaban la administración
otomana e incluyendo a ellos se hundirían inevitablemente, quedando merced de las potencias
europeas.
Los Jóvenes Turcos han nacido con el objeto de lograr la unidad de las naciones
otomanas, pero después han cambiado esta idea con la doctrina del “turanismo”122
(es decir,
el pan-turquismo o el deseo de volver a la cultura turca previa al Islam). Por ello se apoyaba
el laicismo, y se quería depurar la influencia de la lengua árabe en la gramática turca, para lo
cual se recurrió al alfabeto latino para construir una gramática puramente turca y cortar los
lazos con el mundo árabe. Estas ideas de los Jóvenes Turcos no convenían a la existencia de
un gobierno otomano, pues la mayoría del Imperio era musulmán, y a través de dicha forma
de gobierno otomano se protegían a los otros grupos religiosos, pues como hemos hablado la
tolerancia religiosa y étnica era la base de dicho Imperio. Por otro lado, la difusión del
turanismo entraba en conflicto con los grupos nacionalistas árabes; además, las potencias
europeas usaban el discurso turanista en sus propagandas contra los turcos.123
121
ÇAVUŞ, 2006, p.-22. 122
Turan es una doctrina nacionalista que defiende la unión de los todos los pueblos turcos del mundo, es decir
un pensamiento pan-turco. 123
ÇAVUŞ, 2006, p.-24.
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95
El surgimiento del nacionalismo turco puso en alerta al mundo árabe otomano respecto
de los derechos adquiridos durante más de cinco siglos de la administración de los Sultanes
Otomanos.124
Los Jóvenes Turcos atacaban a Abdülhamid II por ser mal gobernante del Estado
Otomano, pero justamente el día 5 de octubre de 1908 – es decir, muy poco después de la
revocación de aquel califa- Bulgaria declaró su independencia, el 6 de octubre Austria
invadió a Bosnia, en el mismo mes Creta declaró que es parte de Grecia y en 1911 Italia atacó
a Libia, la cual era una tierra otomana. Los Jóvenes Turcos no sabían que esa invasión de
parte de los italianos fue apoyada por Inglaterra y Alemania. Los siguientes días surgió la
guerra en los Balcanes, con gran cantidad de muertes.125
Esto nos muestra la inexperiencia de
los reformistas en el dominio de las relaciones exteriores.
Pensamos que el error de los Jóvenes Turcos pudo haber sido apoyar la separación de
las otras naciones, cuando éstas empezaban a rebelarse, creando así una sensación de
anarquía.
Los Jóvenes Turcos derrocaron a Abdülhamid II para fundar un Estado democrático,
recién salido el Imperio de las guerras de los Balcanes126
. El Estado se hallaba en muy mala
situación, lo que era empeorado con el deseo de unos pocos miembros del grupo de los
Jóvenes Turcos de ir a la Primera Guerra Mundial. El 19 de julio de 1914, unos días antes de
ingresar a la Guerra, los mismos Jóvenes Turcos clausuran el Parlamento Otomano, naciendo
así la Segunda Era Constitucional (la Primera Era la hicieron los Jóvenes Otomanos). El
objeto de esta revocación se debía a que el Parlamento Otomano no aceptaría la declaración
124
ÇAVUŞ, 2006, p.-25. 125
ÇAVUŞ, 2006, p.-26. 126
Se debe saber que hubo dos guerras de los Balcanes. La primera, que se dio en tiempo de Abdülhamid, con el
surgimiento del paneslavismo; y la segunda, en la época de los Jóvenes Turcos.
Page 96
96
de guerra; es más, ni siquiera el Sultán fue informado.127
Es curioso que los mismos Jóvenes
Turcos quienes se presentaban como garantes de las ideas de democracia y laicismo, cerraran
arbitrariamente el Parlamento. En dicho congreso existían representantes de todas las etnias
del Imperio (armenios, árabes, etc.); por lo cual estos mismos darán información a sus países
respecto de la poca credibilidad del actuar de los Jóvenes Turcos.
Acerca de la esperanza de los Jóvenes Turcos respecto de la Primera Guerra Mundial,
el 2 noviembre de 1918 debieron huir sus dirigentes pues sus malas decisiones, dado que
habían convertido el país en una anarquía y se sentían culpables.128
Nuestra investigación, basada especialmente en cartas y memorias, nos lleva a concluir
que el Sultán Abdülhamid II intuía la Gran Guerra que venía y sabía que este conflicto traería
mucha destrucción para los pueblos, y adivinaba que de ocurrir sería Inglaterra quien ganase,
dada su importante flota naval.129
Y este importante punto no fue previsto por los reformistas.
Los Jóvenes Turcos querían manejar el Estado con un sistema nuevo y, los armenios
deseaban crear un Estado de ellos, los judíos europeos querían la Tierra Santa, y los europeos
deseaban colonizar el Medio Oriente. Todas estas fuerzas querían destituir al Sultán
Abdülhamid, pues éste era la única barrera para cumplir sus intereses.130
El Sultán
Abdülhamid quedó entremedio de muchos opositores, lo cual hizo que él a fin de evitar una
guerra civil, renunció a su cargo. Luego perdió su libertad y fue hecho prisionero en un
palacio; sin embargo, fue muy visitado, incluso por algunos dirigentes de la época, quienes
eran partidarios de los Jóvenes Turcos, debido a su experiencia y conocimiento.
127
ÇAVUŞ, 2006, pp.-26-27. 128
ÇAVUŞ, 2006, p.-27. 129
ÇAVUŞ, 2006, p.-29. 130
ÇAVUŞ, 2006, p.-31.
Page 97
97
“Los laicistas después de destruir el país se han arrepentido casi todos, algunos
debieron escapar a Europa otra vez. Uno de ellos, Enver Paşa, refleja su sentir en estas
frases “Mi señor, yo puedo dar un juicio de todos los errores que cometí, estoy preparado
para ello. Nosotros hemos querido construir el Gran Estado de los Turcos, pero nos hemos
derrotado a nosotros mismos. Nuestra gran preocupación y arrepentimiento es no haber
comprendido a Abdülhamid Han y ser una herramienta de los sionistas en su proyecto
político. Es triste, pero la verdad es esta”.131
II.7.- PANISLAMISMO
Al comprender la necesidad de la unidad, los Jóvenes Turcos luego de la caída de
Abdülhamid, probaron distintas formas de mantener el Estado en la historia. Incluso creían
que entrar a una guerra mundial con la cooperación de un país muy poderoso en Europa,
como Alemania, podía hacerlos recuperar las tierras pérdidas en las guerras ruso-otomana.
Como se ha dicho, para ello utilizaron varias ideas. Una de ellas, el panturquismo. Después,
cuando el Imperio ya estaba en la Primera Guerra Mundial, entre los alemanes y los dirigentes
turcos hubo algunas reuniones tendientes a causar más daño al enemigo. Era razonable para
los alemanes utilizar el Islam como fuerza; y así hablar de panislamismo, a fin que los
musulmanes del mundo se unieran contra los ingleses y sus aliados. Esta idea fue aceptada
por los Jóvenes Turcos, y se envió a maestros, religiosos e intelectuales a los otros pueblos
islámicos, a fin de incitar la idea del panislamismo y luchar contra los enemigos del Imperio
Otomano. Esto se demostraba en hechos anteriores, como lo ocurrido en tiempo de
131
ARMAGAN, 2006, p. 289.
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98
Abdülhamid, cada vez que los musulmanes del mundo hacían peticiones o consultas, aquél
contestaba con gran preocupación.132
La esencia del panislamismo era la Yihad-i Ekber (Gran Guerra Santa). Durante el
Imperio Otomano nunca se usó este término, incluso aun teniendo los Sultanes la posibilidad
de llamar a ella. Los alemanes conocían el poder del califa, y una vez que declara al Gran
Guerra, los enemigos de los otomanos y alemanes tendrían grandes problemas, pues gran
parte de las colonias eran habitadas por musulmanes.133
El Sultán declaró la Gran Guerra Santa por la presión de los Jóvenes Turcos, quienes
le explicaron que se encontraban en una guerra mundial y que para que los otomanos
perduraran debían participar en dicho conflicto con la ayuda de los alemanes. Se realizó la
declaración, con el sello del Şeyh-ül Islam de ese momento y el anterior más la firma de
veintinueve ulemas de la época el día 23 de noviembre de 1914. Se hace un llamado a los
musulmanes de Inglaterra, Francia y Rusia, para que éstos se rebelasen a sus autoridades.
Incluso se dijo que era fars, es decir obligatorio participar en ella y si era necesario tomar las
armas. También se señala que si dichos países atacan a los aliados del Imperio, los
musulmanes de Inglaterra, Francia y Rusia no deberán ser partícipes de dichos ejércitos.
Dicha declaración fue traducida a las lenguas de los musulmanes a quienes deseaban llegar,
como urdu, farsi, inglés, árabe, etc.134
La Yihad-i Ekber a la que llamó el Sultán, por las obvias presiones de los laicistas, no
resultó bien en su momento porque135
: los musulmanes no comprendían como laicistas
hablaban de panislamismo; porque los Jóvenes Turcos eran conocidos por vivir en el lujo,
132
ÇAVUŞ, 2006, p.-49. 133
HÜLAGÜ, Metin, Pan-Islamizm, Osmanlının son Umudu (Pan-islamismo, Ultima esperanza del Imperio
Otomano), Yitik Hazine, Izmir, 2006, p.24. 134
HÜLAGÜ, 2006, pp.31. 135
Si bien es cierto que la declaración de Gran Guerra Santa no funcionó en su momento, sirvió como la semilla
de la independencia posterior en varias naciones, como Pakistán y los países islámicos existentes en la
actualidad.
Page 99
99
beber, etc., lo cual era contradictorio con los mandatos de la Şeriat islámica; porque la Yihad
es para musulmanes y la aceptación de aliados cristianos, como Alemania y Austro-Hungría
era extraño, por lo menos.136
Una contradicción importante de los Jóvenes Turcos era que siendo éstos laicos y
defensores del aconfesionalismo, cuando vieron que la Primera Guerra Mundial no era tan
fácil como habían pensado inicialmente recurrieron a usar la idea de Imperio Otomano e
Islam, y llamaron a los otros musulmanes a una Guerra Santa; pero olvidaban que dichos
pueblos en su mayoría estaban bajo dominio o influencia de los occidentales.137
Un alemán
decía que no era correcto hacer ese llamado a la yihad por la mala situación de los países
musulmanes y además que los socios del Imperio eran Alemania y el Imperio Austro húngaro,
ambos de raíz cristiana.
Tan contradictorio era el que el Imperio estuviera de aliado con países cristianos, que
cuando en 1917 los ingleses invadieron Palestina y entraron a Jerusalén, el mismo día de
saberse la noticia en los países aliados del Imperio como Alemania y el Imperio austro-
húngaro, la gente celebró en las calles y se realizaron misas hasta la mañana.138
La utilización de símbolos asociados al Islam, era algo que se hizo frecuente para unir
al pueblo turco y árabe, y en algunos momentos dio buenos resultados. Y así el General
responsable de Medio Oriente, Cemal Paşa, ordenó traer la bandera del Profeta (Sancak-ı
Şerif) para dar ánimo en las batallas a los otomanos contra los ingleses. La bandera llegó a
Jerusalén el día 20 de Diciembre y fue un hecho muy emotivo. La gente estaba en las calles y
arrojaba agua de rosas a los soldados. “Al llegar a Masjid Al Aksa139
comenzó a llover y eso
136
HÜLAGÜ, 2006, pp.191-192. 137
ÇAVUŞ, 2006, p.-49. 138
ÇAVUŞ, 2006, p.-59. 139
Masjid Al Aksa se ubica en Jerusalén, y es un sitio sagrado de los musulmanes pues hacia allí en los primeros
tiempos del Islam se dirigía la oración. Después, Mahoma cambió el lugar a donde se dirigen las oraciones; pero,
los musulmanes conservan al Masjid-al Aksa como lugar sagrado.
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100
dio muchos mas ánimos al pueblo árabe en esos momento difíciles”.140
Este recuerdo nos
hace esbozar un general alemán y demuestra que en pocos antes que Palestina fuera
conquistada por los ingleses, aun la mayoría de los árabes se sentían otomanos.
Para finalizar este capítulo, podemos incluir las palabras autocríticas de Abdülhamid
expuestas en una carta fechada el 14 de marzo 1917, las cuales son un testimonio invaluable y
un buen resumen de las causas de la caída del Imperio Otomano. Dada su importancia para
esta tesis, la hemos traducido y transcribimos de manera íntegra:
“Es muy curioso que los Jóvenes Otomanos que han huido a Europa para estudiar
mejor la Monarquía Constitucional, hayan vuelto para derrocar mi tío el Sultán Abdulaziz.
Pegado de esto se nos vino la guerra del 93 H (guerra ruso-turca), hemos perdido la mitad de
los Balcanes. Al igual que ellos los Jóvenes Turcos escaparon a Europa para derrocarme y
ya lo lograron, para entrar a la Guerra Mundial, y han perdido el Imperio Otomano. Los dos
grupos son gente educada y culta de la patria. Los dos grupos se han occidentalizado. Los
dos grupos creían salvar la patria con la monarquía constitucional como única solución. Los
dos grupos han usado al ejército para sus propósitos. En este camino el ejercito se ha divido
ha sido derrotado en ambos casos.
Si, es muy penoso haber visto actuar a los dos grupos y sentir el dos provocado por
ambos en mí. Mi tío intento organizar el Estado por la fuerza y no lo logro, yo quise hacerlo
por la paciencia. Mi tío no logro organizar el país castigando, yo quise lograrlo siendo
compasivo. ¡Pero tampoco puede lograrlo!
Es curioso que los “Jóvenes Otomanos” y los “Jóvenes Turcos” hayan sido
apoyados por las potencias europeas que querían destruir el Imperio Otomano! Los
europeos dicen que el planteamiento de esos grupos salvarían al Imperio de lo contrario se
140
KRESS, 2007, p.88.
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101
hundirá. Los hemos escuchado dos veces y ahora ya nos hemos hundido. Inşallah (Ojala)
que la gente que vive en un pedazo de la patria ha despertado, Inşallah.
Yo considero a estos hijos de la patria como a mis hijos que no pudieron ver la gran
verdad, que corría por el mundo y que yo he logrado ver desde mi palacio, ¡cómo no se han
fijado en la realidad y han hundido con sus propias manos a la tierra regada con la sangre
de sus abuelos!
Mi lengua no alcanza a culparles; pero veían que, ingleses, franceses, rusos e incluso
alemanes y austriacos, es decir todos los países grandes de Europa, han tenido la intención
de dividir el imperio para sus intereses; eran enemigos. Veían que esos países eran enemigos,
pero la división del Imperio Otomano los hermanaba, la discusión entre ellos era quién
tomaba la porción más grande del Imperio, siendo así ¿cómo podían buscar, esos jóvenes, la
protección de los europeos? Lo dije y lo repetiré; nunca han pensado que el estado otomano
ha sido siempre un estado multinacional, como ha sido así, la monarquía constitucional
significa, para los turcos, la muerte. ¿En el parlamento ingles un hindú, africano, egipcio; en
el parlamento francés, un diputado argelino u otros, existían? ¡Cómo puede existir esto en el
parlamento otomano, que haya un griego, serbio, árabe, búlgaro, armenio!
¡No, no puedo aceptar que sean traidores, estos cultos y estudiosos, que piensan y
han dado su esfuerzo de corazón a su Patria! Puedo solo decir que se han equivocado, se han
confundido, pero el castigo lo han sufrido los millones de victimas, los inocentes hijos de la
Patria, y no ellos; han asesinado y perdido a la Patria.141
Podemos comprender que después de Abdülhamid, los Jóvenes Turcos tomaron el
gobierno otomano. Sin embargo, la administración no les será fácil, pues al solo conocer las
141
ARMAGAN, Mustafa, Abdülhamid´in Kurtlarla Dansı (El baile de Abdülhamid con los lobos), Editorial Ufuk
Kitap, Istanbul, 2006, Pp.-133-134.
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102
ideas y prácticas europeas, ignoraban la realidad otomana y su historia. Es por ello que
probaron muchas ideologías para aplicar; entre ellas el nacionalismo turco y el panislamismo.
Su inexperiencia se demostró al entrar a la Primera Guerra Mundial apoyando a Alemania. En
efecto, esto les causará una aceleración de la caída del Imperio, cientos de miles de muertes y
una economía cada vez más pobre, a la vez que el crecimiento de los nacionalismos de los
otros pueblos que se hallaban como súbditos y que ahora desean sus independencias. También
la jubilación anticipada de todos los generales fieles a Abdülhamid, significará un error, pues
ellos eran quienes tenían gran experiencia en el sistema bélico y de la zona otomana, como de
las características étnicas de los diferentes pueblos bajo el estado otomano. En relación a la
materia de nuestra tesis, los generales y otros miembros importantes del ejército que se
hallaban en el territorio árabe otomano fueron expulsados de sus cargos. Además, los nuevos
mandos no conocían el idioma árabe, ni tenían anteriormente un contacto con el pueblo árabe.
El rechazo de éste a los turcos, en verdad no fue hacia el Imperio Otomano, sino al régimen
político de los Jóvenes Turcos, quienes al insistir en el nacionalismo turco en vez de mostrar
las similitudes, crearon fuerte diferenciación. Después de la idea del turquismo, al ver la
realidad de la Guerra Mundial, en la cual ingresaron debido a que deseaban recuperar las
tierras perdidas, recurrieron al Islam en cuanto ideología. Pero esto tampoco resultaría debido
a que esta religión rechaza toda forma de etnocentrismo y nacionalismo. Sin embargo, tiempo
después la idea del panislamismo tendrá efectos, pero no para ayudar al Imperio, sino a otros
pueblos islámicos, quienes se independizarán.
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103
II.8.-PRINCIPALES CAUSAS QUE PROVOCAN EL MOVIMIENTO
INMIGRATORIO DE LOS ÁRABES OTOMANOS EN EL SIGLO XIX Y XX
La inmigración al Nuevo Mundo no provino solo del Imperio Otomano, sino de todo el
mundo. Aquélla se presentaba como un lugar de esperanza, de nuevas posibilidades. Incluso
países más ricos que el Imperio Otomano como los europeos dieron más emigración que
aquél. Existía además una llamada de parte de los mismos gobiernos americanos en orden a
facilitar el ingreso de nueva gente a sus tierras. Existía por tanto, un interés recíproco de
poblar América. Este último continente necesitaba mano de obra y también tecnología. Este
llamado también llegó al Imperio Otomano.
La llamada Media Luna – es decir, la zona comprendida por las actuales Siria,
Palestina y Líbano-, geográficamente, fue miles de años una zona de inmigración, contando
con grandes puertos, y rutas terrestres por donde se movilizaban todos los mercaderes, y los
pueblos tenían siempre interés de viajar a los países lejanos, y generalmente esos pueblos eran
comerciantes. En el siglo XIX las rutas marinas fueron más importantes y más seguras, y
cortas, por eso los pueblos de esa zona, comenzaron a usar el mar con mayor frecuencia. En la
segunda mitad del siglo XIX, en el Imperio Otomano acaecieron grandes cambios
económicos, culturales, técnicos y sociales. Y aparte de eso en Norteamérica comenzó a
desarrollarse la industria producto de la Revolución Industrial, y en Sudamérica se desarrollo
fuertemente la agricultura abriendo al cultivo millones de hectáreas de nuevas tierras. Por eso
fue necesario atraer trabajadores de todo el mundo para llenar las necesidades de ambos
desarrollos. Sin embargo las políticas migratorias del Imperio Otomano eran contrarias a la
migración de los pueblos, pero la atracción que ejercía el Nuevo Mundo era tal, que le fue
imposible detenerla. 142
142
KARA, 2008, p.61.
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104
II.8.1-CAUSAS ECONOMICAS
La economía del Imperio Otomano se basaba principalmente en las siguientes cosas: la
agricultura, lo textil y los impuestos que se cobraban a los extranjeros por uso de las rutas
comerciales (ruta de la seda y ruta de las especias). Luego del descubrimiento del Cabo de
Buena Esperanza (1488), hubo un golpe fuerte a la economía imperial, pues el transporte que
unía a Oriente y Occidente pasaba por la ruta otomana. Pero, los europeos luego de dicho
descubrimiento, pues el camino por el Cabo de Buena Esperanza era agotador y costoso.
Cristóbal Colón al postular la idea que el mundo era redondo, pensó que podía llegar con poca
dificultad a las Indias, sin saber que descubriría un nuevo continente, donde hallarían riquezas
insospechadas. Al descubrirse América por los europeos, otro golpe aun mayor todavía que el
anterior, sufrirá el Imperio Otomano. Desde aquí en adelante la caída de éste será vertiginosa.
Debido al crecimiento derivado por el encuentro con América, Europa tendrá un auge en
todos los sentidos: económico, cultural, científico, etc. Y así mientras Europa avanzaba, el
Imperio se debilitaba. Desde el siglo XVI empezó a perder terreno, debido a la gran fuerza
económica y militar que ahora tenía Europa. Los recursos del Imperio empezaron a escasear,
y cada vez el ejército tenía armas menos avanzadas y su tecnología era la misma, mientras que
los ejércitos europeos eran más adelantados cada vez. Las reformas hechas en Europa como el
Renacimiento le daba resultados positivos; mientras que las reformas en el Imperio Otomano
por el contrario eran declaraciones en papel que no resultaban en la práctica debido a la
escasez de dinero. Países de Europa como Inglaterra, España y Portugal se lanzaron al
descubrimiento. Y luego otros países se sumarán al ver los resultados positivos de los
anteriores, y así Alemania, Holanda, Italia, Bélgica, etc. querrán descubrir otros lugares, pero
al no haber muchos lugares más surgirá el colonialismo de las tierras africanas y otomanas
(especialmente norte de África).
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105
Como hemos hablado con profundidad sobre Tanzimat, para el mundo occidental ésta
fue una gran oportunidad para colonizar el Imperio Otomano. Hasta Tanzimat el Imperio
Otomano estaba caído en las manos europeas, y existía en verdad un semi-colonialismo, pues
la presencia de países como Francia, Rusia e Inglaterra era cada vez más notoria y fuerte.
Como dijo un cónsul francés, no había más capitulaciones que pedirle al Imperio Otomano,
pues éste ya se había convertido en una colonia de Francia. Así que la economía otomana era
frágil, con muchas indemnizaciones provenientes de las guerras que el Imperio había perdido
con los europeos, etc. Cada vez que se perdía una guerra el peso caía sobre los agricultores;
pues estos debían pagar más impuestos y así obtener más riquezas para solventar al ejército y
sus gastos.
A principios del siglo XX en Medio Oriente la economía fue inestable, lo que según
muchos historiadores árabes se debió a una mala administración otomana; sin embargo como
hemos dicho hubo otros factores. 143
La inestabilidad causó finalmente una caída violenta en Medio Oriente. Inglaterra
empezó a colonizar Siria y el Líbano, generándose varios conflictos por su intervención. Al
estar la economía débil y existiendo presiones políticas europeas en estas tierras, era normal
una crisis.144
Algunos puntos a considerar son:
Seda sintética japonesa. La seda era el principal negocio textil de los palestinos,
sirios y libaneses. Al entrar la seda sintética al Imperio Otomano no pudo competir
la seda siria (recuérdese que por Siria se entendía Palestina, Líbano y Siria; por
tanto una zona más grande que la república de Siria actual). Hasta el siglo XX la
143
Ihsan Abbas- Muhammed Yusuf Necm, “eş´Si`ru`l,-Arabi fi´l-Mehcer, Op cit, p-25. 144
KARA, 2008, p.43.
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106
seda en la zona Siria era muy importante en la economía otomana. Era uno de los
países más importantes en esta materia, después de China e India. Muchos
negocios otomanos árabes debieron cerrar, y miles de trabajadores empezaron a
emigrar, a fin de buscar nuevos mercados o dedicarse a otros negocios.145
Tevfik
Zaun (1883-1966), quien inmigró del Levante, y que trabajó en la seda, señala que
la gran causa de la inmigración hacia América es la cesantía y la pobreza de
Medio Oriente. 146
La apertura del Canal de Suez (1869). Empezó a producirse una gran cantidad de
viajes a la zona de Medio Oriente, a través de barcos europeos, lo que debilitó la
economía árabe. Tal canal unió el Mar Mediterráneo al Mar Rojo, pero dividió
África de Asia.
Según un documento otomano dirigido desde Siria al Ministerio del Interior, y fechado
13 de noviembre de 1910, se señala que la primera causa de la inmigración de los pueblos del
Levante, quienes generalmente son agricultores, se debe a que “la tierra no cubre sus
necesidades, viven en la pobreza y sufren muchos problemas económicos, faltan, semillas,
herramientas; el pueblo sabe que esta tierra de Siria es rica, por eso toman la decisión de
viajar al extranjero para ganar fortuna en poco tiempo, trabajando como cargadores o
comerciantes, ganar dinero y retornar con dinero”. 147
Esta carta nos explica muy bien que la
principal causa de la caída de la economía es la agricultura, y así al inmigrar los campesinos
la zona quedó muy débil; lo cual hasta el día de hoy continúa.
145
En entrevista realizada con fecha 20 de Octubre de 2008 al señor Alfredo Hasbún, miembro perteneciente a
una de las familias textiles más importantes de Chile, nos señala que su familia era comerciante textil que vivía
en Palestina y que después a fines del siglo XIX la crisis económica del Imperio Otomano les afectó y la familia
debió emigrar, hasta llegar a Francia, y luego de un tiempo, a Sudamérica. 146
Hasen Cad Hasen, El-Edebul – Arabi fil-Mehcer, El Cairo, 1965, pp.-6-7. 147
KARA, 2008, p-102.
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107
Otra razón, aunque puede ser de menor importancia, es el deseo del lujo, que surgió en
algunos pueblos que ahora tenían más contacto con las potencias europeas. La frecuencia de
los viajes, el conversar con europeos y comprar ropas y otros objetos en el Viejo Continente,
atraían a los compatriotas de estos árabes que habían cambiado su vida y costumbres, por una
más cosmopolita y moderna.
“El pueblo de Siria cuando empezó a conocer los países extranjeros, empezó a ganar
mucho dinero y volvían a su tierra estableciéndose con lujo, todo esto antes de 1910”. 148
Finalmente, señalemos que la autoridad otomana no estaba conforme con la
emigración y para ello realizó muchas medidas para evitarla, porque eso hacia temblar la
economía, dado que siendo un Imperio que basaba su economía en la agricultura, se volvía
cada día mas pobre.149
La escasez de hombres debido a las guerras y a la emigración,
repercutirá fuertemente en todo el sistema económico otomano.
Para evitar la salida del Imperio, después de 1910 los gobiernos de las provincias
dificultaban la obtención del pasaporte a quienes tenían la edad para el servicio militar, pero
las compañías navieras iniciaron una competencia para ganar la carrera por los pasaportes
corrompiendo el sistema mediante sobornos. Hasta 1910, las agencias, cobraban 60 francos
por la salida, pero ya en 1914cel cobro había aumentado a 190 francos.150
Las compañías de Génova, Marsella y Nápoles evitaban atracar en los puertos
otomanos, Beirut, debido a las altas exigencias de la Oficina de Inmigración del Imperio
Otomano que no le permitía entrar a los puertos de Levante, pero ellos anclaban en aguas
148
KARA, 2008, p-102. 149
KARA, 2008, p-62. 150
KARA, 2008, p-94.
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108
internacionales y esperaban ahí sus pasajeros, generalmente embarcándolos de noche, para
evitar problemas, cobrando por ambos servicios.151
La presión será tan fuerte que la autoridad otomana no podrá hacer mucho para evitar
la emigración, sino que solo hará intentos no muy fecundos.
II.8.2.-CAUSAS RELIGIOSAS
Como todas las causas de la emigración, empiezan con Tanzimat. Pues esta reforma para los
millet no musulmanes del Imperio Otomano significó la amplitud de la libertad religiosa a la
vez de una entrega de poder a los líderes religiosos europeos. Antes de Tanzimat el sistema
religioso del Imperio Otomano no permitía tanta intervención extranjera. Cada grupo religioso
tenía sus privilegios, pero después se le otorgó a los extranjeros. Aparentemente esto
significaría una apertura religiosa, sin embargo se trataría en gran parte de actos políticos, tal
como nos ha declarado el padre de la Iglesia Ortodoxa de Santiago, Francisco Salvador Aboid
quien nos relata que la Iglesia Rusa se presentaba como la autoridad de los ortodoxos, y sin
embargo en el fondo era un juego más político que religioso.
Durante un siglo y medio el activismo de los misioneros católicos romanos logró
incrementar su presencia en la tierra árabe otomana. Los religiosos capuchinos y franciscanos
continuaron siempre sirviendo en la comunidad católica de la Uniata.152
Su contacto con los
árabes fue culturalmente arabizando el catolicismo de la región. A pesar de esta señal siempre
se dio una lucha entre los ortodoxos y los católicos por el alma de los cristianos árabes.
Tensiones religiosas, en los hechos, se intensificaron a partir de 1820 cuando los religiosos
evangélicos anglo sajones incrementan su fervor por ser otra opción religiosa dentro del
151
KARA, 2008, p-94. 152
Grupo de iglesias católicas del Medio Oriente.
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109
Imperio Otomano en la zona árabe otomana. La llegada de misioneros protestantes
provenientes de Gran Bretaña y Estados Unidos otra vez coloca la atención sobre el estatus de
los no musulmanes dentro del Imperio Otomano y ayuda a generar un enfrentamiento
diplomático entre los poderes europeos por influir en estas minorías religiosas.153
El impacto de los misioneros occidentales y sus proyectos educacionales es una
controversia de muchas cuestiones históricas dando vueltas al interior de las comunidades
religiosas. Muchos historiadores turcos han etiquetado a los misioneros europeos,
especialmente a los franceses y rusos, como concienzudos agentes de sus imperios
maquinando dentro del mundo otomano.
Fig.12.- Misioneros de Estados Unidos en Beirut, en 1900.154
153
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
145. 154
Imagen extraída del sitio Web: http://mideastimage.com
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110
Por su parte, los misioneros americanos, al faltarles un imperio al que promover se han
presentado como embajadores de una naciente cultura del imperialismo americano,
prefigurando así Walt Disney o Mc Donald’s. Si esta acusación del imperialismo cultural no
fuera bastante mala, los misioneros serán además los causantes de todas las discordias
sectarias.155
Es decir, los misioneros contribuirán de manera importante en el auge del
sectarismo. Un historiador turco actual Ilber Ortaylı en un debate explica muy bien este tema,
indicando que los misiones iban a las tierras otomanos no para lograr conversiones de parte de
los musulmanes sino para convertir a los ortodoxos y otros grupos cristianos.
La herramienta más empleada por los misioneros para lograr su trabajo, era el uso de
colegios, universidades e iglesias. Los egresados de dichos colegios serán personalidades de
importancia en el Líbano.156
Cuadro que muestra el grado de penetración de los misioneros norteamericanos
durante el siglo XIX en el Impero Otomano, desde inicios del Tanzimat, hasta las postrimerías
del Imperio.157
Fig.13.- Aumentos en las cantidades de las iglesias y colegios extranjeros en Imperio Otomano después de
Tanzimat, (1850-1913).158
155
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
146. 156
YAZICI, 2002, p. 35 157
DANIEL, Robert, American philantropy in the Near East 1820-1960, Athens, Ohio University Press, 1970,
p.94. 158
KARA, 2008, pp.50-51.
Años Iglesias Colegios Alumnos
1850 7 7 112
1860 49 114 2742
1880 97 331 13095
1913 163 450 25922
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111
El investigador francés Vital Cuinet en su obra “Syria, Liban et Palestine” (Paris,
1896) dice que en esos años en solo Beirut había 612 lugares de educación dependientes de
los misioneros, de los cuales 24 son universidades, 20 colegios de media, 564 colegios de
básica.159
En 1903 los habitantes del Imperio Otomano eran 20.000.000; de estos 1.375.000 eran
alumnos. En 1904 en Medio Oriente había 6.000 colegios de los misioneros y casi 60.000
alumnos; cantidad no menor si se piensa que estamos hablando de un imperio islámico. 160
Los misioneros extranjeros generalmente elegían las tierras árabes otomanas. Es
interesante saber que los ingleses hasta en los campos del Líbano, es decir en lugares poco
poblados, tenían colegios. Solo Estados Unidos en 1909 tenía en los campos sirios 147
colegios. 161
Todo esto revela el fuerte deseo de parte de los norteamericanos y europeos de
intervenir religiosa y políticamente en la zona, porque en la Sublime Puerta los grupos
religiosos tenían muchos privilegios, como, por ejemplo, eran inviolables.
Desde el descubrimiento de petróleo en Medio Oriente los colegios de los misioneros
aumentaron 100 veces, lo cual demuestra que no solo se trataba de un interés religioso, sino
que además había uno claramente económico.162
En estos colegios recibían los hijos de los
cristianos árabes otomanos; esto también hacía surgir problemas sociales, pues estas
instituciones daban becas o hacían educación muy avanzada gratis, lo cual generaba envidia
en la comunidad musulmana. Y así los niños musulmanes quedaban con menos conocimiento,
dado que el Imperio Otomano no tenía recursos para crear colegios o mejorar los medios de
educación. Como todas las áreas de la sociedad otomana, la escasez de recursos era mucha y
grave, lo cual a pesar de los intentos de Abdülhamid por crear más y mejores colegios,
159
YAZICI, 2002, p. 35 160
ÇAVUŞ, 2006, p.90. 161
ÇAVUŞ, 2006, p.90. 162
ÇAVUŞ, 2006, p.-90.
Page 112
112
afectaba la educación. Una cuestión muy interesante que se daba en la zona árabe, y que
muestra de manera dramática la situación de los musulmanes árabes otomanos en dicha
época, y es relatada por Abdalah Amador Fajreldin Rosales, hijo de inmigrante árabe
musulmán.
Fig.14.-Primer diplomático (Vicecónsul Michael Mishaka) de Estados Unidos en Siria año 1859.163
Mi padre me contaba que en esa época (1900-1910) había muchos colegios
extranjeros en Siria. En Nabak abrieron un colegio inglés, era un colegio muy bueno, grande
y prestigioso. El colegio tenía maestros ingleses y árabes. Un primo de mi padre fue
entrevistado en el colegio inglés para poder matricularse. En la entrevista la comisión
163
Imagen extraída del sitio Web: http://mideastimage.com En esta imagen se ve el vicecónsul de Estados
Unidos con una ropa y aspecto propiamente árabes, lo cual tenía el sentido de acercamiento al pueblo, y
mostrarse como un otomano más. Por tanto, no se podía distinguir quién es turco, árabe y misioneros.
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113
señaló que no sabía bien el árabe y se le preguntó donde había aprendido árabe y él
respondió que el maestro de su pueblo le había enseñado árabe y le respondieron que su
maestro no sabía bien árabe a pesar de que era un viejo y sabio maestro árabe. Esto molestó
mucho al joven y se fue muy enojado de la entrevista. Al siguiente día el joven se encontró en
una esquina del pueblito con un inglés de la comisión que le había hecho la entrevista, y le
disparó para asustarlo.164
Las escuelas de los misioneros extranjeros además de la educación a los niños
cristianos, auspiciaban la idea de nacionalismo árabe. Todos los libros que usaban no eran
impresos dentro del Imperio y contenían claros mensajes de nacionalismo.165
Primero de todo,
no existía respecto de estos libros un control riguroso sobre los textos que llegaban. La
principal idea de los países europeos era tener protectorados en la zona árabe otomana, por lo
cual se deseaba separar esta región de la cultura e historia otomana y turca especialmente. Se
mostraba la historia de los árabes como algo lejano al Imperio, e incluso como ajeno al Islam,
lo que se manifestaba en la exaltación del pasado preislámico. Es importante saber que
existían varios grupos y nacionalidades actuando en el Imperio, para lograr tener más poder, y
no solo estaban los misioneros católicos (quienes eran preponderantemente franceses) sino
que había rusos a través de la Iglesia Ortodoxa de Moscú, norteamericanos e ingleses quienes
difundían las doctrinas del protestantismo.
164
Entrevista realizada a Abdalah Amador Fajreldin Rosales, en Santiago de Chile, el 21 de Junio del año 2008 165
ÇAVUŞ, 2006, p.-91.
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114
Fig.15.- Alumnos y profesores de un colegio francés en Aleppo, Siria, 1910.166
Por otra parte, los mismos intelectuales europeos fomentaban los estudios de la
historia, lengua y cultura turcas preislámicas. Todo esto se realizaba al mismo tiempo, y su
objeto era separar a dos pueblos que eran familiares de doce siglos. El único elemento que
unía a los pueblos otomanos era la identidad otomana (que no exaltaba ninguna patria ni etnia,
y toleraba todas las religiones del Libro, pues tomaba su base del Islam), por lo cual al
destruirlo comenzaban los separatismos, expresados políticamente en el nacionalismo y en la
religión en el sectarismo religioso. En este sentido no podemos buscar culpables, pues la era
de los imperios había terminado en todo el mundo, y el Imperio Otomano no tenía una
consciencia clara y los medios que le permitieran atender bien a sus pueblos.
166
Imagen extraída del sitio Web: http://mideastimage.com
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115
Relacionado con la intervención de parte de los extranjeros en tierras otomanas, a
través de los colegios, es el siguiente texto que demuestra la existencia de becas de parte de
un colegio ruso, como además de las visitas efectuadas por el Zar.
“En aquellos tiempos, los primeros años del siglo veinte, cuando mi padre tenía quince
años estudiaba, como se dijo, en el colegio ortodoxo San Jorge de Homs. Este colegio
contaba con apoyo económico otorgado directamente por el Zar de Rusia, quien respaldaba
económicamente y financiaba no sólo este colegio en Homs sino que también en otros países
árabes, donde muchas escuelas cristianas ortodoxas recibían su ayuda generosa. De esta
manera, Rusia era el protector en Siria de los ortodoxos del rito griego, religión que
profesaban los cristianos árabes bajo la dominación turca. Contaba mi padre que el Zar
solía visitar Palestina y los santos lugares para Semana Santa, y que ello no sólo estimulaba
su fe, sino que principalmente lo inducía a demostrar solidaridad con los árabes cristianos
tan desprotegidos, a fin de que no se apagara la luz de Cristo en los mismos lugares donde
Jesús nació, vivió, predicó el Evangelio, murió en la cruz y resucitó”.167
El Imperio Otomano siempre hacía reformas para mejorar su sistema de educación; pero
al no poseer recursos nunca logró avanzar de la misma manera que los europeos y rusos. Y
aunque algunos Sultanes sabían que la decadencia del Imperio se debía a la falta de tecnología
y de profesores que la enseñaran. Por ello, se permitía el ingreso de profesores extranjeros o
enviaba gente otomana a Europa para aprender allí y luego volver a enseñar a sus
compatriotas. Pero quienes ganaban las becas para estos estudios eran generalmente no
musulmanes, pues tenían más dinero o la cultura europea les atraía más y cuando retornaban
su mentalidad había cambiado, enamorándose del Viejo continente, y creyendo que el atraso
cultural y educacional del imperio se debía al Islam, pues los profesores provenían de las
madrasas, lugares o centros de educación preferentemente religiosa quienes no estaban
167
SAPAG CHAIN, 2006, pp. 16-17.
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116
actualizados en las ciencias. El Imperio Otomano cada vez que hacía reformas educativas, no
obtenía los logros deseados. La escasez de profesores era alta, y al no haber profesionales se
permitía que fueran profesores los que habían terminado lo equivalente a nuestra educación
media. Todo dependía de la existencia de recursos económicos. En este sentido, las grandes
potencias hicieron mucha intervención educativa en el Imperio Otomano y eso inicialmente
no se veía como algo peligroso, pero cuando revisamos los archivos referidos a dichos
colegios, encontramos que eran instrumentos de los separatismos religiosos y nacionales.
Podemos decir que una de las causas de la emigración era el bajo nivel educativo
otomano, a diferencia del europeo o ruso, lo cual generaba en los otomanos de Medio Oriente
el deseo de querer conocer los otros países. Cuando revisamos los censos de la inmigración a
América eran cristianos otomanos. Hay otros factores de la emigración; pero podemos
mencionar que los colegios y lugares religiosos influyeron en el llamado a emigrar de las
tierras árabe otomanas. Además, naturalmente esto facilitaba el conocimiento de Occidente, el
estudio de lenguas europeas, el deseo de ser moderno, etc. El Imperio Otomano no podía
mostrar las riquezas, el avance y la forma de vida de los occidentales. Muchos intelectuales
árabes han culpado a las autoridades otomanas de no haber mostrado la cultura europea y sus
tecnologías. Pero debe decirse que haber hecho podría haber significado el surgimiento de
sentimientos como la envidia, la rebeldía, etc. que finalmente hubieran derivado en
insurrecciones sociales o amenazar la estabilidad política otomana. Y efectivamente, cuando
los árabes otomanos supieron de la realidad de Occidente y los beneficios de éste, muchos
desearon emigrar.
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117
Fig.16.- Patriarca y sacerdotes maronitas durante una visita a Roma, 1906.168
Creemos que hay tres factores relacionados con la educación y misionería que
influyeron en la emigración de los otomanos árabes. Uno: El Imperio no podía otorgar a sus
súbditos el nivel de vida social que se mostraba en los libros y revistas europeas. Dos: Los
colegios y otros centros de las misiones cristianas llamaban la atención a los otomanos árabes,
porque ofrecían becas de estudio en el mismo lugar como para estudiar en otros países.
Cuando los becados iban a Europa y Rusia se sentían sorprendidos con los avances y
libertades, de lo cual les informaban a sus familiares y conocidos. Tercero: Los misioneros o
168
Imagen extraída del sitio Web: http://mideastimage.com
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religiosos ayudaban a los creyentes cristianos en todo lo que se necesitaba para emigrar. De
esta importante causa hablaremos en último capítulo al tratar de las causas de la llegada de
estos inmigrantes a América, pues los mencionados sacerdotes serían traductores de los
primeros otomanos árabes en emigrar a nuestro continente, le facilitarían información sobre
los viajes, etc.
Después de Tanzimat las iglesias otomanas empezaron a tener más relaciones con los
centros de sus religiones, como Roma y Moscú; por eso, conocían muy bien el mundo
occidental. Esto además muestra que ya no existía el mismo deseo de obedecer al Estado
Otomano. Como hemos hablado al tratar el problema del Líbano, referido a los drusos y
maronitas, los cristianos buscarán un apoyo y seguridad mayor en las potencias extranjeras,
las cuales podrían hacer presiones a la Sublime Puerta. Los otomanos árabes no musulmanes
luego de los hechos ocurridos en el Líbano y al apreciar la decadencia económica del Imperio,
desearon contrarrestar su debilidad buscando nuevas tierras, en parte más seguras del mundo.
Y para eso, América se presentaba como una gran posibilidad. Además, en ese Nuevo Mundo
se realizaban llamados, de los cuales hablaremos en su oportunidad.
Page 119
119
II.8.3.-CAUSAS POLITICAS: Nacionalismo Árabe y Turco
a) NACIONALISMO ÁRABE
“Los Árabes son Árabes, antes de Moisés, Cristo, y Muhammad”.
“La religión de Dios y de la patria pertenece a sus hijos”.
J.B.Jackson, cónsul de Estados Unidos en Aleppo
Como todas las causas de la inmigración árabe otomana, el nacionalismo árabe empieza
después de Tanzimat. Los efectos de la Revolución Francesa no alcanzaron a llegar
rápidamente a la zona árabe otomana, como en otros países. Las etnias turca y árabe como se
han conocido desde el siglo VIII siempre estuvieron juntas. Los turcos vivieron bajo dominio
árabe muchos siglos, y algunos turcos fueron mercenarios en las tierras árabes desde inicios
del siglo VIII. Tal hermandad duró hasta inicios del siglo XX.
¿Qué pudo haber ocurrido a estos pueblos que fueron hermanos durante XII siglos
como para separar sus destinos históricos?
Los árabes acusaron a los turcos que fueron tiranos. Los turcos, por su parte, acusaron
a los árabes de ser traidores. Pero, como veremos, en nuestra investigación nos podemos
acusar de tiranía al gobierno de la Sublime Puerta, ni a los árabes de ser desleales (salvo el
caso de Sheriff Hussein y algunos pocos jefes tribales y extremistas nacionalistas).
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120
¿Qué pudo generar tanto odio entre los dos pueblos? Pues no hay que olvidar que esto
fue recíproco y duró todo un siglo. Solo recién ahora, las situaciones entre ambos pueblos han
mejorado.
La respuesta a las preguntas anteriores, la hemos hallado en la existencia del
nacionalismo árabe, el cual nace del sectarismo religioso pero posteriormente se diferenciará
de éste.
El Imperio Otomano ha existido en la historia hasta el Sultán Abdülhamid II
manejando al Estado con justicia. Posteriormente, no se sabe a ciencia cierta quién realmente
manejaba el gobierno. Pues los Sultanes posteriores serán solo nominales. Además, falta el
estudio de archivos para descubrir la realidad de ambos nacionalismos. Nosotros hemos
podido hallar algunos documentos o fuentes de interés que son las que se han utilizado en esta
tesis.
El nacionalismo árabe empieza con los “eventos” de 1850 en Aleppo y de 1860 en el
Líbano y Damasco. Estos tendrán un gran impacto en las elites musulmanas. Algunos sectores
musulmanes empezaron a ejercer actos de segregacionismo e intolerancia sobre la población
cristiana de Aleppo. Los ulema de la ciudad, por su parte, reprenden a los musulmanes para
que dejen de acosar a los cristianos en las calles y pregonan en el sermón de viernes sobre la
igualdad de los seres humanos ante Dios. En el verano de 1860 los rumores sobre la lucha en
el Líbano llegan a Aleppo. Los musulmanes pobres de la ciudad vuelven a agitarse cuando
perciben que los privilegios de los cristianos empiezan otra vez y con más fuerza aun. El
gobernador otomano trata de demostrar su fuerza, aparentemente teniendo en mente los
errores cometidos por su antecesor, en 1850.
Page 121
121
“Los cristianos han aprendido, en el pasado, una invaluable lección y ofrecen
“protección” monetaria a sus potenciales atacantes. Ante la tensión que se vive, los notables
musulmanes organizan patrullas en los barrios cristianos en demostración de sus
responsabilidades cívicas. Cuando Damasco explota, en el mes de julio, Aleppo se mantiene
en calma gracias a los esfuerzos combinados de los cónsules extranjeros, los oficiales
otomanos, y el no menor de los notables musulmanes”. 169
El sectarismo siguió impregnando la atmósfera política de las tierras árabes otomanas.
A través y hasta el final del siglo XIX continuará el resentimiento que nace en la población
musulmana pobre al contemplar como crecen privilegios de los cristianos. Pero esta
percepción no producirá más “eventos” sangrientos, ni grandes disturbios, y nos preguntamos:
¿por qué no? Esta es una pregunta que aun no ha sido respondida de manera satisfactoria.
El nacionalismo árabe nacerá del sectarismo religioso, pero muy pronto habrá una
convergencia política e ideológica, entre las elites musulmanas y cristiana, ocurrida en la
segunda mitad de siglo XIX.170
Ambos grupos promovieron la articulación de una identidad
nacional árabe que superase las antiguas identidades comunales religiosas y que diera
esperanza de una reconciliación entre las distintas comunidades religiosas en Siria.
“Pasando el tiempo, los intelectuales cristianos en Beirut, y más tarde en el Cairo,
Paris, y Nueva York establecerán vínculos con los musulmanes de ideas afines. Juntos,
buscarán una variación sobre el espectro de ideales políticos que los estudiosos han
etiquetado como “arabismo”. La última de sus aspiraciones tiene que ver con una autonomía
cultural dentro del Imperio o una independencia fuera de él. Orgullo en el pasado árabe, y la
169
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
171. 170
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
173.
Page 122
122
esperanza de crear un orgullo árabe para el futuro, poniendo inicialmente en el corazón un
movimiento literario”.171
En efecto, y como ha ocurrido otras veces, el nacionalismo árabe tendrá un origen
cultural, un deseo de reconocerse dentro de una identidad e historia. Como en el caso del
nacionalismo turco el nacionalismo árabe no surge en el propio país sino en Europa, cuando
algunos árabes o sus descendientes toman conciencia de su identidad pero uniendo a ello
ideas occidentales. En el caso del nacionalismo árabe se sentirá nostalgia por la Arabia
preislámica. Notamos que es curioso que también en el caso del nacionalismo turco exista esta
misma rememoración. Esto nos demuestra que existe una fuerza que desea separar a ambos
pueblos en aquello que más los unía: el Islam. Los europeos comprenderán ello muy bien y
por tanto incentivarán el surgimiento de ambos nacionalismos.
“Para mediados del siglo XIX los árabes cristianos comienzan a apreciar el estudio
de la literatura árabe clásica y a enseñarla. En el proceso van ir incorporando sus propios
estándares. El descubrimiento y la glorificación de una serie de clásicos seculares, es
conocido como la Nahda (El Renacimiento). Con esta nueva apreciación, muchos de la elite
árabe cristiana comienzan a definirse, así mismos, como árabes, con un adquirido orgullo
por una brillante literatura rescatada del pasado, y lo que es mejor para ellos, producida por
los antecesores de sus vecinos musulmanes”.172
La demostración de la existencia de grupos nacionalistas árabes en Europa queda
expuesta en la siguiente cita, que hemos tomado de una memoria de un inmigrante árabe
otomano en Chile. Antes de la Primera Guerra Mundial ya existían organizaciones
nacionalistas árabes que eran apoyadas a través de los europeos, que deseaban liberar el
171
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 173. 172
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
173.
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123
Medio Oriente del Imperio Otomano. Después de medio siglo, todo el mundo árabe conocerá
la realidad de la intención de los europeos, y que su deseo no era apoyar el nacionalismo
árabe sin tener interés, sino para dominarlos posteriormente. En efecto, la independencia
árabe solo durará dos años, pues los mismos protectores de la zona de Siria y Palestina, serán
invadidos por los ingleses y franceses. Todo esto era parte de una hábil táctica europea que
surgirá con el aprovechamiento de Tanzimat y la proliferación de las misiones cristianas
europeas y los colegios en Medio Oriente. Luego de esta explicación podemos hacer la cita:
“Kamal la arrebató de sus manos y la abrió con verdadera ansiedad. Estaba escrita
en francés y alguien había traducido cada frase en letra pequeña al árabe. Se trataba de una
especie de manifiesto de una Asociación Árabe fundada en Francia, como las había en otros
muchos países que invitaban a los sirios a participar en un congreso que se celebraría en
París en el verano de ese mismo año, con el fin de crear conciencia sobre el problema de la
opresión del Imperio Otomano y pedir el apoyo de otros países para conseguir ciertas
reivindicaciones sobre los derechos políticos de los árabes”.173
La necesidad de hacer una alianza con otros países para obtener la independencia se
hizo evidente y qué mejor que buscar aliados en los europeos. Ellos podrían proveer de ayuda
logística, instrucción militar, colaboración económica, etc. Esto provenía del nacionalismo
árabe, surgido de algunos intelectuales árabes que vivían en Europa.
“¿Qué pueden hacer mil sirios, cinco mil, si carecen de armas y de preparación
militar? Luchar contra el imperio (Imperio Otomano) sin hacer alianza con otros países es,
por ahora, una derrota anticipada”.174
173
CHAHÍN, Edith, Nahima. La larga historia de mi madre, Editorial Debate, Madrid, 2001, P.37. 174
CHAHÍN, 2001, p. 246.
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124
El arabismo que se difundió primeramente dentro del Imperio Otomano se presenta en
los millet no musulmanes. Después, en el régimen de los Jóvenes Turcos, las agencias
europeas aprovecharon de la debilidad de éstos y lograron que incluso algunos millet árabes
musulmanes participaran de esta idea, lo cual antes Abdülhamid II había predicho y por lo
cual habría logrado detener sus ansias de rebelión, haciendo reunión con sus líderes. Sobre
este tema podemos citar a Bruce Masters, quien describe muy bien los años que
mencionamos:
“En el tiempo de Abdülhamid II (finales de siglo XIX) la elite árabe musulmana, que
comparte su lealtad, al Sultán Otomano, al mismo tiempo que se siente nacionalista árabe, va
a vivir un periodo esplendor al ser incluida en los empleos de gobierno provincial, que antes
solo estaban reservados para los oficiales de gobierno turcos. Al mismo tiempo durante el
reino de Abdülhamid II las elites árabes musulmanas van a ser favorecidas con el código de
tierras otomano de 1852 que permite la venta de las tierras “miri” (tierras que son
propiedad del estado otomano y que no pueden ser vendidas, y solo pueden ser
concesionadas, por ejemplo si un concesionario no trabajase la tierra durante un año esa
tierra seria entregada al otro.) constituyendo así una nueva clase terrateniente. Las elites
musulmanas, con el incremento de las oportunidades para estudiar y la proliferación de
periódicos y libros en árabe van a ver incrementado su orgullo por el pasado árabe y de la
gloria del periodo medieval, todo esto va a ir conformando en las elites, como ya hemos
dicho, un sentimiento nacionalista.175
Por otra parte, podemos concluir, los síntomas de la crisis se asomaban; por ejemplo,
los historiadores cristianos de la zona Siria, en el siglo XVIII se autocalificarán como
“sirios”, ya no como otomanos.
175
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p. 178.
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125
Entre otros grupos que desean la separación del gobierno de los Jóvenes Turcos, se
encuentra la salafiyya, “el camino de los antiguos”, cuyo fundamento es reavivar una
identidad árabe entre los musulmanes. Esto acaecerá a fines del siglo XIX y tomará la idea
nacionalista de la nahda cristiana. Este movimiento reformista islámico continuará hasta el
día de hoy. 176
El gobierno otomano en el tiempo de los Jóvenes Turcos al ver el peligro del
nacionalismo árabe, y, como una forma de detenerlo, se recurrió a formas de represión, lo cual
también influirá en el descontento de algunos sectores árabes. Al encenderse el nacionalismo
en Medio Oriente enviaron gobernantes severos para calmar dicha zona. Uno de ellos es
Cemal Paşa, que fue enviado en mayo de 1915 a Medio Oriente. El hasta la Primera Guerra
Mundial manejó con mucha presión. Contra los nacionalistas árabes fue muy rígido y a los
sacerdotes maronitas que deseaban la influencia francesa el mismo Cemal Paşa a fines de
1915 los ahorcó frente al pueblo junto a un líder musulmán de Beirut. 177
A los opositores más
tenaces los empezó a exiliar.178
Debido a lo anterior se producirá una emigración política;
pues, la manera de actuar de Paşa no era la política otomana, sino una política militarista y
dictatorial. Con estos actos se encendería la idea de nacionalismo árabe, pues ¿cómo podía
ejecutarse a los opositores?
De las investigaciones realizadas sobre este tiempo podemos concluir que lo que hizo
Cemal Paşa no era característica del ejército otomano. Posiblemente, así lo creemos, que,
debido a los múltiples archivos, documentos, telegramas y debates, los cuales eran unánimes
176
MASTERS, Bruce, Christians and Jews in the Ottoman Arab World, The Roots of Sectarianism, 2001, p.
175. 177
YAZICI, 2002, p-46. Para mas información véase; KAYALI, Hasan, Jön Túrkler ve Araplar (Los Jóvenes
Turcos y los Árabes, Estambul, 1998. 178
YAZICI, 2002, p-46.
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126
en mostrar un peligro grave de nacionalismo árabe, Paşa pensó que se trataba de una situación
que exigía tomar acciones radicales. 179
Naturalmente la presión ejercida por Cemal Paşa dejó una mala imagen del Imperio
Otomano, que llegó en ciertos casos hasta la desconfianza. A veces las autoridades locales no
deseaban dar información sobre las situaciones ocurridas en la región. Pero, afirmamos, que
la principal causa de la emigración hacia América no fue la mala administración sino que la
influencia europea (a fin de hacer protectorados cristianos e incluso establecerse en todos los
planos en dicha zona). 180
b) Nacionalismo Turco
Cuando el partido “Ittihat ve Terakki” tomó la autoridad otomana, entre sus partidarios
existía la idea de Panturquismo o Turan. Esto se entiende de dos maneras: primero crear un
Estado de los turcos que vivían en el Imperio Otomano; en segundo, sumar a todas las
naciones turcas uralo-altaicas que estaban bajo el dominio de otros pueblos (por ejemplo, los
turcomanos que vivían bajo el poder de los rusos).
El nacionalismo surgió en el mundo después de la Revolución Francesa, pero al
Imperio Otomano lo afectó solo a fines del siglo XIX.181
Sin embargo, la caída del Imperio
Otomano también fue por la idea nacionalista, como los demás imperios.
El surgimiento del nacionalismo turco fue de la mano de los nacionalismos serbio,
griego, armenio y árabe. Esto es muy curioso y parece inexplicable que haya tenido influencia
179
YAZICI, 2002, p-46. Para mas información véase; KAYALI, Hasan, Jön Túrkler ve Araplar (Los Jóvenes
Turcos y los Árabes, Estambul, 1998. 180
YAZICI, 2002, p-46. Para mas información véase; KARAL, Enver Ziya, Osmanli Tarihi (Historia Otomana,
Tomo V, Ankara, 1983. 181
ÇAVUŞ, 2006, p.-39.
Page 127
127
de estos otros nacionalismos. Esto en vez de ayudar a la unidad, creaba más caos dentro del
Imperio.
Podemos afirmar que el nacionalismo turco nace con las investigaciones sobre
turcología, las cuales por primera vez fueron realizadas por los europeos; por ejemplo, el
primer turcólogo – Konstanty Polkozic-Borzeckcki, quien usó el nombre turco o árabe de
Mustafa Celaleddin Paşa (1826-1876)-, era de origen lituano, y escribió el primer libro sobre
el tema, en francés llamado “Les Anciennes Turcs” en 1869, donde postulaba que muchos
pueblos provenían de la raza turca.182
Las tesis de la historia preislámica de los turcos también
empezaron a hacerse en Europa. El primer diccionario de la lengua turca fue confeccionado
por Şemsettin Sami (1850-1904), escritor de origen albano. El defendía retomar las palabras
del turco provenientes del centro asiático y eliminar las palabras árabes y farsi.183
En la
Segunda Era Constitucional, los autores nacionalistas turcos del lenguaje evitaban usar las
palabras árabes y persas, pues el lenguaje culto era árabe (teología), turco (otros temas) y farsi
(poesía). Estos actos dieron la idea a los árabes que el Imperio estaba perdiendo su lengua, y
se sintieron mal. Después los árabes hicieron lo mismo (aun cuando eran mucho menores los
que propendían a dicho cambio) y retomaron la lengua árabe preislámica. Esto se ampliaría a
las diversas esferas políticas.184
Podemos decir que tanto el nacionalismo turco como el árabe no surgieron de parte de
los mismos turcos y árabes, sino de los europeos. Así se rompió la unidad entre dos pueblos
que habían vivido juntos mucho tiempo. Esto se quebró en la Primera Guerra Mundial y la
rebelión de Sheriff Hüseyin fue un agregado más a este clima separatista.185
Concluimos que
en verdad no hubo un conflicto real entre la nación turca y la árabe, puesto que ambos grupos
182
ÇAVUŞ, 2006, p.-40. 183
ÇAVUŞ, 2006, pp.-40-41. 184
ÇAVUŞ, 2006, p.-43. 185
ÇAVUŞ, 2006, p.-47.
Page 128
128
estuvieron unidos desde el siglo VIII hasta el siglo XX, vivieron en paz y se relacionaron a
todo nivel; además hubo influencias recíprocas. Como hemos dicho, los árabes llevaron la
religión islámica, lengua y literatura al mundo turco a través de los comerciantes. No se olvide
que el Islam es un modo de vida, que regula desde el nacimiento hasta la muerte; el
matrimonio; las relaciones comerciales; la manera de administrar; los derechos de hombres y
mujeres; las leyes; etc. Luego de conocer el Islam tanto árabes como turcos cambiaron. Esto
los unió muchos siglos. Cuando los europeos fomentaron la idea de los dos nacionalismos,
surgieron las enemistades; pues ambos intentaron – al menos intelectualmente- volver a su
origen no musulmán. Por su parte, los árabes conocieron de la cultura, lengua y política turca,
además que fueron apoyados en los primeros años de contacto por los mercenarios turcos.
Ambos pueblos se modificaron en su identidad con el contacto que tuvieron con el otro
pueblo.
Hemos descubierto que hasta el último momento grandes masas de la población árabe
otomana seguían identificándose con el Imperio, siendo obedientes a la autoridad. Además de
algunos intelectuales pueblos errantes, como ciertas tribus beduinas, desearon la
independencia. Ellos al tener relación con los ingleses y franceses, quienes les visitaban y
otorgaban continuamente regalos, se sintieron en la obligación de pagarles a aquéllos y se
sublevaron. El más claro ejemplo de ello es Sheriff Hüseyin, quien al ser conocido por
muchas tribus, usó dicho carisma para iniciar una rebelión; es más, sería el gestor de la única
lucha contra la Sublime Puerta en tierras árabes otomanas. Pero, estas acciones de rebeldía
fueron minoritarias y ocuparon solo una pequeña parte de la Arabia otomana y no toda la
Media Luna. Para demostrar nuestros dichos podemos dar como ejemplo de fidelidad árabe el
recogido en una memoria de un militar alemán que estuvo en Medio Oriente durante la
Primera Guerra Mundial.
Page 129
129
“En mi estadía en Jerusalén, me quedé en una casa donde habitaba una mujer
anciana, cristiana árabe. Al despedirme quise darle algo de dinero, pero lo rechazó con estas
palabras que me emocionaron mucho:
No, señor. Por los servicios que ha hecho usted, recibir dinero me da vergüenza. Me
enorgullece hacer algo para mi patria y servir en algo a usted, quien me dio esa oportunidad,
porque ustedes protegen nuestra tierra”. 186
Creemos que la existencia de estos gestos es especialmente valiosa en un clima difícil
para el Imperio Otomano, donde la propaganda inglesa y francesa les decía continuamente a
los árabes que los dirigentes otomanos los habían traicionados al unirse con una nación como
Alemania, pues era esta nación europea y cristiana. Así se creaban dudas en las zonas
otomanas. El acto de esa mujer de origen árabe otomana muestra que muchos fueron fieles al
Estado Otomano. Incluso reconociendo que hubo serios problemas de administración, hasta
los cristianos árabes, como la mujer del ejemplo, se sentían cómodos con el Imperio y lo
apoyarían hasta el último momento.
186
KRESS, Von, Son Haçli Seferi Kuma Gömülen Imparatorluk (La Última Cruzada. El Imperio que se hundió
en las arenas), Editorial Yeditepe Yayinlari, Istanbul, 2007, p.95.
Page 130
130
II.8.4.- CAUSAS MILITARES
A nuestro juicio, después de las causas económicas, políticas y religiosas siguen
cronológicamente las militares, las cuales se darán especialmente con la llegada de los
revolucionarios laicistas. Las causas militares y su influencia en la inmigración a tierras
americanas, podemos verlas desde dos puntos de vista. El primero, referido a las nuevas leyes
que fueron promulgadas por el gobierno de los Jóvenes Turcos; y segundo, el cambio del
sistema de ejército y su jefatura. La mayoría del gobierno otomano desde 1909 fue militar. Es
decir, los políticos eran minoría. Kemal Atatürk criticará este sistema, antes de fundar el
Estado turco, señalando la conveniencia de separar la política del ejército. Y en el primer
congreso, instó a los militares que deseaban hacer política, deberán sacarse el uniforme, su
título militar y sus medallas, para sentarse como un civil. Y recordó que en los países
democráticos, se separan estos poderes. Y la misión militar es defender a los civiles.
Los Jóvenes Turcos antes de derrocar al Sultán Abdülhamid tenían la misma idea;
pero, no la cumplieron. De allí los problemas que ocasionaron y que Mustafa Kemal Atatürk
criticaría duramente. La construcción de un gobierno militar ocasionaría graves problemas;
desde ya el Sultánato sería solo nominal y después se abolirá. Estas nuevas políticas resentirán
al pueblo, el cual estaba acostumbrado a un sistema islámico. También los problemas
derivados de las guerras anteriores a la Segunda Guerra Mundial (contra Italia en Libia; la
Segunda Guerra de los Balcanes; etc.) agudizarán lo anterior. El cambio de autoridades en
algunas zonas del Medio Oriente, provocará algunos conflictos, dado que los pueblos estaban
acostumbrados y se sentían cómodos con los anteriores gobernantes; pero, al ser en algunos
casos fieles o simpatizantes de Abdülhamid, habían sido destituidos en sus cargos. Además,
los nuevos gobernantes cambiaron las leyes, y donde más problemas hubo fue en el cambio de
leyes militares.
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131
El 18 de febrero de 1856 fue declarada la monarquía constitucional, y, con ella, el
cambio del sistema de servicio militar, el que afectó principalmente a los no musulmanes, ya
que por el pacto de Omar estaban exentos de éste. Antes de 1856 los no musulmanes hombres
no podían hacer el servicio militar. Desde 1856 se hace obligatorio, con la excepción para
quienes si pagaban un impuesto especial. Esta es otra de las aristas que empujan el aumento
de la inmigración, puesto que posteriormente y debido a las presiones de las potencias
europeas, quienes veían en la exclusión del servicio militar una actitud discriminatoria contra
los no musulmanes, se hará obligatorio, lo cual traerá consecuencias dado que muchos no
desearán hacer el servicio.187
Con los Jóvenes Turcos se hará obligatorio para todos, y ya no
habrá mecanismos de excepción. La razón de ello descansa en un hecho político y uno fáctico.
El primero se debía a que se trataba de un régimen laico, en el cual las diferencias religiosas
no importaban. El segundo se originaba en que las frecuentes guerras en las cuales estaba el
Imperio exigían de un mayor número de soldados. En agosto y septiembre del año 1909, la
inscripción para pedir pasaportes del Imperio Otomano subió de tal manera que marcó un
hito. La causa de esto es la nueva Ley de Servicio Militar, Ley nº 113, que obligaba a todos
los hombres del Estado cuya edad fuera superior a los 18 años, sin distinción de credo, y sin el
subterfugio de pagar un impuesto para no realizarlo.188
El gobierno otomano desde 1909 será nacionalista, lo cual prontamente será conocido
por todos. En un Imperio multireligioso, multiétnico y multicultural la existencia de un
gobierno nacionalista no funcionaría bien, pues se crearían discriminaciones y miedos.
Además, el profundo cambio de las leyes militares implicaba grandes contradicciones. Pues,
en el Imperio Otomano el ejército era uno de la fe, donde no se permitía el nacionalismo ni las
discriminaciones religiosas; pues el ejército era la protección de todo el Estado y los súbditos.
187
KARA, 2008, p-68. 188
KARA, 2008, p-68.
Page 132
132
En pocas palabras, los Jóvenes Turcos realizaron un cambio profundo. Ya no serán
aplicables a las personas las leyes de la ley islámica (şeriat). Cuando se supo de estos
cambios, tanto musulmanes como no musulmanes se preocuparon. Especialmente estos
últimos, quienes temieron la pérdida de las garantías dadas por los Sultanes a los no
musulmanes otomanos. Justo por el cambio de las leyes militares hubo una protesta notable de
parte de los no musulmanes, quienes tuvieron incertidumbre de lo que iría a pasar.
La crisis política, económica y la obligatoriedad del servicio militar fomentarán el
deseo de salir de las tierras otomanas. Es más, la ignorancia de la historia de Medio Oriente,
les hará caer en una trampa a los Jóvenes Turcos. Según el historiador árabe Haccac ibn
Yusuf, entre 1239 y 1293 (es decir, antes del Imperio Otomano, en los finales del Imperio
Mameluco) el servicio militar era obligado para todos. Pero, entre ambas fechas (la citada
anteriormente y 1908), hay una diferencia en cuanto a la motivación ideológica. En 1239-
1293 los árabes estaban luchando para levantar su propia bandera; pero en el tiempo del
gobierno otomano fueron obligados a hacer el servicio militar para atacar a sus hermanos de
creencia.189
Es decir, la historia se repetía, pero la motivación de la obligatoriedad era
diferente.
Los laicistas turcos querían que los militares no turcos que se sumaban al ejército
actuasen de la misma manera que un joven de Anatolia; pero, como es obvio, esto no era
posible, dado que por varios siglos los no musulmanes al ser protegidos por el Sultán no
desempeñaban cargos y funciones relacionadas con el mundo de las batallas. Los Jóvenes
Turcos deseaban “turquizar” a los pueblos de la Media Luna, lo cual es una contradicción,
pues el Imperio Otomano daba unidad a aquéllos por el Islam, precisamente lo que los
189
YAZICI, 2002, p-48. Para mas información véase; HIDDE, Hasen, Min tarihi-l mugteribine l-Arab fil-´alem
(Historia del mundo árabe), Damasco, 1966.
Page 133
133
laicistas querían desterrar. Tan islámico era el ejército que se llamaba “Asakir-i
Muhammediye”, es decir “El ejército de Muhammed”. Incluso hasta hoy, en la laica
República de Turquía, el pueblo lo nombra como mehmetçik, en alusión a Mehmet (apelativo
de cariño dado al profeta Muhammed). Esto era un componente de la identidad otomana.
Fue natural que los árabes cristianos que eran llamados a participar en el Servicio
Militar se sintieran molestos, pues todos sabían que el ejército otomano era uno musulmán y
por otra parte la vestimenta era propiamente turca.
“Contaba mi padre que para él resultaba imposible aceptar vestir el uniforme militar
turco, otro tanto ocurría con muchos compañeros del colegio ortodoxo San Jorge de Homs,
quienes no deseaban por motivo alguno prestar servicios militares a un país que no era el
suyo y que los utilizaría posteriormente en el frente de batalla, para defender intereses que no
compartían y que, por el contrario, eran rechazados por ellos. No estaban dispuestos a
arriesgar sus vidas en la defensa de un agresor que tanto daño estaba causando al pueblo
árabe y en especial a las minorías cristianas. ”190
Según lo que hemos podido investigar, a los cristianos les parecía absurdo tener que ir
a luchar contra hermanos de su fe, lo cual parece lógico por lo demás. Debido a lo anterior,
comenzó de parte de los árabes otomanos cristianos una emigración, presionada por el tema
del ejército. Para salvar esta problemática, el viaje a América se presentó como la mejor
opción.
El ser miembro de una sociedad implica deberes. Y el servicio militar surge en
Europa. Pero fueron los árabes no musulmanes quienes no obstante apoyar las ideas europeas,
190
SAPAG CHAIN, Reinaldo, Mis raíces provienen de Siria. La historia familiar de un inmigrante árabe,
Ediciones Copygraph, Santiago, 2006, pp. 14 -15.
Page 134
134
se vieron afectados por ello. Y en vez de defender esta reforma, la consideraron como algo
injusto.
El gobierno otomano no previó oportunamente que la ley militar afectaría la población
de hombres en la zona árabe otomana, debido al deseo de emigrar. Serán los gobernadores de
la región mencionada quienes empezarán a percibir este hecho. Y para ello enviarán
telegramas al gobierno para detener este proceso de rápida migración.
En un telegrama enviado a Estambul, de parte del Jefe de Gendarmería de Jerusalén y
fechado 22 de febrero de 1911, se advierte el peligro de la salida de la masa joven de los
árabes otomanos:
“En nuestra comuna se ha buscado a quienes deben hacer el servicio militar. De los no
musulmanes el 91% no es posible ubicar, solo el 9% es posible hacerlo. Según el Registro
Civil, las muestras establecidas en América, tememos que este problema se extienda a los
musulmanes también. Si ellos salen de las tierras otomanas, esta zona se debilitará mucho,
perderemos económica y militarmente, logrando que Palestina sea invadida por los grupos
sionistas. Por eso debemos tomar las precauciones y adoptar las medidas para frenar la
emigración”.191
Debido a las políticas militares señaladas, algunos árabes otomanos no musulmanes y
los beduinos (quienes nunca han participado de ejércitos ordenados; salvo cuando trabajaron
como mercenarios por los británicos) empezaron a manifestar su rechazo al servicio militar.
Hubo muchos casos en que el ejército turco otomano sufrió los ataques de aquéllos. En
verdad, el ataque era contra el gobierno militar más que contra los mismos soldados turcos.
Pues, en la historia otomana nunca se había visto conflictos contra los militares. Una
demostración de provocación hacia las autoridades otomanas, es la que expondremos:
191
KARA, 2008, p-104.
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135
“Entonces sucedió una desgracia. Una noche, mi amigo y yo planeamos un encuentro
con Alí, aquí mismo, en el bosque, y cuando él nos estaba contando su larga historia,
apareció el soldado y, amenazándonos con su espada, nos exigió que nos entregáramos.
Estaba solo y nosotros éramos cuatro. Nos lanzamos contra él, pero luchó de tal manera
que, al final, mi amigo que es muy fuerte, le dio un golpe en la cabeza con un garrote y el
turco murió. Tuvimos que esconder su cadáver en una tumba, después de quemarlo.
También quemamos su tienda y enterramos todas sus cosas, menos su ropa y su caballo”.192
Pero, creemos que los árabes otomanos no musulmanes no fueron infieles en contra de
la cultura otomana sino que contra una ley que consideraban injusta, y que los Jóvenes Turcos
no habían estudiado con detención y sin conocimiento pleno de la realidad otomana. En esta
desobediencia a la ley, hubo apoyo de parte de los cónsules extranjeros (Francia e Inglaterra,
especialmente), agencias de viaje y sacerdotes, como veremos en el siguiente capítulo.
Por otro lado, muchos musulmanes árabes otomanos del Medio Oriente también
sufrieron las consecuencias de la obligatoriedad del servicio militar. Como nos cuenta
Muhammed Rumie, su abuelo perdió dos hijos en las guerras de los Balcanes y del Cáucaso,
hacia 1911 aproximadamente (como hemos mencionado el Imperio Otomano en dicha década
libró muchas batallas, la mayoría de las cuales perdió. Ello debido a la inexperiencia del
gobierno militar y la crisis económica). Esto hacía que el abuelo del entrevistado vendiera sus
propiedades para que sus hijos pudiesen emigrar y vivir en un mundo más tranquilo. Las
malas estrategias militares del gobierno laicista hacían que cientos de miles de soldados
otomanos murieran en las guerras. Es curioso anotar que el abuelo ni su señora e hijas
emigraron, sino solo los hijos varones y que tenían edad de realizar el servicio militar.
192
CHAHÍN, 2001, p.198.
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136
El Sultán Abdülhamid comprendía muy bien la situación del Imperio Otomano. La
existencia de tantos problemas económicos, sociales, militares y educacionales no permitía
realizar una guerra más, y el Sultán era conciente de ello. Luego de la Guerra Rusa, el Sultán
manejó al país evitando las guerras, a pesar de las continuas provocaciones de sus enemigos.
Su clave era la tolerancia. El sistema de educación mejoró mucho y los conflictos sociales
disminuyeron notablemente. El principal peligro para la estabilidad era ingresar a otra guerra
y el surgimiento del nacionalismo árabe. Para ello era fundamental la educación. Pero, como
los revolucionarios (políticos, intelectuales y militares) lo derrocaron con el apoyo interior y
exterior, no fue posible llevar a buen término sus políticas.
Relacionado con la emigración otomana hacia el Nuevo Mundo, las causas militares
surgieron exclusivamente durante el gobierno laicista. Como había una llamada de este
continente de parte de los primeros otomanos que lo conocieron, se facilitó el gran aumento
de la emigración otomana en esas décadas.
II.8.5.- OTRAS CAUSAS RELEVANTES DE LA EMIGRACIÓN
Hemos mencionado las causas principales de la emigración y su orden cronológico y de
importancia, por lo cual ahora pasaremos a enumerar otras causas, diversas, que sin embargo
tienen vínculo con las anteriores.
Según el enfoque teórico empleado en esta tesis, es decir la teoría del “push-pull”,
hasta ahora hemos visto preponderantemente las causas provocadas por el “push”, o sea por
el movimiento de expulsión o golpe, de salida. Pero, también existieron motivos relacionados
con el “pull” o llamada y acogida. Algunas de estas causas serán tratadas a continuación y en
el último capítulo.
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La identidad oriental es diferente a la occidental en el sentido de la ocultación de los
sentimientos personales. Es decir, se trata de un pueblo más reservado en cuanto a la
presentación o comunicación de sus problemas. Según la documentación difundida o
comunicada por los consulados otomanos, por ejemplo en Brasil y Argentina, los primeros
otomanos llegados al Nuevo Mundo sufrieron la discriminación, las dificultades de
adaptación, diferencias culturales, y problemas económicos. A pesar de ello, los emigrantes
que iban al Nuevo Mundo hablaban muy bien de sus destinos, de América. Esto en realidad es
parte de la cultura, pues para no preocupar a los familiares, aunque haya problemas, siempre
se dice que se está bien. 193
Y esto afectará positivamente la emigración, aumentando ésta. Posiblemente los
primeros otomanos que llegaron a estas tierras en sus cartas mencionaban que se encontraban
sin problemas más que todo para no preocupar en demasía a sus familiares. Ellos tal vez
creían que sería una buena alternativa viajar hacia América. Esto, aunque nos sea difícil de
comprender, no es extraño en la forma de ser oriental.
Otra causa de “pull”, es una llamada venida desde el exterior: el trabajo de las
agencias de viajes, las cuales para ganar dinero hacían buenas ofertas para atraer a los árabes
otomanos. En las cartas enviadas desde la Media Luna a la capital gubernamental, se
demuestra que las agencias de viajes hacían publicidad incluso en los pequeños pueblos,
mostrando las bondades de América de manera exagerada, permitiendo formas de pago que
incluían no solo dinero sino la entrega de bienes como sus casas, terrenos, etc.
Al trabajo de las agencias de viajes, ayudaban ciertamente los dichos y comentarios de
los peregrinos, y turistas europeos o americanos quienes al ir a Medio Oriente gastaban
mucho dinero, por lo cual los naturales pensaban que en Occidente era fácil hacer una fortuna.
193
YAZICI, 2002, p-52.
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138
La percepción que existía muchas riquezas en América era aumentada con visitas
como la del Emperador brasilero, Pedro II (1877-1878), quien invitó a los pueblos orientales
en sus discursos para conocer y trabajar en el Nuevo Mundo. No hay que olvidar que él hizo
peregrinación a Palestina, pero también recorrió muchas ciudades de Siria. Unido a lo anterior
se haya el revuelo provocado por una feria americana que se abrió en el Líbano, que generó
muchas expectativas. 194
Entre las instituciones que fomentaban esta propaganda, se hallaba la Iglesia Católica.
Ya hemos señalado antes el aumento de las iglesias y colegios fomentados por éstas. Dichos
organismos no solo buscaban la conversión al cristianismo católico (ello para los ortodoxos)
sino que además mostraban al mundo occidental como un lugar de mucha riqueza para el
pueblo pobre de Medio Oriente.
Los gobiernos americanos, como el citado Brasil, y Argentina, al haber realizado
pactos de cooperación con el Imperio Otomano, querían llevar más trabajadores a sus
inmensos campos. Se daban cuenta que el trabajador otomano no tenía mucho dinero y
necesitaba trabajo. Además esas naciones americanas requerían aumentar la mano de obra,
para labores duras como las de producción de café, o trigo, etc.
Una de las más importantes causas, nos parece ser la de un deseo por conocer
América. No se olvide que en todo el orbe se realizaron movimientos migratorios hacia el
Nuevo Continente.195
En siglo XIX la emigración general se facilitará por las vías de comunicación más
expeditas creadas. Por ejemplo, invento de telégrafo, cartas llegaban más rápido, etc. Además,
los inventos de los barcos a vapor daban más seguridad y eran más rápidos, lo que facilitaba
194
YAZICI, 2002, p-52. 195
De 1820 hasta 1860 emigraron 5.000.000 de personas desde Europa y Asia hacia América. Desde 1860 a
1924 emigraron 31.000.000 al nuevo continente.
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139
la emigración.196
Y dichas naves llevaban con mayor frecuencia a cientos de miles de
emigrantes al Nuevo Mundo, y no solo árabes sino judío, armenios, etc.
Un caso muy particular e interesante a nuestro juicio y que influyó indirectamente,
dice relación con lo acaecido después de 1877-1878: la Guerra Rusa-Otomana y los conflictos
balcánicos harán un aumento de la inmigración musulmana de Ucrania, los Balcanes y
Cáucaso, hacia el Imperio Otomano. Este debía preocuparse ahora de los millones de
musulmanes que llegaban al Imperio, huyendo del terror sectario que ejercían los cristianos
sobre ellos.197
Creemos que esto no afectará mucho en cuanto a aumento de población en
Medio Oriente sino en la región de Anatolia, pero causará una preocupación para los no
musulmanes, pues verán en ello una manifestación del panislamismo y la transformación de
un imperio tolerante en uno exclusivista.
También una causa que hemos detectado, pero que puede haber afectado solo a la elite
árabe otomana cristiana, es el conocimiento con anticipación de una futura guerra mundial.
Esto es expuesto en los siguientes términos por un inmigrante otomano llegado a Chile:
“Lo que no sabes es que habrá una gran guerra; todos los países de Europa están
preparando sus ejércitos. ¿Ves este mapa? Estos países se unirán para luchar contra éstos;
habrá guerras por todas partes, en Siria, en Turquía, en Italia, en Alemania, en Francia…
todos estos países intervendrán con sus armas y darán el mismo espectáculo que hemos visto
hace poco: los dos barcos que se hundieron en el mar. Bombardeos por aquí, bombardeos
por allá, muertes, hambres, epidemias, persecuciones… un infierno”.198
Todo lo anterior nos permite pensar que la gente de Medio Oriente, a lo menos cierta
elite, sabía que pronto vendría una guerra de envergadura inmensa que afectaría a muchas
196
YAZICI, 2002, p-52. 197
KARA, 2008, p-62. 198
CHAHÍN, 2001, pp. 268-269.
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140
naciones. Esto lo conocían primero los cristianos árabes quienes eran informados por los
consulados y agentes de inteligencia europeos, colegios extranjeros, sacerdotes y
comerciantes o por amistades y familiares que habitaban Europa. Existía un ambiente de
tensión, porque las mismas leyes de los Jóvenes Turcos no ayudaban a apaciguar, sino lo
contrario. En efecto, la ley sobre servicio militar se presentaba como una exigencia que
demostraba que pronto vendría una guerra. Ante tal situación era deseable salir del país.
Ya conocemos lo que ocurrirá en la Primera Guerra Mundial. Los grandes imperios de
Europa y Rusia y el Imperio Otomano caerán, y se fortalecerán las naciones como Inglaterra y
Francia. Durante este periodo y por razones lógicas la inmigración se detuvo. La inseguridad
en los viajes así lo exigía. Pero, tal como podremos verlo a través de los censos chilenos y
argentinos, una vez concluida la Primera Guerra Mundial las cifras de inmigración desde
Medio Oriente se elevarán. Después de la Primera Guerra Mundial, caerá definitivamente el
Imperio Otomano. Por otro lado, las promesas hechas por los europeos a los árabes respecto a
su liberación de los turcos, y así tener un Estado propio, solo duró un año y medio en Siria,
Palestina y El Líbano. Es decir, las naciones europeas enemigas de la Sublime Puerta no
cumplieron su palabra e invadieron los países árabe otomanos. Esto, así lo creemos, provocará
efectos en la inmigración. Hasta hoy los familiares y conocidos de tales países siguen
llegando a Sudamérica y, por supuesto a Chile, donde se concentra la mayor colonia palestina
del mundo en país no árabe. De manera determinante podemos afirmar que los conflictos del
Medio Oriente han empezado en Tanzimat; antes en caso de haber ocurrido, fueron muy
pequeños y puntuales, como los que podrían suceder en cualquier otro lugar. Pero, después de
la caída del Imperio Otomano, las antiguas tierras de dicho gobierno, como los Balcanes o el
Medio Oriente se han visto sacudidas en conflictos que hasta el día de hoy no parecen parar,
y, por tanto, la emigración no se ha detenido y no se sabe cuando acabará.
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Como hemos señalado, las causas más profundas y diversas sobre la migración
otomana hacia el Nuevo Mundo están relacionadas con razones de orden económico, la cual
sabemos es la primera causa de la inmigración; posteriormente las olas de inmigración
cambiarán sus objetivos primordiales, siendo los primeros de estos parte del “pull”, y
relacionados con la Primera Guerra Mundial y el cambio de régimen en la zona otomana.
Desde el Imperio Otomano emigrarán a América, según las estadísticas, una cantidad cercana
al millón de personas.
En el siguiente capítulo veremos las rutas de estos inmigrantes, los contactos entre las
naciones americanas y el Imperio Otomano, las dificultades de adaptación de los árabes
otomanos, y su aporte a la literatura chilena, como un ejemplo demostrativo del gran legado
árabe otomano a nuestro país.
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CAPÍTULO III
LA RUTA DEL INMIGRANTE OTOMANO HACIA AMÉRICA Y CHILE
III.1. -LOS LLAMADOS “TURCOS” EN AMÉRICA
En América fue común llamar “turcos” a los inmigrantes otomanos (árabes y judíos
especialmente, aunque también componían parte de dicho Imperio los griegos y armenios,
quienes al igual que los anteriores vendrían a Latinoamérica). Este uso erróneo subsiste al día
de hoy respecto de los descendientes de los anteriores.
Según nuestra investigación que se ha basado en censos, entrevistas y lecturas, la
mayoría de estos inmigrantes árabes otomanos provenían geográficamente del Levante (Siria,
Palestina y Líbano). Y desde el punto de vista religioso, generalmente eran cristianos
maronitas (miembros de la Iglesia fundada por San Marón a inicios del siglo IV, la que no
obstante seguir los lineamientos doctrinales de la Iglesia Católica, posee sus propios ritos y
mantiene la creencia en que Cristo tenía dos voluntades, una propia de Dios y otra del hombre
Cristo).
Como hemos explicado antes, la identidad turca después del encuentro con los árabes
musulmanes cambió mucho; esto en cuanto al menos a cuatro aspectos: la religión, la lengua,
las vestimentas y costumbres.
Desde el siglo VIII hasta el fin del Imperio Otomano los turcos vivieron junto a los
árabes. Existieron matrimonios entre ambos pueblos, intercambios culturales, etc. Desde 1516
el Imperio Otomano administró todas las tierras árabes. Al haber un contacto diario entre
turcos y árabes, se generó una adopción recíproca de modos culturales. Por ejemplo, estos
últimos adoptaron de los turcos el uso del fes (gorro turco de color rojo que surgió desde el
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Tanzimat), objeto que pasó a considerarse en todo el mundo como una identidad turca. Y los
turcos de los árabes, la ropa, la barba, etc.
La denominación de “turcos” para los inmigrantes árabe-otomanos, que les fue dada en
América Latina (pero anteriormente incluso en Europa, lo que parece desconocerse por los
memoristas árabes latinoamericanos) se debía a algunos asuntos que caracterizaban a éstos:
Documentos de identidad.
Nos referimos aquí a las distintas posibilidades de identificación civil que eran usadas antes
del siglo X, especialmente cartas o certificados. Hay que señalar que el pasaporte sólo se hará
obligatorio desde 1909, cuando los Jóvenes Turcos intentan concretar una especie de registro
que fiscalizara a los habitantes del Imperio que deseaban huir de las tierras otomanas,
estableciendo un listado sobre quienes inmigraban.
En los documentos anteriores, se indicaba que las personas que migraban eran
“otomanos”, lo cual para los occidentales era equivalente a decir “turco”. Los americanos no
distinguían ni al parecer les importaba saber de qué lugar del Imperio Otomano venían, ni qué
etnia representaban, ni qué credo profesaban.
El provenir de Oriente ya era suficiente motivo para ser llamado “turco”.
Vestimenta y aspecto físico.
Otro de los puntos que sería fundamental en la calificación de “turco” a los inmigrantes árabes
y judíos eran cuestiones de orden de presentación física. Por ejemplo, los rostros morenos,
ojos oscuros, y de nariz alargada, la manera de usar el bigote y la barba, la utilización del fes
(esto después de Tanzimat; incluso los cristianos lo utilizaron), el uso del velo por las
mujeres, etc.
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Usos culturales y costumbres.
Otras costumbres diferentes a las indicadas en el punto anterior han de considerarse. Por
ejemplo: las fiestas, las comidas, la manera de realizar los matrimonios, la existencia de
familias numerosas, el papel del hombre y la mujer en la sociedad, las clases de trabajo que
ejercían (casi exclusivamente el comercio), etc., eran las mismas entre árabes y turcos, lo cual
confundía a los europeos y americanos.
Veamos un caso: la manera de presentarse los novios a sus familias. Eran los padres de
los novios quienes elegían por ellos. La novia no estaba a la vista de los hombres; ella llevaba
café a los padres y al novio, demostrando que no le gustó el pretendiente si daba café con sal.
El uso de azúcar, en cambio, significaba la plena aceptación de parte de la novia.
“Los visitantes europeos en la región – el autor se refiere al Levante- , sean judíos o
cristianos, frecuentemente notan con desagrado y alarma, como sus correligionarios son
turcos en todo el sentido de la palabra”.199
Lo anterior se daba especialmente en lugares como Aleppo y el Líbano.
Idioma.
Los europeos y americanos al ver las letras otomanas pensaban que se trataba del idioma
árabe. Se debe saber que este error no surgió en América a fines del siglo XIX, sino que se
inició mucho antes, en el siglo XVI, con los primeros comerciantes o cónsules, pues cuando
éstos iban a las tierras otomanas no eran capaces de distinguir entre una y otra etnia y
llamaban a todos “turcos”.
199
MASTERS, Bruce, Cristianos y Judíos en el Mundo árabe otomano, 2001, p.43.
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145
Para entender mejor lo anterior, mostraremos las diferencias entre letras árabes y
otomanas.
Letras árabes y otomanas
أ = elif (e)
ب= be (b)
(t) et =ت
(aloñapse c) eht =ث
(adartsarra ,etreuf y) miy = ج
(evaus j) aj =ح
(j) uj =خ
(d) lad =د
(loñapse ne limís etsixe on) ezd =ذ
(r) ar =ر
(z) ez =ز
(s) nis=س
(hs) nis = ش
(etreuf s) das = ص
(etreuf d) tad = ض
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(etreuf t) t =ط
(adartsarra d) ahd =ظ
(atnagrag al edsed adaicnunorp ,a) nia` =ع
al edsed adaicnunorp g) nyag =غgarganta, más arrastrada)
(f) ef =ف
(q) faq =ق
(k) fek =ك
(l) mal =ل
(m) mim =م
(n) nun = ن
و = vau o waw (v ó w)
(evaus adalahxe h) eh =ه
(satnuj ,e y l) file mal =ال
ي = ya (lla)200
Las anteriores letras eran usadas tanto en el idioma árabe como en el otomano. A estas
29, el idioma otomano agregaba 5 letras y 2 vocales más, pues el árabe no tenía dichas letras
y sonidos, que son:
200
MILLAR C.,María Angélica , “Estado de Conservación de la Antroponimia de Origen Árabe, en el español
de Chile”, Tesis para optar al grado de Magíster en Lingüística con Mención en Lengua Española, Universidad
de Chile, Santiago de Chile, 2003.p.61.
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147
پ = pe (p)
چ = çe (che)
(”obmuJ“ arbalap al ed nóicaicnunorp al omoc ,etreuf ell) ej = ژ
گ = ğ (g más suave)
ڭ = ñ
Unión de dos letras hace vocales que no existen en árabe.
ö = أ + و
(sécnarf ü ) ü = أ + و
También hay dos letras que dependiendo de la palabra suenan distinto a pesar de estar
escrito igual, que esto tampoco existe en árabe.
o هأ = e
ه y ed e al omoc) ı = يla palabra inglesa)
Esta confusión entre el alfabeto turco y el árabe, sin embargo, puede justificarse en
parte si se sabe que las letras otomanas eran arábigas, pero con muy pequeñas diferencias
(como se muestra en el cuadro anterior existían cinco letras más que en el idioma árabe; la
“p”, la “ç”, la “j”, la “ğ”, la “ñ”, dos vocales más la “ö” y la “ü” y dos letras que dependiendo
la palabra suenan distinto a pesar de estar escrito igual), lo cual llevaría a que los europeos, y
luego americanos creyeran que las letras otomanas eran árabes y viceversa.
Es importante destacar lo multiétnico del Imperio Otomano en Medio Oriente, pues la
lengua oficial del Imperio era el otomano (idioma que se basaba en un 60% de turco, 20% de
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árabe; 15% farsi o persa: y un 5% griego, aproximadamente); la lengua que se utilizaba en las
relaciones de comercio fue mayoritariamente el griego; la lengua para estudios teológicos fue
el árabe; y en la poesía se usó mucho el farsi (persa), lo anterior nos muestra la diversidad y
riqueza de la cultura otomana.
Nombres y apellidos de los inmigrantes.
Sabemos que estos normalmente eran árabes, pero la gente americana no diferenciaba entre
nombres o apellidos turcos u árabes. Además, las letras en que los escribían los inmigrantes
eran en otomano, idioma que los oficiales de aduana, los marineros, etc. pensaban que era
árabe, por ser algo distinto a lo europeo.
Algunos ejemplos de apellidos árabes usados en Chile, y que hemos podido descubrir,
son: Abaddie, Abad, Misle, Hasbún, Chuaqui, Said, Alcalde, Ananías, Belén, Hirmas,
Bichara, Agar, Duk, Seda, Chahuan, Nasif, Nawwad, Yazici, Saleh, Yarur, Sabah, Tarur,
Mattar.201
Como dice el estudioso de la cultura árabe en Chile, el profesor Eugenio Chahuan: “Es
el hombre que llega a Chile, reactualizando con su vida esta cercanía espiritual arábigo-
hispana. En sus nombres revive a los Benavides, Alvarez, Almeida, Aliaga, Vargas, Cid,
Benavente y tantos otros surgidos en el Andalus, transformando, en la actualidad: Yamil, en
Emilio; Farid, en Alfredo; Issa, en Salvador; Habib en Amador. Es el surgimiento de los
apellidos García, Díaz, Campos, Flores, Pinto, Pizarro, Sabella, Guerra, Martínez;
traducciones o adaptaciones de apellidos árabes”.202
201
Para conocer más apellidos árabes en Chile, véase: HASSAN MATTAR, Ahmad (Recopilador), Guía social
de la colonia árabe en Chile, Santiago, Imprenta Ahues, 1941; y MILLAR C., María Angélica, “Estado de
Conservación de la Antroponimia de Origen Árabe, en el español de Chile”, Tesis para optar al grado de
Magíster en Lingüística con Mención en Lengua Española, Universidad de Chile, Santiago de Chile, 2003. 202
CHAHUAN, Eugenio, Presencia árabe en Chile, Revista chilena de humanidades, nª4, Universidad de Chile,
Santiago, 1983, p.42.
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149
Es interesante hacer presente que los chilenos y en general los occidentales son
reconocidos por sus apellidos y su sonoridad particular, tal cual podemos diferenciar a los
alemanes, rusos o chinos. Los nombres de pila podían ser cambiados, pero para ellos cambiar
el apellido significaba algo imperdonable, desconocer sus propias raíces y sus antepasados.
Además, las leyes de todo el mundo dificultan el cambio de apellido, exigiéndose procesos a
veces incómodos y costosos.
III.2.-SURGIMIENTO DE LAS RELACIONES ENTRE IMPERIO OTOMANO Y LAS
NACIENTES REPÚBLICAS LATINOAMERICANAS
La invasión de la Península Ibérica por Napoleón Bonaparte, en 1808, que derivará en la
detención de Fernando VII y la colocación en el trono de España a José Bonaparte, es el
detonante para que el fervor independentista prendiese en las colonias de España. Eligiendo
Juntas de Gobierno pretenden “preservar” y “cuidar” la lealtad al Rey legítimo. Antes de
esto, no podían existir relaciones entre el Imperio Otomano y la zona americana, debido a que
aun no había Repúblicas americanas y porque además siempre el Imperio Español y
Portugués dado su carácter de defensores del Catolicismo prohibían el culto de otras
religiones.
“En América Latina el prejuicio contra judíos y musulmanes data de la colonia. Nos
recuerda Susana Bianchi que “la sociedad colonial, como las sociedades del Antiguo
Régimen, estaba caracterizada por la unanimidad religiosa: todos sus miembros debían
pertenecer a un mismo sistema de creencias sin márgenes para la disidencia”203
. Los judíos
fueron expulsados de la península en 1492 y los moriscos, musulmanes asimilados, en 1609.
203
BIANCHI, Susana, Historia de las religiones en la Argentina. Las minorías religiosas, Sudamericana, Buenos
Aires, 2004, p. 17.
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150
Judíos y musulmanes tuvieron prohibida la entrada en el continente, donde todas las prácticas
y creencias religiosas fuera de la religión oficial eran prohibidas. La Inquisición se ocuparía
de los conversos que supuestamente ocultaban la continuidad de cultos y creencias fuera de la
religión católica. La tolerancia religiosa se difundió con lentitud a partir de las guerras de
independencia”.204
Acerca de los vínculos entre América y el Imperio Otomano consideraremos dos tipos
de relaciones: comerciales y a nivel político. Las capitulaciones dadas a los países
latinoamericanos en muchos casos no pudieron concretarse debido a la inestabilidad de
algunos de dichos países. El 24 de julio de 1923 Turquía revocó todas las capitulaciones
anteriores. De todas formas, estas capitulaciones servirán como antecedente. Los súbditos
otomanos en América Latina en el siglo XIX eran cientos de miles, siendo árabes, turcos,
judíos y armenios.
Conforme a nuestras investigaciones, Brasil, Argentina y Chile serán más importantes a
nivel de relaciones internacionales con el Imperio, porque hubo con ellos capitulaciones,
tratados generales, protocolos consulares y privilegios. Esto afectará los procesos migratorios,
dado que en países como Brasil y Argentina se requería mucha gente como mano de obra para
materias agrícolas.
En virtud de lo expuesto, analizaremos especial y brevemente las relaciones consulares
y diplomáticas entre La Sublime Puerta y los tres países mencionados. Sin embargo, se debe
considerar que el Imperio Otomano mantuvo relaciones con otros países latinoamericanos,
aunque no de la envergadura de las naciones indicadas En los Archivos Otomanos se
encuentra correspondencia entre del Imperio con México, Cuba, Venezuela, Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Panamá, Bolivia y Perú.
204
KLICH, Ignacio (compilador), Árabes y Judíos en América Latina. Siglo XXI, Editorial Iberoamericana,
Buenos Aires, 2006, p.8.
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151
Todas estas relaciones las tuvo el Imperio Otomano debido a la existencia de súbditos
otomanos en tierras americanas (como se verá en el ejemplo extremo de Haití) y
posteriormente a nivel económico y político. Según la información que hemos podido
recopilar los primeros contactos a nivel de gobiernos son los siguientes, haciendo presente
que súbditos otomanos ya había en los países que se mencionarán.
Los primeros contactos diplomáticos con el Imperio Otomano fueron con Brasil en
1858. Con México en 1865. Con Haití a inicios del siglo XX. El año 1895 con Perú.
Argentina empieza a mantener relaciones internacionales desde 1860 y en 1870 la primera
relación con el Imperio Otomano. Con Chile, las relaciones a nivel gubernamental datan de
1906.205
III.2.1.- UN EJEMPLO DE LAS RELACIONES DEL IMPERIO OTOMANO CON
AMÉRICA A TRAVÉS DEL GOBIERNO FRANCÉS. ALGUNAS DIFICULTADES
Mucho se ha hablado acerca que el Imperio Otomano no se preocupaba de sus súbditos. A
continuación a través de documentos diplomáticos recuperados y traducidos por el historiador
Mehmet Temel206
y nosotros, mostramos cómo el Imperio intentaba ayudarlos, pero que en
ocasiones como la presente, Francia aprovechaba su situación privilegiada respecto de ciertas
naciones (como deseaba tener protectorados de católicos en Medio Oriente) e impedía la
llegada de inmigrantes a países americanos, como en el caso presente a Haití.
En Diciembre de 1908 el Imperio Otomano envía una nota diplomática a las Embajadas
de Estados Unidos y Francia en la capital de Haití, Puerto Príncipe, pidiéndoles que protejan
205
TEMEL, Mehmet, XIX ve XX. Yuzyilda Osmanli-Latin Amerika iliskileri (Las Relaciones entre El Imperio
Otomano y Latinoamérica en los siglos XIX y XX), Istanbul, Editorial Nehir Yayinlari, 2004,
p. 9-12. 206
TEMEL, 2004, Op.cit, pp. 67-79.
Page 152
152
los derechos de los súbditos de la Sublime Puerta residentes en dicho país.207
Esta nota es
consecuencia de los condicionantes impuestos por el gobierno haitiano a los inmigrantes, y,
en particular a los provenientes del Imperio Otomano quienes se vieron obligados a pagar un
impuesto oneroso por el derecho a extender su residencia en esas tierras.
Sólo se salvaban de estas condiciones quienes se inscribían bajo la protección consular
francesa, esto hasta el 13 de agosto de 1913, fecha en que se promulga una ley prohibiendo la
entrada de los ciudadanos del Imperio Otomano provenientes de la actual Siria, a excepción
de los que contaran con un título universitario y pagaren un impuesto prohibitivo para
homologarlo; sólo de esa manera se les permitiría la entrada al país.
El caso de los comerciantes es dramático, debido a los altos impuestos de patente para
sus comercios. Muchos se ven impedidos de renovar sus permisos y el Estado haitiano
procede con toda desfachatez a embargar o secuestrar (de acuerdo al término de la época) sus
bienes muebles e inmuebles, luego de lo cual se les expulsará de la isla.208
Los otomanos al tomar contacto con Estados Unidos y Francia, las que en ese momento
son las potencias rectoras de los asuntos internos de Haití, e incluyendo esta vez a Inglaterra,
se ven defraudados por los nulos resultados de sus gestiones. A pesar de las reclamaciones de
las potencias, el gobierno haitiano no dará pie atrás en sus determinaciones respecto de los
ciudadanos originarios de la actual Siria.
Pero el gobierno haitiano, no solo hostilizó a los súbditos de la Sublime Puerta, sino que
siguió, tiempo después, con los franceses, sometiéndolos a los mismos atropellos. Esto
concluirá con una reclamación francesa y con el establecimiento de un Protocolo de
207
TEMEL, 2004, Op.cit, p.69, BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) HR. SYS, Doc..76, nº2. Lef.1. 208
TEMEL, 2004, Op.cit, p.70, BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) HR. SYS, Doc.76, nº2. Lef.2.
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153
Arbitraje209
, que va a ser firmado por los representantes de Haití y Francia el 13 de
Septiembre de 1913. En el artículo 1º de dicho protocolo se establece que:
“Las reclamaciones introducidas en esta fecha por la Legación de Francia, en nombre
de los asuntos de los otomanos, serán igualmente referidos al examen del susodicho Tribunal
arbitral210
”, tal como lo estipulan los acuerdos de Francia con el Imperio Otomano. Es más,
Francia le enviará una nota pidiendo los documentos de los 47 empresarios que habían sido
expulsados de Haití, para así gestionar sus indemnizaciones, pidiéndole al Ministro de
Asuntos Exteriores del Imperio buscar las direcciones de los que no se tiene noticia de su
paradero, ya que las carpetas de reclamación deben ser depositadas en la Legación Francesa
en un plazo no mayor a 3 meses, ya que deben estar en Puerto Príncipe el día 10 de febrero de
1914211
. Por su parte, el Imperio se esforzará en la búsqueda de estos súbditos, como lo
prueba la nota enviada el 9 diciembre de 1913.212
El Ministerio de Relaciones Exteriores
Otomano remite una serie de notas consulares a sus oficinas en Nueva York. Washington,
Beirut, Monte Líbano y Jerusalén, con fecha 29 de diciembre de 1913.213
Hemos podido ver que en medio de esta problemática va introducirse, por parte de
Francia, la ambición territorial en la zona al nominar a los súbditos del Imperio Otomano por
sus lugares de origen territorial, desconociendo en los hechos su pertenencia al Imperio, lo
que es un tanto contradictorio con el Protocolo de Arbitraje. Ante esto el Consulado Otomano
en Washington, alerta sobre las verdaderas intenciones de Francia, sin antes mencionar que el
asunto en cuestión ha finalizado con éxito y que todas las indemnizaciones han sido pagadas;
209
TEMEL, 2004, Op.cit, p.70,BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) (BOA) HR. SYS, Doc. 76, nº3.
Lef.1 210
TEMEL, 2004, Op.cit, p.70, Numero de archivo:BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) HR. SYS,
Doc. 76, nº3. Lef.1. 211
TEMEL, 2004, Op.cit, p.74, Numero de archivo:BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) HR. SYS,
Doc. 76, nº3. Lef.7. 212
TEMEL, 2004, Op.cit, p.77, Numero de archivo:BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) HR. SYS,
Doc. 76, nº3. Lef.4. 213
TEMEL, 2004, Op.cit, p.77, Numero de archivo:BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) HR. SYS,
Doc. 76, nº3. Lef.10.
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154
deslizando además una frase que ilustra cual es el momento político que se vive en las
relaciones entre Francia y la Sublime Puerta, además esto no es inherente solamente a esta
relación bilateral, sino que muy por el contrario son parte del plan acordado por las potencias
para dividirse el Imperio una vez finalizada la Guerra que está ad portas: “…La frase que usa
en segundo lugar es “los derechos de los Sirios”. Con esta frase nos está diciendo que el
Estado Francés se muestra asimismo como protector de los sirios, quienes en verdad son
otomanos, mostrando así su ansia de poder…”214
La respuesta enviada por el Ministro de
Justicia del Imperio será muy ilustrativa: “la frase los derechos de los Sirios, que han usado,
es una frase muy corta pero que dice muchas cosas.”215
III.2.2.-POLITICA MIGRATORIA DE BRASIL
El Embajador Otomano en Brasil, Münir Süreyya, el 15 de abril de 1913 envía una nota
informativa sobre la política de inmigración del Estado brasileño. Transcribimos algunos
puntos:
“La política agrícola del Estado de Brasil está basada sobre la producción del café y su
exportación; por eso usa todo sus recursos en encontrar más siervos fuertes para el trabajo de
los cafetales, y encontrar más mercados en el exterior”. Para comprender la importancia del
café para este Estado, podemos dar la cifra de la exportación de la ciudad de Sao Paulo. En un
año entraron un billón de francos oro. “Hoy día en este país hay tanto dinero que le hace mal a
la sociedad, el café para este país es una cuestión vital, por eso el Estado antes que nada
piensa en café, en producir café, exportar café. Usa todo su poder y hace lo que sea por esto.
214
TEMEL, 2004, Op.cit, p.79, Numero de archivo: BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) (BOA) HR.
SYS, Doc.76, nº3. Lef.26. 215
TEMEL, 2004, Op.cit, p.79, Numero de archivo:BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA) (BOA) HR.
SYS, Doc.76, nº3. Lef.26.
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155
Ya sabe que para la agricultura del café es necesario tener más trabajadores sanos y fuertes y
gasta toda su energía en conseguir más trabajadores”.
“En segundo lugar ya sabe que su producto debe exportarlo, y por eso en Europa,
Norteamérica, y demás países a los que lo exporta, busca más mercados y compradores. Estas
dos políticas son fundamentales para el Estado brasileño y el Presidente y los diputados, sin
importar su lineamiento político no pueden evitar seguir este sistema.
“Para alcanzar sus fines la principal arma del Estado es la propaganda. Esa propaganda
es realizada por los comisionados de Brasil en las capitales Europeas. Estos comisionados
tenían status diplomático, con las mismas atribuciones de un cónsul. El Estado sito en Sao
Paulo dividió a Europa en cuatro zonas de interés; Viena, Berlín, Paris y Bruselas, enviando
comisionados a todas esas ciudades con un número de empleados bastante alto. Las dos
misiones de los comisionados eran:
Buscar siervos, fieles y fuertes.
Exportar café de Brasil a nuevos mercados de mundo.
“El Estado brasileño puso su mirada en las víctimas de las guerras balcánicas,
específicamente en los turcos de la zona, porque los inmigrantes turcos eran fuertes,
complacidos con la vida, y generalmente eran agricultores, los que obligatoriamente debían
migrar por la situación de guerra, ya que el Imperio Otomano no tenía recursos para
socorrerlos y el Estado brasileño aprovechándose de su desventura los llevaba al Brasil”. 216
“Entre los años 1889-1891, se produce una crisis general en el sistema de gobierno
brasileño, teniendo como consecuencia la caída de Pedro II de Braganza. En esos años el
216
TEMEL, 2004, Op.cit, p.100, Numero de archivo: Başbakanlik Osmanli Arşivi (BOA) (BOA) HR. SYS,
Doc. 77, nº25.
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156
Imperio Otomano no puede enviar embajador ni cónsules, interrumpiéndose las relaciones, lo
que trajo como consecuencia la subsiguiente desprotección de los inmigrantes otomanos. Sólo
a finales de 1891 el Imperio Otomano envió una misiva explicando el anterior tratado con
Brasil y exigiendo el cumplimiento en cuanto a la protección de los inmigrantes”.217
a) ACUERDO ENTRE BRASIL Y EL IMPERIO OTOMANO.
Este acuerdo se firmó el 5 de febrero de 1858 en Londres, siendo suscrito por el Imperio
Otomano a través del representante consular Kostaki Musurus Pacha y el representante de
Brasil, el Sr. Francisco Ignacio de Carlvalho Moreira.
La duración establecida para la vigencia del presente acuerdo fue de diez años, y sólo
fue anulado el 7 de febrero de 1912 por el Imperio Otomano, unilateralmente, lo que da un
periodo de 54 años de duración del Acuerdo. 218
A continuación, señalamos algunos de los artículos más importantes del Acuerdo entre
Brasil y el Imperio Otomano, que establece, entre otras cosas, una serie de derechos y
garantías para los inmigrantes otomanos y brasileños. Esto último es fundamental dado que
Brasil llegaría a tener más de cien mil inmigrantes otomanos en 1912219
, mientras que
brasileños dentro del Imperio Otomano serán escasos.
El interés de Brasil en orden a que llegaran agricultores otomanos se justificaba en la
necesidad de contar con mano de obra que fuera barata. Además, los trabajadores árabes y en
217
TEMEL, 2004, Op.cit, p.101, Numero de archivo: Başbakanlik Osmanli Arşivi (BOA) (BOA) HR, HMS.
ISO, Doc. 33/2, nº4, Lef. 1. 218
Este Tratado estuvo vigente entre 1858 y 1911, siendo desahuciado por el régimen de los Jóvenes Turcos,
quienes estaban logrando la caída del Imperio Otomano. Es importante indicar que el presente es el primer
tratado que se firma con un país de América Latina, además se le entregan los mismos privilegios que las
potencias europeas signatarias de tratados parecidos con el Imperio Otomano. 219
TEMEL, 2004, Op.cit, p.92.
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157
general los orientales serían fácilmente requeridos debido a que por cuestiones de orden
religioso y cultural eran muy humildes y aceptaban a veces pagos ínfimos e incluso se
satisfacían sólo por un poco de comida. A lo anterior debe agregarse que los trabajadores
otomanos venían de situaciones económicas muy pobres, debido a las guerras y pobreza de
los lugares donde vivían.
Para agilizar la llegada de otomanos a Brasil el gobierno de ese país no exigía
documentación de ingreso o pasaporte.
Entre el Sultán Otomano y el Emperador de Brasil, sellan una Amistad y Paz
infinita que cubra a los hijos, nietos y a toda su dinastía, y los Estados de los
Imperios y las Tierras.
Ambos pueblos garantizan el ejercicio de los mismos derechos que los de los
nacionales para los inmigrantes. Pueden visitar todos los puertos y ciudades del
país, viajar y establecerse libremente; y sus derechos serán cautelados por la
autoridad policial de cada país, o el funcionario que corresponda, facilitando su
desempeño, impidiendo las injusticias en su contra. En caso de necesitar
renovar sus permisos de circulación u obtenerlos de nuevo, se hará en oficinas
especiales según las leyes de cada uno de los países firmantes.
Cuando un otomano en Brasil o un brasileño en el Estado Otomano fallece, su
herencia queda protegida por las leyes internacionales y será entregada al
consulado respectivo. 220
220
Para ver más información véase el trabajo de TEMEL, Mehmet, XIX. ve XX. Yuzyilda Osmanli-Latin
Amerika iliskileri (Las relaciones entre el Imperio Otomano y Latinoamérica en los siglos XIX y XX), Editorial
Nehir Yayinlari, Istanbul, 2004, p.92.
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158
b) CONCLUSIONES RESPECTO A LAS RELACIONES ENTRE BRASIL Y EL
IMPERIO OTOMANO
Después de Tanzimat, todos los países europeos tuvieron un mayor interés en las tierras del
Imperio Otomano (especialmente en la zona del Levante) a la vez que éste deseaba
relacionarse con la mayor cantidad de países. Como hemos explicado antes, con la caída de
los imperios español y portugués, empezó la inmigración hacia América. Brasil necesitaba
además mano de obra para sus cultivos de café. Al Imperio Otomano le interesaba llegar a
acuerdos internacionales con países como Brasil por lo anterior y por proteger a sus súbditos
en tierras lejanas. Debido a esto, el Imperio Otomano suscribirá lo que se llama
Capitulaciones Permanentes (un tipo de acuerdos muy específico, que el Imperio sólo daba a
las potencias europeas, como Francia e Inglaterra).
Los documentos citados nos muestran los avances en las relaciones de ambos países.
Los problemas surgieron cuando Brasil no cumplió los acuerdos, lo que se vio agravado con
la caída del Imperio Otomano, al revocarse las capitulaciones por los Jóvenes Turcos, el
nuevo gobierno.
III.2.3.- RELACIONES ENTRE EL IMPERIO OTOMANO Y
ARGENTINA.
A partir de 1860 la República Argentina comienza a interesarse en el intercambio comercial
con otras potencias del mundo. Pero no es sino hasta 1880 que Argentina iniciará su política
de inmigración masiva, acogiendo en su seno a italianos, alemanes, suizos, rusos, y otomanos.
Con este hecho comienzan los vínculos entre el Imperio Otomano y Argentina. Desde 1880
hasta la Primera Guerra Mundial la inmigración otomana fue de un total de 150.000
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159
personas.221
Las relaciones diplomáticas entre el Imperio Otomano y Argentina empezaron
con el acuerdo económico de 1872 que continúa hasta hoy con los vínculos con la República
de Turquía.222
El 21 de julio de 1870 el embajador de Argentina en París, llamado Balkari, mandó
una carta al embajador otomano en París pidiendo abrir consulados argentinos en algunas
ciudades del Imperio Otomano. La respuesta a esa carta fue que antes de abrir consulados en
ambos países, era menester firmar un acuerdo económico. La respuesta argentina fue
positiva.223
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Imperio Otomano revisó el borrador del
acuerdo y dio poder a Mahmut Server Paşa, embajador del Imperio Otomano en París el día
21 de septiembre de 1872, para firmar el acuerdo.224
a) ACUERDO ECONOMICO ARGENTINO-OTOMANO
Incluiremos a continuación algunos artículos del Acuerdo Económico Argentino – Otomano,
que interesan a esta Tesis:225
El Imperio Otomano y la República Argentina siempre van a estar en paz y
amistad.
221
Según el documento otomano del ministerio de Relaciones Exteriores la cantidad de otomanos durante enero
de 1912 en Argentina alcanzó a 100.000 personas, Başbakanlik Osmanli Arşivi (BOA) HR.HMS.ISO, a. g. dos.
Lef 7. 222
TEMEL, 2004, Op. cit., p. 14. 223
TEMEL, 2004, Op.cit., p. 14, Başbakanlık Osmanlı Arşivi (BOA), HR.SYS, Documento.1890, Nº 10. 224
TEMEL, Archivo Otomano del Estado Turco, nº documento A.DVN.NMH (La Oficina de Relaciones
Exteriores del Sultanato), en p. 15. 225
Para más información, puede consultarse el documento respectivo que se ha incluido en el Apéndice.
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160
Los ciudadanos argentinos en Imperio Otomano, y los ciudadanos otomanos en
la Republica Argentina no serán obligados a servir en el ejército de tierra o en
la marina y tampoco serán obligados a pagar el impuesto de exención del
Servicio Militar y ningún impuesto relacionado.
Entre los dos países se establecen relaciones de amistad y comercio fuertes y
duraderas, hasta que estas se interrumpan o se rompan por un estado de guerra.
La eficacia de este tratado se demuestra en el hecho que los súbditos del Imperio
Otomano podían ingresar a países como Argentina y Brasil (indirectamente también a
naciones como Perú, Bolivia y Chile, pasando previamente por uno de estos países), usando el
pasaporte otomano. Si no hubiera existido este acuerdo, los árabes no podrían haber ingresado
de manera tan fácil y en tanta cantidad a dichas repúblicas.
Para aclarar lo anterior, podemos recoger un ejemplo en el libro “Mis raíces provienen
de Siria”:
“Mi padre viajaba con el pasaporte otorgado por el Imperio Turco Otomano. Al llegar
primero a Argentina y después a Chile, tenía que registrarse ante las autoridades de
extranjería y de identificación civil, a fin de obtener los papeles necesarios para permanecer
en el país”.226
Pero también para obtener pasaporte se recurría a medios ilícitos, como la falsificación.
“Confundidos entre el gentío esperaron el retorno de la única persona que podría
ayudarlos. Dacarett había ingresado a una oficina para someterse a la inspección de sus
papeles de identificación. Entonces era común el uso de documentos falsificados en Europa.
226
SAPAG, Reinaldo, Mis raíces provienen de Siria. La historia familiar de un inmigrante árabe, Santiago,
Ediciones Copygraph, 2006. p.44.
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161
Numerosos inmigrantes desembarcaban sin pasaportes o salvoconductos por provenir de
países asiáticos o árabes donde la autoridad civil no se tomaba la molestia de consignar
nacimientos y defunciones”.227
Pensamos que es interesante observar que en los censos argentinos a los árabes se los
designaba con el término “otomano” y no el de “turco”; lo cual importa para los fines de esta
memoria.
“Hasta la caída del Imperio Otomano siempre hubo buenas relaciones entre ambos
países. Incluso en 1914 un barco militar argentino, llamado Presidente Sarmiento, llegó el 8
de octubre a Istanbul. El Embajador del Imperio Otomano en Buenos Aires en su carta a la
Sublime Puerta solicitó que el Imperio sea muy hospitalario con los miembros de dicho
barco, pues hace treinta años Argentina trata muy bien a los súbditos otomanos, siendo el
único país en el mundo que aceptó la revocación de las capitulaciones y aceptó el
establecimiento de protocolos consulares”. 228
Sin embargo, también hubo algunas crisis que mencionaremos. Desde Buenos Aires se
dirigían muchas cartas y telégrafos de inmigrantes otomanos solicitando de la Sublime Puerta
el establecimiento de un Consulado en dicha ciudad porque los inmigrantes aumentaban
rápidamente. 60.000 personas otomanas había en 1908. El 2 de octubre de ese año,
Habibullah manda una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores del Imperio, señalando
que para proteger los derechos de los súbditos del Imperio en tierras argentinas no bastaba un
consulado sino que era necesaria una embajada. A él se lo nombrará posteriormente como
embajador.
227
TARUD SIWADY, Raul, Historia de una vida, Santiago, Editorial Planeta, 2002. p.13. 228
TEMEL, 2004, Op. cit., p. 43.
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162
Al año siguiente, varias personas envían cartas al gobierno otomano solicitando que sea
el-Mahadi embajador en Argentina. Incluso desde el gobierno español y diplomáticos
argentinos lo solicitaban.
El 2 de junio de 1910 el Congreso otomano dio el permiso de abrir un consulado. El 11
de junio se firma el protocolo respectivo.
En marzo de 1911, el Imperio hizo un reclamo por no cumplimiento del artículo del
protocolo referido a los asuntos familiares, nacimiento, defunciones y herencias, respecto a la
muerte en tierras argentinas de un otomano llamado Mahrumi Bey, cuyo padre que vivía en el
Imperio Otomano, envió solicitud por vía diplomática para que se cumpliera dicha norma,
beneficiando por tanto a los herederos otomanos, a pesar que el gobierno argentino no había
enviado la información que se requería según el mismo protocolo. El embajador del Imperio
Otomano en Argentina responderá el 15 de mayo de 1912 que para se haga efectiva la
herencia él mismo realizará la tramitación, pero exige un poder notarial para actuar. Así, él
mismo solucionó el problema hereditario; pero será uno de los varios problemas que surgirán
entre ambas naciones. Otro será la prohibición de parte del Imperio que Argentina tuviera más
de un consulado en sus tierras.229
El embajador del Imperio en Buenos Aires, envía carta a la Sublime Puerta en 1912
señalando que ya se alcanzó la cifra de 100.000 otomanos en Argentina, estando ubicados la
gran mayoría de ellos no en Buenos Aires, sino en las provincias, para lo cual solicita más
ampliación de su esfera de poder. El Imperio responde que no podrá ser más de lo equivalente
a la distancia que se puede recorrer en caballo de nueve horas entre dicho punto y la capital
argentina. Esto debido a que si se acepta mayor amplitud, Argentina podría solicitar lo mismo
respecto al Imperio.
229
TEMEL, 2004, Op. Cit, pp.- 27-28.
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163
Finalmente, en octubre de 1912 el Imperio acepta que haya consulados en otras ciudades
del Imperio Otomano además de Istanbul.
Todas estas situaciones, así lo creemos, irán generando tensiones, las que se agravarán
más en julio de 1913 cuando el cónsul argentino en Beirut fue detenido por la policía otomana
debido a sus actos y palabras en contra de las autoridades otomanas de la zona. El consulado
argentino en Estambul solicita la libertad del cónsul en Beirut. El Estado Otomano responde
que no podía liberarlo, sino que se debía realizar un juicio en el cual los “kadı” (jueces)
dictaminaran, y que sólo si había pruebas en contra de la acusación podía ser liberado.
Argentina presionará al Imperio Otomano prohibiéndole la ampliación de consulados.
Se llegará posteriormente a un acuerdo bilateral por el cual solo habrá un consulado en cada
país, ubicándose éste en la capital.
Otra crisis diplomática entre ambas naciones, que hemos detectado, será la de 1915, en
la cual el cónsul de Argentina en Estambul, de apellido Schult, envía una carta con una
persona de nacionalidad suiza (país que tenía relaciones cercanas con Francia) llamada Emil
Grup, de carácter secreto al consulado general de Argentina en Suiza. Esta misiva tenía
información política y militar secreta del Imperio que la agencia otomana descubrirá
oportunamente230
. Debido a esta carta, el 7 de enero de 1915 se inició un juicio en el Imperio,
que deterioró el retorno del cónsul argentino.
230
TEMEL, 2004, Op. cit., p.35.
Page 164
164
Año Entra
da
Salida
1900 1583 425
1901 2159 535
1902 1671 676
1903 1450 444
1904 3226 665
1905 7085 712
1906 7777 798
1907 7436 1198
1908 9111 1025
1909 11760 1628
1910 15478 1862
Total 68736 9968
Fig.17.- Cuadro de entradas y salidas de otomanos en Argentina. Desde 1900 a 1910 la inmigración otomana en Argentina,
incluyendo los movimientos de ingreso y salida de los súbditos otomanos.231
Mayoritariamente serán agricultores quienes lleguen desde el Imperio Otomano a
Argentina. Según las cifras del consulado otomano en Buenos Aires, éste es el gráfico de
profesiones de los inmigrantes.
231
Las salidas de los otomanos en Argentina no necesariamente fueron hacia sus hogares en tierras árabes, sino
que como se verá posteriormente en oleadas no pequeñas irán a Chile.
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165
Cargadores 5.000
Vendedor Ambulante 15.000
Agricultor 35.000
Comerciante 10.000
Aguatero 15.000
Dueñas de Casa 5.000
Total 85.000
Fig.18.- Cuadro de profesiones de los inmigrantes otomanos en Argentina. 232
Respecto del alfabetismo y la cultura, el 30% de los inmigrantes árabes otomanos sabía
leer y escribir, existiendo 7 u 8 periódicos de esta comunidad. Mientras que los franceses con
un 92% de personas que sabían leer y escribir sólo tenían un solo periódico.233
Debido a investigaciones anteriores como a nuestro trabajo, sabemos que Argentina fue
uno de los lugares preferidos para los inmigrantes otomanos; y no sólo para los árabes, sino
para los mismos miembros de la dinastía otomana. Y así, por ejemplo, incluso algunos
descendientes del último sultán otomano234
al ser exiliados en marzo de 1924 por la ley
dictada en el Senado de la República de Turquía, como Mehmet Orhan Osmanoğlu (bisnieto
de Sultán Abdülhamid II), quien en la década de los 30 viajó desde Francia a Buenos Aires,
donde residió por tres años, desarrollando las labores más duras, como por ejemplo
transportando peso en su espalda, operario de producción, chofer de bus. El comenta en una
232
KARA, Adem, Yeni Kıtaya Yapılan Osmanlı Göçleri ve Neticeleri (La inmigración otomana al Nuevo
Continente y sus resultados), Editorial IQ, Istanbul, 2008. pp.161-162. 233
KARA, Adem, Yeni Kıtaya Yapılan Osmanlı Göçleri ve Neticeleri (La inmigración otomana al Nuevo
Continente y sus resultados), Editorial IQ, Istanbul, 2008. pp.161-162. 234
155 miembros de la dinastía otomana fueron exiliados. Se les dio un plazo de solo 24 horas a los hombres
para abandonar el país y 72 horas a las mujeres. En dicho plazo no quedó ningún miembro de dicha dinastía. El
Estado les quitó todos sus derechos, incluso la nacionalidad; solo se les entregó un pasaporte por un año, con
expresa prohibición de retorno a Turquía.
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166
entrevista que en Buenos Aires era recibido como príncipe y muy respetado por los
inmigrantes árabes otomanos e incluso estuvo a poco de casarse con la miembro de una
familia de la elite libanesa de Argentina, Gazzavi. Al saber que él era descendiente de la
dinastía otomana, tal familia deseó que una mujer de dicho grupo se casara con Mehmet
Orhan.235
En la investigación histórica realizada por el historiador y periodista Bardakçi, se
demuestra que los miembros de la dinastía otomana que fueron exiliados tuvieron mayor
respeto de parte del pueblo y la aristocracia y fueron albergados preferencialmente en los
países del Levante, especialmente el Líbano.
b) CONCLUSIONES RESPECTO A LAS RELACIONES ENTRE ARGENTINA Y EL
IMPERIO OTOMANO.
Cuando Argentina logra su independencia, rápidamente desea mantener relaciones
diplomáticas; sin embargo, debido a problemas de orden interno, no se llevará a cabo
fácilmente. Una vez resueltos éstos, surgirán las relaciones con otros gobiernos. Con el
Imperio Otomano se establecerán relaciones el año 1872.
Siendo Argentina al igual que el Imperio Otomano un país preponderantemente
agricultor, el establecimiento de tratados económicos era altamente interesante. “En Argentina
a principios del siglo XX, en la agricultura trabajaron 30.000 agricultores otomanos y ganaron
por ese trabajo 10.000.000 de pesos argentinos de la época, o sea 1.000.000 de liras otomanas.
El cónsul otomano recomendaba a los otomanos dedicarse a las labores agrícolas, dado que
podían desempeñar bien ese trabajo, pues el Imperio Otomano al igual que la Argentina vivía
235
BARDAKÇI, Murat, Osmanlı Hanedanının Sürgün ve Miras Öküsü (La historia del exilio y de la herencia de
la dinastía otomana), Inkılap, Istanbul, 2008, Pp.34-35.
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167
de la tierra. Además les recomendaba aprender allí las nuevas ciencias de la agricultura, para
llevarlas cuando volviesen al Imperio”.236
Luego nos referiremos con mayor extensión a la llegada de inmigrantes otomanos a
Chile desde Argentina, puesto que existirán dos puertas de ingreso: el país trasandino y Brasil.
III.2.4.- RELACIONES ENTRE LA REPÚBLICA CHILENA Y EL IMPERIO
OTOMANO.
Estas se dieron inicialmente por intermedio de Washington, Madrid y París. Según los
archivos otomanos el primer vínculo directo entre la República de Chile y el Imperio
Otomano se dio en el año 1905 durante la guerra ruso-japonesa, en la cual Chile quería vender
sus cruceros a Rusia por intermedio del Imperio Otomano.237
Chile mandó a hacer a la fábrica Krupp de Alemania cañones de montaña de 7.5 cm.
de diámetro. En ese momento el Imperio Otomano necesitaba comprar cañones usados y le
pidió a Chile que mandara dos ejemplares para probarlos y ver su efectividad, por lo que
Chile se los envió; pero, la comisión militar otomana encargada de su estudio, no los aprobó,
quedando disconforme con su eficacia, por lo que decidió no comprar los otros cañones. Solo
pagó por los dos ejemplares que habían sido enviados al Impero Otomano.238
El comisionista Ranet Filint el 2 de febrero de 1908 ofreció a Rusia cruceros
provenientes de Chile y Argentina y debido a esto llegó a Estambul, la capital del Imperio
236
KARA, 2008, Op. cit., p 42. 237
TEMEL, 2004, Op. cit., p.81. 238
Ibíd. p.82.
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168
Otomano, para hacer algunas reuniones, pero la agencia de inteligencia del Imperio Otomano
decidió investigarlo.239
A partir de 1912 empezaron a multiplicarse las relaciones entre la República Chilena y
el Imperio Otomano. Incluso en el año 1913 los dos países establecieron un protocolo para
abrir consulados. Desde el principio hubo muchas relaciones económicas entre ambos países.
Los vínculos previos entre la República Chilena y el Imperio Otomano fueron un buen
antecedente que influyó positivamente en el establecimiento de las relaciones diplomáticas y
económicas entre la República Chilena y la República Turca.
Chile fue el primer país en América Latina en reconocer la legitimidad del nacimiento
de la República Turca, lo que acaeció el día 6 de enero de 1926. Desde ese momento las
relaciones entre ambas naciones han ido desarrollándose en forma positiva, ello en todos los
planos, especialmente militar y económicamente. La exportación de las empresas chilenas a
la República de Turquía durante el periodo que va desde enero a octubre de 2008, fue de
2.57.340.152 dólares. Mientras que, durante el mismo periodo las empresas chilenas
importaron desde Turquía una cantidad equivalente a 825.610.807 dólares.240
A continuación daremos a conocer algunos extractos de documentos del Archivo
Otomano que se refieren a las relaciones bilaterales entre el Imperio y Chile241
:
A Su Majestad El Gran Visir: El asunto es que algunos súbditos establecidos en Chile
y Perú del Gran Estado Otomano fueron a Santiago a reclamar, en representación de los
damnificados otomanos de la guerra entre Chile y Perú, por intermedio del Consulado
Francés, ante el Gran Estado Otomano, pidiendo que este último le exija al Estado chileno
239
Ibíd. p.82 240
Información extraída del sitio Web: www.prochile.cl 241
La traducción íntegra de los documentos referidos a las relaciones bilaterales se acompañará en el apéndice de
esta tesis.
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169
que indemnice a los damnificados otomanos. El Consulado Francés en Santiago hizo un acta
con las quejas de la comunidad otomana pidiendo poderes formales, y se envió a París y
desde ahí el acta y otros documentos fueron remitidos al Consulado otomano en París y éste
los reenvió a Estambul. Espero que Usted comprenda y acoja el sufrimiento del pueblo
otomano de aquellos lugares, ya que están desprotegidos debido a que no tienen un
consulado otomano al cual recurrir. Esta acta está redactada en francés; si Su Majestad
quiere la podemos dirigir a la oficina de traducciones del Palacio. Le solicito que se levante
un acta para que, por intermedio del Consulado Francés, se tomen medidas para ayudar a
los súbditos del Gran Estado Otomano en esas lejanas regiones. Por último, cualquiera que
sea la decisión, será respetada y acatada fielmente”. 242
Como puede apreciarse, el primer asunto que dice relación con la política internacional
entre ambos países, se refiere a la presentación que hace un grupo de súbditos otomanos que
habían inmigrado a Bolivia al puerto de Antofagasta, quienes fueron afectados, como muchos
otros inmigrantes, en sus propiedades y sus comercios por el bombardeo naval y la ocupación
del ejército chileno a esta ciudad boliviana.243
En Chile no había Consulado Otomano y la representación diplomática estaba a cargo
del Consulado Francés. En los países del mundo donde no había representación diplomática
otomana, Francia cumplía esa labor diplomática en representación del Imperio Otomano. Esta
misión la cumplió Francia desde el siglo XVI hasta el fin del Imperio Otomano.
La mayoría de los súbditos otomanos era de origen árabe, reconocían y pedían la
protección del Imperio Otomano para defender sus intereses aquí en Chile. A su vez, el
242
Başbakanlık Osmanlı Arşivi (BOA) (BOA), HR, SYS, 53-13. 243
Muhammed Said Rumie Rumie cuenta que recuerda que unos familiares le contaron que en Antofagasta y en
Iquique la gente fue muy afectada por la guerra del Pacífico, sobre todo por los bombardeos y la ocupación
chilena. (Entrevista realizada por Mustafa Ustan a Muhammad Said Rumie Rumie el 7 de Julio 2008).
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170
Imperio Otomano estaba muy preocupado por el destino de sus súbditos en Chile y trató de
buscar una solución al problema.
No obstante nuestra intención de acceder a la respuesta dada por el Gobierno Chileno a
las quejas efectuadas por los súbditos del Imperio Otomano, no pudimos encontrar datos en
Chile, a pesar de haber concurrido al Archivo Nacional, a la Biblioteca Nacional, y al
Archivo de Extranjería del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Otro documento de relevancia para esta tesis, dice relación con la apertura de
consulados honorarios para los súbditos de las comunidades otomanas que estaban en
distintas partes de Sudamérica, de las que se calcula que en 1910 habían alcanzado la cifra de
150 mil personas.
Se debate parlamentariamente que se han instalado en América Latina 150.000
súbditos de las comunidades otomanas y sin embargo aun no hay consulados ni representantes
del Gran Estado Otomano ni en Chile, México, Argentina, Uruguay, Perú, Colombia, por lo
que estas comunidades se sienten desprotegidas. Según el debate del 20 de diciembre de 1889
se acordó que es necesario abrir consulados honorarios apoyándose en los consulados,
presentes en los países recién mencionados. “Para ello se necesita elegir a las personas que
van a ocupar los cargos a través de los consulados de Francia”. 244
Finalmente, el Senado Otomano resolverá lo siguiente: “Antes de instalar los consulados
honorarios en los países latinoamericanos que se han mencionado en el debate y en los cuales
se han instalado 150.000 súbditos de las comunidades otomanas del Gran Estado Otomano.
Antes de tomar la resolución hay que investigar cuál fue el motivo por el cual se dirigieron a
aquellos países: si fue por negocios o por huir del país.
244
BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA), MV, 118-8.
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171
Además hay que investigar en qué lugares hay mayor presencia de estas comunidades
otomanas. Otra cosa que debemos saber es quiénes pueden ocupar los cargos de cónsules
honorarios y en caso de haber candidatos hay que averiguar sus antecedentes”.245
Esta
resolución se envía de vuelta al Ministerio de Relaciones Exteriores para que se recopile la
información que se solicita y luego se retorna al Congreso el tema en el debate”.
En el presente documento se hace mención a un punto muy importante, pues queda
manifiesto que el Imperio distingue entre dos tipos de inmigrantes -si fue por negocios o por
huir del país- para establecer consulados honorarios en Latinoamérica. El primero de los
inmigrantes es quien viene para trabajar o hacer negocios en Chile y en América Latina; este
inmigrante era valorado por el Imperio Otomano. El segundo es el inmigrante que arranca del
Imperio Otomano por las guerras, ya que no quiere servir en el ejército otomano; este tipo de
inmigrante es ilegal a los ojos del Imperio Otomano.
En este documento que está fechado en 1910 se menciona que ya antes en el Senado
Otomano había existido otro debate sobre el tema; esto ocurrió en el año 1889, ya que en
América Latina existían muchos inmigrantes que eran súbditos otomanos, el Imperio
Otomano no quería perder contacto con los inmigrantes ya que quería protegerlos a través de
los consulados. Incluso tres años después se firmó un protocolo entre la República Chilena y
el Imperio Otomano para abrir consulados, al cual nos referiremos a continuación.
Con fecha 10 de Marzo 1913 el Imperio Otomano suscribe con el Ministerio de
Relaciones Exteriores de Chile un tratado entre Sezai Bey, representante del primero, y el
Presidente de Chile, don Emiliano Figueroa.
Incluimos el artículo primero de dicho pacto, que reviste importancia en las relaciones
entre ambas naciones:
245
BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA), MV, 118-8.
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172
“El Gobierno del Imperio Otomano y la República Chilena han acordado
recíprocamente el derecho de nombrar Cónsules Generales, Cónsules y Vice-Cónsules en
todos los centros comerciales de cualquier lugar de sus países, así como también en lugares
en donde son admitidos funcionarios similares de cualquier otro Estado”. 246
Este documento para nombrar cónsules fue firmado en el año 1913 y es la última etapa
en una larga historia de vínculos entre el Imperio Otomano y Chile. A comienzos del siglo
XX había en Chile una gran comunidad otomana, en constante crecimiento, la que
necesitaba la protección del Imperio Otomano. Ésta sólo la podía entregar la Sublime Puerta a
través del consulado francés. La demanda de los súbditos otomanos era muy grande y el
consulado francés no podía atender todas las solicitudes con la rapidez necesaria. En varias
ocasiones se solicitó por parte de los súbditos otomanos que se abriera un consulado en Chile.
Por otro lado, en el Imperio Otomano existía un debate en el Senado durante los años
1889 y 1910, en el que se pedía el estudio de la posibilidad de abrir un consulado en Chile, de
lo cual ya hemos hablado hace un momento. Por lo tanto, finalmente se llegó a consensuar un
protocolo para abrir consulados tanto en Chile como en el Imperio Otomano.
Este protocolo del año 1913 nunca se llevó a la práctica, ya que con la llegada de la
Primera Guerra Mundial se interrumpieron las relaciones por varios años, hasta que en el año
1923 se fundó la República Turca de Mustafa Kemal Atatürk. Había que esperar al 30 de
enero de 1926, cuando en Roma se firmó un tratado de amistad entre la República Turca y la
República Chilena. Cabe recordar que como se ha dicho, Chile fue el primer país en
Latinoamérica que reconoció a la nueva República Turca. Turquía abrió su consulado en
Chile en el año 1930 y Chile lo hizo en Turquía el año 1943.
246
BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA), HR, HMS, ISO.64 – 4.
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173
III.3. LAS PRIMERAS INMIGRACIONES A AMÉRICA LATINA DE LOS
LLAMADOS “TURCOS”
¿Qué insecto se te ha metido en el cráneo, hijo de mi alma? ¿De dónde te ha venido el
desdichado propósito de alejarte de nuestro lado? ¿Qué apeteces? ¿Riquezas?
¡Dímelo, por Dios! ¿Qué es lo que deseas en el mundo?
Roberto Sarah, Los Turcos
Chile, nombre que resonará tantas veces en nuestros oídos allá en la tierra natal.
¿Cómo recibirá este país a los pobres inmigrantes que venían del otro lado de los mares,
modelados por otras costumbres y sin idea de lo que era la vida americana?
CHUAQUI, Benedicto, Memoria de un Inmigrante
América se presentó a los ojos de los europeos como un Nuevo Mundo, un lugar de
oportunidades inmensas.
Con la llegada de aquellos, surgió la conquista, el desplazamiento de la población
aborigen y su sometimiento al nuevo orden. Posteriormente, el intercambio existente entre
ambos mundos (Europa y América) generó un crisol, un nuevo pueblo, otras culturas. Al
sentirse diferentes, al tomar conciencia, los americanos desearon liberarse de los
colonizadores, y así surge el periodo de independencia, que será respondido por una
reconquista que, sin embargo, no durará mucho tiempo.
Una vez que surgieron en América las repúblicas, nació el deseo de parte de los
americanos de darse a conocer, de establecer relaciones con las otras regiones del mundo. Un
solo dato demuestra el auge de la migración que se realizará hacia América: “Entre 1820 y
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174
1860 la inmigración hacia América fue de cinco millones de personas, y entre 1860 y 1924
arribaron a América treinta y un millones de personas”. 247
“En cuarenta años, desde 1840 a 1900, 600.000 árabes abandonaron el Cercano
Oriente. A partir de esta última fecha el flujo migratorio aumenta significativamente,
alcanzando el millón en 1914 —inicios de la Gran Guerra—. En 1925 eran un millón y medio
los árabes repartidos por todo el orbe.”248
Prueba del interés de parte de los gobiernos americanos en orden a mantener vínculos
con las naciones del Viejo Mundo, es lo que ya señalamos respecto de países como Brasil y
Argentina que tenían políticas migratorias y de colonización avanzadas. Y así, el primer país
deseaba la llegada de inmigrantes para que trabajasen en los cultivos de café, mientras
Argentina necesitaba agricultores, pues había muchas tierras vacías. De esta forma, llegaron a
Latinoamérica inmigrantes no solo europeos (en el caso argentino, preferentemente italianos)
sino que incluso orientales (árabes, judíos, chinos, etc.).
Los primeros inmigrantes árabes llegaron a América especialmente motivados por el
deseo de obtener riquezas, para posteriormente llevarlas a su país y seguir viviendo allá de
mejor manera. Inicialmente no existía el deseo de vivir permanentemente aquí. Generalmente
los historiadores árabes se unen en la idea que la causa principal de la inmigración es de orden
económico.
Nos parece claro que los primeros años de la inmigración el objetivo esencial fue ir al
Mundo Nuevo (el que supuestamente ofrecía mucho dinero), para volver al país natal. Incluso
hasta 1920 los inmigrantes árabes otomanos no se atrevían a comprar terrenos en las zonas
247
KARA, 2008, p. 72. 248
OLGUÍN, Myriam y PEÑA, Patricia, La inmigración árabe en Chile, Santiago, Ediciones Instituto Chileno
Árabe de Cultura, 1990. p.65.
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175
que inmigraron (originariamente no pensaban establecerse en América). La inmigración se
detuvo en la Primera Guerra Mundial.249
Lo anterior lo demuestra un inmigrante árabe llegado a Chile a inicios del siglo XX, en
el siguiente ejemplo que hemos recogido:
“La verdad es que la determinación aquella no era descabellada (se refiere a ir a
Chile), pues, de todos los que marchaban a América, siempre se obtenía un beneficio. Si no
volvían, por lo menos estaban enviando dinero”. 250
“¿Acaso yo no era capaz de ir a América y ganar el suficiente dinero para vivir
tranquilo al lado de mi familia?”. 251
Y en otro caso, la ilusión de hacer fortuna también es evidente:
-¡Volveré rico, padre! –repitió Hánna, con los ojos húmedos y brillosos-. Y mi regreso
será en breve, pues no podría quedarme lejos de vosotros en una tierra desconocida. Partiré
para retornar, con ayuda de Allah, con muchas libras que os entregaré con agrado.
- Pero el anciano Issa se quedó mirando a su hijo en silencio”.252
El inmigrante y escritor Benedicto Chuaqui manifiesta su deseo inicial de haber tenido
en Chile una residencia no extensa, en los siguientes términos:
“Vine a Chile con la idea de volver a Siria después de unos tres años de permanencia
aquí, más un inesperado acontecimiento ocurrió durante este lapso…”253
249
YAZICI, H.Hüsnü, Göç Edebiyati (La literatura de la inmigración), Istanbul, Kaknüs yayinlari, 2002, p.42. 250
CHUAQUI, Benedicto, Memorias de un inmigrante. Imágenes y confidencias, Santiago, Zig-Zag, 1995, p38. 251
CHUAQUI, p.86. 252
SARAH, 1960, p.34. 253
CHUAQUI, 1995, p.187.
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176
Otro testimonio, recogido en la novela “Los turcos” de Roberto Sarah (de quien
sabemos también fue inmigrante) da cuenta de la creencia árabe que en América se podría
obtener de manera más fácil riquezas que en Medio Oriente:
“Se marcha muy lejos porque allí hay más esperanzas de ganar dinero. Todos los
muchachos de tu edad debían hacerlo, pues de ese modo se hacen hombres”. 254
En fin, en palabras de los mismos inmigrantes el sentido del viaje era especialmente
económico:
“A América solo venían los pobres, aquellos que vivían ajenos a toda preocupación
patriótica y solo soñaban con alcanzar un pequeño bienestar económico”. 255
Y en otra página:
“Una reflexión análoga gravitaba dentro de la mayoría de los emigrantes, pero el
propósito de regreso se iba desmoronando con los años. La mayor parte se quedaba a vivir y
morían en América, lejos de los suyos. Solamente unos pocos tenían el privilegio o el tiempo
y el dinero necesarios para regresar en algún apresurado viaje que llamaban de placer, pero
que no era, en definitiva, sino un equívoco impulso de satisfacer un remordimiento; otros, los
menos, para quedarse allí. Los garfios de América les mordían las carnes y el alma, los
atrapaba como una muela de molino a los granos de trigo, convirtiéndolos en harina, en una
harina nostálgica y pensativa con el alma encauzada hacia un pronto retorno que no siempre
se realizaba. Las promesas que habían formulado al partir: -¡Volveré! ¡No permaneceré
sino unos pocos años!”.256
254
SARAH, 1960, p.15-16. 255
CHUAQUI, 1995, p.85. 256
SARAH, 1960, P. 185.
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177
Otro ejemplo, puede hallarse en la novela “Los Turcos”, la cual no puede considerarse
mera fantasía, y donde se aprecia que los inmigrantes otomanos árabes poseían el mismo
interés que los primeros europeos en llegar a tierras americanas:
“-¿Sabéis? –exclamó un día Chucri Ibsálem, mirando a los demás con sus penetrantes
ojos bajo las espesas cejas- que en Argentina los ríos suelen llevar oro?
-¿Quién te ha contado eso? –preguntó Mitri.
-¡Lo he oído decir, queridos, y de buena fuente! Los pobres caminan descalzos por los
alrededores introduciendo la mano en el agua y cogiendo piedrecillas de ese metal, que luego
venden a buen precio.
-¡Yo sacaré siempre oro! –Comentó Fuad, salpicado de entusiasmo-. Y me haré rico, os
lo prometo”. 257
“Había inestabilidad y venían los ingleses junto con los judíos. Como mi abuelo era
comerciante quiso hacer dinero fuera de Palestina porque no tenían posibilidad de seguir
haciendo negocios en Palestina. América era mirada como un lugar para enriquecerse. Así
que mis abuelos por estas razones llegaron hasta Chile”. 258
El Padre de la Iglesia Ortodoxa en Santiago, don Gabriel Salvador, al ser preguntado
por qué razón salían los inmigrantes de población árabe de las tierras otomanas, y, si ello se
debía a alguna presión otomana hacia ellos o era el producto de una invasión “turca”, nos
respondió:
257
SARÁH, 1960, p.45. 258
Entrevista realizada a Mahmud Sukni Sukni, el 21 de Junio del año 2008.
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178
“Al principio la emigración se debió a la pobreza. No hubo una invasión. Nunca hubo
violencia en Palestina contra los árabes”. 259
Otras causas de la inmigración otomana hacia América, además de la de obtener
riquezas para llevarlas a sus lugares de origen, eran los conflictos religiosos que surgieron
luego de Tanzimat, debido a las intervenciones de las potencias europeas. Como se ha
mencionado al tratar dicho tema, el mundo otomano-árabe con Tanzimat se hace más flexible,
más abierto a Europa.
Sin embargo, no se pueden desconocer otras razones de la inmigración a los países
americanos, como el trabajo realizado por las agencias de viajes, las cuales para ganar dinero
hacían buenas ofertas para ganar a los árabes otomanos; o la propaganda que realizaban los
misioneros cristianos respecto a las bondades de Europa y América; o la creencia que en
dichos continentes existía mayor libertad y democracia.
Un ejemplo del pensamiento según el cual América era la tierra de oportunidades de
libertad, de concreción de sueños, es el expuesto por Reinaldo Sapag (quien fuera hijo de un
inmigrante otomano que llegó a Chile):
“Por otra parte, algunos jóvenes sirios que habían emigrado a América y que
retornaban a Homs, principalmente en busca de una mujer para desposarla y llevarla
posteriormente al país que habían decidido emigrar, contaban con entusiasmo contagioso
acerca de las posibilidades que se abrían en Brasil, Venezuela, Uruguay, Argentina o Chile.
La falta de oportunidades que su propia patria les negaba, se abrían generosas y
hospitalarias en las tierras americanas a pesar de las enormes diferencias culturales e
idiomáticas, barreras terribles que había que aprender a superar. Esos jóvenes que volvían
al Blas (palabra tantas veces escuchada en boca de mi padre para referirse al terruño, a la
259
En entrevista sostenida el día 24 de julio de 2008 a Francisco Salvador Aboid.
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patria natal, a sus raíces), volvían no para quedarse, sino que para retornar, volver a la
América de las oportunidades, a la América de la paz, a la América que les abría sus puertas
de par en par a los inmigrantes árabes, a la América donde formarían sus familias y donde se
entregarían por entero a demostrar que eran capaces y que si se les daba una oportunidad
podían ser exitosos y felices”. 260
Aun cuando los textos de los historiadores y las memorias de algunos inmigrantes
árabes otomanos no lo indican, es muy posible que otra de las razones determinantes en la
llegada de éstos a Chile, haya sido el auge económico derivado del salitre (nitrato de sodio)261
.
Aunque sea un motivo indirecto, no debe descartarse éste, dado que Chile era reconocido en
el planeta durante el periodo que va de 1880 a 1930, aproximadamente, precisamente por la
riqueza que generaba dicho fertilizante, y a la que incluso se llamó “la fiebre del salitre”. Para
comprender esta tesis, podemos mencionar otro ejemplo que no ha sido indicado por los
historiadores, que extraemos de la entrevista realizada con Alfredo Hasbún262
, quien indica
que muchos inmigrantes árabes otomanos para buscar trabajo iban a laborar al Canal de
Panamá263
; señalando posteriormente que una vez llegados a tierras americanas no
concretaban dicho trabajo sino que se dedicaban más bien a labores como el mercadeo, etc.
Esperamos que con mejores antecedentes podamos estudiar mejor la factibilidad de esta tesis,
toda vez que no debe olvidarse que el Imperio Otomano era en ese periodo un gran Estado
campesino y por tanto la mayoría de los trabajadores lo eran de la agricultura, siendo el salitre
260
SAPAG, 2006, p.16. 261
Recientemente en lugares como el Archivo Nacional o a través de medios virtuales como el sitio web
www.memoriachilena.cl se ha dado a conocer imágenes de la publicidad que realizaba el gobierno chileno o
empresas nacionales para la venta de dicho producto en todo el mundo. Véase, por ejemplo, el sitio
http://www.memoriachilena.cl/temas/documento_detalle.asp?id=MC0012308 donde se incluye un interesante
afiche en árabe, en que se llama a comprar el salitre chilena y que va dirigido a los habitantes de Palestina. 262
Entrevista realizada a Alfredo Hasbun en Santiago de Chile, el 20 de Octubre de 2008. 263
Los primeros inmigrantes árabes otomanos tenían en mente la idea de llegar a América; pero desconocían
muchas veces que se trataba de un gran continente, con varias naciones, Y así no era extraño que si, alguien
pensaba trabajar en el canal de Panamá, una vez que llegaba a América, sin saber el lugar exacto donde se
encontraba, se detenía en dicho sitio para hacer su vida. Es decir, de alguna manera muchos inmigrantes llegados
a América se asentaron en el primer lugar al cual llegaban. América en sus mentes era un país moderno, pero
solo un país y no un gran continente con muchos países con diversas culturas.
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180
un elemento clave en dicho proceso. Para Chile por ello era muy importante realizar
propaganda en el Imperio Otomano, la cual se realizaba en árabe o posteriormente en turco en
letras latinas. Una demostración de la llegada de inmigrantes otomanos a Argentina, es la que
daremos a continuación para el año 1911:
ENERO 837
FEBRERO 446
MARZO 501
ABRIL 765
MAYO 709
JUNIO 1955
JULIO 1264
AGOSTO 617
SEPTIEMBRE 2079
OCTUBRE 1443
NOVIEMBRE 1402
DICIEMBRE 1587
TOTAL 13605
Fig.19.- Tabla de ingresos de los inmigrantes otomanos a Argentina en el año 1911. 264
264
TEMEL, 2004, p.40. Se trata de una información dada por los censos argentinos y recopilada por el
embajador del Imperio Otomano en Buenos Aires, Emin Arslan.
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181
Para el mismo año, se extrajeron los siguientes datos, respecto a las religiones
profesadas por los inmigrantes otomanos.
CATOLICO
S
5514
MUSULMA
NES
5290
ORTODOX
OS
714
PROTESTA
NTES
510
MARONIT
AS
250
JUDIOS 165
TOTAL 13605
Fig.20.-Tabla que muestra religiones profesadas por los inmigrantes otomanos en Argentina en el año 1911. 265
Los inmigrantes árabes otomanos siempre tuvieron contacto con su tierra natal, y, una
vez que venían a América su camino era complejo; pero esto se simplificaba en la segunda o
tercera vez, pues ya conocían no solo la manera de viajar sino aspectos culturales de
importancia:
“Esta segunda vez sería más fácil, ya que ahora llegaba conociendo el idioma del país
que lo acogía y a algunas personas que vivían allí, sirias o chilenas; por otro lado, sería una
situación más difícil, porque además de tener que empezar otra vez de cero, debía mantener a
su esposa y muy pronto a los hijos que Dios le concedería, y a su hermana… y a sus
protegidas. Pero esto, en vez de amedrentarlo, le daba más ánimos: se sentía capaz de
265
TEMEL, 2004, p.41. Información suministrada en base a los censos argentinos y recopilada por el embajador
del Imperio Otomano en Buenos aires, Emin Arslan.
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182
luchar de nuevo, como lo hizo la primera vez, y ganar de nuevo la batalla, triunfar por sobre
todos los obstáculos, todas las dificultades y salir airoso como la primera vez, o más airoso
aún, porque ahora tenía mayores estímulos que lo empujaban a trabajar y a luchar”. 266
“Además, en 1913, Chile se estaba llenando de inmigrantes, entre los que se
encontraban aproximadamente unas seis mil familias árabes. Todos llegaban atraídos por
esa nueva ‘tierra prometida’ en la que esperaban encontrar buena acogida, libertad
religiosa, política y laboral, amplitud de espacios y de tierras que estaban pidiendo a gritos
ser trabajadas. ¡Un auténtico edén!
En un período inferior a cuarenta años ya eran más de un millón y medio los árabes
que vagaban por el mundo buscando asilo. El fenómeno de esta emigración tan abundante es
fácil de explicar. Cuando una familia ya se había adaptado y acomodado en un país, avisaba
a sus amigos y parientes, informándoles de los beneficios que conseguían en esa nueva patria
y los llamaba a disfrutar de ellos, convenciéndolos al fin de abandonar la patria y emprender
el difícil camino del exilio”. 267
Los inmigrantes árabes otomanos, como todos los inmigrantes, una vez que salían de sus
tierras se hicieron extranjeros, y los primeros siempre han sufrido más, pues deben conocer la
ruta, cruzar un océano inmenso, enfrentarse con una cultura que no tiene ninguna semejanza
con la de ellos, etc. Y además todas las ilusiones tenidas antes del viaje (la creencia de
América= riqueza), como la de volver rápidamente a su patria, se desvanecieron rápidamente.
Pero, para los siguientes compatriotas, la emigración fue más llevadera, dado que ya se había
abierto un camino. Esta migración continuará hasta hoy gracias a los primeros llegados.
266
CHAHÍN, 2001, pp. 395-396. 267
CHAHÍN, 2001, pp. 413-414.
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183
III.4.- TEORÍAS SOBRE LA LLEGADA DE INMIGRANTES ÁRABES OTOMANOS
A CHILE
Muchos habían abandonado la ciudad (Homs) para ir a trabajar o refugiarse en otros
países, algunos tan lejanos como Argentina, Chile. Este último país los atraía más que
ninguno a pesar de ser el de más difícil acceso, o tal vez por eso mismo.
CHAHIN, Edith, “Nahima”
¿Pero dónde quedaba América? Hánna podía señalarla en el desvencijado y chirriante
globo terráqueo de la escuela, pero no se le alcanzaba la magnitud de las distancias. ‘Es
posible, pensaba, que quede tan lejos como desde Beit-Sahur a Damasco’.
SARAH, Roberto, “Los Turcos”
Se sabe que los primeros inmigrantes de origen árabe otomano habrían llegado a Chile hacia
1854; justo después de Tanzimat (la gran reforma institucional del Imperio Otomano).
“De los 350.000 descendientes de palestinos que viven en Chile: la colonia árabe más
numerosa del país un setenta por ciento del total de esos inmigrantes, según un censo interno
que realizó la colonia en 1978, y el grupo de mayor número que existe fuera del Medio
Oriente”. 268
Antes del año 1909, para que un árabe otomano pudiera llegar válidamente a Chile, no
existían muchas dificultades. Esto cambiará desde la fecha indicada, debido a la llegada de los
Jóvenes Turcos, quienes empezaron a exigir pasaporte. Las razones de dicho requisito eran
268
EL SABADO, 16 DE ABRIL DE 2005 / Nº 343. Suplemento del diario EL MERCURIO, “Palestinos En
Chile”. Reportaje de Marcela Escobar, p.22.
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184
controlar la emigración y evitar la huida masiva de árabes (quienes deseaban no hacer el
servicio militar).
Debido a que en muchas ocasiones no era fácil obtener un pasaporte, eran las
comunidades cristianas, agencias de viaje o los cónsules europeos los que ayudaban a los
interesados a obtenerlos.
“Para salir de Siria era necesario disponer de una identificación que en este caso, por
estar el país bajo el dominio turco, el pasaporte tuvo que ser emitido por su Majestad, el
sultán del Imperio Turco Otomano. De esta forma se confeccionaba un pasaporte en donde
primaban las letras en alfabeto árabe. Muy pocas palabras en francés, especialmente para
identificar al Imperio Turco y un grabado con los símbolos del escudo de ese Imperio. En
ninguna parte se podía apreciar por un latino que el portador de esa identificación era sirio,
palestino o libanés, sólo aparecía una pequeña frase escrita en francés en donde se señalaba
que la procedencia del pasaporte era del imperio turco otomano”. 269
Otro testimonio es el que se encuentra en la novela histórica “Nahima”, donde se
demuestra la ayuda dada por un padre ortodoxo en Siria:
“Alí, orientado por el Padre André, inició los trámites para obtener los pasaportes,
para ello tuvo que investigar en Otán cómo obtener un documento que atestiguara el
nacimiento de Yusef y hacer lo propio en su pueblo y en el de Mahmoud. En aquellos días
había una enorme dificultad para conseguir esos documentos, máxime en un país en estado
de emergencia como aquél. Por eso, tardaron mucho tiempo en llegar a poder de Alí. Pero,
en cuanto los tuvo en sus manos, inició los trámites para conseguir los pasaportes”.270
269
SAPAG, 2002, Op. Cit., p.22. 270
CHAIN, 2001, p. 222.
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185
Después de haber conseguido el pasaporte, les esperaba un viaje largo y difícil; a veces
incluso mortal. Al igual que los primeros españoles que colonizaron América, hubo muchos
inconvenientes. Así, por ejemplo, la escasez de dinero271
, la dificultad idiomática, la falta de
comida, el cansancio, las diferencias culturales, el desconocimiento de las rutas más
convenientes (rápidas y seguras)272
, etc.
Uno de los reclamos comunes que hacían los inmigrantes se refería al alimento que se
daba en los barcos, el cual consistía generalmente en un solo tipo de comida, a veces sin sal,
sin pan, o cuando se trataba derechamente de comidas deficientes o mal conservadas, o
simplemente era escasa y no alcanzaba para todos los viajeros. En ocasiones se criticó la
comida italiana, como los fideos o tallarines, a los cuales no estaban acostumbrados los
árabes. Pero, generalmente, según las entrevistas o las memorias que constan en los libros, la
mayoría de los inmigrantes árabes otomanos, obtuvieron información proveniente de los
familiares que habían viajado antes, por lo cual llevaban pan en sus bolsos, sal, frutas secas,
carnes saladas, dulces, especias, etc.
Benedicto Chuaqui en sus memorias así lo indica:
“Se nos había dicho que la comida del barco era intolerable, y estábamos dispuestos a
batirnos únicamente con la nuestra”. 273
Acerca de los problemas que se suscitaban en los viajes se debe indicar que éstos eran
muy largos, y debido al compartir los árabes otomanos con inmigrantes de otras naciones
había incluso conflictos o agresiones.
271
La gran mayoría de los inmigrantes que provenían de la actual Siria, Líbano o Palestina, eran pobres,
generalmente campesinos. 272
La excepción serían algunas familias cristianas árabes, las cuales eran ayudadas por los sacerdotes de la zona
árabe o de Europa. Cómo veremos, existían verdaderas redes de ayuda desde Asia a Europa. 273
CHUAQUI, 1995, p.91.
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186
“Si el barco en que los hermanos Mafud cruzaron desde Beirut a Marsella era un caos:
este otro, que los llevaría a tierras sudamericanas parecía una copia del infierno”. 274
El viaje a Europa ya era agotador; por lo cual, el solo pensar que para América eran dos
semanas más se transformaba en una pesadilla.
“Yo era niño y no me daba cuenta, me dedicaba a correr de un lado para otro, subiendo
y bajando escaleras. Pero recuerdo claramente la suciedad, el olor a excrementos, los
enfermos… las personas que dormían en la cubierta, los muertos que simplemente lanzaban
al mar”. 275
Dada la cantidad de tripulantes y las diversas culturas que se expresaban en los barcos,
surgían conflictos, como, por ejemplo, la falta de medidas de sanidad y limpieza. Como indica
la cita, muchos ancianos y enfermos morían, a los cuales simplemente se los arrojaba al mar.
Los árabes otomanos intentaban resguardarse, especialmente a las mujeres, niños y
ancianos. Para ello formaban grupos, para no ser afectados por los otros viajeros, quienes
desconocían sus costumbres. Mafud Rachid lo confirma:
“Nosotros nos manteníamos lo más cerca posible de la familia siria para sentirnos
protegidos… Sobre todo mi hermana María, que después de las curaciones que le habían
hecho en las piernas para lograr que volviera a caminar, había generado unas grandes
heridas a los costados de las piernas y los brazos que supuraban todo el tiempo. Ella
permanecía casi todo el tiempo sentada y bien tapada… porque con sus catorce años,
teníamos miedo de que algún tripulante o pasajero fuera a violarla… es que en el barco iba
274
MAFUD, Rachid, Recuerdos de un Sirio en Chile, , Universidad de Playa Ancha, Viña del mar 2005, p. 35. 275
MAFUD, 2005, p.35.
Page 187
187
de todo. Gente de todas las lenguas, de todas las clases sociales, de todas las calañas… El
viaje duró 18 días, pero lo sentimos más largo… mucho más largo…”.276
Las mujeres sufrían más que los hombres, dado que provenían de una cultura
diferente, donde las mujeres no participaban de actividades públicas, siendo más tímidas que
las de otros países. En los barcos a veces a los hombres de otras culturas les llamaba la
atención el ver mujeres tan diferentes y cubiertas, por lo cual las molestaban o trataban de
igual forma que a las suyas. Este será el primer choque cultural de los viajeros árabes
otomanos.
“Como ya he dicho la mayor parte de mis acompañantes eran mujeres. En esa
madrugada sentimos que uno de los marineros rondaba cerca de las camas donde ellas
dormían. Seguramente ese hombre quería atentar contra la honra de una de ellas. Se oyeron
gritos y luego furiosas protestas. Todos los paisanos reclamaron. Según el capitán los
marineros tenían la costumbre de levantarse muy temprano para tomar el fresco. Pero no nos
convenció la explicación. Por el contrario, nos reafirmó en la falta de moralidad de aquellos
extranjeros, que poco sabían lo que valía la honra de una mujer entre los árabes”. 277
En los puertos donde llegaban, los inmigrantes se sorprendían al ver gente de otras
culturas, con otras vestimentas. Benedicto Chuaqui aun siendo niño, debido a la educación
que obtuvo en su tierra natal, fue consciente de inmediato de las diferencias culturales. El nos
habla de su llegada a Génova, donde ve mujeres descubiertas como no visten las de su tierra y
que conversan muy risueñas en las calles, y representa el choque cultural en los siguientes
términos:
276
MAFUD, 2005, p.35. 277
CHUAQUI, 1995, p-92.
Page 188
188
“¡Qué falta de moralidad había en esos países! ¡Como sería en América, Dios mío!
Homs vino a mi recuerdo con toda su apacible vida. ¡Ah, yo muy pronto volvería a mi
querido pueblo. Apenas juntara cien libras, regresaría a instalarme con un buen negocio en
mi país”. 278
El mareo producido por el viaje en el mar, era una de las mayores molestias, a tal
punto que era frecuente que se enfermaran por ello. Esta situación junto a otras, hacía que
incluso algunos se arrepintieran de haber viajado:
“Fuad tiene razón –reflexiona-: ¡Allah nos está castigando por desobedecer a nuestros
padres!... ¡Si les hubiese hecho caso, permaneciendo junto a ellos! Lo lamentaré toda mi
vida…”.279
Los inmigrantes árabes, como hemos dicho, tuvieron un choque cultural, pero se
adaptaron con gran rapidez. Debido a las informaciones que llegaban a sus tierras (diarios,
revistas, o comunicaciones de sus familiares a través de cartas), ya sabían que debían cambiar
de forma, incluso cambiarse los nombres y las vestimentas, para adaptarse a América. Pero no
todos hacían esto, pues en algunos casos no tenían dinero para comprar ropa y debían utilizar
las que traían desde Asia, lo cual les provocaría discriminaciones.
“Habían contraído matrimonio en Belén, antes de abordar el mercante que los llevó al
puerto de Marsella. En territorio francés cambiaron las túnicas por ropas occidentales; él
pasó a llamarse Jorge, y mi madre transformó su apellido Suadi en Siwady”.280
Cuando los inmigrantes llegaban a un país occidental y tenían cierto dinero podían
comprar ropa, y usaban la que era costumbre del lugar, dejando sus trajes árabes típicos. En
278
CHUAQUI, 1995, p-93. 279
SARAH, 1960, p.47 280
TARUD SIWADY, 2002, p. 14.
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189
el caso citado por Roberto Sarah, se aprecia el hecho que en Buenos Aires era factible ver
cómo algunos paisanos vestían como argentinos:
“Emigrados algunos hacía varios años, vestían a la criolla, con un pañuelo ceñido al
cuello, a guisa de corbata. La mayoría trabajaba como buhoneros, llevando grandes cestas
con toda clase de baratijas –pasadores, peines, espejos y medias- que ofrecían, en un mal
español, en los barrios populares, sobre todo en aquellos que circundaban el puerto”.281
Casos como éste no solo ocurrían en Argentina, sino también en Chile, pues los
inmigrantes ya habían aprendido algunas costumbres occidentales en el país trasandino antes
de residir en nuestro país.
Todo lo anterior nos demuestra que los inmigrantes árabes se adaptaban fácilmente,
salvo, tal vez, en el caso de las mujeres musulmanas (que en Chile fueron minoría dentro de
las inmigrantes árabes otomanas), las cuales continuaban con la vestimenta tradicional que
prescribía la religión.
El Imperio Otomano no se despreocupaba de los problemas que surgían a los
inmigrantes. Prueba de ello es la información dada a todos aquellos que desean viajar fuera de
las fronteras imperiales, y que se distribuyó tanto a inmigrantes como a marineros,
departamentos de migración locales (Argentina), Ministerio de Relaciones Exteriores del
Estado Otomano, etc. En dicho documento que fue recuperado por el historiador Mehmet
Temel282
se les advierte a los otomanos que tengan cuidado en sus viajes a América, pues
pueden ser asaltados en el camino, en los barcos o en sus destinos, o estafados; pues, las
diferencias culturales son grandes y pueden ser objeto especialmente de los estafadores, dada
281
SARAH, 1960, p-61. 282
TEMEL, 2004, p.42.
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190
la ingenuidad de los inmigrantes. Esto se imprimió en 1912, en árabe, turco y francés con el
objeto de llegar a más personas.
III.4.1.- LA RUTA DE LOS INMIGRANTES OTOMANOS
La ruta frecuente usada por los inmigrantes árabes otomanos para llegar a Chile, era,
principalmente, Argentina. En algunos casos, como la familia Hirmas, venían directamente de
Europa a través de barco; pero esto es la excepción.
A continuación mostraremos que el viaje a Chile era normalmente agotador e incluso
peligroso, dadas las enfermedades, asaltos, robos, acoso a las mujeres, violencia o riñas que
allí se producían.
La ruta partía en el Medio Oriente -Beirut o Haifa (pocas veces, se usaba Alejandría, en
Egipto)- luego llegar a un puerto europeo (generalmente puertos italianos o franceses como
Génova, Napolés o Marsella), hasta Sao Paulo o Buenos Aires, seguir a Mendoza, detenerse
en Los Andes y finalizar en Santiago.283
En cuanto a la duración del viaje, hasta Buenos Aires, a inicios del siglo XX podía durar
un mes incluso.
“El viaje, contraviniendo todos los cálculos, duró veintiséis días”.284
“El viaje fue muy largo. Primero, fuimos en tren hasta la costa, donde pudimos tomar
un barco italiano que nos traería a Chile; fue muy duro, puesto que a veces no teníamos
283
“La ruta seguida por los inmigrantes árabes otomanos a nuestro país se inicia en los puertos de Beirut, Haifa y
Alejandría, pasando por Marsella o Génova hasta llegar a nuestro continente por Buenos Aires, prosiguiendo su
camino a atravesando la cordillera de Los Andes a lomo de mula y posteriormente en el ferrocarril trasandino”
(CHAHUAN, Eugenio, Presencia árabe en Chile, Revista chilena de humanidades, nª4, Universidad de Chile,
Santiago, 1983, p.43). 284
CHAHIN, 2001, p.306.
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191
comida. Cuando el barco paraba en algún puerto, nosotros no podíamos bajar, pues no
conocíamos a nadie y tampoco el idioma. Después de mucho tiempo llegamos a Valparaíso,
donde nos esperaban nuestros parientes. Mi tía se casó y yo esperaba volver a mi tierra,
pero eso no sucedió pues mi tío decidió que no era necesario”. 285
“Mis padres no tuvieron muchas dificultades de llegar a Chile pero mi mamá a veces
habla de un largo viaje donde sólo comían fideos italianos; esto era un poco difícil. Siendo
comerciantes con una vida más holgada no tuvieron mayores problemas. Y vivieron
cómodamente. Yo no tuve muchos problemas porque nací en Chile; soy chileno. Tenía amigos
chilenos y descendientes otomanos árabes. Pero cuando en colegio me decían “turco” me
enojaba porque yo no era turco, soy chileno o descendiente de árabe. Me decían turco de
manera burlesca; aparte de esto, no tuve ninguna dificultad en Chile”. 286
Los primeros inmigrantes árabes que llegaron a Chile – a diferencia de lo que será la
inmigración posterior – no eran pobres e incultos, e incluso, como lo muestran los censos,
conocían algunas lenguas occidentales287
. Ejemplo de ello, son las familias Hirmas, Yarur,
Manzur y Chahuan, las cuales eran importantes comerciantes o intelectuales de su tiempo,
que llegaron directamente a Chile para ampliar sus negocios, tal como dice el profesor
Eugenio Chahuán en una entrevista realizada por el diario El Mercurio, en su suplemento El
Sábado:
285
Entrevista realizada a Muhammad Osmán, en el mes de abril de 2007. 286
Entrevista realizada a Mahmud Sukni Sukni, el 21 de Junio del año 2008. 287
Según la señora Odette Hirmas Hasbún, en entrevista realizada: “Las primeras familias árabes llegaron entre
1880 y 1900. Ellos no eran gente pobre, no tenían malas situaciones. Mi familia (Hirmas), la familia Chahuan y
otra que no recuerdo, puede que haya sido Said, no eran pobres, y querían buscar nuevos mercados para vender
sus mercaderías. Por ello llegaron a América Latina, y se establecieron en Chile, pues este país era un lugar
nuevo, virgen, para nuestros productos.”
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192
"Los patriarcas de la comunidad fueron los cuatro Jorges"... Jorge Chahuán, Jorge
Manzur, Jorge Yarur y Jorge Hirmas. Resultaron fundamentales, dice el profesor, para guiar
a los recién llegados”. 288
Veamos el caso de la señora Odette Hirmas Hasbún, a quien entrevistamos. Al
preguntársele porqué vino su familia a Chile señala:
“Porque estaban vendiendo recuerdos religiosos en Roma en la calle, en Italia. Iban
mucho a Italia a vender cosas, estaban en la calle, eran jovencitos, tenían como 16 años;
entonces, un señor se acercó a ellos y les dijo por qué no iban a vender esas cosas a Chile”.
289
“Tiene que haber sido 1880 porque en 1890 ya tenían dinero; ya habían “hecho plata”
en Chile. Llegaron a Valparaíso, de ahí pasaron a Santiago. Llegaron en barco y cuando
entraron a la bahía, el barco entró muy lento al puerto y mi familia vio que todas las mujeres
estaban completas vestidas de negro con el pañuelo y todo y mi abuelo dijo ¡uuuu aquí vamos
a vender todo! Mira la cantidad de monjas que hay, porque las monjas andan vestidas de
negro. Entonces daba la impresión de que era una secta”.290
Suele decirse que uno de los motivos principales de la llegada a América del Sur de
parte de los inmigrantes árabes otomanos era la escasez de trabajo y posibilidades laborales en
Siria y otras regiones. Pero ello nos parece que se contradice con lo señalado en el libro
“Nahima”:
288
EL SABADO 16 DE ABRIL DE 2005 / Nº 343. Suplemento del diario EL MERCURIO, “Palestinos En
Chile”. Reportaje de Marcela Escobar. 289
Entrevista realizada en Santiago de Chile, en septiembre de 2008. 290
Entrevista realizada en Santiago de Chile, en septiembre de 2008.
Page 193
193
“En Siria, y concretamente en Homs, casi no había mendigos, solamente este grupo de
seis hombres inválidos. Todos los hombres que podían valerse por sí mismos, tenían
trabajo”. 291
Otros testimonios escritos nos podrán ser de ayuda. En el libro “Nahima”, al hablarse de
la primera llegada de Yusef (quien será el marido de Nahima), el cual había salido de su país a
inicios del siglo XX, para obtener fortuna, pues había tenido información de sus familiares y
amigos que en América era fácil obtener fortuna. Él llega primero a Brasil292
, pero no
encuentra trabajo, pues los inmigrantes árabes en dicho país no estaban en buena situación
económica; luego se acordó de otro conocido que le había mencionado Argentina, país al cual
va; allí empieza a trabajar como vendedor ambulante de tela. En Mendoza se le dice que
también había árabes en Chile y muchas posibilidades de obtener dinero. Se establece en
Chile durante seis años. Y como había pensado antes de salir de su tierra (Homs, en Siria)
volvió allí, para realizar su sueño de comprar una parcela, tener una casa, y posteriormente
casarse con una árabe. 293
Benedicto Chuaqui señala en sus memorias:
“Aquel regreso (se refiere al retorno del padre del autor desde América) me causó una
rara impresión: por un lado alegría y por el otro un secreto desagrado, porque se desvanecía
la bella quimera de una fortuna”. 294
Veremos que en los hechos, la idea inicial de los inmigrantes otomanos en cuanto a
viajar a América para trabajar un par de años o algo así y obtener riquezas y volver a su
patria, como se verá pronto, no tendrá concreción, pues la adaptación a la forma de vida y la
291
CHAHÍN, 2001, Op. cit., p.23. 292
CHAHÍN, 2001, Op. cit, p.28: “-¿Solo un año en brasil? ¿Por qué solo un año? ¿Es que no te gusto ese país?
- Claro que sí. Es un país maravilloso, uno de los más grandes del mundo, según dicen los nativos. Pero descubrí
que éramos muchos los que llegábamos al mismo tiempo y nos iba a costar encontrar trabajo”. 293
CHAHÍN, 2001, Prólogo. 294
CHUAQUI, 1995, p38.
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194
cultura americana será en la mayoría de los casos rápida y permanente (además del avance de
la historia que incluirá dos conflagraciones mundiales).
Prueba de ello es la enfática, y poética, declaración de Benedicto Chuaqui, donde se
aprecia que en su caso, como parece serlo en muchos de los inmigrantes otomanos, la
“chilenización” fue total:
“Chile es ahora mi patria realizada, en todo cuanto hay aquí de grande, de ideal y de
hermoso. Desde las nieves más altas de los Andes hasta las rugidoras olas de su mar azul,
hay para mí en el aire, en la mirada de las gentes, en su alegría y su tristeza y en la cólera
misma del hombre o la naturaleza, una simpatía de la cual mi alma ya no puede prescindir.
Amando a mi tierra de la infancia, teniendo muy adentro, fuerte y vivo, el sentimiento de mi
raza, y anhelando para Siria el supremo bien de la libertad y de su dignidad, yo no sería
sincero si no dijera que también me siento chileno ciento por ciento. Ese chileno que se
emociona oyendo la Canción Nacional, que experimenta una verdadera dicha cuando
escucha a un extranjero hablar bien de Chile y que daría con gusto la vida si en alguna
ocasión fuera necesario, en defensa de sus instituciones de nación soberana”.295
Los primeros otomanos que inmigraron a Chile según los censos, lo habrían hecho el
año 1854. Revisando los censos chilenos del siglo XIX (correspondientes a los años 1854,
1875, 1885 y 1895) que registran inmigrantes “turcos”296
, se aprecia que, como hemos dicho,
la gran mayoría de ellos, más de un 60%, eran personas cultas (sabían leer y escribir, en su
mayoría eran profesionales, etc.), que conocían incluso algunos idiomas latinos. Otro dato
interesante es que la cifra de hombres inmigrantes es más del doble que la de las mujeres, lo
295
CHUAQUI, 1995, p.219. 296
Se debe hacer notar que los censos chilenos, ya desde el año 1854 mencionaban el nombre “Turquía”, por ello
no podemos distinguir si realmente eran turcos, árabes, judíos o armenios. En cambio, en los censos realizados
en Argentina siempre se habló de “Imperio Otomano”. Revisando los censos, hasta 1907 eran 1729 quienes se
definían como “turcos”, mientras que en el censo de 1920, cuando pierde el Imperio Otomano el Medio Oriente,
esta cifra baja mucho, pues los inmigrantes que antes se definían como turcos ahora se autodenominan “sirios”,
“árabes”, “palestinos”, etc.
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195
cual se entiende dada la cultura proteccionista a éstas que se daba en Medio Oriente (esto
especialmente en ambiente musulmán, pero también en las familias cristianas). Normalmente
venía a estas tierras el hombre joven y soltero. 297
Años
Censales
Turcos Árabes Palestinos Sirios Libaneses
1854 2 1 - - -
1875 2 - - - -
1885 29 - - - -
1895 76 25 - - -
1907 729 - - - -
1920 1282 1849 1164 1204 15
1930 526 1634 3156 1345 -
Fig.21.-Cuadro de evolución demográfica de los inmigrantes otomanos llegados a Chile en los censos chilenos entre 1875
y 1930. 298
297
“Del total de titulares de familias de quienes fue posible estimar el estado civil (1326 personas) al llegar a
Chile el 44,8% lo hizo soltero y tan el 9,38 % casado”. (OLGUÍN, Myriam y PEÑA, Patricia, La inmigración
árabe en Chile, Santiago, Ediciones Instituto Chileno Árabe de Cultura, 1990.p.79) 298
Información extraída de los siguientes censos:
Censo jeneral de la republica de Chile. Levantado en abril de 1854, Santiago, Imprenta del Ferrocarril,
1858.
Censo jeneral de la republica de Chile. Levantado el 19 de Abril de 1865, Santiago, Imprenta nacional,
1866.
Quinto Censo jeneral de Chile. Levantado en 1875, Santiago, Imprenta de la Librería del Mercurio,
1875.
Sesto Censo Jeneral de la población de Chile. Levantado en 26 de Noviembre de 1885, Valparaíso,
Imprenta de La Patria, 1889.
Sétimo Censo jeneral de la población de Chile. Levantado 28 de Noviembre de 1895, Valparaíso,
Imprenta del Universo, 1900.
Censo de la republica de Chile. Levantado el 28 de Noviembre de 1907, Santiago, Sociedad Impresora
y Litografía Universo, 1908.
Page 196
196
Análisis del cuadro:
Año 1854: Recién en este año aparece en los censos de la República una anotación de
extranjeros inmigrantes del Imperio Otomano. No hay certeza de su nacionalidad, religión u
oficio. Sólo en el caso del inmigrante de origen árabe podemos definir su zona geográfica,
aunque de manera muy amplia.
Año 1875: Podemos ver en la tabla que en este año se detectan solo dos inmigrantes de
origen otomano, sin poder decir su origen étnico o religioso. Había una inmigración muy
débil en esa época.
Año 1885: Hemos investigado en los censos que diez años después se mantiene la
misma tendencia de una inmigración que ha incrementado en catorce veces su volumen, 29
inmigrantes en el documento otomano. Seguimos sin poder detectar el origen étnico o
religioso de aquéllos.
Año 1895: En este año se aprecia un aumento de la inmigración otomana; además,
aparecen inmigrantes que declaran su origen como “árabe”. Cuando estudiamos el Imperio
Otomano en esos años vemos que hay mucha inestabilidad en la zona balcánica y árabe. En
dicho tiempo y en esas zonas surgirá el nacionalismo que se opone al Imperio Otomano.
Se ve en la tabla anterior que llegan a Chile 76 turcos y 25 árabes. La mayoría de esos
árabes lo hacen con pasaporte otomano, pero prefieren mencionar su identidad étnica o
posiblemente la República chilena les pidió que mencionaran ese dato.
Año 1907: Se produce un explosivo aumento de la inmigración sefardí - 90 personas- y
también de la inmigración árabe con pasaporte otomano, ya que al llegar a Chile normalmente
Censo de población de la republica de Chile. Levantado en 15 de diciembre de 1920, Santiago,
Sociedad Impresora y Litografía Universo, 1925.
Décimo Censo de la población efectuado el 27 de Noviembre de 1930, Santiago, Imprenta del universo,
1931.
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197
se les integra con el rótulo de “turcos” sin mencionar su etnia árabe. Se aumenta de 76
inmigrantes con pasaporte otomano a 729 inmigrantes con ese pasaporte; es decir, casi 10
veces más en solo 12 años. Estos son los mismos años que el Imperio Otomano vive una lenta
decadencia y es hostilizado por las grandes potencias de la época: rusos, franceses, italianos,
ingleses, etc. Posiblemente, la gente otomana empezó a arrancar de las guerras.
Año 1920: Son los años finales del Imperio Otomano. Durante la Primera Guerra
Mundial combate junto con los imperios centrales, debiendo luchar en ocho frentes
simultáneamente. Y al ser derrotados aquéllos, el Imperio Otomano también sufrió de la
pérdida de todo Medio Oriente, el que había dominado desde 1516. A partir de entonces, las
crisis surgirán con gran rapidez, debido a que los dominadores posteriores serán extranjeros,
con diferentes culturas y religiones, no como se dio en la rebelión entre los turcomanos con
los árabes, pueblos que se conocieron desde el siglo VIII, realizando intercambios de orden
religioso, económico y cultural.
Lo anterior produjo un gran aumento de la inmigración en Chile. En el año de estudio
llegaron 1164 palestinos, 1204 sirios, 15 libaneses, 1282 turcos y 1849 árabes. Por primera
vez en un censo aparecen mencionados los palestinos (1164 personas), sirios (1204 personas)
y libaneses (15 personas) como grupos autónomos. La cantidad de inmigración palestina nos
muestra que de repente hubo un serio conflicto en Tierra Santa que provocó un aumento muy
grande de la inmigración.
Antes (año 1907) del censo en comento, no eran mencionados los palestinos. Después
de 1917 los palestinos llegan a Chile con pasaporte del Imperio Británico, ya que a partir de
ese año los ingleses conquistaron Palestina. Hacemos presente que el país llamado Palestina
no existía en ese momento, el cual era mencionado como parte de Siria en los documentos
otomanos. Además, la cantidad de inmigrantes sirios aumentó bastante por la ocupación
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198
francesa en esa zona, hecho acaecido a fines de la Primera Guerra Mundial (1917). Tal región
dejó de formar parte del Imperio Otomano; es por eso que desde ahora aparece en los
pasaportes las nacionalidades “Siria” y “Palestina”. En el censo de 1920 hay mencionados
1282 turcos y 1849 árabes. Estos inmigrantes son otomanos, pero no podemos saber con
exactitud la región de la cual provienen. En el censo se ve que hay 1282 “turcos”. Esa
cantidad tan significativa es difícil que pertenezca a la etnia turca, porque todos los censos
han demostrado que la presencia de la etnia turca es muy pequeña en Chile. Según la
Embajada de Turquía hay en Chile actualmente, incluyendo los turistas, más o menos 500
personas. Según el censo en análisis, la cantidad de 1849 personas se declaran “árabes”, pero
no indican la región de la cual provienen.
Año 1930: En la tabla se muestra que la inmigración palestina prácticamente se triplicó
con respecto al censo anterior, mientras que los inmigrantes que se definen como “turcos” se
reducen considerablemente a solo 526.
Cuando sumamos los árabes, turcos, sirios y palestinos señalados en el censo llegamos a
la cifra de 6661, cantidad que no es poca para la fecha.
Otra conclusión importante es saber que en Chile según el censo del año 1930, de cada
1000 inmigrantes, el 29.9% eran palestinos. 299
Acerca de los lugares donde se establecieron los inmigrantes otomanos árabes, podemos
mencionar analizando los censos, que no sólo lo hacían en la capital sino en todo Chile. Los
primeros “turcos” (las familias más cultas, a quienes ya nos referimos) llegaron normalmente
a través de los puertos, como por ejemplo Valparaíso. Y desde allí viajaban a Santiago.
Posteriormente, los inmigrantes árabes otomanos lo harán a distintas ciudades y pueblos del
país. Los inmigrantes árabes otomanos que venían a Chile eran especialmente de tres lugares
299
Décimo Censo de la población efectuado el 27 de Noviembre de 1930, Santiago, Imprenta del universo, 1931.
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199
geográficos actuales: Palestina, Siria y El Líbano. Ciudades de donde provenían de Palestina:
Bet-Jala, Betlehem, Jerusalén, Taiba, Gifna, Ramallah; de Siria: Homs y Safita; y del Líbano:
Akura. 300
La actividad comercial ambulatoria que exigía la incursión en territorios alejados para
alcanzar pequeños poblados constituye otra variable fundamental al momento de explicar el
modo de localización en el país.
En Santiago la ubicación fue especialmente en ciertos barrios, como dice Lorenzo Agar
en su obra “El mundo árabe y América Latina”:
“La orientaci6n espacial de la poblaci6n árabe en el barrio Recoleta, según grupo
migratorio, presenta ciertas particularidades. El 37% de los inmigrantes palestinos se
concentró en este barrio, así como el 18% de 10 inmigrantes sirios y el 10% de los
inmigrantes libaneses. Los descendientes de árabes lo hacían en un 40%, lo cual muestra una
gran semejanza entre el comportamiento espacial y también econ6mico de los inmigrantes y
el de los primeros descendientes”. 301
Estimamos que si bien es indudable que la ciudad de Santiago concentraba a la gran
mayoría de las familias árabes que residían en Chile para esos años, no es menos significativo
que se encontraran algunos de éstos en los más diversos rincones del país. 302
Lo anterior se entiende porque la mayoría de los vendedores árabes otomanos eran
ambulantes, y debían recorrer campos y ciudades de Chile.
“Los árabes se establecieron a lo largo de todo el territorio nacional demostrando así
su completa capacidad de integración, toda vez que en la vida en pequeños pueblos, el mundo
300
MATTAR, 1941, Op. cit, p.178. 301
AGAR, Lorenzo, El mundo árabe y América Latina, Ediciones UNESCO, Madrid, 1997, p.293-294. 302
AGAR, Lorenzo, El mundo árabe y América Latina, Ediciones UNESCO, Madrid, 1997, p.293-294.
Page 200
200
rural e, incluso, algunas características del clima eran parte de la experiencia del
inmigrante. La distribución nacional era: Santiago 38,68%; 3,56 Valparaíso; 1,84 Osorno;
Concepción 1,63; Viña del Mar 1,68; Copiapó 1,47; Chillán 1,39; Ovalle 1, 31; Los Ángeles
1,27; Talca 1,27; Curicó 1,22; Melipilla 1,22; La Serena 1.18; Puente Alto 1,18; Rancagua
1,14; San Felipe 1,06; Vallenar 1.06; Antofagasta 0.90%; Coquimbo 0, 81”. 303
Los árabes palestinos (según la Guía Social de Colonia Árabe en Chile, de Ahmad
Hassan Mattar, de 1941) se distribuyeron en 131 ciudades o pueblos diferentes. Y los árabes
sirios se distribuyeron en 75 ciudades o pueblos a través del país. Los libaneses en 91
ciudades. Esto nos muestra que los árabes otomanos se establecieron en diversas ciudades, no
sólo en la capital, lo cual dice relación con su propia cultura e historia.
En cuanto a las profesiones o labores realizadas por los inmigrantes árabes en Chile,
podemos indicar que al año 1941 mayoritariamente eran comerciantes (73,89). Otras
profesiones se distribuían de la siguiente manera; 7,58 industriales; 5,66 profesionales,
agricultores, etc.; 12,87% de los inmigrantes no hay información.
En la citada Guía Social Árabe en Chile304
, se señalan como actividades más realizadas
por árabes en nuestro país:
303
OLGUÍN, Myriam y PEÑA, Patricia, La inmigración árabe en Chile, Santiago, Ediciones Instituto Chileno
Árabe de Cultura, 1990.p.96-97. 304
MATTAR, 1941, Op cit., p.378.
Profesión Cantidad de persona
Abarrotes y frutos del país 150
Agricultores 60
Varios ramos del comercio 823
Page 201
201
Fig.22.- Censos profesionales de los inmigrantes árabes otomanos en Chile. 305
III.4.2.- AYUDA DE LOS RELIGIOSOS CRISTIANOS A LOS INMIGRANTES
ÁRABES OTOMANOS
- ¿Qué apoyo daban los religiosos de la Iglesia a quienes inmigraban a América?
- En todo sentido apoyaban. 306
A los inmigrantes otomanos árabes a veces les era difícil obtener documentos para salir del
país, ello cuando los Jóvenes Turcos tomaron la autoridad, quienes exigieron pasaporte, para
así tener mayor vigilancia de sus súbditos. A fin de evitar estas trabas, los futuros inmigrantes
recurrían a los clérigos cristianos.
305
MATTAR, 1941, Op cit., p.378. 306
Entrevista realizada al Padre de la Iglesia Ortodoxa en Santiago de Chile, don Francisco Salvador, el día 24
de Julio de 2008.
Varios ramos de Industria 180
Tiendas y paquetería 1000
Rentistas 45
Farmacéuticos 13
Médicos 55
Page 202
202
Un ejemplo será dado a continuación. El padre de Edith Chain, tiene orden de detención
a fin que no salga del país, por haber huido del servicio militar. Para él en esa situación sería
imposible obtener el ansiado pasaporte; para lo cual deberá recurrir a los sacerdotes cristianos:
“Alí, orientado por el Padre André, inició los trámites para obtener los pasaportes,
para ello tuvo que investigar en Otán cómo obtener un documento que atestiguara el
nacimiento de Yusef y hacer lo propio en su pueblo y en el de Mahmoud. En aquellos días
había una enorme dificultad para conseguir esos documentos, máxime en un país en estado
de emergencia como aquél. Por eso, tardaron mucho tiempo en llegar a poder de Alí. Pero,
en cuanto los tuvo en sus manos, inició los trámites para conseguir los pasaportes”. 307
En la novela histórica de Edith Chaín, cuando su madre Nahima está recién en Europa,
para ir después a América con su marido, van a visitar una iglesia católica, de la cual habían
tenido información antes de viajar, se demuestra que había apoyo de parte de los religiosos
cristianos a algunos inmigrantes.
El sacerdote le explica a Nahima y su marido cómo será el viaje:
“¿Se han dado cuenta de que cuando ustedes lleguen a Chile, allá será invierno? Allí
las estaciones van al revés. No es buena época para llegar a Sudamérica, pero es muy buena
para salir de Europa. Con este tiempo tan bueno, el barco no tendrá problemas en salir ni en
cruzar el océano”. 308
En entrevista que sostuvimos con Gabriel Salvador Aboid, cuya familia es una de las
más importantes de la historia de la Iglesia Ortodoxa en Chile, al preguntarle sobre la
situación de los sacerdotes respecto de la inmigración árabe otomana a América, nos señaló
que desde el principio de ésta, fueron esenciales dada su situación privilegiada, porque en el
307
CHAHÍN, 2001, p.197-198. 308
CHAHÍN, 2001, p. 281-282.
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203
Imperio Otomano, la Iglesia y los sacerdotes tenían poderes y garantías inviolables. Ellos no
solo fueron los protectores de los derechos de los cristianos en dicha zona, sino que además
desempeñaron el papel de traductores para los inmigrantes y sus familias. Por ejemplo, a
través de la traducción de telegramas en español al árabe (pues no existían caracteres o
tipografía árabes en América) o de algunos documentos públicos y privados importantes.
“Los sacerdotes fueron traductores entre las familias de los inmigrantes. Los curas
siempre estuvieron informados por las cartas que mandaba la gente”.309
“- Ha huido con otros amigos que están en una situación parecida. Anoche salieron
todos de la iglesia de Otán.
- ¿Los ha ayudado el sacerdote? – preguntó Mannur.
- Sí, se ha portado muy bien con todos”. 310
Como ha podido verificarse en este apartado de nuestro trabajo, la ayuda realizada por
los sacerdotes cristianos a los futuros inmigrantes será muy amplia y referida a sugerencias,
informaciones, traducciones y entrega de contactos en Europa.
III.5.- ENCUENTRO, ADAPTACIÓN E INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES
ÁRABES OTOMANOS EN CHILE
“El Padre André le dijo al despedirse en Homs: ‘Al país donde fueres, haz lo que vieres’
¡Qué sabio consejo!”.
309
Entrevista realizada a Gabriel Salvador Aboid, el día 3 de noviembre de 2008.
310 CHAHÍN, 2001, p.90.
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204
CHAHIN, Edith, “Nahima”
Las primeras familias que llegaron a Chile, conocían el mundo occidental, sabían
normalmente uno o dos idiomas latinos, su religión era cristiana (aunque como veremos con
diferencias no pequeñas), habían viajado normalmente a Europa y tenían ideas sobre la vida
latina, e incluso sus vestimentas eran semejantes, por lo cual no hubo mayor problema para
ellos. Por tanto, para este tipo de inmigrantes el encuentro no fue tan duro. Pero, respecto a
las familias que llegaron después hubo un rechazo hacia los mal llamados “turcos”. Ya
veremos este tema.
Veamos, entonces, algunas de las mayores dificultades a las que se debieron enfrentar
los árabes otomanos en Chile:
III.5.1.- EL APRENDIZAJE DE LA LENGUA DEL NUEVO MUNDO
Qué tremenda cosa era hablar y oír sin entender y a veces en las situaciones más
apremiantes.
Benedicto Chuaqui, “Memorias de un inmigrante”
Cada inmigrante debe toparse con una dificultad al llegar a su destino. Esto incluso se puede
dar cuando una persona va a otra región de su propio país, especialmente en países
multiculturales como Turquía, Irán, Rusia, etc. Este problema es el idioma. Por tanto, no es
extraño que la mayor dificultad de los árabes otomanos para adaptarse al Nuevo Mundo, fuera
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aprender el castellano. Una vez que ya se encontraban en América se sentían sordos y mudos:
no entendían lo que les decían ni podían preguntar o responder lo que hubiesen deseado.
A su favor tenían el hecho que la lengua española usaba varias palabras de origen árabe.
Como dice el estudioso arabista y Director del Centro de Estudios Árabes de la Universidad
de Chile en su artículo titulado “Presencia árabe en Chile”311
, no obstante, tener el español
muchas palabras de origen árabe (se calcula que incluso serían 7.000 las palabras españolas
que provienen del árabe andaluz) las dificultades continuaban, y varios de ellos no tenían
intención de aprender más que las palabras básicas, especialmente las que les sirvieran para
comunicarse en materias de negocios simples y en el tránsito diario o la vida de ciudad. El
deseo de adaptarse hizo olvidar la propia lengua materna. Sin duda, ésta sería una de las más
graves destrucciones de la cultura árabe otomana en Chile312
, pues hasta hoy- según varias
investigaciones- en las familias de origen árabe otomana no se incentiva el conocimiento de la
lengua árabe. Incluso en instituciones como el Colegio Árabe de Santiago se realizan clases
de dicho idioma, lo cual demuestra la pérdida que se ha realizado dentro de las familias, y los
padres que han olvidado dicho idioma desean que sus hijos la aprendan para reconocer su
cultura y no romper su vínculo con su historia.
“En menos de una generación de inmigrantes, la lengua materna entró en desuso:
además de mis padres, sólo mi hermano mayor hablaba árabe. Fue la mayor pérdida, la
ruptura con las tradiciones orientales”. 313
Generalmente, los inmigrantes eran jóvenes o adultos que venían a buscar fortuna. No
venían a estudiar ni a buscar trabajos intelectuales ni a desarrollar el turismo. Su única
311
CHAHUAN, Eugenio, Presencia árabe en Chile, Revista chilena de humanidades, nª4, Universidad de Chile,
Santiago, 1983, pp.-33-45. 312
Un caso similar será el ocurrido en la República de Turquía, en gran parte legataria del Imperio Otomano,
pues las nuevas generaciones desconocen el idioma otomano, salvo ciertos académicos e historiadores. Las
letras otomanas por disposición legal fueron suprimidas, para usarse el alfabeto latino. Y en poco tiempo, las
nuevas generaciones no podían leer los libros de sus abuelos. 313
TARUD SIWADY, 2002, p. 68
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preocupación era vivir más holgadamente, ganar dinero, y volver pronto a su país. Con esta
intención era entendible que los inmigrantes no se preparasen competentemente para tener un
buen dominio del idioma español. Esto, sin embargo, les impedía que aprendieran la lengua
de su nueva patria. Además, dado que muchos inmigrantes se dedicarán al comercio
ambulante solo necesitaban saber algunos números y ciertas palabras.
Se debe agregar otro factor que hacía más difícil aprender el idioma que se hablaba en
Chile. Y es que por motivos de las costumbres y prejuicios de los chilenos quienes se
mofaban de ellos llamándolos “turcos”; les costó a los inmigrantes otomanos aprender; y en
cambio se replegaron, y se encerraron en sí mismos, casándose entre ellos, haciendo
reuniones y fiestas y fundando organizaciones sin comunicación con la sociedad chilena.
Pero, esto irá cambiando con los años, a tal punto que hoy día (estando frente a la tercera
generación de inmigrantes árabes otomanos en Chile) es difícil hallar a quienes sepan lengua
árabe, a la vez que han aumentado considerablemente los matrimonios mixtos.
Por otro lado, si queremos comparar con otros inmigrantes llegados a Chile, como por
ejemplo los italianos, nos daremos cuenta las dificultades para los árabes. Para los italianos no
les era muy difícil adaptarse, pues el español y el italiano son lenguas y usan el alfabeto
latino. Mientras, los árabes otomanos no solo usaban un idioma de otra familia lingüística,
sino que además la forma de las letras difería totalmente.
La rapidez con que el chileno hablaba, el uso de cierta jerga y la profusión de
chilenismos, hacían aun más compleja la comprensión del idioma español. Lo anterior se daba
especialmente en el primer grupo de inmigrantes. El segundo grupo migratorio no tuvo tantas
dificultades en este punto, porque siempre hubo una ayuda de parte de los primeros llegados y
también de familiares que ya habían venido a Chile.
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“Cuando ya empecé en Santiago de Chile mi trabajo de viajante, de vendedor
ambulante, tuve que caminar días y días, semanas, meses, recorriendo todo el país para
vender mis productos. Y no lo creerá usted Padre André pero en todas partes encontré Sirios,
paisanos míos”. 314
“…Son ciudades y en cada una de ellas hay mas de una familia siria, la mayoría de
estas familias son de Homs (esto acaecía el año 1900, aproximadamente)”.315
Pero en el caso citado por Roberto Sarah, a los jóvenes inmigrantes árabes otomanos al
bajar al puerto de Buenos Aires, quienes no conocían a nadie en dicha ciudad, sin embargo se
les acercan otros otomanos que vivían en Argentina desde hace un tiempo, que especialmente
iban al puerto para ayudar a los nuevos inmigrantes:
“Dos hombres de piel cobriza y largos bigotes se les acercan y comienzan, ante su
asombro, a hablarles en su idioma, dándoles la bienvenida y presentándose como
compatriotas.
-Os hemos reconocido como paisanos por vuestro aspecto y luego por vuestras
palabras –exclama uno de ellos-, y tal vez podamos seros útiles en vuestros primeros pasos.
-Nosotros conocemos ya la ciudad y el idioma –interviene uno de ellos, un muchacho de
ojos saltones, arropado con una gruesa bufanda-, y tal vez podamos evitaros los sinsabores
que hemos encontrado a nuestro arribo, hace seis años.
Yacúb se puso a abrazarlos con exagerado contento. La apartó Mitri y tomó la
representación de los demás, diciendo, con voz reposada:
314
CHAHÍN, 2001, Op. Cit.p.30. 315
CHAHÍN, 2001, Op. Cit.p.30.
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208
-Nos dais inmensa alegría, hermanos, ver aquí a hombres de nuestra raza que hablan
nuestro querido idioma. Sois como ángeles enviados del cielo… ¿Sois cristianos?
-Somos musulmanes, de Aljáder –contestó uno de ellos, que usaba un sombrero calañés
echado sobre las cejas. Ambos vestían a la usanza criolla y podían entender cuanto se les
hablaba en español, según pudieron comprobarlo al verles enfrentarse con marineros y
policías. Era obvio que se hallaban habituados a las maneras del país, acerca del cual se
expresaban con equívocos elogios”. 316
En este caso quienes ayudan no son conocidos de los nuevos inmigrantes, ni habían
mantenido comunicación previa con ellos. Solo se trata de ayudar a semejantes, gente que
viene de sus mismas tierras y que todo desconoce sobre la nueva tierra. La dificultad de
aprender el español, a veces durará por muchos años. Así lo retrata Nahima, quien sufrirá la
incomprensión de no ser entendida ni poder comunicarse:
“En sus cintas grabadas Nahima da una importancia especial a esta etapa de su vida y
cuenta que se hicieron muy amigos de Inés y Vicente, a pesar de la diferencia de edad y de la
imposibilidad que tenía ella de comunicarse en castellano. No obstante, la amistad se fue
profundizando hasta llegar a tal confianza que ambos, marido y mujer, llamaban de vez en
cuando a su puerta y entraban para ver cómo estaba, y muchas veces lo hacían a propósito,
porque desde el patio escuchaban sus sollozos. 317
Fue una época triste para Nahima; no se atrevía a salir sola a la calle por temor a
perderse; tampoco le apetecía salir de su habitación, porque Inés la colmaba de preguntas
que no entendía; ni siquiera abría la ventana que daba a la calle, porque tenía miedo.318
316
SARAH, 1960, p. 57. 317
CHAIN, 2001, p. 429. 318
CHAIN, 2001, p. 429.
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209
Es interesante observar que no obstante tener el español muchos vínculos con la lengua
árabe hablada en Andalucía (que desde allí pasará a América), sería difícil para los primeros
inmigrantes aprenderlo:
“La cultura hispana está tan inserta en la nuestra que en el lenguaje cotidiano solemos
recurrir a palabras árabes, en los momentos más trascendentes e íntimos de nuestra vida. A
dios le hablamos en árabe: “ojalá”, y al cantar nuestras penas y alegrías lo hacemos en
compañía de una “guitarra”; celebramos un alegre encuentro con una asombrado “hola” ;
al dormir, reposamos nuestra cabeza en el blanco “algodón” de las “almohadas”, y
“jazmines” y “alhelíes” despiden nuestro “ataúd” al emprender el viaje”. 319
Pero, debemos repetirlo, la segunda y tercera generación tendrá menos dificultades que
la primera por cuanto habían comprendido que existían muchas palabras españolas de origen
árabe, y principalmente ya había nacido el amor por estas tierras y por tanto el deseo de
aprender el idioma que aquí se hablaba. La dificultad mayor, siempre fue, sin embargo, el
escribir o leer. Ello, por cuanto, como se dijo, las letras árabes difieren del alfabeto latino (lo
cual irá a producir un gran cambio de mentalidad en la comunidad árabe llegada a Chile); y,
además, porque desde la segunda generación se escribirá y leerá usando no el árabe sino las
letras latinas.
Demostración de ello, son los datos consignados en la tesis “La sobrevivencia de la
tradición emigrante entre los chilenos de ascendencia árabe”320
, del año 1982:
Ante la pregunta ¿sabe hablar árabe?, los encuestados respondieron lo siguiente:
1) Sí (38,7%);
319
CHAHUAN, 1983, p.37. 320
TAPIA, Ximena y otros, La sobrevivencia de la tradición emigrante entre los chilenos de ascendencia árabe,
Seminario de tesis para optar el título de bachiller en lengua y cultura árabe, Santiago, Universidad de Chile,
1982.p.99.
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2) Habla poco (28,5%); y
3) No habla (32, 6%)
Todo lo cual demuestra que con el tiempo se ha ido perdiendo el hablar árabe entre los
descendientes de árabes otomanos llegados a Chile.
Los inmigrantes árabes otomanos al establecerse en Chile, empezaron a preocuparse de
ayudar a sus paisanos que llegaban. El proceso de educación informal ya se daba en lugares
como en el puerto de Buenos Aires y en todo el transcurso del viaje a nuestro país. No se
olvide que en dichos tiempos la comunicación entre ambos países era compleja,
especialmente cuando había tormentas o problemas climáticos en la cordillera de los Andes.
Los más astutos aprovechaban dicho tiempo para aprender algo del español.
“El amigo de mi padre nos acompañó en todas nuestras diligencias relacionadas con
los trámites que eran preciso efectuar para seguir a Chile. Además hizo cuanto pudo por
enseñarme la mayor cantidad de palabras en castellano con toda simpatía” .321
“Me fijé mucho que la gente usaba distinto tipo de ropa, no entendía nada de su idioma,
mi padre tampoco sabía castellano, pero la familia de mi novio nos guío para venir a
Santiago desde Valparaíso. Teníamos conocidos por lo tanto no fue tan difícil para
nosotros”.322
La dificultad lingüística generaba a veces serios problemas y burlas de parte de los
chilenos:
“Los chilenos se burlaban de mi forma de hablar cuando empecé a decir algunas
palabras. Lo peor que me sucedió fue con una señora que me compró tres pares de medias y
321
CHUAQUI, 1995, p.96. 322
Entrevista realizada en mayo de 2007 a Halwa Sukni Sukni.
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211
me preguntó: “¿Cuánto le debo?”, yo le dije “Un beso”. Entonces ella tiró el paquete y me
dio una bofetada. El marido, que estaba un poco más atrás, cogió el paquete, me dio una
moneda y me dijo: ‘No se dice beso, sino peso, con ‘p’.’ ‘¿Beso?’, le dije yo. El hombre se
fue riendo con su mujer y le decía: ‘Estos turcos no saben pronunciar la “p”…”323
De acuerdo a nuestra investigación, a los inmigrantes árabes otomanos más ancianos les
costó aprender español y muchos definitivamente no lo aprenderán. A algunas mujeres, al no
ser partícipes activas de la sociedad en Chile, también se les dificultaría aprender el español,
pues solo hablarían árabe con sus paisanas y marido.
“La primera dificultad fue el idioma, no entendía nada. Gracias a Dios que mi familia
sabía árabe, porque por lo menos me podía comunicar con ellos. De a poco aprendí español,
mis tíos me llevaron a Los Andes y allí comencé a trabajar y compartir con la gente de Chile.
Para mis tíos fue diferente pues ellos eran mayores y les costó más aprender el idioma, por
eso siempre me decían que aprendiera castellano para vivir mejor en Chile. Después la
segunda dificultad fue la religión, pues no había mezquita donde reunirse, como era niño no
conocía mucho del Islam, pero mis tíos me inculcaron la religión y nos juntábamos en las
casas de algunas familias musulmanas, las que no eran muchas, así se podía vivir sin perder
nuestra cultura”. 324
Como forma de subsistir en un medio distinto, sin conocer el idioma y otras dificultades,
el ingenio surgiría y se crearían manera de expresarse:
“Muchos analfabetos, que vendían puerta a puerta con créditos, no sabían anotar el
nombre ni la dirección de sus deudores. Inventaron un sistema parecido al de los carteros.
323
CHAHÍN, 2001, p.401. 324
Entrevista realizada a Muhammad Osmán, en el mes de abril de 2007.
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212
Cuando la dueña de casa se entraba, hacían unas rayitas en algún lugar del frontis, las que
iban borrando a medida que eran canceladas las cuotas”. 325
“Casi todos los otomanos árabes se dedicaban al comercio callejero y ambulante. Al
principio era difícil ya que les costaba comunicarse en español además utilizaban ropa
oriental y pobre. Los chilenos se burlaban de estos otomanos árabes por su apariencia y su
dificultad para hablar ya que pensaban que eran tontos porque les costaba mucho hablar, a
veces mi padre me contaba que algunos compañeros de él utilizaban mucho los gestos de la
mano para poder comunicarse y vender sus productos”. 326
Debe destacarse algo de gran importancia y que ya esbozamos: el deseo de aprender el
español de parte de los inmigrantes árabes otomanos y su rapidez en hacerlo. Una vez que
determinaron que no volverían a sus tierras originales (ya sea por haber estallado la Primera
Guerra Mundial, por los problemas surgidos en Medio Oriente desde la caída del Imperio
Otomano o por lograr pequeñas fortunas), se adaptaron a Chile y empezaron a editar sus
propias revistas y diarios, a escribir libros, etc.
Esta habilidad los hará incluso legar a Chile importantes escritores, tal como se
mencionará, lo cual demuestra su aporte a nuestro país.
III.5.2.-TURCOFOBIA
“¡Oh esos malditos afiches ridiculizando a mi hijo!... El no usa fez, no lo ha usado
jamás… Oh, dadme lében, lében hecho por mi madre…”.
Roberto Sarah, “Los turcos”
325
TARUD SIWADY, 2002, p. 64. 326
Entrevista sostenida por Abdalah Amador Fajreldin Rosales, el 21 de junio de 2008,
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213
“Nuevos inmigrantes venían desde el Cercano Oriente, sirios, palestinos y
libaneses, musulmanes, católicos y maronitas y otros de sectas más extrañas. Solos
o con sus mujeres abandonaban sus lares de Homs, de Bethlehem o de Beirouth
para ir en pos de la aún hechizante América a conquistar el oro que, aunque no se
hallara en los ríos y en las calles, como lo imaginaran algunos, sabían que podían
obtenerlo a través del esfuerzo con menos dureza que en su propia tierra. Muchos
de ellos acudían llamados por parientes que estaban ya instalados, quienes los
instaban a venir para asociarlos a su trabajo. Iniciados por ellos, sus primeros
pasos eran, naturalmente, menos duros que los de aquellos que habían tenido que
arreglárselas solos en un ambiente hasta entonces desconocido, con un idioma
nuevo y erizado de prejuicios y hostilidades”.
Roberto Sarah, “Los turcos”
Si bien es cierto hubo problemas en el Imperio Otomano, especialmente en la etapa de la
llegada de los Jóvenes Turcos hasta la Primera Guerra Mundial, que afectaron a los árabes,
jamás hubo una discriminación a los pueblos en atención a su raza, cultura o religión. Esto por
ser el Imperio, uno islámico y, por tanto, contrario a toda forma de racismo, nacionalismo o
desprecio religioso. Desde el siglo XIV hasta su caída en el siglo XX, el Imperio Otomano
contuvo dentro de sus fronteras a personas de diversas etnias, pueblos, religiones y sectas.
Para comprender bien esto, podemos decir que al caer el Imperio, surgieron 64 países o
estados que dominaron los otomanos en Asia, Europa y África.
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Cada pueblo minoritario que se encontraba dentro del Imperio tenía su millet, es decir
una región autónoma en materia de justicia social y religiosa (por ejemplo, regulaba los
conflictos entre dos personas cristianas). Con Tanzimat este sistema desaparece. A fin de no
crear una anarquía, el Imperio organizó a dichos pueblos a través de las religiones del Libro:
Islam, Cristianismo y Judaísmo, de manera tal que cada uno de ellos se regía por las normas
de sus propios libros sagrados, y solo en cuanto a política y razones militares había unidad. La
lengua oficial o de los autoridades era el turco; pero, cada etnia podía usar sus lenguas en sus
comunidades. El respeto al idioma que realizaron los otomanos se demuestra en el mismo
hecho que los pueblos súbditos del Imperio nunca dejaron de hablar sus idiomas y mantener
sus culturas, lo cual al día de hoy persiste.
Por tanto, al llegar un inmigrante desde esas tierras al Occidente, le era muy difícil de
comprender lo que la palabra discriminación significaba; ya que en el Imperio Otomano no
hubo discriminación de clases sociales, ni religiosa (sí existió una manera de ordenar la
sociedad en base a su religión, pero para darles sentido, autonomía y permanencia a los
grupos no musulmanes, y evitar los conflictos religiosas), ni étnica, ni nacional. Sabemos que
el árabe otomano no era un inmigrante esperado por las autoridades gubernamentales de
Chile. Es decir, no existía una política especial para traer a árabes otomanos a nuestro país, tal
como sí ocurrió con los alemanes y en menor escala otros pueblos europeos. Tampoco
provino dicha política migratoria de las autoridades otomanas. Pero la inmigración árabe
otomana hacia Chile tampoco era rechazada por el Estado chileno, aunque sí habría ciertas
actitudes discriminatorias en el pueblo, tal como veremos.
Podemos explicar la discriminación a través de las siguientes causales. Primero, las
diferencias entre otomanos y chilenos eran muchas. Desde ya, aquellos eran orientales, y estos
occidentales. Otras diferencias: el idioma; la escritura; la manera de entender la vida y la
sociedad; la fisonomía; los nombres y apellidos; la forma de relacionarse el hombre con la
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215
mujer; la comprensión de la religión (ello incluso tratándose de una mayoría de inmigrantes
cristianos; cercana a un 90%); los tipos de comida; la música; maneras de celebrar; el
matrimonio; usos comerciales; los trabajos que realizaban; etc. Se pueden dar muchos
ejemplos de las diferencias, pero no se debe olvidar que entre los dos pueblos, existían
algunas semejanzas de importancia: la facilidad en el trato; el ser muy sociables; el deseo de
solidaridad con los más débiles; etc.
Sería normal que debido a las diferencias existiese un choque cultural, las cuales se
veían incrementadas con la dificultad que tenían los árabes otomanos de expresarse. Venía un
pueblo oriental del cual los chilenos nada sabían. Era costumbre para los chilenos saber de
inmigrantes europeos, a quienes por tanto conocían y estimaban su cultura, de la cual se
sentían parte; por ello, la presencia de otro tipo de inmigrantes era algo extraño, que causaba
desconfianza o incluso en ciertos círculos desprecio. 327
Pero, una vez que los chilenos
conocen mejor a los árabes otomanos, los prejuicios se irán desvaneciendo y acercándose los
pueblos; quedando solo algunas expresiones de dichos prejuicios.
Son los primeros árabes otomanos llegados (a excepción de las familias comerciantes
que llegaron directamente desde Europa) los que sufrirán los prejuicios de parte de chilenos.
Solo quedará en el pueblo chileno una imagen que asimilaba a los árabes otomanos con la
palabra “tacaño”. El mencionado estereotipo se explica dado que al ser muy pobre la mayoría
327
La aristocracia chilena observaba con respeto y admiración a los llegados de Europa, especialmente alemanes,
ingleses, italianos, a los cuales consideraba gente culta y avanzada tecnológicamente y físicamente similares o
incluso superiores. Por otro lado, los árabes otomanos normalmente eran pobres, no sabían leer y hablaban muy
mal español. No se debe olvidar que el prejuicio anti-oriental surge en Europa y se difunde al mundo,
caricaturizando las culturas orientales como fuentes de ignorancia, pobreza, asesinatos, intolerancia, y excesos.
Esto es manifiesto en la literatura y el teatro europeo. También es posible que debido a las cruzadas y la pérdida
de Tierra Santa como de Bizancio hayan creado el prejuicio y odio a lo turco, por extensión a los musulmanes y
en definitiva a los orientales. Al ser el Imperio Otomano la única fuerza externa contraria a las potencias
europeas, el turco era visto como enemigo. Otro hecho que se sumará a estos prejuicios era la existencia de
muchas deudas para costear las numerosas guerras en que vivía el imperio. Esto obligaba a un alza de los
impuestos; lo que derivaría en la existencia de redes de corrupción para evadirlos; y esto traerá como
consecuencia la desconfianza y el desprecio por la autoridad, generándose la mala administración y con ello las
protestas y el caos en los años finales del gobierno otomano.
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de los inmigrantes, su mayor deseo era tener riquezas y dado que pensaban volver a su país
para lo cual ahorraban mucho. Otra explicación muy plausible es que la forma de vida era
muy distinta, ya que por ejemplo las fiestas y el consumo del alcohol eran menores. También
según el pensar oriental es necesario ahorrar no solo para uno mismo, sino para sus hijos e
incluso nietos. La pobreza de la cual venían (es decir, desde el Medio Oriente) les obligaba a
tener un deseo de superación, de mejorar su calidad de vida. Todo esto no era comprendido
por los chilenos, quienes solo veían que era un pueblo muy mezquino, idea que era acentuada
por la concepción europea que miraba a los orientales con desprecio y consideraba como
enemigos. Pero, como se ha dicho, una vez que el chileno se encontraba con los inmigrantes y
establecía vínculos (económicos, culturales, matrimoniales, etc.) irá modificando sus
prejuicios y acogiendo a este pueblo otomano como habían acogido a los demás.
A continuación veremos algunos ejemplos de los prejuicios más frecuentes. La clase
aristocrática era portadora de ellos, y es así como el diario “El Mercurio”, sin duda uno de los
medios más importantes de esa época y la actual, realizaba el 13 de abril de 1911, una
editorial que decía:
“Ya sean mahometanos o budistas, lo que se ve y huele desde lejos, es que todos son
más sucios que los perros de Constantinopla, y que entran y salen del país con la libertad que
esos mismos perros disfrutan del suyo; pues nadie les pregunta quiénes son, de dónde vienen,
ni para dónde van. Ni siquiera se comprueba si traen o no algunas de esas horribles y
misteriosas plagas de Oriente, como es el caso de la lepra descubierta días pasados en
Talcahuano, después que siete años que el infestado se pasea tranquilamente en este puerto,
repleto de marineros chilenos. Y es así como han entrado a Chile por la gran vía de nuestras
indolencias todas las plagas que al presente sufrimos”. 328
328
TARUD SIWADY, 2002. P.42.
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217
Como se ve, esta editorial demuestra el desconocimiento que existía de los pueblos
orientales en la clase dirigente e intelectual chilena, quienes en vez de acoger al extranjero de
Oriente, lo muestran como un verdadero contagio y culpable de todos los males. Se los
responsabiliza de plagas y enfermedades e incluso de todas las que “al presente sufrimos”.
También el autor de esta editorial hace una crítica tácita pero firme al gobierno chileno, por
evitar este tipo de inmigración, y por tener una actitud pasiva y despreocupada al respecto.
Llama la atención que se hable de mahometanos y budistas, cuando la verdad es que la
cantidad de inmigrantes llegados a Chile de estas religiones a inicios del siglo XX era casi
nula. La gran mayoría de ellos eran cristianos, especialmente ortodoxos. Pero, como nos dijo
Gabriel Salvador Aboid en una entrevista, los mismos cristianos eran rechazados por sus
pares chilenos, a tal punto que para ser considerados seguidores de Jesús debían ser
bautizados una vez más. Relacionado con esto, algunos de los comerciantes árabes otomanos
que provenían de las ciudades (distintos al caso de los árabes otomanos campesinos, quienes
eran más conservadores) se convirtieron al Catolicismo para poder tener vínculos sociales con
los comerciantes chilenos. Para tener un matrimonio con una mujer católica chilena,
normalmente la familia de ésta les exigía un nuevo bautismo en una iglesia católica.
Algunos árabes ortodoxos se convirtieron al Catolicismo. Llegaron seis mil o siete mil
inmigrantes a Chile, casi la mitad se convirtieron a dicha religión entre 1910-1917. Los
ciudadanos de Belén se convirtieron al Catolicismo, porque eran comerciantes. Si no lo hacían
así, era muy difícil crecer y desarrollarse dentro de los comerciantes chilenos y subir de
estatus.329
329
Entrevista realizada en Santiago de Chile, a Gabriel Salvador Aboid el día 3 de noviembre de 2008.
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Incluso si un inmigrante árabe otomano se convertía al Catolicismo, no era garantía de
mejorar totalmente su nivel económico y clase social, pues para la aristocracia o elite chilena
no obstante ser el inmigrante, o sus descendientes, católico, siempre será visto como “turco”.
“A los árabes se los acusaba de trata de blancas, traer la malaria… Para ello se
fundaron organizaciones como La Juventud Homsiense, donde se quería mostrar la cultura y
moral árabe”. 330
La aristocracia chilena al ser católica y estar muy influida por sus similares en Europa,
veía a los inmigrantes árabes otomanos como “musulmanes” o “turcos”, sin distinguir
conceptos al presentarse para la mentalidad europea el Imperio Otomano como un reino de fe
islámica, no obstante haber una gran cantidad de súbditos no musulmanes (católicos,
ortodoxos, judíos y otras creencias). 331
Los chilenos cristianos consideraban cismáticos a los ortodoxos, quienes debían
bautizarse de nuevo para tomar la sagrada comunión. 332
Los inmigrantes árabes otomanos eran mayoritariamente ortodoxos, y en segundo lugar
católicos y, en pequeña cantidad, musulmanes. La adaptación se hacía difícil para los
primeros, porque eran muy apegados a las prácticas de su religión y además en los países de
los cuales venían era común no relacionarse e incluso rechazar a los católicos. Mientras que
para los pocos musulmanes llegados a Chile, el prejuicio era muy fuerte contra ellos, lo cual
los obligó en algunos casos a casarse con chilenas, y con el tiempo perder su religión dada la
330
CHUAQUI, 1995, p.201. 331
Para más información, véase la misiva enviada el día 21 de septiembre de 1877 al Ministerio de Relaciones
Exteriores de Chile, y que se encuentra en el archivo del Ministerio mencionado, libro de actas correspondiente a
los años 1877-1878, para las legaciones chilenas en Francia y Gran Bretaña, p.167. Allí se usa el término
“musulmán” para referirse al ejército otomano. 332
Entrevista realizada en Santiago de Chile, a Gabriel Salvador Aboid el día 3 de noviembre de 2008.
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dificultad. Otros al no poder adaptarse y al tener cierta fortuna optaron por volver a sus
tierras. 333
En entrevista realizada al señor Gabriel Aboid, se nos mencionó que:
“La gente que se convirtió al catolicismo se adaptó muy fácil. Pero otros fueron más
conservadores. Los musulmanes se casaban con chilenas”. 334
Volviendo al diario “El Mercurio”, podemos decir que al ser éste uno de los más
influyentes, la discriminación en la sociedad chilena sería inevitable. Los inmigrantes árabes
otomanos intentaban defenderse de dichos prejuicios y ataques llevados a cabo por la prensa.
Pero dicha actitud nunca derivó en situaciones violentas, sino que fue muy pacífica y sólo se
redujo a aclarar algunas situaciones e ignorancia. Como se ha visto, se crearon muchas
instituciones en Chile a fin de acercar a chilenos y árabes otomanos y así conocerse mejor.
A modo de defensa a los comentarios editoriales de “El Mercurio” y otros semejantes,
una revista árabe otomana señalaba:
“Mientras la prensa nacional controlada por liberales y conservadores rompía
lanzas en contra de los comerciantes de origen árabe, la revista planteaba defensas
arguméntales circunscritas a la colonia por su reducida circulación: 335
“El (turco) sirio es enemigo acérrimo de los malos vicios: la ebriedad, el juego, la
corrupción, etc. El sirio es honrado en todos sus actos, especialmente en su comercio, pues
333
Un ejemplo es el dado en entrevista sostenida por Abdalah Amador Fajreldin Rosales, el 21 de junio de 2008,
donde indica que los musulmanes de su familia que llegaron a nuestro país, salvo su padre, volvieron a Siria. 334
Entrevista realizada en Santiago de Chile, a Gabriel Salvador Aboid el día 3 de noviembre de 2008. 335
TARUD SIWADY, 2002. P.47.
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todos los sirios se dedican al comercio limpio, y ninguno mantiene negocio sucio, como ser
burdeles, tabernas, etc. 336
“El sirio es enemigo de los desórdenes y todos reconocen que vive tranquilo y retraído
de toda agitación, pues nunca se ha sabido de un turco anarquista o agitador, u organizador
de bandas de ladrones o bandidos, al menos aquí en Chile. El sirio es de carácter dócil y
afable, obedece y cumple todas las leyes morales y gubernativas, es modesto por demás y
respetuoso para con todos sus semejantes”. 337
Se cree que hubo corrupción en las autoridades chilenas a fin de facilitar la inmigración
árabe otomana; pero no se puede demostrar con plena certeza, aun cuando debido a que en
dicha época hubo severas crisis en todo el mundo, es factible que haya existido una relajación
de la política de inmigración.
“El flujo inmigratorio hacia Chile era un buen negocio. Siempre hubo triquiñuelas
para justificar gastos extraordinarios que el gobierno pagaba sin demora. En 1907, el
Departamento de Inmigración costó al país, 2 millones 778 mil 483 pesos”. 338
“Privados de la asistencia del Estado, los inmigrantes árabes estaban desamparados
legalmente. Además de la discriminación, enfrentaron los mayores problemas: desamparo
legal, persecuciones por carecer de poder económico para financiar una prensa
independiente, la colonia árabe mantuvo durante años el modesto censuario Aschabibat”. 339
Nos llama la atención los dichos anteriores, pues si bien es cierto existía discriminación,
no podemos hablar de una discriminación a nivel gubernamental, pues el Estado chileno
336
TARUD SIWADY, 2002, p.48. 337
TARUD SIWADY, 2002, p.48. 338
TARUD SIWADY, 2002. P.47. 339
TARUD SIWADY, 2002. P.47.
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siempre les permitió a los inmigrantes la llegada a Chile, la apertura de sus negocios, en los
cuales prosperaron. Y esto al día de hoy, cuando uno de los países occidentales que ha
aceptado a mayor cantidad de inmigrantes árabes otomanos en el mundo ha sido precisamente
Chile. Incluso recientemente han sido autoridades gubernamentales chilenas las que han
acogido a 117 refugiados palestinos, a quienes se los libró de los peligros de estar en una zona
de conflictos bélicos.
De la cita, uno queda con la idea que la única publicación árabe otomana era “el
modesto censuario Aschabibat”, cuando en realidad hubo muchos más; por solo mencionar
unos pocos recordemos a: Al-Murched, Al-Watan y posteriormente Islahad. También tenían
la libertad de escribir en su propia lengua.
Finalmente, podemos reiterar que si bien es cierto hubo una discriminación a nivel de
cierta prensa y del pueblo, no puede hacerse extensiva al Estado chileno. Pero con el tiempo,
el pueblo fue cambiando de actitud y aceptó a los inmigrantes incluso para ser elegidos en
cargos públicos importantes. En los años 30 se generará una polémica y fuerte discriminación
llevada a cabo por la prensa cuando Rafael Tarud fue nombrado por el presidente Ibáñez
como Ministro de Economía y Comercio:
“En las primeras semanas (del gobierno ibañista) no hubo reacciones por el nuevo
secretario de estado proveniente de la familia turca. Duraría muy poco tiempo tal clima de
bonanza: aguijoneada por intereses subalternos, la revista Vea inició una injuriosa campaña
en contra de Rafael, dedicándole reportajes especiales, pues Tarud está sentando las bases de
una nueva clase oligárquica en el seno del gobierno ibañista. Al Presidente se le acusó de
poner en marcha una vendetta en contra de la derecha que en 1931 había logrado derribarlo
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del poder. Ibáñez, según sus detractores, deseaba disfrutar ahora maquiavélicamente viendo
cómo la turquería apaleaba a la vinosa aristocracia”. 340
Podemos precisar que, en casi tres décadas los “turcos” ascendieron enormemente, a tal
punto que pasaron a ocupar todos los niveles de la sociedad, y a tener cargos políticos, de tal
relevancia como la administración económica del mismo país. Esto solo puede entenderse
debido a la capacidad y tenacidad del pueblo árabe otomano.
La discriminación generó incluso sentimientos de vergüenza en algunos inmigrantes.
Para evitar que los demás los identificaran con el apelativo de “turcos” decían provenir de
otros orígenes, siempre europeos y no orientales. Es más, era usual unir el nombre turco con
una grosería:
“Entonces me contestaron al coro Turco de m… imitando con cruel exactitud el tono de
mi voz”. 341
“Estos, a su vez, acababan amando a dos patrias: aquella en la que habían nacido y la
de sus padres. Pero no siempre era así y los había quienes se avergonzaban de su origen,
ocultándolo delante de sus amigos y condiscípulos, en la calle y en las escuelas,
asegurándoles, por ejemplo, que sus padres eran griegos o rumanos: De ese modo creían
evitar malos ratos al descubrirse aquella vilipendiada nacionalidad. Los llamaban
irónicamente ¡turcos! Mientras se desternillaban algunos de la risa, imitando su manera de
hablar. Los había quienes al pasar delante del establecimiento de sus padres o parientes,
fingían desconocerlos por temor a que sus amigos se rieran o se burlaran al ver a alguno de
los suyos vendiendo miriñaques o medias de seda ”. 342
340
TARUD SIWADY, 2002, p.111. 341
CHUAQUI, 1995, p.118. 342
TARUD SIWADY, 2002, p. 132
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223
Creemos que los niños inmigrantes nacidos en el Imperio Otomano fueron quienes más
sufrieron la discriminación, porque en dicho lugar no existía ésta y, por el contrario, había
mucha diversidad, ya sea étnica, religiosa, cultural, lingüística, etc.
Una demostración de lo anterior es lo consignado por Roberto Sarah:
“A la salida de la escuela, ayudaba a su madre en los quehaceres, pero ambos se
lamentaban de su desconsuelo en América, donde eran continuamente humillados. Una
tarde, al regresar de sus clases, Atalah se arrojó al regazo de su madre, que estaba
guardando salsa de tomates para conservas, y le dijo, con la voz entrecortada por los
sollozos:
- ¡No me acostumbro en América, madre, no me acostumbro! ¡Todos se burlan de mi y
me pegan!... ¡Quisiera estar en el iliblad donde la gente es buena y nos quiere!
- ¡Ay, adorado hijo de mi alma! ¿Qué puedo hacer por ti? ¡No podemos aún juntar
dinerom, porque el trabajo de tu padre no prospera como el de tu tío Hánna, y, además, tú
tienes dos hermanos más a quienes hay que alimentar y vestir! ¡Deberías comprenderlo,
Atalah, deberías comprenderlo, hijo! –murmuraba con agobiado acento. ” 343
Algunos entrevistados por nosotros, como Abdallah Fajreldin, nos comentaron que en
los colegios chilenos a los niños de la primera generación de los inmigrantes árabes otomanos
se les molestaba frecuentemente diciéndoles “turcos”, lo cual siempre tenía una connotación
negativa. A algunos de los ofendidos no les afectaba mayormente; pero a otros sí. Sin
embargo, unos y otros percibían que al relacionarlos con un pueblo que curiosamente el
chileno poco o nada sabía realmente (especialmente y dada su edad, los niños chilenos), se les
343
SARAH, 1960, p. 181.
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224
estaba atacando y calificando de “pobre”, “que no habla bien”, “inmigrante de segunda
categoría”, etc.
“Al comienzo todo fue bien. Pero no hicieron más que saber mi nacionalidad aquellos
endiablados muchachos, cuando empezaron a hacerme blanco de toda suerte de bromas y
con una insistencia que llegaba a la crueldad. En una ocasión el profesor les dio una
conferencia acerca de los “turcos”. Les explicó que eran un pueblo digno, respetable y
grande. Pero todo aquello no sirvió sino para excitar a aquellos incorregibles palomillas.
Lejos de enmendarse se ensañaron cada vez más…Me vi obligado a retirarme, y en realidad
lo hice con pena, pues había tomado gran interés en las clases en donde aparte de los
conocimientos generales se enseñaba historia y geografía de Chile que yo oía con particular
agrado”.344
Otra discriminación frecuente se debía a las diferencias de clases sociales, cuestión que
no importaba en el Imperio Otomano (dado su origen islámico) pero que en Chile se
transformaba en todo un impedimento para surgir, a tal punto que en el inicio y mitad del
siglo XX el que nacía de familia pobre, sabía que moriría en dicha condición, siendo casi
imposible el cambiar de nivel social. Esto afectaría mucho a los inmigrantes árabes otomanos,
quienes desconocían esta situación. Por otra parte, el pueblo chileno al no saber de estos
inmigrantes, juzgaba su cultura de manera equivocada.
En el libro de Chuaqui se deja testimonio de una situación por él vivida y que muestra la
discriminación social. Aquél no es atendido al querer beber estando en un restaurante por un
garzón:
344
CHUAQUI, 1995, p.147.
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225
“En vez de atenderme, me expulsó violentamente, diciéndome que no se admitía a una
persona que no andaba sin cuello ni corbata”. 345
Este tipo de diferenciaciones y prejuicios respecto de las clases sociales no se daba en el
Imperio Otomano. Como la mayoría de los inmigrantes árabes otomanos eran pobres, fueron
mal mirados en Chile. Cuando alguien tenía la apariencia de “turco” y sin embargo poseía un
trato afable y se vestía al estilo europeo, la gente se sorprendía, pues ya tenía un prejuicio al
respecto, el cual era difícil de borrar:
“-La verdad es que usted no parece turco…
En verdad me decían ¡Qué lastima que un hombre simpático e inteligente sea
turco!”.346
Otro ejemplo de ello, pero en diferente situación. Se relata que una persona no quería
que un inmigrante árabe otomano fuera bombero porque pensaba que éste era de los “turcos
de la calle San Pablo”, quienes según el chileno eran: “sucios, ignorantes, mezquinos, sin
siquiera interesarse por aprender el idioma del país en donde han llegado a vivir, y viven
como animales en sus cuartos inmundos”. 347
Muchos inmigrantes sufrían estas críticas y ofensas. Algunos inmigrantes que ya se
habían adaptado a la vida social chilena, deseaban apoyar a sus compatriotas a fin de no ser
discriminados.
345
CHUAQUI, 1995, p.137. 346
CHUAQUI, 1995, P.144 347
CHUAQUI, 1995, P.144
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226
“La cosa era un poco fuerte para mis paisanos, y me dolía por ellos, pero no podía
dejar de, aunque muy exageradas, había no poca verdad en lo que afirmaba Gutiérrez”. 348
Para finalizar este tema, podemos concluir que existió discriminación en aquella época
en Chile contra los inmigrantes árabes otomanos, la cual provenía especialmente de alguna
prensa y la aristocracia castellano-vasca, la que sentía que estaba perdiendo su poder absoluto
en materias como política y económicamente, a favor de un pueblo oriental, poseedor de otra
cultura, cuyas opiniones se difundieron en toda la sociedad chilena, incluso los estratos pobres
que también participarían de la discriminación; y éstos no obstante ser discriminados por los
otros chilenos, a su vez discriminarían a los “turcos” por ser aun más pobres o al menos,
inferiores.
No obstante lo anterior, creemos que no existen pruebas para pensar que la
discriminación provenía del Estado chileno, pues éste si bien es cierto no fomentó una
inmigración árabe otomana, estos nunca fueron rechazados, lo que se demuestra en la gran
cantidad de gente de este pueblo que llegó a Chile durante todo el siglo XX.
Es interesante señalar que la discriminación finalmente ayudó a la adaptación; pues,
efectivamente, los inmigrantes que se quedaron a vivir en Chile, en vez de ser agresivos o
rechazar con violencia los ataques de los chilenos o encerrarse en su propio grupo, debieron
esforzarse por aprender bien el idioma, tomaron varios aspectos de la cultura chilena, crearon
organizaciones de ayuda y cooperación, etc. Esta actitud pacífica de parte de los árabes
otomanos puede entenderse dada la tolerancia y el respeto al otro que existía durante el
Imperio, y que provenía del carácter mismo de dicho estado. La historia registra varios casos
en los cuales quienes han sido discriminados responden violentamente, tomando incluso
348
CHUAQUI, 1995, p.209.
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227
actitudes racistas, como por ejemplo el caso de grupos afroamericanos como los “panteras
negras”, los barrios chinos y la mafia italiana en Estados Unidos, etc.
Aunque los siguientes datos se refieren a la situación de los inmigrantes árabes
otomanos en Argentina, incluimos una información que puede ser plenamente aplicable a
Chile, salvo en cuanto a que en nuestro país (dado que casi toda la inmigración de este grupo
proviene desde el vecino país) prácticamente no llegaron musulmanes y drusos.
“Ya a mediados del siglo XIX, Alberdi planteaba claramente su opción por la
emigración europea nórdica en su libro ‘Bases y puntos de Partida para la organización
política de la República Argentina’, aparecido en 1852. Y también D.F. Sarmiento en su
clásico ‘Facundo’, comparaba la barbarie criolla con la barbarie de africanos y asiáticos,
identificando por ejemplo, el uso del colorado en la vestimenta y banderas de las tropas de
los caudillos argentinos con el uso del mismo color en las banderas y estandartes de los
países asiáticos y africanos… En medio de estos “inmigrantes no deseados” se encontraban
los “turcos”, en realidad en su mayor parte sirios y libaneses venidos de lo que era entonces
el Imperio Otomano o Turco. Estaba claro que estos “turcos” no respondían a la idea de
inmigrantes que tenían, desde mediados del siglo pasado, las clases dirigentes argentinas; no
eran anglo-sajones, franceses o italianos del norte, un mayoritario porcentaje de ellos no
eran profesionales, muchos eran analfabetos y además, muchos tenían religiones no
cristianas pues eran musulmanes, judíos o drusos”.349
En el libro “Historia de una vida”, de Raul Tarud Siwady, inmigrante otomano en Chile,
hay referencias a los prejuicios contrarios a lo “oriental”, lo cual en términos populares era “lo
turco”:
349
BESTENE, Jorge Omar, Discurso y política migratoria en la argentina de la gran inmigración: Juan E. Alsina
y Los inmigrantes “turcos”. Articulo incluido en: Temas de África y Asia, Numero 2, Africanos y Medio
Orientales en América (siglos XVIII-XX). Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1993,
p.173.
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“Los forasteros procedentes del Medio Oriente eran mal vistos: la mayoría no traía
dinero y carecía de oficio.
En la primera década del siglo XX el ingreso de extranjeros se triplicó en Argentina.
La inmigración fue un proceso selectivo: a los árabes se les permitía radicarse solamente si
demostraban poseer medios suficientes para vivir con holgura”. 350
Como señala Abraham Magendzo en su trabajo “Relaciones comunicativas entre judíos
y árabes en Chile”:
“Los árabes, por haber inmigrado con pasaporte otomano, han recibido el apodo de
“turcos”, un término ofensivo y denigrante para muchos”.351
Hemos verificado, conforme a la bibliografía y entrevistas utilizadas, que si bien es
cierto muchos árabes se sentían mal al escuchar que les dijesen “turcos”, esto no ocurría en
todos los casos, especialmente entre los musulmanes:
“Esta dificultad de identificación empezó cuando yo era alumno de primaria, ya que
mis compañeros se burlaban por mi nombre y mi apellido, por ello me decían “el turco”, lo
que no me molestaba. Mi padre y mi abuelo estaban orgullosos de ser otomanos, por lo que
no me molestaba si me llamaban turco, pero a mis compañeros hijos de árabes sí les
molestaban estas burlas”.352
Es más, como se verá más adelante, algunas de las más importantes empresas fundadas
en Chile por los árabes otomanos, llevaban nombres como “otomano” u “otomana”, lo cual
demuestra que se sentían parte de dicho imperio y que no les molestaba usar dichos nombres.
350
TARUD SIWADY, 2002.p.15. 351
Artículo incluido en el libro compilatorio KLICH, Ignacio (compilador). Árabes y judíos en América Latina,
Siglo XXI Editora Iberoamericana, Buenos Aires, 2006, p.180. 352
Entrevista realizada a Abdallah Amador Fajreldin Rosales en entrevista realizada el día 21 de julio de 2008.
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229
Estas empresas financiaron los primeros diarios árabes y organizaciones sociales árabes en
Chile y se preocuparon mucho por el desarrollo de sus compatriotas.
La identificación con el Imperio Otomano - el cual desde hace casi un siglo fue abolido
para nacer la República Turca - en algunos casos incluso subsiste; como es el caso de un
inmigrante árabe otomano al cual entrevistamos:
“Me llamo Muhammad Osmán, soy otomano, nací el 6 de enero de 1914 en Bedsafafa,
Palestina”.353
Como hemos visto en este apartado de la tesis, la turcofobia fue algo real, y provino
especialmente de parte de la clase intelectual, la cual miraba con malos ojos lo que
consideraba foráneo y oriental. Respecto del pueblo chileno, éste inicialmente estuvo
influenciado por dicho grupo, pero posteriormente al entablar mayor contacto con los árabes
otomanos cambió su visión, hacia una positiva. Esto, así lo creemos, se debió al hecho de
encontrar características semejantes a las propias, como, por ejemplo, la sociabilidad, la
solidaridad, etc. a la vez que los inmigrantes se integraron muy bien y rápido a la nación
chilena, a través de corporaciones de ayuda social, de fundaciones, y personalmente
participaron creando pequeñas empresas, escribiendo libros y editando revistas, participando
de la política, etc. Por último, el Estado chileno nunca fue partícipe de la turcofobia, aunque
tampoco estableció políticas estructuradas sobre la inmigración árabe otomana.
353
Entrevista realizada a Muhammad Osmán, en el mes de abril de 2007, en Santiago de Chile.
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230
III.5.3.- DIFICULTAD DE MANTENER LAS COSTUMBRES ARABES
Otra de las dificultades de adaptación consistía en el exceso en la ingesta de alcohol en Chile.
Los árabes otomanos no estaban acostumbrados a ello. El uso del alcohol era en sus tierras
algo muy limitado a ciertas ocasiones, pero solo para algunos hombres, una escasa minoría.
Era imposible ver o saber de niños o adolescentes y mujeres que lo ingerían. Y esto hasta el
día de hoy. Por ello, les sorprendió mucho a los inmigrantes presenciar en Chile el uso
exagerado del alcohol.
“El chileno sería el trabajador ideal con un mayor apego al hogar y una menor afición
a la bebida.354
Chuaqui en su texto describe que desde antes de llegar a Santiago, ya se les había
ofrecido alcohol, lo cual era considerado por los árabes inmigrantes una verdadera falta de
respeto; especialmente si se les ofrecía a niños, tal como se indica en su descripción:
“¡Qué escándalo! ¿Cómo era posible que esos hombres se atrevieran a ofrecer alcohol
a los hombres y a los niños? Con palabras dichas en voz tan baja, que casi era un susurro
nos pusimos de acuerdo para rechazar tal ofrecimiento. Nuestro aspecto y las frases que
alguno dijo, los impuso de nuestra nacionalidad y no insistieron. Sin entenderlos nos
dábamos cuenta de sus insultos y mofas. Más atrevidos entonces quisieron pellizcar a mis tías
y hacerles unas torpes caricias. Esto produjo un griterío espantoso. Las mujeres gritaban
hasta desgañitarse y mi abuelo les hacía diversas consideraciones a los ebrios acerca de la
piedad y la ayuda que se le debe a los extranjeros. Fue una noche trágica. No pudimos
354
CHAHÍN, 2001, Op.cit., p.32.
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231
dormir de miedo y de frío. Amanecimos casi congelados y abatidos por la falta de sueño.
¡Qué mal comenzaban las cosas!”. 355
“Y así eran (amables) en general la gente del pueblo (chileno). Sólo cuando estaban
bebidos se sentían inclinados a fastidiar”.356
El consumo de alcohol por supuesto que existía en el Imperio Otomano, pero era muy
específico y excepcional, y era usado por los no musulmanes. No se bebía en público y solo se
lo hacía en ciertas ocasiones. Las mujeres no participan en ello. Es decir, la cultura del alcohol
en el mundo otomano era muy distinta a la de Chile.
III.5.4.- NECESIDAD DE ADAPTARSE: CAMBIAR EL NOMBRE
El cambio de nombre muchas veces empezaba desde el Imperio Otomano. En dicho Estado,
existían autoridades que no siendo turcas ni musulmanes, tenían plenas facultades para cierto
tipo de cosas, e incluso se encontraban dotadas de la potestad de firmar a nombre de la
máxima autoridad imperial: el mismo Sultán.
Entre estas personas, se encontraban los ya mencionados tercümanes, empresarios,
cónsules europeos, religiosos, etc.
“Su amiga comprendió la situación. No obstante, le dijo que no podrían viajar sin
pasaporte y que los turcos jamás darían permiso para abandonar el país a un prófugo de la
justicia, ni le otorgarían el pasaporte. La única forma era solicitarlo al gobernador general
del monte Líbano, un francés que tenía autoridad para firmarlo y sellarlo en nombre de su
355
CHUAQUI, 1995, p.98. 356
CHUAQUI, 1995, p. 107.
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232
Majestad Imperial, el Sultán. Este gobernador estaba ayudando precisamente a los sirios que
deseaban abandonar el país, otorgándoles el pasaporte”.357
Un ejemplo de ello, es el pasaporte de Yusef, padre de Edith Chahin, quien estaba
remiso en cuanto a su situación militar, para lo cual debía huir del país, so pena de ser
arrestado. Para evitar aquello debía obtener un pasaporte del gobernador de Monte Líbano,
quien era de nacionalidad francesa.
En tal documento, el nombre de Yusef ya no se escribe en árabe, ni siquiera en francés,
sino en inglés: Joseph.358
En otros documentos consulares, también es posible encontrar este tipo de “errores” en
los nombres. Es posible que en algunos casos realmente lo fuera, pero cabe pensar que era el
deseo de los mismos inmigrantes y/o de las autoridades europeas en tierras otomanas, las
cuales tenían una política de adaptar al Occidente los nombres árabes. Esto dice relación con
la intención permanente que tenían países como Francia, Inglaterra y Rusia de tratar como sus
protegidos a los pueblos otomanos no musulmanes.
Veremos que los primeros inmigrantes árabes otomanos llegados a países como
Argentina y Chile, cuando estaban en la oficina migratoria o civil, para ingresar al país e
identificarse, se encontraban frente a una dificultad.
Al preguntársele por sus nombres y apellidos, los pronunciaban, pero como no existían
esos sonidos en español, el oficial civil simplemente escribía el nombre en la partida tal cual
escuchaba.
357
CHAHÍN, 2001, p. 226. 358
Véase la imagen del pasaporte contenida en CHAHÍN, 2001, Op. Cit, p.227.
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233
Otro caso se daba cuando se les preguntaba el apellido paterno. Al no entenderlo bien,
daban el nombre paterno (no el apellido). Ejemplo: Abdullah Saleh. En vez de dar el apellido
paterno (Saleh) daba el nombre de su padre, Sami. Y así el oficial registraba el nombre Sami
Saleh.
Otra situación se daba cuando se les solicitaba el apellido maternal. Los inmigrantes
pensaban que se les estaba pidiendo el nombre de la madre y por eso hay inmigrantes que
tienen como apellido el nombre de aquélla.
Un cuarto caso ocurría así: al no saber hablar el idioma español, los inmigrantes
mostraban sus documentos, los cuales estaban en idioma otomano, el cual no era conocido por
las autoridades americanas. De esta forma, preguntaban al inmigrante su nombre, y la primera
palabra que escuchaban como respuesta la anotaban pensando que ese era su nombre.359
Además, tal como nos dijo en su entrevista el señor Gabriel Salvador Aboid360
, en
ocasiones cuando el oficial no entendía bien lo que se le estaba diciendo cometía errores en el
nombre. Por ejemplo, en el caso del inmigrante Abdul Masih, fue anotado como Díaz; y el
apellido Harir fue inscrito Seda. En dicha conversación, Aboid dijo que además de buscar
adaptarse, el cambio de nombre se debió a los errores cometidos por los oficiales civiles.
Para evitar los rechazos sociales y como una forma de adaptarse al medio chileno, fue
común que los inmigrantes árabes otomanos se cambiaran de nombre e incluso en algunos
casos hasta de apellidos.
“Para facilitar el proceso de adaptación a la sociedad chilena, un conjunto no menor
de personas cambió su nombre y apellido original. Esto también indicaba el comportamiento
359
Información suministrada por Abdallah Amador Fajreldin Rosales en entrevista realizada el día 21 de julio de
2008. 360
Entrevista realizada el día 3 de noviembre de 2008.
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234
de la sociedad receptora hacia el inmigrante: el cambio de nombre favorece una
comunicación más fluida entre los distintos grupos, en la que los prejuicios tienden a
desaparecer, facilitando las relaciones comerciales y también sociales”.361
En algunos casos se cambiaban de nombre para facilitar la pronunciación de éstos a los
chilenos. Otros en cambio, lo hacían por motivos religiosos (incluso ello ocurrió con los no
musulmanes), y así quienes se llamaban Muhammad, Ali, Abdullah, etc. se ponían nombres
que sonaran más occidentales.
A continuación daremos algunos ejemplos de ello.
“La mayor de las hermanas, Victoria, se había casado el año 1931. Su esposo era
también de origen sirio y, por cierto, nativo de Homs. Había llegado a Chile soltero y no
había regresado a buscar esposa en su patria. Se llamaba Laftaf Zahr. El apellido en árabe,
traducido al español, significa flores. El tío Laftaf, al que no conocí, decidió cambiarse de
nombre y apellido, por lo que efectuó la tramitación correspondiente ante el Registro Civil y
entonces se empezó a llamar Antonio Flores. De este matrimonio nacieron 3 hijas, Myriam,
Graciela y Georgette Flores Chain. Sin embargo, el tío Antonio Flores fallece en diciembre
de 1939. De esta forma mi tía Victoria quedó viuda siendo muy joven y con tres hijas a
cuestas. La situación económica de ella al enviudar no era holgada, razón por la cual, en un
principio, recibieron la ayuda de mis abuelos José y Nahima y también la de mis padres”.362
Otro testimonio lo da Benedicto Chuaqui:
“Fue por esta razón que me causó profunda extrañeza que se me llamara a una
reunión de familia para notificarme de que debía cambiar mi nombre árabe por otro que
361
Árabes y judíos en Chile: Apuntes sobre la inmigración y la integración social (Lorenzo Agar Corbinos),
artículo incluido en el libro compilatorio KLICH, Ignacio (compilador). Árabes y judíos en América Latina,
Siglo XXI Editora Iberoamericana, Buenos Aires, 2006, p.151. 362
SAPAG, 2006. p.124.
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235
fuera más accesible a los clientes y a la gente que debía tratar. Consideraban que era muy
difícil que la gente se acostumbrara a llamarme Yamil. Pero las personas que me
aconsejaban esta medida tenían gran experiencia en las cosas de América.363
“Shucre,… se llamaba Alejandro… Abdul Karim, Juan…. Bichara…. Santiago” “Y
así, me fueron enumerando una lista interminable”.
“Ya, me dije en voz baja. Será por poco tiempo. Muy luego volveré a Homs y nadie
sabrá de esta odiosa circunstancia allá”
Me eligieron un nombre por fin. En vez de Yamil, me pusieron Camilo”.364
Finalmente, su tío le recomendará cambiarse por el de Benedicto.
Un caso interesante, es el del padre de quien será uno de los sacerdotes más importantes
de la Iglesia Ortodoxa en Santiago, Gabriel Aboid (cuya familia es reconocida en el ambiente
árabe-chileno por fundar dicha Iglesia en nuestro país). Su nombre civil era Gabriel Salvador
Aboid, sin embargo era conocido en su familia por el nombre de Karim Isa Hanna (Juan),
nombre con el cual fue bautizado.
Esto nos muestra que el inmigrante árabe otomano, no obstante mostrar una adaptación
al ambiente y medio chilenos, sin embargo deseaba al menos de manera íntima y reservada
cultivar y mantener sus costumbres.
“Para escapar de las persecuciones y por razones comerciales se hizo costumbre
castellanizar los nombres árabes. Hánna se llamó Juan; Muhammad, Manuel; Jalíl, Julio;
363
CHUAQUI, 1995, p.101. 364
CHUAQUI, 1995, p.101.
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236
Tamil, Emilio; Habib, Amador. Otros adoptaron apellidos fáciles de pronunciar: Tapia,
Díaz, García, Pinto, Martínez, Flores, Campos”. 365
III.5.5.- SEGURIDAD EN CHILE
El inmigrante árabe otomano venía de una cultura muy segura, donde el robo, la estafa y el
hurto eran muy mal vistos y casi no se daban en la práctica. Ello debido a que el Imperio
Otomano era severo en su castigo.
Los primeros otomanos en llegar a Chile se sorprenderán malamente de la existencia y
habitualidad de estos delitos. No era extraño que incluso desde la llegada a nuestro país eran
víctimas o del robo o de las estafas. Al ser generalmente vendedores ambulantes, actividad
que no era muy conocida en Chile, se pensaba que tenían mucho dinero (lo cual se debía al
deseo de ahorrar para volver a su lugar de nacimiento o para enviarles dinero a sus
familiares), lo cual atraía a los delincuentes.
“Con frecuencia solíamos juntarnos con los paisanos a conversar sobre las cotidianas
incidencias de nuestra vida en Chile. En esas ocasiones se hablaba casi siempre del vicio del
robo, al cual eran tan inclinados los chilenos del bajo pueblo”. 366
Después del robo hecho por un paisano al local de Benedicto Chuaqui, éste dirá:
“Esto me produjo una gran pena. ¿Qué dirían si lo supieran esas buenas gentes, que
allá, en el terruño, seguramente seguirán viviendo aferrados a sus tradiciones de honestidad
y moral incorruptibles?”367
365
TARUD SIWADY, 2002. p.48. 366
CHUAQUI, 1995, p.151. 367
CHUAQUI, 1995, p.154.
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237
Esta cita nos muestra que el asalto y el robo en el pueblo otomano eran considerados
como una vergüenza, a la cual la sociedad y las leyes no permitían y castigaban fuertemente.
Hay muchos ejemplos que nos dan cuenta que los vendedores ambulantes estaban en
gran peligro, pues eran prácticamente los únicos que realizaban tal labor. Pero, esta actividad
será la que con el tiempo les dará fortuna.
“Una vez mi padre estuvo dispuesto a trasladarse a Santiago. Cambió de idea al
recibir noticias de compatriotas que volvían a provincias después de sufrir tratos vejatorios y
robos que nunca eran aclarados por la policía. Gentes de mal vivir asaltaban a los
vendedores árabes extraviados en cités o conventillos. Después de robarles el dinero, los
despojaban de la pequeña fortuna contenida en las maletas: alfileres, botones, medias,
pinches, horquillas, pañuelos, jabones y cintas. Los canallas lanzaban las bagatelas en
acequias pestilentes, impidiéndoles recuperarlas”.368
Los chilenos no se acostumbraban a recibir a un vendedor en su puerta, Esto será mal
visto hasta que pasaran incluso algunas décadas.
“Otra dificultad era viajar constantemente entre pueblos chicos y correr el peligro de
ser asaltados en los lugares solitarios por los ladrones que les quitaban toda la mercadería e
incluso a veces herían o mataban a los comerciantes”.369
Los inmigrantes normalmente habitaban comunas pobres y, por tanto, debían verse
expuestos al riesgo:
“El barrio era peligroso. Por él pululaban ladrones, asesinos, prostitutas y toda clase
de gente de malvivir”.370
368
TARUD SIWADY, 2002, p.27. 369
Entrevista realizada a Abdalah Amador Fajreldin Rosales, el 21 de junio de 2008.
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238
“Aquel local en Matucana en cierto modo era aun peor que le de San Pablo”.371
El nivel de violencia de los delincuentes les causaba extrañeza. Incluso algún inmigrante
se atrevía a enfrentarlos:
“-Lo que no entiendo –dijo Yazmín-, es por qué te han golpeado si te robaron todo lo
que llevabas encima.
-Pues… La verdad es que me enfrenté a ellos.
-¡Aah! – Hicieron los demás.
-Primero les dije que era un emigrante que no tenía nada, ni siquiera casa. Y cuando
intentaron arrebatarme el reloj, le di un golpe al que lo hizo y el otro empezó a darme con el
palo. Me tiraron al suelo, me patearon, me quitaron todo y escaparon.
-¡Dios mío! Nahima se ha desmayado –gritó María.
Yusef la cogió en brazos y la tendió en el sofá, mientras María le acercaba un pañito
empapado en amoníaco a las narices”.372
Desde el primer día de llegada a nuestro país (aunque ello ocurría no solo en Chile, sino
en países como Argentina y Brazil), los otomanos sufrían este choque cultural. No se olvide
que la cultura de éstos era sumamente social y favorable a la confianza. Hay que mencionar la
costumbre otomana de rechazo violento a la delincuencia, por la cual se era muy estricto; el
ser ladrón era visto como uno de los peores seres humanos. En el Imperio Otomano, en los
mercados, cuando la gente iba a rezar a las mezquitas o iglesias, era normal que los
370
CHUAQUI, 1995, p. 103 371
CHUAQUI, 1995, P. 134. 372
CHAHÍN, 2001, p. 416.
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239
comerciantes dejasen sus tiendas abiertas, y nadie les robaba. Este era la situación que vivían
los inmigrantes árabes otomanos antes de venir a América.
Por ello, les será difícil entender la existencia generalizada de esta clase de delitos. Con
el tiempo, los otomanos se acostumbrarán a estas situaciones, para lo cual serán más
precavidos y establecerán mayores medidas de resguardo en sus locales comerciales y en las
calles.
III.5.6.- DIFERENCIA DE LAS COMIDAS
Uno de los aspectos que tal vez mejor se han conservado en los actuales descendientes de los
árabes otomanos es precisamente la comida nativa. Incluso el idioma, los nombres y la
vestimenta se han perdido en las nuevas generaciones, más no la comida y el gusto por la
música y danza árabes.
La comida árabe es uno de los artes culinarios más aplaudidos de Asia, y se caracteriza
por el empleo de muchas especias, las que se agregan a la carne, arroz y ensalada. También
los dulces y cafés son característicos.
La cocina árabe, que es de origen muy antiguo, se unió con la otomana, hacia el siglo
XV-XVI, a la cual se agregaron la cocina irania y griega (cocina mediterránea), por lo cual se
incorporaron nuevos elementos y gustos. De esta forma se generó una nueva comida que a
veces es difícil distinguir su preciso origen. Los árabes otomanos se acostumbraron a este tipo
de comida, y no les ha sido fácil adaptarse a la chilena, aun cuando la comen, pero no la
prefieren.
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Veamos unos datos extraídos de encuestas a los descendientes de los inmigrantes árabes
otomanos, que nos ayudan a esclarecer este punto:
A la pregunta ¿qué comida prefiere: la árabe o la chilena?, los encuestados
respondieron:
- Prefiere consumo de comida árabe: 65,5%
- Prefiere consumo de comida chilena: 4,2%
- Prefiere de ambas comidas: 29,7%
A la pregunta ¿con qué frecuencia consume comida árabe?, se respondió lo siguiente:
- Consumo frecuente: 44.8%
- Consumo ocasional: 55,1%373
De esta manera podemos colegir que para la tercera y cuarta generación el gusto por la
comida árabe se mantiene y que incluso se consume de manera no tan esporádica, a pesar de
lo trabajosa que puede significar.
Esta comida incluso repercutió en la sociedad chilena, a tal punto que es frecuente
hallarla en muchos supermercados y locales de comida.
Debido a lo anterior, es que uno de los más difíciles puntos de adaptación será la
comida.
Prueba de ello es lo que dice un inmigrante llegado a Chile en su niñez:
373
TAPIA, Ximena y otros, La sobrevivencia de la tradición emigrante entre los chilenos de ascendencia árabe,
Seminario de tesis para optar el título de bachiller en lengua y cultura árabe, Santiago, Universidad de Chile,
1982.p.98.
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241
“A la salida del teatro, los árabes más entusiastas se juramentaron para promover las
tradiciones, pero, con el tiempo, los deberes cotidianos fueron más poderosos que sus sueños.
Sólo perdurarían las comidas tradicionales y los encuentros en familia con motivo del año
nuevo. Después de los abrazos catábamos la canción nacional de Chile como un
reconocimiento a la tierra que nos había acogido. Entre las voces destacaba la de mi padre.
Pese a nuestros ruegos, nunca quiso retornar a Palestina. Su mayor empresa consistió en
viajar a Santiago, pero tan pronto terminaba sus negocios, enseguida volvía a Talca. En la
capital le faltaba el aire y padecía de fobia por el multitudinario desplazamiento de personas
de gestos agrios, ensimismadas en sus problemas”.374
Como se ha indicado, en Santiago de Chile los árabes otomanos mantenían la cultura
culinaria:
“Pronto apareció la dueña de casa con dos sirvientas que acarreaban una mesa de dos
pisos, con ruedas. Abajo portaban platos, vasos y cubiertos, y arriba las más ricas
especialidades árabes: hummus, kabbab, kebbe, malfufi, ensalada, y una gran variedad de
dulces y bebidas”.375
374
TARUD SIWADY, 2002, p.69. 375
CHAHÍN, 2001, p. 390.
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242
III.5.7.- DIFERENCIAS MUSICALES
La música es parte de la cultura. Cada cultura posee su propia música, su sello. Un
pueblo no puede ser tal sin cultura propia. Una cultura no puede carecer de una identidad
musical. Y la cultura árabe es muy antigua y profunda, muy rica en todos los aspectos. Como
los turcos, los árabes se expandieron mucho y por ello tomaron y se enriquecieron de otros
pueblos cada vez más, sin perder su alma y origen. Incluso como menciona el profesor
Chahuán, hay en la cueca chilena elementos andaluces.
Cuando un inmigrante está en otro país rememora su música, la busca. Es parte de su
pasado y, en verdad, de toda su vida. El escuchar la música de su país, lo transporta a sus
tierras, esté donde esté. Para los árabes la música cumplía un rol en las fiestas, en los
acontecimientos importantes. Además, al ser los árabes un pueblo muy social y muy unido,
han sobrevivido por su cultura. El inmigrante otomano desde la salida del Imperio empezó a
extrañar las melodías de su tierra.
“¡Qué distintas de aquella dulce y lánguida melodía de las cítaras, laúdes y violines de
mi tierra! La nostalgia me hacía pensar en ella que casi pensaba a lo extraterrenal…
Después he tenido también que rectificar muchos conceptos acerca de la música chilena, en
la que hay bellísimas canciones y tonadas”.376
Pero debía adaptarse a la nueva vida en América y en Chile, especialmente. A los
inmigrantes árabes otomanos cuando empezaron a escuchar la música de esta geografía les
pareció extraña, pero con el tiempo empezaron a sentir interés e incluso les gustó a algunos:
“-Si, -dijo Yazmín con entusiasmo- y también me gustaría aprender a tocar la guitarra.
376
CHUAQUI, 1995, p.136.
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243
-¡Qué dices hermanita! ¿No sabes, acaso, que las mujeres no tocan instrumentos ni
cantan en público? –reconvino Yusef.
-Aquí todo es distinto, querido hermano, ¿no lo percibes? Hay un ambiente de libertad
maravilloso. Observa: las mujeres no llevan pañuelos en la cabeza, ni se quedan
postergadas”. 377
Es de notar que en realidad la mujer sí podía cantar o tocar instrumentos musicales en
los países del Imperio Otomano, como también en Irán. Sin embargo, estas actividades eran
propias del mundo privado, reservadas especialmente a familiares o amigas.
El olvido de las raíces, aun cuando era difícil de parte de un pueblo tan unido e
históricamente rico como el árabe, sin embargo empezó a surgir y a perderse algunas
tradiciones. La música árabe fue dejándose a un lado por los inmigrantes.
“Dedicados a trabajar muy duro para sobrevivir, nuestros padres y abuelos también se
olvidaron de la música y los bailes árabes. Era impensable crear academias para mantener
vigentes las usanzas de la patria. Cuando llegó a Talca un cotizado trovador oriental, tuve la
oportunidad de disfrutar de mi primera audición de música árabe, cuando ya no brindaban
mucho placer los discos rayados por las agujas de acero del viejo fonógrafo Pathé. El tenor
Chami se presentó un fin de semana de abril de 1939 en el Centro Unión Árabe de Talca.
Las palabras que precedieron a su actuación fueron pronunciadas por mi hermano Rafael,
muy preocupado entonces de llegar a ser un grande de la política nacional”. 378
Sin embargo, según la deducción que podemos obtener de las entrevistas realizadas, en
las últimas dos décadas se ha retomado el interés y amor por la cultura árabe, e incluso los
377
CHAHÍN, 2001, pp. 398-399. 378
TARUD SIWADY, 2002, p. 68
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244
chilenos no descendientes de árabes tienen mucho aprecio por las melodías y bailes de esas
tierras. Varias academias de danza árabe han surgido en Chile.
Por otro lado, las comunicaciones modernas han facilitado el retorno a las artes árabes, y
así la televisión, Internet y la radio han ayudado a que los amantes de dicha cultura puedan
nutrirse de ésta.
III.5.8.- MATRIMONIO
Como la mayoría de los inmigrantes árabes otomanos esperaban volver pronto a su país, y
algunos de ellos estaban casados, los primeros cinco años aproximadamente no hubo
problemas en este punto; pero, cuando comprendieron que no iban a volver y surgió la
necesidad de casarse, los conflictos aparecieron, pues existían diferencias culturales muy
marcadas entre la sociedad chilena y la árabe otomana.
Hemos visto en los censos que muchos inmigrantes otomanos eran hombres jóvenes y
luego de un tiempo, cuando se establecieron en forma definitiva y tenían cierta fortuna, como
era natural en Oriente, pensaron en el matrimonio, pues no era concebible en su mentalidad
tener relaciones sexuales esporádicas o prematrimoniales, y si las hubo en Chile tal proceder
no era aceptable por la cultura otomana árabe. Pero, como todavía no se acostumbraban
completamente a la cultura chilena buscaban mujer entre sus paisanos, sea de la religión que
fuera, musulmana o cristiana.
Inicialmente se buscaba mujer en Chile; pero, debido a que no había muchas otomanas
acá, era menester viajar a Medio Oriente para casarse allá y luego volver. Un grupo
importante así lo hizo. Una tercera opción era pedir, a través de cartas, especialmente, a los
familiares que vivían en Oriente, que consiguieran mujeres de allá y luego las trajeran
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245
acompañadas de un familiar varón de éstas. Esto no era inusual, sino todo lo contrario. Una
última opción era casarse con una chilena. Al comienzo esto era muy raro, pero con el tiempo
se dará más.
Creemos, en base a lo recogido en las entrevistas y memorias, que las causas por las
cuales el hombre árabe otomano deseaba casarse con una paisana se basaban en las siguientes
diferencias respecto de una chilena: la lengua, la cultura, la religión, costumbres, psicología,
educación y moral. El hombre árabe otomano estaba bajo la influencia de su familia. Eran los
padres quienes normalmente preferían siempre que los novios fueran de igual cultura, clan o a
veces religión. Incluso aun hoy día es tradición en algunos lugares de Oriente que una mujer
no pueda ser dada en matrimonio si el novio es de otra ciudad o país.
La razón de lo anterior se basa en el hecho que la mayoría de los otomanos eran
agricultores y, por tanto, los padres no deseaban que la fuerza expresada en los hijos e hijas
se dispersara, pues las aldeas o pueblos quedarían con menos habitantes, perdiéndose la
riqueza local.
También los inmigrantes al pensar en la posibilidad de volver a sus tierras, creían que si
se casaban con una chilena ésta no los acompañaría; la familia del hombre no la aceptaría; o si
la novia hubiera aceptado casarse e ir con su marido a Oriente podría tener dificultades de
adaptación.
A pesar de la dispersión territorial y el perfil del inmigrante árabe “hombre joven
soltero”, la celebración de matrimonios exogámicos fue en un comienzo relativamente baja:
según su fecha de celebración, entre 1910 a 1919 sólo el 11,6 por ciento de los matrimonios
eran mixtos, es decir, aquellos en que uno de los cónyuges es de origen árabe. En tanto, en la
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época comprendida entre 1920 y 1929, este tipo de matrimonios aumentaron a un 16,3 por
ciento. 379
Podemos deducir que antes de 1910 los matrimonios mixtos eran muy bajos, menores al
10%. Como no hay datos en los censos anteriores a dicho años relacionados con el
matrimonio, no podemos dar más información sobre este tema. De todas formas, nuestra tesis
se basa en lo conservador de la sociedad otomana y en el hecho que los censos posteriores que
reflejarán la adaptación, aumentarán los matrimonios mixtos.
Lo anterior generaría grandes dificultades, pues como se ha dicho era costumbre árabe
en Chile casarse con una mujer de Oriente y fue normal que un hombre árabe otomano
volviera a sus tierras solo para buscar una novia. 380
Para casarse con una árabe a veces venían éstas a Latinoamérica:
“No, amigo mío –dijo el anciano serenamente-. Sé que me estoy muriendo y debo
pedirte un favor que sabré recompensar. Los padres de las tres jovencitas que viajan
conmigo me las confiaron antes de morir y yo les prometí cuidarlas y casarlas con paisanos
de Argentina, Brasil o Chile. Ellos me han dado joyas y dinero que te entregaré si me
prometes llevar a cabo la misión que me encargaron y que no podré cumplir si me muero.
-Sí, sí –prometió Yusef generosamente-, claro que lo haré. Además tengo amigos en
Chile que estaban deseando casarse con jovencitas de Siria. Te aseguro que cumpliré lo que
me pides. ¿Ya lo saben ellas?”.381
379
Árabes y judíos en Chile: Apuntes sobre la inmigración y la integración social (Lorenzo Agar Corbinos),
artículo incluido en el libro compilatorio KLICH, Ignacio (compilador). Árabes y judíos en América Latina,
Siglo XXI Editora Iberoamericana, Buenos Aires, 2006, p.168. 380
Véase el caso incluido de la novela de CHAHÍN, Edith, Nahima. La larga historia de mi madre, Madrid,
Editorial Debate, 2001, p.22,, en el cual Yusef vuelve a su país para casarse. “-¿Tu hermano? ¿No estaba en
América? - sí eso es. Ha estado 7 años en América, pero ha vuelto… Ha venido a buscar novia aquí en
Homs”.Otro caso consta en el libro “Los turcos” de Roberto Sarah.
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247
En algunas ocasiones incluso existían “matrimonios de cuna”.382
“Yo estaba nerviosa porque venía a Chile con mi padre para casarme con mi novio que
vivía en Chile. Según nuestra tradición árabe, como tú sabes, nuestros padres (de él y los
míos) nos prometieron en matrimonio desde la cuna. La familia de mi futuro esposo, ya
habían viajado a Chile. Cuando llegó la edad que podía casarme, mi padre me trajo a Chile
para mi matrimonio. Mi esposo igual era de mi familia, pues vengo de una familia muy
grande en Palestina”.383
“Mi abuelo era muy conservador de cultura árabe incluso después de instalar en chile
se fue a palestina para traer su esposa a Chile. Mi abuelo mando una carta para su hermana
para que le trajera su sobrina que desde nacimiento tenían promesa de casamiento con mi
padre Ahmad. Ya que la cultura árabe era común que se prometan en matrimonio a la
guaguas. Padre de mi madre la trajo a chile para que se case con mi padre. Mi familia desde
mi abuelo hasta mis hijos somos muy conservadores y practicante de la religión islámica y
también siempre participamos en la unión musulmana árabe de chile”. 384
Podemos dar un ejemplo de choque cultural relativo al matrimonio. Cuando el joven
deseaba ir en contra de la costumbre y casarse con una chilena, surgían graves problemas. Por
ejemplo, lo sucedido a Rachid Mafud, inmigrante sirio:
“Debo haber tenido alrededor de 18 años… Recuerdo que tenía cuatro amigos
inseparables, los dos hermanos Chamy y los dos hermanos Nacrur. Armando y Emilio
Chamy solían convidarme a almorzar a su casa. Vivían en la avenida Francia, al lado del
381
CHAHÍN, 2001, p.308. 382
El matrimonio de cuna es una tradición muy antigua que aun continua en ciertas partes de Medio Oriente, y
que consiste en que los dos mejores amigos o dos amigos con familias numerosas, hacen acuerdo que los bebés
se casarán cuando crezcan. Pero, esto no resultará bien generalmente, pues en la práctica estos niños se harán
muy amigos, perdiendo todo interés de otro tipo. No se consideraba la voluntad de los futuros novios. 383
Entrevista realizada en mayo de 2007 a Halwa Sukni Sukni, inmigrante árabe otomana. 384
Entrevista realizada a Mahmud Sukni Sukni, el 21 de Junio del año 2008.
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248
ascensor… Como mi papá insistía en esto del matrimonio, un día le dije que me interesaba la
hermana de uno de mis amigos… ‘Dentro de lo que hay le dije- me agrada”.
Como era costumbre, el padre de Rachid reunió a cuatro o cinco amigos, la mayoría
comerciantes vecinos, y fijó una cita para ir a tomar café con la familia. ‘Vamos a pedir la
niña para mi hijo, les dijo. El novio no iba. Este era un asunto que arreglaban las familias.
No fue lo que mi padre esperaba. Apenas se habían sentado a tomar café, saltó el papá
de la niña y mirándolo muy serio le preguntó ¿Qué capital tiene? Mi papá le contestó con la
misma seriedad: ‘Mi hijo no tiene capital, pero tampoco tiene vicios. Es trabajador y de eso
puedo dar fe porque trabaja conmigo. Si usted pide plata para su hija, no tenemos nada de
que hablar, nosotros no queremos comprar una burra’. ‘Mis queridos amigos, les dijo a sus
acompañantes –vámonos de acá’. Y así fue, se levantaron y se fueron todos’.
El abrupto final fue un verdadero drama, no para Rachid sino que para la niña, que
sabía que la familia de Rachid la había pedido en matrimonio y que su padre había
rechazado la propuesta”. 385
En el relato, una persona de nombre Francisco se hizo cargo de las presentaciones.
-Este señor es don Brahim Atal’la. Éstas son mis hermanas Nadima y Nahima, mi
concuñada Yazmín y estas tres jóvenes vienen a cargo de mi cuñado.
Se saludaron al estilo árabe, con una inclinación de cabeza. Las mujeres no dan la
mano al saludar a un extraño. Aún no habían adoptado las costumbres del país donde se
encontraban”. 386
385
MAFUD, 2005, p.54-55. 386
CHAHÍN, 2001, p 328.
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249
Como nos muestra este ejemplo, las costumbres de los inmigrantes otomanos eran muy
diferentes a las chilenas. La libertad de los novios existente en Chile se ve confrontada a las
reglas del noviazgo en Medio Oriente. La intervención de las familias de los novios era muy
marcada y fuerte, no sólo en el periodo de noviazgo sino durante todo el matrimonio.
No se debe olvidar que la familia en la cultura otomana y árabe es fundamental hasta el
día de hoy. Y ella está en todo tiempo: al buscar novia, al casarse, al tener hijos, etc. Los
padres son considerados como los guías y protectores de la nueva familia. De allí que sea
común que el novio o novia recurra a sus padres para escuchar sus consejos, pues ellos ya han
vivido un matrimonio, tienen la experiencia necesaria. Las causales de divorcio son muy
simples y pocas; pero incluso aquí las familias intervienen para arreglar el matrimonio o
ayudar al divorcio si es que no se ve otra salida. Estas causas son la infidelidad de uno de los
esposos y la violencia reiterada. Durante el Imperio Otomano había jueces que se basaban en
la religión para resolver el divorcio.
Como se apreciará en la cita siguiente estas costumbres y la relevancia de la familia en
las decisiones y asuntos matrimoniales persistirán incluso en territorio chileno.
“Siendo joven alcancé a conocer la última costumbre de nuestra comunidad resignada
al modo de vivir de los chilenos. Al suscitarse una cuestión grave se constituía el consejo de
familia integrado por padres, hermanos, tíos y cuanto pariente estuviese cerca de fin de
aprobar o rechazar el futuro matrimonio de un hijo. Se exigía unanimidad al elegir a la
novia. Si el interesado no encontraba una chica en su familia, viajaba a Palestina para
contraer matrimonio. Los inmigrantes no consideraban idóneas a las jóvenes chilenas. Esta
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250
tradición ya no existe, pues la colonia ha asimilado las costumbres criollas. Ahora es común
que nuestros sobrinos y nietos se casen con oriundos o descendientes de extranjeros. 387
Relacionado con el matrimonio y con las diferencias entre Chile y los otomanos,
podemos indicar otra costumbre oriental que era impracticable en las ciudades chilenas. Nos
referimos a celebrar el nacimiento de un hijo a través de un disparo al aire.
“No hubo disparos al aire, porque los padres del pequeño temieron que el ruido
perturbara la paz y la salud del recién nacido, lo mismo las visitas que deseaban verlo y
felicitar a la madre. Avisaron a todos los amigos que los festejos se realizarían cuando el
niño completara los dos meses entre algodones, el tiempo de cuidados intensivos
recomendado por el médico”. 388
A fin de perpetuar el apellido paterno se deseaba tener un hijo varón, pero si quien nacía
era mujer, también era bienvenida. Debido a las diferencias culturales entre árabes otomanos
y chilenos, los padres preferirán que sus hijos se casasen con árabes o con descendientes de
éstos. Esto iba más allá de la profesión religiosa:
“Yo intenté enseñarles y trasmitirles todo lo que yo sabía, que no era mucho, pues yo
era niño cuando llegué a Chile, entonces tomé muy rápido la cultura chilena. Lo que sí logré
es que mis hijas se casaran con descendientes de árabes, los que no eran musulmanes sino
ortodoxos. Estoy muy feliz de sus matrimonios pues ellos son muy buenas personas. Mis
hijas me han cuidado mucho, sobre todo mi hija Dalal quien se ha esmerado en mi cuidado,
porque ahora estoy enfermo y en cama. Después de perder a mi esposa, mis hijas se
transformaron en mi todo”. 389
387
TARUD SIWADY, 2002, p. 68 388
CHAHÍN, 2001, pp. 468-469. 389
Entrevista realizada a Muhammad Osmán, en el mes de abril de 2007.
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251
Por último, es importante indicar la importancia del nacimiento de un hijo varón en la
cultura árabe. Desde el inicio de la historia árabe era considerado un verdadero deber para la
mujer el dar un varón como hijo. Un deseo de todo árabe es tener un hijo varón para que se
conserve su apellido; pues la hija al casarse pierde el suyo. Si la mujer no daba hijos varones,
con el permiso de ésta el hombre podía contraer nupcias con otra mujer. Los inmigrantes
árabes otomanos continuaron en Chile con esta apreciación de la importancia del varón.
“Los hijos varones eran muy importantes para las familias árabes de aquel entonces,
por lo que la partida de ellos constituía un dolor muy grande. También el sentido de familia
y unidad, extremadamente arraigada en la cultura árabe de los cristianos ortodoxos,
constituía un freno importante para las pretensiones de emigrar de mi padre. La separación
de un hijo significaba un dolor del alma que ciertamente importaba muchísimo para todos,
tanto para el que quería partir como para aquellos que se quedaban”.390
En el tema de matrimonio, el inmigrante árabe otomano trajo toda su cultura y
costumbres. Podemos resumir que al ser muy conservador, varias de las tradiciones incluso
más allá de la religión, se mantienen. Los descendientes de estos inmigrantes aun cuando usan
otras vestimentas, han perdido su idioma, etc. siguen valorizando su cultura respecto al
matrimonio, la familia y los roles de hombre y mujer; a excepción de los matrimonios mixtos
(chileno y árabe).
390
SAPAG, 2002, p.19.
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252
III.5.9.- RELACION ENTRE HOMBRES Y MUJERES
Como la cultura, la lengua y la religión de los árabes otomanos eran distintas que las de los
chilenos, es lógico que la identidad fuera también diferente. Es así, por ejemplo, que las
relaciones familiares y, en general, las relaciones entre hombres y mujeres en la sociedad
otomana sean totalmente distintas a las vividas por los chilenos de inicios del siglo XX.
Característica de las relaciones entre hombre y mujer en las regiones del Imperio
Otomano era la diferenciación de roles entre éstos. Y ello en general, pues había lugares en
que las costumbres eran más relajadas, como especialmente los puertos o la zona de la actual
Grecia y los Balcanes, donde la mujer era más liberal. Por supuesto, ello tenía que ver con la
religión. En el caso de los cristianos árabes al existir contacto de siglos con los árabes
musulmanes y después con los otomanos (quienes seguían un sistema de administración
islámica), aquéllos habían tomado alguna influencia de estos últimos, siendo por tanto más
reservadas las mujeres, en todo orden de cosas (vestimenta, forma de hablar, trato a los
hombres, etc.).
No se debe olvidar que en el Medio Oriente concurrían muchos turistas, lo que fue en
aumento, especialmente luego de Tanzimat. Esto generaría un pequeño cambio; pues los
árabes irían conociendo mejor a los europeos. En el caso de las mujeres árabes existieron
ciertos cambios debido a lo anterior, pero no tan grandes aun, pues aun seguían estando dentro
de los límites del Imperio Otomano.
Las diferencias culturales empezaron a notarse en el camino del inmigrante hacia
América. En efecto, el libro sobre Nahima, ésta se fija que en Francia las mujeres usan los
mismos hábitos de los hombres en su andar por las calles, incluso andan de la mano con otros
hombres o no es raro ver a una mujer dándole un espaldarazo o beso a un hombre. Todo esto
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era impensable en la sociedad de los inmigrantes árabes otomanos. Existía una intimidad y
celo en las relaciones hombre-mujer que se resguardaba.
En la cultura árabe era mal visto que un hombre –aunque fuera el marido- abrazara,
besara o tomara la mano de su mujer estando en público. Pero, en Chile esto no importaba, lo
cual le explica Yusef a Nahima, en el libro de Edith Chahín:
“-Ya tengo sueño –contestó ella-; intentaré dormir.
Ven, apóyate en mi –le dijo, rodeando sus hombros con su brazo derecho.
-¿Qué dirá la gente? –preguntó ella, tímidamente.
-Aquí nadie dice nada. Todos hacen lo que quieren y los demás no se meten”.391
Esto especialmente era difícil de entender para los musulmanes, porque el Islam
regulaba con más detalle que el Cristianismo las relaciones entre hombres y mujeres, en todos
los ámbitos (ambiente privado y público).
Las mujeres árabes otomanas tenían por misión el cuidado de la casa, especialmente de
la crianza y alimentación de los hijos.
La integración de la mujer inmigrante del Levante (especialmente musulmana) le fue
más complejo el adaptarse. El hombre, por el contrario, demostró adaptarse con cierta rapidez
al medio chileno, el cual eso sí no dejaba de serle extraño.
“Mi padre era muy conservador, nos hizo crecer con mucha exigencia y mi esposo
también era musulmán conservador, por lo tanto, todos nuestros hijos son musulmanes.
Somos una familia muy conservadora. Tengo una anécdota para que comprendas mejor lo
que digo: mi esposo dormía todas las noches cruzando su cama en la puerta de entrada de
391
CHAHÍN, 2002, p.359
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254
nuestra casa, para evitar que entrara alguien extraño por las noches y que mis hijos salieran.
El decía siempre que las noches de Chile no nos servían, pues dentro de nuestra cultura
pololear, salir, etc, no existe, por eso mi esposo evitaba que mis hijos salieran. Yo sé cocinar
todo tipo de comidas árabes, les enseñé a mis hijas lo que más pude, del idioma yo sé hablar,
escribir y leer árabe, pero mis hijos sólo lo entienden, no pudieron estudiarlo, pues no había
colegio para ello en Chile y nosotros tampoco pudimos enseñarles, pues no teníamos
conocimiento suficiente”. 392
Generalmente, fue la mujer quien en Chile mantuvo las tradiciones de los inmigrantes.
Esto, por cierto, no era extraño y era parte de la identidad otomana. Quien educaba en la
sociedad era principalmente la mujer.
“Siendo hijo de padre y madre árabes hemos mantenido la tradición árabe en nuestro
hogar. Hasta hoy mi mamá hace comidas árabes en su casa. También como mi mamá venia
de Palestina nunca perdió el idioma árabe; mi padre también lo mantuvo”.393
Hemos apreciado en nuestra investigación que el hombre árabe generalmente por su
trabajo (vendedor ambulante) debía viajar mucho y recorrer los hogares chilenos. Debido a su
simpatía al hablar un español diferente y al ser excesivamente amable con sus clientes, es
decir ser suave en el conversar, hacer regalos y rebajas en los precios, y dado que en aquellos
tiempos el hombre chileno solía ser rudo con las mujeres, éstas se sentían halagadas.
Incluso hubo casos que estas características del árabe otomano que comerciaba casa
por casa, atrajeron a las mujeres chilenas a algo más que la simple conversación.
“Vendedores ambulantes debido a su trabajo se quedaban en las noches fuera de su
ciudad. En algunas ocasiones, éstos quedaban en las casas de sus clientas, y debido a ello se
392
Entrevista realizada en mayo de 2007 a Halwa Sukni Sukni, en Santiago de Chile. 393
Entrevista realizada a Mahmud Sukni Sukni, en Santiago de Chile, el 21 de Junio del año 2008.
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255
producía un acercamiento entre hombre y mujer. Además, en Chile de ese tiempo las mujeres
no eran halagadas y por tanto era atractivo para éstas la forma de proceder de los árabes
inmigrantes”. 394
“Muchos inmigrantes árabes tuvieron hijos ilegítimos en Chile”. 395
Para los jóvenes otomanos en la sociedad de la cual provenían no era fácil tener
contacto con mujeres, incluso en lo referente a juegos, conversaciones, etc. y por supuesto a
lugares de citas, etc. El hombre joven que llegaba a Chile era casto y muchas veces no tenía
el más mínimo conocimiento del otro sexo. Las niñas árabes otomanas eran aun menos
inexpertas en estas materias.
Un ejemplo que nos otorga Chuaqui en sus memorias, ayudará a entender mejor lo relativo a las
relaciones entre hombre y mujer desde la óptica otomana. Al relatar su primera aventura sexual, en la
que se vio forzado por la mujer, siendo muy jóvenes ambos (a la edad de 13 ó 14) dirá:
“Entonces le expliqué los motivos de mi abstención. Le hice ver el camino de pureza
que es el tesoro de virtud de toda mujer, pero mis razones no la convencían... Cuando se
marchó creí que lo hacía considerando que era un buen y leal amigo”. 396
La mujer chilena a los ojos de los inmigrantes árabes otomanas se veía muy distinta,
más liberal. Incluso en estas tierras americanas las mujeres profesionales a veces empleaban
un lenguaje varonil, agresivo e incluso soez; lo que causaba la sorpresa de los otomanos.
A un inmigrante árabe otomano al ser invitado a una fiesta por una amiga chilena, una
profesora llamada Raquel, le ocurre un choque cultural y moral, pues ve malos tratos entre
compañeros.
394
Entrevista realizada a Gabriel Salvados Aboid, en Santiago de Chile, el 3 de noviembre de 2008. 395
Entrevista realizada a Gabriel Salvados Aboid, en Santiago de Chile, el 3 de noviembre de 2008. 396
CHUAQUI, 1995, pp. 123-124.
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“Mi restringida moral de Homs sufría allí lo indecible…
¡Qué horror! ¿Cómo podía ser profesora esa clase de mujer? Como podían sus
compañeros conducirse de ese modo siendo educadores. No me cabía en la cabeza”. 397
Podemos observar que el hombre otomano no encontró los caracteres de su futura
esposa en la chilena. Es por esto que mientras no se adaptó totalmente a la mentalidad chilena,
le fue imposible casarse con una de aquéllas. Al ser tan distinta la cultura chilena respecto a la
cual venían los inmigrantes, las mujeres se aislaban, y se mantenían en sus hogares. Esto
debido a que el hombre chileno tenía un trato más agresivo con las mujeres, incluso en las
calles. Y al llamarles la atención mujeres que se vestían de manera distinta o con modales y
lenguaje diferentes, se les acercaban para conversar, lo que provocaba incomodad y miedo en
las inmigrantes otomanas, porque éstas en sus tierras no sabían de hombres extraños que
intimaran tan rápidamente. La sociedad otomana, que resguardaba las diferencias hombre-
mujer, lo consideraba como algo invasor. Esto se veía más en el pueblo musulmán que en el
cristiano; pero aun así las mujeres cristianas otomanas eran más reservadas que en la sociedad
chilena.
Una mujer árabe otomana de religión islámica cuenta su experiencia en Chile de la
siguiente manera:
“Chile, al principio era sólo estar en casa, no salía mucho. Venían muchas visitas
árabes y a veces íbamos a reunirnos con la familia. Tenía contacto con mis vecinas, aprendí
el idioma. Me casé unos meses después de llegar a Chile, tuve 13 hijos, de los cuales 2
murieron, ahora sólo quedan 11. Puedo decir que mi larga vida ha pasado en cuidarlos,
educarlos, entregarles mi cultura, no sé si lo hice bien o no. Mi esposo, fabricaba ropa,
después tuvo una perfumería, siempre los hijos mayores le ayudaron, por lo tanto no
397
CHUAQUI, 1995, p.137.
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estudiaron más. Con los años una de mis hijas ingresó a la universidad a estudiar
arquitectura, después de muchas exigencias mi esposo la dejó, pues las niñas no podían
estudiar. Siempre las cuidábamos, pues no tenían permiso para asistir a fiestas. Si salíamos
con la familia a fiestas que se realizaban en el Club Palestino, donde asistían otras familias
de nuestra cultura. En las vacaciones íbamos cerca de Viña del mar, pero siempre rodeados
de familias árabes. Mi esposo falleció en 1988. Desde entonces vivo con una de mis hijas”.
398
Otras diferencias culturales entre las mujeres orientales y las chilenas, las hallamos en el
libro de Chahin:
“Volvieron a encontrarse pasado el mediodía. Las dos más jóvenes cogidas cada una
de un brazo de Nadima, y las otras dos del brazo de Nahima, que las seguían muy de cerca,
estaban exultantes, pero tuvieron que contener los múltiples comentarios que deseaban
transmitir a sus compañeros, cuando, al acercarse, comprobaron que con ellos venía un
desconocido.399
Francisco se encargó de hacer las presentaciones.
-Este señor es don Brahim Atal’la. Éstas son mis hermanas Nadima y Nahima, mi
concuñada Yazmín y estas tres jóvenes vienen a cargo de mi cuñado.
Se saludaron al estilo árabe, con una inclinación de cabeza. Las mujeres no dan la
mano al saludar a un extraño. Aún no habían adoptado las costumbres del país donde se
encontraban”.400
398
Entrevista realizada en mayo de 2007 a Halwa Sukni Sukni. 399
CHAHÍN, 2001, op. Cit., p. 328. 400
CHAHÍN, 2001, op. Cit., p. 328.
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258
Con el tiempo, las diferencias se harán menores; especialmente respecto de las mujeres
cristianas. Las musulmanas serán más apegadas a los dictados de su religión y cultura.
III.5.10.-RELIGION
“En esos tiempos había un respeto tácito entre las tres religiones que existían en el país”.
CHAHIN, Edith, “Nahima. La larga historia de mi madre”
Como hemos mencionado respecto del sistema de millet, durante varios siglos el Imperio cada
uno de los grupos religiosos poseía su líder (denominado millet başı) y sus privilegios, de
manera que cualquier problema que surgía en dicha comunidad era resuelto por ellos mismos.
Cuando se inició la intervención europea y rusa en tierras otomanas, especialmente en Medio
Oriente, surgieron los conflictos entre las religiones y sectas. Pero, el Imperio Otomano
debido a su tolerancia inter-religiosa logró a pesar de todo, tal como indica Chahín, mantener
cierto respeto en los últimos tiempos de su administración.
Contra la idea sostenida por algunos inmigrantes, hemos podido recopilar información
de varios autores que se refieren a dicho tiempo en Medio Oriente y que señalan que no
existió una guerra entre las religiones y que los conflictos que hubo fueron específicos y sin
gran alcance. Esta armonía en la convivencia incluso se vivirá en América Latina y
especialmente Chile, donde los musulmanes otomanos tuvieron buenas relaciones con los
cristianos árabes otomanos. Se buscaba la identidad común: el ser otomano. Era normal que
los árabes otomanos se ayudasen en su viaje a América como en su establecimiento, y esto
más allá de las religiones profesadas por aquéllos. Otra demostración de esta solidaridad era el
hecho que al Club Palestino iban también los musulmanes. También, los judíos otomanos
tuvieron muy buenas relaciones con los árabes otomanos en Chile. Solo recién a raíz de la
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creación del Estado de Israel el año 1948 se notarán algunas, pero poco relevantes, tensiones
entre inmigrantes árabes y judíos y sus descendientes.
El mayor conflicto que surgió en tierras del Levante en el siglo XIX es el llamado “caso
libanés”, el cual afectó a todo Medio Oriente. Pero, en este caso, nuevamente la intervención
europea generó más problemas que soluciones. En ningún Estado la intervención de un
gobierno o nación extranjera (un ejemplo actual, Irak, donde luego de la invasión
norteamericana y europea los conflictos se multiplicaron, aumentó la pobreza, y la
inmigración) ha resultado positiva.
Además de la intervención europea (Francia, Inglaterra e Italia, especialmente) y los
conflictos que generó en las regiones otomanas, existe otro conflicto no menor y es la lucha
entre las naciones de Europa y Rusia por tener a los pueblos no musulmanes en el Imperio
Otomano como protectorados. Esto se expresaba como ayuda religiosa, pero en los hechos se
demostró que existía interés de orden geopolítico y económico. Estas intervenciones hicieron
cada día más débiles al Imperio Otomano, pues acentuarán la idea de nacionalismo y de
diferencia religiosa.
Como nos señaló en una entrevista, el padre del la Iglesia Ortodoxa en Chile, don Francisco
Salvador: “Los rusos en el tiempo del Imperio Otomano usaban la Iglesia para sus intereses políticos
en Medio Oriente; lo cual lo efectuaban a través de la palabra “protectorado”.401
Todos estos factores harían que el Imperio se desmembrara, y perdiera su poder en la
zona este. Las potencias extranjeras al no lograr vencer por las técnicas de la separación y del
odio religioso, incentivaron la idea del nacionalismo entre los árabes y otros pueblos
(armenios, griegos, etc.).
401
Entrevista realizada al padre Francisco Salvador el día 24 de julio de 2008 en Santiago de Chile.
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260
En el caso de las religiones y la intervención europea y rusa no hay que olvidar que ésta
se manifestó a través de dos instituciones: las misiones y los colegios. Al permitirse solo a los
cristianos asistir a los colegios de las potencias extranjeras en Medio Oriente, surgirá un
conflicto posterior, pues los colegios y organizaciones musulmanas no contaban con gran
apoyo económico dado el mal estado de las finanzas otomanas. Así, los niños y adolescentes
cristianos y judíos eran más cultos y preparados que sus pares musulmanes, lo cual generaba
una nueva división. Aun cuando este conflicto no era directamente religioso, sí afectaba el
clima de tensión de las últimas décadas otomanas.
Para nuestra investigación interesa el hecho que los ortodoxos árabes otomanos de
Medio Oriente al vivir muchos siglos en paz con los musulmanes, fue inevitable que la cultura
islámica traspasó algunos aspectos de su visión, como por ejemplo algunas costumbres:
tradición para las mujeres de evitar dar la mano a los hombres extraños y tomar aquéllas
alcohol; separación de hombres y mujeres en las iglesias; la vestimenta; sacrificar un animal
cuando un familiar estaba enfermo, para celebrar un nacimiento o en un funeral, e invitar a la
comida para que tenga bendiciones el sujeto para quien va la reunión. Algunos de estos usos
una vez que los inmigrantes se asienten en nuestro país continuarán, como, por ejemplo, la
siguiente tradición:
“En los primeros años de su llegada a Chile los árabes (otomanos) mantenían una tradición
cultural por la cual daban comida a los pobres. Una vez que un familiar fallecía, se les daba comida
a los invitados. Esto duraba hasta tres días, y la comida consistía especialmente de cordero y
arroz”.402
402
Entrevista realizada a don Gabriel Salvador Aboid el día 3 de noviembre de 2008 en Santiago de Chile.
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Los cristianos chilenos no conocían estas costumbres, a pesar de vivir la misma religión.
Es posible que el mantener este tipo de usos, hiciera que los chilenos pensaran que realmente
no eran cristianos sino musulmanes o de otra religión proveniente de Oriente.
Pero algunos hábitos anteriores se perderán rápidamente en Chile, como por ejemplo la
vestimenta de la mujer, y el ver mal el beber alcohol y tomar la mano de un varón no
conocido. De esta forma se muestra la adaptación de los cristianos otomanos a la sociedad
chilena.
Se debe saber que el cristiano ortodoxo era generalmente más conservador y apegado a
los ritos, lo cual en ocasiones los hará tener un orgullo en presentarse como los “verdaderos
cristianos”; pero en Chile nunca existirá una tensión entre ambas ramas del cristianismo, aun
cuando en la región del Levante hubo periodos de franco hostigamiento, debido a la
pretensión de una y otra iglesia de convertir a los miembros de la otra confesión.
En Chile, el año 1917 los ortodoxos construirán en Santiago, su primera iglesia
(denominada “San Jorge”), y permitirán el acceso a ella a la comunidad chilena. Es
importante consignar que hasta el día de hoy se mantiene la costumbre árabe otomana de
conversar y tomar un té o café turco luego de la oración. Anteriormente, al no haber
construcciones ortodoxas en Chile, los inmigrantes árabes otomanos asistían a los templos
católicos, pero sin entender mucho del idioma y sintiéndose extraños al ver otra forma de
realizar la misa.
“La misa es muy bonita. Primero, porque no se comulga con esa hostia que dan en las
iglesias católicas, sino que con vino añejo que se pone en el altar junto a miguitas de pan…
La misa completa se reza con el pan y el vino ahí al frente… Y, a la hora de comulgar, el
sacerdote trae el cáliz tapado con un pañuelito rojo y se acerca a la gente y va dando pan y
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vino a cada uno con una cucharita especial que él tiene… y pone las miguitas y el vino… que
es lo que Jesucristo dio a comer a sus discípulos, dentro de la boca…”.403
Los cristianos chilenos confundían a todos los inmigrantes árabes con el Islam. Se
ignoraba que existían dentro del Imperio Otomano muchos cristianos, especialmente
ortodoxos y maronitas. Por tanto, los árabes ortodoxos sufrieron un rechazo de parte de la
sociedad chilena. En el caso del pueblo por mera ignorancia y en el de la elite por otros
intereses, puesto que ellos sí sabían de la existencia de la Ortodoxia. Es normal que por dichos
rechazos de parte de los católicos los ortodoxos hicieran diferencias también y hablaran de ser
los “verdaderos cristianos” o de tener una misa más bella que la romana.
Acerca de esta ignorancia del pueblo respecto a que los ortodoxos también son
cristianos, podemos mencionar lo siguiente:
“Un día entró Sabina a la hora del desayuno y me sorprendió rezando y me preguntó de
qué religión era, y le dije que era cristiano. Entonces, sonrió emocionada y feliz”.404
Se pensaba que los árabes otomanos, los “turcos”, no eran cristianos. Tampoco se
conocía bien el Islam. Al ser muy conservadores estos inmigrantes, cumplían estrictamente
sus ritos como las oraciones diarias, lo que daba la impresión que no eran cristianos.
Según nuestra información, los ortodoxos eran vistos por los católicos como hermanos
extraviados:
“Les decían “cojos de la fe”; por eso hubo un choque entre católicos y ortodoxos.”405
Las misas ortodoxas se hacían en Chile en árabe, pero debido a que los griegos y/o sus
descendientes solicitaban que se hiciera en griego, los sacerdotes árabes otomanos accedían y
403
MAFUD, 2005, p.77. 404
CHUAQUI, 1995, p.109. 405
Entrevista realizada a Gabriel Salvador en 3 de Noviembre de 2008 en Santiago.
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las realizaban en ambos idiomas. Es interesante señalar que debido a los millets, no existía en
el Imperio Otomano una discriminación entre grupos cristianos en cuanto a su origen, lo cual
reafirma la tolerancia como esencia de la identidad otomana. Al entrar en Istanbul, Fatih el
conquistador mostró el pilar del Imperio, cuando dijo: “Yo quiero ver a mi pueblo cristiano en
su iglesia, a mi pueblo judío en la sinagoga y a los musulmanes en la mezquita”. Lo que él
deseaba era que la gente fuera creyente, sin importar su religión, pero que fueran fieles a su
fe, pues si mantenían lealtad con ésta también serían fieles súbditos del Estado. El Imperio
Otomano se construyó de acuerdo a estos principios.
“Rachid cuenta con algo que sí suena a orgullo, o al menos a una admirable sorpresa,
que el padre Stavros habla griego, árabe y castellano. ‘Antes hacía la misa en árabe, era
muy lindo. Después los griegos le pidieron que dijera al menos un par de palabras en este
idioma. Bueno, entonces hizo la mitad de la misa en griego. Ahora, con los sacerdotes que
estamos trayendo de Santiago, porque él está medio inválido y no puede celebrar la liturgia,
las misas las estamos haciendo en castellano hasta que llegue el nuevo padre…”.406
Los religiosos de la Iglesia Ortodoxa indican que las nuevas generaciones se han
asimilado a los modos existentes en la sociedad chilena y aun cuando no se han convertido al
Catolicismo, sin embargo han relajado sus costumbres religiosas y tradiciones. Gabriel
Salvador, familiar de uno de los fundadores de la Iglesia Ortodoxa en Santiago de Chile,
realiza la siguiente crítica a las nuevas generaciones ortodoxas en nuestro país:
“¿Se puede hacer una comparación entre los primeros ortodoxos que llegaron y los de ahora?
Debo decir que la fe de los jóvenes es mucho más débil. El materialismo ha hecho perder la fe”.407
406
MAFUD, 2005, pp. 81-82. 407
Entrevista realizada a Gabriel Salvador en 3 de Noviembre de 2008 en Santiago.
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Más difícil fue la adaptación para los musulmanes árabes otomanos, pues eran ellos
quienes se adaptaban más fácilmente a la imagen peyorativa de “turco” tenida por los
chilenos. Esto lo veremos con detención al estudiar la adaptación de los inmigrantes árabes
otomanos. Pero podemos dar el siguiente texto que sirve como pequeño resumen de la historia
de los primeros musulmanes otomanos en Chile.
“Los musulmanes que recién llegaron se juntaban en las distintas casas para cumplir
con las oraciones obligatorias y muchos años después en 1970, en Santiago los descendientes
sirios compraron un terreno en Ñuñoa, donde finalmente se construyó la Mezquita As Salam.
Demoró 5 años en terminarse, gracias a la ayuda también de los descendientes Palestinos.
Para seguir con nuestra cultura, apoyé económicamente junto con otros musulmanes y
descendientes sirios y palestinos, la construcción de la Mezquita As Salam, el único lugar que
teníamos para juntarnos los días viernes, gracias a Alláh. Ya que cuando llegué a Chile tenía
11 años y por mi experiencia no pude transmitir a mis hijas la cultura de la que yo venía,
entonces la Mezquita As Salam es una bendición para poder continuar enseñando y
compartiendo nuestra cultura. Siempre fui a la Mezquita As Salam, todos los viernes desde
que se construyó hasta que mi salud lo permitió. Hace dos meses que estoy postrado en
cama, no puedo ir a la Mezquita As Salam, estoy triste, pero Alláh sabe todo, quiero
mejorarme e ir otra vez”.408
En conclusión, podemos decir que en Chile las dificultades sufridas por éstos sí las hubo
y no pocas, especialmente en un principio cuando los chilenos desconocían totalmente a este
inmigrante, pero no fueron tal vez de tanta gravedad como las referidas a la nacionalidad (la
consideración de ser orientales, “turcos” y el desprecio implícito en dicho uso verbal). Estos
problemas consistían más que todo en ser apreciados los ortodoxos como una “secta” o una
“iglesia extraviada” y los musulmanes como “machistas”, “de vestimentas y modos extraños”,
408
Entrevista realizada a Muhammad Osmán, en el mes de abril de 2007 en Santiago.
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265
etc. Será la prensa, tal como se indicó en nuestro apartado sobre discriminación, la que
presentó mayores ataques, especialmente a los musulmanes, aun cuando parece que con ello
se hacía extensiva también a todos los llamados “turcos” (era usual en Latinoamérica decir
“mahometanos” a todos los que provenían del oriente).
III.5.11.- ADAPTACION DEFINITIVA Y OBTENCIÓN DEL ÉXITO SOCIAL Y
ECONÓMICO.
Veremos a continuación cómo los inmigrantes árabes otomanos con el tiempo lograron el
anhelado éxito. Esto no fue fácil, sino que el producto de mucho esfuerzo. La adaptación fue
en muchos casos algo paralelo con la fortuna obtenida:
“Brahim, ya estaba bien instalado en Santiago de Chile y su negocio prosperaba. Su
esposa se estaba adaptando fácilmente, sus hijos estudiaban en los mejores colegios como
casi todos los hijos de árabes, y él también estaba contento ya que en Chile había encontrado
menos competencia que en Buenos Aires. Además, el clima de Santiago le gustaba mucho
más.”409
Por su propia cultura, los árabes en Chile muy pronto se organizaron. Era normal que los
árabes en la ciudad o pueblo donde vivían, establecieran centros o agrupaciones donde a veces
se reunían por motivos de mantener contacto social entre ellos, pero en otras ocasiones para
crear verdaderas redes de apoyo a los más pobres de los inmigrantes o defender el nombre y
cultura árabes.
409
CHAHÍN, 2001, p-347.
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266
Una característica propia de los otomanos era solidarizar con sus familiares y amigos, se
estuviera en los países del Imperio o en el resto del mundo. A pesar que no contaban con un
apoyo a nivel de país, sin embargo el sentimiento de identidad haría que dicho pueblo se
organizara rápidamente, estableciéndose redes de apoyo, lugares de encuentro, sociedades y
fundaciones de beneficencia. Pensamos que esta manera de trabajar y relacionarse proviene
del Imperio Otomano, para el cual el sentido de Umma (comunidad religiosa) era fundamental
y se aplicaba a todos los musulmanes más allá de sus etnias, clases sociales y lugares de
origen.
La ayuda se realizaba en tres momentos y en todo sentido. Podemos mencionar las
siguientes etapas:
Primera, antes del viaje. Ya desde los días previos a la partida se hacía manifiesta la
ayuda entre futuros inmigrantes. Por ejemplo, se realizaban reuniones con quienes ya habían
viajado fuera del país, especialmente con los religiosos –los cuales a través de la Iglesia
mantenían continuos vínculos con Europa y América–. Se les comunicaba las dificultades y
se le entregaba pasaportes a quienes lo necesitaban. Se les ayudaba a vender sus terrenos, a
huir de las autoridades otomanas, a evadir el servicio militar, etc. Quienes se encuentran en
América envían telegramas, periódicos locales y/o cartas a sus familiares y amigos. Esto era
normal en todo el mundo, pues existía un deseo de buscar nuevas posibilidades, de aprender.
Y América se presentaba como el continente de la esperanza. Italianos, españoles, alemanes,
todos deseaban conocer el Nuevo Mundo. Sin embargo, los árabes otomanos a pesar de no
constituir una inmigración legal, eran extremadamente ordenados y contaban con redes de
apoyo; incluso había ayuda económica, lo cual no era usual en otros inmigrantes. Los
primeros inmigrantes árabes otomanos debieron realizar más sacrificios que el segundo y
tercer grupo, pues la información que poseían solo provenía de los peregrinos europeos que
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iban a Tierra Santa y los religiosos, y probablemente, pero en menor medida, comerciantes
árabes que realizaban sus transacciones con Europa y América.
Segunda, en el viaje. La ayuda también se realizaba en el viaje mismo de los
inmigrantes. Existían redes de apoyo que beneficiaban a los árabes otomanos en los diversos
países donde iban. Desde los puertos del Imperio Otomano hasta el establecimiento en
América, encontramos esta ayuda. Por ejemplo, en los barcos los árabes otomanos se
apoyaban reuniéndose para protegerse dado que en dichas embarcaciones no sólo ellos se
encontraban, sino que otros pueblos, los cuales desconocían. El choque cultural empezaba en
ese momento, pues no era extraño que los otros pasajeros molestaran a las mujeres árabes, o
incitaran a los hombres a beber, cuando su cultura y a veces religión (caso de los
musulmanes) se lo prohibían. En los puertos de Europa también se daba la cooperación, la que
especialmente provenía de los religiosos. Los árabes otomanos cristianos tenían en este
sentido más ayuda, dado que en las iglesias u organizaciones cristianas siempre se les
facilitaba consejos, comida, etc. Por otra parte, se debe hacer presente que el viaje era mucho
más difícil para un inmigrante árabe musulmán otomano que para uno cristiano, debido a que
no existían redes de apoyo entre musulmanes en Occidente, pues el Islam en dicho territorio y
tiempo era casi inexistente, careciendo de organizaciones, a la vez que cuestiones como la
comida (hay que recordar que es prohibición para todo musulmán el beber alcohol y comer
cerdo y sus derivados). El cristiano se adaptaba más fácilmente por lo anterior.
En los puertos de Sao Paulo y Buenos Aires, tal como se relata en el libro “Nahima:
Historia de una vida” como en “Los turcos”, esperaban los familiares, amigos, conocidos o
terceros compatriotas quienes solo tenían la intención de ver y ayudar a sus semejantes, pues
sabían que podrían hallar dificultades, ya sea en idioma, seguridad, etc. Una vez que bajaban
de los barcos encontraban muchas complicaciones en los puertos en cuanto a la tramitación
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requerida para el ingreso legal. Como se ha explicado, incluso el mismo Imperio Otomano
para evitar este tipo de cuestiones, enviaba avisos tanto a los barcos como a los puertos.
La existencia de ayuda en el camino era fundamental para decidir si se viajaba o no.
Uno de los factores por los cuales mayoritariamente viajaron cristianos otomanos y no
musulmanes dice relación con este punto, donde los musulmanes se veían desfavorecidos, al
sentirse no solo distintos en cuanto a cultura e idioma sino por su religión, la cual seguía
siendo desconocida en occidente, siendo por tanto fuente de prejuicios y miedos.
Tercera, establecimiento en América. Este será el apoyo más explícito y grande que
recibirán los árabes otomanos en su proceso de inmigración. Una vez en el Nuevo Continente
no era extraño que los inmigrantes fueran incluso recibidos por sus parientes, amigos e
incluso desconocidos que iban a ayudar a sus compatriotas otomanos.
“Rachid se acuerda que por esos días tormentosos llegó Emilio Orfali para ofrecerle el
local de Emilio Saieg, que quedaba en la esquina de Rawson. Saieg fabricaba hilo para
modistas… ‘trabajó bastante, ganó plata y decidió emigrar a Santiago. El local estaba en
liquidación, así que el precio resultaba bastante razonable: 50 mil pesos de la época por una
tienda espaciosa, con teléfono, espejo y caja fuerte. Acepté de inmediato. Tiré un cheque al
día y otro a dos meses y seguí un tiempo más en el local pequeño”.410
Las organizaciones de apoyo serán fundamentales en el establecimiento y adaptación del
inmigrante árabe otomano, como en el encuentro con los chilenos, aprender el idioma
matrimonio, educación, aprendizaje, deporte, recreación, actividades culturales, etc.
410
MAFUD, 2005, Op.cit. p.71.
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A continuación, algunas de las instituciones árabes formadas en nuestro país, en
aquellos años: 411
“CENTRO ARABE DE CONCEPCIÓN” (Concepción, fundado con el fin
de “impulsar el comercio de la colonia”), “SOCIEDAD LIBANESA DE COPIAPÓ”
(Copiapó; fue una de las más importantes sociedades libaneses en Chile; posee un mausoleo
de importancia), “SOCIEDAD LIBANESA DE COQUIMBO” (Coquimbo; fundada con “el
fin de prestigiar a los que hablan el árabe y favorecer a los necesitados”), “CENTRO
ÁRABE” (Magallanes; fundado con el fin de “unir la colonia, ayudar a los pobres, sin
distinción y defender el nombre árabe”), “CLUB DEPORTIVO SIRIO” (Osorno; dedicado
exclusivamente a la promoción de actividades deportivas), “SOCIEDAD UNION ARABE”
(Talca; realiza continuamente actos de beneficencia y su máxima es ayudar a los pobres.
También donó la suma de $9.000 para los damnificados en el terremoto de Parral),
“SOCIEDAD UNION ARABE” (Valparaíso; esta unión es la más importante de todas las
demás similares de provincias, especialmente en materias culturales, teniendo como base que
en su recinto han visitado y hecho uso de la palabra distinguidos artistas e intelectuales
árabes. Colaboró también en muchos actos para favorecer algunos pobres árabes y chilenos),
“UNION HOMSIENSE” (Valparaíso; es una antigua y prestigiosa Sociedad de Valparaíso),
“UNION LIBANESA” (Valparaíso; es una sociedad benéfica libanesa), “CENTRO DE LA
JUVENTUD ARABE” (Santiago; fundado con los siguientes fines: mayor comprensión y
acercamiento de la juventud árabe, creación de un policlínico, creación de un colegio árabe y
biblioteca árabe, mayor actividad social, cultural y deportiva, propender a la liberación de los
pueblos árabes y hacer propaganda de la cultura árabe), “CENTRO LIBANES” (Santiago;
fundado para cumplir fines culturales y sociales.), “CIRCULO ARABE” (Santiago; los fines
que persigue dicha institución son: unificación, representación, defensa y prestigio de la
colectividad, moral y cultural, formando así un hogar en la colonia de alto prestigio.), “CLUB
411
Para más información véase: MATTAR, Ahmad Hassan (Recopilador), Guía social de la colonia árabe en
Chile, Santiago, Imprenta Ahues, 1941. pp.185-197.
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270
PALESTINO” (Santiago; “propender el bienestar cultural y físico de sus asociados,
proporcionándoles un centro de reunión y recreo), “COMITÉ DE INMIGACION SIRIO-
PALESTINO-LIBANES” (Santiago; fundado con el objeto de “facilitar la entrada de los
árabes en Chile”).412
Otras organizaciones serán el “CLUB ARABE DE VIÑA DEL MAR”
(Viña del Mar); “COMITE CENTRAL PRO DAMNIFICADOS DE LA REVOLUCION
ARABE EN PALESTINA” (Valparaíso), “CLUB SIRIO PALESTINO DE
ANTOFAGASTA” (Antofagasta), “CENTRO ÁRABE AYSÉN” (Aysén; fundado con el fin
de “unir la colonia, ayudar a los pobres y defender el nombre árabe”), “SOCIEDAD ÁRABE
DE CURICÓ” (Curicó), “SOCIEDAD DE LAS SEÑORAS ARABES DE CHILLAN”
(Chillán), “CENTRO UNIÓN PALESTINO” (Chillán;), “SOCIEDAD UNIÓN ÁRABE DE
CHUQUICAMATA” (Chuquicamata), “CLUB PALESTINO LIBANÉS” (Illapel); etc. 413
La existencia de estas instituciones nos muestra la cualidad de la identidad árabe
otomana. En todo sentido hubo relación y apoyo entre los inmigrantes y sus paisanos.
También nos demuestra que se pensaba que la inmigración debería continuar, lo que explica
que muchas de estas instituciones durarán varias décadas, incluso algunas hasta el día de hoy.
Con el tiempo, el carácter de aquéllas afirmaría su identidad árabe chilena, pero sin poder
negarse que el espíritu que las habitaba provenía del Medio Oriente.
Pero no solo a través de personas jurídicas se realizaba la cooperación entre
inmigrantes recién llegados y los establecidos, sino que incluso de manera individual. Tal es
el caso que se relata en el siguiente texto:
“A Santiago seguían llegando familias sirias y Nahima puso especial interés en
ayudarlas personalmente, dedicando gran parte de su tiempo y de su dinero a acomodarlas.
412
MATTAR, 1941, pp. 185-197. 413
MATTAR, 1941, pp. 185-197.
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271
… Se hizo famosa por su generosidad, y por la rapidez con que improvisaba, cortaba,
cosía, tejía, cuando ya no encontraba en casa más ropas para los pequeños que
acompañaban a sus madres y que le conmovían las entrañas, sobre todo cuando eran niños y
entonces ella aprovechaba de pasar sus delicados dedos blancos entre sus ensortijados
cabellos negros.
Todas las mujeres la bendecían, besaban sus manos. ¡Que Dios te bendiga, que Dios te
dé muchos hijos, y que puedas disfrutarlos muchos años con tu marido!”.414
Otros aspectos de la ayuda, incluía el existir pequeños grupos informales donde se
apoyaba a los inmigrantes que deseban establecer su familia. Pues, la inmigración árabe
otomana fue generalmente constituida por hombres jóvenes solteros (alrededor de un 75%), y
entonces como los primeros llegados no podían aprender rápido la lengua española y dado
que por ser cultura otomana el reproche del adulterio y las relaciones prematrimoniales, era
imprescindible hallar pronto una mujer para casarse. Y como se trataba la sociedad de la que
venían de una conservadora, pues se trataba de un imperio de fe islámica, las mujeres
chilenas eran muy liberales para su punto de vista; buscaban a sus paisanas. Y la única forma
de encontrarlas era la red de apoyo entre inmigrantes. Había personas, siempre mujeres, que
ayudaban a los jóvenes e incentivaban la venida de mujeres árabes. Esto se hacía a través de
los mismos familiares, quienes traían a sus hijas; o en escasas situaciones - dada la dificultad
– a través de los mismos jóvenes inmigrantes que volvían a su tierra de origen para casarse.
Esto nos recuerda lo ocurrido en el tiempo de colonia, cuando venían mujeres desde la
península ibérica a fin de establecer vínculos matrimoniales. Pero existe una gran diferencia:
mientras que en este último caso se trataba de una situación apoyada por las autoridades
políticas y la Iglesia, en el caso de los inmigrantes árabes otomanos se trataba de algo propio
y sin mayor apoyo que el de sus mismos paisanos.
414
CHAHÍN, 2001, p.466
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272
La ayuda entre pares se daba en todo orden, tal cual se ha dicho e incluía naturalmente
algo tan característico del pueblo árabe otomano como son las relaciones comerciales:
“Cuando me instalé, fui ayudado por un comerciante más o menos antiguo, de buena
situación económica, compatriota que se decía pariente mío por parte de mi madre…”. 415
La referencia es a los primeros en llegar y que lograron cierto nivel de fortuna, los
cuales solían apoyar a los nuevos inmigrantes prestándoles mercancías, arrendándoles más
barato locales comerciales, dándoles préstamos, etc. Mientras que los primeros en llegar a
Chile y que obtuvieron ciertas ganancias podrían haber sido más ricos evitando la
competencia, prefirieron aplicar el altruismo con sus compatriotas y ayudarles.
Al llegar los inmigrantes árabes otomanos a Chile (salvo, naturalmente los primeros
llegados, de cuya situación especial ya hemos hablado) a través de las instituciones
mencionadas, los diarios y revistas en árabe, etc., siempre tuvieron un contacto con sus
compatriotas, para mantener su cultura e identidad.
Esta ayuda se ha dado hasta el día de hoy. Como por ejemplo, las más de cien familias
árabes que vivían en campo de refugiados en la frontera Irak- Siria, recién llegados a nuestro
país.
Así nació la “Guía Social de la Colonia Árabe en Chile” del año 1941, la cual es una
compilación de empresas, instituciones, profesionales, familias, revistas, etc. en Chile. Incluye
un verdadero censo con indicación de los nombres de las personas que han llegado a Chile,
donde nacieron, su estado civil, la indicación de cuántos son sus hijos, donde viven, la edad,
el teléfono, si la señora es chilena o no, y sus actividades comerciales y profesiones. Entre los
aportes de este trabajo, hallamos el hecho que demuestra que los árabes no solo vivieron en
415
CHUAQUI, 1995, p.139.
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273
Santiago y, por el contrario, se establecieron en diferentes ciudades, desde Arica a
Magallanes.
Hasta 1941 existían más de cuarenta instituciones árabes en Chile, muchas de éstas
fundadas a inicios de siglo. Por ello se deduce que fueron muchos los inmigrantes árabe-
otomanos en Chile como grande fue la organización de éstos, los cuales se encontraban
esparcidos por toda la larga geografía chilena.
Era muy propio de los otomanos, la creación de obras sociales. Se sabe que los sultanes
como sus mujeres y los hombres más acaudalados solían crear grupos de ayuda a niños,
hospitales, colegios, comedores, fuentes, etc. Cada cien kilómetros se establecían refugios
(Kervansaray) para los que por allí anduvieran y lo necesitasen. Puede considerarse al
Imperio Otomano, como el Estado de las fundaciones y organizaciones de ayuda social. Se
cree que existieron miles de fundaciones y corporaciones. Este carácter influyó a los súbditos
y así los árabes otomanos en Chile mantuvieron ese espíritu. Como se apreciará del listado
siguiente no todas estas agrupaciones tenían por objeto la ayuda de los inmigrantes y sus
familias, sino además la ayuda social a chilenos, la educación, el acercarse a la cultura
nacional, etc. Todo esto demuestra el deseo de adaptarse a la vez que contribuir a la sociedad
chilena, la cual los acogió.
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274
III.5.12.- “CHILENIZACIÓN” DE LOS OTOMANOS
“Sentía nostalgia de las comidas, de la música, de las costumbres de allá (Siria). En
cambio me llamaba poderosamente la atención, la libertad que aquí existía. El hombre
vivía como le daba la gana, sin sujeción a ninguna traba en sus derechos ciudadanos. Y
allá teníamos la tiranía de los turcos, el fanatismo religioso y la opresión triste en que
vivían las mujeres. La religión no era motivo de rencillas ni disgustos”.
CHUAQUI, Benedicto, “Memoria de un inmigrante”
La nostalgia, es un sentimiento que suele acompañar a los inmigrantes. La lejanía respecto de
la tierra, la familia, la música y la cultura en la que se nace, no pueden ser sustituidas
fácilmente por el lugar donde uno se establece.
Como demostración de lo anterior, y refiriéndose a su lectura de “Los Miserables” de
Víctor Hugo, Benedicto Chuaqui quien leyó el libro en español y en árabe, dirá:
“Se me ocurrió que los principales efectos de mis lecturas fueron los de despojarme del
fanatismo religioso y ampliar un poco mi rígido concepto moral.” 416
El escritor Benedicto Chuaqui, tenía su propio diario, donde recomendaba a los paisanos
de América latina “la conveniencia de adaptarse a los usos y costumbres del país que nos
albergaba a fin de no desentonar dentro de la sociedad en que llegábamos a vivir”.417
Los escritores árabes en América Latina luchaban contra la ignorancia de no aprender la
lengua española, deseando que se mejorase ésta. Chuaqui criticaba el uso de nargile en los
locales árabes, pues los chilenos pensaban que era opio o droga. 418
416
CHUAQUI, 1995, p. 120. 417
CHUAQUI, 1995, p.176.
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275
Es interesante indicar que las cosas que inicialmente eran vistas como despreciables o al
menos como difíciles de aceptar, muchos inmigrantes árabes otomanos finalmente las
aceptarán e incluso llegarán a adaptar algunas costumbres chilenas. Esto posiblemente se
debía al carácter acogedor de muchos chilenos, los cuales deseaban hacer partícipes de su
cultura a los inmigrantes.
“Música, comidas, distracciones, que cuando recién llegué me causaban repulsión,
comenzaron a ser lo natural para mí. Más que eso les deseaba…
Sin darme cuenta me había chilenizado en tal forma que ya no era molestia la que
sentía que cuando alguien se expresaba mal de Chile, sino que me acometía verdadero
furor”. 419
Dentro del gran número de familias árabes, la mayor parte eran sirias y dentro de
éstas, la mayoría era de Homs.
Aunque los emigrantes de la primera generación se consideraron ‘eben arab’, o sea,
hijo de árabes e intentaron conservarse unidos, casarse entre ellos, mantener algunas
costumbres sobre todo religiosas, sociales y culinarias, la verdad es que ‘construyeron’ una
nueva identidad unida a su nueva nacionalidad. Tal como la palabra lo indica ‘nació’ en
ellos una persona distinta que ya no era turca, pero tampoco era árabe; esta última la habían
perdido en los cuatro siglos de dominación otomana. ‘Nació’ en ellos el árabe-chileno, el
árabe-americano, dispuesto a jugarse entero para conseguir que su nueva patria se
convirtiera en el mejor país del mundo, el más pacífico, el más libre, el más acogedor, el más
productivo, el más rico y espléndido”. 420
418
CHUAQUI, 1995, p.178. 419
CHUAQUI, 1995, p.180. 420
CHAHÍN, 2001, p.413.
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276
No obstante, el tercer grupo que vino arrancando de la pesadilla del servicio militar al
cual obligaban los Jóvenes Turcos, se encontró en Chile con esta realidad y la imposibilidad
de eximirse, lo cual se debía a las leyes modernas que hacen de dicho servicio una carga para
todo hombre sano y de cierta edad, sea extranjero o nacional. Sin embargo, una inmigrante
árabe otomana que huyó a Chile debido a la exigencia que impuso el Imperio Otomano a
todos los hombres, incluso su marido, a realizar el servicio militar que en aquella época las
luchas habían tomado un color de violencia extrema, se encontrará con la misma dificultad,
pero esta vez con su hijo, y podrá comunicarse con las autoridades máximas de la República.
Su nombre era Nahima y tenía siete hijos y uno de los cuales era varón y que en sus
dichos mantenía a su familia trabajando, incluso llegará a la Casa de Moneda para evitar que
realice el servicio militar. Luego de enviar una serie de cartas, sin obtener respuesta positiva,
se dirigirá a la Casa de Moneda y espera a que se le dé cita con el mismo Presidente de la
República, Pedro Aguirre Cerda, quien dada su insistencia finalmente la recibe y le da lugar a
su petición:
“Antonio recibió la orden de presentarse, pero Nahima dijo simplemente: ‘No; no te
presentarás’, y no valieron los argumentos de los demás ni del mismo Antonio para
convencerla de que era obligación presentarse, de que si no lo hacía sería penalizado por la
ley, y sería mucho peor.
-No es posible que obliguen a un joven que está trabajando para mantener a su madre
viuda y a sus hermanos menores a abandonarlos para hacer el servicio militar; mucho menos
si es para mandarlo a luchar a una guerra que nada tiene que ver con nosotros. El servicio
militar está muy bien para aquellos que desean hacerlo y que tienen padres y medios
económicos y cuya ausencia de casa no quitaría el pan de la boca de sus hermanos. –Nahima
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277
hablaba con indignación -. Hablaré con quien sea, hasta con la máxima autoridad, pero mi
hijo no se alejará de nuestro lado”. 421
El deseo de venir a Amérıca de parte de los primeros árabes otomanos era hacer fortuna
y llevar el dinero a sus países de origen. Al no ser tan fácil el obtener fortuna en poco tiempo,
este proceso se extendió. La caída del Imperio Otomano impediría realizar estos sueños.
Al ser depuesto el sultán Abdülhamid, hubo intranquilidad para los árabes pues los
Jovenes Turcos dictarán nuevas leyes, las cuales no les gustará a aquéllos, pues incluía el
servicio militar, y dado que el Imperio estaba en continua guerra, pensaron en no volver a sus
tierras.
Además, pronto vendrán ciertos hechos que modificarán la historia del mundo: la
Primera Guerra Mundial; la invasión de los franceses e ingleses al Medio Oriente; y la
posterior entrega de Palestina y la creación del Estado de Israel, con las complicaciones que
llegarán hasta el día de hoy y que conocemos bien. Por tanto, al no haber seguridad y
tranquilidad en Medio Oriente, los inmigrantes se quedarán en América y solo
excepcionalmente viajarán.
“Durante los primeros años no pude viajar, pues era pequeño todavía y mi familia no
me mandó pues era un viaje muy largo y no encontraban a nadie que viajara a Palestina
para ir con ellos. Con el tiempo, me puse a trabajar y así fue como comencé una nueva vida
en Chile. A pesar de ello, siempre mantuve contacto con mi familia y escribía cartas
periódicamente. Me casé con una prima. Ya con mi familia formada me pude dedicar a
trabajar. Después de muchos años, en 1960, volví a Palestina. Allí encontré todo muy
cambiado. Me quedé aproximadamente tres meses, pues tenía que volver a trabajar; mi vida
ya estaba hecha aquí en Chile. Además tenía seis hijos que cuidaba mi esposa. Una vez fui a
421
CHAHÍN, 2001, p. 495.
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278
Palestina, esto después de 1980 y volví con mi hermano menor, pero él era diplomático en
Jordania, así que no pudo quedarse conmigo. Después volví en 2002 con mi hija y mi yerno,
descendiente de palestinos también. Así continuó mi vida en Chile”. 422
El regreso definitivo se realizó generalmente en musulmanes, pues la gran mayoría no se
acostumbraron a la vida occidental, a la vez que sus familias continuaban en Medio Oriente, a
diferencia de los cristianos, quienes habían emigrado en grandes cantidades hacia Europa y
especialmente América. Sin embargo, de los inmigrantes cristianos se mantuvo el deseo de
regresar a sus tierras, pero solo lo harán no para establecerse sino para visitar a sus familiares
y recordar su pasado. Esto se deberá a la adaptación lograda por los cristianos otomanos, dado
que había más semejanzas entre éstos y los americanos, que entre los musulmanes árabes y
los americanos. Los descendientes de los cristianos otomanos irán a visitar las tierras de sus
ancestros, pero no para vivir allá sino para conocer la región donde nacieron aquéllos y donde
se encontraban los lugares que siempre les relataban sus padres.
“De toda la familia, prácticamente todos volvieron a Siria, salvo mi padre que decidió
quedarse en Chile. Mi padre era una persona muy tolerante y gentil, era muy querido por los
chilenos. El carácter de mi padre le ayudó mucho para sentirse a gusto en Chile y murió
satisfecho de lo que había logrado aquí en Chile”. 423
Aun cuando no fue habitual, los descendientes de musulmanes a veces deseaban
quedarse en Chile.
“Mi familia es musulmana, y yo nací en Chile. Mi padre me educó como musulmán.
Después de la II G.Mundial, mi padre quiso llevar a toda nuestra familia a Siria para vivir.
Fui el único de la familia que no se pudo adaptar a la vida de allá, a pesar que mi padre y mi
422
Entrevista realizada a Muhammad Osmán, en el mes de abril de 2007. 423
Entrevista realizada a Abdalah Amador Fajreldin Rosales, el 21 de junio de 2008.
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279
madre deseaba que me casara allá con una musulmana, que aprendiera árabe. Esto fue en
los años 40. Estuve como 6 años, y a pesar que lo intenté sinceramente no pude adaptarme,
pues me sentí chileno, y por ello finalmente volví a Chile, a pesar del enojo de mi padre”. 424
La mayoría de los inmigrantes árabes otomanos en Chile, a pesar de sus deseos no
alcanzarán a viajar a sus tierras, ya sea por motivos económicos o cuando no obstante tener
los medios suficientes no podrán hacerlo por los acontecimientos bélicos que se sucederán
desde la caída del Imperio. A ellos una gran nostalgia los acompañará por el resto de sus días.
Otros simplemente se adaptarán totalmente a nuestro país, por lo cual no desearán volver a
Medio Oriente.
Los inmigrantes árabes otomanos luego de la salida de las tierras otomanas fueron
verdaderamente inmigrantes. La primera generación al dejar sus hogares, y después de varios
años, incluso décadas, al retornar a sus antiguas tierras veían una realidad distinta, no siendo
parte de ningún lugar. No se olvide que por muchos años no se podía viajar debido a los
problemas de la caída del Imperio Otomano, luego la llegada de la Primera Guerra Mundial,
la invasión europea, lo que ponía en riesgo la vida de quien deseara viajar al Medio Oriente.
Ya no existía Imperio Otomano, los inmigrantes árabes otomanos quedaron sin patria, al
igual que otros otomanos, como la misma dinastía otomana, la que siendo el año 1924 solo
155 personas425
, fueron exilados en menos de cuarenta y ocho horas los hombres y una
semana las mujeres, teniendo prohibición de volver a Turquía. Así se cerraba una época del
Gran Estado Otomano.
424
Entrevista realizada a Abdala Mustafa Paez, en Octubre de 2008, en Santiago de Chile. 425
BARDAKÇI, Murat, Osmanlı Hanedanının Sürgün ve Miras Öküsü (La historia del exilio y de la herencia
de la dinastía otomana), Inkılap, Istanbul, 2008, prólogo.
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280
III.5.13.- PRIMERA LITERATURA DEL INMIGRANTE ARABE OTOMANO EN
CHILE. UN CASO DE ADAPTACIÓN
La presencia cultural árabe en Chile llega a través de los conquistadores
hispanos, quienes en el momento de pisar suelo de América en 1492 llevaban cerca
de 800 años de convivencia con los árabes; así, los soldados de la conquista traían en
su cultura el influjo de los árabes.
CHAHUAN, Eugenio, “Presencia árabe en Chile”
Cuando llegaron los árabes a Chile, aunque en muchos casos eran pobres sin embargo
portaban una cultura milenaria, expresada entre otras cosas en la literatura.426
Herencia arábiga traída con los conquistadores en su sangre, en sus rostros moriscos,
en sus nombres: Alcazaba, Almagro, Alderete, etc. Y la cual podemos comprobar en su
vestimenta y atuendo del huaso chileno, en la ornamentación de sus estribos y espuelas
pletóricas de arabescos, en su forma de cabalgar a la jineta, en sus juegos y alegrías, en el
romance español conocido con el nombre de corrido, al igual que en el Andaluz.427
El Imperio Otomano sabía de esto, y, por ello siempre fueron respetados los árabes y su
cultura, de la cual los otomanos se sentían incluso orgullosos. Tan cierto es lo que
mencionamos que no obstante estar dentro del Imperio desde 1516 a 1917 (es decir, cuatro
siglos) jamás los árabes perdieron la identidad expresada en su idioma y literatura; los cuales
426
Mas aun, en el caso de nuestros país, donde un 33% de los hispanos que llegaban a chile provienen de
Andalucía, tierra que fue el ultimo bastión árabe, región de la península que constituye el centro esencial entre
los árabes y los Hispanos. (CHAHUAN, Eugenio, Presencia árabe en Chile, Revista chilena de humanidades,
nª4, Universidad de Chile, Santiago, 1983, p.39). 427
CHAHUAN, 1983, p.40.
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281
una vez llegados a América las continuaron y enriquecieron aun más, mezclándolas con la
literatura de estas tierras. Así surgió una nueva literatura, como veremos más adelante.
Tal era la preocupación por mantener viva la cultura, que ya en el mes de noviembre de
1912 se lanza un periódico árabe en Chile, llamado Al Murched (Guía)428
, el cual en su
primer número hacía una verdadera declaración de principios:
Después de agradecer a Alláh, aquí estamos editando el primer número de nuestro
periódico “Al Murched (Guía)”. Es el primer periódico árabe que se edita en la República de
Chile y lo hacemos después que hubo en nuestro camino muchos impedimentos, siendo el
más importante el robo de la caja de letras árabe, hecho ocurrido durante la pequeña
distancia que transita el tren que va desde Valparaíso a la capital, Santiago. Llegaba con
otras dos cajas de Beirut a Valparaíso. Esto pasó después que preparamos todo lo necesario
para la imprenta. Perdimos la caja y nos atrasamos en editar el periódico hasta ahora y
además estuvimos obligados a hacerlo en este tamaño actual, lo que no era la intención
acordada. En el futuro, al recibir las letras necesarias y suficientes lo regresaremos, si el
Señor quiere, al tamaño más grande que se planificó y éste con el apoyo de los honorables
lectores, quienes al aumentar su número, harán mejorar el periódico. 429
Cabe hacer presente que solo los nombres de los meses que se señalan en este periódico
son otomanos, aunque el tipo de letras de la imprenta era árabe. Algunas palabras de uso
común en otomano (como, por ejemplo, “Efendi”) también son usadas en Al Murched (Guía),
pero es excepcional.
Se indica además que se cuenta con escasos medios económicos:
428
Al Murched, Fue editado en Santiago en la imprenta del mismo nombre, durante los años 1912-1917, y llegó
a publicar 217 números. 429
Al Murched Nº1, 2 de noviembre de 1912, Imprenta Al Murched, Santiago de Chile.
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282
“Nuestros lectores saben también de nuestra falta de financiamiento y escasez de
escritores”. 430
Y se insiste en el carácter benigno de la literatura para la sociedad:
“Como es sabido, la prensa es la lengua de un pueblo en todos sus asuntos.
En ella se dibujan sus pensamientos, sus objetivos y se afirman sus pruebas, sus
decisiones y publicándolos dejan sus huellas y sus noticias a países y tiempos lejanos. Ella
le enseña sus deberes hacia su Señor y si mismos, hacia su patria, apoya sus universidades y
une sus tradiciones, le da conocimiento sobre el estado de los otros países en sus desarrollos,
sus viajes y así se engrandece su conocimiento y se elevan sus metas y los hace orgullosos a
través de los siglos.
Cada pueblo cuando ve como el conocimiento se divulga, siente la necesidad de tener
periódicos y revistas y se involucra en editar y esparcir noticias, teniendo en mente el “temor
de Alláh”, que es la razón de la sabiduría y ciertamente “Su apoyo”, que es el verdadero
conocimiento y tener como intención solo la marcha vigorosa para alcanzar un desarrollo
literario verdaderamente elevado, mejorar su condición y sentir la dulzura de la vida y
entender su significado. De lo contrario, mejor eliminarlos”. 431
Se manifiesta el deseo de comunicarse y unirse al pueblo chileno.
“Nuestra querida comunidad que vive en esta República por el hecho de estar en un
medio desarrollado desea convivir con los pueblos civilizados, educados, que se informan a
través de sus periódicos nacionales, observando los periódicos franceses, ingleses y
alemanes, etc. se dio cuenta últimamente y sintió la falta y la necesidad de tener una revista
430
Al Murched Nº1, 2 de noviembre de 1912, Imprenta Al Murched, Santiago de Chile. 431
Al Murched Nº1, 2 de noviembre de 1912, Imprenta Al Murched, Santiago de Chile.
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283
en el idioma árabe. La ayuda financiera vino de uno de nuestros grandes negociantes, el
honorable El-Hamém Yerís Efendi Ebu Hirmas, lo que permitió su fundación, la obtención de
la impresión y la edición de esta revista árabe a la disposición de la comunidad con la
intención que sea literaria y la cual apreciará a todos los miembros, sin prejuicios de
creencia y/o inclinación. El prometió su ayuda financiera -que Alláh lo proteja y aumente la
gente de su clase-. Aceptamos su propuesta con alivio y nos animamos a empezar el trabajo
conociendo nuestros límites y el poco tiempo que tenemos, pero queriendo solamente el
beneficio común, nos lanzamos a la acción contando con Alláh Quien tiene en Sus manos las
riendas de los asuntos, decidimos que el tema sea literario y llegue a la mayoría. Esperamos
que complazca a los honorables lectores y que nos acepten y Alláh es nuestro apoyo”. 432
Periódicos como éste eran financiados por los mismos hombres de la comunidad
inmigrante en Chile, e incluso sus redactores y quienes hacían la publicidad. La vida de estos
diarios no era muy larga debido a que al estar escritos en árabe no podían contar con apoyo de
los chilenos para la publicidad. Después se irán haciendo más amplias y cercanas a la
comunidad nacional, y así Al-Watan (La Patria), incluye más avisos en español, mientras que
Al Murched (Guía) solo lo hacía con los títulos de los avisos o nombre de las empresas, pero
no el aviso mismo; y en los años 30 con Islahad (La Reforma) casi la mitad de los textos
estarán en español. De los textos en árabes editados en Chile y que están en los archivos y
bibliotecas principales de Santiago de Chile, pudimos tener acceso a los siguientes: Al
Murched, Aschabibat, Al Watan e Islahad; pero otras fuentes señalan además otros
periódicos, como Al Munir y Al Hadi. En español, en los primeros cincuenta años del siglo
XX destacan La Reforma, Mundo Arabe y Jeque. 433
Otros periódicos publicados en la
432
Al Murched Nº1, 2 de noviembre de 1912, Imprenta Al Murched, Santiago de Chile. 433
Los dos primeros los pudimos revisar en Biblioteca Nacional; el tercero, “Jeque” solo supimos saber de su
existencia gracias a las entrevistas que realizamos, pero sin poder verlo.
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primera mitad del siglo XX son: Oriente, Mundo Árabe, Boletín Árabe, La Moderación, El
Orden, Aschabibat y El Joven Ortodoxo.
Muchos serán los escritores de origen árabe que han vivido en Chile y que han dado un
real aporte al panorama literario nacional. Entre ellos se destacan poetas, novelistas,
dramaturgos, ensayistas, y periodistas.
A continuación daremos un listado de ellos:
Benedicto Chuaqui Kettlún ( 1895 – 1970 )
Moisés Mussa Battal ( 1900 – 1982 )
José Auil Hanna ( 1900- 1982 )
Raúl Yazigi Jauregui ( 1908 – 1966 )
Salvador Yanini Paulo ( 1910 )
Alejandro Chelén Rojas ( 1911 )
Amador Neghme Rodríguez ( 1912 – 1987 )
Andrés Sabella Gálvez ( 1912 )
Roberto Sarah Comandari ( 1916 )
Abraham Hirmas Riade ( 1916 – 1988 )
Mahfud Massis ( 1916 )
Guillermo Atías Martín ( 1917 – 1979 )
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Emilio Mohor Zummers ( 1920 )
Waldo Atías Martín ( 1920 – 1978 )
Eduardo Abufhele Halabi ( 1926 )
Hernán Tuane Escaff ( 1927 )
Farid Metuaze Gazale ( 1929 )
Matías Rafide Batarce ( 1929 )
Walter Garib Chomali ( 1933 )
Raúl Hasbún Zaror ( 1933 )
Sergio Bitar Chacra ( 1940 )
Miguel Littin Kukumides ( 1942 )
Naín Nómez ( 1946 )
Jaime Hales Dib ( 1948 )
Fernando Lolas Stepke ( 1948 )
Diamela Eltit González ( 1949 )
José Dedes Pacheco ( 1951 )
Farid Hidd Nassar ( 1952 )
Teodoro El-Saca Aboid ( 1958 )
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Félix Elías Pérez ( 1930 )
Luis Zaror Cornejo ( 1943 )
Norman Merchak Apse ( 1935 )
A los anteriores, se suman algunos escritores que lo hicieron en lengua árabe:
Jean Zalaquett Hachaín ( 1913 - 1976 )
Mary Yanni de Atala ( 1890 – 1975 )
Abraham Atala Zacur ( 1890 – 1984)434
A raíz de nuestra investigación, hemos encontrado a tres escritores que no han sido
mencionados en el libro de Matías Rafide y que son de importancia:
Eugenio Chahuan Chahuan
Edith Chahin Curi
Reinaldo Sapag Chahin
Todos estos escritores enriquecerán la literatura chilena, y no solo en nuestro país, sino
en todo el mundo tal como ha sido reconocido en varias ocasiones, como por ejemplo lo
sucedido con el célebre poeta Khalil Gibran en Estados Unidos.
434
Información extraída del Índice del libro de RAFIDE, Matías, Escritores Chilenos de Origen Árabe. Ensayo y
Antología, Santiago, Instituto Chileno-Árabe de Cultura, 1989.
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III.5.14.- ENCUENTRO Y COMUNICACIÓN CON EL IMPERIO OTOMANO DE
PARTE DE LOS SÚBDITOS OTOMANOS EN CHILE
Según nuestra investigación en los archivos del Imperio Otomano y en los de Chile, como en
las entrevistas realizadas y memorias de inmigrantes árabes otomanos, siempre hemos
encontrado una comunicación entre éstos y la Sublime Puerta. Era lógico, normal, dicha
conexión pues eran miembros del Imperio, tenían su familia allá y parte de su propia historia.
Es más, casi a un siglo de la caída de dicho Estado, aun existe mucha gente (no sólo turcos)
que sienten simpatía y amor a este Imperio y definen como parte de su identidad el ser
otomanos. Veremos que el encuentro y comunicación con el Imperio Otomano seguía en
América, y por tanto en este capítulo se tratará acerca de ello, considerando las noticias,
documentos y entrevistas respectivas.
“La América, tierra de libertades, tierra henchida de promesas que se alzan como una
enseña hacia el porvenir, ha acogido en todos los rincones de su dilatado territorio al pueblo
árabe, con simpatía, con afecto y con fe en su esfuerzo en cuanto se alude a lo que éste rinde
en reciprocidad humana, en fuerza productora y creadora, ya sea en la industria, en el
comercio, o en las actividades del espíritu y así podemos afirmar con satisfacción que se
cuentan por miles en el territorio americano los descendientes árabes coadyuvan con el
aporte de su talento y de su perseverancia a enaltecer y honrar el espíritu de nuestros
antepasados.
(En Chile) los árabes se han adaptado en tal forma, que no solo sus hijos son chilenos
sino que también ellos por el pensamiento y el corazón”. 435
435
MATTAR, 1941.p.6
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A diferencia de lo que se suele decir de manera reiterada, los súbditos otomanos en
Chile no siempre eran críticos del Imperio Otomano, lo cual se demuestra no solo en que
mantuvieron comunicación con la Sublime Puerta, sino que estaban además atentos a lo que
ocurría en el Imperio, e incluso se sentían aun estando en Chile como parte del pueblo
otomano, haciendose partícipes de la problemática que vivía el Estado Otomano.
a).- PREOCUPACION OTOMANA RESPECTO DE LOS SUBDITOS OTOMANOS
EN CHILE
Primero de todo, hay que señalar que el Imperio Otomano siempre estuvo atento y
preocupado por lo que ocurría en Medio Oriente, tal como se ha mencionado anteriormente.
Como se recuerda, el embajador otomano en Argentina enviaba información a todos los
súbditos otomanos para que se mejorasen las condiciones de quienes pensaban viajar a
América, Ello por cuanto lo que deseaba el Imperio, era que sus miembros estuvieran bien en
sus propias tierras, pero considerando que era un periodo donde gran parte del mundo
deseaba migrar. En vez de prohibir la migración y dado que el Imperio sabía que no podía
hacer esto, apoyó a los inmigrantes, pues también era consciente de las dificultades
económicas, la atracción de Occidente, y la intervención constante y que iba en aumento de
parte de las potencias europeas en Medio Oriente.
Prueba de ello son las políticas generales del Imperio, como por ejemplo las expuestas
en el tratado celebrado con Brasil (1854) y el tratado con Argentina (1872). En ambos se
manifiesta que no solo eran motivaciones económicas las que llevaron al Imperio Otomano a
realizar pactos o acuerdos internacionales, sino que también hubo intereses de protección a su
población en las tierras del Nuevo Continente. El caso de Haití, que ya estudiamos, demuestra
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289
a su vez la constante preocupación de parte del Imperio, incluso cuando la población era
minoritaria. Lamentablemente y al no haber cónsules propios, el Imperio debía recurrir a
Francia, la cual en ocasiones no mostraba ayuda al gobierno otomano. Esto dejaba en una
situación de clara desventaja a los otomanos que vivían en ciertos países de América y se
planteaban el porqué su país no los ayudaba. También se demuestra en el deseo que tenía el
Parlamento Otomano (1913) de establecer consulados para los súbditos cuando en el lugar
hay más de 150.000 de éstos.
Respecto de nuestro país, existe un tratado bilateral entre Chile y el Imperio Otomano,
de fecha 10 de Marzo 1913, que se ha mencionado anteriormente, y que da cuenta del acuerdo
de establecer un consulado en Chile. Posiblemente ello no se concretó, debido a que ya había
problemas internos en el Imperio que desembocarán en los Jóvenes Turcos, surgían graves
inconvenientes en los Balcanes, y pronto vendría la Primera Guerras Mundial.
Además hay una la carta del Sultán protegiendo a los otomanos en la Guerra del
Pacífico, fechado 27 de Octubre de 1884, y donde está la solicitud de los súbditos otomanos
al Estado Otomano para que intervenga ante el Gobierno Chileno para que se respeten y
protejan los derechos de quienes resultaron damnificados en la Guerra del Pacífico.
La respuesta dada por el Gran Visir es del tenor siguiente: “A Su Majestad el Gran
Sultán. Ya hemos empezado a averiguar en la zona cuantos damnificados hay, cual es el nivel
de daño que tienen y en qué lugares específicos están concentrados. Pronto le vamos a
entregar los datos más precisos a Su Majestad, el Gran Sultán.436
Pero también, existía una preocupación que incluso se refería a los individuos, a los
súbditos considerados de manera personal.
436
BAŞBAKANLIK OSMANLI ARŞIVI (BOA), HR.SYS.-53-13.
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290
Un caso en nuestro país (1892) es el de la protección a una mujer que en Valparaíso fue
obligada a la prostitución. Tal será el respeto por la mujer en el Imperio, y que de verdad
pensamos difícil de hallar en otros casos. Si uno analiza los documentos referidos al caso,
verá que hay un buen trato hacia ella, a tal punto que no se menciona su nombre civil, sino
solo se dan datos para ubicarla. Tampoco se da el calificativo de “prostituta”. Todo lo anterior
para que una vez volviese la mujer a su lugar de origen pudiera vivir tranquila y sin deshonra.
b).- MANTENCION DE LA IDENTIDAD OTOMANA ENTRE LOS ARABES EN
CHILE.
El Imperio Otomano tuvo su origen, lengua, ejército y autoridades esencialmente del
elemento turco. Pero, debemos recordar que los turcos una vez que conocieron el Islam, lo
adaptaron muy bien a su identidad, e incluso aprendieron esta religión de los árabes y los
persas. La influencia de estos dos pueblos en la identidad otomana fue clave, como ocurrió en
el caso de los católicos latinoamericanos, quienes aun cuando poseen su identidad fundada en
estas tierras, han tomado la fe de Europa y previamente de Asia. La permanencia de nexos
entre turcos, persas y árabes hizo que hubiera agregados culturales y por la enseñanza
islámica los turcos no intentaron modificar la cultura árabe o persa. Y si hubo intercambios
culturales, éstos se dieron de manera natural. El vivir muchos siglos juntos (desde el siglo IX
hasta inicios del siglo XX) hizo que existieran ciertos cambios en la identidad árabe, pero no
muy profundos. Además, como hemos hablado, el mundo occidental al conocer al Imperio
Otomano como un gobierno islámico y turco, en Europa la identidad musulmana fue vista
como “turca”. Entonces, en los primeros encuentros entre los árabes otomanos que llegaron a
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291
Chile y los chilenos, a estos últimos les costó comprender que la mayoría de estos árabes
otomanos no eran musulmanes. Rompían así un esquema.
Hubo árabes otomanos cristianos en Chile que dada la discriminación que sufrían,
preferían usar el calificativo de turcos.
Ciertas costumbres que se daban en el Imperio Otomano, como los cafés (kahvehane;
kiraathane) entendidos estos los lugares donde los hombres se reunían a conversar sobre
problemas como la política, la religión, ayuda social, etc. y donde fumaban nargile (el cual se
relaciona mucho con los árabes), tomaban té, generalmente, algunas bebidas y otros café turco
(el cual era más lujoso que los anteriores), jugaban taula (antiguo juego griego que los árabes
hicieron famosos), se exponían telas, se conversaba sobre posibilidades laborales, etc. No se
sabe con certeza el origen de estos lugares (pues varios elementos constituyentes provenían de
los árabes, o de los turcos, o de los judíos sefardíes o de los griegos), pero sí hay acuerdo que
es un elemento importante de la identidad otomana.
Esta costumbre será llevada a América por los árabes y judíos otomanos, y entre todos
los otomanos (turcos, judíos, árabes). Hay mucha información al respecto, donde se
demuestra que estas etnias trajeron al Nuevo Continente estos importantes centros de
comunicación y contactos.
En Argentina - el primer paso de los árabes otomanos que han llegado a Chile- hubo
muchas casas de café otomano. Estos lugares les ayudarían, pues eran centros de reunión
entre los paisanos y donde se dirigían los otomanos recién llegados.
Esto nos muestra que en Chile se conservaron algunas de las costumbres principales
de la sociedad otomana. Otra que también debemos señalar, es el empleo de la voz
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292
“Efendi”437
. El significado de ella es “señor”; es palabra otomana y no árabe, pues este idioma
utilizaba la voz “Seyyid”, equivalente a nuestro “don”. Los árabes otomanos en Chile
mantendrán este uso entre sus paisanos, tanto en el lenguaje hablado como escrito. 438
Esta
palabra fue usada muchos siglos en el Imperio Otomano, en todas partes, no sólo en la zona
árabe. Cuando entrevistamos al señor Pedro Abdala Mostafa Paéz439
este comentó que
“efendi” no es una palabra árabe. Según él, aunque su origen es desconocido (posiblemente
vendría de Egipto) se usó en toda la zona árabe otomana. Hasta el día de hoy se sigue
utilizando tanto por turcos como por árabes.
También se puede indicar el uso del fes. Este gorro típicamente turco, fue obligatorio
durante Tanzimat. Luego de la Revolución Francesa, los Jóvenes Otomanos deseban evitar el
nacionalismo europeo y el laicismo, por lo cual desearon crear una identidad propia a través
de lo que se llama “otomanismo”. Era solo obligatorio para los funcionarios públicos; pero la
gente por simpatía empezó a utilizarlo. El fes era un signo distintivo del Imperio. En un siglo
desde su establecimiento, el fes se hizo famoso en todo el mundo como “gorro turco”; de la
misma manera que la chupalla es característica de la identidad chilena. Podemos ver que una
gran cantidad de los inmigrantes árabes otomanos, y también los judíos, que llegaron a
América utilizaron este sombrero.
En cuanto a la identidad de la comida, sabemos que el café turco forma parte
importante de aquélla. Ciertas investigaciones señalan que el café tendría por origen Etiopía, y
su mayor fama fue durante el Imperio Otomano. Se tomaba en las casas y negocios. Los
otomanos lo usaron mucho, por lo cual empezó a ser parte de la identidad otomana.
437
En entrevista sostenida con Sami El Mustawi, el 20 de febrero de 2008 nos dijo que respecto al término
“Efendi” era palabra que significaba “maestro”, “profesor”, aunque no era usada en zona árabe con la
significación de “señor”; pero luego de la llegada de los otomanos a dicha región pasó dicho significado. Más
usual para señor en árabe es la palabra “seyyid”. 438
Véase, por ejemplo, el diario Murched Nº1, 2 de noviembre de 1912, Imprenta Al Murched, Santiago de
Chile. 439
Hijo de inmigrante árabe otomano, nacido en Chile y que viviera cerca de diez años en Siria. Al volver se ha
dedicado a la enseñanza del árabe a los diplomáticos y personalidades de nuestro país.
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No hay que olvidar el famoso asado de los inmigrantes árabes otomanos que han
hecho famoso en América, el shawarma440
o Döner kebap (en turco actual). Hay que
mencionar que la palabra shawarma no tendría etimológicamente una raíz árabe; sin embargo,
suena muy parecida a la palabra turca çevirme (que se pronuncia como chevirme, y que
significa girar), por lo cual es muy posible que su real origen sea otomano. No podemos
definir el origen de las comidas otomanas; pues como hemos mencionado antes, cada comida
tomó mucho de los distintos pueblos que vivieron en el Imperio. El shawarma es comido
frecuentemente incluso hoy, existen muchos restaurantes árabes que lo tienen como plato
principal, y lo presentan como parte de la cultura árabe; sin embargo, de conformidad a
nuestra investigación su origen es otomano.
Es conveniente hablar sobre el juego llamado taula (semejante a la “dama”, que se
juega en una tabla con piedras de dos colores, que requiere el uso de los dados para poder
avanzar), el cual es mencionado en las memorias de los inmigrantes árabes otomanos. Se usó
mucho en los kıraathane, y también en las casas, salidas de los negocios. Fue otra costumbre
otomana. Según la investigación que hemos realizado, su origen es griego. Hasta hoy, casi
todas las familias descendientes de árabes otomanos lo tienen en sus casas. Podemos ver en
las memorias de los árabes que cuando se juntaban con sus paisanos o amigos jugaban la
taula.
Otra tradición otomana es el nargile, cuyo origen posiblemente es la India. Pero, por la
cultura de kiraathane fue reconocido como algo propiamente otomano. Se usó mucho en
ciertas zonas, como Egipto, país que al pertenecer al Imperio fue conocido por otomano.
Inicialmente era un hobbie de la clase adinerada; pero en el Imperio Otomano se popularizó,
de allí que todos los millets del Imperio Otomano lo usaran frecuentemente, ya sea en sus
440
En entrevista sostenida con Sami El Mustawi, el 20 de febrero de 2008, nos señaló que esta palabra
Shawarma es de origen otomano, y parte de la cultura otomana, la cual se trasladó a la cultura árabe.
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casas, negocios, etc. Y los inmigrantes árabes otomanos al igual que las otras tradiciones, lo
han seguido utilizando como una imagen de su patria, sin dar cuenta que era propio de la
identidad otomana.
Todos estos elementos o costumbres que llegarán a América a través de los árabes
otomanos, son parte de la identidad otomana. Tenían por objeto acercar a las personas,
unirlos, y crear lazos de sociabilidad.
Mustafa Kemal Atatürk cuando fundó la República de Turquía hizo profundas
reformas para mostrar al mundo la existencia de un nuevo país que no depende de una
dinastía, e hizo muchos cambios en la vida social, la cultura, las leyes. El pueblo era turco-
otomano; pero, Atatürk deseaba cambiar dicha identidad y crear una nueva. Ello porque se
deseaba crear un nuevo sistema político, por lo cual era lógico que se modificasen los
aspectos imperiales antiguos. Pero nos interesa estudiar los primeros cambios profundos, en
relación a nuestro tema; como por ejemplo, la eliminación del Sultanato; abolición del
Califato; prohibición del fes y algunos accesorios de la vestimenta que era usada por los
otomanos; uso de algunas palabras como “efendi”, “bey”, etc. Es decir, una depuración de la
lengua donde quedaran solamente las palabras de origen turco. Todos estos cambios nos dan
una idea que Atatürk deseó crear una nueva identidad, rechazando los símbolos, palabras y
recuerdos otomanos. El apego a las costumbres señaladas en América y Chile, nos muestra
que los inmigrantes árabes otomanos deseaban permanecer y conservar la identidad otomana.
Según lo que hemos podido recabar, los inmigrantes árabes otomanos han conservado
su identidad propiamente árabe y otomana. Por supuesto que ellos eran étnica y
lingüísticamente árabes, pero esto también debido a la dinastía otomana, la cual les protegió
durante cinco siglos. Todas estas costumbres que hemos mencionado más arriba, no podemos
decir que pertenecían únicamente a los turcos, o a los árabes, etc. Pero sí hay algo claro: que
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fueron parte de la cultura otomana y que gracias a ésta tomó la forma con la que se conoce
hoy.
A fin de demostrar mejor el hecho que los primeros inmigrantes árabes otomanos se
sintieron parte de la Sublime Puerta, aun durante su caída, y el orgullo de participar en dicho
imperio, daremos cuatro interesantes casos que ayudarán a nuestra tesis.
El primer caso se referiere a las cartas de los súbditos otomanos en Antofagasta. Con
fecha 6 Octubre de 1911 los súbditos otomanos de la ciudad de Antofagasta envían un
telegrama de apoyo al Sultán Mehmet V (Reshad), debido al triunfo obtenido en la batalla de
Trípoli (Libia, África del Norte) frente a la fuerza naval italiana. La victoria otomana derivó
en gran alegría en los otomanos de todo el mundo. Se debe resaltar que el presente telegrama
es un ejemplo de la solidaridad de los pueblos otomanos repartidos en todo el mundo que
incluso en un periodo de decadencia aun se sentían súbditos del Sultán Otomano.
Otra situación que revela el sentimiento de fidelidad al Imperio Otomano, dice relación
con la celebración de las fiestas patrias chilenas conjuntamente con las reformas realizadas en
el Istanbul. Chuaqui nos relata que en 1910, al morir el Presidente de Chile, don Pedro Montt,
los árabes otomanos en nuestro país quisieron rendir un homenaje.
“Surgieron, con este motivo, algunas dificultades pues muchos querían que se ofreciera
esta ofrenda a nombre de los sirios, y el otros eran partidarios que se hiciera en calidad de
otomanos”.441
En 1911 los árabes otomanos celebran además de los primeros 100 años de vida
republicana de Chile, la revolución de los Jóvenes Turcos y de la posterior Constitución. Es
interesante hacer constancia que no obstante celebrarse la fiesta de su nueva patria, sin
441
CHUAQUI, 1995, p.148.
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296
embargo aun mantienen el sentimiento otomano por el cambio de política, la reforma
otomana, que parecía presentarse con nuevos aires y más esperanza:
“Al año siguiente en una fiesta celebrada por mis paisanos, para conmemorar la
revolución de los Jóvenes Turcos, que obtuvieron la implantación de una Constitución en el
Imperio Otomano”.
Posteriormente, se erigirán dos estatuas conmemorativas del centenario de la
Independencia de Chile. Y allí se aprecian dos grupos. Luego de la discusión, se hizo dos
monumentos para celebrar el centenario de vida republicana.
“Una de ellas, de parte de los sirios, representaba a la Republica y se ubico en el cerro
Santa Lucia. La de los otomanos fue un monumento a Manuel Rodríguez, que se erigió en la
Plaza de la Estación Mapocho”.442
Los inmigrantes árabes otomanos para unir a sus compatriotas y comunicarse, desde
muy temprano de la llegada a Chile, han traído su imprenta desde Beirut, e imprimieron sus
diarios en Santiago. En estos se muestra que hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, es
decir hasta los últimos dias del Imperio Otomano en estos diarios aparece que usaban la
palabra “otomano” en la información como en sus negocios. También la denominación de los
meses del año no se hacía en árabe sino en otomano.
442
CHUAQUI, 1995, pp.-148-149.
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Fig.23.-Primer diario editado en Chile por los árabes otomanos “Al Murched, 1912-1917” que da cuenta de la
identidad otomana.
En la figura 23 se aprecia el nombre de la empresa “La Casa Otomana” de Hirmas
Hnos. y “La Otomana”, fábrica de perfumería en general de F. Salomón. En ambos casos, se
usa la palabra “otomana”, lo cual demuestra la identificación de los inmigrantes árabes con el
Imperio Otomano. Es fundamental agregar que ambas empresas eran las más importantes en
Chile que tenía la comunidad árabe otomana. No sabemos cuántas sociedades o negocios han
usado el término otomano, pues no todas podían pagar publicidad en los diarios; ni podemos
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generalizar que todos los inmigrantes árabes otomanos se sentían parte de la Sublime
Puerta.443
En el siguiente caso, se apreciará aun más este sentimiento. Los diarios de los
inmigrantes otomanos en Chile estaban al tanto de las noticias referidas al Imperio,
especialmente en relación con las guerras en los Balcanes y la de Libia, y las reformas que
estaban realizando los Jóvenes Turcos, etc.
Prueba de ello, es lo contenido en el diario Al Murched (Guía):
Londres:
Los Cónsules de los países extranjeros en Siria piden a sus gobiernos con insistencia el
envío de tropas para proteger a las comunidades extranjeras y a los cristianos por ser
destinados a todo maltrato y a la humillación. 444
Londres:
Envió el gobierno Francés tres buques que son “León Gambetta”, “Víctor Hugo” y
“Jules Ferry” para proteger a los extranjeros en Siria. 445
Atenas:
Envió su Excelencia el Rey (El Yúnén) de Grecia telegramas anunciando que el ejército
griego está bajo el mando del príncipe Constantino quien ocupó a Selúnike (Salonika) y que
Su Excelencia está viajando en un tren privado. 446
Washington:
443
Diario Al Murched, Santiago, mes de noviembre 1912 año 1 444
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1. 445
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1. 446
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1.
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299
Envió los Estados Unidos dos buques militares a las aguas Otomanas para proteger a sus
compatriotas. 447
París:
El rumor es que Austria no permite a los serbios que le tomen el puerto sobre el Mar
Adriático y que anexa a Albania y que está lista para luchar. 448
Londres:
Los búlgaros están listos para atacar Dardanelo y por eso los ejércitos unidos (Grecia,
Serbia, Bulgaria, Montenegro) avanzan de todos lados para unirse a ellos y cercarlos. 449
Istanbul:
El Qáid Nezim Paşa dijo que seguiremos la guerra mientras tengamos una alma viva y
así harán los oficiales y todo hombre de libertad. 450
El periódico Iani Ghamëzït anunció que Europa puede violar los tratados cuando quiera,
pero no podrá eliminar el Qur’án y tampoco eliminar la historia de Benu’Uthmén o los
descendientes de los Otomanos.451
Otro tema que se ha mencionado en un título anterior, pero que es conveniente
profundizar pues es una realidad de los inmigrantes árabes que han encontrado en el Nuevo
Mundo, es decir los “turcos” en América Latina. Hemos intentado explicar la razón de porque
se les llamaba, y aun, “turcos” a los árabes otomanos. Esto se debe al gran tiempo que
vivieron juntos ambos pueblos como a la religión islámica (el 80% de los árabes son
447
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1. 448
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1. 449
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1. 450
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1. 451
Información extraída del diario Al Murched de fecha 2 de noviembre de 1912, número 1.
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musulmanes, y el 95% de los turcos lo son). Por lo cual se puede decir que ambos son parte de
la misma familia. Estas dos etnias tuvieron antecedentes, se conocieron antes que los otros
grupos y pertenecían a la misma religión. Los cristianos árabes eran ortodoxos, y quien los
protegió hasta inicios del siglo XX era el Imperio Otomano. Por supuesto que hubo conflictos,
pero especialmente al fin del Imperio; pero no se deben separar ambos grupos como si fueran
enemigos. Esto explica el porque ambos pueblos son aun identificados como la misma familia
en América y porqué la separación entre los turcos y los judíos, los griegos y los armenios fue
fácil. Hasta el día de hoy se los sigue llamando “turcos” en Chile y el resto de América.
Detrás de esto hay algo importante, y es que ambos pueblos han vivido en paz, y que en el
tiempo en que existió Imperio no hubo ataques o racismo de parte de los turcos hacia los
árabes. Es más, siempre se los respetó e integró en la sociedad. Esto fue mutuo. Los últimos
años del Imperio, tal como se ha hablado, hubo algunos errores de administración, pero que
jamás fueron intencionales sino que se originaron por la sobreprotección e intervención de las
potencias extranjeras. Es más, luego de la caída del Imperio, muchos miembros de la dinastía
otomana debido al exilio, fueron a distintos países, especialmente las nuevas naciones árabes,
las cuales los recibieron muy respetuiosamente. Es más, incluso en Egipto las princesas
otomanas se casaron con príncipes de dicho país. No es casual que la mayoría de los
miembros de la familia otomana vivieron en Siria, Jordanía, Libano y Egipto. El último sultán
oficial del Imperio, Mehmet Reşad, falleció en Francia y como todavía habia prohibición de
entrar a la Turquía, El Gobierno Turco no permitió la realización de su funeral en dicho país,
a pesar que era la voluntad de aquél antes de morir, los sirios permitieron su funeral y le
dieron como honor sepultar su cuerpo en una de las mezquitas más importantes de Siria, y
esto a pesar que este país estaba bajo el dominio francés.452
Asi que los paises arabes después
452
Para mas información vease: BARDAKÇI, Murat, Osmanlı Hanedanının Sürgün ve Miras Öküsü (La historia
del exilio y de la herencia de la dinastía otomana), Inkılap, Istanbul, 2008.
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de la caida del Imperio Otomano hicieron sus tareas finales fueron fieles hasta ultimo tarea de
su Sultan Otomano.
Solo hoy ambos pueblos se dan cuenta que son parientes y que los conflictos que
derivaron en el término del Imperio Otomano no fue culpa de uno o de otro.
¿Por qué hoy a los judíos descendientes de sefardíes otomanos no se les llama turcos?
¿Por qué a los inmigrantes armenios otomanos nunca se los llamó turcos?
¿Por qué a las otras etnias (griegos, búlgaros, yugoslavos, etc) que fueron parte del
Imperio y que fueron dominados tantos siglos como los árabes, no se les denomina turcos?
La respuesta debe hallarse en lo dicho recientemente. En el común destino de ambos
pueblos (turco y árabe), en la hermandad que tiene mucha historia y que no se puede eliminar
de manera fácil. Por eso hoy existen muchos árabes descendientes de los inmigrantes árabes
que han nacido en Chile y Latinoamérica que no se sienten ofendidos al ser llamados turcos.
Si hubo quienes se sintieron molestos por ello, pero no todos, y lamentablemente desconocen
la historia común de ambas etnias.
En varios casos que hemos conocido a través de entrevistas, hemos podido confirmar
que aun existe el sentimiento de simpatía hacia el Imperio Otomano, pues varios
descendientes de inmigrantes árabes otomanos se han identificado no como árabes sino como
“otomanos”453
.
La conclusión es que, como hemos mencionado varias veces, la identidad otomana ha
sido formada por diversas culturas, siendo el mar lo turco y los ríos que le llevan agua los
demás pueblos.
453
Por ejemplo, Muhammad Osman, Fahredin Abdala, Pedro Abdala Mostafa Paez, y los otros entrevistados
hijos o primeros llegados arabes.
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CONCLUSION
A través de la presente tesis esperamos haber podido mostrar y explicar las razones
principales que motivaron la emigración árabe otomana a Chile, como además el largo y a
veces complejo proceso de adaptación vivido por los inmigrantes del Medio Oriente en
nuestro país. Para ello hemos debido narrar primeramente la historia de los turcos, su origen y
características propias, y señalar como se realizó el contacto con el pueblo árabe. Siendo
ambos pueblos nómades, sin embargo las diferencias eran muchas: culturales, lingüísticas,
étnicas, etc. Será la religión, el Islam, lo que los unirá de manera definitiva. Según varios
investigadores, como el gran arabista Bernard Lewis, los árabes después del nacimiento de
Mahoma han desarrollado su cultura y civilización de una manera avanzada y el deseo de
conocer el mundo y expandir su fe en torno a ella a través de las normas islámicas, para así
gobernar a los otros pueblos, como España, norte de África, Medio Oriente, Irán y el centro
de Asia. Cuando llegaron a esta última región, poseían una fuerza que solo era rivalizada por
los chinos y los bizantinos. No se olvida que, en poco tiempo han vencido a un imperio tan
poderoso como los temibles persas. Al conquistar Persia tuvieron nuevos vecinos, entre ellos
los turcos, un pueblo nómada y guerrero, desconocido para los árabes. Para los historiadores
turcos, el encuentro entre ambas naciones en la batalla de Talas, debe considerarse una fecha
muy importante pues produjo un cambio de mentalidad, como antes del Islam sucedió a los
árabes paganos. Los turcos, gracias a los comerciantes árabes, empezaron a conocer el Islam.
Y por primera vez encontraron una religión que les satisficiera plenamente; ello debido a que
el Islam daba normas para cada situación de la vida, lo que les parecía muy semejante a su
forma de vida. La creencia en un solo Dios, en una vida más allá de la muerte y la importancia
de la mujer en la vida familiar, que propugnaba la nueva religión, les fue atractiva a los
turcos. Mientras los árabes observaban las características de los turcos, especialmente su
sistema militar y su destreza en el campo de batalla, quisieron acercarse a ellos, y contratar
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mercenarios. De esta forma, desde el siglo VIII, los turcos encontraron el Islam gracias a los
árabes y estos tuvieron excelentes guerreros gracias a los primeros. El califato de los abasíes
dio mucha importancia a estos nuevos soldados del Islam. Y aquél construyó especialmente
para ellos una ciudad en Irak, llamada Samarra, la cual incluso hoy existe. Hasta el siglo XI
estos mercenarios y su sistema militar influyeron en el Estado islámico árabe de manera muy
profunda. El Islam al no aceptar las divisiones entre los seres humanos, como por ejemplo las
nacionalidades, determinó que ambos pueblos fueron parientes y se ayudaran recíprocamente.
Los soldados mercenarios empezaron a casarse con mujeres árabes y así quedó sellada la
unión de ambos.
Los turcos, siguiendo la enseñanza del Islam, comprendieron su deber de difundir esta
religión. Y para ello eran obligados a conquistar a los pueblos occidentales, quienes no
conocían la nueva fe. La toma de Istanbul fue por el Islam, pues el profeta Mahoma en alguna
de sus narraciones o tradiciones había mencionado que felicitaría al general que conquiste
Istanbul y a su ejército. Con este acto acabará la Edad Media, según la historiografía oficial.
Los turcos otomanos después de esta victoria, tendrán un papel fundamental en el mundo
islámico, ganando así un puesto de honor en la comunidad islámica. Menos de un siglo
después, fueron capaces de tomar el título de Califato.
Esto motivará el cambio de mano del poder islámico (el cual se encontraba a cargo de
los mamelucos), y, por primera vez los turcos accedieron al gobierno del Califato. Esta
situación los hará por tanto dueños del mundo árabe, Los Balcanes y África.
Ahora el Imperio Otomano dejará de ser un imperio turco musulmán y se transforma
en un imperio de la fe. Su responsabilidad aumentaba, pues tenía a cargo una extensa región y
el cuidado de cientos de miles de personas, no sólo musulmanes.
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Al caer Constantinopla, la actual Istanbul, y los turcos al ser dueños de las tierras
santas, surgirá en los países cristianos la enemistad y considerarán a los musulmanes como
herejes y a su profeta como la encarnación del mal. Sin embargo, para los otomanos los
cristianos, al igual que los judíos, serán vistos como Gente del Libro (ahl-al kitab), y por
tanto respetados. Esta definición respetuosa de los cristianos durará hasta el último momento
del Imperio Otomano. La característica de ser un imperio de la fe, lo hará naturalmente de
conformidad a las normas del Islam. Al propender a la tolerancia, sentirá su deber no solo el
cuidado de los musulmanes sino también de los cristianos y judíos, como de los lugares santos
para las tres religiones del libro. El Imperio Otomano habrá cumplido su tarea de cuidar dicha
zona y su gente, ello hasta el final de la Primera Guerra Mundial.
Los árabes en el Imperio Otomano eran un pueblo respetado por dos razones
principales: el haberles dado conocer a los turcos el Islam y, en segundo lugar, el profeta
Mahoma era un árabe. Hasta hoy, los turcos respetan a los árabes.
La conquista de América y el encuentro de la ruta marítima del Cabo de Nueva
Esperanza será el golpe que afectará la economía del Estado Otomano. Las principales causas
de la caída de dicho imperio tendrán relación con la economía. Mientras que ciertos países
europeos usarán en lo económico el capitalismo y en lo político el imperialismo, el Imperio
Otomano no recurrirá a ellos, lo que lo debilitará enormemente. Cuando los imperialismos
europeos (sean franceses, ingleses, italianos, y rusos), hayan tomado posesión de los pueblos
americanos, sudafricanos y asiáticos, y no queden otras tierras que conquistar mirarán al
Imperio Otomano como su próximo botín. Y así acentuarán su carácter de protectorado de los
cristianos árabes y griegos. Para ello harán uso de los privilegios que otorgaban los otomanos
a algunas naciones europeas, como las capitulaciones. Con el tiempo se demostrará que éstas
serán una bomba que explotará la economía y sociedad otomanas, pues implicarán una cuña
europea en tierras otomanas.
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Un paso decisivo en la caída del Imperio Otomano será la puesta en práctica de
muchas reformas, las que en gran parte serán modelos tomados de Europa; pero ninguna de
ellas funcionará. El último intento será Tanzimat; no obstante tendrá efectos no deseados,
como el surgimiento en Medio Oriente del sectarismo, clasismo y elitismo. Y, finalmente, del
nacionalismo (primeramente el otomanismo, luego el árabe y paralelamente el turco; y
últimamente el panislamismo).
Como para todos los imperios, el auge nacionalista significará un desastre, pues
implicará la división. En el caso otomano, la separación de muchos pueblos que durante siglos
vivieron armónicamente y en paz.
Todos estos hechos, como por ejemplo la reforma de Tanzimat (que trajo nuevas
políticas económicas, la reforma legal y la definición de liberalismo social) y el sectarismo
desestabilizaron el poder estatal.
Tanzimat significará, en definitiva, la apertura a nuevas ideas y la llegada de la
inestabilidad. Al mismo tiempo, América se liberaba del yugo español, inglés y portugués, y
hacían sus nuevas autoridades un llamado a poblar y trabajar en sus tierras. Resultado de estos
llamados fue la celebración de pactos entre países como Brasil y Argentina con el Imperio
Otomano, donde se reguló no solo aspectos comerciales, sino también de orden militar,
diplomático, seguridad, y resguardo de derechos. Es decir, había una llamada muy urgente en
el Nuevo Mundo, y, por otra parte, la inseguridad económica y los problemas de sectarismo
en Medio Oriente, la mala administración de dicha zona y el posterior nacionalismo, junto con
la ley de servicio militar obligatorio, serán lo que favorecerá en muchos árabes otomanos el
deseo de salir del imperio a buscar nuevas rutas y esperanzas.
En la última parte hemos hablado sobre estas olas humanas otomanas que se dirigieron
hacia el Nuevo Mundo.
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Las razones de este viaje eran en algunos casos el deseo de obtener fortuna, en otros el
alcanzar nuevos mercados, o la huida de los problemas económicos y políticos del Medio
Oriente. Entre los países de América, Chile no obstante ser el país más austral del mundo, se
mostraba, así lo veremos, como una tierra de oportunidades para los inmigrantes otomanos.
Al principio estos van a los puertos de Brasil y Argentina; después pasarán a los valles
de Chile, para extenderse por todo el país. Como dijimos era normal que llegaran primero a
Brasil, pero cuando vieron que había demasiados paisanos en dicho país, por lo cual existía
mucha competencia, pasaron a Buenos Aires, y de allí se extendieron por los campos en busca
de lograr la ansiada fortuna (la cual obtuvieron los primeros llegados, pero no de manera
fácil). Cuando en Argentina hubo muchos árabes otomanos y por tanto los mercados laborales
se hicieron escasos, empezaron a cruzar la cordillera, siendo Mendoza uno de los lugares
previos en su viaje. El clima y la geografía se les mostraban a los otomanos árabes de manera
favorable y atractivos. Se debe saber que los primeros inmigrantes no venían directamente a
Chile, salvo unas pocas familias, como la Mansur, Chahuán, Yarur e Hirmas, quienes tenían
por objeto el comercio, y que pudieron lograr fortuna en un tiempo mediano.
Ni la agotadora ruta naval, ni los caminos terrestres y ni siquiera Los Andes los podrán
detener de alcanzar a su nueva patria: Chile. Mientras que las primeras familias como dijimos
venían directamente de Europa y se encontraban mejor preparadas (era normal conocer dos
lenguas latinas, usaban vestimenta europea, y entendían bien la cultura occidental),
posteriormente llegaron otros árabes otomanos a Chile, cruzando la cordillera de Los Andes,
siendo la mayoría de ellos económicamente pobres. Aunque no fueron rechazados por las
autoridades de la época, sin embargo tampoco existió un apoyo estatal, como en el caso de
otras inmigraciones, especialmente la alemana. Estos inmigrantes árabes otomanos debían
surgir solo por la ayuda de sus propios paisanos, dado que además el Estado del cual venían
se encontraba con muchos problemas y en franca agonía; aunque de alguna manera intentaba
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ayudar a los inmigrantes latinoamericanos, generalmente a través de los consulados otomanos
o, si el país no los tenía, mediante aquellos países que tenían más influencia y presencia en
América, como Francia (sin embargo era difícil que alcanzara a Chile). De todas maneras, no
se puede decir que no hubo preocupación estatal otomana. Simplemente, las distancias
geográficas y la decadencia del Imperio impedían una mayor ayuda. Aun así, como hemos
visto en la tesis, el Sultán estaba interesado en lo que ocurría con sus súbditos en Sudamérica,
llegando incluso a preocuparse por casos puntuales como la defensa de una honra de una
mujer otomana a la cual se le obligó ejercer la prostitución en Chile.
Pero los inmigrantes no solo encontraron esta dificultad, sino una más compleja: la
adaptación y la discriminación. Respecto de la adaptación podemos decir que se trataba de
dos mundos muy diferentes, y ello en cuanto a religión, cultura, idioma, ordenación familiar,
papel de la mujer en la sociedad, etc. Los chilenos deseaban inmigrantes europeos, los cuales
eran de una cultura más o menos semejante o incluso considerada como superior, y no los
árabes otomanos (siendo la prensa el principal motor de estos prejuicios) a los cuales veían
como “turcos”, es decir como gente musulmana, ignorante y pobre. Se los llamaba así
también por su color de piel, su idioma que sonaba extraño a los chilenos y por la zona de la
cual venían. En ese tiempo no existían las naciones sirias, palestinas o libaneses y al
mencionar que decían que eran otomanos, se creía que eran turcos. Finalmente, no se puede
culpar a las autoridades gubernamentales de haber practicado o fomentado dichos prejuicios,
pues si bien es cierto nunca realizó políticas migratorias para los otomanos, nunca se opuso a
su llegada y no dificultó la entrega de visas o pasaportes, ni la nacionalización, ni tampoco
persiguió de manera global el comercio informal que realizaban muchos de los inmigrantes.
Aunque pudo haber algunos casos específicos de problemas en regiones de Chile, fueron
escasos. Por otro lado, los árabes otomanos en Chile se habían hecho muchas expectativas de
lograr una fortuna en poco tiempo, porque la mayoría de los inmigrantes (no solo otomanos,
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sino de todas las otras naciones, pues no se olvide que durante la primera segunda mitad del
siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial emigraron al Nuevo Mundo 36.000.000 de
personas buscando fortuna o arrancando de las guerras; siendo 1.000.000 otomanos) venían
con el pensamiento que América era la tierra de mayores riquezas, y, que, como expresa
Roberto Sarah, en su novela, los inmigrantes antes de llegar a América escuchaban de sus
paisanos que los ríos en América llevaban oro. Al descubrir que la realidad no era así, hubo
un choque y posiblemente al comienzo una desilusión. Sin embargo, en la medida que ambos
mundos se acercaron, fue surgiendo el diálogo y comprensión. Tarea ciertamente no fácil,
pero que el tiempo pudo concretar. Hemos visto en nuestra tesis, diferentes ejemplos de
dificultades de adaptación, tanto en aspectos como el lenguaje, aspectos culturales, comida,
música, etc. En general, la forma de entender la vida para un otomano era muy distinta a la de
los chilenos. El primero deseaba obtener fortuna rápidamente para poder volver cuanto antes a
su patria; también el dinero que obtenía no era solo para si mismo, sino para sus hijos, padres
e incluso nietos.
Acerca de la discriminación, hemos descubierto en nuestra investigación que, los
primeros llegados si sufrieron de una discriminación fue “natural”; porque el chileno
desconocía a los pueblos del Oriente Medio. Había prejuicios inmensos y muchos miedos. Por
ejemplo, la identidad turca para los chilenos se configuraba de la siguiente manera: pobre,
tacaño, hereje, hermético, machista, atrasados culturalmente. Esta imagen venía desde Europa
y era repetida por la aristocracia chilena. El pueblo solo imitó lo que decían sus líderes
políticos, la prensa, y sus empleadores. Sin embargo, al poco tiempo estos prejuicios se fueron
diluyendo, al ver que se trataba de gente trabajadora, simpática y que deseaba compartir su
cultura con los chilenos. Aunque no fue muy usual al inicio (posteriormente sí lo sería),
surgieron los matrimonios mixtos. También muchos otomanos de religión cristiana ortodoxa
se convirtieron al catolicismo para estrechar los lazos y casarse con chilenas. Comenzaron a
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tener más dinero, muchos se cambiaron de nombre o apellido para chilenizarse. Una situación
muy interesante es la creación de una inmensa cantidad de instituciones, desde Arica hasta
Magallanes, que tenían por objeto el difundir su cultura para que los chilenos rompan sus
prejuicios; el apoyar a los paisanos que llegaban; e incluso dar ayuda social y económica a los
más necesitados, no solamente otomanos sino chilenos. La literatura será un bello ejemplo
donde los árabes otomanos contribuyeron al país desde su llegada, y así nombres como
Benedicto Chuaqui, Andrés Sabella Gálvez, Roberto Sarah Comandari, Mahfud Massis,
Guillermo Atías Martín, Miguel Littin, Diamela Eltit González y otros más fortalecieron el
mundo de las letras nacionales. Pero su influencia no solo se ha notado en la literatura, sino
también en el mundo empresarial (bancario y textil), deportivo, político, etc.
Acerca del origen geográfico de los inmigrantes árabes otomanos, la primera ola de
éstos provino en su mayoría de Bet-Jala, Taiba, Ramallah, Homs y Akura. Posteriormente,
sin embargo, lo harán de Betlehem, Belén, Jerusalén, y de la zona palestina que había sido
conquistada por los ingleses, y luego por las presiones de Israel. En cuanto a su composición,
la casi totalidad de los primeros inmigrantes, eran hombres, jóvenes y solteros. Esto
demuestra el hecho que hemos sostenido en esta tesis en cuanto a que la causa principal de la
inmigración otomana a Chile y Sudamérica no fue, como se ha sostenido en muchas novelas y
memorias de árabes otomanos y sus descendientes, el producto del sectarismo religioso o la
“mala administración turca”; sino que la de hacer riquezas. En efecto, si la causa principal era
una supuesta “tiranía” o la inseguridad, ¿cómo se puede entender que la masa migratoria sea
casi exclusivamente de hombre joven? Si hubiera sido por la inseguridad, lo lógico hubiera
sido una emigración familiar, especialmente de ancianos, mujeres y niños, como ha ocurrido
en otros procesos migratorios.
Si bien es efectivo que los hechos anteriores tuvieron una importancia en algunos casos,
afirmamos que aquéllos no pueden considerarse la causa principal de la llegada a Chile de los
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primeros inmigrantes árabes otomanos. Nosotros hemos investigado todos los tipos de causas
y hemos profundizado en cada una de ellas. Consideramos que estos temas se deben estudiar
muy bien, a fin de evitar una visión unilateral de la historia, en la cual se han dejado de lado
las fuentes que se encuentran en archivos, sean nacionales o del antiguo Imperio Otomano,
nuevas investigaciones sobre archivos europeos, etc.
Hemos descubierto a través de las entrevistas y la revisión de las fuentes primarias que
Chile abrazó a los otomanos y la fortuna esperada se obtuvo, pero no en el tiempo esperado.
En este periodo se vivió la adaptación, y cuando los inmigrantes intentaron regresar a sus
tierras natales esto no se pudo debido a la entrada a la Primera Guerra Mundial y la caída del
Imperio Otomano. Desde aquellos años los problemas en la zona árabe otomana no se
acabarán. Como recuerda Bernard Lewis454
esta situación ya había sido prevista por el
Ministro de Asuntos Exteriores del Imperio Otomano, Ali Paşa, ya en 1862, quien al analizar
el caso italiano decía: “Italia, que está habitada por una sola raza que habla una misma lengua
y profesa la misma religión, experimenta muchas dificultades en su unificación. Y, por el
momento, todo lo que ha logrado es anarquía y desorden. Juzgue lo que sucedería en Turquía
si se diera campo libre a todas las diferentes aspiraciones nacionales… Se necesitará un siglo
y torrentes de sangre para establecer una situación suficientemente estable”. De ello podemos
ver que ya estaban surgiendo los nacionalismos en el Imperio y las autoridades otomanas se
daban cuenta de lo que ocurriría. Y así ha sido y hasta el día de hoy siguen corriendo los
“torrentes de sangre” en Medio Oriente, y nadie sabe cuando acabará. Los inmigrantes
otomanos han salido de sus tierras por diferentes razones y hallaron, como todo emigrante,
muchas dificultades; pero, Chile, para ellos ha sido su segunda patria. Aunque se adaptaron en
gran parte, e incluso más, la mayoría de las nuevas generaciones ya no conocen la lengua y
454
LEWIS, Bernard, Las identidades múltiples de Oriente Medio, Siglo Veinte uno de España, Madrid, 2000,
p.139-140.
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literatura árabes, nunca perdieron el deseo de sentirse e identificarse como chilenos, pero de
origen árabe.
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TRADUCCIÓN DE LÁMINA 1
Gabinete del Gran Visir en el Sultanato
A Su Majestad El Gran Visir:
El asunto es que algunos súbditos establecidos en Chile y Perú del Gran Estado
Otomano fueron a Santiago a reclamar, en representación de los damnificados otomanos de la
guerra entre Chile y Perú, por intermedio del Consulado Francés, ante el Gran Estado
Otomano, pidiendo que este último le exija al Estado chileno que indemnice a los
damnificados otomanos.
El Consulado Francés en Santiago hizo un acta con las quejas de la comunidad
otomana pidiendo poderes formales, la cual se envió a París y desde ahí el acta y otros
documentos fueron remitidos al Consulado Otomano en París y éste los reenvió a Istanbul.
Espero que Usted comprenda y entienda el sufrimiento del pueblo otomano de aquellos
lugares, ya que están desprotegidos debido a que no tienen un consulado otomano al cual
recurrir. La presente acta está redactada en francés; si Su Majestad lo desea, podemos
mandarla a la oficina de traducciones del Palacio. Le solicito que se levante un acta para que,
por intermedio del Consulado Francés, se tomen medidas para ayudar a los súbditos del Gran
Estado Otomano en esas lejanas regiones.
Por último, cualquiera que sea la decisión, será respetada y acatada fielmente.
NAMIK OSMAN
Secretario del Gabinete del Gran Visir
28 de Octubre de 1884
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A Su Majestad el Gran Sultán:
Ya hemos empezado a averiguar en la zona cuántos damnificados hay, cuál es el nivel
de daño que tienen y en qué lugares específicos están concentrados.
Pronto vamos a entregar datos más precisos a Su Majestad, el Gran Sultán.
KIBRISLI MEHMET KAMIL PAŞA
Gran Visir
15 de Noviembre de 1884
OFICINA DE TRADUCCIONES DEL GABINETE DEL SULTANATO
Traducción de algunos documentos que provienen del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Francia.
Según lo que declararon los Cónsules Franceses en Chile, algunos súbditos otomanos
establecidos en Chile y Perú fueron a Santiago desde Antofagasta a reclamar, en
representación de los damnificados otomanos de la guerra entre Chile y Perú, por intermedio
del Consulado Francés, ante el Estado Otomano. La traducción del acta enviada por la
República Francesa es la siguiente:
En un país extranjero hay un grupo de súbditos otomanos que necesitan ser
indemnizados y se requiere que el Estado Otomano intervenga redactando y firmando un
acuerdo para que pueda intervenir a favor de sus súbditos. Le enviamos un formato a fin que
se haga efectivo el apoyo que necesita su pueblo y nosotros lo presentaremos ante el Estado
Chileno. Le entregamos esta información al Ministerio de Relaciones Exteriores del Palacio
Imperial.
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LÁMINA 2
Archivos Otomanos del Estado Turco (BOA), Istanbul-Turquía, MV. 118-8.
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TRADUCCIÓN DE LÁMINA 2
Debate En El Senado Del Gran Estado Otomano
6 de Mayo de 1910
Debate entre los honorables súbditos del Senado.
Secretaría del Senado: El original del debate está guardado y archivado y a
continuaicón se encuentra el resumen del debate.
Resumen del debate original.
Ya se han instalado en América Latina 150.000 súbditos de las comunidades otomanas
y no hay consulados ni representantes del Gran Estado Otomano ni en Chile, ni en México,
Argentina, Uruguay, Perú y Colombia, por lo que estas comunidades se sienten desprotegidas.
Según el debate del 20 de diciembre de 1889 se acordó que es necesario abrir Consulados
Honorarios apoyándose en los consulados presentes en los países recién mencionados, de
nuestro país aliado (Francia). Para ello se necesita elegir a las personas que van a ocupar los
cargos a través de los consulados de nuestro país aliado.
Resolución del Senado del Gran Estado Otomano
Antes de instalar los consulados honorarios en los países latinoamericanos que se han
mencionado en el debate y en los cuales se han instalado 150.000 súbditos de las
comunidades otomanas del Gran Estado Otomano. Antes de tomar la resolución hay que
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investigar cuál fue el motivo por el que se fueron a aquellos países: si fue por negocios o para
huir del país. Además, hay que investigar en qué lugares hay mayor presencia de estas
comunidades otomanas. Otra cosa que hay que saber es quiénes pueden ocupar los cargos de
cónsules honorarios y si hay candidatos se debe averiguar sus antecedentes. Esta resolución se
envía de vuelta al Ministerio de Relaciones Exteriores para que se recopile la información que
se solicita en la presente resolución y luego se retomará el tema en el debate.
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Archivos Otomanos del Estado Turco (BOA), Istanbul-Turquía, HR.TO. 542-93.
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TRADUCCIÓN DE LÁMINA 3
Telegrama De Felicitaciones Al Sultan Mehmed V Por Triunfo En Tripoli, Enviado Por
Otomanos Residentes En Antofagasta
06 Octubre 1911
Oficina de traducciones del Gran Gabinete del Sultanato
A Su Majestad el Gran Sultán:
Este documento es la traducción de un telegrama fechado el 24 de octubre 1911 y
enviado por los súbditos otomanos residentes en la ciudad de Antofagasta del Estado de Chile.
Su objeto es felicitar al Sultán por el gran triunfo obtenido en la defensa de la ciudad otomana
de Trípoli.
Traducida por Izzettin
31 de Noviembre de 1911
Gabinete del Gran Sultán
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Telegrama original
Vuestros súbditos otomanos de Antofagasta le envían las felicitaciones a Su Majestad,
el Gran Sultán, por el gran triunfo de nuestro ejército otomano al defender la ciudad de
Trípoli.
Podremos sufrir y padecer hasta el límite de nuestras fuerzas, pero nunca vamos a ser
derrotados.
De los Súbditos de Gran Estado Otomano
Antofagasta de Chile
Octubre, 1911
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LÁMINA 4
Diario El Mercurio. Prácticamente todos los días desde noviembre de 1911 hasta el fin de la
guerra Otomana-Italiana se dieron noticias en dicho diario acerca de tal conflicto. Fuente:
Archivo de la Biblioteca Nacional de Chile.
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Archivos Otomanos del Estado Turco (BOA), Istanbul-Turquía, HR.HMS.ISO.64 – 4.
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Documento original en francés del Protocolo celebrado entre Chile y el Estado Otomano para
la creación de Consulados, y cuya versión en otomano se encuentra en lámina 5. Fuente:
Archivos Otomanos del Estado Turco (BOA), Istanbul-Turquía.
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Carné de identidad otomano de un inmigrante otomano llamada Halwe Kazakiye, que emigro
a Chile comienzo de siglo XX.
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LÁMINA 8
Censos de la República de Chile que muestra la cantidad de inmigrantes llegados al país entre
1854 a 1920. En dichas tablas se aprecia que todos los otomanos aparecen con distintas
nacionalidades, no obstante, aun existía el Imperio Otomano. Fuente: Archivo de la Biblioteca
Nacional.
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LÁMINA 9
Cuadro con los censos de la República de Chile que muestra la cantidad de inmigrantes
llegados al país entre 1895 a 1970, de conformidad a su religión, en este caso de los
musulmanes. Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas, Chile.
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“Al-Murched”, el primer diario árabe otomano en Chile, que fuera editado a contar de
noviembre de 1912. Imágenes extraídas del Archivo de la Biblioteca Nacional de Chile.
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LAMINA 11
“Al-Watan”, segundo diario árabe otomano en Chile, que fuera editado desde 1920.
Imágenes extraídas del Archivo de la Biblioteca Nacional de Chile.