-
13
Mariana Enrquez
ngel de la guarda
La estaban matando entre los dos. Marisa se quedaba despierta
toda la noche, esperan-
do, hasta que los escuchaba. Ins abra la puerta de sucuarto y lo
dejaba pasar, cuando pensaban que mam yaestaba dormida. Pero mam
dorma menos que Marisa,porque no poda descansar: tena los pulmones
cargadosde fluidos, el corazn pesado, la pierna que le queda-ba
deformada por la hinchazn, la que le haban ampu-tado todava
presente con su dolor fantasma. Obesa,mam se quedaba sentada en la
cama y los escuchabacoger toda la noche, aunque ellos se esforzaban
por sersilenciosos. Cuando Marisa le llevaba el desayuno a lacama
todas las maanas y la vea llorar, saba que sumam haba escuchado
todo, cada gemido y cada grui-do, las corridas en puntas de pie,
las risas ahogadas. Yque se callaba porque estaba demasiado
horrorizada yenferma y asqueada. A lo mejor tambin saba,
comoMarisa, que no tenan la culpa.
Era ese diablo del techo, pensaba Marisa. Haba bro-tado de una
mancha del revoque. Pap siempre estabapor terminar de arreglar las
grietas del cielo raso, y subi-do a una escalera las iba tapando
con mezcla. Uno de losarreglos quedaba justo sobre la cama de
Marisa, y ellahaba visto clarsimo cmo se transformaba: primero
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 13
-
14
MARIANA ENRQUEZ
pareca un pjaro con las alas extendidas, despus fuecambiando
hasta que las alas se transformaron en cuer-nos y las patitas se
unieron en una nariz, y el cuerpoform la cara del diablo. Haca
mucho de eso; y cuantoms se pareca la mancha al diablo, ms gorda se
ponasu mam. Tanto que hubo que dejarla sola en la cama:pap ya no
poda dormir con ella, que ocupaba toda lacama; adems la molestaba.
Se mud a la habitacin allado de la de Ins, la de los cachivaches. Y
cuando a lamancha le salieron cuernos, pap empez a ir todas
lasnoches a la pieza de Ins.
Pero no son malos, se deca Marisa y rezaba debajode las sbanas
porque el diablo la miraba desde el revo-que. Mi hermana no es
mala, mi pap no es malo. Es eldiablo.
Empez a trabar la puerta, por si a pap se le ocurravisitarla.
Saba que, si la tocaba, le iba a pasar el diablo.Ella ya se daba
cuenta cuando su pap no era su pap.Los ojos se volvan de mueco,
como si fueran de plsti-co, con los prpados rgidos que se cerraban
con un cliccuando mova la cabeza; hasta las pestaas parecan
arti-ficiales. Ella no le hablaba cuando tena al mueco aden-tro.
Slo lo abrazaba y lo besaba cuando era normal, paraver con todo su
amor si lograba que el diablo se fuera.Con Ins no se atreva. Ella
estaba demasiado atacada. Sepeinaba el pelo con Coca-Cola y se iba
al centro todos losfines de semana con el 45. Los vecinos decan que
sequedaba toda la noche all, levantando tipos. Eran rde-nes del
diablo, Marisa estaba segura, y empez a rezarsobre la cama de su
hermana, arrodillada, aunque ella sele burlaba, le gritaba
chupacirios y tomaba cocana sobrela mesa de luz.
Una noche empezaron los martillazos en la pieza demam. Siempre
eran tres, y sonaban cuando pap entra-ba a la habitacin de Ins. Yo
no s por qu a los veci-
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 14
-
15
ngel de la guarda
nos se les da por clavar cosas a esta hora, se quejabamam aunque
no insista, porque despus de todo erannada ms que tres golpes.
Marisa quiso averiguar; cuan-do le pregunt amablemente al vecino, l
le asegur quea esa hora en su casa ya estaban todos dormidos.
Marisale crey, pero se call la boca. Ay, si ella supiera
cmoayudarlos, pero solamente poda rezarle a Dios. Y sumam estaba
peor desde los martillazos. La pierna fan-tasma le dola ms que
nunca. Hubo que llamar a laambulancia varias noches, porque el
corazn le fallaba.Cuando la internaban y no estaba en casa, los
golpesparaban. Desaparecieron del todo cuando muri en elhospital,
despus de dos semanas de martillazos. Marisasupo antes que los dems
que mam haba muerto. Papestaba en Capital, trabajando en la
buhonera: no podatomarse das libres ni siquiera para cuidar a su
mujer,porque la plata no sobraba. Ins atenda el kiosco del quese
haba ocupado mam antes de quedar postrada. Mari-sa haba vuelto a la
casa para buscar ropa limpia. Y cuan-do estaba armando el bolso,
escuch ruidos en el living;primero slo un batir de alas, despus un
rumor y des-pus un estruendo que la oblig a taparse los odos y
gri-tar. Tuvo tanto miedo que sali corriendo de lahabitacin. Y en
el living vio cientos de gorriones, unanube marrn y negra, los
pjaros que se estrellaban con-tra los vidrios de las ventanas y las
paredes y el televisor,algunos caan muertos sobre el silln, y
gritaban. El dia-blo con alas, el diablo que haba sido pjaro.
Marisa searrodill y trab las manos en cruz padre nuestro queests en
los cielos, y de pronto, como si nunca hubieranestado all, los
gorriones desaparecieron. No huyeron,porque no haba ninguna ventana
abierta, era plenoinvierno. Desaparecieron como si jams hubieran
estadoah. Pero no estoy loca, para nada, pens Marisa, y tem-blando
busc debajo de las sillas y de la biblioteca hasta
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 15
-
16
MARIANA ENRQUEZ
que encontr un gorrin muerto, esta es la prueba, y loescondi en
el cajn de su mesa de luz. Despus deshizoel bolso, ya no le iba a
hacer falta a su mam.
Pap trat de contenerla. Deca cosas como mamita yano sufre ms,
pero Marisa no lo escuchaba. Le rasgula cara de mueco, y despus se
tir sobre Ins, brujabruja, vos la mataste, los dos la mataron. Pap
le dio unapastilla y la mand a dormir. Cuando se despert, Ins
sehaba ido. Pap le prometi que ahora todo iba a ser dis-tinto. Y le
anunci que se mudaban a la Capital, paraempezar una nueva vida. La
casa tena demasiadosrecuerdos, le dijo llorando. Marisa se puso
contenta y lobes en la cara, en el cuello. El mueco se haba ido:pap
estaba igual que antes, igual que cuando ella erachica y la iba a
buscar a la escuela o haca leche choco-latada para sus amigas.
Gordito y hermoso papito.
Lo peor fue desarmar la pieza de mam, que apesta-ba a remedios y
orn, el colchn hundido por el peso delcuerpo enorme, la pierna
ortopdica que no haba alcan-zado a usar. Los vecinos ayudaron con
la mudanza: todoslos queran mucho en el barrio, y nadie quera que
sefueran, especialmente don Kiselevsky, el polaco que lealquilaba
el kiosco a su mam. Una mujer tan buena, lapucha, deca. l ayud a
sacar el ropero de la pieza dela enferma. Y detrs del mueble, en la
pared, Marisa lovio. Una figura de mujer gorda, una silueta trazada
concarbn, que tena un clavo hundido a la altura del cora-zn. Abri
la boca y grit; don Kiselevsky fue a buscar asu padre, qu pasa, qu
pasa, esta chica est muy mal,pobrecita, no puede hacerse a la idea
de lo de la mam,y Marisa sealaba la pared, pero el polaco no
entenda,no vea nada. Pap le sac las manos de la cara, porque
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 16
-
17
ngel de la guarda
Marisa se araaba, se clavaba las uas en las mejillas. Yano era
pap: tena los ojos de plstico del mueco. Ah,ah, la mataron, gritaba
Marisa, y los prpados rgidos depap se abran y se cerraban y le
decan hijita es unamancha de humedad, no hay nada no hay nada, pero
eseno era pap.
La casa nueva quedaba en Saavedra, tan lejos de Lomasde Zamora.
Sin embargo, a Marisa le gust. Tena dospisos, y aunque quedaba en
el fondo de un pasillo, el soldaba en el patio y en las
habitaciones de arriba. Sobretodo le gust porque no haba diablos en
el techo, nisiluetas pintadas en las paredes. Adems, Ins no iba
avivir con ellos. A lo mejor Ins se haba llevado al mue-co, o a lo
mejor todo eso se haba quedado en la casavieja. Su pap pareca otra
vez el de siempre. Ella lo vigi-laba. Lo iba a buscar todos los das
al trabajo, y l le pre-sentaba a sus compaeros, orgulloso porque
Marisa sehaba anotado en Derecho. Cuando rindi con ocho lasprimeras
dos materias, pap la llev a comer a un restau-rante muy caro de
Barrio Norte. Todas las noches Marisale rezaba a Dios y le
agradeca, aunque a veces tambinse enojaba: por qu mam haba tenido
que sufrir as?Por qu el diablo la haba elegido para castigarlos? A
lomejor era una prueba. Se compr un rosario, y decidique nunca iba
a sacrselo del cuello, por si volvan lospjaros.
Nunca volvieron. La que volvi fue Ins. Pap se loavis antes,
mientras cenaban. Le dijo que tenan querecomponer la familia. Que
Ins tambin haba sufridomucho, que era rebelde, y que tena que
entenderla. Quepor fin Ins tena un trabajo y adems estudiaba, pero
nole alcanzaba para el alquiler, y l no pensaba dejar a su
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 17
-
18
MARIANA ENRQUEZ
hija en la calle. Que ellas tenan que perdonarse y que-rerse,
porque eran hermanas, y que as lo hubiera queri-do mam. Marisa
vomit toda la noche, y rez. Cuandosu hermana lleg al da siguiente
con las valijas, igual larecibi con un abrazo. A lo mejor pap tena
razn. No lehaba hablado con ojos de mueco.
Hubo peleas las primeras semanas, eso s, perosobre todo porque
Ins quera escuchar Metallica, y aMarisa le gustaba Ricky Martin.
Pap, rindose, dijo queiba a comprar otro equipo de msica, haya paz,
seori-tas. Tres das despus, pap la fue a buscar a la facultad,y le
dijo que tena una sorpresa. En el asiento de atrshaba una caja de
cartn y, adentro, el equipo prometi-do. Pero la sorpresa fue otra:
tena los ojos de mueco.Marisa se contuvo: no tena que llorar, ni
pegar; notenan que darse cuenta. A ella le tocaba actuar. Por
algoel diablo no la buscaba. Estaba pura. Nunca haba tenidoun
novio. Nadie la haba tocado. Tena que salvar a sufamilia, aunque no
haba podido salvar a su mam. Se lodeba a ella, pobrecita, que se
haba muerto con un clavoen el corazn.
Ins se mud a la habitacin de su pap porque,deca, en la suya se
escuchaban ruidos. Marisa tambinlos escuchaba. Corridas en la
escalera, los martillazosotra vez. Y los gemidos de pap por la
noche, pendeja sostan divina, y despus Ins, papito comeme toda,
come-me la conchita, as. Aunque Marisa se tapara los odos,los segua
escuchando. Hasta distingua el chapotear delos besos y las lenguas,
los rugidos de pap un rato des-pus de que deca, en voz baja,
chupmela, hijita, chup-mela. Qu poda hacer? Sugerir, a lo mejor.
Durante eldesayuno, por ejemplo.
Pap, vos escuchs los ruidos que dice Ins?S, and a saber, hay
muchos departamentos ac,
viste cmo es la gente
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 18
-
19
ngel de la guarda
Pero, escuchs los pasos en la escalera?Ah bueno, ese es el
Rocky, pobre perro, descubri
la escalera y juega de noche.No era el Rocky. Hasta Ins lo saba.
Su hermana ya
no tena el diablo adentro todo el tiempo. Marisa lo nota-ba. Pap
le pasaba el mueco cuando se le meta en lapieza. De da estaba
normal.
Maru, vamos a preguntarle al dueo a ver quonda.
Fueron las dos. Pap se haca el divertido, pero esta-ba un poco
incmodo. Ya te voy a ayudar, papito queri-do, pens Marisa. Le
preguntaron al dueo, que viva enel departamento de adelante, si se
haba muerto alguienen la casa. l les dijo que no, por lo menos
desde que lla haba comprado. Ins se qued tranquila hasta que,una
semana despus, se empez a pudrir la comida.Hasta la que estaba
guardada en el freezer. No podancocinar. Tenan que comprar comida
hecha en el super-mercado, y comer rpido, porque hasta en el plato
empe-zaba a apestar. Pap insista con que era la heladera demierda,
sin conviccin, tmidamente, por decir algo.Cuando no tena al mueco
en los ojos, pareca asustado.Marisa lo convenci de rezar. Dale
papi, recemos, pasancosas raras a veces, y tambin podemos rezar por
mam.Los tres arrodillados en la habitacin, con el rosario deMarisa,
todas las noches. Pero los ruidos seguan. Y aveces, incluso despus
de rezar, pap se volva a meteren la cama de Ins.
Ayudarlos, ayudarlos. A la maana, pap miraba aMarisa con los
ojos verdaderos, que parecan rogarle. Lohaba visto llorar en un
rincn del living, diciendo en vozbaja qu nos pasa Dios mo. Para
ayudarlos, Marisa setom un colectivo hasta el centro. Buscaba la
direccinde un Centro de Angeologa. El folleto, que haba encon-trado
pegado en una pared de la facultad, deca que ah
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 19
-
20
MARIANA ENRQUEZ
ayudaban a expulsar demonios, a encontrar el ngel dela Guarda, a
cortar daos y encontrarse con La Luz Divi-na. Se inscribi sin
pensarlo cuando vio el lugar, lleno develas blancas, silencioso,
lleno de paz. Tambin anot aIns, sin decirle nada. Ms adelante lo
iba a hacer, si elcurso serva.
En la primera clase, el profesor dijo que cada perso-na era un
ser de luz, y que todos eran capaces de expul-sar la oscuridad.
Marisa tom apuntes. Era posible ayudara quienes transitaban las
tinieblas, sea por un dao omaleficio, porque el diablo acechaba en
todas partes.Escuch historias maravillosas de gente que haba
sufridotanto tanto, y ahora era libre, por la gracia de Dios. Lo
fun-damental era invocar y encontrar al ngel. Todos tene-mos uno
que nos acompaa en silencio, y se puedeaprender a hablarle. El
profesor dijo que incluso podaver a unos cuantos, flotando sobre
los hombros de losalumnos. Marisa le pregunt si vea al de ella. El
profesorle dijo que todava no, pero que con unas indicacionesque l
iba a darle, pronto lo conocera. Tambin quisosaber cmo se haca para
llegar a la luz. El profesor leentreg personalmente, en mano, un
librito, apenas foto-copias dobladas, que contena el mtodo de
purificacin.Con fe y la ayuda del ngel, siempre funciona, y leapret
el hombro con verdadero afecto. Marisa volvi acasa con su libro y
sus instrucciones apretadas contra elpecho; no se atreva a leerlas
en el colectivo.
Subi corriendo las escaleras y se puso a leer senta-da sobre la
cama. Haba tantos ngeles para contactar!Eso no se lo esperaba.
Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel,Chamuel, Jofiel, Zadkiel. Tena que
elegir uno. Primerodecidi tomar nota del rito de purificacin. Lo
copientero en su anotador, para recordarlo, como haca conlos textos
de la facultad. As los memorizaba mejor. Lellam la atencin que, al
final, la explicacin del rito dije-
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 20
-
21
ra: A veces da miedo. Ella tena mucho miedo. Perotena que
ayudarlos, ayudarlos.
Antes de dormir, invoc a Zadkiel.
Que el espritu maligno sea definitivamente aniquilado y que el
amor reine entre nosotros
as como Tu amor se nos manifiesta pleno e inagotable. Amn.
Se lo encontr a la maana, a los pies de la cama. Notena el
aspecto que esperaba. Ni manto ni alas ni juven-tud. Pareca de unos
cuarenta aos, con el cabello oscu-ro y engominado, traje azul
oscuro y camisa blanca.
Zadkiel? dijo Marisa, y se dej caer de la camaal piso. Ah,
arrodillada, rez.
Querida, hace aos que esperaba tu llamado. Depie, por favor. O
sentate en la cama, da igual.
Zadkiel?No, l est ocupado. Yo soy Nicols. Que tu amorGracias,
querida, no hace falta tanta ceremonia.El ngel resopl. Tena ojos
verdes y la frente
amplia. Mir alrededor mientras esperaba que Marisadejara de
llorar y se sentara en la cama.
Ay Lucifer, Estrella de la Maana, ests obsesiona-do con este
barrio, no es verdad? Sos tan obvio! Es claroque tu pecado fue la
soberbia. Existe una regin fronte-riza donde la urbe y el desierto
se juntan en un abrazocombativo, tal dos gigantes empeados en
singular bata-lla. Saavedra es el nombre que los cartgrafos asignan
aesa regin misteriosa, tal vez para eludir su nombre ver-dadero,
que no debe ser proferido. La geografa ha cam-biado un poco, la
verdad. No es que te importe, lo s.
ngel de la guarda
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 21
-
22
MARIANA ENRQUEZ
Marisa lo miraba embelesada, aterrada.Perdn por la digresin,
querida ma. Pero a quin
se le ocurre vivir en Saavedra, me pregunto. En fin, altrabajo.
Cuntos aos tens?
Veintiuno.La vida por delante. Bien. Lucifer Estrella de la
Maana se ha encarnizado con tu familia, verdad? Necesitamos tu
ayuda, amado ZadkielNicols. Claro que la necesitan y a m no me
queda
otra. El ngel se par. Era muy alto, y delgado. No irradia-
ba luz. Va a ser duro, Marisa. Muy difcil. Lamentable-
mente, han quedado en medio de la batalla de los nge-les y los
demonios que se disputan el alma Bien, altrabajo. Soy Nicols, el
Purificador. Y debemos actuarjuntos hasta el final. Atencin: tu
padre y tu hermanaestn poblando la ciudad de ncubos y scubos con
sulujuria. Desde hace mucho tiempo. Ni siquiera lo saben.Yo voy a
guiarte, en cada paso.
Marisa lloraba a gritos, de miedo y agradecimiento.Tanto lloraba
que pronto comenzaron los golpes en lapuerta. Hija ests bien, qu
pasa hija, deca pap. Marisamir al ngel, que se encogi de
hombros.
Que pase le dijo. No puede verme. Soy tu n-gel de la guarda.
Invisible para los dems.
Marisa abri y, temblando, comprob que el ngeldeca la verdad. All
estaba todava, sentado en la cama;su padre se sent a su lado, y no
not su presencia enabsoluto.
Qu pasa, hija?Tena los ojos del mueco. Marisa mir al ngel,
que
asinti.Papito, tenemos que rezar.Hija, basta con eso. Basta! y
se levant enojado,
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 22
-
23
ngel de la guarda
con los prpados rgidos. Marisa lo sigui, dejame en pazhija, voy
al bao, y Marisa lo sigui. Cuando entr, vioreflejado en el espejo
al mueco verdadero, al que antesslo haba visto en la cara del
padre, sonriendo. Ah est,ah est el diablo, grit, y pap, enojado, le
dio un pue-tazo al espejo, que se rompi. Entonces apareci
Ins,semidesnuda, y Marisa empez a gritar y llamar a Nico-ls. Pap
hablaba de psiclogos y tranquilizantes; Insmurmur loca de mierda, y
se fue.
El ngel flot sobre Marisa, que gritaba acostada enel piso del
bao.
A la cama le dijo, y por primera vez su voz sonpoderosa, llen el
mundo, hizo temblar el espejo rotoen el piso y aullar a Rocky, que
suba y bajaba la esca-lera. A la cama. Maana ser el da.
Nicols le dijo que l se encargara de que ninguno de losdos se
resistiera. Llev a pap y a Ins al cuarto que com-partan a la
medianoche. Pareca haberles quitado lavoluntad. Con un gesto los
oblig a arrodillarse y rezar, yellos lo hicieron. Despus mand a
Marisa a hablar conel dueo de la casa. No tenemos que ser
interrumpidos,le explic. Ella ensay la excusa: Con mi familia
empe-zamos a ir a un centro religioso y vamos a hacer
algunasoraciones.
Doce horas, dijo Nicols, hasta la Purificacin final.Le indic que
cerrara todas las puertas y ventanas, y queabriera todas las
canillas de la casa: haca falta muchaagua, fluir, fluir, le dijo. Y
rezar. Los tres tomados de lamano, desnudos en la habitacin, los
colchones en elpiso, de la mano. Marisa senta la fuerza y vea los
piesde Nicols, suspendidos a la altura de sus ojos. Ahorairradiaba
una luz negra, una sombra que delineaba su
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 23
-
24
MARIANA ENRQUEZ
cuerpo, como la del trazo de carbn que haba matado amam. l mismo
encendi velas en todas las habitacio-nes del piso de arriba y en la
planta baja. Hablaba, peroMarisa no le entenda, salvo cuando le
daba rdenessecas. Los salmos, ordenaba. Y Marisa y su hermana y
supadre oraban, con la Biblia abierta.
Como escorias hiciste consumir a todos los impos de la
tierra;
Por tanto, yo he amado tus testimonios.Mi carne se ha
estremecido por temor de ti,Y de tus juicios tengo miedo.Juicio y
justicia he hecho.
Justicia para mam, fuera Satans, gritaba Marisa ylloraba cuando
vea que su padre se excitaba aunquecada vez que quera acercarse a
Ins reciba un punta-pi del ngel que flotaba envuelto en luz negra.
La carade pap, la del mueco, ahora empezaba a desfigurarsepor los
golpes, el ngel insista querida, esto no es real,cuando termine
tendrs a tu familia de vuelta, como antes,como debe ser. Rezaron de
la mano hasta que el ngel losdetuvo y volvi a tomar a pap y a Ins
en sus brazos:tena tanta fuerza, poda cargarlos a los dos. Ellos
esta-ban como muertos, tan relajados que de entre sus pier-nas
chorreaban excrementos y orina, y todo el pasilloapest enseguida, a
pesar de las velas y las hierbas aro-mticas.
Voy a sostenerlo de pie, dijo el ngel. Y Marisa supo que tena
que ser valiente.Ins slo observaba, aunque no pareca ver.Marisa fue
hasta la cocina, y trajo un cuchillo, el pri-
mero que encontr, uno pequeo, mango de madera, defilo serrucho.
Mir al ngel, que tena los ojos cerrados. Yle clav el cuchillo en la
cara al mueco. Una vez, otra vez.
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 24
-
25
ngel de la guarda
Saldr por el pecho, dijo el ngel, aunque no movilos labios.
Papito perdn dijo Marisa y traz un crculo sobre elpecho de piel
flccida con el cuchillo.
Y ahora el cuello, orden el ngel, y dej caer a pap,y Marisa
recibi el chorro de sangre en la cara y patinen la sangre del piso.
Sinti cmo el lquido caliente leempapaba la entrepierna, y tambin
sinti un escalofrodesconocido. Esto es lo que siente Ins, pens,
cuandopap es el mueco.
Otra vez la cara, para que el mueco se fuera. Losprpados fijos
pens, y los arranc. Pap tena la bocaabierta. Estara gritando? Ella
slo poda escuchar alngel que ahora estaba al lado de Ins,
sostenindola.Su hermana pareca despierta. No importaba. El ngella
solt. Ins cay sobre la sangre y se revolc. Serea.
Lucifer en la cara, dijo el ngel. Vamos! Y Marisa searrodill y
mordi al mueco, para arrancarlo de unavez, de una vez. Volvi a
sentir la humedad clida entrelas piernas. Es la sangre, es la
sangre, pens, y escupicarne, mejilla, labios. Se dio vuelta, con
los dientes apre-tados. Y vio al mueco en la cara de Ins, que se
pasabala sangre por los pechos, tan sucia, tan impura, puta,
ase-sina de mam, puta.
Entonces el ngel abri los ojos y la sombra que lorodeaba rugi.
Intrusos, supo Marisa. Cmo habanpodido abrir la puerta?
Vyanse! Esto no es real! grit el ngel. Y cuan-do los intrusos
intentaron detener a Marisa, se interpu-so, y con un golpe de su
mano los hizo volar hasta el otroextremo de la habitacin, una y
otra vez. Ella segua conel cuchillo en alto.
Soy el Purificador! grit el ngel. Esto no pue-de detenerse!
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 25
-
26
MARIANA ENRQUEZ
Marisa sinti que se le aflojaban las rodillas. Intentresistirse
a los intrusos que queran atarle las manos a laespalda; intent dar
un salto y clavar el cuchillo en lacara de Ins, que era la del
mueco, ahora el muecoestaba en su hermana pero tambin estaba en
todas par-tes, y gritaba algo imposible de comprender, algo quehaca
desaparecer la luz negra de alrededor del ngel, elngel que ya no
flotaba, que tocaba el suelo con los pies,cabizbajo, y le deca
estpida, dbil, sin furia, resignado.Marisa mir a los intrusos, y
dijo:
El diablo estaba en pap. Mamita, mamita, ahorapapito va a volver
bueno.
Los intrusos la empujaron a la calle. Grit el nombredel ngel,
pero no tuvo respuesta. Lo ltimo que vio,antes de que la taparan
con una frazada, antes de que laencandilara el sol del medioda, fue
el techo lleno de san-gre, y los ojos del mueco, risueos, en los
ojos de suhermana.
MARIANA ENRQUEZ naci en 1973 en Buenos Aires. Es licenciada en
Periodis-mo y Comunicacin Social y trabaja como periodista. Public
dos novelas,Bajar es lo peor (1995) y Cmo desaparecer completamente
(2004) ycuentos en las antologas La joven guardia (2005), Una
terraza propia(2006) y En celo (Reservoir Books, 2007). En su
faceta criminal, hace aos rob un hueso humano de las Catacumbasde
Pars. Dicho Tesoro Nacional de Francia est en su poder en una
locacinsecreta. Jams admitir pblicamente el hurto. El hueso
responde al nombrede Franois y ha demostrado habilidades
relacionadas con lo Oculto.
In fraganti 10/26/07 4:48 PM Pgina 26
/ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict >
/JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false
/CropGrayImages false /GrayImageMinResolution 300
/GrayImageMinResolutionPolicy /OK /DownsampleGrayImages true
/GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300
/GrayImageDepth -1 /GrayImageMinDownsampleDepth 2
/GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true
/GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true
/GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict >
/GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict >
/JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false
/CropMonoImages false /MonoImageMinResolution 1200
/MonoImageMinResolutionPolicy /OK /DownsampleMonoImages true
/MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200
/MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000
/EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode
/MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /CheckCompliance [ /None
] /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false
/PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000
0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true
/PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ]
/PDFXOutputIntentProfile () /PDFXOutputConditionIdentifier ()
/PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName () /PDFXTrapped
/False
/Description > /Namespace [ (Adobe) (Common) (1.0) ]
/OtherNamespaces [ > /FormElements false /GenerateStructure true
/IncludeBookmarks false /IncludeHyperlinks false
/IncludeInteractive false /IncludeLayers false /IncludeProfiles
true /MarksOffset 8.503940 /MarksWeight 0.250000
/MultimediaHandling /UseObjectSettings /Namespace [ (Adobe)
(CreativeSuite) (2.0) ] /PDFXOutputIntentProfileSelector /NA
/PageMarksFile /RomanDefault /PreserveEditing true
/UntaggedCMYKHandling /LeaveUntagged /UntaggedRGBHandling
/LeaveUntagged /UseDocumentBleed false >> > ]>>
setdistillerparams> setpagedevice