IMPACTO AMBIENTAL DE LA INDUSTRIA DEL CEMENTO La industria del cemento tiene un impacto ambiental negativo importante para la salud, en función de su localización con relación a centros poblados. La industria del cemento incluye las instalaciones con hornos que emplean el proceso húmedo o seco para producir cemento de piedra caliza, y las que emplean agregado liviano para producirlo a partir de esquisto o pizarra. Se utilizan hornos giratorios que elevan los materiales a temperaturas de 1400 °C. Las materias primas principales son piedra caliza, arena de sílice, arcilla, esquisto, marga y óxidos de tiza. Se agrega sílice, aluminio y hierro en forma de arena, arcilla, bauxita, esquisto, mineral de hierro y escoria de alto horno. Se introduce yeso durante la fase final del proceso. La tecnología de hornos de cemento se emplea en todo el mundo. Usualmente, las plantas de cemento se ubican cerca de las canteras de piedra caliza a fin de reducir los costos de transporte de materia prima.
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
IMPACTO AMBIENTAL DE LA INDUSTRIA DEL CEMENTO
La industria del cemento tiene un impacto ambiental negativo
importante para la salud, en función de su localización con
relación a centros poblados.
La industria del cemento incluye las instalaciones con hornos que
emplean el proceso húmedo o seco para producir cemento de piedra
caliza, y las que emplean agregado liviano para producirlo a
partir de esquisto o pizarra. Se utilizan hornos giratorios que
elevan los materiales a temperaturas de 1400 °C. Las materias
primas principales son piedra caliza, arena de sílice, arcilla,
esquisto, marga y óxidos de tiza. Se agrega sílice, aluminio y
hierro en forma de arena, arcilla, bauxita, esquisto, mineral de
hierro y escoria de alto horno. Se introduce yeso durante la fase
final del proceso. La tecnología de hornos de cemento se emplea en
todo el mundo. Usualmente, las plantas de cemento se ubican cerca
de las canteras de piedra caliza a fin de reducir los costos de
transporte de materia prima.
Emisiones atmosféricas de una fábrica de cemento sin los controles
adecuados sobre las emisiones atmosféricas.
IMPACTOS AMBIENTALES POTENCIALES
Las plantas de cemento pueden tener impactos ambientales positivos
en lo que se relaciona con el manejo de los desechos, la
tecnología y el proceso son muy apropiados para la reutilización o
destrucción de una variedad de materiales residuales, incluyendo
algunos desperdicios peligrosos. Asimismo, el polvo del horno que
no se puede reciclar en la planta sirve para tratar los suelos,
neutralizar los efluentes ácidos de las minas, estabilizar los
desechos peligrosos o como relleno para el asfalto.
Los impactos ambientales negativos de las operaciones de cemento
ocurren en las siguientes áreas del proceso: manejo y
almacenamiento de los materiales (partículas), molienda
(partículas), y emisiones durante el enfriamiento del horno y la
escoria (partículas o "polvo del horno", gases de combustión que
contienen monóxido (CO) y dióxido de carbono (CO2), hidrocarburos,
aldehídos, cetonas, y óxidos de azufre y nitrógeno). Los
contaminantes hídricos se encuentran en los derrames del material
de alimentación del horno (alto pH, sólidos suspendidos, sólidos
disueltos, principalmente potasio y sulfato), y el agua de
enfriamiento del proceso (calor residual). El escurrimiento y el
líquido lixiviado de las áreas de almacenamiento de los materiales
y de eliminación de los desechos puede ser una fuente de
contaminantes para las aguas superficiales y freáticas.
El polvo, especialmente la sílice libre, constituye un riesgo
importante para la salud de los empleados de la planta cuya
exposición provoca la silicosis. Algunos de los impactos
mencionados pueden ser evitados completamente, o atenuados más
exitosamente, si se escoge el sitio de la planta con cuidado.
Véase también:
Material peligroso
Peligro industrial
Parque industrial (localización)
Fábrica de cemento en Australia, no se aprecian emisiones atmosféricas
dañinas.
TEMAS ESPECIALES
1. EMISIONES DE PARTÍCULAS A LA ATMÓSFERA
La fabricación de cemento incluye el transporte de materiales
polvorientos o pulverizados desde la cantera de piedra caliza,
hasta el embarque del producto terminado para envío. Las
partículas son la causa más importante del impacto ambiental
negativo. Los precipitadores electrostáticos, o los filtros de
bolsa, constituyen un requerimiento rutinario para controlar las
emisiones de partículas de los hornos. El control del polvo que
resulta del transporte de los materiales es uno de los desafíos
más difíciles; las bandas transportadoras, pilas de acopio, y
caminos de la planta, pueden ser causas más importantes de
degradación de la calidad del aire, que las emisiones del molino y
el horno. Se deben emplear recolectores mecánicos de polvo donde
sea práctico, por ejemplo, en los trituradores, transportadores y
el sistema de carga. En la mayoría de los casos, el polvo
recolectado puede ser reciclado, reduciendo el costo y
disminuyendo la producción de desechos sólidos. Se puede mantener
limpios los camiones de la planta con aspiradoras y/o rociadores,
a fin de eliminar el polvo atmosférico causado por el tráfico y el
viento. Deben ser cubiertas las pilas de acopio tanto como sea
posible. Los camiones que transportan materiales a la planta y
fuera de ésta deben tener carpas y límites de velocidad.
2. DESCARGAS DE DESECHOS LÍQUIDOS
En las plantas del proceso "seco", se alimentan al horno las
materias primas secas. El único efluente es el agua de
enfriamiento, y ésta puede ser eliminada con torres de
enfriamiento o piscinas. En el proceso "Húmedo", se alimentan las
materias primas al horno en forma de una lechada. En algunos
casos, las plantas pueden lixiviar el polvo del horno que se ha
recolectado, a fin de eliminar el álcali soluble antes de volver a
alimentarlo al horno. En estas plantas, el rebosamiento del
clarificador del proceso de lixiviación constituye la fuente más
severa de contaminación hídrica; requiere neutralización
(posiblemente mediante carbonicen) antes de descargarlo.
Proceso del Cemento.
USO DE LOS HORNOS DE CEMENTO PARA RECICLAR O ELIMINAR LOS DESECHOS
Los desechos de aceite, solventes, residuos de pintura y otros
desperdicios inflamables, han sido utilizados como combustibles
suplementarios para los hornos de cemento. Esta práctica comenzó
en los Estados Unidos en 1979, para conservar energía y reducir
los costos de combustible, y ha sido satisfactorio en términos,
tanto de la calidad del producto, como el impacto ambiental.
Además, algunos desechos sólidos pueden ser utilizados como
combustibles, tal como las llantas gastadas. Los requerimientos de
materia prima pueden ser satisfechos, parcialmente, con los
desperdicios (rutinariamente usados) de otras industrias: yeso de
las plantas de ácido fosfórico, piritas tostadas de la producción
de ácido sulfúrico, escoria de los altos hornos, y ceniza de las
plantas termoeléctricas a carbón.
La alta temperatura de la llama y la naturaleza del producto hacen
que los hornos de cemento sean atractivos para destruir una
variedad de materiales orgánicos peligrosos. Manejados
correctamente, los hornos constituyen una alternativa mucho menos
costosa que los incineradores de desechos. Las pruebas realizados
por la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. y otros, han
demostrado que la destrucción de los compuestos orgánicos,
incluyendo PCB y los pesticidas organocloruros y órgano fósforos,
iguala o supera los resultados logrados por los incineradores de
desperdicios peligrosos que operan a temperaturas más bajas.
Muchos compuestos metálicos tóxicos pueden ser quemados en los
hornos de cemento en cantidades que sean suficientemente pequeñas,
y que no afecten negativamente la calidad del producto, ni la
seguridad, porque se vinculan a la escoria y llegan a formar parte
del producto. El plomo, sin embargo, requiere atención especial;
hasta la mitad de la cantidad introducida sale del horno y se
precipita con el polvo del horno. El reciclaje del polvo aumenta
la concentración del plomo hasta el punto en que éste, también, se
vincula a la escoria, pero una cantidad pequeña (0.2 a 1.0 por
ciento) se escapa con los gases de la chimenea. Talium se emite
con el humo del horno, es decir, no se liga a los sólidos. Los
estudios del comportamiento del mercurio, hasta la década de los
90, han sido inconcluyentes.
Descripción del ámbito de actividad
Las fábricas de la industria del cemento, cal y yeso generan
principalmente productos en forma de polvo que con la adición de
agua son modelables y, tras un tiempo de reacción dado, endurecen.
Para la obtención de los productos son necesarias las siguientes
etapas de fabricación:
Preparación: transporte, trituración, dosificación de materiales
suplementarios, almacenamiento, preparación de las materias
primas;
Cocción;
Almacenamiento y trituración de los productos calcinados;
Aportación de aditivos: p. ej. yeso al cemento o agua a la cal;
Embalaje y envío.
En la industria del cemento se siguen básicamente dos métodos de
producción, llamados método húmedo y método seco, para preparar y
cocer la materia prima, formada generalmente por una mezcla de
piedra caliza y arcilla en la proporción aproximada de 4:1.
En el método húmedo la materia prima se muele con adición de agua
hasta formar un lodo que contiene 35 - 40 % de agua. Durante la
cocción el agua se evapora. La cantidad de energía requerida viene
a ser un 100 % mayor que en el método seco. Por razón del proceso,
en el método húmedo la cantidad específica de gas de escape es
también mayor. No se fabrican hornos nuevos para el método húmedo,
salvo para condiciones extremas de la materia prima. Las
instalaciones antiguas son reconvertidas en creciente medida al
proceso en seco, con el que se ahorra energía.
En el método seco la materia prima se tritura al tiempo que se
seca, en el método a contracorriente se precalienta en un llamado
intercambiador térmico por medio de los gases calientes que salen
del horno y se cuece normalmente en un horno tubular giratorio a
la temperatura de aglomeración requerida de unos 1400 C. Algunas
instalaciones modernas poseen capacidades superiores a 5000 t/día,
mientras que la capacidad en los hornos húmedos pocas veces supera
las 1000 t/día. Los hornos de cuba sólo se utilizan aisladamente
en casos especiales por razones del mercado o de la materia prima.
Su rendimiento suele ser inferior a 200 t/día.
En la industria de la cal, para la cocción de la piedra caliza se
utilizan hornos de cuba y giratorios. La temperatura de cocción es
de 850 - 1000 C. A veces se aplican también métodos basados en
hornos anulares o de cuba análogos de diseño propio. Las
capacidades de las instalaciones de hornos para cal son menores
que las de la industria del cemento, superando pocas veces las
1000 t/día. En algunos países se encuentran frecuentemente
pequeños fabricantes que producen cal con hornos de cuba sencillos
de pocas toneladas anuales de rendimiento.
El yeso se deshidrata parcialmente a temperaturas que van desde
200°C hasta un máximo de 300 C, transformándose de dihidrato en el
llamado semihidrato. Para la cocción se utilizan hornos giratorios
de flujo continuo, molinos de calcinación o calcinadores y
digestores. Las capacidades de las fábricas de yeso modernas
oscilan entre 600 y 1100 t/día. A veces las instalaciones son de
capacidad relativamente pequeña.
En casi todos los yacimientos se encuentra anhidrita asociada con
yeso. La anhidrita es una forma anhidra de sulfato cálcico (CaSO4)
que, una vez desmenuzado y clasificado, se utiliza a veces como
aglomerante rápido sin tratamiento térmico previo.
Impactos ambientales y medidas de protección
Aire
Gases de escape/gases de combustión
Durante la extracción y trituración de las materias primas del
cemento, cal y yeso (principalmente piedra caliza, yeso y
anhidrita), realizadas normalmente en canteras, no se producen
gases de escape.
Las materias primas del cemento se suelen secar al mismo tiempo de
su preparación y molienda, por lo que la humedad presente se
desprende en forma de vapor de agua inocuo. Durante la cocción de
las materias primas, u obtención del cemento, tiene lugar, por
desprendimiento del dióxido de carbono (CO2) contenido en la
piedra caliza, la transformación de carbonato cálcico en óxido
cálcico. Así pues, las emisiones gaseosas de la cocción están
formadas por el CO2 de la descarbonatación, los gases de escape de
los combustibles y también vapor de agua en pequeña cantidad. En
el gas desprendido pueden aparecer también compuestos de azufre
(generalmente en forma de SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx). Las
emisiones de vapor y de cloro y flúor gaseosos se evitan en el
proceso normal por adsorción de los contaminantes en el producto
combustible.
Las emisiones de vapor de agua y de CO2 son inherentes al proceso,
mientras que la aparición de compuestos de azufre puede reducirse
drásticamente con el uso de materias primas y combustibles
adecuados y el control del proceso de combustión. Hasta ciertos
límites los componentes sulfurados son fijados por la clinca del
cemento durante la cocción.
Únicamente bajo condiciones operativas extraordinarias, por
ejemplo, con exceso de azufre en la materia prima y en el
combustible, o con cocción reductora, puede producirse
aisladamente durante corto tiempo la emisión de cantidades de SO2
dignas de mención.
La temperatura de llama en la fabricación de cemento puede
alcanzar hasta 1800 C, con lo que se forman más óxidos de
nitrógeno, por oxidación del nitrógeno atmosférico, que en la
cocción de cal.
En la industria del cemento se utilizan a menudo, como materiales
combustibles complementarios, aceites, disolventes, residuos de
pintura, neumáticos viejos u otros residuos combustibles. Estos
productos de desecho suelen contener contaminantes, pero
normalmente éstos son fijados por la clinca y no pasan al gas de
escape. De utilizarse tales combustibles, hay que comprobar la
marcha del proceso mediante controles de seguridad especiales, a
fin de evitar una emisión de contaminantes adicionales.
En la cocción de cal, efectuada en instalaciones considerablemente
más pequeñas que la fabricación del cemento, se emite también CO2
con el gas de combustión. Sin embargo, la cantidad de gas de
escape es mucho menor que en las fábricas de cemento, dado el
tamaño de la instalación y las temperaturas de cocción mucho más
bajas requeridas por el proceso.
Al apagar la cal, el carbonato cálcico se transforma en hidróxido
cálcico por adición de agua. Parte del agua añadida se evacúa de
nuevo en forma de vapor de agua, ya que el proceso es exotérmico.
Pero este vapor de agua es inocuo.
Durante la cocción del yeso, pasan a la atmósfera vapor de agua y
pequeñas cantidades de gas de combustión. Dado que las
temperaturas de cocción de 300 - 400 C no son muy altas y los
flujos de masa son generalmente muy pequeños, también estas
instalaciones de cocción producen una contaminación ambiental
escasa.
La anhidrita de yacimientos naturales se tritura antes de usarla.
La anhidrita procedente de la fabricación de ácido fosfórico ha de
secarse antes del uso posterior, con lo que se produce vapor de
agua. Sin embargo, esta anhidrita pocas veces es utilizable
técnicamente, pues a menudo es tóxica.
Polvo
Durante la obtención y elaboración de cemento, cal y yeso, el
proceso produce polvo en diferentes fases de trabajo. En el
cemento este polvo es una mezcla de piedra caliza, óxido cálcico,
minerales del cemento y a veces también cemento totalmente cocido,
mientras que en el yeso es anhidrita y, sobre todo, sulfato
cálcico. A excepción del polvo de CaO puro, que aparece en la
cocción de la cal, el polvo no es peligroso, pero sí muy molesto.
En los distintos grupos de producción y dispositivos de transporte
de una fábrica de cemento hay que aspirar y despolvar de 6 a 12 m³
de aire y gas de escape por kg de material. Entre las mayores
fuentes de una fábrica están:
Molienda y mezclado de la materia prima,
Cocción del cemento,
Molienda del cemento (clinca + yeso) y
Apagado de la cal.
Es imprescindible el uso adecuado de instalaciones de aspiración y
grupos separadores de polvo eficaces, como precipitadores
electrostáticos, filtros textiles, filtros de gravilla y,
frecuentemente combinados con estos últimos, ciclones, pues en
otro caso no está garantizada una gestión apropiada de la fábrica
y los costos por desgaste de las máquinas ascienden drásticamente,
al tiempo que el alto porcentaje de polvo afecta a los puestos de
trabajo y supone también una pérdida de producción.
La mayor parte del polvo separado se reconduce al proceso, siempre
y cuando no se esperen acumulaciones de componentes de metales
pesados, como talio, en el gas de escape. Sólo bajo condiciones
desfavorables de materia prima y de combustible puede ser
necesario separar y desechar parte del polvo, a causa de una alta
concentración de componentes perjudiciales en el producto, como
los cloruros alcalinos. En algunos casos aislados este polvo puede
ser aprovechado en otros sectores industriales. Si el polvo se
deposita, dado que algunos de sus componentes son solubles, deben
observarse las exigencias de la protección de aguas subterráneas
en base a la solubilidad de los distintos componentes.
En la fabricación de cal, la acumulación de polvo es menor, pues
sólo en el apagado, embalaje y carga de la cal hay que trabajar
con un producto en polvo. En la industria del yeso y de la
anhidrita la acumulación de polvo es también escasa.
Filtros de alta calidad (precipitadores electrostáticos o filtros
textiles) permiten actualmente en la industria del cemento, cal y
yeso obtener aire de escape con un contenido de polvo inferior a
25 mg/Nm³. Las autoridades europeas discuten actualmente valores
inferiores a 25 mg/Nm³ para instalaciones nuevas. Por el
contrario, los Lineamientos Técnicos Aire alemanes siguen
prescribiendo 50 mg/Nm³.
Ruido
Las fábricas de cemento ocasionan un impacto sonoro mucho mayor
que las de cal y yeso. Pero también estas últimas tienen sectores
de producción cuyos niveles de ruido son considerables.
En la extracción de materias primas pueden producirse durante
corto tiempo molestias de ruido a causa de explosiones y las
consiguientes sacudidas. Pero con procedimientos de detonación
adecuados se pueden reducir en gran medida estas emisiones de
ruido.
Durante la preparación surgen ruidos molestos producidos, por
ejemplo, por quebrantadoras de impacto y molinos para el
desmenuzamiento de materiales duros. Estas instalaciones de
trituración y las de preparación asociadas se pueden encapsular
para que el medio ambiente quede protegido de impactos sonoros
graves. La mayor parte de molinos de materias primas y de cemento
producen un ruido tan intenso que han de instalarse en locales
insonorizados separados, donde no haya puestos de trabajo
permanentes.
Las instalaciones de cocción necesitan numerosos ventiladores de
gran tamaño que originan ruidos muy penetrantes, por lo que
también aquí hay que tomar medidas contra el ruido, por ejemplo,
en forma de encapsulaciones.
Para evitar molestias, las plantas de la industria de cal y de
yeso y, sobre todo, del cemento deben estar construidas como
mínimo a una distancia de 500 m de las zonas urbanizadas. La
inmisión en urbanizaciones próximas no debe sobrepasar 50 hasta 60
dB(A) de día y 35 - 45 dB(A) de noche.
Agua
En el sector minero de la industria de cemento, cal y yeso, el
agua residual puede contener materias sedimentables. Para no
superar los valores establecidos por la normativa vigente, es
preciso pasar el agua surgida en la mina a través de tanques de
reposo, y el agua utilizada para lavar la piedra caliza siempre a
través de tanques de sedimentación. El agua superficial que surge
en el entorno de las minas debe ser descargada aparte.
Las fábricas de cemento y de cal son a veces grandes consumidores
de agua, pero el proceso tecnológico no produce contaminación del
agua. En las fábricas de cemento se necesitan unos 0,6 m³ de agua
por tonelada de cemento para la refrigeración de las máquinas. La
mayor parte de este agua se encuentra en circulación, por lo que
sólo hay que reponer las pérdidas. En las instalaciones que
trabajan con el método seco también se consume agua para la
refrigeración de los gases de escape de los hornos, pudiéndose
calcular un consumo neto aproximado de 0,4 a 0,6m³ de agua por
tonelada de cemento. En las instalaciones que trabajan con el
método húmedo se necesita aproximadamente otro m³ por tonelada de
cemento para la molienda del lodo. Este agua se desprende de nuevo
por evaporación.
En la industria de la cal se necesita agua para el apagado de la
cal cocida (aprox. 0,33 m³/t de cal). Algunas fábricas de cal
consumen, sobre todo cuando se exigen calidades de gran pureza,
otro m³ aprox. de agua por tonelada de cal para el lavado de la
piedra caliza bruta. Dependiendo del consumo, este agua de lavado
se pasa a tanques de sedimentación o a piscinas de clarificación,
donde las partes finas se depositan y el agua residual se evapora,
o a veces se reutiliza.
La industria del yeso necesita relativamente poca agua, pues al
transcurrir los procesos a temperaturas bajas, no hace falta
energía de refrigeración. En la fabricación de placas de escayola,
al yeso bruto se añade agua, que permanece en el producto para el
fraguado del yeso (transformación del semihidrato en dihidrato).
Se puede conseguir una reducción del consumo de agua aumentando la
proporción de agua en circulación o manteniendo las pérdidas de
agua al mínimo posible.
En regiones secas el consumo de agua de refrigeración puede
reducirse mediante la instalación de precipitadores
electrostáticos especiales, con capacidad de funcionamiento a las
altas temperaturas del gas de escape.
El agua sanitaria acumulada requiere conducción y gestión
especiales.
Suelo
En las inmediaciones de las fábricas de cemento, cal y yeso, si el
mantenimiento de las instalaciones de separación de polvo es
insuficiente, los suelos pueden deteriorarse por el polvo que
reciben.
Cierto es que en la fabricación del cemento se pueden introducir
en el proceso elementos traza con efectos potencialmente negativos
sobre el medio ambiente, a través de componentes de materia prima
especiales, como mineral de hierro, o actualmente también a través
de materiales de desecho combustibles, cada vez más utilizados .
No obstante, estos contaminantes son absorbidos casi totalmente en
estado fundido por la clinca de cemento, formando enlaces químicos
y contrarrestando así su efecto contaminante. Para evitar desde el
principio posibles perjuicios con el uso como combustible de
componentes de materias primas especiales o de productos de
desecho de otras industrias, es preciso efectuar análisis de los
elementos traza de relevancia ambiental como plomo (Pb), cadmio
(Cd), teluro (Tl), mercurio (Hg), cinc (Zn), que se depositan en
el polvo de filtros. Llegado el caso, debe impedirse la
acumulación de contaminantes en el proceso con medidas técnicas
adecuadas, por ejemplo, la separación del polvo.
Puesto de Trabajo
En las fábricas de cemento, cal y yeso están en funcionamiento
numerosas máquinas que, incluso con el estado actual de la
técnica, producen niveles de ruido de 90 dB(A). Generalmente se
puede conseguir disminuir el ruido por medio de dispositivos
estáticos. Los puestos de trabajo permanentes dentro de las
instalaciones, por ejemplo, los puestos de mando, deben tener
insonorización. Si a pesar de ello se producen niveles continuos
de 85 dB(A), debe disponerse de protector de oídos, cuyo uso es
imprescindible a partir de un nivel de ruido de 90 dB(A) para
evitar lesiones auditivas. También durante estancias cortas en
zonas de proceso con ruido intenso está prescrita una protección
de los oídos.
En casos excepcionales, por ejemplo, durante reparaciones o
eliminación de averías, el personal puede estar expuesto durante
mucho tiempo a altas temperaturas y a una gran carga de ruido y
polvo. Para estas aplicaciones han de estar previstos equipos y
vestimenta de protección adecuados. Además debe limitarse y
vigilarse el trabajo en la zona peligrosa.
Ecosistemas
Las fábricas de cemento, cal y yeso necesitan materias primas que
se encuentran a flor de tierra, por lo que al extraerlas no se
pueden evitar interferencias en el paisaje circundante.
En la elección del emplazamiento de las fábricas de cemento, cal y
yeso deben tenerse en cuenta también los aspectos ambientales. Si
se trata de emplazamientos en zonas aprovechadas hasta entonces
para la agricultura, han de considerarse posibles fuentes de
ingresos alternativas, sobre todo para las mujeres afectadas.
Además del debido cumplimiento de las normas sobre gas de escape,
polvo, ruido y agua, hay que verificar las condiciones del
terreno, la integración en el paisaje y la infraestructura del
emplazamiento. La infraestructura comprende, por ejemplo,
suministro y posibilidades de vivienda para el personal femenino y
masculino, sistemas y volumen de tráfico, industrialización
existente y planificada de la zona.
Dado que el impacto ambiental no se limita al área de la fábrica,
los grupos de población afectados, y sobre todo mujeres y niños,
deben tener derecho a atención médica.
En la producción de cemento se necesita alrededor de 1,6 t de
materia prima por cada tonelada de cemento, además de yeso,
consumiéndose en total 1,65 t aprox. de materia prima. En la
producción de cal el consumo de materia prima, con cerca de 1,8 t
por tonelada de producto final, es aproximadamente un 10 % mayor
que en la fabricación de cemento. En el consumo calculado de
materia prima no se ha tenido en cuenta el escombro, que varía
mucho de un yacimiento a otro. La mayor parte del consumo de yeso
se podría cubrir actualmente en Alemania con el yeso acumulado de
las instalaciones de desulfuración de gases de combustión, con lo
que la preparación de esta materia prima ya no necesitaría alterar
el paisaje.
Para el posterior recultivo de una cantera se recomienda hacer la