Diapositiva 1
1 II Fuentes extrabblicas3
Qu testimonios antiguos nos permiten conocer a Jess de
Nazaret?
Los documentos ms importantes son, ciertamente los textos
reunidos en el Nuevo Testamento, que por lo dems son los escritos
ms antiguos acerca de Jess. Sin embargo, existen otros documentos
que es necesario examinar para valorar la contribucin que ellos
hacen a la bsqueda del Jess histrico.
3 R. Trevijano, Fuentes para el conocimiento de Jesucristo, en:
O. Gonzlez de Cardedal (edc), Salvador del Mundo, Salamanca 1997,
pp.25-37.2 1. Testimonios de la literatura no cristiana Jess no fue
un soberano, protagonista de la alta poltica o de la historia
blica, ni un constructor de edificios pblicos o acueductos. Para
muchos de sus contemporneos, Jess fue un ejecutado ms de una larga
lista, en el marco de una poltica imperial de represin a los grupos
nacionalistas.3 El dato extrabblico ms antiguo que conservamos
sobre Jess es un texto escrito en griego entorno al ao 93 por
Flavio Josefo, historiador judo que defendi los territorios de
Galilea contra Vespasiano, y que luego se cambi de bando y ayud a
los romanos a tomar Jerusaln en el ao 70. 4 Al describir los
acontecimientos en torno a los aos 30, afirma: En este tiempo
existi un hombre de nombre Jess. Su conducta era buena y era
considerado virtuoso. Muchos judos y gente de otras naciones se
convirtieron en discpulos suyos. Pilato lo conden a ser crucificado
y a morir5 Los convertidos en sus discpulos no lo abandonaron.
Relataron que se les haba aparecido tres das despus de su
crucifixin y que estaba vivo. Segn esto fue quiz el Mesas de quien
los profetas haban contado maravillas4.
4 Antiquitates Iudaucae, XVII, 3,3. El texto tiene problemas
crticos: hay afirmaciones que slo se entienden como una
interpolacin cristiana. Por ello, ofrecemos la traduccin de la
versin rabe, libre de toda sospecha. Es importante notar la
centralidad de Cristo y el culto que la comunidad le rinde, como a
Dios, incluso a riesgo de la propia vida: Por otra parte, ellos
afirmaban que toda su culpa y error consista en reunirse en un da
fijo antes del alba y cantar a coros alternativos un himno a Cristo
como a Dios (quasiDeo) y en obligarse bajo juramento no ya a
perpetrar delito alguno Otra noticia antigua proviene de Plinio el
Joven, gobernador de Bitinia (actual Turqua) en torno al ao 112.
6
En una carta al Emperador Trajano, le describe las prcticas de
los cristianos. As mismo uno de los grandes historiadores romanos,
Tcito, en torno al ao 116, al describir la crueldad de Nern, tambin
alude a Jess de Nazaret:
7 Ms, ni con los remedios humanos ni con las larguezas del
prncipe o con los cultos expiatorios perda fuerza la creencia
infamante de que el incendio [de Roma] haba sido ordenado [por
Nern]. 8 En consecuencia, para acabar con los rumores, Nern present
como culpables y someti a los ms rebuscados tormentos a los que l
vulgo llamaba cristianos, aborrecido por sus ignominias. Aquel de
quien tomaban nombre; Cristo, haba sido ejecutado en el reinado de
Tiberio por el procurador Poncio Pilato9 Junto con la mencin
histrica acerca de Jess, Tcito, que profesa desprecio por lo
cristianos, nos informa sobre los martirios que padecieron muchos
cristianos en torno al ao 64, es decir, durante la persecucin de
Nern. 10 Finalmente, Suetonio, recuerda que por el ao 49, el
Emperador Claudio expuls de Roma a los judos, que provocaban
alboroto continuamente a instigacin de Cresto 6.
6 Suetonio, Claudius, 2511 Naturalmente Cresto es una deformacin
del nombre de Cristo. Esta noticia concuerda con Hech 18,2-3, que
menciona a un judo llamado Aquila y a su mujer Priscila, quienes
haban salido de Roma por causa del decreto de Claudio.12 De este
modo, la existencia de Jess, sus prodigios, la conformacin de un
grupo de seguidores, las circunstancias de su muerte, la
participacin de Pilato y las tempranas y firmes convicciones de sus
discpulos, tanto de su resurreccin como de su divinidad, estn
atestiguadas por varios autores no cristianos e incluso
anticristianos.13 De la inmensa mayora de las decenas de millones
de habitantes del Imperio Romano, no sabemos nada; de un grupo
reducidsimo conocemos el nombre; y de un grupito an ms pequeo,
poseemos algunos datos biogrficos. Jess, entonces, pertenece al
pequesimo grupo de los personajes mejor conocidos de la
antigedad.14 No slo sabemos ms de Jess que lo que sabemos acerca de
los que fueron crucificados junto a l, o de Simn de Cirene, o de
Gamaliel, o del Sumo Sacerdote; 15
incluso si consideramos personajes tan importantes como Pilato,
Procurador de la Provincia de Judea por un largo periodo, o de Tito
Livio7, el gran historiador romano, nos daremos cuenta de que, en
trminos comparativos, sabemos mucho de Jess, por fuentes diversas y
confiables.
7 Las noticias que nos han llegado sobre la larga vida de Livio
son tan escasas que se le ha llamado el historiador sin historia, o
la figura ms nebulosa entre los grandes clsicos, Tito Livio,
Historia de Roma desde su fundacin, A. Sierra (edc.), vol I, Madrid
1990, p.16
16 2. Testimonios de la literatura cristiana antigua8
Contamos con textos muy hermosos que nos permiten acceder a las
convicciones de los cristianos de los primeros siglos.
8 Traducciones tomadas de Fuentes Patrsticas, editadas por
Ciudad Nueva.17 Pero los datos acerca de Jess que ellos contienen
dependen de la tradicin del Nuevo Testamento y, por tanto, no nos
ofrecen datos nuevos.
18
La Didach es un breve escrito judeocristiano de fines del siglo
I. Es un documento precioso para conocer algo de la liturgia
cristiana ms primitiva y de ella podemos deducir la centralidad de
Jess en el culto cristiano primitivo.19 Las cartas de San Ignacio
de Antioqua, obispo martirizado en Roma en torno al ao 107, nos
transmiten las convicciones cristolgicas de este cristianismo de
origen pagano que estuvo dispuesto a entregar su vida por amor a su
Seor. 20 3. Testimonios de la tradicin apcrifa
La literatura apcrifa est constituida por textos cristianos que
no pertenecen a la Biblia pero que imitan los gneros literarios del
Nuevo Testamento (Evangelios, Hechos, Cartas y Apocalipsis), y se
presentan como escritos por un personaje de la poca apostlica de
gran autoridad.21 El trmino apcrifo quiere decir escondido, oculto,
porque este tipo de textos reclaman su autoridad de una tradicin
oculta. Los primeros que aplican el trmino apcrifo a estos textos
son sus propios autores (ej. El Apcrifo de Juan).22 Esta literatura
nace por dos motivos:
1) Un grupo de textos, de carcter ms folklrico, surge del deseo
de alimentar la piedad de los fieles y saciar su curiosidad, por
medio de la composicin de leyendas piadosas sin ningn valor
histrico y llenas de datos pintorescos.
2) El otro grupo nace de motivaciones ms teolgicas que buscan
propagar una determinada imagen de Jess, muchas veces proveniente
de algn grupo particular.23 No se puede negar como principio que
los apcrifos ms antiguos, como el Evangelio de Toms, puedan
contener algn dato transmitido oralmente que no quedo registrado en
el Nuevo Testamento. 24 Pero, en la prctica, los datos atendibles
que contienen los apcrifos acerca de las palabras y los hechos de
Jess son precisamente los que dependen del Nuevo Testamento;
25 el resto es obra del autor o de la escuela a la que
perteneci. De este modo, los apcrifos, en lneas generales, estn
conformados por datos extrados de los Evangelios cannicos mezclados
a las especulaciones o creaciones del autor del texto.26 4. Algunos
ejemplos de literatura apcrifa9
4.1 Apcrifos de origen popular El Evangelio rabe de la Infancia
siglo V? Un da, cuando Jess haba cumplido los siete aos, jugaba con
sus pequeos amigos, es decir, con nios de su edad, y se entretenan
todos en el barro, haciendo con l figurillas, que representaban
pjaros, asnos, caballos, bueyes, y otros animales.
9 Para los textos apcrifos en espaol cf., A. De Santos Otero,
Los evangelios apcrifos: coleccin de textos griegos y latinos,
Madrid 1999; A. Piero et alli (eds.), Textos gnsticos. Biblioteca
de Nag Hammadi, Madrid 1997 (3 vol). En Internet, hay muchas
traducciones cuya fidelidad no es segura.27 Y cada uno de ellos, se
mostraba orgulloso de su habilidad, y elogiaba su obra, diciendo:
Mi figurilla es mejor que la vuestra. Mas Jess les dijo: mis
figurillas marcharn, si yo se los ordeno. Y sus pequeos camaradas
le dijeron: Eres quizs el hijo del Creador? 2. Y Jess mand a sus
figurillas marchar, y en seguida se pusieron a dar saltos. Despus,
las llam, y volvieron. Y haba hecho figurillas que eran gorriones.
Y les orden volar, y volaron, y posarse, y se posaron en sus manos.
Y les dio de comer, y comieron, y de beber, y bebieron. (XXXVI,
1)28 Naturalmente, un texto como El Evangelio rabe de la Infancia,
nos presta el servicio de darnos a conocer la piedad popular de un
particular grupo de cristianos del siglo V, pero en nada contribuye
para el conocimiento histrico de Jess de Nazaret.29 4.2 Apcrifos de
origen gnstico Evangelio de Toms, texto del siglo II con fuentes
del siglo I
112. Dijo Jess: Ay de la carne que depende del alma! Ay del alma
que depende de la carne!
113. Les dijeron sus discpulos: Cundo va a llegar el Reino?
(Dijo Jess): `No vendr con expectacin. No dirn: Helo aqu! o Helo
all!, sino que el reino del Padre est extendido sobre la tierra y
los hombres no lo ven`.
30 114. Simn Pedro les dijo: Que se aleje Mara [Magdalena] de
nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida. Dijo Jess:
`Mira, yo me encargar de hacerla varn, de manera que tambin ella se
convierta en un espritu viviente, idntico a vosotros los varones:
pues toda mujer que se haga varn, entrar en el reino del cielo.31
El Evangelio de Judas, posiblemente del siglo II
En verdad te digo, Judas que [los que] ofrecen sacrificios a
Sacias [] dios [] toda obra mala. Pero tu lo sobrepasaras a todos,
pues sacrificars al hombre que me reviste. Ya se levanta tu cuerno/
y se enciende tu ira, / tu astro transita/ y tu corazn []. `En
verdad [te digo]: Tus ltimos [seis lneas con palabras sueltas]. El
arconte que ser destruido. Y entonces enaltecida la figura de la
gran generacin de Adn, porque aquella generacin existe previamente
al cielo, a la tierra y a los ngeles, procedente del en.32 Estos
breves ejemplos nos muestran hasta que punto los apcrifos mezclan
datos evanglicos con las especulaciones de las propias escuelas, en
este caso, gnsticas. 33 El desprecio de la materia, el carcter
elitista de la revelacin, la inferioridad del espritu femenino y la
oposicin entre lo interior y exterior, son temas propios del
pensamiento griego del siglo II, y no provienen del ambiente
palestinense en que vivi Jess.34 La mayor confiabilidad del Nuevo
Testamento est asegurada porque sus escritos son por mucho
anteriores a los apcrifos tal como hoy los conocemos. Estos
documentos son utilsimos para conocer algunas lneas de la teologa
cristiana primitiva, pero no son un aporte para acceder
histricamente a Jess de Nazaret.35