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Departamento de Antropologa Social y Cultural
Mster Oficial en Investigacin etnogrfica, Teora Antropolgica y
Relaciones
Interculturales
Curso 2012-2013
EL SER HUMANO
Dificultad de conciliar con la alteridad, su particularidad y su
lugar
entre los seres vivos
Patricia San Mateo Hidalgo
Directora: Montserrat Ventura i Oller
Cerdanyola del Valls, 26 de julio de 2013
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Oh Adn, no te he dado ni un lugar determinado, ni un aspecto
propio, ni una
prerrogativa peculiar con el fin de que poseas el lugar, el
aspecto y la prerrogativa que
conscientemente elijas y que de acuerdo con tu intencin obtengas
y conserves. La
naturaleza definida de los otros seres est constreida por las
precisas leyes por m
prescriptas. T, en cambio, no constreido por estrechez alguna,
te la determinars
segn el arbitrio a cuyo poder te he consignado. Te he puesto en
el centro del mundo
para que ms cmodamente observes cuanto en l existe. No te he
hecho ni celeste ni
terreno, ni mortal ni inmortal, con el fin de que t, como rbitro
y soberano artfice de ti
mismo, te informases y plasmases en la obra que prefirieses.
Podrs degenerar en los
seres inferiores que son las bestias, podrs regenerarte, segn tu
nimo, en las
realidades superiores que son divinas.
Pico de La Mirandola.
(Discurso u oracin sobre la dignidad del hombre, 1463-1494).
El hombre redisea su propia Especie el homo sapiens ha superado
las
limitaciones de su origen... Ahora puede dirigir su propia
evolucin. En el homo
sapiens la naturaleza ha ido ms all de las duras regularidades
de los
fenmenos fsicos. En tanto que criatura de la Naturaleza, el homo
sapiens la
ha trascendido. De ser un producto de las circunstancias se ha
elevado hasta
la responsabilidad. Al fin es un Hombre. Ojal se comporte como
tal
(Handler en Stolcke, 2010:279)
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Antes de empezar deseo dar gracias:
en primer lugar, a mis padres y hermanas por su apoyo, a
Montserrat Ventura y Verena Stolcke
por guiarme y decirme hazte preguntas, a Marcos por alentarme a
realizar este proyecto,
a Rosita por su ayuda en las correcciones, a Paula por
acompaarme,
y a Mazin por su orientacin en la investigacin.
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NDICE
INTRODUCCIN
........................................................................................................................
1
Antecedentes
..........................................................................................................................
3
Pertinencia
...............................................................................................................................
5
Metodologa, tcnicas, supuestos de partida y nociones clave
...................................... 7
Objetivos generales, especficos y preguntas de investigacin
.................................... 10
1.DEFINICIONES
.....................................................................................................................
12
2. SOBRE LA UNIDAD DE LA HUMANIDAD EN OCCIDENTE
....................................... 18
2.1. Dimensiones del humano
............................................................................................
18
2.2. La Unidad de la Humanidad. Dicotoma nosotros/otros
......................................... 20
3. LA PARTICULARIDAD DE LA ESPECIE HUMANA DESDE EL PARADIGMA
BIOCIENTFICO
.......................................................................................................................
28
3.1. Qu es el ser humano?
.............................................................................................
28
3.2. La particularidad gentica y neurolgica
..................................................................
35
3.3. Las capacidades particulares
.....................................................................................
40
4. EL SER HUMANO ENTRE LOS SERES VIVOS
............................................................ 45
4.1. El pensamiento naturalista
..........................................................................................
46
4.2. Crticas al sistema de clasificacin
............................................................................
53
4.3. Hacia una relacin horizontal entre el humano y el resto de
seres vivos ............ 55
CONCLUSIONES
.....................................................................................................................
64
BIBLIOGRAFA
.........................................................................................................................
70
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1
INTRODUCCIN
Este proyecto de investigacin se presenta como el trabajo final
del Mster de
Investigacin etnogrfica, Teora Antropolgica y Relaciones
Interculturales. Es
una aproximacin terica y crtica a la nocin de humano desde la
perspectiva
occidental moderna, y se concibe como el punto de partida de un
proceso que
pueda continuar hacia la realizacin de los estudios de
Doctorado.
El estudio del humano es complejo, y debido a la variedad y
multitud de
mbitos que lo abordan, nos ha resultado difcil delimitar el
anlisis.
Finalmente, hemos concentrado la investigacin en los siguientes
aspectos:
En el primer captulo, partiendo desde lo ms bsico, se ha
realizado una
bsqueda de la definicin de humano en distintas enciclopedias y
diccionarios
de ciencias sociales, de antropologa, de filosofa y teologa, as
como
diccionarios de biologa.
Una vez nos hemos aproximado a estudiar al ser humano, hemos
visto que en
occidente existe una dificultad para conciliar con la alteridad.
Por esta razn, en
el segundo captulo, se ha realizado un breve recorrido histrico,
desde la
Grecia clsica hasta la actualidad, de las distintas dicotomas y
conceptos
dualistas creados para diferenciar quienes estn incluidos en el
grupo nosotros,
y quines en el grupo otros. Se ha abordado esta dicotoma desde
una
perspectiva crtica, indicando cmo la separacin o la grieta entre
nosotros y
otros ha servido para justificar acciones polticas
discriminatorias, injustas y
destructivas.
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2
Aunque la disciplina desde la que se realiza este proyecto es la
Antropologa,
se ha considerado pertinente abordar la pregunta Qu es el
humano?
buscando respuestas entre distintos investigadores de otras
disciplinas que
tratan la misma cuestin. En el tercer captulo nos centramos en
la bsqueda
de las caractersticas nicamente humanas: la particularidad
gentica y
neurolgica, y las capacidades particulares.
Otro aspecto abordado en esta investigacin es la bsqueda del
lugar del
humano entre los seres vivos. En el cuarto captulo, se ha
realizado una
aproximacin al pensamiento naturalista, una crtica a la
superioridad del ser
humano con respecto a los seres vivos y una presentacin de
algunas
investigaciones que proponen una relacin horizontal, en lugar de
una
jerarqua. Por un lado, desde la antropologa social y cultural,
se han analizado
la cosmovisin animista, desvelando unas formas no jerrquicas de
pensarse y
de relacionarse con el entorno. Y por otro, la biotecnologa y
las nuevas
tecnologas mdicas, que tambin proponen una permeabilizacin de
las
fronteras entre especies y la posibilidad de pensar el lugar del
ser humano en
igualdad con el resto de seres vivos.
Conscientes de que la temtica abordada es densa y compleja,
presentamos
este proyecto como una primera aproximacin que ha servido para
buscar
algunas respuestas, pero sobre todo como una investigacin que
nos ha
llevado a establecer interrogantes y cuestionamientos para
futuras
investigaciones.
Bosc den Vilar, verano de 2013.
-
3
Antecedentes
Mi motivacin en este proyecto y el origen de mi inters en
realizar una
investigacin acerca del humano proviene de dos sentimientos. Por
un lado, mi
preocupacin por la situacin actual de la humanidad. En estos
momentos hay
conflictos armados, extincin creciente de especies debido al
efecto de la
accin humana, discriminacin, desigualdades, explotacin, pobreza,
y una
larga lista de acciones humanas negativas. Por otro lado, mi
inters se debe a
una inquietud y a una postura crtica vinculada a la situacin de
la antropologa
y a su historia, que como seala Stolcke (2008) en Padres,
filiaciones y malas
memorias, tiene dificultad en definir su objeto de estudio y no
hay acuerdo
sobre lo que se entiende por antropologa ni sus orgenes.
A lo largo de mi trayectoria biogrfica he viajado por Asia,
Amrica Latina,
Oriente Medio y Europa, participando en proyectos de intercambio
cultural, y de
desarrollo. Tambin he trabajado con personas de distintas
religiones y
culturas. En el ao 2007 estuve trabajando en la ONG Servei Civil
Internacional
de Catalunya, como responsable del rea de voluntariado, y
enviaba a jvenes
catalanes a participar en los campos de trabajo que se
organizaban a nivel
internacional. El SCI-Catalunya es una ONG que promueve el
acercamiento y
el conocimiento mutuo entre jvenes de distintas procedencias,
culturas y
experiencias, como una herramienta para conocer al otro, para
derribar
prejuicios y preconcepciones negativas.
Otra de las situaciones o experiencias que he vivido fue en mi
labor durante
tres aos en el Centre UNESCO de Catalunya, primero en la Oficina
dAfers
Religiosos de lAjuntament de Barcelona, y posteriormente en el
Departament
-
4
de Dileg Interreligis, donde mi trabajo consista en impulsar
proyectos e
iniciativas destinadas a promover el dilogo entre las personas,
facilitar el
entendimiento mutuo y as evitar posibles conflictos.
Todos estos viajes y proyectos personales y profesionales, entre
otros, me han
llevado a conocer las cosas ms bellas de la vida y la humanidad,
la hermosura
de la naturaleza, la hospitalidad y el cario de las personas.
Pero tambin he
sido observadora directa de los efectos de las desigualdades y
las injusticias,
de las guerras y las crisis.
Durante este ltimo tiempo, peridicamente, realizamos con unos
amigos una
tertulia miscelnea, para reflexionar sobre la antropologa, el
humano y la
humanidad (la crisis econmica, historia, ciencia, fsica, qumica,
matemticas,
sobre la democracia, la poltica, la economa). En una de nuestras
largas y
densas reuniones estbamos hablando de las cosas que no nos
gustan del
mundo y un amigo propuso hacer una lista de las prcticas
negativas que
observamos en nuestro entorno. Yo me fui a casa pensando en la
discusin de
aquel da y en los das posteriores redact una lista larga e
inacabada de
acciones negativas. Escrib aproximadamente unas sesenta. La
elaboracin de
esta lista fue dura, me conmovi, y me llev a plantearme
preguntas sobre la
humanidad, sobre las formas de entenderse o pensarse a s misma y
sobre las
formas de organizarse.
Esta primera reflexin sobre la realidad, me lleva a preguntarme
acerca del
humano, acerca de la antropologa y sus posibilidades entre la
dems ciencias,
a pensar en la relacin entre la teora y la aplicacin del
conocimiento cientfico.
Cmo pensamos el entorno desde la sociedad occidental? Cul es el
papel
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5
que juega la antropologa en los discursos sobre el humano y la
humanidad?
Existe acuerdo sobre lo que significa ser humano? Tiene sentido
o es
pertinente preguntarse sobre el humano?
Pertinencia
Ya Margaret Mead, en el siglo pasado, nos expresaba su
preocupacin sobre
el papel de la antropologa, en el libro La ciencia del hombre
(1975), cuando
nos deca que en una conferencia organizada (no nos dice dnde)
para discutir
cmo afrontar los problemas de la supervivencia humana y cmo
aplicar los
conocimientos de las ciencias, los antroplogos y antroplogas se
mostraron
incapaces para captar el problema y hacer una aportacin slida.
La autora
evidencia que la antropologa tiene, como ciencia del hombre,
una
responsabilidad. Y seal que:
Como especialistas en el estudio de las invenciones culturales
realizadas por
criaturas biolgicas llamadas hombres, ().Debemos entender y
dominar la
direccin en que las ciencias humanas y la raza humana se
mueven
correctamente para poder contribuir con lo que sabemos (Mead,
1975:13).
Esta misma preocupacin se presenta en el artculo de Agustn
Fuentes (2010),
treinta y cinco aos despus. Todava se hace visible la cuestin
acerca de la
posicin secundaria que actualmente tienen los antroplogos y
antroplogas
ante este tema. Indica que stos deberan tener una voz ms activa
en las
cuestiones relacionadas con el humano, e insta a que se
organicen
discusiones, y a que se mantenga vivo el debate, tanto a nivel
pblico como
acadmico.
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6
La pregunta qu es el ser humano? que Agustn Fuentes (2010) hace
a los
antroplogos/as, es actual, levanta suspicacias, es controvertida
y prueba de
ello es la gran literatura generada actualmente. ste es un
debate que se
visualiza ya desde las reflexiones de los pensadores del Mundo
Antiguo, en
Scrates, Platn y Aristteles o Protgoras. Como bien dice el
antroplogo y
telogo Llus Duch (2012), es el interrogante cardinal de la
antropologa, la
pregunta antropolgica por excelencia. Igualmente Mead ya tena
muy claro
que el objetivo de la antropologa es la humanidad, como sta debe
haber
sido, cmo sta es, y cmo debe ser, si el hombre sobrevive (Mead,
1975:14).
En su artculo, Fuentes (2010) recoge las propuestas de
diferentes
antroplogos y antroplogas que respondieron a la pregunta Qu
significa ser
humano? Algunos se centran en la diversidad humana, otros
critican la
arrogancia por nombrarse a s mismos sapiens. Otro punto de vista
es el de
Tim Ingold (Fuentes, 2010:513-514), quien propone que lo que
importa no es el
humano en s, sino lo que experimenta (lo que vive, lo que crea y
en lo que se
convierte). Otro punto de vista es el de Robert Sussman
(Fuentes, 2010:514-
515), quien propone que la bsqueda de la naturaleza humana se
debe hacer
en comparacin con los primates, y seala que Humanos y chimpancs
son
diferentes en su neurobiologa, y que estas diferencias
estructuran la forma en
como se comportan (Fuentes, 2010: 515). Otra de las respuestas
es la del
antroplogo biolgico Jonathan Marks (Fuentes, 2010: 513), quien
seala que
somos ex-monos bioculturales en lugar de versiones mejoradas de
nuestros
antepasados, y l mismo nos alerta de las tendencias a definirnos
a nosotros
mismos dentro o fuera del mundo que compartimos con otros seres
vivos.
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7
Otros participantes del foro dijeron que es importante
considerar la capacidad
de la autoconciencia, y la cultura humana.
Este debate ha sido el punto de partida de esta investigacin, y
justifica que
nuestra bsqueda no es balad, ni una reflexin filosfica
superflua, sino que es
pertinente, y adems nos hace un llamado a resituar a la
antropologa en una
controversia en la que tiene mucho que decir y aportar.
Metodologa, tcnicas, supuestos de partida y nociones clave
La metodologa utilizada para el presente proyecto se ha basado
en dos
tcnicas de investigacin cualitativas: por un lado la
investigacin documental y
el anlisis comparado de lecturas, obras y documentos, y por
otro, se han
realizado entrevistas a especialistas del mbito universitario
para hacer una
aproximacin al discurso contemporneo, y as poder triangular los
conceptos
tericos y los debates con los discursos de los expertos de
diferentes
disciplinas (filosofa de la ciencia y biologa molecular).
El marco temporal de la investigacin es el momento actual. Ya
que nos
interesa estudiar cules son los debates que se estn produciendo
hoy en da
sobre las nociones de humano, hemos considerado el marco
temporal
comprendido entre la ltima dcada del siglo pasado y los trece
aos del
presente siglo.
Sobre el apartado de las nociones, aqu no haremos una
introduccin a la
nocin de humano, ya que ser la que investigaremos a lo largo de
este
proyecto como principal concepto clave.
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8
Como punto de partida debemos sealar que estamos realizando
esta
investigacin desde la perspectiva occidental o la cosmovisin
naturalista
moderna. Como sealan Descola (2011) y Ventura (2011) existen
otras formas
de entender al humano y la humanidad, que revisaremos en el
ltimo captulo.
Desde un primer momento se decidi que la investigacin se
centrara en la
visin sobre el humano y la humanidad desde la cosmovisin
naturalista, que
fundamenta el pensamiento occidental moderno, para entender las
polticas
migratorias, los procesos de exclusin, el racismo, la
discriminacin, etc, en los
pases occidentales.
Tambin como referentes tericos de partida contamos con las tesis
e
interrogantes que desarrolla Stolcke (1995, 1997, 2008). Estos
trabajos nos
han dado un fundamento para empezar a buscar respuestas a
nuestras
preguntas. Esta base nos ayudar a dibujar el mapa conceptual que
plantea
este proyecto.
En su artculo De Padres, filiaciones y malas memorias (2008)
Stolcke
diagnostica que la antropologa tiene problemas para definir qu
es ella misma
y su objeto de estudio. En este sentido, segn la autora, la
antropologa tiene
problemas para conciliar la unidad humana y la diversidad
cultural. Adems
seala que occidente tiene problemas para resolver la relacin con
la
alteridad.
Stolcke (2011) tiene una larga trayectoria de crtica de los usos
y abusos del
dualismo naturaleza y cultura. Ella misma expone que an existe
un debate
abierto en torno a esta dicotoma.
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9
Juntamente con Stolcke (2008) destacamos las todava vigentes
ideas y
posturas que se debatieron en Chicago por primera vez en el
clebre Simposio
sobre la Responsabilidad Social de la Antropologa de 1967, en el
que se
debati la responsabilidad profesional de los antroplogos y su
compromiso
socio-poltico, ms all de su rigor cientfico.
Los organizadores y participantes () denuncian, por un lado, la
complicidad
de los cientficos sociales con la poltica imperialista
norteamericana y su
colaboracin en actividades contra insurgentes del gobierno en
Amrica Latina
y Asia y, por otro, ponen en tela de juicio las pretensiones
cientifistas aspticas
de la antropologa clsica relativista, en un mundo globalmente
pos-colonial,
una postura crtica que fue adems alentada por el clima poltico
radical que la
revuelta estudiantil, la oposicin a la guerra del Vietnam y la
lucha por los
derechos civiles de los negros propagaba en las
universidades
norteamericanas (Stolcke, 2008:13).
Con la noticia de la dimisin de Sahlins (2013) de la National
Academy of
Sciences, debido entre otras cosas (su desacuerdo con Chagnon) a
la
colaboracin de la academia en la mejora de la eficacia de las
misiones
militares de Estados Unidos, se confirma que las crticas y
autocrticas que se
hicieron, ya hace casi medio siglo, son muy serias. Esta noticia
nos indica que
el problema no es de quienes desean explicar la gran diversidad
cultural, las
diferencias de expresin, de apariencia, de vestir, arte, y toda
la variacin que
procede de algo muy valioso como son el potencial y la
diversidad humana,
sino que es de los gobernantes, de los polticos de los pases
poderosos, junto
con los cientficos que los gobernantes escogen para mantener su
competencia
destructiva. Esta crtica encaja con la indignacin de una parte
de la sociedad
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10
contempornea contra los mismos excesos de poder a menudo
tambin
coadyuvados por la ciencia.
Objetivos generales, especficos y preguntas de investigacin
Adems de la pregunta Qu es el humano? que gua la presente
investigacin, nos cuestionamos: Por qu nos cuesta reconocer la
alteridad?,
Por qu tenemos miedo del otro?, Por qu no reconocemos a
cualquier
humano como igual?, Por qu tiene la antropologa dificultad en
conciliar entre
la unidad humana y la diversidad cultural?, Por qu existe
discriminacin y
exclusin?, Sabemos qu es lo que nos diferencia del resto de los
seres
vivos?, Cunto durar la bsqueda de nuestra diferencia, cuando est
claro
que somos los nicos que podemos construir ordenadores, barcos o
aviones?,
Por qu nos situamos por encima de la naturaleza y pensamos que
podemos
dominarla y abusar de ella?, Por qu no la respetamos?, Por qu
seguimos
causando extincin de especies, contaminacin de ros y maltrato
animal, entre
otras muchas acciones negativas sobre el entorno?, Por qu nos
enfrentamos
con el entorno en lugar de cuidar el jardn en que nos
encontramos? A lo largo
de este proyecto no daremos respuesta a estas preguntas
concretamente, pero
nos guiarn en nuestros objetivos.
El objetivo general de este trabajo es desarrollar una
aproximacin a la
construccin occidental de la nocin de humano haciendo una
reflexin a nivel
histrico, filosfico y cientfico, considerando la crtica sobre la
responsabilidad
social de la antropologa y buscando comprender cmo la sociedad
occidental
moderna se piensa a s misma, para poder ver qu fundamenta la
forma de
relacionarse con el entorno (humano, y no-humano) y sus acciones
negativas.
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11
Los objetivos especficos son, por un lado, la aproximacin a la
nocin a partir
de las definiciones y de la bsqueda de la particularidad humana
desde las
biociencias: la particularidad gentica y neurolgica, y las
capacidades
particulares causantes de nuestras culturas, de la historia y la
evolucin
humana. Y, por otro lado, el anlisis de las dificultades que
tiene la tradicin
occidental frente al pensamiento dualista y dicotmico que la
caracteriza. Tanto
para conciliar con la alteridad y para reconocer la unidad
humana, como para
restablecer el dilogo entre naturaleza y cultura, en general, y
entre lo humano
y lo no-humano en particular.
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12
1.DEFINICIONES
La antropologa, segn Stolcke, es el estudio de la experiencia
humana en su
diversidad en el tiempo y en el espacio (2011:6). Es la ciencia
que estudia a la
humanidad, la especie ms consciente de entre el resto de las
especies de la
vida, al humano; y a los conjuntos de humanos, sociedades y
culturas.
En este apartado nos disponemos a buscar las definiciones de
humano en
distintas enciclopedias y diccionarios de ciencias sociales,
antropologa,
filosofa, teologa y biologa. Sin embargo, antes de empezar, es
necesario
considerar que la definicin de cualquier palabra o cualquier
cosa entraa una
complicacin. A lo largo de la historia, ha habido autores que
han analizado la
definicin en s misma, y han revelado una dificultad (Dewey y
Bentley, 1947).
Ya Aristteles se plante la dificultad para relacionar lo que una
cosa es con lo
que una palabra dice. La dificultad llega hasta el punto de
cuestionarnos si
realmente es posible la definicin de algo, y por lo tanto si es
posible definir al
humano.
Sobre la etimologa del trmino se apuntan distintos orgenes. Segn
el
Diccionario crtico etimolgico castellano e hispnico (Corominas,
1980),
humano proviene del latn humanus, emparentado con homo. Ambos
provienen
de humus tierra. Segn este diccionario, esta es una de las
cuestiones
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13
oscuras de la lingstica indoeuropea. El Diccionario de teologa
bblica (Bauer,
1985 [1967]), seala que en el Antiguo Testamento se cita a Adan
y Enos como
las denominaciones primeras de hombre. Relaciona Adam y adamah
(terreno
de cultivo), as hombre y tierra cultivada se ordenan uno a otro.
A Adam
tambin se le piensa como el primer padre de la humanidad. Enos,
proviene del
trmino anas, que en hebreo se entiende como ser dbil, y por eso
se habla del
hombre dbil y mortal.
Y en el Diccionario de filosofa de Brugger (1975 [1953]),
aparece la palabra
hombre (en las entradas de humanidad y mujer, nos redirige a la
palabra
hombre), que proviene del latn homo y significa el nacido en la
tierra.
Indica la esencia del hombre, ser formado con tierra, pero que
se eleva por
encima de todas las cosas adentrndose en un mundo superior.
Este
diccionario, toma en cuenta el vocablo alemn Mensch, relacionado
con Mann
(varn), que significa ser pensante. Aqu observamos una
diferencia
etimolgica, de forma que los autores de lenguas latinas adoptan
el origen
homo y los hablantes anglo-germnicos, el origen Mann.
En la Gran Enciclopdia Catalana (Carreras, 1975) se define
humano como un
adjetivo, relativo y propio del hombre, gnero humano o especie,
conjunto de
seres humanos (humanidad), y tambin como una cualidad: aquello
propio de
la imperfeccin y debilidad. Esta es una definicin muy general y,
aunque no
cubre mucho, es interesante destacar que considera al humano en
su conjunto,
la unidad humana.
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14
En las distintas enciclopedias y diccionarios de antropologa y
de sociologa1,
no hemos encontrado ni el concepto de humano, ni hombre, ni el
de
humanidad.
En el Diccionario de filosofa de Brugger (1975 [1953]) se define
al hombre
como ser pensante y corpreo, una estructura compuesta por
elementos
inorgnicos y como un cuerpo vivo u organismo. Su cuerpo se
parece al de los
animales superiores, de ah que las funciones vegetativas
(nutricin,
crecimiento, reproduccin) se realicen en l segn el tipo
fundamental del
animal con el que comparte tambin la vida sensitiva. No
obstante, dice que el
hombre es ms que naturaleza, que le corresponde una vida
espiritual
independiente de lo corpreo, que representa el grado ms elevado
de la vida.
Este mismo diccionario presenta al hombre como imagen de Dios,
su espritu
tiene primaca sobre todo lo dems que le est subordinado. Otro
aspecto que
todava no habamos visto son los derechos humanos (libertad
exterior,
inviolabilidad, libertad de conciencia, libre ejercicio de la
religin, propiedad
privada, etc.). Esta definicin aporta muchos datos: el humano
como ser
1Aguirre, A. (1993). Diccionario temtico de Antropologa. 2a
edicin. Editorial Boixareu
Universitria. Barcelona. Artal, F. et al (1979) Diccionari de
les cincies de la societat als pasos
Catalans. Edicios 62. Cultura Catalana contempornia, Barcelona.
Barnard, A. y Spencer, J.
(1996) Encyclopedia of Social and Cultural Anthropology.
Routledge. London and New York.
Barnad A. y Spencer J. (2012) The Routledge encyclopedia of
social and cultural anthropology.
Second edition. Routledge, New York. Bonte, P., Izard, M.
(1996). Diccionario Akal de
Etnologa y Antropologa. Ediciones Akal. Madrid. Fundaci
Barcelona (1993); Termcat.
Diccionari d'antropologia. Collecci diccionaris terminolgics,
Centre de Terminologia.
Barcelona Gould and Kolb Editors (1964). Dictionary of the
Social Sciences. Tavistock
Publications. New York. Smeber, N., Baltes, P. (2001)
International Encyclopedia of the Social
and Behavioral Sciences. Elsevier. Amsterdam.
-
15
pensante y corpreo, el humano como vida sensitiva, la dimensin
espiritual y
como un ser sujeto de derechos.
En el Diccionario de teologa bblica de Bauer (1985 [1967]) no
hemos
encontrado el trmino humano o humanidad, aunque s aparecen las
palabras
hombre y mujer. La definicin filosfica teolgica del hombre no es
desde sus
elementos y cualidades, sino que nos da la idea del hombre desde
Dios y con
miras a Dios.
Como ya sabemos, el pensamiento cristiano forma parte de la red
de actores
que conforman la tradicin occidental, as que hemos considerado
interesante
conocer qu dice la iglesia catlica actualmente sobre la nocin de
humano.
Accediendo a la pgina web del Vaticano2, en el proemio de la
constitucin
pastoral GAUDIUM ET SPES sobre la iglesia en el mundo actual,
observamos
que se expresa en trminos de familia humana, y de gnero humano.
Define al
hombre as: el hombre todo entero, cuerpo y alma, corazn y
conciencia,
inteligencia y voluntad. No sabemos por qu esta tendencia va en
pares pero
nos aporta bastantes datos. Algunos ya los tenemos de las
anteriores
definiciones: la humanidad como un conjunto, aunque aqu le llama
familia, la
parte corprea, la espiritual, y la sensible, y aqu vemos que se
aade la
conciencia, la inteligencia y la voluntad.
Adems, en la declaracin DIGNITATIS HUMANAE sobre la libertad
religiosa
dice que todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser
personas, estn
dotados de razn y de voluntad libre, y enriquecidos por tanto
con una
responsabilidad personal, estn impulsados por su misma
naturaleza y estn
2 http://www.vatican.va/phome_sp.htm Fecha de consulta:
24/03/2013
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16
obligados adems moralmente a buscar la verdad. En esta definicin
vemos
que adems de definir caractersticas aparece una dimensin
trascendental, la
bsqueda de la verdad, el humano como ser moral y
responsable.
El captulo primero de la Doctrina Social de la Iglesia3 (iii. la
persona humana
en el designio de amor de Dios 34) seala que La revelacin en
Cristo del
misterio de Dios como Amor est unida a la revelacin de la
vocacin de la
persona humana al amor. Esta revelacin ilumina la dignidad y la
libertad
personal del hombre y de la mujer y la intrnseca sociabilidad
humana en toda
su profundidad: Esta definicin nos abre otras vas para
investigar sobre este
ser que nos ocupa. El amor, la dignidad, la sociabilidad
intrnseca del humano y
su libertad.
Para ampliar nuestra definicin, hemos buscado en las ciencias de
la vida, pero
en ninguno de los diccionarios consultados4 aparece la palabra
humano o
humanidad.
Recogiendo las definiciones y para hacer un primer intento de
complementar
entre los diferentes aspectos, tenemos lo siguiente: El humano
como gnero o
especie, conjunto de humanos, familia humana. Ser nacido en la
tierra y
formado con tierra, corpreo, sensible (corazn), pensante y
consciente.
Imperfecto, dbil y mortal. Ser espiritual, con alma, hecho a
imagen de Dios,
3
http://doctrinasocialdelaiglesia.wordpress.com/i-parte-capitulos-1-al-4/capitulo-
1/#En%20Jesucristo%20se%20cumple%20el%20acontecimiento%20decisivo%20de%20la%20
historia%20de%20Dios%20con%20los%20hombres. Fecha de consulta:
24/03/2013
4 Fontanillo, E. (1985) Diccionario de Biologa. Ediciones
Generales Anaya. Madrid. De Agustn,
D. (1998) Diccionario de Biologa. Diccionarios
Oxford-complutense. Editorial Complutense,
Madrid. Holmes, S. (1985) Diccionario de trminos biolgicos.
Editorial Alhambra, S.A. Madrid
-
17
Dotado de inteligencia. Tambin la dimensin moral,
responsabilidad y
voluntad. Libertad, amor, dignidad. Ser que busca la verdad,
intrnsecamente
sociable y con un conjunto de derechos y deberes.
Como vemos, hay muchos intentos de definir el humano y
muchas
caractersticas y dimensiones a considerar. Todas ellas son
definiciones
parciales, por lo tanto, la bsqueda de una definicin debe ser
abierta y
complementaria.
-
18
2. SOBRE LA UNIDAD DE LA HUMANIDAD EN OCCIDENTE
En este apartado se presenta una aproximacin histrica a las
dicotomas que
a lo largo del tiempo se han ido estableciendo para diferenciar
a los distintos
grupos humanos: por un lado, a los que se incluyen en el grupo
nosotros, y
por otro, a aquellos que se incluyen en el grupo otros.
Antes de empezar este breve recorrido histrico, se presenta una
revisin de
distintos trminos que se han utilizado o se utilizan para
denominar al humano
y sus mltiples dimensiones.
2.1. Dimensiones del humano
Homo sapiens sapiens o humano moderno, el mono desnudo: de las
193
especies de primates (Morris, 1969:9) el humano es el nico que
tiene la piel
desnuda. Homo economicus, el humano intenta maximizar la
utilidad como
consumidor y el provecho econmico como productor. Este es
contrario al
homo reciprocans que est motivado por el deseo de cooperar y de
mejorar su
medio ambiente. Otros trminos son: Homo religiosus (Duch, 2012),
homo
ludens (Lorenz, 1985), Homo academicus (Bourdieu, 2008), Homo
empaticus
(Rifking, 2010), Animal social (Sahlins, 2008:109) animal divino
(Bueno, 1985),
y muchos otros que nos muestran los muchos tipos de homo, o las
muchas
dimensiones que son concebidas al respecto del ser vivo que nos
ocupa.
-
19
Queremos destacar una dimensin que nos parece interesante. En la
historia
ha habido distintas formas de entender al humano: una visin
positiva, otra
negativa y otra neutral. Por un lado la idea de que el humano es
moralmente
defectuoso por naturaleza, incapaz de hacer el bien. Autores que
han pensado
el humano en esta lnea son, por ejemplo, Hobbes y John Adams,
los cuales
han tenido una gran influencia en el pensamiento occidental. En
el primero, son
muy representativas sus famosas afirmaciones el hombre es un
lobo para el
hombre, y bellum ommium contra ommes (la guerra de todos contra
todos).
El segundo tena una concepcin negativa sobre el humano que se
resume en
que todos los humanos seran tiranos si pudieran (Sahlins,
2008).
Por otro lado, en la historia ha habido quienes han contemplado
al humano
como un ser bueno, pacfico y noble, y que es la sociedad quien
lo corrompe y
lo lleva a ser egosta. Uno de los exponentes es Rousseau, quien
habl del
buen salvaje, una caracterstica positiva de la condicin
humana.
Tambin existe la tendencia a creer que ninguna parte domina a
otra. Entre
estos pensadores recordamos al filsofo de Mileto, Anaximander
(aprox. 624-
546), quien negaba que cualquier cuerpo o porcin elemental del
mundo
domina a otra y quien deca que el equilibrio es lo que lo
caracteriza. Ms
recientemente, Sahlins afirm que ningn elemento ontolgico genera
o
domina a otros (Sahlins, 2008:26). Tambin el antroplogo y telogo
Duch
(2012) nos dice que el humano es un ser ambiguo, que no es ni
bueno ni malo
por naturaleza, sino que en su trayecto biogrfico toma partido
en las
situaciones y toma decisiones. Esto implica, que se debera
asumir que el
humano es libre (condicionalmente libre, seala).
-
20
Esta dimensin positiva y negativa del humano nos servir durante
el texto,
tanto para la dicotoma nosotros-otros, como para la dicotoma
naturaleza-
cultura, donde los otros (humanos) y lo relativo a la animalidad
vienen
asociados con un aspecto negativo. Lo veremos ms adelante.
Despus de esta parada previa, daremos paso al breve recorrido
histrico de
algunas dicotomas nosotros/otros objeto de este captulo. Aunque
no se
pretende hacer una lista exhaustiva, sealamos algunas de las
ms
destacadas.
2.2. La Unidad de la Humanidad. Dicotoma nosotros/otros
Veremos que la falta de definicin fija del ser humano ha
provocado que a lo
largo de la historia hayan ido variando los lmites o las
fronteras de quienes han
sido considerados humanos. Esta indeterminacin ha dejado abierto
el camino
a la especulacin, y la historia nos muestra como se ha excluido,
discriminado,
e incluso exterminado a aquellos que se han considerado no
humanos
Queremos trazar una lnea crtica e histrica que se enmarca entre
el mundo
antiguo y la actualidad, para ver que en las distintas pocas de
la historia la
nocin de humanidad ha ido cambiando, y para ver que se han
establecido
conceptos o figuras lingsticas dualistas o conceptos contrarios
(Koselleck,
1993[1979]) que definen quienes pueden estar incluidos en el
grupo nosotros
y quienes estn excluidos o incluidos en el grupo otros (con
todas las
consecuencias polticas que sto conlleva).
En la Antigedad hemos encontrado dos tipos de conceptos
contrarios. Entre
los griegos se estableci la divisin entre griegos-helenos y
brbaros. Se
-
21
utilizaba el trmino brbaro para designar al otro, a aquellos
diferentes a
nosotros, mientras que en este caso, el grupo nosotros lo
conformaban los
helenos. El brbaro, en un primer momento, era entendido como el
extranjero,
y posteriormente en el S. IV, el brbaro pas a ser aquel mental
o
culturalmente inferior (Bestard y Contreras, 1987:55).
Aunque intelectuales y filsofos (estoicos y cnicos, que ya
intuan la unidad de
la especie, an siglos antes de que Darwin dijera que somos una
especie)
argumentaron acerca de la unidad natural de la humanidad, a los
brbaros se
les miraba con desconfianza, desprecio y temor. Los griegos eran
los nicos
que tenan acceso al logos, a la razn, y se entenda que el resto
(no griegos)
eran algo menos que hombres (Bestard y Contreras, 1987:61),
esclavos por
naturaleza (Koselleck, 1993[1979]:213), aquellos a quien segn
la
interpretacin de Pagden (1988:37) se les negaba la condicin de
humanos.
Este tipo de distinciones, segn Koselleck (1993[1979]:214-215)
son una buena
forma de fundamentar la organizacin poltica porque adquiere una
funcin
semntica polticamente eficaz. Y, segn dice Pagden, es habitual
que los
extraos de una comunidad parezcan miembros de otra especie,
humanoides,
en vez de humanos. (1988:38). Pero, por qu?
Entrando en la poca de los romanos, vemos que ellos heredaron la
palabra
brbaro de los griegos (Bestard y Contreras, 1987:62), y que
cuando cay el
imperio romano se estableci una nueva divisin:
cristianos/paganos-
brbaros (Koselleck, 1993[1979]). Nada nuevo en relacin a los
griegos, ya
que aunque la estructura semntica de los conceptos contrarios s
se modific,
el sentido de anttesis, tal y como se entenda entre los griegos,
no cambi.
-
22
(Koselleck, 1993[1979]). Esto nos indica la flexibilidad que
tiene la dicotoma
nosotros-otros y como se va modificando o desplazando segn el
contexto.
En esta poca, la idea teolgica de la unidad fundamental de la
humanidad,
derivada del mito cristiano de un nico progenitor o un padre
comn,
permaneca implcita y no ayud a que los paganos no fueran objeto
de
reprobacin, como si no formaran parte de la misma humanidad.
As hemos llegado al Medioevo y observamos que la grieta entre
nosotros y
otros sigue creciendo. En la poca colonial, en el encuentro
entre europeos e
indgenas en el continente americano se produjo una gran
dificultad para
reconocer al otro y las diferencias en general, y en particular,
las culturales,
religiosas y hasta lingsticas. Y aunque existan voces (Bartolom
de las
Casas, entre otros) que defendan el reconocimiento de la
diferencia, los
pobladores de Amrica eran tratados como otra humanidad (Bestard
y
Contreras, 1987:145-163). Algunos autores pensaban que todos los
hombres,
ya fueran indios o europeos, estaban sometidos a las mismas
leyes de la
revelacin divina y de la ley natural, pero no se us esta
concepcin para cerrar
la grieta. Al contrario, en la prctica, a los indios se los
clasificaba como
insectos, nacidos espontneamente de la tierra o por fusin de la
materia
podrida, un 2 Adn.
Tambin en la poca de la ilustracin, Buffon (1707-1788), entre
otros
ilustrados, permiti avanzar con mayor vigor y trascendencia en
la idea de la
unidad humana (Duchet, 1975:216), de humanidad universal y en la
naturaleza
humana idntica a todos los hombres. Sin embargo, aunque hubo un
cambio
en la idea de humanidad y se generaliz la idea del hombre libre,
que hubiera
-
23
podido diluir los conceptos contrarios, contradictoriamente,
tambin se
estableci un nuevo par de opuestos. En este caso la dicotoma era
entre los
civilizados y los salvajes, (basndose en la idea de progreso),
donde las
diferencias entre humanos no eran de especie, sino de grado: los
hombres
salvajes, an estn cercanos a la animalidad, estpidos, cortos en
nmero de
ideas, cercanos a la bestia, situados frente al hombre superior
y civilizado.5 Se
elabor una jerarqua en la que las culturas de Occidente ocupaban
una
posicin superior y deban expandir su modelo de sociedad al
resto, para
arrancarlos de su estado de salvajismo. As la ideologa
universalista, que
conceda a todos los hombres los mismos derechos se convirti en
un
etnocentrismo con vocacin dominadora (Valds, 1991:43).
En tiempos de la Revolucin Francesa (1789) se estaba
perseverando en una
sociedad desigual, la moderna de clases, y sin embargo se
producan
discursos sobre la igualdad de oportunidades y la
autodeterminacin de los
individuos nacidos iguales y libres. Entre los contrasentidos,
la exclusin de las
mujeres en la retrica revolucionaria: se naturalizaba su estatus
inferior,
perteneciente a la familia y no al mbito social, y por lo tanto
no formaban parte
del conjunto de estos individuos nacidos iguales y libres
(Stolcke, 1997:66-67).
Esta naturalizacin de lo social actuaba como justificacin, y,
como seala
Valds, si hay una gradacin natural de calidad de los diversos
grupos
humanos, la dominacin de unos por otros se legitima (Valds,
1991:42).
5Est claro que esta forma de pensar buscaba justificar el
colonialismo de los siglos de oro de
Europa, y la antropologa pas por una gran confusin, sin poder
decir nada antes de reconocer lo cmplices que hemos sido. Hasta los
aos 60, en particular el ao 1967, con el simposio de Chicago, donde
empieza la autocrtica y el reconocimiento de que no hemos hecho
bien las cosas. (Stolcke, 2008)
-
24
Avanzamos en la crtica. El ao 1858 Darwin haba propuesto que
somos una
especie, pero esta propuesta no se utiliz para reconocer
definitivamente la
unidad de la humanidad. Efectivamente, en el S. XIX, nace el
naturalismo
cientfico que gener un modelo ordenado histricamente concebido,
pero sin
embargo jerrquico y que en lugar de usarlo para cerrar la
grieta, se utiliz para
legitimar las desigualdades sociales y los hechos sociales,
justificndolos en un
origen biolgico invariable (Stolcke, 1988).
Tambin cabe destacar la importancia del nacimiento de los
Estados nacin,
cuando se estableci una visin cosmopolita y democrtica de la
ciudadana, y
se pensaba en la idea de ciudadana universal, y en la exaltacin
de la libertad.
Sin embargo, la realidad poltica fue otra. Se hizo una divisin
entre este nuevo
mundo de las naciones, que inclua dentro de la ciudadana solo a
su
poblacin, y exclua a todos los dems. (Stolcke, 1997).
Entonces, la nacionalidad se naturaliz, y se dio por sentado que
la ciudadana
iba ligada naturalmente a ella. Se establece la dicotoma
ciudadano-nacional y
no ciudadano-no nacional, donde la nacionalidad excluye a los
extranjeros y
por tanto se les excluye del disfrute de los derechos sociales,
civiles y polticos
que son exclusivos slo para los nacionales. De esta forma, los
derechos de
ciudadana, smbolo de las polticas de emancipacin como ideal del
individuo
moderno y de la igualdad formal, desde el mismo momento en que
se
consiguieron, se convirtieron en exclusivos (Stolcke, 1997:72),
en destructivos,
y sirvieron para la explotacin laboral, la creacin de relaciones
hostiles,
exclusin, marginacin y discriminacin, entre otras acciones
negativas.
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25
A finales del siglo XIX y principios del XX, Francis Galton y su
protegido Karl
Pearson iniciaron en Gran Bretaa el movimiento eugensico y
desarrollaron
una multitud de tcnicas estadsticas multifactoriales que
constituyen las
piedras angulares del campo de investigacin gentica conocido
hasta
entonces (Lewontin, 1987). Los britnicos estuvieron seguros de
que jugaban
con la biologa a su favor y que los anglosajones mostraban una
superioridad
gentica sobre todas las dems razas. Mediante el test del
Coeficiente
intelectual (Cl), se pensaba que las diferencias de Cl eran
profundamente
hereditarias. En Estados Unidos para los idelogos del darwinismo
social y la
eugenesia, la cuestin racial era crucial: los lderes del
movimiento a favor de
los tests mentales afirmaron que los eslavos, judos, italianos y
otros eran
mentalmente torpes, y que su torpeza era racial (Lewontin,
1987:41).
Los mismos argumentos sirvieron de fundamento para las leyes
raciales y
eugensicas llevadas a cabo por Alemania. En definitiva, en esta
poca, con
unas explicaciones basadas en la superioridad de unos frente a
otros, tambin
se establecieron categoras dualistas que sirvieron para usos
polticos.
La ltima parada es en la primera generacin despus de las dos
guerras
mundiales, cuando llega la crtica social y poltica de los aos 60
en general, y
en particular la crtica y la autocrtica de la antropologa, a
partir del simposio de
1967, antes mencionado. Aqu se observa que hay un paso del
racismo
biolgico al fundamentalismo cultural (Stolcke, 1995), y la
jerarqua que se
vena estableciendo ente unos y otros parece diluirse. Ya no se
sitan unos por
encima de otros, sino que se establece una lnea divisoria entre
las culturas.
Sin embargo, contina la contradiccin, y aunque se sitan las
culturas al
mismo nivel, stas son entendidas como el origen natural de las
relaciones
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26
hostiles entre nosotros y los otros. Seguimos en la misma
tendencia en no
reconocer la unidad humana. A partir de finales de los setenta y
los ochenta del
S.XX, en pases como Inglaterra o Francia se establece por parte
de algunos
gobiernos de derechas una nueva retrica de exclusin que no se
basa en las
razas humanas, pero que enfatiza la distincin de la identidad
cultural, las
tradiciones, y la herencia histrica de los grupos (Stolcke,
1995:4).
Actualmente, la dicotoma que se establece es la de
inmigrante-nacional,
basndose en la idea moderna de nacin-estado que hemos visto
anteriormente, y se piensa (los discursos de la derecha de
algunos pases
europeos promueven esta idea) que los inmigrantes son
indeseables y que son
una amenaza para nuestra identidad y homogeneidad nacional
(Stolcke, 1995).
Se construye la identidad colectiva en trminos de etnicidad,
cultura, herencia,
tradicin y memoria. En esta dialctica se da por sentado que es
natural temer
y rechazar al otro (Stolcke, 1995).
Finalmente, desde el desarrollo de la neurociencia y la
secuenciacin del
genoma humano se vuelven a buscar respuestas basadas en el
determinismo
biolgico. El-Haj (2007) seala que est volviendo a reescribirse
el concepto de
raza a partir del desarrollo de la medicina post-genmica, desde
la que se
buscan los factores de riesgo genticos individuales tanto como
de los distintos
grupos humanos.
Esta breve historia muestra la dificultad de la sociedad
occidental para conciliar
con la alteridad humana. Sin embargo no todas los grupos
culturales tienen la
misma actitud ante la diferencia, como seala Valds:
-
27
no slo hay diversidad cultural, sino que las culturas divergen
tambin en la
pautacin de las actividades ante los extraos. () de un lado estn
las
actitudes de respeto a la diferencia (el cosmopolitismo, la
aceptacin de la
diversidad cultural,); del otro, las actitudes de desprecio o
anulacin de la
diferencia (etnocentrismo, xenofobia, racismo, marginacin,
etnocidio).
(Valds, 1991:37).
Despus de realizar nuestro recorrido histrico, la tendencia que
hemos
observado encaja en la segunda opcin.
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28
3. LA PARTICULARIDAD DE LA ESPECIE HUMANA DESDE EL
PARADIGMA BIOCIENTFICO
3.1. Qu es el ser humano?
UI! Quina pregunta ms difcil! Si aix s gent que sap moltssim,
pobre de mi.
Com vols que et respongui jo? Ui no sabra dir-tho, no tinc cap
mena de
resposta. () No ho s. Costa molt de dir. s veritat que hi ha
ssers que
tenen DNA hum, biolgicament hum, per que costa conferil-shi
humanitat,
per exemple, un anenceflic o un individu amb una discapacitat
cognitiva molt
gran, el que est en coma profund no t un comportament hum tot i
que
podrem considerar-lo com hum, i per tant els criteris merament
biolgics
tampoc no sn la resposta. I posiblement tamb trobarem individus
que tot i no
ser biolgicament humans els hi podrem considerar, perqu hi ha
grans simis,
que tenen unes capacitats comunicatives i de reflexi i
dautoconcincia que
sacosten als ssers humans (E_Santal_02/05/2013:1).
Esta es una de las respuestas que dio Santal cuando le
preguntamos sobre la
definicin de humano. En las entrevistas realizadas al filsofo de
la ciencia
Daniel Gamper y al bilogo Josep Santal, ambos profesores de la
Universidad
Autnoma de Barcelona, hemos encontrado una coincidencia en sus
discursos:
ninguno de los dos ha sabido dar una definicin del humano. A
nuestra
pregunta qu es el humano?, Daniel Gamper dijo No crec que sigui
possible
arribar a un acord (E_Gamper_24/04/2013:1).
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29
Para ambos la definicin del humano que ms les convence es la que
dice que
es humano aquel al que reconocemos como tal. Gamper seal
que:
Podem dir que s aquell que reconeixem com hum. (...) es all que
nosaltres
reconeixem com a tal (E_Gamper_24/04/2013:4).
y Santal dijo que:
Crec que la humanitat, ms que un mateix, la confereixen els
altres. Quan els
altres veuen que ets un ser hum, t ho ets
(E_Santal_02/05/2013:1)
Ambos tambin coinciden en que la dificultad para dar una
definicin es que
siempre puedes dejar a alguien fuera. En palabras de Santal:
la capacitat dautoconscincia, tamb ens fa humans, per torno a
dir el
mateix. Hi ha individus que biolgicament sn humans i que no
tenen aquesta
capacitat: disminuits psquics, o amb incapacitat cognitiva, no
tenen capacitat
de pensar, ni de reflexi, i en canvi tamb els considerem
humans.
(E_Santal_02/05/2013:2).
Y Gamper, en la misma lnea seal que:
segons com responguis ja ests excloent alg de la conversa ()
el
problema al respondre qu s un home s que ten deixis alg afora.
Bpedo
implume (les persones sense cames no entren), animal racional
(persona amb
un coeficient intelectual molt baix, tampoc no entra), i com
aquesta tantes
altres, no? (E_Gamper_24/04/2013:4).
De la misma forma que los dos profesores nos han dicho que la
definicin no
puede ser cerrada, el filsofo Martin Buber (1967[1942])
argumenta que:
-
30
Si pretendiera responder a la pregunta Qu es el hombre? en una
forma tan
general que ya de ella se podran derivar las respuestas a las
otras cuestiones,
entonces se le escapara (a la antropologa filosfica) la realidad
de su objeto
propio. Porque en lugar de alcanzar su totalidad genuina, que
slo puede
hacerse patente con la visin conjunta de toda su diversidad,
lograra nada ms
una unidad falsa, ajena a la realidad, vaca de ella (Buber,
1967[1942]:18).
Resumiendo, los cientficos entrevistados nos sealan que existe
una
complejidad para encontrar una definicin, por la dificultad de
no dejarnos a
nadie fuera de ella, y el filsofo arriba citado coincide en la
necesidad de una
definicin abierta, capaz de considerar a la totalidad de los
humanos, en su
diversidad individual, cultural, contextual y biogrfica. Aqu
Husserl (1999
[1976]) apuntara que la caracterstica que define a la psique es
su diversidad,
porque cada psique es diferente a cualquier otra.
Por otro lado, Gamper afirm que:
Per definir un grup has didentificar una qualitat que
comparteixin tots aquells
membres i noms aquells membres i no els dun altre grup, sino
tamb estarien
all dintre. (...) La racionalitat s aparentment una per no
tothom la t
(E_Gamper_24/04/2013:7).
En la misma lnea, Buber (1967[1942]) nos seala que para conocer
al humano
entero debemos compararlo con el resto de los seres vivos para
asignarle su
lugar correspondiente. Buber presenta una interpretacin de Kant,
y plantea
una propuesta para una antropologa filosfica, basada en la
pregunta de Kant
qu es el hombre? (a la que el propio Kant haba eludido
responder). Buber
propone que es necesario seguir dos lneas para el conocimiento
entero del
-
31
humano, la lnea de la diferenciacin y la de la comparacin. En la
primera,
dice que se debe considerar la diversidad humana, que:
no slo existe un gnero humano sino tambin pueblos, no slo un
alma
humana sino tambin tipos y caracteres, no slo una vida humana
sino tambin
edades de la vida; slo abarcando sistemticamente stas y las
dems
diferencias, slo conociendo la dinmica que rige dentro de cada
particularidad
y entre ellas, y slo mostrando constantemente la presencia de lo
uno en lo
vario, podr tener ante sus ojos la totalidad del hombre (Buber,
1967[1942]:6).
Y en la segunda, nos dice que para el conocimiento del humano,
se debe
comparar al humano con el resto de los seres vivos, y lo dice
as:
se tiene que instalar seriamente al hombre en la naturaleza,
tiene que
compararlo con las dems cosas, con los dems seres vivos, con los
dems
seres conscientes, para as poder asignarle, con seguridad, su
lugar
correspondiente (Buber, 1967[1942]:6).
Si adems recordamos la dificultad vivida por la antropologa
desde finales del
S. XIX, y expresada por Stolcke, de conciliar entre la unidad
humana y la
diversidad cultural, nos surgen los siguientes interrogantes
paralelos: Cul es
la particularidad humana, si lo comparamos con el resto de los
seres vivos?
Es necesario saber cul es nuestra particularidad para reconocer
nuestra
unidad humana?
Antes de comenzar la bsqueda de la particularidad, queremos
hacer una
reflexin acerca de la comparacin. Para hacer la comparacin entre
un
conjunto de cosas de una manera rigurosa, se deben considerar
tres
-
32
dimensiones: la lnea de lo comn entre todas las cosas, lo comn
entre
algunas y lo particular de cada una de estas cosas6.
Y por otro lado, la lnea de las caractersticas: comparando vemos
que unas
caractersticas pueden ser iguales, otras caractersticas pueden
ser las mismas
pero desarrolladas en distintas direcciones (o ms desarrolladas,
en el lenguaje
de la biologa evolutiva), y por ltimo, otras caractersticas
pueden ser nicas.
En este intento de dar respuesta a qu es el humano, queremos
acercarnos y
mirar a travs de la comparacin que nos ha propuesto Buber
(1967[1942]), a
partir de Kant. Consideramos que la primera lnea (la de conocer
al humano
como ser variado) es la que trata la antropologa socio-cultural,
que muy bien
define Stolcke como el estudio de la experiencia humana en su
diversidad en
el tiempo y en el espacio (2011:6). Sin embargo, la segunda
lnea, la de la
comparacin, es la que vamos a tomar, para continuar con nuestra
bsqueda.
Como hemos dicho, Gamper nos ha dejado claro que para comparar
debemos
encontrar alguna o algunas caractersticas que todos los
humanos
compartimos y que slo nosotros tenemos y ningn otro ser vivo
tiene.
Entonces volvemos al artculo de Fuentes (2010), a la respuesta
que ofrece
Robert Sussman a la pregunta qu es el humano? el autor seala
que
Humanos y chimpancs son diferentes en su neurobiologa, y
estas
diferencias estructuran la forma en que se comportan (Fuentes et
al, 2010:
515).
6 La antropologa ha trabajado desde muy temprano con el mtodo
comparativo y ello le ha
servido para un gran programa de establecimiento de unidades de
anlisis comparables (Gonzlez, 1990) pero no ha realizado el mismo
proceso con el objeto explcito de buscar la definicin universal de
humanidad.
-
33
Esto nos lleva directamente a comparar los humanos con otros
seres vivos en
general, y en particular los chimpancs, y a buscar la
particularidad en el
compartamiento y en la neurobiologa. Segn lo que propone
Sussman, el
humano tiene unas caractersticas internas (a nivel neurolgico),
y tambin a
nivel fisiolgico, que le hacen tener unas capacidades distintas
y que le llevan a
poder realizar unas prcticas diferentes al resto de seres
vivos.
A partir de aqu, nuestra comparacin de los seres humanos con el
resto de los
seres vivos se divide en dos dimensiones: por una lado, la
dimensin biolgica
(fisiologa, gentica y neurologa), y por otro la dimensin de las
capacidades.
En cuanto a lo fisiolgico, una de las caractersticas
particulares del humano es
el tamao del cerebro y la forma de nuestros crneos: si lo
comparamos con el
del chimpanc, nuestro cerebro es ms grande en relacin al cuerpo.
El
bipedismo parece ser nicamente humano, aunque algunas visiones
pretenden
compararlo con el bipedismo de algunos primates u otros
animales, como por
ejemplo el canguro, que puede trasladarse de forma bpeda, aunque
la
comparacin es difcil por la gran diferencia entre ellos. Tambin
los dientes
caninos son diferentes con respecto al resto de los mamferos,
son ms
pequeos, no se proyectan ms all del nivel de los otros dientes,
y tienen la
misma funcin que los incisivos (Relethford, 2010).
Otra cuestin, que parece ser distinta pero que no es definitiva,
es la cuestin
del sexo y la reproduccin. La mayor parte de los animales se
reproducen slo
en determinados momentos del ao y slo suelen aparearse en el
momento de
la ovulacin. La mamfera humana ovula cada mes del ao y puede
aparearse
en cualquier momento del ciclo. Sin embargo, ya se sabe que los
orangutanes
-
34
y los bonobos tambin suelen aparearse fuera del momento en que
el vulo
an est vivo. Otra diferencia es en la menopausia: entre las
mamferas
humanas la menopausia puede durar un periodo mayor que en el
resto de
mamferos, en los que tiene lugar en un momento cercano al fin de
la vida
(Relethford, 2010).
En relacin al uso de herramientas y a la cultura (entendida como
aquellas
prcticas que son aprendidas y transmitidas a las nuevas
generaciones),
sabemos que tanto los humanos como los monos poseen cultura
(tambin las
ballenas y los pjaros, aunque esto formara parte de la
biocultura, no de la
antropologa) y usan herramientas, aunque los humanos las tienen
en un grado
mayor de desarrollo (Relethford, 2010:195).7
La diferencia en las prcticas, la cultura y el uso de
herramientas est en el
grado de desarrollo del mtodo, la tcnica, la forma de usarlas, y
los efectos
que tienen sobre el entorno humano y no humano. La mayor
complejidad o
grado de desarrollo, en el caso del humano, tiene unos efectos
distintos, en
muchos casos negativos e incomparables con el resto de seres
vivos. El
humano es el nico que tiene la capacidad de construir
microscopios,
telescopios, barcos, aviones, etc, pero tambin es el nico que
causa
destrucciones, guerras, extincin de especies, contaminacin,
etc.
Aunque no est clara cul es la caracterstica nicamente del ser
humano, lo
que s que podemos asegurar es que las repercusiones y efectos de
las
7 A partir del primer ao, el nio o nia ya es creador de cultura:
Children are thus
engaging not just in cultural learning, which depends on
understanding others as intentional
agents, but rather, by formulating joint goals and intentions,
they are engaging in full-blooded
cultural creation (Tomasello et al., 2005:683).
-
35
capacidades del humano en su entorno no son comparables a los
del resto de
seres vivos y son ms bien nicamente nuestras.
Antes de continuar con otras capacidades, entre las cuales
sealamos el
lenguaje y la capacidad de la autoconciencia, queremos
introducir aqu el
apartado de la particularidad neurolgica y gentica para aclarar
el estado del
conocimiento de las caractersticas internas que nos llevan a
tener capacidades
distintas.
3.2. La particularidad gentica y neurolgica
Actualmente las disciplinas de la neurociencia y la gentica estn
avanzando, y
nos pueden ofrecer ms respuestas sobre la particularidad humana.
La
comparacin externa (de las caractersticas y capacidades del ser
humano) ya
se ha realizado con basante amplitud; ahora podemos mirar en el
interior.
En este apartado nos centraremos en las investigaciones llevadas
a cabo por el
neurlogo y antroplogo biolgico Preuss (2000, 2004, 2009) y el
bilogo
gentico Cceres (2007), que estn investigando la particularidad
de la especie
humana desde la neurociencia cognitiva y la biologa gentica,
respectivamente. En esta lnea de investigacin se exploran las
diferencias
entre el humano y el resto de los seres vivos a nivel del
sistema nervioso y de
la composicin gentica.
Preuss, en sus artculos Whats human about the human brain?. The
new
cognitive neurosciences y The cognitive neuroscience of Human
Uniqueness
(2000, 2009 respectivamente), seala que an no existe consenso
acerca de
qu es lo que distingue o diferencia al cerebro humano del
cerebro de otras
-
36
especies, pero que aunque todava no hay resultados definitivos,
ya se
empieza a disponer de informaciones relevantes.
Preuss (2000) critica que se han realizado muy pocos esfuerzos
en la
identificacin de las caractersticas distintivas del cerebro
humano, que la
neurociencia cognitiva todava no tiene claro los aspectos
especficos de la
naturaleza humana y que tampoco existe una teora de la
organizacin del
cerebro humano bien desarrollada. Aunque algunos han intentado
justificar la
falta de conocimientos por la carencia de tcnicas adecuadas,
Preuss (2000) lo
asocia a una falta de inters debido a unas preconcepciones
errneas acerca
de la naturaleza de la evolucin del cerebro. Los neurocientficos
continan
estando muy influenciados por las ideas anticuadas (Preuss,
2000:1220)
sobre la evolucin del cerebro, basadas en la teora de la
evolucin de Darwin,
en la que se mantiene la idea de continuidad.
En el caso de los mamferos, por ejemplo, la continuidad se
refiere a que la
organizacin interna del cerebro debe diferir en muy pocos
aspectos, y que la
diferencia debe ser de grado y no de clase. Segn esta
preconcepcin,
sostenida por muchos neurocientficos (Preuss, 2000), sera de
esperar que la
diferencia entre el cerebro humano y el cerebro de los primates
fuera slo de
tamao. En palabras de Preuss:
Darwin emphasized the continuity of life, and asserted that
discontinuities
between humans and our closest living relatives would invalidate
the theory of
evolution (Preuss, 2009:52).
-
37
Pero Preuss argumenta que:
there is no reason to maintain the narrow interpretation of
continuity
promulgated by Darwin and Huxley, and no reason to insist that
every aspect of
the human brain or mind be present in some lesser form in other
species
(Preuss, 2009:52).
Adems seala que cada especie tiene un mosaico de caractersticas,
algunas
compartidas con otras especies y otras nicamente o
especficamente suyas
(Preuss, 2009).
Las investigaciones neurocientficas que desarrollan estudios en
este sentido,
utilizan actualmente tres nuevos mtodos que nos pueden permitir
encontrar
las diferencias y similitudes que buscamos: comparative
histology, comparative
neuroimaging y Comparative genomics8. Estas tcnicas permiten
comparar
humanos y otras especies como nunca hasta ahora. Preuss (2009)
propone
reconsiderar el paradigma de este modelo (basado en
generalizaciones de los
estudios sobre ratas y ratones), e insta a realizar estudios
comparativos que
incluyan al humano y a tomar en cuenta la importancia de
estudiar las
diferencias que existen entre el humano y el chimpanc mediante
estudios
comparativos.
El autor urge a la comunidad cientfica a hacer uso de las
tcnicas actuales
para estudiar lo que nos diferencia de los chimpancs, nuestros
familiares
ms cercanos, porque es una especie que est en el camino hacia la
extincin.
8 Son tcnicas que no requieren procedimientos invasivos y por
esta razn se pueden utilizar para estudiar humanos y comparar
humanos y chimpancs, u otras especies. Su carcter no invasivo
otorga a estas tcnicas un gran valor para entender las
especializaciones del cerebro humano. (Preuss, 2009:53)
-
38
Y seala que:
Unless we take rapid action to maintain these uniquely valuable
animals and
do so in a way that makes them accessible to benign, noninvasive
research, our
ability to understand what makes us human will be forever
diminished (Preuss,
2009:61).
Exponemos aqu algunas de las diferencias que se han encontrado
(Preuss,
2009):
- Es incuestionable, por ejemplo, que a pesar de que el tamao
del cuerpo del
humano y del chimpanc son aproximadamente iguales, el tamao de
sus
cerebros vara considerablemente. El tamao del cerebro humano es
de entre
1200 y 1300 centmetros cbicos, mientras el del chimpanc es de
unos 400cc.
- Sobre las reas relacionadas con el lenguaje, existen
evidencias de que
primates no humanos tienen reas homlogas a las reas de
Wernicke
(semntica) y Broca (gramtica), lo cual sugiere que la evolucin
de nuevas
funciones no necesariamente requiere nuevas reas corticales. Sin
embargo,
aunque aparentemente monos y humanos tienen una asimetra
morfolgica
similar en el rea de Wernicke, existen asimetras en niveles ms
sutiles de
organizacin. Por ejemplo, el espaciado de las columnas
cerebrales en el rea
cortical Tpt, localizada en el plano temporal, es asimtrica en
humanos, siendo
ms amplio en la izquierda que en la derecha, mientras no es as
ni en
chimpancs ni en macacos. Tambin existen diferencias en relacin
al
fascculo arqueado (AF): slo los humanos tienen fibras en la
circunvolucin
temporal, adems de las fibras entre Wernicke y Broca. Esta zona
de la
-
39
circunvolucin se alarg y se modific en el proceso evolutivo, y
debera
constituir una novedad evolutiva.
- La estructura de la capa 4, relacionada con la estructura de
la visin,
presenta una gran diferencia con respecto a otros primates. Este
es un ejemplo
de las muchas variaciones en la organizacin del crtex visual
primario, que
distinguen a los humanos de otros homnidos.
- Ambos, humanos y chimpancs, demuestran una activacin en el
crtex
frontal medio y medio posterior, relacionados con la carga
emocional del
recuerdo y la autoproyeccin mental. Sin embargo, solo los
humanos muestran
una activacin de las regiones corticales del hemisferio
izquierdo asociadas
con el lenguaje y la representacin conceptual.
Por otro lado, en cuanto a la diferencia gentica, actualmente la
diferencia
entre el ADN del humano y del chimpanc es ms cercano al 4% que
al 1%
previamente subestimado; esto supone que los humanos tienen
genes que el
chimpanc no tiene, y viceversa. Por lo tanto, las diferencias de
tamao del
cerebro, la habilidad del lenguaje y la inteligencia podran ser
consecuencia de
unos cambios genticos muy pequeos. Entre algunas de las
diferencias
genticas, se encuentra el FOXP2, relacionado con la evolucin del
lenguaje,
MCH1 y ASPM, relacionados con el aumento del tamao del cerebro,
y en las
THBS2 y THBS4 (Synaptogenic Thrombospondins), protenas
relacionadas con
el control de la sinapsis y el crecimiento neuronal (Cceres et
al, 2007).
Tambin existe una diferencia en la expresin de los genes del
crtex cerebral,
adems de la expresin de otras diferencias encontradas en otros
tejidos no
neurales, como son el corazn y el hgado. Se sabe que la
diferencia en la
-
40
expresin de los genes del cerebro es mayor en humanos que en
chimpancs
(Preuss et al, 2004:854).
Por otro lado, Preuss et al (2004) tambin est intentando
investigar los efectos
de la particularidad gentica y del sistema nervioso en las
capacidades, es
decir, buscar la interseccin entre la caracterstica particular
del sistema
nervioso o en la gentica y las capacidades particulares. Y
aunque ya han
obtenidos algunos resultados, todava hay sombras en este
engranaje.
Algunos de los avances son los siguientes: los grupos de genes
del cerebro del
humano que estn sobre-regulados, con respecto a los mismos
grupos de
genes en primates, estn relacionados con las funciones
neuronales y la
actividad sinptica, y el nivel general de la actividad
fisiolgica del crtex del
cerebro adulto es mayor en humanos que en chimpancs (Preuss et
al, 2004).
Esto se podra traducir en que existe una diferencia en la
inteligencia. El mayor
desafo es traducir la expresin del gen en las especializaciones
humanas
(lenguaje, capacidades cognitivas mayores, entre otras).
Estas son algunas de las conclusiones a las que se ha llegado
recientemente
desde la neurociencia y la gentica (sin nimo de ser una lista
completa). El
estudio de las diferencias genticas y neurolgicas es una lnea
segura, pero,
por tratarse de un conocimiento en permanente desarrollo, todava
no est
cerrado.
3.3. Las capacidades particulares
En la aproximacin a las capacidades particulares del humano,
pondremos la
atencin en el lenguaje, en la capacidad de acumular
conocimiento, la
-
41
memoria, en la capacidad de razonar, en la capacidad de la
autoconciencia, la
capacidad de interpretar, de compartir la intencionalidad y de
compartir
objetivos, y en la capacidad de planificar. Esta lista no
pretende ser exhaustiva,
pero es ilustrativa para este proyecto, que consideramos como
una
aproximacin.
En cuanto al lenguaje, Lieberman y Tobies coinciden en que los
humanos
somos los nicos seres que podemos hablar (Ingold, 1994:8).
Lieberman
seala que la distincin cualitativa que aparece entre el lenguaje
humano y los
sistemas de comunicacin de otros animales se encuentra en la
capacidad del
lxico (Liebermann, 1994:118). Y estudios comparativos entre
primates no
humanos (Liebermann, 1994:118) muestran que una funcin del rea
de Broca
que se dedica a la creacin de palabras y frases (Alonso-Corts,
1996) es
especfica de la especie Homo Sapiens. Por ejemplo si hay una
afasia en el
rea de Broca, el significado de la palabra puede quedar intacto,
pero no la
capacidad de nombrarlas.
Liebermann (1994) seala que los chimpancs no progresan ms all de
un
nio de tres aos de edad y Relethford (2010:196) que los
chimpancs pueden
vocalizar para expresar estados de nimo, como rabia, miedo o
estrs, y que
tienen un sistema de comunicacin para expresar emociones bsicas,
pero
sto no constituye un lenguaje. Los humanos, sin embargo, seala,
cuentan
con el lenguaje, el cual es un sistema ms complejo que una
simple
comunicacin (Relethford, 2010:194).
Tambin se han realizado experimentos en los que se ha enseado a
primates
el lenguaje de signos y el uso de teclados, por ejemplo el caso
del chimpanc
-
42
Washoe, que en los 1960s fue educada por los cientficos Allen y
Beatrice
Gardner, y fue el primer chimpanc que aprendi a desarrollar un
extenso
vocabulario en el lenguaje de signos y que adems demostr la
habilidad de
generalizar, es decir de utilizar un concepto relacionado con un
contexto en
otro completamente distinto. Washoe tambin transmiti algunos de
los signos
a su cra adoptiva (Loulis), lo que nos indica que los chimpancs
pueden
transmitir el lenguaje de signos de unos a otros (Relethford,
2010:197).
Sin embargo, el uso de este tipo de lenguaje slo ha sucedido en
el laboratorio,
ya que en libertad no lo utilizaran. Adems, comparando con los
humanos, los
chimpancs no tienen la capacidad de crear una cantidad infinita
de palabras e
ideas a partir de un nmero finito de sonidos (Relethford,
2010:196).
Por otro lado, el psiclogo Luria (1977) seala que el lenguaje
sirve para
transmitir la informacin acumulada en la historia de la
humanidad. Aade que
el humano tiene acceso a la informacin recogida en el transcurso
de la historia
humana y que va acumulando saber y experiencia con el tiempo.
Esto hace
que en el humano aparezca un tipo enteramente nuevo de
desarrollo psquico
(Luria, 1977:113) que nos trae un nuevo tipo de memoria.
Complementariamente, Relethford (2010) seala que la capacidad de
acumular
conocimiento por parte de la especie humana en relacin al resto
de especies
es muy superior. El humano tiene un conocimiento acumulado
histricamente
que se transmite a travs de la enseanza. Esto nos hace pensar
que los
humanos somos los nicos que podemos saber, a travs de los
escritos o
mediante la transmisin oral (ambas a travs del uso del
lenguaje), aquello que
pensaban y hacan nuestros ancestros. Por ejemplo nosotros
podemos leer la
-
43
pica de Gilgamesh, personaje de la mitologa sumeria, quinto rey
de Uruk all
por el ao 2650 a.c. y conocer las leyes escritas en el cdigo de
Hammurabi
creado en el ao 1760 a.c en la antigua Mesopotamia.
En cuanto a la capacidad de razonar, es conocida desde los
griegos, y no
parece haber controversias o visiones contrarias frente a la
afirmacin de que
los humanos somos los nicos con esta capacidad, que como veremos
en el
prximo captulo, inspir incluso la denominacin de nuestra
especie.
En cuanto a la capacidad de la autoconciencia, Luria (1977)
afirma que el
humano es el ser ms consciente de entre el conjunto de los seres
vivos. El
autor distingue entre la actividad consciente del humano y la
conducta o
comportamiento animal. Las diferencias se basan en que la
actividad humana
consciente no est relacionada forzosamente con motivaciones
biolgicas. Su
actividad tiene imperativos superiores o espirituales (servir a
la comunidad,
necesidad de comunicacin, etc.). Dice que la actividad
consciente puede
incluso contradecir la necesidad biolgica, por ejemplo en el
caso del mrtir.
En relacin a la capacidad de compartir la intencionalidad
Tomasello et al,
(2005) seala que:
la diferencia crucial entre la cognicin humana y la de otras
especies es la de
que los humanos son los nicos que tienen la habilidad de
participar con otros
en actividades colaborativas con objetivos compartidos e
intencionalidad
compartida (Tomasello et al, 2005:1),
que:
El humano es el experto en leer la mente, intenciones, deseos,
conocimientos,
creencias. Sobre todo lo importante es la capacidad de entender
las
-
44
intenciones () Los humanos tambin son expertos en la cultura, en
hacer
complejas actividades colaborativas (Tomasello et al,
2005:1)
y que aunque los primates puedan entender las acciones
intencionales y
percepciones, no lo pueden hacer en el grado en que los humanos
lo hacen. Y
nos lo aclara cuando expone que nosotros tenemos:
una estructura intencional que caracteriza las habilidades y
compromisos
sociales que hacen posible las actividades nicamente humanas
como la
creacin y el uso de smbolos lingsticos y matemticos, la creacin
y uso de
artefactos y tecnologas que se acumulan tras generaciones, y la
creacin de
prcticas sociales e instituciones que dependen de creencias
colectivas, lo
llaman habilidades de cognicin cultural (Tomasello et al,
2005:2).
Sobre las capacidades de planificacin, Relethford (2010) seala
que un
conjunto de experimentos sobre la fabricacin de herramientas,
llevados a cabo
por Mulcahy and Call (Relethford, 2010:194) en 2006, demuestran
que un
grupo de bonobos y orangutanes en cautividad tiene alguna
capacidad de
hacer planes para el futuro. Y afirma que esta capacidad ya se
encuentra en
sus ancestros, y que por tanto no es un comportamiento que haya
emergido
completamente y nicamente en la lnea humana.
En definitiva, vemos que el ser humano tiene unas
particularidades genticas y
neurolgicas, y unas capacidades singulares que ningn otro ser
vivo tiene, y
que aunque Sussman sealaba que las diferencias en la
neurobiologa
estructuran la manera en cmo los humanos se comportan (Fuentes
et al,
2010: 515), sabemos que es difcil conectar entre el mecanismo
interior y las
capacidades externas.
-
45
4. EL SER HUMANO ENTRE LOS SERES VIVOS
En el artculo de Fuentes (2010), Jonathan Marks (Fuentes,
2010:513) nos
alertaba de las tendencias a definirnos a nosotros mismos fuera
o dentro del
mundo que compartimos con otros seres vivos. Considerando este
aviso, en
este apartado se analiza la adscripcin del ser humano, en la
visin naturalista,
a una categora superior en relacin a los seres vivos o
especies.
Nos preguntamos lo siguiente:
Cmo entendemos al humano y su relacin con el entorno para que
exista un
elevado nmero de destrucciones? Nos ayudar saber cmo nos
pensamos
ante el resto de los seres vivos para poder comprender qu es lo
que causa la
destruccin ecolgica, la destruccin de la vida, la contaminacin,
la extincin
de especies, etc.?
Se presenta aqu un anlisis de la controversia actual sobre los
lmites y la
clasificacin de las especies y las propuestas que se ofrecen
desde la
antropologa socio-cultural y la biotecnologa, as como un breve
anlisis
histrico sobre el origen de la concepcin naturalista y la
clasificacin de las
especies.
-
46
4.1. El pensamiento naturalista
Sobre el anlisis de la especie humana y sus lmites el antroplogo
Alter (2007)
destaca que:
la antropologa como el estudio de la humanidad es en s misma
una
articulacin de la visin euro-americana9 y su lucha para librarse
() del lmite
entre animal-humano. Y reclama que transgredir el lmite de
nuestra especie
haciendo un hbrido puede ayudar a la idea de redefinirnos como
animales con
parentesco directo con los animales. Restableciendo la
coherencia intelectual y
disciplinar en la antropologa, para facilitar la comunicacin
entre
subdisciplinas (Corbey en Alter, 2007:645).
Como veremos en este apartado, la tradicin occidental
histricamente ha
creado una clasificacin jerrquica en la que se ha situado al
humano en la
cspide de una pirmide, por encima del resto de los seres vivos o
especies. Y
se han asignado unos atributos que han servido para justificar
polticas
permisivas con todo tipo de acciones negativas sobre el entorno,
de la misma
forma que, como hemos visto en el captulo 2 la asignacin de
categoras y
atributos han servido para crear una grieta histrica entre
nosotros y los
otros.
La misma tradicin de pensamiento que se ha situado a s misma en
el grupo
nosotros, ha situado a las dems culturas en el grupo otros, en
un nivel
inferior, fuera de la humanidad, excluidos de derechos, etc, Aqu
tambin ha
situado al resto de la vida en un lugar inferior. Y no slo ha
separado al
humano del resto de seres vivos, sino que los ha considerado
como seres
9 Por visin euro-americana entendemos aqu la visin naturalista
que segn Descola (2011) fundamenta la tradicin occidental.
-
47
menos dignos, para ser usados para su propio beneficio y para
experimentar
con ellos a su antojo.
Actualmente, en las ciencias de la vida todava se sigue teniendo
esta visin.
Segn Santal, el argumento para seguir experimentando con
animales es por
el hecho de que no tienen capacidad de raciocinio
(E_Santal_02/05/2013).
La antroploga e investigadora en ciencias socio-mdicas Sharp
(2007) expone
que los investigadores de la biomedicina estn avanzando en el
transplante de
rganos de seres vivos (primates y cerdos) a humanos, y explica
que los
mdicos prefieren el uso de rganos de animales antes que el uso
de
dispositivos tecnolgicos, porque el dispositivo metlico
tecnolgico provoca un
mayor rechazo inmunolgico y por la especializacin biotecnolgica
que esta
intervencin requiere. Tambin sostienen que prefieren el
transplante de
rganos de cerdos antes que primates, porque el trato con estos
animales est
menos legislado, maduran ms rpido, y por el mayor parecido
inmunolgico y
fisiolgico que comparten con el humano (Sharp, 2007:96).
Contrariamente al criterio mdico, los pacientes prefieren los
transplantes de
dispositivos tecnolgicos (Sharp, 2007:88-90), ya que se piensa
que la esencia
o algn atributo del animal puede ser transmitido al receptor.
Pero por qu los
pacientes prefieren un transplante de un dispositivo metlico,
tecnolgico,
antes que un rgano, piel u otro tejido de un animal?Por qu la
hibridacin
provoca aversin? (Sharp, 2007:90) Es debido a que piensan que la
esencia
del animal es inferior?
-
48
En esta direccin Stolcke, en la jornada internacional
(J_Stolcke_14/03/13)
titulada Qu significa ser hum? Dilegs entre lantropologia i la
biologia10,
apunt que actualmente todava pensamos que estamos situados por
encima
de la naturaleza y se preguntaba Por qu hbridos? Por qu
clasificamos
en dos mbitos distintos: por un lado, el mbito animal, zoolgico,
natural y el
de los humanos en el mbito de la cultura? Dijo que la mezcla nos
provoca una
inquietud. En esta cuestin, Stolcke coincide con Alter (2007),
quin dijo que:
Existe la idea de que la identidad de las especies es fija y que
las fronteras de
las especies son inapropiados objetos de la transgresin humana.
La idea de
las identidades fijas de las especies y sus fronteras es extraa,
aunque la
creacin de plantas y animales hbridos artificialmente o
naturalmente no
conlleve a una respuesta vehemente. Esto sugiere que la nica
especie cuya
identidad es profundamente genuinamente fija es la especie
humana (Alter,
2007:638) .
Para analizar el origen de esta inquietud, de la repugnancia que
provoca la
transgresin de estas concepciones, para conocer el origen de la
clasificacin y
los atributos que actualmente damos a los seres vivos
no-humanos, se ha
realizado una breve revisin histrica del origen del pensamiento
naturalista.
Segn la interpretacin del filsofo Lovejoy (1983:74), Aristteles
fue quien
estableci la idea de la gran cadena del ser, repleta y graduada,
mediante los
principios de plenitud y continuidad. Aristteles, basndose en el
principio de
completud de Platn, pensaba que el mundo fue hecho a partir de
una idea
completa, donde nada parcial e incompleto es hermoso. Plenitud,
porque el
universo se compone en todo momento de los mismos individuos, y
todos los 10
Organizada por el grupo de Investigacin AHSCIP del departamento
de Antropologa Social y Cultural de la Universidad Autnoma de
Barcelona el da 14/03/13.
-
49
peldaos de la cadena estn llenos. El principio de continuidad se
basa en la
idea de una cadena compuesta por un nmero infinito de eslabones
desde la
clase ms nfima al ens perfectissimum, hasta la clase ms elevada
(Lovejoy,
1983:74).
Aristteles era consciente de que las clasificaciones son
necesarias para el
lenguaje y para nuestras operaciones mentales, pero tambin que
son
peligrosas y tienen limitaciones (Lovejoy, 1983:73). Este
filsofo griego fue
quien sugiri a los naturalistas y filsofos posteriores la idea
de clasificar todos
los animales en una nica scala naturae ordenada segn los grados
de
perfeccin, en el que en la cspide de perfeccin se encuentran los
humanos.
Esta concepcin se acept en la edad media y hasta finales del
S.XVIII, cuando
se rebaja al hombre de la cspide (Lovejoy, 1983:237). Filsofos y
divulgadores
de las ideas filosficas durante este siglo pensaban que las
esencias se
conceban desiguales en dignidad, y aunque pensaban que todos los
seres
tenan derecho a la existencia, ms all de su utilidad para otra
especie,
todava persista la idea de que todos los dems seres creados
existan para
beneficio del hombre, se repetan los discursos de la filosofa
escolstica: El
hombre para beneficio de Dios, y el mundo ha sido creado para
beneficio del
hombre, por lo que debe servirle (Lovejoy, 1983:238).
Un ejemplo del pensamiento de la tradicin naturalista del SXVIII
es el de
Buffon (1707-1788), quien en su Histrie naturelle de lhomme de
1749,
estableci un orden de dignidad creciente entre los seres vivos,
y pensaba al
humano como nico y superior por esencia, en quien la naturaleza
encuentra
su fin (Duchet, 1975:200). Buffon pensaba que el hombre tiene
una naturaleza
-
50
superior a la de los animales, puesto que stos ltimos estn
sometidos a las
leyes de la naturaleza, mientras el humano no lo est. Este
sistema de
representacin que est