A la estr el la arg en ti na la crisis en nu es tro pa ís no le pilla despr even ido: «T rab ajo el tri ple par a ganar la misma plata» VALLADOLID. LeonardoSbaraglia (Buenos Aires, 1970) tiene los ge - nesdel perfe cto actorargenti no:su madre es actriz y su padre psicoa- nalista. Llegó a España y ganó el Goya revelación por ‘Intacto’. Lo aceptó con sonrisa de circunstan- cia s; ensu paí s llevab a 15añosha- ciendo cine, teatro y televisión. Ahoraanuncia unosgrandes alma- cen es,pierd e elsentid o deltiempo con suniñadecuatr o añosy as pir a al premio de inte rpret ació n enVa- llad olidcon ‘Sinretorn o’,un ‘thri - ller’ hispano-argentino en el que encarna a un ventr ílocuoacusado inju stamentede unatro pell o para que un‘hijodepapá’novayaa pri - sión. – Losventr ílo cuosson tip os bas- tante inquietantes. – Est e notienenadade osc uro. Usa su muñ ecocomopartede su afab i- lidad. Trabajé durante dos meses con un artista que me enseñó sus trucos. – ‘Sinretorn o’ denun cia que jun- to a la justicia de los tribunales estála just iciaparale la de losme- diosde comu nicac ión. – Sí. Hay una necesidad de llenar pág ina s con loque esnotic ia,aque - llo que es vendible, como si todos fués emo spresosde un mer cad o. En esaventadesgra ciad ame ntehay vi- das truncadas y sentimientos hu- man os.No se busc a just ici a, sin o un culpable, un chivo expiatorio que nosdeje tran quil os. La pelícu la va másall á,no esuna crí tic a a un a ins - tit uci ónni a los me dio s. Nos pon e frente al espejo de nuestra propia identi dad, de nuestr a respon sabili - dadéti cade cre ce r y ser me jor es . – Ahora pasa má s tiempo enAr- gen tin a queen Espa ña.¿Teníauna deu dacon su paí s? – Sí.Neces ita ba for marpartede un len guaj e queunocomprende muy bien. Argentina me ha abierto los brazos. – ¿Y quépaís se hareenco ntrado? – Un país más de verdad. Cuando mefui, ant esde la cri sis , estabaen- mascarado en una mentira, en un pseu dopr ime r mundo conuna fal- sa paridad con el dólar. Por eso el país explotó. Ahora está más con- vuls ion ado , porq uehay dosmode- losde país : gen te co n muc hopoder defiende privatizaciones neolibe- rales,estratificar las clasessociales conexcluido s y rico s másricos; otros aboga n por reparti r las rique zas ha- cia abajo. Desgraciadamente, los primero s van impo nien do un mo- deloantiquís imo que se vienepo- niendo en juego desde los milita- res.Porq ue la Dicta durano fuer on quin ce mili tare s loc os, sin o el bra- zo armado de un grupo de intere- ses político s y econó micos. – A losarge nti nosno lespilla ráde nue vasla cri sisen España . – Yo veía que aquí había algo de mentira , algo enrare cido. Una bur- buja financiera e inmobliaria que ten ía queexplo tar . ¿Có mopodíaser queun apart amen to de 50 metr os cuadradoscostase300.00 0 euro s? Desp ués de pasa r tant o tiempo en España nunca pedí una hipoteca. Lo máxi mofue sol icit ar un pré sta- mopara uncocheque aca bo deter- min ar depagar.Aque llosque espe- culab anse debe n de seg uirenriqu e- cien do conlo queestá pasando. – ¿Sa ldr á alg o bue node todoesto? – Esp eroquesí, quetodo s ent en da- mos mejor el mundo donde vivi- mos . Yoahoratrabajoel trip lepara gan arla mis maplata.El sis tem a est á pens ado sol o paraganar másdine- ro. Nohemos enc ontr adouna ma- ner a mej or,pero hayque luch ar por hall arla. Ten emos queser máscul- tosy esta r mejo r info rmad os. – Prot agon izauna campañ a publi - cita riade Carr efou r.Los inte rnau- tasvotansi quie renque uste d les lle vela compr a a casa. – Es una campaña tratada con hu- mor . Tengoque ira die z famili asde España, se está sorteando de ver- dad . Est abaclaroqueme iba n a ele- gir,sinotengoque dev olver lo que me pagar on,ja, ja. – ¿Su hij a ate mpera su ambi ción profesional? – Priorizo estar siempre a su lado. Cuando me voy de bolos mi fami- lia me acompaña.Ah ora dejaré de trab ajarun tie mpogracia s a laspu- blicidades. – ¿Unhijo teinfund e másmiedos en lavida? – Al revés, te da certezas. Cuando con duces leva ntasel pie delacele- rador, porque hay otro sentido de la respon sabilid ad. Un ser depend e de ti,eres impo rtan tepara esaper- son itaque es tá sinter min ar . Y es a responsab ilidad es cotidian a. Cada gesto que haces lo asimila esa es- ponj itaviva. Si tod os fués emo s me- jores padres, el mundo no sería la por que ríaquees. Lahumani dadque le transmites a tu hijo es la que él luchará por sostene r. – ¿Secons ide raun tip o gua po? – A tod osnos gus ta ver no s bie n,re- sultar atractivos. En mi profesión es una herramienta, un plus. Yo pue dosalirmásfeo o másguap o en las películas.Lo esen ciales invi si- blea los oj os , labellezasetrasunta en otrolado,es abso lutamentefu- gaz.¡Bah!La bell ezaal fina l sonsolo fotos. ¿Quién cuida de los cuidadores? Si nuest ros padre s, nuest ra pare- jao un ami gosufre n unaenfe r- medad dege nera tiva , de pront o, nuest ro esta tus vitalcambia: nos con verti mos en cuida dores. A OskarTejedor(Legaz pi, 1968) leocurr iócuandosu padresu- frióAlzhéi mer.Su madr e se con- sagróa ate nderl e en silen cio die z años enun ent orn o rur al. Hastaque ellacayó enfer ma, vícti ma del síndr ome‘ burn- out’ o delquemado.Su docume ntal ‘Cuid ador es’ exponeel drama de per sonas cuyas vidandan un vuelco a causa dela enf ermedad deun all eg adoque muc hasve- ces ni siquie ra les reco noce . «Elgranvací o esquiéncuida del cuida dor» , exponeel real iza- dor . Las reuni ones que manti e- nenlos int eg rante s deuna aso- ciaci ón de enfer mos deAlzhéi- meren SanSebas tiá n sir vende cata rsisemocional . Ana ya no rec ono cea su mar ido , quesolo hablacon mono sílab os; Naiar a ado raa su mad re,perosient e quetiene quevivirsu pro pia vida;Txus seha ree nco ntr adoy ha apr end idoa que rera su ama , a laque laenfer med adborró aquel lo que les dist ancia ba. «A vec es sehablade tér min os comoeutanasi a o muert e dulce. Todoshemos pen sado ‘que se vay a ya,no pue domás’ . En un due loen vid a, lamuert e seve comouna libe ració n».‘Cuidado- res ’ se est re nar á antes defin de año enlassal asy cue nt a co n una págin a web:cuidadore seldocu- mental.blogspot.com. Sbaragl ia presenta en Valladolid ‘Sin retorno’, película en la que interpreta a un ventrílocu o acusado injustamente de un atropello . :: E.C. OSKAR L. BELATEGUI «Jamás me atreví a pe dir una hipoteca en España» Leonardo Sbaraglia Actor – – O.J.D.: E.G.M.: Fecha: Sección: Páginas: 21073 167000 28/10/2010 CULTURA 43 31 SEMINCI Tarifa (€): 2211