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IYgina 72 -. -.-. -. ... C L 1 O . . Num. XXXI~~ Euhsistira a pesar (le la Ley, y ni la falta del alto do leiamos: el Sr. Gamboa, director de esta Es- ejemplo (le la antigua Normal impedira que su cuela, termina su notab!e plan de estudios del metodo gane terreno dia por dia. sino la lo. curso reproduciendo el art. 8 del Reglamen- Norma], por ultimo, nos. habia acostunibra(lo a to General de la Jh~ela: estudiar con ahinco ciendas naturales? '!La ensenanza se dara de una manera prhcti- ca en ejercicios orales, de modo que los libros Se adormece la .Normal Dominicana precisa- selo sirvan como obras de consulta, auxiliares mente al levantarse la Normal Salvadorena: es- O guias, no para aprender en ellos lecciones de ta consideracion habr6 de consolar al Sr. Hos- memoria ni para cenirse servilmente a lo que en tos. Juntos hemos recibido la ley patria y el Or- ellos se prescriba." gano de la Escuela de S:in Salvador. Comparan- 1895. HOSTBS INVESTIDURA Y DESPEDIDA DlSCIiRSO PRONUNC1A.W POR EL MAESTRO FED. HENRIQUEZ 1 CARVAJAL EN LA ESCITELA NORMAL DE SANTO DOMINGO, COMO MIEMBRO Y EN REPRESENTACION 1>E I,A JIJNTA DIRECTIVA DE ESTUDIOB. EL 17 DE DICIEMBRE DE 1888. Senor Director de la Escuela Normal. y Senora Directora del lnstitiito de Senoritas, Senori1:cs graduadas y gr:iduaiiclas; Jovenes graduados y graduandos. Senores : Hace III~ momento, por designacion benev.1 de la Jiiiita Superior de Estudios, que he recibi- do el 1~ar:i mi honroso encargo de presidir, este acto de edificacion moral y de cultura civlca. Yo lo jiizgaria dificil, en esta hora de profuntlns y dolorosas meditaciones, si no tuviera el de- ber por norma y el amor por guia, cuando de las exultacioiies del bien y de la verdad se trata, Y si no contara con que mi palabra, a1 entrar en I:i soleada atmosfera de vuestra simpatia, des- entuma las ateridas alas y tienda el vuelo hacia e1 ide:tl intangible y apenas entrevisto. Se me ha encomendado decir, en este riugusto recinto y en este acto solemne, cuanta es la s:i- tisfaccion de aquel centro directivo por los iiue- vos frutos obtenidos en la ensenanza pedagogi- ca y por el exito alcanzado en las pruebas a que se sometieron los escolares normalistas y las a- lumnas normales del Instituto (le Senoritas. NO podria ser de otro ,modo, senores, pues los altos iuncion:irios del Estado en el ramo de la ec1uc:i- cion pul~licadeben alentar, impulsar y robuste- cer, ora con sus actos, ya con sus votos de siin- patia, las obras que, a la luz del deber y por a- mor a1 pais, se acometen con fe. de apostol. se prosigue11 con esperanza de patriota y se reali- zan con anior de filantropo, en beneficio del des- tn~olviinieiitc~ moral e intelectivo de la cornba- tida y entorpecida y mal aventurada sociedad <lomii~ica~~a. La sociedad dominicana conoce ya, por los re- sultados s~itisiactorios, cuanto de meritorio tie- ~ie el nubilisimo esfuerzo de inteligencia y de corazon que, espontanea y voluntariamente, ha liecho dia por dia y hora trns hara el docto edu- cudor, maestro de los maestros normales, por dotar al pais de una legion de profesores ins- truidos, de ciencia y de conciencia, a quienes cumple divulgar el metodo racional de ensennn- za y evangelizar con el consejo y el ejemplo, con el deber y la verdad, a la ninez del presente que es la generacion del f,uturo. La sociedad do- niiiiicana sabe tambien que tina poetisa educa- dora, optima lira de la patria, que es esposa y madre, ha consagrado sus afanes y desvelos, los redoblados esfuerzos de su voluntad, de su razoii y de su organismo afectivo con materna- ies desvelos! a formar esposas y madres instrui- (las y educadas para el hogar o maestras edu- cadas e instruidas para la escuela. La sociedad dominicana, sencilla y ,buena, de gelterosos iwtintus y de opinion reflexiva a :e- ces, no puede ser -y no es- coparticipe en las malas artes y obras de malevolencia, o de ma- ledicencia, que fraguan *la suspicacia, el error, o la ignorancia, para suscitar antipatias y obs- t~~ulos en contra y en la via de la labor tlocen- te de la No~mal y de los frutos con qiie perio- dicamente enriquece el acerbo intelectual de la Republica. Por fortuna, senores, la ignorancia, y el error, y la malicia, aunque se.confabulen, aunque aso- cien sus instintos disociadores y sus propositos
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Jul 28, 2022

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IYgina 72 -. - . - . -. ... C L 1 O . . Num. X X X I ~ ~

Euhsistira a pesar (le la Ley, y ni la falta del alto do leiamos: el Sr. Gamboa, director de esta Es- ejemplo (le la antigua Normal impedira que su cuela, termina su notab!e plan de estudios del metodo gane terreno dia por dia. sino la lo. curso reproduciendo el art. 8 del Reglamen- Norma], por ultimo, nos. habia acostunibra(lo a to General de la J h ~ e l a : estudiar con ahinco ciendas naturales? '!La ensenanza se dara de una manera prhcti-

ca en ejercicios orales, de modo que los libros Se adormece la .Normal Dominicana precisa- selo sirvan como obras de consulta, auxiliares

mente al levantarse la Normal Salvadorena: es- O guias, no para aprender en ellos lecciones de ta consideracion habr6 de consolar al Sr. Hos- memoria ni para cenirse servilmente a lo que en tos. Juntos hemos recibido l a ley patria y el Or- ellos se prescriba." gano de la Escuela de S:in Salvador. Comparan- 1895.

HOSTBS INVESTIDURA Y DESPEDIDA

DlSCIiRSO PRONUNC1A.W POR EL MAESTRO FED. HENRIQUEZ 1 CARVAJAL EN LA ESCITELA NORMAL DE SANTO DOMINGO, COMO MIEMBRO Y EN REPRESENTACION

1>E I,A JIJNTA DIRECTIVA DE ESTUDIOB. EL 17 DE DICIEMBRE DE 1888.

Senor Director de la Escuela Normal. y Senora Directora del lnstitiito de Senoritas,

Senori1:cs graduadas y gr:iduaiiclas;

Jovenes graduados y graduandos.

Senores :

Hace I I I ~ momento, por designacion benev.1 de la Jiiiita Superior de Estudios, que he recibi- do el 1~ar:i mi honroso encargo de presidir, este acto de edificacion moral y de cultura civlca. Yo lo jiizgaria dificil, en esta hora de profuntlns y dolorosas meditaciones, s i no tuviera el de- ber por norma y el amor por guia, cuando de las exultacioiies del bien y de la verdad se trata, Y si no contara con que mi palabra, a1 entrar en I:i soleada atmosfera de vuestra simpatia, des- entuma las ateridas alas y tienda el vuelo hacia e1 ide:tl intangible y apenas entrevisto.

Se me ha encomendado decir, en este riugusto recinto y en este acto solemne, cuanta es la s:i- tisfaccion de aquel centro directivo por los iiue- vos frutos obtenidos en la ensenanza pedagogi- ca y por el exito alcanzado en las pruebas a que se sometieron los escolares normalistas y las a- lumnas normales del Instituto (le Senoritas. NO podria ser de otro ,modo, senores, pues los altos iuncion:irios del Estado en el ramo de la ec1uc:i- cion pul~lica deben alentar, impulsar y robuste- cer, ora con sus actos, ya con sus votos de siin- patia, las obras que, a la luz del deber y por a- mor a1 pais, se acometen con fe. de apostol. se prosigue11 con esperanza de patriota y se reali- zan con anior de filantropo, en beneficio del des- tn~olviinieiitc~ moral e intelectivo de la cornba-

tida y entorpecida y mal aventurada sociedad <lomii~ica~~a.

La sociedad dominicana conoce ya, por los re- sultados s~itisiactorios, cuanto d e meritorio tie- ~ i e el nubilisimo esfuerzo de inteligencia y de corazon que, espontanea y voluntariamente, ha liecho dia por dia y hora trns hara el docto edu- cudor, maestro de los maestros normales, por dotar al pais de una legion de profesores ins- truidos, de ciencia y de conciencia, a quienes cumple divulgar el metodo racional de ensennn- za y evangelizar con el consejo y el ejemplo, con el deber y la verdad, a la ninez del presente que es la generacion del f,uturo. La sociedad do- niiiiicana sabe tambien que tina poetisa educa- dora, optima lira de la patria, que es esposa y madre, h a consagrado sus afanes y desvelos, los redoblados esfuerzos de su voluntad, de su razoii y de su organismo afectivo con materna- ies desvelos! a formar esposas y madres instrui- (las y educadas para el hogar o maestras edu- cadas e instruidas para la escuela.

La sociedad dominicana, sencilla y ,buena, de gelterosos iwtintus y de opinion reflexiva a :e- ces, no puede ser -y no es- coparticipe en las malas artes y obras de malevolencia, o de ma- ledicencia, que fraguan *la suspicacia, el error, o la ignorancia, para suscitar antipatias y obs- t ~ ~ u l o s en contra y en la via de la labor tlocen- te de la No~mal y de los frutos con qiie perio- dicamente enriquece el acerbo intelectual de la Republica.

Por fortuna, senores, la ignorancia, y el error, y la malicia, aunque se.confabulen, aunque aso- cien sus instintos disociadores y sus propositos

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Num. XXXIV C L I O l'igina 73 - - disolventes, no IograrLii jnmks previilecer sobrc la realiil;iil evidente o (leniostr;itl;i, sobre 1;i ver- dad siiicer;~ y amable, sobre In nizoii yue collo- ce y juzga y gula.

Y todo eso es la cosecha de liis tloetriiiiis pc- dagogiciis yue sirven de paulii a la ensennnzii ilr la gscuela Horma1 y del Instituto de Senoritas. Si todo eso, que es mucho y es bueno, no bastase DE<- ra discernir a la una y u1 otro las coroniis tlcl civisn~o, los iiplausos de lii gr~ititiid y los volos de la justicia, aun tendri;in la Escueiii de hlaes- tras y el Instituto de Setioritas otros titulos, ilc noble altez;~ moral, p i ra merecer las coiisi<ierii- ciones y. el respeto y las simp:itins (le 1;i socic- dad doiniiiicaiiii.

Atended, senores, y vereis si no! Reclama, exi- je el magisterio voccicion conscieiite y tlecitlitlii; y en lii Norni;il y ilestle la Noriniil se fonic~il ;~ 1ii vocacion en los 'discipulos y f~iliiros m;iestros. Reclama, exije el magisterio una nocioii c;ib;iI del deber y un ciimplimierito continuo y aiislero del deber; y en la Normal, y por medio de sus ~lecciones, se inculca el deber o se acrisola en Itr conciencia de cuantos se acercan a la mesii eii- caristica de la educ:icion racional y civica. lie- clama, exije el magisterio que el educ;idor co- nozca a fondo el papel que se .le confia; y en la Normal y en los planteles donde se observan sus preceptos y se siguen sus procediinienlos pedagogicos, se capacita al educando para cluc en el ejercicio de sil profesion como nuestro, se coloque y mantenga a la iiltura del deber y cu- nozca las respoiis;ibilid;itles inherentes de su de- licadisima y eminente funcioii social. Keclaina, exije el magisterio que el maestro sea honrado educador de la coiiciencia infantil y ~uvenil ; y' la Normal y las escuelas que preparan colaboriitio- res convencidos de su obra s e esnleran en ense- nar, con el ejemplo, que la escuela es un templo, y es santuario de moral para la vida, que la es- cuela debe ser ejemplo vivo de moral en accion, de moral de cada dia. Reclama, en fin, exije cl magisterio que la educacion tenga por supremo objeto el formar y educar conciencias, caracte- res, ciudadanos, hombres soci:iles y I~umanos; y en la Normal y en los institutos escolares que la siguen de cerca, tienden los mejores esfuerzos a educar conciencias, hombres de deber y de ile- recho, para honra y provecho de la familia y de la patria y de la humanidad de hoy y de mana- na.

Esa, senores, esa es la obra de trascendencia social, esa es la obra de amplio espirilu de tole- rancia, de razon y de piedad reflexiva y amoro- sa, que por quinta vez presenta sus bellos y lo- zanos frutos, como ofrenda, en el a r a incontami- nada de modesto, silencioso y fervoroso patrio- tismo. Esa es la obra que promueve el alborozo y hace batir palmas al selecto auditorio yue hit

[lebiilo recojer en su alma, como en aiiior;~ voti- va, las ultimas sentidas y conmovetlor;is p:tla- 1~I';is del Maestro. Esa es la obra que Iia mercci- do en ocasiones solemnes, conio esta, los 11:ir;i- I~ienes de la Junta Directiva de Estudios y del Ministro de 'Instruccion Publica, y que hoy me cumple encarecer y exaltar con las ,mis finas y encendidas expresiones de reconocimiento, en nombre y representacion del centro superior di- iectivo de ,la ensenanza en la Republica.

Y sin embargo.. . ai! senores, en la atmos- fera de luz y de perfumes que nos envuelven bajo el cielo esplendoroso en donde brilliin anhe- los, esperanzas y promesas, qne son estiell;is del ;ilm;i, hay algo extrano, algo ins15lit11, que pertnrba el ritmo de nuestros corazones y iice- lera las palpitaciones de nuestras sienes, que niiI~I~i niiestros ojos y anuda la voz y ahoga sus- piros en nuestros labios.. . El Maesn.11, no por antonomasia, sino por sabiduria y con plena con- ciencia, recobra otra vez el olvidado baculo del peregrino y se dispone a partir, y se va lejori, muy lejos, de su patria de origen y atloptiva, la patria de sus hijos.. . S e nos va .... ! Por que se nos va? Porque el, como otros sonadores de bien y de verdad, amantes y misioneros del ideal tie- ne iai triste! "el alma adolorida por unas penas que no tienen nombre!"

Maestro: Id en paz! Habeis formado una ge- neracion para la vida del deber y del derecho, y vuestra obra evolutiva de progreso y civiliza- ciOn no perecera. h s adeptos de la nueva es- cuela, los discipulos que son maestros, ciiantos colaboran en la educacion popular segtin las doc- trinas pedagogicas y cientificas y segun el plan docente de la Escuela Normal de Santo Domin- go, permaneceran en la arena, guiados por la co- lumna de luz, no de fuego, que vuestra eiisetian- za racional y vuestro virtuoso ejemplo trazaron desde el .primer instante en la ruta del Magiste- rio. Id en paz! ,El presente os estima, el porve- nir os hara justicia; y la sociedad dominicana, J esta patria de tantos sacrificios y tantos dolo- res, os contara siempre en el escaso numero de sus prdceres civiles y civilizadores.

Maestro. amado maestro, id en paz!. . . id en paz !. . . . y hasta manana!

NQTA DE CLIO El discurso pronunciado en la investidura del

segundo grupo de Maestras Normalistas, tal co- mo antecede, fue luego manuscrilo sin diirsele a la ~mblicidad i ha permanecido inedito en un lap- so de medio siglo. En enero de este ano, con motivo de la celebracion del Centenario de Hos- tos. se publico por primera vez en la edicion en que el diario de la tarde le dedico una pagina a l ilustre antillano; i ahora, con el mismo honra- rlor motivo, se reinserta en esta edicion di: 'Clio",