Julio de 2019 A9 A8 Amigos Muchos alimentos camboyanos llevan prahok, una pasta de pescado ácida y salada. Estos miembros de la Iglesia están preparando una gran olla de sopa para compartir en el centro de estaca entre las sesiones de la conferencia general. Estos miembros de la Iglesia se saludan a la manera tradicional en Camboya, con el saludo llamado sampeah. Cuanto más altas están las manos, más respeto se muestra. Muchos niños de la Primaria de Camboya son los únicos cristianos en sus escuelas, ya que la mayoría de las personas de Camboya practica una religión que se llama budismo. Su religión les enseña a ser honrados, pacíficos y sabios. Este es un famoso monumento budista de Camboya que recibe visitas de personas de todo el mundo. Este es un Libro de Mormón en camboyano. El idioma de Camboya es el jemer [camboyano]. Su alfabeto tiene setenta y cuatro letras, ¡más que cualquier otro alfabeto del mundo! Estamos de visita en Camboya, ¡y esto es lo que hemos aprendido! ¡Conoce algunos de nuestros amigos de Camboya! ¡Hola desde Camboya! La mayoría de los niños de Camboya van a la escuela y a la iglesia en motocicleta con su padre o su madre, o puede que lo hagan en tuk tuk, una especie de carruaje tirado por una motocicleta. Camboya es un país del sudeste de Asia. Aquí viven unos quince millones de personas, y hay alrededor de catorce mil miembros de la Iglesia. ¿Eres de Camboya? ¡Escríbenos! ¡Nos encantaría saber de ti! El año pasado, el presidente Nelson anunció que el primer templo de Camboya se construirá en Nom Pen, la capital. El templo ayudará a familias como esta a sellarse para estar juntos para siempre. Hola. Soy Paolo. Y ella es Margo. FOTOGRAFÍA DE MIEMBROS SALUDÁNDOSE UNOS A OTROS Y DEL HOMBRE EN MOTOCICLETA, POR JAMES ILIFF JEFFERY. FOTOGRAFÍA DE MIEMBROS COCINANDO, POR CELIA JEFFERY ILUSTRACIONES POR KATIE MCDEE Gracias por explorar Camboya con nosotros, ¡hasta la próxima! Me siento muy feliz cuando obedezco a Dios. Sineth B., 6 años, Kompung om, Camboya Después de recibir en casa las lecciones con los misioneros, me bauticé ¡y soy muy feliz! Sina B., 8 años, Kompung om, Camboya