Los apellidos más comunes en Ecuador Ing. José Toro García Ing. Teodoro Viteri Wittong I. Introducción Adán y Eva, las primeras personas que poblaron la tierra de acuerdo al Génesis, no tenían necesidad de apellido debido a la escasa población mundial. Con la expansión del cristianismo hubo una gran introducción de nombres bíblicos, pero el constante empobrecimiento de la onomástica sagrada hizo preciso el uso de un segundo nombre. Además, la repetición de los nombres de pila hizo necesario el uso de un segundo para distinguir a los individuos con el mismo nombre de asignado en el Bautismo. La función del apellido es servir de complemento al nombre para evitar confusiones. El uso del apellido habría comenzado a extenderse a partir de los siglos XI o XII, pero al principio los apodos u otro tipo de denominación hacían el papel de apellido. La utilización de los apellidos toma impulso con el uso de documentación legal y notarial a partir de la Edad Media. Los notarios y escribanos medievales empezaron a tomar la costumbre de hacer constar, junto al nombre de pila de los interesados, el nombre de su padre, su apodo o sobrenombre, profesión, título o procedencia (patronímicos, toponímicos, derivados de oficios, descriptivos, castellanizados, etc.).
Interesante investigacion sobre la historia de los Apellidos en Manabi, Ecuador
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Los apellidos más comunes en Ecuador
Ing. José Toro GarcíaIng. Teodoro Viteri Wittong
I. Introducción
Adán y Eva, las primeras personas que poblaron la tierra de acuerdo al Génesis, no tenían necesidad de apellido debido a la escasa población mundial. Con la expansión del cristianismo hubo una gran introducción de nombres bíblicos, pero el constante empobrecimiento de la onomástica sagrada hizo preciso el uso de un segundo nombre. Además, la repetición de los nombres de pila hizo necesario el uso de un segundo para distinguir a los individuos con el mismo nombre de asignado en el Bautismo. La función del apellido es servir de complemento al nombre para evitar confusiones.
El uso del apellido habría comenzado a extenderse a partir de los siglos XI o XII, pero al principio los apodos u otro tipo de denominación hacían el papel de apellido. La utilización de los apellidos toma impulso con el uso de documentación legal y notarial a partir de la Edad Media. Los notarios y escribanos medievales empezaron a tomar la costumbre de hacer constar, junto al nombre de pila de los interesados, el nombre de su padre, su apodo o sobrenombre, profesión, título o procedencia (patronímicos, toponímicos, derivados de oficios, descriptivos, castellanizados, etc.).
El requisito de que los apellidos se pasaran de padre a hijo se hizo ley eclesiástica como consecuencia del Concilio de Trento (Italia, 1545-1563). El Concilio estableció el registro obligatorio de todos los nacimientos, muertes, matrimonios y confirmaciones, así como el patrón específico para esos registros, con lo que se propició la fijación de los apellidos entre generaciones sucesivas. También ordenó adoptar el nombre de un santo de la Iglesia para designar el prenombre.
Es interesante observar como en varias localidades del país todavía está arraigada la antigua modalidad de llamar a una persona mediante un apodo de familia. Una costumbre ancestral en Manabí y en varias provincias ha sido designar a los núcleos familiares de un mismo apellido con algún término que los identifique como consanguíneos. Así, en García existen grupos familiares de los “García Blanco”, “García Guacharacos”, “García Pichón”, “García Brote”, “García Camote”, etc.
II. Materiales y Metodología
La presente investigación se fundamenta en el Padrón Electoral del Ecuador de septiembre de 2007 y sus proyecciones estadísticas para la población actual del país estimada en catorce millones de ecuatorianos. Para todos los casos se presentan los datos de los 50 apellidos más comunes con una desviación del 0,85%, es decir, con alto grado de confiabilidad respecto de la fuente.
III. Resultados
1. La situación en Ecuador
De acuerdo a los datos que se presentan, el apellido más común en Ecuador es Zambrano con 350.351 integrantes, de los cuales 169.824 son hombres y 170.527 mujeres. El número de personas que llevan este apellido tanto paterno como materno son 13.250. Los otros tres apellidos más comunes, tanto paternos como maternos, son: Sánchez (309.591 integrantes), Rodríguez (275.506), y García (254.412). En orden descendente aparecen López, Vera, Torres, Cedeño, Castro, González y Mendoza (11). Entre los apellidos con mayores raíces autóctonas se destacan Guamán en la ubicación número 20-21 con 135.344 personas, y Morocho con 87.228 en el lugar 52. Entre los 100 apellidos estudiados, en el último lugar de frecuencia están Caicedo, paterno (25.656) y Tomalá, materno con 26.095 personas.
Los que más frecuentemente forman familia con personas de su mismo apellido, además de los Zambrano, son: Sánchez, Cedeño, Jiménez, García, López, Vera, Morocho, Rodríguez, González, y Guamán (hasta el lugar número 11).
2. Los apellidos en Manabí
De igual manera que en Ecuador, el apellido más frecuente en Manabí, es Zambrano con un total de 127.420 personas; de ellas, 64.973 para paterno y 62.447 materno. Ellos representan el 36,37% del total de su apellido en el país, y el 9,33% de Manabí, es decir que uno de cada diez manabitas tiene el apellido Zambrano.
A continuación aparecen Cedeño con 79.972 integrantes que representan el 5,85% de la población de Manabí, y el 41.68% de los Cedeño del Ecuador); Macías (49.551), Moreira (48.721), Loor (47.751 equivalente al 40,83% del total nacional para este apellido), Vera (47.650), Mendoza (47.557), Delgado (43.246), García (43.227, es decir el 17% de su total nacional), Vélez (38.747), y Mero (32.722). De los 100 estudiados, los menos frecuentes son Posligua con 2.730 por el lado paterno, y Burgos, materno, con 2.649 personas.
Entre los que forman familia con personas de su mismo apellido sobresalen los Zambrano, Cedeño, Moreira, Delgado, Anchundia, Mero Loor, Macías, Vera, García, y Mendoza
(puesto No. 11).
3. Los apellidos en Portoviejo
En la capital de Manabí los apellidos siguen, en términos generales, la misma ocurrencia estadística que en Ecuador y Manabí. Los once con mayor número de integrantes son: Zambrano con 20.424, es decir el 9,45% de los de este apellido en Manabí; Cedeño: 20.237 (25,31% de los Cedeño de la provincia); Macías: 17.054; García: 15.519 (35,90% de los de Manabí); Mendoza: 13.960; Moreira: 13.614; Vélez: 11.718; Loor: 10.304 (21,58% de los Loor de la provincia); Intriago: 9.689; Vera: 9.171; y Bravo: 8.470 ciudadanos. Entre los 100 apellidos sujetos a este análisis, los menos frecuentes son Bazurto con 457 de apellido paterno, y Farfán 425 materno.
Entre los once ciudadanos que prefieren formar familia con personas de su mismo apellido se distinguen, en orden descendente, los Zambrano, Cedeño, García, Moreira, Macías, Intriago, Mendoza, Vélez, Loor, Mera y Bravo. Los que en menor número forman familia, entre las 100, con ciudadanas de su mismo apellido son los Barreiro, con 10 descendientes Barreiro Barreiro.