Hispanoamerica Contra Occidente - Alberto Buela

5/8/2018 Hispanoamerica Contra Occidente - Alberto Buela

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'---~-- BARBARROJA -------.

Alberto BUELAPrologo.deAbel Posse

HISP NO ERI Ao IDE TEEnsayos Iberoamericanos


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COLECCION ID IS IDENC IA SIn solem atque inpulverem accedere


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HISPANOAMERICACONTRA OCCIDENTEEnsayos Iberoamericanos

Alberto Buela

EDICIONES BARBARROJA


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indiceHISPANOAMEm:CA CONTRA OCCIDENTEEnsayos IberoamericanosA lb e r t o B ue l a H i s p a n o a m e r i c a c o n t r a o c c i d e n t e 1 1

Disefio d e la c ol e c ci 6 n: J u an C. Garda M o r c i ll oDiserio d e la c u b i e r t a : Z ac a t e c a s , S .A .

E l s e n t i d o d e A m e r i c a . . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .5A m e r i c a y s u s n o m b r e s . . . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . 2 7O p i n i o n e s s o b r e A m e r i c a . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . .5A m e r i c a c o m o 10 h 6 s p i t o 4 5

Colecci6n DisidenciasEDIC IONES BARBARRO]AAp ar ta do d e Co rr eo s 4 5. 0 82280 80 Mad ri d (Espa ft a)

L a H i s p a n i d a d v i s ta d e s d e A m e r i c a. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. .3

E l s e r d e I b e r o a m e r i c a .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . . 63A c e r c a d e l a f i l o s o f i a e n y d e I b e r o a m e r i c a 7 5

Alberto Buela Ediciones BarbarrojaLS.B.N: 84-87446-18-3Dep6sito Legal: M-34683-96

A l r e s c a t e d e l a u t o p i a . . . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .7

L a o t r a A m e r i c a . . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .5

A m e r i c a c o m o "1 0 o t r o " 1 0 1Impreso en Zacatecas , S.A. San Mateo, 2 28004Madrid E l t i e m p o a m e r i c a n a . . .. . .. . .. . .. .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .0 7


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H i sp an o ame ri ca c o nt ra O c ci de n te

PROLOGO

Alberto Bue la es un pensador de rara cua lidad en estos t iempos de silen-cio sustancia l, se expresa con libert ad y a t raves de caminos autenticos, quenacen a la vera de su personalidad y de su experiencia de hombre deArgentina y de Iberoamerica. Es una voz fume y dec idida que resuena conoriginalidad y determinacion en el horizonte de timidez academica quetodavia frustra el pensar de Latinoamerica,

Los latinoamericanos son revolucionariamente autonomos en e1campo de1apoetics y de 1anovela pero, salvo pocas excepciones, e11enguaje del pensarqued6 sometido, colonializado, castrado por esa enfermedad solemne de laf ilosoffa que es e1academicismo. En e1campo del ensayo y de 1a expresi6ndel pensamiento abs tracto no hay ningUn Borges, Neruda, Guimaraes Rosa 0Lezama Lima. Y por no haber sabido imponer ese lenguaje profundo, perso-nal, que debio haber nacido pegado a nuestro ser y a nuestro dest ine, a nues-ira idiosincrasia, se puede afirmar que 1afilosofia 1atinoamericana no existe.Ni s iquiera la difundida presencia de pensadores como Zubir i, con su extra-ordinaria solidez constructiva, 01ade Ortega, con su abundosa expresividadde sublime y profundo charlista filosofico, han servido para ab1andar e1acar-tonamiento pensante de los iberoamericanos. De aqui que 1amas valida ref le-xi6n sobre America provenga todavia del ensayista atento y de los novelistas.

Par cierto que esta anonadadora t imidez no deja de afectar al pensamientomodemo de Espana. Ni s iquiera Ortega, cuando se zambulle, deja de avanzar

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Abel Posse

Alberto Buela Hispanoamerica contra Occidente

entre fumes andariveles europeos: Heidegger, Bergson, Dilthey, Simmel 0MaxScheller. Unamuno es un gigante aislado, Un supremo protestante cuyo estilode feroz independencia y su voluntad de lenguaje propio, no parece haberhecho escuela. Su mayor ensefianza (no seguida) fue su est ilo propio, que erasu carac ter, como el mismo afirmaba . En suma: los ibercamericanos nadahemos aprendido de nuestro admirado y tan traducido Nietzsche, cuya maxi-ma y primera lecci6n de filosofia fue la opci6n de una salvaje libertad posibili-tadora, hecho que s ignificaba la negaci6n de su bri llante dest ino profesoral, elaislamiento de cartujo sin convento y la independencia editorial.

Alber to Buela es un pensador altemativo, como se suele decir . Para bus-car los nuevos caminos de su ref lexi6n, arranca desde un novedoso analisisde la hispanidad. Tan novedoso que pese al farrago acumulado en ocasi6ndel quinto centenario, sus consideraciones sacudiran a mas de un pensadorespafiol,

En El sentido de America nos dice que Hispanoamerica en realidad estaen contra de Occidenie. Nos recuerda que la esencia de 10 hispano, nuestra ibe-roamericanidad, es una particularidad cultural de un Occidente profundo, quepor causa de la acci6n de los valores i luministas empezo a quedar desplazadaen elpanorama del Occidente pos terior , el actual, elanglosaj6n. De modo queHispanoamerica seria alga asi como una reserva de valores larvados.

Tambien sorprende, incluso a los hispanistas mas r e a c c u m a r i o s . cuandoanalizando nuestra historia de la Conquista y de la Colonia, nos advierte queEspana estaba empefiada en crear un reino y no un imperio colonial como lasotras superpotencias de entonces. Desde los t iempos de los Reyes Catolicos ,el mas remota indio de las pampas era considerado subdito de la Corona.Nunea esclavo 0ente infrahumano. Pese a todos los horrores de toda historia,esta decision humanista, burlada par corregidores y encomenderos, esta en labase del mestizaje iberoamericano,

Explica tambien la creacion de formas democraticas anteriores y diferen-tes a las pensadas por la Modernidad y luego sobreimpuestas por los liberta-dores y revoludonarios antiespanoles.

Encier to modo la quiebra y la anormal adolescencia polit ica de los lat ino-americanos se explica en relaci6n de choque entre el Occidente iberico, poras! llamarlo, y el anglosaj6n.

Buela no deja de sef talar las contradicciones de la Espana actual. P iensaque tanto Latinoamerica coma Espana conservan valores de esa occidental i-

dad anterior a la Revoluci6n Mundial liberal-democratica que los anglosajo-nes imponen como descarado metodo de dominaci6n mundial. Las Espaf ias( incluidas las de America) se s ienten mal en esta hip6cri ta moralina s in pro-yecci6n meta fisi ca que no vacila en mandar la violencia de los marines paraimponer el s istema bicameral Ingles en la magica Hait i u obligar a que el pre-sidente de Panama jure en la base militar norteamericana.Sin jactancia, Buela afirma que H is pa no ume ri ca e s e l m a s o cc id en ta l d e l osconiinenies. De esto se puede deduci r que en la ultima decada el pragmat is-mo de los politi cos irrelevantes y la presion del di scurso dominante, hayandesnaturalizado nuestras decis iones. Espana paga con una ser ia ruptura cul-tura l (de calidad de vida y en cuanto al problema grave de las naciona lida-des) su adhesion necesaria y entusiasta, pero que no debia haber sido exclu-yente, a una Uni6n Europea mas dominada par la Urania de los bancoscentrales que par el espfr itu de Carlos V. En cuanto a America Latina, pode-mas comprobar que su actualmente tan elogiado esfuerzo de reorganizaci6necon6mica y de democrat izac i6n formal, se ejecuta a l precio de una nuevadependencia,la dependencia del N u ev o O rd en .

Sin negar la realidad, discretamente pero con decisi6n, Iberoamerica todadebe comprender que estamos en un tiempo de culturas y que nuestroContinente cultural e idiomatico es nuestra r iqueza y nuestro objet ivo prior i-tar io en estos afios de colapso de los valores de 1amodernidad. Estamos anteun fin de s istema y ante un necesario viraje que supera el hor izonte polit icoque tenemos a Iavista.

Buela , pensador al ternativo y solit ario, t iene un efecto estimulante: sul ibertad invita a la insolencia en estos ti empos de inquietante consenso, deresignacion.

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Hispanoamerica contra Occidente

Q u e o cc id en te d ej e d e h ac er no eel c u en to d e o cc id en te

Ignacio B. Anzodtegui

HISPANOAMERICACONTRA OCCIDENTE *

Dado que nosotros no hemos elegido el t itulo de esta conferencia esmejor precisar el sentido del mismo en nuestra intervencion, No deberiaser una afirmacion sino mas bien una pregunta: LHispanoamerica contraOccidente?,o mejor min, LexisteOccidente para Hispanoamerica? EItonointerrogativo nos permite estudiar los datos del problema sin hacer comosi la cuestion haya recibido una respuesta desde el comienzo. Nosotroscreemos que la cuestion no ha sido aun resuelta. Ademas, si nosotrosbuscamos realmente plantear el problema de manera seria, debemosrecordar el consejo del viejo Aristoteles: Toda cuestion cientifica debeplantearse en terminos hipoteticos (pro ej. si S entonces P).En segundo lugar, nosotros queremos remarcar que no tenemos lapretension de creernos voceros omniscientes de Hispanoamerica, aunqueno rechazamos, por principle, l legar a ser uno mas de los suyos. Y esto esasi, porque nosotros alia nacimos, vivimos y seguramente, alia vamos amorir. En una palabra vivimos "eso" como nuestro y 1 0 preferimos enultima instancia alresto de la Tierra. Y ademas, porque en todo juicio eti-

co-politico que se aprecie como verdadero existe Ia pretension de univer-salidad, en el sentido que; cualquier otro que se ubique en nuestro lugar,* Comunicac ion sos tenida por e l autor como par tic ipante en e l Colloque National duGroupement de Recherche et d'etudes pour la Civilisation Europeenne, el 11de noviern-bre de 1984en el Palacio de los Cong reso s de Ver sailles, b ajo el tema general delColoquio "La Fin d'un monde: Crise ou declin" .

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esdecir, en nuestra situaci6n con la intend6n de decir la verdad, dira for-zosamente la misma cosa.As! pues, consideramos la America hispanica como una unidadgeografica, poli tic a, cultural, linguistica y religiosa indivisible. Esta"nacion colosal", este espacio geografico unico en el mundo entero, porsu unidad linguistica, historica y religiose indivisible, tiene desde el pun-to de vista poli tico, tambien una identidad comun. Perc esta identidadcomtm esta forjada, no tanto por los objet ivos comunes a real izar comopor la naturaleza del enemigo comun que desde siempre la unifica.Se confirma nuevamente la idea del pensador aleman Carl Schmitt,cuando en las primeras l ineas de su obra E l c on ce pt o d e l a P o lit ic a afirmaque "la distincion politica fundamental es la distincion entre elamigo y elenemigo" (entendido este como hosiis y no como inimicusi. ParaHispanoamerica, el enernigo no es otro que elimperialismo anglo-saj6n.La historia de la dominacion anglo-sajona se divide en dos grandesetapas:La inicial que comienza con las primeras rebeliones de los criolloscontra la corona espanola (1809-1820) y que concluye en la Primera Gran

Guerra (1914-1918) . Ella corresponde igualmente al periodo de la supre-macia mundial britanica que por intermedio de sus organizaciones secre-tas, particular mente la rnasoneria y esa quinta columna de colaboradoresideologicos -los cipayos- comparable a 10que son los personajes nacio-nales que integran la Tri lateral hoy dia, busc6 transformar la unidadamericana querida por Simon Bolivar y San Martin en una multiplicidadde republiquetas bananeras sin norte, aptas para enriquecer a los merca-deres de Manchester, pero incapaces de pensar su devenir hist6rico.La segunda etapa parte de la Paz de Versailles y engloba nuestrotiempo.EI imperialismo britanico muerto en los campos de batalla de laSomme, pasa la antorcha de la voluntad de dominacion mundial a loshijos de Europa reforrnista: los Estados Unidos de Norte America. Estasodedad gracias a una extraordinaria organizad6n tecnico-comercial hapuesto en marcha el mas perfeccionado de los sistemas de dominacionpor el sesgo de una prodigiosa invend6n; elarma finandera.Nuestro continente sufre directamente esta situaci6n a causa de ladeuda externa, creada deliberadamente gracias a maquinaciones del sis-

tema finandero internacional y a la complicidad de sus agentes nativos yde las burguesias intemacionalistas implantadas en cada uno de nuestrospaises,Luego de estas dos observaciones abordamos ahora el coraz6n deldebate de este coloquio: LaDecadencia de Occidente.Asi pues, la cuestion planteada sobre el declive a decadencia de

Occidente, supone 1adefinici6n preliminar de 10 que se entiende porOcddente. De tal manera, que segun nuestra opinion, no se puede hablarde declive de Ocddente sin previamente definir que es 10 que se entiendepor tal .EIOccidente fue definido desde siempre, es dedr desde Her6doto ensus Hisiorias, como 10 que esta en relaci6n y sedistingue al rnismo tiempode Oriente. Esto es, como la otra parte de 10 que nosotros conocemoscomo mundus.Diffdlmente encontremos una prevenci6n, en el sentido de que" esnecesario evitar", mas justa que aquella de Her6doto cuando recomenda-ba que jamas Oriente prime sobre Occidente porque entonces Occidenteperecera, Esta interesante referencia del padre de la historia entendidacomo ciencia, no considera la proposici6n inversa; la primacfa deOcddente y agregamos verdadera. Porque hasta el presente, como 10haremarcado Max Weber, ha habido una primacia de Occidente sobreOriente en el sentido de portar la inidativa hist6rica del mundo, que noha ciertamente destruido al Oriente.Pero, lque es entonces Occidente? Uno no se sat isface en definir locomo un termino can re1ad6n a Oriente como puede hacerlo la Iogica,menos aun recurriendo a la filologia hist6rica didendo que el terminoOccidente proviene del participio presente del verbo occidere que significa"morir", en el sentido que Occidente es el lugar donde muere el sol. Ymucho menos aim hacienda apeladon a convenciones geograficas deter-minadas a una posici6n fijada por elmeridiano de Greenwich.Occidente evidentemente es otra cosa. Por el momenta podemos decirque se trata de un conjunto devalores que son comunes a las vivencias dedertos pueblos representadas a traves de sus modos de vida. Las vivenciasson el resultado de las luchas comunes que se manifiestan a traves deexpresiones plastica, linguisticas, arquitect6nicas ...en una palabra, cultura-les que le son propias, y gracias a las cuales se caracteriza 10que se llama

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Occidental, Nosotros sefialamos v i ve nc ia s y e xp re si on es porque son losaspectos que penniten caracterizar una Cosmovision (Weltanschauung).a) Las vivencias, que se caracterizan siendo mas activas que pasivas,porque Occidente siempre ha sido mas activo que pasivo. Espor eso quecon justa razon ha caracterizado Aristoteles, el pensador occidental porantonomasia, a la eudaimorua, a la felicidad como una energeia = actus,como una actividad y no como una situacion; como un estado, a la mane-ra de los estoicos 0 de la filosofia oriental para usa de los occidentalesenriquecidos de hoy dia.b) Las expres iones signadas por la unidad de sentido, 10 que las havuelto intel igibles y asi transmisibles de la conformaci6n de 10 que sedenomina una tradicion. Tradicion que, no es, como nosotros 10 hemos yaremarcado alguna vez, la exaltaci6n de un tiempo pasado 'en tanto quepasado como 10 entienden los conservadores, sino la transmision de unageneraci6n a otra, de un bien precioso, es decir, portador de valores (Cfr.La S inarq u ia y lo Nacional , Buenos Aires 1974, pag. 34).Si aceptamos que Occidente pueda caracterizarse por un conjunto devivencias hist6ricamente activas -luchas por conquistar y por

defenderse- que se manifiestan a traves de un conjunto de valores dota-dos de sentido -la cultura se define como toda manifestacion del hombreque signa la naturaleza (cultura viene de colere = cultivo)- entonces seplantea la cuestion: l.Occidente es una visi6n (mica 0bien esta compuestode diferentes visiones del mundo? En este sentido nosotros sostenemosque Occidente se ha ido estructurando a traves del t iempo como la basecomun a todos los pueblos que 10 componen. Esta base manifiesta de unacierta manera la idiosincrasia propia de cada pueblo que 10 compone. Lacategona de pertenencia esvalida cuando ellapermite expresar la propiaidentidad de sus miembros.Filos6ficamente hablando se plantea una vez mas, como nos 10 hahecho notar acertadamente el profesor Philippe Veysset, el problemaaquel de la relaci6n de 10 uno y 10 multiple (carta personal 22111184 aproposito de la presente conferencia).Politicamente hablando se presenta aqui el problema de la contradic-ci6n en el interior mismo del concepto de Occidente, en el sentido queparticipan de el naciones colonizadoras y colonizadas, paises desarrolla-dos y subdesarrollados, en definitiva, pueblos liberados (con identidad

propia) y pueblos dependientes (en busqueda de su identidad). Lacaren-cia de esto ultimo conlleva necesariamente a la dependencia en todos los6rdenes sea el politico, econ6mico, cultural, etcetera. Es por ello que lilacuesti6n nacional" es en ellos la primera de las cuestiones a resolver. Enuna palabra, en un pais dependiente no se puede dejar de ser IInacionalis-ta" sin caer bajo elcrimen de lesa patria .Labase cormm puede definirse can la ayuda de principios generales,a los cuales se podra siempre encontrar una excepcion, Es necesario, sinembargo recordar, que el terreno sobre el que nos encontramos no puedepretender una exactitud a la manera de las ciencias fisico-maternaticascomo podria suponer erroneamente una cabeza neo-positivista.Esta base comun posee, segun nuestro criterio, los rasgos fundamen-tales siguientes:a) Elindo-europeo como sustrato lingilistico fundamental irrecusable.Y aunque quiera verse ali i c ierto matiz oriental , ha sido, en definit ivaOccidente que le ha dado el caracter operatorio.b) La nocion de ser aportadas por la filosofia griega, que como se hapodido con justeza afirmar "el problema del serf en el sentido l.que es el

ser? es el menos natural de todos los problemas ... aquel que las tradicio-nes no occidentales jamas presintieron ni barruntaron" (Cfr, Le p ro b lemede L'ire, Pierre Aubenque, Paris, 1977, pag, 13).c)La concepci6n del ser humano como persona, esto es como un "sermoral-libre" como gustaba definirla Max Scheller. Este concepto conjun-tamente con aquel de la propiedad privada, como el espacio de expresionde la voluntad libre segun la definicion de Hegel , son el nucleo de unaantropologfa que nos ha llegado directamente del Imperio Romano atraves de su concepci6n juridica.d) ElDios uno y trino, personal y redentor, como el aporte mas propiodel cristianismo.e)La instrumentadon de la razon humana como poder cientificoy tec-no16gicoque ha dado hasta el presente laprimacfa a Occidentesobre Oriente.Vemos entonces como una concepcion lingi.i.istica-el verbo ser en tan-to que puede tener diferentes sentidos como copula en el juicioatributivo- , una del ser, una de Dios, una del hombre, delas cosasque 10rodean y de su poder para transformarlas, es 10 que conforma la basecomun de Occidente.

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Si esto es asi , rec ien ahora estamos en condiciones de interrogarnossabre las razones de la decadencia de Occidente. Antes que nada cons-tatamos que este se vuelve extrafio a el mismo par su propio lenguaje,no solamente par su significante como consecuenc ia de la colonizaci6ncultural de la lengua inglesa, sino mas grave aun a nivel de significa-do, dado que la norma actual que nada es verdadero y nada es falso;todo es relativo, Lo cual nos lleva a afirmar esto ultimo como verdadabsoluta. Pero claro esta, 10 que se afirma es la relaci6n y no al ser. Loque implica, necesariamente un cambia en la concepci6n de este ulti-mo.

En 10 que concierne a la noci6n de ser como bien 10 ha remarcadoHeidegger, se ha producido una ocul tac i6n del mismo. Noso tros manipu -lamos entes pero no nos preguntamos por las razones de su naturaleza yde su sentido. En una palabra, si la interrogad6n par el ser es la preguntapar su senti do, 10 que se ha ocultado, 0mejor atin, 10 que Occidente haperdido es el sentido de las cosas y de la existenda del hombre sabre lati erra. Este estado de cosas es mas evidente .aquf en Paris, que en nuestropais, donde la esperanza por el sentido del ser se transforma en nuestromejor pa trimonio. Poseemos las cond i c iones de posibi lidad de un nuevoamanecer = desocultamiento = a-letheia del ser .

Como consecuenda del ocultamiento del sentido del ser, la personahumana ha disuelto su personalidad, su IInosotros mismos" en estahumanidad universal y amorfa que como afirm6 Kierkegaard no tienemanos ni pies, ni cola ni cabeza (Cfr. D i a r i o Intima). La persona humanaha perdido su identidad bajo la dicta dura del u n o a n6n imo . El hombrepiensa y obra como s e p i ensa y como s e o b ra . Nosotros hemos entrada deplena en la epoca de la nivelacion. Todos somas mesurados par la mass-mediaci6n, es decir, par abajo. Can razon se ha denunciado desde estat ribuna en mul tiples ocasiones, el carac te r pe rnidoso de la ideologfa igua-litarista de la sociedad occidental contemporanea.

Esta ide alogia siguiendo el hila conductor de esta intervenci6n semanifiesta de dos maneras principales:

1. Una primera liberal-capitalista q u e n os n iv el a e n l a el ec ci6 n a travesdel condicionamiento de. nuestras condencias realizado par el sistemaeducat ivo. Sea e l asistemat ico de los medias masivos de comunicad6n,sea el sistematico de las escuelas publicas y privadas.

2 .Y la ot ra mani festad6n es la colect ivi st a-marxista que suprimiendo lapropiedad privada (bien que e ll a t iene una funcion social primordial ) nosn io el a e n l a e je cu c i6 n , pues anula el ambito donde se concreta la voluntadlibre (bien que esta se debe comprender como liber tad en s ituaci6n).

En cuanto al mensaje cristiano del Dios uno y trino, personal y reden-tor, ha sido totalmente desnaturalizado y en lugar de ser un mensaje desalvaci6n se ha transformado en un mensaje puramente social que tienedos vertientes:

a) Una que consiste en acoma dar las casas de este mundo en unamanera mas a menos burguesa conservando el sta tu s q uo , tal como 10hace la corriente de clerigos sodal-cristianos. Los que, aprovechando lamatriz cristiana de las sociedades en que actuan, utilizan este mensaje-valido para nosotros en tanto que mensaje de salvaci6n- como unasuperestruc tura poHtico-ideo16g ica de dominaci6n. Ahora b ien, si a estoagregamos que el social-cristiano no es mas que una variante de un pro-yecto madre como es el de la social-dernocracia: el que a su vez bajo eldisfraz de propender a una sociedad progresista permisiva y democrati -cal esconde e l proyecto de dominaci6n mas suti l por parte del imperial is-mo norteamericano, deducimos l6gicamente que el social-crist ianismoesta a su servicio.

b) La segunda variante esta dada por 10 que se llamo con propiedaden los afios setenta "progresismo cristi ano", que tuvo su consecuenciahistor ica en el denominado "rnovimiento de sacerdotes del tercer mundo"y que viene a conduir en la decada del ochenta can la denominada "teo-logia de la l iberacion" , que ni es teologia ni libera a nadie, sino mas bien esla funcionalidad polit ica de la teologia catol ica instrumentada ideo16gica-mente por el marxismo internacional.

Finalmente en cuanto al quinto de los rasgos de la base comun deOccidente, constatamos que la iniciacion en la instrumentaci6n de laraz6n como poder cientff ico- tecno16gico de pueblos plenamente orienta-les, significa la perdida del poder de decision, en concreto, por parte deOccidente. Vgr: [apon.

zCual es la conclusi6n a tingente a esta constataci6n puramente feno-meno16gica, es decir , descr iptiva de 10 que nos ha sucedido? En defini ti -va, Occidente ha perdido su capacidad de instaurar valores. Como reali-dad ha dejado de existir en tanto que v iv en cia a ctiv a. Porque la

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Weltanschauung (vision metafisica del mundo del hombre y sus proble-mas, subyacentes a la concepcion que tiene de la vida) occidental , hadejado de preferirse a sfmisma por sobre las cosas.As! pues, en tanto no persiga la encarnacion de sus valores -cuyanaturaleza es valer, como acertadamente ha definido Lotze- Occidenteirreversiblemente se convertira como su nombre 1 0 indica, en el lugardonde se viene a morir.Parafraseando 1acuarta de las preguntas que E.Kant se hiciera en suAntropologia nos preguntamos, entonces, [que nos es dable esperar? Solovislumbramos una respuesta, Que los pueblos que constituyen Occidenterecuperen su identidad, no tanto como realidades nacionales acotadaspor fronteras convencionales, sino en cuanto unidades con sentido histo-rico-politico completo en sf mismo. As! que Europa sea Europa, queHispanoamerica sea tal, que los pueblos de Africay Oceania que aun par-ticipan de esta base comun, se constituyan tambien en unidades con sen-tido historico-politico complete en si mismo.En 1 0 que a nosotros respecta esta idea no es una ocurrencia personalde quien habla para este coloquio en particular, sino que la misma forma

parte de 10 que es conocido en nuestras tierras del sur como" el pensa-miento nacional". Elnace ya en los albores y con los gestores de nuestraindependencia, como San Martin y Bolivar y el Congreso Panamericanode 1826,abortado por el poder incontrarrestable ala epoca de la maso-neria inglesa, cuyo fruto mas logrado como dijimos antes, fue el habernostransformado en una veintena de republiquetas sin sentido,Este pensamiento nacional, decimos, recorre toda 1ahistoria hispanoa-mericana. Y asi, esta jalonado por pensadores comoHenriquez Urena, deAnquin, Jose Vasconcelos, Antonio Gomez Robledo, Ruben Dario, FrankTamayo, Leopoldo Zeal y hombres politicos entre otros como PazEstensoro, Luis Alberto de Herrera, Haya de la Torre, Juan DomingoPeron y otros.Asipues, se trabajo durante casi una decada 46-55 de la manera masseria y sostenida en eltema de la restauracion de la Patria Grande hispa-no-americana. Este ideal ha sido definido por el "pensamiento nacional"a traves del concepto de Tercera Posicion con relacion al capitalismo yalcomunismo. Tercera posicion que no debe confundirse con el concepto deTercer Mundo tal como nos esta dado por los dos imperialismos. (Tercer

Mundo: conjunto de regiones subdesarrolladas del mundo que deben imi-tar el modelo desarrollado para salir de su estado. Version USA y sus adla-teres) 0bien, (Tercer Mundo: conjunto de regiones explotadas que debenliberarse a traves de una filosofia iinica para todos, estructurada sobre eleje:Estados burgueses-Estados proletarios. Versi6n sovietico-marxista).Sobre esto ultimo compartimos el criterio de ese gran historiadorargentino que fue Antonio Perez Amuchastegui en el sentido que antesde llegar a una hispanoamerica unida se hara necesario comenzar poruna Confederacion de ciertos grupos de paises cuya historia y comple-mentacion reciproca haga de ella una verdadera unidad autonoma cansentido completo.As! ennuestro particular caso del cono sur de America, esun deber ypor otra parte 10 unico verosimil, comenzar por restaurar 1 0 que fue laConfederaci6n del Rio de la Plata que tiene su antecedente remoto en elvirreinato del mismo nombre que sabiamente habfa construido Espana, elque incluia los hoy paises de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Argentina.Decimos 1 0 unico verosimil, porque hablar de Latinoamericanismo asecas no es mas que una universalizaci6n vacia carente de posibilidad dereal izacion. Como todos ustedes saben -y un historiador del sistema,Alain Rouquier acaba de confirmar en una publicacion reciente- , el ter-mino "Latinoamerica 0America Latina esuna invenci6n de la intelligenziacolonial francesa" para "curarse en salud", es decir, para incorporar susterritorios americanos a un proyecto que siendo hispano- americano leresultaria totalmente extrafio y pondria en cuesti6n sus mismas posesio-nes en America del Sur.

Ahora bien, el unico camino posible para lograr explicitarla es regre-sar a las fuentes, en una palabra, explicitar historico-ideologicamenteaquellos rasgos que nos constituyen en 10 que somos. En ese sentido con-sideramos acertada aquella formula de cabecera del pensamiento de CarlSchmitt: "Lo nuevo no puede venir sino de 10 mas antiguo", [pero parahacer que cosa? Y su respuesta era Ab i nt eg r o n as ci iu r o rd o. Es decir, losvalores antiguos validos (que aun hacen que el hombre prefiera 0 pos-ponga cosas 0 acciones que permitan constituir un orden con respuestasverosimiles a las cuestiones que plantea la contemporaneidad).Ahora bien, este regreso a los origenes de nuestra nacionalidad no 10entendemos, de ninguna manera, como una vuelta alhombre patag6nico

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fT 'I II '.


de Florentino Ameghino a Darwin, que dicen que iban desnudos porqueatin no se han podido encontrar sus calzoncillos de piedra.En este sentido nos reservamos eljuicio ante aquella actitud europeaque busca en 10mas antiguo -la Europa pagana- 10nuevo. Puesto que 10antiguo yak en tanto que aun esta asumido vitalmente, de 10contrario essolo un data muerto.En 10que hace a Hispanoamerica nosotros rechazamos un regreso abinitio como pretenden tanto el denominado "marxismo indigenista",como los antrcpologos e investigadores sociales de la America yanqui,los que buscan la identidad hispano-americana en el socialismo incaico 0en las aries aztecas pero que olvidan, 0 peor aun, niegan, todo valor a 1aimaginerfa hispano-indo-catolica, que les guste 0 no, nos expreso en 10que somos. As! pues nuestra identidad siguiendo en esta via de regreso alas fuentes tenemos que buscarla en la "mixtura de 1 0 catolico y 10indige-nista". Y cuando hablamos de "10catol ico" no 10hacemos en tanto quecategoria confesional sino que en cuanto es elrasgo distintivo que carae-teriza la Weltanschauung del hombre europeo arribado a las tierras delSur. Porque esa conciencia europea que Ilego a la America hispanica no

paso por los diferentes estadios de Ia denominada Revolucion Mundial;es decir, Reforma, Revolucion Francesa, Revolucion Bolchevique yRevolucion Tecnocrata, sino que, incIuso hasta la ultima ola inmigratoria,posee como /Inucleo aglutinado de su conciencia" una cosmovision quees anterior, en el tiempo al comienzo de Ia Revolucion Mundial,En la explicacion de esa relacion dialectica entre la pctencia activa y lapasividad telurica se halla segun nuestra opinion, el meollo de nuestranacionaIidad.Pero como no es esta la ocasi6n adecuada para explicarla, simplemen-te la enunciamos.A causa de esta heterodoxia vital (la rnixtura) somos una cosa hfbrida,no del todo comprensible para la racionalidad cartesiana del hombreeuropeo medio.As! par ejemplo, l ,que ha sido el peronismo durante estos cuarentaafios que ya lleva de existencia? Bonapartismo para los franceses, neofas-cismo para los italian os, sociaIismo para los rurnanos, social democratis-mo para los alemanes, neofalangismo para los espafioles, En definitiva,una melange sin sentido ninorte.

Esa conciencia europea no eomprende porque juzga yuxtaponiendosus propias categorias a -vivencias y expresiones- que se decodifican conotras categorias . En una palabra, les resultan contradictorias . Pero encambia, entiende perfectamente como revolucion, a una revolucion"importada" como por ejemplo, la cubana; dado que la misma respondeal esquema categorial de uno de los imperialism os dominantes. Y ello esasi, porque en definitiva, ya sean los sovieticos 0 los yanquis ellos no sonmas, desde elpunto de vista ideologico, que hijos del esquema categorialeuropeo. Como que sus ideologos de aca salieron, sea Marx 0Toqueville.Resumiendo, cuando un pais de la America-hispanica intenta unarevolucion nacional es algo indefinido, hibrido, no del todo claro.Mientras que por el contrar io cuando una revolucion entra en la orbitadel esquema categorial de los centros de poder mundial -cultural a finan-ciero- es algo totalmente definido, claro y hasta seIe llega a dar un carac-ter moral, colocandola como ejemplo a seguir.Entonces bien, como no escapa a la mente atenta, la identidadhispano-americana esta muy lejos de expresarse a traves del" mito latino-americana" para consumo de las sociedades "desarrolladas" que disfra-

zado con poncho, charango y vincha canta sus miserias provocando sen-timientos de "curiosa piedad" en los metros de Paris.Nosotros forjamos nuestra identidad asumiendo la fuerza vital y losvalores de la Europa anterior a la Revolucion Mundial , los que han sidotransformados par la formidable matriz americana. Es por ella que noso-tros nos hernos reconocido en la nocion de Occidente y que no era otracosa, para nosotros americanos, que 10que Europa tenia de mejor.De tal manera que .la cuestion queda planteada de la siguiente mane-ra: Sinosotros entendemos por Occidente esta base cormin que hemosexplicitado en el curso de esta intervencion, Hispanoamerica no es sola-mente el mas occidental de los continentes, sino que conserva en su senola unica esperanza de fundar un nuevo arraigo.Par el contrario, sientendemos par Oecidente el concepto que englobalos rasgos de:1) alienacion linguistica,2)reemplazo del pensamiento reflexive por la gnosis,3)perdida de los meritos de la persona en el anonirnato igualitarista,

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4) disolucion del mensaje cristiano de salvaci6n en un mensaje pura-mente social, y5)participacion activa en el poder de coherci6n por parte de Oriente;Nosotros estamos entonces, en tanto hispanoamericanos contraOccidente porque el Occidente no es otra cosa que nuestra propia guillo-tina. Y de ello podemos ofrecer un testimonio irrefutable: Iaguerra de lasMalvinas. Que para la conciencia europea en general y para la intelligen-zia mundialista en particular no fue ni una guerra, ni una batalla ni nada,s610 un asunto absurdo y esttipido, Una cosa "sin sentido" repetia laprensa internacional en su conjunto: confirmando la afirmaci6n del rio-platense Alberto Quevedo cuando sostiene que: "La productividad desentido es aquella que sereservan los centros de poder mundial" .Pero nosotros nos interrogarnos ya ustedes preguntamos, lelIo no seraacaso, la manifestaci6n sensible del hecho que el imperialismo anglo- saj6nseha apoderado del concepto de Occidente y 10instrumenta politicamente?Nosotros 10hemos vivido en came propia,1) Entendemos por revolucion mundial aquella que comienza con laquiebra cartesiana de la unidad del concepto de hombre en dos sustan-cias heterogeneas, como res cagitas y res extense.La que adquiere su funcionalidad real en establecimiento del "prima-do de conciencia". EI que a su vez, se traduce hist6ricamente en laReforma -con el primado de la exegesis individual por sobre el magiste-rio eclesiastico-, en la Revoluci6n Francesa, con la quiebra de los lazos depertenencia que relacionan al hombre, con la comunidad y la profesi6n-anulaci6n de las asociaciones de trabajadores por la Ley de Le Chapelierde 1791- y con la exaltaci6n delliberalismo asocial tipico delliberalismodecimononico. Cuyo merito fue el haber producido la mas salvaje explo-tacion "del hombre por elhombre" que recuerde la humanidad.La respuesta a esta explotacion fue doble. La primera fue la marxistaque a traves de la Revolucion Bolchevique quiebra el concepto de hombreen otro de sus aspectos, aquel de "la singularidad" de la persona. EIhom-bre fue insectificado en aras del Estado totalitario. La segunda respuestafue tecnocratica, que en su reemplazo del hombre por la maquina ha lle-gado al extremo de sacrificar la capacidad suprema del hombre de darsesu propio mundo -fund6n politica- para transformarlo a el en un efectode sus propios productos.

Por todo ello afumamos que la conciencia hispanoamericana y la delinmigrante europeo llegado a nuestras tierras del Sur, es anterior a laRsvolucion Mundial. Yaque ella no es protestante; posee un sentido rai-gal solidario (relaci6n entre elcaracter hospitalario y la inhospitalidad delmedio); es personalista en cuanto ala representad6n publica (leyciuda-dana es para los criolIos cosa de doctores, 0 un producto del vencedorpara los inmigrantes condenados) y finalmente esa conciencia, no ha teni-do acceso ala tecnologia para llegar a enajenarse como su producto.

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Hispanoamerina contra Occidente

ELSENTIDODE AMERICA

E1 p re se nt e e ns ay o s ob re e l s en tid o d e Am er ic a e sta c om pu es to de tres par tes .E n la p rim era in ten ta mo s e xp licita r a ira oe s d e l os n om bres q ue a A m erica se lehan impue s to , el preconcepto f i losofico 0 p re ju i ci o i de o1 6 g ic o q u e a lime ni a a c ad au n a d e l as d en om in ac io ne s o to rg ad as . S u p re fe re nc ia 0 n o, n os i nd ic a t en ta ti v a-m en te l a r eg io n a xi oi og ic a d on de s e s it ua el au tor q ue la u tiliz a. E n la seg undap ar te r as tr eamo s l as o pi ni on es f il os 6f ic as s ob re Am er ic a m as t ax at iv a me nt ed if er en ci ad as , a u n c u an do n o s ea n s iempr e l as ma s impor ta nt es .

F in al me nt e e n l a t er ce ra d e l as p art es i nte nt am os fu n da r n u es tr a p ro pi a t es iss ob r e Ame ri ca c ar ac te ri zd nd ol a c omo "10 hospito".

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AM ERICA Y SUS NOMBRES

Multiples y variados han sido y son los diferentes modos de nombrarnuestra America. Asi tenemos America Espanola , Hispanoamerica,America Latina, Latinoamerica, Iberoamerica, Panamerica, Indoamerica,America Mest iza y dermis, segun sean las categorias preconceptuales conlas cuales el investigador 0estudioso se aproxime al tema de America.

Sabemos que las palabras no son neut ras sino que son signos lingi iisti -cos que encierran conceptos que son explicita dos subsiguientemente enlos juicios.

Veamos pues que acepcion enc ierra cada una de estas denominacio-nes.

LATINOAMERICAEl termino surge, antes que nada, como traduccion directa del ingles

LATIN AMERICA, que es el vocable util izado, obviamente, por los massmedia planetarios que encuentran en el Ingles su expresion cotidiana,Etimo16gicamente hablando el vocablo LATINO en su forma adje tivacarece de preci sion para de terminar nuestra America , dado que no existela mentada "raza latina". Con justicia se ha po dido afirmar al respecto:"En el vocable tendenciosamente evocador del Lacio hay una artimafia

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para pescar a rio revuelto. Se qui ere induir a una supuesta presencia defranceses, i talianos, etc., en el panorama, cuando la epopeya americanafue especfficamente espanola, desde el descubrimiento hasta la emanci-pacion de estos pueblos. Despues hubo aportes importantes de tipo inmi-grator io, e inclusive cultural. Pero las raices, las bases, estaban echadas"(Cfr, Braulio Diaz Sal: E l id io ma n ue st ro d e c ad a d la ).EI uso del termino latinoamerica no solo no es correcto, sino queademas esconde un claro interes pol itico por parte de los centros histori-cos de poder mundial. Es dable destacar el sentido peyorativo que tieneelvocablo "lat ino" en America del Norte. Suuso es tolerado simplementepor esa suerte de fuerza interna que otorgan el uso masivo y reiterado deciertos terminos que imprimen en la conciencia popular los gran des massmedias.

Al respecto ya en el siglo pasado y no con cierto humor Juan Valeraescribfa: "el t itulo America Latina disuena mas al promover la contrapo-sicion con la America Yanqui, que han dado en llamar Anglosajona. Paraque la contraposicion fuese exacta convendria, si l lamamos Anglosajona auna America porque se apodero de ella Inglaterra un pueblo barbaro lla-mado anglosaj6n, l lamar visig6tica a la otra America, porque otro pueblobarbaro, llamado visigodo, conquisto Espana. Igual razon habria que lla-mar a los Estados Unidos y al Canada America Normanda, con tal que larestante se llame moruna 0berberisca" (Cfr. Cartas americanas).

El empleo de America Latina para designar nuestra region, a fuer deser incorrecto, enmascara una voluntad de poder totalmente ajena a nues-tra identidad e intereses.

AMERICA LAT INA

PANAMERICAEl termino nace a prop6sito de la Conferencia de Washington de 1889-

1890 auspiciada por los norteamericanos, ideario polit ico que culmina enla llamada "Vision Panamericana" (Conferencia de La Habana de 1928) .Proviene del gr iego PAN que significa todo mas el sus tantivo America.Lo que en buen romance viene a significar "Toda America ... para losnorteamericanos". En tal sentido un autor libre de toda sospecha dechauvini smo y nacionalismo como el liberal Salvador de Madariaga nosdice que IIel termino Panamerica tiene par sentido analogico el queantafio tenia pangermanismo, es decir, de expansion, de influencia de losEstados Unidos" (Pasado y po rven ir d e Hi spanoamer ica ).

Un pensador nacional de la talla de Manuel U~~ comenta al n~s_pec-to "denuncia esa concepci6n polit ica (el panamericanismo) una habilidaddel expans ionismo del Norte, can una tendencia suicida de la in~enuid~ddel Sur . . .El panamericanismo y la doctrina Monroe son dos manifestacio-nes de una misma politica, favorable exdusivamente a uno de los paisescontrayentes" ( 1 d e s ti no d e u n c on ti ne nt e, Madrid, 1923, pig. 419) .

Proviene de la t raduccion del termino frances AMERIQUE LATINE,invencion frances a caprichosa y arbitraria que apelando a lil a Iatinite"intenta hacer valer su pertenencia a un continente que Ie es completa-mente ajeno, Su genesis historica la encontramos en el suefio de LuisNapole6n a propcsito de la aventura mexicana del emperadorMaximiliano, de formar parte de una 1 Amerique Latine et catol ique".Ante la perdida de su poder poli tico en esta parte del globe, los francesescontiruian intentando compensar en 10 cultural, apelando a la "lab-nidad", su influencia en nuestra America.

El renombrado escritor mexicano Carlos Fuentes confinn:a 1 0 sefialadoen un articulo reciente al sostener refiriendose a la cultura "de los pue-blos de habla espanola" que constituyen, dice, "una civilizacion que yono Ilamaria lattnoamericana. Este es un concepto acufiado por los francesesdel siglo XIX para incluirse a sf mismos". (Diario La Prensa, BuenosAires, 18 de febrero de 1990). Y el rumano Vintila Horia afirmo masrotundamente: "Ia guerra intelectual contra la herencia espanola en lasAmericas culmina con la aceptacion internacional del termino lat inoame-rica" (Reconqu i st a d e l d escub r imi en to ) .

INDOAMERlCAEl termino quiere indicar que "1 0 indio" es el unico rasgo por el cual

se puede caracterizar propiamente nuestra America. Indica una vuelta a

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Alberto Buela Hispanoamerica contra Occidentelos origenes ancestrales de la misma. Preconceptualmente el vocabloencierra una negacion de todo 10 hispano e intenta anular, en definitiva,los ultimos quinientos afios de historia americana.Su primera formulacion ideologies fue realizada por el bolivianoFranz Tamayo, quien alia por 1910llego a afirmar entre otras cosas que:"La verdadera nobleza, la superioridad de energia y vigor estaba comoesta en el aut6ctono de America..lY el blanco? Siaun existe native puroentre nosotros, entendemos que rinde y rendira siempre tan poco quesera muy pr6ximo a nada" .Incluso arbitrariedades que provocan hilaridad como cuando escribeque: "En el yankee nativo, a pesar de todas las apariencias resucita el pielroja. La audacia, temeridad yankee no son inglesas, Lynch tampoco. La

Europa tradicional no ofrece nada semejante: el piel roja si". (C re ac i6 n d el a P e da gog ia Na ci on a1 ). Se convierte en propuesta polit ica a traves de lasformulaciones de Victor Haya de la Torre mediante el Apra peruano porla decada del 30, y actualmente es reivindicado por el denominado "mar-xismo de Indias" y por los "antropologos progresistas" llegados a nues-tras tierras desde la sociedad opulenta. .

Existen ademas matices nacidos a partir de la idea de indianidadcomo son las nociones de EVRINDIA creada por Ricardo de Rojas(Eurindia, Buenos Aires, 1924) 0 de AMERINDIA, uti lizada por LuisValcarcel (Mi rador Indio, Lima, 1937/41).

do escribe "la union de razas es 10 que comunmente se llama mestizaje;palabra poco feliz porque, sobre no ser castiza tiene cierto matiz peyora~-vo para designar un hecho biologico que, por otra parte, puede ser esti-rnado como de alto valor moral y social" (Cfr. E1 rap to de Ameri ca ) .Como anecdota recordamos que una publicaci6n italiana "L'UomoLibero" NQ22, nos tradujo mixtura como "mescolanza". Eltermino correc-to para indicar esta real idad seria simbiosis: del griego "syn": . con +"bios": vida. Loque indica elproducto aut6nomo -el hombre amencano-de dos cosmovisiones diferentes -10 catolico 0 bajo medieval y 10indio 0telurico-.

AMERICA MESTIZA

AME RI CA E SP AN OL A, L AS E SP AN AS 0E S PANA ULTRAMAR INA

Son las denominaciones que utilizaron los espafioles para nombrarestas tierras de America. Su utilizacion estaba dirigida a remarcar elcaracter posesivo que Espana otorgaba a sus" reinos" de America. .Can el advenimiento de las independencias nacionales fue, paula tina-mente, dejado de 1adopara ser reemplazado por Hispanoamerica.Aun cuando todavia hoy hay autores que la prefieren, como elcaso deJulian Marias cuando escribe: "Mi preferencia personal va, can todo,hacia otro termino que incluye a mi pais tambien: Las Espanas. Ningunnombre traduce mejor la unidad y multiplicidad de esta America, ningu-no expresa mas adecuadamente y profundamente 1avivencia radical quetiene el espafiol am: la de estar en Espana, sipero en otra, y creo que es1amisma del hispanoamericanismo en otro de estos paises que no son elsuyo, pero tampoco "extranjero". (Sabre Hispanoamerica; Emece, BuenosAires, 1973).

Esta denominacion busca indicar que la identidad de nuestra Americase encuentra en 1afusi6n de diferentes razas.Jose Vasconcelos fue el primero y mas ferviente representante de lateona del mestizaje. Identified la raza mixta como la r aza cosmica , la queinauguraria un nuevo cicIo de la historia del mundo producida por losmejores de la mejor cepa (Cfr. Raza C6smica ) . La nocion del mestizaje vie-

ne siendo utilizada con asiduidad en los ambientes cristianos para elacceso a nuestra identidad, Nosotros creemos que el termino espoco felizpues mestizo es una palabra que encierra una primigenia connotacionracial y un matiz peyorativo; pues significa, antes que nada, hfbrido (Cfr.Oxjor, English Dictionary). Traigamos a colaci6n a Luis de Zulueta cuan-

HISPANOAMERICAEs el termino utilizado par todos aquellos que a1 d ecir de JoseVasquez Marquez buscan entender nuestra America en 1 claveHispanica". Esto es, privilegiando 10 hispano sabre los componentes que

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Alberto Buela Hispanoamerica contra Occidenie

I !,

h.~cena ~uestra identidad. EIrepresentante mas conspicuo de esta posi-cion ha sido elpoeta nicaraguense Ruben Dario, poetizandolo asfYo siempre f ui , p or a lma y par cab eza ,e sp an ol d e c on ci en ci a, o br a y d es eo ;y y a nada concibo y nada ve os in o e sp af io l p or mi na tur a ie za.EItermino hispanoamerlca puede suscitar, a primera vista, una exclu-sion del Brasil; sin embargo nada mas erroneo, Los rnismos portuguesesas! 10 han reconocido: "Una gente fortissima d'Espanha" para Camoense 1 autor de as LUCIADAS.Almeida Garret nos dice por su parte: "somos hispanos e devemoschamar hispanos a cuantos habitamos a peninsula hispana" .Es decir,.el ~ern;~o hispanoamerica no excluye la tradicion portugue-sa fuente principalfsima del Brasil y su Iengua, Locierto es que la nocionde hispanoamerica intenta rescatar el lazo de union y pertenencia entreEspana y America, y viceversa.

El nombre de Nuevo Mundo fue introducido por Pedro Martir deAnglerla (alter Orbis, Mundo Nuevo). Como reaction a la denominacionde America debida al cartografo Hylocompylus (de hyle = = materia ycompilare :::compilar), Fray Bartolome de las Casas propuso el nombrede Columba, tambien fueron propuestos los nombres de Colonasia porReclus, Columbiana por Solorzano y Pereyra, Fer- Isabelica por FernandoPizarro, pero ninguno de ellos finalmente prospero,En este recuento de los modos de llamar a nuestra America, encontra-mos, tambien, las denominaciones America Meridional, septentrional, delsur 0del sud, austral, sudcentroamericana, las que son solo denominacio-nes de caracter geografico, con sentido univoco.Finalmente nosotros creemos que el termino mas adecuado para indi-car esta busqueda de nuestra denominacion es simplemente el de "ameri-canos" mal que les pese a los mal l lamados "norteamericanos" que sonlos que sehan apropiado del termino. Ydecimos que debemos autodeter-minarnos y ser llamados IIamericanos" no solo porque as! 10hicieronnuestros padres fundadores: San Martin, Bolivar y nuestros hombres dela independencia que sabian 10 que eran y seprefirieron a sfmismos, sinoporque solo nosotros hemos fecundado a America, pues provenimos dela fusion de dos cosmovisiones: "La telurica 0 india" y "La cat6lica 0bajomedieval" , que no fue otra cosa sino 10 que Europa y el Mediterraneotuvo de mejor.El caracter de IIamericanos" no hace acepcion de origenes sino de per-tenencia; puede ser y son de hecho diferentes los origenes, alemanes, ita-lianos, arabes, portugueses, espafioles, rusos, etc., pero la pertenencia aAmerica es 10 que nos determina. Ahora, claro esta, pertenecer suponearraigarse, echar rakes, fundar una progenie, instaurar y compartir valo-res. Todo esto supone el cultivo de America para Ia creacion de una cul-tura, que por ser propia sea diferente y altemativa a la cultura universal yhomogenea que se nos quiere imponer,Sialga debe echarsele en cara a la conquista anglosajona es el habersido un transplante cruento por elimination del aut6ctono, de la culturacuaquera y protestante de la Inglaterra del siglo XVII. Inversamente, sialgo merita la colonizacion espanola y las diferentes oleadas inmigrato-r ias ha sido y es la fusion con el autoctono, allende los casos de elimina-cion y explotacion que dertamente los hubo. Pero esto, no ocurrio como

ff iEROAMERICAEItermino es propuesto con el solo proposito de "incluir inequivoca-mente" al Brasil y su tradition portuguesa como elemento sustantivo denuestra America. Pero como acabamos de vert el vocablo ibero es conver-tible con el de hispano. Aunque cabe reconocer que el termino ibero poseeuna connotacion mas geografica que filosofica 0cultural, tal como mentaeIde hispano.

IN DI AS 0 I ND IA S O CC ID EN TA LE SEs elprimer termino para designar a America, puesto que fue su des-cubridor, Crist6bal Colon, quien as! denomino nuestro continente. De am

se deriva elpatronimico generico de sus habitantes aborigenes: Indios.Los esparioles y portugueses continuaron, bien entrado eI siglo XVIII,llamando Indias Occidentales a esta parte del mundo. Tenemos incluso elcaso de Volney que dedica sus Ruinas de Pa lmi ra , publicada en 1791 fIAlos pueblos nacientes de las Indias Castellanas".3 2 3 3


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Hispanoamerica contra OccidenteAlberto Buela

"un destino manifiesto", como finalidad espedfica de la colonizacionespafiol~ de.:'-merica, sino como fenomenos colaterales y accidentales deIacolonizacion de nuestro continente ..~sta interpretacion de la conciencia americana como producto, parfusion y no por mezcla, de dos elementos completes en S I mismos: lascosmovision~s ".bajomedieval" y "autoctona", dio par resultado un todonatural en SI rrusmo la conciencia americana, analogamente diferente a

los ele~entos de que esta compuesta. Es decir , produjo un todo autono-rna y.diferente tanto respecto de 1aconciencia inmigratoria cualquiera seala lat itud de donde proveniera, como respecto de la conciencia india 0tehirica. OfINIONES SOBRE AMERICA

Mucha se ha dicho y escrito sabre nuestro ser intima, sabre nuestraindole americana, por 10 que caracterizaremos 10 dicho, en primer lugar,teniendo en cuenta desde donde seha hablado,As! expondremos suscintamente 10 que opinan de nosotros algunospensadores estadounidenses, luego los europeos mas significativos para,por Ultimo, ocupamos de como nos vemos nosotros.Elegimos los pensadores teniendo mas en cuenta la particularidaddistintiva de sus juicios que su enjundia filosofica, De otra forma podria-mos sumar a los expuestos una interminable lista de pensadores, inclusomucho mas signif icativos, pero ella no es nuestra intenci6n. Nosotrosbuseamos destacar las posturas definidas y no sus matices 0variantes.Desde los Estados Unidos Waldo Frank nos caracteriz6 "como seressensibles y ut6picos"(1) sosteniendo que el caracter sensible y utopico seopone al caracter reflexive y pragmatico de los norteamericanos.Y comobuen judfo cuIto y modemo -liberal en su pais y comunista enlos nuestros- sostuvo ademas que "la democracia (estadounidense) era lasemilla hebraica cargada de justicia social que la Iglesia cat6lica habiaplantado en el pecho de sus antepasados ingleses" tHispanoamirica, p.292) can 10 cual reducia a IaIglesia catolica a un simple medic, y apropia-ba en favor de los de su raza la idea democratica, En el caso de Frank ladicotomia entre los atributos otorgados a los Estados Unidos y aHispanoamerica es simple y manifiesta, incluso suena a pueril.

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IIlr

Y asi atribuye el caracter ernpirista y pragmatico a los unos, y sensi-bles y ut6picos a los otros. No hay que olvidar que el autor fue un granpublicista y conferencista multitudinario en su epoca, del que se deciaque" se hizo famoso en Estados Unidos por 10 que se decia de el enIberoamerica, yaqui por 10 que se de c ia en el pais del Norte" .

p .s .c . Northrop nos caracterizo "como ser esh~tico-medieval"(2) sos te-niendo que la indole" medieval" de la America Espanola es tal porque nopuede desprenderse de la ciencia griega y de la filosofia escolastica. Espor este motivo que a diferencia de los Estados Unidos, que proponevarias respuestas a las cuestiones basicas de la cultura occidental,Hispanoamerica propone una sola. En Northrop Ia expos icion dicotomicaes descrita como una contradicion no resuelta entre los pares de valorescomo 10 uno y el pluralismo, 10 medieval y 10moderno, 10 esteti co y 10mercantil, 10 catol ico y 10 democra tico, e l sent ido de l pasado y e l progre-so atr ibuidos respectivamente a Hispanoamerica y a Angloamerica.

Recientemente Richard Morse nos definio "como ser inadecuado almundo actual" (3) . Nuestro autor sost iene que la solucion liberal-protes-tante es mas adecuada que la ibero-catolica para e1 mundo industrialmoderno. Aun cuando reconoce, con una perspicacia digna de elogio,que" en real idad Iberoamerica tiene su propia cultura que es mas profun-damente occ iden tal que la de los pai ses nordicos", op. c it. , p. 159.

Morse al contraponer la solucion liberal-protestante a la ibero-catol icacomo mas adecuada al mundo industrial moderno, reserva la solucion alos "vi rtuosos e legidos", esto es, a los triunfadores de la sociedad de con-sumo, en tanto que sostiene que lila coridu ccidn de la vida enIberoamerica esta en manos de las instituciones (Iglesia, Ejercito,Sindicatos)" .

Apreciamos que Ia version de estos tres pensadores estadounidenses ,y no dec imos norteamericanos porque los mexicanos y canadienses tam-bien 10 son, es dicotomica y se lleva a cabo par oposicion a 10 que sonel los, mas bien que, por 10 que somos nosotros.

Desde Europa Hegel nos caracterizo "como ser provisorio" (4) dadoque las culturas precolombinas no cuentan en el desarrollo del Espirituporque estan totaImente atadas a la naturaleza. Y asf afirrna entre otrascosas que "la inferioridad de esos individuos (los indigenas de l sur) pue-de apreciarse en todos los sentidos" p. 105. "En America del Sur las repu-

blicas se basan tan solo en el poder militar, toda su historia es una conti-nua revueIta" p. 107. "Todo cuanto viene ocurriendo en ella no es masque un eco del Viejo Mundo y una expresion de una vitalidad ajena" p.1 1 0 . "En cuanto a pais del futuro, aqui no nos interesa porque el filosofono hace profecias" P : 1 10 .

La exposici6n del autor sabre America puede sintetizarse como unconjunto de proposiciones arbitrarias cuando no falsas, matizadas poralgunas intuiciones sagaces, pero que en conjunto ofrecen una visionnegative, especialmente, de America del Sur; 1a que careceria de todovalor para el f ilosofo de Berlin.

Ortega y Gasset nos via desde su Espana natal "como ser prome-sa" (5). Sostiene el autor que "la pampa vive de su confin ... en este paisajeque promete siempre, vive el argentino, que en 10 esencial es ' ser prome-sa' ... la pampa promete , promete, promete . .. hace desde el horizonte ina -gotables ademanes de abundancia y concesi6n" .

De 10 afirmado se desprende que en el fondo no existe para Ortega unautentico ser americano: puesto que el hombre vive de ilusiones y desa-t iende las condiciones concretas de su presente.

El conde de Keyserling, por su parte, nos definio "como seres teluri-cos" (6), "El sudamericano como hombre telurico, resulta 10esenciaImenteopuesto a l hombre pene trado por el espiritu" (e l europeo), "Es un mundo(el de America del Sur) de imitacion pura porque fueron imitadorestodos los hombres de todos los tiempos, y como nada es autentico, lamentira tintinea alli como en ninguna otra parte" p. 237. "La monotonfade estos Pueblos se interrumpe de tanto en tanto por explosiones sorpre-sivas y violentas de energias contenidas: son las Revoluciones", "La esen-cia de estos pueblos y de estos hombres es su mudez interior". "Un con-trato no compromete, y la buena fe, la palabra empefiada, no existen sinopor excepci6n" op. cit . p. 178.

Como puede apreciarse 1a influencia hegeliana sobre el conde deKeyserling es obvia y por ende nada ha lagueria su vi sion de America .

Giovanni Papini desde su terrufio italiano nos caracterizot/} "comoseres sin valor". "America Latina se considera espiritualista y es masmateri al ista que la America Sa jona ... se dice el un ico continente ca tol icopero hasta ahora solo ha dado una sola santa a la Iglesia ... s u arte es copiadel Barroco y su rmisica proviene de Africa ... desde el punto de vista de

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sus portes a la cultura universal, America Latina es prescindible" op . cit.p.297.Sin lugar a dudas es la mas negative de las versiones que venimosespigando: claro esta, los hechos ofrecen un mentis incontrastable. Yahabemos algunos santos mas como elpadre Gonzalez del Paraguay, en larmisica clasica -considerada suprema expresion europea- casos como el

brasilefio Hector Villalobos, eI mexicano Carlos Chavez, los argentinosGinastera y Juan Jose Castro son algunos ejemplos; ejemplos que se repi-ten en las ciencias biologicas con los premios nobel Houssay y Leloir, enla fisica astronomica con Enrique Gaviola y asi en casi todos los camposdel saber. En una palabra, "no es poco 10 que hemos dado a la culturauniversal" .EI conde Buffon desde la culta Francia nos caracterizo "como seresinmaduros"(8) afirmacion que se deriva de su principal tesis que consisteen afirmar que las especies animales del Viejo Mundo -los hombresincluidos- sufren en nuestras tierras de America una involuci6n que losconvierte en especies inferiores, en visiones degradadas de las originales.Buffon resume en su version la opinion peyorativa que han tenido los

enciclopedistas sobre Hispanoamerica, Esta tesis de Buffon nos trae a lamemoria la conocida anecdota relatada por Manuel Abal Medina en Azuly Blanco, 9-7-68, y recogida luego en multiples publicaciones nacionales.Cuenta que el mes antes habia llegado a Buenos Aires eIfamoso cazadornorteamericano John Walter Pearson que reporteado dijo: "Vengo mas enplan de turismo que para cazar, pues en estos paises hay solo especiesmenores, Viajare al noroeste argentino y sime queda tiempo cazare algu-nos 'gatos' esos que ustedes llaman liones". Partie para Salta y contrat6 ados baqueanos, estes a los dos dias regresaron y contaron 10 sucedido.Pearson desoyendo sus consejos se interne en el monte de noche, queriaencontrar un puma; a la manana siguiente encontraron su cuerpo destro-zado a zarpazos, Apretaba todavia en una mana su rifle preferido, nohabfa alcanzado a disparar un solo tiro. Moraleja: [Cuidado con las espe-ciesmenores!En cuanto a las opiniones europeas mas descabelladas y menos filoso-ficas como aquellas de Corneille de Pauw(9) y otros pueden consultarsecon provecho en el voluminoso trabajo de Antonello Gerbi: L a d is pu ia d eln u ev o mundo: H is to ri a de una po lem ica, F.C.E.,Mexico, 1960.

En cuanto a nosotros mismos nos hemos caracterizado "como ser a laexpectativa" segUn el venezolano Mayz Vallenilla(10) quien sostiene queel ser de America no secapta en un mitico y remoto pasado como preten-den los indigenistas sino en el propio camino disefiado por la hermeneu-tica existencial de ser americanos. Pero elmodo de ser del hombre ameri-cano no esta aun resuelto, su talante es la expectativa, de ahi que sueonstitucion mas intima implique el temple IIestar a la espera".Elestado de "no resuelto" sostenido por esta tesis no aporta nada a laresolucion de la cuestion americana pues la definicion negativa, comoenseita la vieja Iogica escolar nos dice mas bien 1 0 que no es, con 1 0 cuallacuestion sigue tal cual.El mexicano Jose Vasconcelos nos tipific6 "como raza cosmica" (11) eidentifico la raza mixta que se conform6 en Iberoamerica can el comienzode un cicIonuevo en lahistoria del mundo, producido par la seleccion delos mejores de lamejor cepa, y obteniendo la primera raza realmente nue-va de la historia: la raza c6smica, el hombre total,Vasconcelos, en tanto que primer pensador de la teorfa del mestizajepara explicar la identidad americana, asume un desmesurado optimismoque por desmedido e infundado Ie quita buena parte de entidad filosofi-ca. Por otra parte su criter ia es aplicable a otras naciones 0 grupos denaciones de inmigracion multiple, con 1 0 c ua l se diluye la especificidadamericana caracterizada como la unica raza cosmica.Un compatriota de Vasconcelos, Leopoldo Zea(12) nos caracterizo"como ser para la humanidad". Y as! ha sostenido: "lcual es , entonces, elelan, 10propio de Latinoamerica? pura y simplemente su humanidad", p.91 op. cit.La solucion de Zea alproblema de laidentidad americana es una falsasolucion porque la categoria de humanidad es universal ya que pertenecea multiples y variadas culturas, y como tal no nos particulariza a nosotrosamericanos respecto de otros hombres y otras culturas. Las definicionesserealizan por genero y diferencia especifica; Zea no tiene en cuenta estaultima.Alberto Boixados nos caracteriza IIcomo misterio" (13) sosteniendoque como el misterio es algo en 1 0 que uno esta ya comprometido, unainvestigacion del ser intimo debe estudiar su tierra, pueblo.pensamiento,poesia y trascendencia. Esta propuesta se limita, con sobriedad, al plan-

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Alberto Buela Hispanoamerica contra Occidenteteo de l acceso metodol6gico a nuestra ident idad, pe ro de ja sin respuestala solucion de la misma.

Otro argent ino, Martinez Estrada, nos vi slumbro "como ser resenti-do"(14). Sostiene el autor que "resentido habria sido el conquistadorespariol que en la busqueda de la Ciudad de los Cesares (Trapalanda)5610 habria encontrado "Trapalanda de sal" '" Resentida habria sido laindia violada por el espariol, que transmi ti6 su inquina al hi jo abandona-do . .. " Es la unica tesis liberal europefsta que Iejos de maneja rse con cate -gorias filos6ficas se maneja con categorfas psico-soctologicas donde lacuest ion no es tanto averiguar que somos, sino como desmerecer 10 quesomos. La clasica actitud del colonizado cultural que juzga siempre 10propio con el desvalor de la metropoli, Es el co mp le jo d e l a M al in ch eexpuesto magistralmente por el pensador mejicano Ruben SalazarMallen. El elemento sof is tico de esta interpretacion psicologizante consis-te en interpretar la "genealogia de un ideal desde su contrario", comomeridianamente 10 ha sefialado Max Scheller en su excelente trabajosabre E l r es en timi en to d e l amo r al , Espasa Calpe, Buenos Aires, 1944.

"Como doblez" en Alcides Arguedas(15) y Octavio Paz(16), as! e Ip ri-mero afirmara que en "el boliviano hay dos personas, porque la mentirase nos instala institucionalmente en el pais por obra y gracia del arte dela simulacion" op. cit. p. 57. En tanto que el segundo nos dira que "Iavida en Mexico oscila entre la hazafia y el rito: a la hazafia espanolasucede el rito azteca ... en el mexicano habria dos personas desdobladas"op. cit . 68.

Estas tesis son mas caracterologicas que filosoficas y tienen en comuncon la precedente de Martinez Est rada la interpre tacion psicologizantepropia mas bien de un anecdotario que de una disciplina cientifica. Lapr~fusio~ de este tipo de tesis, nacio en nuestra America con ese granturi ferario de l macaneo inst ituc ional izado que fue Juan Bauti st a Alberdiy su "teoria de la gana" para expl ici tar nuestra ident idad.

En otra jerarquia debe situarse a Rodolfo Kusch y su caracterizacion"como ser mestizo" (17) que hace de l americano. Afi rma que : "Ambas -e lser alguien que descubro en la actividad burguesa de la Europa del sigloXVI y el estar aqui que considero como una modalidad profunda de lacul tura precolombina- son dos rakes profundas de nuest ra mente mesti-za de la que participamos blancos y pardos" op. cit. p. 7.

Rechazamos la nocion de mestizaje porque la misma implica princi-palmente una nocion racial. Su uso se ha extendido a los pensadoressoda lcristi anos que se ocupan de nuestra identidad, Como acertadamen-te sostiene George Kuber "La nocion de cultura hibrida 0 sociedad mesti-za ha ganado en aceptacion llegando incluso ahora a competir con lavision indianista 0 indigenista mas antigua, que originariamente sereferia solo al descubrimiento, salvaci6n y perpetuacion de "valoresaborigenes puros". Cfr, lndianismo y Mestizaje, Rev. Occidente, Madrid,mayo de 1966, p. 161.

Por su parte Franz Tamayo nos tipificara "como ,ser indio" (18). Sinlugar a dudas es Tamayo el patriarca de los pensadores nacionales boli-vianos. Aymara de origen y de formacion europea, en su busqueda de laidentidad americana sienta las bases de la corriente indigenista que ti eneen e l a su primigenio mentor. Distingue tres razas de America, e1blanco,el indio y el mestizo. De este ultimo dice: se caracteriza por una inteli-gencia imita tiva , p. 53, "LY el blanco? si aun existe nativo y puro entrenosotros, entendemos que rinde, y rendira siempre tan poco que seraproximo a la nada" p. 101. Y sobre el indio: "E l fundamento de la resu-rreccion nacional esta en la reeducacion de sus masas superiores, quehaga una solida educacion de su fondo etnico, esto es, los indios" p. 71.Este indigenismo exagerado pero legitime en Tamayo, debido a sus ori-genes y a la interpretacion cultural que del mismo hace, ha desemboca-do en nuestros dias en un ideologismo mas, a d u s um de los antropologossociales norteamericanos y del marxismo de las indias, supuestamentetehiri co. Resumiendo, e1mdigenismo, tornado en sf mismo y con todossus matices y variantes, viene a negar los ultimos cinco siglos de historiaamericana.

"Como ser catolico" en Sepich(19) et alia. Si hemos elegido al padreSepich (1906-1979) es par sus propios y espedficos meri tos f ilosof icos que10 destacan de entre inmimeros pensadores catol icos escolast icos , para loscuales la tesi s de 1a convertibi lidad entre hi spanidad y catolic idad, puederesumirse asi: America hi spana ti ene como vocacion y des tino la recon-quista y la restauracion de la tradic ion cat6l ica europea a lla completa-mente decadente. Esta tarea Ie viene a traves de Espana como su madre.Lo que hace que los pueblos de la America Espanola se muevan dentrode la orbita de la cultura greco-romana. La proyeccion politica de este

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Alberto Buela Hispanoamerica contra Occidentepensamiento esta expuesta con claridad por Ramiro de Maeztu cuandodice: "Las dos fuentes histori cas de la comunidad de los pueblos hispani -cos son a saber: la religion catolica y el regimen de la monarquia espano-la" (Cfr, De f ensa de la H i spanidad , Buenos Aires, 1986, p. 22) .

Esta tesis es una explicacion teo16gica que como veremos exige unaproyeccion politica 0 si se quiere es un proyecto politico que exige unajus tificacion teo16gica. Estrictamente corresponde a la discipl ina que des-de Donoso Cortes se denomina "teologia poli tica" .Desde el punto de vista filos6fico es cuestionable esta reducd6n de

America a "10 cat6lico" si ello es tornado en sentido confesional, par elsimple hecho que no todos los americanos SOncat6licos. Y no por eso vana dejar de ser americanos. "Lo catolico", y esta es parte de nuestra tesis,debe tomarse como cosmovision y no confesionalmente. Y tomarse comocosmovision en e l sentido que es el elemento estructurado en un conjuntode valores , jerarquica y no horizontalmente const ituidos, que caracterizaa la conciencia que llega a America, mas all a de las diferentes lati tudes dedon de proviniere. Conciencia que no ha pasado par las di ferentes e tapasde la denorninada Revolucion Mundial .Dejamos para el final la tesis del Nimio de Anquin que nos definio

"como ser elemental" (20) por tratarse, en nuestra opinion, de l metafisicomas s ignificativo que haya dado Hispanoamerica, As! afirma: "El Ser vis tadesde America es el Ser singular en su discont inuidad fantasmag6rica ... lanovedad de America nos inc1ina a pensar en un presocra tismo americanosemejante a l gri ego, aunque no igua l ... El americana esun e lemental , y suspensadores representat ivos se asemejan a los f isicos presocrat icos . .. Peroquien filosofe genuinamente como americano, no tiene otra salida que elpensarniento elemental dir igido al ser objet ivo-existencial" op. cit . p . 67.

Esta tesis mas que un desarrollo indica una direccion, y especifica-mente, el senti do ontol6gico que debe tener toda la investigaci6n sabrenuest ra identidad americana. As! pues, no es en la acti tud mimetica subs-pede europe a donde nos hallaremos, no 10 es tampoco en la vuelta a unmitico pasado indio. Es pensando directamente sabre 10que es y somos;esto es, sobre el ser objetivo-existendal donde nos debemos comenzar abuscar. Nos debemos buscar, primero en 10 aNTICO , para luego fundarcon autenticidad 10 ONTOLOGICO. Es realizar acabadamente aque llopara 10 que estamos dispuestos, como nos encontra remos. Rea lizar bien

el ofido de cada uno, proponia Gabriela Mistral, como principia opera-dar de toda busqueda autenti ca del ser americano.

Por Ult imo viene nuest ra propia tesi s: que America debe entenderse"como 10h6spito" y la conciencia americana como una simbiosis de "10cat6lico 0bajo medieva l" y "10 indio a tehiri co", entendido 10catolico nocomo categoria confesional sino como cosmovision, esto es como visiondel rnundo que especifica a la conciencia europea y no-europea llegada aAmerica mas a lia de la naciona lidad que porta.

Y 10 indio tambien como cosmovision, mundo complete de valores yde vivencias que afecta sustanc ialmente a la cosmovision arribada . Estechoque produce la union par fusion y no por mezcla de dos elementoscomple tos en sf mismos como son las cosmovisiones ca toli ca e india , for-mando un todo natural en sf mismo: la conciencia americana analogica-mente diferente a los elementos de que esta compuesta.

NOTAS:1. Frank, Waldo: "Primer mensaje a la America Hispana", Rev.Occidente, Madrid, 1932. Tanto en este trabajo como en "Ustedes yNosotros" (1942); Hispanoamerica (Ercilia, 1937)i "Redescubrimientode America".

2. F.S.C. Northrop: E l e nc ue nir o d e O ri en te y Occidente, Buenos Aires,1946.

3. Richard Morse: El e spe jo de Pr6spe ro, Buenos Aires, 1982.4. J.G.F. Hegel: Lecc ione s sobre f il o so fi a de la historia, Madrid, 1970.5. Jose Ortega y Gasset: "EI hombre ala defensiva", Rev. Occidente,1964.

6. Hermann de Keyserling: Meditaciones Sudamericanas, Madrid, 1965.7. Giovanni Papini: "La que Hispanoamerica no ha dado", en E s pi a d elMundo, Buenos Aires, 1919, pp. 294-301.8. Jose Luis Le Clerc Conde de Buffon (1707-1788): E po qu e s d e l a N a tu rey His tor ire naturel le , Paris, 1749 a 1789.

9. Corneille De Pauw: R ec he rc he s P h il oso ph iq u es s ur l es Am er ic ain s,Berlin,1770-1771.

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1 0 . El:ndestocMayzVallenilla: E l p ro b lema d e Ame ri ca , FCE,Mexico, 1964 ,- e ., aracas, 1958 .1 1 . Jose Vasconcelos: Ra za C6 sm ic a, Barcelona, 1922 . Espasa-CalpeBuenos Aires, 1 938. '1 2. Leopoldo Zea: L a esencia de 1 0 americana Pleamar Buenos Aires1 971 . '"13. Alberto Boixados: L a A rg entina co mo m isierio Ed. Arete C6rdoba

1 985. ' , ,1 4. Ezequiel Martinez Estrada: R ad io gr afi a d e la pampa, Ed. Lozada,Buenos Aires, 1946 .1 5. Alcides Arguedas: Pueb lo en fe rmo , Ed. Ercilla, Chile, 1937 .1 6. Octavio Paz: E I l ab e ri nt o d e l a s ol ed ad , Ed. Siglo XXI Buenos Aires1 979 . "1 7. Rodolfo Kusch: Amer ic a P r of u nd a, Ed. Bonum, Buenos Aires, 1975 .1 8. Franz Tamayo: C reaci6 n de la pedag og a nacional. BibliotecaAyacucho, Caracas, 1 9 76 , P ed., Bolivia, 1 9 1 0 .1 9. J~an 5:pich: Genesis y fundamento de Europa, Mendoza, Facultad deFilosofia, 1947 .20 . Nimio de Anquin: E nt e y s er , Ed. Gredos, Madrid, 1962 .

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AMERICA COM O LO HOSPITO

Es conveniente en primer lugar realizar una breve aproximaci6n eti-mol6gica altermino America, pues aun cuando la explicaci6n filo16gicas610 esclarezca el q u id n om in is , ella implica, no obstante, un primeracercamiento al q u id r ei, a 10 que es la realidad mentada por ese nom-bre.Es sabido que con respecto a las ciencias del espiri tu el metoda eti-mol6gico esuna de las vias de acceso a 10real y se encuentra plenamentejustificado; sobre todo despues de los aportes de Heidegger y Zubiri, quemostraron c6mo el trabajo etimologico puede devolver la fuerza elemen-tal, gastada par el largo uso, de las palabras originarias a las que es nece-sario volver para recuperar su sentido autentico.La validez de la investigaci6n etimol6gica -etymos significa 10 verda-dero- radica en nuestra opini6n en el semi-develamiento de la real idadde las cosas. La etimologia es, ciertamente, una ciencia auxiliar pero tienepar funci6n abrir un campo gris donde estan las cosas, perfi lar las mis-

mas, pero que ella por si misma no puede definir. Dejaplanteada la cues-ti6n. Y la cuesti6n principal es cual es la vinculaci6n entre las palabras ylas casas. 0dicho de otro modo, L eI ser de las cosas responde al nombrede las mismas? En este sentido sostenemos que si, pero anal6gicamente.Esto es, parte idem y parte diversa. Par 10 que, corresponde a la filosofiala resoluci6n de la cuesti6n.

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Hist6ricamente el termino America proviene del nombre Americocorrespondiente al cart6grafo florentino Vespucio, quien al regresar de suviaje del 1501 - 1502 narr6 en una carta editada luego bajo el nombre deMundus Novus las condiciones, contomos y costumbres de la tierra des-cubierta por Colon. Pero fue el cart6grafo Martin Waltzemiiller, tambienHamada Hylocompylus que edit6 en Nuremberg en 1 5 0 7 un mapa gene-ral del mundo que contenia datos geograficos revelados por Vespucio,quien denomin6 por primera vez America al nuevo continente en home-naje al cart6grafo florentino.Etimol6gicamente el termino Americo se usa como femenino a seme-janza del resto de los continentes: Europa, Africa, Asia. Proviene del

germanico Amal, nombre correspondiente al fundador de la familia realostrogoda, que significa trabaja y del elemento rich 0 rik que quiere decirjeje, principe, mando, poderoso. .Una etimologla complementaria nos indica que Americo es equivalen-te a Aimerico, del g6tico hamis que significa casa, morada y del conocidor ik a r ic h , j ef e, r e y ; poderoso , mando .Por todo 1 0 cual podemos colegir que America significa textualmente"poderosa en el trabajo" 0 "la que manda en su hogar", En una palabra:

America es un lugar para trabajar en libertad. Esto es, ser duefto de S Imismo.EI abordaje a la cuesti6n de nuestra identidad nacional lo encaramosdesdoblando en dos preguntas:a) que es ser americano:b) que es America.Ante la primera de las preguntas nosotros dejamos de lado las expli-caciones psicologicas, historicas, culturalistas, sociologicas, etnograficas ypolit icas para intentar una respuesta desde la fiIosoffa y dentro de ella ,

desde Ia axiologia 0 disciplina de los valores. Y decidimos dejar las multi-ples y variadas explicaciones que desde las disciplinas particulares se hanmtentado sobre nosotros, porque todas ellas s610nos pueden brindar, enelmejor de los casos, una visi6n parcial , de una parte de nosotros, y por~otanto no pueden responder a la pregunta totalizadora que se encuentrainvolucrada en la cuest i6n sobre la naturaleza especifica de nuestro seramericano,

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El acceso ala respuesta que es ser americana entendemos hallarlo porvia del analisis de los elementos estructurales que conforman la concien-cia nacional del hombre americano. Y estos elementos constitutivos porser elementos de la conciencia no son petreos, ya realizados de una vez ypara siempre, sino que son permanentemente "intentados" .Es decir la conciencia "tiende a" plasmarlos, a realizarlos, pero siademas esta conciencia es "nacional", estos elementos constitutivos debenser "preferidos a otros", los "no-nacionales": todo 10cual nos muestra queestos elementos estructurales de la conciencia nacional no son otra cosaque los valores que la conforman, la diferendan y le dan sentido.Ahora bien, cuales son esos valores, de donde surgen. En nuestromodo de ver ellos surgen de la simbiasis de dos cosmovisiones, de dosmundos completos de valores: 1 0 indio 0 telurico y 10cat61ico 0 bajomedieval que forman con elt iempo un todo natural en 5 1 mismo: la con-ciencia hispanoamericana, analogamente diferente de los elementos deque esta compuesta.Aclaramos una vez mas que 10 cat61icono esta tornado como categoriaconfesional sino como rasgo distintivo que especifica la Weltanschauungdel hombre arribado a America, mas alla de la naci6n de donde provinie-ra. En tanto que 10indio no esta tornado como "matriz tehirica pasiva",que como elmarmol se reduce a imponer ciertas condiciones de trabajo alescultor sino que aporta la sustantiva categoria de tiempo.Claro esta y es menester aclarar como 10hace acertadamente OsvaldoLira Perez en Hispanidad y mestizaje, Ed. Covadonga, 1985 p. 43 que 10cat6lico y 1 0 indio no son aportes equivalentes, es decir que disten porigual en su aporte a la conciencia americana, error este cometido por losindigenistas. Sino que 10 cat6lico 0 bajo medieval aporta el sentido jerar-quico de los valores, rechazando el sentido horizontal de los mismoscomo han venido sosteniendo la conciencia igualitaria y niveladora pos-terior al comienzo de la Revoluci6n Mundial.Aporta tambien el sentido teleol6gico del orden a partir de la idea debien cormin y no simplemente de bienestar, entendido este como biisque-da desenfrenada del confort por la sociedad de consumo.Aporta asimismo la objetividad de los valores que rechaza la disolu-ci6n subjetiva y arbitraria que de los mismos cornienza a llevarse a cabo apartir" del primado de conciencia" .

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En definitiva, aporta lavision del hombre y la sociedad como un todo,que rechaza, por contrar io sensu, "las especial izaciones" tan gratas aldesarrollo dentifico-tecnologico. Y a los especialistas de 10 minima.Lo indio aporta un manejo, uti lizacion y caracterizacion de 1acate-gorfa de tiempo que hace absoluta y especif icamente diferente, en eseaspecto, a la conciencia iberoamericana de la estadounidense con su"time is money", as! como de la europea decadente con su "laissez faire".Ni el instantaneismo tecnotronico ni el apuro cosmopoli ta t ienen nadaque ver con la categorfa de tiempo americano como aporte espedfico dela cosmovision india. .Este tiempo tan nuestro se 1 0 ha confundido siempre con la "indolen-cia nativa 0 gaucha", que "los profesores de energia" al decir de Ruben~ario \Cfr. poema ~ Roosevelt) denostan junto a la holgazaneria crioIIasimbolizada en la siesta (Cfr, Arturo [auretche: M a nu al d e l as Z on ce r. asArgentinas, Buenos Aires, 1970,p. 130).~odra impugnarsenos que esto del t iempo es un puro subterfugio decarac~er ~~s dialectico -entendido este como razonamiento aparente-qu~ ~losofico, puesto que para la filosofia desde los t iernpos del viejoAnstoteles (Cfr. sus Categorias), pasando por Kant (Cfr, su C ri tica d e l a

r az on P u r a) hasta .nu_estrosmas, la categoria de tiempo es una y la mismapara todo entendmuento humane, as! como 1 0 son las de cantidad cuali-dad, relaci~n, sustancia, etc... Pero esta manera de pensar significativa,?~r.no decir a?solutamente europea, no comprendio por su mismo pre-JUlClO - s : ~reyoelmundo y no una parte de eJ - que e1tiempo es decodifi-cado y vivido de una manera diferente en otras latitudes. Evidentementee.ltiempo ~o~ol.ogico, el del reloj, es el mismo para todos, al igual que eltiempo psicologico ante similares situaciones, pero 10 que es diferente esel TIEMPO EXISTENCIAL de cada cosmovision que se expresa en cadauno de nosotros, en nuestro nucleo aglutinado de la personalidad.Y.nuestra cosmovi~ion esta determinada por ese tiempo tan peculiar yproplO como 10 es el tiempo americano. Entendido desde siempre, ya por

los europeos, ya por los colonizados cultura1es, ya par aqueIIos que hanpen~ado ~ ~merica como imitacion de Europa, como holgazaneria, indo-lencia, ociosidad, a ganduleria.Cuando e~ realidad los que asi hablaron ni siquiera pudieron barrun-tar que otra diferente de la de ellos, esla categoria de tiempo que informa

la autentica conciencia americana. Categoria andada en el "estar aqui"propia del americana arraigado, por contraposici6n al "ser alguien" tipi-ca de la norteamericanizada sociedad de consume,Eltiempo no esla simple permanencia en el ser que encierra sucesion-simple estar-, s ino que es la experiencia de duraci6n entendida comomaduraci6n. Es acompariar can nuestro t iempo a cada ente en su tiempo.El concepto de tiempo como maduracum no es, como crey6 la concienciaeuropea de un Hegel 0 un Keyserling, la revelacion de un mundo -elamericano- sin espir itu y pegado a la naturaleza, sino que la maduracumnos indica la interrelaci6n entre una naturaleza prodiga y no escasa, conuna conciencia aut6ctona que acompafia sin forzar, su desenvolvimiento.Adagios como" A cada dia su afan": "Cada cosa a su tiempo"; "Un tiem-po para cada cosa". Y el de los cancioneros "Voy despacio porque estoyapurado". Yel viejo "No por mucho madrugar, amanece mas temprano".Y tambien la monserga sarmientina de "no dejar para manana 1 0 quepuedas hacer hoy"; como contrapartida, nos sefialan al menos brumosa-mente -el impacto de la colonizaci6n cultural ha sido devastador- esaconcepci6n del t iempo enclavado en nuestra conciencia. Este t iempocomo maduracion, no arrastra y encierra totalmente ala conciencia ame-ricana en e1flujo temporal de 1anaturaleza -quedariamos reducidos asimples anima1es- sino que el tiempo como maduracion es el ritmo mis-mo de nuestra m6vil y fluyente existencia, que es la que define el tiempo:"Soy yo quien es eltiempo en cuanto soy esencialmente, paso y transite",sostenia un africano como Agustin de Hipona alla por elsiglo quinto.Elsegundo de los accesos a nuestra identidad esta dado en la respues-ta a la pregunta L Que es America?America, antes que nada, es un espacio geografico por su capacidadde hospedar (hospitari) a todo hombre que como huesped (hospitis) vie-ne de 10 inhospito, De la persecucion, la guerra, elhambre, la pobreza, endefini tiva de la imposibi lidad de ser plenamente hombre. America espues "1 0 hospito" .America es des-cubierta 0 des-velada par e1hombre europeo medi-terraneo aun cuando bien pudo ser hallada por los vikingos antes. Claro,que como muy predsamente hace notar el profesor A. Caturelli: "Hallar,que proviene de Afflare, soplar (de ad y flo) y que, en nuestra lengua, sig-nifica dar con algo sin haberlo buscado; en cambia, descubrir supone

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cierta intencion ... y es un acto de poner de manifiesto ... . Lo originariohallado es como herido por el acto descubridor que es, verdaderamente,un Ievantarse, un acto de aparecer (de orior, me levanto, de donde origo)y, por eso, original . .. El descubrimiento ha sido, pues original, comomodo de develacion de la originariedad americana ... Por eso hay quetener presente que el hombre descubridor de America ha sido, de hecho,e!hombre cristi~no". E1p en sam ie nt o o ri g in an o d e Hispanoamerica y el simbo-l is mo d e l as Ma l v in as , Madrid, 1983,Speiro S.A.p.p. 1222/23.Este des-cubrir y no mero hallar europeo se encuentra preanunciadoen la precognicion de America como aquella de Platon (Cfr. Timeo 24e.)sobre la isla Atlantida mas alla de las Columnas de Hercules (Estrecho deGibraltar), 0 aquella otra de Seneca (Cfr. Medea, Chorus Vers 375)dondese afirma que Oceano revelara nuevos orbes, 0 mas proximo al des-cubrirniento aquella afirmacion de la vision de la Cruz del Sur por partedel Dante en su Di v in a Comed ia , canto primero, Purgatorio versos 22-27.Pero el hecho indudable es que America como cuesti6n nace con eldescubrimiento, puesto que alli trasiada sus diferentes utopias el hombrearribado. En este senti do es acertada la proposicion sostenida porEduardo

Hispanoamerica Contra Occidente - Alberto Buela

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