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Hipócrates de QuíosAutor: Hernando Prado
Comentario de introducción:
Tales de Mileto y Pitágoras de Samos habían creado,
respectivamente, los fundamentos de la Geometría y la Aritmética, y
por ello, son los fundadores de la Matemática griega. Con ellos, los
pitagóricos Hipassus de Metaponte (500460?A.C.), Filolao de Tarento (480400A.C.), el geómetra
Hipias de Elis (460400 A.C.), el atomista Demócrito de Abdera (460370 A.C.), los eleatas (de Elea,
ciudad al sur de Italia) Parménides de Elea (530517 A.C.) y Zenón de Elea (490430 A.C.) y más tarde,
en Atenas, el griego Hipócrates de Quíos (470410 A.C.), conformaron la Escuela griega.
Un segundo período de la Historia de la Matemática ocurrió entre 500 A.C y 400 A.C y está relacionado con
Atenas, ciudad que alcanzó un lugar de preeminencia después de las victorias de los griegos a principios del
siglo V A.C cuando vencieron a los persas en Maratón y Salamina. La ciudad se convirtió no sólo en el centro
político y comercial, sino también en el centro intelectual del mundo griego. Sus filósofos afluyeron del este
y del oeste, muchos de ellos notables matemáticos y astrónomos. Los más importantes fueron Hipócrates de
Quíos (470410 A.C.), Teodoro de Cirene (456398 A.C), y los contemporáneos: Arquitas de Tarento
(428347 A.C.) el pitagórico, Platón de Atenas (427347 A.C.), Eudoxo de Cnido (390337 A.C.),
Aristóteles de Estagira (384322 A.C.), y Menecmo (375325 A.C), quienes conformaron la Escuela
Ateniense.
La Escuela de Atenas se vio envuelta en tres grandes problemas: 1) la “trisección del ángulo”, 2) la
“duplicación del cubo” y 3) la “cuadratura del círculo”. Los primeros intentos para resolverlos condujeron
indirectamente a resultados que parecían implicar dificultades mayores que los mismos problemas. Estos
problemas exigieron un estudio sistemático de la Geometría pero a medida que pasaban los años y no se
hallaban soluciones atrajeron su atención creciente, a tal punto que hasta el siglo XIX no se habían hallado
respuestas satisfactorias a estos problemas.
Fuentes:
Sobre su vida y obra se tiene como fuente principal relatos indirectos de Aristóteles. Otros historiadores
consultados son Eudemo, Proclo y Simplicio.
Nace:
Hipócrates de Quíos nació en 470 A.C. en la isla griega de Quíos del archipiélago de Dodecaneso, en el mar
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Egeo, situado próxima a la costa de Turquía.
No muy lejos se encuentra la isla griega de Cos, donde nació el también célebre médico, con quien no debe
confundirse, Hipócrates de Cos (460370 A.C.), el padre de la medicina griega y autor del código ético de
la práctica de la profesión de la Medicina conocido como el “juramento hipocrático”.
Fallece:
No existen referencias acerca del lugar y la forma cómo murió Hipócrates de Quíos, aunque es muy
probable que fuera Atenas en el año 410 A.C. a la edad de 60 años.
Biografía:
Fue un célebre matemático griego, que se dio a conocer cuando ya era adulto en Atenas. Poco se sabe sobre
sus vivencias afectivas, espirituales y las circunstancias personales de su vida. Solo lo conocemos por sus
hallazgos en la Geometría. Por esta razón, su biografía personal se acalla enmudecida por su obra.
Según el comentarista Juan Filopono de Cesarea, teólogo y filósofo aristotélico, Hipócrates comenzó su
vida como comerciante marítimo y cuando que se dirigía a Atenas para realizar actividades comerciales en
esa ciudad, su barco fue asaltado en las proximidades de Bizancio (actual Estambul) y fue capturado por los
piratas, perdiendo todos sus bienes por lo que se vio obligado a continuar su viaje a Atenas a fin de ejercer
en los tribunales la acción penal para restituir sus bienes, por lo que se vio comprometido a permanecer un
largo tiempo en esa ciudad. No parece sensato que Hipócrates instaurara una acción judicial para que le
fueran restituidos sus bienes perdidos en un asalto perpetrado por delincuentes. Esta aseveración parece
confirmarla Aristóteles: “Un buque de Hipócrates fue capturado por piratas atenienses durante la
Guerra de Samos de 440 A.C. en la que Bizancio participó”.
Otra versión, relata que alrededor del año 430 A.C . , Hipócrates se dirigió para Atenas para trabajar como
mercader, pero perdió todo su dinero víctima de un fraude cometido por los funcionarios aduaneros de
Bizancio, recaudadores de impuestos, quienes le requisaron todo el dinero y lo despojaron de sus bienes.
Para reclamarlos judicialmente se trasladó a Atenas, cuyos ciudadanos se burlaron de él por la ingenuidad
que suponía que un extranjero pudiera confiar que se le iba a hacer justicia. En esta versión, parece tener
más sentido su acción judicial en Atenas buscando la recuperación de sus bienes.
No encontrando otra cosa nada mejor que hacer mientras esperaba la evolución de su litigio se hizo
matemático. Qué tal que todos los arruinados del mundo hiciesen lo mismo ¡!
Este incidente hizo que Hipócrates, que contaba con unos 40 años de edad, se interesara por el estudio de la
Geometría durante su permanencia en Atenas.
Su curiosidad le acercó a la escuela filosófica pitagórica, donde descubrió sus capacidades para la Geometría
y las Matemática. He attended lectures and became so proficient in geometry that he tried to square the
circle.Asistió a conferencias de Matemática llegando a ser muy competente en Geometría. La creencia de que
Hipócrates comulgaba con la tradición pitagórica se apoya en lo que se conoce de sus teorías astronómicas,
que tienen afinidades muy estrechas con las de Pitágoras y sus seguidores. He was, in Timpanaro Cardini’s
phrase, a paraPythagorean, or, as we might say, a fellow traveler. 10
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Muy pronto se dedicó a la enseñanza de la Geometría y realizó algunos descubrimientos. Asistió a las
escuelas de filósofos y abrió una escuela de Geometría donde propuso las bases de su “método de
reducción del análisis” que consiste en resolver un problema transformándolo en otro ya resuelto.
Según Simplicio, Hipócrates fue expulsado de la escuela pitagórica por recibir salarios por sus clases de
Geometría. Si en su juventud sufrió la ruina económica, de viejo fue expulsado por haber cobrado por
“enseñar Geometría”, convirtiéndose en el primer docente de matemática que se remunera con su saber.
Hipócrates hizo progresos notables. Fue el primer autor conocido que haya escrito un tratado de
Matemática elemental en el que dedicó especialmente su atención a las propiedades del círculo.
Proclo relata esta obra de su autoría, “Elementos de Geometría”, producida más de un siglo antes de la
famosa obra de la antigüedad “Los Elementos” de Euclides de Atenas. Esta obra de Hipócrates aunque
perdida, fue conocida por Aristóteles. Aunque no nos ha llegado su obra directamente, sabemos de ella a
través de los escritos de Eudemo en 335 A.C., resumidos en un fragmento de texto copiado por Simplicio
alrededor de 520 A.C., donde describe una parte del trabajo de Hipócrates sobre la ”cuadratura de lunas”,
que son figuras planas limitadas por dos arcos circulares de radios diferentes. En ese fragmento encontramos
un teorema atribuido al matemático de Quíos: “segmentos de círculo semejantes están en la misma razón
que los cuadrados de sus bases ( diámetros)”.
La tendencia de abstracción y sistematización de la Geometría encontró un fuerte impulso en la obra de
Hipócrates de Quios, el geómetra más importante del siglo V A.C..
Hipócrates presentó con su obra de carácter enciclopédico “Elementos de Geometría”, la primera
exposición sumaria de la Geometría de su época siguiendo un procedimiento original: partiendo de un
sistema de axiomas o verdades a priori, que tenían carácter intuitivo, utilizó por primera vez la secuencia
lógica, consecuente y novedosa de: hipótesis à teorema ó tesis à demostración, que se convertiría en un
esquema clásico del procedimiento matemático. Introdujo en su obra la representación de las figuras
geométricas – puntos, segmentos – superficies y ángulos – mediante letras y presentó con detalle el “método
de la reducción al absurdo” como un procedimiento lógico de demostración que al parecer fue aplicado
por los pitagóricos, aunque muchos historiadores le atribuyen su invención a Hipócrates. Su obra sería
desplazada un siglo después por un tratado más completo y exhaustivo, “Los Elementos” de Euclides, no
obstante, los libros I, II, III y IV de esta obra podrían provenir de la obra de Hipócrates.
Hipócrates conocía la relación entre ángulos inscritos y sus arcos correspondientes. Utilizaba el concepto de
semejanza en sus demostraciones y sabía que las figuras semejantes guardan entre sí la misma proporción
que los cuadrados de sus lados respectivos u homólogos. Conocía la generalización de las “figuras
construibles” del teorema de Pitágoras para figuras poligonales semejantes construidas sobre los lados de un
triángulo rectángulo, tomados como base de la escala o de la semejanza, en el sentido de que el área de la
figura construida sobre la hipotenusa es igual a la suma de las áreas de las mismas figuras semejantes
construidas sobre los catetos, extendiendo la construcción a cualquier figura poligonal diferente a la de un
cuadrado. Hipócrates descubrió la generalización del “triángulo base” del Teorema de Pitágoras para
triángulos no necesariamente rectángulos, demostrando que siempre es construible un paralelogramo sobre
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un lado de un triángulo, cuya área sea igual a la suma de las áreas de sendos paralelogramos arbitrarios que
puedan ser construidos sobre los otros dos lados de cualquier triángulo oblicuángulo.
Sabía construir con el uso exclusivo de la regla y el compás el hexágono regular y la circunferencia
circunscrita a un triángulo; igualmente conocía cómo construir un cuadrado con igual superficie que la de
cualquier rectángulo, triángulo y, en general, cualquier polígono, es decir, conocía la “cuadratura del
polígono”. También conocía la construcción de un cuadrado de doble área de otro dado, es decir, la
“duplicación del cuadrado”.
Entre los mayores logros de Hipócrates está el haber demostrado que las áreas de dos círculos se hallan
entre sí en la misma razón que los cuadrados de sus diámetros. Esto es equivalente a haber descubierto que
el área de un círculo es , sin determinar el valor de . Es posible que llegara a esta conclusión considerando el
círculo como el límite de un polígono regular. Presentándose aquí un primer ejemplo de lo que más tarde
sería el” método exhaustivo”. Para ello se valió del teorema que afirma que “la razón entre el área de dos
círculos es la misma que la razón entre el cuadrado de sus radios”, el cual Hipócrates generalizó al establecer
que: “segmentos de círculo semejantes están en la misma razón que los cuadrados de sus bases”. Esta importante
conclusión generalizar las “figuras construibles” sobre los lados de un triángulo rectángulo del Teorema de
Pitágoras a figuras semejantes no poligonales, como semicírculos o lúnulas.
Nadie había conseguido la cuadratura de una figura bordeada con líneas curvas y empezaba a intuirse que
resultaría imposible. A partir de su teorema sobre los círculos, Hipócrates consiguió fácilmente la primera
cuadratura rigurosa con regla y compás de una figura curvilínea en la historia de la matemática. Con este
conocimiento fue el primero que pudo lograr la cuadratura de la lúnula, llamada Lúnula de Hipócrates, una
figura plana limitada por dos arcos de circunferencia de radios distintos, donde parece evidente, que el
problema de la “cuadratura de las lúnulas” debió surgir del de la “cuadratura del círculo”.
Hipócrates llegó a ser famoso en la historia de la Geometría por los siguientes hechos:
1). Proclo en el llamado sumario de Eudemo dice que fue el primero en escribir unos “Elementos de
Geometría”, en el que recopila los conocimientos geométricos de su época y sus descubrimientos
presentándolos con el inédito esquema clásico de hipótesis à teorema à demostración.
2). Fue el creador del “método de reducción al absurdo”, una de las armas de razonamiento más temibles
de la lógica. Permite establecer la verdad de una proposición demostrando que la proposición contraria
conduce a un absurdo inadmisible como “un número que es par es impar al mismo tiempo”, o “dos rectas
paralelas se cortan” o “un triángulo isósceles tiene todos sus lados de diferente longitud”. Se parte de una
suposición falsa para llegar a una conclusión verdadera, como quien dice “con una mentira aflorará la
verdad”. Si se quiere demostrar que una proposición es verdadera, se toma su opuesta y se le considera
verdadera, y mediante razonamientos secuencialmente lógicos se llega a una conclusión que por inadmisible
resulta evidentemente falsa, probando que la hipótesis inicial “falla”. Entonces la hipótesis que se supuso
verdadera al ser falsa, su contraria es verdadera, que es lo que exactamente quería demostrarse.
3). Propuso el método de la “reducción del análisis”. Hipócrates, lo dice Proclo, es el primero en efectuar
la reducción geométrica de problemas de difícil solución por reducción a otros ya resueltos.
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Proclo explica que este método significa “una transición de un problema o teorema a otro, que se conoce o
ya ha sido resuelto, facilitando su solución. Proclo cita como ejemplo del “método de la reducción del
análisis” la solución de Hipócrates propuesta al problema de la “duplicación del cubo” cuando aborda la
solución de su construcción reduciéndolo al problema analítico de encontrar dos medias proporcionales
entre las longitudes de dos segmentos, uno de ellos, el lado dado del cubo original y el otro, un segmento de
doble longitud. Este método de resolución de problemas se le atribuye a Hipócrates por una carta que
pretendía ser de Eratóstenes, dirigida a Ptolomeo I, primer gobernador de Alejandría (Egipto), que es
preservada por Eutocio, en la cual se hace referencia específica a este descubrimiento de Hipócrates.
4). Hipócrates fue el primero en lograr la cuadratura de figuras no poligonales. En la búsqueda de la
solución a la “cuadratura del círculo” demostró que determinadas lúnulas de formas curvilíneas son
cuadrables.
Cuando Hipócrates llegó a Atenas, tres problemas especiales constituían el centro de atención principal de
los matemáticos griegos: la “trisección de un ángulo”, la “duplicación del cubo”, y la “cuadratura del
círculo”. Hipócrates se dedicó a examinar al menos en los dos últimos, de donde surgieron sus más
resonantes logros.
Para comprender con mayor claridad los enormes aportes de Hipócrates a la Geometría, estos logros que
hemos mencionado, y la trascendencia de su legado se hace necesario discurrir sobre las nociones que han
sido recurrentes hasta ahora en este relato, tales como: El “problema de la cuadratura”, la “clásica
construcción griega con regla y compás”, la “cuadratura de la lúnula”, y los “Problemas clásicos de la
construcción”: la “trisección de un ángulo”, la “duplicación del cubo” y la “cuadratura del círculo”,
Examinemos cada uno de estos tópicos:
El “problema de la cuadratura”:
El “problema de la cuadratura” es obvio que le interesara a los griegos para mostrar la simplicidad y
belleza del Universo pues de ese modo el cálculo del área de una figura, incluso de forma irregular, podía
quedar reducido al problema de hallar el área de un cuadrado, convirtiendo lo asimétrico en simétrico, lo
imperfecto en perfecto, lo complejo en simple.
La “cuadratura” era uno de los problemas más importantes para los matemáticos griegos. La cuadratura de
una figura plana es la construcción con regla y compás de un cuadrado con la misma superficie de la figura
plana original. Una superficie es “cuadrable” cuando, a partir de ella, es posible obtener geométricamente,
mediante la construcción con el uso exclusivo de la regla y el compás, un cuadrado que tenga la misma área
que aquella.
Se pretendía simplificar el cálculo del área de una figura irregular intentando reducirlo al simple cálculo del
área de un cuadrado que tuviera la misma área de la figura dada. Debe tenerse presente que la construcción
geométrica sólo debía realizarse con el uso exclusivo de una regla y un compás, ambos instrumentos
idealizados.
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Se comenzaría por obtener, sucesivamente, la cuadratura de un rectángulo, la de un triángulo, un polígono
regular, uno irregular, un círculo, y finalmente, el caso general de cualquier figura plana limitada por curvas
coplanares.
Y antes de intentar la “cuadratura del círculo” ,la figura curvilínea más sencilla, resolvieron con éxito la
construcción de los casos más sencillos como la cuadratura del rectángulo, del triángulo y del polígono
regular.
Los matemáticos de la Grecia clásica pronto se interesaron por cuadrar superficies irregulares limitadas por
poligonales. Desde un punto de vista práctico, cuadrar superficies irregulares permitía simplificar el cálculo
de sus áreas ya que, mientras podía ser fatigoso calcular el área de una superficie no regular, el cálculo del
área de su cuadrado equivalente sería trivial. En la época de Hipócrates ya se habían conseguido cuadrar los
polígonos más irregulares, construidos con segmentos rectilíneos. La “cuadratura del polígono” estaba ya
resuelta. Nadie había conseguido la cuadratura de una figura con líneas curvas y empezaba a intuirse que
resultaría muy difícil si no imposible.
Entonces, la “cuadratura del círculo”, podría ilustrarse gráficamente del modo siguiente:
Sin embargo, Hipócrates de Quíos fue el primero en “cuadrar”, mediante regla y compás, una figura con
lados curvados, conocida como lúnula, y fue reconocido como el autor de la “cuadratura de una lúnula” de
características muy específicas construida especialmente por el mismo Hipócrates.
Formalmente, una lúnula L es la diferencia lógica entre los dos conjuntos circulares de puntos, situados de
forma que ambos se intersecan, pero ninguno es un subconjunto del otro. En geometría plana una “lúnula”
es un área cóncava limitada por dos arcos circulares. La correspondiente forma convexa se denomina
“lente”.
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Más tarde Hipócrates consiguió cuadrar otros dos casos particulares de lúnula. En 1711, el matemático
suizo Leonhard Euler encontró otros dos casos de lúnulas “cuadrables”. Ya en el siglo XX , N.G.
Tschebatorew y A.W. Dorodnow demostraron que sólo cinco lúnulas eran las únicas que se podían
“cuadrar” con regla y compás. Si a lo anterior se le agrega la demostración realizada por el matemático
alemán Ferdinand Lindemann , en 1882, de la imposibilidad de “cuadrar” el círculo, podemos concluir que
la primera intuición de los matemáticos griegos era cierta, y que la cuadratura de figuras curvilíneas con
regla y compás era imposible salvo algunas raras excepciones.
La clásica construcción griega con regla y compás
Los griegos, influidos por la preeminencia de la Geometría en sus descubrimientos matemáticos, buscaron
procedimientos puramente geométricos para hallar la “cuadratura” de las distintas superficies. Esto
implicaba limitarse al uso de dos elementos tecnológicos simples como el compás y la regla. Ha de añadirse
que, para los griegos, era impropio usar el compás o la regla como instrumentos para transportar distancias:
el compás sólo para trazar circunferencias y la regla sólo para trazar segmentos.
Mediante los métodos de cuadratura del rectángulo y del triángulo, así como mediante la descomposición de
los polígonos en triángulos, los griegos cuadraban cualquier superficie de contorno poligonal, esto es,
conformado por segmentos rectilíneos.
La Geometría clásica griega impuso la norma de usar en las construcciones geométricas sólo la regla y el
compás “idealizados.
A la “regla” se le supone longitud infinita, carente de marcas que permitan medir o trasladar distancias, y
sólo tiene un borde , cosa insólita en las reglas mundanas que tienen dos bordes paralelos, por lo que
permiten trazar rectas paralelas. Puede usarse sólo con un fin modesto: trazar un segmento entre dos puntos
que ya existan en el papel, o bien prolongarlo tanto como se desee.
El ”’compás”’ puede trazar circunferencias de cualquier radio dado, pero a diferencia de la mayoría de
compases reales, no tiene ninguna marca que permita repetir una abertura predeterminada. Sólo puede
abrirse entre puntos que hayan sido previamente construidos, así que en realidad su única función es trazar
una circunferencia, o parte de ella, con un centro predeterminado y un radio también determinado por un
punto prefijado. Además, se trata de un compás “flácido”, porque se supone que se cierra súbitamente
cuando se separa del papel, de manera que no puede utilizarse directamente para trasladar distancias, pues
“olvida” la separación de sus puntas en cuanto termina de trazar la circunferencia y, por supuesto, el
recuerdo del radio de la circunferencia que acaba de trazar.
Estos instrumentos son en realidad conceptos matemáticos abstractos, como pueda serlo la raíz cuadrada, y
no son instrumentos físicos.
Por supuesto, la regla y compás ideales deben usarse para hacer construcciones ideales. Los dibujos del
mundo real tienen imperfecciones: los puntos son en realidad manchas tridimensionales, los segmentos de
recta son en realidad cuasiparalelepípedos o “franjas” algo irregulares de cierta anchura y altura, etc. pero
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las construcciones con regla y compás de la geometría clásica se hacen en la mente, más que en el papel, y
son tan idealmente precisas como el Algebra.
A cualquiera puede parecerle que tales construcciones ideales con regla y compás son un simple juego o
pasatiempo interesante, más que una disciplina científica seria, pero el verdadero interés científico, que
estuvo abierto durante más de dos mil años hasta ser resuelto en el siglo XIX, coincidiendo con la
demostración de los teoremas fundamentales sobre ecuaciones polinómicas, con la comprensión profunda de
los números irracionales y trascendentes y con la aparición del álgebra abstracta, está en establecer cuáles
son los problemas de construcción que no se pueden hacer con el uso de la regla y compás ideales, esto es,
cuáles desbordan los límites de lo factible con estos dos instrumentos del trazado lineal y circular.
Todas las construcciones con regla y compás son aplicaciones sucesivas de cinco construcciones básicas,
usando en cada una los puntos, líneas y círculos que se hayan creado en fases anteriores. Estas cinco únicas
construcciones básicas son:
1. Crear el segmento de recta que une dos puntos.
2. Crear el círculo con centro en un punto dado y cuya circunferencia toca otro punto dado.
3. Crear el punto en el que se intersecan dos rectas no paralelas.
4. Crear el punto, o la pareja de puntos, en los que se intersecan (si lo hacen) una línea y una circunferencia.
5. Crear el punto, o la pareja de puntos, en los que se intersecan (si lo hacen) dos circunferencias.
Por ejemplo, partiendo de dos puntos dados, se puede crear una recta, o bien se pueden crear dos círculos,
tomando cada punto de centro y el otro de extremo. La intersección de los dos círculos, dará lugar a dos
nuevos puntos. Si trazamos segmentos de recta entre los puntos originales y uno de los nuevos puntos,
habremos construido un triángulo equilátero, o si tomamos los dos nuevos, tendremos un rombo . Así pues,
el problema: “Construir un triángulo equilátero dado uno de sus lados (o los puntos extremos de uno de sus
lados)” o “Construir un rombo dada una de sus diagonales (o sus puntos extremos )” son trivialmente
resolubles o construibles con el uso exclusivo de la regla y el compás.
Cualquier punto que sea construible usando regla y compás puede conseguirse también usando únicamente
compás; lo que evidentemente no se puede hacer es trazar el segmento de recta entre dos puntos
previamente construidos. Algunos problemas de Geometría plana clásica imponen la restricción de “sólo
compás”.
Es posible, de acuerdo con el teorema de MohrMascheroni obtener sólo con compás cualquier construcción
que pueda hacerse con regla y compás, con la única excepción, el hecho de trazar una recta. Una raíz
cuadrada se obtiene con regla y con compás, así que puede obtenerse sólo con compás, pero es imposible
con sólo regla de modo que muchas construcciones factibles con compás no lo son con regla. Sin embargo, el
teorema de PonceletSteiner demuestra que basta con disponer previamente trazados un único círculo y su
punto central para que todo lo construible con compás lo sea también sólo con regla.
Algunos polígonos regulares, por ejemplo el pentágono, son fácilmente construibles con regla y compás;
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otros no. Significa que aun cuando los polígonos, regulares o nó, son “cuadrables” cuando se dan de
antemano para hallar por construcción del cuadrado que iguala su área, ellos mismos como entes
geométricos no son “construibles” con sólo regla y compás. Esto nos lleva a la pregunta: ¿es posible
construir cualquier polígono regular con regla y compás?
El primer avance relevante para resolver este problema se debe a Carl Friedrich Gauss, que mostró en 1801
que un polígono regular de ”n” lados puede construirse con regla y compás siempre que los factores primos
impares de ”n” sean distintos. Gauss conjeturó que esta condición debía ser también necesaria, pero no
aportó una demostración de este hecho, que fue lograda por Pierre Wantzel en 1837.
La “cuadratura de las lúnulas”,
A Hipócrates se le recuerda por el descubrimiento y cuadratura de las lúnulas, regiones exteriores a uno de
dos círculos que se intersecan sin que uno de ellos sea subconjunto del otro. Eran las primeras figuras
curvilíneas que resultaban “cuadrables” con el uso de la regla y el compás. Hoy se sabe que sólo existen 5
tipos de lúnulas cuadrables de las que Hipócrates consiguió la cuadratura de dos de ellas.:
La primera lúnula “cuadrable” por Hipócrito fue la siguiente:
Una vez hallado el triángulo ABC de igual área al de la lúnula, una sencilla construcción a regla y compás
lograba obtener el cuadrado de área equivalente.
Hipócrates en un intento de conseguir la cuadratura del círculo extendió el resultado anterior al esquema
siguiente:
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En el esquema anterior, aun cuando no se presenta una “cuadratura”, se establecen equivalencias entre las
lúnulas y una región curvilínea irregular:
Los “Problemas clásicos de la construcción”
Los problemas más famosos que se propusieron para su resolución “con regla y compás” son la proverbial
“trisección del ángulo”, la “duplicación del cubo” y la “cuadratura del círculo”. Tienen en común ser de
resolución imposible: está matemáticamente demostrado que no se puede “trisecar el ángulo”, ni “duplicar el
cubo”, ni “cuadrar el círculo”, usando exclusivamente la regla y el compás idealizados de la Geometría
griega.
Los tres problemas clásicos no son los únicos cuya solución se ha demostrado imposible. La construcción de
determinados (infinitos) polígonos regulares, como por ejemplo el heptágono (polígono regular de 7 lados)
el primero de los infinitos polígonos regulares imposibles de crear con regla y compás, o el endecágono
(polígono regular de 11 lados) también imposible de construir con regla y compás. Así que tampoco se
puede “trazar un heptágono regular” o “dibujar un endecágono regular”.
Pese a esa “imposibilidad lógica” insalvable, muchos persisten en el intento de resolver estos famosos
problemas quizás, porque no aciertan a explicarse su imposibilidad, dado que son resolubles si se permiten
algunas salvedades. El matemático norteamericano Underwood Dudle ha trabajado en la recopilación de
falsas demostraciones “con regla y compás”, así como de otras excentricidades matemáticas, que ha
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compilado en varios libros.
Los problemas de construcción con regla y compás tienen esencialmente una traducción algebraica: plantean
geométricamente la resolución de una ecuación. Por ejemplo, los problemas de la “trisección del ángulo” y
la “duplicación del cubo” desembocan en una ecuación de tercer grado.
Estos tres problemas insolubles clásicos de construcción con regla y compás se enuncian así:
La “Trisección del ángulo”:
”Trisección del ángulo”: Debe dividirse un ángulo dado en tres ángulos más pequeños, los tres del mismo
tamaño, cuya suma sea igual al ángulo dado. Se aporta como dato el ángulo a trisecar (las dos rectas que lo
forman, o puntos que permitan trazarlas) y se consideraría resuelto el problema cuando se traza un ángulo
cuya apertura es un tercio de la del ángulo dado.
La imposibilidad de la trisección del ángulo fue obtenida en 1837 por el joven matemático francés Pierre
Laurent Wantzel ( 18141848) quien en lugar de intentar resolver el problema se enfocó más bien a buscar
una prueba de que tenía solución influido por la obra Disquisitiones Arithmeticae de Gauss, publicada
en1801, en la que el matemático alemán afirma, sin demostrarlo que un ángulo de 120° no puede ser
trisecado solamente con regla y compás. El mismo Wantzel demostró la imposibilidad de la construcción del
problema de la duplicación del cubo.
La ”Duplicación del cubo”:
”Duplicación del cubo”: Ha de dibujarse el lado de un cubo cuyo volumen duplique al de otro cubo del que
se da el segmento que es su lado como dato de partida. Se considera resuelto el problema cuando se
consigue trazar el segmento de recta que es el lado del cubo de doble volumen de aquel cuyo lado fue dado.
El nombre de Hipócrates rememora el célebre problema clásico de la Matemática, conocido como la
“duplicación del cubo”, o también como el “problema Délico” o “Deliano”.
Con relación a los orígenes de este famoso problema existe una leyenda que cuenta que en 427 A.C .
Péricles, gobernador de Atenas, murió víctima de la peste que azotó a Grecia alrededor del 433 A.C. junto
con un cuarto de la población de Atenas. Según un estudio publicado a principios del 2006, realizado por la
Universidad de Atenas, la peste antes mencionada fue una fiebre tifoidea, pues el ADN extraído de unos
dientes hallados en un entierro griego, en el cementerio de Cerámico, donde se hallaron 150 cuerpos, vasijas
y ofrendas, es semejante al de la Salmonella entérica serotipo Typhi, organismo causante de esta fiebre.
Consternados por esa enorme pérdida, los habitantes de Delos consultaron su oráculo de Apolo sobre cómo
combatir la epidemia. La respuesta fue que el altar de Apolo, que poseía la forma de un cubo, debería ser
duplicado en volumen sin cambiar su forma. Eratóstenes en su obra “Platonicus”, obra perdida atribuida al
matemático de Cirene, que trataba de las matemáticas que subyacen a la filosofía de Platón, relata que los
artesanos al consultar a Platón les respondió que los dioses habían impuesto tal tarea para avergonzar a los
griegos por su descuido en el estudio de la Matemática y su desprecio por la Geometría. Los atenienses
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duplicaron diligentemente las dimensiones del altar pero pese a sus esfuerzos no se alejó la peste pues los
artesanos quedaron perplejos con al descubrir que el volumen había aumentado ocho veces al duplicar la
longitud de la arista y no por dos veces como lo exigía el oráculo.
Entonces, conocida la arista L del cubo, se debía construir sólo con regla y compás la arista de un segundo
cubo teniendo el doble del volumen del primero, el cual se reducía al problema de construir un segmento X
tal que, simbólicamente:
Sin duda, los pitagóricos sabían resolver el problema de la “duplicación del cuadrado” que consistía en
cómo construir un cuadrado de doble área que otro dado empleando la regla y el compás, tal como lo ilustra
la construcción siguiente:
Pero la construcción del cubo de doble volumen que como ahora se
sabe es imposible realizarla con el uso exclusivo de la regla y el
compás, no había podido ser resuelta por los matemáticos que
habían acudido a Delos intentando dar repuesta, a este problema,
pero como, es evidente, sus esfuerzos fueron vanos. Aunque el
objetivo principal de la construcción es imposible ha servido para
crear numerosas construcciones que han puesto de manifiesto
propiedades muy interesantes de las figuras geométricas y a proponer curvas como instrumento para su
solución, como las cónicas de Menecmo y la Cisoide u hoja de hiedra de Diocles.
El primero en abordar el problema sin éxito fue Hipócrates; luego lo intentaron otros matemáticos griegos
posteriores como Arquitas de Tarento, Menecmo, Eratóstenes, quienes hallaron soluciones aproximadas
pero no encontraron el procedimiento de construcción que arrojara resultados exactos.
En relación con la duplicación del cubo probó que esta era posible siempre que pudieran encontrarse
medias proporcionales entre un número y su duplo.
Hipócrates demostró que el problema de la “duplicación del cubo” o “problema délico” podía reducirse a
la construcción de hallar dos medias proporcionales sucesivas X , Y , una de ellas al segmento L y la otra al
segmento 2L, es decir: X :Y=L:X y X:Y=Y:2L .
De la primera: X:Y=L:X à X2 =Y.L à Y = X2/L ,
De la segunda: X:Y=Y:2L à Y2 =2.L.X
Sustituyendo la primera: Y2 =2.L.X à (X2/L )2 =2.L.X à X3 =2.L3 à
De modo equivalente, a partir de de tales medias proporcionales se obtienen las dos parábolas: Y = X2/L
y Y2 =2.L.X , que pasan por el origen y con ejes de simetría en los ejes coordenados Y y X respectivamente.
La abscisa x del punto de intersección de las parábolas cumple: X3=2L3 después de eliminar Y , que indica
que el cubo de lado X tiene el doble de volumen que el cubo de lado L, y la solución será entonces el
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segmento X = (2L )1/3 = el punto de intersección de las dos parábolas:
La ”Cuadratura del círculo”
”Cuadratura del círculo”: Se trata de dibujar un cuadrado que tenga la misma superficie que un círculo
dado. Se aporta como dato de partida el círculo a cuadrar (su centro y uno de los puntos de su
circunferencia), y se considera resuelto el problema cuando consigue trazarse el segmento de recta que es un
lado del cuadrado que iguala el área de dicho círculo.
En 1882, el matemático alemán Ferdinand Lindemann (18521939) en un artículo titulado “Über die Zahl
”π , probó que N es un número transcendente si no existe un polinomio con coeficientes enteros o racionales
no todos nulos de los cuales N sea una raíz. Si es así, es imposible expresar N con un número finito de
números enteros, de fracciones racionales o sus raíces, y con esta conclusión, establece que π es un número
trascendente y con ello la imposibilidad de construir, solamente con una regla y un compás, un cuadrado
cuya área sea rigurosamente igual al área de un determinado círculo, es decir, resolver la construcción de la
cuadratura del círculo es imposible
La “solución de los Problemas clásicos de la construcción griega”
Estos problemas resistieron durante 2000 años los incontables intentos de encontrar construcciones que los
resolvieran con regla y compás, de acuerdo con las normas antes indicadas. A mediados del siglo XIX se
demostró matemáticamente que es imposible hacerlo.
Arquímedes y Apolonio de Pérgamo realizaron construcciones con “regla marcable“, una regla en la que
se puedan dibujar rayas para guardar memoria exacta de distancias. Esto les permitía realizar una operación
llamada “neusis”, por ejemplo, trazar un segmento que tuviera sus puntos extremos en contacto con otro
punto y una curva, o con dos puntos cada uno de una curva de modo que entre ellos quedara trazado un
segmento de longitud igual al segmento marcado en la regla o construir un segmento de recta de tamaño
prefijado, que cumple la condición de tocar en sus extremos a dos rectas dadas, y además pasar por un
punto dado, al que suele llamarse “polo”. Con el uso de la “regla marcable“, es decir, si se permite la
práctica de la“neusis”, pueden resolverse constructivamente ecuaciones de tercer y cuarto grado, con lo cual
es construible la trisección del ángulo y la duplicación del cubo. Algunos polígonos regulares no
construibles con regla y compás clásicos, como el heptágono lo son con “regla marcable“.
La cuadratura del círculo, en cambio, sigue siendo imposible. Aun con “neusis”, sigue siendo imposible
construir muchos (de hecho, infinitos) polígonos regulares, empezando por el endecágono, de once lados.
Muchas otras construcciones imposibles con regla y compás, como la trisección del ángulo y la duplicación
del cubo, pueden realizarse fácilmente con una modalidad más potente, aunque físicamente muy sencilla, el
doblado de hojas de papel, que resulta más potente que la regla y compás clásicos, denominado el arte
”origami” o “papiroflexia”. Los axiomas de Humiake Huzita son tipos de operaciones de doblado del papel
que permiten resolver ecuaciones matemáticas hasta de cuarto grado y polinómicas y construir extensiones
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cubicas de un segmento, esto es, el segmento que es la raíz cúbica de otro dado, en tanto que con regla y
compás sólo pueden construirse extensiones cuadráticas (raíces cuadradas).
Igual que la “regla marcable“, el ”origami” o “papiroflexia” permite resolver ecuaciones cúbicas, lo que a
su vez abre la resolución de cuárticas, la trisección del ángulo y la duplicación del cubo. Se ha
demostrado que los puntos construibles por “papiroflexia” son exactamente los mismos que con “regla
marcable” y compás; en particular, tampoco el ”origami” permite resolver la cuadratura del círculo.
Personalidad:
Según Aristóteles, aunque Hipócrates fue destacado como geómetra, era “tonto, estúpido” y falto de
sentido común en otros aspectos. Aunque hace la observación que la persona estúpida en un aspecto no lo
es, en absoluto, en otros. “Thus Hippocrates, though a competent geometer, seems in other respects to have
been stupid and lacking in sense; and by his simplicity, they say, he was defrauded of a large sum of money
by the customs officials at Byzantium.” Plutarch confirms that Hippocrates, like Thales, engaged in
commerce 4 .
Hipócrates como Maestro:
Cuando Hipócrates perdió su fortuna en su actividad de comercio marítimo, debió ganarse la vida mediante
la divulgación su saber recibiendo remuneración como intermediario del saber, lo que demuestra que existía
un gran interés de la sociedad por el saber que le permitió tener una posición económica independiente. Así
que fue el “primer docente matemático” de la historia.
Hipócrates como Sabio : Sus citas. A Hipócrates de Quíos se le acreditan las sentencias siguientes:
“La vida es breve, el arte largo, la ocasión fugaz, el experimento peligroso, el juicio difícil”.
“ Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”.
“La naturaleza obra sin maestros”.
“Que tu alimento sea tu única medicina”.
“La guerra es la mejor escuela del cirujano”.
“El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto en la salud como en la
enfermedad, se administra con tino y justa medida”.