LENGUAJE TRADICIONAL Y LENGUAJE TCNICO[1](1962)Martin
HeideggerVersin castellana de Manuel Jimnez Redondo,Advertencia
preliminar:Los asuntos que subyacen en este tema tienen tantos
aspectos, que en esta conferencia no vamos a poder decir mucho. Por
lo dems, la conferencia slo puede tener la finalidad de convertirse
en motivo para una discusin. Y sta, a su vez, no tiene por fin
informar e instruir, sino ensear, es decir, dejar aprender. El
ensear es ms difcil que el aprender. Quien de verdad ensea, slo
aventaja a sus discpulos en que tiene que aprender an mucho ms que
ellos, es decir, tiene que aprender a dejar aprender. (Aprender: el
poner nuestras acciones y omisiones en correspondencia con aquello
que se nos dice en lo que respecta a lo esencial.)El ttulo de la
conferencia: Lenguaje tradicional y lenguaje tcnico, puede extraar.
Pero tambin tiene la funcin de hacerlo, con el fin de indicar que
los nombres que aparecen en el ttulo (lenguaje, tcnica, tradicin)
se refieren a aquello para lo que todava carecemos de
determinaciones suficientes. Suficientes en qu aspecto? En el
aspecto de que, al repensar en profundidad los mencionados
conceptos, hagamos experiencia de aquello que hoyes, que concierne
a nuestra existencia, que la amenaza y que la urge. Esta
experiencia es necesaria. Pues si frente a lo quees, nos
posicionamos ciegamente, y permanecemos rgidamente afectos a las
representaciones habituales sobre la tcnica y el lenguaje,
sustraeramos o recortaramos a la escuela (a lo que es la tarea y el
trabajo de sta) la fuerza de determinar, que le compete.Cuando
decimos la escuela, nos estamos refiriendo aqu a todo el sistema
educativo, desde la escuela primaria hasta la universidad. sta
ltima es quiz hoy la escuela ms anquilosada, ms retrasada en su
estructura. Su nombre Universidad es algo que slo se arrastra ya
fantasmalmente como una pseudodenominacin. Correspondientemente,
tambin la denominacin de escuela profesional queda por detrs y a la
zaga de aquello a lo que el trabajo de ese tipo de escuela se
refiere en la poca industrial. Tambin puede dudarse de si los
nombres de escuela, de formacin profesional, de formacin general, o
simplemente de formacin, atinan todava con aquello a que ha dado
lugar la poca de la tcnica. Pero se podra replicar: Qu importan los
nombres? De lo que se trata es de aquello a que esos nombres se
refieren. Ciertamente. Pero, cmo podra ser ello, si resultase que
para nosotros ni hay cosa, ni relacin suficiente con la cosa, sin
un lenguaje que le corresponda, y si, a la inversa, tampoco hubiera
autntico lenguaje sin una correcta relacin con la cosa? Incluso en
los casos en que damos con lo inexpresable, podemos decir que slo
lo hay en cuanto que la significatividad del lenguaje nos lleva a,
y nos pone en, los propios lmites del lenguaje. Tambin este lmite
es algo lingstico y encierra en s la relacin de la palabra con la
cosa.Por tanto, no es indiferente lo que los nombres tcnica,
lenguaje y tradicin nos dicen, cmo los omos, el que desde ellos nos
hable o no lo que hoy es, es decir, lo que maana nos alcanzar y
ayer ya nos concerna. Por eso vamos a intentar algo atrevido, vamos
a intentar una incitacin a la meditacin. Y por qu algo atrevido?
Porque meditacin va a significar aqu: despertar el sentido para lo
intil. Y en un mundo en el que slo tiene ya valor lo inmediatamente
til, que slo se endereza ya a potenciar necesidades y el consumo
que las satisfaga, una referencia a lo intil representara enseguida
hablar en vaco. Un prestigioso socilogo americano, David Riesmann,
en su libroLa muchedumbre solitaria[2]seala que en la moderna
sociedad industrial, con el fin de asegurar la consistencia de sta,
el potencial de consumo tiene que ir por delante del potencial de
dominar las materias primas y del potencial de trabajo. Pues bien,
las necesidades se determinan por aquello que se tiene por
inmediatamente til. Y, qu podra entonces lo intil frente a este
predominio de lo til y utilizable? Intil en la forma de que de ello
no se sigue directamente nada en la prctica, lo es el sentido de la
cosas. Por eso la meditacin que busca indagar ese sentido, no
arroja ninguna utilidad prctica, pero el sentido de las cosas es,
sin embargo, lo ms necesario. Pues sin ese sentido incluso lo til
permanecera sin sentido y, por tanto, ya no sera til. En lugar de
discutir y responder directamente a esta cuestin, oigamos un texto
de los escritos del viejo pensador chino DschuangDs[3], un discpulo
de LaoTse:El rbol intilHuiDs habl a DschuangDs y le dijo: Tengo un
rbol grande, la gente lo llama el rbol de los dioses. Tiene un
tronco y unas ramas tan nudosos y retorcidos, que no se los puede
podar conforme a pauta alguna. Sus ramas son tan curvas y estn tan
enredadas que no se lo puede trabajar conforme a comps y escuadra.
Est en el camino, pero ningn carpintero le hace caso. As son
vuestras palabras, oh seor, grandes e intiles, y todos se muestran
unnimes en pasar de ellas.DschuangDs respondi as: No habis visto
nunca una marta, esperando con encogido cuerpo a que algo pase,
salta de una viga a otra y no teme dar grandes saltos hasta que cae
en una trampa o queda cogida en un lazo? Pero tambin existe el
yack. Es grande como una nube de tormenta; se le ve poderoso, pero
ciertamente no puede cazar ratones. Tenis un gran rbol y os
lamentis de que no sirva para nada. Por qu no lo replantis en un
erial o en un gran campo vaco? Podrais pasear a su vera como
descanso o dormir ociosamente bajo sus ramas. El hacha no le dara
prematuramente fin y nadie le causara dao.Que algo no valga para
nada: por qu habra uno de preocuparse de ello?Dos textos similares
se encuentran con algunas variantes en otro pasaje del escrito El
verdadero libro del pas de las flores del sur. Ambos nos brindan la
misma idea: no hay que preocuparse por lo intil. En virtud de su
inutilidad viene a cobrar algo de intocable y duradero. Por eso es
un error aplicar a lo intil el criterio de la utilidad. Lo intil,
por no poderse hacer nada con ello, tiene su propia grandeza y
poder determinante. Intil de esta forma es el sentido de las
cosas.As pues, si intentamos una meditacin sobre las cosas y
asuntos a que nos referimos con los nombres de tcnica, lenguaje y
tradicin, e incluso nos atrevemos a ello, tal intento no puede
tener directamente el sentido de esa clase de consideraciones que
son habituales en un curso de didctica, y que tienen por fin
contribuir a organizar la prctica de la enseanza.[No tendr esa
clase de utilidad, ser pues intil MJR]. Y sin embargo, el penetrar
en lo intil puede abrirnos una perspectiva, puede abrirnos un
crculo de visin que determine de forma constante y en todos sitios
las consideraciones de tipo pedaggicoprctico, aun cuando no
reparemos en ello, ni sea esa nuestra principal preocupacin.La
tentativa que ahora emprendemos de una meditacin acerca de lo que
son la tcnica, el lenguaje y la tradicin, cada uno de por s, y
tomados en conexin, parece tener de entrada el aspecto de una
determinacin ms exacta de los correspondientes conceptos. Slo que
la meditacin y reconsideracin exigen ms, a saber: exigen operar por
va de repensarlas una transmutacin de las ideas que habitualmente
nos hacemos de las mencionadas cosas. Esta transformacin de nuestro
pensamiento no sucede con miras a una filosofa particular, ni para
embutir nada en ella. Resulta del esfuerzo de corresponder, tanto
en nuestro pensamiento como al emplear palabras bsicas tales como
tcnica, lenguaje y tradicin, a aquello que hoyes. Pero en una nica
conferencia se puede discutir muy poco, se puede poner muy poco en
su sitio, aunque eso poco quiz s quepa seleccionarlo de forma
apropiada. El procedimiento va a ser sencillo. Comentaremos primero
las ideas habituales que tenemos de tcnica, lenguaje y tradicin.
Nos preguntaremos despus en qu medida estas ideas bastan a aquello
que hoyes. Finalmente, trataremos de obtener de esas discusiones
una idea acerca de lo que el extrao ttulo de la conferencia quiere
decir. Pues manifiestamente, el ttulo se refiere a una cierta
contraposicin de dos formas de lenguaje. Y enseguida hay que
preguntarse de qu tipo de contraposicin se trata, en qu dominio
opera, cmo concierne a nuestra existencia.Mucho de lo que diremos a
continuacin, les resultar a ustedes conocido. Pese a lo cual en el
campo de la meditacin y la reconsideracin, en el campo del
preguntar reconsiderativo, en el campo del preguntar sobre lo que
ya creamos saber, nunca hay nada conocido. Todo lo que parece
conocido se convierte al punto en cuestionable, es decir, en
repensable.La tcnicaEn nuestra conferencia vamos a dar ms espacio a
la tcnica porque la tcnica (si entendemos bien lo que queremos
decir con ese nombre) domina el entero mbito de nuestra meditacin y
reconsideracin. Cuando hablamos hoy de la tcnica pensamos en la
moderna tcnica de las mquinas que caracteriza a la era industrial.
Pero mientras tanto tal caracterizacin se ha vuelto ya inexacta.
Pues dentro de la era industrial moderna pueden sealarse una
primera y una segunda revolucin tcnicas. La primera consiste en el
trnsito desde la tcnica artesanal y la manufactura a una tcnica de
mquinas caracterizadas por la automocin. La segunda revolucin
tcnica podemos verla en la aparicin y en el irresistible avance de
la mayor automocin posible, cuyo rasgo bsico viene determinado por
la tcnica de los reguladores y de la regulacin o control, por la
ciberntica. A qu se refiere en ambos casos el nombre de tcnica, no
es algo que est claro sin ms. Tcnica puede significar: 1. el
conjunto de las mquinas y aparatos de que disponemos, slo como
objetos existentes y disponibles o como objetos en funcionamiento.
Tcnica puede querer decir: 2. la fabricacin de esos objetos, a la
cual fabricacin anteceden el proyecto y el clculo. Tcnica puede
querer decir tambin: 3. la copertenencia de lo que acabamos de
enumerar junto con los hombres y grupos humanos que trabajan en la
construccin, produccin, montaje, utilizacin y vigilancia de todo el
complejo de mquinas y aparatos. Sin embargo, qu sea la tcnica as
descrita con trazos tan gruesos, es algo que no obtenemos sin ms de
estas indicaciones. Pero (al menos con cierta aproximacin) quedar
amojonado el campo de que hablamos si ahora intentamos en una
secuencia de cinco tesis fijar las ideas que hoy resultan
determinantes acerca de la tcnica moderna.Enumeremos primero las
tesis. Pero en la explicacin de ellas no nos atendremos a este
orden, sino que las comentaremos partiendo de las relaciones que
guardan entre s en el conjunto que forman.La idea corriente de
tcnica viene a decir que,(1) La tcnica moderna es un medio ideado y
fabricado por el hombre, es decir, un instrumento para la
realizacin de fines que el hombre se propone, de objetivos de tipo
industrial en el sentido ms lato.(2) La tcnica moderna, en tanto
que tal instrumento, consiste en una aplicacin prctica de la
moderna ciencia de la naturaleza.(3) La tcnica industrial basada en
la ciencia moderna no es sino una esfera especial dentro del
contexto de la cultura moderna.(4) La tcnica moderna es resultado
de un desarrollo continuo y progresivamente ascendente de la vieja
tcnica artesanal conforme a las posibilidades ofrecidas por la
civilizacin moderna.(5) La tcnica moderna, en tanto que instrumento
humano tal como la hemos caracterizado, exige que tambin quede bajo
control humano, que el hombre quede a su altura y pueda dominarla
como con algo producido por l.Nadie puede discutir la correccin de
estas tesis sobre la tcnica moderna. Pues cada uno de estos
enunciados puede confirmarse recurriendo a hechos. Pero s cabe
preguntarse si tal correccin acierta con lo ms propio de la tcnica
moderna, es decir, con aquello que la define y determina de
antemano y de parte a parte. Lo propio de la tcnica moderna, y no
otra cosa es lo que andamos buscando, habr de permitirnos reconocer
en qu medida (es decir, si y cmo) guardan relacin entre s lo que
esas cinco tesis enuncian.Ciertamente, en las tesis aducidas
mustrase ya a la mirada atenta que las ideas corrientes acerca de
la tcnica moderna se agavillan en torno a un rasgo bsico. Ese rasgo
puede caracterizarse apelando a dos momentos que se remiten el uno
al otro:1. La tcnica moderna se considera, al igual que toda tcnica
anterior, algo humano, algo inventado, ejecutado, desarrollado,
dirigido y asegurado por el hombre para el hombre. Para confirmar a
la tcnica moderna este su carcter antropolgico, basta sealar que 2.
esa tcnica se funda en la moderna ciencia de la naturaleza. La
ciencia la entendemos como tarea y obra del hombre. En un sentido
ms amplio y comprensivo, lo mismo puede decirse de la cultura, no
consistiendo la tcnica sino en un mbito particular de ella. La
cultura a su vez tiene por meta el desarrollo y la proteccin de la
humanidad del hombre, de suhumanitas. Y es aqu donde tiene su campo
la muy debatida cuestin de si en general, y (si la respuesta es
afirmativa) en qu sentido, la formacin tcnica y, por tanto, la
tcnica misma, contribuyen en algo a la formacin y cultivo de
esahumanitas, o por el contrario, la ponen en peligro y la sumergen
en la confusin.Con la idea antropolgica de la tcnica viene puesto a
la vez el otro momento. Lo llamamos el momento instrumental. La
palabra latinainstruerequiere decir: acomodar las cosas unas en
otras y unas sobre otras, levantar, ordenar, disponer
adecuadamente. Elinstrumentumes el aparato y utensilio, medio con
que nos ayudamos y medio con que promovemos, medio en general. La
tcnica se considera algo que el hombre maneja, con lo que el hombre
anda arriba y abajo, de lo que el hombre hace uso, con la intencin
de obtener algn provecho. La idea instrumental de tcnica permite
abarcar y enjuiciar de forma unitaria y de un modo convincente la
historia de la tcnica considerndola en el conjunto de su evolucin.
Y conforme a esto, desde la perspectiva de la idea
antropolgicoinstrumental de la tcnica se puede afirmar con un
cierto derecho que entre el hacha de piedra y el producto ms
reciente de la tcnica, el telstar, no se da en el fondo ninguna
diferencia esencial. Ambos son instrumentos, medios fabricados para
determinados fines. El que el hacha de piedra sea un utensilio
primitivo y el telstar un aparato altamente complejo y sofisticado,
significa, ciertamente, una considerable diferencia gradual, pero
ello nada cambia en su carcter instrumental, es decir, en su
carcter tcnico. El primero, el hacha de piedra, sirve para cortar y
para desbastar cuerpos menos duros que encontramos en la
naturaleza. El segundo, el satlite televisivo, sirve como punto de
conexin para un intercambio transatlntico directo de programas de
televisin. Sin embargo, no faltar quin se apresure a decir que la
considerable diferencia entre ambos instrumentos apenas permite ya
seguir comparando ambos instrumentos entre s, a no ser que nos
contentemos con decir que ambos coinciden en su carcter
instrumental, concebido ste en trminos sumamente generales y vacos.
Pero con ello se est admitiendo que el carcter de lo instrumental
no basta para determinar lo propio de la tcnica moderna y de sus
productos. No obstante lo cual, la idea antropolgicoinstrumental de
tcnica resulta tan fcil de entender y, por eso mismo, tan tenaz,
que la innegable diversidad de ambos instrumentos se la explica
apelando al formidable progreso de la tcnica moderna. Pero la idea
antropolgicoinstrumental de tcnica no slo resulta dominante porque
sea la que empiece imponindosenos como obvia, sino tambin porque es
correcta en su mbito. Esa correccin se ve adems reforzada y
consolidada porque esa representacin antropolgica no slo determina
la interpretacin de la tcnica, sino que penetra tambin en todos los
mbitos como forma predominante de pensar. Tanto menos posible ser,
pues, objetar directamente algo contra la correccin de la idea
antropolgicoinstrumental de la tcnica. Y aunque se fuese el caso
[es decir, aunque directamente no fuese posible objetar mucho
contra ella MJR], con ello no habramos aclarado todava nada en lo
que respecta a nuestra pregunta por la tcnica. Pues lo correcto no
es an lo verdadero, es decir, aquello que nos muestra y que guarda
lo ms propio de una cosa.Ahora bien, cmo podremos lograr acceder a
lo ms propio de la tcnica moderna? Cmo podemos repensar
transmutndola la idea corriente que se tiene de la tcnica moderna?
Es claro que eso slo podremos lograrlo si desde aquello que hoyes,
logramos ponernos a la vista lo que llamamos tcnica moderna.Un
transmutar repensndola una idea tan decisiva desde la perspectiva
que hemos sealado, habr de contentarse, sin embargo, con quedarse
en una sospecha, en una suposicin; pero se trata de una sospecha,
barrunto o suposicin que, incluso como tal, representa un desafo a
la forma habitual de pensar.Para llegar a realizar tal propsito por
el camino adecuado es menester antes una breve reflexin sobre la
palabra tcnica. La forma predominante de pensar considera que la
reflexin sobre el trmino que nombra a una cosa, es algo puramente
externo y, por tanto, superfluo, lo cual, empero, no es razn
suficiente para tener en poco tal reflexin o incluso para
omitirla.La palabra tcnica deriva del griego technikn. Y technikn
significa lo perteneciente a la tchne. Esta palabra significa ya en
la lengua griega temprana lo mismo que epistme, es decir, estar al
frente de algo, gobernarlo, manejarlo, entenderlo. Tchne significa:
entenderse en algo, tener prctica en algo y, por cierto, en la
fabricacin de algo. Pero para entender cabalmente la tchne tal como
los griegos la piensan, lo mismo que para entender adecuadamente la
tcnica posterior y la tcnica moderna, todo depende de que pensemos
la palabra griega en su sentido griego y evitemos introducir en
ellas ideas posteriores y actuales. Tchne: el entenderse en, el
arreglrselas en, el tener prctica en el fabricar. Este
entenderseen, tenerprcticaen, es una especie de conocimiento, de
estarenalgo y de saber. El rasgo fundamental del conocimiento
radica segn la experiencia griega, en el abrir trayendo algo a luz,
en el hacer manifiesto aquello que est presente ahdelante. E
igualmente, el fabricar y el producir, entendido como lo entendan
los griegos, no significa tanto poner a punto, manipular y operar,
sino lo que nuestra palabra alemana herstellen [y el trmino latino
producere, MJR] literalmente dicen:pro-ducere,es decir, sacar y
traer a luz algo que antes no estaba ah como presente.Dicho de
forma breve y sumaria: tchne no es un concepto concerniente al
hacer, sino un concepto concerniente al saber. Tchne y, por tanto,
tcnica significan propiamente: que algo es trado a lo manifiesto, a
lo accesible, y al mbito de lo disponible, dejndolo en pie en
cuanto presente en el sitio que le toca. Pero en cuanto que en la
tcnica domina como rasgo bsico el saber, la tcnica ofrece por s
misma la posibilidad de (y la invitacin a) que ese saber que le es
propio cobre una configuracin y desarrollo asimismo propios, tan
pronto como se desarrolla y ofrece la ciencia que le es
correspondiente. Esto sucede, y en el decurso de toda la historia
humana slo sucede, dentro de la historia del occidente europeo, al
principio, o mejor dicho, como principio de aquella poca que
llamamos Edad Moderna.Por eso, reflexionamos ahora sobre la funcin
y el carcter de la ciencia moderna de la naturaleza dentro de la
tcnica moderna intentando poner ante nuestra vista lo propio de la
tcnica moderna desde aquello que hoyes. El otro fenmeno que salta a
la vista junto con el sobresaliente papel de la ciencia natural
moderna, es el incontenible dominio de la tcnica moderna.
Presumiblemente, ambos fenmenos van juntos porque tienen el mismo
origen.En el sentido de la idea antropolgicoinstrumental de la
tcnica moderna sta puede considerarse una aplicacin prctica de la
ciencia moderna de la naturaleza. Sin embargo, tanto por el lado de
los fsicos, como tambin por el lado de los tcnicos, se multiplican
las voces que tienen por insuficiente esa caracterizacin de la
tcnica moderna como ciencia aplicada de la naturaleza. En lugar de
eso se habla ahora de un mutuo apoyo en la relacin entre ciencia de
la naturaleza y tcnica (Heisenberg). Sobre todo la fsica nuclear se
ve llevada a una situacin que conduce a constataciones
desconcertantes como es, por ejemplo, que el dispositivo tcnico
empleado por el observador en el experimento codetermina qu resulta
accesible y qu no resulta accesible en el tomo, es decir, en los
fenmenos o manifestaciones de ste. Pero esto no quiere decir nada
menos que: la tcnica es codeterminante en el conocimiento. Y la
tcnica slo puede serlo si lo ms propio de ella es algo que tiene en
s carcter de conocimiento. Y sin embargo, no se suele llegar tan
lejos al pensar las cosas, sino que solemos contentarnos con la
constatacin de una relacin de reciprocidad entre la ciencia de la
naturaleza y la tcnica. Se les llama mellizas, con lo cual no se
est diciendo nada mientras no se piense ese su origen comn. Con la
referencia a esa relacin de reciprocidad de ambas quedamos,
ciertamente, ms cerca de la cosa, pero de suerte que es
precisamente entonces cuando sta se vuelve enigmtica y, por tanto,
digna de que nos preguntemos por ella. Una relacin de reciprocidad
entre ciencia natural y tcnica slo puede darse si ambas estn a un
mismo nivel, si ni la ciencia es slo el fundamento de la tcnica, ni
tampoco la tcnica es slo la aplicacin de la ciencia. El rojo y el
verde son iguales en cuanto que entre s concuerdan en lo tocante a
lo mismo, a saber, en que son genuinamente colores.Pero, qu es
entonces aquello en que la ciencia moderna de la naturaleza y la
tcnica moderna concuerdan siendo de esta forma lo mismo? Qu es lo
propio y genuino de ambas? Para traer y poner esto ante nuestra
vista, al menos de forma aproximada, es menester reflexionar sobre
lo nuevo de la ciencia moderna de la naturaleza. sta de forma ms o
menos consciente viene determinada por la siguiente pregunta que le
sirve de hilo conductor: cmo hay que proyectar de antemano la
naturaleza como mbito objetual [como mbito de conocimiento MJR]
para que los procesos naturales resulten de antemano susceptibles
de clculo? Esta pregunta encierra dos cosas: por un lado una
decisin acerca del carcter de la realidad de la naturaleza. Max
Planck, el fundador de la fsica cuntica, expres esta decisin con
una frase muy breve: Es real lo que puede medirse. Slo lo que de
antemano es susceptible de clculo y medicin, slo lo que ya de
entrada resulta abordable en trminos de clculo, puede considerarse
ente. Adems la pregunta rectora de la ciencia de la naturaleza
incluye el principio del primado del mtodo, es decir, del primado
del procedimiento sobre aquello que en tal proceder contra la
naturaleza, es decir, que en tal procedimiento, queda asegurado
como un objeto susceptible de determinarse y someterse a
comprobacin. Un rasgo caracterstico de este procedimiento es que en
la fsica terica el principio de no contradiccin de los enunciados y
la simetra de las ecuaciones se consideran de antemano
determinantes. Mediante la proyeccin matemtica de la naturaleza,
que la fsica terica efecta, y mediante una inquisicin experimental
adecuada a esa proyeccin, la naturaleza es desafiada a responder,
se le exige, por as decir, que d razn de s en determinados
aspectos. A la naturaleza se la pone por as decir en la perspectiva
de un haber de mostrarse en una objetualidad u objetividad
susceptible de clculo (Kant).Ahora bien, precisamente este disponer
y obligar a mostrarse por va de urgimiento y desafo es a la vez
rasgo bsico de la tcnica moderna. La tcnica moderna exige a la
naturaleza suministrar energa. Hay que hacer aflorar esa energa,
producirla, volverla disponible. Este sacar a la luz urgiendo,
desafiando y volviendo disponible, que domina a toda la tcnica
moderna, se despliega en diversas fases y formas relacionadas unas
con otras. La energa encerrada en la naturaleza se la hace salir a
la luz, lo as alumbrado es transformado, lo transformado reforzado,
lo reforzado almacenado, lo almacenado distribuido. Estas formas
conforme a las que nos aseguramos de la energa natural, son objeto
de regulacin y control, regulacin y control que a su vez hay que
asegurar y afianzar.Mediante lo dicho parece sugerirse por s sola
la idea de que la ciencia moderna de la naturaleza, la consideracin
y descripcin que hace de la naturaleza obligndola a mostrarse en su
objetualidad susceptible de clculo y medida, podra ser una
modalidad de la tcnica moderna. Entonces habra que invertir la
representacin que habitualmente nos hacemos de la relacin entre la
ciencia de la naturaleza y la tcnica: no es la ciencia de la
naturaleza la base de la tcnica sino la tcnica moderna la
caracterstica bsica y sustentadora de la ciencia moderna de la
naturaleza. Aun cuando tal inversin se acerca ms a la cosa, no
atina sin embargo con su ncleo. En lo que respecta a la relacin
entre ciencia moderna y tcnica moderna hay que tener presente que
lo ms propio de ambas, su origen comn, se oculta en aquello que
hemos llamado disponer y traer a la luz por va de urgir, obligar y
desafiar. Pero, qu queremos decir con esto, en qu consiste ello en
realidad? Manifiestamente, se trata de un hacer del hombre, de un
proceder del hombre contra la naturaleza por va de hacerse
representacin de cosas y de fabricar cosas. La interpretacin de la
tcnica moderna que ahora hemos obtenido no slo confirma la idea
antropolgica de la tcnica en el derecho que sta tiene, sino que la
refuerza. O es que lo que acabamos de sealar convierte en
enteramente cuestionable esa representacin? Habremos de posponer la
respuesta hasta tanto no hayamos pensado el otro fenmeno de la
tcnica moderna, a saber, loincontenible de su dominacin sin
lmites.Ya las llamadas que han venido producindose hasta hace bien
poco en el sentido de que hay que dominar el curso de la tcnica, de
que hay que ponerlo bajo control, testifican de forma bien clara
que lo que aqu se expresa es el temor de que en la tcnica moderna
pudiese hablar una pretensin cuya imposicin el hombre ni podra
contenerla ni mucho menos abarcarla en conjunto y dominarla. Pero
mientras tanto (y esto es sobre todo lo significativo) esas
llamadas enmudecen poco a poco; lo que de ningn modo quiere decir
que el hombre se haya hecho ahora con las riendas del curso de la
tcnica. Antes el silencio delata que el hombre, frente a la
pretensin de poder de la tcnica se ve empujado al desconcierto y a
la impotencia, es decir, a la necesidad de tener que aceptar y
afirmar, sea de forma expresa o inexpresa, lo incontenible de la
dominacin de la tcnica. Pero si en tal afirmacin o aceptacin de lo
ineludible uno se atiene enteramente al contenido de la habitual
representacin instrumental de la tcnica, entonces ello no puede
tener otra interpretacin que la siguiente: que se est asintiendo a
la dominacin ejercida por un proceso que se limita a suministrar
constantemente medios sin reparar en ningn momento en ninguna
posicin de fines.Pero mientras tanto hemos mostrado que la
representacin mediofin no atina con lo ms propio de la tcnica. Lo
ms propio de sta consiste en que en ella se expresa la pretensin de
desafiar a la naturaleza con vistas a la obtencin y aseguramiento
de energa natural. Esta pretensin es ms potente que toda finalidad
humana. Afirmarla no significa nada menos que reconocer un misterio
en el desarrollo y dominacin de aquello que hoy es; significa:
corresponder a una pretensin que queda ms all del hombre, de sus
afanes y de sus planes. Lo ms propio de la tcnica moderna no es
algo meramente hecho por el hombre ni que est en poder del hombre.
El propio hombre actual se ve l mismo provocado y desafiado por la
pretensin de provocar y desafiar a la naturaleza a que le
suministre energa. El hombre mismo se ve obligado, se ve solicitado
a corresponder a la mencionada pretensin.Nos acercamos ms al
misterio de aquello que en nuestro mundo determinado por la tcnica
hoyesen verdad, cuando simplemente reconocemos la exigencia y
pretensin que en lo propio de la tcnica moderna vienen dirigidas al
hombre de provocar y desafiar a la naturaleza para que le
suministre energa, en lugar de escurrir el bulto ante esa exigencia
y pretensin mediante impotentes determinaciones de fines, tendentes
slo a la salvaguarda de nuestrahumanitas.Y bien, qu es lo que tiene
que ver todo esto con el lenguaje? En qu medida es menester hablar
del lenguaje del tcnico, es decir, de un lenguaje tcnico
determinado por lo ms propio de la tcnica? Qu es el lenguaje para
que de una forma especial quede expuesto a la pretensin de
dominacin de la tcnica?El LenguajeDesde antiguo se viene enseando
que el hombre, a diferencia de la planta y del animal, es el ser
capaz de hablar. Esta frase no solamente quiere decir que el hombre
junto a otras facultades, posea tambin la de hablar. La frase
quiere decir: es el lenguaje el que capacita al hombre para ser
precisamente ese ser vivo que el hombre es como hombre. El hombre
es hombre como hablante, o mejor, como el hablante. Pero, quin o qu
es el hombre? Y, qu quiere decir hablar? Basta simplemente
mencionar estas dos preguntas para reconocer que aqu se nos abre
una inabarcable pltora de cosas susceptibles de preguntarse. Pero
ms inquietante an que toda esa cantidad de cosas es la
circunstancia de que de entrada se echa en falta un hilo conductor
fiable, siguiendo al cual las mencionadas preguntas se volviesen
susceptibles de un desarrollo acomodado a lo que contienen. Por
tanto, tambin en el caso del lenguaje, lo mismo que en el de la
tcnica, vamos a empezar por las ideas habituales.Hablar es: 1) una
capacidad, actividad y obra del hombre.Y es: 2) el empleo de los
instrumentos de la fonacin y del odo.Hablar es: 3) expresar y
participar uno los movimientos de su mente dirigidos por
pensamientos, con el fin de entenderse con los dems.Hablar es: 4)
la representacin y exposicin de lo real y de lo irreal.Estas cuatro
caracterizaciones del lenguaje, que consideradas en s mismas
resultan todava ambiguas, las asent despus Wilhelm v. Humboldt
sobre una base ms slida, definiendo as de forma mucho ms
comprensiva de qu se trata en el lenguaje. Baste aducir una nica
cita de sus consideraciones sobre el lenguaje:Cuando en el alma
despierta verdaderamente el sentimiento de que el lenguaje no es
solamente un medio de intercambio para el entendimiento mutuo, sino
que es un verdadero mundo, que el espritu, mediante el trabajo
interior de su fuerza, no tiene ms remedio que poner entre s y los
objetos, entonces es cuando el alma est en el verdadero camino de
descubrir cada vez ms en l (en el lenguaje como mundo) y de poner
cada vez ms en l.[4]Esta cita de Humboldt contiene una afirmacin
positiva y otra negativa. La positiva dice: toda lengua es una
manera de ver el mundo, a saber, la manera que tiene de ver el
mundo el pueblo que habla esa lengua. El lenguaje es el mundo
intermedio entre el espritu del hombre y los objetos. El lenguaje
es expresin de ese entre de sujeto y objeto. Slo recientemente se
ha vuelto efectiva dentro de la lingstica y la teora literaria esta
decisiva idea de Humboldt acerca del lenguaje. Me remito a los
estudios de Leo Weisgerber y de su escuela, al igual que al
importante libro del que fue ministro de educacin Gerhard Storz
Sprache und Dichtung (1957).[5]La afirmacin negativa en la cita de
Wilhelm v. Humboldt acenta que el lenguaje no es un simple medio de
intercambio y de entendimiento. Ahora bien, precisamente esta
manera habitual de ver el lenguaje experimenta mediante la
dominacin de la tcnica moderna no slo una nueva revitalizacin, sino
tambin una consolidacin y auge unilateral, que la ha llevado hasta
el extremo. Esa idea se condensa hoy en la frase: el lenguaje es
informacin.Pues bien, cabra pensar que la interpretacin tcnica del
lenguaje como medio de comunicacin y de transmisin de informacin
puede considerarse natural y obvia habida cuenta de que la tcnica
se entiende a s misma como medio y de que, por tanto, tiene que
representarse todo conforme a ese aspecto. Pero a la luz de lo que
hemos logrado poner en claro hasta aqu acerca de lo propio de la
tcnica y del lenguaje, esta explicacin se queda en la superficie.
En vez de eso hemos de preguntarnos: en qu medida en esta
redefinicin o reacuacin por la que el lenguaje queda convertido en
pura informacin se expresa tambin, o se expresa sealadamente, lo
propio de la tcnica moderna, a saber, que esa tcnica desafa y
provoca al hombre a poner a punto y asegurar energa natural, es
decir, lo pone a ello? Y en qu medida es el propio lenguaje quien
ofrece la superficie de ataque para, y la posibilidad de, esa
reacuacin del lenguaje por la que ste queda convertido en lenguaje
tcnico, es decir, en informacin?Para dar siquiera un bosquejo de
respuesta a esta cuestin, son menester dos cosas: primero es
preciso determinar suficientemente lo propio del lenguaje, es
decir, aquello que el hablar del hombre propiamente es. Segundo,
hay que delimitar con suficiente exactitud qu quiere decir
informacin en sentido estrictamente tcnico.Aun cuando la
interpretacin que Wilhelm v. Humboldt hace del lenguaje como una
visin del mundo aporta una fructfera idea, esa idea deja empero
indeterminado qu es lo propio del lenguaje, qu es el hablar mismo.
Por razones cuya discusin hemos de omitir aqu Wilhelm v. Humboldt
se queda en una caracterizacin del lenguaje como expresin, es
decir, como expresin de algo interior, esto es, de la mente o del
nimo, mediante algo externo (mediante la fonacin y la
escritura).Pero hablar es propiamente decir. Alguien habla sin
parar y su hablar no dice nada. En cambio, un silencio puede ser
muy elocuente. Pero, qu significa decir? Lo averiguamos y hacemos
experiencia de ello cuando prestamos atencin a lo que nuestra
propia lengua nos da a pensar con esa palabra ... Decir trae su
origen de deik, que vale tanto como mostrar. Y qu significa
mostrar? Significa: hacer ver o hacer escuchar algo, hacer que algo
se deje ver, se ofrezca a la vista, aparezca. Lo no dicho es lo
todava no mostrado, lo que todava no ha llegado a aparecer.
Mediante el decir viene a aparecer lo presente, en su que es
presente y en su modo de serlo; pero en el decir viene tambin a
aparecer lo ausente como ausente. Ahora bien, el hombre slo puede
decir, esto es, mostrar, esto es, dejar aparecer, aquello que se
muestra a s mismo, que se muestra desde s, se descubre, se da ello
solo a decir.Pues bien, el decir en tanto que mostrar, podemos
tambin representrnoslo y efectuarlo de modo que mostrar slo
signifique: producir signos, hacer seales,Zeichen geben. El signo
se convierte entonces en aviso y noticia de algo que en s mismo no
se muestra. Un ruido que suena, una luz que se enciende un
instante, no son, tomados en s mismos, signo alguno. Slo se los
produce y emplea como signos cuando antes se ha convenido, es
decir, se ha dicho qu es lo que han de significar. Pensemos en los
signos del alfabeto Morse, que se limitan a punto y raya, cuyo
nmero y disposicin queda en correspondencia con los signos fnicos
que utilizamos al hablar. El signo individual slo puede constar en
cada caso de una de dos formas, el punto o la raya. Tiene lugar,
por tanto, una reduccin de la secuencia de signos a una secuencia
de decisiones si/no, para cuya obtencin se emplean mquinas, cuyas
secuencias de corriente y golpes de corriente reproducen el esquema
de la previa asignacin abstracta de signos suministrando los
correspondientes mensajes. Pero para que sea posible tal tipo de
transmisin de mensajes y noticias, cada signo tiene que venir
unvocamente definido; e igualmente, cada una de sus combinaciones
tiene que significar unvocamente un determinado enunciado. El nico
carcter del lenguaje, que permanece en este lenguaje reducido a
informacin, es la forma abstracta de la escritura, que queda aqu
retraducida a las frmulas de un clculo lgico. La univocidad de los
signos y frmulas, que en tal clculo necesariamente se exige,
asegura la posibilidad de una comunicacin segura y rpida.En los
principios tecnocalculadores de esta transformacin del lenguaje por
la que el lenguaje como decir queda convertido en lenguaje como un
notificar por va de tal produccin formal de signos, descansa la
estructura y modo de operar de los grandes ordenadores y de los
grandes centros de clculo. Lo decisivo para nuestra meditacin y
reconsideracin radica en que son las posibilidades tcnicas de la
mquina las que prescriben cmo el lenguaje puede y debe ser todava
lenguaje. Forma y carcter del lenguaje se determinan conforme a las
posibilidades tcnicas de la produccin formal de signos, la cual
efecta con la mayor celeridad posible una secuencia de continuas
decisiones si/no. Qu programas se dan a la calculadora, con qu
programas, como suele decirse, se la alimenta, es cosa que depende
de la estructura y capacidad de rendimiento de la mquina. La forma
del lenguaje viene determinada por la tcnica. Pero, no es verdad
tambin lo inverso?, no se orienta la estructura de la mquina por
tareas lingsticas, como es, por ejemplo, la tarea de traducir? Pero
aun as las tareas lingsticas vendran de antemano y por principio
ligadas a la mquina, que en todas partes exige la univocidad de los
signos y de las secuencias de signos. De ah que por principio una
poesa sea algo que no puede programarse.Con la incondicional
dominacin de la tcnica moderna se acrecienta el poder (tanto en
orden a pretensin como en orden a resultados) del lenguaje tcnico
enderezado a la mayor amplitud posible de la informacin. Y porque
el lenguaje tcnico discurre en sistemas formalizados de toma de
contacto y produccin de signos en el sentido indicado, el lenguaje
tcnico es el ataque ms agudo y amenazador contra lo propio del
lenguaje: contra el decir, mostrar y hacer aparecer lo presente y
lo ausente, lo real en el sentido ms lato.Pero en cuanto que la
relacin del hombre, tanto con el ente que lo envuelve y sustenta,
como tambin con el ente que l mismo es, descansa en el dejar
aparecer, en el decir con fonacin o sin ella, la agresin del
lenguaje tcnico a lo propio del lenguaje representa a la vez una
amenaza para el ser ms propio del hombre.Pero si en el sentido de
la dominacin de la tcnica, una dominacin que todo lo determina, se
considera la informacin como forma suprema del lenguaje a causa de
la univocidad, de la seguridad y de la celeridad del suministro de
noticias e instrucciones, ello ha de tener tambin por consecuencia
una correspondiente concepcin de ser del hombre y de la vida
humana. As, leemos en Norbert Wiener, uno de los fundadores de la
ciberntica, es decir, de la disciplina de la tcnica moderna, que ms
lejos va: Ver todo el mundo e impartir ordenes a todo el mundo, es
casi lo mismo que estar en todas partes (Mensch und
Menschmaschine[6], pg. 95). Y en otro lugar: Vivir activamente,
vida activa, significa vivir con la informacin adecuada (loc. cit.,
pg. 114).En la perspectiva de la idea que la teora de la informacin
proyecta acerca del lenguaje y acerca del hombre, una actividad
como es el aprendizaje no tiene ms remedio que ser interpretada
tambin tcnicamente. Y as, escribe Nobert Wiener: Aprender es
esencialmente una forma de conexin retroalimentativa, en la que el
esquema comportamental queda modificado por la experiencia que se
ha producido (loc. cit., pg. 63). La retroalimentacin es ... una
caracterstica muy general de las formas de comportamiento (ibid.)
La retroalimentacin es el control y regulacin de un sistema
mediante la reintroduccin de los resultados de su trabajo en el
sistema mismo (loc. cit., pg. 65).El proceso tcnico en que tal
conexin retroalimentativa consiste, proceso que viene caracterizado
por el ciclo mediante el que la mquina se autorregula y se controla
a s misma, es algo que una mquina puede efectuar tan bien como (si
no de forma tcnicamente superior a) el sistema de avisos y seales
que es el lenguaje humano. Por eso el ltimo paso, si es que no es
ya el primero, de todas las teoras tcnicas del lenguaje es explicar
que el lenguaje no es una propiedad exclusivamente reservada al
hombre, sino una propiedad que el hombre comparte en cierto grado
con las mquinas por l desarrolladas (Wiener, loc. cit., pg. 78).
Tal afirmacin slo es posible bajo el presupuesto de que lo propio
del lenguaje queda reducido al simple dar seal, a avisar, y de que,
por tanto, lo propio del lenguaje experimenta aqu una atrofia.Sin
embargo, tambin esta idea de lenguaje articulada en trminos de
teora de la informacin choca necesariamente con un lmite. Pues toda
tentativa de hacer unvoca una parte del lenguaje (formalizndola en
un sistema de signos) presupone ya el uso de lenguaje natural,
tambin en su aspecto de no unvoco (C. Fr. v. Weizscker, Sprache als
Information, el lenguaje como informacin)[7]. Siempre se sigue
manteniendo el lenguaje natural, es decir, el lenguaje no
construido tcnicamente ni dispuesto para necesidades tcnicas, y
ello, por as decir, a espaldas de todas las transformaciones
tcnicas que quepa hacer en el lenguaje, que quepa introducir en
l.Lo que aqu se llama lenguaje natural (el lenguaje corriente no
tecnificado), es lo que en el ttulo de esta conferencia hemos
llamado lenguaje recibido, lenguaje tradicional. Tradicin no es
simple transmisin, es la conservacin de lo primero y (digamos)
principal (de loAnfngliches), la custodia y guarda de nuevas
posibilidades del lenguaje ya hablado. ste contiene l mismo lo
inhablado y hace donacin de ello. La tradicin del lenguaje, as
entendida, es efectuada por el lenguaje mismo y, por cierto, de
modo que el hombre es empleado para decir de nuevo el mundo desde
el lenguaje as mantenido, haciendo de este modo que salga a la luz,
que salga a brillar y verse lo todava no visto. se es el oficio del
poeta.El ttulo de la conferencia Lenguaje tradicional y lenguaje
tcnico no se refiere, pues, slo a una contraposicin. Tras el ttulo
de la conferencia se encierra la referencia a un peligro que
aumenta constantemente y que amenaza al hombre en lo ms ntimo de su
ser, a saber, en su relacin con el todo de aquello que fue, que est
por venir, queespresente. Lo que a primera vista parece una
diferencia entre dos tipos de lenguaje, revlase como un acontecer
que reina sobre el hombre marcndole el rumbo, y que afecta y sacude
nada menos que a la relacin del hombre con el mundo. Se trata de
una vida del mundo cuyos latidos el hombre actual apenas atiende
porque continuamente se ve cubierto y abrumado y desbordado por las
nuevas informaciones que le llegan.Por ello, habra que considerar
si la enseanza de la lengua materna, en vista de los poderes de la
edad industrial, no es algo completamente distinto de slo un
elemento formativo de tipo general frente a la formacin
especializada. Habra que pensar si esta enseanza del lenguaje, en
lugar de formacin, no habra de ser ms bien un apercibimiento, una
advertencia, un reparar en el peligro que amenaza al lenguaje, lo
cual quiere decir: a la relacin del hombre con el lenguaje, pero a
la vez un recordatorio de lo salvador que se encierra en el
misterio del lenguaje en cuanto que el lenguaje nos pone tambin
siempre en la proximidad de lo no dicho y de lo inefable.-
Traduccin: Manuel Jimnez Redondo, Universidad de
Valencia.-FINMartin Heidegger
[1]Fue una conferencia pronunciada por Heidegger el 18 de Julio
de 1962 en un curso de reciclaje para profesores de ciencias en
Escuelas de Formacin Profesional, organizado por la academia
Comburg para formacin del profesorado; la pronunci a instancias de
un hijo suyo que era jefe de estudios en una escuela de formacin
profesional[2]David Riesmann,The Lonely Crowd, New Haven, Yale
University Press, 1950.[3]DschuangDs,El verdadero libro del pas de
las flores del sur, traducido al alemn por Richard Wilhelm, Jena
1923, pg. 7. Cfr. pgs. 33 ss.[4]Wilhelm von Humboldt,ber die
Verschiedenheit des menschlichen Sprachbaues und ihren Einflu auf
die geistige Entwicklung des Menschengeschlechtes, Berln
1836.[5]Gerhard Storz,Sprache und Dichtung, Munich 1957.[6]Norbert
Wiener,Mensch und Menschmaschine, Francfort 1952.[7]Carl Friedrich
von Weizscker, "Sprache als Information", en:Die Sprache, quinto
nmero del anuarioGestalt und Gedanke, Munich 1959, pg. 70.ESTE ES
EL MTODO HEIDEGGERIANO
Y ESTA ES LA NICA CERTEZA QUE LA FILOSOFA Y Heidegger
ACEPTAN
Concepcin instrumentalista
Este es otro mtodo de Heidegger, ver si la esencia del fenmeno
puede subsumir las caracterizaciones habituales.
La tcnica es algo humano. Tiene carcter antropolgico.
Concepcin instrumental. Tcnica como instrumento.
Alto chorro Parente.
Problema de la filosofa: ya no reflexiona sobre el contenido de
lo que dice y por lo tanto su discurso es vaco. Por eso no interesa
a nadie.
Este es el destino ontolgico: la caracterizacin
antropolgico-instrumental de la tcnica deriva de la caracterizacin
sujeto-objeto de la realidad.
Ac retoma la cuestin.
Tcnica como modo de desocultamiento