Hay una mujer.. Se llama Srta. Moore. Ella es maestra.

Hay una mujer.

Se llama Srta. Moore.

Ella es maestra.

Srta. Moore enseña el español a Richards.

Ella tiene muchos estudiantes.

Tiene ciento treinta y uno estudiantes.

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Ellos son muy inteligentes y amables.

Sus estudiantes prepararon unas tapas sabrosas para una fiesta en

su clase hace dos semanas.

Srta. Moore quiere hacer algo muy especial para sus estudiantes...una

sorpresa…

Ella quiere preparar unas galletas.

Srta. Moore no quiere preparar unas galletas de chocolate.

A Srta. Moore no le gusta el chocolate.

Tampoco quiere preparar unas galletas de mantequilla de maní.

A ella no le gusta la mantequilla de maní.

Ella quiere preparar unas galletas de pescado.

¡Qué sabroso!

Para hacer las galletas de pescado, Srta. Moore tiene que comprar

muchos ingredientes.

La receta dice que necesita harina,

huevos,

azúcar,

mantequilla,

leche,

y por supuesto, pescado.

Vamos a escuchar a un cuento de su viaje al mercado:

Srta. Moore fue al supermercado ayer.

Ella fue con su amiga, Marcela.

Ellas fueron a Jewel-Osco.

Fueron a las dos de la tarde.

Viajaron en carro.

Ellas caminaron mucho en el supermercado para encontrar

todos los ingredientes de la receta.

Pero, había un problema.

No encontraron el pescado fresco.

¡Qué lástima!

Entonces, Srta. Moore compró harina,

una docena de huevos,

doscientos gramos de azúcar,

un litro de leche,

y mantequilla.

Costó mucho. Los ingredientes fueron caros.

Después de comprar casi todos los ingredientes, fueron al mercado.

Ellas buscaron el pescado,

pero había un problema.

Solamente encontraron el puerco.

Srta. Moore le preguntó a la dependienta:

?

¿Dónde puedo encontrar pescado?

La dependienta gritó:

¡Aquí está!

Ella se lo mostró a Srta. Moore

¡Qué suerte!

Srta. Moore le preguntó:

¿A cuánto está?

Srta. Moore y Marcela pagaron solamente veinte euros.

Los precios del mercado son mejores que los precios en el

supermercado.

Ellas regresaron a casa a las cuatro.

Prepararon las galletas.

Srta. Moore cocinó las galletas en el horno.

Después de cocinar las galletas, ellas las probaron.

¡Fueron muy sabrosas!