Top Banner
Hacia una nueva revolución Los amigos de Durruti 1938
56

Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Jun 09, 2020

Download

Documents

dariahiddleston
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Hacia una nuevarevolución

Los amigos de Durruti

1938

Page 2: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Índice general

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Preliminares de la revolución española . . . . 419 de julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133 de mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26La independencia de España . . . . . . . . . 34El colaboracionismo y la lucha de clases . . . 39Nuestra posición . . . . . . . . . . . . . . . . 42Nuestro programa . . . . . . . . . . . . . . . 49Hacia una nueva revolución . . . . . . . . . . 53

2

Page 3: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Prólogo

La publicación de este folleto responde a una necesi-dad. A través del mismo encontraréis plasmado nues-tro pensamiento. Saludamos con emoción y con cariño,a los camaradas del frente y a los camaradas que yacentras rejas. Salud, camaradas.

3

Page 4: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Preliminares de la revolución española

La rotación política que se ha caracterizado en Es-paña por el clásico turno en el poder, de los consti-tucionalistas y los absolutistas, y que ha constituidoel engranaje de la cosa oficial, se quebró de un modofulminante con el golpe de Estado que dio en la capi-tal catalana —en el año 1923— un general borrachín ypendenciero.

La dictadura de Primo de Rivera es la resultante dela desastrosa actuación de una política que se ha desen-vuelto entre despilfarros, monopolios, gajes burocráti-cos, primas, concesiones y un cúmulo de pingües nego-cios que se han realizado siempre con el favor oficial.

La reacción de la militarada del año 1923 es una ex-presión exacta de una de las causas que han empobreci-do a nuestro país y que han absorbido, casi por entero,el presupuesto nacional.

El poderío colonial de España dio vida a una taifade aventureros, de mercenarios, de políticos profesio-nales y a una cohorte de tratantes de carne barata.

Mientras que la burocracia del sable y los caballerosde industria tuvieron un mercado abundante en las po-sesiones de ultramar para robar y saquear, la Españaoficial pudo ir navegando con rumbo más o menos in-

4

Page 5: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

cierto. Pero el desastre colonial llevó aparejado el hun-dimiento de este tinglado que manejaba una minoríasin escrúpulos y sin entrañas. A fines del siglo XIX losmilitares se quedan sin la presa codiciada. Han de re-gresar a la península con los entorchados anegados ensangre y con la afrenta de unos entes inservibles ni enel propio terreno de las armas.

Desde este momento se plantea un problema difícilpara el pueblo español. Miles de paniaguados, de unrey sifilítico vienen a devorar a los naturales del país,puesto que se les había acabado la posibilidad de se-guir esquilmando a los pobladores de las colonias quemaldecían a la España representada por los ladrones yasesinos de fajín y de bocamangas.

El erario público necesitaba un desahogo inmedia-to. El acta de Algeciras permite asaltar el perímetrode Marruecos. Las minas del Riff que codiciaba el ex-conde de Romanones se convierten en una ventosa queaspira la sangre y el dinero del pueblo español.

La aventura de Marruecos ha costado al tesoro na-cional la cifra de 1.000.000.000 de pesetas y miles devidas ofrecidas en holocausto del grupo financiero querepresentaba el ex-conde de Romanones.

La tragedia del Barranco del Lobo y la de Annualconstituyen las fases más salientes de este matadero

5

Page 6: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

español que ha girado en torno de las minas de hierrosituadas en la cabila de Beni-Bu-Ifrar cerca del monteAf-Laten.

Los militares han sido la eterna pesadilla del pue-blo laborioso. De infausta memoria anotamos las Jun-tas de Defensa. El inspirador de las mismas —coronelMárquez— trató de infundirles un espíritu liberal pe-ro el favor palatino y las intrigas de La Cierva, pesa-ron mucho más que la supuesta buena voluntad de uncoronel que se vio perseguido y encarcelado en Mont-juich.

El general Primo de Rivera encarnó todo el pasadoque estamos narrando. Del brazo de López Ochoa ycon la complacencia de la burguesía, de los latifundis-tas, del clero, de las finanzas, encaramó la espada enlas alturas del Poder.

Se ha señalado textualmente que el ex-Capitán Ge-neral de Cataluña salía a la palestra a cancelar el ex-pediente Picasso —en el que estaban complicados enprimer término Alfonso XIII y su testaferro el GeneralSilvestre. Es indudable que esta versión no es infun-dada; pero lo que precipitó el golpe militarista fue sinningún género de dudas el malestar que se manifes-taba en el seno de la clase trabajadora que, harta deatropellos y latrocinios, se disponía a barrer del suelo

6

Page 7: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

español a los causantes de su infortunio. La burgue-sía financiera e industrial puso todos sus recursos enla tramoya militar. Restringieron los créditos, sabotea-ron la economía, implantaron el lock-out, provocaronhuelgas. Los burgueses catalanes recibieron con gran-des muestras de júbilo la polacada de los militares.

La etapa de Primo de Rivera se ha de catalogar comoun ensayo de la clase dominante para eludir el zarpazode la clase trabajadora que en las etapas venideras seproduce con trazos más categóricos. Su gestión fue larepetición corregida y aumentada de las épocas preté-ritas, con la idéntica corrupción de costumbres y con laeterna desvergüenza que ha matizado, en toda época,el cadáver de la España castiza y harapienta. Al generalmujeriego, le sucede Berenguer al que reemplaza mástarde Aznar. Y como colofón, es el conde de Romano-nes —agente del intelligence service— quien realiza eltraspaso de lamonarquía a su antiguo secretario, a donNiceto Alcalá Zamora, que de consuno con el hijo deMaura y ayudado por unmédico palaciego —Marañón,del intelligence service—, sentaron los pilares de unaRepública que forzosamente había de culminar en lahediondez más espantosa.

Nace la República completamente yugulada de sa-bor popular. En lugar de unas directrices sociales, for-

7

Page 8: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

jadas en el fragor del arroyo, prevalecen las mismas ta-ras de las etapas borbónicas. El Poder lo detentan lospolíticos que en los periodos monárquicos sirvieron asu amo. Alcalá Zamora era un monárquico recalcitran-te, representante del clero y de los latifundistas. Azañaperteneció al partido de Melquíades Alvarez; MiguelMaura, otro realista; Alejandro Lerroux un deshonra-do…

La desolada España seguía la senda de las traiciones,de los conciliábulos inconfesables. La comedia de abrilhabía de costar raudales de sangre.

La República abrileña iba a dar resultados catastró-ficos. A los pocos días se producían acontecimientos.El vástago del asesino de Ferrer, el autor de 108 muer-tos, el ministro que dio la orden de disparar sin previoaviso, convirtió nuestro suelo en una hilera de crucesfunerarias.

Al percatarse las masas obreras que sus reivindica-ciones eran vilmente burladas, se revolvió airadamen-te contra la misse en scène de abril. Miguel Maura mo-vilizó las fuerzas armadas de la flamante República pa-ra asesinar y diezmar a los trabajadores. Pasajes, Ar-nedo, Castilblanco, Sevilla, Cataluña… cataloga la na-turaleza de una República que despide al soberano conguante blanco y lo convoya en un buque de la escua-

8

Page 9: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

dra. Y la familia de Alfonso XIII encaja los apretonesde manos del general Sanjurjo que en agosto de 1932 yen julio de 1936 asestaba duras arremetidas contra unpueblo que fue juguete inconsciente de los políticosque concedieron carta blanca al general asesino y deabolengo realista. Y en la estación del Escorial el con-de de Romanones decía muy quedamente a la ex-reina:Hasta muy pronto.

Discurrió la República por constantes fluctuaciones.En las Cortes Constituyentes no se dio solución a nin-gún problema.

El problema militar que sólo podía resolverse conpiquetes de ejecución, se trocó en una farsa. Azañaconcedió a los militares el retiro con unas condicionestan excepcionales que tuvo la virtud de gravar enor-memente las clases pasivas y entregó los cuartos debanderas a la oficialidad monárquica.

El problema religioso también fue soslayado. De-bía expropiarse sin indemnización alguna a la Iglesia,amén de la supresión de la partida de cultos y clero, delpresupuesto nacional. No se hizo así. Se legalizaron lasórdenes religiosas dando carta de ciudadanía a las mes-nadas que se cobijaban en las 300 órdenes religiosas yen los 10.000 conventos. No se quiso librar al puebloespañol de la carcoma que ha corroído durante largos

9

Page 10: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

siglos el alma peninsular. Hizo más el gobierno Mendi-zábal que la República nacida con una experiencia decien años. Y no se arrancaron los 5.000.000.000 de pese-tas que tenían incrustadas los jesuitas en la economíanacional.

La cuestión financiera tampoco fue resuelta. Se reco-nocieron las deudas y los despilfarros de la Monarquía.Se hipertrofió el presupuesto. Se aumentaron las clasespasivas y creció grandemente la burocracia. La deudapública que en 1814 ascendía a 3.000.000.000 de pese-tas, aumentada vertiginosamente con los desastres co-loniales y de Marruecos —conociendo un ligero desin-flamiento en la época de Villaverde— llega al periodoabrileño con la cifra astronómica de 22.000.000.000.

El 14 de abril protege a los rentistas y grava al consu-midor. El impuesto sobre la renta fue algo truculento.Se hizo una política netamente burguesa a pesar de es-tar los socialistas en los escaños y en el Poder. Y losmonopolios siguieron a la orden del día, continuandoen sus reales el contrabandista March que se dio el gus-tazo de fugarse de la cárcel cuando a él se le antojó.

La cuestión de los Estatutos tampoco dio un resul-tado satisfactorio. En uno de los artículos de la Cartaconstitucional se habla de una República federal o fe-

10

Page 11: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

derativa pero, en resumen de cuentas, se mantuvo elcentralismo.

La cuestión agraria resultó un escarnio. El Institu-to de la Reforma Agraria fue un vivero de enchufistas.Habían de asentarse 5.000 campesinos por año. Nece-sitaban tierra 5.000.000. Al cabo de mil años se hubieraterminado tan jocosa y sangrante reforma.

En las cuestiones de trabajo se armó un galimatíashorrendo. El control obrero consistió en una serie dedelegaciones que se las repartían las amistades y losincondicionales.

El problema de una España colonizada se planteócon el pleito de la Telefónica. A pesar de las bravatasde Prieto, a pesar de que en una conferencia celebradaen el Ateneo de Madrid se motejó de leonino el con-trato de la Telefónica —por el orondo líder socialista—y en contra de estas manifestaciones se optó por ame-trallar a los obreros de la Telefónica cuando salieron ala calle pidiendo un justo aumento de salarios y comocontraste se apuntaló al capital norteamericano.

Dos bienios hemos vivido. El rojo y el negro. En losdos, la clase obrera fue perseguida a mansalva.

Los socialistas actuaron de lacayos del capitalismo.Las leyes de defensa de la República, de Orden Públi-co, del 8 de abril son de un carácter ampliamente re-

11

Page 12: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

presivo. Las derechas se sirvieron a placer de ellas. Lareacción obrera se manifestó en la quema de conven-tos, en los sucesos de Barcelona, en Figols, en el 8 deenero, en el 5 de diciembre. Las deportaciones a Bata ya Villa Cisneros adelantan la entrega infamante de laRepública a los enemigos seculares del proletariado.

Los dos bienios fueron funestos. La social democra-cia es responsable de que las derechas hayan vuelto aprevalecer. Y son los culpables de que la revolución nohaya podido evitar la intervención extranjera, pues enabril de 1931 el fascio italiano aún no se había libradode la espina de Adua y los hitlerianos tampoco habíanlogrado estructurar el Estado totalitario y nacionalis-ta. Las circunstancias eran favorables. Pero la traiciónde los socialistas y el reformismo de Pestaña y adláte-res, impidió llevar a la cima lo que más tarde va a sermucho más costoso.

De esta amalgama de situaciones más o menos dis-pares, amaneció octubre.

En Asturias se vivió el prólogo de julio. Se luchó condenuedo y con bravura. En Cataluña, Dencás se encar-ga de alejar la clase trabajadora de aquel movimientoque podía ser decisivo.

En octubre, los socialistas pretendían solamenteamedrentar a Alcalá Zamora para que no entregase el

12

Page 13: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

poder a las derechas, como así lo habían intentado enlas huelgas precedentes. De haber deseado la revolu-ción hubieran aprovechado el levantamiento campe-sino de junio de 1934 o bien lo hubiesen aplazado paraligar la ciudad con el campo. Pero los socialistas fuerondesbordados por la clase trabajadora.

Dos años duró el Gobierno Lerroux-Gil Robles.Años negros, de represión, de encarcelamientos. Cul-mina en febrero con las elecciones pro-presos quedesemboca en las jornadas de julio.

19 de julio

La tragedia de España no tiene límites. Es inútil quelas plumas más vibrantes pretendan diseñar el dolorde este pueblo que lleva grabados en sus cuerpos y ensus mentes los horrores de un pasado y de un presente.

No podrán nuestros escritores reflejar con exactitudel calvario de esta raza que parece talmente que hayanacido para sufrir.

Este cuadro de dolor, este aguafuerte español hallasu máxima algidez en febrero de 1936. En esta fecha,el suelo español era un inmenso presidio. Miles de tra-bajadores yacían tras rejas.

13

Page 14: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Nos hallamos en las puertas de julio. Es necesariorecordar los acontecimientos que constituyeron la an-tesala del levantamiento militar.

La política del bienio negro estaba en quiebra. GilRobles no había satisfecho las apetencias de sus acóli-tos. Una pugna había aflorado entre Alcalá Zamora yel jefe de Acción Popular. El jesuitismo respaldaba alPresidente de la República. Era su nuevo candidato; noen balde había levantado bandera en pro de la reformaconstitucional y en pro de la religión. La vida de lasCortes era incierta. Los radicales estaban divorciadosdel bloque de las derechas, pues se sentían alejados delpesebre nacional. Las sesiones tumultuosas matizabanla jarana de una política baja, repugnante y criminal.

El proletariado empezaba amanifestarse de la formaque estaba más a su alcance. Los mítines monstruososcelebrados en el Stadium de Madrid, en Baracaldo yen Valencia, congregaron inmensas multitudes. Es delamentar que aquellas demostraciones de tesón y derebeldía sirviesen a la postre para revalorizar a una fi-gura vetusta y reaccionaria como en el caso presentede Azaña. Y el error se paga más tarde con creces. Al-calá Zamora se cree árbitro de la situación. Disuelvelas Cortes. Sus testaferros son Franco, Goded, Cabane-llas,Queipo de Llano, Mola. Elige para la consumación

14

Page 15: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

de sus planes a un bandolero de las finanzas, PortelaValladares.

Los resortes estatales le faltan al cacique gallego. Apesar de los pucherazos electorales y del encasillado degobernación, el resultado de las elecciones de febrerono satisfacen las ansias de la Santa Sede.

Alcalá Zamora viendo frustradas sus combinacio-nes, brinda a Portela la declaración del estado de gue-rra. Portela no se atreve. Se da cuenta de que el puebloespañol está en la calle. Aconseja la entrada de Azaña.Y acierta. El político del bienio rojo será un sedantemo-mentáneo. Es lo que pretendía la reacción en aquellosmomentos. Un compás de espera, para ir preparandola sublevación de los generales adictos a la Plaza deOriente.

El triunfo electoral de febrero no abrió los ojos alos socialistas. Aquellas protestas ciclópeas de la pobla-ción penal, aquel entusiasmo para liberar a los presosdel gran drama de octubre, no les sugirió nada nue-vo. Siguieron la clásica pauta. Nuevas Cortes. Nuevaelección de Intendente de la República. Ocultaron alpueblo los propósitos dictatoriales de Alcala Zamoray sus intenciones de entregar el mando a los militares.

Pero el proletariado poseía una dura experiencia delos bienios transcurridos. Se lanzan a la calle. Teas in-

15

Page 16: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

cendiarias prenden fuego a los centros religiosos. Lascárceles claman a través de los muros. La ciudad y elcampo bullen por un igual. La idiotez de la social de-mocracia aplaza la eclosión popular. Afortunadamenteel cerrilismo de las derechas, que no supieron apreciaren su verdadero valor el papel contrarrevolucionariode Azaña y de Prieto, plantean al cabo de cinco mesesel problema en la calle.

De febrero a julio se producen sendos disturbios.Volvió a derramarse sangre de trabajadores. La huel-ga del ramo de la construcción de Madrid y un choqueocurrido en Málaga revela el cretinismo de los políti-cos de febrero.

Las derechas inician un plan descarado de ataque ala situación que emana de unas elecciones teñidas deuna dosis sentimental. Los fascistas asesinan a man-salva, provocan algaradas. Se vislumbra que la Españanegra tramaba algo. Se hablaba con insistencia de unaasonada militar.

No había duda. El proletariado estaba pisando el ves-tíbulo de julio. Los gobernantes se encogían de espal-das. Entre el fascismo y el proletariado preferían a losprimeros. Y para despistar, el traidor número uno, Ca-sares Quiroga amenazaba desde el banco azul a las de-rechas incitándolas a que salieran a la calle.

16

Page 17: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

La muerte de Calvo Sotelo precipitó los aconteci-mientos. Se rumoreaba, con visos de verosimilitud, quelos militares se echarían a la calle de un instante a otro.¿Se previnieron los gobernantes? Franco disponía demando en Canarias, Goded en las Baleares, Mola enNavarra… ¿Por qué no se licenció inmediatamente ala tropa? ¿Por qué no se armó, sin pérdida de tiempo,al pueblo? ¡Los fascistas también contaban con pode-rosos auxiliares en los sitiales gubernamentales!

El día 17 de julio vino a descifrar el enigma en queestábamos rebatiendo desde fechas ha. En las Baleares,en Marruecos, en Canarias, la oficialidad se hallaba enfranca revuelta.

¿Qué medidas se tomaron para atajar la subleva-ción? ¿Qué hizo el gobierno de este canalla, de esteCasares Quiroga? Encerrarse en la inercia más abso-luta. Esconder al pueblo la gravedad de la situación.Ordenar una severa censura. Negar las armas al prole-tariado.

Del día 17 al 19 de julio, había tiempo suficiente pa-ra reducir a los militares. Prevaleció una actitud sui-cida y sospechosa en alto grado. Casares Quiroga escómplice de Mola. Lo mantuvo en Pamplona a pesarde haberse declarado en franca rebeldía desde las elec-

17

Page 18: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

ciones de febrero y a pesar de dar amparo a todos losconspiradores de derechas.

La traición de las izquierdas es evidente. No se dioarmas al pueblo porque los demócratas burgueses te-mían al proletariado. Y así fue posible que múltipleslocalidades, que siempre habían demostrado una po-tencialidad proletaria, cayesen fácilmente en poder delos fascistas. En Zaragoza la negativa del gobernadorVera Coronel, que entretuvo con entrevistas a los re-presentantes de la clase trabajadora, facilitó el triunfofascista. Y en Valencia, cuando en España entera se es-taba luchando, todavía se toleraba la permanencia delas fuerzas sublevadas en los cuarteles.

En esta hora histórica, anegados de sangre, acusa-mos, sin eufemismos, a los políticos republicanos que,por su aversión a la clase trabajadora, favorecieron deuna manera abierta al fascismo. Acusamos a Azaña, aCasares Quiroga, a Companys, a los socialistas, a to-dos los farsantes de esta República que surgida de unsainete abrileño ha destrozado los hogares de la cla-se trabajadora. Y esto ocurre por no haberse hecho larevolución en su debido tiempo.

Las armas las fue a buscar el pueblo. Se las ganó. Lasconquistó con su esfuerzo propio. No se las dio nadie.

18

Page 19: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Ni el Gobierno de la República ni la Generalidad dieronun solo fusil.

El 19 de julio, el proletariado se aposentó en la callecomo en las grandes jornadas. Días antes había actua-do sigilosamente de vigía en las calles de las poblacio-nes españolas. En la capital catalana se remembrarondías de gloria y de lucha.

El primer armamento lo sacaron los trabajadores ca-talanes de unos buques surtos en el fondeadero barce-lonés. Del Manuel Arnús y del Marqués de Comillas,se sacaron las primeras armas.

Al amanecer del 19 de julio, los militares se echa-ron a la calle. El pueblo catalán arremetió contra ellos.Asaltó cuarteles y luchó hasta acabar con el postrerreducto fascista.

El proletariado catalán salvó del fascismo a la Espa-ña proletaria. La Cataluña proletaria se convertía enel faro alumbrador de toda la península. No importaque el agro español esté en poder de los fascistas. Lostrabajadores de los centros industriales rescataremosa nuestros camaradas del cautiverio que les ha caídoen suerte.

EnMadrid ocurrió exactamente lo mismo. Tampocoles dieron armas. Las ganaron en la calle. El proletaria-do bregó. Asaltó el Cuartel de la Montaña. Venció a los

19

Page 20: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

militares. Y con escopetas, y como pudo, se dirigieronlos trabajadores a la Sierra de Guadarrama para cortarel paso al general Mola que, al frente de las brigadas deNavarra, se disponía a conquistar la capital castellana.

En el Norte, en Levante y en diversas localidades deAragón, de Andalucía y de Extremadura se derrotó alfascismo. Pero en el resto de la península los obrerosestaban desarmados y tuvieron que enfrentarse con lospropios gobernadores de izquierda que facilitaron elgolpe de la hez española.

A CasaresQuiroga le sucedió un gobierno MartínezBarrios. El político que torpedeó las constituyentes deabril ocupaba el Poder para pactar con los fascistas yentregarles el mando. La rápida reacción de la clasetrabajadora impidió que se fraguase una de las traicio-nes más infamantes, que si no se llegó a cometer fuedebido a que no hubo tiempo para ello. De esta manio-bra vil han de responder los políticos con sus cabezas,empezando por Azaña.

La atmósfera pesimista de los primeros instantes, elpropósito de rendición que anidaba en los centros ofi-ciales, fue rápidamente contrarrestado por la bravuradel proletariado. A Martínez Barrios le sustituye Giral.

Hemos relatado los aspectos de carácter anecdótico.Pero es preciso detenerse unos instantes más en julio,

20

Page 21: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

y es necesario examinar qué clase de revolución fue lade aquellas memorables jornadas.

Se ha teorizadomucho en torno de julio. Los burgue-ses demócratas y los marxistas aseguran que la explo-sión popular de julio ha de catalogarse como un actode legítima defensa que realizó el proletariado al ver-se acosado por su mayor enemigo. En torno de estatesis se argumenta que no puede considerarse julio co-mo unamanifestación típicamente revolucionaria y declase.

La tesis de nuestros antípodas es falsa. Las revolucio-nes se producen en una fecha imprevista pero siempreestán precedidas de un largo periodo de gestación. Enabril se cerró un paréntesis y se abrió otro. Y este se-gundo paréntesis, lo encabezó precisamente, en abril,la clase trabajadora y todavía sigue en las avanzadillasde la revolución. De no haberse lanzado el proletaria-do a la calle en julio, lo hubiese practicado fechas mástarde, pero no hubiese desistido de su noble empeñode redimirse del yugo burgués.

La pequeña burguesía sustenta que en las jornadasde julio nos encontramos todos los sectores en la víapública. Pero les hemos de recordar que si la C.N.T. yla F.A.I. no hubiesen acudido a los lugares de peligro

21

Page 22: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

se hubiera repetido la astracanada del octubre barcelo-nés.

En Cataluña predominan los trabajadores que estánorganizados en la C.N.T. Los que niegan esta realidades que desconocen o se empeñan en ignorar la historiade la C.N.T. en el suelo catalán.

La revolución de julio fue una revolución impulsadapor los trabajadores y por lo tanto de clase. La pequeñaburguesía actuó de apéndice y nada más. Tanto en lacalle como en teoría.

Pero existen razones de tanto o más peso. El recuer-do de las conmociones de tipo político que capitaneóel capitalismo en los siglos XVII, XVIII y XIX se haesfumado y desvanecidas, además, las ilusiones demo-cráticas pequeño burguesas por los resultados habidosen los ensayos precedentes —1873, abril, febrero en Es-paña no cabía otra revolución que la de tipo social queamaneció esplendorosa en julio.

La experiencia de abril es definitiva. Bastaba paraque no incurriésemos en nuevos errores. No nos re-ferimos exclusivamente a la represión de que fuimosobjeto. Nos ceñimos a la trayectoria disparatada quepatrocinaron los marxistas.

¿Cómo se comprende que en la revolución de juliose hayan repetido los desaciertos que hemos criticado

22

Page 23: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

centenares de veces? ¿Cómo es que en julio no se pro-pugnó por una revolución de clase? ¿Cómo es que lasorganizaciones obreras no asumieron la máxima res-ponsabilidad del país?

La inmensa mayoría de la población trabajadora es-taba al lado de la C.N.T. La organización mayoritaria,en Cataluña, era la C.N.T. ¿Qué ocurrió para que laC.N.T. no hiciese su revolución que era del pueblo, lade la mayoría del proletariado?

Sucedió lo que fatalmente tenía que ocurrir. LaC.N.T. estaba huérfana de teoría revolucionaria. No te-níamos un programa correcto. No sabíamos adondeíbamos. Mucho lirismo pero, en resumen de cuentas,no supimos qué hacer con aquellas masas enormes detrabajadores; no supimos dar plasticidad a aquel olea-je popular que se volcaba en nuestras organizacionesy, por no saber qué hacer, entregamos la revoluciónen bandeja a la burguesía y a los marxistas, que man-tuvieron la farsa de antaño y, lo que es mucho peor,se ha dado margen para que la burguesía volviera arehacerse y actuase en plan de vencedora.

No se supo valorizar la C.N.T. No se quiso llevar ade-lante la revolución con todas sus consecuencias. Se te-mieron las escuadras extranjeras alegando que los bar-

23

Page 24: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

cos de la escuadra inglesa enfilarían el puerto de Bar-celona.

¿Es que se ha hecho alguna revolución sin tener queafrontar innúmeras dificultades? ¿Es que hay algunarevolución en el mundo de tipo avanzado que haya po-dido eludir la intervención extranjera?

Partiendo del temor y dejándose influenciar por lapusilanimidad no se llega nunca a la cima. Solamen-te los audaces, los decididos, los hombres de corazón,pueden aventurarse a las grandes conquistas. Los te-merosos no tienen derecho a dirigir las multitudes, nia salir de casa.

Cuando una organización se ha pasado toda la vidapropugnando por la revolución, tiene la obligación dehacerla cuando precisamente se presenta una coyuntu-ra. Y en julio había ocasión para ello. La C.N.T. debíaencaramarse en lo alto de la dirección del país, dandouna solemne patada a todo lo arcaico, a todo lo vetus-to, y de esta manera hubiésemos ganado la guerra yhubiéramos salvado la revolución.

Pero se procedió de una manera opuesta. Se colabo-ró con la burguesía en las esferas estatales en el preci-so momento que el Estado se cuarteaba por los cuatrocostados. Se robusteció a Companys y a su séquito. Se

24

Page 25: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

inyectó un balón de oxígeno a una burguesía anémicay atemorizada.

Una de las causas que más directamente ha motiva-do la yugulación de la revolución y el desplazamientode la C.N.T. es el haber actuado como sector minorita-rio a pesar de que en la calle disponíamos de la mayo-ría.

En esta tesitura minoritaria, la C.N.T. no ha podidohacer valer sus proyectos, viéndose constantementesaboteada y envuelta en las redes de la política turbia yfalaz. Y en la Generalidad, y en el Municipio, disponíade menos votos que los otros sectores, siendo así queel número de afiliados de nuestras organizaciones eramuy superior. Y además, la calle la ganamos nosotros.¿Por qué la cedimos tan tontamente?

Por otra parte afirmamos que las revoluciones sontotalitarias por más quien afirme lo contrario. Lo queocurre es que diversos aspectos de la revolución sevan plasmando paulatinamente, pero con la garantíade que la clase que representa el nuevo orden de co-sas es la que usufructúa la mayor responsabilidad. Ycuando se hacen las cosas a medias, se produce lo queestamos comentando, el desastre de julio.

En julio se constituyó un comité de milicias antifas-cistas. No era un organismo de clase. En su seno se

25

Page 26: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

encontraban representadas las fracciones burguesas ycontrarrevolucionarias. Parecía que enfrente de la Ge-neralidad se había levantado el comité susodicho. Perofue un aire de bufonada. Se constituyeron las patrullasde control. Eran hombres de las barricadas, de la ca-lle. Se tomaron las fábricas, las empresas, los talleres,y se arrebató la presa al latifundismo. Se crearon co-mités de defensa de barriada, municipales, comités deabastos.

Han transcurrido dieciséis meses. ¿Qué resta? Delespíritu de julio, un recuerdo. De los organismos dejulio, un ayer.

Pero queda en pie todo el tinglado político y peque-ño burgués. En la Plaza de la República de la capitalcatalana persiste la maraña de unos sectores que sólopretenden vivir a espaldas de la clase trabajadora.

3 de mayo

Ha sido en el perímetro catalán en donde se ha esfor-zado más la contrarrevolución en aplastar las esenciasrevolucionarias de julio.

La Cataluña industrial, por su configuración econó-mica, permitía concentrar grandes masas de trabaja-

26

Page 27: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

dores educados en un ambiente clasista, de fábrica,de taller. Esta idiosincrasia de los centros fabriles esde un alto sentido halagüeño para la consecución delas reivindicaciones revolucionarias. La población la-boriosa de Cataluña dio vida en julio a una nueva tó-nica social. Resurgió un proletariado indómito que po-seía el adiestramiento de largos años de lucha en loscuadros confederales. La revolución social en Catalu-ña podía ser un hecho. Además, este proletariado re-volucionario podía haber servido de contrapeso a unMadrid burocrático y reformista y la influencia de unaVizcaya católica.

Pero los acontecimientos tomaron otro giro. En Ca-taluña no se hizo la revolución. La pequeña burguesía,que en las jornadas de julio se escondió en las trastien-das, al percatarse de que el proletariado era nuevamen-te víctima de unos líderes sofistas se aprestó a dar labatalla.

Lo chocante del caso es que al hablar de mesocracianos hemos de referir a los marxistas que han arrambla-do con todos los tenderos y con los 120.000 votantes dela Lliga.

El socialismo en Cataluña ha sido funesto. Han nu-trido sus filas con una base adversa a la revolución.Han capitaneado la contrarrevolución. Han dado vida

27

Page 28: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

a una U.G.T. mediatizada por el G.E.P.C.I. Los líderesmarxistas han entonado loas a la contrarrevolución. Yen torno del frente único han esculpido frases, elimi-nando primeramente al P.O.U.M. y más tarde han in-tentado repetir la hazaña con la C.N.T..

Las maniobras de la pequeña burguesía aliada de lossocialistas-comunistas, culminaron en los sucesos demayo.

Distintas versiones han corrido acerca de mayo. Pe-ro la verídica es que la contrarrevolución pretendíaque la clase trabajadora saliera a la calle en un plande indecisión para aplastarla. En parte, lograron suspropósitos por la estulticia de unos dirigentes que die-ron la orden de alto el fuego y motejaron a los Amigosde Durruti de agentes provocadores cuando la calle es-taba ganada y eliminado el enemigo.

La contrarrevolución sentía un interés evidente deque el orden público pasase a depender del Gobiernode Valencia. Se logró gracias a Largo Caballero y es deremarcar que en aquel entonces la C.N.T. disponía decuatro ministros en las esferas gubernamentales.

También se ha señalado que la pequeña burguesíahabía tramado un plan de intervención extranjera conla excusa de unos disturbios. Se aseguró que las escua-dras extranjeras dirigían su proa a Barcelona de divi-

28

Page 29: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

siones motorizadas del ejército francés que estaban apunto de intervenir en los puestos fronterizos. Y a es-to puede agregarse la labor conspiradora de determina-dos políticos que se encontraban en la capital francesa.

El ambiente estaba enrarecido. Se rasgaban los car-nets de la C.N.T. Se desarmaba a los militantes de laC.N.T. y de la F.A.I. Se producían continuados choquesque no desembocan en sucesos de mayor gravedad porpura casualidad. Las provocaciones que hubimos de so-portar los trabajadores fueron múltiples. Las bravatasde la mesocracia emergían a la superficie sin tapujosni rodeos.

La muerte de un militante socialista —de Roldán—fue aprovechada para celebrar una manifestaciónmonstruo en la que tomó parte toda la chusma con-trarrevolucionaria.

Todas las anomalías eran achacadas a la C.N.T. Detodos los desmanes se culpaba a los anarquistas. Laescasez de los artículos alimenticios era atribuida a loscomités de abastos.

El día 3 de mayo se produjo la explosión. El comi-sario de orden público Rodríguez Salas —con el vistobueno de Aguadé— irrumpe al frente de una secciónde guardias de asalto en la Telefónica e intenta desar-

29

Page 30: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

mar a los camaradas de la C.N.T., a pesar de que en laTelefónica existía un control de las dos sindicales.

La hazaña del provocador Rodríguez Salas —delP.S.U.C.— fue un toque de clarín. En pocas horas selevantaron barricadas en todas las calles de la ciudadde Barcelona. Empezó el crepitar de los fusiles, sonó eltableteo de las ametralladoras, retumbó en el espacioel estampido de los cañones y de las bombas.

La lucha se decidió en pocas horas a favor del prole-tariado enrolado en la C.N.T. que como en julio defen-día sus prerrogativas arma al brazo. Ganamos la calle.Era nuestra. No había poder humano que nos la pudie-se disputar. Las barricadas obreras cayeron inmediata-mente en nuestro poder. Y poco a poco el reducto delos contrincantes quedó circunscrito a una parte delcasco de la población —el centro urbano— que prontose hubiese tomado de no haber ocurrido la defecciónde los comités de la C.N.T.

Nuestra Agrupación, al percatarse de la indecisiónque se había manifestado en el curso de la lucha y de lafalta de dirección tanto callejera como orgánica, lanzóuna octavilla y más tarde un manifiesto.

Se nos tildó de agentes provocadores porque exigía-mos el fusilamiento de los provocadores, la disoluciónde los cuerpos armados, la supresión de los partidos

30

Page 31: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

políticos que habían armado la provocación, amén dela constitución de una Junta revolucionaria, de recabarla socialización de la economía y de reclamar todo elpoder económico para los sindicatos.

Nuestra opinión expuesta en aquellos instantes álgi-dos, a través de la octavilla y del manifiesto, radicabaen que no se abandonasen las barricadas sin condicio-nes pues se iba a producir el primer caso en la historiade que un ejército victorioso cediese el terreno al con-trincante.

Se necesitaban garantías de que no seríamos per-seguidos. Pero los capitostes de la C.N.T. asegurabanque los representantes de la organización en la Gene-ralidad velarían por la clase trabajadora. No obstante,ocurrió la segunda parte de lo que había acaecido ho-ras antes en Valencia.

Se abandonaron las barricadas sin que se nos hicie-ra caso. A medida que fue serenándose el horizontecatalán se fueron conociendo los desmanes cometidospor los marxistas y por la fuerza pública. Teníamos ra-zón. El camarada Berneri fue sacado de su domicilio ymuerto a tiros en plena calle; treinta camaradas apare-cieron horriblemente mutilados en Sardañola; el cama-rada Martínez, de las Juventudes Libertarias, perdió suvida de una manera misteriosa en las garras de la Che-

31

Page 32: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

ca y un crecido número de camaradas de la C.N.T. y dela F.A.I. fueron vilmente asesinados.

Hemos de recordar que el profesor Berneri era unculto camarada italiano de esta Italia antifascista quenutre las islas de deportación, los cementerios y loscampos de concentración y, a la par que sus camara-das antifascistas, no podía permanecer en la Italia deMussolini.

Una intensa ola represiva siguió a estos asesinatos.Detenciones de camaradas por las jornadas de julio yde mayo; asaltos de sindicatos, de colectividades, delos locales de los Amigos de Durruti, de las Juventudeslibertarias, del P.O.U.M..

Un suceso ha de remarcarse. La desaparición ymuerte de Andrés Nin. Ha transcurrido más de medioaño y el Gobierno todavía ha de aclarar el pretendidomisterio que rodea el asesinato de Nin. ¿Se sabrá algúndía quien ha muerto a Nin?

Después de mayo la contrarrevolución se sintió másfuerte que nunca. Las potencias extranjeras ayudarona esta reacción mesocrática. A los pocos días se consti-tuye el Gobierno Negrín que nació con dos objetivos:el aniquilamiento de la fracción revolucionaria del pro-letariado y la preparación de un abrazo de Vergara.Y en Cataluña se constituyó un gobierno de Secreta-

32

Page 33: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

rios de partidos políticos y de organizaciones sindica-les hasta que Luis Companys arrojó de la Generalidada los representantes de la C.N.T..

Los sucesos de mayo tienen unas característicasmuy distintas a las de julio. En mayo el proletariadose batió con un espíritu netamente de clase. No cabíaduda de que la clase trabajadora quería radicalizar larevolución.

Por más que la prensa reaccionaria trate de empa-ñar la naturaleza de mayo pasará a la historia como ungesto rápido y oportuno del proletariado que sintien-do amenazada la revolución salió a la calle a salvarla ya revalorizarla.

Enmayo estábamos a tiempo de salvar la revolución.Quizás muchos se arrepientan en estos históricos mo-mentos de haber hecho cesar el fuego. Y si no que cla-ven la vista en las cárceles abarrotadas de trabajadores.

La Agrupación Los amigos de Durruti cumplió consu deber. Fuimos los únicos que estuvimos a la alturade las circunstancias. Supimos prever los resultados.

Nunca podrá olvidarsemayo. Fue el aldabonazomásfuerte que ha propinado la clase trabajadora en los pór-ticos burgueses. Los historiadores, al hablar de las jor-nadas demayo, tendrán que hacer justicia al proletaria-do catalán que sentó en aquellas jornadas los jalones

33

Page 34: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

de una nueva etapa que ha de ser proletaria, cien porcien.

La independencia de España

La intervención de las potencias extranjeras ha vuel-to a poner sobre el tapete español el eterno problemaen que se ha debatido nuestro país.

Desde el siglo XVI que la política española ha sidoun feudo de las potencias extranjeras. Dos dinastías,la austríaca y la borbónica, amén del ligero reinadode Amadeo de Saboya han sojuzgado a los pobladoresespañoles hasta el 14 de abril de 1931.

La independencia de España ha sido siempre un mi-to. El Foreign Office y el Quai d’Orsay han jugado unpapel importantísimo en nuestras deliberaciones. Re-cuérdese el indulto de Sanjurjo en la sublevación deagosto de 1932, que se concedió por la presión hechapor el gobierno francés.

La economía española, que es agraria por excelen-cia, nos ha tenido ligados a las grandes potencias in-dustriales. Para exportar nuestros agrios nos hemosvisto obligados a comprar maquinaria que la podíamosfabricar en nuestro terruño. Y para que Londres reci-

34

Page 35: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

biera nuestra naranja, se nos impedía comprar carbóninglés con el contraste de que había de reducir las jor-nadas de las cuencas carboníferas por existir stocks so-breabundantes de mineral.

Exportamos hierro, cobre y otros minerales y des-pués comprábamos, a la misma nación que nos com-praba la materia prima, las máquinas elaboradas conel material exportado.

Nuestro subsuelo es riquísimo, pero está en pose-sión del capital exótico. Los tentáculos de las finan-zas internacionales aprisionan nuestro país y devoranla riqueza vernácula. Los trabajadores españoles hantrabajado siempre para satisfacer los dividendos y losbeneficios cuantiosos de los accionistas y rentistas ex-tranjeros.

El espíritu de independencia de los españoles se hamanifestado desde los albores de nuestra historia. Múl-tiples han sido las invasiones pero nunca han podidoabatir el espíritu sagrado de independencia.

Pero así como en los tiempos de los iberos, de losfenicios, de los cartagineses, de los romanos, de losárabes, de los franceses, no se manifestaba un caráctersocial muy distinto al de las invasiones precedentes.

35

Page 36: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

En la invasión napoleónica luchaban juntos libera-les y absolutistas. Al lado del Cura Merino se hallabael Empecinado aunque sólo fuese momentáneamente.

En la expedición del Duque de Angulema decreta-da en Viena por la Santa Alianza, ya se manifestó undistingo peninsular. El Cura Merino luchaba al ladode las fuerzas invasoras. En cambio, el Empecinado seoponía a la entrada de las fuerzas extranjeras.

Hoy se repite lo acaecido en la época de Fernan-do VII. También en Viena se celebró una reunión delos dictadores fascistas para dilucidar su intervenciónen España. Y el lugar que ocupaba el Empecinado esdesempeñado por los trabajadores en armas.

Alemania e Italia están carentes de materias primas.Necesitan hierro, cobre, plomo, mercurio. Pero estosminerales españoles están detentados por Francia e In-glaterra. No obstante intentan conquistar España, In-glaterra no protesta en forma airada. Por bajo manointenta negociar con Franco.

Y en el curso de la guerra ha contribuido al bloqueode nuestros puertos. Los buques fascistas descarganmaterial bélico en los puertos facciosos y cargan mine-ral, ganado, aceite… El fascismo internacional necesitaartículos alimenticios. El lema de Hitler de más caño-nes y menos manteca y la autarquía de Mussolini, los

36

Page 37: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

induce a saquear las regiones agrarias que están bajola férula de los generales sublevados.

En el aspecto económico hemos dependido siempredel extranjero. Los tratados comerciales, la balanza depagos, nunca nos han favorecido. Esta tónica ha cons-tituido una pesadilla para nuestra economía.

El problema de España es de un carácter colonial. Elcapitalismo que arrojó al feudalismo del coto nacional,incurre en una contradicción de apuntalar el régimenfeudal en los países que desea explotar. Este es el casode España, como el de China.

La clase trabajadora ha de conseguir la independen-cia de España. No será el capitalismo indígena quienlo logre, puesto que el capital internacional está ínti-mamente entrelazado de un confín a otro. Este es eldrama de la España actual. A los trabajadores nos tocaarrojar a los capitalistas extranjeros. No es un proble-ma patriótico. Es un caso de intereses de clase.

Tal como se desarrollan las intrigas internacionales,es presumible que Inglaterra procure liquidar el asun-to español a base de un statu-quo vergonzoso. ¿Haránconcesiones económicas y coloniales a Alemania y aItalia? ¿Se concederá parte de la explotación de nues-tro subsuelo a las potencias extranjeras? ¿Se repartiránEspaña?

37

Page 38: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

A Inglaterra le interesa nuestra riqueza minera peroes tan colosal el chantaje fascista, que irradia todo elmundo, agregando el famoso pacto anticomunista, quea lomejor la rubia Albión ceda a pesar de que no puedetolerar que le amenacen el libre paso de sus barcos porel Mare Nostrum.

Es difícil vaticinar el futuro. No hemos de confiaren la Sociedad de Naciones, ni en los múltiples comi-tés, subcomités, ni en las Conferencias que como enNyon sólo se hace que dar largas al asunto. Pero pode-mos remarcar que los conservadores ingleses recurrena Lord Halifax, el masacrador de las Indias.

Sólo nos cabe una pregunta: ¿Querrá Francia poneren juego su seguridad no solamente marítima sino te-rrestre? ¿Seguirá Francia la política de no intervenciónforjada por León Blum? ¿Querrá renunciar a su ejérci-to colonial?

No confiamos en nadie. La salvación está en nues-tras manos. Las potencias extranjeras se inclinan porel mal menor, por el pasteleo. Y la clase trabajadorasabrá impedir que España sea sometida a un estatutointernacional del tipo de Tánger, de Dantzig, del Sarre.

Vencer o morir, camaradas. Este es el dilema de lahora presente.

38

Page 39: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

El colaboracionismo y la lucha declases

En el movimiento obrero español, como en generalha ocurrido en todos los países, se van manifestandodos tendencias. La colaboracionista y la que no admitetransacciones de ninguna especie con el adversario.

En nuestro suelo, el socialismo, con su apéndice sin-dical la U.G.T., ha encarnado el clásico papel de los re-formistas, el cliché de los obreros renegados o bien delos intrusos en las organizaciones obreras que tiendenexclusivamente a uncir el proletariado al carro de laburguesía.

Son notorias las manifestaciones de Indalecio Prietoen el bienio rojo, a propósito de la huelga de ferrovia-rios que caracteriza la entrada del colaboracionismo:Soy antes ministro que socialista, exclamaba don Indaen aquella ocasión.

La revolución española ha adolecido de la influencianotoria que han poseído los reformistas en las directri-ces de lamisma. No se ha querido interpretar el sentidosocial y de clase que transpiraron las jornadas de julio.

La lucha de clases que siempre había sido patroci-nada por la C.N.T. ha pasado a ser plato de segunda

39

Page 40: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

mesa por una retahíla de cuestiones que han perjudi-cado enormemente el curso de la revolución. Y al cons-tatar este abandono, no solamente hemos de lamentarla desfiguración revolucionaria sino que también cons-tatamos la pérdida de posiciones de carácter orgánicopor no haber mantenido precisamente los derroterosde la revolución en un terreno clasista y haber concul-cado el Sindicalismo Revolucionario.

Los sindicatos son los órganos que representan deuna manera genuina el espíritu de clase de los trabaja-dores en su eterna pugna con el capitalismo. Si relega-mos a segundo término los sindicatos, forzosamente elproletariado ha de sentirse perjudicado en sus propiosintereses.

La colaboración es funesta en todos momentos. Nose ha de colaborar con el capitalismo, ni desde fueradel Estado burgués ni dentro de las mismas esferas gu-bernamentales. Nuestro papel como productores se ha-lla en los sindicatos, fortaleciendo los únicos estamen-tos que han de subsistir después de una revolución queencabecen los trabajadores.

La lucha de clases no es óbice para que en los mo-mentos actuales los trabajadores sigan luchando en loscampos de batalla y trabajando en las industrias deguerra. Pero sí ha de tenerse en cuenta que al plan-

40

Page 41: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

tearse un nuevo movimiento se ha de proceder con unsentido de clase y dando la debida prioridad a los sin-dicatos.

Al margen de los sindicatos no puede existir otroorganismo económico que restrinja sus facultades. Yfrente a los sindicatos no puede mantenerse un Estado,mucho menos reforzarlo con nuestras propias fuerzas.La lucha con el capital sigue en pie. Subsiste una bur-guesía en nuestro propio terruño que está en concomi-tancia con la burguesía internacional. El problema esel mismo que años atrás.

Mantengamos la personalidad de los sindicatos. Si-gamos la trayectoria señalada por la C.N.T. en su pecu-liar forcejeo con la burguesía indígena como fue siem-pre norma antes del 19 de julio.

Los colaboracionistas son aliados de la burguesía.Los individuo que propugnan tales concomitancias nosienten la lucha de clases ni tienen la menor estimapor los sindicatos.

En ningún instante ha de aceptarse la consolidaciónde nuestro adversario.

Al enemigo hay que batirlo. Y si en determinadasocasiones se efectúa una pausa, no ha de convertirseesta disgresión social en una posición de franca ayudaal capital.

41

Page 42: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Entre explotadores y explotados no puede haber elmenor contacto. Sólo en la lucha se ha de decidir quiénse impondrá. O los trabajadores o los burgueses. Perode ningún modo ambos a la vez.

El porvenir está en manos de la clase trabajadora.Los parias no tenemos nada que perder y en cambiopodemos ganar nuestra emancipación que es el porve-nir de la familia obrera.

Rompamos las cadenas. Fortalezcamos los sindica-tos. Mantengamos el espíritu de la lucha de clases.

Nuestra posición

Es un momento de concretar. Vamos a hacerlo conarreglo a cada uno de los problemas que plantea la si-tuación presente.

Ante el problema de la guerra somos partidarios deque el ejército esté absolutamente controlado por laclase trabajadora. No nos merecen la menor confian-za los oficiales procedentes del régimen capitalista. Sehan producido numerosas deserciones y la mayoría delos desastres que hemos encajado es debido a traicio-nes evidentes de los mandos. Y por lo que atañe al ejér-cito, propugnamos por un ejército revolucionario y di-

42

Page 43: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

rigido exclusivamente por los trabajadores; y en el ca-so de emplear algún oficial ha de estar bajo un controlriguroso.

Reclamamos la dirección de la guerra para los traba-jadores. Tenemos motivos suficientes para ello. Las de-rrotas de Toledo, de Talavera, la pérdida del Norte y lade Málaga, denota una falta de competencia y de hon-radez en las esferas gubernamentales por las siguien-tes razones:

El Norte de España se podía salvar adquiriendo elstock dematerial bélico que para hacer frente al enemi-go se requería. Y para eso habían medios. Las reservasde oro del Banco de España permitían abarrotar el sue-lo español de armamento. ¿Por qué no se hizo? Habíatiempo para ello. No ha de olvidarse que el control deno intervención no empezó a contar hasta el cabo deunos meses de haber estallado la conflagración espa-ñola.

La dirección en los asuntos bélicos ha sido un desas-tre. La actuación de Largo Caballero es funesta. Es elresponsable de que el frente deAragón no haya dado elrendimiento apetecido. Su oposición a que se armaseel sector aragonés ha impedido que Aragón se salvasede las garras del fascismo y al mismo tiempo que sepudiera descongestionar los frentes de Madrid y del

43

Page 44: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Norte. Y fue Largo Caballero quien manifestó que dararmas al frente aragonés era tanto como entregarlas ala C.N.T.

* * *

Somos enemigos de la colaboración con los secto-res burgueses. No creemos que se pueda abandonar elsentido de clase.

Los trabajadores revolucionarios no han de desem-peñar cargos oficiales ni han de aposentarse en los mi-nisterios. Se puede colaborar mientras dure la guerraen los campos de batalla, en las trincheras, en los pa-rapetos y produciendo en la retaguardia.

Nuestro lugar está en los sindicatos, en los lugaresde trabajo, manteniendo el espíritu de rebeldía queaflorará en la primera ocasión que se presente. Es esteel contacto que hemos de mantener.

No ha de participarse en las combinaciones que ur-den los políticos burgueses de consuno con las canci-llerías extranjeras. Es tanto como fortalecer a nuestrosadversarios y apreciar más el dogal capitalista.

No más carteras. No más ministerios. Volvamos alos sindicatos y al pie de los útiles de trabajo.

* * *

44

Page 45: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Propugnamos la unidad del proletariado. Pero en-tiéndase bien, esta unidad ha de realizarse entre traba-jadores y no con burócratas o con enchufistas.

En el instante actual es factible una inteligencia dela C.N.T. con la fracción revolucionaria de la U.G.T. Yno creemos realizable una entente con la U.G.T. de Ca-taluña ni con los prietistas.

* * *

La socialización de la economía es indispensable pa-ra el triunfo de la guerra y para el encauzamiento dela revolución. No puede perseverar la desligazón ac-tual. Ni puede conceptuarse beneficioso que los distin-tos centros de producción no marchen de una maneracoordinada.

Pero han de ser los trabajadores quienes lo realicen.

* * *

El problema religioso ni debe removerse. El Puebloya dijo su última palabra. No obstante parece que setiende a abrir de nuevo los templos. La puesta en vigorde la libertad de cultos y las misas celebradas, nos dapábulo para suponer que los gobernantes se olvidande las grandes jornadas incendiarias.

45

Page 46: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

* * *

La distribución de los productos ha de racionarsede una manera absoluta. No puede tolerarse que lostrabajadores no puedan comer mientras que los acau-dalados hallan comida en los restaurantes controladospor la propia clase trabajadora.

Se ha de socializar la distribución, junto con un ra-cionamiento riguroso.

La burocracia ha de desaparecer. Los miles de buró-cratas que han llegado a Barcelona revela una de lasmayores plagas que sufrimos. En lugar del burócrataha de haber un trabajador. Y como burócrata entende-mos el holgazán, el individuo de café.

* * *

Supresión absoluta de la burocracia.

* * *

Los sueldos fabulosos han de desaparecer inmedia-tamente. Es un escarnio que los milicianos cobren diezpesetas diarias y en cambio existen sueldos cuantiososque los cobran los burócratas Azaña y Companys queperciben los sueldos de antaño.

46

Page 47: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Nosotros queremos que se implante el salario fami-liar. Y que se acabe de una vez esta irritante desigual-dad.

La justicia ha de ejercerla el pueblo. No puede con-sentirse la desviación surgida en este terreno. De losprimeros tribunales de clase se ha caído en unos or-ganismos integrados por los magistrados de carrera. Yvolvemos a estar como antes. Y ahora se suprimiránlos jurados.

La Justicia proletaria solamente pertenece a los tra-bajadores.

* * *

El agro español se ha de encauzar en un sentido so-cializador. El saboteo de las colectividades ha entorpe-cido enormemente la vida de nuestro suelo y ha favo-recido la especulación. El intercambio de la ciudad conel campo acercará los campesinos a la clase proletaria.Y se vencerá esta mentalidad del trabajador del campoque está habituado a cultivar un coto determinado.

* * *

Los problemas culturales, como cualquier otro as-pecto referente a cualquier actividad del país, sea de

47

Page 48: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

carácter social, cultural o económico, incumbe de unamanera cerrada a los trabajadores que son quienes hanforjado la nueva situación.

* * *

El orden revolucionario lo ejercerán los obreros. Exi-gimos la disolución de los cuerpos uniformados queno son ninguna garantía para la revolución. Los sin-dicatos han de avalar a los encargados de velar por elnuevo orden que queremos implantar.

* * *

Por lo que atañe a la política internacional no acep-taremos ningún armisticio. Y por lo que se refiere ala propaganda de nuestra revolución entendemos queha de efectuarse en los centros de producción del ex-tranjero y no en las cancillerías y mucho menos en loscabarets.

A los trabajadores extranjeros se les ha de hablar enun lenguaje revolucionario. Hasta ahora se ha emplea-do un léxico democrático. Se ha de inculcar a las orga-nizaciones obreras, de todo el mundo, que es necesarioque se muevan; que saboteen los productos fascistas;

48

Page 49: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

que se nieguen a embarcar materias primas o mate-rial bélico para los asesinos del pueblo español. Y quese manifiesten en la calle, que exijan de sus gobiernosrespectivos que se dé un trato de justicia a la causa queestamos defendiendo que es la causa del proletariadomundial.

Nuestro programa

Las revoluciones no pueden ganarse si están ausen-tes de unas directrices y objetivos inmediatos. En larevolución de julio hemos podido constatar esta falla.La C.N.T. a pesar de tener la fuerza no supo cincelarla gesta que con un carácter de espontaneidad se ma-nifestó en la calle. Los mismos dirigentes se encontra-ron sorprendidos ante unos acontecimientos que paraellos había de catalogarse como algo imprevisto.

No se supo qué camino seguir. Faltó una teoría.Habíamos pasado una serie de años moviéndonos entorno de abstracciones. ¿Qué hacer? se preguntaríanlos dirigentes de aquella hora. Y se dejaron perder larevolución.

En estos instantes supremos no hay que vacilar. Pe-ro hay que saber adónde se va. Y este vacío lo quere-

49

Page 50: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

mos llenar nosotros, pues entendemos que no se puederepetir lo que ocurrió en julio y en mayo.

En nuestro programa introducimos una ligera va-riante dentro del anarquismo. La constitución de unaJunta revolucionaria.

La revolución a nuestro entender necesita de orga-nismos que velen por ella y que repriman, en un senti-do orgánico, a los sectores adversos que las circunstan-cias actuales nos han demostrado que no se resignana desaparecer si no se les aplasta.

Puede que haya camaradas anarquistas que sientanciertos escrúpulos ideológicos pero la lección sufridaes bastante para que nos andemos con rodeos. Si quere-mos que en una próxima revolución no ocurra exacta-mente lo mismo que en la actual, se ha de proceder conla máxima energía con quienes no están identificadoscon la clase trabajadora.

Hecho este ligero preámbulo vamos a trazar nues-tros puntos programáticos.I.- Constitución de una Junta revolucionaria o Con-

sejo Nacional de defensa. Este organismo se constitui-rá de la siguiente manera: Los miembros de la JuntaRevolucionaria se elegirán democráticamente en losorganismos sindicales. Se tendrá en cuenta el númerode camaradas desplazados al frente que forzosamente

50

Page 51: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

habrán de tener representación. La Junta no se inmis-cuirá en los asuntos económicos que atañen exclusiva-mente a los sindicatos.

Las funciones de la Junta revolucionaria son las si-guientes:

a. Dirigir la guerra.

b. Velar por el orden revolucionario.

c. Asuntos internacionales.

d. Propaganda revolucionaria.

Los cargos serán renovados periódicamente paraevitar que nadie tenga apego al mismo. Y las Asam-bleas sindicales ejercerán el control de las actividadesde la Junta.II.- Todo el poder económico a los sindicatos. Los

sindicatos han demostrado desde julio su gran poderconstructivo. Si no se les hubiese relegado a un papelde segunda fila, hubieran dado un gran rendimiento.Serán las organizaciones sindicales quienes estructu-ren la economía proletaria.

Teniendo en cuenta las modalidades de los sindica-tos de Industria y las federaciones de Industria, podrá

51

Page 52: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

además crearse un Consejo de Economía con el objetode coordinar mejor las actividades económicas.III.- Municipio Libre. En la España que precede a

las dinastías extranjeras se defendía con gran tesón lasprerrogativas municipales. Esta descentralización per-mite evitar que se levante un nuevo armazón estatal.Y aquel esbozo de libertades que sucumbió en Villalarresurgirá en la nueva España que patrocina el proleta-riado. Y se resolverán los llamados problemas catalán,vasco…

Los Municipios se encargarán de las funciones so-ciales que se escapan de la órbita de los sindicatos. Ycomo vamos a estructurar una sociedad netamente deproductores serán los propios organismos sindicalesquienes irán a nutrir los centros municipales. Y no ha-biendo disparidad de intereses no podrán existir anta-gonismos.

LosMunicipios se constituirán en federaciones loca-les, comarcales y peninsular. Los sindicatos y losMuni-cipios establecerán relaciones en el área local, comar-cal y nacional.

52

Page 53: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Hacia una nueva revolución

El descenso de la revolución de julio ha sido rápido.Ninguna de las revoluciones que se consideran comoel arquetipo de las conmociones sociales sufrió un de-clive tan vertiginoso.

No puede teorizarse en torno de la sucesión escalo-nada de hechos porque la revolución ya no existe. Esforzoso abrir nuevamente brecha en la cantera inago-table de la España proletaria. Hay que volver a empe-zar.

Las revoluciones se repiten en nuestro país con mu-cha frecuencia. Algunas veces se intentan sin ambien-te y sin posibilidades de triunfo. El momento psicoló-gico e insurreccional se ha de saber escoger. De la elec-ción acertada depende el éxito.

No es fácil hacer profecías. ¿Quién es capaz de adi-vinar cuando será posible un nuevo julio o bien unnuevo mayo? No obstante presumimos que en Españavolverán a producirse acontecimientos.

Si la guerra sigue en un terreno desfavorable se ha-brá de echar por la borda a todos los políticos que estánbuscando la manera de pactar una tregua y un abrazo.Buena prueba de ello es el sabotaje a la guerra, a las in-dustrias de guerra y el maremágnum de abastos, amén

53

Page 54: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

de la carestía de los artículos alimenticios que patroci-nan los gobernantes para crear un ambiente favorablea sus planes de yugulación.

Puede ocurrir que se pacte un abrazo. Será una oca-sión para oponerse a ello con las armas. Y en el casode que se gane la guerra a la vuelta de los camaradasdel frente se reavivarán los problemas que en la ac-tualidad tienen de sí una agudeza enorme. ¿Cómo seresolverán?

¿Cómo se convertirá la industria de guerra en unaindustria de paz? ¿Se dará trabajo a los combatientes?¿Se atenderá a todas las víctimas? ¿Se resignará la ofi-cialidad a renunciar a sus prebendas? ¿Se podrán re-conquistar los mercados?

Los tres momentos que hemos descrito matizan dis-tintas posiciones. No podemos predecir cual de ellasprevalecerá. No obstante, el problema radica en prepa-rar un nuevo levantamiento para que el proletariadoasuma de una manera neta la responsabilidad del país.

No se nos puede motejar de nerviosos. El momentoactual no tiene nada de revolucionario. La contrarrevo-lución se siente con arrestos para cometer toda clasede desmanes. Las cárceles están repletas de trabajado-res. Las prerrogativas del proletariado están en francodeclive. A los obreros revolucionarios se nos da un tra-

54

Page 55: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

to de inferioridad. El lenguaje de los burócratas, conuniforme o sin él, es intolerable. Y no repitamos lo delos asaltos a los sindicatos.

No queda otro camino que el de una nueva revolu-ción. Vayamos a su preparación. Y en el fragor de lanueva gesta nos volveremos a encontrar en la calle loscamaradas que hoy batallan en los frentes, los cama-radas que yacen tras rejas y los camaradas que en lahora actual aún no han perdido la esperanza de unarevolución que rinda justicia a la clase trabajadora.

A la consecución de una nueva revolución que désatisfacción completa a los obreros de la ciudad y delcampo. A la consecución de una sociedad anarquistaque dé satisfacción a las aspiraciones humanas.

¡¡Adelante, camaradas‼

55

Page 56: Hacia una nueva revolución · españolquehagiradoentornodelasminasdehierro situadasenlacabiladeBeni-Bu-Ifrarcercadelmonte Af-Laten. Los militares han sido la eterna pesadilla del

Biblioteca anarquistaAnti-Copyright

Los amigos de DurrutiHacia una nueva revolución

1938

Recuperado el 21 de agosto de 2013 desdeanarkismo.net

Publicado originalmente como un folleto en 1938.

es.theanarchistlibrary.org