GIMNASIO MARAVILLAS, MADRID, 1960-1962

índi ce

1 ntroducc ión .............................. .

La arquitectura de Alejandro de la Sota. Una interpretación .

El G imnasio Maravillas.......... . . ....... ...... . [. Del proyccw y la obra ..... .. .• • . .. .. .... . ... . .... 2. "Maravillas" revisado........ . .. ... . ... . .... .

2. 1. La secc ión tensa .......•.......•.... • ... • ..... 2.2. La planta sesgada .. ..... ... .........•... . ..... 2.3 . El alzado te rso ........ • ............•... •..... 2.4. El o rden inte nso ...... .

Anexo 1: Memoria del Gimnasio . ... . . . ... ... . . . . ... .. .. .

Anexo a la memoria .... .

Bibliografía ............ ..... ................ . ... •.....

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Introducción

La primera not icia del Gimnasio del Colegio Maravillas me lle­gó a través de la revista " Perseverancia", editada por el propio Cole­gio, y en ella se recogían los actos de la inauguración. ' Las fotografías mostraban un espacio sorprendente que servía de marco a las actua­ciones gimnásticas escola res. También aparecía el amor del proyec­to, Alejandro de la Sota, con su fa mili a y los principales responsables de la ob ra. En los pies de fotOS se alud ía a la "paciencia benedictina" mos trada por el arquitectO en la dirección del Gimnasio . ~

Más adelanle, fue a través del reportaje publicado en " H ogar y Arquitectura" / que las primeras imágenes se acopla ron a los planos del proyeclo y a unas fotografías espléndidas (del propio aucor) que me llevaron de la anterior so rpresa a un interés mucho más acusado. Por entonces ya había conocido a Sota y algu nos de los interrogan­tes despenados por el edi fi cio comenzaban a ident ificarse con el conjunto de su obra.' In te ntando desentrañar la compleja o rganiza­ción de la estructu ra espacial del artefac(Q y alcanzar el proceso de su ideación, siendo ya alumno de don Alejand ro, me propuse expe­rimentar el edificio de forma práctica, e impartí en sus aulas duran­te tres aiios~ (jun to con el profesor del Colegio, An tonio Manzano), la nueva asignatura "Expresiones Artísticas", optativa del Curso de Orientación Universi taria (COU) recién implantado.

1. N\ímero eXlraordinHio dedic~do ~ b obra del Gimna$io con Il,olivo de su inaugu ­ración, · Perseveranc i a~, 4' época, nD 60, Madrid. 1962.

2. La nota recogía las palabras pronunciadas por el Hermano Dirl.'(;tor en el acto inau­gural y decía textualmente: "Gracias. en primer lugar. ,,1 señor arquitecto y director de la obra. don Alejandro de b SOta Martínez, quien, ~on minuciosidad y paciencia un tanto be­nedic tinas, h3 llevado a feliz término ~u trabajo; traba jo, en ocasiones, d" laboratorio. Los que eonocemos 3 D. Alejandro sabemos que. en su profesión, "S un enamorado de todo 10

pcrfeclO~. 3. ~ Hogar y Arquitcctum", nO 43. novi"lllbrc 1962. 4. Mi cono<;imiemo del arquiwcto se produjo en 19.'>9, si bien no fue hasta octubre de

196.'> que le cO l1s ider'; como maestro. 5. Cursos 1971-1973.

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Aquella expe ri encia como docente en el edi fi cio me permitió trasladar mis propias inquietudes intelectuales juveni les a unos alumnos educados ya, y sin sabe rlo, en un espacio magistra l de la arq uitectura española~ y seguramente me ay udó a conso lidar una forma no fraccionar ia de ver la arq uitectura, que en las largas con­ve rsaciones personales con Sota tenían su fundamento más teórico.

D esde entonces, en sucesivas ocasiones, de form a reiterada, el Gimnasio ha constituido para mí motivo de reflexión, se ha con­vertido directa o indirectamente en ejemplo utilizado en mis clases en la Escuela de Arqui tectu ra de Madrid, y ha estado presente, co­mo la referenc ia más enigmática y a la vez más segu ra, siempre que me he ocupado, en escriws o en conferencias, de la o bra de Alejan­dro de la Sota.

Con ocas ió n de la "inauguración" de las últimas reformas del Gimnasio diri gidas por él, en un acto celebrado en el Coleg io, aprovec hado ade más como homenaje al autor y a su obra con una exposición monográfica sobre el edificio mostrada en la galería al­ta del Gimnas io, me pidió Sota una interve nción en aquel acto. Vol­vió a mostrar don Alejandro su perplejidad respecto a cómo hab ía surg ido la idea gene ratr iz, desde la secc ión naturalmente, y traté de exp licar el sent ido uni ta rio del proyecto más all á de la fortuna de los detalles, intentando ligar los resultados a la actitud del auto r, a su autoridad moral, tras ladada de fo rma tan eficiente al Gimnasio.

Me compro metí interiormente, en aque ll a ocasión, quizás la úlLima en que Sota visitó su Gimnas io, a intentar plantearme de forma ordenada las reflex iones que ese proyecto me sugería. Hu­biese querido contrastarlas con el autor, pero eso ya no fue posible por desgracia.

El trabajo que sigue pretende ser senci ll amente una mera lectu­ra de las posibles claves de un edifi cio cuyo contexto es la obra de su autOr y no otro, ca rgado del misterio de la intuición creativa, re­ferencia ineludible de nuestra propia experiencia arqu itectónica y ejemplo indiscut ib le de la mejor producción de nuestra histOri a rec iente.

6. Algunos alumnos de aquellos cursos ~ún los recucrd~n como una i11lcrcSJ11Ic t'xpc­riencia. Citaré entre otros a AraÚjo. Ar(·c. Cárdenas ..

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