-
El ftbol y las identidades. Prlogo a los estudios
latinoamericanos Titulo Alabarces, Pablo - Autor/a
Autor(es)Futbologias: Futbol, identidad y violencia en America
Latina En:Buenos Aires LugarCLACSO, Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales Editorial/Editor2003 Fecha
ColeccinFutbol; Ciencias Sociales; Aspectos Sociales; Identidad
Cultural; Deportes;Identidades; America Latina ;
Temas
Captulo de Libro Tipo de
documentohttp://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/gt/20100919011639/2prologo2.pdf
URLReconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0
Genricahttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es
Licencia
Segui buscando en la Red de Bibliotecas Virtuales de
CLACSOhttp://biblioteca.clacso.edu.ar
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)Conselho
Latino-americano de Cincias Sociais (CLACSO)
Latin American Council of Social Sciences
(CLACSO)www.clacso.edu.ar
-
El ftbol y las identidadesPrlogo a los estudios
latinoamericanos*
Sergio Villena Fiengo**
E l inters de los cientficos sociales por estudiar los deportes
tiene como ob-jeto conocer las funciones sociales que se asignan,
en cada momento y lu-gar especficos, a las diversas prcticas que
comprenden ese campo. Lapremisa que subyace a estos estudios es que
las funciones sociales que el deportepuede cumplir desbordan con
mucho su ampliamente reconocido carcter ldico deentretenimiento a
veces predilecto y usualmente catrtico para las multitudesagobiadas
por el ritmo de vida contemporneo. En esta perspectiva, y sin
pretenderex h a u s t ividad, se puede sealar una serie de
funciones latentes en las prcticas de-p o r t ivas que se han
logrado identificar en lo que hace a la dimensin social.
Los socilogos han prestado particular atencin al papel del
deporte en losprocesos de integracin social y de produccin de
socialidad, funcin que secumplira a travs de la formacin de un
mbito comunicativo fluido y de acce-so relativamente irrestricto en
lo que toca a las barreras sociales diversas (raza,etnia, clase,
nacin, etc.), el cual tendra la virtud de operar como arena tanto
pa-ra la generacin de capital social como para el establecimiento
de vnculos co-munitarios cargados de intensidad afectiva. Por el
contrario, una postura menosromntica respecto del deporte destaca
el papel que cumplen las prcticas depor-t ivas en la formacin y
mantenimiento de barreras sociales, e incluso en la ge-
21
* Este texto se ha beneficiado ampliamente de los comentarios de
Pablo Alabarces, Luis H. Antezana y Andrs Dv i l a .**Magister y
Doctorando en Ciencias Sociales, FLACSO, Secretara General, Costa
Rica.
-
neracin de violencia interg r u p a l1: los deportes seran un
espacio donde concu-rren grupos rivales entre s con el fin de
competir por prestigio, honor y, cada ve zms, por dinero.
Asimismo, sobre todo con la profesionalizacin del deporte, se ha
sealadosu funcin de canal de movilidad social ascendente y su valor
pedaggico en elproceso de socializacin, perspectiva en la cual el
deporte se considera un canalprivilegiado para la transmisin de
aquellos valores cvicos que fundamentan laconvivencia social
pacfica y solidaria. La difusin de una tica deportiva a travsde la
elaboracin y difusin de mitologas que tienen en deportistas
destacados asus hroes ejemplares cumpliran precisamente ese papel
positivo. Por el contra-rio, se ha destacado tambin que el deporte
cumple funciones ideolgicas, en tan-to contribuye a la reproduccin
del establishment mediante la socializacin de lossectores populares
en los valores ticos y estticos burgueses, propios del capita-lismo
competitivo. En esta lnea tambin es posible analizar las
dimensiones fi-lantrpica y de extensin comunitaria ligadas al
deporte, promovidas por mu-chas empresas privadas o instituciones
estatales.
En lo econmico, se ha puesto especial nfasis en sealar la
creciente comer-cializacin del deporte, a la vez que se ha
destacado la profesionalizacin que elmismo est experimentando.
Desde hace ya varias dcadas, analistas del deportecon orientacin
humanista han advertido constantemente, y al parecer sin xito,sobre
las consecuencias negativas que tendra la creciente mercantilizacin
deldeporte, a la cual habra que sumar su transnacionalizacin
creciente, tanto parael cumplimiento de sus funciones sociales de
integracin y cohesin social, cuan-to para el mismo juego, en su
dimensin tica y esttica. El deporte estara dejan-do de ser una
prctica desinteresada y ldica para asumir el carcter de una
pu-jante rama en la industria del entretenimiento, sobre todo
meditico, con los con-secuentes problemas de alienacin del trabajo,
expropiacin del tiempo libre y as-pectos similares2.
Es importante notar que la creciente comercializacin de los
deportes, y par-ticularmente del ftbol, sobre todo en sus
dimensiones de producto de la indus-tria del entretenimiento3, ha
conducido a que los mismos pasen a formar parte dela agenda ya no
slo de las organizaciones destinadas a promover la cultura, co-mo
la UNESCO, sino tambin de organismos internacionales orientados al
desa-rrollo, como es el caso del BID4. Este proceso, estrechamente
relacionado con laconversin de los clubes en sociedades annimas
deportivas y el desarrollo de losmercados publicitarios y del
entretenimiento, ha trado como consecuencia, comolo acaba de
evidenciar el escndalo financiero que llev a la cancelacin del
se-gundo mundial de clubes, as como la controvertida realizacin de
la Copa Am-rica en Colombia, que las noticias deportivas se
publiquen cada vez con ms fre-cuencia en la seccin econmica de los
noticieros y ya no slo en las pginas de-portivas. Ms all de eso,
hoy es fcil constatar que las conversaciones entre afi-
22
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
cionados tienen entre sus temas principales el costo de los
fichajes, el valor de lospremios en disputa o el costo de los
derechos televisivos de su deporte favorito.
En lo poltico, son por dems conocidos los argumentos del pan y
circo, delos cuales el semilogo italiano Umberto Eco es un
abanderado, que se refieren alos deportes en tanto actividad
distractiva de las masas en relacin con la discu-sin de problemas
polticos sustantivos y, en general, con su involucramiento
ciu-dadano en la cosa pblica. En este campo, se ha sealado tambin
la recurrente uti-lizacin del deporte por parte de los gobiernos
con fines de promocin nacionalis-ta y de homogenizacin cultural. De
igual forma, se ha hecho notar el papel delEstado en la generacin
de polticas deportivas inspiradas en ideologas racistas,higienistas
y de control y domesticacin social. Por contraparte, se ha
estudiadoel papel de esfera de resistencia que puede cumplir el
deporte frente a los contro-les disciplinarios y a la represin
social y poltica en otros mbitos de la ex i s t e n-cia, aspecto
muy relacionado con el complejo asunto de la violencia en el
depor-te. Finalmente, se ha hecho notar su utilizacin como trampoln
para quienes es-tn interesados en hacer carrera poltica, aunque
esta relacin pareciera estar inv i r-tindose debido a la creciente
comercializacin del deporte: hoy, casos como el delc o n t r
overtido ex presidente de Ecuador, Abdal Bucarn, sugieren que la
polticapuede tambin ser un trampoln para llegar a la dirigencia del
deporte5.
Por ltimo, en la dimensin cultural, se ha destacado la funcin
comunicativadel deporte, es decir, su carcter de arena pblica en la
que concurren diversos ac-tores sociales con el fin de elaborar y
hacer manifiesta, usualmente bajo formassimblicas muy elaboradas,
su propia concepcin sobre la vida y la sociedad. A h o-ra bien, con
la comercializacin, hipermediatizacin y transnacionalizacin de
losdeportes, stos tambin adquieren la funcin de canal publicitario
para productosde diverso tipo, entre los que destacan los
implementos deportivos, la comida r-pida, la cerveza, los equipos
electrnicos, etc. Asimismo, se ha prestado especialatencin al papel
del periodismo deportivo como actor fundamental en la elabora-cin y
transmisin de imaginarios sociales y, por tanto, en la formacin de
identi-dades colectivas diversas. Finalmente, tambin ha merecido
atencin la subcultu-ra del hincha, con nfasis en el comportamiento
simblico y los cdigos moralesde conducta de los aficionados y, ms
recientemente, su incursin en la comunica-cin virtual, con la
formacin de lo que se ha denominado el hincha virtual.
Dentro de este amplio espectro temtico susceptible de ser
abordado por lasciencias sociales, podra sealarse que, en Amrica
Latina, quienes se han intere-sado por los estudios sociales de los
deportes han mostrado una tendencia gene-ral aunque no exclusiva a
privilegiar, como objeto de investigacin, un proble-ma especfico:
el proceso de formacin de identidades socioculturales en el mar-co
de los espectculos futbolsticos. Esta marcada inclinacin por los
temas cul-turales articulados con temas polticos antes que
estrictamente sociolgicos oeconmicos del deporte puede rastrearse
desde los pioneros e influyentes estudios
23
Sergio Villena Fiengo
-
que realizaron sobre el ftbol los antroplogos Roberto DaMatta,
brasilero, yEduardo Archetti, argentino.
A principios de los aos 80, DaMatta buscara comprender cmo el
estilo dejugar canonizado como propio del Brasil expresaba la forma
de ser o la identidadde ese pueblo. DaMatta conclua sealando que
tanto en el ftbol como en su vi-da cotidiana los brasileros
mostraban especial predileccin por un buen juego decintura (ver
principalmente DaMatta et al, 1982). Por su parte, tambin en la
pri-mera mitad de los aos 80, Archetti inicia una fecunda produccin
antropolgi-ca sobre el ftbol, la cual arranca con un anlisis del
ethos de las hinchadas de losclubes argentinos, prestando especial
atencin a cmo el comportamiento verbalque las mismas exhiban en los
estadios apuntalaba la construccin de identida-des masculinas de
cierto tipo especfico. Sin abandonar su preocupacin por
lasmasculinidades la cual luego investigara en otras reas
culturales, como el tan-go y el polo, este autor ampliara su campo
de inters hacia el estudio de la for-macin de un imaginario
nacionalista argentino en los discursos del periodismodeportivo,
principalmente en la archiconocida revista El Grfico (su
produccinse encuentra condensada en Archetti, 1999 y 2001).
Lamentablemente, DaMatta y sus asociados no continuaron
investigando so-bre la relacin entre ftbol y cultura en el Brasil.
Por otra parte, si bien Archettiprosigue con sus estudios sobre el
tema, traslada su residencia a Noruega y se in-serta en un circuito
acadmico del cual los latinoamericanos estn, en general, almargen.
As, pese al auspicioso comienzo que tuvieron los estudios sobre el
ft-bol en esta regin del mundo, pronto se abri un relativamente
prolongado silen-cio de las ciencias sociales respecto al deporte
en general y al ftbol en particu-lar, el cual se prolong hasta
mediados de la dcada de los 90, momento en elcual emerge un nuevo y
renovado inters por esta temtica. En esta nueva fase,que se
mantiene hasta hoy, se puede constatar que, pese a existir una gran
disper-sin/desarticulacin de este subcampo acadmico, persiste un
fuerte inters porlos temas relativos a la construccin de
identidades socioculturales de diverso cu-o en el marco de los
espectculos deportivos.
Algunas publicaciones, realizadas en medio de la euforia del
proceso clasifi-catorio hacia el mundial de Francia 98, hacen
evidente ese inters cultural domi-nante entre quienes se preocupan
desde las ciencias sociales por el deporte en ge-neral, y por el
ftbol en particular6. Probablemente este renovado inters en el
de-porte y, sobre todo en el ftbol, deba mucho al auge creciente
que los estudiosculturales tienen en la regin en los aos 90, donde
el estudio de la cultura, lasidentidades, los imaginarios y las
representaciones adquiere un lugar cada vezms preponderante.
Otra razn por la que pareciera que el estudio del ftbol se
convierte en unanueva preocupacin acadmica son las profundas
transformaciones que el propiodeporte est atravesando en los ltimos
veinticinco aos, particularmente duran-
24
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
te la dcada de los 90, cuando entra en un agudo proceso de
comercializacin,transnacionalizacin e hipermediatizacin. Poco a
poco los cientficos socialeshan tomado nota de los cambios que esos
procesos, que algunos autores resumenbajo el rtulo de globalizacin,
estn provocando en los parmetros sociolgi-cos, polticos, econmicos
y culturales sobre los que se estructuran las institucio-nes y las
prcticas en los deportes y, particularmente, el llamado deporte
rey.En esta perspectiva, no parece descabellado plantear la
hiptesis de que el ampliointers por los temas relativos a la
construccin de identidades a travs del depor-te en Amrica Latina
responde tambin de alguna forma a un posible sentimien-to de prdida
de identidad y comunidad, de inseguridad ontolgica, derivado delas
transformaciones que estn sufriendo los deportes, sobre todo el
ftbol, anteel embate globalizador.
En este nuevo contexto, los estudios culturales sobre el deporte
ganan cadavez ms legitimidad, tanto entre las instituciones como
entre la comunidad aca-dmica. Tal vez el esfuerzo de mayor
importancia, en esta perspectiva, es la orga-nizacin de un Grupo de
Trabajo sobre Deporte y Sociedad en el seno deCLACSO, el cual se
establece como un marco institucional que est facilitandoel
establecimiento de vnculos entre investigadores que de manera
aislada venanrealizando investigaciones puntuales sobre esas
temticas a lo largo y ancho deAmrica Latina. La primera reunin
internacional de este Grupo de Trabajo, rea-lizada en Cochabamba,
Bolivia, en diciembre del ao 1999, mostr de maneraclara que, si
bien este encuentro tena como principal propsito hacer un estadode
la cuestin respecto al tema Deporte y Sociedad en Amrica Latina,
sin privi-legiar ninguna prctica especfica ni temtica puntual, era
evidente que las y losparticipantes en ese primer encuentro tenan,
en su gran mayora, un inters co-mn: el estudio de la relacin entre
ftbol e identidades socioculturales.
Con esa constatacin, se decidi que el segundo encuentro del
Grupo Depor-te y Sociedad, realizado en Quito, Ecuador, en
diciembre de 2000, tratara una te-mtica especfica: la relacin entre
deporte e identidad y, ms acotadamente, en-tre ftbol e identidad.
Ese segundo encuentro, a diferencia del primero, que tuvoun formato
cerrado, permiti no slo la amplia participacin tanto de
acadmicosprocedentes de ms de diez pases latinoamericanos, a la
cual se dio una impor-tante e inusual cobertura periodstica, sino
tambin de a un amplio pblico, bsi-camente ecuatoriano7. Resultado
de ese encuentro es, precisamente, este libro quepresentamos aqu,
una vez que hayamos esbozado la historia del campo de los es-tudios
socioculturales sobre el deporte en Amrica Latina8.
Corresponde aqu hacernos la siguiente pregunta: cules son los
principalesaportes y perspectivas de investigacin sobre los
procesos de conformacin deidentidades en el ftbol que se han
abierto en este perodo? O, para plantearlo demanera distinta, qu
hemos aprendido sobre los procesos de conformacin deidentidades e
imaginarios al estudiar el ftbol en Amrica Latina? Cul es el
25
Sergio Villena Fiengo
-
aporte terico de este esfuerzo? Qu enseanzas metodolgicas nos
deja esteproceso? En lo que queda de este prlogo presentaremos una
respuesta prelimi-nar a estos interrogantes, limitndonos a los
aportes que han realizado los miem-bros del Grupo de Trabajo sobre
Deporte y Sociedad de CLACSO en los dos en-cuentros realizados
hasta ahora.
Primero que nada, hay que sealar que quienes se desenvuelven en
el campode los estudios socioculturales sobre el ftbol se han
interesado en conocer cmoeste deporte-espectculo acta como arena
pblica en el proceso de construccinde identidades sociales y
culturales de diverso cuo, sean identidades de perte -nencia
(identidades territoriales regionales, locales, (post)nacionales,
genricas,generacionales, de clase, etc.), o identidades de rol
(hinchas, jugadores, etc.)9. Enesta perspectiva, el ftbol sera una
arena pblica donde se elaboran y refuerzanidentidades tanto
prefutboleras como especficamente futboleras. En el caso delas
identidades de pertenencia, las preguntas pertinentes que habra que
respon-der seran del tipo: cmo expreso en el ftbol mi identidad
como ecuatoriano,como hombre o como obrero? Qu significa ser de uno
u otro club? En lo quecorresponde a las identidades de rol, los
interrogantes implcitos son: qu signi-fica ser un hincha de
determinado club? Qu significa ser un jugador de unaseleccin
nacional de ftbol? O incluso, cmo debo actuar en tanto ciudadanode
un pas en ocasin de un partido de ftbol de mi seleccin nacional?10.
Lasponencias presentadas por los miembros del Grupo de Trabajo
sobre Deporte ySociedad de CLACSO buscan responder a interrogantes
de este tipo estudiandodiversos escenarios nacionales: Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica,Chile, Ecuador, Uruguay,
etc.
Cada uno de estos estudios, en su mayora an de carcter
preliminar, puedeconsiderarse una pieza de un rompecabezas de dos
caras: por un lado, contribu-yen a problematizar y conocer el
proceso de formacin de identidades e imagina-rios en cada uno de
los pases estudiados; por el otro, aportan un conocimiento debase
para realizar estudios comparados sobre el papel del ftbol en la
formacinde identidades en Amrica Latina. Por supuesto, si bien es
claro que el rompeca-bezas est lejos de completarse en sus dos
caras, es tambin importante anotarque las piezas que se ha logrado
reunir hasta ahora dan pautas que permiten rea-lizar
interpolaciones y triangulaciones hipotticas que sugieren caminos
paraavanzar en la tarea colectiva de llenar los vacos.
Ahora bien, podramos complejizar nuestro rompecabezas, haciendo
que ca-da pieza contenga cuatro lados, asignando una de las caras
vacantes a la dimen-sin terica y otra a los asuntos metodolgicos.
Qu cuadro terico podramosarmar reuniendo las fichas que tenemos a
mano? En primer lugar, es preciso ano-tar que los estudios sobre
deporte y cultura se han realizado desde una perspecti-va
claramente transdisciplinaria, incorporando elementos tericos y
metodolgi-cos principalmente de la antropologa, la sociologa y las
ciencias de la comuni-
26
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
cacin. Por otra parte, ms all de la multiplicidad de conceptos y
autores en losque se apoya cada uno de los investigadores para
aprehender su objeto de estu-dio, habra que destacar, sin embargo,
que es posible identificar una orientacincompartida a anclar el
barco terico en un modelo heurstico comn, que se ca-racteriza por
considerar al ftbol como un espectculo colectivo con gran
inten-sidad dramtica y ampliamente mediatizado.
En esta lnea de reflexin e indagacin, algunos de los autores
generosamen-te citados, y que tienen en comn su orientacin
antropolgica, son Victor Tur-ner, Clifford Geertz, Emile Durkheim,
Pierre Bourdieu y Benedict Anderson,quienes, con matices distintos,
comparten la preocupacin por abordar los proble-mas relativos a la
integracin y el conflicto social prestando atencin a la dimen-sin
simblica, emocional y moral sobre la que se estructura la sociedad.
Un as-pecto importante a destacar es que, salvo en el caso de
Bourdieu, estos autores nohan teorizado ni investigado
especficamente los deportes, sino que se han preo-cupado mayormente
por los problemas de integracin y cambio sociocultural demanera ms
amplia11. Por contraparte, podra sealarse que otros autores,
deorientacin sociolgica, que han sido muy influyentes en los
estudios sobre iden-tidades y cultura en Amrica Latina, no han
merecido gran atencin pese a su po-tencial utilidad para el estudio
de los deportes: principalmente, Irving Goffman,Thomas Luckmann y
Peter Berger12.
Por otra parte, puede tambin indicarse que en los estudios
latinoamericanossobre el ftbol las concepciones que se centran en
la dimensin de la dominacin,el conflicto y el control social, ya
sean aquellas inspiradas en el marxismo, sobretodo en sus
vertientes althusserianas y gramscianas, o en otras fuentes, como
enlos trabajos de Foucault, por ejemplo, no han sido ampliamente
utilizadas comoreferentes tericos relevantes. Sin embargo, es
importante sealar que los estu-dios sobre deporte e identidad
tienen un trasfondo crtico respecto de la forma-cin de identidades,
en tanto consideran a las mismas no slo como una forma deintegracin
simblica a la comunidad, enmarcada en parmetros cognitivos
yafectivos, sino tambin como una forma de sujecin hegemnica a los
designiosde los grupos dominantes.
En trminos ms amplios, podra sealarse que las investigaciones en
Am-rica Latina no se han inspirado mayormente en los estudios
culturales del depor-te que desde distintas vertientes se han
realizado en Europa13. Esto seguramentetiene que ver en parte con
la escasa disponibilidad de los materiales en idioma es-paol, a lo
que se suman las dificultades de acceso a los materiales en ingls
yfrancs, situacin que podra cambiar pronto con la posibilidad de
adquisicin online de los mismos. Sin embargo, esto no parece ser as
necesariamente, ya quetampoco han tenido gran influencia los
trabajos de la llamada Escuela deLeicester y la sociologa
figuracional, pese a que un texto fundamental como esDeporte y ocio
en el proceso de civilizacin, de Norbert Elias y Eric Dunning,
ha
27
Sergio Villena Fiengo
-
sido traducido al espaol y es de fcil acceso. Lo mismo puede
sealarse respec-to a los trabajos de orientacin marxista, como
Sociologa poltica del deporte, deJean-Marie Brohm, o El ftbol como
ideologa, de Gerard Vinnai14. En razn deello habra que considerar
otras razones para explicar esa escasa recepcin ade-ms de las
dificultades de acceso, como por ejemplo la diferencia entre los
inte-reses temticos y las tradiciones tericas en las cuales se
sustentan los estudios enambas regiones.
Ahora bien, debido a la escasa institucionalizacin y articulacin
del campoen Amrica Latina1 5, sera exagerado sealar que existe una
tradicin terica enlos estudios latinoamericanos sobre deporte. Pese
a ello puede indicarse que en lar egin existe una tendencia a
considerar al ftbol como un ritual comunitario, co-mo un drama
social y/o como una arena pblica, como un espacio comunicativodenso
en el cual se entrecruzan mltiples discursos verbales, gestuales e
instru-mentales (grficos, sonoros, etc.), a travs de los cuales los
diversos actores parti-cipantes en el drama, como son los
jugadores, entrenadores, dirigentes, periodis-tas, hinchas y
detractores, expresan apasionadamente sus conceptos y valores noslo
sobre el juego, sino tambin sobre su vida, anhelos, frustraciones y
esperan-zas. Tal vez podramos resumir esta aproximacin
parafraseando a Geertz y sea-lando que los estudios
latinoamericanos muestran una inclinacin por abordar elftbol bajo
el modelo de un juego profundo que se constituye en un
comentariodramtico sobre la vida, en sus dimensiones emocionales,
morales e intelectuales.
En otros trminos puede sealarse que desde la perspectiva
latinoamericanase tiende a considerar al espectculo futbolstico
como un escenario privilegiadopara preguntarnos y buscar respuestas
a la ms fundamental de las preguntas:quines somos? Existe una
especie de hiptesis de trabajo segn la cual las ml-tiples
narrativas que concurren en un espectculo deportivo complejizan y
espe-cifican esta gran pregunta, introduciendo diversos parmetros
como son los terri-toriales, los funcionales, los genricos y los
generacionales. Pero esos discursostambin proveen una amplitud de
respuestas, haciendo de los espectculos depor-tivos un campo de
disputa simblica donde concurren diversos actores que bus-can,
incluso de manera inconsciente, definir los sentidos verdaderos
sobre losque se asienta su identidad como individuos y como grupo
social. En esa medi-da, el ftbol sera tambin escenario de conflicto
entre grupos sociales que bus-can imponer sus sentidos a los otros
con los cuales se hallan en competencia y,por lo tanto, un
escenario donde se disputa la hegemona.
En esta arena pblica de enfrentamiento simblico cada actor
despliega y re-define, conforme se desarrolla el drama, sus propias
preguntas y respuestas sobresu identidad, en un marco
multidimensional que comprende lo tico, lo esttico,lo ldico, etc.
En esta disputa, en la que impera un profundo
involucramientoemocional, se busca la afirmacin propia mediante la
elaboracin de una autoi-magen que sea reconocida por los otros, a
los cuales, a la vez, se denigra o se
28
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
aprende a respetar y hasta a temer. Es de esa forma que el
espectculo futbolsti-co ofrece un escenario en el que se construye,
representa y resignifica la propiaidentidad, a la vez que se
adquirieren y reelaboran las imgenes que los otrostienen sobre
nosotros y ellos mismos, interiorizando en ese proceso
conceptossobre lo que es ser un buen o un mal ciudadano, sobre cmo
ser un buen o un malhombre, sobre lo que es bonito y elegante o
feo, etc.
Parece importante sealar aqu que el concepto de identidad que
entra en es-cena guarda distancia de las concepciones esencialistas
y de las teoras del refle-jo. No cabe considerar que el ftbol es un
espejo donde se reflejan las identi-dades sociales construidas en
otros espacios sociales, culturales o polticos, ytampoco considerar
a las identidades como bsicamente inmutables. Por el con-trario,
los estudios sobre deporte y sociedad, si bien en muchos casos no
especi-fican el concepto de identidad con el cual trabajan,
operativamente tienden a con-siderar al espectculo futbolero como
un escenario privilegiado para la produc-cin de identidades, en una
dinmica dialctica entre reforzamiento y reelabora-cin de sentidos y
lealtades, a la vez que consideran a las identidades como
cons-trucciones precarias, mltiples y fluidas, que operan
contextualmente y que, bajociertas condiciones, son susceptibles de
transformacin.
De esa manera, interesa estudiar cmo el ftbol, en tanto arena
pblica, ofre-ce un escenario simblico privilegiado para el
establecimiento de vnculos socio-culturales, a la vez que para la
elaboracin de imaginarios sociales de tipo nacio-nal, genrico,
generacional, clasista, etc. As, el ftbol puede considerarse un
es-cenario ritual y secular privilegiado en las sociedades modernas
para la construc-cin de lo que el antropolgo Victor Turner llam la
communitas: escenario ritualque hace posible obviar las diferencias
estructurales entre los individuos y quepropicia su inmersin en un
espacio de communitas, de comunin entre quienesusualmente se
encuentran separados estructuralmente por diferencias de rol y
es-tatus. Sin embargo, como es usual en estos tiempos postmodernos,
esta inmersinen la comunidad es analizada sin caer en el
romanticismo ingenuo, sino ms biencon distancia y hasta con irona,
en tanto se sospecha que el sentimiento comu-nitario puede tambin
producir un efecto de reforzamiento de las diferencias
es-tructurales, mediante el conjuro catrtico de las fuerzas
disgregantes, a la mane-ra de otras celebraciones festivas, como
los carnavales, por ejemplo16.
Por otra parte, es oportuno notar que, por su estructura
agonstica, el ftbolno permite la construccin de una communitas
total, forjando una suerte de me-taidentidad, sino que siempre
opone a dos communitas17. En ese sentido, puedeser muy til tomar el
concepto de masa doble de Canetti, autor segn el cualcada masa se
constituye siempre en oposicin a otra que le es similar o
con-mensurable. Si admitimos estas caractersticas fundamentales del
ftbol, extensi-vas a otros deportes grupales de combate, las
preguntas que cabe formularse ya las cuales habra que orientar
nuestros esfuerzos investigativos son: cul es la
29
Sergio Villena Fiengo
-
dimensin o el criterio sobre el que se estructura el grupo
social en un encuentrode ftbol?; cul es, y por qu, la categora
social o cultural saliente o pivote enun encuentro de ftbol?18; cmo
se genera el vnculo social grupal entre quienesparticipan en un
espectculo deportivo?; cmo se elaboran los imaginarios y
lasidentidades grupales en el marco de los encuentros deportivos?;
cmo expresansimblicamente los miembros del grupo su pertenencia al
mismo? El mrito delos estudios culturales sobre deporte en Amrica
Latina es haber formulado estetipo de preguntas y ofrecer ciertas
hiptesis y conceptos, as como haber orienta-do la recoleccin de
informacin necesaria para avanzar en la elaboracin de al-gunas
respuestas iniciales.
En esta ltima direccin podemos, para finalizar este ejercicio
prologal, reto-mar nuestro modelo de rompecabezas y preguntarnos
cules son los aportes me-todolgicos de los estudios
latinoamericanos sobre el deporte. Si bien los y lasacadmicos y
acadmicas que conforman esta protocomunidad cientfica hanmostrado
una fuerte tendencia al ensayo y la reflexin terica, tambin debe
va-lorarse su aporte en la dimensin emprica. Consecuentemente con
la perspectivaterica asumida, los abordajes cualitativos o
interpretativos han sido privilegiadosen relacin con los anlisis de
tipo cuantitativo. Se ha utilizado con cierta frecuen-cia el
anlisis del discurso, tanto de los medios de comunicacin como de
los pro-tagonistas directos, entre los cuales se incluye a la
hinchada; tambin se han apli-cado tcnicas de carcter etnogrfico,
realizando observaciones participantes enlos estadios y sus
entornos mediticos, aunque tal vez de manera insuficiente enlo que
se refiere a los anlisis de recepcin de estos ltimos; finalmente,
algunasinvestigaciones han buscado complementar el anlisis del
discurso y la aproxima-cin etnogrfica mediante el desarrollo de
entrevistas en profundidad y la organi-zacin de grupos focales.
Resumiendo, puede decirse que los estudios latinoamericanos
sobre deportetienden a concentrarse en un rea temtica y problemtica
particular: la relacinentre el espectculo futbolstico y la
elaboracin de identidades socioculturales.Los estudios realizados
hasta ahora muestran una tendencia hacia la conceptuali-zacin del
espectculo futbolstico como una arena pblica ritualizada y
mediati-zada, la cual hay que abordar apelando al uso de
metodologas de corte principal-mente cualitativo. Los resultados de
investigacin obtenidos, algunos de los cua-les conforman este
volumen colectivo, muestran la fecundidad potencial de
estosestudios para el conocimiento de las culturas y de las
identidades socioculturalesen Amrica Latina. Sin duda, la
institucionalizacin de la protocomunidad acad-mica de alcance
regional, proceso en el cual CLACSO est jugando un papel
des-tacado, estimula el desarrollo de investigaciones a la vez que
ampla la difusinde las mismas, contribuyendo as al fortalecimiento
del intercambio acadmicotanto al interior de la regin como entre
sta y otras latitudes del planeta.
30
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
BibliografaAAVV 1994 Alrededor del ftbol, en Revista Universidad
de Antioquia(Medelln: Universidad de Antioqua) N 236.AAVV 1996
Ftbol e identidad nacional, en Cuadernos de CienciasSociales (San
Jos de Costa Rica: FLACSO) N 91.A AVV 1998 Ftbol, identidad y
poltica, en Ecuador Debate (Quito) N 43.Alabarces, Pablo (comp.)
2000 Peligro de Gol. Estudios sobre deporte ysociedad en Amrica
Latina. (Buenos Aires: CLACSO). Alabarces, Pablo et al (comps.)
1998 Deporte y sociedad. (Buenos Aires:Eudeba).Balandier, Georges
1992 (1988) El desorden. Elogio del movimiento (BuenosAires:
Gedisa).Balandier, Georges 1994 (1992) El poder en escenas. De la
representacindel poder al poder de la representacin (Buenos Aires:
Paids).Da Matta, Roberto et al (comp.) 1982 Universo do Futebol:
Esporte eSociedade Brasileira. (Rio de Janeiro: Pinakotheke).Finn,
Gerry T. 1994 Football violence: a societal
psychologicalperspective, en Giulianotti, Richard; Bonney, Norman;
Hepworth, Mike(eds.) Football, Violence and Social Identity
(London: Routledge).Gimnez, Gilberto 1999 Materiales para una teora
de las identidadessociales, en Jos Manuel Valenzuela (comp.),
Decadencia y auge de lasidentidades (Mxico: El Colegio de la
Frontera Norte Plaza y Janes).Giulianotti, Richard 1999 Football. A
Sociology of the Global Game(Cambridge: Polity Press).Giulianotti,
Richard, Bonney, Norman, Hepworth, Mike (eds.) 1994
Football,Violence and Social Identity, (London-New York:
Routledge).Panfichi, Aldo et al 1990 (1987) Ftbol, identidad,
violencia y racionalidad(Lima: FCS-PUC).Villena, Sergio 2000
Imaginando la nacin a travs del ftbol: el discurso dela prensa
costarricense sobre la hazaa mundialista de Italia 90, enAlabarces,
Pablo (comp.), (Buenos Aires: CLACSO).
31
Sergio Villena Fiengo
-
Notas1 Para algunos autores, la agresin y la violencia son
intrnsecas a los depor-tes e incluso se consideran en un continuo
que vara con el tipo de prcticay con el tipo de practicantes como
positivas en el carcter de los y las de-portistas. Por esa razn, es
importante indagar cules son los parmetros ti-cos y jurdicos que
convierten a determinados actos en agresivos y violentos,mientras
que valoran a otros como ingredientes necesarios del deporte
(verFinn, 1994).2 Se ha destacado, por ejemplo, el elevado grado de
disciplinamiento corpo-ral en el caso del deporte profesional, con
el fin de asegurar su alto rendi-miento deportivo y, de esa forma,
su rentabilidad econmica. Por otra parte,la creciente
comercializacin ira en detrimento de la funcin de socialidaddel
deporte, puesto que la presencia del aficionado estara siendo
desplazadadesde la participacin comunitaria hacia el consumismo,
dado que el aficio-nado ya no es interpelado en funcin de sus
pertenencias sociales, sino de sucapacidad de consumo. Ms an, como
puede observarse en los procesos eli-minatorios para los
campeonatos mundiales, los aficionados son interpeladosen funcin de
su pertenencia con el objetivo de inducirlos al consumo y no ala
participacin comunitaria.
3 En algunos pases del sur, particularmente Argentina, Brasil y
Uruguay, laexportacin de performing bodies (jugadores y
entrenadores) hacia el norte,sobre todo hacia los pases
mediterrneos de Europa, se ha convertido en unimportante negocio.
Algunas otras funciones econmicas del ftbol son el de-sarrollo del
turismo deportivo, la produccin de programas de entretenimien-to y
la exportacin/importacin de seales de televisin en vivo y en
direc-to, la comercializacin de smbolos y marcas deportivas, as
como el desa-rrollo del mercado publicitario.
4 Este organismo ha organizado recientemente dos seminarios
internaciona-les sobre el tema, El futuro del negocio del ftbol en
las Amricas(Washington, D.C., 5 de mayo de 2000) y El deporte, un
vehculo para el de-sarrollo econmico y social (Santiago de Chile,
16 de marzo de 2001).5 Bucarn, una vez que fue elegido presidente,
utiliz toda su influencia pa-ra convertirse en presidente del Club
Barcelona de Ecuador, cumpliendo aslo que l mismo denomin como uno
de sus sueos.
6 A la publicacin del nmero 236 de la Universidad de Antioqua de
Mede-lln (1994) se suman la compilacin de Panfichi (1997), el nmero
154 deNueva Sociedad dedicado a los juegos y las identidades
(1998), el nmero43 de la revista Ecuador Debate dedicado a el
ftbol, la poltica, las identi-dades (1998), y el Cuaderno de
Ciencias Sociales nmero 84 de FLACSOCosta Rica dedicado al tema
ftbol e identidad nacional (1996). Tambin
32
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
se publicaron dos libros: Alabarces et al (1998) y Alabarces
(2000). Cabe in-cluir, tambin, la realizacin en 1999 de un
seminario en Colombia sobre eltema de ftbol e identidad nacional,
cuyas ponencias han sido publicadas afines del 2000 en Gaceta N 47
bajo el ttulo de Identidades en flujo: teleno-vela, rock, ftbol,
carnaval y nacin.
7 La FLACSO Sede Ecuador, anfitriona de este encuentro, ha
continuado es-te esfuerzo por introducir esta temtica en el marco
de las ciencias socialesde ese pas organizando un conjunto de mesas
redondas en las que, ademsde acadmicos, se cuenta con amplia
participacin de la gente de ftbol:periodistas, dirigentes, tcnicos,
jugadores y aficionados. La euforia que hadespertado la exitosa
campaa de la Seleccin Ecuatoriana en el proceso cla-sificatorio
hacia Japn-Korea 2002, as como el escndalo suscitado por elatentado
perpetrado contra la vida de su director tcnico, el colombiano
Her-nn Dario El Bolillo Gmez, muestran la pertinencia de estos
esfuerzos.Esta observacin es de Andrs Dvila.
8 Una historia ms extensa y completa del campo, as como un
balance delgrado de articulacin de la comunidad acadmica
latinoamericana sobre eltema Deporte y Sociedad, se encuentra en el
texto introductorio a Alabarces(2000).9 Esta distincin entre las
identidades de pertenencia a un grupo o categorasocial especfico,
por un lado, y las identidades de rol, por otro, ha sido
pro-puesta, aunque sin referencia al ftbol, por Gilberto Gimnez
(1999). 10 Un caso interesante de fusin de estas dos identidades,
donde una identidadde pertenencia (nacional) implica una identidad
de rol (ser hincha de la selec-cin), se expresa en la siguiente
interpelacin: todo ciudadano digno y aman-te de su pas debe dar su
apoyo a la seleccin (ver Villena, 2000). Por otra par-te,
afirmaciones del tipo los costarricenses amamos el ftbol son
portadorasde una autoimagen colectiva donde un componente
fundamental de la identi-dad de pertenencia la constituye una
identidad de rol. En esta perspectiva, unopodra definir a un
fantico sealando que su identidad de pertenencia futbole-ra se
impone, con independencia del contexto social en el que acta, sobre
susotras pertenencias (soy, primero que nada en la vida, un hincha
del A r s e n a l ) .11 Sin embargo, en varias de sus
publicaciones, Victor Turner destac la ne-cesidad de abordar el
estudio de los espectculos deportivos modernos comoformas rituales
contemporneas.
12 Debo esta observacin a Andrs Dvila. Sin duda, tambin podra
utilizar-se a otros autores menos divulgados en Amrica Latina,
principalmente aque-llos que se sitan en la perspectiva
etnometodolgica, con Harold Garfinkela la cabeza, o a la corriente
del interaccionismo simblico, iniciada por Geor-ge Mead.
33
Sergio Villena Fiengo
-
13 Por ejemplo, en Francia algunos autores como Marc Auge y
ChristianBromberger se han preocupado por la dimensin ritual del
ftbol. En GranBretaa, si bien ha existido una preocupacin centrada
en temas relativos a laviolencia en el ftbol, particularmente en
ese complejo fenmeno que es elhooliganismo, tambin existe
preocupacin por investigar sobre identidadessociales. Giulianotti y
Finn indagan las identidades de los casuals escoceses;en Stirling,
el grupo de Garnt Jarvie trabaja obsesivamente sobre deporte ynacin
en Escocia, mientras que R. Boyle lo hace sobre TV y ftbol;
final-mente, en Brighton, Alan Tomlinson dirige lneas de trabajo
sobre identida-des y sobre organizaciones (la FIFA, por ejemplo).
Por contraparte, merecedestacarse que autores como Richard
Giulianotti han utilizado ampliamenteproduccin latinoamericana,
especialmente argentina y brasilera, como refe-rencia en sus
estudios sobre el ftbol a nivel mundial. Una excelente
sntesiscrtica sobre los estudios britnicos sobre el ftbol se
encuentra en Giulianot-ti (1999). Ver tambin Giulianotti, Bonney y
Hepworth (1999). Agradezco aPablo Alabarces por llamar mi atencin
sobre estos estudios.
14 Salvo esos textos, es poco lo que se ha traducido al espaol,
aunque me-recen destacarse algunos escritos breves y no muy
accesibles sobre deportede autores franceses como Pierre Bourdieu y
Marc Aug. Aqu se debe reco-nocer el aporte del Grupo
Interdisciplinario sobre Deporte de la Facultad deFilosofa y Letras
de la Universidad de Buenos Aires, contribuyendo a difun-dir los
estudios sobre deporte realizados en Europa y Estados Unidos tanto
atravs de la organizacin de eventos realizados en Buenos Aires en
los cua-les se ha invitado a participar como conferencistas a
acadmicos como AlanTomlinson, John Sugden, Richard Giulianotti,
Christian Bromberger, JosephArbena y el mismo Eduardo Archetti,
como por la traduccin y publicacinde algunos de sus textos y
conferencias en la revista virtual Lecturas: edu-cacin fsica y
deportes.
15 Una tarea por hacer, en esta perspectiva, es la de estudiar
los curricu-lums de los estudios socioculturales en Amrica Latina.
Hasta donde sabe-mos, los estudios sobre deporte estn ausentes o
son marginales en la mayorparte de los casos, lo que ciertamente
nos habla de una escasa institucionali-zacin del campo. Por otra
parte, la reducida intertextualidad existente entrelos propios
estudios latinoamericanos puede considerarse un indicador de labaja
articulacin del campo.16 Sobre los rituales de rebelin estudiados
por Gluckman, es pertinenterecordar aqu uno de los postulados
bsicos de la antropologa poltica, desa-rrollado por Balandier: El
supremo ardid del poder es impugnarse ritual-mente para as
consolidarse con mayor eficiencia (ver Balandier, 1992 y1994).
Sobre la hermenetica de la sospecha, remitimos al lector al
funda-mental texto de Foucault sobre Marx, Nietzsche, Freud.
34
Futbologas. Ftbol, identidad y violencia en Amrica Latina
-
17 Tal vez podra decirse que la metacomunidad la conforman todos
los afi-cionados al ftbol. Podra contraargumentarse, empero, que
por su estructu-ra agonal, de la cual carecen otros escenarios
rituales, como los carnavales,por ejemplo, el ftbol siempre
introduce una lnea de quiebra en esta meta-comunidad.
18 La teora de la identidad social o teora del grupo mnimo,
desarrolladaprincipalmente por Henry Tajfel y John C. Turner,
considera que cada indivi-duo posee mltiples pertenencias y
desempea mltiples roles sociales, cadauno de los cuales opera en
contextos sociales especficos. Estas categoras opertenencias
sociales se jerarquizan segn cul sea el contexto social en elque
tiene lugar la interaccin, tornndose una de ellas, mediante una
raznde metacontraste, ms saliente que las otras. Un lmite de esta
aproximacines que, dado su carcter psicolgico, no se pregunta cmo
es que se estruc-turan y operan esos contextos sociales especficos.
Tomando algunos elemen-tos de la teora de los movimientos sociales
de Laclau, podramos sealaraqu que estos contextos sociales estn de
una u otra forma polticamente es-tructurados con el fin de
convertir en permanentemente saliente a una de lasmltiples
posicionalidades que tienen los individuos: el marxismo se
centra-ba en la posicin estructural o de clase, el cristianismo en
el mbito de lascreencias religiosas, el nacionalismo en la
pertenencia a un Estado-nacin, elmachismo o el feminismo en la
naturaleza genrica, el indianismo en lapertenencia tnica, etc.
35
Sergio Villena Fiengo