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nfonotas
El motivador del nuevo milenioFélix Torán
Foto: cortesía Félix Torán.
El Dr. Félix Torán es orador y escritor de motivación y
superación personal de reconocido prestigio en España, di-versos
países de Latinoamérica y Es-tados Unidos. Es autor del ‘best
seller’ “La respuesta del universo”, en el que aborda la “Ley de la
atracción” de forma clara, práctica, tangible y alejada de falsas
creencias.
Recientemente ha publicado el libro “La ley de la autocreación:
El secreto del universo”, otro poderoso recurso de autoayuda para
el crecimiento personal.
Doctor en ingeniería, es autor de más de 110 publicaciones en
diversas áreas de la ciencia. Ha recibido varios premios científi
co-técnicos de carácter internacional. Tiene más de 12 años de
experiencia en el campo del desarrollo perso-nal, con cerca de 500
conferencias y talleres impartidos hasta la fecha, con un especial
énfasis en la ley de la atrac-ción. Es conocido por sus retos de
superación personal, que motivan a la creación de poderosos hábitos
de creci-miento personal positivo. Su biografía está presente en
las obras “Who is Who in the World” (“Quién es quién en el mundo”),
“Who is Who in America” (“Quién es quién en América”) y otras
relevantes guías biográfi cas interna-cionales.
EXPLÍQUENOS LA “LEY DE LA AUTOCREACIÓN”.La ley de la
autocreación nos confi ere el poder de auto-
crear nuestra vida ideal en el único momento que existe:
“AHORA”. En síntesis, responde al fundamento del crecimiento
personal, y nos dice lo siguiente: “Si ha-cemos pequeños cambios en
nuestra mente, estos se convertirán en grandes cambios en todos los
aspectos de nuestra vida. Si los pequeños cam-bios en nuestra mente
son positivos, los gran-des cambios en nuestra vida serán
positivos”.
¿CÓMO SE LOGRA EN ESTOS TIEMPOS DIFÍCI-LES EL ÉXITO Y LA
FELICIDAD?
A través de una aplicación positiva de la ley de la
autocrea-ción. La fi nalidad de mi último libro, “La ley de la
auto-creación: El secreto del universo”, es precisamente la de
ayudar al lector a aplicar la ley de la autocreación de for-ma
positiva. En otras palabras, esto se traduce en ayudar a crear esos
pequeños cambios positivos en nuestra mente que se traducirán en
grandes cambios positivos en nuestra vida, ayudándonos a alcanzar
mayores éxitos y conectar con la felicidad. Para lograr dicho
objetivo, el libro “La ley de la autocreación” utiliza como medio
la proposición de retos de superación personal. Y no sólo explica
los retos y el conocimiento de fondo necesario, dejando al lector
solo. Incluye cuadernos de trabajo para acompañar al lector en la
puesta en marcha de los retos y la evaluación de los
re-sultados.
La felicidad es un tema que debe analizarse con especial
atención, puesto que se trata de algo no alcanzable. No se puede
lograr la felicidad. En todo caso se puede encontrar, y está en
nuestro interior.
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I nfonotas
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Cuántas veces escuchamos a alguien decir: “esta es mi
ver-dad...”. En realidad es una frase incorrecta, y ante todo,
contradictoria consigo misma, como le explicaré más tarde. Lo que
se intenta decir es “esta es mi opinión”, y esta úl-tima forma de
decirlo, al menos, ya no es contradictoria. Cuando decimos “mi
verdad”, quien habla es nuestro ego. En efecto. Son sólo dos
palabras, y una se enfrenta a la otra. Están en guerra. Son
incompatibles.
Empecemos por la primera, “mi”, un adjetivo posesivo. Es la voz
directa del ego, ya que crea separación, buscando poseer. El ego es
una fabricación de nuestra mente sobre quiénes somos. Nuestra mente
genera un concepto de “Yo”. Y mientras existe un “Yo”, quiere decir
que existe todo lo que no soy “Yo” (todo lo demás y los demás). Ya
se ha creado una separación. Es falsa porque en el universo todo
está unido, no existen las separaciones. Sin em-bargo, nuestra
mente crea un Yo, y con ello ya se ha creado una separación.
Ese Yo (ego) intenta alimentarse de posesiones, realizaciones,
car-gos, logros, etc. Como estoy Yo y luego está todo lo demás, lo
que quiero es poseer Yo, y no me importa qué posean los demás. El
ego se va volviendo todavía peor, e incluso desea el mal a todos
los demás, y desea ganar a costa de que otros pierdan.
El ego solo piensa en “mi casa”, “mi carro”, “mis posesiones”,
“mi cargo”, etc. De ahí que en la frase que abordamos (mi verdad),
“mi” es un adjetivo posesivo que procede directamente de la voz del
ego. Y fíjese que todo eso, completamente erróneo, y que nada tiene
que ver con la realidad... ¡Lo ha creado una mente!
¿Todavía no acaba de creer que en el universo no existe tal
sepa-ración realmente? Si es así, es porque su ego todavía le
domina. Permítame ponerle un ejemplo. Nuestro cuerpo se compone de
infinidad de células, que trabajan en equipo. Cuando una célula
debe sacrificar su propia vida por el bien del conjunto, lo
hace. En el universo todo es así, y como algunos científicos ya
empiezan a teorizar, incluso a nivel de partículas atómicas. Si
nuestras células tuvieran ego, moriríamos muy rápido, puesto que
ninguna célula daría su vida por todas las demás...
Los seres humanos hemos sido creados en contacto con esa
rea-lidad del todo inseparable que es el universo. Sin embargo, el
ego nos posee desde temprana edad, y nos aparta de dicha realidad.
Nos aparta de la verdad. Afortunadamente, en nuestro interior
reside todo lo necesario para poder romper esa separación y
re-tornar a la verdad.
Veamos la segunda palabra de la frase (verdad). La verdad
signifi-ca que en el universo todo está unido de forma inseparable.
Por tanto, si esa es la verdad... ¿cómo podría existir “mi verdad”?
Si existe mi verdad, existen entonces su verdad, la verdad del
vecino y la verdad de cada ser humano... ¿Cómo pueden existir
tantas verdades separadas si, en realidad, la verdad es sólo una, y
dice que todo es inseparable?
¿Se da cuenta de la contradicción? Le reto a mantenerse alerta,
y cuando sienta tentaciones de decir “esta es mi verdad”, debe ser
consciente de que está hablando su ego. Retorne en esos momen-tos
al presente. Observe su respiración sin intervenir. Cualquier cosa
que ronde su mente, obsérvela sin juzgar ni intervenir de ningún
modo, y vuelva a su respiración.
Recuérdese que solamente se trata de una opinión, puesto que
usted está observando la realidad. Y como nos dice la física
cuán-tica, cuando hay un observador y algo observado, hay un error.
Cuando opinamos, ocurre lo mismo. Damos nuestra propia
in-terpretación de la verdad... Pero nunca podemos conocer así la
verdad. Para conocerla debe dejar de juzgar, opinar... Debe dejar
de pensar, y simplemente experimentar.
Por Félix Torán
¿Existe “mi verdad”?
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I nfonotas
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Todos hemos experimentado alguna vez situaciones que hemos
catalogado como “casualidades”. Pero… ¿existen realmente las
casualidades?La ley universal de causa y efecto nos enseña que, en
efecto, nada es casual. Todo es causal. Toda causa produce un
efecto. Y todo efecto procede de una causa. A través de nuestros
pensamientos, creamos la causa que producirá efectos en línea con
lo que pensamos. No olvidemos que los pensamientos preceden a la
acción.
Sin embargo, a pesar de comprender que todo es causa y efecto,
no siempre resulta sencillo – si acaso posible – analizar todo como
cau-sa y efecto. El razonamiento lógico de causa y efecto que hemos
aprendido desde la escuela, casi nos obliga a buscar una
explicación racional de tipo causa-efecto para todo lo que
experimentamos.
Y este tipo de razonamiento tropieza, y se cae por sí solo,
cuando se encuentra ante un fenómeno llamado “sincronicidad” que,
sor-prendentemente, es muy común y nos topamos con el mismo con
elevadísima frecuencia... Cada día...
Imagine una serie de sucesos que no guardan ninguna relación de
causa y efecto entre ellos. Están completamente desconectados.
Nin-gún suceso ha causado a ningún otro, y ninguno de los sucesos
es resultado de ningún otro. Sin embargo, en un momento dado se
pro-duce una conexión a través de su signifi cado. Y el hilo que
une tales sucesos a través de su signifi cado, lo proporciona un
pensamiento. Ahí se ha producido una sincronicidad.
Las sincronicidades unen sucesos que proceden de sus propias
ca-denas causa-efecto, pero se unen de forma acausal entre ellos.
Por tanto, es difícil, si no imposible, encontrar un “por qué” para
una sincronicidad. Buscar la explicación o la causa tras una
sincronicidad signifi ca desperdiciarla.
¿Cómo aprovechar una sincronicidad? La forma de hacerlo es
buscar
su signifi cado. Nadie nos puede ayudar a encontrarlo. Es una
tarea que sólo nosotros podemos llevar a cabo. No olvidemos que
nuestra mente es parte de la sincronicidad, de hecho somos
co-creadores de las mismas. ¿Quién mejor que nosotros podría
encontrar el signifi ca-do? De hecho, la respuesta es: nadie más
que nosotros...
El signifi cado de una sincronicidad nos permite comprender que
responde a un pensamiento, y nos deja ver el camino a seguir para
lle-gar a convertirlo en realidad. De esta forma, comenzamos por
visua-lizar nuestros sueños, y si nos mantenemos a la expectativa,
veremos cómo aparecen sincronicidades que nos van mostrando el
camino a andar. Y, por supuesto, deberemos actuar, porque por mucho
cami-no que veamos, si no andamos… nos quedamos donde estamos.
No olvide que las sincronicidades ocurren en el único momento
que existe, en el momento donde ocurre la vida: el ahora. Para ser
cons-cientes de las sincronicidades, es necesario permanecer en el
mo-mento presente. Si nuestra mente pasa el tiempo entre el pasado
y el futuro, difícilmente seremos conscientes de las
sincronicidades.
Las sincronicidades son como las señales de una autopista. Nos
per-miten saber hacia dónde desviarnos. Pero si no estamos en el
mo-mento presente, y por tanto tenemos la mente en otra parte,
proba-blemente no veamos las señales, y nos perdamos…¡Realice ahora
un cambio de enfoque! ¡Manténgase a la expectativa de percibir
sincronicidades! Su vida cambiará. Verá luz donde antes había
oscuridad.
En los libros “La respuesta del universo” y “La ley de la
autocrea-ción” (más información en www.felixtoran.com) podrá
encontrar ejercicios prácticos alrededor de la sincronicidad, que
le permitirá ser consciente de tan importante fenómeno y utilizarlo
para alcanzar sus sueños. Realmente se asombrará al comprobar cómo
todo en el uni-verso se ha confabulado para traerle hasta donde se
encuentra ahora, en respuesta a sus pensamientos. La consciencia de
las sincronicida-des le hará ver luz donde antes sólo había
oscuridad.
Por Félix Torán
La sincronicidad
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Actualidad
Los libros, videos, artículos y audiolibros de autoayuda
contienen un enorme potencial. Pero cada persona tiene una
experiencia diferente y muy particular con dichos materiales, y una
percepción incorrecta puede llevar a conclusiones incorrectas sobre
estos valiosos recursos para nuestro crecimiento personal.
Para empezar, es importante aclarar que —como en todo campo— en
la autoayuda existen mejores y peores materiales. Afortunadamente,
existe un inmenso número de materiales de autoayuda de gran calidad
disponibles a través de infinidad de medios. Y es en esos
materiales en los que me voy a centrar en este artículo: en los
buenos materiales de autoayuda.
Permítame centrarme en los tipos principales de usuarios de
materiales de autoayuda. Para empezar, están las personas que creen
practicar la duda metódica —algo que como científico aprecio por su
utilidad—, cuando en realidad están practicando el escepticismo
metódico. Du-dan de todo o casi todo… Y por supuesto, dudan de los
materiales de autoayuda sin siquiera conocerlos bien. Obtienen una
impresión general muy negativa de los materiales que ya conocen —en
muchos casos, basada en pocos materiales— y la extienden a todo
material
de autoayuda que existe… Por supuesto, la autoayuda puede hacer
muy poco por dichas personas, porque para funcionar, lo primero y
principal es que queramos ayudarnos a nosotros mismos, y tengamos
cierta confianza —aunque no sea el 100%— en que los materiales que
utilizamos nos pueden ayudar de algún modo. Sin embargo, si nuestra
postura es escéptica, lo más probable es que no nos interese la
autoayuda en absoluto, e incluso si nos decidimos a leer algún
libro (por ejemplo) no creeremos nada de lo que allí se dice, y por
tanto no lo aplicaremos, por lo cual no dará resultados. Y esto
último refuerza el escepticismo…
Por otro lado, hay quien utiliza estos materiales con gran
provecho, y experimenta un importante crecimiento personal. En esta
categoría, me gustaría destacar a dos tipos de personas a
continuación.
Por un lado, están quienes —movidos por su propio ego— se
re-sisten a admitir que el material de autoayuda les ha
proporcionado herramientas y conocimientos. Han aprendido mucho, y
han hecho mucho esfuerzo. Tienen mucho mérito por lo logrado, pero
se resis-ten a admitir que un libro, un video o un audio les haya
ayudado de algún modo, o que incluso haya sido crucial en su
crecimiento perso-
El poder de la autoayudaDr. Félix Torán (http:/www.felixtoran.es
- [email protected])
La autoayuda nos beneficia
en la seguridad y en el
crecimiento personal.
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nal. Quieren hacer ver que todo ello lo han logrado por sí
mismos. Incluso algunos intentan hacer ver que no han logrado nada
nuevo, puesto que el éxito ya estaba en ellos. Esta conducta tiene
la ventaja de que existe un progreso en el crecimiento personal
pero, por otro lado, tiene muchos inconvenientes, y no la
recomiendo en absoluto. Por citar uno de ellos, dichas personas
evitan compartir experiencias de crecimiento personal con otras
personas, con lo cual se evita un in-tercambio muy poderoso en el
que todos ganan, y sin duda pierden un beneficio de valor
incalculable. Además, es un tipo de conducta que refuerza el ego,
algo que no ayuda a progresar precisamente mucho en un camino de
crecimiento personal.
Por otra parte tenemos a quienes son más humildes, y no tienen
repa-ro alguno en comentar que el material de autoayuda les ha sido
muy útil, incluso decisivo. Esto no quiere decir que no tengan
mérito. De hecho tienen un mérito enorme. Al ser conscientes de
cómo la au-toayuda les ha proporcionado un empuje esencial,
seguirán mejoran-do y manteniendo la puerta abierta a nuevas
herramientas para seguir creciendo hacia el éxito y la
felicidad.
Hay quien —con humildad— dice que los materiales de autoayuda no
le funcionan, y admite que el problema debe estar en uno mismo. Es
consciente de que hay una serie de resistencias que le están
frenan-do, y reconoce que no sabe identificarlas. Esto es muy
importante. Ser conscientes de las resistencias, y aceptar que
existen, significa que la mitad del camino hacia eliminarlas ha
sido recorrido. Ese trabajo requiere de esfuerzo, y es duro, pero
cualquier avance se traduce en
enormes pasos a nivel de crecimiento personal. Y cuando las
resisten-cias se van venciendo, el potencial de las herramientas de
autoayuda se va haciendo cada vez más y más visible.
Hay quien tiene menos humildad y simplemente dice que la
autoayu-da no funciona. Dicen que han estado empleando las técnicas
apren-didas, y han esperado meses, pero no han visto ningún
resultado. La verdad es que es completamente normal que no hayan
visto ningún resultado. ¿Cómo iban a verlo? ¡No olviden la parte
“auto” de au-toayuda! Significa ayudarse a uno mismo. Estas
herramientas nos per-miten “auto-ayudarnos”. Pero si esperamos sin
hacer nada, no van a dar resultados milagrosamente. Sólo por leer
un libro, nuestra vida no va a cambiar. ¡Hay que aplicar lo que
dice el libro, y eso es un trabajo que exige esfuerzo,
perseverancia y responsabilidad! Pero lo que sí es seguro es que el
esfuerzo que ponemos vuelve a nosotros en forma de resultados, y
vuelve multiplicado.
Le recomiendo que evite a caer en el esta última categoría, ya
que cree-rá que la autoayuda no funciona, pero se estará engañando
a sí mismo. Estará esperando que aparezcan resultados sin poner la
suficiente en-trega y esfuerzo por su parte. Estará mostrando una
conducta reac-tiva, cuando el éxito se obtiene por la vía
proactiva. Además, evite a toda costa el escepticismo. Si no cree
que una herramienta le puede ayudar, no tenga duda de que no le va
a ayudar…
Combinando los dos consejos anteriores (evitar la conducta
reactiva y el escepticismo) se puede derivar un consejo importante
como con-
Internet es hoy día un medio efectivo para encontrar
materiales
que nos ayuden con la autoestima.
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Actualidad
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clusión. No se trata de tener fe ciega en la autoayuda (es un
extremo). Tampoco negarlo todo ciegamente (ese es otro extremo).
Tampoco se trata de realizar demostraciones científicas, pues no
olvide que no estamos hablando de ciencia, sino de crecimiento
personal, y allí el método científico no es aplicable. Sin embargo,
la virtud se encuen-tra como siempre en el término medio. Se trata
de al menos tener cierta confianza en que las herramientas de
autoayuda pueden ofre-cerle un progreso en su crecimiento personal.
No les cierre la puerta. Pero luego actúe proactivamente… No espere
que hagan magia sin mover un músculo. Tome la determinación de
esforzarse en poner-las en marcha. Trabaje con un objetivo de
crecimiento personal. Si lo hace así, podrá comprobar mediante su
propia experiencia que mereció la pena abrir la puerta a la
autoayuda, e invertir esa dosis de confianza tal como lo hizo.
Así que las herramientas de autoayuda encierran un gran
potencial. Eso no significa que vayan a ayudarle sólo por
conocerlas. Necesitará utilizarlas. Si alguien le entrega los
materiales y las herramientas para construir una mesa, y le explica
cómo hacerlo, eso no significa que la
mesa vaya a construirse… Todo depende de usted. Si decide
utilizar las herramientas, entonces lo conseguirá. Y si no le sale
perfecto la primera vez, lo que sí es seguro es que habrá dado un
paso adelante, y si continúa trabajando terminará construyendo esa
mesa perfecta-mente.
Por ello le animo a emplear la misma aproximación con los
materiales de autoayuda. ¡Por supuesto que funcionan! ¡No tenga
jamás duda! Lo que no hacen es funcionar por sí solos. Es necesario
que usted trabaje con ellos, y entonces verá siempre resultados.
Por supuesto cuesta un esfuerzo ¿Hay algo que no lo cueste? ¡Hasta
dormir consume calo-rías! Pero ayudarse a uno mismo es un esfuerzo
que merece mucho la pena, ya que le acercará hacia el éxito por la
vía de la felicidad.
También permítame una nota de cautela. Evite enfocar la
au-toayuda como una medicina o remedio. Debe entenderse como un
recurso para mejorar, pero no como una medicina para com-batir
determinados problemas. En algunos casos, los materiales de
autoayuda nos enseñan a abordar situaciones problemáticas con
éxito. Pero no debe llevarse al extremo. Hay problemas que no se
solucionan con la autoayuda, y requieren de la ayuda de un
profesional cualificado, o del trabajo en grupo. Por ejemplo,
determinados trastornos psicológicos no van a resolverse
nece-sariamente por leer y aplicar un libro de autoayuda. En ese
caso, lo conveniente es consultar con un profesional
cualificado.
Cada cosa, por supuesto, debe utilizarse en su contexto
apro-piado. Pero, dentro de su correcto contexto, la autoayuda
tiene un potencial inmenso para nuestro crecimiento personal que no
debemos despreciar.
Le animo a mantenerse en continua formación, poco a poco, pero
sin pausa. Hay muchísimos materiales a su alcance, y en internet
tam-bién los hay gratuitos. En mi página web
(http://www.felixtoran.es) y en mi página facebook
(http://www.larespuestadeluniverso.com) encontrará cientos de
ellos. También está a su disposición mi podcast
(http://felixtoran.podomatic.com) que ya siguen más de 100.000
per-sonas de habla hispana desde todo el mundo, con más de 75
episodios de autoayuda y crecimiento personal ya publicados en su
primer año, todos gratuitos y a su disposición.
Le deseo todo el éxito y la felicidad en su apasionante camino
de cre-cimiento personal, y no olvide que los esfuerzos que ese
camino con-lleva no son gastos, sino muy buenas inversiones.
Una buena dosis de optimismo es necesaria
para entender este tipo de lecturas.
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Actualidad
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Actualidad
Sobre la meditación se ha escrito y hablado mucho (en realidad,
mucho más de lo que podríamos imaginar). Y en los tiempos que
corren, el tema ha cobrado un especial interés, lo cual me parece
muy afortunado. La meditación tiene mucho que ofre-
cernos, y todo lo que significa acercar la práctica de la
meditación al mayor número de personas, es una buena noticia. El
objetivo de este artículo es aportar un granito de arena en esa
dirección, aportándole al-gunas buenas razones por las cuales
merece la pena meditar. Puesto que aprender a meditar requiere
mucho más de un artículo, en posteriores publicaciones abordaré la
pregunta clave: cómo meditar. Pero para que ese artículo tenga
sentido, es necesario crear primero una motivación. ¿Por qué debo
meditar? ¿Merece la pena? ¿Cuesta mucho esfuerzo? ¿Qué voy a
obtener como beneficio? Empecemos por ahí…
Antes de explicarle los beneficios de la meditación, conviene
eliminar algunas falsas creencias. La realidad es que existen
muchas, de ahí la importancia de dar este primer paso. En primer
lugar, es importante comprender que, para gozar de los beneficios
de la meditación, no es necesario adoptar ningún tipo de creencia
religiosa ni cualquier otro tipo de doctrina. Tampoco hay
incompatibilidad alguna con sus creen-cias, puesto que la
meditación no exige adoptar ningún tipo de creencia que usted no
desee adoptar. Además, cuando se estudian las principales
religiones, resulta sorprendente que la meditación suele formar
parte de las mismas —con un rol muy importante—, tomando diferentes
formas en cuanto a la práctica.
Tampoco es necesario saber adoptar posturas complejas. No es
nece-sario que contorsione su cuerpo adoptando posturas que se
antojan imposibles. Por supuesto, si es capaz de adoptar la postura
del loto o del medio loto, sin duda le animo a meditar en dicha
postura. Gozará
Por qué merece la penaDr. Félix Torán (http:/www.felixtoran.es -
[email protected])
de una gran estabilidad, logrando anclarse e inmovilizar su
cuerpo. Logrará transmitir a su mente calma y estabilidad, pero al
mismo tiempo, la mantendrá alerta.
Ahora bien, si no es capaz de adoptar posturas tan complicadas,
¿puede meditar? ¡Por supuesto que sí! La meditación no está
reser-vada para los más flexibles. Se puede meditar perfectamente
sentado, tumbado, de pie, caminando o incluso comiendo.
También es muy importante tener presente que la meditación no
im-plica —en absoluto— que usted tenga que perseguir objetivos de
tipo espiritual. Para mostrarlo de forma más clara, en las
siguientes líneas aprenderá que se trata de algo que puede
beneficiarnos —y mucho— en nuestra salud, nuestro trabajo, nuestras
relaciones inter-personales, etc.
Entrando ahora en el campo de los beneficios, permítame comenzar
por algo muy importante en nuestras ajetreadas vidas. El tiempo es
oro, y en los tiempos que corren, y en las sociedades occidentales,
tendemos a llevar una vida muy agitada, donde pasamos el día
pen-sando en hacer, y sólo hacer. El tiempo parece no dar lo
suficiente de sí mismo para permitirnos hacer todo lo que deseamos
lograr… Se genera estrés. El estrés procede de nuestra mente
agitada. La mente está todo el día saltando de un lugar a otro.
Sobre todo entre pasado
meditar
-
y futuro. Se va hacia delante, y nos muestra lo que tenemos por
hacer, y entonces sentimos todo tipo de sensaciones negativas. Se
va al pasado y nos recuerda situaciones desagradables, y nos hace
sufrir de nuevo. Mientras pasa todo eso, estamos en todas partes
menos aquí y ahora, y lo curioso es que estamos perdiendo el
tiempo…
La práctica de la meditación es un gimnasio para el músculo de
la con-centración. Nos ayudará a mantener una mente concentrada,
con el foco en el aquí y ahora, que no se deja fácilmente distraer
por esa agi-tación que quiere arrastrarla hacia el pasado y el
futuro. Al mantener el foco en lo que hacemos en cada momento, y
tener pocas distracciones mentales, nuestro tiempo se aprovecha
mucho más. Hacemos más en menos tiempo y cansándonos mucho
menos.
Por si el anterior beneficio no le resulta lo suficientemente
convincente como argumento, voy a presentarle a continuación
algunos beneficios de la meditación conocidos, documentados, y
respaldados por investi-gaciones científicas.
Para comenzar, hay una serie de beneficios fisiológicos:- Puede
reducir la tensión arterial.- Se alcanza una mayor relajación
corporal. - Reduce el nerviosismo y el estrés.- Fortalece el
sistema inmunológico.- Nos sentimos con mayor energía.
También existen diversos beneficios psicológicos derivados de la
meditación:- Proporciona calma mental.- Nos aporta sosiego.- Aparta
las preocupaciones.
- Proporciona una mayor claridad mental.- Nos ayuda a
identificar nuestros bloqueos interiores.- Nos ayuda a crear buenos
hábitos.- Nos ayuda en nuestro crecimiento personal.
Pero eso no es todo. Incluso en nuestro entorno profesional
vivire-mos los beneficios de la meditación:- Ganamos
concentración.- Eliminamos distracciones. - Mejoramos nuestro
rendimiento.- Mejoramos nuestra memoria.- Aceleramos nuestro
aprendizaje.- Aumenta nuestra creatividad.- Gozamos de mayor
satisfacción y disfrute del trabajo.
¿Todavía no le convence? Debe saber que también existen
beneficios para nuestras relaciones interpersonales:- Aumenta
nuestra autoestima.- Mejoran nuestras relaciones interpersonales.-
Aumenta nuestra sensibilidad.- Ganamos en tolerancia.- Nos volvemos
más auténticos.
-
Y por si lo anterior todavía no fuera suficiente, insisto en que
existen estudios científicos muy serios que aportan conclusiones
muy positi-vas, y apoyan todo lo anterior, revelando gran cantidad
de beneficios. De hecho, es un tema sobre el cual se sigue
investigando, y existen investigadores muy cualificados que
publican artículos en revistas de prestigio, que gozan de
reconocimiento en la comunidad científica in-ternacional.
Por ejemplo, gracias a esos esfuerzos ahora sabemos que la
meditación ayuda a que el espesor de la materia gris en nuestro
cerebro decrezca con la edad más lentamente. También sabemos que la
meditación me-jora la conexión entre los hemisferios izquierdo y
derecho. Como ya ha aprendido al comienzo de esta obra, dicha
conexión es una clave para el éxito.
Me gustaría mencionar un artículo científico de A. W. Toga y
otros autores, de la universidad de California en Los Ángeles
(UCLA), pu-blicado en el año 2011 en la revista Neuroimage. Allí,
utilizando una sofisticada técnica de imagen cerebral, los autores
han podido compro-bar que las personas que meditan regularmente
—utilizando diferentes métodos de meditación— presentan una mayor
interconexión entre las diferentes zonas de su cerebro, en
comparación con las personas que no meditan. Esto permite que las
señales eléctricas que utiliza el ce-rebro puedan llegar más
rápidamente de unas zonas a otras. La atrofia cerebral que
usualmente va ligada al envejecimiento es mucho menor en las
personas que meditan, tal como muestra este estudio.
Los beneficios de la meditación van incluso más allá de lo
expuesto arriba, y conforme las investigaciones avanzan, la lista
de beneficios va creciendo. No hay duda de que merece la pena
aprender a meditar.
Por supuesto, cuesta un esfuerzo. Con quince minutos diarios es
sufi-ciente, siempre y cuando sea regular y practique cada día.
También es importante que, cuando alcance resultados palpables, no
abandone la práctica.
No hay ninguna técnica mejor que otra. Mi consejo es que pruebe
varias técnicas, y elija la que mejores resultados le proporcione,
y con la que sienta una mayor conexión. Después, mantenga esa
técnica y practique cada día.
En los próximos artículos le presentaré algunas técnicas de
medita-ción de sencillo aprendizaje, para empezar a adentrarnos en
el cómo de la meditación. Si las pone en marcha regularmente y con
entusias-mo, los beneficios que he comentado arriba y que le han
motivado a comenzar este viaje dejarán de ser teoría, y pasarán a
ser una expe-riencia directa que usted mismo vivirá.
¡Le animo a comenzar esta maravillosa aventura de la meditación
y experimentar todos esos beneficios tan sumamente positivos! Un
gran compañero práctico con muchos consejos sobre meditación y
otros temas de crecimiento personal lo encontrarán en mi podcast
gratuito de crecimiento personal, que ya cuenta con casi 80
episodios en audio. Lo pueden encontrar directamente en
http://felixtoran.po-domatic.com y también en iTunes store, para
los usuarios de iPhone y iPad. Ya cuenta con más de 100.000
suscriptores de habla hispana desde todo el mundo. Este podcast se
encuentra en la cima del ran-king de autoayuda de Podomatic, y no
es gracias a quien les escribe, sino gracias a ustedes que lo
escuchan, y sobre todo, lo llevan a la práctica.
Le animo a complementar su práctica de la meditación con las
herra-mientas prácticas de dicho podcast gratuito, y me despido
hasta un próximo artículo con mis mejores deseos de éxito y
felicidad.
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Actualidad
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actualidad
Una primera mirada
En el anterior artículo conoció los numerosos beneficios de la
meditación. Aprendió que para meditar no es necesario —en absoluto—
mantener creencias de ningún tipo, y puede ser incluso considera-da
una práctica de gran valor para nuestra salud. Y por si fuera poco,
eso entre otros muchos beneficios…Es posible que se encuentre
ansioso o ansiosa por comen-zar a practicar la meditación. Le pido
un poco de paciencia todavía, pues para que los resultados sean
realmente óptimos, es necesario que antes conozca y comprenda una
serie de temas de máxi-ma relevancia (cuando co-mience a practicar,
adquiera experiencia, y vea resultados, lo comprenderá y entenderá
la importancia de haber se-guido este orden). Durante algunos
artículos más le adentrare en estos temas, que sin duda van a
resultarle fascinantes. Pero para evitar la impaciencia y no
centrarse únicamente en la parte más teórica, en cada artículo le
propondré un pe-queño ejercicio de medita-ción para el mes en
curso, de forma que cuando llegue el momento de hablarle sobre la
práctica, tendrá mucha
ventaja ganada. Tendrá mu-cha mejor preparación para la
práctica, y además, enten-derá lo que está haciendo y por qué lo
hace.Vamos a comenzar por cono-cer cómo la meditación va a
aportarle el más importante de los beneficios: la felicidad.
Tenemos tendencia a en-focar la felicidad como algo que hay que
buscar. Gene-ralmente la buscamos en el lugar equivocado: ahí
fuera, donde nada ni nadie nos va a dar la felicidad, que en
rea-lidad llevamos dentro todo el tiempo. De todos modos, es
importante mantener esa actitud de búsqueda, siem-pre que no
perdamos de vista el verdadero objetivo: no se trata de buscar,
sino de en-contrar. Además, tendemos a bus-car la felicidad en
momento equivocado. La buscamos en los recuerdos del pasado, o en
la esperanza del futuro. Esos dos instantes sólo existen cuando los
pensamos. Nece-sitan a la mente para existir. Se trata de tiempo
psicológi-co, que da lugar a un conteni-do irreal, y por tanto no
puede proporcionar verdadera feli-cidad. De hecho, mientras
es-tamos en el pasado o el futu-ro, estamos evitando el único
cara a caraante el sufrimientomeditacióntenemos tendencia a
enfocar la felicidad como algo que hay que buscar. generalmente la
buscamos en el lugar equivocado: ahí fuera, donde nada ni nadie nos
va a dar la felicidad.
Y sobre cómo ser feliz, la respuesta radica en dejar de ser
no-felices. *
116 ]
Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail :
[email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)
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*
instante que existe, donde tiene lugar la vida, y donde podemos
hallar la felicidad. Ese instante es el momento presente.Y sobre
cómo ser feliz, la respues-ta radica en dejar de ser no-feli-ces.
Pasamos el día trabajando muy duramente, invirtiendo la mayor parte
de nuestras energías en ser no-felices (créame, es así). Lo podemos
expresar desde otra perspectiva totalmente equiva-lente: para ser
feliz la solución consiste en dejar de sufrir.La práctica de la
meditación nos permite alcanzar una experien-cia completa del
momento pre-sente, aceptándolo tal y como es, sin juzgar ni
intervenir de ningún modo. En otras palabras, nos conecta con la
felicidad. Es un estado en el cual somos felices, y experimentamos
una conexión total con el resto de seres, y en general, con el
universo entero. Comprendemos que no se pue-de ser feliz de forma
individual. La compasión, el altruismo, la alegría empática y la
ecuanimi-dad comienzan a ser cualidades completamente
naturales.Ahora bien, no pasamos todo el día en ese estado
meditativo, sal-
vo que nos retiremos a un templo dedicando nuestra vida a la
me-ditación como un camino hacia la espiritualidad. Pero, en la
vida moderna occidental, este último no suele ser el caso habitual,
en absoluto. Antes o después, las diferentes impurezas o
resisten-cias mentales afloran y nos cau-san sufrimiento, a
nosotros u otras personas. Una experiencia del pasado, un mal
hábito, una creencia, una suposición, una convicción, una escala de
valo-res, emociones negativas, sen-saciones físicas desagradables…
Cuando el contenido mental negativo aflora, reaccionamos de forma
negativa. Eso da lugar a sufrimiento para nosotros, y también para
otras personas. Y ese sufrimiento volverá antes o después a
nosotros, de forma amplificada. Es un círculo cerra-do, una cadena,
donde cada vez el sufrimiento va volviendo hacia nosotros de forma
más intensa, y no cesa de crecer hasta que lo-gremos romper la
cadena.Vamos a ver cómo funciona esa cadena en sucesivos artículos,
y comenzaremos por explorar —en el próximo artículo— algunas
cuestiones esenciales: ¿Ha existi-do alguien que haya estudiado
el problema del sufrimiento? ¿Cuál es la causa? ¿Existe alguna
solu-ción?Le animo a reflexionar sobre lo aprendido aumentando su
nivel de atención. El reto que le pro-pongo consiste en mantenerse
alerta ante el contenido negativo de su mente, y ser consciente de
cuál ha sido su reacción. No es sencillo, pero el esfuerzo merece
mucho la pena, y es de gran va-lor en su crecimiento personal. Mi
consejo es hacerse con una pequeña libreta, y tan pronto sea
consciente —aunque sea mucho después de ocurrir— de que ha
reaccionado negativa-mente, tome nota en su libreta. Describa la
situación, y no deje de indagar en el contenido de su mente durante
la situación en cuestión. ¿Qué pensamientos te-nía? ¿Qué emociones?
¿Cómo se sentía? ¿De qué forma sintió esas emociones? ¿Qué juicios
emitió sobre la situación¿ ¿Qué creen-cias o convicciones le
llevaron a actuar como lo hizo? Le deseo todo el éxito, y ante
todo, felicidad.
La práctica de La meditación nos permite alcanzar una
experiencia completa del momento presente, aceptándolo tal y como
es, sin juzgar ni intervenir de ningún modo.
actualidad
dr. FéLix toránescritor, coach, y conferencista de motivación y
crecimiento personal. ingeniero de la agencia espacial europea.
autor de los best seller “mente cuántica” (ediciones corona
borealis) y “la respuesta del universo” (gaia ediciones).
*
-
actualidad
¿ExistE una solución?
En el artículo anterior entró en contacto con la existen-cia de
una cadena del sufri-miento en nuestra vida. Para entender este
importante tema, el primer paso esen-cial consiste en analizar el
sufrimiento: ¿De dónde pro-cede? ¿Ha existido alguien que lo haya
investigado? ¿Se puede solucionar? ¿Cómo? Hace más de 2500 años,
sin aún existir la psicología, ni la ciencia, Buda utilizó su
propia mente –entrenada de forma sobresaliente durante años— como
instrumento de observación. En lugar de mirar hacia fuera como
ha-cemos en la ciencia, él miró hacia su interior. A través de su
iluminación, encontró una conclusión que expresó en la forma de
cuatro nobles verdades. Con la primera noble verdad, concluyó que
el sufrimiento existe y es inevitable. Forma parte de la vida y se
esconde incluso detrás de los mo-mentos en los que creemos ser más
felices. No quiere de-cir que en esta vida estamos condenados a
sufrir cons-tantemente. Sencillamente se refiere a que no debemos
obviar que el sufrimiento existe y forma parte de la vida. No
aceptarlo significa-
ría no poder resolver el pro-blema del sufrimiento, pues-to que
es necesario aceptar un problema para poder re-solverlo (de otro
modo, si no aceptamos que hay un pro-blema, no tendríamos nada que
resolver…). A través de su segunda no-ble verdad, encontró que el
origen del sufrimiento está en el deseo, la aversión y la
ignorancia. Si tuviéramos una especie de diario don-de se anotan
automática-mente todas las situaciones en las que aparece el deseo
o la aversión, ¡seguramente llenaríamos una libreta! La realidad es
que el día a día está compuesto de un flu-jo incesante de
situaciones como esas. Y tras ellas, viene la reacción… Y con la
reac-ción, el sufrimiento, que se propaga, y vuelve a nosotros
antes o después —a veces tras muchos años— siempre multiplicando su
fuerza en cada nueva visita.Tomemos el ejemplo de una aversión. Una
persona se acerca, y a nuestra mente acude la imagen de un día en
que esa persona nos gritó violentamente. Nos sentimos enfadados,
nos ponemos a la defensiva, sentimos una sen-sación física muy
desagrada-
ante el sufrimientomeditacióntenemos tendencia a enfocar la
felicidad como algo que hay que buscar. generalmente la buscamos en
el lugar equivocado: ahí fuera, donde nada ni nadie nos va a dar la
felicidad.
No debemos obviar que el sufrimiento existe y forma parte de la
vida.*
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Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail :
[email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)
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Existe un camino que conduce hacia la cesación del
sufrimiento.*
ble, y reaccionamos hablando de forma poco amable a dicha
persona. Se trata de aversión hacia dicha persona. Deseamos que esa
situación tan desagra-dable que la persona nos pro-voca
desaparezca. Obviamente, eso nos ha hecho sufrir. Como mínimo…
¿acaso sentir una sensación desagradable no es sufrir? Sufrimos
nosotros, sufre nuestra salud a muchos nive-les… Y sufre la otra
persona, a quien es probable que nuestro comportamiento haya hecho
daño. Y ese sufrimiento volverá hacia nosotros de forma
ampli-ficada. ¿Acaso la próxima vez que la otra persona nos vea va
a florecer naturalmente una con-ducta agradable hacia nosotros? Al
menos, admitamos que no es probable…Ahora démosle la vuelta a la
situación, para convertirla en un típico ejemplo de deseo o anhelo.
Una persona se acerca, y a nuestra mente acuden boni-tos recuerdos
de amistad, bue-nos momentos, sonrisas, etc. Nos sentimos contentos
y muy conectados a dicha persona. Deseamos lo mejor para ella.
Nos recorre una sensación muy agradable, y reaccionamos de forma
instantánea con un com-portamiento muy agradable y deseando que
dicha persona se quede más tiempo con noso-tros, y que la situación
agrada-ble se prolongue lo más posible.Resulta sencillo entender
que la primera situación cause sufri-miento. Pero, seguramente, le
costará más comprender que la segunda situación pueda causar
sufrimiento alguno. Tendemos a comprender que la felicidad consiste
en sentir sensaciones agradables, y es ese precisamen-te el error.
Esa interpretación in-correcta puede conducir fácil-mente a crear
una adicción a las sensaciones agradables, lo cual —como cualquier
adicción— se convierte en sufrimiento. Le costará más o menos
aceptarlo, pero esto último es el día a día del ser humano, y la
fuente de su sufrimiento. Somos adictos —en mayor o menor medida— a
las sensaciones agradables. Buscamos, ante todo, sentirnos bien, y
a ello le llamamos ser fe-lices. Es una visión incorrecta de la
felicidad, y como tal, produce
sufrimiento. Las dos situaciones descritas arriba producen
sufrimiento: tanto la aversión como el de-seo. Al igual que nos
resistimos a todo lo malo, nos hacemos adictos a lo bueno. Queremos
que lo malo se vaya, y mientras no se va sufrimos. E incluso cuando
se va, sufrimos por mie-do a que vuelva… Además, que-remos que lo
bueno se quede. Cuando se va, sufrimos por no tenerlo y por miedo a
que tarde en volver. E incluso llegamos a sufrir mientras lo
tenemos, por miedo a que se vaya…Antes decía que tanto el deseo
como la aversión producen su-frimiento. Lo hacen porque ob-servamos
a través del prisma de la ignorancia. Es decir, no somos
conscientes de que el deseo y la aversión están teniendo lugar.
Como lo ignoramos, no somos conscientes de que hay un pro-blema, y
no hacemos nada por resolverlo. Y aquí llega la pregunta del
mi-llón… Si ignoramos las causas del sufrimiento, ¿existe alguna
posible forma de suprimirlo, o es pura ciencia ficción? Buda
La práctica de La meditación nos permite alcanzar una
experiencia completa del momento presente, aceptándolo tal y como
es, sin juzgar ni intervenir de ningún modo.
actualidad
dr. FéLix toránescritor, coach, y conferencista de motivación y
crecimiento personal. ingeniero de la agencia espacial europea.
autor de los best seller “mente cuántica” (ediciones corona
borealis) y “la respuesta del universo” (gaia ediciones).
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actualidad
nos respondió a esa pregunta a través de la tercera noble
verdad: el sufrimiento se puede cesar. Afortunadamente, es po-sible
lograr que mi anterior afi rmación sea falsa, es decir, que deseo y
aversión no produzcan sufrimiento. Cuando lo logramos, estamos en
el camino de la felicidad. Para lograrlo es necesario salir de la
ignorancia, y así empezar a ver ese deseo y esa aversión, para
comenzar a combatirlos.
EN EL PRÓXIMO ARTÍCULO APRENDERÁ CÓMO FUNCIONA LA CADENA DEL
SUFRIMIENTO Y CÓMO ROMPERLA GRACIAS A ESA VISIÓN CLARA. TENDRÁ EN
ESE MOMENTO UNA PERSPECTIVA MUY CLARA SOBRE LA CUAL CONSTRUIR UNA
PRÁCTICA MEDITATIVA.
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SOMOS ADICTOS —EN MAYOR O MENOR MEDIDA— A LAS SENSACIONES
AGRADABLES.
*
LAS SENSACIONES AGRADABLES.
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Tendemos a comprender que la feli-cidad consiste en sentir
sensaciones agradables.
*
Y ahora llega la pregunta del billón… ¿Cómo hago para cesar el
sufrimiento? Y Buda nos dio la respuesta a través de la cuarta
noble verdad. Existe un cami-no que conduce hacia la cesación del
sufrimiento. Se basa en la visión clara. Al ver claro, salimos de
la ignorancia. Deseo y aversión dejan de pasar des-apercibidos.
Somos conscientes de que están ahí. En lugar de reaccionar como
robots —generando sufrimiento para nosotros y para los demás—,
empeza-mos a responder de forma consciente, seleccionando nuestra
respuesta, y por tanto teniendo el poder de evitar el sufrimiento,
que no teníamos cuando nos dominaba la ignorancia.En el próximo
artículo aprenderá cómo funciona la cadena del sufri-miento y cómo
romperla gracias a esa visión clara. Tendrá en ese momento una
perspectiva muy clara sobre la cual construir una práctica
meditativa.Por el momento, permítame felicitarle
por haber llegado hasta este punto. Tiene mucho mé-rito y ahora
sabe mucho más. Ha ganado mucho
terreno en el combate contra el sufrimiento. Para
no perder esa inercia, le pro-pongo un ejercicio de medi-
tación para llevar a la práctica este mes. Es fácil de
explicar,
pero comprobará que no tan fá-cil de llevar a la práctica. El
mero
hecho de dedicar cada día unos 10-15 minutos a intentarlo
representará
un progreso asombroso.Encuentre un lugar tranquilo donde no le
puedan interrumpir durante 10 minutos. Si puede ser silencioso,
mu-cho mejor. De otro modo, una solución “de supervivencia” podría
ser utilizar unos auriculares, escuchando música tranquila y
relajante, a poder ser sin le-tra, para evitar distracciones y que
su mente interprete las palabras. Puede realizarlo sentado en una
si-lla. Lo importante es que su columna permanezca recta, no
curvada hacia adelante ni hacia atrás. Mantenga los ojos cerrados o
semiabiertos. Si ahí fuera hay distracciones visuales, es im-
portante que los cierre. Se trata de ob-servar su propia
respiración y realizar una cuenta. No se trata de respirar de
ninguna forma en particular. Simple-mente manténgase a la espera,
alerta, y con la máxima curiosidad, ante la aparición de un nuevo
ciclo de respi-ración. Cuando llegue, sígalo. Observe todas las
características que pueda. La temperatura del aire, su ritmo, su fl
uidez, etc. Simplemente observe, no juzgue, no valore, no compare,
etc. Observe el fl uir del aire desde que en-tra por sus orifi cios
nasales, y siga su curso. Observe los cambios que su cuerpo realiza
durante la respiración. Su pecho se expande. Su vientre tam-bién.
Después se contraen. Cualquier característica que detecte es buena.
Lo importante, ante todo, es que observe su respiración. Cuando
termine un ciclo de inspira-ción y expiración, realice una cuenta
mental: “uno, uno”. Puede decirlo si lo desea, escuchar el número
en su men-te, o incluso visualizar una imagen mental del número.
Después, tras el siguiente ciclo, haga otra cuenta: “dos, dos”. Y
siga así hasta “diez, diez”. Des-pués, vuelva a contar desde uno.
Es fácil que su mente se distraiga, y su concentración en la
respiración se pierda. ¡No se preocupe! Es muy nor-mal. Tan pronto
se dé cuenta, vuelva a su respiración, y empiece a contar desde
uno. Practicar la meditación consiste justamente en eso: el
esfuer-zo de volver a enfocarse en su respira-ción. Si en diez
minutos se ha distraí-do cincuenta veces, ¡no pasa nada! Eso
signifi ca que ha practicado cincuenta veces el músculo de la
concentración, esencial para meditar. Ese entrena-miento dará sus
frutos. El músculo se hará fuerte. Con la práctica, cada vez irá
teniendo menos distracciones, no debe preocuparse por ello. Lo
impor-tante es que no deje de practicar cada día.Le invito a poner
en marcha cada día este ejercicio. Le quitará diez minutos cada
día, pero no tenga dudas de que son diez minutos invertidos en su
fe-licidad.
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actualidad
la física cuántica
En los anteriores artículos co-menzamos a abordar el tema de la
meditación. Por supues-to, todavía hay mucho de lo que hablar para
seguir pro-fundizando en este apasio-nante tema. Y en el presente
artículo le propongo hacer una breve parada en el cami-no, y
detenernos brevemen-te para abordar un tema no menos apasionante:
la física cuántica. Pero… ¿acaso hay alguna conexión entre algo tan
científico como la física cuántica y algo tan cercano a la
espiritualidad y el creci-miento personal como es la meditación?
Hace diez o quince años unos pocos hubieran dicho que sí, y me
refiero especial-mente a las personas que se interesaban por los
temas de crecimiento personal y espi-ritualidad, o incluso temas de
filosofía bastante profundos. Sin embargo, dirigiendo la misma
pregunta a un público general mucho más amplio, la respuesta
predominante habría sido que física cuánti-ca y la meditación no
tienen nada que ver.Los tiempos han cambia-do mucho —y en este
as-pecto, me alegra decir que para bien— ya que ahora tenemos a
nuestro alcance
muchos materiales —libros, documentales, y otros forma-tos—
donde se nos explica la física cuántica y su vínculo con el
crecimiento personal. Actualmente, la respuesta a la pregunta antes
formulada sería radicalmente distinta. Al menos, un porcentaje
mu-cho mayor de personas nos diría que, por supuesto, existe tal
vínculo.Pero todavía existe un proble-ma. Muchas de esas personas
están seguras de que existe tal vínculo, pero no tienen
ne-cesariamente claro cuál es, al menos desde el punto de vista de
la física cuántica. Es maravilloso ver tantos libros y otros
materiales donde la palabra “cuántica” aparece incluso en la
portada. Lo que no es tan afortunado es abrir bastantes —no digo
todos— de esos libros y no encontrar nada que ver con la física
cuántica… A veces ni siquiera con la física…En el mundo de la
ciencia, a una cosa concreta se le lla-ma de la misma forma en
cualquier lugar del mundo, y los científicos se entienden al
discutir sobre ello. Hablan el mismo idioma científico. En el mundo
del crecimiento personal, lamentablemente no es así. A menudo diez
per-
y la meditaciónartículola física cuántica es el área de la
física que ha proporcionado los resultados experimentales más
exactos hasta la fecha.
Muchos libros explican la física cuántica y su vínculo con el
creci-miento personal.*
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Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail :
[email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)
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Podemos crear pares de partículas entrelaza-das, y enviar una de
ellas a años luz de la otra, o tan lejos como queramos.
*
sonas hablan de lo mismo, y le llaman de diez formas distintas,
e incluso se pelean por quien tiene razón, lo cual es de por sí una
contradicción (es imposible trascender al ego y alcanzar la
unicidad con el universo a través de tal conducta). En ese aspecto,
el crecimiento personal sí que tiene mucho que aprender de la
ciencia. Esto ha conducido a que algo tan científico como la física
cuán-tica, al resultar tan misterioso y sorprendente, se convierta
en un tema más de crecimiento personal cuando cae en manos de
alguien sin conocimientos suficientemente profundos so-bre física
cuántica. El resultado es que los nombres se cambian, los conceptos
se distorsionan, y al final se pierde todo pareci-do con la física
cuántica tal cual es. Entramos, de hecho, en el dominio de la
pseudociencia, o falsa ciencia, y por tanto no ha-cemos otra cosa
que confundir conceptos. Ni aprendemos bien la física cuántica (eso
seguro) ni tampoco el crecimiento perso-nal. Tenga en cuenta que la
física cuántica es el área de la física que ha proporcionado los
resultados experimentales más exactos hasta la fecha, y hablo de
experi-
mentos en laboratorios. Aunque fenómenos como la teleporta-ción
cuántica, el efecto túnel, la superposición cuántica o el
entrelazamiento cuántico nos resulten sorprendentes y miste-riosos,
no son ciencia ficción. Se ha experimentado con ello en la práctica
cientos —probable-mente miles— de veces.Es por ello que escribí el
libro “Mente Cuántica” (Ediciones Co-rona Borealis, 2011, que se
puede adquirir en eBook o en papel bajo demanda a nivel
internacional aquí: http://www.readontime.com/ISBN=9788415306733).
Hacía falta claridad, y esa es una de las misiones que cumple este
nuevo libro. Nos enseña qué es la física cuántica, y la acerca al
te-rreno del crecimiento personal, hasta donde se puede aproxi-mar.
Como acostumbro a decir, acerca, pero no mezcla. No hace un cóctel
de física cuántica y crecimiento personal, donde los sabores se
mezclan. Más bien, prepara una ensalada de frutas, con trocitos de
física cuántica, y trocitos de crecimiento personal. Todo está en
el mismo recipien-te, pero en cada momento sabe-mos lo que estamos
comiendo.Ahora mismo, en el momento de escribir estas líneas, me
encuen-
tro en uno de mis viajes para pre-sentar “Mente Cuántica” a
través de España, y siento una especial motivación en compartir con
ustedes algunas “gotas” de co-nocimiento sobre este tema. Me
gustaría aportar algo de claridad al respecto, ya que se trata de
un tema relevante y conectado con el que nos ocupa (la
me-ditación). Veamos, sobre todo, cuales son los vínculos que se
es-tablecen entre la meditación y la física cuántica. Y hablo de
víncu-los. Debemos partir de una base muy clara: la meditación no
es física cuántica. La física cuántica no es espiritualidad. Se
puede crear un vínculo filosófico entre ambos contextos, pero no
debe-mos llamar ciencia a lo que no es científico. Recuerde que la
física cuántica es una ciencia muy, pero que muy exacta, y tiene
muy poco de teoría —de hecho casi todo es práctica—.El vínculo más
importante surge gracias al principio de incerti-dumbre cuántico.
Nos dice que, al observar una partícula —por ejemplo, un electrón—,
no po-demos conocer determinados pares de variables físicas al
mis-mo tiempo y con precisión. Por ejemplo no podemos conocer la
posición y la velocidad de una
fenómenos como la teleportación cuántica, el efecto túnel, la
superposición cuántica o el entrelazamiento cuántico nos resulten
sorprendentes y misteriosos, no son ciencia ficción.
actualidad
Dr. félix Torán esescritor, coach, y conferencista de motivación
y crecimiento personal. ingeniero de la agencia espacial europea.
autor de los best seller “mente cuántica” (ediciones corona
borealis) y “la respuesta del universo” (gaia ediciones).
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actualidad
partícula con precisión y al mismo tiem-po. Si queremos saber
dónde se encuen-tra una partícula, entonces tendremos muy poca idea
de hacia dónde se dirige y cómo de rápido. Si queremos saber ha-cia
dónde se dirige y con qué celeridad, entonces no tendremos apenas
idea de dónde está. ¿Se imagina vivir en el mundo cuántico?
¡Estaríamos siempre perdidos! Posición y velocidad significa
trayectoria. Como nunca se pueden conocer a la vez con precisión,
significa que no podemos jamás saber la trayectoria que sigue una
partícula cuántica…. ¡Apenas sabemos nada!
Y la luz —que se puede entender como materia, compuesta de
partículas de luz llamadas fotones— “golpea” a la partícu-la y le
cambia su posición y su velocidad, justo lo que quiero medir. Así
que el mero acto de observar, en física cuántica, sig-nifica
alterar lo que quiero medir. Nunca podré saber la realidad… En un
sistema cuántico no sé lo que había antes, ni pue-do predecir lo
que pasará más tarde. Sólo puedo saber lo que ocurre ahora si tomo
una medida, a sabiendas de que por el mero hecho de medir, voy a
introducir un error… Pero aquí hay un tema importan-te: en la
física clásica, el presente se salta literalmente. Trabajamos con
un instante inicial que ocurrió en el pasado, y si sabe-mos lo que
ocurre en un instante genéri-co “t”, podremos predecir lo que
ocurrirá después de “t”. ¡La física clásica se salta el
La física cuántica no es espirituaLidad. Se puede crear un
vínculo filoSófico entre amboS contextoS, pero no debemoS lamar
ciencia a lo que no eS científico.
186 ]
en fíSica, para obServar, neceSitamoS la luz. Si quiero obServar
una partícula, la tengo que iluminar.
*
Tendemos a comprender que la felicidad consiste en sentir
sensaciones agradables.*
presente con gran descaro! En cambio, en la física cuántica del
pasado y del futuro no sabemos nada… Solo podemos usar
probabilidades. Lo único que conocemos es lo que observamos, ahora.
Si, es cier-to… Como comentaba arriba lo que ob-servamos ahora está
alterado por el mero hecho de observar, pero al menos obser-vamos
algo sin necesidad de probabilida-des, y sólo puede ocurrir en el
momento presente. La física cuántica le da una lec-ción a la física
cuántica en ese aspecto: lo único que puedo observar sucede en el
momento presente. Precisamente allí es donde nos lleva la
meditación.A través del principio de incertidumbre, la física
cuántica nos dice que el observa-dor no es alguien separado del
universo que observa al universo. Nos dice que el observador es
parte íntegra e inseparable del universo. En definitiva, que todo
está unido a todo. Que todo es uno. Y precisamente a eso nos
conduce la meditación. En estado meditativo, expe-rimentamos la
unicidad. Desparece el concepto de un “yo” que observa a otras
entidades separadas. Ese “yo” se disuelve, y entonces
experimentamos la unión con todo el universo. En definitiva, el
princi-pio de incertidumbre de la física cuántica deriva en una
conclusión filosófica, que encaja perfectamente con la
meditación.Existen otros vínculos. Por mencionar uno más,
encontramos al entrelaza-miento cuántico. Podemos crear pares de
partículas entrelazadas, y enviar una de ellas a años luz de la
otra, o tan lejos como queramos. Si hacemos un cambio en el estado
cuántico de una partícula, la otra cambia al instante, reflejando
el mis-mo estado cuántico. De alguna forma, la información se
transmite al instante en-tre dichas partículas, a velocidad
infinita. Esto no es ciencia ficción. Se ha experi-mentado cientos
de veces, quizás miles, y además, hay una base matemática que lo
demuestra. ¿Acaso estoy diciendo que la velocidad de la luz se
puede superar? ¡Desde luego que no! La velocidad máxi-ma a la que
la energía puede viajar es la de la luz. Pero no hablamos de
energía, sino de información. Todo parece indicar que en el
universo todo está unido, y las partículas pueden intercambiar
informa-
ción al instante a cualquier distancia. Es como si el universo
fuera un “gran cere-bro” al que estamos por supuesto unidos —ya que
no existen separaciones— y que comparte toda la información como si
fuera una especie de “disco duro”. ¿No será que Carl. G. Jung tenía
ra-zón cuando hablaba de ese “sub-consciente colectivo”? Merece la
pena cuestionárselo. Le invito a reflexionar sobre estos
apasio-nantes temas. Dicha reflexión derivará en un cambio de
paradigma positivo. Al conocer el asombroso mundo de lo más
pequeño, cambia por completo nuestra visión de lo más grande. Para
más infor-mación sobre este tema, le invito a escu-char el
siguiente audio:
http://felixtoran.podomatic.com/entry/2011-09-28T02_40_08-07_00 Y,
por supuesto, estaré en-cantado de responder sus consultas, no dude
en escribir a [email protected] Le deseo los mayores éxitos, y
sobre todo la felicidad. Recuerde lo que nos dice la física
cuántica. Todo es uno. Por tanto, no se puede ser feliz de forma
independien-te del resto del universo. Por ello, lo mejor que
podemos hacer con la felicidad es compartirla. De esa forma, la
felicidad se multiplica.
Foto
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k.co
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actualidad
DONDE LA FÍSICA CUÁNTICA
En el momento de escribir estas líneas, me encuentro en uno de
mis viajes para presentar mi último libro “Mente Cuántica” a través
de España, y siento una es-pecial motivación en com-partir con
ustedes algunas “gotas” de conocimiento sobre este tema.
Me gustaría aportar algo de claridad al respecto, ya que se
trata de un tema relevan-te y conectado con el que nos ocupa (la
meditación). Tras una introducción al tema a través del anterior
artículo, es momento de entrar en algunos apasio-nantes
detalles.Veamos, sobre todo, cuales son los vínculos que se
esta-blecen entre la meditación y la física cuántica. Y hablo de
vínculos. Debemos par-tir de una base muy clara: la meditación no
es física cuántica. La física cuánti-ca no es espiritualidad. Se
puede crear un vínculo fi -losófi co entre ambos con-textos, pero
no debemos llamar ciencia a lo que no es científi co. Recuerde que
la física cuántica es una ciencia muy, pero que muy exacta, y tiene
muy poco
de teoría —de hecho casi todo es práctica—.
El vínculo más importante surge gracias al principio de
incertidumbre cuán-tico. Nos dice que, al ob-servar una partícula
—por ejemplo, un electrón—, no podemos conocer deter-minados pares
de variables físicas al mismo tiempo y con precisión. Por ejem-plo
no podemos conocer la posición y la velocidad de una partícula con
preci-sión y al mismo tiempo. Si queremos saber dónde se encuentra
una partícula, entonces tendremos muy poca idea de hacia dónde se
dirige y cómo de rápido. Si queremos saber hacia dónde se dirige y
con qué celeridad, entonces no tendremos apenas idea de dónde está.
¿Se imagina vi-vir en el mundo cuántico? ¡Estaríamos siempre
per-didos! Posición y velocidad signifi ca trayectoria. Como nunca
se pueden cono-cer a la vez con precisión, signifi ca que no
podemos jamás saber la trayectoria que sigue una partícula
cuántica…. ¡Apenas sabe-mos nada!
Y LA MEDITACIÓN SE ENCUENTRANartículoNO SE PUEDE SER FELIZ DE
FORMA INDEPENDIENTE DEL RESTO DEL UNIVERSO.
La física cuántica no es espiritualidad.*
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Lo anterior ocurre porque en física, para observar, nece-sitamos
la luz. Si quiero ob-servar una partícula, la tengo que iluminar. Y
la luz —que se puede entender como materia, compuesta de
par-tículas de luz llamadas foto-nes— “golpea” a la partícula y le
cambia su posición y su velocidad, justo lo que quiero medir. Así
que el mero acto de observar, en física cuántica, significa alterar
lo que quie-ro medir. Nunca podré saber la realidad… En un sistema
cuántico no sé lo que había antes, ni puedo predecir lo que pasará
más tarde. Sólo puedo saber lo que ocurre ahora si tomo una medida,
a sabiendas de que por el mero hecho de medir, voy a intro-ducir un
error… Pero aquí hay un tema importante: en la física clásica, el
presente
se salta literalmente. Traba-jamos con un instante inicial que
ocurrió en el pasado, y si sabemos lo que ocurre en un instante
genérico “t”, podre-mos predecir lo que ocurrirá después de “t”.
¡La física clá-sica se salta el presente con gran descaro! En
cambio, en la física cuántica del pasa-do y del futuro no sabemos
nada… Solo podemos usar probabilidades. Lo único que conocemos es
lo que obser-vamos, ahora. Si, es cierto… Como comentaba arriba lo
que observamos ahora está alterado por el mero hecho de observar,
pero al menos observamos algo sin necesi-dad de probabilidades, y
sólo puede ocurrir en el momento presente. La física cuántica le da
una lección a la física clá-sica en ese aspecto: lo único que puedo
observar sucede
en el momento presente. Pre-cisamente allí es donde nos lleva la
meditación.
A través del principio de in-certidumbre, la física cuántica nos
dice que el observador no es alguien separado del uni-verso que
observa al universo. Nos dice que el observador es parte íntegra e
inseparable del universo. En definitiva, que todo está unido a
todo. Que todo es uno.
Y precisamente a eso nos con-duce la meditación. En estado
meditativo, experimentamos la unicidad. Desparece el con-cepto de
un “yo” que observa a otras entidades separadas. Ese “yo” se
disuelve, y enton-ces experimentamos la unión con todo el universo.
En defi-nitiva, el principio de incerti-dumbre de la física
cuántica
Todo parece indicar que en el universo todo está unido, y las
partículas pueden intercambiar información al instante a cualquier
distancia.
dr. Félix Torán esescritor, coach, y conferencista de motivación
y crecimiento personal. ingeniero de la agencia espacial europea.
autor de los best seller “mente cuántica” (ediciones corona
borealis) y “la respuesta del universo” (gaia ediciones).
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deriva en una conclusión fi-losófica, que encaja perfecta-mente
con la meditación.
Existen otros vínculos. Por mencionar uno más, encon-tramos al
entrelazamiento cuántico. Podemos crear pa-res de partículas
entrelaza-das, y enviar una de ellas a años luz de la otra, o tan
lejos como queramos. Si hacemos un cambio en el estado cuán-tico de
una partícula, la otra cambia al instante, reflejando el mismo
estado cuántico. De alguna forma, la información se transmite al
instante entre dichas partículas, a velocidad infinita. Esto no es
ciencia ficción. Se ha experimentado cientos de veces, quizás
miles, y además, hay una base ma-temática que lo demuestra. ¿Acaso
estoy diciendo que la velocidad de la luz se puede
superar? ¡Desde luego que no! La velocidad máxima a la que la
energía puede viajar es la de la luz. Pero no hablamos de energía,
sino de información. Todo parece indicar que en el universo todo
está unido, y las partículas pueden intercam-biar información al
instante a cualquier distancia. Es como si el universo fuera un
“gran cerebro” al que estamos por supuesto unidos —ya que no
existen separaciones— y que comparte toda la información como si
fuera una especie de “disco duro”.
¿No será que Carl. G. Jung tenía razón cuando hablaba de ese
“subconsciente colectivo”? Me-rece la pena cuestionárselo.
Le invito a reflexionar sobre es-tos apasionantes temas. Dicha
reflexión derivará en un cam-
bio de paradigma positivo. Al conocer el asombroso mundo de lo
más pequeño, cambia por completo nuestra visión de lo más grande.
Para más información sobre este tema, le invito a escuchar el
siguien-te audio:
http://felixtoran.podomatic.com/entry/2011-09-28T02_40_08-07_00 Y,
por supuesto, estaré encantado de responder sus consultas, no dude
en escribir a [email protected]
Le deseo los mayores éxitos, y sobre todo la felicidad.
Re-cuerde lo que nos dice la físi-ca cuántica. Todo es uno. Por
tanto, no se puede ser feliz de forma independiente del resto del
universo. Por ello, lo mejor que podemos hacer con la felicidad es
compartir-la. De esa forma, la felicidad se multiplica.
Podemos crear pares de partículas entrelazadas y enviar una de
ellas a años luz una de la otra, o tan lejos como queramos.*
El mEro acto de observar, en física cuántica, significa alterar
lo que quiero medir.
*
-
Dr. Félix Torán http:/www.felixtoran.es - [email protected]
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gourmetactualidad
Meditando
Tras los anteriores artículos —en los cuales le pedí que me
acom-pañara hacia el terreno de la re-flexión— es un momento ideal
para pasar al territorio práctico. Hay más cosas importantes sobre
las cuales reflexionar, y que le per-mitirán comprender mucho
me-jor la meditación. Sin embargo, si esperamos demasiado para
pasar a la práctica, es muy probable que surja la impaciencia.
Precisamen-te la meditación es una excelente práctica para
desarrollar la pacien-cia, así que le invito a detenernos y
enfocarnos en la práctica de la
meditación, emprendiendo unos primeros e importantes pasos.Para
ser capaz de cesar el sufri-miento, es necesario desarrollar una
capacidad de visión clara, como vimos en anteriores artícu-los. Si
no es capaz de ver el proble-ma tal cual es, difícilmente podrá
resolverlo… Para ello es necesario ver claro, y para lograrlo, hay
dos cualidades esenciales que debe-mos desarrollar: la
concentración y la atención plena o mindfulness. El primer aspecto
a desarrollar es la concentración, y en él nos va-mos a
detener.
Hay muchas técnicas para desa-rrollar la concentración. En
ge-neral, consisten en dirigir nuestra atención hacia un objeto de
me-ditación, y cuando la mente se distrae, volvemos lo antes
posible al objeto de meditación. Antes de comenzar, es habitual
aplicar al-guna técnica de relajación, sobre todo en los comienzos
de la prác-tica. El objetivo es evitar que un cuerpo tenso se
convierta en una fuente de constantes distraccio-nes, lo cual
impediría que nuestra práctica progrese adecuadamen-te, sobre todo
al principio.
con la
respiraciónun maestro de las artes plásticasartículo
precisamente la meditación es una excelente práctica para
desarrollar la paciencia, así que le invito a detenernos y
enfocarnos en la práctica de la meditación, emprendiendo unos
primeros e importantes pasos.
No hay una postura universal a adoptar para meditar
correctamente.*
-
¿Cuál es un buen objeto de me-ditación? ¡Hay infinidad de ellos!
Desde afirmaciones, mantras, imágenes, etc. Incluso hay un objeto
que llevamos a todas par-tes: la respiración. Lo tenemos siempre
con nosotros, allí don-de vamos, durante toda nuestra vida. Además,
conecta cuerpo y mente, y nos da mucha informa-ción. Refleja el
estado de cuerpo y mente. Además, si cambiamos la forma de
respirar, logramos al-terar el estado de cuerpo y men-te. Por si lo
anterior fuera poco, la respiración conecta las partes consciente e
inconsciente de nuestra mente. Podemos con-trolar conscientemente
nuestra respiración, pero conforme co-nectamos con el
subconscien-te, empieza a funcionar por sí misma sin necesidad de
nuestro control. En general, cualquier objeto de meditación que le
ofrezca resultados es bueno. Pero si me pregunta por mi re-
comendación, sin duda, le acon-sejaré utilizar la respiración, y
en ella me centraré en los siguientes artículos.
Para comenzar la práctica de la meditación anapanasati, le
pro-pongo realizar un primer ejerci-cio durante este mes —y sobre
este ejercicio construiremos en los siguientes capítulos—.
Dedique entre 15 y 30 minutos cada día a ello. La regularidad es
esencial. Si un día sólo pue-de practicar diez minutos, es
preferible que lo haga por tan corto tiempo antes que perder la
regularidad. Es esencial prac-ticar cada día. Un consejo: le
ayudará muchísimo convertir-lo en un hábito, es decir, practi-car
todos los días en un horario similar, como parte de su ruti-na.
Puede hacerlo en cualquier momento, pero hay dos muy recomendables:
por la mañana
tras levantarse (recomiendo al menos media hora después), o por
la noche antes de acos-tarse (recomiendo al menos una hora antes).
Y si lo hace en un mismo lugar, todavía mejor para crear
rutina.
No se preocupe demasiado por la postura. No hay una postura
universal a adoptar para meditar correctamente. Lo importante es
que la postura elegida transmita relajación, pero sin llegar a
per-der el estado de alerta. Se trata de lograr un cuerpo relajado,
y una mente también relajada, pero alerta. Un buen truco: adopte la
postura que desee, pero siem-pre con la espina dorsal recta y sin
mantener tensión muscu-lar. Puede lograrlo sentado en una silla , o
en un cojín de me-ditación, etc. Se puede meditar perfectamente
incluso en movi-miento (aunque le recomiendo dejarlo para más
tarde).
Hay otra distracción muy importante que se debe evitar: la
preocupación por el tiempo.
dr. Félix torán esescritor, coach, y conferencista de motivación
y crecimiento personal. ingeniero de la agencia espacial europea.
autor de los best seller “mente cuántica” (ediciones corona
borealis) y “la respuesta del universo” (gaia ediciones).
*
actualidad
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Hay otra distracción muy im-portante que se debe evitar: la
preocupación por el tiempo. Si pasa todo el tiempo con miedo a que
su práctica se prolon-gue demasiado, el ejercicio no tendrá éxito…
Y la paradoja es curiosa: la preocupación por el tiempo logra que
perdamos completamente el tiempo... Puede usar la alarma de un
despertador, las aplicaciones de un teléfono móvil, aplica-ciones
para iPhone, etc. Las posibilidades son inmensas. Pero lo
importante es que use una alarma.
Una vez adopte la postura co-rrecta, comience por tomar dos o
tres respiraciones prolonga-das para centrarse y relajarse.
Comience por recordar su pro-pósito, que va a ser observar el
movimiento de su abdomen al respirar. Repítalo en su mente varias
veces con sus propias pa-labras. Acto seguido, concentre su
atención por completo en la zona abdominal. La prácti-ca consiste
en mantener allí su atención, y observar cuando el abdomen sube y
baja. No se tra-ta de controlar su respiración de ningún modo. Todo
lo contra-rio: debe tratar a su respiración como si fuera algo
ajeno a usted. Debe dejar de identificarse con su respiración.
Usted no es su respiración. Usted es quien ob-serva la
respiración.
Es como si estuviera mirando al mar en espera de una ola. El mar
es su abdomen. Las olas son los movimientos provocados por su
respiración. Llegan de vez en cuando. Primero suben, y lue-go bajan
y se disipan. Usted no es la ola, sino quien la observa. Haga lo
mismo con este ejerci-cio. Espere como un observador. Cuando llegue
“la ola” y su abdo-men suba, repita mentalmente
“sube, sube”. Cuando su abdo-men descienda, repita mental-mente
“baja, baja”. Y el resto del tiempo, siga con su atención en el
abdomen.
¿Simple? ¡Desde luego! ¿Senci-llo? ¡Nada más lejos! Inténtelo…
Salvo que sea un meditador ex-perimentado, o haya nacido con un don
especial —para nada frecuente— verá que su mente no tarda mucho en
distraerse, desviando la atención hacia to-das partes menos hacia
su ab-domen. A menudo es cuestión de segundos. Cuando eso ocu-rra,
no desespere. Es completa-mente normal. La mente es así. De hecho,
es positivo, porque ahora lo está viendo y está cono-ciendo mejor
su propia mente. Tan pronto se dé cuenta, diga mentalmente
“distracción, dis-tracción”, y vuelva de nuevo a su abdomen.
Tenga paciencia. Al principio cuesta mucho. Si sólo logra
mantener su concentración diez segundos —o incluso me-nos— no
piense que por ello ha tenido una peor sesión de medi-tación. No
hay sesiones buenas y malas, y no se deben compa-rar. Cada sesión
le aportará algo, y le permitirá dar un paso más, y si sigue
practicando con regula-ridad, cuando menos lo espere se dará cuenta
de unos grandes progresos en su capacidad de concentración. Esto se
traduci-rá en una transformación muy positiva en muchos aspectos de
su vida, y no tardará en experi-mentarlo.
En el próximo artículo daremos un paso más en este tipo de
práctica. Mientras tanto, le ani-mo a practicar como aquí le he
explicado, cada día, y le deseo un mes lleno de éxitos y sobre todo
la conexión con la felicidad.
*
DeDica De 15 a 30 minutos, en solitario es mejor, al día para tu
práctica de meditación. este es un tiempo valioso para el
desarrollo de tus emociones.
El mar es su abdomen. Las olas son los movimientos provocados
por su respiración.*
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