1 Preludio para una filosofía de la música y la danza. Alejandro Arroyo R. [email protected]Preludio para una Filosofía de la música y la danza Diálogo con el Dr. Alejandro Arroyo Ríos PhD en Ciencias Médicas de la Escuela Paulista de Medicina, Brasil Entrevista realizada por la Lic. Ma. Mercedes Moreno L., estudiante de la Escuela de Biodanza SRT Puembo, en el contexto del taller teórico vivencial “Música, movimiento y creatividad: vistos desde la neurociencia”, que fue organizado por la escuela como parte del módulo de música de la formación para profesores de Biodanza en Quito-Ecuador, 2019 Entrego este material a la Mst. María Susana Vela Witt directora de la Escuela de Biodanza SRT Puembo Quito, como un aporte a sus miembros, maestros, alumnos y amigos, en agradecimiento a aquellos corazones abiertos que me han recibido en ese lugar. Alejandro Arroyo R. Pudo haber sido un hombre de letras. Gente que lo conoció de niño recuerda su inclinación hacia la poesía por la naturalidad de su lenguaje en las cosas que escribía. Su mundo infantil encontró con frecuencia los libros de importantes escritores y poetas chilenos como Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Jorge Teiller, Raúl Zurita, Gabriela Mistral y Rolando Toro. Lo anterior se refleja sin dudas en este diálogo y su congénita afición y gusto por las letras le lleva a escribir uno de los libros más conocidos “Cánticos de los afectos” así como su obra musical “Dulzura” cánticos para madres gestantes para desarrollar apego en la madre y su hijo(a) compuesto a partir de la colección de 34 textos infantiles musicalizados que se han convertido en un real aporte para el desarrollo del talento en la niñez. Músico titulado en la “Universidad Austral de Chile”. Tras sufrir un accidente automovilístico el año 1999 que lo inmoviliza por diez años de sus actividades musicales, se vio inspirado a cambiar la orientación de su carrera profesional emprendiendo un viaje por el conocimiento de las Neurociencias. Se doctoró en Ciencias Médicas por la Universidad Federal De Sao Paulo-Brasil “Escuela Paulista de Medicina”. Practica las Neurociencias con la sensibilidad de un artista y conserva en su interior ese otro elemento insustituible de penetración en el alma y en la naturaleza: su intuición y
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Filosofía de la música y la danza · 3 Preludio para una filosofía de la música y la danza. Alejandro Arroyo R. [email protected] hacia el Mar es una vuelta al origen una vuelta
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1 Preludio para una filosofía de la música y la danza. Alejandro Arroyo R. [email protected]
Preludio para una
Filosofía de la música y la danza
Diálogo con el Dr. Alejandro Arroyo Ríos PhD en
Ciencias Médicas de la Escuela Paulista de Medicina, Brasil
Entrevista realizada por la
Lic. Ma. Mercedes Moreno L.,
estudiante de la Escuela de
Biodanza SRT Puembo, en el
contexto del taller teórico
vivencial “Música, movimiento
y creatividad: vistos desde la
neurociencia”, que fue
organizado por la escuela
como parte del módulo de
música de la formación para
profesores de Biodanza en
Quito-Ecuador, 2019
Entrego este material a la Mst. María Susana Vela Witt directora de la Escuela de Biodanza
SRT Puembo Quito, como un aporte a sus miembros, maestros, alumnos y amigos, en
agradecimiento a aquellos corazones abiertos que me han recibido en ese lugar.
Alejandro Arroyo R.
Pudo haber sido un hombre de letras. Gente que lo conoció de niño recuerda su
inclinación hacia la poesía por la naturalidad de su lenguaje en las cosas que escribía. Su
mundo infantil encontró con frecuencia los libros de importantes escritores y poetas
chilenos como Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Jorge Teiller, Raúl Zurita, Gabriela Mistral
y Rolando Toro. Lo anterior se refleja sin dudas en este diálogo y su congénita afición y
gusto por las letras le lleva a escribir uno de los libros más conocidos “Cánticos de los
afectos” así como su obra musical “Dulzura” cánticos para madres gestantes para
desarrollar apego en la madre y su hijo(a) compuesto a partir de la colección de 34 textos
infantiles musicalizados que se han convertido en un real aporte para el desarrollo del
talento en la niñez. Músico titulado en la “Universidad Austral de Chile”. Tras sufrir un
accidente automovilístico el año 1999 que lo inmoviliza por diez años de sus actividades
musicales, se vio inspirado a cambiar la orientación de su carrera profesional
emprendiendo un viaje por el conocimiento de las Neurociencias. Se doctoró en Ciencias
Médicas por la Universidad Federal De Sao Paulo-Brasil “Escuela Paulista de Medicina”.
Practica las Neurociencias con la sensibilidad de un artista y conserva en su interior ese
otro elemento insustituible de penetración en el alma y en la naturaleza: su intuición y
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espíritu de niño. Intercambió con Rolando Toro Araneda experiencias referentes a la
inducción del estímulo musical en Biodanza Sistema Rolando Toro (SRT).
María Mercedes Moreno Loor (MMM). Doctor Arroyo, de ser posible, quisiera que las
siguientes preguntas que le haré sean respondidas desde su experiencia de vida y desde
el punto de vista del SRT en el intercambio de ideas que tuvo con Rolando Toro,
correlacionado con la música, el movimiento y el grupo.
Alejandro Mario Arroyo Ríos (AMAR). Quisiera decirte, antes que nada, que
seguramente debe haber libros acerca de esto, y que si me atrevo a este dialogo contigo,
es porque somos amigos y lo hago desde una perspectiva absolutamente personal y
confiada de ser a ser.
MMM. Me parece buena idea, Alejandro, y agradezco tu confianza y apertura para
compartir tu conocimiento, experiencias y reflexiones. Del tiempo que practicaste SRT
con Rolando Toro recordarás que hay varios ejercicios relacionados a la identidad y al
nombre. ¿Tu nombre te dice algo?
AMAR. Sí. Mis nombres son Alejandro Mario y no por casualidad mis apellidos son Arroyo
Ríos. El nombre propio es una suma de sonidos por medio de la cual se nos identifica. Por
consiguiente, el nombre es un elemento clave en nuestra identidad adquirida al que
pueden ir asociadas ciertos legados de nuestros antepasados paternos y maternos. No sé
la razón por la cual, siendo hijo mayor, no me dieron el nombre ni de mis bisabuelos,
abuelos, ni de mi padre, puesto que los nombres rebelan en cierto modo algo de la
transmisión inconsciente de nuestra genealogía. Al respecto, los Arroyos que forman el
río se originan de la lluvia que nace de las nubes, que, a su vez, vienen del Mar.
MMM. Es linda como frase, pero explícamelo.
AMAR. Es decir, la fuerza y la inmensidad del Río en su caudal aumentado por las
inundaciones se asocian con la belleza, simbolizando tanto la vida como la mente. En
contraste, el Arroyo que le da origen, con su estrechez e incapacidad de expandirse, es
menos bello, pero contiene en sí mismo la búsqueda de la verdad. El camino que fluye
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hacia el Mar es una vuelta al origen una vuelta a la esencia. El agua tiene vida, y en la
vida, todo lo viviente tiene el derecho a la existencia.
MMM ¿Cómo marcó tu vida familiar el contacto con la música?
AMAR. Desde mi pequeña infancia, la música fue una llave que me abrió al crecimiento
hacia el amor, y hacia su progresiva comprensión. Más adelante, mi preocupación de
siempre fue formativa, educativa, en cómo llegar al Ser, a lo esencial de nosotros para no
perdernos en el confuso río de la vida. En mi familia todo el mundo tocaba algún
instrumento musical, y me quedaba quieto e impresionado por la música de mi abuelo y
que además se entretenía cantándoles a sus nietos entre los cuales me encontraba yo.
MMM. ¿y que recuerdas de esa música?
AMAR. Ahora vuelvo la vista atrás, o vuelvo el oído atrás, más bien, con el mismo deseo
de imaginar. Y se me antoja plausible que el sonido mismo de aquella música tan
hermosa y sublime para mis oídos infantiles me acompañará toda la vida. Para mí aquel
era el sonido de la soledad sin nombre. Y allí permanecía, absorto, acompañado por aquel
sonido, mientras las flores se abrían lentamente a la luz de la luna. Los acontecimientos
felices de nuestras vidas se suceden en una especie de secuencia temporal, pero en lo
que atañe a su significación se impone un orden propio: un orden no necesariamente
cronológico. Incluso puede que probablemente no lo sea.
MMM. El tiempo tal como lo conocemos, halla a menudo su esencia en la cronología que
teje los relatos: el tiempo obedece al hilo continuo de esa revelación. ¿Cómo podrías
definir tu relación con la música en los momentos de crisis?
AMAR. Entramos en crisis cuando no sabemos nuestra música interior o cuando nos
desconectamos con alguno de los elementos que componen la música. Porque los
elementos esenciales de la música: el ritmo, la melodía y la armonía están en la
Naturaleza, en todo el cosmos. El Universo mismo es conducido por una vibración secreta
que incluye estos tres elementos y es el medio por donde nos conectamos con la melodía
del mundo, un intento por averiguar ese pulso misterioso que llevan las aguas de todas
las cosas, ese ritmo secreto detrás de todos nuestros asuntos sean estos pequeños o
grandes.
MMM. Mientras hablabas pensaba en la palabra “procesamiento” a la que tú le das una
gran importancia. Y pienso que esa palabra de pronto la siento como muy importante,
porque parece definir un cierto marco de seriedad, de responsabilidad conceptual y
científica. Parece advertirnos que existe una notable diferencia de procesamiento del
lenguaje hablado respecto del lenguaje musical. ¿Podrías explicar el porqué de tu
investigación en el campo de la medicina respecto del procesamiento cerebral del
estímulo musical?
AMAR. El estímulo musical –que indagué por años en mis investigaciones en la Escuela
Paulista de Medicina en Brasil– influye en muchos aspectos biológicos y de
comportamiento del ser humano. Quizás la influencia más llamativa sea la que ejerce en
nuestro cerebro, ya que el estudio y práctica de la música puede modificarlo
notablemente, entre otras cosas para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con
más agilidad e integración, de modo más holístico, no solo en funciones musicales sino
tambi n en dominios como la memoria o la matemática. os cuidadosos e perimentos de
psicofisiología del Dr. oger perr han podido demostrar que los hemisferios cerebrales
están estrictamente especializados en las zonas cognitivas y que solo los sucesos del
hemisferio izquierdo suministran experiencias lógico-lingüísticas conscientes al sujeto con
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el cerebro dividido (corte del cuerpo calloso). La hipótesis es que todo flujo de
información entre hemisferios debe realizarse a través de las comisuras y que dicho flujo
queda bloqueado si estas comisuras han sido seccionadas.
MMM. ¿Y ahí estamos en el terreno de las aplicaciones neurocientíficas entre el pensar y
sentir, cognición y emoción?
AMAR. En cierta forma si, puesto que ambos hemisferios cerebrales están conectados
entre sí por 200 millones de fibras del Corpus Callosum, cerca de un millón de fibras de la
porción anterior y sería esta la principal estructura envuelta con el estímulo musical
restableciendo la unidad global del cerebro. Mike Gazzaniga había causado sensación con
su tesis sobre las consecuencias psicológicas de la cirugía de escisión cerebral en seres
humanos, trabajo que había realizado con Sperry, procedimiento en el cual se cortan las
conexiones nerviosas entre los dos hemisferios del cerebro en un intento de controlar la
epilepsia grave. Los estudios demostraban que, cuando se divide el cerebro, deja de
existir comunicación entre los dos hemisferios. La cirugía de escisión cerebral parece
revelarnos una dicotomía psicológica fundamental entre pensar y sentir, entre cognición
y emoción, puesto que el hemisferio derecho era incapaz de compartir con el hemisferio
izquierdo sus pensamientos sobre la naturaleza del estímulo, pero podría transmitirle el
significado emocional del estímulo. Si concebimos entonces la complementariedad de
ambos hemisferios más que una inhibición de uno de ellos, y que gracias a la acción del
«cuerpo calloso» se da una interacción recíproca, podríamos decir que lo que el silencio
del hemisferio derecho aislado pone de manifiesto dramáticamente es que el habla no es
solamente una función cortical.
MMM. ¿Es la música únicamente una habilidad o lenguaje creativo -como alguna vez se
consideró en la escuela- o crees que es un recurso de formación humana?
AMAR. Ahora ni eso se aprecia en los currículos escolares porque desapareció, al igual
que la filosofía como asignatura obligatoria a fines de los setenta en gran parte de
nuestro continente. La música, la ejecución de un instrumento, la apreciación musical en
su acepción más amplia y completa, es y debería ser parte integrante del programa de
vida de una persona. Se requiere responder a las exigencias con nuevos programas de
educación musical del Ministerio de Educación.
MMM. ¿Y si la enlazamos con el SRT se trataría no solo de ligarlos al ámbito del desarrollo
de la creatividad sino de rescatar la enseñanza de la música y la danza en su dimensión
humana?
AMAR. Explicitar, uno está para explicitar. Debemos tener claro que para el desarrollo de
la afectividad, la inteligencia emocional, y para desarrollar espíritus sensibles, refinados,
amplios, tolerantes y reflexivos, el desafío adicional que surge es el poder desarrollar
capacidades efectivas para definir y aplicar políticas que impulsen procesos articulados de
desarrollo en la práctica educativa en la escuela, haciendo un uso efectivo del conjunto
de la praxis instrumental y recursos didácticos. El SRT contribuye sin dudas a desarrollar y
facilitar el trabajo que estimula los sentidos pues son las emociones las que facilitan el
entendimiento y experiencia de la condición humana.
MMM. ha una……cómo te diría un aspecto preocupante en la política educacional. i no
existiera la educación musical en los planes educacionales -pues al parecer hacia allá
vamos- ¿Qué sucedería?
AMAR. Sabía que ibas a preguntarme esto. Sin música en los planes de educación
moderna se reduce dramáticamente el potencial de aprendizaje de lo que nos humaniza y
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sana. Sin ella algo se desquicia en la ciudad y en el alma humana. Según Platón, la relación
entre medicina y música estriba en que «como el principio de las actividades vitales y de
la mezcla de los elementos es el alma, también se concibe a esta como una armonía. Ella
crea la armonía en el cuerpo; en el orden psíquico, lleva a cabo la armonía entre los
cuatro temperamentos principales (el flemático, el colérico, el melancólico y el
sanguíneo)». La referencia platónica por excelencia de esta idea la encontramos en el
«Cármides o de la temperancia», cuando Sócrates sostiene la doctrina específicamente
médica de que es imposible curar la parte sin antes haber curado al todo; a la postre, que
es imposible curar el cuerpo sin haber curado antes al alma. Retomando ahora las ideas
de Damón, tenemos la rotunda afirmación hecha por Platón en su Republica (Libro IV
424c) cuando habla Sócrates: «La introducción de una nueva forma de canto corre el
riesgo de echarlo todo a perder, ya que, como ha dicho Damón, y yo comparto su manera
de pensar, no pueden alterarse las normas de la música sin que ocurra lo mismo con las
leyes fundamentales de la ciudad». Y a las virtudes curativas de la música ya señaladas, se
les añaden las virtudes formativas que posee. Cito aquí en extenso, porque vale la pena, a
Sócrates, en el Libro III 401d ss. del mismo libro platónico: «Y si la música es la parte
principal de la educación –proseguí–, ¿no es acaso, Glaucón, porque el ritmo y la armonía
son especialmente aptos para llegar a lo más hondo del alma, impresionarla fuertemente
y embellecerla por la gracia que le es propia, siempre que esta educación se dé como
conviene, pues de otra manera produciría efectos contrarios? ¿No es este también el
motivo por el cual un joven que ha recibido una educación musical conveniente percibe
con claridad lo que hay de imperfecto y defectuoso en las obras de arte y de la naturaleza
y mientras más le desagradan, mejor advierte y elogia la belleza que encuentra a su
alrededor, dándole asilo en su alma y nutriéndose de ella, por así decirlo, y haciéndose un
hombre de bien? En efecto –dijo– tales son las ventajas que uno espera de la educación
por la música».
MMM. Creo que tienes razón. Tu posición es clara. Respecto del Canto ¿Cuál sería su
poder educativo?
AMAR. El poder educativo que posee el canto radica en su posibilidad de armonizar
sensibilidad, inteligencia y fuerza expresiva en el ser humano a nivel grupal desarrollando
la tolerancia que es un primer paso hacia el conocimiento de “lo que se es” de “lo que
no se es” por medio de la relación con los demás seres, es la libertad del individuo hacia
el respeto al prójimo, y conduce a la verdadera igualdad. Hay que dotar al niño de las
competencias individuales y sociales para un desarrollo armónico de sus potencialidades
en bien de la colectividad. En este sentido, la mejor educación evita prejuiciar y ser
punitiva. Por cierto, los procesos de enseñanza y aprendizaje funcionan mejor en
ambientes afectivos, que en ambientes tóxicos donde se somete a juicio al educando o se
establecen relaciones de crítica comparativa, evaluación y clasificación de cualidades
como forma de establecer relaciones de diferenciación y superioridad. Y lo más
importante, volvemos a ser niños.
MMM. En la época antigua se apreciaba y practicaba la música y la danza como pilares
fundamentales del desarrollo humano. Luego de casi 25 siglos de distancia ¿Cuáles son
las modernas ventajas que tendrá para nuestra sociedad la práctica musical y la danza?
AMAR. Para Platón la música y la danza es el medio educativo por excelencia en cuanto
forma en el alma indelebles ligaduras entre esta, lo bello y lo bueno que emana del
cuerpo y del espíritu. Este es el elemento moral. Pero, obviamente, en la música, el
elemento matemático está no solo presente sino que es crucial, dado que es proporción y
armonía. Muy de pasada podemos nombrar algunas de las ideas del Timeo que se
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refieren a la constitución elemental del mundo, ¿de qué está hecho el mundo? Platón no
da pie atrás aquí: «en la composición de los elementos, también el número y la
proporción juegan el papel más importante. Se trata de explicar por sus propiedades
matemáticas las características sensibles». Para Platón, en principio, el componente
básico de todo lo sensible es el triángulo, primer polígono posible. Todo lo demás surge
de combinaciones de aquel. Así, por ejemplo, «el fuego es lo más ligero y lo más
penetrante, porque está formado por los tetraedros más agudos y más pequeños; la
tierra es inmóvil y pesada; sus elementos son cúbicos, porque, al dejar caer un cubo de
cualquier forma, siempre queda en su sitio». Lo que está haciendo Platón es explicar la
realidad visible mediante su reducción a los poliedros regulares, que son solo cinco; de
hecho, hasta el día de hoy se les llama «sólidos platónicos». Cada uno de ellos
corresponde a su vez a un elemento primordial: tetraedro-fuego, octaedro-aire,
icosaedro-agua, cubo-tierra, dodecaedro– «quintaesencia» o «cuerpo divino». En
particular, mencionamos este último cuerpo «cuyo plano lateral es un pentágono regular
que no se puede construir con los triángulos rectangulares antes mencionados. Pero el
pentágono da lugar al pentagrama musical y es por excelencia la figura del número
áureo». Esto enfatiza, una vez más, la relación entre esta misteriosa relación matemática,
la música y la danza en su carácter divino.
MMM. Sería un nuevo punto de contacto entre la ciencia y el arte y la danza por
supuesto. ¿Cómo enseñarías la conjunción Música + el SRT?
AMAR. Nuestra primera finalidad debería ser examinar la naturaleza de la audición y el
procesamiento cerebral del estímulo musical para que luego se las podamos mostrar a los
alumnos en la praxis del movimiento. Metodológica y pedagógicamente debemos guiar a
estos en todos los niveles y en todos los escenarios de formación, para que comprendan
mejor la teoría del aprendizaje musical y comiencen así a enseñar de un modo más
apropiado y eficiente. Cuanto mejor el facilitador conozca y los alumnos comprendan la
música y sus efectos, mejor conseguirán apreciarla y vivenciarla. Cuando apreciamos
música a través del conocimiento y la comprensión no extraemos un significado de la
música, pues ella a través del SRT se hace parte de nuestro ser y nos permite dar sentido
a nuestra existencia. En términos simples, debemos ser capaces de explicar cómo
aprendemos cuando aprendemos. No debemos olvidar que la música es movimiento y el
movimiento es vida. Y cuando este se logra internalizar, es que se produce un avance
evolutivo cualitativo y notable.
MMM ¿Cómo consigue la música, este arte extrañamente abstracto hacernos contener la
respiración y hasta llorar? Y ¿Cómo se relaciona la música y la salud?
AMAR. Me lo han preguntado. Fíjate que como ninguna otra forma de arte se dirige tan
directamente a nuestros sentimientos, la música puede en si misma capturar la forma
misma del sentimiento. Esta forma que a la vez es matemática y consciente, evoca los
movimientos de las partículas y los planetas, y la danza cósmica en el interior de nuestros
cerebros.
MMM. En cierto sentido, estamos hechos de música, especialmente porque nuestros
cerebros están gobernados por una serie constante de padrones rítmicos, melódicos y
armónicos.
AMAR. Por supuesto. Estamos hechos del pulso de los átomos: sean cuales sean las leyes
que gobiernan el átomo, lo cierto es que estas leyes gobiernan también nuestras vidas. Si
te fijas bien, la salud es una fluida interacción de una célula con otra, una armonía
vibratoria que siempre lleva a conservar un equilibrio en el cuerpo total. Toda emoción, al
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devenir en un tono determinado, altera la frecuencia. Toda enfermedad es consecuencia
de una alteración homeostática y que se expresa mediante una desproporción en los
elementos o humores, un exceso o una falta de alimento o de esfuerzo, una transgresión
de los límites de lo caliente o lo frio, lo seco o lo húmedo... La finalidad de la medicina es
determinar el justo punto de equilibrio, donde las oposiciones crean armonía. La
enfermedad, por tanto, se puede ver como un desafinar de las células de una persona
con respecto a su propia armonía y, como un desacompasado ritmo interno con respecto
a la realidad del pulso silencioso de la Naturaleza.
MMM. En relación con esto, qué piensas tú respecto de si los fundamentos
neurofisiológicos de la música estarían corroborando sus bondades para la etapa de
gestación e infancia.
AMAR. En lo relacionado con las primeras experiencias del desarrollo humano que
involucran al cuerpo, a la conciencia y a la música es necesario precisar que lo primero
que hace una madre con su bebé es jugar con los instrumentos que la naturaleza
biológica y social le proporcionan, es decir con su voz, con su cara, con los movimientos
del cuerpo y el de las manos, con sus gestos, con sus silencios, etc. Lo interesante de lo
anterior es que la madre los orquesta dentro de un ambiente lleno de sonido, ritmo y
danza en que tanto la madre como el niño se divierten. En estos estadios prelúdicos, la
relación «cara a cara» es determinante en gran medida en los períodos de juego musical,
corporal y social. De esta forma la finalidad del juego musical es diversión y placer y se
hace naturalmente por motivos interpersonales en los que se producen acontecimientos
–estímulos– experiencias que repercutirán en la vida cognitiva emocional, intelectual y
creativa del niño. Cada día se están encontrando más evidencias científicas de niños que
en su fase de gestación intrauterina y primera infancia, son demasiados sensibles a la
música y esta a su vez favorece enormemente el desarrollo neurológico y
neuroendocrino.
MMM. Esto nos lleva a otra cuestión, Alejandro, no sé si te lo has planteado, pero
actualmente los investigadores están de acuerdo de que el oído es el primer órgano que
se desarrolla a nivel embrionario, empezando a funcionar activamente a partir del cuarto
mes. Mi pregunta es si las afectaciones que tiene el cuerpo del niño sobre sí mismo y
sobre los otros son fundamentales para comprender los efectos que tienen la música, la
comunicación, el juego y las actividades creativas sobre la sensibilidad y el afecto.
AMAR. Los ritmos del corazón de la madre y los sonidos del contexto intrauterino en
términos sencillos producen la música en la etapa gestacional. Es increíble el poder
terapéutico de los lenguajes; e insisto: el poder terapéutico de los cánticos. Y entre esos
poderes del alma y del cuerpo, está por cierto el de la música. También se puede emplear
con personas que no están enfermas o que no tienen algún problema, para en ellas
mejorar el bienestar personal, para desarrollar la creatividad, mejorar el aprendizaje,
mejorar las relaciones interpersonales y para el manejo del estrés. En los niños,
fácilmente podemos usar la música para mejorar la autoestima, la atención y
concentración, la coordinación, el aprendizaje y la socialización entre otras. El sonido
afecta el sistema nervioso autónomo del ser y el fin de la inducción musical es reactivar
los centros cerebrales, para estimular las conductas individuales. Los efectos
neurofisiológicos de la música favorecen la cristalización de diferentes estructuras
funcionales del sistema nervioso facilitando los patrones de respuesta neuronal ligada al
estímulo del cerebro, indispensable para la memoria y el pensamiento analítico, ella abre
el camino a la voz cantada y a la expresión corporal.
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MMM. Volviendo sobre este tema que me parece muy importante, quisiera que me
explicaras en qué momento de la vida los seres humanos somos expuestos al aprendizaje
de la danza.
AMAR. La danza extremadamente lenta de la gestación, se corresponde con los ojos
bellos y profundos, atentos, fascinantes e inmensos de nuestro ser. Esos ojos al igual que
la danza son vértigos que no anticipan un término y donde no se percibe un final en el
fondo de la vida. Estos seres apartados de los hombres, alejados de la palabra, evocan la
verdadera danza natal donde solo la música existe y donde se reconocen sus danzas
lentas, largas zarabandas, adagios de amor maternal, marchas obstinadas y obsesivas,
sexuales, sagradas, sacrosantas, incansablemente repetitivas y ondulantes del océano
materno. Esa ondulación tal cual una serpiente en las arenas de dunas majestuosas,
precede al vuelo del espíritu, así como los reptiles preceden al vuelo de los pájaros. La
danza no sabe hablar, sabe cantar la alegría de la vida y del amor apelando al cuerpo
ovular y embrionario silencioso antes del yo, antes del rostro, antes de la piel y del
espejo. La danza de la vida apela a nuestra alma antes de pedir la luz desde el vientre de
nuestra madre para abrazar la tierra. Cada arte tiene su área en el espacio del tiempo. En
el mundo uterino el pulso está primero y nos da la vida, pues su belleza está ligada a la
torpeza del origen. La danza es el nacimiento; de allí que la danza sea el cuerpo que se
mueve o que va a moverse mucho antes de que se ponga a caminar. El primer paso que
da un niño es un paso que tropieza, que titubea, y es el más bello de los pasos que puede
haber en un mundo donde sobreviven los hijos de los mortales. Desde la gestación
aprendemos que estamos aquí para danzar la vida y cantar con nuestro corazón
precisamente hoy, el día donde surge y se moviliza la emoción.
MMM. Esta idea me parece apasionante y una vez más indica la similitud entre ciencia y
arte ¿Consideras que la música podría ser una puerta hacia una percepción total que
experimentemos los participantes del SRT para: sanar, desarrollar nuestros potenciales y
hacernos dueños de nosotros mismos?
AMAR. Después de Copérnico, Darwin y Freud, resta la conquista del espíritu. Es este uno
de los más impresionantes desafíos para la ciencia del siglo XXI y constituye la cuestión
fundamental, de orden filosófica, para lo cual gustaría orientar estas conversaciones
contigo; a saber el misterio de la música y de los conocimientos en el dominio de las
ciencias del sistema nervioso, del cerebro. Por ejemplo, hablar de la música es hablar
acerca del amor y si el amor es, de tiempo inmemorial, el recurso fundamental para
sobrevivir, ¿dónde iba a ubicarse, sino en el cerebro? Nuestros sistemas nerviosos están
exquisitamente afinados para la música. Es más, existen mapas tonotópicos que en
síntesis son un caso particular de organización topográfica, similar a la retinotopy en el
sistema visual. Su misteriosa manera en que encarna la emoción y su poder para provocar
sensaciones es uno de los mejores ejemplos para ilustrar el aporte esencial de la música
en una sesión del SRT, vale decir, la relación que existe entre el cerebro emocional y la
felicidad humana. Porque en definitiva se trata de la profunda continuidad que existe
entre la materia, la vida y la mente.
MMM. ¿Cómo es que el arte musical influye en nuestra mente y en nuestro organismo
terapéuticamente a través de la creación, la elaboración o la sustitución de emociones y
afectos?
AMAR. Una obra musical puede influir sobre nuestro estado de ánimo o nuestro nivel de
angustia. Era la gran pregunta que me hacía Rolando Toro, el creador de esta hermosa
disciplina que es el SRT. Hay ciertas armonías musicales que sugieren emociones tristes o
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melancólicas, pero también hay las que evocan sensaciones de alegría, como las que
sentimos al escuchar una sinfonía mozartiana. La inducción musical en el SRT por
ejemplo, es en realidad un movilizador, un facilitador de emociones y de estados
anímicos, y como tal, es un agente terapéutico, que no solo se utiliza en psiquiatría y
psicología clínica, sino que está siendo empleado en diversas especialidades de la
medicina somática. En estricto sentido todas nuestras emociones y sentimientos se
experimentan en primera persona pues nunca podremos experimentar el dolor de otra
persona. Esta característica de la subjetividad abarca las sensaciones, las emociones y los
sentimientos.
MMM. Eso es simplemente poético y fue lo que me llevó a mí a este diálogo. Ver que
ambas, música y el SRT, sobretodo las neurociencias, operan en un mundo donde las
categorías lógicas, habituales, racionales, no funcionan.
AMAR. Sin dudas que es así. En la antigua Grecia favorecían el uso de la música en el
tratamiento de los enfermos, visión que suponía una estrecha relación entre los
fenómenos psíquicos y los fenómenos cósmicos. Por lo que toca a Pitágoras, no se
atribuía solamente la explicación matemática de la armonía, sino también el hecho de
calmar a un joven iracundo cambiando la tonalidad y el ritmo de la música que tocaba
para él. Así, la acción de la música en el carácter (ethos) y en la emoción del alma (pathos)
parece ser reconocida. No obstante, las referencias a los poderes curativos y
sobrehumanos de la música son legendarias –baste pensar en el mito de Orfeo– y se
extienden mucho más allá de Grecia en espacio y tiempo. Así, por ejemplo, Homero nos
relata en «La Odisea» la contención de la hemorragia de Ulises mediante la música. Por
otro lado, Empédocles, conocedor ya de que «la música amansa a las fieras», detuvo a los
que iban a asesinar a su padre tocando la lira. También sabemos que Clytemnestra
aplacaba su tremenda concupiscencia –otros dirían «su furor uterino»– mediante
sesiones relajantes de música. No solo en el mundo occidental se evidencia la relación
entre música y sanación, fíjate en los componentes del símbolo chino para la palabra
medicina.
MMM. Tienes razón, veo que el carácter chino para medicina 藥 tiene dos partes, la de
arriba 艹(hierbas) + 樂 (música, alegría, regocijo). Ahora entiendo que Rolando no
inventó nada si no trajo aquella sabiduría milenaria a nuestros tiempos. Entonces, hoy
sabemos que la música existe para fines médicos desde tiempos antiguos y que es
esencial para nuestro ser, pero ¿Cómo es que el proceso del pensar y sentir conforma el
mundo que nos rodea?
AMAR. Todo lo que nos hace humanos, en el cerebro deviene absolutamente conectado: