Fracturas de Tibia y Peroné. Tratamiento y Rehabilitación.
Anatomía
La tibia o hueso de la canilla es el más largo, el medial y el
que soporta el peso de los dos huesos de la pierna. La tibia se
articula por su extremo proximal con el fémur y con el peroné y por
su extremo distal con el peroné y con el astrágalo del tobillo. La
tibia y el peroné están unidos por una membrana interósea.
El extremo proximal lateral de la tibia presenta un cóndilo
medial y un cóndilo lateral. Estos se articulan con los cóndilos
del fémur para formar articulación tibia femoral (de la rodilla).
La superficie inferior del cóndilo lateral se articula con la
cabeza del peroné. Los cóndilos levemente cóncavos se encuentran
separados por una proyección ascendente, la eminencia intercondilea
.La tuberosidad tibial en el borde anterior es el sitio de
inserción del ligamento rotuliano. La tuberosidad tibial se
continua hacia abajo a través de un borde afilado, que puede
sentirse por debajo de la piel, denominado borde (o cresta)
anterior, también conocido como espinilla o canilla.
La superficie medial del extremo distal de la tibia presenta el
maléolo interno. Este se articula con el astrágalo en el tobillo y
juntos forman una prominencia que puede palparse en a cara medial
del tobillo. La escotadura peroneal se articula con el extremo
distal. De todos los huesos largos del cuerpo, la tibia es el que
se fractura con mayor reiteración y, además es el que presenta con
mayor frecuencia fractura expuesta.
El peroné es paralelo y lateral a la tibia, pero es
considerablemente más pequeño. La cabeza del peroné, su extremo
proximal, se articula con la superficie inferior del cóndilo
lateral de la tibia por debajo del nivel de la rodilla, formando la
articulación tibioperonea proximal. El extremo distal presenta
forma de punta de flecha y presenta una proyección llamada maléolo
externo que se articula con el astrágalo del tobillo. Como se ha
dicho anteriormente, el peroné también se articula con la
escotadura peroneal de a tibia, formando la articulación
tibioperonea distal.
Lesiones
La tibia es superficial en toda su longitud. Las fracturas de la
tibia con frecuencia se complican con heridas en la piel
convirtiéndose en fracturas expuestas.
Debido a que la tibia es superficial, es extremadamente fácil
efectuar una cirugía y fijación con placa de la fractura.
Desafortunadamente, aunque la piel parezca intacta, puede haber
daños no visibles. El desprendimiento de la piel y la infección
ocurren con demasiada frecuencia después de tal operación.
Una fuerza de torsión produce una fractura en espiral de la
tibia. Esta es una fractura de baja energía, tales como las que
ocurren a consecuencia de accidente en esquí. Hay relativamente
poco daño al tejido blando. La violencia directa y las fuerzas de
flexión producen fracturas de alta energía con un daño
relativamente severo a la piel y tejidos blandos. Los fragmentos de
hueso se ven gravemente afectados y una mayor porción de hueso
pierde su irrigación. La ocurrencia de retardo en consolidación y
seudoartrosis es frecuente con este tipo de fracturas.
La arteria poplítea se bifurca en las arterias tibiales anterior
y posterior en el extremo superior de la membrana interósea. En
este lugar la arteria esta fija y puede sufrir daño debido a una
fractura desplazada del tercio superior de la tibia.
La parte inferior de la pierna se encierra n la fascia profunda.
Esta encierra cuatro compartimientos fasciales bien definidos y
localizados. Estos son:
· Compartimiento tibial anterior.
· Compartimiento Peroneo (lateralmente).
· Compartimiento posterior superficial.
· Compartimiento posterior profundo.
Estos compartimientos pueden permanecer intactos cuando hay
fractura de la tibia. Los músculos profundos sufren daño y sangran
provocando un aumento de presión en el compartimiento cerrado. El
resultado es una estasis venosa y posteriormente una insuficiencia
de la irrigación sanguínea. Finalmente el musculo en el
compartimiento muere y la masa necrótica es reemplazada por tejido
fibroso, resultando una contractura.
El paciente se queja de dolor severo y presenta una pierna muy
aumentada de volumen. En forma asociada hay sensación de hormigueo
y parestesias. Sin embargo los pulsos periféricos pueden estar
presentes hasta una etapa posterior. El retorno capilar y la
coloración de la piel sobre el pie pueden permanecer normales.
Si se sospecha esta condición, se debe llevar a cabo una cirugía
conocida como fasciotomia para liberar los comportamientos
afectados.
Fracturas de los tercios medio e inferior de las diáfisis de la
tibia y peroné
Estas fracturas transversas, oblicuas o conminutas son
principalmente de alta energía, resultando de una fuerza violenta
considerable. A menudo se asocian con otras lesiones generales en
asociación puede haber una fractura del fémur ipsilateral.
Complicaciones.
1. Fractura expuesta. Estas, con frecuencia son lesiones
múltiples. A menudo la piel se ve intacta, pero con grave
contusión. Este tipo de daño a la piel se observan en lesiones por
aplastamiento.
2. Deformidad. Esta consiste en ambulación como resultado de una
reducción imperfecta. La alineación de la fractura debe ser casi
perfecta en la vista. En la vista lateral una angulación de 10° es
aceptable.
3. Ocurre también una deformidad por rotación. El punto medio
inguinal, la rótula, el dedo gordo deben formar una línea
recta.
4. Como resultado de una fractura conminuta, es posible que
ocurra un acortamiento. Siendo este de un centímetro, se considera
dentro de lo aceptable.
5. Retardo de consolidación y seudoartrosis.
Estas complicaciones ocurren como resultado de alta energía. El
tiempo normal para la unión es de 13 semanas, pero la fractura de
cualquier paciente particular puede llevarse 20 semanas en
consolidar.
Tratamiento.
Primeros auxilios.
Estas fracturas pueden inmovilizarse en forma adecuada en una
férula inflable. Si no se dispone de ella se puede usar una férula
de Angulo recto. Otras lesiones severas pueden provocar un choque
hipovolémico, lo que requiere un tratamiento de emergencia.
Tratamiento inicial.
Reducción mediante manipulación e inmovilización en molde de
yeso para pierna. Las fracturas expuestas deberán operarse en esta
temprana etapa. Un clavo a través del calcáneo puede estabilizar el
fragmento distal y puede ser incorporado al yeso. Después de la
inmovilización con el molde de yeso para pierna largo, el yeso y el
acojinamiento o almohadillado subyacente deben cortarse en toda su
longitud para que pueda aflojarse fácilmente si hay un aumento de
volumen excesivo.
Si no se puede reducir y mantener la fractura en yeso, se deberá
insertar un clavo en el calcáneo y aplicar tracción. Cuando la
condición del paciente se ha estabilizado se procederá a fijar con
placa la fractura. Si se trata de una fractura conminuta se puede
aplicar un injerto esponjoso al mismo tiempo.
Si hay un daño extenso a la piel o perdida de ella, la fractura
de la tibia se mantiene en algún tipo de aparato de fijación
externa. Este puede proporcionar una fijación rígida. Después de
esto se puede proceder con el desbridamiento de la herida y con los
injertos de piel sin perturbar la fractura.
Tratamiento definitivo.
El método más efectivo de tratar fracturas de tibia y peroné es
utilizando un yeso hasta arriba de la rodilla hasta que se dé la
consolidación. Cuando la fractura ha logrado bastante estabilidad,
se puede aplicar un yeso con apoyo en la rótula y comenzar con el
soporte de peso y movilización de la rodilla.
La cirugía en una fractura de la tibia se indica cuando hay:
1. Lesiones expuestas: no se emplea la fijación interna al
considerarse los riesgos de infección.
2. Fractura doble de la tibia: La mejor forma de controlar este
tipo de fractura probablemente sea la fijación con un clavo
intramedular.
3. Fijación de fracturas del fémur y tibia en el mismo lado.
4. Fracturas inestables que no pueden estabilizarse con métodos
cerrados.
5. La amputación desde debajo de la rodilla puede ser necesaria
cuando hay graves daños al miembro inferior.
Fracturas aisladas de la tibia
Estas son lesiones por violencia directa bastante comunes.
Pueden ser consecuencia de lesiones en el futbol después de una
patada directa sobre la espinilla.
Las fracturas con frecuencia son no desplazadas. Si son
desplazadas, la reducción por métodos cerrados puede resultar
difícil, ya que el peroné intacto actúa como una férula.
Las fracturas aisladas de la tibia pueden complicarse con un
síndrome de compartimiento cerrado. Se puede inmovilizar con un
yeso desde arriba de la rodilla durante trece semana hasta que
ocurra la consolidación. Después de cuatro semanas se puede aplicar
un yeso de apoyo en la rótula, para permitir movimientos de la
rodilla.
Una fractura desplazada puede ser difícil de reducir,
indicándose entonces una reducción abierta y fijación con
placa.
Fracturas en espiral de la tibia y el peroné
Estas fracturas son resultado de una violencia de torsión como
ocurre en la mayoría de las lesiones en la práctica del esquí.
El paciente presenta una fractura clínicamente obvia. La parte
inferior de la pierna descansa en rotación externa si la fractura
es desplazada. Las fracturas no desplazadas pueden tratarse con un
yeso hasta arriba de la rodilla.
Las fracturas desplazadas requieren reducción bajo anestesia
general y de la aplicación de un yeso arriba de la rodilla. El
paciente debe permanecer hospitalizado durante dos o tres días.
Entonces podrá movilizarse sin apoyar peso con muletas durante
cuatro semanas, después de las cuales podrá apoyar el peso con su
yeso.
La consolidación ocurre por lo general en tres meses. Estas
fracturas en espiral consolidan sin problema, la única complicación
que se pueda presentar es la deformidad debido a una reducción
inadecuada.
Fracturas del tercio superior de la tibia y el peroné.
Estas no son comunes, pero representan lesiones severas. La
arteria poplítea puede sufrir daño como consecuencia de fracturas
desplazadas en la región de su bifurcación.
El tratamiento es parecido al de otras fracturas de la tibia.
Las fracturas, por lo general pueden reducirse en forma adecuada
por manipulación y se estabilizan en forma aceptable con yeso.
Fracturas del extremo inferior de la tibia
Estas fracturas pueden tener una extensión hacia la articulación
del tobillo. Pueden verse complicadas por la rigidez del tobillo.
El control de los fragmentos puede resultar difícil por medios
cerrados siendo a menudo necesarias una reducción abierta y una
fijación con placa y tornillos.
Fracturas aisladas del peroné
Estas ocurren con frecuencia. Sin embargo, se deberá excluir una
lesión del tobillo distalmente a la lesión. Una fractura del cuello
del peroné puede asociarse con una lesión al nervio peroneal
produciendo un pie péndulo. Las lesiones no son complicadas, pueden
tratarse con un vendaje de soporte, aplicaciones locales y
ejercicios. Muchos pacientes se sienten más cómodos en un yeso por
debajo de la rodilla para caminar, durante tres semanas.
Fracturas del platillo tibial
Las fracturas del platillo tibial afectan a la parte proximal o
metáfisis de la tibia y frecuentemente a la superficie articular.
Se divide en seis grupos según Schatzker.
1. Tipo I es una cuña o hendidura del platillo tibial
lateral.
Fractura tipo I separada del platillo tibial lateral tratada con
tornillos encerrajados para evitar la compresión a través del foco
de fractura. Se debe evitar en estas fracturas la carga del peso
para evitar el desplazamiento del fragmento separado del hueso
metafisario blando.
Fractura tipo I desplazada del platillo tibial lateral. La
fractura separada aislada generalmente se produce en pacientes
jóvenes.
2. Tipo II es una depresión separada del platillo lateral que
produce una lesión articular.
Fractura tipo II del platillo tibial, una fractura que combina
la separación y depresión del platillo tibial lateral, donde una
porción de la superficie articular está deprimida.
3. Tipo III es la depresión franca del platillo lateral que
también afecta a la superficie articular.
4. Tipo IV es la depresión separada del platillo tibial medial
que puede afectar a la eminencia intercondilea y se asocia con
lesión de los ligamentos cruzados. Generalmente se asocia con
lesión de la superficie articular.
5. Tipo V fractura bicondilea que afecta a ambos platillos. Se
conoce como la fractura en Y invertida y generalmente se asocia con
lesión de la superficie articular.
6. Tipo VI es la fractura de la unión diafiso-metafisaria
proximal tibial.
Mecanismos de Lesión.
Las fracturas del platillo tibial son el resultado de fuerzas
mediales directas, que producen una deformidad en valgo (clásica
fractura de parachoques). También puede ser debidas a fuerzas
laterales directas lo que produce una deformidad en varo y por
fuerzas de compresión axial o la combinación de fuerzas axiales con
cualquier fuerza directa medial o lateral.
Objetivos del tratamiento.
Objetivos ortopédicos.
· Alineamiento
Cualquier fractura con más de 4mm de depresión, que se deja sin
reducir, se puede asociar a una deformidad en varo o valgo
importante e inestabilidad así como aumento del riesgo de cambios
degenerativos. Por ello se tratan habitualmente con reducción y
fijación interna.
· Estabilidad
Se consigue cuando se restaura la congruencia del hueso y se
realiza la fijación rígida con material de osteosíntesis.
Objetivos de rehabilitación.
· Amplitud de movimiento
Restablecer el rango de movilidad de la rodilla tan pronto como
sea posible, para limitar la incapacidad funcional. Restablecer y
mantener el rango de movilidad completo del tobillo y la
cadera.
· Fuerza muscular
Mejorar y restablecer la fuerza de:
· Cuádriceps
· Recto femoral
· Tendón de la pata de ganso
· Gemelos
· Objetivos funcionales
Normalizar la marcha y restablecer la estabilidad de la rodilla
durante la fase de apoyo.
Tiempo previsto de rehabilitación.
Catorce a 20 semanas.
Métodos de tratamiento.
Ortesis en bisagra.
· Su biomecánica es sistema de distribución de cargas.
· su forma de consolidación ósea es secundario.
Indicaciones: este es el tratamiento de elección para las
fracturas del latillo tibial lateral con o sin mínimo
desplazamiento, así como las fracturas y con depresión del platillo
lateral con mínimo o menos de 3mm de depresión de la superficie
articular. Estos dispositivos se pueden considerar como tratamiento
definitivo solo si la inestabilidad en valgo o varo no excede de
10° y si no hay fractura en cuña posterior. Además las Ortesis en
bisagra se pueden usar para el tratamiento definitivo en el manejo
de fracturas conminutas severas o en pacientes que no son buenos
candidatos a la cirugía. Después de la mayoría de las reducciones
abiertas con fijación interna, se coloca una Ortesis con bisagra
externa en el lado lesionado mientras se produce la consolidación
ósea.
Reducción abierta y fijación interna.
· Biomecánica: dispositivos de protección de carga
· Su mecanismo de consolidación ósea es primario, a menos de que
no se produzca una fijación sólida, en cuyo caso se produce también
una consolidación secundaria.
Indicaciones: para fracturas con marcado desplazamiento o más de
3mm de depresión articular, fracturas asociadas con más de 10° de
valgo o varo, fracturas con cuña posterior, fracturas asociadas con
la afectación de menisco y fracturas que afectan al platillo
medial, la fijación interna es necesaria para restablecer la
superficie articular y posibilitar la reparación o reposición del
menisco. La técnica de reconstrucción articular generalmente
consiste en el uso de injertos óseos en el hueso metafisario y la
colocación de placas de contrafuerte o tornillos largos para
mantener la reducción.
Fijación externa.
· Biomecánica: sistema de protección de carga.
· El mecanismo de consolidación ósea es primario a menos que no
se consiga una fijación solida del hueso, en cuyo caso también es
secundario.
Indicaciones: es temporal, se coloca a través de la rodilla e
impide el movimiento de la misma. Una vez que se haya producido la
consolidación de los tejidos blandos, se pueden realizar injertos
de piel o colgajos y colocar un fijador interno, o el fijador
externo se puede reemplazar por una Ortesis en bisagra.
Consideraciones especiales de la fractura.
· Edad
· Localización
· Lesión anatómica
Lesiones asociadas.
Cuando la fractura es del platillo lateral se asocian
frecuentemente con la lesión del ligamento colateral medial o el
ligamento cruzado anterior.
Las fracturas del platillo medial se asocian frecuentemente con
lesiones complejas de ligamento lateral colateral, cruzados, nervio
peroneo y también puede producirse una lesión de la arteria
popitlea, también se asocian con luxaciones de la rodilla ya que
son más inestables.
Todas las fracturas de platillo tibial se deben evaluar
cuidadosamente por el posible desarrollo de síndrome
compartimental. Cuanta más energía se absorbe durante el
traumatismo, mayor es la lesión de partes blandas.
TratamientoInmediato a una semana.
Vendaje con yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Ninguna
Ninguna
Ninguna
Ortopédico
Ajustar el yeso a la articulación metacarpo falángica para
permitir la flexión dorsal y plantar de los dedos. Elevar la
extremidad para disminuir el edema.
Realizar cuidados de la cicatriz o de las heridas abiertas.
Evaluar la entrada de las agujas y las heridas abiertas.
Rehabilitación
Se permite flexión/extensión activa y pasiva de la rodilla de
40°a 60° De flexión mientras se protege a la rodilla del estrés en
varo y valgo.
Igual que en el vendaje con yeso
Si el fijador es hibrido, el tratamiento sigue las instrucciones
anteriores.
Si el fijador cruza la rodilla, no se permite el movimiento.
Dos semanas.
Vendaje con yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Ninguna a mínima.
Ninguna a mínima
Ninguno a mínimo
Ortopédico
Ajustar el yeso y continuar con la elevación para evitar el
edema
Retirar las suturas y continuar con los cuidados de la herida.
Si el paciente tiene un yeso realizar las instrucciones de la
columna anterior.
Evaluar el punto de entrada de los alambres y seguir con los
cuidados de las heridas abiertas.
Rehabilitación
Se permite flexión/extensión activa y pasiva de la rodilla con
al menos 90° de flexión.
No se prescriben ejercicios de fuerza.
Continuar con los movimientos activos y pasivos de la cadera y
el tobillo.
Igual que con el yeso.
Si el fijador es hibrido se siguen las instrucciones del vendaje
con yeso.
Si el fijador cruza la rodilla, no se permite la movilidad.
Cuatro a seis semanas.
Vendaje con yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Parcialmente estable
Parcialmente estable
Parcialmente estable
Ortopédico
Ajustar el yeso y repararlo si fuera necesario. Ajustar el
vendaje para permitir el movimiento
Evaluar la herida en busca de signos de infección.
Evaluar la herida y los sitios de entrada de los alambres en
busca de signos de infección
Rehabilitación
Movimientos activos y pasivos de la rodilla de al menos 90° de
flexión, y continuar con movimiento activo y pasivos de cadera y
tobillo
Igual que en el de vendaje con yeso
Igual que en el de vendaje con yeso
Ocho a doce semanas.
Vendaje con yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Estable
Estable
Estable
Ortopédico
Si hay callo adecuado y no hay inestabilidad se retira el
vendaje.
El paciente puede necesitar de a retirada del inmovilizador o la
Ortesis en bisagra solo mientras camina.
Igual que en el vendaje con yeso.
Igual que en el vendaje con yeso.
Rehabilitación
Movimientos activos, activos-asistidos de flexión/extensión de
la rodilla al menos 90° de flexión.
Ejercicios suaves de resistencia del cuádriceps, tendón de la
pata de ganso, cadera y tobillo.
Actividades con carga de peso en la semana 12 sin dispositivos
de ayuda.
Igual que en el vendaje con yeso.
Igual que en el vendaje con yeso.
Doce a dieciséis semanas.
Vendaje con yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Estable
Estable
estable
Ortopédico
Carga peso según tolerancia, inicialmente con la Ortesis
cerrada, pero progresando de 0° a 90° de flexión de la Ortesis.
Igual que en el de vendaje con yeso
Igual que en el de vendaje con yeso
Rehabilitación
Movimientos completos activos, activos asistidos y pasivos de la
rodilla.
Ejercicios de resistencia pasiva de la cadera, tobillo y
rodilla.
Carga según a tolerancia.
Igual que en el de vendaje con yeso
Igual que en el de vendaje con yeso
Fracturas del eje de la tibia
Son fracturas diafisiarias de la tibia que no afectan a la
articulación o las regiones metafisiarias.
Mecanismos de Lesión.
Los traumatismos de alta energía por impacto producen fracturas
transversales o conminutas, que frecuentemente son abiertas. Los
traumatismos de baja energía indirectos por mecanismo de torsión
con el pie fijo en el suelo o la caída desde una altura baja pueden
producir una fractura en espiral u oblicua.
Objetivos del tratamiento.
Objetivos ortopédicos.
· Alineamiento.
Restablecer la longitud, angulación y rotación y compararla con
la extremidad sana. La rotación se puede evaluar mejor comparando
la posición del segundo espacio con el tubérculo tibial.
· Estabilidad.
Se consigue mejor con la reducción que restaura la congruencia
ósea.
Objetivos de la rehabilitación.
· Rango de movimiento
Restaurar o mantener el rango de movilidad de la rodilla y el
tobillo.
· Fuerza muscular
Mejorar la fuerza de los siguientes músculos, que se ven
afectados debido a la fractura y la lesión.
· Dorsiflexores:
Tibial anterior
Extensor largo del primer dedo
Extensor largo de los dedos
· Flexores plantares:
Gemelos
Soleo
Flexor de los dedos
Flexor largo del primer dedo
· Inversores:
Tibial posterior
Tibial anterior
· Eversores:
Peroneo largo y corto
· Objetivos funcionales
Normalización de la marcha.
Tiempo previsto para la consolidación ósea.
De 10 a 12 semanas.
Tiempo previsto de a rehabilitación.
De 12 a 24 semanas.
Métodos de tratamiento.
Yeso.
· La biomecánica es el sistema de distribución de cargas
· La forma de consolidación ósea es secundaria
Indicaciones: El tratamiento mediante un yeso largo es
satisfactorio para las fracturas del eje tibial con conminución
mínima que son estables y aceptablemente alineadas una vez que se
inmovilizan. Los criterios relativos de estabilidad incluyen el
desplazamiento menor de 50% de la anchura de la tibia y el
acortamiento menor de 8cm. La alineación debe restaurar la rotación
y la angulación en todos los planos con menos de 5° a 10° de la
tibia no lesionada.
Fractura
3 meses después del enyesado. Formación de callo y el foco de
fractura estable.
Vástago intramedular.
· Su biomecánica es un sistema distribuidor de la carga si el
clavo se entrelaza dinámicamente; y de protección parcial de la
carga si el clavo de entrelaza estáticamente.
· La forma de consolidación ósea es secundaria.
Indicaciones: Este tratamiento es el objetivo estándar para las
fracturas inestables y segmentarias de tibia o aquellas que no se
pueden alinear adecuadamente e inmovilizar por medios no
quirúrgicos. Este permite la movilización precoz del paciente así
como la movilidad precoz de la rodilla. La colocación de clavos
entrelazados proximales y distales a la fractura es necesaria en
las fracturas inestables con fragmentos en mariposa o conminución
severa. Produce una fijación estable y previene el acortamiento y
pérdida de la alineación rotacional. Las fracturas transversas y
aquellas con conminución mínima se pueden dejar sin fijar en uno de
los extremos. Esto produce una fijación dinámica y permite la
compresión entre los fragmentos cuando se carga peso, y esto
estimula la consolidación.
Fijador externo.
· Su biomecánica es un sistema de distribución de carga.
· La forma de consolidación ósea va a ser secundaria.
Indicaciones: se usa en las fracturas abiertas con perdida ósea
significativa o conminución, así como contaminadas. Se utiliza
junto con un desbridamiento quirúrgico e irrigación pursatil. Este
tipo de tratamiento se considera provisional hasta que se realiza
una cobertura de tejidos blandos mediante injertos de piel. El
vástago intramedular generalmente es la forma definitiva de
tratamiento.
Reducción abierta y fijación interna con placas.
· Biomecánica es sistema de distribución de carga.
· La forma de consolidación ósea es primaria.
Indicaciones: requiere de una afectación de los tejidos blandos
para la fijación, así como un importante decorticacion de
periostio. Por estas razones, la reducción abierta y la fijación
interna se limitan a las fracturas del eje tibial; ocasionalmente
se realiza en fracturas con fragmentos separados con injerto de
hueso. Este tratamiento ya no se trata más extensamente en esta
sección.
Consideraciones especiales de la fractura.
· Patrón de fractura
· Extensión de las lesiones de los tejidos blandos
El mayor aporte sanguíneo del eje de la tibia lo proporciona la
rama de la arteria tibial posterior que penetra
posterolateralmente.
Las lesiones cerradas con fractura estable, pueden permitir la
carga de peso y consolidan más rápidamente.
Las fracturas en espiral producen menos daño en el periostio
transversalmente.Por lo tanto, las fracturas en espiral consolidan
más rápidamente.
Las fracturas abiertas tienen mayor lesión de partes blandas y
frecuentemente necesitan más tiempo para la consolidación.
En caso de falta de unión o retraso de la unión, estas fracturas
y las que presentan conminución importante necesitan de un injerto
óseo para estimular la consolidación ósea.
Lesiones asociadas.
· Síndrome compartimental
· Embolismo
· Lesión de partes blandas
Carga de peso.
Varía según el tipo de fractura, así como el método de fijación.
El límite de la carga de peso se debe considerar a las 6 a 8
semanas, hasta que el callo se visualice Radiológicamente.
Tratamiento
Inmediato a una semana.
Yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Ninguna
Ninguna
Ninguna
Ortopédico
Ajustar el yeso a la articulación metatarso falángica para
permitir la flexión dorsal y plantar de los dedos.
Elevar la extremidad para disminuir el edema.
Realizar curas de la cicatriz o de las heridas abiertas.
Evaluar los clavos y la función de los tendones, así como las
heridas abiertas que necesitan curas.
Rehabilitación
Ejercicios isométricos del cuádriceps y de la musculatura de la
pantorrilla sin el yeso y flexión activa dorsal y plantar de los
dedos.
Ejercicios isométricos de fortalecimiento del cuádriceps y de la
musculatura de la pantorrilla así como movimiento de la rodilla y
el tobillo y los dedos.
Ejercicios isométricos de fortalecimiento del cuádriceps y de la
musculatura de la pantorrilla así como movimiento de la rodilla y
el tobillo y los dedos.
Dos semanas.
Yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Ninguna a mínima
Ninguna a mínima
Ninguna a mínima
Ortopédico
Ajustar el yeso y continuar con la elevación de la pierna para
disminuir el edema
Retirar las suturas y continuar con la curación de las heridas
abiertas
Evaluar los puntos de entrada de los clavos y continuar con las
curas de las heridas
Rehabilitación
Continuar con los ejercicios isométricos de cuádriceps y los
músculos de la pantorrilla sin el yeso y movimientos activos de los
dedos
Rango de movimiento de la rodilla tobillo y dedos.
Ejercicios isométricos del cuádriceps y de los músculos de la
pantorrilla
Rango de movimiento de la rodilla tobillo y dedos.
Ejercicios isométricos del cuádriceps y de los músculos de la
pantorrilla
Cuatro a seis semanas.
Yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Parcialmente estable
Parcialmente estable
Parcialmente estable
Ortopédico
Continuar con el yeso largo en la pierna pero en caso necesario
se debe retirar, reparar o cambiar.
Considerar la dinamización si hay fisura en la fractura.
Examinar el aparato y todos los tornillos y calvos, y ajustarlos
si fuera necesario.
Rehabilitación
Continuar con los ejercicios isométricos los cuádriceps y la
musculatura de la pantorrilla y el movimiento de los dedos.
Continuar con el rango de movimientos activos de la rodilla y el
tobillo así como de los dedos.
Ejercicios isométricos e isotónicos del cuádriceps y de la
musculatura del tobillo.
Continuar con el rango de movimientos de la rodilla y el tobillo
así como los dedos.
Ejercicios isométricos de los cuádriceps y de la musculatura del
tobillo.
Ocho a doce semanas.
yeso
Reducción abierta y fijación interna
Fijador externo
Estabilidad
Estable
Estable
Estable
Ortopédico
Retirar el yeso
La mayoría de las fracturas están consolidadas, pero aquellas
con una fisura persistente se deben dinamizar con una osteotomía
del peroné si este ha consolidado y la tibia tiene una fisura
persistente en la fractura.
Retirada de la alambres y fijador.
Rehabilitación
Movimientos activos de la rodilla y el tobillo y gradualmente
con los ejercicios de resistencia.
Continuar con movimientos y ejercicios de resistencia de la
rodilla y el tobillo
Movimientos activos de la rodilla y tobillo. Ejercicios
progresivos de resistencia del cuádriceps y del tobillo.