Leyenda: La verdad es la verdad?Leyenda: La verdad es la
verdad?Cuenta la leyenda, que hubo un rey que entr en un estado de
honda reflexin durante muchos das. Cuentan que estaba pensativo y
ausente. Que se haca muchas preguntas, entre otras por qu los seres
humanos no eran mejores. Sin poder resolver este ltimo
interrogante, pidi que trajeran a su presencia a un ermitao que
moraba en un bosque cercano y que llevaba aos dedicado a la
meditacin, habiendo cobrado fama de sabio y ecunime.Slo porque se
lo exigieron, el eremita abandon la inmensa paz del bosque. Seor,
qu deseas de m? -pregunt ante el meditabundo monarca.He odo hablar
mucho de ti -dijo el rey-. S que apenas hablas, que no gustas de
honores ni placeres, que no haces diferencia entre un trozo de oro
y uno de arcilla, pero todos dicen que eres un sabio.La gente dice,
seor -repuso indiferente el ermitao.A propsito de la gente quiero
preguntarte -dijo el monarca-. Cmo lograr que la gente sea
mejor?Puedo decirte, seor -repuso el ermitao-, que las leyes por s
mismas no bastan, en absoluto, para hacer mejor a la gente. El ser
humano tiene que cultivar ciertas actitudes y practicar ciertos
mtodos para alcanzar la verdad de orden superior y la clara
comprensin. Esa verdad de orden superior tiene, desde luego, muy
poco que ver con la verdad ordinaria.El rey se qued dubitativo.
Luego reaccion para replicar:De lo que no hay duda, ermitao, es de
que yo, al menos, puedo lograr que la gente diga la verdad; al
menos puedo conseguir que sean veraces.El eremita sonri levemente,
pero nada dijo. Guard un noble silencio.El rey decidi establecer un
patbulo en el puente que serva de acceso a la ciudad. Un escuadrn a
las rdenes de un capitn revisaba a todo aquel que entraba a la
ciudad. Se hizo pblico lo siguiente: Toda persona que quiera entrar
en la ciudad ser previamente interrogada. Si dice la verdad, podr
entrar. Si miente, ser conducida al patbulo y ahorcada.Amaneca. El
ermitao, tras meditar toda la noche, se puso en marcha hacia la
ciudad. Su amado bosque quedaba a sus espaldas. Caminaba con
lentitud. Avanz hacia el puente. El capitn se interpuso en su
camino y le pregunt:Adnde vas?Voy camino de la horca para que podis
ahorcarme -repuso sereno el eremita. El capitn asever:No lo
creo.Pues bien, capitn, si he mentido, ahrcame.Pero si te ahorcamos
por haber mentido -repuso el capitn-, habremos convertido en cierto
lo que has dicho y, en ese caso, no te habremos ahorcado por
mentir, sino por decir la verdad.As es -afirm el ermitao-.Ahora
usted sabe lo que es la verdad Su verdad!*Moraleja: Todo tiene un
punto de vista, y este vara segn el lado en el que se est
observando.
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africana Awan y ZorolFbula africana de Sudn del Sur Awan y
ZorolAwan era un zorro muy listo al que le encantaban las
lagartijas. Ya se haba comido todas las de este lado del ro pero
saba que al otro lado haba muchsimas lagartijas. El problema es que
Awan no saba nadar. Despus de pensar mucho encontr la solucin. Fue
a su amigo Zorol, que era un camello, y le dijo:- Hola Zorol, se
dnde hay un campo enorme y como s que la cebada te vuelve loco,
quera ensearte el camino si me llevas encima- Vamos, sube Contest
Zorol sin pensarlo dos veces.
Awan se subi encima de Zorol y se pusieron en marcha. Awan le
indic que cruzara el ro para llegar al campo lleno de cebada. Tan
pronto cruzaron a la otra parte Awan le mostr el campo a su amigo y
se fue corriendo a buscar lagartijas. Como el cuerpo de Awan era
pequeo al poco tiempo ya estaba satisfecho de comer lagartijas. Fue
corriendo al campo donde estaba Zorol y se puso a correr y a gritar
como un loco.Los dueos del campo, que tenan su casa all cerca,
oyeron los gritos del zorro. Alarmados, tomaron piedras y palos y
fueron en busca del zorro. Al llegar al campo descubrieron a Zorol
que disfrutaba tranquilamente de la cebada. Le dieron una paliza
tremenda y pensando que estaba muerto se fueron.Awan regres y
cuando vio a Zorol en el suelo dijo:Eh, Zorol, se est haciendo de
noche, vamos a casaZorolcontest: Camello- Por qu has hecho eso? Por
qu has gritado como un loco? Casi me matan por tu culpa.- Es que
tengo la costumbre de correr y gritar despus de comer lagartijas
Contest Awan.- Es eso? Muy bien vamos a casa dijo Zorol.Awan subi
de nuevo al dolorido cuerpo del camello. Zorol se meti en el ro y
comenz a cruzar. Cuando estaba en el medio del rio Zorol se puso a
bailar. Awan, presa del pnico grito:- Qu haces Zorol?, No hagas
eso, no se nadar!- Es que tengo costumbre de bailar despus de comer
cebada contest Zorol.Awan cay al agua y se lo llev la corriente.
Zorol cruz el ro sin
problemas.___________________________________________________________________________
Fbulas de Esopo: El hijo del rey y el len pintadoFbulas de
Esopo: El hijo del rey y el len pintadoUn rey, cuyo nico hijo era
aficionado a ejercicios marciales, tuvo un sueo en el cual fue
advertido que su hijo sera matado por un len.Temeroso de que el
sueo se hiciera realidad, construy para su hijo un agradable
palacio, y para su diversin embelleci las paredes con dibujos de
todas las clases de animales de tamao natural, entre los cuales
estaba el de un len. Cuando el joven prncipe vio esto, y al ser
confinado adentro, su pena explot, y estando de pie cerca del
dibujo del len, dijo:Oh usted, el ms detestable de los animales!
por un sueo intimidante de mi padre, y por lo que l vio en su sueo,
he sido encerrado en este palacio como si yo fuera un malvado. Qu
har ahora?Terminando estas palabras, y sin ms pensarlo, estir sus
manos hacia un rbol de espinas, tratando de cortar un palo de sus
ramas de modo que pudiera golpear al len. Pero una de las espinas
del rbol perfor su dedo y le caus un gran dolor e inflamacin, de
modo que el joven prncipe cay en un desvanecimiento. Una fiebre
violenta de repente se apoder de l, y muri no muchos das ms
tarde.Afrontemos con paciencia y buen conocimiento nuestros
problemas, buscando una solucin correcta y no con desesperacin y
enojo. Obtendremos as mejores
resultados.---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Fbulas
de Toms Iriarte: El gusano de seda y la araaFbulas de Toms Iriarte:
El gusano de seda y la araaTrabajando un gusano su capullo,la araa,
que tejaa toda prisa,de esta suerte le habl con falsa risamuy
propia de su orgullo:Qu dice de mi tela el seor gusano?.Esta maana
la empec muy temprano,yya estar acabadaal medioda.Mire qu sutil es,
mire qu bella.el gusano con sorna responda:usted tiene razn: as
sale ella.
Moraleja:Consideremos la calidad de la obra y no el tiempo que
se ha tardado en hacerla.Toms Iriarte
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Fbulas infantiles: El len, la zorra y el ciervoFbulas
infantiles: El len, la zorra y el ciervoHabindose enfermado el len,
se tumb en una cueva, dicindole a la zorra, a la que estimaba mucho
y con quien tena muy buena amistad: Si quieres ayudarme a curarme y
que siga vivo, seduce con tu astucia al ciervo y trelo aca, pues
estoy antojado de sus carnes.
Sali la zorra a cumplir el cometido, y encontr al ciervo
saltando feliz en la selva. Se le acerc saludndole amablemente y le
dijo: Vengo a darte una excelente noticia. Como sabes, el len,
nuestro rey, es mi vecino; pero resulta que ha enfermado y est muy
grave. Me preguntaba qu animal podra sustituirlo como rey despus de
su muerte.Y me comentaba: el jabal no, pues no es muy inteligente;
el oso es muy torpe; la pantera muy temperamental; el tigre es un
fanfarrn; creo que el ciervo es el ms digno de reinar, pues es
esbelto, de larga vida, y temido por las serpientes por sus
cuernos. Pero para qu te cuento ms, est decidido que sers el rey. Y
que me dars por habrtelo anunciado de primero ?Contstame, que tengo
prisa y temo que me llame, pues yo soy su consejero. Pero si
quieres or a un experimentado, te aconsejo que me sigas y acompaes
fielmente al len hasta su muerte.Termin de hablar la zorra, y el
ciervo, lleno de vanidad con aquellas palabras, camin decidido a la
cueva sin sospechar lo que ocurrira.Al verlo, el len se le abalanz,
pero slo logr rasparle las orejas. El ciervo, asustado, huy
velozmente hacia el bosque. La zorra se golpeaba sus patas al ver
perdida su partida. Y el len lanzaba fuertes gritos, estimulado por
su hambre y la pena. Suplic a la zorra que lo intentara de nuevo. Y
dijo la zorra: Es algo penoso y difcil, pero lo intentar.Sali de la
cueva y sigui las huellas del ciervo hasta encontrarlo reponiendo
sus fuerzas.Vindola el ciervo, encolerizado y listo para atacarla,
le dijo: Zorra miserable, no vengas a engaarme ! Si das un paso ms,
cuntate como muerta ! Busca a otros que no sepan de t, hblales
bonito y sbeles los humos prometindoles el trono, pero ya no ms a
m.Mas la astuta zorra le replic: Pero seor ciervo, no seas tan
flojo y cobarde. No desconfes de nosotros que somos tus amigos. El
len, al tomar tu oreja, slo quera decirte en secreto sus consejos e
instrucciones de cmo gobernar, y t ni siquiera tienes paciencia
para un simple araazo de un viejo enfermo. Ahora est furioso contra
t y est pensando en hacer rey al intrpido lobo. ! Pobre !, todo lo
que sufre por ser el amo ! Ven conmigo, que nada tienes que temer,
pero eso s, s humilde como un cordero. Te juro por toda esta selva
que no debes temer nada del len. Y en cuanto a m, slo pretendo
servirte.Y engaado de nuevo, sali el ciervo hacia la cueva. No haba
ms que entrado, cuando ya el len vio plenamente saciado su antojo,
procurando no dejar ni recuerdo del ciervo. Sin embargo cay el
corazn al suelo, y lo tom la zorra a escondidas, como pago a sus
gestiones. Y el len buscando el faltante corazn pregunt a la zorra
por l. Le contest la zorra: Ese ciervo ingenuo no tena corazn, ni
lo busques. Qu clase de corazn podra tener un ciervo que vino dos
veces a la casa y a las garras del len ?Nunca permitas que el ansia
de honores perturben tu buen juicio, para que no seas atrapado por
el peligro.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Fbulas
infantiles: El Len y el DelfnUna vez un len que paseaba por una
playa tranquila vio asomar fuera del agua la cabeza de un
delfn.Acordndose de que era el rey de los anmales acuticos lo llam
y le propuso una alianza:Nos conviene le dijo. T eres el rey de los
animales marinos y yo de los terrestres.El delfn acept encantado y
el pacto qued sellado.Cierto da el len, que desde haca bastante
tiempo estaba en guerra con un toro salvaje, pidi ayuda al delfn.
El pez trat de salir del agua pero no pudo. El len se puso furioso
y lo acus de traicin.Te equivocas. No es a m a quien debes culpar
sino a la naturaleza. Ella fue quien me hizo animal de agua y no de
tierra.Debemos hacer amigos entre los que pueden estar a nuestro
lado.
________________________________________________________________________________Fbulas
infantiles: La liebre y la tortugaFbulas infantiles: La liebre y la
tortugaCierto da una liebre se burlaba de las cortas patas y
lentitud al caminar de una tortuga. Pero sta, rindose, le
replic:-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganara en
una competencia.Y la liebre, totalmente segura de que aquello era
imposible, acept el reto, y propusieron a la zorra que sealara el
camino y la meta.LLegado el da de la carrera, arrancaron ambas al
mismo tiempo. La tortuga nunca dej de caminar y a su lento paso
pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta.En cambio, la
liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se qued
dormida. Cuando despert, y movindose lo ms veloz que pudo, vi como
la tortuga haba llegado de primera al final y obtenido la
victoria.
Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos
lentos, obtendremos siempre el xito.
Leyendas infantiles: El PrincipeLeyendas infantiles: El
PrincipeCuenta la leyenda que haba en un castillo un joven prncipe
que era muy holgazn, solo quera jugar, sus padres los reyes
intentaron de todo para convencerlo en hacerse cargo de sus
responsabilidades pero este joven berrinchudo no haca caso, una de
las noches que se hart de estar escuchando sermones, pidi y pidi
ser mayor para as poder hacer lo que l quisiera.A la maana
siguiente se levant y despert como un adulto, pero se encontr una
bobina de oro, se acerc para inspeccionarla detenidamente y esta le
hablo, le dijo que la cuidara bien porque a medida que pase el
tiempo el hilo que representaba la vida de l se ira soltando.El
joven prncipe tuvo tanta curiosidad de cmo seran sus hijos y su
esposa y como serian ellos al crecer y as poco a poco fue tirando
del hilo hasta que se observ en el espejo y se vio viejo y
rpidamente intento enrollar el hilo, pero el tiempo que le quedaba
ya era casi exclusivo para su muerte; la bobina entonces se dispuso
a hablarle nuevamente dicindole que haba gastado su vida queriendo
ser grande y que el tiempo que hal no los podr recuperar y deber
sufrir el castigo.El ahora rey entro en pnico, grito de manera
terrible y muri, habiendo gastado su vida en hacer nada.
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Fbulas infantiles: El asno y las ranasFbulas infantiles: El asno
y las ranasMuy cargado de lea un burro viejo,Triste armazn de
huesos y pellejo,Pensativo, segn lo cabizbajo,Caminaba llevando con
trabajoSu dbil fuerza la pesada carga.El paso tardo, la carrera
larga,Todo, al fin, contra el msero se empea,El camino, los aos y
la lea.Entra en una laguna el desdichado,Queda profundamente
empantanado.Vindose de aquel modoCubierto de agua y lodo,Trocando
lo sufrido en impaciente,Contra el destino dijo
neciamenteExpresiones ajenas de sus canas;Mas las vecinas Ranas,Al
or sus lamentos y quejidos,Las unas se tapaban los odos,Las otras,
que prudentes le escuchaban,Reprendanle as y aconsejaban:Aprenda el
mal jumentoA tener sufrimiento;Que entre las que habitamos la
lagunaHa de encontrar leccin muy oportuna.Por Jpiter estamos
condenadasA vivir sin remedio encenagadasEn agua detenida, lodo
espeso,Y a ms de todo eso,Aqu perpetuamente nos encierra,Sin
esperanza de correr la tierra,Cruzar el anchuroso mar profundo,Ni
aun saber lo que pasa por el mundo.Mas llevamos a bien nuestro
destino;Y as nos premia Jpiter divino,Repartiendo entre todas cada
daLa salud, el sustento y alegra.Es de suma importanciaTener en los
trabajos tolerancia;Pues la impaciencia en la contraria suerteEs un
mal ms amargo que la muerte.
Fbulas infantiles: La cigarra y la hormigaFBULAS INFANTILES: LA
CIGARRA Y LA HORMIGAEl invierno sera largo y fro. Nadie saba mejor
que la hormiga lo mucho que se haba afanado durante todo el otoo,
acarreando arena y trozos de ramitas de aqu y de all. Haba excavado
dos dormitorios y una cocina flamantes, para que le sirvieran de
casa y, desde luego, almacenado suficiente alimento para que le
durase hasta la primavera. Era, probablemente, el trabajador ms
activo de los once hormigueros que constituan la vecindad.
Se dedicaba an con ahnco a esa tarea cuando, en las ltimas horas
de una tarde de otoo, una aterida cigarra, que pareca morirse de
hambre, se acerc renqueando y pidi un bocado. Estaba tan flaca y
dbil que, desde haca varios das, slo poda dar saltos de un par de
centmetros. La hormiga a duras penas logr or su trmula voz.Habla!
-dijo la hormiga-. No ves que estoy ocupada? Hoy slo he trabajado
quince horas y no tengo tiempo que perder.Escupi sobre sus patas
delanteras, se las restreg y alz un grano de trigo que pesaba el
doble que ella. Luego, mientras la cigarra se recostaba dbilmente
contra una hoja seca, la hormiga se fue de prisa con su carga. Pero
volvi en un abrir y cerrar de ojos.Qu dijiste? -pregunt nuevamente,
tirando de otra carga-. Habla ms fuerte.-Dije que Dame cualquier
cosa que te sobre! -rog la cigarra-. Un bocado de trigo, un poquito
de cebada. Me muero de hambre.Esta vez la hormiga ces en su tarea
y, descansando por un momento, se sec el sudor que le caa de la
frente.Qu hiciste durante todo el verano, mientras yo trabajaba?
-pregunt.Oh No vayas a creer ni por un momento que estuve ociosa
-dijo la cigarra, tosiendo-. Estuve cantando sin cesar. Todos los
das!La hormiga se lanz como una flecha hacia otro grano de trigo y
se lo carg al hombro.Con que cantaste todo el verano -repiti-.
Sabes qu puedes hacer?Los consumidos ojos de la cigarra se
iluminaron.No -dijo con aire esperanzado-. Qu?Por lo que a m se
refiere, puedes bailar todo el invierno -replic la hormiga.Y se fue
hacia el hormiguero ms prximo, a llevar otra carga.Fbulas
infantiles de EsopoPodemos sacar en conclusin que aqul que trabaja
duro va a recibir recompensas por su esfuerzo, pero en cambio, el
que no hace nada tampoco va a recibir ninguna cosa a cambio.
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Fbulas nios: El nio y los dulcesFbulas nios: El nio y los
dulces
Un nio meti su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tom lo
ms que pudo, pero cuando trat de sacar la mano, el cuello del
recipiente no le permiti hacerlo.Como tampoco quera perder aquellos
dulces, lloraba amargamente su desilusin.Un amigo que estaba cerca
le dijo: Confrmate solamente con la mitad y podrs sacar la mano con
los dulces-.Nunca trates de abarcar ms de lo debido, pues te
frenars.Fbulas de EsopoYa lo dice el refrn: El que mucho abarca
poco aprieta Este refran indica que tu desearias tener todo ms de
lo que puedes conseguir y a la hora de la verdad no llegas a tener
nada por ambicioso
Fbulas: El cuervo y el zorroFBULAS INFANTILES: EL CUERVO Y EL
ZORRO
Estaba un seor Cuervo posado en un rbol, y tena en el pico un
queso. Atrado por el tufillo, el seor Zorro le habl en estos o
parecidos trminos: Buenos das, caballero Cuervo! Gallardo y hermoso
sois en verdad! Si el canto corresponde a la pluma, os digo que
entre los huspedes de este bosque sois vos el Ave Fnix.Al or esto
el Cuervo, no caba en la piel de gozo, y para hacer alarde de su
magnfica voz, abri el pico, dejando caer el queso.El Zorro la
agarr, y le dijo: Aprended, seor mo, que el adulador vive siempre a
costas del que le atiende; la leccin es provechosa; bien vale un
queso.El Cuervo, avergonzado y mohino, jur, aunque algo tarde, que
no caera ms en el la trampaJean de La Fontaine (1621 1695)Poeta y
fabulista francs.Recuerda:Qu es una fbula?Lafbulaes una composicin
literaria breve en la que los personajes son animales o cosas que
casi siempre presentan caractersticas humanas como el hablar. Estas
historias concluyen con una enseanza omoralejade carcter
instructivo, que suele figurar al final del texto. En elDiccionario
de uso del espaolde Mara Molinerse define a la fbula como una
narracin literaria, generalmente en verso, cuyos personajes son
animales a los cuales se hace hablar y obrar como personas, y de la
que, generalmente, se deduce una enseanza prctica. En el
Diccionario de Retrica y Poticade Helena Beristin se indica que se
trata de un gnero didctico mediante el cual suele hacerse crtica de
las costumbres y de los vicios locales o nacionales, pero tambin de
las caractersticas universales de la naturaleza humana en
general.
Fbula infantil: El caballo, el buey, el perro y el hombre Cuando
Zeus cre al hombre, slo le concedi unos pocos aos de vida. Pero el
hombre, poniendo a funcionar su inteligencia, al llegar el invierno
edific una casa y habit en ella.Cierto da en que el fro era muy
crudo, y la lluvia empez a caer, no pudiendo el caballo aguantarse
ms, lleg corriendo a donde el hombre y le pidi que le diera
abrigo.El hombre le dijo que slo lo hara con una condicin: que le
cediera una parte de los aos que le correspondan. El caballo
acept.Poco despus se present el buey, que tampoco poda sufrir el
mal tiempo. El hombre le contest lo mismo: que lo admitira si le
daba cierto nmero de sus aos. El buey cedi una parte y qued
admitido.Por fin, lleg el perro, tambin murindose de fro, y
cediendo una parte de su tiempo de vida, obtuvo su refugio.Y he aqu
el resultado: cuando los hombres cumplen el tiempo que Zeus les
dio, son puros y buenos; cuando llegan a los aos pedidos al
caballo, son intrpidos y orgullosos; cuando estn en los del buey,
se dedican a mandar; y cuando llegan a usar el tiempo del perro, al
final de su existencia, se vuelven irascibles y malhumorados.Esopo
(S. VII a. C)Fabulista
Griego-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Fbula
infantil: El Avaro y el oroFbula infantil: El avaro y el oro
Un avaro vendi todo lo que tena de ms y compr una pieza de oro,
la cual enterr en la tierra a la orilla de una vieja pared y todos
los das iba a mirar el sitio.Uno de sus vecinos observ sus
frecuentes visitas al lugar y decidi averiguar que pasaba. Pronto
descubri lo el tesoro escondido, y cavando, rob la pieza de oro.El
avaro, a su siguiente visita encontr el hueco vaco y tirndose de
los pelos se lament amargamente.Entonces otro vecino, enterndose
del motivo de su queja, lo consol dicindole:-Da gracias de que el
asunto no es tan grave. Ve y trae una piedra y colcala en el hueco.
Imagnate entonces que el oro an est all. Para ti ser lo mismo que
aquello sea o no sea oro, ya que de por s no haras nunca ningn uso
de l.Esopo (S. VII a. C)Fabulista Griego
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para nios: El len enfermo y los zorrosUn da el rey len cay enfermo
y su mdico, que era una bho, le recomend hacer reposo durante un
tiempo. El len decidi entonces que como iba a permanecer mucho
tiempo inactivo, solo y aburrido, que vinieran a visitarlo un
animal de cada especie. Se aclar que se otorgaba total inmunidad
contra las garras del len, y que ningn invitado sera atacado.
As que todos los animales, eligieron un embajador y lo enviaron.
Los zorros estaban eligiendo a ver quien sera el elegido, cuando
uno de ellos interrumpi la charla y dijo: -Vengo de recorrer las
inmediaciones de la cueva del len, y he podido ver que las huellas
de quienes fueron a visitarlo, estn todas en direccin a la
entrada!, pero ninguna en direccin opuesta. Creo que este dato por
si solo, debe inspirarnos recelo, ya que a pesar de las promesas de
inmunidad, es fcil ver como se entra en la casa del len, pero
imposible saber cmo se sale.Moraleja:En promesas no creas de vidos
malvados, su condicin no cambia, ni enfermos ni postradosJean de la
FontainePoeta Francs (1621 1695)
Fbulas: El asno y la perrita faldera
Un granjero fue un da a sus establos a revisar sus bestias de
carga: entre ellas se encontraba su asno favorito, el cual siempre
estaba bien alimentado y era quien cargaba a su amo. Junto con el
granjero vena tambin su perrita faldera, la cual bailaba a su
alrededor, lama su mano y saltaba alegremente lo mejor que poda. El
granjero revis su bolso y dio a su perrita un delicioso bocado, y
se sent a dar rdenes a sus empleados. La perrita entonces salt al
regazo de su amo y se qued ah, parpadeando los ojos mientras el amo
le acariciaba las orejas.El asno, celoso de ver aquello, se solt de
su jquima y comenz a pararse en dos patas tratando de imitar el
baile de la perrita. El amo no poda aguantar la risa, y el asno,
arrimndose a l, puso sus patas sobre los hombros del granjero,
intentando subirse a su regazo. Los empleados del granjero
corrieron inmediatamente con palos y horcas, ensendole al asno que
las toscas actuaciones no son cosa de bromaLos celos pueden ser muy
dainosEsopo (S. VII a. C)Fabulista
Griego---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Fbulas
y leyendas: La monaFbulas y leyendas: La monaSubi una Mona a un
nogal.Y cogiendo una nuez verde,En la cscara la muerde;Con que la
supo muy mal.Arrojla el animal,Y se qued sin comer.As suele
sucederA quien su empresa abandona.Porque halla, como la mona,Al
principio qu vencer.Flix Mara Samaniego (1745-1801)Fabulista y
Poeta Espaol
Fbulas y leyendas: La leyenda del maizFbulas y leyendas: La
leyenda del Maz.Leyenda Mexicana
Los indios aztecas veneraban al dios Quetzalcatl, que significa
Serpiente Emplumada.Antes de la llegada de ese dios, los aztecas se
alimentaban de races y animales que cazaban, pero no podan comer
maz porque estaba escondido detrs de las montaas.Los antiguos
dioses haban intentado tiempo atrs separar estas altas montaas
utilizando su fuerza, pero no lo consiguieron, as que los aztecas
pidieron ayuda al dios Quezalcatl.Quezalcatl no quiso emplear la
fuerza, sino la inteligencia y la astucia, y se transform en una
hormiga negra. Decidi dirigirse a las montaas acompaado de una
hormiga roja, dispuesto a conseguir el maz para su pueblo.Tras
mucho esfuerzo y sin perder el nimo, Quezalcatl subi las montaas y
cuando lleg a su destino, cogi entre sus mandbulas un grano maduro
de maz e inici el duro regreso. Entreg el grano a los aztecas que
plantaron la semilla, y desde entonces, tuvieron maz para
alimentarse.Los indios indgenas se convirtieron en un pueblo
prspero y feliz para siempre y desde entonces fueron fieles al dios
Quetzalcatl, al que jams dejaron de adorar por haberles ayudado
cuando ms lo necesitaban.Fbulas y leyendas: La leyenda del
cuervo
La Leyenda del Cuervo.Leyendas Japonesas (Adaptacin)En tiempos
remotos, todas las aves que poblaban la tierra eran de color
blanco. Se parecan tanto unas a otras, que a veces las madres ni
siquiera podan reconocer a sus cras.Cierto da, ante esta situacin,
un listo milano pens que lo mejor era colorear sus plumas. Ni corto
ni perezoso, machac unas hierbas y elabor un tinte de color marrn
con el que se pint el plumaje.Se vio tan guapo y elegante, que dijo
a las dems aves que si queran hacer lo mismo, l las ayudara.Las
aves, que estaban sorprendidas con el resultado, tambin quisieron
pintar sus plumas de bellos colores y aceptaron el ofrecimiento del
milano tintorero. Unas eligieron el rojo, otras el verde y muchas
salpicaron su cuerpo de variados y exticos colores.As, el mundo se
llen de pjaros a cada cual ms lindo.Por la noche, el milano estaba
agotado de tanto pintar y decidi irse a dormir. De repente, alguien
llam a su puerta. Abri, y era un cuervo que acuda a pedir ayuda al
milano para que pintara sus plumas del color ms bonito del mundo.El
milano, que estaba muy cansado, le dijo que regresara por la maana,
porque necesitaba descansar tras un duro da de trabajo. El cuervo
se enfad tanto que el milano no tuvo ms remedio que ceder ante su
insistencia. Pint sus plumas con preciosos colores pero estaba tan
cansado que cuando ya haba terminado, en un descuido volc un vaso
de tinte negro encima del cuervo.Desde entonces, el cuervo es de
color carbn y persigue al milano sin descanso.
Fbulas y leyendas: Pn el cascabel al gato
Fbulas y leyendas: Pn el cascabel al gato.
Un hbil gato haca tal matanza de ratones, que apenas vea uno,
era cena servida. Los pocos que quedaban, sin valor para salir de
su agujero, se conformaban con su hambre. Para ellos, ese no era un
gato, era un diablo carnicero. Una noche en que el gato parti a los
tejados en busca de su amor, los ratones hicieron una junta sobre
su problema ms urgente.Desde el principio, el ratn ms anciano,
sabio y prudente, sostuvo que de alguna manera, tarde o temprano,
haba que idear un medio de modo que siempre avisara la presencia
del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo.Efectivamente, ese
era el remedio y no haba otro. Todos fueron de la misma opinin, y
nada les pareci ms indicado.Uno de los asistentes propuso ponerle
un cascabel al cuello del gato, lo que les entusiasm muchsimo y
decan sera una excelente solucin. Slo se present una dificultad:
quin le pona el cascabel al gato.- Yo no, no soy tonto, no voy!-
Ah, yo no s cmo hacerlo!En fin, termin la reunin sin adoptar ningn
acuerdo.Esopo (S. VII a. C)Fabulista Griego
Fbula : La Gallina de los Huevos de Oro
rase una Gallina que pona un huevo de oro al dueo cada da.An con
tanta ganancia, mal contento, quiso el rico avariento descubrir de
una vez la mina de oro, y hallar en menos tiempo ms tesoro.Matla;
abrila el vientre de contado; pero despus de haberla registrado, qu
sucedi? Que, muerta la Gallina, perdi su huevo de oro, y no hall
mina.Cuntos hay que teniendo lo bastante, enriquecerse quieren al
instante, abrazando proyectos a veces de tan rpidos efectos, que
slo en pocos meses, cuando se contemplaban ya marqueses, contando
sus millones, se vieron en la calle sin calzones!Flix Mara de
Samaniego (1745 1801) Escritor EspaolOtras fbulas y
leyendas:---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Fbulas
y leyendas: El CocodriloLeyendas AfricanasCuentan en Namibia que
hace muchsimo tiempo, el cocodrilo era un animal de piel lisa y
dorada. Slo por la noche sala del agua embarrada para que la Luna
se reflejara en su maravillosa piel. Era tan brillante y reluciente
que causaba la admiracin de todos los animales que por all
habitaban.El cocodrilo se senta tan halagado y orgulloso, que
decidi salir tambin durante el da para que todos le contemplaran.
Los animales ya no slo iban a la charca para ver su hermosa piel de
oro bajo la luz de la Luna, sino que maana y tarde, se acercaban a
contemplar cmo el cocodrilo refulga bajo los rayos del clido
Sol.Pero tanto se quiso lucir el cocodrilo, que el Sol poco a poco
fue estropeando su piel. Pronto se volvi fea y cubierta de grandes
escamas oscuras. Los animales dejaron de acudir a ver al cocodrilo,
y ste sinti una gran vergenza.Es por eso que desde entonces, cuando
alguien se acerca, el cocodrilo se mete rpidamente en el ro y slo
asoma sus intensos ojos.