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ARMENDARIZ, Xabier: Exvotos y ofrendas marineras en el Pas
Vasco: estado del estudio e inventariado de materiales votivos
martimos, Itsas Memoria. Revista de Estudios Martimos del Pas
Vasco, 6, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia-San Sebastin, 2009,
pp. 381-402.
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*. Como prembulo, y en testimonio de gratitud, es de justicia
hacer constar que la mayor parte de los datos y referencias que han
facilitadola realizacin de este artculo han sido obtenidos y
extractados del Inventario de Exvotos Marineros de Bizkaia, que
desde el ao 2006 se haelaborado por encargo del Servicio de
Patrimonio Histrico de la Diputacin de Bizkaia. El apoyo
institucional personificado en Alberto Santana,Iaki Garca Camino y
en especial Teresa Casanovas, estn posibilitando la elaboracin de
un inventario exhaustivo de piezas que culminarprevisiblemente en
una exposicin y un catlogo a comienzos del ao 2010. Otras
instituciones han sido contactadas con la intencin deinventariar
sus piezas y enmarcarlas en un mbito comn vasco. Estamos a la
espera de recibir contestacin.
1. A este respecto, se puede hacer un amplio recorrido por los
exvotos del mundo greco-romano y de otras culturas antiguas,
consultandoel catlogo de la Exposicin del Museo de la Marina de
Pars del ao 1981.VV. AA.: Exvoto marins dans le monde, de lantiquit
nos tours, Musede la Marine, Paris, 1981.
Exvotos y ofrendas marineras en el Pas Vasco: estado delestudio
e inventariado de materiales votivos martimos*
Xabier Armendariz
1. INTRODUCCIN
El terror en su estado ms puro, el miedo a lo desconocido y la
sensacin de desamparo ante la natu-raleza amenazadora han sido
emociones que han acompaado de manera ineludible a
generacionesenteras de marinos y pescadores. A diferencia de otros
oficios, la gente del mar meda su separacindel abismo, y por lo
tanto de la aniquilacin, nicamente por el grosor de una tabla del
casco.
En este contexto, no es de extraar que una clase de vida que
transcurre en extremos psicolgi-cos complejos genere
comportamientos y devociones intensos a los que la Historia de las
Mentalida-des puede acceder, casi con exclusividad, a travs del
estudio de determinada produccin material ola tradicin. En el caso
de las creencias y devociones marineras, los exvotos constituyen
una fuentede informacin de primer orden, en ocasiones la nica que
nos permite conocer y entender la piedady las creencias del amplio
colectivo martimo.
Los exvotos marineros tienen su origen en la ms remota antigedad
y estn presentes en todaslas culturas y religiones1. Sin embargo,
es en el mbito occidental y al amparo de la tradicin greco-romana
primero, y de la cristiana con posterioridad, cuando alcanzan el
mayor grado de expresinartstica y variedad tipolgica.
Por otra parte, la expresin tangible tradicional de la
religiosidad de la gente del mar se ha plas-mado casi con
exclusividad a travs de ofrendas materiales de diversa ndole y
morfologa. Lamenta-blemente, de la misma forma tradicional se ha
venido considerando a las ofrendas votivas comomeros objetos de
escaso valor y poco inters ms all de lo propiamente decorativo,
supersticioso oanecdtico. Esta particular cada en desgracia de los
exvotos marineros y la consiguiente calificacincomo arte menor y
expresin popular ingenua se debe a varios factores.
Desde un aspecto preciso de conservacin en el tiempo, los
exvotos marineros se han visto negati-vamente influenciados por sus
homnimos terrestres. Desde comienzos del siglo XX se hace paten-te
una eliminacin sistemtica de los elementos ajenos a la liturgia
sensu estricto de la Iglesia Catlica,que tan proclive fue en el
pasado a la admisin de expresiones de fervor popular. El exvoto
deja de serutilizado como medio de adoctrinamiento y propaganda
regalada por parte de la Iglesia. Esta tenden-cia se acenta de
manera particular entre las nuevas generaciones de eclesisticos,
que en toda Euro-pa ven reducida considerablemente la afluencia de
fieles a los templos, como consecuencia de loscambios en la
mentalidad religiosa y una incipiente laicizacin de amplios
sectores sociales.
A mediados de los aos sesenta del siglo XX, los nuevos modelos
pastorales aplicados por la Igle-sia Catlica y emanados del
Concilio Vaticano II buscan la total eliminacin de la supersticin
popu-lar en el seno de la misma. Los exvotos de origen terrestre se
componen, en su expresin ms clsi-ca, de representaciones en cera o
en metal de partes del cuerpo humano sanadas por intercesindivina.
Al mismo tiempo, abundaban las prtesis, muletas y un sinfn de
accesorios ortopdicos quecomponan un cuadro siniestro y
desagradable para las nuevas generaciones de fieles.
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2. A este respecto, y aun a riesgo de pecar de reiterativos,
creemos necesario insistir en este aspecto dado el penoso estado en
el que se han podidoencontrar algunos exvotos en iglesias y ermitas
de todo el Pas Vasco durante el proceso de inventariado de
materiales que ha dado pie a este trabajo.
3. VV. AA.: Exvoto marins du ponant, Muse de la Marine, Paris,
1975.4. FUENTES ALENDE, Xos; BOELL, Denis-Michel: Carrefour des
Rgions dEurope, Exvoto marins en Bretagne et Galice, Brest, 1987.5.
BARREDA, Fernando: Exvotos Marineros en Santuarios Santanderinos,
en Altamira. Revista del Centro de Estudios Montaeses. N 2
1950, pp. 5-17; N 1,1952. pp.109-116; N 2 y 3, 1952. pp.
237-240; N 1,2,3 y 4, 1953. pp. 121-141; N 1, 2 y 3, 1954. pp.
79-89; N 1, 2 y3, 1956. pp. 196-201; N 1, 2 y 3, 1957. pp. 71-84; N
1, 2 y 3, 1958. pp. 287-315; N 1, 2 y 3, 1959. pp. 71-100. Centro
de Estudios Montaeses,Santander, 1950, 1952, 1953, 1954, 1956,
1957, 1958, 1959.
Xabier Armendariz
La supresin de los exvotos terrestres de manera casi
generalizada, salvo en contados santuariosy ermitas, arrastra
consigo a los exvotos marineros, sealando as una lenta pero
progresiva desapa-ricin y decadencia de la tradicin votiva.
Tan slo algunos exvotos, gracias a un marcado carcter decorativo
como pueden ser los grandesbarcos veleros, se libran momentneamente
de la destruccin, el expolio o de la venta a particulares.
En este contexto, un nmero importante de piezas han desaparecido
o han sido trasladadas de suentorno original, haciendo muy difcil
cualquier estudio, una vez el exvoto se halla descontextualiza-do y
privado del sentido para el que fue creado.
Hablar de la importancia del conocimiento, estudio y conservacin
de tan importante expresin dela cultura material popular puede
parecer una obviedad, y sin embargo se hace patente la necesidad
deampliar los estudios de estos materiales, en muchos casos
abandonados y en peligro de desaparicin2.
Los exvotos marineros, estudiados bajo un prisma
multidisciplinar encierran informacin impor-tante en campos tan
variados como la arquitectura naval, etnografa, antropologa,
historia naval,historia social e historia de las religiones, por
mencionar slo aquellas directamente relacionadas.
En muchos casos suponen un documento fsico inestimable sobre el
aspecto de ciertas embarca-ciones, tipologas de aparejos y
acastillaje, rutas de navegacin, maniobras de buques,
referenciascosteras para la navegacin y un largo etctera.
Por ltimo y unidos todos los elementos anteriores, estos nos
ayudan a cohesionar dentro de unmarco general una cultura tan
grupal y privativa como es la cultura de la franja martima vasca y
porampliacin, la cantbrica, de por s, fuertemente
individualizadas.
2. ESTADO DE LA CUESTIN DEL ESTUDIO DE LOS EXVOTOS EN EL PAS
VASCO
Para entender el estado de la cuestin relativa al estudio de los
exvotos y ofrendas marineras en Eus-kal Herria es necesario
enmarcarlo en el rea geogrfica inmersa, es decir, el sinus
cantabricus y porextensin el arco atlntico desde Galicia a
Normanda.
Tradicionalmente los estudios realizados han tenido como
epicentro principal el rea mediterr-nea, al asociarse ste con el
indiscutible origen mediterrneo tanto de las primeras
representacionesvotivas fenicias, griegas, egipcias y romanas, como
el posterior resurgimiento en la Italia medieval deesta tradicin,
tras un periodo de decadencia durante el fin del Mundo Antiguo y la
Alta Edad Media.
Sin embargo, y sin menoscabar la riqueza de la cultura votiva
mediterrnea, lo cierto es que elfenmeno de los exvotos marineros
est presente en todo el Mundo Atlntico con tanta profusin
ycaractersticas como en otras reas de Occidente y Oriente Prximo.
Durante la ltima mitad del sigloXX y en especial el ltimo tercio,
se multiplicaron los estudios atlnticos de iconografa y
religiosidadmarinera, principalmente en Francia, los cuales
confluyeron en una amplia literatura especializada yexposiciones en
diversas ciudades de Bretaa y Normanda3. Estas dos ltimas regiones
aglutinan lamayor parte de los inventarios y estudios del occidente
francs gracias al importante y variado patri-monio votivo y a la
especial pervivencia de la cultura marinera y los estudios
martimos.
En lo que se refiere a la costa atlntica y cantbrica ibrica, y
comenzando por su extremo msoccidental, se han llevado a cabo
estudios en Galicia de la mano de Xos Fuentes Allende, que
cul-minaron en las exposicines organizadas por el Muse de
Beaux-Arts de Brest en 1987 y el Museo dePontevedra en 19884.
Continuando en direccin a levante, en el periodo comprendido de
1950 a 1959, FernandoBarreda publica en la revista Altamira del
Centro de Estudios Montaeses diversos artculos con noti-cias y
emplazamientos de exvotos marineros en iglesias y ermitas del
territorio de Cantabria5.
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6. A modo de ejemplo nos hemos servido, entre otras, de dos
publicaciones que nos han llevado directamente a la localizacin de
numerososexvotos y han proporcionado a su vez informacin documental
sobre el origen y oferentes de las piezas: ITURRATE, Jos: El
Santuario de la Virgende la Encina, Diputacin Foral de Alava,
Vitoria-Gasteiz, 1998; GILLIN, Toms: La Virgen de Ordua La Antigua
y su Santuario, La EditorialVizcana, Bilbao, 1931.
7. ARREGI AZPEITIA, Gurutze: Ermitas de Bizkaia, Diputacin Foral
de Bizkaia, Bilbao, 1987.8. A este respecto, para la elaboracin del
Inventario de Exvotos Marineros de Bizkaia ha sido fundamental el
Inventario de Patrimonio
Diocesano del Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao. Se ha de
hacer mencin muy especial al apoyo, la ayuda constante y la
colaboracinque nos ha prestado de forma incondicional su director
Juan Manuel Gonzlez Cembelln y Jess Muiz, as como el resto del
personal delmuseo. Tambin es justo agradecer al Museo Vasco de
Bilbao, en especial a Amaia Basterretxea y Marian Alvarez la gran
ayuda prestada, as comoa los responsables del Museo Municipal de
Plentzia. Hgase extensivo este agradecimiento a los responsables de
los templos de Bizkaia sin cuyacolaboracin hubiese sido imposible
llevar a cabo una labor de inventariado.
9. CHAPA OZAMIZ, Alfonso: Primer catlogo del modelismo naval en
Vizcaya, Edicin separada del volumen VII de La Gran Enciclopedia
Vasca,Editorial La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1974. SUSTETA,
Jos Manuel: Exvotos marineros en Guipzcoa, en Itsasoa. El mar de
EuskalHerria, la naturaleza, el hombre y su entorno, Tomo V, Etor
Editores, Donostia-San Sebastin, 1989, pp. 255-280.
10. En lo que respecta al territorio de Gipuzkoa, hemos podido
contar con el apoyo y ayuda de Jos Mara Unsain del Untzi Museoa,
quienme ha proporcionado informacin sobre exvotos guipuzcoanos que
no figuraban en trabajos anteriores. Vaya desde aqu nuestra
gratitud.
Llegados al Pas Vasco, y comenzando por Bizkaia, diversas
fuentes nos hablan de la presencia deexvotos marineros. En su
mayora se trata de obras monogrficas sobre santuarios, ermitas e
iglesias,en las cuales se hace mencin de estas ofrendas dentro del
marco general de la enumeracin de lariqueza patrimonial del
templo6. Sin embargo estos trabajos, aun siendo de gran ayuda, no
reflejanel panorama general y se limitan a ofrecer informaciones
limitadas al mbito de influencia de un san-tuario o de la comunidad
local de una determinada orden religiosa.
Otra fuente de gran ayuda para localizar las piezas dispersas
por todo el territorio vasco son losinventarios de ermitas7, de
iglesias y de Patrimonio Diocesano de los diversos obispados8. Para
la ela-boracin del Inventario de Exvotos Marineros de Bizkaia se
han consultado dos de estas fuentes quenos han proporcionado
informacin referente a la presencia de exvotos en los templos por
ellas alu-didas. Sin embargo, en ocasiones no se especifica si los
objetos votivos son de carcter marinero oterrestre de manera que se
hace imprescindible la ampliacin directa de la informacin
aludida.
Para encontrar trabajos especficos que versen casi en
exclusividad sobre exvotos marineros habrque esperar a los
realizados en Bizkaia y Gipuzkoa por Alfonso Chapa Ozamiz y Jos
Manuel Suste-ta9 respectivamente, para encontrarnos ante un trabajo
recopilatorio de diferentes exvotos, diferen-ciados con claridad de
maquetas decorativas y modelos de arsenal, si bien se cien tan slo
a losmodelos de barcos, no as a exvotos ornamentales ni pictricos.
Estos dos autores han contribuidonotablemente al conocimiento y
difusin de los exvotos marineros del Pas Vasco y sus
excelentesrecopilaciones supusieron las bases, y en muchas
ocasiones las fuentes documentales de base quehan contribuido de
forma inestimable a allanar el camino de los investigadores que
trabajamos eneste campo en la actualidad10.
En lo que se refiere al Pas Vasco continental, no existen, que
conozcamos, obras que aborden lapresencia conjunta de diferentes
exvotos marineros. Se constatan, sin embargo, alusiones a exvotosen
diferentes obras especficas de templos o localidades, pero con
vagas y tangenciales referenciasque han de ser comprobadas.
3. NATURALEZA Y TIPOLOGA DE LOS EXVOTOS
Como forma de introduccin al lector profano en el mundo de las
ofrendas votivas marineras, esconveniente acotar el terreno con dos
preguntas fundamentales: Qu es un exvoto? A travs dequ clase de
elementos materiales formales se manifiesta?
3.1. Naturaleza votiva
Se tiende a agrupar bajo el epgrafe de exvotos marineros a
cualquier elemento de procedencia mari-nera ubicado en un templo o
procedente de ste, cuando slo algunos de ellos pueden ser
conside-rados puramente votivos y que por tanto respondan a la
definicin tradicional latina exvoto suscep-to: en consecuencia de
un voto. Esto es, la respuesta humana a la ayuda o gracia recibida
de ladivinidad y expresada por una ofrenda de carcter contractual.
No obstante, las fronteras que deli-mitan el acto votivo de la
ofrenda meramente religiosa e incluso del elemento ornamental no
lauda-torio, es difusa y de difcil ubicacin, en especial cuando se
trata de objetos que ofrecen pocas onulas referencias a las
intenciones del oferente.
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11. MOLLAT DU JOURDIN, Michel: Introduccin a: Exvoto marins du
ponant, Muse de la Marine, Paris, 1975, p. 14. Vase tambin MOLLATDU
JOURDIN, M.: Les attitudes des gens de la mer devant le danger et
devant la mort, Ethnologie Franaise, tome 9, n2, Paris, 1979.
12. VV. AA.: Exvoto marins dans le monde, de lantiquit nos
tours, Muse de la Marine, Paris, 1981, p.114.
Si nos centramos en los objetos de naturaleza claramente votiva,
conviene establecer una clasifi-cacin que nos permita ubicar el
exvoto dentro de un marco de intencionalidad por parte del
ofe-rente y que revele indicios sobre la historia subyacente.
Michel Mollat du Jourdin11 clasifica los exvotos en tres tipos
caractersticos: exvotos gratulatorios,exvotos propiciatorios y
exvotos supererogativos.
Los exvotos gratulatorios seran aqullos que se entregan en un
santuario, iglesia o ermita conposterioridad a haber sido
pretendidamente salvado o auxiliado en la mar por intercesin de
algnsanto o virgen, y en cumplimiento de la promesa realizada por
el individuo en el preciso instante delsuceso peligroso.
Por el contrario el exvoto propiciatorio es ofrecido a la
divinidad intercesora antes de un viaje otravesa que se prev
problemtico y arriesgado, en una clara invocacin de proteccin. En
ocasionestambin se demanda fortuna en la pesca, o la posibilidad de
salir ileso o vencedor en una batalla.
Ambas clases de exvotos tienen un carcter contractual, en tanto
el ser humano y la divinidad secomprometen a cumplir una parte del
trato: recibir una ofrenda a cambio de una ayuda - entregaruna
ofrenda a cambio de una ayuda.
Una tercera clase de exvotos lo integran los supererogativos,
con los cuales el donante ofrenda elobjeto como acto de gratitud
por algo que cree haber recibido. Sirva de ejemplo, toda una vida
demarino a salvo de peligros. En este caso no se agradece un hecho
puntual sino un estado continuode proteccin o gracia.
Durante el trabajo de inventariado de campo que se est
realizando en diferentes localidades delPas Vasco, nos hemos visto
en la necesidad de aadir dos nuevas clasificaciones. A nuestro
entenderalgunas notorias diferencias especficas justificaban su
inclusin aunque fuese de una forma mera-mente complementaria.
Por un lado, y con carcter contractual, estaran los exvotos
recordatorios, ofrecidos como mediode provocar en los fieles
oraciones y jaculatorias en recuerdo de la muerte de algn marino o
de unhecho especialmente luctuoso en la mar. As mismo serviran como
invocacin de proteccin para losdifuntos marinos.
Y por ltimo, las ofrendas ornamentales y materiales de la vida
cotidiana marinera, que seran sus-ceptibles de considerarse exvotos
a condicin de tener la absoluta certeza de que existiera un acto
deagradecimiento explcito en el motivo del regalo y/u ofrenda. En
esta clasificacin de posibles exvotospodemos incluir conchas de
caracolas, guindolas, fanales, redes, etc Las pruebas documentales
exis-tentes en registros parroquiales y mltiples casos recogidos
por la literatura cientfica en otros mbitosgeogrficos y culturales
sugieren la utilizacin de estos elementos con un implcito carcter
votivo12.
3.2. Tipologa
3.2.1. Exvotos en maqueta o tridimensionales
Sin duda los exvotos marineros ms conocidos, dada su
espectacularidad, son las maquetas y mode-los tridimensionales. La
tradicin de esta forma laudatoria ha permanecido inalterada e
interrumpidadesde la antigedad.
En el mbito religioso cristiano se suelen situar suspendidos de
los cruceros de las iglesias, o bienmontados sobre angarillas a fin
de ser utilizados como elementos procesionales en fechas sealadaso
en la onomstica del santo intercesor. Cumplen as una de las
premisas esenciales del exvoto, queno es otra que su carcter
pblico.
Existen tres formas de representacin diferenciadas: la maqueta
completa, los modelos de mediocasco y los barcos en botella. Aunque
estas dos ltimas son muy populares en otras zonas de Euro-pa, en lo
que respecta al Pas Vasco, y en el estado actual de los estudios,
no se ha constatado la pre-sencia de ningn medio casco ni de ningn
modelo en botella. Parece imponerse claramente unatradicin tendente
a la construccin de barcos completos. As mismo tampoco se han
podido encon-
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trar modelos procesionales, ni se tiene noticia documental o
testimonial de que se utilizasen en pro-cesiones, como es muy
popular, por ejemplo, en toda la Bretaa francesa y Normanda.
La mayor parte de los modelos encontrados corresponde a
representaciones de barcos reales, esdecir, que tuvieron una
existencia histrica. Eso parece desprenderse de los nombres,
matrculas yfolios de una gran mayora de modelos. Tambin es
constatable la presencia de nombres alusivosepnimos religiosos, en
general de la divinidad titular del templo, aunque estos extremos
slopodrn ser constatados tras el proceso de investigacin
documental.
Tal y como hemos comentado con anterioridad, los exvotos han
sido comnmente asociados a for-mas ingenuas de representacin
popular. En general, se ha tendido a creer que un marinero no
podaser capaz, por tiempo, habilidades, recursos, etc, de crear una
obra votiva de calidad y realista. Elinventario de Bizkaia y las
piezas de otras provincias en la que est avanzando la investigacin
demues-tran la presencia mayoritaria de modelos de barcos de una
factura tcnica y realismo remarcables.
Lejos quedan los cnones que atribuyen a los exvotos formas
toscas, medidas desproporcionadasy falta de detalle, en particular
en las cubiertas, ya que era este ltimo un lugar que los fieles no
pod-an ver al estar el exvoto suspendido a gran altura.
Hasta la fecha, la flota de exvotos vascos en maqueta se agrupan
en lneas generales en dosconjuntos bien diferenciados: grandes
buques de vela de los siglos XVIII, XIX y en menor medida delXX; y
por otra parte, barcos pesqueros de bien entrado el siglo XX.
Queda sin embargo por abordar una cuestin espinosa, no por mucho
discutida mejor consen-suada entre los investigadores. Se trata de
la naturaleza como exvoto o no de muchas maquetas pre-sentes en
templos e iglesias. Por definicin y en la mayora de los casos, los
exvotos en maqueta ofre-cen escasas referencias documentales que
nos permitan conocer al momento su naturaleza votiva.Parecera lgico
pensar que si se encuentran en templos son exvotos, pero esta
simplificacin, aun-que acertada en general, es peligrosa. Es
necesaria una profunda investigacin hasta donde las fuen-tes
documentales nos permitan para esclarecer su naturaleza ltima. Se
da la circunstancia en el PasVasco de una escasa presencia
narrativa en la propia pieza, constatndose una total ausencia de
lapalabra exvoto, que sin embargo aparece en una gran mayora de
piezas en otras latitudes.
Aqu se ha planteado tambin el problema de identificar el modelo
ingenuo como exvoto y el ela-borado como elemento ornamental,
argumentando que un marinero no tendra ni el dinero ni eltiempo y
la habilidad tcnica para su realizacin. Esto a nuestro entender es
un apriorismo poco jus-tificado, y que no se corresponde con la
realidad. Algunos exvotos vascos parecen haber sido reali-zados por
una misma mano, lo que indicara la presencia, an por confirmar con
el estudio docu-mental, de algn artesano especializado, de la misma
manera que sucede con los pintores deexvotos, que reciban encargos
de fieles marinos y pescadores. Aunque entramos en un terreno
depura especulacin, parece bastante ms razonable que suponer que
por el hecho de que unamaqueta tenga una ejecucin magnfica, se
ponga en duda su naturaleza votiva.
Para aumentar la confusin, durante los ltimos aos muchos
entusiastas de la cultura martimahan fabricado maquetas ad hoc que
posteriormente han sido ubicadas a modo de exvotos en iglesiasy
ermitas, intentando as recuperar el ambiente marinero de esos
templos, pero sin dejar constan-cia de que no son exvotos13. Por
diferentes razones, durante principios y mediados del siglo
XXmuchos prrocos y curas vendieron exvotos a particulares, as
algunos museos pudieron hacerse conpiezas que de otra forma
hubiesen terminado en el mercado de antigedades y en manos
particula-res. Afortunadamente, ello ha permitido que magnficas
colecciones de exvotos como la presente enel Museo Vasco de Bilbao,
se salvaran, y puedan ser contextualizadas con sus templos de
origen.
3.2.2. Exvotos pictricos o bidimensionales
El problema de la identificacin como exvotos de piezas de
apariencia votiva, queda en gran medidasolucionado cuando se
estudian obras pictricas. Una de las caractersticas fundamentales
de losexvotos pictricos es su carcter eminentemente narrativo.
13. Esta circunstancia que puede parecer anecdtica se ha dado,
por ejemplo, en la ermita de Nuestra Seora del Socorro en Pobea,
dondeel sacristn a colgado al lado de diversos exvotos autnticos,
una maqueta del Juan Sebastin Elcano. Despus de una gran
insistencia por nuestraparte nos confes que la haba llevado a cabo
l mismo, as como otras decoraciones marineras de la ermita. En la
iglesia de Santa MaraMagdalena de Plentzia cuelga una maqueta de
barco puesta por los vecinos y confeccionada por cuestacin
popular.
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Xabier Armendariz
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14. Tan slo est registrada la palabra exvoto en un cuadro de
factura muy tosca e ingenua, inventariado como Diocesano UPV 3, y
querepresenta un vapor en medio de la tormenta. Con el texto:
Exvoto de F.J.Lopez // DOLORES Buenos Airez (sic).
En lneas generales, los cuadros se atienen a una tradicin
conceptual iniciada en Italia durante elRenacimiento, dividiendo el
lienzo o la tabla en tres zonas claramente diferenciadas. Por una
parte lafigura de la divinidad intercesora se manifiesta en la
parte superior del lienzo, en general a la izquier-da. El centro de
la pintura lo ocupara la expresin grfica del accidente o el suceso
milagroso; y porltimo, el tercio inferior suele ser reservado a un
cartucho de texto en el que se narra con toda pro-fusin de detalles
el hecho acaecido.
Durante el Antiguo Rgimen, la convencin imperante en materia de
exvotos se expresaba a tra-vs de pinturas de un marcado carcter naf
, ms interesada en mostrar los sucesos que en el cmose representan.
Predominio de figuras orantes en la toldilla o el alczar de las
embarcaciones, implo-rando a la divinidad intercesora y acosados
por un oleaje preponderante en la escena. Los detallestcnicos de
los barcos quedan en un segundo plano, a menudo disimulados entre
el temporal y losrestos de palos y jarcias. En los cartuchos y
leyendas, los textos cargados de religiosidad y alusiones almiedo y
el terror experimentado se convierten en el leitmotiv, en especial
durante el siglo XVIII.
A finales de siglo y comienzos del XIX, los exvotos pictricos se
vuelven marcadamente ms auste-ros, tienden a desaparecer las
figuras implorantes, los cuadros adquieren un carcter ms sobrio y
unaejecucin tcnica muy superior. Parejo a este aumento de la
calidad, los barcos comienzan a ser repre-sentados con todo lujo de
detalles, incluidos los referentes a la maniobra y la navegacin.
Las repre-sentaciones de la divinidad se ven cada vez ms relegadas
a un espacio mnimo en un extremo supe-rior del cuadro, y en lo que
respecta a los exvotos vascos, desaparece totalmente cualquier
figurareligiosa, que parece ser sustituida por un simple y
expresivo claro entre las nubes, cuando aparece.
Por otra parte los textos se reducen al mnimo imprescindible:
nombre del capitn, nombre delbarco, situacin en latitud y longitud
del incidente y rumbo; poco ms en la mayora de los casos. Lapalabra
exvoto vuelve a estar ausente de la prctica totalidad de las
obras14.
Esta aparente austeridad en los exvotos llega a extremos de
desaparecer cualquier texto encuadros, maquetas y otros exvotos.
Entrando en un terreno conjetural, parece querer denotar unaspecto
ntimo de la actitud del oferente, quien abandona las formas pblicas
y explcitas de lasofrendas votivas marineras tradicionales,
entregando la ofrenda material, y guardando para s granparte de la
informacin que habitualmente se incluye en otras latitudes.
3.2.3. Exvotos epigrficos y grficos
Los exvotos epigrficos tan comunes en amplias zonas del
occidente francs son prcticamente ine-xistentes en el mbito vasco.
Quizs por esa marcada tendencia aparente a la privacidad, como
anteshemos sealado, la costumbre de ofrecer placas narrativas como
exvotos tan slo la hemos podidoconstatar hasta el momento en una
bella placa de bronce presente en la capilla del Carmen de
SanVicente de Abando en Bilbao. Esta placa fue ofrecida por los
supervivientes del vapor Fernando L. deIbarra, que naufrag en las
costas de Portugal el 20 de diciembre de 1943 y en el que
perecieron 25de sus tripulantes.
3.2.4. Elementos ornamentales y de la vida martima
Dentro de los elementos ofrecidos como exvotos por los marineros
vascos se encuentran todo tipode objetos variados de uso cotidiano
en su actividad marinera, desde guindolas de embarcacionescon su
nombre grabado, pasando por redes, fanales, remos y campanas de
barco. Cualquier ele-mento es susceptible de convertirse en exvoto,
en especial entre las clases ms desfavorecidas, las deaquellos
marinos y pescadores que no tienen la habilidad tcnica para
realizar ellos mismos una bue-na maqueta o no disponen del dinero
suficiente para encargar a un artesano o a un pintor la elabo-racin
de una ofrenda.
Cabe mencionar de una manera especial objetos sorprendentes,
como mandbulas de tiburn sie-rra o conchas gigantes de Tridacna
Gigas. Estas ltimas estn muy presentes en multitud de ermitase
iglesias repartidas a lo largo y ancho de toda Euskal Herria. Por
lo general son utilizadas comoaguabenditeras a la entrada de los
templos, en parejas. Se encuentran tambin en lugares tan aleja-
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dos de la costa como el Santuario de la Antigua de Ordua. Su
origen es ciertamente extico, ya queson oriundas del Pacfico,
muchas de Filipinas, en su da espectaculares y hoy en proceso de
extincinpor la pesca abusiva, precisamente como pieza
ornamental.
3.2.5. Exvotos varios
Dentro del apartado de exvotos varios, caben aquellas piezas o
elementos que normalmente no hansido tenidos como tales pero que
muchos investigadores consideramos perentorio calificar de
exvo-tos, dado que se llevaron a cabo con esa intencionalidad.
Un ejemplo significativo lo constituye la Ermita de Nuestra
Seora del Socorro en Pobea, Bizkaia.En el ao 1768, el capitn Don
Pedro de Llano la manda construir como ofrenda a la Virgen del
Soco-rro en agradecimiento por haber salvado su vida cuando
comandaba el paquebote real Coln a laaltura de La Habana y les
sobrevino un fuerte temporal.
Si nos atenemos a la definicin estricta del exvoto como una
ofrenda realizada en recompensa auna gracia recibida, no cabe duda
que la clasificacin tradicional de los elementos formales votivosha
de ser revisada y ampliada15.
4. EXVOTOS MARINEROS EN EL PAS VASCO
4.1. Proyecto de inventariado
Desde el primer momento y an siendo conscientes de las
dificultades que implica un planteamientode investigacin
multi-territorial, se parti de la premisa de inventariar y
documentar todos los exvo-tos del Pas Vasco, tanto peninsular como
continental, slo as se podr acceder a una visin de con-junto que
pueda ser comparativa entre s y que delimite el marco de las
creencias marineras vascas.Una vez analizados morfolgicamente,
documentados en archivos y puestos en valor, los exvotosvascos
pueden ser fcilmente puestos en relacin con la culturas martimas
circundantes de toda lafachada atlntica, en especial con las
regiones costeras del atlntico francs, donde con mayor pro-fusin se
han llevado a cabo estudios de todo tipo en materia de religiosidad
y creencias martimas.
4.2. Metodologa
Una dificultad fundamental a la hora de abordar el trabajo de
inventariado de exvotos ha sido sulocalizacin. Comenzando por
Bizkaia, donde se ha llevado a cabo la labor ms exhaustiva hasta
elmomento, el panorama de templos y ermitas susceptibles de poder
contener exvotos era, en la prc-tica, la totalidad de los
existentes actualmente. A priori puede parecer exagerado pretender
encon-trar exvotos marineros en todos los templos vizcanos, pero el
hecho de haber hallado piezas en luga-res tan inslitos como Lendoo
de Abajo, Ordua, Zalla o Zeberio, planteaba el problema y la
certezadocumental de que los exvotos marineros no siempre estn
donde se les supone ms comunes.
Una primera fase del inventariado, como apuntbamos
anteriormente, se bas en el Inventariode Ermitas de Bizkaia de
Gurutze Arregi16 y el Inventario de Patrimonio Diocesano, puesto a
nuestradisposicin por el Museo Diocesano de Bilbao.
Mientras se desarrollaba el trabajo de campo, aparecieron nuevas
ubicaciones y otras en las quetradicionalmente se tena noticias de
exvotos fueron descartadas.
En una segunda fase, y con la colaboracin de nuevo del Museo
Diocesano de Bilbao., se enviuna encuesta a todos y cada uno de los
responsables de templos y museos de Bizkaia, cuyos resulta-dos, an
hoy, est dando sus frutos aflorando nuevos exvotos que vienen a
completar los inventaria-dos en el 2007.
Una vez localizada la pieza se complementa una ficha de control
in situ con los datos tcnicosgenerales del exvotos (medidas,
tipologa, cronologa, materiales de construccin, oferente,
advoca-
15. LEPAGE, Jean: Les topless votives, en Exvoto marins du
ponant, Muse de la Marine, Paris, 1975, p. 49.16. ARREGI AZPEITIA,
Gurutze: Op.Cit, p.3.
-
Xabier Armendariz
cin, etc..) as como se recoge cualquier informacin documental y
oral relacionada con el exvoto. Sefotografa la pieza, tanto en
relacin con el templo como de manera individual y parcial, buscando
elmayor nmero de informacin grfica del mismo.
Posteriormente y una vez analizados los datos obtenidos, se
evala la posibilidad de realizar tra-bajo de documentacin, si el
exvoto o su contexto ha proporcionado informacin a travs de la
cualse pueda investigar su procedencia y oferente.
4.3. Estado actual de los trabajos de inventariado
Como se ha hecho constar en puntos anteriores, al da de hoy el
nico territorio en el que se ha lle-vado a cabo un inventario
exhaustivo de exvotos ha sido Bizkaia. A falta tan slo de estudiar
algunaspiezas de las que ya se tienen noticia, los trabajos pasan
ahora a un estadio de bsqueda de infor-macin documental, en
especial en archivos.
En lo que respecta a Araba, se han localizado exvotos en una
sola localidad, Artzeniega. Y seestn realizando las gestiones
tendentes a encuestar los responsables de los templos.
En Gipuzkoa e Iparralde se ha iniciado ya el proceso de estudio
de las piezas que figuran referen-ciadas en las obras antes
mencionadas. Paralelamente al proceso de inventariado de los
elementosconocidos se optar tambin en este caso por la encuesta
directa como el mtodo ms fiable paraevitar que ningn exvoto sea
pasado por alto.
Dado el carcter y extensin de este trabajo, es imposible mostrar
de manera concienzuda todosy cada uno de los exvotos que estn
siendo estudiados actualmente. Sin embargo, incluir algunosde los
ms significativos como avance y muestra de los materiales
existentes, comenzando el recorri-do de las diferentes provincias
por orden alfabtico.
4.4. Araba
En el territorio de Araba, y hasta la fecha, slo se ha podido
localizar un nico exvoto marinero. Seconserva en el museo del
Santuario de Nuestra Seora de la Encina, junto con otros exvotos y
ofren-das pictricas de carcter terrestre. Cabe destacar la especial
significacin que para los marineros deCantabria y Bizkaia tuvo este
Santuario durante siglos. La presencia de exvotos marineros est
docu-mentada al menos desde el siglo XVII, as como multitud de
referencias en libros de fbrica a dona-ciones realizadas por
mareantes de Sopuerta, Ontn, Muskiz, Castro, etc
Al parecer el monte en el que est situado el Santuario era
visible con buen tiempo desde variasmillas mar adentro, lo que
sirvi como referencia para navegantes. Estos lo denominaron
MonteNegro en alusin al color caracterstico que le proporcionaba su
flora durante todo el ao, en con-traposicin de los montes
adyacentes poblados por rboles caducifolios. Entre los marineros
lleg aconocerse a la Virgen como Nuestra Seora de Montenegro.
Existiendo un proyecto para erigir una
estatua en la cima del monte, alestilo de Ordua, y que sirviera
asmejor a los pescadores y marinos.
La tradicin votiva en el Santuarioes extensa. En el pequeo
museohabilitado por los responsables deltemplo se conservan varios
exvo-tos pictricos de carcter terrestre.
Hasta hace unos aos era posibleencontrar tambin modelos debar
cos, hoy desaparecidos, sin em -bargo en la actualidad tan sloqueda
una defensa de tiburn sie-rra Pristis pectinatus.
La pieza tiene una longitud 92,2cm por 15 cm de ancho en su
par-te media, por lo que perteneci aun ejemplar adulto. En su
reversoest inscrita en grandes letras ape -
388
Mandbula de tiburn sierra, colgada de la pared del museo del
Santuario de Nuestra Sra.de la Encina (Artzeniega), 1668.
-
389
nas legibles: EL PEZ SIERRA // 1668. Se conservan prcticamente
intactos algunos de los dientes deambos lados de la defensa, as
como su apariencia general.
Aun tratndose de una pieza peculiar, este tipo de ofrendas no
eran excepcionales en ciertas po-cas y entre marineros y pescadores
de humilde extraccin. Sin salir del Santuario de Nuestra Seorade la
Encina el Padre Villafae relataba as la presencia de variopintos
exvotos marineros en el San-tuario, el ao 1726:
[] contando al mismo tiempo sucesos milagrosos, de haberlos su
Majestad librado de horribles tor-mentas y peligro de caer en manos
de infieles, como tambin que los tragasen algunos grandes peces;por
lo cual se vean colgados de las paredes de este santo Templo muchos
modelos de navo, pedazos demaromas, y de naves sumergidas y rotas,
partes de varios pescados martimos, como dientes, cabezas,espinazos
de ballena y otros monstruos incgnitos.17
4.5. Bizkaia
El territorio histrico de Bizkaia ha aportado un total hasta la
fecha de 95 exvotos, un nmero quesupuso una agradable sorpresa dada
la gran cantidad de templos de los que se tienen noticia
dedesaparicin de exvotos y el escaso relevo generacional entre los
fieles productores de piezas votivas.
Su variedad, tanto en su naturaleza como en tipologa, es
extensa. Tal y como representa el cuadroadjunto (grfico 1), en
Bizkaia se dan cita prcticamente todos los tipos de exvotos comunes
a zonasadyacentes del Arco Atlntico, a excepcin de modelos de medio
casco, en botella, o procesionales.
Grfico 1. Tipologa de los exvotos marineros de Bizkaia.
En cuanto a la cronologa de las piezas, la mayor parte de ellas
corresponden a embarcaciones avela adscribibles a pleno siglo XIX y
comienzos del XX, seguido de una buena coleccin de vaporesfechados
entre 1883 y 1951. Por ltimo, y en lo que a embarcaciones pesqueras
se refiere, estnrepresentados desde los grandes buques de vela,
pasando por embarcaciones de bajura de comien-zos de siglo XX, y
una importante coleccin de embarcaciones a vapor y motor, tanto de
bajura comode altura y que se extiende hasta la representacin de
modernos arrastreros y boniteros congelado-res. La distribucin y el
nmero de embarcaciones se ilustran en el grfico 2.
Otro de los aspectos estadsticos reseables en la flota de
exvotos en Bizkaia tiene que ver con lasarboladuras y aparejos de
los barcos a vela. stos, como hemos visto en el grfico 2,
representan lagran mayora. Dentro de los buques, sin embargo, su
tipologa y aparejo es sumamente variada, datoque refleja la
disparidad de embarcaciones utilizadas en Bizkaia (grfico 3)
durante el ltimo periodode reinado de la navegacin a vela18.
17. VILLAFAE, Juan de: Compendio histrico: en que se da noticia
de las milagrosas, y devotas imagenes de... Maria Santissima, que
seveneran en los... santuarios de Hespaa [sic] : refierense sus
principios... con los principales milagros..., Imprenta de Eugenio
de Garca Honorato,Salamanca, 1726. Citado por: ESCARZAGA, Eduardo
de: La Villa de Arceniaga, E. Verdes, Bilbao, 1931, p. 93.
18. Aunque pueda parecer una obviedad, es preceptivo advertir y
aclarar a este respecto que los datos estadsticos obtenidos del
estudiode los exvotos marineros no deberan ser tomados como
indicadores absolutos, sino slo relativos. A pesar del gran nmero
de exvotosinventariados, las fuentes documentales relativas a
ermitas e iglesias nos hablan de un nmero importante de piezas hoy
en da desaparecidas.As mismo, muchos informantes durante el trabajo
de campo han hecho alusin precisamente al estado pasado de dichos
templos y a la profusinde exvotos en los mismos. Los avatares
histricos esbozados en la introduccin de este trabajo nos sugieren
que el corpus de materiales actualeses meramente residual, aunque
sera muy difcil cuantificar en qu tanto por ciento o la importancia
numrica a efectos generales. Esto no esbice, a nuestro entender,
para que estos exvotos representen cuando menos un indicador grfico
y material de la popularidad en el uso dedeterminadas tipologas de
embarcaciones en sus respectivos periodos cronolgicos.
-
Xabier Armendariz
Los aparejos utilizados guardan relacin con las rutas
comerciales que seguan los veleros y refle-jan, as mismo, la
evolucin tcnica y utilidad especfica de cada tipo de
embarcacin.
A finales del siglo XVIII se populariza el aparejo de fragata,
robusto y apto para navegar en lasms variadas condiciones
meteorolgicas, sin embargo exiga una tripulacin numerosa, ms
propiade embarcaciones de gran tonelaje o militares.
390
Grfico 2. Distribucin de los exvotos segn la clase de
embarcacin.
Grfico 3. Tipologa de aparejos de vela.
Por su parte los bergantines y bergantines goleta, muy populares
durante el siglo XIX, marcanuna tendencia a reducir tripulacin, con
el menor coste aadido para el armador.
Como ltimo paso de esta evolucin las goletas en arqueos modestos
y los grandes bricbarcascon aparejo de cuchillo, aptos para
barloventear, constituyen el ltimo periodo de la navegacin avela en
franca decadencia frente a la utilizacin del cada vez mas verstil
vapor.
4.5.1. Advocaciones
Una de las primeras conclusiones que nos ofrece el Inventario de
Exvotos Marineros de Bizkaia es laabsoluta heterogeneidad de las
advocaciones marineras presentes en el territorio. Desde las ms
tra-dicionales en el mundo martimo y esperadas, como la Virgen del
Carmen o San Nicols de Bari, has-ta santos y santas cuya hagiografa
conocida los supona alejados de cuestiones nuticas, como es elcaso
de Santa Catalina de Alejandra.
-
391
19. La existencia histrica de Catalina de Alejandra ha sido
puesta en cuestin por diversos estudiosos, incluidos algunos dentro
de la propiaIglesia Catlica. La argumentacin se basa en el parecido
biogrfico que guarda la santa con otro personaje casi coetneo:
Hypatia de Alejandra.A ambas se les atribuye una gran inteligencia
y capacidad retrica , as como amplios estudios de filosofa y
ciencia. El asesinato de Hypatia fueconsiderado un autntico
magnicidio para la ciencia y supuestamente fue instigado por el, a
la sazn, obispo - patriarca Cirilo de Alejandra. Lafigura de Santa
Catalina sera una invencin propagandstica de la Iglesia como figura
contrapuesta a la filsofa pagana Hypatia.
En espera de un estudio ms profundo, parecen destacar sin
embargo dos grandes grupos dife-renciados de advocaciones:
Advocaciones generales y advocaciones locales.
En lo que respecta al primer grupo, se hace patente la
influencia y el intercambio religioso-cultu-ral de las diversas
culturas martimas con las que el mundo martimo vasco comparte y
mantiene rela-ciones comerciales. As la primera advocacin y ms comn
la constituye la Virgen Mara, AndraMari, en sus diferentes
versiones y localismos, como Nuestra Seora de Begoa, la Virgen del
Soco-rro etc Sin embargo, es interesante destacar que aunque la
Virgen del Carmen suele considerarsela divinidad marinera por
excelencia, al menos desde comienzos del siglo XX, no es muy comn
estaadvocacin entre los donantes de exvotos de Bizkaia. Se
circunscribe casi con exclusividad a zonasadyacentes al Abra
bilbana: Sopelana, Algorta, Bilbao. Lo que parece indicar una
presencia vincula-da a un puerto mercantil receptor de influencias
externas.
San Nicols de Bari, obispo de Mira, es unos de los santos ms
populares entre los receptores deofrendas. Sin embargo, San Pedro o
San Telmo, patronos de varias cofradas de pescadores, y tan
popu-lar entre los fieles marinos guipuzcoanos, no figuran entre
los receptores de exvotos, al menos en Bizkaia.
Un caso particular lo constituye, como adelantbamos
anteriormente, la devocin a Santa Catali-na de Alejandra. Esta
santa es venerada por los marinos vizcanos en dos templos, Santa
Catalina deMundaka y Santa Catalina de Gizaburuaga. Curiosamente,
la hagiografa oficial de esta santa naci-da en Alejandra hacia el
ao 290 d. C y martirizada alrededor del ao 305, no menciona en
ningnmomento la ms mnima vinculacin con sucesos de intercesin
marinera o milagros en el mar. Noobstante, Catalina muri torturada
por una rueda guarnecida de pinchos, que curiosamente se ase-meja
bastante a una rueda de timn con sus correspondientes cabillas.
Quizs se ha podido produciruna suerte de sincretismo que
desembocara en la asuncin por parte de algunos marineros vizcanosde
esta santa como intercesora en momentos de peligro en la mar. Por
otra, parte el supuesto19 cuer-po de Santa Catalina se encuentra
sepultado a los pies del Monte Sina y ha sido especialmente
visi-tado y venerado por peregrinos a Tierra Santa, quienes quizs
pudieran haber importado este cultoa nuestras costas.
En un segundo grupo de advocaciones nos encontramos con los
santos y vrgenes locales, esdecir, aquellos que se veneran en
Bizkaia casi con exclusividad, e incluso como en el caso de
SanValentn de Berrio-Otxoa, de origen vizcano.
El creyente, ante la disyuntiva de encomendarse a una divinidad
intercesora, opta as por eligiruna divinidad genrica, como hemos
visto en el apartado anterior, o por el contrario hacer receptorade
sus ruegos a la divinidad o patrona de su localidad natal o su
centro de residencia. Esto explicarala ofrenda de exvotos a santos
y vrgenes de escasa tradicin marinera, pero s muy populares
ofamosos en el rea de influencia de sus templos. Estos son los
casos de San Bartolom, Nuestra Seo-ra de Poza, Santo Toms, o quizs
el caso ms caracterstico de advocacin marinera en San Juan
deGaztelugatxe, cuyo santo titular es San Juan Degollado.
En cualquier caso, el establecimiento aparente de estos dos
grandes grupos es necesario enten-derlo como conjuntos permeables y
muchas veces comunicantes. Primero, porque las advocacionespodan
referirse a figuras universales como la Virgen Mara, a la que no
obstante se le proporciona unnombre local de Begoa, de Poza, etc..;
y segundo, teniendo en cuenta que durante las pocas demayor
esplendor y tradicin votiva, siglos XVIII al XX, los exvotos
funcionaron como una suerte depropaganda gratuita de un templo
concreto. Es decir, cuanto ms exvotos reciba un templo y su
divi-nidad tutelar, cuantos ms milagros se le suponan, ms fama de
milagrero adquira y por lo tanto laermita o iglesia ganaba
notoriedad y en ocasiones riqueza, de manera que la influencia de
un san-tuario transcenda, con mucho, el mbito local.
4.6. Exvotos vizcanos
La extensin y propsito de este artculo nos obliga, a nuestro
pesar, a exponer tan slo algunosejemplos significativos del amplio
elenco de exvotos inventariados en el Territorio Histrico de
Biz-
-
Xabier Armendariz
kaia, pero que sin embargo nos ofrecen una idea de la amplitud
de los materiales votivos y su con-texto histrico y social.
4.6.1. Nuestra Seora del Socorro (Pobea-Muskiz)
Dentro de los diversos materiales que componen el conjunto
votivo de la ermita de Nuestra Seoradel Socorro de Pobea, destaca
sin duda por su naturaleza y el amplio significado que da al
santua-rio un cuadro expuesto, casi olvidado, en un rincn oscuro
del templo.
Se trata de una de las piezas que mejor representa la morfologa
de los exvotos pintados de fina-les del siglo XVIII, y en general
los del Antiguo Rgimen. Por otra parte y hasta el momento,
consti-tuye el exvoto ms antiguo de Bizkaia, fechado en 1768.
En un anlisis general podemos identificar las caractersticas
propias de la poca, es decir, presen-cia sobresaliente de la
divinidad, en este caso la Virgen del Socorro; representacin del
accidente,con evocaciones muy catastrficas, incluso ms dramticas
que el acontecimiento real, los oferentesaparecen en actitud orante
durante el naufragio, predominando el capitn en la toldilla; y por
ltimoun amplio relato de lo acontecido.
Es en el texto votivo, precisamente, donde reside uno de los
mayores activos de esta pieza, almargen de su calidad pictrica, ya
que nos proporciona una gran cantidad de informacin, sobre
eloferente y las circunstancias trgicas que generaron el
exvoto:
DIA 15 DE OCtre DE 1768, ENTRE 4 Y 5 DE la tarde, Hallandose, El
Paqvebot / Correo DE Sv Magd, ElColon Del MAndo De dn Pedro De
LLAno, / Treinta Millas AL Norte del Puerto de La Havana de eL /
QveCon destino ALa Corva, Havia salido, Eldia Antecedente / Y
estando ALa Vretona Con Svs MAiores Ymezana Arriadas / Y Jvanetes
ABajo Le SovreBino Un Tan Biolentisimo Vrecan / Qve Haciendo
obedezerEl Barco Hasta Qve mvcha Parte / DE la Escotilla se pvso DE
Bajo Delamar, se qvedo TotalMente dor /Mido, Y Contemplando Toda
svtripvlazion ZozoBrase En A / qvel Ynstante Ynploraron De Beras
Ala Mila-grosa Madre DE / Dios Del socorro Por Cvia Yntercesion,
Lograron Del Altisimo / Tregvas Para Picar Elpa-lo Maior Con lo qve
YnmediataMEnte, / salieron DE Tan Gran conFlito, Y al 4 Dia Pvdo
Entrar En la /HaBana En Bandolas Sinqve Nadie Vbiese Padecido, LA /
LA MENOR lesion.
A DEBOZION DE Dn PEDRO, DE LLANO
Una vez analizado el texto, ste nos proporciona diversos datos
que permiten contextualizar elexvoto con relativa facilidad. En
primer lugar, conocemos el oferente, el capitn D. Pedro de Llano
yel nombre del barco, el paquebote correo Coln. Y en segundo lugar,
una fecha que nos sita enunas coordenadas histricas muy concretas,
15 de octubre de 1768.
Comenzando por la informacin relativa al barco y a la fecha, nos
encontramos ante una embar-cacin en servicio en los que se denomin
La carrera de la Havana y que englobaba a los buquescorreo que
cubran el servicio postal entre la pennsula y Cuba. Se instaur por
orden de Carlos el 6de agosto de 1764, con el nombre genrico de
Correos Martimos a Yndias, cuyas rutas se compo-nan de la Carrera
de la Havana, en servicio de 1764 a 1777, y la Carrera de
Buenos-Ayres de1767 a 177120.
Los barcos en servicio en la Carrera de la Havana se componan en
general de paquebotes21con aparejo de fragata de aproximadamente
200 toneladas y unos treinta metros de eslora, armadosde 24 a 28
caones, muy rpidas y robustas22.
La derrota seguida por los capitanes de la Carrera de la Havana
parte de La Corua, desde don-de zarpaban el da primero de cada mes
con rumbo a La Havana, previas escalas en San Juan dePuerto Rico y
el puerto de Santo Domingo en la Espaola. Una vez llegados a La
Havana la corres-pondencia se embarcaba de nuevo, bien hacia Nueva
Espaa, bien hacia Tierra Firme-Nueva Grana-da y Per23.
392
20. GARAY UNIBASO, Francisco: Correos Martimos Espaoles a
Filipinas y tambin a Marianas e Indochina. (Yndias Occidentales),
Vol. I. De1514 a 1827, Ediciones Mensajero, Bilbao, 1987, p.
49.
21. Por lo general los denominados paquebotes no eran sino
embarcaciones que transportaban pasajeros , correspondencia y
carga. Tienensu origen en las embarcaciones que hacan el trayecto
Calais-Dover y que se denominaban Packet-boat, la cual pas al
castellano como ladenominacin de barco correo. Ibid., p. 57.
22. Ibid., pp. 57-57.23. Ibid., p. 67.
-
393
24. El prximo viaje del Coln no se lleva a cabo hasta el 1 de
septiembre de 1769, esta vez al mando del capitn don Manuel
Mndez,quien se tiene que enfrentar con un paquebote y un navo
marroqu que abren fuego contra l. El capitn se deshace de toda la
valija tirndolapor la borda ante la inminencia del abordaje, sin
embargo una vez los atacantes les identifican les dejan continuar
viaje alegando que los habanconfundido con portugueses. Ibid., p.
77.
25. Ibid., p. 123.26. A falta de confirmacin documental, nos
inclinamos a conjeturar que el capitn Francisco de Llano se trata
en realidad de Pedro de Llano,
y que se debe a un error de transcripcin. Si bien Pedro de Llano
aparece en la historia en diversas situaciones, no hemos podido dar
con ningndato en la Real Armada relativo a un capitn Francisco de
Llano.
27. Ibid., pp. 127-128.
Segn los datos registrados, nuestro barco, el paquebote Coln,
zarpa de La Corua al mando delcapitn Pedro de Llano el 1 de julio
de 1768. El 15 de octubre se ve inmerso en una gran
tormentatropical que escora el barco hasta hundir el palo mayor que
acta como ancla flotante poniendo enpeligro la integridad de los
tripulantes. Una vez que, por intercesin divina, consiguen picar el
palo,se recuperan de la escora y consiguen entrar en el puerto de
La Havana el da 19 de octubre.
Una vez reparadas las averas parten de nuevo hacia Espaa el 12
de noviembre de 1768, arri-bando a La Corua el 21 de
diciembre24.
Una vez a salvo el capitn don Pedro de Llano, vecino y oriundo
del barrio de Pobea en Muskiz,no slo manda realizar el cuadro que
nos sirve como exvoto, sino que sufraga de su propio bolsillo,en
agradecimiento a la Virgen por la gracia recibida, la construccin
de la ermita de Nuestra Seoradel Socorro que podemos ver en la
actualidad. De manera que, tcnicamente, la propia ermita es ens
misma un exvoto.
Lejos de terminar la historia derivada de supuesto milagro
martimo, el ao de 1779 se construyeen Bilbao la fragata-correo
Nuestra Seora del Socorro25, en honor a la Virgen del Perpetuo
Socorroy el primero de noviembre de 1779, reaparece en la historia
naval, precisamente al mando de uncapitn apellidado de Llano26.
Otro encuentro armado, fue el del paquebot-correo Ntra. Sra. Del
Socorro, que bajo el mando de sucapitn, don francisco de Llano
(sic), sali del puerto de Montevideo el da 1 de noviembre de 1779,
condestino al de La Corua. El da 5 avist una balandra que result
ser un corsario ingls, que siguiendo sumisma derrota se le iba
acercando, por lo que el, da 6 y ante la proximidad de la balandra
corsaria, lar-g nuestro paquebot-correo la bandera espaola
afirmndola con un caonazo con bala, a lo que el cor-sario le
contest largando el pabelln de las provincias americanas que, al
poco rato, cambi por el bri-tnico, afirmndolo con un caonazo, que
hizo comprender al capitn Llano que no podra eludir elencuentro,
por lo que aprovech la noche para prepararse bien y no perder de
vista a la balandra, quepasada la media noche, se le aproxim para
atacarle por la popa, pero maniobrando con habilidad le dis-par dos
caonazos que la hizo desistir de momento de su empeo. Pero a las
8,15 de la maanasiguiente, da 7, volvi la balandra corsaria a
repetir su intento, rompiendo el fuego por ambas partescon la mayor
actividad, trabndose una accin que dur ms de 4 horas de continuas
descargas de arti-llera y fusilera, cuyas balas cruzaban de un
costado al otro de las embarcaciones. Observndose granmaestra en el
manejo de la balandra que acometa y disparaba con extraordinaria
presteza, habiendodirigido sucesivamente su fuego contra la proa,
popa y costados del paquebot-correo, que la rechazcon tanto vigor
que, al final, la oblig a ponerse precipitadamente en fuga con
indicios de ir muy averia-da, con grandes destrozos en el velamen y
obras muertas y el alczar despoblado de gente, segn reco-nocieron
varios oficiales y marineros de nuestra fragata, que se portaron
durante la refriega con intrpi-da bizarra, celo y exactitud en el
desempeo de sus respectivos cargos, no teniendo que lamentar nadams
que la muerte de un artillero, producida por un balazo que atraves
el costado de estribor delpaquebot-correo, y tres hombres ms
levemente heridos.
Aunque el buque recibi algn dao, no fue en proporcin del
excesivo fuego que sufri por la multitudde balas, palanquetas y
metralla que llovi sobre l, acribillndole todas sus velas, pero
finalmente y sinms novedad, lleg al puerto de La Corua el da 20 de
enero de 178027.
El exvoto pictrico de Pobea, junto con la propia ermita de
Nuestra Seora del Socorro, suponenun buen ejemplo de cmo los
exvotos marineros pueden rescatar del olvido para la historia
martima,sucesos, biografas y barcos, perdidos entre legajos y
archivos.
4.6.2. Andra Mari (Gorliz)
Suspendido de la bveda de la iglesia de Andra Mari en Gorliz se
encuentra una magnfica repro-duccin de una fragata, probablemente
militar, o mercante fuertemente artillada, de mediados delsiglo
XIX.
-
Xabier Armendariz
Hemos elegido para este trabajo el nico exvoto presente en
Gorliz, por varias razones. Entre ellaspor tratarse de una magnfica
maqueta, por contener en s misma suficientes pistas como para
poderdesarrollar a posteriori una investigacin documental y por
ltimo por disponer de fotografas anti-guas que nos ilustran hasta
qu punto puede haber sido alterado un exvoto y lo importante que
esuna buena poltica de restauracin y conservacin, a fin de no
alterar detalles que pudieran ser cru-ciales para su
contextualizacin histrica.
En la obra de Tefilo Guiard La industria naval vizcana28 se
recogen varias fotografas de exvotos,entre ellos el de Gorliz, que
data aproximadamente de 1912. Durante el inventario de 2007 se
volvia fotografiar el exvoto con todo lujo de detalles.
Entre las dos imgenes median aproximadamente cien aos y, sin
embargo, se pueden apreciarlos cambios acaecidos a elementos
distintivos de la embarcacin como son pabellones y gallardetes.
Comenzando por la proa, en el palo de trinquete la imagen de
Guiard se aprecia un gallardete dearmador de color oscuro y con una
estrella de seis puntas. En el modelo actual ha desaparecido.
En el palo de mesana el Guiard arbola un gallardete de gran
tamao y en el exvoto actual figurauna pequea grimpola
rojiblanca.
A popa el antiguo exvoto arbolaba una bandera bicolor en el pico
de la cangreja y actualmente,en el mismo lugar, hay una
ikurria.
Por ltimo, y en cuanto a banderas se refiere, la bandera, que
parece ser la espaola en la foto-grafa antigua y que estaba situada
en el coronamiento, ha desaparecido de su ubicacin.
En cuanto a otras diferencias apreciadas, y no menos
importantes, el esquife que colgaba de lospescantes del espejo de
popa ha desaparecido. Por el contrario le han sido aadidos varios
esquifes,tanto a estribor como a babor, as como luces de navegacin
verde y roja, respectivamente. La impre-sin que nos ha causado a
quienes hemos inventariado el exvoto es que parece que se ha
buscadoalterar el exvoto a fin de darle una aspecto ms mercante y
menos militar. Aunque tambin en nues-tra opinin, y dado el nmero de
caones y bateras, as como la presencia de caones guardatimo-nes,
nos encontramos a buen seguro ante una fragata militar o bien un
barco civil fuertemente arma-do para el corso29.
Para finalizar con las alteraciones del barco, en la aleta de
estribor de la fotografa de Guiard sepuede observar una estrella de
seis puntas como ornamento del barco, estas estrellas se repiten
tam-bin, como hemos visto, en el gallardete del tope del trinquete
y posteriormente, en el espejo depopa, aunque stas de cinco puntas.
En el exvoto actual se ha pintado esta zona de color
dorado,borrando la estrella de seis puntas.
394
28. GUIARD LARRAURI, Tefilo: La industria naval vizcana
(Anotaciones histricas y estadsticas), Biblioteca Vascongada
Villar, Bilbao, 1968.Lm. 99.
29. Al haber sido inventariado el exvoto desde su ubicacin
actual, es decir, colgado, un nmero importante de datos no pueden
serconsignados ni comprobados, lo que deja en el aire su adscripcin
militar o mercante. Sin embargo, esperamos poder tener acceso total
al exvotoy poder realizar un estudio ms exhaustivo, una vez la
pieza sea trasladada para la exposicin de 2010.
Fragata artillada de Gorliz, hacia 1912. Fragata artillada de
Gorliz, 2007.
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395
Gracias a la inscripcin del espejo de popa: LO HIZO J.A. DE
VILLERANDAS / AO DE 1850, y aque la mano de quien ha modificado el
barco durante el siglo XX no ha llegado a borrar la inscripcin,es
muy posible que podamos identificar perfectamente el barco durante
el proceso de documentacin.
4.6.1. Nuestra Seora de la Antigua (Ordua)
Para terminar este breve recorrido por los exvotos de Bizkaia,
es interesante detenerse ante unosobjetos muy comunes en las
iglesias del territorio y que sin embargo pasan totalmente
desapercibi-dos, cuando menos desde un punto de vista votivo.
Se trata de conchas pertenecientes a una especie de molusco
Tridacna Gigas procedentes delOcano Pacfico y que se encuentran
presentes en numerosos templos utilizadas como aguabendite-ras.
En general se encuentra en nmeros pares, es decir, las dos
valvas del molusco, situadas aambos lados de la entrada de las
iglesias y ermitas. Sus dimensiones van desde algunas de pe
queotamao (50 cm) como las presentes en la ermita de Santa Catalina
de Mundaka, hasta las expues-tas en la figura 10 y que proceden del
Santuario de Nuestra Seora de la Antigua de Ordua, alcan-zando ms
de un metro de longitud.
Durante buena parte del siglo XIX lo extico se pone de mo da, de
manera que muchos marinosofrecen a sus santos intercesores regalos
y exvotos en forma de tridacnas, en su mayora proceden-tes de
Filipinas.
Por otra parte la leyenda negra asociada a este animal (se deca
que era capaz de atrapar la pier-na de un ser humano y ahogarlo,
algo totalmente incierto) hizo que fuesen muy apreciadas
comoexvotos, a lo que haba que sumar la doble utilidad como ofrenda
votiva y utilidad sacramental. Noes balad que precisamente el agua
bendita del templo estuviera contenido en estas conchas.
Actualmente la tridacna est en proceso de extincin en buena
parte del Pacfico y es un objetomuy apreciado por coleccionistas,
lo que ha propiciado su caza indiscriminada para abastecer el
mer-cado negro.
Concha de tridacna de grandes dimensiones utilizada
comoaguabenditera en el Santuario de la Virgen de la
Antigua(Ordua). Hay otras del mismo tipo en Hondarribia
(iglesiaparroquial), Biarritz (iglesia de Sainte Eugenie), etc.
4.6.2. Otros exvotos pictricos de Bizkaia
Sin menoscabar la importancia de todo tipo de materiales
votivos, es opinin general entre los espe-cialistas, la singular
relevancia de los exvotos pictricos, por cuanto no slo representan
a las embar-caciones protagonistas del supuesto hecho milagroso,
sino que, adems, ofrecen un imagen vividade los pormenores del
accidente y, en ocasiones, de los propios protagonistas.
Con nimo ilustrativo y a modo de complemento, las figuras 12 a
16 suponen un recorrido a vue-lapluma por los principales
representantes en Bizkaia de esta modalidad votiva.
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396
Vista general del exvoto pictricode Pobea.
Bergantn Juanito, al mando del capitn Abaitua. 1859.Baslica de
Nuestra Seora de Begoa, Bilbao.
Exvoto de manufactura inglesa que representa un
accidenteocurrido en aguas de Cowes, en Inglaterra. 1853. Baslicade
Nuestra Seora de Begoa, Bilbao.
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397
Exvoto de F. J. Lopez. Donde figura la localidad deDolores, en
Buenos Aires, Argentina. Baslica de
Nuestra Seora de Begoa, Bilbao.
Bergantn Piedad, al mando de Pedro de Garay. 1854.Entre Cuba y
las islas Bermudas. Baslica de NuestraSeora de Begoa, Bilbao.
Vapor Ciscar. 1905. Museo Diocesanode Arte Sacro, Bilbao.
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Xabier Armendariz
398
30. Tal y como se adelantaba en la introduccin de este trabajo
se estn iniciando las labores de inventariado, tanto de los exvotos
deGipuzkoa como de Iparralde, encontrndose los trabajos en una
primera fase de censo de las piezas y recopilacin de informacin
sobre suparadero y emplazamiento actual.
31. SUSTETA, Jos Manuel: Exvotos marineros en Guipzcoa, op.
cit.
Fragata de Nuestra Seora de Itziar.
4.7. Gipuzkoa
El territorio de Gipuzkoa conserva una importante coleccin de
exvotos marineros an por inventa-riar de manera exhaustiva30. Sin
embargo, una parte importante de la recopilacin de datos
sobremaquetas votivas, gracias a la cual conocemos la importancia
de los exvotos marineros guipuzcoa-nos, se debe al encomiable
trabajo de Jos Manuel Susteta31, no obstante queda por determinar
elnmero actual de exvotos, no slo en modelos de barco, sino tambin
exvotos pictricos, epigrficosy diferentes objetos votivos.
En cualquier caso, y basndonos en el trabajo de Susteta
anteriormente citado y en el proceso derecopilacin de informacin
previa llevado a cabo, parece evidente una diferencia sustancial
entre lasmaquetas y modelos de barcos guipuzcoanos respecto a sus
homnimos vizcanos. Esta diferenciaestriba en la datacin de las
piezas, que en su gran mayora se trata de embarcaciones del siglo
XVIIIy principios del XIX, lo que supone una novedad respecto a
Bizkaia donde todos los modelos de bar-cos inventariados son del
siglo XIX o XX.
Este hecho supone poder acceder a piezas con una singularidad y
belleza especial, y de las que unestudio pormenorizado a buen
seguro extraer datos importantes e inditos para la historia
navalguipuzcoana.
En una primera aproximacin se han visitado diversos templos, a
fin de confirmar la presenciaactual de los exvotos en las
ubicaciones de las que tenamos noticias. A modo de ejemplo, entre
lostemplos visitados destacan Nuestra Seora de la Asuncin de Deba y
Nuestra Seora de Itziar.
En Nuestra Seora de la Asuncin nos encontramos ante una bella
fragata policromada, en la quedestacan especialmente la
meticulosidad del oferente o el artesano que elabor el exvoto, y
que seaprecia en la profusin de detalles y adornos en la nave.
Son especialmente destacables los detalles de la proa y de los
jardines y coronamiento de popa.
El modelo se encuentra en perfecto estado de conservacin,
gracias, al parecer, a la restauracinllevada a cabo por Iaki
Martinez Gorrochategui Amua el ao 1995. Sin embargo, no tenemos
lacerteza respecto a qu elementos son originales en el exvoto y
cuales han sido aadidos durante elproceso de restauracin. En
cualquier caso, parece tratarse de la representacin de un navo del
sigloXVIII.
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399
En cuanto al exvoto de Nuestra Seora de Itziar, cabe destacar
que an siendo, desde el punto devista colorista, un modelo menos
vistoso que el de Deba, se trata sin duda de una maqueta muy
bienrealizada y estructurada, conservando una sobriedad propia de
los exvotos ms an tiguos.
Por otra parte, presenta una novedad muy interesante respecto al
resto de los exvotos inventaria-dos en el Pas Vasco: es el nico
modelo segn nuestras noticias que enarbola la antigua borgoe-sa, el
pabelln blanco con la cruz de San Andrs.
4.7.1. Exvotos de guerra
Advertamos al comienzo de este trabajo que existe una marcada
tendencia a desacralizar o despojarde carga votiva a ciertos
exvotos que por su naturaleza no corresponden con la idea popular
actualde lo que es o no un exvoto.
Este es el caso de los elementos que pueden ser confundidos con
objetos meramente ornamen-tales o de uso cotidiano. As, en Gipuzkoa
se dan todo tipo de soportes como objetos votivos. Uncaso curioso
es la bala de can que Antonio Oquendo ofreci a la Virgen de Arnzazu
tras alcanzarla victoria, segn su creencia, por intercesin
divina.
Aunque pueda parecer paradjica la utilizacin de un elemento
militar como ofrenda a una divi-nidad cristiana, este tipo de
ofrendas se inscriben en una tradicin muy antigua y se explica por
elhecho, ms o menos milagroso, de que la bala de can no causara
daos mortales o no hundiesela nave.
Antiguamente, al parecer una placa de plata coronaba la bala con
al inscripcin:
En la batalla naval, que el almirante general D. Antonio de
Oquendo tuvo con la armada de Holanda enPernambuco el ao de 1631 a
doce de Setiembre, entre otras muchas balas que quedaron en su
capita-na, de las que el enemigo le dispar, es sta una, la cual
ofreci en hacimiento de gracias de la victoriaa la Virgen de
Aranzazu como a su nica Protectora32
32. UNSAIN, Jos Mara: San Sebastin, ciudad martima, Untzi
Museoa-Museo Naval, Donostia, 2008, p. 395. Adems de la referencia
biblio -grfica, y fotogrfica, es justo agradecer a Jos Mara Unsain
y al personal del Untzi Museoa, el apoyo recibido en todo
momento.
Exvoto de Antonio de Oquendo, Siglo XVII.
4.7.2. Exvotos pictricos
En cuanto a los exvotos pictricos, Gipuzkoa no ha de ser menos
que sus otros territorios hermanos.A modo de muestra, y a la espera
del inventariado general, diversas piezas llaman nuestra
atencin.
La primera de ellas, se trata del exvoto pictrico conservado en
la iglesia parroquial de Deba. Alparecer fue depositado por uno de
los tripulantes del paquebote San Miguel, tambin conocidocomo El
nico. Este bar co perteneciente a la Com paa de La Ha bana, era
mandado por capitn Joa -qun La rra guibel en 1775, fe cha del
suceso.
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Xabier Armendariz
400
33. Transcripcin libre del texto de la leyenda que figura en el
exvoto. As mismo, la imagen del mismo que reproducimos, puede
consultarseen: UNSAIN, Jos Mara: op. cit., p. 103.
Exvoto del paquebote San Miguel.Iglesia parroquial de Deba,
1776.
El aspecto general del ex voto obedece a las con venciones en
estas obras durante el siglo XVIII,con la particularidad de ubicar
el texto vo tivo en la esquina su perior izquierda del cua dro. En
este tex-to se hace un relato pormenorizado de los acontecimientos
acaecidos abordo:
el 7 de agosto hallndose a unas 68 leguas al oeste de la Bermuda
le entr el Equinocio con tal furiaque no es ponderable, el cual
duro 48 horas sin amainar nada de su primer vigor antes por mo
mentos seiba aumentando la tormenta: el dia 9 parecia la mar una
brasa de fuego, de modo que unidos los treselementos de agua,
viento y mar a cual ms fuerte temimos se anegase el barco. En este
conflicto nohallamos otro recurso que dar la popa al Viento y pedir
a esta Divina Sra. se dignase aplacar la tormen-ta, pues nunca se
vea el barco sobre el agua, sino combatido siempre bajo los golpes
de Mar de suerteque a las 4 de la tarde fue preciso cortar el palo
mayor: a las 9 de la noche entre muchos golpes de Marvino uno tan
furioso que le arras todo un costado, llevndose tambin toda la
popa, alczar, castillo,cubierta, artillera, lancha, bote, palos y
respetos () y dos hombres, quedndose hecho una boya: enesta postura
estuvo el barco debajo del agua arriba de 9 minutos hasta que
desagu por las portas de loscaones. El da 10 abonanz el tiempo y
hallndonos absolutamente sin tener de qu echar mano paraarmar una
bandola, fue preciso cortar baos y tablas, con lo que determinamos
arribar al puesto de Char-lestown en la Carolina y entramos el 28
de dcho. y habindonos reparado all del todo salimos paraCdiz el 31
de Enero de 76, a cuyo puerto llegamos el 28 de Marzo () da de esta
imagen de DOLO-RES. ES VOTO a esta Virgen Dolorosa33.
Tal y como se puede apreciar con claridad en la pintura, el
paquebote San Miguel se encontrabatotalmente desarbolado, con una
fuerte mar de popa que amenaza la estabilidad del buque yembarcando
gran cantidad de agua por la banda de babor, que anega el combs.
Entre los restos develas y palos flotantes, han sido representados
los dos marineros muertos a los que aluda el textovotivo. Por
ltimo, en la toldilla aparece un oficial, muy probablemente el
capitn Joaqun Larragui-bel, o el propio oferente.
Tanto este exvoto, como su coetneo de Pobea, en Bizkaia,
responde a unas mismas caracters-ticas descriptivas, siendo de
especial mencin la representacin en la toldilla de un oficial, en
el casode Pobea en actitud orante, como representacin quizs de la
autoridad abordo ante la divinidad.
Para finalizar este somero recorrido por los exvotos conocidos
de Gipuzkoa, es imposible nohacerse eco del que, a buen seguro, ser
elemento votivo martimo ms antiguo del Pas Vasco, yentre los de ms
temprana cronologa de la pennsula. Se trata de la tabla pintada
entregada comoexvoto por Juan Martnez de Mendaro a la Iglesia de
San Pedro de Zumaia. Representa la batallalibrada por una escuadra
de cinco carabelas, cuatro galeras y tres carracas vascas, al mando
del pro-pio Martnez de Mendaro, que en el ao 1475 se enfrenta a una
escuadra combinada luso-genove-
-
401
sa, en las inmediaciones del estrecho de Gibraltar, y que se
sald con el apresamiento de varias navesenemigas por parte de los
vascos34.
La principales virtudes de este exvoto son: por una parte, la
constatacin evidente que atestiguauna tradicin votiva entre los
marineros vascos, muy anterior en su cronologa a la
comnmenteaceptada importacin desde el Mediterrneo de este tipo de
tradicin votiva.
Por otra parte, y quizs ms relevante, tal y como sucediera con
la coca de Matar o el galen deUtrera, este exvoto nos permite
conocer el aspecto y arquitectura de una carraca vasca de la
segun-da mitad del siglo XV, algo que en pocas tan pretritas es
verdaderamente excepcional.
4.8. Lapurdi
El panorama y la situacin de los exvotos marineros al otro lado
de la frontera, es en cierta manerauna incgnita. Que tengamos
noticia no se ha realizado ni publicado ningn trabajo que
describamnimamente estas piezas ni sus ubicaciones. Estamos
iniciando ya una labor de bsqueda en lasfuentes descriptivas de
iglesias y ermitas tendente elaborar un cuadro de las piezas
existentes, comopaso previo a un proceso de catalogacin.
En cualquier caso, como sucediera con Gipuzkoa, cualquier visita
aleatoria a templos de la costalabortana revela la presencia
esperada de exvotos marineros. Un ejemplo lo constituye la iglesia
deSainte Eugnie en la que se halla depositado el exvoto de una
fragata artillada con la arboladura eninvernada.
As mismo y continuando con la tradicin documentada en Bizkaia
durante el proceso de inventa-riado, en la misma iglesia se
localiza tambin una concha de tridacna utilizada como
aguabenditera.Parece confirmarse la especial fascinacin que este
tipo de conchas ejercan entre los oferentes que lasdepositaban en
los templos y su constante utilizacin dentro de la liturgia de la
iglesia.35
Como viene siendo habitual en ambas vertientes de los Pirineos,
son numerosos los museos queconservan entre sus fondos exvotos
marineros. El Muse Basque de Baiona36, tiene en su haber dospiezas:
la goleta de tres mstiles Alcyone y la corbeta Victoire adquiridas
por el museo en 1923 y1924, respectivamente.
En una primera inspeccin de la maqueta del Alcyone llama la
atencin la sirena del mascarn deproa, perfectamente engastada en un
barco que apenas supera los 48 cm de eslora, incluyendo elbauprs.
En el espejo de popa figura la inscripcin: ALCYONE / BAYONNE
Detalle de la tabla votiva de San Pedro deZumaia, 1475.
34. Ilustracin parcial de la tabla votiva en: UNSAIN, Jos Mara:
op. cit., p. 30.35. Esta tradicin de utilizar conchas gigantes como
aguabenditeras no es privativa, ni mucho menos del Pas Vasco.
Desplazndose hacia
el oeste a travs de la costa cantbrica es posible encontrar
innumerables ejemplos de esta prctica. Sirva de muestra las
presentes en la iglesiade Santa Mara de la Asuncin de Castro
Urdiales.
36. Queremos agradecer a Rafael Zulaika y Olivier Ribeton del
Muse Basque de Baiona, las atenciones prestadas y su ayuda
incondicionala la hora de comenzar a abordar el proceso de
inventariado de los exvotos marineros de Iparralde.
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Xabier Armendariz
5. CONCLUSIONES PRELIMINARES Y PERSPECTIVAS DE FUTURO
Una historia como la Historia Martima, por naturaleza
totalizadora y que integra aspectos tan varia-dos como la historia
institucional, cultural, militar, comercial etc, ha de ser tambin,
como apuntabaLucien Febvre, una historia social. Es imprescindible,
en consecuencia, que integre al individuo y susrelaciones con el
medio y el resto de los individuos en una sociedad tan especial y
de un carcter tanmarcado como la sociedad martima. Pero tambin es
necesario que contemple los aspectos ms nti-mos, los miedos ms
atvicos y las creencias ms arraigadas de unos personajes que viven
en per-manente contacto con el abismo y la muerte y que en muchas
ocasiones son actores de un dramapredecible. Slo as llegaremos a
entender aspectos sutiles, pero a veces determinantes de la
idiosin-crasia y comportamiento de las sociedades marineras.
Los exvotos marineros son una magnfica herramienta, ni mucho
menos la nica, que nos puedeayudar a completar el mapa emocional y
la historia de la mentalidad de la sociedad martima vasca.
Se han hecho muchos esfuerzos en los ltimos aos tendentes a la
recuperacin y puesta en valorde nuestro patrimonio martimo. Desde
nuestro grano de arena, creemos que los exvotos, ejemplode cultura
material, es la punta del iceberg de una importante, y a veces
desconocida, cultura inma-terial martima vasca.
As como otros aspectos etnogrficos relativos a leyendas,
creencias y mitos del Pas Vasco se hansalvado del olvido gracias a
la labor de numerosos estudiosos, el mundo mgico y mitolgico de
losvascos del mar, si es que existi, ha desaparecido casi en su
totalidad.
Los exvotos marineros suponen el ltimo eslabn que nos une con la
mentalidad de esa sociedadmartima, pero adems nos aportan
historias, pero historias en primera persona, donde el
marinoindividual es el protagonista y no los grandes cambios y las
grandes cifras de puertos, flotas y cofra-das. El exvoto nos
transporta al pasado cotidiano y rescata del olvido sucesos de otro
tiempo en unadimensin humana.
A travs de la vivida expresividad de los lienzos podemos evocar
maniobras, tormentas, rutas denavegacin, situaciones adversas,
tempestades, como si de una foto fija se tratara, mientras
noscuentan, a pie de cuadro, el momento preciso en que transcurri
el suceso como una crnica perio-dstica.
Por su parte los modelos de barco tienen la caracterstica
especial, casi romntica, de haber sidoconstruidos por los mismos
marinos que tripulaban aquellas naves, y constituyen la nica
imagen,viva y fiel , de unos barcos que ya jams veremos
navegar.
Desde que iniciramos el proyecto de inventariado de exvotos
marineros del Pas Vasco, fuimosconscientes del carcter residual de
muchas de las piezas que bamos a encontrar, sin embargo y
paranuestra sorpresa, la cantidad de exvotos inventariados, su
transcendencia cultural e histrica, y elvolumen de los que an
tenemos en proceso de estudio en Gipuzkoa y Lapurdi, apuntan a una
rique-za de un patrimonio material e inmaterial de dimensiones
insospechadas para nosotros.
Una vez concluya el inventariado y se pueda elaborar un mapa
fsico de los exvotos marineros delPas Vasco, se podr abordar quizs
la parte ms interesante y la que ms informacin nos puedefacilitar,
como es la fase de documentacin. Sin embargo, el primer objetivo
que nos marcamos en elao 2006, pasaba por una recogida sistemtica y
de urgencia del mayor nmero posible de datossobre los exvotos,
antes de que las amenazas descritas en la introduccin de este
artculo terminarancon las piezas existentes.
A lo largo del trabajo de inventariado hemos podido constatar
con satisfaccin que el merointers en estudiar estas piezas in situ
genera entre los responsables de los templos o los custodiosde los
exvotos, primero sorpresa, ante un objeto que muchos de ellos
consideraban sin ms inte-rs que el puramente devocional; y
posteriormente un nimo de conservacin y puesta en valor,gracias a
la revalorizacin de facto que ha supuesto nuestra presencia e
inters por los exvotosmarineros.
Sera fcil sucumbir a la tentacin de implorar ayuda divina para
concluir nuestro trabajo, perocontraeramos una deuda con el
Altsimo, y no tenemos la habilidad, y quizs tampoco la devocinde
nuestros ancestros, para generar un exvoto con el que pagar el
dbito.
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