EDMUNDHUSSERLEXPERIENCIA YJUICIOINVESTIGACIONESACERCA
DELAGENEALOGADELALGICARedaccin y edicin de L u d w i g L a n d g r
e beConun eplogodeL otharE ley Traduccin:JasR euterRevisindeBernabN
avarroUNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE
MXICOMxico1980Ttulooriginalenalemn:
ErfahrungundUrteilEditadaporClaassen Hamburg1948Primeraedicin
enespaol:1980DR (c)1980,UniversidadNacionalAutnomadeMxico
CiudadUniversitaria,Mxico20,D.F.D ireccinG eneraldePublicaciones
ImpresoyhechoenMxicoISBN968-58-2967-5PREFACIOA LAEDICIN ALEMANALa
impresin de IcL.presente obrase realiz originalmente poco despus
dela muerte deEdmund Husserl enel aode 1938 enla editorial
Academiade Praga. Inmediatamentedespus de suconclusin,enla
primaverade1939,laeditorialfue disuelta debido a la anexin de
Checoslovaquia, de tal modo que la obra ya nolleg a distribuirse
encaslibreras. La edicin completa sequedenPraga y fuedestruida
durantela guerra, a excepcinde 200 ejemplares quelograronenviarse a
Londres todava en el ao 1939 a la editorial Alien %cUnwin,
vendindoseenInglaterrayrilosEstadosUnidos.Sesuscit as la situacin
paradjica de que el librofue difundido, comentado ycitadoenesosdos
pases,aunqueenextensin limitada, mientras que para el crculo de
lectores de la Europa
continentalsemantuvoprcticamentedesconocido.Deah la necesidad de
imprimirla nuevamente en su forma original por mtodo fotomecnico,
paraque esta obra, aparecida
propiamentehaceyaochoaos,tuviesefinalmenteaccesoala luz
pblica.Suredaccinypublicacinsebasenunasolicitudde
EdmundHusserl,quiensiguidecercahastaelltimo
momentoelavancedeltrabajo.Ya notuvolaoportunidad de escribir un
prlogo como lo haba deseado ni de ver impresa la obra.De aqu que
fuese el editor quien tuvo que asumir la tarea de decir lo
necesario comointroduccin.En su Lgica formal y trascendental
(1929), Husserl se haba propuestoexponernosloel
sentidointerno,laestructura y conjuncin de todo aquello que hasta
nuestros das se haba estudiadoen materia de problemas lgicos en el
sentidoms amplio,sinodemostrartambinlanecesidaddeunaeluci6
PREFACIOdacin fenomenolgica dela problemticalgica ensuconjunto.Una
seccin principal delasinvestigaciones analtico- descriptivas que
sirven al objetivo de una tal fundamentacin fenomenolgica dela
lgica, es la que se ofrece en la presente obra. La Lgica formal y
trascendental se concibi como una introduccingeneral
ydeprincipioaestosanlisis particulares concretos (proyectados ya
desde entonces); desdela aparicinde aquella obra ha pasado,
sinembargo,unlapsotan largo que estos anlisis ya no pueden
presentarse sencillamente
comounacontinuacinyelaboracin.Muchomenossise tieneencuentaquelos
progresos realizadosdesdeentonces
porHusserlensusreflexionessistemticas,hacenaparecer bajo una nueva
luz muchos delos resultados de aquellibro.
Elpresenteescritotuvoqueadquirir,porconsiguiente,la
formadeunaobraensindependiente.Paraestefinsele antepuso una
detallada introduccin, que sirve, por unlado, dereferenciadel
sentidodetodosestosanlisisalaltima
fasedeldesarrollodelpensamientohusserliano,algunosde cuyos
resultados importantes se publicaron en su ltima obra
Lacrisisdelascienciaseuropeasylafenomenologatrascendental(Philosophia,
vol. I, 1936); por el otrolado constituye una sntesis de las ideas
fundamentales de la Lgica formaly trascendentalqueresultandecisivas
paracomprender
lasbasesdelosanlisisparticulares.Sesobreentiendequeconunatalrepeticindealgunos
puntos de vista de la Lgica formal y trascendental en el marco dela
introduccin, no se puede pretender dar denuevo una
respuestaconvincenteybrevealosproblemasdeprincipio
delalgicafenomenolgica.Unaintroduccinverdaderamente exhaustiva a
las peculiaridades y al sentido de esas cuestiones requierela
exposicindetalladadeaquellibro,cuyo estudio no se puede sustituir
mediante una apretada sntesis. Las partesdela introduccinreferidasa
estascuestionesno han de servir ms que de breve indicacin, por lo
que sin duda ofrecern, al lado de otros pasajes, ciertas
dificultades al lector pocofamiliarizadoconla
fenomenologa.Serecomiendaa estelector nodetenersedemasiadoenestos
prrafosdurante la primera lectura, para pasar cuanto antes alos
anlisis parPREFACIO
7ticulares,cuyacomprensinresultamsdirecta.Unavez
estudiadalaobraenterapodr volvernuevamentesobrela introduccin,
remitindose al mismotiempo a la Lgica formal y trascendental.En
cuanto elaboracin de una parte esencialdel programa
planteadoenlaLgica,la presenteobra permitir una mejor comprensin de
aqulla, asi como el sentido ms profundo de los anlisis particulares
realizados aqui se inferir solamente si se tiene a la mano la
Lgica.Para entender el carcter de este libro debemos hacer
referencia a la historia de su origen.En vista del creciente nmero
de susproyectosymanuscritosdeinvestigacin,Husserlse ocup durante
los ltimos 20 aos de su vida cada vez ms del problema de encontrar
enla cooperacin con sus estudiantes
ycolaboradoresnuevasvasparaaprovecharliterariamente los resultados
de sus investigaciones cuyo volumen consideraba no poder dominar
por s solo.Deesta manera, en1928 al ser asistente suyo me
encargreunir los manuscritos pertenecientes al campo de los
problemas de la lgica trascendental,
transcribirlosdesutaquigrafaeintentarsuordenamiento sistemtico y
uniforme.El hiloconductor ylas ideasbsicas para estetrabajo se
encontraban en un curso de cuatro horas
sobreLgicagentica,queHusserlhabaofrecidovarias veces en Friburgo a
partir del semestre de inviernode 1919- 1920.Esecurso constituy el
material bsicode elaboracin y se le agregaron como complemento
varios manuscritos
anterioresdelosaos1910-1914,asicomofragmentosdeotros
cursosdelosaosveinte.El proyectoresultantehabrade constituir el
ncleo de una publicacin>cuya redaccin final Husserl pensaba
realizar personalmente.Pero no lleg a cumplir su deseo: a partir de
un pequeotratado sobre el sentido
delaproblemticalgico-trascendentalquehabayoantepuesto como
introduccin a ese trabajo, Husserl quiso complementarlo yde este
afn result,en pocos meses del invierno 1928-1929,la obra Lgica
formal y trascendental. Fue publicada primero por s sola, separada
del trabajo al cual haba de servir de presentacin y cuya
introduccinhaba constituido, por as decir, la semilla.8
PREFACIOEsta nueva elucidacindel conjuntototal de la problemtica
lgica requiri una reelaboracin del proyecto que habia yo
presentado; no slo se profundiz el contenido de sus
anlisisparticularesmediantesureferenciaalayapublicada Lgicaformal
ytrascendental,sinoquetambinseampli
esecontenido.Estesegundoproyectodelapresenteobra, redactado entre
1929-1930, surgidel siguiente modo: la base era el primer proyecto
(elaborado antes dela redaccindela Lgica formal y trascendental),
al que el propio Husserl habia aadido acotaciones y prrafos
complementarios.En primer lugar tuvieron que tomarse en cuenta stos
y agregarse despus
otrosmanuscritosafines,casitodosdelosaos1919-1920. Mi tarea
consistien redactar untextounitario, sistemtico y coherente a
partir de ese material, tomando en consideracin los lineamientos
principales fijados en la Lgica formal y
trascendental.Puestoquelosmanuscritostenanuncarcter sumamente
diverso por un lado, el primer proyecto ya revisado por el propio
Husserl; por el otro, los manuscritos nuevamente consultados,
procedentes de varios perodos y con caractersticas de redaccin
diferentes, que contenan en parte slo breves anlisis esbozados
fragmentariamente, y en parte estudios particulares completos,
aunque escritos sinlaintencin de incluirlos en un contexto ms
amplio, no slotuve que darles una uniformidad estilstica y
terminolgica para llevarlos en lo posible a un mismo nivel, sino
que adems hubo que escribir tambinlos textos de transicin
faltantes, realizar la divisin en captulos y pargrafos e incluir
los ttuloscorrespondientes; es ms, en muchos casos en que los
anlisis apenas eran esbozados en los manuscritos, mostrando
verdaderas lagunas,hubonecesidad decompletarlofaltante.Eltrabajose
realizde tal modoque mis intervenciones y agregados eran
discutidosprimerooralmenteconHusserl,demaneraque aun ah donde el
texto no se poda apoyar directamente en el tenor delos manuscritos,
no contena sinembargonadaque no pudiese por lomenos apoyarse enlas
declaraciones orales de Husserl y en su aprobacin.Tambin este
segundo proyecto (concluido en 1930) de la presente obra fue
acotado con observaciones por el propio Husserl, con el objeto de
tener cuantoPREFACIO 9anteslistala versindefinitiva
paralaimprenta.Unaserie de trabajos urgentes se le interpusieron y
finalmente hicieron desaparecer de su campo visual aquel
plan.Apenas en 1935, gracias al apoyodel Circulo Filosficode Praga,
fue posible volver sobreel proyecto.Renunciandoa una terminacin
personal de la obra}Husserl me otorg entonces pleno poder para
elaborar la ltima versin del texto bajo mi propia
responsabilidad.Para ello no slotuve que considerarlas
observacionesquehabia hechoHusserlal segundo proyecto, sino que
procur dar una forma ms clara y concisa al ordenamiento
ELAINVESTIGACION 13Lgica formal ytrascendental,donde tambin se
discutieron las cuestiones de principio y tal como se realizaenuna
sola pieza en la presente investigacin. La aclaracin fenomenol-
gica sobre el origen de lo lgico descubre que el mbito de lo lgico
es muchomsampliodeloquetradicionalmente ha tratado la lgica hasta
ahora, y descubre al propio tiempo las
razonesesencialesocultasqueprodujerones&limitacin precisamente
al remontarse a los orgenes de lo lgicoen
elsentidotradicional.Enellodescubrenosloqueya
existeunaaportacinlgica enestratosdondelatradicin
nolahabavisto,yquelaproblemticalgicatradicional apareceapenasenun
nivelbastanteelevado,sinomsbien
quejustamenteenesosestratosinferioresesdondedeben
buscarselosrequisitosocultosqueafindecuentaspermitenentenderelsentidoylacorreccindelasevidencias
superioresdellgico.Sloasresultaposibleenfrentarse a la tradicin
lgica en su totalidad y como una meta ms
delesclarecimientofenomenolgicodelalgicaobtener
elconceptogeneraldelgicaylogos.Aspues,aunque
noseaposibledelimitarporanticipadoelmbitodelo lgico, su
esclarecimiento fenomenolgico requiere al menos un concepto
preliminar de esembitoaunqueslo seapara sealarle el camino a
seguir.Este concepto preliminar no se
puedeelegirenformaarbitraria,sinoqueestconstituido
precisamenteporelconceptotradicionalyadadodelgica y lgico. 4Y en el
centro de este concepto se halla la problemtica del juicio
predicativo.2.La determinacin y posicin preferente tradicionales
del juicio predicativo y sus problemasEl juicio, la apfansis en el
sentido tradicional, todava es un ttulo que abarca una diversidad
de contenidos.Hacefalta, por lotantodelimitarconmayor
precisinnuestrotemay observar los problemas que encierra y
queestnya presea- lados por la tradicin ( 2).Despus podremos
intentar, paso4
Paraaclararelsentidodelatradicinlgica,cf.Logik,Introduccin,
11ySeccinI,A.14 INTRODUCCINa paso, la caracterizacin del mtodo que
habremos de seguir y que de antemano hemos calificado como gentico
( 3 ss.).A lo largo de toda la tradicin se extienden las
diferenciaciones entre las ms variadas formas de juicios y, en
cuanto al juicio mismo, se lo ha tratado de fijar de las maneras ms
diversas.Pero lo que qued establecido desdeun comienzo, desde la
fundacin aristotlica de nuestra tradicin lgica,es queel
juiciopredicativo secaracterizaen generalporestar
constituidodedosmiembros:unsustrato(u 7t o x ljjlsv o v )
acercadelcualseenunciaalgo,yloqueseenunciadel
(xocT7)Yopolevov);desdeotropunto devista,eldesuforma lingstica, se
distinguen esos miembros como6vo(aypyjfxoc. Toda oracin enunciativa
ha de constar de esos dos
miembros.5Elloimplica:todojuzgarpresuponequeunobjetoexiste, dado
frente a nosotros, acerca del cual se dice algo.Con esto
nosencontramos,por as decir, con un modelo original, que en cuanto
juicio debemos estudiar en suorigen.Al hacerlo, debemos dejar
abierta la cuestin de si realmente nos las habernos aqu con la
estructura lgica primaria.Slo aclarando el origen de esta
estructura tradicionalmente definida como juicio, sepodr
responderastay alasdemspreguntas relacionadas con ella:en qu medida
el juicio predicativo es el tema predilecto y central de la lgica,
de modo que en su esencia misma tenga que ser necesariamente una
lgica apofntica,una doctrina del juicio? En segundo trmino:cules la
naturaleza de la conexin entre sos dos miembros que siempre se han
distinguido en el juicio y hasta qu punto el juicio es a la vez
sntesis y diiresis?Este problema siempre ha desconcertado a los
lgicos y no hasido resuelto an satisfactoriamente.Qu es lo que en
el juicio se une y se separa? Unapregunta ms:Culdelas
mltiplesformasdejuicio que distingue la tradicin es la ms
originaria, es decir, aquella queha depresuponersecomola nfima
yfundadorade todas las dems y pensarsepor necesidad esencial
comoexistente,paraquepuedanconstruirsesobreellaotrasformas
superiores?Existeunaformaoriginariaoexistenvarias con el mismo
valor, yuxtapuestas, y si existe una sola, de
qu5Cf.Aristteles,Deinterpr.,16a19y17a9.PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN15manera
es posible hacer remontar todas las dems a esa forma
primaria?As,porejemplo,soneljuicioafirmativoyel
juicionegativodosformasfundamentalesyuxtapuestasde idntico valor y
de igual originariedad, o tiene alguna de ellas
laprioridad?Ladefinicintradicionaldel
juicioconduceaestascuestiones.Cierto que quedan sin resolver tambin
otros problemas,quemediantenuestromtododelesclarecimientodel origen
de lo que tradicionalmente se nos ha presentado como juicio, no se
pueden responder con sencillez, sino que su respuesta sera ya
objeto de un enfrentamiento con la tradicin ntegra, que rebasa
loslmites de nuestra investigacin.Sin
embargo,sealemosalgunosdelosproblemasencuestin. Desde Aristteles
seha aceptadoqueelesquemabsicodel juicio es el juicio copulativo,
que se puede reducir a la forma fundamental S es p.De acuerdo con
esta idea, todo juicio de estructura diferente, por ejemplo, la
forma de la proposicin verbal, se puede convertir en la forma de la
conexin copulativasinalterarsusentidolgico;porejemplo,lafraseel
hombre camina equivale lgicamente a el hombre es caminante.El es
est como parte delpvjfjux, en que siempre se
indicatambineltiempo,porloqueenestoesigualal verbo. 6
Hacefalta,pues, comprender conexactitud loque ocurre en esta
conexin copulativa, comprender la naturaleza dela esencia y
delorigendeljuicio predicativo copulativo, antes de que se pueda
decidir sobre la cuestin de si efectivamente se justifica esta
convertibilidad y si la diferencia loes slo de la forma lingstica,
que no remite a ninguna diferencia de aportacin lgica de
sentido.Ahora bien, si ste ltimo fuera el caso, se planteara el
problema sobre la naturaleza del nexoexistente entreambas formas,la
delaproposicin copulativapor unlado y la dela proposicin
verbalporel otro:son ambas aportaciones de sentido igualmente
originarias,ounadeellasculeslamsoriginaria?Esdecir, representa en
realidad la forma copulativa S es p el esquema bsico del juicio,
tal como lo quiere la tradicin? Adems, la pregunta por la
originariedadde esteesquema se tendra6 Cf. Deinterpr.,loe.city 21b
9.16 INTRODUCCINque plantear asimismo en vista del hecho de que en
l aparece con toda naturalidad el sujeto en la forma de latercera
persona.Ello implica el supuesto de que la primera y segunda
personas,el juicio en la forma de yo soy . .t eres . . no expresa
ninguna aportacin lgica de sentido, que se desviara de la que se
expresa en el esquema bsico preferido ello es . .tambin esta
suposicin requerira un examen y mostrara bajo una nueva luz la
pregunta por la originariedad del esquema bsico tradicional S es
p.3.Labilateralidaddelatemticalgica. El problemade la evidencia
como punto de partida de los planteamientos orientados
subjetivamente y su soslayamientoenla tradicinEl juicio en torno
del cual se plantean todas estas cuestiones se le presenta al lgico
ante todo en su constitucin lingstica como proposicin enunciativa
y, por lo tanto, como una especie de estructura objetiva, como algo
cuyas formas y relaciones puede investigar, tal como lo hace con
otros entes. Si hacemos memoria lgica, veremos que el conocimiento,
con sus modos de proceder lgicos, siempre ha realizado su
obra:siempre
hemosemitidojuicios,formadoconceptos,sacadoconclusiones,todolocualconstituyenuestroacervoconocitivoy
nosesdadoencalidaddetal.Estosignificaqueelinters
mostradoporellgicoprincipianteenestasestructurasno es un mero
inters por cualesquiera estructuras de forma
determinada,sinounintersporestructurasquetienenlapretensin de ser
depositaras de conocimientos. Los juicios cuyas formas investiga se
presentan como supuestos conocimientos. Ello implica:previo a toda
reflexin lgica existe ya el saber sobrela
diferenciaentrelosjuiciosquesonconocimientos verdaderos y a los que
corresponde una verdad, y juicios que
sonconocimientoslosupuesto,slopretendido.Antesde
todareflexinlgicaconocemosyalasdiferenciasentreel
juicioverdaderoyeljuiciosloaparentementeverdadero, que despus se
revela tal vez como falso,entre la conclusin correcta y la
conclusin errnea,
etctera.Ahorabien,siellgicorealmentesepreocupaporuna
lgicaenelsentidoamplio y serio,suintersporlas leyes de la formacin
de los juicios los principiosy las reglas de la
lgicaformalnosedirigeaellascomoamerasreglas de juego,sino a leyes
que debecumplir la formacin delos juicios para que el conocimiento
mismo sea posible. 7 Son vlidas como juicios por su pura forma,
prescindiendo totalmente del contenidomaterial de aquello quese
incorporaen la forma vaca como objeto o sustrato del juicio. As
pues, encierran, por as decir, slo condiciones negativasde una
verdad posible;un juicio que atente contra ellas jamspodr tener por
resultado una verdad o, en trminos subjetivos, una evidencia; no
puede ser un juicio evidente. Mas, por otra parte, aun al cumplir
las exigencias de estas leyes, no tiene por ello quealcanzar
necesariamente sumeta,asaber,la verdad.El reconocerlo as nos obliga
a preguntar qu se debe agregar a las condiciones formales de la
verdad posible para que una actividad conocitiva alcancesu
meta.Estascondicionesadicionalesseencuentrandelladosubjetivoyserefierenalos
caracteressubjetivosdelaintelectividad[Einsichtigkeit], de la
evidencia, y a las condiciones subjetivas para alcanzarla.
Debidoalhechodequealgunosjuiciossepresentancomo
pretendidosconocimientosparaquedespusgranpartede
loqueseofrececomoconocimientoserevelecomofalacia y debido a la
resultante necesidad de una crtica de los juicios paraprobar
suverdad,a la lgica se le seala deantemano una bilateralidad de su
problemtica, que ciertamente la tradicin nunca lleg a captar en
susentido ms profundo:de un lado, la pregunta por la creacin de las
formas y sus leyes; del otro, la pregunta por las condiciones
subjetivas para alcanzar la evidencia.Aquvienea
consideracineljuzgar como actividad
subjetiva,ascomolosprocesossubjetivosenque las estructuras
sepresentan sea como evidentes,sea como no
evidentes.Conesto,laatencinsedirigealactodejuzgar como a una
operacin de la conciencia,en la que surgen las estructuras contoda
supretensinde constituir expresiones7
Conrelacinaladiferenciaentrelalgicadelaverdadyunamera
analticadelasreglasde juego,cf.Logik,33,pp.86
ss.PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN1718INTRODUCCINde conocimientos;
la lgica tradicional no ha considerado esta problemtica como un
campo central de sus reflexiones, segn debi haberlo hecho, sino que
crey poder dejarla en manos de la psicologa.Gracias a ello,la
tradicin parece predeterminar queuna cuestinsobreelorigen,referida
alacto de juzgar y a lo lgico engeneral, no puede tener otro
sentido que el deuna consulta al estilo de la psicologa gentica.Si
nosotros ahora nos rehusamos a caracterizar nuestro planteamiento
genticocomo propio de la psicologa,inclusive oponindolo
explcitamente a una pregunta psicolgica por el origen en elsentido
ordinario,ello requerir una justificacin especfica que al propio
tiempo manifieste la peculiaridad de los anlisis sobre el origen
que aqu habremos de emprender.Anticipndonosaesa
justificacindiremosporlopronto
sloloquesigue.Unapsicologagenticadeljuicioenel sentido
corrientedeantemanosedistinguedenuestropropsito de explicar
fenomenolgicamente el origen del juicio
y,despus,deunagenealogafenomenolgicadelalgica en general, en que
los problemas de la evidencia, que ofrecen
elpuntodepartidanaturalparatodaconsultarelacionada con las
estructuras lgicas, nunca fueron comprendidos y abordadosseriamente
comotales problemas por latradicin.De antemano se crea saber lo que
es la evidencia; se crea poder medir todo conocimiento con un ideal
del conocimiento absoluto,apodcticamente cierto, sin pensar que
este ideal de conocimiento y, con l, los conocimientos del lgico
mismo, que reclaman para s esta apodicticidad a su vez podran
requerir una justificacin y una fundamentacin de su origen. De.
este modo,losesfuerzospsicolgicosnuncasediriganalaevidencia misma,
ni a la del que simplemente juzga, ni a la evidencia apodctica del
lgico relativa a las legalidades formales del juzgar. No
cuestionaban la evidencia como problema, sino que se referan slo a
la manifestacin de la evidencia, al empleo de la claridad y
precisin del pensamiento para evitar el error, etctera, con lo cual
a menudo la lgica fue tildada de
tecnologadelpensarcorrectopsicologistamentedeterminada.Habremos
demostrar cmo no se debealazar elhecho
dequeseencauzaraporestasendatodapreguntasubjetivaPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
19y cmo, msbien por razonesprofundas,enel horizonte de la
problemtica psicolgica no podan por principio aparecer los
verdaderos y autnticos problemas de la evidencia.Intentaremos
primero hacernos una idea acerca de la naturaleza de estos
problemas ( 5 y 6), y slo despus trataremos,
retrospectivamente,dedarraznsobrelascaractersticasy el alcance del
mtodo que habremos de seguir para resolver- los ( 7 a 10) y de lo
que distingue por principio a este mtodo de un mtodo gentico
psicolgico, as como de las causas por las que un mtodo de esta
especie no poda afrontar tales problemas( 1JL).4.Los niveles del
problema de la evidencia. La evidencia objetiva comocondicin previa
del posible
juzgarevidenteAlplantearnuestrapreguntasubjetiva,laactividadque
juzga entra enconsideracin comouna actividad al servicio
delafndeconocer.Conocerqu?Entrminosgenerales, conocer lo
quees,elente.Sielafn de conocimientose ha de dirigir al ente,es
decir, el afn de enunciar, juzgando, lo que es y cmo es, el ente
debe estar ya dado. Y puesto que el juzgar requiere un sustrato
acerca del cual juzga, un objeto-
acerca-del-cual,elentedebeestardadoentalformaque
puedahacerseobjetodeunjuicio.Siemprequeentreen juego la actividad
judicativa o cualquier actividad pensante,
seademaneraexpresaotcita,tienequehaber yaobjetos
representables,vacamenterepresentablesointuibles,dados en
formaespontnea;todo pensar presupone objetos previamente dados.
Pero, si en cuanto actividad judicativa realmente ha de llevar a su
meta, al conocimiento, es decir, si los juicios han de ser juicios
evidentes, no basta que cualesquiera objetos estn previamente dados
de cualquier manera y que el juzgar se dirija aellos,slo
satisfaciendo lasreglas y losprincipios que la lgica
hayapredeterminado con relacin a suforma.
Ellogrodelaoperacinconocitivamsbienplanteasus exigencias a la
manera misma en que losobjetos estn dados en relacin con
sucontenido.Por su parte,debenestar pre20 INTRODUCCINviamente dados
de tal manera que supresencia haga posible por s misma el
conocimiento, o sea, el juzgar evidente. Ellos mismos tienen que
ser evidentes, estar dados comoellos mismos.As pues, cuando
hablamos aqu deevidencia,de un estar
dado[Gegebenheit]evidente,noqueremossignificarotra cosa que un
estar dado por s mismo, el modo y manera como
unobjetopuedecaracterizarseconscientementeensuestar dado como por s
mismo ah,corporalmente ah, en contraste con su mera presentificacin
[V ergegenwartigung] como imagen
vaca,solamenteindicativa.Porejemplo,unobjeto
delapercepcinexternaest dadoconevidencia,comol mismo,justamenteen
la percepcinreal,frente a sumera presentificacin a travs del
recuerdo, de la imaginacin,
etctera.Designamos,pues,comoevidentetodaconcienciaque con respecto
a su objeto est caracterizada como dndolo a l mismo sin preguntar
si este darse a s mismo\ Sebstgebung\es adecuado o no. Con esto nos
desviamos del uso comn de la palabra evidencia,que en general se
emplea en instancias
que,correctamentedescritas,constituyencasosdelodado adecuadoo,por
otraparte,deunconocimientoapodctico. Tambin esta manera de lo dado
se caracteriza como un darse
asmismo,asaber,deidealidades,deverdadesgenerales.
Perotodaespeciedeobjetostienesumaneradedarseasi misma = evidencia;
y una evidencia apodctica no es posible para todos los objetos de
la percepcin externa:no lo es, por ejemplo, para los objetos
espaciales materiales. Aun as,
tambinstostienensumaneradedarseoriginariamenteas mismos y, por lo
tanto, su especie de evidencia.Enesteestar
dadoevidentedeunobjetonotieneque
hallarseimplcita,endeterminadascircunstancias,unaformacinpredicativa.Unobjeto
como pwDsiblesustratode un juicio puedeestar dado cofievidencia sin
quetenga que ser juzgado en un juicio predicativo.Peroun juicio
predicativo evidenteacercadelnoesposiblesinquelmismoest dado
conevidencia.Aprimera vista,esto notiene nada de extrao para los
juicios basados enla experiencia;es ms, al
sealarseestafundamentacindelaevidenciapredicativaPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN21enunaevidenciapre-predicativa,slopareceexpresarseun
lugarcomn.Peroelretrocesoalaevidenciaobjetivapre- predicativa
adquiere su peso y todo su significado slo cuando
seestablecequeesta relacinde fundamentacinnoslo se refierealos
juiciosbasadosenlaexperiencia,sinoatodo posible juicio predicativo
evidente en general y, por lo tanto,
tambinalosjuiciosdellgicomismoconsusevidencias apodcticas que,segn
vimos, pretenden valerpor sy sin considerar su posible aplicacin a
un determinado mbito de sustratos. Habr de mostrarse que tampoco
estos juicios tienen por contenido verdades en s, que se sostengan
en vilo, sino queensumbito deaplicacinserefierenaunmundo
desustratos,yqueporeso,afindecuentas,remitenellos mismos a las
condiciones de la evidencia objetiva posible, dentro de las cuales
se dan esos sustratos(cf. 9). Ella es la evidencia
originaria,estoes,la quehadeestar a la vistapara queun juzgar
predicativo evidente sea posible.Lo que convierte a las
proposiciones enunciativas ya acabadas y presentes enadquisicin de
conocimiento y
fundasuexigenciaconocitiva,noesalgoquesepuedadescubrirenellasmismas.
Hacefaltaparaelloremontarsealamaneraenqueestn dadospreviamente los
objetos del juicio,asuestaro no estar dados por s mismos, como
condicin de la posibilidad de
unaexitosaaportacinconocitiva,impuesta atodojuicio y nexo de
juicios(por ejemplo, un razonamiento) , por intachable que sea en
su constitucin lgico-formal.As pues, para la problemtica dela
evidencia se plantean dos niveles de preguntas:el primero se
refiere ala evidencia de los objetos dados mismos, es decir, a las
condicionesde su estar dado previo;el segundo,al juzgar
predicativoevidente que se realiza sobre la base de la evidencia de
los objetos. La lgica formal no seocupa de
estasdiferenciasenlamanera en que se dan previamente los objetos.
Slo pregunta por las condiciones del juzgar evidente,masnopor
lascondiciones del estar dado evidente de los objetos de ese
juzgar. No penetra en el primero de los dos niveles de los
planteamientos posibles, as como tampoco penetr en l hasta ahora la
psicologa con sus pesquisas subjetivas. Para la aclaracin
fenomenolgica de22 INTRODUCCINla gnesis del juzgar, sin embargo,
esta pesquisa es necesaria; ella es la qu revela lo
quedebeagregarse al cumplimiento de las condiciones lgico-formales
de la evidencia posible para que el juzgar,como actividad
queporsuesencia seorienta hacia el conocimiento,hacia la
evidencia,pueda en realidad alcanzar esta meta. Para esa aclaracin
tiene prioridad la pregunta por el estar dado evidente de los
objetos del juzgar, de
loscontenidosdelpensamiento,comopresupuestodetoda evidencia de un
juicio, tanto de la evidencia de quien directamente juzga, como de
las evidencias del propio lgico, que
serefierenalaslegalidadesformalesdeesejuzgar.Laevidencia
objetivaeslamsoriginaria,porqueeslaquehace posible la evidencia del
juicio, y la aclaracin del origen del
juiciopredicativotienequedescubrircmosobrelaevidenciaobjetivaseconstruyeel
juzgarpredicativoevidente; tiene que hacerlo, por lo pronto, en
relacin a las operaciones
msprimitivasdeljuzgarpredicativo.5.Elretrocesodelaevidenciadeljuicioalaevidenciaobjetivaa)Elmerojuzgarcomomodificacinintencionaldel
juzgar evidentePero el enfrentamiento de la evidencia objetiva
evidencia del estar dado de los sustratos del juicio con la
evidencia del juicionobastaanentalgeneralidadparacomprender dnde
debe buscarse esta evidencia originaria, cul es su naturaleza y qu
sentido tiene propiamente esta originariedad. Es
necesariounretrocesoenvariosnivelesparaalcanzarrealmente las ltimas
evidencias objetivasoriginarias, que debern constituirelpunto
departida necesariopara todaaclaracin del origen del juicio.En un
comienzo nos estn previamente dadas las enunciaciones, las
estructuras como pretendidos conocimientos. Mientras permanezcamos
en la observacin de los juicios respecto de su pura forma, nos estn
ellos previamente dados con idntica originariedad,ya setrate de un
conocimiento realo de juicios
meramentepretendidos,ytalvezenmayormedidaPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
23de simples juicios.Tambin en los primeros comienzos
mticosdelconocimiento,eljuzgarmsdiverso,realizadopor tradicin en
cualquiera desus formas, va de la mano conel juzgar realmente
conocitivo,aunqueen volumenaqul predomina ampliamentesobreste.Pero
encuanto estudiamos estemltiplejuzgarpreviamentedadoensusformasms
diversas para buscar la distincin entrela evidencia
verdaderoconocimientoylanoevidenciaconocimientoslo pretendido, mero
juicio,resulta que ya no basta examinar slo la forma de los juicios
previamente dados, comprendindolos despusslo al
leerlos,digamos,volviendoa juzgarlos con nuestro juicio; ms bien
debemos formularlos nuevamente en cuanto a los actos conocitivos, a
travs de los cuales
devinieronresultadosconocitivosoriginariosyatravsdelos cualespueden
llegaraser nuevosentodo momentocon la repeticin,siendoidnticos a
losqueyadevinieronyque,
sinembargo,sehacenoriginariosgraciasaesarepeticin. As pues, si
buscamos la gnesis fenomenolgica de los juicios en
laoriginariedaddesugeneracin,veremos queelmero
juzgarconstituyeunamodificacinintencionaldeljuzgar conocitivo. Un
juicio producido originariamente con evidencia,un conocimiento que
fueadquirido alguna
vezoriginariamenteenformaintelectiva[mEinsichtigkeit],puedeser
reproducido en cualquier momento sin que medie esa inteleccin,
aunque el juicio s se presente con claridad. 8 Pensemos, por
ejemplo, en la primera vez en que volvemos a formular,
comprendindolo, un teorema matemtico y en las
reproduccionesmecnicasposteriores.Deestemodo,esvlidoen general que,
vindolo en s, en todo yo consciente deben haber
precedidociertosconocimientos,primeroenunnivelmuy bajoy despus en
niveles cada vez ms altos, para que en su sucesin se hagan posibles
los juicios simples. Esto no significa quelos juicios
simplessonentodos loscasossedimentos de
recuerdosdelosmismosjuiciosencuantojuiciosconocitivos;tambinlas
ocurrenciascontradictoriasque,credasen
ciertomomento,sepresentancomojuicios,sontransforma-8Sobrelaevidenciadelaclaridad,cf.Logik16^pp.49ss.24INTRODUCCINciones
intencionales de conocimientos previos, cualquiera que sea la
mediatez intencional en que se den. Deeste modo,los juicios
inmediatos, que se piensan como situados en la inmediatez de la
manera de generacin que llamamos conocitiva, son los ms originarios
en el mundo del juzgar,por lo pronto, de cada sujeto individualdel
juicio.Se puede ver aqu ya en qu sentido se plantearn las
cuestiones de la gnesis. No se trata de la primera gnesis(histrica
o histrico-individualen el sentidocorrespondiente),ni
deunagnesisdelconocimientoentodosentido,sinode aquella generacin
gracias a la cual surge tanto el juicio como el conocimiento en su
forma originaria, la del estar dado por s mismo: una generacin que,
repetida cuantas veces se desee, produce siempre lo mismo, el mismo
conocimiento. En efecto, el conocimiento, como el juicio,como lo
juzgadoencuanto tal,noesunmomento realdelaactividadconocitiva,que
enla repeticindelo mismoproducesiempredenuevolo
mismo,sinoqueesalgoinmanente,detalmodo queen la repeticin est dado
por s mismo como lo idntico de las repeticiones. En una palabra, es
algo inmanente no de modo real o individual, sino irreal,
supratemporal.b)Las evidencias mediatas einmediatas yla necesidad
de retroceder a los conocimientos simplemente
inmediatosSidentrodelavariedadde juiciospreviamentedadosa nosotros
hemos logrado distinguirentrelosevidentesque
ensuevidenciaoriginariapodemosvolveraformularmediante la repeticin
y los no evidentes y que no pueden llegar
asertales,ellonobastatodavaparaelegirdelsinfnde juiciosevidentes
unejemplocualquieraparaestudiarenl cmo surgi la evidencia
predicativa a partir de una evidencia
objetivapre-predicativa.Tambinlosjuiciosevidentesmismos estn
sujetos a la oposicin entre mediatez e inmediatez.
Losmediatos,porejemplolaconclusindeunsilogismo,
sonresultadosdefundamentacionesqueseremontanaunPROPSITOYLIMITESDELAINVESTIGACION
25conocimiento inmediato.Son realmente actuales como conocimiento,
slo cuando todo el contexto de la fundamentacin constituye una
unidad sintticamente unitaria de unconocimiento actual. Slo en sta
surge para lo mediatamente
fundamentadomismoelcarcterdeunconocimientoquele corresponde
comoactual,aunque sloenforma mediata, de modo que los conocimientos
mediatos no son generables por si con su carcter conocitivo.Una
conclusin slo puedellevarse a la evidencia(yesto significa aqu:a la
evidencia de la verdad, no a la mera evidencia de la claridad),
sitambin laspremisas sepuedenllevar y se llevanalaevidencia.No
es,pues,arbitrarioelcarcterdelosjuiciosevidentesque debemos
utilizar, si queremos analizar la fundamentacin de la evidencia del
juicio en la evidencia objetiva.De las evidencias mediatas del
juicio, de los conocimientos mediatos no
conduceningncaminodirectoalasevidenciasobjetivasque fundamentan a
aqullos, ya que a su vez sefundanen otros conocimientos, que son
inmediatos.Antes de poder estudiar las formas de los conocimientos
mediatos y de las fundamen-
tacionesconocitivas,tendremosqueexaminarprimero,por consiguiente,
las de los inmediatos, es decir, las de los conocimientos o
actividades conocitivas ms simples.En la gnesis del conocimiento,
en la estructura formal de la generacin del
conocimiento,sonellaslasmsoriginarias.Esdecir,hay operaciones que
ya deben haber sido realizadas para que las mediatas se hagan
posibles.Y obviamente habr que buscarlas en los juicios sencillos
por su forma, o sea, en aquellos que ya por su forma digamos la
forma del silogismo no se manifiestan como dependientes de otros
juicios en lo que respecta
asuposiblefundamentacinyevidenciacin.c)Los juicios inmediatos,
ltimos, referidos a individuos comoltimos
objetos-acerca-de-los-cuales (sustratosltimos)Pero tampoco es
suficiente que nos remontemos a los juicios
quesonsimpleseinmediatosporsuforma.Nocualquier juiciode
formasimplepuedeservirdelmismomodopara26 INTRODUCCINseguir en l la
fundamentacin de la evidencia del juicio en la evidencia objetiva y
para comprender cules realmente el problema que se plantea bajo el
ttulo de evidencia objetiva. Se refiere a la manera como estn dados
previamente lossustratosdel juicio.Perotodaslas cosasy
cualquieradeellas,
cualquieralgo,puedeengeneralconvertirseensustrato de un juicio,en
objeto-acerca-del-cual;elcarcter formal de la analtica lgica radica
precisamente en el hecho de que no pregunta porla composicin
materialdel algo,dequepara ella lossustratosslo tieneninterscon
respecto a la forma categorial que adoptan en el juicio (forma de
sujeto, forma de predicado,etctera),quedando entodo
lodemstotalmente indeterminados, representados simblicamente como
S, como p,lo cual no indicaotra cosaquelugares vacosquehabr que
llenar al arbitrio.As,la forma del juicio categrico y, ms de cerca,
la del quedetermina medianteadjetivo,nada dice acerca de si el
sujeto y el predicado del juicio contienen yaensuncleo
formascategoriales;elsujeto S,entendido como forma, se
individualiza formalmente tan bien mediante un objeto an
indeterminado S como mediante 5 que es a, S que es b o S que se
encuentra en relacin con Q, etctera.De este modo, tambin las formas
sencillas de juicio como S es p dentro de lo indeterminado en que
la formalizacin deja a los trminos, cuando se individualizan
mediante juicios reales, dejan sin determinar si se trata en
efectode formas que se remontan inmediatamente a una formacin de
sustratos ltimos o si ellas contienen ya, enlugar de los trminos,
objetos-acerca-de-los-cuales, que a su vez constituyen ya
estructuras categoriales, es decir, estructuras que remiten a un
juicio anterior en el que fueron surgiendo estas formaciones.El
concepto de objeto como algo en general,como sustrato posible de
juicio, y en el vaco formal en que se usa en la lgica formal,
nobasta,pues,parapermitirnosyaestudiarenlloque
llamamosevidenciaobjetivaenoposicinaevidenciajudicativa.Pues tales
formaciones categoriales,por ejemplo atributivas, como pueden estar
comprendidas ya en el objeto del juicio, remiten(ms adelante
veremos cmo)a juicios ante-PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
27riores,enlosqueoriginariamenteseleconcedaenforma predicativa a
tal objeto tal atributo; o sea que remiten a una evidencia que,por
suparte,yaesevidencia judicativa.As
pues,sideseamosalcanzarelmbitoenqueesposible la evidencia
objetivaenoposicin a y como condicin de la evidencia
judicativa,tendremosque distinguir todava,dentro de los posibles
objetos y sustratos del juicio, entre los que llevan en s ya
sedimentosde un juzgar anterior con formas
categorialesylosquesonrealmentesustratosoriginarios, objetos que
entran por primera vez en el juicio como sustratos,los
sustratosltimos.Sloenellosser posiblemostrar lo que es evidencia
objetivaoriginaria en oposicin a la evidencia judicativa.Qu puede
decirnos con relacin a los sustratos ltimos el
estardadoevidente?Lalgicaformalnopuededecirnada acerca de un
sustrato ltimo,excepto que es algo categorial- mente todava deltodo
informe,un sustrato que an no ha entrado enel juicio para adquirir
en l una forma, y que tal como es evidente,en cuanto dado por s
mismo, se convierte por primera vez en el sustrato de un
juicio.Pero esto implica a la vez que un sustrato de esta clase slo
puede ser un objeto individual.Puestodageneralidad y
pluralidad,aunlams primitiva, remite ya a una conjuncin de varios
individuos y, por lo tanto,a una actividadlgica mso menosprimitiva,
en que los individuosconjugados recibenyaunaformacin categorial,
una formacin generalizadora.Los sustratos originarios son ypues
yindividuosobjetos individuales; y todo juicio imaginable,en ltima
instancia, guarda relacin con objetos; individuales, aunque su
mediacin haya sido mltiple. Si sus
sustratossonobjetividadesgenerales,afindecuentasellas mismas
remiten de nuevo a una comprensin general, que se
extiendeprecisamenteaunapluralidaddeindividuosya dados. Esto es
vlido,enfin,tambin para las generalidades
analtico-formales,totalmenteindeterminadas;pueslasverdadesqueserefierenaellassonjustamenteverdadespara
unaextensin deobjetos individuales,abiertaalarbitrio,y encuentran
aplicacin en ella.28 INTRODUCCIN6.La experiencia como evidencia de
objetos individuales. Teora de la experiencia pre-predicativacomo
primera parte dela teora genticadel juicioLa pregunta por el
carcter de la evidencia objetiva es, pues, una preguntapor el estar
dado evidente de individuos.Yla
evidenciadeobjetosindividualesconstituyeelconceptode
experiencia9enel sentidomsamplio.As,laexperiencia en su sentido
primario y ms preciso se define como referencia directaa
loindividual.Porellolosjuiciosprimariosensi como juicios con
sustratos individuales,los juiciosacerca de lo individual, son los
juicios dela experiencia.El estar-dado
[Gegebenheit]evidentedeobjetosindividualesdelaexperiencia, es
decir, su estar dado pre-predicativo, precede a esos
juicios.Porconsiguiente,laevidenciaexperiencialserala
evidenciaoriginarialtimabuscadapor nosotrosy,deeste modo, el punto
de partida para el esclarecimiento del origen del juicio
predicativo.Una teora dela experiencia pre-predicativa,
precisamente de aquella que ofrece los sustratos ms originarios en
una evidencia objetiva, constituye en s el primer elemento de la
teora fenomenolgica del juicio.La
investigacinhabrdeiniciarseenlaconcienciapre-predicativa
delaexperiencia,yapartir deellahabrdeelevarsepara
estudiarelsurgimientodelasevidenciasdelosniveles superiores.Para
ello habrque darle al concepto deexperienciauna amplitud tal que no
slo se entienda conste el darse por s mismo delaexistencia
individualsimple y llana,estoes,el
darseporsmismoenlacertezaentitativa,sinotambin la modalizacin
deesta certeza,que puedetransformarseen qonjetura, en probabilidad,
etctera; y no slo esto, sino tambin la experiencia quesedaenelmodo
delcomo si,el estar-dado de lo individual en la fantasa, el cual en
un correspondiente cambio de enfoque, libremente posible, se
convierte en la experiencia posicional de algo individual
posible.Sin embargo,este concepto general y todava ms o menos
vacodelaexperiencia,talcomo hasta ahoraseha logrado,
nobastadeningnmodoparacomprenderelsentidodel9
Cf.Logik,pp.181ss.PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN 29retroceso
exigido y especialmente para comprender hasta qu grado un tal
esclarecimiento delorigen, que busca lafunda- mentacin de las
evidencias predicativas en las evidencias de la experiencia, no
constituye una cuestin de gnesis
psicolgicanitampocopuedeconstituirlaporprincipio.Porlo
dems,aunellgicotendrdispuestostodavasuficientes
argumentoscontraesteretroceso.Aunenelcasodeque debiera admitir una
evidencia experiencial y tener por lcita as nuestra ampliacin del
concepto de evidencia, sin embargo la evidencia del juicio le
aparecer naturalmente como mejor, que aquella en la que se puede
hablar con propiedad de saber y conocimiento. .A qu viene ese
retroceso del mbito de la episteme al de la doxa, a un mbito de
experiencias vagas con su apariencia engaosa? Acaso no es el juicio
predicativo el nico en que se asienta el saber, la autntica y
verdadera evidencia? Incluso si se le reconoce a la experiencia una
especie de evidencia y se concede que genticamente precede a la
evidenciapredicativa,noofrece suevidencia un valor menor? De qu ha
de servir entonces unesclarecimientodelorigen del juicio en que se
retrocede de su evidencia a una dimensin
derangoobviamentemenor?Cmosehadeesclarecerla esencia de algo
superior mediante el retroceso a algo
inferior?7.Elmundocomoterrenouniversaldelacreenciapre- dada para
toda experiencia de objetos individualesPara responder a todas
estas preguntas se requiere una visin msprofundaandela naturaleza y
estructuradela experienciapre-predicativa.Paraello hagamosenlacecon
lo ya dicho.Elconceptodelaexperienciacomoeldarsepors mismo de los
objetos individuales se tom con una amplitud tal que no slo abarca
el estar dado por s mismo de los objetos individualesenel
mododelasimplecerteza,sinotambin las modificaciones de esta certeza
e incluso las modificaciones- como-si de la experiencia real.Sitodo
esto se halla incluido enel concepto
delaexperiencia,lecorrespondesin dudaa sta una especial distincin
en la certeza entitativa.No es slo quetoda vivencia de la fantasay
toda modificacin-como-si de la experiencia se ofrezcan precisamente
como modificacin,30 INTRODUCCINcomo variantey transformacin
deexperiencias anteriores y se remitan genticamente a ellas, sino
que tambin las modali-
zacionesdelasimplecertezadecreenciaenconjetura,en probabilidad,
etctera, son modificaciones de una simple conciencia de creencia
originaria, en que por lo pronto todo ser
delaexperienciaestsencillamentepre-dadopara nosotros mientrasel
curso ulteriordelaexperiencia nod precisamente algn motivo para la
duda o para la modalizacin de
decualquierndole.Antesdeiniciarsecualquieractividad conocitiva ya
existensiempreparanosotrosalgunosobjetos pre-dados en certeza
simple.Todo comienzo de laactividad conocente los presupone ya.Estn
ah para nosotros en certeza simple,es
decir,comosupuestamenteexistentes y siendoen tal forma, como si
fueran vlidos para nosotros aun antes del conocimiento y esto de
diversa manera.Como algo simple y pre-dado constituyen as el punto
de partida y el estmulo para la actividad conocitiva en que
obtienen su forma y su carcter delegitimidady
seconviertenenelncleopermanentede funciones conocitivas, cuya meta
reza as:el objeto que verdaderamente es, el objeto como es en
verdad.Antes de
iniciarseelmovimientoconocitivotenemosobjetossupuestos, supuestos
simplemente en una certeza de creencia, hasta que elcursoulterior
dela experienciao laactividadcrticadel conocer conmueva esta
certeza de creencia y la modifique en no as, sino de otro modo, en
probablemente as, etctera,
oconfirmetambinelobjetosupuestoensucertezacomo siendo as en
realidad o siendo verdaderamente.Tambin podemos decir:previo a toda
mocin conocitiva se encuentra yaelobjeto
delconocimientocomodynamisquehabrde
convertirseenentelequia.Estaprecedenciasignificaqueel objeto afecta
como algo que apareceen el fondo de nuestro campo consciente, o
tambin, que se encuentra ya en primer
plano,queinclusoyahasidocaptado,peroquedespierta apenas entonces el
inters conocitivo frente a todos los dems intereses de la vida
prctica.Mas a la aprehensin le precede siempre la afeccin, que no
es un afectar de un objeto aislado
eindividual.Afectarsignificadestacarsedelcontornoque
siemprecoexisteall,yatraersobreselinters,eventualPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN31mente
el inters conocitivo.El contorno coexiste all como un mbito de lo
previamente dado,de lo pre-dado pasivamente, es decir, de un estar
dado previo que siempre est ah sin que se le agregue nada, sin que
se le dirija la mirada captador a, sin que despierteelinters. Toda
activacin[.Bettigung]cono- citiva, todo dirigirse a un objeto
singular para aprehenderlo, presupone estembito;afecta desde su
campo,es objeto,es, entre otras cosas, ente, est ya previamente
dado en una doxti pasiva, en un campo que por s mismo ya representa
una unidad de doxa pasiva. Tambin podemos decir que toda
activacinconocitivaestprecedidaporunmundodeterminado como terreno
universal; y esto quiere decir, por lo pronto, un terreno de
creencia en el ser, universal y pasiva, que todo acto individual de
conocimiento ya presupone. Todo lo que como objeto existente
constituye una meta del conocimiento es algo que existe en el
terreno del mundo considerado sin duda como existente. Algo
singular,que se supone existe en ese mundo, puede resultar que no
exista, y el conocimiento puede en casos individuales corregir las
opiniones sobre el ser; pero esto slo indica queen vezdeser
asesdeotro modo,deotro modo en el terreno del mundo que existe como
totalidad.Este terreno universal de la creencia en el mundo est
presupuestoportoda praxis,tanto porla praxisdela vida como por la
praxis terica del conocimiento. El ser del mundo en su totalidad es
lo sobreentendido, de lo que nunca se duda y que no hasido
adquiridoprimeromediante laactividad judicativa, sino que ya es
presupuesto para todo juicio.Conciencia del mundo es conciencia en
el modo de la certeza de creencia y no algo adquirido mediante un
acto de asentar el ser [Seins- setzung], que se presenta ex
professo en el contexto de la vida, un acto de aprehensin como
existente [ais daseiend] o tal vez del juicio existencial
predicativo.Todo esto presuponeya la conciencia del mundo en la
certeza de creencia.Si en mi campo de percepcin capto en
suparticularidad unobjeto cualquiera,por ejemplo, al mirar hacia un
libro puesto sobre la mesa, aprehendo algo que para m existe, que
para m ya exista antes, que ya estaba ah, en mi cuarto de estudio,
aun cuandotodava no habadirigidohacialmiatencin;del32
INTRODUCCINmismo modo como todo este cuarto de estudio, que est
ahora representado en el campo visual, exista ya para m con todos
los objetos destacados mediante la percepcin, juntamente con el
lado no visto del cuarto y sus cosas familiares con el sentido
decuarto de mi casaen la calle familiar, calle en el lugar
dondevivo,etctera.Todo ente quenosafecta,nosafecta as en el terreno
del mundo, se nos da como algo que supuestamente es y la actividad
conocen te, la actividad judicativa, se proponecomprobar
sitalcomoseda ycomodeantemano se supone que es, verdaderamente es y
verdaderamente es algo que es as y as.El mundo, como mundo que es,
constituye lo previamente dado, pasivo y universal, de toda
actividad judicativa, de todo inters terico que se establezca.Y
aunque la peculiaridad del inters terico, que opera
consecuentemente, es que se dirija en ltimo trmino al conocimiento
de la totalidad del ser, o sea aqu del mundo, ello es, sin embargo,
algo posterior. El mundo como totalidad est ya siempre pre-dado
pasivamente en la certeza, y genticamente ms originaria que la
orientacin a su conocimiento como totalidad es la que se dirige al
ente particular, para conocerlo sea que se haya hecho dudoso en su
ser o en su ser as y requiera un examen crtico mediante la
actividad conocente, sea que, aunque no dudoso en su ser,exija una
observacin minuciosapara losfines de una praxis.8.La estructura de
horizonte dela experiencia.El tpico pre-conocimiento
[Vorbekanntheit] de cada objeto individual de la experienciaEl
hecho de que cada aprehensin de un objeto individual y cada
activacin ulterior del conocimiento se desarrolle en el terreno del
mundo, indica todava algo ms que la dependencia de la actividad
conocente respecto de un mbito de lo que
estpre-dadoenunacertezapasiva.Jamssellevaacabo una operacin
conocitiva en objetos individuales de la experiencia de esa manera,
como si ellos estuviesen pre-dados por primera vezcomo
sustratosauntotalmenteindeterminados. Elmundo ya es para nosotros
siempretal,y en l elconocimiento
yahahechosuobradelosmodosmsvariados;esPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
33indudable, pues, que no existe una experiencia en el sentido
simple-primariodeunaexperienciadecosaque,alcaptar por primera vez
esa cosa y conocerla, no sepa ya sobre ella ms de lo queahllega a
conocerse.Todaexperiencia,sin importar qu es lo que ella
experimenteensentido estricto, en cuanto aparece ante la vista
lacosa misma,tieneeoipso necesariamente un saber y un
consaber[.Mitwissen]respecto precisamente deese objeto,es decir,de
lo queespeculiar a lyquetodavanohaaparecidoantesuvista.Encuanto a
su contenido, este pre-saber es indeterminado o imperfectamente
determinado,pero nunca est deltodo vacoy,sino tuviera alguna
validez,laexperiencia no sera sencillamente
experienciadeunayestacosa.Todaexperienciatienesu horizonte
experiencial;cadaunatienesuncleo de conocimiento real y
determinado,tiene su contenido de determinaciones inmediatamente
dadas por s mismas, pero, por encima
deestencleodeunser-asdeterminado,deloquepropiamentesedacomoellomismoah,poseeellasuhorizonte.Esto
quiere decir:todaexperiencia remitea laposibilidad y,a partir del
yo,a una r^-posibilidad[Ver-moglich- keit], no solamente de
explicar paso a paso la cosa, lo dado en la primera visin, de
acuerdo con lo que realmente est dado
porsmismo,sinotambindeobtenermediantelaexperiencia cada vez ms
determinaciones de la misma cosa.Toda
experienciasedebeextenderenunacontinuidadyenun
encadenamientoexplicativodeexperienciasindividuales, unidas de
manera sintticaen una sola experiencia,abiertamenteilimitada,acerca
de lo mismo.Paramisfines
especficospuedotenersuficienteconloyaexperimentadode manera
real,peroentoncesloque hagoes
justointerrumpirelprocesoalconsiderarqueessuficiente.Puedo
convencermetambindequeningunadeterminacinesla
ltima,dequelorealmenteexperimentadotienesiempre an, sintrmino, un
horizonte de experiencia posible acerca de lo mismo. Y este
horizonte, en su indeterminacin, est de
antemanotambinenvigorcomocampodeposibilidades,
dondepre-sealaelcursodladeterminacinmsprecisa,34 INTRODUCCINla cual
decide apenas en la experiencia real cul ser la posibilidad
determinada, al realizarla frente a otras
posibilidades.Deestemodo,cadaexperienciadeunacosaparticular
tienesuhorizonteinterno;yhorizontesignificaaqula
induccinqueperteneceesencialmenteatodaexperiencia y es inseparable
de ella en toda experiencia misma.El trmino es til porque
sugiere(al ser l mismo una induccin) la induccin en el sentido
ordinario de un modo de razonar
yporqueindicaqueensuesclarecimientorealmentecomprensivo a fin de
cuentas se reduce a la anticipacin original y primaria.A partir
desta habr que construir una verdadera teora de la induccin(en la
que se han gastado tantos esfuerzos
ytanintilmente).Peroestonoesaqumsque uncomentariomarginal,pues
loquenosinteresaahoraes la estructura de horizonte de la
experiencia.Estainduccino anticipacin originaria se revela como
unmododevariacindeactividadesqueoriginariamente instituyen
conocimiento,de una actividadeintencinoriginaria, o sea, un modo de
la intencionalidad,precisamente de la quepiensa msall
delncleodelodado y anticipa; este pensar ms all no se refiere slo a
la manera de anticipardeterminaciones,queseesperaaparezcanahoraenel
objetoexperimentado,sinotambin,por otraparte, va ms alldeesa
mismacosacontodassusposibilidadesanticipadasdeunafuturadeterminacinprogresiva,pensandoms
allhaciaotrosobjetosconlalavez,auncuandoporlo
prontoseanconscientessloeneltrasfondo.Estosignifica
quetodacosaexperimentadatienenoslounhorizonte
interno,sinotambinunhorizonteexterno,abiertamente ilimitado, de
objetos que se dan junto con l(o sea un
horizontedesegundogrado,referidoalhorizontedeprimer
grado,implicndolo);haciaesosobjetosnomeestoydirigiendo en este
instante,pero en todotiempopuedo hacerlo, en cuanto objetos
diversos del actualmenteexperimentado o
igualesalenalgnrasgotpico.Masapesardetodala diversidad posible, de
antemano consciente, de los otros objetos,tienentodosellosalgoen
comn:todas lascosas reales,
anticipadasencadacasoalavezosloconscientesenelPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
35trasfondocomo horizonteexterno,seconocencomoobjetos reales (o sea
como cualidades, relaciones, etctera) del mundo,
comoobjetosqueexistenenelhorizonteespacio-temporal que es uno.Esto
es vlido ante todo inmediatamente para el mundo de
laexperienciasimple,sensible,10 paralapuranaturaleza.
Peromediatamentevaletambin paratodo lomundano,es
decir,tambinparasujetoshumanosyanimalesencuanto sujetos del mundo,
para bienes culturales, cosas de uso, obras de arte, etctera.Todo
lo mundano participa de la
naturaleza.Lanaturalizacindelespritunoesuninventodelos filsofos;
cuando se la interpreta mal y se altera su valor, constituye un
error fundamental, pero slo en ese caso. Su funda- mentacin y su
justificacin est en el hecho de que, mediata o inmediatamente, en
la esfera espacio-temporal todo lo que esmundano y
realtienesusitio;toda estaquoall yel
lugaresdeterminable,comoengenerallosonloslugares,
igualquetodoloqueesespacio-temporal,esdecir,determinabletemporalmentepormedio
deinstrumentosfsicos, ya sean relojesdearena o depnduloo cualquier
otro tipo decronmetro.Deestemodo,tambintodo lono-sensible
participadelasensibilidad;esalgoexistentedelmundo, algo que existe
en el horizonteespacio-temporal que es uno.Por consiguiente, la
existencia de algo real no tiene jams
otrosignificadoqueeldeexistencia-en\ Inexistenz],deser
eneluniverso,enel horizonteabiertodelaespacio-tempo- ralidad,en el
horizonte de las cosas reales ya conocidas y no
sloahorapresentesenlaconciencia,perotambindelas no conocidas, que
posiblemente se experimentarn y conocern en el futuro.Las
apercepciones individuales hacen consciente lo realindividual,pero
inevitablementelo hacen con unacervo desentido,aunque no lleguea
ser temtico,que alcanza ms all de aqullas y ms all del acervo total
de lo individualmente apercibido.Al avanzar del acervo existente de
apercepcionesindividuales ya realizadas a un nuevo acervo,
prevalece una unidad sinttica; lo nuevamente
apercibido10Paraladiferenciaentreexperienciasimpleyexperienciafundada,cf.
infra, 12.3 6INTRODUCCINllena, por as decirlo, con pre-validez el
horizonte antes todava vaco,todava sindeterminar
sucontenido,elhorizonte
alquellenadesentido,elcualestyapre-sealado,pero todava no se le
especifica ni determina.As, existe en forma
continuaunhorizontedevalidez,unmundoenlavalidez del ser y,ms all de
lo aprehendido en cada casoensingularidad y relativadeterminaciny
llevadoalavalidez,hay una anticipacin en movimiento continuo de
realizacin que
especificayconfirma.As,atodaapercepcinindividual,atodoconjuntorespectivo4^apercepcionesindividualesleesinherenteuna
trascendenciadesentido,porunlado,enrelacinconla
potencialidadconstantementeanticipadadeposiblescosas
realesindividuales nuevas o de complejos reales que habrn de
experimentarse enel futuroen el curso de la realizacin
delaparecer-en-la-concienciadesdeelmundoy,porelotro
lado,tambincomohorizonteinternoencadacosarealya presente en relacin
con el acervo de rasgos todava no apercibidos.Toda realidad que
aparece como nueva en la experiencia se halla en el horizonte
mundano y poseeen cuanta
talsuhorizonteinterno.Sedaaconocerenlapercepcin
temticaalpresentarsecontinuamentecomoestandoella misma ah durante
el proceso de la experiencia (hasta donde alcanceen cada
caso),interpretndose ensus rasgosparticulares,en sus
momentosesenciales[Wasmomente];stos,a su vez, estn aqu conscientes
de que se representan a s mismos, pero justoenelsentido
demomentosenlosquelo realse muestra como lo que es.Prontotendremos
que estudiaren detalle la estructura de tal explicacin. Todo lo que
se
manifiestaasyqueexisteimplcitamenteyaantesdelaexplicacindelopercibidoconstituyeporesenciaaquellaparte
deloreal queenesta percepcinrealmentellega a
serpercibido.Estarealidadesalgomsqueloqueencadacaso
llegayhallegadoyaalconocimientoactual;existecon el sentido que le
confiere de continuo su horizonte interno; el lado visto slo es
lado en tanto tieneotros lados no vistos,
queencuantotalesestnanticipadosydeterminan
elsentido.Aellospodemosdirigirnostemticamenteencada
caso,podemospreguntarporellos,lospodemosintuitivizarPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACION
37[veranschaulicheri];porejemplo,unavezinterrumpidala percepcin y
cuando del llegar a conocer ha resultado la
validezqueperduracomoconocimientoadquiridoytodava vivo (el
estar-conocido[.Bekanntheit]de lo real con respecto a lo que result
de ahpropiamente
conocido),podemosrepresentarnosdeantemanoqunoshabrapodidoydebido
dar una percepcin ulterior como perteneciente a lo real
mismo.Todapre-intuitivizacin[Vorveranschaulichung]semejante de lo
que a priorisele ha deadscribir a esta realidad
posee,sinembargo,lacaractersticaesencial degeneralidad
indeterminada. Esto significa:si, por ejemplo, nos formamos una
pre-intuitivizlacin visual del reverso visible de una cosa,
ciertamente obtenemos una intuicin
presentificadora(similaraunrecuerdo),masno
unadeterminacinfijaquenos
atedemaneraindividual,comosucedeconunrecuerdo- presuponiendo una
claridad plenamente desplegada en ambos
casos.Entantoprogresamosdeverdadhaciaunadeterminacininterna,nos
damos cuenta deloarbitrariodel color
resultante,queahorasesostienecomocolordelacosa. Toda
pre-intuitivizacin se realiza en una variabilidad fluida-
co-consciente[mitbewussteri],en la conciencia de poder fijar
variantes,porejemplo,comouncolordeterminado,pero como variante
libre,en cuyo lugar podramosasimismo dar entrada a otra.Por otro
lado,laarbitrariedadno essinembargoilimitada.En el fluctuar de la
pre-intuitivizacin, en el trnsito de una variante u orientacin
hacia algo temporalmente retenido a otra, nos mantenemos en la
unidad de la anticipacin,
asaber,delacorrespondientealcolordelreverso,lacual empero en cuanto
anticipacin es indeterminadamente gee- ral y anticipa en forma
tpica algo determinado como tpicamente pre-familiar.En la
interpretacin de esta generalidad
tpicabajolaformadeposibilidadesdeterminadas,las cuales estn
abiertas al ser verdadero de este color, se produce
elcampodeaccindelasposibilidadescomoextensin explcita de la
generalidad indeterminada de la anticipacin.
Entantolacosaquepenetraenlaexperienciatieneslo
sentidoentitativocomocosadeunhorizonteinternodado,38 INTRODUCCINaun
cuando slo un ncleo derasgosesencialesasheiteri\pertenecientes a
ella han penetrado en el conocimiento
fcticoyverdadero,esacosaytodarealidad,absolutamente,
comoexperimentabletienesuapriorigeneral,unpre-
conocimiento,comogeneralidadindeterminada,peroiden- tificable como
constantemente la misma,de un tipo a priori que pertenece a un
campo de accin de posibilidades a
priori.Evidentemente,eltipoabarcatambin,silotomamos
comountipototal,laspropiedadesquehanpasadoasei
conocimientoactual.Enelcursodelaentrada ysalidade los rasgos
esenciales\ Washeiteri\ siempresetiene conciencia de lo real como
dealgo uno e identificable, y a esta unidad pertenece el tipo total
como horizonte total de la generalidad
tpica,dentrodelcualseordenatodoloquesevaconvirtiendoenactualmenteconocidocomounadeterminacin
especificadora que se cumple con mayor o menor perfeccin.En lo que
respecta al horizonteexterno que pertenece asta y a toda realidad
individual, determinando su sentido, se encuentra l en la
conciencia de una potencialidad de
experienciasposiblesderealidadesindividuales;cadaunade ellastiene
supropio a priori como sus rasgostpicos,en los
cualesnecesariamenteestnellasanticipadas yloscualesse
mantieneninvariantesatravs detodaplenificacin[.Erfl-
lung]enformadeestasoaquellasposibilidadesdelinvariantecampo de
accin.En cambio,todos los rasgostpicos
particulares,quecorrespondenalasrealidadesparticulares (y a
lasconstelaciones de realidades),estn rodeadospor los rasgos tpicos
de totalidad, que pertenecen al horizonte mundano
totalensuinfinitud.Enelproceso delexperiencia del mundo, de la
conciencia concretamente plena del mundo en su especificidad,
permanece invariante asel sentido entitativo del mundo como tambin
la estructura de este sentido entitativo, construida de tipos
invariantes de realidades individales.Deeste modo,unaestructura
fundamentaldelaconcienciadelmundo,osea,enunaformulacincorrelativa,del
mundocomohorizontedetodaslas realidadesindividuales
experimentadles,es
laestructuradeloconocidoylodeseo-PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACION
39nocidoconsucorrespondiente relatividad continua ysu no
menoscontinuadiferenciacinrelativaentregeneralidad
indeterminadayparticularidaddeterminada.Elmundo, presente en la
conciencia como horizonte, tiene en su validez
entitativacontinuaelcarctersubjetivodelafamiliaridad en
general,como el horizonte deentesconocidoengeneral,
masnoporelloensusparticularidadesindividuales.Esta familiaridad
general indeterminada se distribuye entre todos los
entesqueadquieren validezparticular;porloquecada uno tienecomo suya
una forma conocida,dentro dela cual se desarrollan todas las dems
diferencias entre conocimiento y desconocimiento.Estas someras
indicaciones deben bastar de momento para
adquirirunconceptodelaesenciayfuncindelaexperiencia
pre-predicativa,es decir, un concepto de todo lo que ya est en
juego en la experiencia de un objeto,deeste acto aparentementeltimo
yoriginariodeunaaprehensinprimitiva.Se revela as cmo,por un lado,es
correcto que un objetoqueexisteverdaderamentenoessinoelproducto
denuestraactividadconocitiva,perotambincmopara
todaactividadsemejante,dondequieraqueseinicie,esta
produccindelobjetoqueverdaderamenteexistenosignificaqueaqullaloextraedelanada,sinomsbienque
siemprehayobjetosquesonpre-dados,ascomoparanosotros siempre est ya
dado de antemano un mundo-en-torno
objetivo.Deantemano,todoloqueafectaeneltrasfondo se
haceconscienteen
unaaprehensinobjetiva,conscientecomotalporanticipado:elcampodepercepcinque
perteneceatodomomentodelavidaesyadeantemano un
campodeobjetos,captadoscomotalesencuanto unidades deexperiencia
posibleo,lo quees lo mismo,como posiblessustratosde
actosconocentes.Esdecir:loque nos afectadesdeel
campodetrasfondo,pre-dado cada
vezpasivamente,noesunalgodeltodovaco,undatocualquiera
(notenemoslapalabraadecuada),quetodavacarecede
cualquiersentido,undatodeabsolutodesconocimiento. Ms
bien,eldesconocimientoessiempretambinunmodo de conocimiento.Al
menos, lo que nos afecta nos es conocido antes en la medida en que
constituye en general un algo
con40INTRODUCCINdeterminaciones;nosesconscienteenlavacaformadela
determinabilidady o sea, que est equipado con un horizonte
vacodedeterminaciones('ciertas,indeterminadas,desconocidas).Correlativamente,laaprehensinquelecorrespondeaesealgoposeedeantemanounhorizonte,vacoy
abierto,deexplicacionespor activar(en elyopuedo,yo puedoir,ver
msdecerca,darlelavuelta,etctera), anticipadas naturalmente como
indeterminadas y vacas. Todointegrarseenunaexplicacinrealledaastael
carcter intencional deunaexplicacinquecolma y realiza la intencin
de horizonte (como anticipacin vaca); la realiza
enetapasdeterminadas,graciasalocualdeciertasdeterminaciones
desconocidas resultan las determinaciones correspondientes,
determinadas y conocidas a partir de ese
momento.Laaprehensindelobjetoengeneraltodava
enteramentesindeterminarniconocertraepuesconsigo
yaunmomentodeloconocido,precisamentecomodeun
algoqueesdealgunamanera,queesexplicableyque puede ser conocido de
acuerdo con lo que es;a saber,como unalgoqueseencuentra
dentrodelhorizontedelmundo
encuantototalidaddeloqueesyqueinclusoyaestan
ampliamenteconocidoqueesunenteenelmundoo, dicho enforma
correlativa,unentequedebeintegrarseen la unidad de nuestra
experiencia que fluye.Msan:a
laconcienciadesarrolladaselepre-sealade antemano no slo la
aprehensin general en cuanto objeto, en cuanto lo explicable en
general, sino tambin una determinada tipificacin de todos los
objetos.Con cada objeto de una nueva especie (genticamente
hablando) que se
constituyeporprimeravez,estpre-sealadopermanentementeun nuevo tipo
de objeto,de acuerdo con el cual seaprehenden de antemano otros
objetos que le son parecidos. De este modo, nuestro
mundoentornopre-dadoestpre-dadoyacomo
unmundomultiforme,estformadodeacuerdoconsus
categorasregionalesytipificadodeacuerdoconmltiples gneros
particulares,especies,etctera.Estosignifica que lo que afecta en el
trasfondo y que es aprehendido en el primer abordamiento activo lo
conocemos en un sentido mucho ms
amplio;significaquehasidocaptadoyapasivamenteenelPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
41trasfondo no slo como objeto,como algo experimentable y
explicable, sino conio cosa, como hombre, como obra humana,y
assucesivamenteendiversasparticularidades.Posee, pues, suhorizonte
vaco de undesconocimiento [Unbekannt- heit]conocido, quese ha
deescribir como el horizonte universal objeto con indicaciones o,
ms bien, pre-sealamien-
tosespecficos,asaber,paraunestilodeexplicacionespor
efectuarseconelementosexplicativos[.Expikate]del mismo estilo. Aun
as, este horizonte es por ello vaco, es un horizonte de
indeterminaciones,dedesconocimientos que como de-
terminableshabrndellevarsealacognicin[Kenntnis\ y
alconocimiento[.Bekanntheit].Desdeluego,enocasiones algo que afecta
puede carecer de una tipificacin particular, pero al menos es
captado como objeto y, si es un dato sensible,
comoobjetoespacialyelloincluso dentrode laformams general y
absolutamente necesaria deobjetoen general.9.El mundo como
horizonte de todos los sustratos de juicio posibles.Elcarcter
asicondicionadodelalgica tradicionalcomolgicadelmundoAspues,por
msqueen la lgicaformallostrminos se concibanformalizadosen los
juicios los5y losp, sinduda,tienesulmitelapermutabilidaddelalgoque
se puede insertar en esos lugares vacos y que, si los juicios se
estudianpuramenterespectoasuforma,puedeserconcebidoalarbitriodecadaquienencuantoasucontenido.
Despusdetodo,noestanlibrementearbitrario loque se
puedeinsertaraqu,sinoquesepresupone,aunquenunca de manera explcita,
queeste algo insertadoes precisamente algo-que-es, que seintegra
enla unidad de la experiencia o, correlativamente,en la unidad
delmundoencuantototalidaddeloexperimentableengeneral,osea,nosloenla
unidad de la experiencia fctica, sino tambin de toda
experienciaimaginariaposible:esalgo-que-es,sinodelmundo
real,sdeunmundoposible.Por
consiguiente,todoaquelloqueporlibrearbitriopuedeconvertirseensustrato,
enobjetodeoperacinjudicativa,presenta,sinembargo, unahomogeneidad\
Zusammengehorigkeit],unaestructura42
INTRODUCCINcomn,sobrecuyabaseyslosobreellaesposibleen general
juzgar con algn sentido.La condicines que
absolutamenteseaalgo,esdecir,algoidnticoenlaunidadde nuestra
experiencia,algo que por lo tanto debe ser accesible con evidencia
objetiva en la unidad de nuestra
experiencia.11Conelloselehapuestounlmitealalibrevariabilidad
delosncleos,envirtud delcuallalgicaesprecisamente
unalgicadelmundo,delo-que-es-mundanamente,sinque
jamssehayaexpresadoasnisehayahechovisiblecomo su
supuestofundamental.12Deeste
modo,lareduccindelaevidenciapredicativaa
laevidenciadelaexperienciapre-predicativaylaprueba d la gnesis del
juicio predicativo a partir de la experiencia
pre-predicativadelmundonosignificaunalimitacinque
pudierahacerdudardelvalorejemplardeestareduccin en su
generalidad;digamos,objetando,queexisten tambin juicios
predicativos que no se pueden reducir de esta manera
alaevidenciapre-predicativadelaexperiencia.Msbien,
puestoquepreguntamosporlagnesisdeloquetradicionalmente se considera
como lo lgico pre-dado, demostramos
conelloefectivamentesugnesisensugeneralidaduniversal,justoporqueestalgicatradicionalpresuponetcitamentequetodoloquepuedeentrarcomosustratoensus
juicios esalgoquesecorrespondeenlaunidaddenuestra experiencia y por
elloesposible reducirlo a untipo
fundamental,eltipodelo-que-escomolo-que-esenelmundo,a
maneradeestilo universaly marcoinvarianteenquedebe
acomodarsetodo.Slo as puede comprenderse totalmente lo que ya
afirmamos antes, a saber, que la comprobacin de que las evidencias
predicativas se fundan en evidencias pre-predicativas no slo
representala genealogadedeterminadasespeciesdepredicaciones y de
evidencias predicativas>sino la genealoga de la
lgicamismaenunapiezafundamentalprecisamente porque todas las
evidencias, aun las del lgico mismo, tienen11 Cf.Lgica, 89b,
pp.193ss.12
Acercadelareferenciaalmundodelalgicatradicionalyalproblemadeunalgicaltimaquelasupere,cf.ibid.,
92a,pp.197ss.y 102, ipp.236ss.PROPSITOYLMITESI>ELAINVESTIGACION
43su fundamento de sentido en las condiciones a que se somete
laevidenciacinposibledelossustratosltimosdeljuzgar.10.El
retrocesoalaevidenciadelaexperienciacomoretroceso al mundo vital
[Lebenswelt]. Destruccin de las idealizacionesquecubren elmundo
vitalEnltimainstancia,todaslasevidenciaspredicativasse han de
fundar en lasevidenciasdela experiencia.Latarea
delesclarecimientodelorigendeljuiciopredicativo,que
consisteencoinprobarestarelacinfundamentadorayen
seguirlagnesisdelasevidenciaspre-predicativasapartir
delasdelaexperiencia,resultaserunavezaclaradala
naturalezadelaexperienciaunatareaderetrocesohacia
elmundo,talcomoestpre-dadocomoterrenouniversal de todas las
experiencias individuales, es decir, como mundo
delaexperiencia,enformainmediataypreviaatodoslos
esfuerzoslgicos.Elretrocesoalmundodelaexperiencia
esunretrocesoalmundovital,osea,almundoenque siempre hemos vivido y
que ofreceelterreno para toda
funcinconocitivayparatodadeterminacincientfica.Nuestra recin
adquirida visin de la naturaleza de la experiencia
comoexperienciadelmundonospermitirrespondera las preguntas que se
referan al sentido de este retroceso, a las
objecionesquesepuedenformularencontrayaloscaracteresmetdicosdeesteplanteamientogenticocomoplanteamiento
no psicolgico.De lo dicho se deduce que en la corriente de nuestra
experiencia del mundo,tal como s relaciona conel mundo que
yasiempreestpre-dado,nonossertanfcilencontrar
aquellasevidenciasltimasyoriginariasdelaexperiencia
quebuscamos,esdecir,aquellaverdaderafundacinoriginariadelaevidenciapre-predicativa,construidasobreuna
evidencia experiencial totalmente originaria y fundada como
algooriginario.Nobastaparaelloremontamossimplemente,apartir
dealgunos juicios particularesquepodemos
teneralavistacomoejemplos,alamaneracomosedan
previamentelosobjetos-sustratos,comosidesdecualquier
juicioarbitrariamenteelegidocomoejemplopudieraini44INTRODUCCINciarse
sin mayor problema el retroceso a una evidencia expe- riencialltima
yoriginaria.Msbien,para representarnos la estructura de una
adquisicin de conocimientos totalmente
originaria,debemostenersiemprealavistaelhorizonte experiencial en
que se encuentran en forma inseparable cada una deesas funciones de
laexperiencia.El mundoen elque vivimos y enqueejercemos nuestras
actividadesconocitivo-judicativas,yapartirdelcualnos afecta todo lo
que se convierte en sustrato de posibles juicios, nos ha sido
pre-dado desde siempre como impregnado de una sedimentacin de
funcioneslgicas;nunca nos ha sido dado
enformadiferentequecomounmundoenquenosotros
uotros,cuyaadquisicindeexperiencianosapropiamos mediante
comunicacin, aprendizaje o tradicin, hemos estadoactivosjuzgandoy
conociendo demanera lgica.Yesto
serefierenosloalsentidotpicamentedeterminadocon que todo objeto se
nos presenta como familiar, dentro de un
horizontedefamiliaridadtpica,sinotambinalpre-sea-
lamientodehorizonte,esdecir,alsentidoconquenoses
pre-dadoengeneralcmoobjetodeconocimientoposible,
comoalgodeterminableen general.Elsentido deeste pre-
dato[Vorgegebenheit]sedeterminaenvirtuddequeel mundo,talcomo
nosespre-dadoa nosotros,hombresadultos de nuestro tiempo, abarca
todo lo que la ciencia natural
delapocamodernahalogradoenlotocanteadeterminaciones de
lo-que-es[des Seienderi]. Y aun cuandonosotros mismos no estemos
interesados en la ciencia natural
nisepamosnadadesusresultados,sinembargo,lo-que-esnoses
pre-dadoporlomenoscontaldeterminacinqueloaprehendemoscomocientficamentedeterminableenprincipio.
Enotraspalabras:respectodeestemundo,quenosespre-
dado,sobrelabasedelatradicindelapocamoderna, nos resulta
sobreentendida la ideadequela totalidad infinita
delserengeneralesensunatotalidadracional,que
correlativamentehadeserdominadaporunacienciauniversal,yporciertoenformacompleta.
13 Estaideadel1 3
Cf.E.Husserl,DieKrisisdereuropaischenWissenschaftenunddie
transzendentalePhnomenologie,Philosophia,vol.I,1936p.97.PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
45mundocomo ununiversodel ser quepuede dominarsepor
mtodosexactos,losdelacienciafsico-matemtica,como
ununiversodeterminadoens,cuyasdeterminacionesfc-
ticashabrdeindagarmsadelantelaciencia,nosestan
familiarqueasuluzcomprendemoscualquiercosaindividualdadaennuestraexperiencia.Inclusoenloscasos
enquenoreconocemoslanecesidadgeneralylaaplicabi- lidad universal de
losmtodos cientfico-naturalesexactos y
desusidealesdeconocimiento,sinembargo,elestilo de esta
maneradeconocersehahechotanparadigmticoque de antemano existe la
conviccin de que los objetos de nuestra experiencia estn
determinados en s, y de que la funcin
delconocimientoesjustodescubrirenunaaproximacin
estasdeterminacionesexistentesensyfijarlasdemanera objetivacomo son
en s y objetivamente significa de
unavezportodasyparacadauno.Estaideadela
determinacindelo-que-esensydequeelmundode nuestraexperiencia esun
universo de lo-que-es en s y de lo determinado en s,estan obvia
para nosotros que,aun para el lego, cuando reflexiona sobre la
funcin del conocimiento, resulta obvia de antemano sta su
objetividad. Obviamente
sepresuponeconelloqueelespaciodenuestromundo
yeltiempoenqueexperimentamoslo-que-esyenelque
seencuentranuestrapropiaexperiencia,sonprecisamente
elespacioyeltiempo,cuyaaprehensinexactacomoexistentesensconstituyelatareadelaciencianaturalfisicomatemtica.Conlamismaobviedadsepresuponequeel
nexocausaldelo-que-es,talcomosedaenlaexperiencia, esel mismo que se
determinaposteriormenteconexactitud y objetividad en la ciencia
objetiva,como aquel nexo a que serefieren las
leyescausalesexactas.Conesto,elmundodenuestraexperienciaesinterpretadodeantemanoconelauxiliodeunaidealizacin,en
locualnoseveningunaotracosasinoqueestaidealizacin,queconducealespacioexactodelageometra,al
tiempoexactodela fsica ya la leyexacta decausalidad,y que lleva a
considerar el mundo de nuestra experiencia como
asdeterminadoens,esyaprecisamenteunresultadode46INTRODUCCINmtodosconocitivos,elcualsebasaenlosdatosprevios
[Vorgegebenheiten]denuestraexperienciainmediata.Y
estaexperienciaensuinmediateznoconoceunespacio
exactoniuntiempoycausalidadobjetivos.Sibientoda
determinacinterico-cientficadelo-que-esserefiereen
ltimainstanciaalaexperienciayalasrealidadesquese dan en ella, sin
embargo, la experiencia no ofrece los objetos
sinms,demaneratalqueelpensamientoqueoperacon
losobjetosdelaexperienciapropiaexplicando,recogiendo,separando,relacionando,formandoconceptos,deduciendoeinduciendollevasesinmsalosobjetosen
elsentido de lateora verdadera,delaciencia.Cuando
hablamosdelosobjetos dela ciencia,queencuantotal busca una verdad
vlida para todos,no sonlos objetosdela
experiencia,comoseexperimentanenformapuraysondeterminadosenlasaccionescategorialessobrelabasedeuna
experienciapura,losqueseexpresanadecuadamenteen
lasproposicionespredicativasencuantoestructurasterminadasdeesasacciones.Losjuiciosdelaexperienciao,
paradecirlomsclaramente,losjuiciosqueseobtienen
enactoscategorialessloapartirdelasformacionesoriginarias,puramente
a base de la experiencia, de la experiencia sensible
ydelaexperienciamentalfundadaenella,no son juicios definitivos, no
son juicios de la ciencia en sentido estricto precisamentede la
ciencia que trabaja guiada por
ideasdedefinitividad.Aspues,conrelacinalanaturalezasedistinguendelasotrasactividadescategorialeslas
actividadeslgicas dela idealizacin y de la matematizacin, que
presupone a aqulla, a la cual, generalizando, podramos
llamargeometrizacin.Lamatematizacindelanaturaleza,preparadaporla
obradelageometraeuclidianaconsusformasidealesy
quedesdeGalileosehaconvertidoenparadigmaparala
investigacindelanaturalezaengeneral,hallegadoaser tan comnmente
sobreentendida que ya en su creacin gali-
leanadesdeunprincipiosesustituyelmundodenuestra experiencia por el
mundo exacto, olvidndose completamente de preguntar por las
operaciones originarias, dadoras de
sentido,mediantelascualesdelespaciodelaintuicincon
susrasgostpicosvagosyfluctuantesseformaelespacio
exactodelageometra.14 Unareflexindeestaespecie
hubieramostradoqueningunaactividadimaginativaconformea
lafantasallevaacambiar lasfigurasespacialesde
laintuicinporlasfigurasexactasdelageometra,sino que ello es slo
posiblemediante un mtodo de idealizacin de lo dadointuitivamente;y
lomismoes vlidoparatodas
lasdeterminacionescientfico-naturales,queseatribuyena
lo-que-escomosusdeterminacionesens.Conellosepas por alto que ese
mtodo de la idealizacin, a fin de cuentas, no
logramsqueunaanticipacin,ampliadahastaelinfinito,deloquecabeesperarenlaexperiencia.Ysiempre
se pasapor alto queesteuniverso de determinaciones en s,
enelquelacienciaexactaaprehendeeluniversodelser, no es ms que un
ropaje de ideas conque se cubreel
mundodelaintuicinylaexperienciainmediatas,elmundo vital, de manera
que cada uno de los resultados de la ciencia
fundasusentidoenestaexperienciainmediatayeneste
mundodelaexperienciayserefiereaellos.Esteropaje de ideas hace que
tomemos por el ser verdadero lo que es un mtodo,
15yquedesdesiempreentendamoselmundode nuestraexperiencia enel
sentidode un ropaje deideascon
quelocubrimos,comosifueraensdeesemodo.As,
todareflexinsobrelaexperienciapura,yespecialmente
lasespeculacionesdeestandolefamiliaresyaparaelpositivismo, se
detiene en la naturaleza ya idealizada y lo mismo
valeparaellgicocuandopreguntaporlosfundamentos
experiencialesdelconocer;ynovalemenosparaelpsiclogo,quedeantemanoconsideraquelavivenciasehalla
en correlacinconel verdadero ser delascosas,quel cree
poderencontrarensudeterminacinydeterminabilidad
objetivas.Astambinellgicovesiempreelsentidode las funciones del
conocer en el logro de ese en s, en
alcanzarelconocimientoobjetivoysumetaendeterminarlo queespara cada
unoydeuna vez portodas;ellgicoi*
Cf.alrespecto,yparaloquesigue,I>ieKrisis . . .,pp.99y124ss.1
5Ibid.PROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN4748
INTRODUCCINolvidapreguntarsisteeselsentidodelafuncinconocitivaen
general,siesla normasegnlacualpuede medirse toda actividad
conocente y judicativa,y si no sedebe medir
lafuncindelconocimientomsbiendeacuerdoconel
propsitodelaexperienciaoriginaria,deacuerdoconlos objetivos que se
desprenden de ella, entre los cuales el
conocimientoexactoconstituyeslounode losposiblesprecisamenteporque
ni siquierapuedeformarseunconceptode una experiencia
originaria,debido a que lo dado originariamente superpone con la
idealizacin(queya niseentiende por tal),, procedente de la ciencia
exacta.Siqueremos,pues,retornaraunaexperienciaenelsentidoltimoyoriginarioquebuscamos,slosepodrtratar
dela experienciaoriginariadelmundovital[Lebenswelt],
quetodavanosabenadadeestasidealizaciones,sinoque constituye su
fundamento necesario.Y este retorno al mundo vitaloriginario no es
un retorno que aceptesimplemente al
mundodenuestraexperienciatalcomonosesdado,sino
quepersiguehastasuorigen la historicidad que yasehalla sedimentada
enl una historicidad en la queal mundose
lehadesarrolladoapenaselsentidodeunmundoens de determinabilidad
objetiva sobrela basede una intuicin y experiencia originarias.En
vista de que el lgico no
recurrealapreguntaquevamsatrsdeestasuperposicin
delmundodelaexperienciaoriginariaconidealizaciones,
sinoqueopinaquelaoriginariedaddelaexperienciase
puedeestablecersinmsentodotiempo,midetambin elconocimiento
deacuerdoconesteidealdeexactitud,de episteme como saber exacto y
objetivo.Frente a este saber, el retomo a la experiencia
pre-predicativa y a la visin de lo que es el msprofundo y
primigenioestratodela experiencia pre-predicativa significa una
justificacin dela doxa,que constituyeelmbito delasevidenciasltimas
y originarias, annoexactasniidealizadasfsico-matemticamente.Con
ellosecompruebatambinqueestembitodeladoxano constituye un campo de
evidencias de rango inferior al de la
episteme,aldelconocerjudicativoysussedimentaciones,
sinoprecisamenteelmbitodelaltimaoriginariedad,alPROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACIN
49que por su sentido mismo se regresa al conocimiento exacto,
cuyocarcterdebecomprendersecomomeromtodoyno como una va de
conocimiento queproporciona unens.Lo anterior noimplica
unmenosprecio delconocimiento
exactonidelasevidenciasapodcticasdellgicomismo. Significa slo un
esclarecimiento del camino por el que debe llegarse a las
evidenciasen niveles superiores y de
lospresupuestosocultosenlosqueesasevidenciassefundanylos que
determinan y limitan su sentido.Con ello,esasevidencias mismas no
se ponen en tela de juicio por lo que respecta a
sucontenido,Alcontrario,subsistelaconviccindeque el conocimiento
termina en ellas, de que su va consiste esencialmente en elevarse
de la do xa a la episteme',pero la meta ltima nodebehacer
olvidarelorigenyel derechopropio de losniveles inferiores. 11.La
aclaracin del origen del juicio y la genealoga de la lgica enel
horizontetotal dela problemtica trascendental y
fenomenolgico-constitutivaPor la misma razn,el necesario retroceso
a lasevidencias msoriginariasdelaexperiencianosepuederealizarcon
losmediosqueofrecelapsicologa.Unapsicologadeeste gnero,aunahdonde
^esentendidacomopsicologapura, que se relaciona con la pura
experiencia vivida y con lo dado como tal en la conciencia, como
una pura psicologa interna,
podra,cuandomucho,apartirdelosrasgostpicospreciadosdelasformaslgicas,recurriralapreguntaporlas
funcionessubjetivasquepertenecenesencialmenteaesas formas,funciones
en las que surgen estructuras deesa forma
amaneradeestructurasevidentes.Peroaunenloscasos en que ella
abordara seriamente el problema de la evidencia ypersiguierala
fundamentacindelasevidenciasdejuicio
enlasevidenciaspre-predicativas,tendrasinembargoque recurrir
necesariamentealapreguntaporlasvivenciasevidencalesdelossujetos,queprecisamenteyasonsujetos
de nuestromundodeunmundoqueyatienesuperpuestas
mltiplesidealizaciones y queesapercibidodeacuerdocon esta
superposicin.Alreflexionarsobrelaactividadlgica,50INTRODUCCINdelaquesedesprendentodaslasevidenciasdejuicio,la
psicologatendra quedetenerseenunaexperienciaquede manera
yatotalmenteobviaseconcibecomoreferidaaun
mundoidealizado.Laeliminacindeestasidealizaciones,
lairrupcinhaciasuocultofundamentodesentidoenla experiencia ms
originaria, ya no es un problema que pueda plantearseuna
psicologa,por msamplia y puramenteque
estrealizada.Pueslareflexinpsicolgicaacercadelas
vivencias,talcomosonaccesiblesmediantelapercepcin interna, nopuede
conducir alorigendeese ropajedeideas arrojado sobre
elmundoapartirdela experienciaoriginaria del mundo
vital.Lapsicologatomalas vivenciascomo
acontecimientosennuestraconciencia,aisladosydiferenciadosentres,cuyoorigen,desdeluego,puedeinvestigar
en cuanto acontecimientos aislados,as comoel lgico investiga las
formas particulares.Perotodareflexinpsicolgica de esta especie
llevar a las vivencias, precisamente en cuanto sonvivenciasy
experienciasdelmundo,deunmundoque para el sujeto en cuestin est ah
ya terminadodesde siempre,esdecir,comounmundoqueestahcomoaquelen
quelacienciamodernayahahechosuobradedeterminacinexacta.As,elpsiclogopodrquizestablecerla
anterioridadde laexperienciapre-predicativa,deactos
particularesfrentealaexperienciapredicativa,masnopodr esclarecer
por s mismo el sentido verdadero de este retroceso como retroceso a
lo ms originario. Entre las vivencias, tal
comolasencuentraelpsiclogodemaneramuyobvia,se
hallaestemundocomocorrelatodelas vivencias que
investiga,yadadosiemprejuntamente;ydesdelasvivenciasno dispone de
un camino que lo regrese al origen de este mundo mismo,el
cual,ciertamente,noesotroqueelformadopor
funcionessubjetivas,actividadesdelconocer,delaaplicacin de mtodos
cientficos, por medio de los cuales el mundo
estfrenteanosotrosdeterminadoasyasyenprincipio es
determinableininfinitumen su ser verdadero.Tambinexisten sedimentos
deoperaciones subjetivas,de operaciones intencionales pero de una
intencionalidad que no se mantiene abierta a la mirada de la
reflexin, sino que sePROPSITOYLMITESDELAINVESTIGACION
51encuentrasloimplcitaenlossedimentosqueremitena ella.El revelar
estas implicaciones intencionales y, con ellas, la
historiadelmundomismo,enqueelsujetodelapsicologaseencuentraya
comoenunmundoterminado,significaastambinunretrocesoalosubjetivo,porcuyaactividadintencionalelmundohaadquiridoestaestructura;
peroesun retrocesoa una subjetividad oculta oculta
porquenoselapuedemostraractualmenteenlareflexinen su actividad
intencional, sino que slo est indicada a travs
delossedimentosdeestaactividadenelmundopre-dado.
As,lapesquisaacercadelasevidenciasmsoriginariases tambin subjetiva,
pero se refiere a lo subjetivo en un sentido ms radicaldeloque jams
puede hacerlola psicologa.Es una eliminacindetodo aquello que enel
mundodenuestra experiencia actualexiste ya de
sedimentacionesdesentido; es un remontarse de estas sedimentaciones
de sentido a la
preguntaporlasfuentessubjetivasdelascualeshanemanado y,conello,auna
subjetividadoperante,quenoesla
delsujetoque,alreflexionar,psicolgicamenteseencuentra, al
reflexionar, frente a este mundo ya hecho y terminado.Setrata,por
elcontrario, deaquellasubjetividad por cuyas operaciones de
sentidoel mundo,tal como nos espre- dado,es decir, nuestro mundo,
ha llegado a ser lo que ahora es para nosotros: a saber, ya no un
mundo puro de experiencia
originaria,sinounmundoconelsentidodemundodeterminado y determinable
con exactitud, en que todos los entes individuales nos son dados de
antemano y en forma sobreentendida como entes en principio
determinables con los
mtodosdelacienciaexactayque,almenosenprincipio,son
ensenelsentidoquederivaoriginariamentedelaidealizacindelascienciasnaturalesfsico-matemticas.En
esta pregunta por el origen notiene granimportancia la aparicin
histrica-fctica de estas sedimentaciones de
sentidoapartirdeunadeterminadasubjetividadhistrica,ni
latienelasubjetividaddedeterminadaspersonalidadeshistricas,encuyaobraseaprehendiporprimeravezesta
ideadelamatematizacin; 16
porelcontrario,estenuestroRespectoalmtododeesteretroceso,cf.tambinop.cit.,pp.132ss.52
INTRODUCCINmundosloseconvierteparanosotrosenunejemplopor
elcualhabremosde, estudiarlaestructurayelorigendel
mundoposibleengeneral,apartirdefuentessubjetivas. No podramos
entender esta determinada aparicin histrica
derealizacionesdesentidoapartirdesujetoshistricos,si no
re-efecturamosen nosotros esas realizaciones,si no
re-viviramosestesurgimientodelasfuncionesdeidealizacin
apartirdelaexperienciavitaloriginaria,esdecir,sino pudisemos
realizarennosotros mismosesteretroceso desde eloculto mundo vital
consu ropaje deideas hacia
laexperienciaoriginariadelmundoyhaciaelmundovital.Con
ellorepetimostodalahistoriayasucedidadeoperaciones
subjetivas,peroqueantesestabanocultasyqueahora,al
re-efectuarlas,devinieronoperacionespatentesentendidas como tales.Y
nos comprendemos as a nosotros mismos como la subjetividad que no
seencuentra ya enunmundoterminadocomo enla simple reflexin
psicolgica, sinoquelleva dentrode s yrealizacomooperaciones
posiblestodasestas operacionesalasqueestemundodebesuhaberdevenido.
Conotraspalabras,enestarevelacindelasimplicaciones intencionales,
en la pregunta a las sedimentaciones de sentido
delmundoporsuorigenenlasoperacionesintencionales,
nosotrosnosentendemoscomosubjetividadtrascendental; trascendental
nodebeentenderseaqusinocomoelmotivo original, inaugurado por
Descartes, de la interrogacin sobre la fuente ltima de todas las
formaciones conocitivas y de la
reflexindelsujetoconocentesobresmismoysuvida
conocitiva,enlaquetodaslasestructurascientficasvlidas para l se
producen con algn propsito, son conservadas
comoadquisicionesyestndisponibleslibremente.17Para hablar con ms
precisin,el retroceso hacia la
subjetividadtrascendental,queconstituyeestemundopre-dado, se
realiza en dos etapas:1.Enel retrocesodesdeel mundo
pre-dadocontodas sus
sedimentacionesdesentido,consucienciaysudeterminacin cientfica,
hacia el mundo vital originario;17
Sobreesteconceptodelotrascendental,cf.op.cit.,pp.172ss.PROPSITOYLMITESD