EVALUACIÓN DE LA Silla operativa Liberty Humanscale€¦ · La silla operativa Liberty ha demostrado cumplir la norma BS EN ISO 9241 – Requisitos ergonómicos para trabajos de

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Ergonomics Unit

EVALUACIÓN DE LA

Silla operativa Liberty

Fabricada por

Humanscale

sobre cumplimiento de la norma

BS EN ISO 9241: Parte 5 (1999)

Fecha: 6 de junio de 2007

Ref.: 0107/HUMA/01E/GS

Autora del informe: Gina Sands

FIRA International Ltd

Maxwell Road

Stevenage SG1 2EW

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RESUMEN La silla operativa Liberty ha demostrado cumplir la norma BS EN ISO 9241 – Requisitos

ergonómicos para trabajos de oficina con pantallas de visualización (VDT); Parte 5: Disposición

con estación de trabajo y requisitos respecto a la postura. Ha satisfecho las exigencias

ergonómicas tal como se muestra en este informe.

La silla Liberty se probó con ensayos de uso realizados a 10 usuarios con percentiles de

estaturas que iban desde el 1er percentil de mujeres hasta el percentil 97 de hombres.

INTRODUCCIÓN HumanScale entregó la silla operativa Liberty (como la que figura más abajo) para evaluar si

cumplía con la norma BS EN ISO 9241 - Requisitos ergonómicos para trabajos de oficina con

pantallas de visualización (VDT); Parte 5: Disposición con estación de trabajo y requisitos

respecto a la postura. La evaluación se llevó a cabo en FIRA en mayo de 2007.

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ADECUACIÓN Y AJUSTE DE DIMENSIONES

Se comprobaron primeramente las medidas de la silla Liberty respecto a la norma BS EN 1335

Parte 1. Los detalles figuran en informe separado (ref 0107/HUMA/01/GS).

Todos los usuarios consideraron que era suficiente el ajuste de la profundidad del asiento de

forma que se podían sentar con la espalda en el respaldo sin que el borde delantero del asiento

tropezara con la parte trasera de sus rodillas. Sin embargo, uno de los usuarios estimó que la

profundidad del asiento era demasiado pequeña. Se trataba del usuario masculino alto (con

percentil de estatura 96 de hombres).

Los usuarios informaron también que el ancho del fondo almohadillado del asiento era

aceptable, estimando los usuarios más gruesos que era suficientemente ancho para ellos.

La altura del asiento se podía ajustar en un amplio intervalo, lo cual significó que los usuarios

pudieron ajustarla fácilmente tanto en función de su propia estatura como de la altura de la mesa

en la que trabajaban.

No tenía dispositivo para ajustar el ángulo del fondo almohadillado del asiento

independientemente del respaldo, y alguno de los usuarios informó que el asiento quedaba

demasiado inclinado hacia abajo en la parte delantera, aunque la mayoría de los usuarios no

tuvieron problema alguno con esa zona. La inclinación del respaldo no se podía bloquear y se

movía libremente, por lo que no hubo posibilidad de satisfacer a los usuarios que preferían tener

el respaldo fijo. La mayoría de los usuarios preferían que el respaldo flotara libremente y

encontraron que la tensión se adaptaba bien a su peso corporal. Sin embargo, dos usuarios

comentaron que la inclinación del respaldo quedaba un poco demasiado hacia atrás.

La altura del respaldo no podía cambiarse, pero la mayoría de los usuarios encontraron que la

altura del soporte lumbar les iba bien. Encontraron que el respaldo se adaptaba lo suficiente

como para servir de apoyo a su zona lumbar. Esto quedó corroborado por un estudio sobre la

columna de los usuarios cuando estaban de pie, sentados erguidos y reclinados sobre la silla

Liberty. Se encontró que la forma de la columna vertebral de todos los usuarios presentaba

lordosis, y en algunos casos era mejor cuando estaban sentados en la silla Liberty que cuando

estaban de pie. En el Anexo a este informe figuran más datos.

La altura de los reposabrazos por encima del fondo del asiento se podía ajustar y había

suficiente intervalo para acoplarse a la estatura de los distintos usuarios. Sin embargo, un par de

usuarios con mesas en curva comentaron que los reposabrazos les impedían a veces acercarse a

la mesa, por encontrarse demasiado altos o demasiado hacia adelante. Sin embargo, afirmaron

que bajando los brazos podían acercarse a la mesa utilizando la superficie de la misma para

reposar los brazos.

MANDOS/ ALCANCE

Los controles estaban colocados en zonas que permitían al usuario llegar fácilmente y ajustar la

silla estando sentados en la misma.

Los usuarios no detectaron ningún aspecto de la silla que les pudiera lesionar y no accionaron

nunca los mandos de forma accidental ni sin querer.

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SENCILLEZ DE MANEJO

Cada mando estaba colocado en el lugar que los usuarios asociaban con esa función

determinada y eso, conjuntamente con el texto en los mandos, resultó de ayuda a los nuevos

usuarios para ajustar la silla. Se trataba de una silla fácil de ajustar ya que existían solamente

dos ajustes, por lo que esta silla resultaría especialmente útil para oficinas con puestos en “hot

desk” donde los usuarios cambian de silla muy a menudo.

FOLLETO DE INSTRUCCIONES No se suministraron instrucciones con la silla. Sin embargo, los usuarios no tuvieron dificultad

alguna en comprender cómo se ajustaba la silla una vez que se les explicó.

COMODIDAD Casi todos los usuarios encontraron la silla cómoda y la mayoría no informó de ningún dolor ni

molestia, encontrando la mayoría más comodidad durante la prueba. No obstante, un usuario

encontró que la silla Liberty no era cómoda e informó de ciertas molestias en el cuello, espalda

y muslos. Esta usuaria tenía un problema crónico de larga duración en la espalda por lo que sus

comentarios no resultaron coherentes con los de los demás usuarios durante la prueba.

La silla Liberty consiguió una puntuación media de 7,44 sobre 10, dando la mayoría de los

usuarios puntuaciones muy altas mientras que una usuaria (la que sufría de dolencia crónica de

espalda) le otorgó un 3 sobre 10.

CONCLUSIONES En conclusión la mayoría de los usuarios encontraron la silla cómoda para sentarse durante

largos periodos de tiempo. La silla Liberty tiene solamente dos ajustes aunque, no obstante, la

mayoría de los usuarios encontraron que la silla se les adaptaba muy bien. Puede que los

usuarios altos encontraran que el asiento no era todo lo profundo que hubieran deseado. Los

reposabrazos fueron adecuados para la mayoría de los usuarios aunque a algunos usuarios les

impedían arrimarse a las mesas en curva o en L. Sin embargo, como el reposabrazos puede

bajarse hasta pasar por debajo de la mesa, solucionaron esa eventualidad.

La tensión de la silla se ajusta muy bien automáticamente para adaptarse a los distintos pesos de

los usuarios y los pocos ajustes necesarios para cambiar de usuario hacen esta silla

especialmente deseable para oficinas con puestos de trabajo calientes.

La silla Liberty obtuvo una puntuación media de 7,44 sobre 10 y por lo tanto les gustó mucho a

la mayoría de los usuarios.

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ANEXO: Apoyo lumbar virtual de la silla Liberty

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Apoyo lumbar virtual de la silla Liberty Está claro que la silla Liberty no tiene un apoyo lumbar que se mueva físicamente. La espalda

tiene una forma en s que es un punto lumbar. Su altura se mide como describe la norma BS EN

1335 Parte 1. Esto haría que la silla tuviera que tener un apoyo lumbar a una altura fija.

En la vida real, al utilizar la silla, funciona como tener un apoyo lumbar móvil de altura

ajustable. Durante las pruebas con usuarios llevadas a cabo en FIRA, la mayoría de los usuarios

encontraron que la silla aportaba suficiente apoyo a su parte baja de la espalda y no

experimentaron ningún dolor ni molestia. Encontraron que la silla era muy cómoda. Los

usuarios iban desde el 1er percentil de las mujeres hasta el percentil 96 de los hombres. Se

entiende que la información que posee Humanscale sobre las experiencias de los usuarios de las

sillas Liberty corrobora ese hallazgo.

Entonces, ¿cómo es eso posible? Cuando los usuarios se recuestan contra el respaldo, la malla

semiflexible que está cosida en tres tramos verticales se deforma al tiempo que se vuelve en

cierto modo firme para responder a la espalda del usuario. La forma del respaldo y el diseño de

unión de los tramos con las características de la malla no parecen dejar al usuario encorvarse

sino que le hace mantener una buena lordosis. Esto ocurre a la altura apropiada para cada

persona, por lo que no es específica en función del tamaño de la persona.

No es posible medir el apoyo lumbar que se desplaza virtualmente ni la lordosis de la espalda

empleando los métodos tradicionales indicados en las normas como la BS EN 1335 Parte 1. Por

lo tanto, se tomó la decisión de tomar la forma de la columna vertebral de cada usuario cuando

estaban de pie (postura 1), cuando estaban sentados erguidos en la silla Liberty (postura 2) y por

último, estando reclinados en la silla Liberty (postura 3). La comparación de esos trazados

mostraría si la columna tenía lordosis alrededor de la zona lumbar o si los usuarios se

encorvaban. Se utilizó un ratón de tipo spinal mouse para dibujar las columnas vertebrales de

los usuarios. Como el respaldo de la silla Liberty era de malla, resultó muy sencillo trazar desde

atrás sin necesidad de cortar la sección central de la silla.

En las siguientes páginas figuran los trazados de las columnas vertebrales de 8 usuarios. El

trazado 1 corresponde a la postura de pie que debe presentar la lordosis más natural de la

espalda en la zona lumbar. El trazado 2 es la forma de la columna en postura de sentado erguido

y el trazado 3 es la forma de la columna en posición de sentado reclinado.

Como se puede observar en esos gráficos, para la mayoría de las personas mejora la forma de la

columna vertebral al pasar de estar de pie a estar sentado y finalmente reclinados. Muestran

también que la silla no permite que los usuarios se encorven (o sea, adoptar formas en C para la

columna cuando se sientan o reclinan). Ninguna persona aparece sentarse en postura encorvada.

Por lo tanto, dados los resultados de los trazados de las columnas y la información recogida de

los usuarios durante las pruebas, se concluye que el respaldo de la silla Liberty se deforma

automáticamente para ofrecer un soporte lumbar ajustable para una gran variedad de usuarios.

Levent Çaglar, Consultor Senior de Ergonomía

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