GalactorreaProduccin de leche en varones, o en mujeres que no
estn criando al pecho un lactante
EtiologaLos prolactinomas son los tumores hipofisarios
secretores ms frecuentes en ambos sexos yproducen cantidades
excesivas de prolactina. La mayora de los tumores en las mujeres
sonmicroadenomas (10 mm) en el momento del diagnstico. La
frecuencia de los microadenomas es muyinferior en los varones, tal
vez por su identificacin ms tarda.La hiperprolactinemia y la
galactorrea tambin pueden ser causadas por la ingestin deciertos
frmacos, como fenotiacinas, algunos antihipertensivos
(especialmente -metildopa)y opiceos. El hipotiroidismo primario
puede causar hiperprolactinemia y galactorrea, puestoque los
niveles elevados de TRH estimulan el aumento de secrecin de TSH y
prolactina. Noest claro por qu la hiperprolactinemia se asocia con
hipogonadotropismo e hipogonadismo.En la tabla 7-2 se enumeran las
causas de hiperprolactinemia.
Sntomas y signosEn la mujeres, la amenorrea suele estar asociada
con galactorrea. Se han descrito tressubgrupos del sndrome
galactorrea-amenorrea: 1) galactorrea-amenorrea persistente
despusdel embarazo (sndrome de Chiari-Frommel), 2)
galactorrea-amenorrea no asociada con elembarazo (sndrome de
Ahumada-Del Castillo) y 3) galactorrea-amenorrea causada por
unadenoma cromfobo de la hipfisis (sndrome de Forbes-Albright).
Estas distinciones notienen utilidad clnica, dado que los dos
primeros sndromes pueden asociarse a tumoreshipofisarios. Los
varones con tumores hipofisarios secretores de prolactina se
quejancaractersticamente de cefaleas o problemas visuales.
Alrededor de 2/3 de los hombresafectados sealan prdida de la libido
y de la potencia sexual. Como se ha indicado, elaumento de
prolactina lleva de algn modo a niveles disminuidos de LH y FSH y
ahipogonadismo.Las mujeres con galactorrea-amenorrea presentan
habitualmente sntomas de deficienciaestrognica, como sofocos y
dispareunia. Sin embargo, la produccin de estrgenos puedeser
normal, y se han observado signos de exceso de andrgenos en algunas
mujereshiperprolactinmicas. Por otra parte, la hiperprolactinemia
puede asociarse con otrasalteraciones del ciclo menstrual adems de
la amenorrea, como la ovulacin infrecuente uoligoovulacin y la
disfuncin del cuerpo lteo. Manual MERCK, 10ed., edicin del
DiagnsticoEl primer objetivo diagnstico es la confirmacin de la
hiperprolactinemia en condicionesbasales. En general, los niveles
basales de prolactina parecen tener una correlacin con eltamao del
tumor hipofisario y pueden utilizarse para el seguimiento de los
pacientes en elcurso del tiempo. Los niveles sricos de
gonadotropina y estradiol estn o bien bajos o en elintervalo normal
en las mujeres hiperprolactinmicas. El hipotiroidismo primario se
descartafcilmente en ausencia de aumento de TSH. Aunque puede
utilizarse una radiografa simplede la silla turca en proyeccin
lateral focal para excluir las neoplasias hipofisarias de
mayortamao, el mtodo de eleccin para identificar los microadenomas
es la TC o la RMN. Laexploracin del campo visual est indicada en
todos los pacientes con macroadenomas y encualquier paciente que
opte por el simple tratamiento mdico o la vigilancia.
TratamientoEl tratamiento de los tumores hipofisarios asociados
a hiperprolactinemia es objeto dediscusin. Los pacientes con
niveles de prolactina 10 mm cuando no se tieneacceso a los centros
neurorradiolgicos modernos.Cuando se sospecha un
panhipopituitarismo, la evaluacin inicial debe dirigirse a
detectardeficiencias de TSH y ACTH, porque ambas patologas son
potencialmente peligrosas parala vida.Evaluacin de la funcin
tiroidea: Los niveles de tiroxina (T4), triyodotironina (T3) yTSH
se pueden determinar mediante radioinmunoensayo. Todos los niveles
deben estarbajos, puesto que los niveles elevados indican una
anomala primaria de la glndula tiroides(v. cap. 8 ). La
administracin de 200 a 500 g de hormona liberadora de
tirotropina(TRH) sinttica por va i.v. a lo largo de 15 a 30 seg
puede ayudar a diferenciar a lospacientes con una disfuncin
hipotalmica de los que tienen una disfuncin hipofisariaintrnseca.
Los niveles mximos de TSH en respuesta a la TRH se observan por lo
general 30min despus de la inyeccin. Puede observarse un retraso en
la elevacin de los niveles deTSH en pacientes con enfermedad
hipotalmica. Por desgracia, algunos pacientes conenfermedad
hipofisaria primaria tendrn tambin este tipo de respuesta de TSH
anormal.Otros pacientes con enfermedad hipofisaria pueden no tener
aumento alguno de los nivelesde TSH en respuesta a la TRH.Evaluacin
de la secrecin de ACTH: Algunos pacientes con
hiposuprarrenalismopresentan niveles basales de cortisol srico
dentro del intervalo normal, pero tienen unareserva hipofisaria
disminuida, con respuestas menores de las normales a una o varias
de laspruebas que estimulan el eje ACTH-suprarrenales. El mtodo ms
fiable para evaluar laACTH (as como la GH y la prolactina) es la
prueba de tolerancia a la insulina. Seadministra insulina regular a
una dosis de 0,1 U/kg de peso corporal por va i.v. a lo largo de15
a 30 seg y se obtienen muestras de sangre venosa para determinar
GH, cortisol y glucosaen el tiempo cero (antes de la administracin
de insulina) y 20, 30, 45, 60 y 90 min despus.Si los resultados de
la prueba no muestran una disminucin de los niveles de glucosa
sricade al menos un 50% a niveles 5 ng/ml tras un estmulo bastan
para excluir unadeficiencia de GH. Los aumentos de la GH 2 cm) con
nivelescirculantes de prolactina extremadamente altos requieren
tratamiento quirrgico o irradiacinadems de la bromocriptina. Tambin
puede emplearse la irradiacin de la hipfisis consupervoltaje. En
los tumores de mayor tamao y con extensin supraselar, puede no
serposible la reseccin de toda la neoplasia, sea por va
transesfenoidal o por va transfrontal, ypuede estar justificada una
irradiacin coadyuvante mediante supervoltaje. Tanto eltratamiento
quirrgico como la irradiacin pueden ir seguidos de la prdida de
otrasfunciones hormonales hipofisarias. Los pacientes irradiados
pueden perder la funcinendocrina lentamente, a lo largo de aos, y
tambin presentar problemas visualesrelacionados con la fibrosis del
quiasma ptico. Por consiguiente, debe evaluarse el estadohormonal
posterior al tratamiento a intervalos frecuentes, con preferencia a
los 3 y 6 meses yuna vez al ao desde entonces. La profundidad de
esa evaluacin debe someterse a discusin,pero tiene que incluir la
valoracin de la funcin tiroidea y la suprarrenal, como tambin
unavaloracin radiogrfica de la silla turca y una exploracin del
campo visual.En la apopleja hipofisaria, el tratamiento quirrgico
inmediato est justificado si aparecenbruscamente alteraciones del
campo visual o paresias oculomotoras o si la somnolenciaevoluciona
a coma por compresin del hipotlamo. Aunque el tratamiento mdico
concorticosteroides a dosis altas y el sostenimiento general pueden
bastar en algunos casos, porregla general debe emprenderse
inmediatamente la descompresin transesfenoidal del tumor,a menudo
hemorrgico.
Captulo 8. TRASTORNOS TIROIDEOS8 / TRASTORNOS TIROIDEOSSon
trastornos tiroideos el bocio eutiroideo, el sndrome del enfermo
eutiroideo, el hipertiroidismo, elhipotiroidismo, la tiroiditis y
los cnceres tiroideos. La exposicin de la sntesis y la fisiologa de
las hormonastiroideas y de las pruebas de laboratorio de la funcin
tiroidea son prerrequisitos para una comprensincompleta de estos
trastornos.
Sntesis y liberacin de las hormonas tiroideasEn la figura 8-1 se
muestra el esquema general de la biosntesis de las hormonas
tiroideas. Elyoduro, que se ingiere en los alimentos y el agua, es
concentrado de forma activa por la glndulatiroides, convertido a
yodo orgnico por la peroxidasa tiroidea e incorporado a la tirosina
en latiroglobulina intrafolicular contenida en el coloide de la
superficie de la clula basal de la clulafolicular del tiroides. Las
tirosinas son yodadas en un lugar (monoyodotirosina) o en
dos(diyodotirosina) y se acoplan para formar las hormonas activas
(diyodotirosina + diyodotirosina tetrayodotironina [tiroxina, T4];
diyodotirosina + monoyodotirosina triyodotironina [T3]). Otrafuente
de T3 en el interior de la glndula tiroides es el producto de la
monodesyodacin del anilloexterno de la T4 por una selenoenzima: la
5'-desyodasa tipo I (5'-D-I). La tiroglobulina, unaglucoprotena que
contiene T3 y T4 en su matriz, es captada por el folculo en forma
de gotitas decoloide por las clulas tiroideas.Los lisosomas que
contienen proteasas separan T3 y T4 de la tiroglobulina originando
la liberacinde T3 y T4 libres. Las yodotirosinas (monoyodotirosina
y diyodotirosina) son tambin liberadas apartir de la tiroglobulina,
pero slo llegan al torrente circulatorio en cantidades muy pequeas.
Elyodo es separado de ellas por las desyodasas intracelulares, y
este yodo es utilizado por la glndulatiroides.La T3 y la T4 que
libera el tiroides mediante protelisis pasan al torrente
circulatorio, donde se unena protenas sricas fijadoras de hormona
tiroidea para su transporte. La principal protena sricafijadora de
hormona tiroidea es la globulina transportadora de tiroxina (TBG),
que tiene una altaafinidad pero una baja capacidad para T4 y T3. La
TBG responde en condiciones normales del 75%de las hormonas ligadas
aproximadamente. Otras protenas transportadoras de hormonas
tiroideascomo la prealbmina transportadora principalmente de
tiroxina, denominada tambin transtiretina,que tiene alta afinidad
pero baja capacidad para la T4, y la albmina, que tiene baja
afinidad peroalta capacidad para T4 y T3 dan cuenta del resto de
las hormonas tiroideas sricas ligadas.Alrededor del 0,03% de la T4
srica total y un 0,3% de la T3 srica total estn libres y en
equilibriocon las hormonas ligadas. Para los tejidos perifricos slo
estn disponibles la T4 y la T3 libres parala accin hormonal del
tiroides.Todas las reacciones necesarias para la formacin de T3 y
T4 son influidas y controladas por lahormona estimulante del
tiroides hipofisaria (TSH), llamada tambin tirotropina, que
estimula lasclulas foliculares en la glndula tiroides. La TSH se
une a su receptor en la membrana plasmticatiroidea en la superficie
externa de la clula folicular y activa la enzima adenililciclasa,
aumentandoas la formacin de 3':5'-adenosina monofosfato cclico
(AMPc), el nucletido mediador de losefectos intracelulares de la
TSH. La secrecin hipofisaria de TSH es controlada por un
mecanismode retroaccin negativo modulado por la concentracin
circulante de T4 y T3 libres y por laconversin de T4 en T3 en las
clulas tirotrpicas hipofisarias. La T3 es la
yodotironinametablicamente activa. El aumento de los niveles de
hormonas tiroideas libres (T4 y T3) inhibe lasecrecin hipofisaria
de TSH, mientras que la disminucin de los niveles de T4 y T3
produce unaumento de la liberacin de TSH por la hipfisis. La
secrecin de TSH est influida tambin por lahormona liberadora de
tirotropina (TRH), un pptido de 3 aminocidos sintetizado en el
hipotlamo.La TRH, liberada hacia el sistema portal situado entre el
hipotlamo y la hipfisis, se une a unreceptor de TRH especfico en
las clulas tirotrpicas de la hipfisis anterior y origina la
liberacinposterior de TSH. La regulacin exacta de la sntesis y la
liberacin de TRH no se han aclarado,aunque ciertamente las hormonas
tiroideas desempean una funcin.En torno al 20% de la T3 circulante
es producida por el tiroides. El 80% restante es producido por
lamonodesyodacin del anillo externo de la T4 (5'-D-I), sobre todo
en el hgado. Tambin se producemonodesyodacin del anillo interno de
la T4 (5-desyodasa [5D-III]) en el hgado y en
localizacionesextrahepticas para producir 3,3',5'-T3 (T3 inversa o
rT3). Esta yodotironina tiene una actividadmetablica mnima, pero
est presente en el suero humano normal y en cantidades
insignificantes enla tiroglobulina. Alrededor del 99% de la rT3
circulante se origina por desyodacin del anillointerno de la T4 en
los tejidos perifricos. Los niveles de rT3 aumentan en muchas
situaciones en lasque los niveles sricos de T3 disminuyen por la
reduccin de actividad del anillo externo 5'-D-I (p.ej., hepatopatas
y nefropatas crnicas, afecciones agudas y crnicas, inanicin y
dietas deficientesen hidratos de carbono). Este aumento de rT3 se
produce sobre todo por una disminucin deactividad del anillo
externo (5'-D-I), la cual reduce considerablemente el aclaramiento
de rT3. Estosestados de enfermedad crnica, por tanto, conducen a
una disminucin de la produccin de lahormona activa, T3, y a un
aumento de los niveles sricos de rT3 debido a una disminucin de
suaclaramiento. La disminucin de la produccin de T3 podra ser una
respuesta adaptativa a laenfermedad. Manual MERCK, 10ed., edicin
del centenario.
Efectos de las hormonas tiroideasLas hormonas tiroideas tienen
dos efectos fisiolgicos principales: 1) aumentan la sntesis
deprotenas prcticamente en todos los tejidos del organismo. (La T3
y la T4 penetran en las clulas,donde la T3, que se obtiene de la
circulacin y por la conversin de T4 en T3 dentro de la clula, seune
a receptores nucleares individuales e influye sobre la formacin de
ARNm.) 2) La T3incrementa el consumo de O2 mediante el aumento de
actividad de la Na+, K+-ATPasa (bomba deNa), sobre todo en los
tejidos responsables del consumo basal de O2 (es decir, hgado,
rin,corazn y msculo esqueltico). El aumento de actividad de la Na+,
K+-ATPasa es secundario alincremento de la sntesis de esta enzima;
por consiguiente, el aumento del consumo de O2probablemente tambin
est relacionado con la fijacin nuclear de hormonas tiroideas. No
obstante,no se ha descartado un efecto directo de la T3 sobre la
mitocondria. Se cree que la T3 es la hormonatiroidea activa, aunque
la misma T4 pueda ser biolgicamente activa.
Pruebas de laboratorio de la funcin tiroideaDeterminacin de la
hormona estimulante del tiroides (TSH) srica: Medir la TSH sricaes
la mejor manera de determinar la disfuncin del tiroides. Unos
resultados normales de la pruebaexcluyen esencialmente el
hipertiroidismo o el hipotiroidismo, con la excepcin de
unhipertiroidismo secundario a un adenoma hipofisario secretor de
TSH y de algunos pacientes conhipotiroidismo central debido a
enfermedad del hipotlamo y/o la hipfisis. Estas patologas seexponen
brevemente ms adelante. El nivel srico de TSH define tambin los
sndromes dehipertiroidismo subclnico (TSH srica inhibida) y de
hipotiroidismo subclnico (TSH sricaaumentada), ambos asociados con
niveles normales en suero de T4, T4 libre, T3 y T3 libre.Los
recientes ensayos de TSH en suero que utilizan la metodologa del
ensayo inmunomtrico sonmucho ms sensibles y exactos que el ensayo
de primera generacin que utiliza elradioinmunoensayo. Esta
sensibilidad permite la diferenciacin entre los niveles
extremadamentebajos o indetectables encontrados en el
hipertiroidismo verdadero y los niveles inferiores a losnormales
encontrados en determinados pacientes, como por ejemplo pacientes
con el sndrome delenfermo eutiroideo (v. ms adelante). Los ensayos
inmunomtricos de segunda generacin (IEMA,IFMA e ICMA) tienen una
sensibilidad funcional de 0,01 a 0,02 mU/l. Los ensayos de
tercerageneracin (algunos ICMA) tienen una sensibilidad funcional
de 0,01 a 0,02 mU/l. Los ensayos decuarta generacin en desarrollo
tienen una sensibilidad funcional de 0,001 a 0,002
mU/l.Determinacin de la T4 total en suero: La T4 total en suero se
determina con mayorfrecuencia mediante ensayo inmunomtrico que
utiliza marcado isotpico (IRMA) o no isotpico,como una enzima
(ensayo inmunoenzimomtrico [IEMA]), un fluorforo
(ensayoinmunofluoromtrico [IFMA]) o un compuesto quimioluminiscente
(ensayoinmunoquimioluminomtrico [ICMA]). Los ensayos inmunomtricos
miden la T4 total, tanto lahormona ligada como la hormona libre,
aunque casi toda la T4 est ligada a protenas. Estos ensayosson
sencillos, baratos y rpidos. La T4 total es una medida directa de
la T4, no afectada porcontaminacin de yodo no ligado a la T4. No
obstante, los cambios en los niveles de protenassricas
transportadoras producen cambios correspondientes en la T4 total,
aun cuando la T4 librefisiolgicamente activa no se modifique. Por
tanto, un paciente puede ser normal fisiolgicamentepero tener un
nivel anormal de T4 total en el suero.Es muy frecuente que la
globulina transportadora de tiroxina (TBG) aumente en el embarazo,
en eltratamiento con estrgenos o anticonceptivos orales y en la
fase aguda de la hepatitis infecciosa. LaTBG tambin puede estar
disminuida genticamente por una anomala ligada al cromosoma X.La
TBG est disminuida principalmente por los esteroides anablicos,
como la testosterona, y porcantidades excesivas de
corticosteroides. Tambin puede estar disminuida genticamente.
Porltimo, las dosis grandes de frmacos como la difenilhidantona y
la aspirina y sus derivadosdesplazan a la T4 de sus lugares de
fijacin en la TBG, produciendo con ello resultados falsamentebajos
del nivel srico de T4 total.Determinacin directa de la T4 libre:
Dado que las hormonas tiroideas libres estndisponibles para los
tejidos perifricos, determinar directamente la T4 libre en el suero
evita lospeligros de la interpretacin de los niveles de T4 total,
que estn influidos por el nivel de protenasde fijacin. As, los
niveles de T4 libre en suero diagnostican con ms exactitud la
funcin tiroideaverdadera que la T4 total. La determinacin directa
del nivel de T4 libre en suero se valora conmayor exactitud
mediante dilisis de equilibrio, la cual es engorrosa, cara,
tcnicamente exigente yno est disponible en la mayora de los
laboratorios comerciales. Este mtodo separa la hormonaligada de la
libre. El parmetro estndar ("piedra de toque") de la determinacin
de la T4 libre ensuero es la dilisis de equilibrio durante toda la
noche del suero que contiene T4-I125; el porcentajede T4 libre se
calcula determinando las cuentas totales en el dializado divididas
por la T4-I125 totalaadida al suero y multiplicadas por la
concentracin de T4 total. Est disponible una versinsimplificada en
forma de reactivos listos para usar; la T4 libre se determina en el
dializado medianteinmunoensayo. Estimacin indirecta de la T4 libre:
Estas determinaciones son fcilmente accesibles, sonms sencillas y
coinciden extremadamente bien con los mtodos para medir
directamente la T4 libremencionados antes. Los mtodos basados en
ndices requieren dos pruebas independientes, una quedetermina la T4
total en suero y otra que mide el cociente de fijacin de la hormona
tiroidea o lacaptacin de resina de T3. El ndice de T4 libre se
calcula entonces utilizando las concentraciones deT4 total y de
TBG, el cociente de fijacin de hormona tiroidea o la captacin de
resina con T3. Elndice es directamente proporcional al nivel de T4
libre. Los mtodos de inmunoensayo sonestandarizados frente a una
determinacin directa de T4 libre mediante dilisis de equilibrio,
por locual los resultados se expresan en unidades absolutas (ng/dl
o pmol/l). Los dos mtodos utilizadosms comnmente son un
inmunoensayo en dos pasos y uno en un paso que utiliza un anlogo de
laT4. Estos ensayos no estn completamente libres de la influencia
de las protenas de fijacin o desustancias presentes en el suero que
puedan originar falsos aumentos o disminuciones de los nivelesde T4
libre.Determinacin de T3 total y T3 libre en suero: Dado que la T3
est firmemente ligada a laTBG (aunque 10 veces menos que la T4),
pero no a la transtiretina, los niveles de T3 total sricamedidos
por los mismos mtodos descritos antes para la T4 total estarn
influidos por lasalteraciones en el nivel de TBG srica y por los
frmacos que afectan a la fijacin a la TBG. Losniveles de T3 libre
en el suero se determinan con los mismos mtodos directo e indirecto
descritosanteriormente para la T4.Prueba de la hormona liberadora
de tirotropina (TRH): Se determina la TSH srica antesy despus de
una inyeccin i.v. de 500 g de TRH sinttica. En condiciones normales
se produce unrpido aumento de los niveles de TSH de 5 a 25 U/ml,
alcanzando un mximo a los 30 min yrestablecindose la normalidad
hacia los 120 min. El aumento es exagerado en el
hipotiroidismoprimario. La prueba de TRH puede ser til para
diferenciar el hipotiroidismo hipofisario delhipotalmico. Los
pacientes con un hipotiroidismo secundario a una deficiencia
hipofisaria tienenuna respuesta de TSH nula o disminuida a la TRH.
Los pacientes con un trastorno hipotalmico quetienen una reserva
deficiente de TRH y una reserva hipofisaria normal liberan
habitualmentecantidades normales de TSH en respuesta a la TRH,
aunque la liberacin puede ser tarda yprolongada, ocasionando un
desplazamiento en el tiempo de liberacin. En el hipertiroidismo,
laliberacin de TSH permanece inhibida, incluso en respuesta a TRH
en inyeccin, comoconsecuencia de los efectos inhibidores de la T4 y
la T3 libres elevadas sobre las clulas tirotropashipofisarias. En
cualquier caso, con los ensayos de TSH ms modernos, la prueba de
TRH senecesita raras veces para diagnosticar la disfuncin tiroidea
porque la TSH srica basal esproporcional a la respuesta de TSH a la
TRH.Determinacin de autoanticuerpos tiroideos: En casi todos los
pacientes con tiroiditis deHashimoto se muestran autoanticuerpos
contra la peroxidasa tiroidea y, con menos frecuencia,contra la
tiroglobulina, y los autoanticuerpos contra la peroxidasa tiroidea
se detectan habitualmenteen los pacientes con enfermedad de Graves.
Esas dos clases de anticuerpos se determinancomnmente mediante
enzimoinmunoensayos; una prueba de autoanticuerpos contra la
peroxidasatiroidea ha sustituido a la antigua prueba de aglutinacin
con eritrocitos tratados con tanino paraautoanticuerpos
antimicrosmicos (M) tiroideos. Un autoanticuerpo dirigido contra el
receptor deTSH de la clula folicular tiroidea (TRAb) causa el
hipertiroidismo en la enfermedad de Graves.Para determinar los TRAb
se utilizan dos mtodos generales. Los ensayos de unin-inhibicin
deTSH determinan la capacidad de la IgG srica para inhibir la unin
de TSH-I125 a receptores deTSH solubilizados. El ensayo del
anticuerpo estimulante del tiroides mide la capacidad de esas
IgGpara estimular la generacin de AMPc o la captacin de I125 en
diferentes sistemas biolgicos, porejemplo, cultivos en monocapa de
clulas tiroideas aisladas, clulas foliculares de rata
cultivadas(FRTL-5) o clulas tiroideas obtenidas de tejido humano o
porcino. Por ltimo, se pueden detectaranticuerpos contra T4 y T3 en
pacientes con enfermedad tiroidea autoinmune y pueden afectar a
lasdeterminaciones de T4 y T3, pero casi siempre carecen de
importancia clnica.Determinacin de la tiroglobulina: El tiroides es
la nica fuente de esta glucoprotenayodada de alto peso molecular,
la cual se detecta fcilmente en pacientes normotiroideos y
sueleestar elevada en pacientes con bocio no txico y txico. La
utilidad principal de la tiroglobulinasrica est en la evaluacin de
pacientes despus de una tiroidectoma casi total o total, con o
sinablacin por I131, para el cncer tiroideo diferenciado. Los
valores de tiroglobulina srica normaleso elevados indican la
presencia de tejido tiroideo residual normal o maligno en pacientes
quereciben dosis supresoras de TSH de l-tiroxina o tras la
interrupcin de la l-tiroxina. El principalproblema del ensayo
inmunomtrico actual y de los mtodos de inmunoensayo en la
determinacinde la tiroglobulina srica es la presencia de
anticuerpos de tiroglobulina, lo cual suele conducir auna
infravaloracin de la tiroglobulina srica.Prueba de captacin de yodo
radiactivo: Esta prueba tiene inconvenientes de coste, tiempoy
molestias para el paciente. El istopo de eleccin es el I123, que
expone al paciente a unaradiacin dbil en rpida desaparicin. Es
valiosa para el diagnstico diferencial delhipertiroidismo, que se
estudia ms adelante. La captacin de I123 por el tiroides vara
ampliamentecon la ingestin de yodo y ser baja en los pacientes
expuestos a un exceso de yodo. Puede ser tilpara calcular la dosis
de I131 en el tratamiento del hipertiroidismo. Gammagrafa tiroidea:
La gammagrafa con radioyodo o tecnecio-99m no es unaexploracin de
rutina. Es til para determinar anomalas estructurales del tiroides
y para evaluar elbocio nodular tiroideo, especialmente un ndulo
solitario, y para determinar su estado funcional, esdecir, si es
"caliente" o "fro".
BOCIO EUTIROIDEOBOCIO EUTIROIDEO(Bocio simple, difuso no txico o
nodular no txico)Agrandamiento de la glndula tiroides pero sin
evidencia clnica o de laboratorio de disfuncintiroidea, a no ser
que la etiologa sea la deficiencia de yodo (bocio endmico
[coloide]).El bocio eutiroideo es la causa ms frecuente de
agrandamiento tiroideo y se observa sobre todo en lapubertad,
durante el embarazo y en la menopausia. Otras muchas causas son,
entre otras, los defectosintrnsecos de la produccin de hormona
tiroidea y, en los pases en vas de desarrollo deficientes en
yodo,la ingesta de productos bocigenos de los alimentos, los cuales
contienen sustancias antitiroideas queinhiben la sntesis de la
hormona. Muchos frmacos, como el cido aminosaliclico y el litio, e
incluso elyodo en dosis grandes, pueden reducir la sntesis de
hormona tiroidea.La deficiencia de yodo no est presente en Estados
Unidos, pero sigue siendo la causa ms frecuente debocio en todo el
mundo. Pueden producirse pequeas elevaciones compensadoras de la
TSH, que evitan elhipotiroidismo, pero la estimulacin de la TSH
conduce a la formacin del bocio. Los ciclos recurrentes
deestimulacin e involucin pueden producir bocios nodulares no
txicos. Sin embargo, se desconoce laverdadera etiologa de la mayora
de los bocios no txicos en reas con yodo suficiente.
Sntomas, signos y diagnsticoEn las etapas iniciales, el
diagnstico se basa en la presencia de un bocio blando, simtrico
yliso. Puede haber antecedentes de ingesta escasa de yodo o de
ingestin de alimentosbocigenos, pero no en Estados Unidos. La
captacin tiroidea de yodo radiactivo puede sernormal o alta, con
resultados normales en la gammagrafa tiroidea. Los resultados de
laspruebas de la funcin tiroidea suelen ser normales. En la etapa
tarda pueden aparecermltiples ndulos y quistes. Deben determinarse
los anticuerpos tiroideos para descartar latiroiditis de Hashimoto
como causa del bocio eutiroideo. En el bocio endmico, la TSHsrica
puede estar ligeramente elevada y la T4 srica puede ser normal en
el lmite inferior oligeramente baja, pero la T3 est normal o est
ligeramente aumentada.
TratamientoEn las reas deficientes en yodo, la suplementacin de
la sal con yodo, la administracinanual de aceite yodado y la
yodacin del agua, las cosechas o el pienso de los animaleseliminar
el bocio por deficiencia de yodo. Si se est consumiendo un producto
bocigeno,debe interrumpirse su ingesta. En otros casos, la supresin
del eje hipotalmico-hipofisariocon hormona tiroidea bloquear la
estimulacin por la TSH, la cual representa el papelprincipal en la
formacin de bocio. Las dosis completas supresoras de la TSH de
l-tiroxinason tiles en los pacientes ms jvenes, es decir, de 100 a
150 g/da v.o. en funcin de laTSH srica. La l-tiroxina est
contraindicada en los pacientes mayores con bocio nodular notxico,
porque estos bocios disminuyen rara vez de tamao y pueden albergar
reas deautonoma produciendo una tirotoxicosis artificial. Los
bocios grandes requieren a veces untratamiento quirrgico o I131
para evitar su interferencia con la respiracin o la deglucin opara
corregir problemas estticos.
SNDROME DEL ENFERMO EUTIROIDEOSndrome caracterizado por pruebas
de funcin tiroidea anormales en pacientes clnicamenteeutiroideos
que padecen una enfermedad sistmica no tiroidea grave.Pacientes con
diversas enfermedades no tiroideas agudas o crnicas pueden
presentar pruebas de funcintiroidea anormales, por lo general
secundarias a una disminucin de la conversin perifrica de la T4
enT3, a disminucin del aclaramiento de la T3 inversa originada a
partir de la T4 y a disminucin de lafijacin de las hormonas
tiroideas a la TBG. Como ejemplo de las situaciones que se asocian
confrecuencia a este sndrome se pueden citar la enfermedad aguda y
crnica, el ayuno, la inanicin, lamalnutricin proteicocalrica, los
traumatismos quirrgicos generales, el infarto de miocardio,
lainsuficiencia renal crnica, la cetoacidosis diabtica, la anorexia
nerviosa, la cirrosis, las lesiones trmicasy la sepsis. La
interpretacin de las anomalas de las pruebas de funcin tiroidea que
se observan en elsndrome del enfermo eutiroideo se ve an ms
dificultada por 1) los efectos de diversos frmacos, comolos medios
de contraste ricos en yodo y la amiodarona, que reducen an ms la
conversin perifrica de laT4 a T3, y 2) frmacos como la dopamina y
los corticosteroides, que reducen la secrecin hipofisaria deTSH con
el resultado de bajos niveles de TSH en suero y la subsiguiente
disminucin de la secrecintiroidea de T4.Los pacientes son
eutiroideos, y los rasgos clnicos y de laboratorio se han
denominado sndrome delenfermo eutiroideo (SEE). Las anomalas de la
funcin tiroidea caractersticas del SEE son unadisminucin de la T3
total en suero, un aumento de la T3 inversa en suero, una captacin
de resina de T3normal o aumentada, una T4 total en suero normal o
disminuida y niveles variables de TSH srica.
Diagnstico y tratamientoEl dilema diagnstico radica en
establecer si el paciente presenta un hipotiroidismo o unSEE. El
indicador ms sensible de un hipotiroidismo debido a una
insuficiencia primaria dela glndula tiroides es una elevacin
notable de la TSH srica. En cambio, los pacientes conSEE presentan
niveles de TSH inhibidos, normales o ligeramente elevados en funcin
delcurso de la enfermedad. Tambin sugiere un hipotiroidismo
coexistente con una enfermedadsistmica aguda o crnica la presencia
de una concentracin srica de T3 inversa baja o en ellmite inferior
de la normalidad. Un diagnstico diferencial ms difcil es el
delhipotiroidismo central. Los niveles sricos de cortisol pueden
ayudar en el diagnsticoporque estarn elevados en los pacientes con
el SEE y bajos o en el lmite de la normalidaden los pacientes con
enfermedad hipotlamo-hipofisaria.La alteracin del metabolismo de la
T4 en la enfermedad aguda tambin puede ocultar eldiagnstico de
laboratorio de un hipertiroidismo al reducir el nivel de la T3
total en suero.Por consiguiente, el mdico tiene que apoyarse con
frecuencia en un juicio clnico basado enuna historia y una
exploracin clnica meticulosas al intentar interpretar las anomalas
de laspruebas de la funcin tiroidea en un paciente grave agudo o
crnico. Salvo en el caso de unafuerte sospecha de disfuncin
tiroidea, las pruebas de la funcin tiroidea no deben solicitarseen
los pacientes de la UCI.El tratamiento es el del trastorno
subyacente.Siguiente: HIPERTIROIDISMO(Tirotoxicosis)Situacin clnica
que abarca varias enfermedades especficas, caracterizada
porhipermetabolismo y niveles sricos elevados de las hormonas
tiroideas libres.Sigue existiendo un cierto grado de controversia
sobre el uso de los trminos hipertiroidismo ytirotoxicosis. Algunos
autores prefieren usar el de tirotoxicosis para la situacin clnica
que incluye alhipertiroidismo (despus definido como el aumento de
la sntesis y la secrecin de hormona tiroidea) comouna de las
causas. En este captulo se emplean como sinnimos hipertiroidismo y
tirotoxicosis.
EtiologaEl hipertiroidismo puede ser el resultado de un aumento
de la sntesis y la secrecin de lashormonas tiroideas (T4 y T3) por
la glndula tiroides, causado por estimulantes de laglndula en la
sangre circulante o por hiperfuncin tiroidea autnoma. Tambin puede
sercausado por una liberacin excesiva de la hormona tiroidea desde
la glndula tiroides a lacirculacin perifrica sin aumento de sntesis
de las hormonas. Esto se origina con frecuenciapor alteraciones
destructivas en el tiroides secundarias a diversas causas de
tiroiditis. Laltima causa principal de hipertiroidismo es la
ingestin voluntaria o accidental de cantidadesexcesivas de hormona
tiroidea, denominada tirotoxicosis facticia.Las causas del
hipertiroidismo pueden estudiarse en funcin de la captacin de
yodoradiactivo por el tiroides y de la presencia o ausencia de
estimulantes tiroideos circulantes (v.tablas 8-1 y 8-2 ).Enfermedad
de Graves (bocio difuso txico): La enfermedad de Graves
secaracteriza por hipertiroidismo y una o ms de las siguientes
caractersticas: bocio,exoftalmos y mixedema pretibial. La
enfermedad de Graves es la causa ms frecuente de hipertiroidismo,
es una enfermedadautoinmune y tiene un curso crnico con remisiones
y recadas. La causa de la enfermedad esun anticuerpo dirigido
contra el receptor de TSH tiroideo, el cual produce una
estimulacincontinua de la glndula para que sintetice y secrete
cantidades excesivas de T4 y T3. Laenfermedad de Graves (y la
tiroiditis de Hashimoto) se asocia a veces a otros
trastornosautoinmunitarios, como diabetes mellitus dependiente de
insulina, vitligo, encanecimientoprematuro, anemia perniciosa,
enfermedades del colgeno y sndrome de deficienciapoliglandular.Se
conoce mal la patogenia de la oftalmopata infiltrativa (presente en
la enfermedad deGraves), pero se observa con mayor frecuencia en el
hipertiroidismo activo. Tambin puedepresentarse al comienzo del
hipertiroidismo o tan tardamente como de 15 a 20 aos despus,y con
frecuencia empeora o mejora independientemente del curso clnico del
hipertiroidismo.La oftalmopata infiltrativa puede ser consecuencia
de inmunoglobulinas dirigidas contraantgenos especficos situados en
los msculos extrnsecos del ojo y contra los fibroblastosorbitarios.
Los anticuerpos son diferentes de los que inician el
hipertiroidismo del tipo de laenfermedad de Graves. La oftalmopata
tpica en presencia de una funcin tiroidea normal sedenomina
enfermedad de Graves eutiroidea.Secrecin inadecuada de TSH: Todos
los pacientes con hipertiroidismo tienen nivelessricos de TSH
prcticamente indetectables, con la excepcin de los pacientes con un
tumorde la hipfisis anterior secretor de TSH o los que tienen
resistencia hipofisaria a la hormonatiroidea. En ambas situaciones
la TSH es biolgicamente ms activa que la TSH normal, y elaumento de
la subunidad de la TSH en la sangre es un marcador de un tumor
hipofisariosecretor de TSH.Mola de la gestacin, coriocarcinoma e
hiperemesis gravdica: Estas tres patologasimplican niveles sricos
elevados de gonadotropina corinica humana, que es un
estimulantetiroideo dbil. La gonadotropina corinica humana es mxima
durante el primer trimestre delembarazo y produce un moderado
aumento de la T4 libre en el suero y una disminucin en laTSH srica
que se observa a veces al principio del embarazo. Las cifras de la
gonadotropinacorinica humana suelen ser ms altas en las mujeres con
una mola de la gestacin y enpacientes con coriocarcinoma, pero
suelen ser normales en la mujeres con hiperemesisgravdica. Se ha
sugerido recientemente que el aumento de actividad estimulante del
tiroidesen el suero de pacientes con esas patologas es causado por
niveles aumentados deasialogonadotropina corinica humana, que
parece ser un estimulante tiroideo ms potente.Bocio solitario txico
o bocio multinodular txico (enfermedad de Plummer): Elbocio
multinodular txico es ms frecuente en la edad avanzada. Hace muy
poco tiempo sehan descrito en un ndulo solitario mutaciones
puntuales en el receptor de TSH, las cualesconducen a una
estimulacin tiroidea continua. Al menos en algunos pacientes, este
hallazgopodra explicar la patogenia de los ndulos
hiperfuncionantes.Hipertiroidismo dominante autosmico no
autoinmune: Este trastorno, que es unsndrome de hipertiroidismo
dominante autosmico familiar, se manifiesta durante lainfancia. La
etiologa consiste en mutaciones en el gen del receptor de TSH, que
producenactivacin constitutiva del receptor y una estimulacin
continua del tiroides para quesintetice y libere hormonas tiroideas
en exceso.Bocio inducido por litio: La administracin de litio puede
inducir bocio conhipotiroidismo o sin l, especialmente en pacientes
con tiroiditis de Hashimoto, tal vezdebido a su efecto inhibidor
sobre la liberacin de yoduro procedente del tiroides. Aunquelos
pacientes que toman litio tambin pueden desarrollar un
hipertiroidismo, se ha sugeridohace poco que esta asociacin es
aleatoria y no se debe a la administracin de litio.Enfermedad
inflamatoria (tiroiditis): Los tipos de tiroiditis son: la
tiroiditislinfocitaria silente, la tiroiditis subaguda y la
tiroiditis de Hashimoto (las tres se exponen enTiroiditis, ms
adelante). La tiroiditis linfocitaria espordica es poco comn, y los
informesiniciales del aumento de su frecuencia en el Medio Oeste de
Estados Unidos se han mezcladocon la ingestin de carne picada
contaminada con tiroides de ganado vacuno. Elhipertiroidismo se
produce por alteraciones destructivas en la glndula y liberacin de
lahormona almacenada, no por un aumento de la sntesis.La
radioterapia del cuello con dosis altas para una enfermedad maligna
no tiroidea puedecausar una tiroiditis dolorosa y un
hipertiroidismo transitorio. La incidencia dehipotiroidismo
permanente tras ese tipo de radioterapia es alta, y debe evaluarse
la funcintiroidea (TSH srica) a intervalos de 6 a 12 meses. Aos
despus de la radioterapia puedepresentarse una oftalmopata de
Graves.Se ha descrito que la amiodarona y el interfern inducen una
amplia variedad de trastornosfuncionales del tiroides; el
comentario queda fuera del objetivo de esta revisin. Por otraparte,
ambos frmacos pueden inducir tiroiditis con hipertiroidismo, y los
pacientes quereciben esos frmacos deben ser monitorizados
estrictamente. Tirotoxicosis facticia: Los pacientes que padecen
este trastorno ingieren voluntaria oaccidentalmente cantidades
excesivas de hormona tiroidea, lo que provoca hipertiroidismo
enausencia de bocio. En contraste con todas las dems causas de
hipertiroidismo, latiroglobulina srica no est elevada y est casi
siempre baja o en el lmite inferior de lanormalidad.Hipertiroidismo
causado por ingestin de yodo: La ingestin de yodo es la
principalcausa de un hipertiroidismo con una baja captacin de yodo
radiactivo por el tiroides, que seconsidera como el hipertiroidismo
verdadero, es decir, aumento de la sntesis y la liberacinde
excesiva hormona tiroidea por parte del tiroides. Es el que se
observa ms frecuentementeen pacientes con un bocio nodular no txico
subyacente (especialmente ancianos) a quienesse administran frmacos
que contienen yodo (p. ej., amiodarona o expectorantes quecontienen
yodo) o que estn sometidos a estudios radiolgicos o cardacos que
empleanmedios de contraste ricos en yodo. Dado que la captacin de
yodo radiactivo por el tiroideses inversamente proporcional a la
ingesta de yodo, una baja captacin de yodo radiactivo seexplica con
facilidad. El trastorno es mucho ms frecuente en reas del mundo con
unaingesta baja o marginal de yodo procedente del ambiente (Europa
occidental), pero puedeproducirse en Estados Unidos, donde la
ingesta de yodo es suficiente. Sin embargo, laetiologa del
hipertiroidismo inducido por yodo no est aclarada, pero puede ser
debida alaporte de un exceso de yodo a pequeas reas autnomas en el
tiroides. El hipertiroidismosuele persistir mientras exista un
exceso de yodo en la circulacin y es ms difcil decontrolar que
otras causas de hipertiroidismo.Cncer tiroideo metastsico: La
hiperproduccin de hormona tiroidea se presentararas veces a partir
de un carcinoma folicular metastsico funcionante, especialmente
hacialos pulmones.Estruma ovrico: En raras ocasiones, los teratomas
ovricos contienen suficientetejido tiroideo como para originar un
hipertiroidismo verdadero, pero la localizacin est enla pelvis y la
captacin de yodo radiactivo por el tiroides estar inhibida.
Sntomas y signosLa mayor parte de los sntomas y signos del
hipertiroidismo son iguales en todos los tipossalvo algunas
excepciones, como la oftalmopata infiltrativa (frecuente) y la
dermopata(poco frecuente), las cuales son manifestaciones
autoinmunitarias de la enfermedad deGraves y no se observan por
otras causas.La presentacin clnica del hipertiroidismo puede ser
espectacular o poco perceptible. Lossignos y sntomas ms frecuentes
son los siguientes: bocio, taquicardia, presin del pulsoampliada,
piel caliente, fina y hmeda, temblor, signos oculares (v. ms
adelante), fibrilacinauricular, nerviosismo y aumento de actividad,
aumento de la sudacin, hipersensibilidad alcalor, palpitaciones,
fatiga, aumento del apetito, prdida de peso, insomnio, debilidad
ydeposiciones frecuentes (a veces con diarrea). Muchos sntomas del
hipertiroidismo sonsimilares a los del exceso adrenrgico. Las
personas de edad avanzada, en especial las quepadecen un bocio
nodular txico, pueden tener una presentacin atpica con
unhipertiroidismo sin sntomas de nerviosismo u oculto (v. cap. 293
).Los signos oculares que se observan en los pacientes con
hipertiroidismo consisten en miradafija, aumento de la apertura
ocular, retraccin palpebral y grados leves de inyeccinconjuntival.
Estos signos oculares se deben en gran parte a estimulacin
adrenrgica excesivay suelen remitir con un tratamiento eficaz. La
oftalmopata infiltrativa es una evolucin msgrave y es especfica de
la enfermedad de Graves. Se caracteriza por dolor
orbitario,lagrimeo, irritacin, fotofobia, aumento del tejido
retroorbitario, exoftalmos e infiltracinlinfocitaria de los msculos
extrnsecos del ojo que pueden producir una debilidad de losmsculos
oculares que conduce frecuentemente a una diplopa.La dermopata
infiltrativa, tambin denominada mixedema pretibial (un
trminodesconcertante, porque mixedema sugiere hipotiroidismo), se
caracteriza por una infiltracindrmica sin fvea por una sustancia
fundamental proteincea, habitualmente en el reapretibial. Ocurre
rara vez en ausencia de la oftalmopata de Graves. En sus etapas
iniciales lalesin suele ser muy pruriginosa y eritematosa y
posteriormente pasa a ser carnosa. Al igualque la oftalmopata puede
aparecer aos antes o despus del hipertiroidismo. En la mola de la
gestacin, el coriocarcinoma y la hiperemesis gravdica, el
hipertiroidismoes transitorio, y la funcin tiroidea normal se
reanuda cuando se evaca la mola de lagestacin, se trata
apropiadamente el coriocarcinoma y la hiperemesis gravdica
desaparece.Los pacientes con bocio nodular txico no presentan
ninguna de las manifestacionesautoinmunitarias ni los anticuerpos
circulantes que se observan en la enfermedad de Graves.Por ltimo,
en contraste con la enfermedad de Graves, que puede remitir
espontneamente, elbocio solitario txico y el bocio multinodular no
suelen hacerlo.La tormenta o crisis tiroidea se caracteriza por la
aparicin brusca de los sntomas msfloridos de hipertiroidismo, con
algunos sntomas exacerbados y signos atpicos. Entre ellosse
presentan fiebre, intensa debilidad, consuncin muscular,
intranquilidad extrema congrandes oscilaciones emocionales,
confusin, psicosis o incluso coma y hepatomegalia conictericia
leve. El paciente puede presentar colapso cardiovascular y shock.
La tormentatiroidea, que es rara en los nios, se debe a un
hipertiroidismo no tratado o insuficientementetratado y puede ser
desencadenado por infecciones, traumatismos,
intervencionesquirrgicas, embolia, acidosis metablica o toxemia del
embarazo o del parto. La tormentatiroidea es una urgencia que pone
en peligro la vida y requiere un tratamientoinmediato y especfico
(v. tabla 8-3 ).Los aumentos de la T3 srica suelen ser algo
superiores en comparacin con la T4 en elhipertiroidismo, debido
probablemente al aumento de la secrecin tiroidea de T3 y tambin
alaumento de la conversin perifrica de T4 en T3. En algunos
pacientes hipertiroideos slo seeleva la T3; este trastorno se
denomina toxicosis por T3.La toxicosis por T3 puede presentarse en
cualquiera de los trastornos habituales queproducen
hipertiroidismo, como la enfermedad de Graves, el bocio
multinodular y el ndulotiroideo solitario funcionante de manera
autnoma. Si la toxicosis por T3 no se trata, elpaciente suele
desarrollar las anomalas de laboratorio tpicas del hipertiroidismo,
es decir,elevacin de la T4 y la captacin de I123. Esto sugiere que
la toxicosis por T3 es unamanifestacin temprana del hipertiroidismo
ordinario y debe ser tratada como tal.Las diversas formas de
tiroiditis tienen con frecuencia una fase hipertiroidea. Algunas
deellas se han comentado antes y sern estudiadas con ms amplitud en
el apartado Tiroiditis. Manual
DiagnsticoEl diagnstico del hipertiroidismo suele ser fcil y se
basa en una historia clnica y unaexploracin fsica cuidadosas, un
alto ndice de sospecha y determinaciones sistemticas delas pruebas
funcionales de las hormonas tiroideas. Una determinacin de la TSH
es la mejorprueba inicial, porque la TSH siempre est inhibida en
los pacientes hipertiroideos, exceptosi la etiologa es un tumor
hipofisario secretor de TSH o una resistencia hipofisaria a
lahormona tiroidea. Despus debe determinarse la T4 libre y, si es
normal, la T3 srica (v. msatrs).Despus de los estudios de
confirmacin en el laboratorio, suele ser posible
diagnosticarclnicamente las principales causas de hipertiroidismo.
Sin embargo, la etiologa no siemprees evidente, y estn indicados
nuevos estudios. Un enfoque para diferenciar las causas
delhipertiroidismo consiste en obtener una captacin de yodo
radiactivo tiroideo utilizando I123.En casi todas las situaciones
en las que el hipertiroidismo se debe a una hiperproduccin dela
hormona, la captacin de yodo radiactivo por el tiroides est
elevada.La tirotoxicosis por T3 es difcil de diagnosticar porque la
T3 no suele determinarse alevaluar la funcin tiroidea a no ser que
el paciente tenga una TSH srica inhibida y nivelesde T4 libre
normales. Los criterios para establecer el diagnstico son los
siguientes: 1)indicios de sntomas y signos de hipertiroidismo, 2)
un nivel normal de T4 libre y 3) un nivelde TSH srica inhibido.En
la enfermedad de Graves, el anticuerpo contra el receptor de TSH
tiroideo se puededeterminar mediante el desplazamiento de la TSH
marcada con I125 obtenida a partir demembranas de clulas tiroideas
purificadas o mediante la estimulacin de la generacin deAMPc por
clulas tiroideas en cultivo (ensayo del anticuerpo
tiroestimulante). Ladeterminacin de los anticuerpos al receptor de
TSH no suele ser imprescindible, salvodurante el primer trimestre
del embarazo para predecir la posible presencia de enfermedad
deGraves neonatal; los anticuerpos al receptor de la TSH atraviesan
fcilmente la placenta paraestimular al tiroides del feto. Aunque
estos anticuerpos pueden disminuir durante eltratamiento
farmacolgico antitiroideo de los pacientes en remisin de la
enfermedad deGraves, este enfoque se emplea rara vez para predecir
la remisin. La mayora de lospacientes con enfermedad de Graves
tienen anticuerpos circulantes contra la peroxidasatiroidea, pero
muchos menos pacientes tienen anticuerpos antitiroglobulina. Dado
que en lamayora de los laboratorios se pueden medir fcilmente estos
anticuerpos, pueden ayudar adeterminar si el hipertiroidismo tiene
una causa autoinmunitaria.La secrecin inapropiada de TSH es
infrecuente, y el diagnstico se confirma cuando elhipertiroidismo
se presenta con concentraciones circulantes elevadas de T4 y T3
libres yniveles de TSH srica normales o elevados.Un ndulo
"caliente" aislado concentra todo el I123 con supresin en el resto
del tiroides en lagammagrafa, y en pacientes con ndulos mltiples se
encuentran varias zonas de aumento ydisminucin de la captacin de
I123.
TratamientoExiste una serie de tratamientos para el
hipertiroidismo, segn su etiologa.Yodo: A dosis farmacolgicas, el
yodo inhibe la liberacin de T3 y T4 en unas horas ytambin la
organificacin del yodo, un efecto transitorio, desde algunos das a
una semana(fenmeno de escape). El yodo se utiliza en el tratamiento
de urgencia de la tormentatiroidea, en los pacientes hipertiroideos
sometidos a tratamiento quirrgico de urgencia porcausas no
tiroideas y (dado que reduce tambin la vascularizacin de la
glndula) para lapreparacin preoperatoria de los pacientes
hipertiroideos sometidos a una tiroidectomasubtotal. El yodo no se
utiliza generalmente para el tratamiento habitual del
hipertiroidismo.La dosis usual es de 2 a 3 gotas de una solucin
saturada de yoduro potsico v.o. 3-4/d (300 a600 mg/d) o 0,5 g de
yoduro sdico en 1 litro de solucin de cloruro sdico al 0,9%
eninyeccin lenta i.v. cada 12 h.Las complicaciones del tratamiento
con yodo consisten en inflamacin de las glndulassalivares,
conjuntivitis y erupciones cutneas. Adems, puede observarse la
induccin de unhipertiroidismo transitorio (fenmeno de Jod-Basedow)
en pacientes con bocios no txicostras la administracin de frmacos o
medios de contraste yodados. Paradjicamente, estoltimo es til en la
preparacin rpida de los pacientes para operaciones del tiroides
cuandofracasan los procedimientos estndar. El ipodato sdico y el
cido iopanoico aportan elexceso de yodo y son inhibidores potentes
de la conversin de T4 en T3. La combinacin deesos agentes con
dexametasona, tambin un potente inhibidor de la conversin de T4 en
T3, puede aliviar los sntomas de hipertiroidismo y restablecer a la
normalidad la concentracinde T3 srica en una
semana.Propiltiouracilo y metimazol: Son frmacos antitiroideos que
reducen laorganificacin del yoduro y entorpecen la reaccin de
acoplamiento. Aunque los resultadospublicados son diversos, al
parecer del 16 al 40% de los pacientes con enfermedad de
Gravespermanecern en remisin despus de interrumpir una tanda de
tratamiento de 1 a 2 aos conuno y otro frmaco. La vuelta al tamao
normal, o una disminucin notable del tamao de laglndula, el
restablecimiento de un nivel normal de la TSH srica y un
hipertiroidismomenos grave antes del tratamiento son buenos signos
pronsticos de remisin prolongada dela enfermedad de Graves. Sigue
estando sujeto a discusin el uso simultneo del tratamientocon
frmacos antitiroideos y l-tiroxina para mejorar la tasa de remisin
en pacientes con laenfermedad de Graves. Dado que el bocio nodular
txico entra rara vez en remisin, eltratamiento farmacolgico
antitiroideo slo se emplea en la preparacin para un
tratamientoquirrgico o con I131.El propiltiouracilo (pero no el
metimazol) en dosis altas inhibe tambin la conversin de T4en T3. La
dosis inicial habitual de propiltiouracilo es de 100 a 150 mg v.o.
cada 8 h, y la demetimazol de 15 a 30 mg v.o. diarios. Cuando el
paciente alcanza el estado eutiroideo, sereduce la dosis a la
cantidad mnima eficaz, generalmente de 100 a 150 mg
depropiltiouracilo al da en dos o tres dosis fraccionadas o de 10 a
15 mg de metimazol al da.En general puede conseguirse un control en
unos 3 meses. Puede alcanzarse un control msrpido aumentando la
dosis de propiltiouracilo a 450-600 mg/d. Las dosis de
propiltiouracilode esta magnitud o superiores (800-1.200 mg/d) se
reservan generalmente para los pacientesms graves, incluyendo los
que presentan una tormenta tiroidea. Pueden administrarse dosisde
mantenimiento durante uno o ms aos en funcin de las circunstancias
clnicas. Elcarbimazol, que se utiliza ampliamente en Europa, se
convierte rpidamente en metimazol invivo. La dosis inicial habitual
es similar a la del metimazol; la dosis de mantenimiento es de10 a
15 mg/d.Los efectos adversos de estos frmacos consisten en
reacciones alrgicas, nuseas, prdidadel gusto y, en 90% de las
clulas secretoras de insulina.Los islotes pancreticos presentan
insulitis, que se caracteriza por una infiltracin delinfocitos T
acompaada con macrfagos y linfocitos B y con la prdida de la mayora
de lasclulas , sin afectacin de las clulas secretoras de glucagn.
Se cree que los mecanismosinmunitarios mediados por clulas
representan el principal papel en la destruccin de lasclulas . Los
anticuerpos presentes en el momento del diagnstico suelen
hacerseindetectables tras unos pocos aos. Pueden ser principalmente
una respuesta a la destruccinde las clulas , pero algunos son
citotxicos para las clulas y pueden contribuir a sudesaparicin. La
presentacin clnica de la DM tipo I puede ocurrir en algunos
pacientesaos despus del comienzo insidioso del proceso autoinmune
subyacente. La deteccinselectiva de estos anticuerpos est incluida
en numerosos estudios preventivos en curso.En las poblaciones de
raza blanca existe una fuerte asociacin entre la DM tipo
Idiagnosticada antes de los 30 aos y fenotipos HLA-D especficos
(HLA-DR3, HLA-DR4 yHLA-DR3/HLA-DR4). Se cree que uno o ms genes
portadores de la susceptibilidad a laDM tipo I estn localizados en
el locus HLA-D o cerca de l en el cromosoma 6. Los alelosespecficos
HLA-DQ parecen estar ms ntimamente relacionados con los riesgos de
una DMtipo I o su proteccin frente a sta que los antgenos HLA-D, y
los datos indican que lasusceptibilidad gentica a la DM tipo I es
probablemente polignica. Slo de un 10 a un 12%de los nios recin
diagnosticados con DM tipo I tienen un familiar en primer grado con
laenfermedad, y el porcentaje de concordancia para la DM tipo I en
gemelos monocigotos es50%. As pues, adems del antecedente gentico,
los factores ambientales afectan a lapresentacin de la DM tipo I.
Esta clase de factores ambientales pueden ser virus (los virusde la
rubola congnita, la parotiditis y los virus Coxsackie B pueden
provocar el desarrollode una destruccin autoinmunitaria de clulas )
y la exposicin a la leche de vaca en lugarde la leche materna en la
lactancia (una secuencia especfica de la albmina procedente de
laleche de vaca puede presentar reaccin cruzada con protenas de los
islotes). La geografapuede tener un papel en la exposicin a la
enfermedad, ya que la incidencia de DM tipo I esparticularmente
alta en Finlandia y Cerdea.DM tipo II. La DM tipo II suele ser el
tipo de diabetes que se diagnostica en pacientes>30 aos, pero
tambin se presenta en nios y adolescentes. Se caracteriza
clnicamente porhiperglucemia y resistencia a la insulina. La CAD es
rara. Aunque muchos pacientes sontratados con dieta, ejercicio y
frmacos orales, algunos necesitan insulina en formaintermitente o
persistente para controlar la hiperglucemia sintomtica y prevenir
el CHHNC.El porcentaje de concordancia para la DM tipo II en
gemelos monocigotos es >90%. La DMtipo II se asocia comnmente
con obesidad, especialmente de la mitad superior del
cuerpo(visceral/abdominal), y suele presentarse tras un perodo de
ganancia de peso. El deterioro dela tolerancia a la glucosa
asociado con el envejecimiento est estrechamente correlacionadocon
la ganancia de peso normal. Los pacientes con DM tipo II con
obesidad visceral/abdominal pueden tener niveles de glucosa
normales despus de perder peso.La DM tipo II forma parte del grupo
heterogneo de trastornos en los cuales la hiperglucemiase debe a un
deterioro de la respuesta secretora insulnica a la glucosa y tambin
a unadisminucin de la eficacia de la insulina en el estmulo de la
captacin de glucosa por elmsculo esqueltico y en la restriccin de
la produccin heptica de glucosa (resistencia a lainsulina). Por lo
dems, la resistencia a la insulina es un hecho frecuente, y
muchospacientes con resistencia a la insulina no llegan a
desarrollar una diabetes porque elorganismo la compensa mediante un
aumento conveniente de la secrecin de insulina. Laresistencia a la
insulina en la variedad comn de la DM tipo II no es el resultado
dealteraciones genticas en el receptor de insulina o el
transportador de glucosa. Sin embargo,los efectos intracelulares
posreceptor determinados genticamente representanprobablemente una
funcin. La hiperinsulinemia resultante puede conducir a otros
trastornosfrecuentes, como obesidad (abdominal), hipertensin,
hiperlipidemia y arteriopata coronaria(sndrome de resistencia a la
insulina).Los factores genticos parecen ser los principales
determinantes de la aparicin de la DMtipo II, aunque no se ha
demostrado asociacin alguna entre la DM tipo II y fenotipos
HLAespecficos o anticuerpos citoplsmicos de las clulas de los
islotes. (Una excepcin es unsubgrupo de adultos no obesos que
tienen anticuerpos anticitoplsmicos de las clulas de losislotes
detectables, los cuales son portadores de uno de los fenotipos HLA
y puedendesarrollar con el tiempo una DM tipo II.)En la DM tipo II,
los islotes pancreticos conservan una proporcin de clulas en
relacin alas clulas que no se altera de una forma constante, y la
masa de clulas normales pareceestar conservada en la mayora de los
pacientes. En la autopsia de un alto porcentaje depacientes con DM
tipo II se encuentra un amiloide en los islotes pancreticos
producido porel depsito de amilina, pero su relacin con la
patogenia de la DM tipo II no est bienestablecida.Antes de aparecer
la diabetes, los pacientes suelen perder la respuesta secretora
inicial deinsulina a la glucosa y pueden secretar cantidades
relativamente grandes de proinsulina. En ladiabetes establecida,
aunque los niveles plasmticos de insulina en ayunas pueden
sernormales o incluso estar aumentados en los pacientes con DM tipo
II, la secrecin de insulinaestimulada por la glucosa est claramente
disminuida. El descenso de los niveles de insulinareduce la
captacin de glucosa mediada por la insulina y deja de limitar la
produccin deglucosa heptica.La hiperglucemia puede ser no slo una
consecuencia, sino tambin una causa de un mayordeterioro de la
tolerancia a la glucosa en el paciente diabtico (toxicidad de la
glucosa),porque la hiperglucemia reduce la sensibilidad a la
insulina y eleva la produccin de glucosaen el hgado. Una vez que
mejora el control metablico del paciente, la dosis de insulina o
defrmaco hipoglucemiante se puede reducir generalmente.Algunos
casos de DM tipo II se producen en adolescentes jvenes no obesos
(diabetes deinicio en la madurez en personas jvenes, en ingls
maturity-onset diabetes of theyoung o MODY) con una herencia
autosmica dominante. Muchas familias con MODYtienen una mutacin en
el gen de la glucocinasa. En estos pacientes se han
demostradoalteraciones en la secrecin de insulina y en la regulacin
de la glucosa heptica.Insulinopatas. Algunos casos raros de DM, con
las caractersticas de la DM tipo II,son el resultado de una
transmisin heterocigtica de un gen defectuoso que conduce a
lasecrecin de una insulina que no se une normalmente al receptor
insulnico. Estos pacientestienen niveles de insulina
inmunorreactiva plasmtica considerablemente elevados, asociadoscon
respuestas de la glucosa plasmtica a la insulina exgena
normales.Diabetes atribuida a una enfermedad pancretica. La
pancreatitis crnica,particularmente en los alcohlicos, se asocia a
menudo a diabetes. Estos pacientes pierdentanto islotes secretores
de insulina como islotes secretores de glucagn. En
consecuenciapueden estar moderadamente hiperglucmicos y sensibles a
dosis bajas de insulina. Dada lafalta de una contrarregulacin
efectiva (insulina exgena que no es antagonizada por elglucagn)
padecen a menudo de una rpida aparicin de hipoglucemia. En Asia,
frica y elCaribe se observa con frecuencia DM en pacientes jvenes
intensamente malnutridos conuna grave deficiencia de protenas y una
enfermedad pancretica; estos pacientes no tienentendencia a la CAD,
pero pueden necesitar insulina.Diabetes asociada a otras
enfermedades endocrinas. La DM tipo II puede sersecundaria a
sndrome de Cushing, acromegalia, feocromocitoma,
glucagonoma,aldosteronismo primario o somatostatinoma. La mayora de
estos trastornos se asocian aresistencia a la insulina perifrica o
heptica. Muchos pacientes se harn diabticos en cuantodisminuya
tambin la secrecin de insulina. La prevalencia de la DM tipo I es
mayor enciertas enfermedades endocrinas autoinmunitarias, por
ejemplo, enfermedad de Graves,tiroiditis de Hashimoto y enfermedad
de Addison idioptica.Diabetes resistente a la insulina asociada a
la acantosis nigricans (sndromes deresistencia a la insulina tipos
A y B). Existen dos raros sndromes debidos a una notableresistencia
a la insulina en el receptor insulnico asociados a la acantosis
nigricans. Laacantosis nigricans es una hiperpigmentacin
aterciopelada del cuello, las axilas y la ingle yprobablemente es
la manifestacin cutnea de una hiperinsulinemia intensa y crnica. El
tipoA se debe a alteraciones genticas en el receptor insulnico. El
tipo B es producido poranticuerpos circulantes contra el receptor
insulnico y puede asociarse con otrasmanifestaciones de enfermedad
autoinmunitaria. Diabetes lipoatrfica. Es ste un raro sndrome en el
cual la DM resistente a lainsulina se asocia con una desaparicin
simtrica extensa o prcticamente completa del tejidoadiposo
subcutneo. Se ha relacionado con alteraciones genticas en el
receptor de insulina.Diabetes inducida por toxinas de las clulas .
El vacor, un raticida utilizado confrecuencia en Corea en los
intentos de suicidio, es citotxico para los islotes humanos ypuede
causar DM tipo I en los supervivientes. La estreptozocina puede
inducir diabetesexperimental en las ratas, pero rara vez causa
diabetes en los seres humanos.
Sntomas y signosLa DM tiene varias formas de presentacin
iniciales. La DM tipo I se presenta generalmentecon hiperglucemia
sintomtica o CAD. La DM tipo II puede presentarse con hiperglucemia
oCHHNC, pero se diagnostica con frecuencia en pacientes
asintomticos durante unaexploracin mdica de rutina o cuando el
paciente presenta manifestaciones clnicas de unacomplicacin
tarda.Despus del comienzo agudo de una DM tipo I suele existir una
notable secrecin deinsulina. Los pacientes con una DM tipo I pueden
disfrutar de un perodo de luna de mielcaracterizado por una larga
fase de niveles de glucosa casi normales sin ningn
tratamiento.Hiperglucemia sintomtica. Se produce poliuria seguida
de polidipsia y prdida depeso cuando los niveles elevados de
glucosa plasmtica causan una glucosuria intensa y unadiuresis
osmtica que conduce a deshidratacin. La hiperglucemia puede causar
tambinvisin borrosa, fatiga y nuseas y llevar a diversas
infecciones fngicas y bacterianas. En laDM tipo II, la
hiperglucemia sintomtica puede persistir das o semanas antes de que
sebusque atencin mdica; en las mujeres, la DM tipo II con
hiperglucemia sintomtica sueleasociarse con prurito debido a
candidiasis vaginal.Complicaciones tardas. Las complicaciones
tardas aparecen tras varios aos dehiperglucemia mal controlada. Los
niveles de glucosa estn aumentados en todas las clulas,a excepcin
de donde existe una captacin de glucosa mediada por la insulina
(sobre todo enel msculo), producindose un aumento de la
glicosilacin y de la actividad de otras vasmetablicas, que puede
ser causada por las complicaciones. La mayora de lascomplicaciones
microvasculares pueden retrasarse, prevenirse o incluso invertirse
medianteun control estricto de la glucemia, es decir, consiguiendo
niveles de glucosa en ayunas yposprandiales prximos a la
normalidad, que se reflejan en concentraciones casi normales
dehemoglobina glucosilada (Hb A1C). Una enfermedad microvascular
como la aterosclerosispuede producir sntomas de arteriopata
coronaria, claudicacin, erosin de la piel einfecciones. Aunque la
hiperglucemia puede acelerar la aterosclerosis, los muchos aos
dehiperinsulinemia que preceden a la aparicin de la diabetes (con
resistencia a la insulina)pueden representar el principal papel
iniciador. Sigue siendo frecuente la amputacin de unmiembro
inferior por vasculopata perifrica grave, claudicacin intermitente
y gangrena. Elantecedente de una retinopata simple (las
alteraciones iniciales de la retina que se observanen la exploracin
oftalmoscpica o en fotografas de la retina) no altera la visin de
maneraimportante, pero puede evolucionar a edema macular o a una
retinopata proliferativa condesprendimiento o hemorragia de la
retina, que pueden causar ceguera. Alrededor de un 85%del total de
diabticos desarrollan con el tiempo algn grado de retinopata (v.
Retinopatadiabtica, cap. 99 ).La nefropata diabtica aparece
aproximadamente en 1/3 de los pacientes con DM tipo I yen un
porcentaje menor de pacientes con DM tipo II. En los primeros, la
TFG puedeaumentar inicialmente con la hiperglucemia. Tras unos 5
aos de padecer una DM tipo Ipuede presentarse una albuminuria
clnicamente detectable (300 mg/l) que no tieneexplicacin por otra
enfermedad del tracto urinario. La albmina anuncia una
disminucinprogresiva de la TFG con una alta probabilidad de
desarrollar una nefropata de fase terminalen 3 a 20 aos (mediana,
10 aos). La albuminuria es casi 2,5 veces ms alta en los
pacientescon DM tipo I con PA diastlica >90 mm Hg que en los que
tienen PA diastlica 126 mg/dl (>6,99 mmol/l) se consideren
diagnsticos de DM.Una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG)
puede ser til para diagnosticar la DMtipo II en pacientes cuya
glucosa en ayunas est entre 115 y 140 mg/dl (6,38 y 7,77 mmol/l)y
en los que estn en una situacin clnica que podra tener relacin con
una DM nodiagnosticada (p. ej., polineuropata, retinopata). Por
otra parte, diversos trastornos distintosde la DM, como el efecto
de los frmacos, y el proceso de envejecimiento normal puedencausar
anomalas en la PTOG.El NDDG recomienda tambin criterios para el
diagnstico del deterioro de la tolerancia ala glucosa en los
pacientes que no cumplen los criterios diagnsticos para la DM.
Lospacientes con deterioro de la tolerancia a la glucosa pueden
tener un mayor riesgo dehiperglucemia en ayunas o sintomtica, pero
en muchos casos el trastorno no progresa oremite. En la tabla 13-2
se indican los criterios diagnsticos del NDDG.
TratamientoConsideraciones generales. El ensayo clnico sobre la
DMID Diabetes Control andComplications Trial (DCCT) confirm que la
hiperglucemia es responsable de la mayora delas complicaciones
microvasculares de la diabetes a largo plazo. Demostr
unaproporcionalidad lineal entre los niveles de HbA1C (v. ms
adelante) y la frecuencia con quese desarrollan las complicaciones.
Otros estudios han sugerido que una HbA1C porcina >humana, pero
los factores genticos influyen tambin sobre la respuesta
individual. Losanticuerpos fijadores de insulina circulantes pueden
modificar la farmacocintica de lainsulina libre, pero el
tratamiento no suele verse afectado desfavorablemente. En
lospacientes con resistencia a la insulina, el cambio a una
insulina purificada porcina o humanapuede reducir las necesidades.
La remisin puede ser espontnea, o puede ser inducida enalgunos
pacientes con DM tipo II que pueden interrumpir el tratamiento
insulnico durante 1a 3 meses. La prednisona puede reducir las
necesidades de insulina en el plazo de 2 sem; eltratamiento suele
iniciarse con unos 30 mg 2 veces al da y se reduce progresivamente
amedida que disminuyen las necesidades.La atrofia o la hipertrofia
de la grasa local en los lugares de inyeccin es relativamenterara y
suele mejorar al cambiar a insulina humana e inyectarla
directamente en el reaafectada. No se necesita ningn tratamiento
especfico de la hipertrofia grasa local, pero loslugares de
inyeccin deben cambiarse en forma rotatoria. Frmacos antidiabticos
orales. Estos frmacos se utilizan en la DM tipo II, pero noen la DM
tipo I, porque en ese tipo de pacientes no pueden prevenir la
hiperglucemiasintomtica ni la CAD. Los frmacos hipoglucemiantes
orales son las sulfonilureas. Losfrmacos antihiperglucmicos son las
biguanidas, los inhibidores de la -glucosidasa y
lossensibilizadores a insulina (tiazolidindionas ["glitazonas"]).
En la tabla 13-4 se exponenlas caractersticas de los frmacos
antidiabticos orales.Sulfonilureas. Las sulfonilureas reducen la
glucosa plasmtica fundamentalmenteestimulando la secrecin de
insulina. Los efectos secundarios al potenciar la sensibilidad a
lainsulina perifrica y heptica pueden ser debidos a una disminucin
de la toxicidad de laglucosa y tambin del aclaramiento de la
insulina. Las sulfonilureas difieren en la potencia yla duracin de
su accin (v. tabla 13-4 ). Todas las sulfonilureas son
metabolizadas en elhgado, pero slo la tolbutamida y la tolazamida
son inactivadas exclusivamente por elhgado. Alrededor del 30% de la
clorpropamida se excreta normalmente en la orina, y elprincipal
metabolito heptico de acetohexamida es sumamente activo y se
excreta en laorina; ambos frmacos conllevan un aumento de riesgo de
hipoglucemia prolongada enpacientes con deterioro de la funcin
renal y en los ancianos. Las sulfonilureas de 2.;generacin (como
glipizida y gliburida) son unas 100 veces ms potentes que las de
1.;generacin, se absorben con rapidez y se metabolizan sobre todo
en el hgado. Clnicamente,las sulfonilureas de 2.; generacin son
similares en eficacia.Las reacciones alrgicas y otros efectos
secundarios (p. ej., ictericia colesttica) sonrelativamente
infrecuentes. La acetohexamida puede utilizarse en los pacientes
alrgicos aotras sulfonilureas. La clorpropamida y la acetohexamida
no deben utilizarse en pacientescon deterioro de la funcin renal.
Adems, la clorpropamida no debe utilizarse en pacientesancianos,
porque puede potenciar la accin de la hormona antidiurtica,
llevando a menudo aun deterioro del estado mental, el cual, en un
paciente anciano, no suele identificarse comoun efecto inducido por
frmacos.Para el tratamiento inicial muchos especialistas prefieren
las sulfonilureas de accin mscorta, y la mayora no recomiendan
utilizar una combinacin de sulfonilureas diferentes. Eltratamiento
se inicia a una dosis baja, que se ajusta despus de varios das
hasta que seobtiene una respuesta satisfactoria o se ha alcanzado
la dosis mxima recomendada.Alrededor de un 10 a un 20% de los
pacientes no responden a un ensayo de tratamiento(fracasos
primarios), y es frecuente que los pacientes que no responden a una
sulfonilurea norespondan tampoco a otras. De los pacientes que
responden al principio, un 5 a un 10% alao experimentan fracasos
secundarios. En estos casos puede aadirse insulina al
tratamientocon sulfonilurea. La hipoglucemia es la complicacin ms
importante del tratamiento con sulfonilureas. Lahipoglucemia puede
aparecer en pacientes tratados con cualquiera de las sulfonilureas,
perose presenta con mayor frecuencia con las de accin prolongada
(gliburida, clorpropamida).La hipoglucemia inducida por las
sulfonilureas puede ser grave y persistir, o recurrir durantedas
despus de interrumpir el tratamiento, incluso cuando aparece en
pacientes tratados contolbutamida, cuya duracin de accin habitual
es de 6 a 12 h. Recientemente se ha descritouna tasa de mortalidad
del 4,3% en pacientes hospitalizados con hipoglucemia inducida
porsulfonilureas. Por tanto, todos los pacientes tratados con
sulfonilureas que presentan unahipoglucemia deben ser
hospitalizados porque, incluso si responden rpidamente
altratamiento inicial de la hipoglucemia, tienen que ser
estrictamente monitorizados durante 2o 3 d. La mayora de estos
pacientes pueden no necesitar ms el tratamiento
consulfonilureas.Frmacos antihiperglucmicos. La metformina (una
biguanida) se ha utilizado comotratamiento principal en pacientes
con DM tipo II durante ms de 30 aos en la mayor partedel mundo. Ha
sido aprobada recientemente para su uso en Estados Unidos.
Actareduciendo la produccin de insulina por el hgado y puede
incrementar la sensibilidad a lainsulina en los pacientes que
pierden peso. Es igualmente eficaz que una sulfonilurea
comomonoterapia (cuando se emplea sola rara vez causa hipoglucemia)
y se comportasinrgicamente en el tratamiento combinado con
sulfonilureas. La metformina estimulatambin la prdida de peso y
reduce los niveles de lpidos. A diferencia de la fenformina,
lametformina rara vez causa una acidosis lctica grave. Los efectos
secundarios GI sonfrecuentes, pero a menudo pasajeros, y pueden
prevenirse si el frmaco se toma con lascomidas y si la dosis se
aumenta gradualmente (en 500 mg/sem hasta 2,5 g). La metforminaest
contraindicada en los pacientes con nefropatas y hepatopatas o
alcoholismo. Tambinest contraindicada para los pacientes con
acidosis lctica, y en la mayora de los casos deberestringirse
durante la hospitalizacin de los casos agudos.La acarbosa es un
inhibidor de la -glucosidasa que inhibe competitivamente la
hidrlisisde los oligosacridos y monosacridos. Esto retarda la
digestin de los hidratos de carbono yla subsiguiente absorcin en el
intestino delgado, producindose una menor elevacinposprandial de
los niveles de glucemia. Dado que este mecanismo de accin difiere
del deotros hipoglucemiantes orales, puede emplearse en el
tratamiento combinado con otrosagentes orales. Los efectos
secundarios GI son muy frecuentes, pero suelen ser pasajeros.Hay
que tomar el frmaco con las comidas, y la dosis debe aumentarse
gradualmente desde25 mg hasta 50 a 100 mg en cada comida.Las
tiazolidindionas son frmacos sensibilizadores a la insulina que
mejoran la sensibilidada la insulina en el msculo esqueltico e
inhiben la produccin de la glucosa heptica. Elnico frmaco de esta
clase disponible en Estados Unidos es la troglitazona. Ha
sidoaprobada recientemente para su empleo en el tratamiento de
pacientes con DM tipo II queprecisan insulina y tiene efectos
moderados en la reduccin de los niveles plasmticos deglucosa y
triglicridos. Este frmaco se administra una vez al da y tiene una
hepatotoxicidadposiblemente intrnseca. Se debe informar a los
pacientes que disminuyan su dosis diaria deinsulina al iniciar el
tratamiento.Tratamiento diettico. En los diabticos tratados con
insulina, el tratamientodiettico se dirige a limitar las
variaciones en el ritmo temporal, las cantidades y lacomposicin de
las comidas que podran hacer inadecuada la pauta de insulina y dar
lugar ahipoglucemia o a una hiperglucemia posprandial intensa.
Todos los pacientes tratados coninsulina necesitan un tratamiento
diettico detallado que incluya la prescripcin de la ingestacalrica
diaria total, orientacin sobre las proporciones de hidratos de
carbono, grasas yprotenas en sus dietas e instrucciones sobre cmo
distribuir las caloras entre las distintascomidas y refrigerios. Un
dietista profesional puede dar forma al plan diettico y ensear
alpaciente a cubrir sus necesidades individuales. La flexibilidad,
no obstante, ayuda a mantenerla motivacin del paciente.Existen
publicaciones de la American Diabetes Association y de otras
fuentes para laplanificacin de la dieta y la educacin de los
pacientes. Las listas intercambiables queproporcionan informacin
sobre el contenido de hidratos de carbono, grasas, protenas
ycaloras de las raciones individuales se emplean para traducir la
prescripcin diettica en unplan de alimentacin, el cual debe
contener alimentos que gusten al paciente, siempre que noexista un
motivo especfico para excluir un alimento concreto. Los alimentos
con valores deintercambio similares (es decir, caloras y contenidos
similares de hidratos de carbono,protenas y grasas) pueden tener
efectos diferentes sobre la hiperglucemia posprandial entodos los
diabticos. No obstante, las listas de intercambio son tiles para
reducir la variacinen la cantidad y la composicin de los desayunos,
almuerzos, cenas y refrigerios habitualesdel paciente.En los
pacientes con DM tipo II obesos, los objetivos del tratamiento
diettico son perderpeso y controlar la hiperglucemia. La dieta debe
satisfacer las necesidades mnimas diariasde protenas (0,9 g/kg) y
estar diseada para inducir una prdida de peso gradual y
sostenida(alrededor de 1 kg/sem) hasta alcanzar y mantener el peso
corporal ideal. Un dietista puedecolaborar en el desarrollo de una
dieta que vaya a seguir el paciente. Aumentar la actividadfsica en
los pacientes con DM tipo II obesos y sedentarios es deseable y
puede reducir con eltiempo la resistencia a la insulina. Los
diabticos con hipertensin deben tratarse coninhibidores de la ECA,
los cuales han demostrado ser ms protectores frente a la
arteriopatacoronaria que los bloqueantes del canal de
Ca.Tratamiento de la diabetes durante la hospitalizacin. Los
pacientes diabticosingresados en hospitales tienen comnmente
enfermedades que agravan la hiperglucemia,por ejemplo una infeccin
o una arteriopata coronaria. El reposo en cama y una dieta
regulartambin pueden agravar la hiperglucemia. A la inversa, si el
paciente padece anorexia o tienevmitos, o si la ingesta de alimento
es reducida, la continuacin de los frmacos puedeproducir
hipoglucemia. El clculo tradicional de las necesidades de insulina
con una regladeslizante no debe ser la nica intervencin, porque es
ms bien reactiva que proactiva en lacorreccin de la hiperglucemia.
Tambin puede ser empleado incorrectamente cuando lahiperglucemia
refleja la gluconeognesis heptica en respuesta a una hipoglucemia
nocorregida previamente.Los pacientes con DM tipo II que estn
hospitalizados suelen encontrarse bien sin ningncambio en los
frmacos. Los frmacos hipoglucemiantes pueden interrumpirse durante
unaafeccin aguda asociada con disminucin de la ingesta de alimento
o una que tenga tendenciaa causar hipoglucemia. Puede aadirse
insulina si los niveles plasmticos de glucosacontinan siendo
altos.En los pacientes con DM tipo I, la insulina (NPH o Lente)
debe seguir administrndose a un50 a 70% de la dosis diaria
fraccionada en dos o tres veces. La insulina regular
suplementariapuede administrarse con arreglo a la escala
deslizante. En pacientes que reciben nutricinparenteral total o
parcial, la hiperglucemia se debe tratar con una infusin de
insulina i.v.continua o con dosis fraccionadas de insulina de accin
intermedia. La glucemia debemedirse cuatro veces al da antes de las
comidas.Control de los diabticos durante las intervenciones
quirrgicas. Lasintervenciones quirrgicas (incluidos el estrs
emocional previo, los efectos de la anestesiageneral y el
traumatismo de la intervencin) pueden aumentar notablemente la
glucosaplasmtica en los diabticos e inducir CAD en los pacientes
con DM tipo I. En los pacientesque reciben normalmente una o dos
inyecciones diarias de insulina, puede administrarse 1/3a 1/2 de la
dosis matutina habitual en la maana anterior a la operacin e
iniciar una infusini.v. de glucosa al 5%, ya sea en solucin de
cloruro sdico al 0,9% o bien en agua a un ritmode 1 litro (50 g de
glucosa) a lo largo de 6 a 8 h. Tras la operacin se comprueban la
glucosay los cuerpos cetnicos en el plasma. A no ser que est
indicado un cambio en la dosis, serepite la dosis preoperatoria de
insulina cuando el paciente se haya recuperado de la anestesiay se
contina con la infusin de glucosa. La glucosa y los cuerpos
cetnicos plasmticos semonitorizan a intervalos de 2 a 4 h y se
administra insulina regular cada 4 a 6 h segn lasnecesidades para
mantener un nivel de glucosa plasmtica entre 100 y 250 mg/dl (5,55
y13,88 mmol/l). Esta pauta se mantiene hasta que el paciente pueda
reanudar las tomas oralesy una pauta de 1 o 2 dosis de
insulina.Algunos mdicos prefieren no administrar la insulina
subcutnea el da de la operacin yaadir de 6 a 10 U de insulina
regular a 1 litro de glucosa al 5% en solucin de clorurosdico al
0,9% o en agua e infundirla inicialmente a un ritmo de 150 ml/h en
la maana de laoperacin segn el nivel de glucosa plasmtica. Esta
pauta se mantiene a lo largo de larecuperacin, ajustando la
insulina en funcin de los niveles plasmticos de glucosaobtenidos
posteriormente en la sala de recuperacin a intervalos de 2 a 4 h.La
insulina no es necesaria en los diabticos que han mantenido un
nivel de glucosaplasmtica satisfactorio con la dieta sola o en
combinacin con una sulfonilurea antes de laoperacin. Las
sulfonilureas deben suspenderse de 2 a 4 d antes de la operacin, y
debemedirse la glucosa plasmtica antes y despus de la operacin y
cada 6 h mientras lospacientes reciban lquidos por va i.v.
CETOACIDOSIS DIABTICAAcidosis metablica por acumulacin de
cuerpos cetnicos debida a niveles de insulinaintensamente
disminuidos.La cetoacidosis diabtica (CAD) se debe a una
disponibilidad de insulina claramente deficiente, que causauna
transicin desde la oxidacin y el metabolismo de la glucosa a la
oxidacin y el metabolismo de loslpidos (v. ms adelante). En los
pacientes con DM tipo I, la CAD es desencadenada comnmente por
unaomisin del tratamiento insulnico o una infeccin aguda, un
traumatismo o un infarto que haceninsuficiente el tratamiento
insulnico habitual. Aunque los pacientes con DM tipo II tienen
raras vecesCAD, muchos de ellos pueden tener formacin de cuerpos
cetnicos y acidosis (habitualmente leve)causados por una disminucin
de la ingesta de alimento y una notable disminucin de la secrecin
deinsulina debida a la hiperglucemia intensa y crnica (toxicidad de
la glucosa). Estos pacientes no suelennecesitar insulina una vez
corregido el episodio metablico agudo.En la CAD, la hiperglucemia
intensa origina diuresis osmtica, prdidas urinarias excesivas de
agua, Na yK y contraccin de volumen con acidosis que conducen a un
aumento de la sntesis y la liberacin decuerpos cetnicos en el
hgado. Los principales cuerpos cetnicos, cido acetoactico y cido
-hidroxibutrico, son cidos orgnicos fuertes; la hipercetonemia
induce una acidosis metablica y unacompensacin respiratoria y los
intensos aumentos en la excrecin urinaria de los cidos acetoactico
y -hidroxibutrico fuerzan prdidas adicionales de Na y K. La acetona
derivada de la descarboxilacinespontnea del cido acetoactico se
acumula en el plasma y es lentamente eliminada por la respiracin;
laacetona es un anestsico para el SNC, pero la causa del coma en la
CAD se desconoce.La cetognesis anormal en la CAD se debe a la
prdida del efecto modulador normal de la insulina sobrelos cidos
grasos libres (AGL) liberados a partir del tejido adiposo y sobre
la oxidacin de los AGL y lacetognesis en el hgado. Los niveles de
AGL y la captacin de stos por el hgado estnconsiderablemente
aumentados. En el hgado, la insulina regula normalmente la oxidacin
de los AGL y lacetognesis mediante la inhibicin indirecta del
transporte de los derivados de los AGL de cadena larga atravs de la
membrana mitocondrial interna hacia el interior de la matriz
mitocondrial. El glucagnestimula en el hgado el transporte del ster
del CoA con el cido graso de cadena larga y la oxidacin y
lacetognesis en las mitocondrias, y en la CAD desaparece el efecto
antagnico normal de la insulina. Laproporcin plasmtica entre el
cido -hidroxibutrico y el cido acetoactico es normalmente de 3:1
ysuele estar aumentada en la CAD, alcanzando a veces la proporcin
de 8:1.Las tiras y tabletas reactivas disponibles comercialmente
reaccionan con el cido acidoactico (ydbilmente con la acetona),
pero no reaccionan con el cido -hidroxibutrico. Por consiguiente,
las tirasreactivas pueden subestimar considerablemente la cantidad
de cuerpos cetnicos presentes.
Sntomas y signosLos sntomas iniciales son poliuria, nuseas,
vmitos y, especialmente en los nios, dolorabdominal. La letargia o
somnolencia es de aparicin frecuentemente ms tarda. En lospacientes
no tratados puede progresar a coma. Un pequeo porcentaje de
pacientes sepresentan en coma. En los pacientes sin historia de DM
tipo I puede no pensarse al principioen una CAD, porque el paciente
puede no mencionar espontneamente una historia depoliuria. La CAD
puede confundirse con un abdomen agudo quirrgico en los nios por
eldolor abdominal intenso y la presencia de leucocitosis. En una
CAD sin complicaciones latemperatura del paciente suele ser normal
o baja. Generalmente existen signos dedeshidratacin y algunos
pacientes estn hipotensos. Puede haber respiracin de Kussmaul(un
patrn caracterstico de respiraciones profundas y lentas) y puede
detectarse acetona enel aliento.
DiagnsticoEl diagnstico requiere confirmar la existencia de
hiperglucemia, hipercetonemia y acidosismetablica. Sin embargo, est
justificado un diagnstico de presuncin a la cabecera delpaciente si
la orina o la sangre son fuertemente positivas para glucosa y
cuerpos cetnicos. Elnivel inicial de glucosa plasmtica suele ser de
400 a 800 mg/dl (22,2 a 44,4 mmol/l), peropuede ser ms bajo. El pH
y el bicarbonato plasmticos estn disminuidos y el hiato
aninicocalculado est aumentado. El Na srico inicial suele estar
ligeramente disminuido, mientrasque el K srico inicial
habitualmente est elevado o en el lmite superior de la
normalidad.Los niveles de K 4,5 mEq/l indican una intensa deplecin
de K y se requiere asistenciarpida. El BUN inicial est con
frecuencia aumentado hasta el grado esperado en la
azoemiaprerrenal. Es caracterstica una elevacin de la amilasa
srica, pero es raro que la CAD seasocie con pancreatitis. Es
preciso realizar una bsqueda minuciosa de una posible
infeccinsusceptible de ser tratada.
TratamientoLos principales objetivos del tratamiento son: 1)
expansin rpida del volumen de lquido, 2)correccin de la
hiperglucemia y la hipercetonemia, 3) prevencin de la
hipopotasemiadurante el tratamiento y 4) identificacin y
tratamiento de cualquier infeccin bacterianaasociada. En la mayora
de los pacientes (en los que tienen un pH plasmtico >7) no
esnecesaria la correccin rpida del pH con la administracin de
bicarbonato y esa forma detratamiento conlleva riesgos importantes
de inducir alcalosis e hipopotasemia. Es necesariauna estrecha
supervisin mdica durante el tratamiento de la CAD, puesto que
esimprescindible realizar frecuentes valoraciones clnicas y de
laboratorio y ajustesadecuados. La tasa de mortalidad est en torno
al 10%; la hipotensin o el coma en elmomento del ingreso afectan
desfavorablemente al pronstico. Las principales causas demuerte son
el colapso circulatorio, la hipopotasemia y la infeccin.El edema
cerebral agudo, una rara complicacin con frecuencia mortal, se
presentaprincipalmente en los nios y menos a menudo en adolescentes
y adultos jvenes. No se hademostrado que el tratamiento de la CAD
modifique el riesgo de forma importante. Algunosmdicos creen que
debe evitarse la reduccin rpida de la glucosa plasmtica (>50
mg/dl/h[>2,78 mmol/l/h]) para minimizar los cambios osmticos
rpidos. Algunos pacientes tienensntomas premonitorios (p. ej.,
cefalea de aparicin brusca, disminucin rpida del nivel
deconciencia), pero en otros la manifestacin inicial es una parada
respiratoria aguda. Se hanutilizado la hiperventilacin, los
corticosteroides y el manitol, pero suelen ser ineficaces trasla
aparicin de la parada respiratoria; no obstante, se han descrito
casos aislados derecuperacin, frecuentemente con dficit neurolgicos
persistentes. Expansin del volumen de lquido. En los adultos se
administra una infusin rpidade solucin de cloruro sdico al 0,9% (p.
ej., 1 litro a lo largo de 30 min) y despus se reducea 1 l/h
aproximadamente si la PA es estable y la diuresis es suficiente. El
dficit de lquidosuele ser de 3 a 5 litros y el dficit de agua es
superior al dficit de los electrlitos. Cuando laPA est estable y la
diuresis es suficiente, se utiliza habitualmente solucin de cloruro
sdicoal 0,45% suplementada con K para suministrar agua libre e
iniciar la reposicin de K. Eldficit de K suele ser de 3 a 5 mmol/l
de LEC. En la mayora de los pacientes el K sricoinicial est en el
lmite superior de la normalidad o est elevado y el comienzo de
lareposicin de K (20 a 40 mmol/h) puede retrasarse 2 h, utilizando
como guadeterminaciones sricas horarias. Dado que la insulina
desplazar K al interior de las clulas,en los pacientes cuyo K
inicial sea 4,5 mEq/l a pesar de la acidosis metablica existente,
lareposicin de K debe iniciarse tan pronto como la diuresis sea
suficiente. Es precisomonitorizar estrictamente el K srico. (V.
tambin caps. 12 y 259 .)Insulina. La administracin i.v. inicial de
10 a 20 U de insulina regular va seguida porla infusin i.v.
continua de 10 U/h en solucin de cloruro sdico al 0,9%. Este
tratamiento essuficiente en la mayora de los adultos, pero otros
necesitan dosis significativamente msaltas. En la mayora de los
nios se utiliza una inyeccin i.v. inicial de insulina regular
(0,1U/kg), seguida de una infusin i.v. continua de insulina regular
en solucin de cloruro sdicoal 0,9% a un ritmo de 0,1 U/kg/h; la
infusin de insulina debe ajustarse en funcin de larespuesta al
tratamiento. Se debe monitorizar la glucosa plasmtica cada hora
para valorar laeficacia de las pautas de insulina y hacer los
ajustes adecuados para inducir un descensogradual de la glucosa
plasmtica.Los niveles de cuerpos cetnicos se corregirn en varias
horas si se administra insulina endosis suficientes para reducir la
glucosa plasmtica. El pH y el bicarbonato en el plasmasuelen
mejorar en gran parte en 6 a 8 h, pero el restablecimiento de un
nivel de bicarbonatoplasmtico normal puede llevar 24 h. Cuando la
glucosa plasmtica desciende a 250-300 mg/dl (13,88 a 16,65 mmol/l),
se aade glucosa al 5% a los lquidos i.v. para reducir el riesgo
dehipoglucemia. La dosis de insulina puede reducirse entonces, pero
la infusin i.v. continua deinsulina regular debe mantenerse hasta
que el plasma y la orina sean negativos de manerapersistente para
los cuerpos cetnicos. El paciente puede cambiar despus a insulina
regular s.c. cada 4-6 h. Cualquier omisin del tratamiento insulnico
durante las primeras 24 h tras larecuperacin de la CAD puede
conducir a la reaparicin de la hipercetonemia. Se puedenadministrar
lquidos por v.o., si el paciente lo tolera. Manual MERCK, 10ed.,
edicin del
CETOACIDOSIS ALCOHLICACetoacidosis que va acompaada con
hiperglucemia leve y ausencia de un nivel de
alcoholemiaelevado.Este sndrome se atribuye a los efectos
combinados de la abstinencia alcohlica y la inanicin sobre
lasecrecin endgena de insulina y sobre los estmulos que aumentan la
liberacin de cidos grasos libres(AGL) y a la cetognesis en
pacientes que tienen probablemente un deterioro subyacente de la
secrecin deinsulina. Algunos alcohlicos crnicos estn predispuestos
a episodios de vmitos intensos y dolorabdominal.La historia
caracterstica es la de una borrachera que termina en vmitos y est
causada por la interrupcinde la ingestin de alcohol o alimentos
durante 24 h. Durante este perodo de inanicin los vmitoscontinan y
aparece dolor abdominal intenso, lo que induce al paciente a buscar
asistencia mdica. Elgrado de hiperglucemia (p. ej., glucosa
plasmtica 552 nmol/l). La deficiencia aislada de ACTH es idioptica
y extremadamente rara.
Sntomas y signosLos pacientes con insuficiencia suprarrenal
secundaria no estn hiperpigmen