UNIVERSIDAD DE CALDAS MAESTRIA EN CIENCIAS SOCIALES E INVESTIGACION MACISO ESTRATEGIAS METODOLOGICAS ACTIVAS PARA GENERAR APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS DESDE LAS CIENCIA SOCIALES ENSAYO Presentado por Ester Jaramillo Gómez Tutora Mariela Márquez Quintero
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Estrategias metodologicas para la enseñanza de las ciencias sociales
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UNIVERSIDAD DE CALDAS
MAESTRIA EN CIENCIAS SOCIALES E INVESTIGACION
MACISO
ESTRATEGIAS METODOLOGICAS ACTIVAS PARA GENERAR APRENDIZAJES
SIGNIFICATIVOS DESDE LAS CIENCIA SOCIALES
ENSAYO
Presentado por
Ester Jaramillo Gómez
Tutora
Mariela Márquez Quintero
CERES -AGUADAS
Santiago de Arma, Aguadas . Caldas
Noviembre 20 de2014
INTRODUCCION
Este trabajo lo realizo con el fin de tener claridad sobre la enseñanza de las ciencias sociales,
desde el nivel de secundaria,
Desde que inician las clases de historia, geografía, civismo hoy competencias ciudadanas
enfrenté al igual que muchos otros colegas la apatía de los estudiantes, quienes expresaban que la
clase de sociales les aburría, que la historia no tiene utilidad, no quieren leer, y a la mitad de la
clase algunos presentan somnolencia, lo que es frustrante para el docente, más aun si se ha
preparado, y se siente pasión por lo que se hace. Con alguna colega recordé las clases de historia
que nos impartía el profesor, y la estrategias que utilizó para hacer que nos gustara la historia o la
geografía, lo que pudimos recordar, fueron cosas normales, donde el narraba los
acontecimientos, y algunas veces las describía de tal forma que pareciera que estaba en el acto,
luego nos dictaba los resúmenes, daba alguna lectura, con preguntas, y pocas veces leíamos un
libro, estrategias tradicionales, Todavía no teníamos computadores mucho menos internet , pero
teníamos la disposición de aprender, y esto es lo que a nuestros estudiantes les falta las ganas,
Así que comencé la tarea de buscar la manera de lograr interesar a los estudiantes, que los
motivara a saber ¿Y qué creen? La solución estaba en mí, en mi manera de transmitir la historia,
debía infundirle la pasión. La pasión de sentir la historia.
Empecé a buscar nuevas estrategias que me ayudaran a mejorar mis clases, y sobre todo,
aplicarlas de manera correcta y oportuna.
Para empezar analicé mis errores al momento de dar clases, analicé a mis alumnos, sus
características, incluso a mis compañeros, observaba a los buenos y no tan buenos maestros, así
que, partiendo de todo lo anterior, seleccioné las siguientes estrategias que me han funcionado, y
como experiencia quiero compartir además de otras nuevas que estoy estudiando para ser
aplicadas y ver qué resultados obtengo de ellas.
QUE ENSEÑAR Y COMO ENSEÑARLO.
Estrategias que ayudan a la enseñanza en este caso de la historia, pero puede aplicarse a cualquier área del conocimiento.
1. Ante todo estar con el grupo con tranquilidad y seguridad, esto nos va a ayudar a captar la atención del alumno, va a estar al pendiente de lo que decimos.
2. Contar la historia como si fuera un cuento, no sirviéndose de la memoria, sino haciendo nuestro lo que se narra. Debemos de saber que se quiere transmitir, que queremos aportar, para que el alumno lo asimile y lo entienda.
3. Al realizar presentaciones algún programa diseñado para ello, como Power Point, no se debe abusar con el texto, máximo 6 ó 7 renglones por diapositiva. Debe existir congruencia entre el contenido y las imágenes, para que el alumno tenga la presencia auditiva y visual del planteamiento histórico propuesto. Es decir complementariedad dinámica entre imagen y texto.
4. Aunque hay imágenes como portadoras de contenido relevante en sí mismas, el objeto de estudio está “contenido” en ellas. Así que depende del maestro al usar una imagen que propone que sea parte de un texto o movilizar el aprendizaje.
5. Con ayuda de la docente de tecnología se les explicó el Uso de alguna plataforma educativa como Moodle. Se pueden diseñar variadas estrategias didácticas en ella. Requiere que el profesor sepa utilizarla y por supuesto, el alumno. Permite el acceso a muchas aplicaciones, recursos, ligas y servicios que pueden ayudar al aprendizaje del alumno. Además, el maestro a través de la plataforma puede observar el trabajo y el progreso de los alumnos.
6. Uso de líneas del tiempo. Permite la comprensión de las nociones de duración, sucesión y simultaneidad. Se pueden hacer en el pizarrón, como parte de la exposición de un tema, o en una cartulina como actividad del alumno. También es posible encontrar en Internet aplicaciones para elaborar líneas del tiempo, tales como Dipity (http://www.dipity.com/), Timetoast
7. Trabajar un día a la semana, o por quincena, fuera del aula. Es necesario llevar la actividad impresa, para que el alumno se concentre en realizarla. Dar las instrucciones en el aula de lo que se pretende con la actividad, y luego salir al patio, donde solamente asesoraríamos a los alumnos en caso necesario.
8. Acudir al laboratorio de computación. Los alumnos pueden realizar una presentación en Power Point. Se les asigna el tema, y se les da instrucciones de cómo debe de realizarse, y las ligas de internet que pueden usar. Esta actividad permite que el alumno haga uso del internet como fuente de información que enriquece de una manera efectiva sus conocimientos y motiva aún más su creatividad. (Hay que asesorar al alumno, en todo momento, para el buen uso del internet).
9. Uso del mapa conceptual. Es una estrategia organizadora de conocimientos. Nos ayuda a ordenar conceptos, plasmar en forma visual conocimientos ya adquiridos, descubrir nuevas relaciones entre conceptos.
10. Lluvia de ideas. Es una estrategia de trabajo grupal, facilita el trabajo de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado. Todas las ideas son útiles en un principio, ninguna debe rechazarse, genera la creatividad de los participantes.
11. Aprendizaje Basado en Problemas (ABP). Es una alternativa interesante, ya que el profesor le presenta un problema y el alumno tiene que trabajar o descubrir lo necesario para resolverlo. El rol del profesor es como facilitador o mentor, más que como una fuente de “soluciones”.
12. Resúmenes. No debemos de olvidar que, como estrategia de enseñanza, el resumen será elaborado por el profesor, para luego proporcionárselo al estudiante. El resumen es una versión breve del contenido que habrá de aprenderse, donde se enfatizan los puntos sobresalientes de la información. Un buen resumen debe comunicar las ideas de manera expedita y ágil.
13. Método de preguntas. Con base en preguntas llevar a los alumnos a la discusión y análisis de información que se plantea en la clase. Es muy útil porque estimula el pensamiento crítico, desarrolla habilidades para el análisis y síntesis de información, guía la discusión de un tema, promueve la participación de todos los alumnos
También quiero proporcionarles algunas sugerencias encontradas en Prats, J., (2001) sobre cómo enseñar Historia, esto con el propósito de hacer más eficaz las estrategias a elegir para el desarrollo de las clases:
1. Transmitir de forma organizada lo que sobre el pasado se ha estudiado o se ha obtenido. Se puede servir de más de un medio de expresión, acompañarlo de mapas, informes, dibujos, diagramas, narraciones.
2. Exponer lo más importante de un hecho histórico, lo relevante y omitir el material superfluo.
3. Sintetizar las informaciones complejas y dispares, sobre un problema histórico, a fin de elaborar una explicación coherente y equilibrada.
4. Para lograr la compresión de la historia, explicar las consecuencias que se derivan de las acciones humanas en un determinado hecho, cual fue la trascendencia de tal suceso.
5. Para comprender los hechos y situarlos en su contexto es necesario saber ubicar unos pocos acontecimientos sencillos en una secuencia temporal y utilizar convenciones cronológicas adecuadas mediante el uso de líneas u otras representaciones gráficas.
6. Cuando se examinen problemas históricos se debe poder diferenciar entre causas y motivos. Para alcanzar este objetivo, los alumnos deberán adquirir una comprensión extensa del problema del cambio y aplicarla a cuestiones históricas complejas.
7. Seleccionar la información relevante a fin de realizar una exposición completa, precisa, equilibrada, haciendo uso de algunas de fuentes bibliográficas.
8. La comprensión de los hechos no es posible sin tener presente las creencias de los alumnos. El paso siguiente es la explicación.
9. Es importante que para los alumnos la historia no sea una serie de datos que deben aprenderse de memoria. Es más interesante que los alumnos comprendan como podemos conseguir saber lo que pasó y como lo explicamos, que la propia explicación de un hecho o periodo concreto del pasado.
Como conclusión, es importante señalar que las estrategias que se utilicen deben adaptarse al contexto del grupo. Tal vez no todas las estrategias sean adecuadas para todos los grupos, se debe buscar lo idóneo.1
ESTRATEGIAS METODOLOGICAS PARA LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES-
Desde lo pedagógico es el saber de los maestros, es lo que les permite orientar procesos de
formación de los estudiantes, Ese saber que se nutre de la historia que nos da a conocer
propuestas que los pedagogos han desarrollado a lo largo de los siglos, pero que también se
construye diariamente en la relación personal o colegiada sobre lo que acontece diariamente en el
aula con los estudiantes y colegas, sobre los logros propuestos y obtenidos, sobre las
metodologías más apropiadas para conseguir el desarrollo humano y la construcción de la nueva
Colombia, a medida que se desarrollan los proyectos pedagógicos y las actividades de la vida
escolar.
La palabra pedagogía tiene su origen en el griego antiguo paidagogós. Este término estaba compuesto por paidos (“niño”) y gogía (“conducir” o “llevar”).
1 Bibliografía
Clasesdehistoria.com. Obtenido de:http://www.claseshistoria.com/lineatiempo/indice.htmHistoria Universal. Obtenido de: http://www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htmPágina de historia. Obtenido de: http://www.phistoria.net/Junta de Castilla y León. ArteHistoria. Obtenido de: http://www.artehistoria.jcyl.es/HistoDidáctica. Obtenido de: http://www.ub.edu/histodidactica/links/2.htm
Por lo tanto, el concepto hacía referencia al esclavo que llevaba a los niños a la escuela.En la actualidad, la pedagogía es el conjunto de los saberes que están orientados hacia la educación, entendida como un fenómeno que pertenece intrínsecamente a la especie humana y que se desarrolla de manera social.2
La pedagogía, por lo tanto, es una ciencia aplicada con características psicosociales que tiene la educación como principal interés de estudio.
Es importante destacar que la pedagogía se nutre de los aportes de diversas ciencias y disciplinas, como la antropología, la psicología, la filosofía, la medicina y la sociología.De todas formas, cabe destacar que hay autores que sostienen que la pedagogía no es una ciencia, sino que es un arte o un tipo de conocimiento34
Muchos han sido los pedagogos que a lo largo de la historia han planteado su teoría y dejado su
huella para la educación entre ellos Paulo Freire: él concibió la pedagogía a través de las
máximas, ejemplo “enseñar exige saber escuchar”, “estudiar no es un proceso mediante el cual
se consumen ideas, si no que estudiar es crear precisamente esas ideas”. Otros pensadores sobre
esta ciencia son: Robert Gagné, Jürgen Habermas o Iván Petrovich Pavlov.
Se han destacado algunas categorías dentro de la pedagogía como:
La pedagogía general (vinculada a aquello más amplio dentro del ámbito de la educación)
Pedagogías específicas (desarrolladas en distintas estructuras de conocimiento según los
acontecimientos percibidos a lo largo de la historia).
Otro aspecto importante de distinguir dentro de la pedagogía como ciencia que estudia la
educación y la didáctica como la disciplina o el grupo de técnicas que favorecen el aprendizaje;
así puede decirse que la didáctica es apenas una disciplina que forma parte de una dimensión
más amplia como la pedagogía
“Pedagogía: definición, métodos y modelos”
2
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42: Concepto de pedagogía - Definición, Significado y Qué es http://definicion.de/pedagogia/#ixzz3JTJp6gao
La pedagogía tiene por objeto el aspecto sistemático de la actividad humana conductora de las
acciones educativas y de formación. Como toda actividad humana, tiene sus principios y sus
métodos; define una función humana, describe una conducta específica, socialmente construida,
principalmente en la escuela y en las instituciones formadoras. La pedagogía participa en los
cambios y evoluciones a las que estamos asistiendo; sin embargo, la pedagogía tiene también su
propia historia y su propia cultura: la de las prácticas, la de las maneras de pensar y la sus
propios modelos. Ella contribuye a la profesionalización del oficio del profesor.
PEDAGOGIA Y ESCUELA
Durkheim, muestra la relación fundadora de la teoría y la práctica para la pedagogía, definida, en
su naturaleza mixta, como “teoría/práctica”. Si bien, la expresión no da cuenta absoluta del
pensamiento pedagógico, explica la problemática: “la problemática, decía él, no es otra cosa que
la reflexión más metódica y la mejor documentada posible, puesta al servicio de la práctica de la
enseñanza.” Esta naturaleza mixta, este saber termina expresándose en un solo término:
“pedagogía”, que designa para una actividad el hecho de su estudio:
- el hecho pedagógico está constituido por el trabajo pedagógico, unidad funcional de tareas, de
roles, de competencias y de saberes utilizables. Profesor y estudiante, formador y formado,
adulto y niño, saberes y aprendizajes, escuela y clase, etc., son las modalidades observables, la
pedagogía visible. El trabajo pedagógico es tanto del profesor como del estudiante. Enseñar no
define sino la parte, el punto de vista del profesor. La pedagogía, supone enfrentar también la
parte del alumno. Ser “pedagogo” (o más justamente hacer acto de pedagogía) consiste así pues,
en situarse en la lógica de una acción contextualizada: por ejemplo enseñar a los alumnos en un
establecimiento escolar, pero también en otros contextos posibles asociados al desarrollo de la
actividad social.
el estudio pedagógico tiene por objeto las representaciones y las coherencias pensadas o
inducidas por esta actividad. Del hacer se pasa al cómo hacer y al porqué. El estudio pedagógico
es la parte de la concepción (implícita o explícita, cultural o profesional) de la pedagogía.
Destaquemos aquí los principios de su funcionamiento: porqué o cómo esto marcha o no marcha.
Así la pedagogía, concebida como la dimensión del análisis de las acciones, es también objeto de
investigación. Lo que supone una ruptura significativa con la manera como el sentido común
define el término.
Entre estas dos modalidades, en un ir y venir, entre pensar y hacer, la actividad pedagógica se
define por este conjunto pensar y actuar. No existe pedagogía sin práctica. Pero no existe
práctica pedagógica sin práctica consciente y controlada, fundada sobre la coherencia de un
principio que la organiza y la explica. No se puede hacer todo. La pedagogía es a la vez una
implicación y una explicación, esto da cuenta de un modelo, manera de pensar que procede tanto
de la idea como de la realidad.
En el campo práctico, con mucha frecuencia el profesor (o formador) apela a la pedagogía para
encontrar una receta, para gestionar mejor el cara a cara con los estudiantes, o responder a sus
propios interrogantes: “<<Qué debo yo hacer para “sostener” mi clase? Cuales técnicas emplear?
>> El estudiante también se pregunta cómo hacer, cómo responder?
Los aprendizajes escolares, el principio (ahora discutido) de una enseñanza como sola
disposición pedagógica, las hipótesis prácticas sobre el trabajo escolar, sobre el trabajo del
alumno, etc., todos estos aspectos funcionales corresponden a los modelos pedagógicos, en tanto
herramientas de trabajo como principios de acción y en consecuencia doblemente formadores.
Ahora bien, preguntémonos: “¿Quién ha inventado la escuela?”.
Las prácticas vividas, los métodos utilizados (el dictar u orientar un curso) tienen su razón, la de
los modelos pedagógicos. Las figuras emergentes de enseñar y aprender no son sino los
principios observables. La pedagogía, sus funciones sociales y culturales, sus principios teóricos
y prácticas, sus referencias históricas y críticas, se constituyen, así como lo subrayaba Durkheim,
en un principio evolutivo de las acciones de formar, de enseñar, de aprender, y sus modelos
contextualizados de realización. El pedagogo, en la Grecia antigua, era el esclavo que conducía
(paidagôgos) el niño al maestro de la escuela, quien presenta al alumno un conjunto ordenado de
saberes (no solamente disciplinares) requeridos para una cualificación sabia, cultural, social.
Simultáneamente las actividades específicas necesarias para su adquisición no son realizables
sino en la escuela. Del aprendizaje de la escritura a las disciplinas, la escuela organiza esta
relación con los saberes y las actividades indispensables para su adquisición generalizada. La
escuela (este término genérico reagrupa significativamente la escuela primaria, el colegio), es
también el lugar social y funcional de la escenificación pedagógica y de una cultura escolar de
saberes: “Es a la escuela la que le incumbe de hacer aparecer la unidad de aprendizajes y no a los
estudiantes de adivinarla.“ (Ministerio de educación, 1995).
El principio de una pedagogía escolar (y el proyecto de escuela) se sitúa entre ignorancia y
saber(es). El derecho al saber es el principio central de la ley francesa de educación (1989). Al
respecto se puede distinguir:
- de una parte, los saberes, es decir el conjunto de conocimientos (principal, pero no
exclusivamente, según las disciplinas), tal como son enseñados en la escuela;
- de otra parte, el saber, como bien propio (sustantivo: tener, adquisición) y acción singular
(verbo: yo sé o yo no sé). Para Legroux (1981): “El conocimiento se construye y se confunde
con la identidad de la persona; él corresponde al orden del ser. El saber es el sistema
interferencial entre la información y el conocimiento; está constituido por las informaciones que
se relacionan entre sí, luego también en relación con la persona.”
En esta relación de saberes y saber, las maneras de aprender y los procedimientos de enseñanza
tienen su propia lógica. Lo que puede suponer una parte común en las maneras de enseñar e
incluso en las materias a enseñar. Una reflexión sobre las meditaciones y sobre la comprensión
tiene por objeto, según Britt-Barth (1993), desarrollar los procesos mismos por los cuales el
saber se elabora en aquel que aprende: “Las capacidades de adquirir, de utilizar y de crear un
saber llegan a ser entonces tan importantes como los saberes adquiridos.” Este cambio de actitud
resultaría de una evolución histórica, confirmaría las intuiciones de la corriente de educación
denominada la Educación Nueva; y se inscribe en el desarrollo de las teorías del aprendizaje. El
aprender debería ser siempre contextualizado por un saber: el contenido no es indiferente. Pero
debe ser relacionado con las condiciones de su entorno: “El formador debe saber modelar las
maneras de pensar y de razonar en un dominio de conocimientos porque estos lo constituyen
tanto como su contenido.” (Britt-Barth, 1993). La lógica de los saberes se acompaña de la lógica
de la construcción mediatizada por las estructuras cognitivas que permiten el descubrimiento y la
organización.
En cuanto a disciplina de acción la pedagogía se ha convertido en una problemática de la
decisión, que se debe comprender y controlar de la mejor manera posible. La pedagogía, los
conocimientos, las referencias que son propias a las problemáticas son cada vez más
significativas, por diversas razones: la extensión de los conocimientos, la elevación de los
niveles de competencias necesarias, el movimiento social de profesionalización de los
quehaceres relacionados con la formación. Se debe siempre aprender más, o de manera diferente,
y entonces aprender más sobre su actividad, se convierte en un principio activo; es aquí donde la
pedagogía ocupa su importancia, pero es necesario aceptar sus permanencias y sus cambios.
Pedagogía, socialización y escuela
Durkheim subrayaba también que la actividad pedagógica es una actividad de “socialización” y
una actividad social. Como socialización incumbe en un mismo proceso a la construcción
individual y a la construcción de una sociedad de la cual extrae los modos de pensamiento que
constituyen su coherencia, actividad y objeto por los cuales están ligados.
La actividad social se construye progresivamente alrededor de instituciones, de un “sistema
educativo” y de profesiones (principalmente las del profesor y del formador). Se transforma en la
escala de la sociedad, cada vez más elaborada y compleja, apelando a las unidades heterogéneas
que van desde el jardín infantil a la universidad y a la formación de adultos. Un sistema de
conocimientos especializados aparece entonces en relación con el mecanismo mediante el cual se
transmiten los elementos de saber y de cultura escogidos por esa sociedad. Una unidad cultural y
funcional de la pedagogía se construye progresivamente alrededor de la escuela, sin que sea
posible confundirlas completamente. Es de esta afinidad que surgen los roles del profesor y del
estudiante. El estado a través de la escuela organiza sistemáticamente el encuentro del estudiante
con los saberes, apuesta por la construcción de su propia identidad social y cultural. En la
“escuela”, porque se dice que hay “escuela”, porque es allí donde este encuentro está
organizado, profesores y estudiantes se vuelven a encontrar en un establecimiento, unidos en la
realización de múltiples actividades. Hay entonces pedagogía de escuela, pedagogía escolar. La
escuela, el profesor, el alumno, los padres, la clase, los saberes, la organización escolar, siendo
estos los componentes visibles de la actividad pedagógica en nuestra sociedad.
El objeto de la pedagogía se ha vuelto principalmente el del funcionamiento de los saberes, en el
caso particular de una clase y una escuela se establece la relación entre la escuela, el profesor y
el estudiante, define las condiciones de la puesta en marcha de las actividades escolares
propiamente dichas ; la expresión “aprendizajes escolares” designa la puesta en escena escolar de
una conjunción entre aprender, aprendizaje y saber; que es apropiada a la escuela, a sus objetos,
a sus métodos y a los efectos de sus métodos; otros saberes, otras formas de aprendizaje existen,
pero no tienen necesidad de escuela. Así, la pedagogía escolar trata de los saberes que tienen
necesidad de la escuela. Sin la escuela una variedad de disciplinas, matemáticas, física,
literatura, historia, filosofía, etc., no serían dadas cómo saberes.
PEDAGOGIA Y SABER
La relación de la pedagogía con los saberes es examinada en el marco de las disciplinas por la
corriente didáctica. La pregunta didáctica señala la nueva importancia que se le da al análisis de
contenidos en la enseñanza. Ella constituye el “núcleo cognitivo” de la pedagogía, cuando
estudia los procesos de transmisión y de transformación en la actividad pedagógica relativa a un
dominio disciplinar específico. La actividad de “didactización” de la pedagogía es un eje de
organización y de dominio de la actividad pedagógica. Ella corresponde a la vez a una evolución
y a una interrogación. En esta relación de saberes y saber, las maneras de aprender y los
procedimientos de enseñanza tienen su propia lógica. Lo que puede suponer una parte común en
las maneras de enseñar e incluso en las materias a enseñar. Según Britt-Barth (1993), desarrollar
los procesos mismos por los cuales el saber se elabora en aquel que aprende: “Las capacidades
de adquirir, de utilizar y de crear un saber llegan a ser entonces tan importantes como los saberes
adquiridos.”
La pedagogía encuentra en su contextualización escolar el problema del saber bajo la forma de
clarificación y de la instrumentalización de las relaciones con los saberes. La constitución de la
actividad pedagógica encuentra su sentido de relación dinámica entre pensar y hacer, compartida
por todas las acciones que tienen por objeto esta construcción.
LA PEDAGOGIA Y EL METODO
Un método no es el resultado o el medio seguro de producir un resultado, y en consecuencia una
solución preestablecida, sino una manera de comprometer las prácticas concebidas La idea
general de una regla a seguir, de un orden al cual se debe conformar, está en el centro de la
acción pedagógica. Este orden puede ser una simple regla de saber-hacer, una invención práctica
(la “clase” como enseñanza simultánea), una herramienta técnica (como el texto escolar, la
imprenta escolar), una receta o un consejo (lo que debe hacerse y lo que no debe hacerse), o una
regla general (“tener autoridad”), todos estos elementos pueden ser empleados coherentemente
en un modelo (ver por ejemplo el sentido que le da a la imprenta en la escuela Freinet, siguiendo
a Decroly).
Los métodos no son más que guías, los organizadores del trabajo pedagógico (profesor y
estudiante). Escoger un método, es hacer un plan: esto no exime del recorrido y no lo substituye).
Todos los métodos en pedagogía no son métodos pedagógicos, si se considera que la pedagogía
también puede administrar el sistema de enseña solamente desde su interior. Así, las
metodologías por objetivos, la evaluación, la gestión de proyectos alrededor del principio de la
pedagogía de control, proponen herramientas y pasos de gestión y de organización de la
actividad pedagógica más allá de las maneras de enseñar y de aprender.5
LOS POLOS METÓDICOS
El método coordina el conjunto de disposiciones que un profesor prevé para sus intervenciones y
el camino a recorrer por sus estudiantes. Para Peretti (1987), los métodos pedagógicos se
constituirían alrededor de ocho polos metódicos (paradigmas) que representan, a manera de
síntesis, las diferentes proposiciones metodológicas y sus autores: