Esperando La Venida Del Señor Apóstol Sergio Enríquez Guatemala, 10 de mayo del Año De La Revelación www.ebenezer.org.gt 1 En el evangelio hay una parte que nos corresponde hacer, se llama, lo posible y hay una parte que Dios hace, se llama lo imposible. El problema es que nos concentramos tanto en lo que podemos hacer, que perdemos de vista que la obra la hace el Señor, por lo que debemos ser trasladados de lo posible a lo imposible y saber cuál es nuestro límite hasta hoy. Por eso viendo en la perspectiva espiritual, debemos trabajar nuestros seis días y esperar que Dios obre en el séptimo, lo cual es lo imposible, cuando ya hemos hecho lo posible; debemos descansar en Dios, para que mientras descansamos en El, obre en lo imposible. 2 Corintios 12:9 Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. La Biblia nos muestra cómo el pueblo de Israel en cuarenta días se desesperó, imaginemos a la iglesia después de dos mil años que ha estado esperando la segunda venida del Señor. Otro hombre que se desespero fue Saúl, que debía esperar 7 días, también las vírgenes se desesperaron, aun las sabias, las que tenían el aceite se durmieron, todo lo anterior sucede porque la espera ante lo imposible es difícil. ¿Ahora nos corresponde analizarnos, ¿será que no nos hemos dado por vencidos en esperar al Señor?, en la perseverancia de la espera del Señor sucederán cosas que serán repentinas, y también experimentaremos cosas que sucederán paulatinamente. Como dice Isaías 40:31 nuestras fuerzas serán renovadas al grado de ser como las alas de águila. Pero, ¿cómo vamos a hacer para no dormirnos como las 10 vírgenes que no pudieron velar? 1 Tesalonicenses 5:23 (RVR1960) Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Y aquí viene lo imposible, que todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible. Podemos entender como irreprensible a un cuerpo que no tiene defecto, entonces si nos vemos con enfermedades, canas y arrugas, decimos que aún no somos irreprensibles. Una enfermedad como el cáncer, parálisis, hipertensión, diabetes, etc., nos puede hacer ver que nuestro cuerpo no es irreprensible. Pero lo que dice la palabra es que cuando venga el Señor nuestro cuerpo será irreprensible; eso quiere decir que antes que venga el Señor, un minuto antes tal vez; pero experimentaremos estar completamente sanos. 1 Corintios 15:51-53 (RVR1960) He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. La palabra dice que seremos transformados en un cuerpo incorruptible, pero ¿cómo haremos esto, si aún padecemos enfermedades? Es difícil de creer que seremos perfectos, y es donde pensar que nadie es perfecto, hace que dejemos de buscar la perfección. Sin embargo la palabra muestra que Zacarías y Elizabeth eran irreprensibles, Pablo dice de sí mismo que era irreprensible. Dios