1 Conceptos de Espacio y Tiempo en los Documentos Zapotecos Coloniales de los Valles Centrales de Oaxaca.* por Alfonso Torres Rodríguez 1 El territorio del actual estado de Oaxaca en lo general, y el área zapoteca de los Valles Centrales en particular, ha sido cuna y escenario privilegiado del desarrollo de una tradición milenaria que remonta varios siglos atrás, a los tiempos anteriores de la conquista española. Se trata del uso y conocimiento por parte de los grupos gobernantes y familias nobles zapotecas de los tiempos prehispánicos del arte de la escritura, del noble arte de grabar por medio de imágenes y así fijar en el tiempo la palabra hablada. Desde el famoso y controversial monumento 1 de San José Mogote de la Fase El Rosario (500 a.C.) con su inscripción del nombre calendárico de Quia-Loo o Que-Xoo (1 Cara o 1 Temblor de Tierra) de un personaje sacrificado, pasando por el texto complejo inscrito en doble columna de los Monumentos 12 y 13 de Monte Albán, las escenas representadas en las lápidas de los llamados Danzantes, del Edificio J y la Plataforma Sur de Monte Albán, donde los temas de guerra, sacrificio y conquista salen a relucir en las interpretaciones de los arqueólogos, hasta las listas genealógicas y las escenas de matrimonio de los señores del Valle representadas en Lápidas como las de Záachila y Matatlán entre otras. Tras los sucesos de la conquista el acto de escribir por parte de las élites oaxaqueñas no se detiene, al contrario, este recibe un nuevo impulso a lo largo del primer siglo de la administración colo- nial pues si bien las antiguas pinturas de carácter religioso sufrie- ron persecución de parte de las autoridades eclesiásticas, el antiguo medio de escribir pintando y las historias de poder representadas mediante el mismo fueron reconocidos como un instrumento con validez legal dentro del sistema judicial de las nuevas autoridades colonia- les. Durante los primeros tiempos de la Colonia se produjeron docu- mentos que en diverso grado combinaban los antiguos códigos escriturales prehispánicos junto con el nuevo sistema de codificación alfabética
21
Embed
Espacio y tiempo en los documentos zapotecos coloniales de los Valles Centrales de Oaxaca
Documento publicado en el libro Etnobiologia Zapoteca editado por Vicente Marcial Cerqueda, Universidad del Istmo, Tehuantepec e Ixhuatepec, Oaxaca, 2005: 245-272.
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
1
Conceptos de Espacio y Tiempo en los Documentos ZapotecosColoniales de los Valles Centrales de Oaxaca.*
por Alfonso Torres Rodríguez1
El territorio del actual estado de Oaxaca en lo general, y el
área zapoteca de los Valles Centrales en particular, ha sido cuna y
escenario privilegiado del desarrollo de una tradición milenaria que
remonta varios siglos atrás, a los tiempos anteriores de la conquista
española. Se trata del uso y conocimiento por parte de los grupos
gobernantes y familias nobles zapotecas de los tiempos prehispánicos
del arte de la escritura, del noble arte de grabar por medio de
imágenes y así fijar en el tiempo la palabra hablada.
Desde el famoso y controversial monumento 1 de San José Mogote de
la Fase El Rosario (500 a.C.) con su inscripción del nombre calendárico
de Quia-Loo o Que-Xoo (1 Cara o 1 Temblor de Tierra) de un personaje
sacrificado, pasando por el texto complejo inscrito en doble columna
de los Monumentos 12 y 13 de Monte Albán, las escenas representadas en
las lápidas de los llamados Danzantes, del Edificio J y la Plataforma
Sur de Monte Albán, donde los temas de guerra, sacrificio y conquista
salen a relucir en las interpretaciones de los arqueólogos, hasta las
listas genealógicas y las escenas de matrimonio de los señores del
Valle representadas en Lápidas como las de Záachila y Matatlán entre
otras.
Tras los sucesos de la conquista el acto de escribir por parte de
las élites oaxaqueñas no se detiene, al contrario, este recibe un
nuevo impulso a lo largo del primer siglo de la administración colo-
nial pues si bien las antiguas pinturas de carácter religioso sufrie-
ron persecución de parte de las autoridades eclesiásticas, el antiguo
medio de escribir pintando y las historias de poder representadas
mediante el mismo fueron reconocidos como un instrumento con validez
legal dentro del sistema judicial de las nuevas autoridades colonia-
les.
Durante los primeros tiempos de la Colonia se produjeron docu-
mentos que en diverso grado combinaban los antiguos códigos escriturales
prehispánicos junto con el nuevo sistema de codificación alfabética
2
que traían consigo los españoles. Ambos sistemas de codificación se
utilizaron complementaria y a veces contradictoriamente para así
transmitir las voces de las elites y comunidades zapotecas de la
región. Este es el contexto de origen de documentos tan interesantes
como El Lienzo de Guevea donde se narra los orígenes en la casa real
de Zaachila de los gobernantes de Tehuantepec, o bien de las numerosas
genealogías de las elites locales de lugares como Macuilxochitl,
Tabáa, Quiavini, Etla, por ejemplo.
Por otro lado también como parte de los requerimientos de la
administración colonial las comunidades de Oaxaca produjeron numero-
sos mapas de sus pueblos y lugares aledaños que incluían diversos
elementos gráficos codificados según las antiguas tradiciones
escriturales prehispánicas. Es así que si bien el fenómeno de la
conquista y la posterior administración colonial significó un transtorno
y modificaciones de fondo en el antiguo arte de escribir, por otro
lado también significó en un primer momento la oportunidad de ejercer
nuevas modalidades tanto en los temas como en los medios de represen-
tación de la lengua hablada.
Como ha señalado Romero Frizzi (2003), siendo la escritura un
instrumento para el ejercicio del poder, y la Nueva España una socie-
dad tan burocratizada donde la palabra escrita ejercía un poder
efectivo, no pasó mucho tiempo para que las antiguos depositarios del
saber tradicional se fueran también apropiando de los nuevos saberes
brindados por sus conquistadores, en este caso, el alfabeto latino y
así a medida que fue consolidándose el poder colonial hacia el último
cuarto del siglo XVI, la producción de textos escritos en lengua
zapoteca realizados exclusivamente en caracteres latinos fue aumen-
tando y los usos de la escritura por parte de las antiguas elites,
individuos del común y comunidades zapotecas se diversificaron inclu-
yendo lentamente diversos rangos de documentos dentro de la adminis-
tración colonial tales como peticiones, testimonios, declaraciones,
memorias, testamentos, cartas y registros de venta, por ejemplo.
Esa gran diversidad de documentación escrita se encuentra depo-
sitada en el Archivo General de la Nación, en el Archivo General de
Indias, en el Archivo del Poder Judicial y del Poder Ejecutivo del
Estado de Oaxaca, en el Archivo General Agrario, así como dispersos en
3
diversos archivos locales. Un censo no completo realizado por Michel
Oudijk (2003) solamente en el ramo de Tierras del AGN y en el Archivo
Judicial de Villa Alta daba una cantidad alrededor de medio millar de
documentos realizados en alguna de las variantes de la lengua zapoteca
colonial. De este censo de documentos los originarios de la regiones
serranas provenientes del Archivo Judicial de Villa Alta, son los que
cubren la mayor parte pues conforman cerca del 88 % del total,
mientras que tan solo un 12 %, poco mas del medio centenar de documen-
tos tienen su origen en la zona de los Valles Centrales.
Ante esta cantidad de documentos escritos en caracteres latinos
donde se presentan variantes distintas de las lenguas zapotecas, así
como las posibilidades de investigación que estos registros otorgan
para el conocimiento de la historia y sociedad zapotecas, varios
investigadores se han propuesto la tarea de inventariar, paleografiar,
traducir y dar a conocer los textos en cuestión. Estudiosos como
Michel Oudijk de la Universidad de Leiden, Pamela Munroe de la UCLA,
4
Joseph Whitecotton, Alcina Franch, David Tavárez, Ángeles Romero
Frizzi del INAH y Ron van Meer, entre otros, han incursionado en este
naciente campo de investigación. Entre estos esfuerzos podemos men-
cionar los de los miembros del Seminario de Zapoteco Colonial que
coordina el Dr. Thomas Smith Stark del Colegio de México y que fue
conformado hace unos tres años con estudiantes del posgrado de Estu-
dios Mesoamericanos de la UNAM, investigadores del Instituto de In-
vestigaciones Filológicas de la misma Institución, así como investi-
gadores del INAH y donde han participado entre otros investigadores
gente como Víctor de la Cruz, Sergio Bogard, Rosa María Rojas Torres,
Víctor M. Vásquez Castillejos, Vicente Marcial Cerqueda, Aurea López
Cruz, Mercedes Montes de Oca, Adam Sellen, Laura Rodríguez Cano,
Alfonso Torres, coordinados por el Dr. Thomas Smith-Stark. Es de
estos esfuerzos y de algunos resultados preliminares que quiero ha-
blarles en esta ocasión.
Nuestro trabajo al interior del Seminario en relación a los
textos coloniales zapotecos es relativamente reciente. Aunque en
Diciembre del año 2000 empezamos los trabajos con el Dr. Thomas Smith
y la lingüista Aurea López Cruz en un primer momento solo estuvimos
trabajando con el zapoteco del Vocabulario y el Arte de Fray Juan de
Córdova, ambas obras escritas a fines del siglo XVI muy probablemente
en los Valles Centrales Zapotecos, por lo que la obra en cuestión
refleja la variante lingüística de los pueblos de la zona. Además de
los ejercicios realizados con las entradas del Vocabulario de Córdova
y el conocimiento de su Gramática, realizamos unas primeras traduc-
ciones con los sermones del Catecismo del padre Levanto. No fue sino
hasta principios del año 2002 en que empezamos a trabajar con tres
textos zapotecos del siglo XVIII provenientes de la comunidad de San
Antonino, sujeto de Santo Domingo Ocotlán en los Valles Centrales y
cuyos originales se encuentran actualmente en el Archivo del Poder
Ejecutivo del Estado de Oaxaca, en la rama de la Real Intendencia,
Legajo 7, Expediente 26. El análisis y traducción de los tres textos
zapotecos mencionados han sido presentados ya para su publicación
próxima en la obra sobre la Escritura indígena en Oaxaca coordinada
por Sebastián van Doesburg y que aparecerá publicada como Cuadernos
de Acervos, no. 3, editado por la Biblioteca Burgoa de Oaxaca.
Tras esta primera incursión los miembros del Seminario hemos
5
venido realizando otros trabajos de traducción de textos coloniales
zapotecos, todos provenientes del área de los Valles Centrales, entre
los que actualmente se encuentran una serie de mas de una docena de
testamentos y otro tipo de documentos escritos en zapoteco colonial
todos provenientes de San Sebastian Teiticpac y que abarcan desde el
último cuarto del siglo XVI hasta inicios del siglo XVIII. Actualmen-
te estos documentos se encuentran en el AGN; Ramo de Tierras Vol. 256;
Exp. 2. Un ejemplo de estos testamentos indígenas fue ya publicado por
la Dra. Teresa Rojas Rabiela del CIESAS, pero este trabajo solo
incluyó la paleografía del trasunto al español del documento. En esta
ocasión Mercedes Montes de Oca, Adam Sellen, Laura Rodríguez Cano,
Thomas Smith y Alfonso Torres estamos realizando la paleografía y
traducción de los textos en zapoteco.
A continuación quisiera presentar algunos ejemplos del trabajo
que hemos venido realizando, el modo en que proponemos las traduccio-
nes, así como el tipo de información social, cultural e histórica que
podemos obtener a través de estos análisis lingüísticos de los anti-
guos textos zapotecos y su utilidad para tratar de entender la cultura
y la historia de este noble pueblo de Oaxaca.
El espacio y el tiempo en los documentos zapotecos coloniales.
Uno de los aspectos básicos que se mencionan al inicio de los
documentos zapotecos coloniales es la ubicación en el espacio y en el
tiempo del declarante. Como documentos de carácter oficial de la
administración novohispana esto no es extraño. Lo singular es esa
mezcla que podemos apreciar en ciertos documentos relativamente
tempranos pertenecientes a la segunda mitad del siglo XVI, donde
aparece la fecha en que se elabora el documento principalmente en
formato católico cristiano pero salpicado de elementos que recuerdan
las concepciones prehispánicas del tiempo que poseían los zapotecos.
Veamos un ejemplo.
En un documento proveniente de San Sebastián Teiticpac fechado
hacia mediados del siglo XVI (AGN, Tierras, Vol. 256, Exp. 2, f.82r).
Este inicia con la siguiente frase que nos brinda información tempo-
ral de cuando fue elaborado el documento:
6
Ana chi martes colle pigache chi peo aprilli yza piye cole
bejuanana Jesu† xinij d. cayona elachi nno va cayona pixono yza
1568
La frase anterior la hemos analizado gramaticalmente y traducido
de la siguiente manera:
Ana chi martes colle pi+gache chi peo aprilli yza piye co+ale
bejuana÷na Jesu † xinij d. cayona ela chinnoua cayona pixono yza
1568
AHORA TIEMPO MARTES VEINTE comp+SIETE TIEMPO LUNA ABRIL AÑO-
SOLAR AÑO-RITUAL comp+NACER SEÑOR÷1p.pl JESUS CRISTO HIJO DIOS
TRES CUATROCIENTOS TRESCIENTOS SESENTA comp+OCHO AÑO 1568
Hoy día martes 27 del mes de abril del año 1568 en que nació
nuestro señor Jesucristo hijo de Dios
En el primero de los tres parrafos anteriores presentamos una
separación de los elementos gramaticales y léxicos que componen la
oración, presentando los prefijos separados con el signo [+] y los
sufijos con el signo [÷]. En el segundo parrafo se presentan el
7
análisis de cada elemento gramatical y una traducción literal de los
elementos léxicos. Los signos utilizados se refieren a estos elemen-
tos gramaticales identificados tal como el uso del signo [1p. Pl.]
para hablar del pronombre de la primera persona plural, por ejemplo.
En el tercer parrafo se presenta una propuesta de traducción al
español de la frase en zapoteco con base en el análisis previamente
presentado.
En esta frase de la segunda mitad del siglo XVI podemos apreciar
el uso del léxico zapoteco para contar el tiempo cuya antigüedad es
anterior a la época de la conquista en combinación con las nociones
cristianas del calendario. Veamos estos conceptos.
Peo y copijcha como conceptos temporales
Entre las palabras del vocabulario zapoteco prehispánico que
podemos identificar en esta frase de ubicación temporal colonial se
encuentran el uso de la voz peo para designar al mes. La palabra
significa originalmente luna y no sabemos si era usada como una medida
de tiempo entre los zapotecos prehispánicos, aunque es claro que ya en
la época colonial la palabra era asimilada al concepto del mes cris-
tiano, dada muy probablemente la cercanía del periodo de fases de la
luna o periodo sinódico de la luna (29.5 días) con la duración
promedio del mes en el calendario judeo-cristiano (30 a 31 días).
Para otros pueblos de Mesoamérica, como los mayas, nahuas y
otomies por ejemplo, el astro lunar era objeto de veneración, pues
representaba a una deidad, generalmente femenina, y a la cual se
seguía con interés el tiempo de sus fases y ciclos en relación con la
posición solar, lo cual era clave para el cálculo de eclipses, por
ejemplo. Este interés por el registro de los ciclos y fases lunares
queda manifiesta en la llamada serie suplementaria o cuenta lunar del
calendario maya, en los ciclos eclípticos presentes en el Códice
Borgia o bien en la orientación de los edificios rituales de los
otomíes del periodo Epiclásico del Valle del Mezquital (cf. p.e.
Aveni 1991: 185-194; Iwaniszewski y Fournier 1999; Siarkiewicz 1986;
Thompson 1950).
Entre los zapotecos sabemos que las fases de la luna eran iden-
tificadas en la época colonial con muy diversas voces y es muy
8
probable que esta práctica remontara a los tiempos prehispánicos. Es
así que Fray Juan de Córdova registra hacia el tercer cuarto del siglo
XVI las voces de càtòla pèo para la “media luna”; tixèni peo, natégo
peo o naleco pèo -luna córva, cóncava o acanalada- para la luna en el
cuarto cresciente; nayobi peo para la luna llena; quela-zèyàche-pèo
para la luna menguante; y tigachi-pèo para la luna escondida u oculta,
lo que quiere decir que es el periodo en que no se le ve o Luna Nueva.
Para la luna en sus fases crecientes iniciales tenemos también las
Chilam Balam de Chumayel, Libro de Traducción del maya al caste-
llano de Antonio Mediz Bolio. Prólogo, introducción y notas de Merce-
des de la Garza, Colección Cien de México, 1a edición, SEP, México,
1985.
De la Cruz, Víctor (2002) El pensamiento de los binnigula’sa:
religión y calendario, Tesis de Doctorado en Estudios Mesoamericanos,
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
Iwaniszewski, Stanislaw y Patricia Fournier (1999) The moon and
the Otomian Rituals in the Tula Region (650-950 d.C.). ponencia
inédita presentada en la 64th Annual Meeting de la Society for American
Archaeology. Chicago. Illinois.
20
Long, Rebecca e Inez Butler (2002) Diccionario Zapoteco-Español,
Español-Zapoteco y Gramática del Zapoteco de San Bartolomé Zoogocho,
Oaxaca, Edición electrónica, Instituto Lingüístico de Verano, México.
Lopez de Cogolludo, Diego (1971) Los Tres Siglos de la Dominacion
Española en Yucatan osea Historia de esta Provincia; Akademische
Druck, Verlagsanstalt, Graz, Austria.
Oudijk, Michel (2003) Base de datos de Documentos Indígenas
Coloniales de Oaxaca, archivo electrónico.
Peeler, Damon, Marcus Winter y David A. Peterson (1992) The
Placement of the Zapotec Tlailotlacan barrio at Teotihuacan: evidence
for zenith sun watching at Monte Albán, ponencia presentada en el
Tercer Simposio de Cholula, UDLA, Cholula.
Romero Frizz, Ma. De Los Angeles (2003) Los Zapotecos, La Escri-
tura y La Historia, en Escritura Zapoteca: 2500 Años de existencia,
coord. por Ma. De Los Angeles Romero Frizzi, Conaculta-Inah-Ciesas,
México: 13-69.
Siarkiewicz, Elzbieta (1986) Un Canon de Eclipses Lunares en el
Códice Borgia, Prueba de lnterpretación, Ethnologia Polona,Vol 12:
79-84.
Teeple, John E. (1930) Maya Astronomy, Contributions to American
Archaeology, No. 2, Washington, D.C., pp: 29-115.
Thompson, J. Eric S. (1950) Maya Hieroglyphic Writting An
Introduction, Publication 589, Carnegie Institution of Washington,
Washington, D.C.
Torres Rodríguez, Alfonso (2002) Los direccionales mixtecos,
conferencia presentada en la Escuela Nacional de Antropología dentro
del Curso Etnohistoria de Oaxaca I Año 2002 semestre II, coordinado
por Laura Rodríguez Cano, mecanuscrito inédito.
Torres Rodríguez, Alfonso y Laura Rodríguez Cano (2001) Los
Antropónimos en los Anales de Tula y la historia temprana de México-
Tenochtitlan, ponencia presentada en Septiembre del 2001 dentro de
las Séptimas Jornadas de Etnohistoria en el auditorio Javier Romero
Molina de la ENAH, mecanuscrito inédito.
Pickett, Velma (1988) Vocabulario zapoteco del Istmo; Serie de
21
vocabularios y diccionarios indígenas «Mariano Silva y Aceves» No. 3,
Instituto Lingüístico de Verano, México.
Notas al texto:* Texto basado en la conferencia titulada «Tres Documentos Coloniales de San Antonino Ocotlán, Siglo XVIII»
presentada el día 12 de Junio de 2004 en el marco del III Festival de Cultura Zapoteca en La Universidad del Itsmo,Tehuantepec, Oaxaca.
1 Profesor-Investigador Asociado B del Centro INAH Hidalgo.2 La concepción de los eclipses como el acto de morder o comerse al sol se encuentra entre los pueblos mayas y
nahuas. López de Cogolludo, por ejemplo, menciona que, durante los eclipses los pueblos mayas de Yucatán acostumbra-ban hacer diferentes ruidos para ahuyentar a las hormigas xulab quienes se creía trataban de comerselo (López de Cogolludo:239). Una creencia similar se encuentra todavía entre los tojolabales contemporáneos para quienes los eclipses -Chak K’aK’u- de Luna se deben a las hormigas b’ajte’ que pretenden devorarla (Ruz 1983:421-423 cit. en Báez 1988: 244-245). Porotro lado el Chilam Balam de Chumayel menciona que “...y fué mordido el rostro del sol. Y se oscureció y se apagó surostro...”, lo parece ser una referencia a un evento de eclipse (Chumayel I: 49, nota 18). También el comentarista nahua delCódice Huichapan nos señala que en los años 2 Caña de 1403, 1455 y 1507, sucedió que“nican oqualoc yn tonatiuhotlayoa”, es decir, “aqui fue comido el Sol, anochece”, frase que equipara la oscuridad del fín de ciclo de 52 años con elacto de ser comido el sol, es decir, con los eclipses (cf. Torres y Rodríguez 2001).