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Departamento de Proyectos D.P.A. Escuela Tcnica Superior de
Arquitectura / Universidad Politcnica de Madrid
ESPACIO SOCIAL, MERCADO Y HBITAT EN CASABLANCA UD. LPEZ-PELEZ /
UD. MANSILLA Y TUN
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U.D. Lpez-Pelez
Jos Manuel Lpez-PelezIaqui CarniceroJos Mara Snchez Javier Fdez.
ContrerasMoiss Royo Luis Aguilar Jos Javier Gonzlez Luis Palacios
Nacho RomnIgnacio Hornillos Pablo Ramos
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U.D. Mansilla y Tun
Luis M. Mansilla Emilio Tunngela G de Paredes Ignacio G
PedrosaLuis Rojo Juan Ruescas Brbara SilvaFrancesca Aulicino Blanca
Leal
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2012 De esta edicin, Mairea LibrosMairea LibrosEscuela Tcnica
Superior de ArquitecturaAvenida Juan de Herrera, 4. 28040
MADRIDCorreo E: [email protected]: www.mairea-libr
os.comDirectores de las Unidades Docentes: Jos Manuel Lpez-Pelez,
Emilio Tun, Luis Moreno Mansilla.Autores de la publicacin: Jos
Manuel Lpez-Pelez, Emilio Tun, Luis Moreno Mansilla, Luis Rojo,
ngela G de Paredes, Ignacio G Pedrosa, Iaqui Carnicero, Jos Mara
Snchez.Editores: Ignacio Hornillos, Blanca Leal, Pablo Ramos.
ISBN: 978-84-940645-6-2Depsito Legal: M-37798-2012
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacin escrita de los
titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las
leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier
medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento
informtico, y la distribucin de ejemplares de ella mediante
alquiler o prstamo pblicos.Impresin: StockCeroImpreso en Espaa
Printed in SpainImagen de cubierta: Nid dabeille, dibujo de
Candilis Woods Architectes, Casablanca 1952. Portada de
lArchitecture dajourdhui 1953.
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ESPACIO SOCIAL, MERCADO Y HBITAT EN CASABLANCAUnidad Docente
Lpez-Pelez / Unidad Docente Mansilla y Tun
DEPARTAMENTO DE PROYECTOS ARQUITECTNICOS ESCUELA TCNICA SUPERIOR
DE ARQUITECTURA UNIVERSIDAD POLITCNICA MADRID
Memoria del curso 2011 - 2012 de las asignaturas proyectos
arquitectnicos 8 y 9
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JOS MANUEL LPEZ-PELEZ En Casablanca. Un curso de proyectos.
LUIS M. MANSILLA Y EMILIO TUN Reduciendo la huella ecolgica.
(2000 Watt Architecture)
Ud. Lpez-Pelez
IAQUI CARNICERO Sobre la representacin
JOS MARA SNCHEZ La compacidad lineal. Geometra y
terrirtorio.
JAVIER Fdez CONTRERAS Urbanismo-Evolucin: la trama Ecochard y la
Universidad Libre de Berln
MOISS ROYO Matices del Vaco
LUIS AGUILAR Estrategias incompletas. Estrategias fallidas.
Corviale (1972-1983)
JOS JAVIER GONZLEZ Razn del cambio.
LUIS PALACIOS El vaco como soporte urbano.
NACHO ROMN De escaleras y pinginos (una danza en torno al
vaco)
IGNACIO HORNILLOS Refugios tericos y Ciudades dispersas
PABLO RAMOS Ojal se oiga este silencio.
Ud. Mansilla Tun
LUIS ROJO Colonialismo y Orientalismo : Utopas frente a
Heterotopas.
NGELA G DE PAREDES E IGNACIO G PEDROSA Proyecto y ciudad.
JUAN RUESCAS El Vaco lquido de la pecera.
BRBARA SILVA El orden invisible.
FANCESCA AULICINO La Casa de la Msica de Oporto.Un gran vaco
abierto a la ciudad
BLANCA LEAL Snack-city. La ciudad consumible.
ndice
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Espacio social y hbitat en Casablanca.
Estructura urbana y residencia
Modelos y referentes
IN MEMORIAM, Luis Moreno Mansilla
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Eduardo AparisiGabriela BarreraAna CamposEdgar Esteban,Noa
GonzlezYolanda Herranz y Elena Martinez Maqueta DemocrticaCristina
Martinez Takahito MiyagishimaIsabel MoyaMarina PorroIsabel
Snchez
Alberto AbiaCristina ArenalAurora AvedilloJos BerbielaSara
CarbajoFrancisco HerreroAlmudena NavarroElena Nuez Sandra
PalauMarta PerellCsar PlataJaime Ramos
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U.D. Lpez-Pelez
Jos Manuel Lpez-Pelez // Catedrtico Iaqui Carnicero // Profesor
AsociadoJos Mara Snchez // Profesor AsociadoJavier Fdez. Contreras
// Profesor InvestigadorMoiss Royo // Profesor InvestigadorLuis
Aguilar // AyudanteJos Javier Gonzlez // AyudanteLuis Palacios //
AyudanteNacho Romn // AyudanteIgnacio Hornillos // MentorPablo
Ramos // Mentor
U.D. Mansilla y Tun
Luis M. Mansilla // Profesor Titular Emilio Tun // Profesor
Titular ngela G de Paredes // Profesora Asociada Ignacio G Pedrosa
// Profesor Asociado Luis Rojo // Profesor AsociadoJuan Ruescas //
Profesor InvestigadorBrbara Silva // Profesora
InvestigadoraFrancesca Aulicino // MentoraBlanca Leal //
Mentora
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En la segunda parte del curso, dedicada a la vivienda, al
realojo progresivo de los habitantes de uno de los Bidonvilles de
aquella ciudad, en lugar de intervenir de una sola vez, se propone
la sucesin de lo precario a lo nuevo en fases, durante un periodo
sostenido de diez aos. As, el profesor Mansilla habla del proceso
de transformacin: manteniendo o no la trama original de 8x8m,
conservando o aumentando la densidad existente, lo que produce la
coincidencia en el tiempo de lo anterior y lo siguiente es una
suerte de continuidad. Suspendidos en lugar de suprimidos
provisionalmente los vnculos entre pasado y futuro, el movimiento
se hace posible teniendo los pies en momentos distintos. Como un
organismo que muda sus clulas sin conservar nada del cuerpo
original, la intervencin que solapa perodos sucesivos, aun
sustituyendo finalmente lo aparente, conserva lo latente, la
huella.
Se conserva esa huella por necesidad, pues la condicin
compartida de un mismo espacio lleva al contacto entre estadios
ulteriores, y aunque esa huella no sea ni quiera ser la traza
mimtica de lo anterior, s permanece como un rastro, como una pista,
a caballo entre dos tiempos, como la memoria.
Durante el curso 2012-2012, dedicado a Casablanca y motivo de
esta publicacin, nos deja el profesor Luis M. Mansilla.
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Jos Manuel Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
8
Durante un encuentro con Emilio Tun en la Escuela de
Arquitectura de Madrid, que se produjo en el mes de junio de 2011
cuando el curso ya haba terminado, hablamos de la posibilidad de
compartir un enfoque comn para el programa del siguiente ao
lectivo.
El Taller que Emilio dirige junto a Luis Moreno Mansilla, y
tambin el mo, se ocupan de los ltimos niveles de Proyectos
Arquitectnicos, los cuatrimestres 8 y 9 aunque en horarios
distintos (nosotros por la maana, ellos por la tarde). Pareca una
situacin propicia y apetecible: probar diferentes enfoques docentes
en nuestra Escuela, que ya es diversa, pero aceptando unas reglas
comunes respecto a temas, calendario y clases. Estbamos pensando el
programa y, por tanto, todava podamos ajustar nuestros enfoques a
una alternativa que fuese satisfactoria para los dos grupos.
El taller de Emilio y Luis se iba a enfocar en aquel momento
sobre la cuestin de la Caada Real de Madrid. La posibilidad de
atender mediante propuestas de arquitectura los problemas fsicos y
sociales de este enclave ofrecan una posibilidad de indudable
inters para realizar el curso en torno a esta situacin.
En nuestro caso pensbamos continuar una trayectoria de temas
vinculados a arquitectos de Team 10, habamos comenzado hace aos con
Berln y la Universidad Libre de Candilis, Josic y Woods; despus
Londres, Bath y los Smithson; tambin Almere, cerca de Amsterdam nos
haba permitido aproximarnos a Aldo van Eyck y sus discpulos y
finalmente, el ao pasado, trabajamos en Cadaqus y Torre Valentina,
revisando la propuesta que Coderch present ante el Team 10 en la
reunin de Oterloo de 1959.
La decisin de proyectar un Centro Social en Casablanca se
presentaba como una oportunidad que poda hacer confluir los
enfoques de ambos talleres. Por una parte el programa plantea la
reflexin sobre el espacio pblico en un lugar en remodelacin, con
densidad de usos, donde confluyen diversos tejidos urbanos y, de
hecho, el programa propuesto incluye una escuela junto a las
propuestas de espacios de reunin, mercado e intercambio ya que, de
hecho, en el lugar existe un edificio escolar que puede sustituirse
o remodelarse. El ejercicio que ha finalizado en el primer
cuatrimestre pretende ampliarse durante el segundo con el estudio
del Hbitat, de la estructura urbana y la residencia vinculados al
mismo entorno que ya se ha comenzado a estudiar.
Pero en el origen de nuestro planteamiento docente Casablanca ya
significaba una razn para ser elegida como ciudad a la que
aproximarse. Y concretamente atrados por el lugar donde, en 1953,
los mismos autores de la Universidad Libre de Berln como encargados
de ATBAT-frica (filial para los trabajos en este continente del
taller fundado por Le Corbusier unos aos antes) haban colaborado en
la propuesta Carrieres Centrales. De esta manera, y junto a la obra
de Candilis, Josic y Woods, tambin se cerraba un crculo de
referencias que haba comenzado, con ellos mismos, algunos aos
antes.
Esta cercana de nuestros ejercicios de curso al Team 10 no
pretende imponer una obligacin de preferencias, o de estilos. Los
arquitectos que formaron aquel grupo pretendan la evolucin de la
arquitectura mediante una crtica positiva a los Congresos
Internacionales de Arquitectura Moderna, y sus enfoques son tan
amplios como el nmero de artistas que, de una u otra forma, se
acercaron a sus reuniones. Su intencin de incorporar la tcnica como
un valor ineludible lleno de posibilidades junto al inters por las
ciencias sociales, sobre todo la sicologa, constituye un estmulo
que ha atrado y orientado todo un campo de inters, a pesar de que
su historia real no haya sido demasiado extensa en el tiempo.Una
cualidad que sostuvo a los fundadores del Team 10 fue la confianza
en los principios del Movimiento Moderno y en sus maestros mas
importantes, fundamentalmente Mies y Le Corbusier: Iniciadores y
Sucesores como titularon los Smithson alguna edicin de sus
escritos. Aceptaron as una base sobre la que evolucionar formando
parte de la misma cadena, sin romperla del todo.
Otra condicin de ese grupo, indudablemente heterogneo, fue la
decisin inicial de reforzar lo que les una sobre lo que les
separaba. Esto supuso encauzar una energa que, de otra forma, se
hubiese perdido. Todo un ejercicio de determinacin y disciplina que
fue sostenido con alternancias.
El grupo que formamos estos dos talleres tambin es heterogneo,
no solo en edades, tambin en ritmos de vida, en aficiones y
preferencias, en puntos de vista. Hay diversos grados de
experiencia, algunos llevan tiempo como profesores, otros estn
empezando. Quiz lo ms importante que podemos intentar como
actividad docente durante este curso sea probar la capacidad de
afianzar nuestros acuerdos sobre los desacuerdos. Y lo que ello
significa como aprendizaje.
Ser un tiempo ganado.
EN CASABLANCA. Un curso de proyectos
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9Reunin del Team 10 en Bonnieux. Primavera de 1977.
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Luis M. Mansilla y Emilio Tuon
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Mirando hacia atrs es interesante constatar como el concepto de
convivencia medioambiental, entre arquitectura y naturaleza, se ha
ido modificando a lo largo de los ltimos aos, a partir de los vagos
principios romnticos que sobre la ecologa se proponan a finales de
los aos ochenta, hacia ms precisas propuestas de actuacin
concretas, que suponen una profunda transformacin de los
comportamientos individuales y colectivos.
De aquellos proyectos de construcciones insertas en la
naturaleza realizadas con materiales tradicionales, sin ningn tipo
de soporte terico ms all de la pura nostalgia, se ha pasado a
manifiestos cientficos basados en datos supuestamente ms objetivos
y cuantificables que tratan de dar una respuesta a esa verdad
incmoda oculta durante muchas dcadas: el sobredimensionamiento de
nuestra huella ecolgica.
La huella ecolgica -entendida como la cantidad de tierra y agua
que una poblacin necesita para producir los recursos que consume y
eliminar sus desechos- de la poblacin humana es, en la actualidad,
un 20% mayor que la superficie de nuestro planeta, lo que supone un
evidente sobreconsumo de los recursos existentes y, por lo tanto,
una degeneracin progresiva de nuestro habitat.
En 1998 el Swiss Federal Institute of Technology de Zurich
enunci, por primera vez, el conocido programa 2000 watt society,
inicindose, en el ao 2001, una experiencia piloto en la regin
metropolitana de Basilea, que en la actualidad trata de hacerse
extensiva a todo el territorio federal.
El objetivo del programa 2000 watt society es la reduccin del
consumo medio de cada persona a 2000 vatios anuales antes del ao
2050, sin que ello suponga una reduccin drstica del estandar de
vida, teniendo en cuenta que, en la actualidad, un ciudadano
europeo consume una media de 6.000 vatios, mientras que un
ciudadano norteamericano consume una media de 12.000 vatios, siendo
la media en Africa de 500 vatios.
2000 watt society es un programa aparentemente utpico, pero
absolutamente viable de acuerdo a los cientficos suizos al cargo
del programa, que demanda una transformacin de la totalidad de los
recursos de cada territorio, mediante un incremento radical de los
sistemas de produccin de energas renovables, un conjunto de
drsticas transformaciones en los sistemas de transportes pblicos,
la adecuacin del parque edificado de acuerdo a criterios de
reduccin del consumo energtico, la limitacin en la produccin de los
residuos, etc. Pero sobre todo 2000 watt society tambin reclama una
transformacin en los hbitos energticos individuales, empresariales
y pblicos.
Si consideramos necesario que la huella ecolgica de nuestra
sociedad se ajuste a las dimensiones geomtricas de nuestro habitat,
es necesaria una actuacin colectiva coordinada. La construccin,
como cualquier otra actividad de los seres humanos, ha de asumir su
parte de responsabilidad en la consecucin de este objetivo, y, por
lo tanto, la arquitectura, como fenmeno colectivo, no puede quedar
ajena a este problema global.
Es por ello que la arquitectura de hoy, se integre o no en el
pensamiento 2000 watt, debe asumir como necesarias cuestiones tan
elementales como son: la optimizacin formal y constructiva, la
limitacin de la demanda energtica, la utilizacin de sistemas
pasivos, el aprovechamiento de las energas renovables, la recogida
y reutilizacin del agua de lluvia, la utilizacin de materiales
limpios, la limitacin en la produccin de desechos, el reciclaje y
la optimizacin de los procesos durante los procesos de construccin,
mantenimiento y desmontaje. Pero sobre todo es misin de la
arquitectura el contribuir a la creacin de patrones de
comportamiento individuales que asuman la reduccin del consumo y de
los residuos como objetivo colectivo prioritario de nuestra
sociedad.
Reduciendo la huella ecolgica.(2000 Watt architecture)
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PASAPOGA. Baylon. Septiembre 2003.
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Iaqui CarniceroU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Abelardo Morell es un fotgrafo conocido mundialmente por
retratar espacios habitados, convertidos eventualmente y a travs de
pequeas modificaciones, en cmaras oscuras. Generalmente son
modestas habita-ciones de hotel de ciudades icnicas como Venecia o
Nueva York, elegidas cuidadosamente con el fin de encontrar la
relacin perfecta entre el objeto a capturar y el espacio donde
dicha imagen quedar impresa.
Una vez elegido el lugar, la preparacin consiste simplemente en
cubrir cualquier ventana hasta reducir la entrada de luz a un
pequeo orificio estratgicamente situado en la fachada. Finalmente
una fotografa de exposicin prolongada recoge en una nueva cmara
oscura el proceso anterior.
Una de las cosas mas sorprendentes de estas imgenes es el
resultado de la superposicin que se produce entre los objetos
reales que decoran la habitacin y las fachadas exteriores
proyectadas en sus paredes, resultan-do muy difcil en algunos casos
distinguir entre ambos.
A esta serie pertenecen fotografas como aquella donde se muestra
la silueta del Empire State sobre las sabanas algo arrugadas de una
modesta cama de hotel o aquella donde la fachada de un antiguo
palacio italiano se superpone con el lienzo interior de una humilde
habitacin de alquiler. En este ltimo caso la superposicin produce
un doble efecto, por un lado nos incita a la duda de si
verdaderamente estamos en un espacio interior y por otro nos
confunde respecto a la percepcin del tamao de las cosas. El hecho
de recoger en el mismo lienzo la ventana de un palacio y el cuadro
que decora la habitacin genera una cierta extraeza dimen-sional. El
espacio se percibe con una dimensin distinta simplemente por la
incorporacin de estos nuevos objetos.
En el caso de la fotografa del Baptisterio de Florencia la
yuxtaposicin de las texturas de la fachada de la catedral con la
colcha que cubre la cama nos hace dudar si dichas formas pertenecen
al propio dibujo de la tela o son el reflejo del ornamento de la
fachada.
Resulta emocionante de esta serie de fotografas la naturalidad y
economa de medios con la que el artista es capaz de desvelarnos un
misterio, el interior de la cmara oscura. Ese lugar oculto e
impenetrable en cuyas leyes se basa la fotografa. Morell a travs de
estas imgenes no solo nos muestra las entraas de este aparato
misterioso sino que tambin nos ofrece la posibilidad de habitarlo
mentalmente a travs de los objetos prestados de una vieja habitacin
de hotel.
Su trabajo est ntimamente ligado a la arquitectura. En muchas de
sus imgenes encontramos operaciones muy cercanas a nuestra
disciplina: el uso de la repeticin, la ambigedad, los cambios de
escala, la yuxtaposi-cin exterior e interior o las transparencias
entre las diversas texturas y materiales que se encuentran
azarosamente en un determinado plano de encuadre. Estas estrategias
muy presentes en toda su coleccin de fotografas de la cmara oscura
las emplea en las instantneas de espacios interiores.
Sin embargo la imagen que mejor podramos enmarcar dentro del
mundo de la arquitectura la realiza en un espacio exterior. En ella
hace uso de la representacin como medio de transformacin de una
escena cotidiana. Se trata de una fotografa tomada desde la ventana
del primer piso de una casa. Lo sabemos porque la sombra que se ve
proyectada en el suelo nos recuerda a ese dibujo infantil que todos
hemos hecho alguna vez. Alguien con una rama ha trazado sobre la
tierra unos garabatos cuadrados divididos a su vez en cuatro con la
intencin de completar las ventanas de ese dibujo imaginario
curiosamente comn a todos los nios donde se definen de alguna
manera aquellos elementos imprescindibles de la casa. Dos nios
completan la composicin en una postura en la que parecen estar
dormidos, protegidos bajo la sombra que representa la casa. Tampoco
falta la puerta en una posicin ligeramente descentrada unida a los
trazos verticales de una valla, aquella que define los lmites con
el mundo exterior.
En el ao 1961 Louis kahn y Robert Venturi construyen a escasos
metros de distancia dos casas en Chestnut Hill, Philadelphia. Se
trata de dos obras manifiesto, donde encontramos algunas claves de
sus pensamientos. En el caso de Louis Kahn la condicin protectora
de la arquitectura destaca frente a otras cualidades. La volumetra,
as como los huecos rasgados de la fachada principal muestran la
casa como un cofre donde el habitante se siente protegido.Robert
Venturi sin embargo influido por las teoras de la Gestalt entiende
que lo importante de la casa es su capacidad para despertar en la
memoria del espectador la idea de la misma. La casa queda
representada por su tejado a dos aguas, sus ventanas y su puerta de
entrada, los mismos elementos que dibujara un nio.
Abelardo Morell recoge ambas posturas en su fotografa, pero
fundamen-talmente nos desvela el poder de la representacin como
estrategia compositiva. Si eliminramos de la imagen cualquiera de
los elementos enunciados anteriormente la representacin de la casa
quedara borrada por completo y el objeto fotografiado pasara a
convertirse en un simple lugar con dos nios descansando en el
suelo.
Sobre la representacin.
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Laura and Brandy in the shadow of our house. Abelardo
Morell.
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Jos Mara SnchezU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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El mundo se ha extendido por toda la superficie de la tierra, de
un polo a otro y en los polos inclusive; un mundo hecho de
yacimientos, de gigantescas potencias de produccin, de gigantescos
medios de circulacin y de transporte [1] La ciudad linear sigue,
pues, una pista inscrita en la geografa. De dnde parte y a donde
va?...Su principio consiste en alinear y no en diseminar [2]
La compacidad lineal. Geometra y territorio.
Estas imgenes muestran dos maneras diferentes de afrontar el
territorio: en la primera, la geometra se impone al lugar, una lnea
recta es la forma ms sencilla de unir la costa este con la oeste
dividiendo en dos el continente americano; en la segunda, la forma
lineal se va adaptando a las irregularidades geogrficas y a los
condicionantes histricos, econmicos y polticos propios del
continente europeo. La comparacin de estos dos proyectos utpicos
que vertebran, de este a oeste, ambos continentes resume dos modos
muy diferentes de entender la arquitectura y su relacin con el
lugar.
Por un lado, el proyecto Ciudad Global, publicado por la revista
Domus en 1969, de dos jvenes arquitectos britnicos: Mike Mitchell y
Dave Boutwell (Fig.01), propone una ciudad tan slo formada por un
edificio que se extiende en lnea recta desde Nueva York a San
Francisco. Un nico edificio capaz de albergar en su interior todas
las necesidades demandadas por un continente. Por otro lado, la red
de ciudades lineales imaginada para Europa por Le Corbusier en la
dcada de 1940 (Fig.02) pretende recoger mediante unas inmensas
estructuras orgnicas los diferentes centros urbanos e industriales
dispersos por el territorio. Le Corbusier, aplicando su regla de
las siete V, propone unas grandes arterias capaces de reorganizar
el continente. En ambos casos, al concentrar las construcciones
dispersas en una nica estructura lineal, se libera una gran
extensin de terreno. As, lo compacto se impone a lo disperso: un
nico edificio para Norteamrica; un nico edificio para Europa.
Estas enormes estructuras longitudinales no slo contienen todo
el programa necesario, que adems cambiar a lo largo del tiempo,
sino que toman una posicin determinada en el plano, una ubicacin
precisa frente al resto del territorio sin ocupar; fragmentndolo,
enmarcndolo, llegando incluso a dividirlo en dos, siendo tan
importante lo ocupado como aquello que se deja libre, o dicho de
otro modo, lo artificial como lo natural. Los dos proyectos, aunque
muy diferentes a priori, niegan la dispersin del objeto
arquitectnico y tan slo con unas pocas lneas acotan y limitan la
ocupacin del territorio.
Estas propuestas responden de un modo crtico al crecimiento
masivo e incontrolado, fruto de la revolucin industrial, que
durante los ltimos doscientos aos han sufrido las ciudades y sus
centros de produccin. La necesidad de respuesta a los procesos
industriales y el salvaje crecimiento demogrfico, unido a la falta
de conciencia por el espacio libre, han generado un tejido
infraestructural y urbano extenso donde lo construido era
prioritario. De un modo ingenuo pero radical, en ambas posturas
prima la importancia del territorio, de lo natural, pasando lo
ocupado a un segundo plano. Creo que estas dos arquitecturas, tan
lejanas y a la vez tan prximas, se apoyan en la compacidad lineal
para proponer un nuevo modo de operar.
[1] Le Corbusier, Los Tres Establecimientos Humanos, editorial
Poseidon Joan Merli, Barcelona, Espaa 1981, pp130
[2] Le Corbusier, Los Tres Establecimientos Humanos, editorial
Poseidon Joan Merli, Barcelona, Espaa 1981, pp98
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Fig. 01 y Fig. 02
Departamento de Proyectos D.P.A. /Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Javier Fdez. ContrerasU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Pocos proyectos reflejan con tanta precisin lo que fue la
evolucin del pensamiento sobre la ciudad en la segunda mitad del s.
XX como el barrio de Carrires Centrales en Casablanca y la
Universidad Libre de Berln, el primero desarrollado bajo
coordinacin de Michel Ecochard, y el segundo obra de Candilis,
Josic, Woods y Schiedhelm.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la Arquitectura Moderna comenz a
experimentar una profunda refundacin de sus bases en lo que al
urbanismo se refiere. Se empez a poner de manifiesto que muchos de
los postulados modernos eran herederos de una visin utpica de la
ciudad, y ya antes de la aparicin del libro de Rossi La
arquitectura de la ciudad, numerosos arquitectos empezaron a
cuestionar la idea del urbanismo como algo esttico y definitivo,
introduciendo la idea de evolucin como consustancial al concepto
mismo de ciudad.
Uno de ellos fue Michel Ecochard, director del Service de
lUrbanisme en Marruecos entre 1946 y 1952, y encargado de plantear
una alternativa viable a los desmesurados asentamientos informales
los conocidos bidonvilles- en los que se ubicaban los inmigrantes
rurales al llegar a la gran ciudad. Ecochard plante una trama de
8x8m como base de su urbanismo, conocida posteriormente como La
Trame Ecochard, en la que haca corresponder a cada cuadrcula una
casa-patio, generando as un modelo de ciudad tapiz horizontal que
se esponjaba en torno a calles y plazas, y en el que la adecuada
disposicin de los equipamientos en varias escalas de densidad
urbana aseguraba una respuesta realista y viable al crecimiento
exponencial de las ciudades marroques, modelo que Ecochard denomin
posteriormente Hbitat pour le plus grand nombre.
Pero, y seguramente ste fuera el aspecto ms sobresaliente de su
solucin, Ecochard no plante este modelo como algo esttico, sino
destinado a evolucionar en paralelo a las vidas de los propios
inmigrantes, a los que llam evolus, habitantes de costumbres
rurales pero destinados a adaptarse a la ciudad, en proceso de
progresiva aculturacin. Y as, el modelo de ciudad horizontal de
casas patio persegua una doble estrategia: por un lado responder a
los modos de vida originarios de los inmigrantes que Ecochard
investig concienzudamente a travs de la conocida enqute-; y por
otro prever que, sobre la base estable de la trama, los propios
inmigrantes evolucionaran libremente sus casas hacia modelos ms
urbanos al adaptarse a la ciudad.
El barrio de Carrires Centrales en Casablanca, proyectado por el
Service de lUrbanisme, se construy en 1952 en base a estos
principios. La planta del proyecto muestra cmo sobre un rea
proporcin alargada se despliega la mencionada trama de 8x8m,
compuesta por grupos de casas cuyo negativo da lugar a acogedoras
plazas y calles. Georges Candilis y Shadrach Woods, integrantes
junto con los ingenieros Bodiansky y Piot de la delegacin africana
de ATBAT (Atelier des btisseurs, fundado aos antes por Le
Corbusier), recibieron de Ecochard el encargo de realizar una zona
del proyecto, diseando entonces los clebres edificios Smiramis y
Nid dAbeille, dos bloques lineales planteados como una apilacin de
casas-patio, verdadero contrapunto vertical al tapiz horizontal de
toda la intervencin. Es importante subrayar que fueron los propios
autores los que optaron por este tipo edificatorio, siendo sobre
todo Candilis quien, tras su participacin en la construccin de la
Unidad de Habitacin en Marsella, rechazara cualquier configuracin
horizontal como estrategia de proyecto.
De vuelta a Europa, y asociados con Alexis Josic, Candilis y
Woods hicieron del bloque lineal en altura la clave de su
investigacin en los aos 50, compactndolo, estirndolo o ramificndolo
en escalas y disposiciones diversas. No sera hasta los aos 60
cuando haran acto de presencia en su repertorio unos edificios
horizontales, modulares y extensibles, un tipo que aos despus
Alison Smithson definira como mat-building, y que tendra en la
Universidad Libre de Berln su exponente ms significativo. Qu cambi
por tanto entre ambas dcadas?
En primer lugar el programa de los encargos, ya que
Candilis-Josic-Woods emplearon el bloque lineal sobre todo para
edificios residenciales, reservando las estructuras horizontales
para programas dotacionales, tales como mercados, escuelas o
universidades. Y en segundo lugar un progresivo inters hacia el
concepto de evolucin como tema de proyecto, haciendo de la
horizontalidad un verdadero paradigma de flexibilidad ante el
cambio. De hecho, en la memoria del concurso para la Universidad
Libre, ganado en 1963 junto a Manfred Schiedhelm,
Candilis-Josic-Woods contrapusieron al skyscraper lo que en ese
momento definieron como el groundscraper: un zcalo horizontal
calado por patios, en cuyo interior convivan usos universitarios
con generosas zonas de circulacin, verdaderas calles interiores. Un
esquema que defendieron esencialmente por motivos sociolgicos, al
permitir la disposicin horizontal la convivencia simultnea de
individualidad y colectividad; y evolutivos, al estar la trama
interior preparada para expandirse horizontalmente.
Urbanismo-Evolucin:la trama Ecochard y la Universidad Libre de
Berln
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17
Universidad Libre de Berln. Candilis, josic, Wood &
Schieldhelm. 1963.Carrirres Centrales, Casablanca. 1952. Service de
l Urbanisme. Bloques Nid dAbeille y Smiramis. ATBAT-Afrique
(Candilis, Woods, Bodiansky, Piot).
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
Horizontalidad y evolucin, por tanto. Aunque rara vez hayan sido
vinculados de manera directa, lo cierto es que existen profundas
analogas entre los proyectos de Carrires Centrales y la Universidad
Libre de Berln. En primer lugar temticas, al explorar tambin la
Universidad Libre la idea de una Universit pour le plus grand
nombre, y tomar la flexibilidad evolutiva como leitmotiv. Y en
segundo lugar estructurales, destacando en la planta de ambos
proyectos su carcter modular, la diferenciacin entre calles
principales y secundarias, o la configuracin en torno a patios. De
manera que ser posible entender la Universidad Libre de Berln como
un fragmento de Carrires Centrales en el que se han interiorizado
las calles.
Sin embargo, semejante comparacin slo ser posible considerando
los proyectos originales, ya que su evolucin en el tiempo ha sido
diferente e imprevista, mostrando con ello cunto en arquitectura es
imposible prever de manera prospectiva la forma del cambio. En
Carrires Centrales poco queda del tapiz original de casas patio, la
trama ha funcionado como una base sobre la que crecer
verticalmente, convirtindose el barrio en una medina en la que cada
generacin ha aadido nuevos pisos a la construccin. Por su parte, la
Universidad Libre se ha construido de manera secuencial, sin llegar
a completarse nunca el diseo original. Ha sufrido varias
remodelaciones, una biblioteca cupuliforme ha distorsionado la
trama original, y ha sido conectada en uno de sus laterales a un
nuevo edificio acadmico.
Aunque basados en un concepto de evolucin y cambio, Carrires
Centrales confiaba la base de su flexibilidad a una fragmentacin
fsica y de la propiedad, y la Universidad Libre a una conectividad
horizontal del espacio. El primero se ha comportado de manera
diacrnica, separando las temporalidades de arquitectura y
urbanismo; y el segundo sincrnica, integrndolas; lo que ha
determinado que el crecimiento del primero haya sido informal y el
del segundo formal. Los dos proyectos priorizan los sistemas sobre
los resultados, haciendo de la arquitectura un soporte de procesos
y no tanto un fin en s mismo. Como han mostrado sus evoluciones
diferenciadas, ambos se insertan en ese frtil territorio entre
planificacin e indeterminacin, entre rigidez y cambio, entre la
idea de evolucin y su forma real, anticipando con ello las
reflexiones ms recientes sobre la ciudad contempornea.
-
Moiss RoyoU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
18
El vestbulo del Museo Guggenheim de Nueva York.
La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y
alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio,
sino dimana propiamente del vaco,
del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los
hombres viven y se mueven. Bruno Zevi. Saber ver la arquitectura.
Barcelona 1948
Solidificar el vaco permite entrever su cualidad material ms
intensa: sus lmites quedan definidos a travs de la forma y su
condicin volumtrica hace perceptible su densidad. Un espacio
arquitectnico, por tanto, se construye desde la materia, puede ser
medido y pesado y a l afectan un cmulo de fuerzas en equilibrio. La
diferencia respecto a la condicin escultrica se haya en la
percepcin del gran vaco a travs de los sentidos que permitir no slo
verlo, tocarlo, olerlo y orlo, sino recorrerlo, subrayando as su
condicin de realidad al incluir el tiempo como una variable ms. Los
autores suizos, al proponer el chocolate como elemento principal,
pretenden enfatizar ms an su condicin perceptiva a travs de los
sentidos mencionados, y del gusto.
El vaco debe ofrecer, adems de una forma fsica, un tamao
concreto que lo determi-ne y equilibre la tensin que mantiene con
el lleno que lo envuelve. Su dimensin debe ser un dato fijado
previamente, o al menos explorado como herramienta de proyecto. El
control de su tamao es un mecanismo que incluso debe trabajarse
hasta, como en el Guggenheim, convertirse en protagonista:
Si vuestra obra de arte no cabe por el tamao de la rampa
expositiva, deberis cortarlos por la mitad
Frank Ll. Wright. Museo Guggenheim de Nueva York
Ciertas propuestas presentan reminiscencia con el Pinginario
londinense (1934) de Berthold Lubetkind, construido un cuarto de
siglo antes que el Museo. Los pinginos, como protagonistas,
muestran sus habilidades a travs del uso de rampas, espacios de sol
y sombra, accesos y refugios. La imagen revela una alegora de
carcter circense o vnculo con el arte cintico que nos aproxima al
mundo del espectculo. La importancia del recorrido a travs del vaco
como evento en s mismo y en su forma abstracta incide sobre la
importancia del control de la manera de habitar.
En el Art-Trap, o arte de atrapar, se observa un grupo de
personas que parece haber sido literalmente atrapada por la
envolvente del vestbulo. Si nos acercamos, veremos algunas caras de
alegra y otras envueltas en pnico, subyarando la condicin de
sorpresa que este espacio genera en el espectador. El vaco se opone
a cualquier sntoma de indiferencia para explorar un estado de
inquietud capaz de activar todos nuestros sentidos:
Srvete de una unidad especial para engaar al enemigo atrayndole
a una falsa persecucin, hacindole creer que el grueso de tus
fuerzas est muy lejos; entonces, lanzas unas fuerzas de ataque
sorpresa que llega antes, aunque emprendi el camino despus
Sun Tzu. El arte de la guerra. S. VI a.c.
En el ao 2010, con motivo del 50 aniversario de la construccin
del Guggenheim de Nueva York (1949), tuvo lugar la exposicin
Contemplando el vaco. Intervenciones en el Museo . En ella se
mostraron 200 propuestas de arquitectos, diseadores y artistas que
mostraban su visin sobre cmo rellenar el gran vaco helicoidal del
propio Museo y entre las que aparecen estas imgenes.
Los ejemplos sintetizan una mirada particular capaz de mostrar
alguno de los mecanismos proyectuales que determinan su condicin
espacial nica. El trabajo de descontextualizacin realizado es un
instrumento de proyecto que permite extraer aquellos aspectos
ocultos que, sin una mirada crtica, seramos incapaces de percibir
en este espacio mgico. La propuestas pretenden revelar en nuestra
percepcin cualidades aparentemente inconexas que agiten nuestros
sentidos, como lo ocurrido durante la visita de la araa gigante
Madre en el Museo.
Los matices que tienen la capacidad de adjetivar un lugar
presentan numerosas maneras de mostrarse. Su manifestacin a travs
de un rasgo, a veces poco percepti-ble, ofrece a ese vaco un
carcter determinado que lo transforma en arquitectura y donde su
uso consigue borrar cualquier connotacin de ausencia.
Matices del Vaco.
-
19
fig. 03 fig. 04 fig. 05
fig. 01 fig. 02
crditosfig. o1-o4. Contemplando el vaco. Intervenciones en el
Museo Guggenheim. Guggenheim de Nueva York. Enero 2010fig.o5.
Pareja de Araas Madre de Louis Bourgeois . David Heald, 2008.
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Luis J. AguilarU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
20
La periferia es un espacio de oportunidad, la frontera donde
todo es posible, en oposicin a los centros conservadores e
inmovilistas. Juan Freire [1]
Corviale fue promovido por el Instituto Autonomo delle Case
Popolari (IACP), dentro del piano per lEdilizia Economica y
Popolare de 1964 para aliviar el aumento de poblacin en el centro
de la ciudad de Roma. Una ciudad lineal de 958 metros de largo
diseado por un grupo de arquitectos liderados por Mario Fiorentino
entre los aos 1972 y 1983. Est situado a lo largo de la Via
Portuense, al sur oeste de Roma. Con una superficie total de
680.900 m2, con un rea residencial de 605.300 m2 y una superficie
no residencial de 75600 m2, es el ltimo de un legado modernista de
ciudades lineales y mega-edificios. Estaba previsto para 8512
familias
La idea de proyecto era la de ser un elemento nicamente pensado
para este sitio, a diferencia de la unidades de habitacin le
corbuserianas, pensadas como elementos repetitivos cuya complejidad
y funcionalidad las hacia poder ser instaladas en cualquier lugar.
Concebido para establecer un modelo de desarrollo urbanstico,
claramente desmarcado de las nuevas construcciones modelo ciudades
dormitorio fruto del boom de la construccin de los aos 70.
El proyecto consta de dos edificios paralelos y un tercero en
diagonal que deba unir el conjunto con la ciudad existente. Estaban
previstas salas de reuniones, anfiteatro, escuelas al aire libre,
talleres, etc. Se construye con estructura de hormign armado con
prticos cada 6 metros. El edificio principal de 11 plantas, 8
residenciales, 1 servicios, 1 comercios y 1 garaje, mide 960 m de
largo, 37 m de alto y 23,6 m de profundo y est dividido en 5
unidades de gestin cada una con una plaza de ingreso. Un anillo
viario rodea el edificio dejando una zona central para zonas
comunes. El segundo edificio de 6 plantas, 11 m altura por 18,3 de
profundo, estaba destinado a la residencia de las cooperativas. El
tercer edificio, en ngulo de 45 del principal, una el conjunto a
los barrios existentes. De 253,40 m de largo por 18,30 de profundo
y con una altura que varia entre 19 y 23 m, debera haber terminado
en un supermercado.
En seccin transversal se revela la distribucin de las unidades
residenciales con cuatro viviendas por rellano en los primeros
cuatro pisos y viviendas con pasarela en los ltimos cuatro. En el
centro se encuentra el piano libero proyectado para acoger los
servicios residenciales, las actividades profesionales, comerciales
y los espacios de colectividad, creando un complejo sistema de
relaciones espaciales a lo largo de este nuevo espacio pblico en
toda su longitud, situando la nueva cota cero elevada sobre la
calle de acceso. [2]
El aislamiento de la ciudad real, el contraste con la escala del
tejido circundante, la situacin de ilegalidad y la falta de
recursos para finalizar el conjunto tal y como se proyecto,
propicio el fracaso de Corviale. La mayora de los espacios de
relacin han sido ocupados. Los ambientes donde se abren la mayora
de los apartamentos han dado lugar a espacios privados
transformados por las familias segn sus intereses. Los que aun
mantienen su funcin pblica se han convertido en espacios de
confluencia de annimos, donde se suceden personas en transito
recordando a los no lugares de Marc Auge.
Recientemente el colectivo romano Stalker a travs de la Fundacin
Adriano Olivetti, han realizado un interesante proyecto de
regeneracin del conjunto llamado Immaginare Corviale. Se dieron
cuenta de que a parte del claro deterioro arquitectnico del
edificio exista un claro problema del imaginario colectivo de sus
ocupantes. Consistira entonces en modificar ese conjunto de imgenes
de su entorno y transformarlas a travs de un canal de televisin
local, a modo de arquitectura inmaterial, iniciando un cambio y
asegurando la transmisin de un conocimiento necesario para la
continuidad del proyecto, [3] modificando as la percepcin del
lugar. IC est impulsado por la voluntad de comprender los espacios
del edificio y de las zonas circundantes y como stos se habitan, se
imaginan y se transforman. Es a partir del dialogo con los
residentes donde nacen las tres dimensiones donde se desarrollara
el proyecto: la experiencia real y subjetiva del lugar, la imagen
del lugar y el imaginario y la memoria del lugar. [4]
Como alternativa, se ha presentado recientemente, un proyecto de
transformacin del viejo Corviale en el nuevo Barrio Corviale. El
proyecto realizado por el arquitecto Ettore Maria Mazzola [5]
consiste en la total demolicin de lo existente y la posterior
construccin de un nuevo barrio a imagen de las ciudades antiguas.
Lo propone como una va para relanzar la economa local, preservar y
mejorara el medio ambiente y como gran negocio para la
administracin local. Propone, mediante un sistema de fases, el
realojo de las familias y una vuelta a la escala de arquitectura de
ciudad clsica, segn el autor, ms acorde a los ciudadanos.
[1] La Ciudad Viva. Ciudades de Cdigo abierto.[2] Arquitextos.
Laurentino 38. La cota 0 en el proyecto residencial moderno. Mar
Santamara.[3] La Ciudad Viva. Ciudades de Cdigo abierto. Michael
Moradielllos (ecosistema urbano).[4] The (un) common place.
Bartolomeo Pietromarchi. Fondazione Adriano Olivetti y Actar,
2005[5] ilcorviale.it/scritti/COVILE_588_LR.pdf
Estrategias incompletas. Estrategias fallidas. Corviale
(1972-1983)
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21
Corviale (1972-1983)
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Jos Javier GonzlezU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
22
Latinoamrica lleva varios aos surgiendo como potencia a nivel
mundial en el terreno econmico. Desde esa perspectiva, la capacidad
de produccin de materias primas y su encarecimiento, y la creacin
industrias generadoras de productos acabados han permitido la
transformacin de la sociedad en creacin de trabajo, en un aumento
de la renta per cpita de sus habitantes y, acto seguido, en sus
exigencias ciudadanas. Hecho que contrasta con la enorme diferencia
entre clases sociales que siempre ha existido y que con el cambio
actual ha provocado el reclamo de un trato justo e igualitario con
las, hasta ahora, clases ms pudientes.
Los cambios sociales, econmicos y polticos que estn teniendo
parte en el continente se ven reflejados directamente en la poltica
urbana que adoptan sus grandes ciudades, que de forma indirecta son
parte en el cambio social desde el momento en el que ciudades como
Medelln o Sao Paulo tomaron la iniciativa de dar los mismos
servicios a toda la sociedad sin importar su clase social.
Surgieron polideportivos, bibliotecas, centros sociales y de
trabajo para la comunidad, plazas, parques, colegios, mejores
accesos y comunicaciones en la ciudad, nuevos medios de transporte
urbano... La introduccin de equipamientos e infraestructuras
urbanas est teniendo su mayor repercusin en los barrios que haban
sido excluidos social y econmicamente por ser de las clases menos
pudientes aun cuando sus habitantes pueden representar ms del 60%
de la poblacin en las grandes capitales de Amrica latina.
Desde su formacin en los aos 50 por el xodo masivo de poblacin
rural hacia las ciudades, estos barrios basan su zonificacin en
ganar terreno a la naturaleza, situndose en las zonas menos
interesantes para los promotores urbanos de cada momento. Ocupando
por lo general caadas y cerros en un afn por colonizar la mayor
cantidad de terreno con auto-construcciones, mnimas en planta pero
sin espacios libres entre ellas. Que son en parte causa y a la vez
consecuencia de los niveles de inseguridad y pobreza que reinan en
estos asentamientos informales.
En este estado de mxima densidad construida donde el poco
espacio libre responde a las comunicaciones mnimas necesarias para
poder acceder a la mayor cantidad de viviendas en funcin del cmo lo
permite la orografa del terreno, es donde surgen propuestas urbanas
y arquitectnicas de enorme inters por el resultado que estn
teniendo entre la poblacin. La estrategia de polticos, arquitectos
y urbanistas ha sido generar espacio libre, lugares donde
relacionarse, zonas donde albergar distintos usos al aire libre;
generar vacos.
La alta densidad de viviendas y de habitantes requera de
equipamientos que permitieran disfrutar a stos de los beneficios de
vivir en la ciudad, que les haban sido negados hasta entonces. Y es
cuando surgen nuevos polos de atraccin en la mancha urbana que
actan como transformadores de su entorno a travs de ms espacios
pblicos, de mejorar las vas de comunicacin o incluir transporte
pblico. Viendo estos nuevos espacios como terrenos de oportunidad
para definir cmo se relacionan los habitantes con su ciudad. Que
puede entenderse como que el cambio que se est produciendo en
latinoamrica tiene una escala urbana que trata de una relacin entre
lo ya construido, muy denso, y su capacidad de transformacin y
generacin de mejores espacios, en la medida que nuevos vacos (o el
cambio de carcter a uno existente) permiten hacer respirar a tanta
densidad de edificios.
Un acto similar al que Mies Van Der Rohe provoca al retrasar la
fachada de la Seagram tower respecto de Park Avenue introduciendo
un espacio libre que en el contexto del proyecto otorga ms valor a
la torre, pero que en el urbano introduce una pausa en el intenso
ritmo de la trama de Manhattan. Como puede entenderse en los
proyectos que hacen de vanguardia arquitectnica latinoamericana
como en la biblioteca Espaa en Medelln, hecha por Giancarlo
Mazzanti, al dejar un gran espacio pblico abierto que sirve de
conexin con la estacin de metrocable de Santo Domingo; en
cualquiera de los gimnasios verticales realizados por
Urban-Think-Tank en distintos barrios de Caracas, donde se utiliza
la misma densidad del entorno para apilar pistas deportivas y
liberar espacio alrededor; o en la plaza rodeada por las viviendas
sociales en continua transformacin de Alejandro Aravena en Iquique,
Chile.
El verdadero valor que podemos darle hoy a un espacio urbano no
est slo en la percepcin de dicho espacio condicionada por nuestras
experiencias previas, sino en las capacidades que tiene ese
envoltorio de definir nuevas conductas entre sus usuarios.
Entendido as, esta transformacin de un entorno quizs llevara a
perder menos tiempo en desplazamientos, a conseguir mejores
trabajos, a una mejora en las relaciones entre los habitantes del
barrio, a un sentimiento de pertenencia a una comunidad, a mejora
en la seguridad y conseguira mayor calidad de vida para la
sociedad.
Razn del cambio
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23
Biblioteca Espaa en Medelln. Foto: Albeiro Rodas
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Luis PalaciosU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
24
Puede el arquitecto dar forma a una sociedad que de por s carece
de forma?(Aldo van Eyck, 1959)
Con este pregunta, el arquitecto holands Aldo van Eyck
(1918-1999) pona en duda la capacidad del arquitecto de construir
para la multitud, para dar solucin al gran nmero [1]. Su discurso,
recogido en el texto The Story of Another Idea [2], era una crtica
abierta a los principios fundamentales del urbanismo promulgado por
los CIAM [3], que tanto haban infludo en el desarrollo de las
ciudades europeas de posguerra. Durante ese perodo, la preocupacin
haba estado centrada en la vivienda y su eficacia segn condiciones
de salubridad, como la orienta-cin ms favorable, la ventilacin
cruzada y la separacin entre bloques en funcin de un ptimo
soleamiento. Primaba la optimizacin de lo construdo frente al
entendimiento del vaco que se generaba entre bloques. Ese
reduccionismo funcionalista se traslad de igual forma a la
planificacin de la ciudad, zonificando su complejidad en 4
funciones: trabajo, vivienda, entretenimiento y circulacin.
Sin embargo, para Van Eyck la esencia de la ciudad no se poda
definir en trminos de funciones, sino en trminos de relaciones
humanas. Asocia-ciones entre individuos, entre el individuo y el
grupo y entre grupos sociales. Desde 1954, desarroll su teora
Configurative Discipline [4] como el arte de humanizar el gran
nmero o como dar solucin al diseo de la gran escala mediante un
entorno construido para la multitud, donde parte y todo reforzaban
mutuamente su identidad en sucesivos niveles de asociacin. Se
refera al mismo gradiente de relacio-nes humanas que encontramos en
los espacios de la ciudad tradicional. En 1962, Van Eyck expuso su
aproximacin al mtodo de configuracin en un artculo para la revista
holandesa Forum [5]. En l sintetiz ideas que haba estado madurando
en los ltimos aos, como el concepto twin phenomena, la relatividad,
la movilidad en las ciudades contemporneas, su teora sobre
aesthetics of number o la armona en movimiento.
De la interpretacin de esos principios podamos obtener nuevas
posibilidades para el desarrollo de la ciudad contempornea: la
concep-cin de una nueva coherencia urbana, donde todos los
componentes, grandes o pequeos, as como el lleno y el vaco,
tuvieran el mismo valor [6]; una ciudad concebida como un
entrelazado de viviendas con otras funciones urbanas; un nuevo
tejido claramente articulado mediante vacos urbanos.
Los niveles de asociacin se materializaran en forma de plazas,
jardines y patios creando una red de espacios libres que recogera
la edificacin, construida en torno a ellos, dotando a cada lugar de
una identidad propia. El soporte urbano dejara de ser la edificacin
para ser su contrario: el espacio vaco, la contraforma de lo
construido. Un espacio vaco abierto a la diversidad de actores que
participan en la ciudad, sus intereses y diferentes escalas de
intervencin.
De esta forma, el papel del arquitecto cambiara. A escala
urbana, el arquitecto no organizara elementos arquitectnicos
cerrados intentan-do dar forma a una sociedad que de por s carece
de forma, sino que propondra soportes. El vaco sera as el soporte
no slo para la edifica-cin, sino para los mltiples procesos que
constituyen, una ciudad que se muestra cada vez ms, como una
realidad compleja y cambiante.
[1] El problema del gran nmero fue tratado con anterioridad por
George Candilis en su presentacin: l habitat pour le grand nombre,
donde expuso su actuacin en Carrires Centrale, Casablanca, 1953.[2]
Primera edicin de la revista holandesa Forum y prlogo para el
congreso del Team 10 en Otterlo, 1959.[3] Fundamentos recogidos en
la Carta de Atenas en el IV Congreso Internacional de Arquitectura
Moderna (CIAM).[4] El trmino configurative fue introducido por Van
Eyck en referencia a la organiza-cin de varios elementos en una
figura coherente, una forma pregnante donde cada elemento adquiere
un nuevo significado. Como la alemana Gestalt, la configuracin es
un concepto de percepcin en el que el todo es ms que la suma de las
partes. [5] Steps towards a Configurative Discipline, Forum, nmero
3, 1962.[6] Para Francis Strauven, crtico de arquitectura holandesa
y belga, el pensamiento de Van Eyck se basa fundamentalmente en la
reconciliacin de contrarios: pasado y presente, moderno y clsico,
arcaico y vanguardia, cambio y permanencia, sencillez y
complejidad, orgnico y geomtrico, etc.[7] Palacios, L.
Interpretacin de los principios de configuracin. Hiptesis de un
fragmento de ciudad basado en el vaco como soporte urbano. Trabajo
Fin de Mster. MPAA. ETSAM. UPM. 2011.
El vaco como soporte urbano.
-
25
[7]
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Nacho RomnU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
26
En 1933 la Royal Zoological Society encargar al arquitecto
georgiano Berthold Lubetkin un recinto para albergar los gorilas
del zoolgico de Londres. Lubetkin proyectara una compleja
estructura cilndrica que responda con eficacia a las necesidades de
los animales. Un ao despus, tras el xito de la Gorilla House, la
sociedad zoolgica vuelve a contar con l para realizar una piscina
para pinginos en el mismo zoo. Tanto en la Gorilla House como en la
Penguin Pool, Lubetkin descartar un posible enfoque naturalista y
de mmesis con los hbitats de los animales. En lugar de esto apostar
por un enfoque geomtrico para analizar y generar un escenario
desdramatizado que recoja todas las necesidades de sus ocupantes y
los muestre de una forma amable al pblico. Lubetkin se refera a
estas intervenciones: ...Domesticar la naturaleza, no con un puo,
sino con una sonrisa.
En la Penguin Pool coexisten dos mundos simultneos: tras un
cerco elptico y monoltico de hormign, aparece un interior dinmico
conseguido con la ayuda de la diagonal y la espiral. Dos rampas
exacta-mente iguales se entrelazan y, despus de cruzarse por
segunda vez, se sumergen tangencialmente en el agua. Las rampas
peraltadas vuelan, sin apoyos intermedios, casi 14 metros. Su
delgada seccin oscila entre los 15 y los escasos 8 centmetros de
espesor, pudiendo soportar el peso de 24 personas distribuidas a lo
largo de la rampa. La disminucin de la seccin de las losas conforme
se acercan al plano del agua produce la fusin del plano real con el
reflejado crendose cuatro rampas de agua. Cuatro tirabuzones
incomprensibles deslizndose en torno a un centro en el que no
ocurre nada y se genera todo.
Esta concentracin de energa en el espacio desocupado ser
recurrente en la produccin posterior de Lubetkin. . Tras la
posguerra se impusieron una serie de recortes presupuestarios que
obligaran a revisar los planteamientos y estrategias de ocupacin
adoptados hasta la fecha. La nueva situacin de austeridad no
permita la aparicin de servicios bsicos que completaran el programa
de viviendas. Desaparecern las piezas destinadas a guarderas,
lavanderas, salas vecinales, zonas deporti-vas... tan
caractersticas de los estates londinenses anteriores a la guerra.
Ni tan siquiera los balcones tendran cabida en los nuevos programas
edificatorios. Es en este contexto donde Lubetkin concentra todas
sus energas en generar un espacio social en el corazn de los
bloques de Bevin Court (Lenin Court para B.L.) de 1946. La
configuracin triaxial del edificio se convierte en el motivo de su
espacio central. En una sntesis de ejercicio plstico y principios
polticos, Lubetkin crear un complejo ncleo de escaleras, de
lenguaje constructivista, a modo de condensador social que ser el
alma del edificio. Esta valoracin geomtrica del
espacio de comunicacin vertical mediante escaleras complejas se
repetir, a lo largo de los aos 40 y mediados de los 50, en sus
trabajos posteriores. De nuevo, el nico espacio vaco, carente de
materialidad y contenido especfico, ejerce de nodo energtico y
aglutina en torno a l la actividad principal y esencial de su
arquitectura: las relaciones humanas.
Tanto en la piscina para los pinginos como en las escaleras de
postgue-rra, Lubetkin se apoya y confa a la geometra el poder de
resolver, adems de las cuestiones funcionales, los aspectos
espirituales de la arquitectura.El mundo de la arquitectura de
Lubetkin es el de la razn, conseguida a travs de la geometra y la
precisin. La arquitectura es una tesis... su geometra rigurosa
expresa la esperanza de la humanidad de compren-der, explicar y
controlar su entorno.
Ser a travs de la materia_ a veces pinginos, a veces peldaos,
personas o rampas..._ bajo las reglas de la geometra, como Lubetkin
consiga convertir estos espacios no ocupados en vacos construidos,
tal y como los conceba Oteiza: ... ste sitio sin ocupar no es el
vaco. El vaco es la respuesta ms difcil y ltima en el tratamiento y
transformacin del espacio. El vaco se obtiene, es el resultado de
una desocupacin espacial, sta es su energa creada por el escultor
(arquitecto), es la presencia de una ausencia formal ().
Podemos leer la piscina del zoolgico de Londres o los ncleos
verticales de Bevin Court, Dorset o Cranbrook, como vacos,
resultado de un tratamiento, de una definicin del espacio al que ha
traspasado su energa.
A da de hoy, traspasar las puertas de Bevin Court y ascender por
sus escaleras es un ejercicio bastante deprimente. Apenas dos
vecinos se cruzan sin mirarse a la cara. Mientras uno toma el
ascensor, el otro elige las escaleras.
En el zoolgico un atractivo artefacto elptico nos invita a
asomarnos. Otra nueva decepcin: los alegres pjaros del rtico han
sido reemplaza-dos por unos destartalados insectos de alambre que
reposan sobre las rampas. Un montn de hojas secas en el lugar que
hace unos aos cubra el agua.
Tal vez estos sumideros de energa hayan vaciado completamente
sus recipientes.
De escaleras y pinginos (una danza en torno al vaco)
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27
Piscina para los pinginos en el zoolgico de Londres (1934).
Lubetkin, Drake & Tecton. RIBA Library Photographs
Collection
Departamento de Proyectos D.P.A. /Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
-
Ignacio HornillosU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
28
De ahora en adelante ser yo quien describa las ciudades haba
dicho el Kan . T en tus viajes verificars si existen.
Pero las ciudades visitadas por Marco Polo eran siempre
distintas de las pensadas por el emperador.
Y sin embargo he construido en mi mente un modelo de ciudad del
cual se pueden deducir todas las ciudades posibles dijo Kublai .
Encierra todo lo que responde a la norma.
Extracto de las conversaciones entre Kublai Kan y Marco Polo.
Las ciudades invisibles. Italo Calvino. 1972.
La idea de la primera casa, arquetipo y origen, est presente ms
o menos en el pensamiento de los arquitectos modernos y
contemporneos. La casa originaria es tema e imagen de mitos y
lenguajes religiosos desde la antigedad. La historia de la cultura
occidental nos habla de la primera casa del hombre en referencia al
jardn sagrado; huertos, caminos y frutas acompaaban a Adn y Eva en
el paraso soado. Joseph Rykwert [1] describe esta evolucin en
claves antropolgicas, insistiendo en identificar la casa como tarea
humana que construye sociedades. Se tratara de un desarrollo por
acumulacin, una sucesin de capas de informacin que se solidifican
en la variedad de resultados y soluciones encontradas a lo largo y
ancho de nuestro mundo globalizado. Hablamos de la ciudad en
trminos evolutivos, no instrumentales.
Como si se tratara de una dialctica a dos escalas, aqu se
abordan las consecuencias que el concepto de refugio ha tenido en
la arquitectura, insistiendo en la correlacin entre casa-hombre y
ciudad-sociedad. La capacidad y la evolucin surgida a partir de esa
primera habitacin supondrn el establecimiento de las ciudades como
elementos de relacin para el ser evolucionado. El hombre moderno
necesita ese mbito emocional que le aporta su guarida junto con el
equilibrio social suministrado por las ciudades contemporneas. Sin
embargo, la prdida de los lazos familiares y los nuevos estilos de
vida producen la necesidad de generar sinergias con otros sistemas
de relacin. De esta manera podemos identificar cmo la habitacin del
hombre actual se convierte en infinita a travs de la telemtica y
las ciudades se hacen pequeas gracias a la herramienta de la
informacin, que posibilita saber qu y cundo est pasando en
cualquier parte de nuestras urbes. Estamos ante una suerte de
paradoja donde el tamao es relativo, y lo domstico y lo urbano lo
podemos encontrar a cualquier escala. La ciudad, en tanto casa del
hombre, es fruto de este desdoblamiento entre lo ntimo y lo
disperso.
Casablanca ha sido soporte e infraestructura de este curso de
proyectos, organizado en torno a la vivienda y orientado a
investigar posibles soluciones puntuales a problemas globales. La
introduccin de estrategias tericas para hallar los mecanismos
organizativos posibles ha desembocado en la bsqueda de paradigmas
domsticos que puedan ser adaptados al solar particular. Casablanca,
en su imagen de ciudad dispersa, ha sido la base para la
construccin de alternativas habitacionales acordes al siglo XXI. La
cita que abre este texto insiste en la capacidad de la norma para
generar discursos. Si entendemos el proyectar como una sucesin de
actos asociativos, encontramos en su juego los mecanismos precisos
que solucionan las demandas sociales. Este proceso desemboca en una
repeticin de estrategias reconocibles que desecadenan las
asociaciones conocidas. La Ciudad dispersa es el lmite de la ciudad
posible. En nuestro caso, podramos vincular este hecho con el
ejercicio mismo del curso; entendindolo como una sucesin aleatoria
de pautas referenciadas al contexto del proyecto y donde el juego
es una partida infinita de soluciones diversas.
En esta descripcin de hechos dispersos y referencias puntuales,
qu mejor que acabar con un ejemplo prctico. Esta imagen (Fig. 1)
aglutina los diversos conceptos utilizados a la hora de construir
Ciudad a partir de principios asociativos. Peter Root, artista
conceptual, despliega en esta serie de ciudades las ideas que hemos
ido descubriendo durante el ao. Con tan slo la estrategia de
acumular piezas iguales, consigue la diversidad formal que evoca
soluciones reconocibles. Las capacidades evolutivas que parten del
principio de la asociacin y de la repeticin como pauta para formar
mbitos diversos pretende satisfacer las demandas constructivas de
un proyecto sostenible; en nuestro caso el nuevo hbitat en
Casablanca.
sta serie de refugios tericos quiz sean los apropiados para
levantar las ciudades imaginadas, siempre basadas en experiencias
personales y referencias cercanas. Las ciudades acaban siendo como
es la mirada de quien las construye [3]. En nuestro caso, el
resultado diverso de las ciudades dispersas ha sido ejercicio de
este estupendo curso de proyectos.
[1] RYKWERT, Joseph. La casa de Adn en el Paraso. Ed. Gustavo
Gili.1974. Pg. 11[2] M. MANSILLA, Luis. Apuntes de viaje al
interior del tiempo. Arquithesis, Caja de Arquitectos. 2002. Pg.
53
Refugios tericos y Ciudades dispersas.
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29
Fig. 1. Ephemicropolis. Peter Root. 2010
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
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Pablo RamosU.D. Lpez-Pelez
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
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30
"Ojal se oiga este silencio"Arnold Schenberg. Prefacio de para
las Seis Bagatelas para cuarteto de cuerdas, de Anton Webern.
1913
Cuando a Lina Bo Bardi le encargaron en 1959 la rehabilitacin
del Solar de Unho, en Bahia, Brasil, para un nuevo Museo de Arte
Moderno este maravilloso lugar situado a los pies del Ocano era un
conjunto de construcciones yuxtapuestas, catico, desordenado y
confuso. Ella, ante este montn de cosas supo, simplemente, hacer
silencio, callar: crear un vaco. Lina Bo Bardi encontr en la
intimidad del lugar el secreto de su espacio porque supo escuchar
(El silencio es para escuchar, dira John Cage, citado tantas veces
por Lina Bo Bardi y quizs uno de los ms afamados discpulos de
Schenberg). Aparece, pues, un espacio que no se vea, que estaba
tapado, esperando como espera la materia a los escultores
talladores. Con una concentracin de medios exquisita (Concentracin
significa extensin, dice Webern) Lina mantiene y rehabilita
aquellas construcciones con valor y que podan recuperarse
(solamente construir una escalera en el interior del museo en un
intento de poner en movimiento el espacio existente) y, sobre todo,
construye un vaco, construye destruyendo, haciendo la nada. Qu gran
leccin para un arquitecto. Aparece entonces una plaza que en su
propia vacuidad alcanza toda su fuerza. Todo puede ocurrir en esta
plaza. Su propio silencio no es sino una invitacin a todo. Y ahora
ya vemos, u omos, lo que antes no era perceptible.
Jos ngel Valente hablar en trminos similares de algo incluso ms
importante: la disposicin del creador, la actitud del artista
(arquitecto) a la hora de enfrentarse a la obra. Escribe Valente:
La matriz de la creacin es la nada, o dicho de otro modo, la
creacion de la nada es el acto que procede a toda creacin. El
artista ha de volver una y otra vez al origen - re-volver,
re-volucin, recorrido completo de una rbita - para que el mundo
recomience ex nihilo como en el momento de su creacin primera. La
nada no es una carencia; es toda la posibilidad o seminalidad del
ser. Es una invitacin a deshacerse de equipaje, ms bien, a seguir
buscando, a no conformarse nunca. Cada obra para nosotros, cada
referencia que miramos, todo lo que leemos, se convierte en
conocimiento que una y otra vez debe ser superado en ese ciclo de
ida y vuelta. En el momento en que aparecen las certezas, los
automatismos, dejamos de pensar. Nada hay peor para un estudiante
de arquitectura. Es necesario el silencio, la contemplacin, el
vaco, para que, como en la plaza de Lina Bo Bardi, todo pueda
suceder. Partiendo desde ah, toda creacin que salga de nuestras
manos ser universalizadora y entonces podr ser comunicada, y sobre
todo escuchada, por las personas, verdaderas receptoras de nuestro
trabajo.
Tambin podemos encontrar en la plaza de Lina Bo Bardi ese afn
dignificador de las personas, de las personas en un lugar, del
lugar en s mismo, afn dignificador que proviene de la fecundacin
del vaco antes creado. Quizs la expresin ms clara de esto sea el
pavimento de la plaza. Una plaza de forma irregular, que parece que
se derrite por los bordes, resultado de una operacin de limpieza,
de pronto contiene las trazas de una geometra que no es la suya
pero de la que se apropia. El dibujo de las trazas geomtricas es
algo muy caracterstico de las plazas italianas: desde la plaza del
Capitolio de Miguel ngel hasta el patio de San Ivo de Borromini o
el claustro de Santa Mara de la Pace de Bramante. Estas trazas
subrayaban la perfecta geometra de ese espacio, su exquisita
disposicin armnica, casi divina, su correspondencia con un orden
csmico universal. Sin embargo la plaza de Lina no tiene esos bordes
tan regulares ni esa geometra perfecta. Por qu entonces esas trazas
en el suelo, esa estrella regular en la que ni el centro est en el
centro ni las esquinas coinciden con las de la plaza y ni siquiera
la entrada (la entrada!) del edificio coincide con ninguna de las
lneas de las trazas? Porque la plaza ha entrado en contacto con un
orden superior y no est sujeta a las contingencias de borde. Se
seala el lugar concreto como gran vrtice (o vrtice) del ocano, se
carga de dignidad: todo lo que pase aqu es especial, sigue el orden
del mar, de la geometra, de las plazas italianas, del hombre. En
uno de los croquis iniciales, Lina marca el lugar como un punto a
nivel geogrfico, casi terrestre. Incluso la pequea escultura del
cabestrante mirando al mar, haciendo referencia a los viejos viajes
en barco, parece que nos quiera decir: callad, escuchad: desde aqu,
desde este lugar, partimos.
Ojal se oiga este silencio.
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31
El conjunto de Solar de Unho en 1963, despus de la restauracin
llevada a cabo por Lina Bo Bardi
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Luis Rojo U.D. Mansilla y Tun
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32
La tensin entre el pensamiento utpico y el modelo operativo del
ready-made atraviesa, de lado a lado, el pensamiento del siglo XX.
Se trata del enfrentamiento de dos modelos contrapuestos: el de los
sistemas abstractos frente a las acciones humanas o, dicho de otro
modo, entre el racionalismo y el surrealismo.
Le Corbusier visita Alger por primera vez en 1931, invitado de
forma particular no institucional- por un grupo de ciudadanos
agrupados en Les Amis dAlger, para impartir una conferencia como
exponente del nuevo pensamiento de la arquitectura y el
planeamiento. El motivo de su invitacin y visita es alterar los
planes de transformacin de la ciudad que el gobierno colonial
francs ha puesto en marcha: los grand travaux asociados con las
celebraciones del Centenario y la reforma del Barrio de la Marina,
es decir, la ciudad francesa.
Para 1933, cuando realiza su segundo viaje a Alger con motivo de
la Exposition dUrbanisme et dArchitecture, Le Corbusier ya ha
dibujado el Plan A para la ciudad, iniciando con l una larga
relacin no solo con Alger sino con una o varias- ideas sobre su
significado. Una relacin construida, improbable y cargada de tal
complejidad que abre numero-sas interpretaciones.
Es evidente que la experiencia real de la ciudad cortocircuita
muchos de los recursos intelectuales y arquitectnicos que ocupan el
pensamiento y las respuestas contemporneas de Le Corbusier a
problemas similares de renovacin congestin de los centros urbanos o
de la higiene en la concepcin de la vivienda. Sea por los tpicos de
la oculta presencia femenina o del laberinto opaco de sus calles
azuzados por el orientalismo colonial, o sea por cualquier otra
razn o figura potica que seamos capaces de construir, el hecho
cierto es que la ciudad transforma, al menos temporalmente, su
pensamiento.
Prueba de ello es que, la Carta de Atenas y el Plan A para Alger
son contemporneos y, sin embargo, suficientemente distintos como
para plantear mas de una pregunta. La Carta de Atenas propone un
medio de anlisis simplificado, capaz de superponerse sobre la
realidad para uniformizarla, para hacerla mas coherente pero mas
simple. Las coorde-nadas que establece favorecen la sntesis
homognea, borrando las huellas de una realidad variopinta y
arbitraria. Una realidad de objetos y situaciones que favorece lo
particular frente a lo general, y que despresti-gia la idea
abstracta del plan.
Alger era, en 1930, algo ms que pintoresca: era otro mundo, otro
modo de vivir, otra cultura de habitar, de estar en la ciudad. Y su
imponente imagen vertical fruto de una topografa inusual-, ya
visible desde el barco tal y como muestran los dibujos de Le
Corbusier-, fue solo la
primera de una larga serie de experiencias imprevistas que
encontraron un profundo acomodo en el discurso de Le Corbusier. Un
acomodo que, si nos atenemos a la naturaleza del pensamiento
arquitectnico, no debera parecernos inesperado.
La Medina de Alger y su sistemtica inversin de las formas de
habitar proporcionaron a Le Corbusier un ejemplo ms de la
complejidad de los hechos reales frente a la rigidez de los modelos
abstractos. La experiencia de deambular por la Medina cuya
exploracin realiz durante das y en solitario-, supuso el encuentro
con una realidad formada por un sistema social, religioso e
histrico ajeno que, ya en los dibujos que realiz all mismo en su
cuaderno de bolsillo, se reconfigur necesaria y profunda-mente en
relacin con su forma de pensamiento. Fue apropiado, captura-do,
transformado.
Estamos ante una realidad y dos entendimientos dispares lo
oriental frente al orientalismo, es decir, el original frente a la
distorsin cultural de Occidente- o asistimos a la fractura literal
entre dos mundos sorprenden-temente reconciliados en una imagen
sinttica?
Paul Eluard, uno de los poetas afines al surrealismo,
escribi:Pas un jeu de mots. Tout est comparable tout, tout trouve
son cho, sa raison, sa ressemblance, son opposition, son devenir
partout. Et ce devenir est infini.* *(No son juegos de palabras.
Todo es comparable a todo, todo encuentra su eco, su razn, su
semejanza, su oposicin, su devenir por todas partes. Y este devenir
es infinito.)Traduccin del autor.
El collage, segn Max Ernst, es la explotacin sistemtica de la
coinciden-cia, casual o artificialmente provocada, de dos o ms
realidades de diferente naturaleza sobre un plano en apariencia
inapropiado. Trasladndolo a la experiencia de la realidad, la
tcnica del montaje propia del collage nos descubre la importancia
del objet trouve en la produccin de lo moderno: el encuentro con un
objeto o realidad ajena e inesperada para cuya comprensin sera ms
adecuado decir apropia-cin- es necesaria una
re-contextualizacin.
En la estructura domestica y medieval de los riads de la Medina
de Argel, cuyo interiorizacin obligada de la restrictiva vida
social en la verticalidad del patio y en la horizontalidad de la
terraza es la expresin sintomtica de una implosin de la experiencia
urbana una fragmentacin de lo publico en reductos privados-, Le
Corbusier encuentra las pautas de una espacialidad contempornea. El
Plan A para Argel es un montaje de diversas realidades no
coincidentes, dispares entre s, sobre un plano inapropiado que nos
revela, a pesar de su aparente unidad grfica, las fracturas entre
sus componentes.
COLONIALISMO Y ORIENTALISMO: Utopas frente a Heterotopas.
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33
Excavacin arqueolgica en Tell Halaf 1913, Siria.
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
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ngela Garca de Paredes e Ignacio G. PedrosaU.D. Mansilla y
Tun
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
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34
Un edificio, independientemente de su funcin o de su
construccin, es una parte integrante de la ciudad. Y precisamente
es la ciudad quien debera dictar lo que hay que hacer en cada
lugar, qu debe considerarse en lo que all se proyecta y tambin qu
debe evitarse.
Lo que es necesario debera conducir el proceso d e cada proyecto
y no imponer, importando caprichosamente, otras soluciones por muy
eficaces que hayan sido en otros lugares.
Los edificios deben manifestarse en la ciudad con su capacidad
de intensificar lo construido, colaborando a la densidad urbana,
mejorando lo que ya existe y sustituyendo aquello que, sin valor,
est aceptado por el mero hecho de estar presente.
De ah la necesidad de conocer el lugar donde se va a proyectar.
Esta es la forma de averiguar las cualidades y las relaciones entre
las cosas. Incluso si el lugar es conocido debe convertirse de
nuevo en territorio de exploracin, con una nueva mirada. As se podr
distinguir lo proyectado como necesario frente a lo arbitrario.
Es por tanto a la ciudad a quien hay que interrogar sobre las
decisiones que tomamos en el proyecto, porque van a afectar a su
propia organizacin, para saber adoptar aquellas que sean mas
adecuadas a nuestra capacidad intelectual de proyectar y a nuestro
conocimiento tcnico de construir.
Si queremos que el edificio pertenezca a la ciudad, que forme
parte de su carcter, es preciso confrontar el proyecto con ella. Si
somos capaces de aproximarnos a conocer su propia realidad,
podremos idealizar las necesidades y reaccionar intelectualmente
para inventar su formalizacin.
Encontrar el camino a seguir en el proyecto para precisar su
singularidad, hallar la manera en que finalmente contenga todos los
objetos sensibles e ideales que coexisten en el lugar sin someterse
a ellos y contribuir a mejorar la atmosfera en la que se inserta,
es nuestro trabajo.
Hoy tambin es necesario reflexionar sobre cual es el ritmo de
construccin que hace sostenible un crecimiento cualitativo de la
ciudad, no basado en la ocupacin de nuevo suelo, repensar su
equilibrio con el territorio y con las energas de la
naturaleza.
Tambin la arquitectura puede colaborar a satisfacer las
necesidades que imponen la situaciones sociales, ordenar con
claridad el espacio y valerse de su capacidad de crear un orden
para satisfacer adecuadamente la relacin entre las personas que
habitan el espacio urbano y crean ciudad.
Reutilizar con nuevos usos infraestructuras y edificios
obsoletos o infrautilizados, reanimar, mediante la calidad, reas
degradadas o enquistadas que alteran el pulso y la actividad de la
ciudad, siempre ha formado parte de los mecanismos que dan
vitalidad a los procesos econmicos que garantizan su
supervivencia.
Los procesos de crecimiento urbano siguen un desarrollo
permanente en el tiempo y continuo en el espacio, donde el
planteamiento originario se enfrenta y enriquece a lo largo del
tiempo con los trminos innovadores de nuevas propuestas en un
continuo hacer-deshacer la ciudad.
Los espacios abiertos, vacos entre los muros construidos de las
nuevas edificaciones, son las habitaciones de la ciudad y rehacen
el tejido urbano. La trama existente quiz es ya indeleble, pero la
nueva arquitectura que est por venir, tiene la responsabilidad de
redibujar unos espacios colectivos mejores.
Proyecto y ciudad.
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35
Nils Ole Lund, First the buiding then the site, 1982.
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Juan RuescasU.D. Mansilla y Tun
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36
Cada campesino conoce el hambre del desierto, esa hambre voraz
que ninguna maquinaria agrcola moderna, ni mtodos avanzados de
agricultura, puede destruir. No importa can bien preparado sea el
terreno, can bien mantenidos estn los cercos, can bien pintados se
vean los edificios, si el dueo es negligente por un tiempo de sus
hectreas preciosas y valiosas, se las traga de nuevo [...] el rido
desierto. La tendencia de la naturaleza es hacia el desierto, nunca
hacia el campo fructfero. Eso, lo repito, lo saben todos los
campesinos.[1]
Sin aporte de energa y, por pura probabilidad, las cosas que
colisionan al azar tienden a igualarse en una distribucin homognea
de elementos cuyo resultado es la prdida de tensin entre opuestos,
el equilibrio estable de la sopa fra. La lnea que va desde la mxima
separacin entre elementos de distinto potencial (LEY) hasta su
mxima dispersin o fusin (CAOS), es un espectro donde cabe situar
cualquier realidad material acotada. Si bien la tendencia natural
(anablica) es de la ley al caos, el proceso inverso, el integrador
(catablico), puede darse mediante la intervencin, la obra.
El caso de la ciudad (entendida como superposicin densa y
compacta de actividades heterogneas) se puede caracterizar por su
situacin dentro de este espectro o, lo que es lo mismo, por la
capacidad estructurante de las leyes que lo gobiernan. En los
extremos del espectro encontramos, de un lado, la ciudad muerta de
ley por exceso de intervencin o falta de mezcla: el aislamiento de
sus componentes o simplicidad extrema. En el otro, est la ciudad
muerta de caos por contaminacin, por fusin total, donde todo queda
igualado: el desierto. Exceso y ausencia de estructura revelan lo
que define la ciudad como organismo vivo: el cambio / el
inter-cambio.
Si la premisa de la ciudad es la ocupacin (fsica, energtica, de
informacin de un entorno), lo que hace posible la relacin, el
conjunto, el inter-cambio, es la ausencia, al menos virtual, de esa
ocupacin. Conceptualmente, la condicin urbana se da precisamente
por la des-ocupacin parcial del medio. La estructura que define la
ciudad es la que gestiona la cantidad, concentracin y situacin de
esos cuerpos des-ocupados, es decir, sus vacos. Y es la
arquitectura la que trata, en gran medida, de su definicin,
especialmente all donde vaco y ocupacin se encuentran como
distintos grados de lo mismo.
El proyecto de la ciudad pasa por la definicin de la lnea que
delimita el lugar liberado; una lnea tenaz pero intermitente, pues
debe gestionar separacin y permeabilidad en su grado justo. Se
trata, adems, de una lnea blanda y difusa: blanda porque debe
adecuarse a las presiones expansivas de las actividades del entorno
sin negarlas; difusa porque su lmite debe permitir la transicin de
una a otra condicin. El resultado es un mbito super-solicitado que
se resuelve mediante un cierto grado de indeterminacin, pero de una
indeterminacin densa, donde sobre-programacin se convierte en
des-programacin. Es, en definitiva, el espacio de posibilidad, el
de la ciudad entera, abierto, verdadero lugar pactado y recuperado
para el uso comn, es decir, espacio pblico. Pero no se olvide que
este campo fructfero se mantiene por el aporte peridico de energa
en forma de estructura interpuesta que permite, sin que se anulen,
posiciones diversas.
En el interior del cuerpo des-ocupado del vaco se encuentra el
campo denso de los hechos. Virtuales por cuanto estn sujetos a una
condicin espacio-temporal, los hechos habitan el espacio pblico
como los recuerdos pueblan la memoria: de forma incierta, desigual.
Se trata de un medio lquido, con espesor, donde los vnculos entre
las cosas quedan temporalmente suspendidos, como el volumen
conquistado de la casa Latapie en Floirac, de Lacaton y Vassal,
donde los objetos ocupan un lugar circunstancial y contingente
dentro de un mbito cargado de episodios; el lugar pblico de las
individualidades privadas. O como el espacio literalmente ahuecado
de un vidrio plano entre dos curvos de la pared-luz (1956) de
Oteiza. En l, como si la luz y la penumbra se hubieran licuado,
quedan suspendidas las formas las circunstancias y los
acontecimientos en un medio de vaco espeso, profundo, donde esas
formas, como peces sumergidos, viven, se desplazan, se expresan y
se definen...[2]
[1] A. W. Tozer, The Root of the Righteous. Christian
Publications, Camp Hill, PA, 1955, pg. 119. (Versin espaola:
Dorothy Bucher Haller)[2] Jorge Oteiza, IV Bienal de Sao Paulo,
1957. Escultura de Oteiza. Catlogo [Propsito Experimental
1956-1957].
El Vaco lquido de la pecera
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Jorge Oteiza_Pared-luz,1956.
Departamento de Proyectos D.P.A. /Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
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Brbara SilvaU.D. Mansilla y Tun
Departamento de Proyectos D.P.A. / Universidad Politcnica de
Madrid Espacio social, mercado y habitat en Casablanca
38
Imaginemos la existencia de un lugar dibujado por una cuadrcula
emocional, trazada por un conjunto de reglas que se han perdido en
el tiempo. Donde las calles, inundadas por el ruido de la gente y
por el calor intenso del medio da, se encuentran y terminan en la
orilla del mar. Donde todas las cosas tienen permiso para desplegar
emociones, para conmover y para fascinar. Donde cada objeto tiene
la tonalidad tenue de la arena del desierto, que cambia cada vez
que las nubes se tien de otro color.
En todas las ciudades hay algo que lo conecta todo a la vez que
hay algo que todo distancia, por mltiples influencias. Casablanca
es una cuadricula apretada de calles, atravesadas por un hilo de
aire, que endulza la violencia de la luz y del calor. Una cuadrcula
que remite al tema del laberinto, donde cada espacio se desvela a
travs de una sucesin de movimientos inconsciente. Es entonces
cuando surgen los fantasmas, seres o cosas anacrnicas, memorias y
temores pertenecientes al mundo laberntico. Ese mundo que tanto ha
seducido a arquitectos y pensadores, como un sistema insaciable de
direcciones y repeticiones, donde las reglas se suspenden en el
tiempo. Un sistema donde el pasado es presente, donde todo tiene el
misterio y la fascinacin de lo desconocido, donde no hay lmites
entre lo que existe y lo que podra, algn da, existir.
Es dentro de este espacio, intuitivo, inconsciente y emocional,
donde la arquitectura se mueve, hasta conquistar la razn, el
equilibrio y la armona. Sin esto nos arriesgamos a un
desprendimiento que roza el vaco y se acerca al gratuito. Es
preocupacin de la arquitectura definir la fusin de un mundo
imaginario y otro real, donde el espacio est dependiente de los
juegos de luz y de sombra, y de los caprichos de la mirada. Como si
la planta pudiera ser dibujada a travs de una trama de rayos de luz
y hilos visuales invisibles. Mlnikov deca que la luz, el aire, y el
agua, eran los nicos materiales para la construccin de sus obras;
la ,materializacin est anclada en lo amorfo y en lo continuo, en la
inmovilidad. Y entonces nos preguntamos Que es lo que ocurre cuando
intentamos interp