Escucho mi diccionario sin sombra Alfa Bet IX Encuentro Internacional de Escritoras Matilde Espinosa, 21 al 24 de Octubre, Bogotá, Colombia.

Escucho mi diccionario sin sombra

Alfa Bet

IX Encuentro Internacional de Escritoras Matilde Espinosa, 21 al 24 de Octubre, Bogotá, Colombia


Las palabras que buscamos en los diccionarios, se expanden con sus significados. He buscado y leído tantos significados de palabras nuevas y viejas. De tanto dejarse encontrar y leer, un día las palabras de mi diccionario decidieron hablar


Luego de un almuerzo rico en especias, encontré dos páginas de luz inmensa, justo en el lugar donde debía estar la palabra sombra

… en el Tomo h-z de la vigésimo primera edición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española.


Desde entonces escucho las palabras de mi diccionario sin sombra.

Ahora ya no es necesario abrir el diccionario, basta abrir el oído.


Llegan puntualmente los mensajes de luz y de sombra, como vagones de un tren con su disciplina de continuar un viaje hacia un destino sobre rieles.

La sombra del diccionario desapareció para invitar a explorar más allá de los caracteres impresos.

Mostró la luz que se oculta detrás de la tinta de letras apoyadas sobre el papel.


Repentinamente debí cerrar mis ojos. Todo mi cuerpo percibió la luz. ¿Qué nuevo juego será este?. La única forma de aprender es

jugando, retornar a la curiosidad de la infancia.

Estar atento a la sensibilidad que produce el asombro.

Vibrar ante las sutiles alas del viento que nunca nos cuenta dónde nació.

Sombra que no estás, gracias por tu alianza de luz.


La incesante ola circular entre el luminoso yin y el oscuro yang. Luz y sombra no se persiguen ni se enfrentan sino que se transforman. Una esencia aprende de la otra. La luz de la mañana se nutre de la oscuridad de la noche, que espera aprender con su nueva identidad desde el amancer. Sombra ausencia de luz o luz ausencia de sombra. Con todos sus matices de cambio.


Mi diccionario sin sombra, está sentado en vigilia perenne de mi espalda. Observa mis emociones. Taciturno. Espera paciente que lo abra. Un día decidió viajar conmigo como un compañero virtual. Creo que por mutuo acuerdo con mi cámara fotográfica.



Me enseñó que la sombra revela la luz del corazón en el plexo solar.

La nube, aliada de las sombras, súbitamente se apartó y el corazón dejó de latir como un dibujo inerte sobre el pavimento.

Esperaba otra sombra para volverse a animar en el lienzo de su luz.


La luz y la oscuridad en el ojo.

Sin su cámara oscura, el ojo no mira la luz.


Un ojo del miel me contempla desde la oscura colmena.


Mutuamente nos observamos.

Los oscuros misterios de la enigmática miel con sus burbujas de champán que viajaron desde las eras con huellas de dinosaurios, siguen fermentando la dulce moneda del sol ofrecida por el néctar de las flores.


Quiero alcanzar el fondo de

tu pozo, con la certeza que es una interfase de luz como el brillo en tu superficie.


Pupila de luz. Impávida observas el universo. Atrapas las imágenes que desvelas.


El blanco papel de luz encandila y pide sombras para guarecerse. Las palabras normales proporcionan sombras adecuadas, con grises tibios ondulantes en su ronroneo para la calma de quienes leen. Sin embargo, hay palabras tan oscuras que hacen brillar otras palabras. Otras son tan luminosas que brillan más que el blanco papel. Parecen palabras iguales escritas con un teclado e impresas con tintas negras. Blanco y negro se repite como las teclas del piano, cada una una nota, incontables posibilidades en sus combinaciones. Mi diccionario sin sombra susurra como si quisiera no revelar el secreto. Aprendí que la galaxofagia, palabra que inventé para el canibalismo entre galaxias, mostró cómo la fuerza de gravedad atrae galaxias menores para crecer con sus estrellas. Si galaxia es luz, y canibalismo es sombra; entonce, galaxofagia es de nuevo luz, una luz mayor. Alternancia infinita de lo oscuro y lo luminoso. ¡Cómo se necesitan el uno al otro!. Si esta hoja fuese blanca con letras blancas no podría leerse, tampoco si fuese negra con letras negras. Luz y sombra se necesitan. Nos dan mensajes cotidianos para entenderlas. Fui contempladora de atardeceres en las playas paraguaneras. Luego aprendí a contemplar los amaneceres en las montañas andinas. Hoy llaman las gotas de sol entre las manos de Matilde Espinosa, convocadas por Bella Clara Ventura hacia la meseta bogotana bajo el lema “Luz y sombra en la literatura”.

gotas de sol entre las manos de Matilde Espinosa, convocadas por Bella Clara Ventura hacia la meseta bogotana bajo el lema “Luz y sombra en la literatura”


El cielo de las interfases dice hola y adiós con sus estrellas, con su luz que aparece y desaparece, y no por ello dejan de ser estrellas.


Mi simple matemática juega a

la luz + oscuridad = 1 Sentada en mi sofá, mi dedo

contempla con un click del interruptor,

luz 1 - oscuridad 0 luz 0 – oscuridad 1 con todas sus posibles

gradaciones.


Pero puede ser diferente. Luz y sombra siempre presentes,

latentes, ambas siempre 1, sólo cambian de estado, son lo mismo.

Un punto de luz grandísimo adentro de una sombra, o una grandísima sombra adentro de una luz.


Uno dice que la oscuridad es ausencia de luz, pero es más difícil entender que la luz es ausencia de oscuridad; es como si la oscuridad estuviese siempre presente, y no se puede ver con la luz.

De alguna manera la luz tapa la

oscuridad. Claro, los objetos oscuros nos permiten tapar la luz.


Los techos, las persianas, los sombreros, los lentes de sol.

Sombras protectoras. Sombras filosóficas. Sombras literarias. Sombras estáticas.

Sombras dinámicas. Sombras que se tornan más

oscuras con la luz cuyos bordes se derriten con la penumbra.


La luz es como el paso de un ángel que camina sin tocar su sombra.


Escucha lo que tu sombra te dice para conocer la delicadeza de tus pisadas.

¿Acaso tu sombra es del tipo ayayay? – Quizás hay que posar los pies con más suavidad.

¿O es una sombra que no quiere estar con su dueño? – entonces hay que recuperarla.

¿Tiene colores? – es una sombra de luz con agua como el arcoiris.


¿Cómo habla tu sombra?

– No, no hay sombras mudas.

Escucha y escribe la continuación de esta

historia. Te puedo prestar mi

diccionario sin sombra


REFERENCIAS

• Real Academia Española. 1992. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima Primera Edición. Tomo II (h-z). Madrid: Espasa Calpe. 2133 pp.

• Matilde Espinosa. Uno de Tantos Días. En: La Hojarasca, Alianza de Escritores y Periodistas. http://www.escritoresyperiodistas.com/

NUMERO36/lidia.htm

http://www.escritoresyperiodistas.com/NUMERO36/lidia.htm



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Escucho mi diccionario sin sombra Alfa Bet IX Encuentro Internacional de Escritoras Matilde Espinosa, 21 al 24 de Octubre, Bogotá, Colombia.

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