Editorial Monaguillos salesianos hey aquí estamos A todos esos panas de corazón del MJS, mis saludos y abrazos fraternos. Este mes en el que viviremos de cerca la Beatificación de Sor María Troncatti y que yo emprendo una nueva opción dejando la Asesoría Nacional del MJS; me viene a la mente una frase y se las quiero compartir: La Voluntad de Dios, nunca te llevará donde su Gracia no te proteja. Y es que en mi compromiso humano y cristiano que es “el de transmitir el amor de Cristo a los jóvenes”, he podido experimentar en estos 4 años, que en verdad Su Gracia me ha acompañado y se ha manifestado concretamente en personas, acontecimientos, experiencias, amistades, conflictos y demás. Nada más decirles, gracias por todo, que Don Bosco y María Auxiliadora sigan llenando de gracias y bendiciones sus vidas, sus familias y su vivencia en el MJS. Su pana, Cristina Gallegos ([email protected]) Nº 142 noviembre 2012 Hola panas… En este mes es necesario tener en cuenta algo muy importante, ya que como hijos de Don Bosco estamos llamados a la santidad; justamente Don Bosco ha sido formador de Santos y por ello podemos darnos cuenta como la Familia Salesiana han llegado a la santidad y les animo a que busquemos la santidad desde nuestra vida y trabajo diario. Dios es el ser más feliz; y la verdadera razón es que Él es el ser más santo en el universo. Es perfectamente feliz porque es perfectamente santo. Los hombres no pueden participar de la felicidad de Dios a menos que vengan a ser partícipes de su santidad. Dios mismo no puede hacer que un ser como el hombre sea verdadera y permanentemente feliz de ningún otro modo que haciéndole santo” Cuando la Biblia presenta al hombre que en verdad es feliz o dichoso dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8). La dicha del hombre consiste en tener el privilegio de tener comunión con Dios y estar con Él (sea con su presencia espiritual ahora o viviendo en su morada celestial en la eternidad). “Este llamado a la vida santa se basa en el hecho de que Dios mismo es santo. Porque Dios es santo, exige que nosotros también seamos santos. Muchos cristianos tienen lo que podríamos llamar una ‘santidad cultural’. Se adaptan al carácter y al esquema de comportamiento de los creyentes que los rodean. Si la cultura cristiana que los rodea es más o menos santa, dichas personas son más o menos santas también. Pero Dios no nos ha llamado a ser como los que nos rodean. Nos ha llamado a ser como Él mismo es. Lindo mes muchachos En esta ocasión les vamos a compartir los lugares litúrgicos; iremos recorriendo uno a uno los distintos lugares y explicaremos lo que son y la actitud que corresponde en cada uno. (Sagrario, presbiterio, altar, ambón, sede, credencia, cruz, pila bautismal). El Templo: Dios está en todos lados, aunque nos vayamos lejos, Dios está siempre cerca desde el bautismo. Además, quiso tener una casa, donde nos pudiéramos reunir para demostrarle nuestro cariño. Este lugar es el templo, que nosotros llamamos Iglesia. Pasa lo mismo que con un amigo: si queremos estar con él, vamos a su casa. Decimos que el templo es la casa de Dios porque allí habita Jesús de un modo especial, y podemos hablarle, contarle lo que nos pasa, darle gracias, pedirle lo que necesitamos; y también es el lugar donde se reúne la familia para rezar unida, para recibir el regalo de su amor, su perdón y su palabra. EL SAGRARIO Después que Jesús murió, los apóstoles, tal como él les había ordenado, se reunían para celebrar la misa en su memoria. Pero los que no creían en Jesús, comenzaron a perseguirlos, no podían celebrar en lugares públicos, sino que lo hacían en espacios ocultos. Como no todos podían participar, sobre todo los enfermos, se guardaba un poco de pan consagrado y se lo llevaba a quienes no podían asistir. Actualmente, esos lugares donde se encuentra el Cuerpo de Jesús se llama sagrario. Es el lugar más sagrado del templo. Podemos localizarlos en los templos, pues muy cerquita hay una luz roja pequeña, que nos indica que ahí está Jesús. Siempre que pasamos frente al sagrario debemos hacer genuflexión (este gesto consiste en apoyar brevemente la rodilla derecha hasta el suelo). P. Quique