Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. José Raimundo Porras Pérez. Entre el claustro académico y la formación en combate… pp. 285-309. Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 285 ENTRE EL CLAUSTRO ACADÉMICO Y LA FORMACIÓN EN COMBATE: LA ACADEMIA MILITAR DE MATEMÁTICAS Y EL EJÉRCITO LIBERTADOR DE VENEZUELA (1810-1830) Between the academic cloister and the training in combat: The Military Academy of Mathematics and the Liberating Army of Venezuela (1810-1830) Recibido: 05/05/2016 Aprobado: 11/12/2016 Resumen: El pensamiento militar y los modelos de educación castrense en Francia y España estuvieron intrínsecamente apuntalados en la Venezuela de inicios del siglo XIX, sin embargo, la consolidación del Ejército Libertador estuvo relacionada con la implantación de varios sistemas de entrenamiento de oficiales, siendo la mayor parte de la formación castrense en las unidades de combate. De modo paralelo a la educación militar puesta en práctica se desarrollaron una serie de proyectos de academias militares para la naciente república entre 1820 y 1830. Palabras clave: Historia del pensamiento militar, Educación militar, Historia de Venezuela. Abstract: Military thought and models of military education in France and Spain were intrinsically underpinned in Venezuela at the beginning of the nineteenth century, however, the consolidation of the Ejército Libertador was related to the implementation of several José Raimundo Porras Pérez Licenciado en Ciencias y Artes Militares. Diplomado en Estado Mayor (Escuela Superior de Guerra del Ejército). Magíster en Historia de Venezuela (Universidad Católica Andrés Bello). Doctorando en Ciencias Políticas (Universidad Central de Venezuela). E-mail: [email protected]
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ENTRE EL CLAUSTRO ACADÉMICO Y LA FORMACIÓN EN …Pocock señala que en el campo de la historia intelectual, todo texto de carácter militar puede concebirse como inmerso en un paradigma
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Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. José Raimundo Porras Pérez. Entre el claustro académico y la formación en combate… pp. 285-309.
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 285
ENTRE EL CLAUSTRO ACADÉMICO Y LA
FORMACIÓN EN COMBATE: LA ACADEMIA MILITAR DE MATEMÁTICAS Y EL EJÉRCITO LIBERTADOR DE VENEZUELA (1810-1830)
Between the academic cloister and the training in combat: The
Military Academy of Mathematics and the Liberating Army of Venezuela (1810-1830)
Recibido: 05/05/2016 Aprobado: 11/12/2016 Resumen: El pensamiento militar y los modelos de educación castrense en Francia y España estuvieron intrínsecamente apuntalados en la Venezuela de inicios del siglo XIX, sin embargo, la consolidación del Ejército Libertador estuvo relacionada con la implantación de varios sistemas de entrenamiento de oficiales, siendo la mayor parte de la formación castrense en las unidades de combate. De modo paralelo a la educación militar puesta en práctica se desarrollaron una serie de proyectos de academias militares para la naciente república entre 1820 y 1830. Palabras clave: Historia del pensamiento militar, Educación militar, Historia de Venezuela.
Abstract: Military thought and models of military education in France and Spain were intrinsically underpinned in Venezuela at the beginning of the nineteenth century, however, the consolidation of the Ejército Libertador was related to the implementation of several
José Raimundo Porras Pérez
Licenciado en Ciencias y Artes Militares. Diplomado en Estado Mayor (Escuela Superior de Guerra del Ejército). Magíster en Historia de Venezuela (Universidad Católica Andrés Bello). Doctorando en Ciencias Políticas (Universidad Central de Venezuela). E-mail: [email protected]
systems of training officers, being the majority of military training in combat units. Parallel to the military education put into practice, a series of military academy projects were developed for the nascent republic between 1820 and 1830. Keywords: History of military thought, Military education, Venezuelan History.
Consideraciones preliminares
Las páginas que siguen a continuación sintetizan el esfuerzo académico que tiene
como propósito analizarlos paradigmas educativos y el estudio de la teoría militar que
sirvieron de base para la instrucción de la oficialidad del Ejército Libertador; todo ello bajo
el enfoque republicano de la defensa nacional, en el período del conflicto armado que se llevó
a cabo aparejado con el llamado proceso juntista de la Provincia de Caracas en 1810, hasta la
disolución de la unión colombiana en 1830. La idea precedente obedece al enriquecimiento
de la comprensión del fenómeno político-militar del siglo XIX, y como respuesta al problema
del abordaje de una historiografía venezolana plagada de mitos, distorsiones, y una narrativa
deformante dela complejidad histórica que de acuerdo a la historiografía nacional se ha
denominado como Guerra de Independencia.
En Venezuela han salido a la luz publicaciones de incuestionable valía en la
reconstrucción histórica de nuestras instituciones educativas castrenses 1 , sin embargo,
existen apreciaciones inexactas en la narrativa sobre el tema pedagógico militar que se
remonta hasta finales del siglo XIX. El escritor Arístides Rojas concluyó que el proyecto de
Academia Militar de Matemáticas propuesto en 1810 por la Suprema Junta de Caracas no
tuvo en aquel momento ningún efecto trascendental, debido a que en “…las épocas de
convulsiones políticas la enseñanza pública desaparece…”2; posteriormente se destaca la
fundación de una Escuela Militar en campaña en el año 18183; y en 1819, resucita el interés
por la formación de “Academias Militares” y “jóvenes oficiales para el Ejército”. Esta
particular perspectiva historiográfica suscita cuestionamientos en el significado del término
1 Entre ellas podemos mencionar las obras de: General de Brigada Martín García Villasmil: Escuela para Formación de Oficiales del Ejército. Origen y Evolución de la Escuela Militar, 1810-1964, Caracas, Ministerio de la Defensa, 1964; y Lezek Zawiza: La Academia Militar de Matemáticas de Caracas, Caracas, Ministerio de la Defensa, 1980. 2 Se señalaba además que esto sucedió así desde 1810 hasta 1825. Véase: Arístides Rojas: Estudios históricos: orígenes venezolanos, Caracas, Imprenta y Litografía del gobierno Nacional, 1891, p. 331. 3 El general Martín García Villasmil señaló en su estudio que en 1818 su fundó una Escuela Militar en campaña, bajo la dirección de tres oficiales irlandeses y posiblemente ese instituto permaneció ambulante, debido a las circunstancias de la guerra. Véase: Escuela para Formación de Oficiales del Ejército…, pp. 25-26.
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“academia de oficiales”, utilizado en el léxico militar en las campañas que se desarrollaron a
partir del año 1818; y de seguidas es preciso comprender el marco histórico en que se ejecutó
la nombrada academia de oficiales y además instituciones pedagógicas castrenses.
Autores recientes han concluido que los proyectos educativos militares en Venezuela,
desde 1819 hasta 1829, se quedaron solamente en proyectos.4 Se sustenta así la visión que
resta una institucionalización efectiva a la educación castrense en dicho período; de hecho,
se ha llegado a la aseveración de que el afianzamiento de las bases pedagógico-militares,
fundamento del profesionalismo militar, sucumben bajo las presiones del caudillismo,
limitaciones económicas, fragilidad de las instituciones y el personalismo
político5;apuntalando la idea de una carencia de esfuerzos de organización, reglamentación
y operatividad de instrucción de la oficialidad en la maquinaria bélica republicana
denominada: “Ejército Libertador”. Llegados a este punto, hay que tomar en cuenta que esta
formulación historiográfica bosqueja un problema del acercamiento al pensamiento político,
militar y educativo del siglo XIX.
La dificultad del abordaje se resuelve aplicando la metodología sustentada en la
reconstrucción histórica de las ideas bajo la corriente del contextualismo.6 El profesor J.G.A.
Pocock señala que en el campo de la historia intelectual, todo texto de carácter militar puede
concebirse como inmerso en un paradigma que crea contextos de significado a las palabras.7
La adopción de determinado modelo militar, ya sea político-estratégico, táctico-operacional
u organizativo implica en sí mismo un paradigma dentro del cual se mueven los ejércitos y
como tal condiciona el pensamiento y el lenguaje.8 Desde esa perspectiva, la historia del
pensamiento político-militar puede ser definida como “una historia de cambio en el empleo
de paradigmas, la exploración de paradigmas y el uso de paradigmas para explorar
4 Domingo Irwin: “Comentarios sobre la génesis de las instituciones de las instituciones educativas militares en Venezuela del siglo XVIII a 1830”, en: Anuario de Estudios Bolivarianos, Nº. 7-8, 1998-1999, pp. 45-46 5 Ídem. 6 El profesor John Highman diferenció dos tipos de contextos a saber: un contexto externo de eventos en donde la historia intelectual debe investigar la relación entre el pensamiento y los hechos; y otro contexto interno o relación entre lo que algunos hombres escriben o dicen y lo que otros hombres escriben o dicen.John Highman: “Intellectual History and its Neighbors”, en: Journal of the History of Ideas Vol. 15, No. 3, Jun., 1954, pp. 339-347. 7 J. Pocock: Introduction: The state of the art, en Virtue, commerce and history, Cambridge, Cambridge University Press,1985, pp.1-26 8J.F.C.Fuller: Batallas decisivas del mundo occidental, Madrid, Ediciones Ejército, 1979; J. Boudet, Historia universal de los ejércitos, 3 Tomos. Barcelona, Edit. Hispanoeuropea, 1967.
paradigmas”;9 pero debemos resaltar que el enfoque teórico precedente ya ha sido utilizado
en nuestros claustros académicos con obras de importancia cardinal para el entendimiento
del pensamiento político y la idea de guerra en el período de la Independencia de
Venezuela.10
De manera que este trabajo tiene como pilar de análisis dos objetivos específicos que
son: primeramente construir el contexto de la educación militar de la oficialidad en Europa,
básicamente Francia y España, como arquetipos predominantes en occidente y que para
nuestro objeto de investigación fungen como modelos esenciales del estudio profesional del
Arte de la Guerra; y de seguidas mostrar como los anteriores paradigmas educativos bajo una
visión republicana de la defensa nacional incidieron en la génesis y desarrollo de los
esfuerzos académicos militares desde el inicio de la actividad política de la Confederación
Venezolana, hasta la disolución de la unión colombiana en 1830.
¡Por la patria, las ciencias y la gloria! Las academias militares en el contexto Europeo
La tarea de dilucidar la concepción educativa militar en nuestro caso, es especialmente
difícil, sin antes explicar el contexto en que evolucionaron las academias militares como
centros de enseñanzas de la ciencia y arte militar en el siglo XVIII y comienzos del
decimonónico. Atendiendo al razonamiento anterior, comencemos por reconsiderar el
argumento insistente de que las mejoras en el arma de artillería, la construcción de
fortificaciones y toda la tecnología bélica empleada, fueron los cimientos del progreso en la
formulación de la teoría militar, sin advertir que detrás de todos los descubrimientos de la
etapa temprana de la ilustración funcionaba la aplicación de la matemática moderna; se hace
imperativo razonar que los ejércitos europeos anclaron el conocimiento y aplicación del arte
de la guerra sobre la suposición subyacente de que la respuesta a la mayoría de los problemas
9 J. Pocock: “Languages and their implications: The transformations of the study of political thought”, en Politics, languages and time. London, Meuthen, 1972. 10 A tales efectos podemos revisar las obras del profesor Fernando Falcón: El cadete de los valles de Aragua: pensamiento político y militar de la Ilustración y los conceptos de guerra y política en Simón Bolívar (1797-1814), Caracas, Universidad Central de Venezuela, 2006; y “La influencia de la formación militar de Francisco de Miranda en su actuación político-militar en Venezuela (1811-1812)”, Politeia, 2007, vol.30, N°38, pp. 219-230.
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militares se encontraba en el uso de las matemáticas al diseño de artillería, las fortificaciones
y a la táctica de empleo de las armas de fuego en general.11
Debemos advertir que esta dependencia de las matemáticas, y todo el adelanto de la
ciencia militar, no se desarrollaba de manera aislada; la concepción militar forma parte de un
medio intelectual llamado por Blaise Pascal como l'espritgéométrique. 12 Siguiendo
estaconcepción la geometría llegó a ser considerada como la clave para entender el
funcionamiento del universo y como el único medio fiable para explicar el mundo. 13 El
polímata francés dividió el pensamiento humano en dos categorías, la mente matemática y la
mente intuitiva; al “espíritu de geometría”, Pascal contrapuso el “espíritu de finura”: un
talante diferente, más limpio, capaz de llegar allí donde no puede acceder el método
científico-matemático.14
La anterior categorización se reflejó en la dualidad con la que los pensadores militares
de la Ilustración justificaron el estudio de la guerra basados en la geometría y el
razonamiento empírico, además del genio militar perfeccionado a través de la experiencia
individual. Tal vez, el ejemplo más significativo de la aplicación matemática como impulsor
de la ciencia militar en el siglo XVII está representado en la actividad castrense de Sebastien
le Prestre de Vauban, quien se desempeñó como Jefe de ingenieros del emperador Louis XIV;
el marqués de Vauban fue responsable de perfeccionar tres elementos de la concepción
defensiva francesa: las fortificaciones, las operaciones de asedio y las fronteras militares.
Bajo su dirección el imperio galo construyó fortificaciones usando diseños geométricos
complejos que fueron emulados durante siglos; además estableció un método de asedio,
también de diseño geométrico, que garantizaba la captura de las fortalezas y; finalmente,
empujó al emperador francés a revolucionar la doctrina militar concentrando fortalezas en
las fronteras del reino comoceinture de fer (cinturón de hierro) que protegía al país.15
11 Ian Clarence Hope: A Scientific Way of War: Antebellum Military Science, West Point, and the Origins of American Military Thought, Lincoln, University of Nebraska Press, 2015, p. 4. 12 Véase “Reflexiones sobre la Geometría en General. Del espíritu geométrico y del arte de persuadir” en Blaise Pascal: Obras, Madrid, Alfaguara, 1983. 13 En la novel concepción científica desarrollada en el siglo XVII, el conocimiento geométrico proporcionaba un vasto patrón de certeza absoluta, con respecto al cual debían ser juzgadas todas las otras pretensiones de conocimiento. Véase a Stephen Toulmin: Return to Reason, London, Harvard University Press, 2001. 14 Carlos Goñi: Breve historia de la filosofía, Madrid, Colección Albatros, 2010, p. 145 15 Para ello estableció un sistema de fronteras militares fortificadas integradas entre sí que protegían a la nación de la invasión y que servían de base de operaciones desde las cuales las tropas francesas podían invadir a países vecinos como
Desde finales del siglo XVII el método racionalista preconizado por Locke en
Inglaterra, Descartes en Francia y Justus Lipsius en Holanda, había comenzado formar parte
del arte de la guerra. Vauban había comenzado a establecer el hilo conductor entre las
razones de orden político que llevan a los estados a hacer la guerra y la forma de conducirla
para lograr los objetivos del soberano absoluto.16La principal herencia de Vauban fue el
corpus cognoscitivo que favoreció el desarrollo y organización delos cuerpos de ingenieros
militares y de puentes y calzadas, delos cuales se establecieron progresivamente una serie de
claustros académicos como l'École des ponts et chausséescreada en 1747; l'Écoleroyale du
génie de Mézièresfundada en 1748; luego, en 1756 se instituyó, en La Fère, l´École des élèves
du corps de l´Artillerie; y en 1765, en París, l´Écolepour les élèvesingenieurs de la Marine y
l´École des Mines, establecida también en la metrópoli gala en 1783. Con la conquista del
poder político por parte de la Revolución Francesa de 1789, las universidades del Antiguo
Régimen fueron cerradas y el sistema educativo francés fue completamente reorganizado;
Nicolas de Condorcet redactó los planes para una enseñanza universal, la educación superior
dejó de ser un privilegio para los nobles y el régimen republicano se esforzó en eliminar las
barreras de acceso a los estudios universitarios.17
La Convención Nacional fijó entre sus metas a la instrucción pública la capacitación
para resolver problemas militares y dificultades relativas a la organización de la sociedad
nacida de la Revolución. Es entonces cuando la misma Convención creó diversas escuelas e
instituciones que llenasen el vacío dejado por las suprimidas del Ancien Régime, el Comité
Central de Salvación Pública se esforzó en acelerar los trabajos estatales bajo el idealismo
social y la concepción de “República de la virtud”. Y en este marco Gaspard Monge y Lazare
Carnot organizaron la Écolecentrale des travauxpublics,18y a partir de aquel núcleo educativo
se creó en 1794la Écolepolytechnique19, cuya base de enseñanza la constituían la geometría
descriptiva y mecánica; el newtonianismo aplicado con recursos como la matemática y la
España. Véase a Claude Dufresnes: “Le bonheurestdans le précarré, dans Vauban, l´homme de l´année”, en: Historia Thématique, No 106, mars-avril 2007, pp.40-41. 16 Fernando Falcón: “La relación entre guerra y política en la Primera República Venezolana (1810-1812)”, en: Revista Politeia, N°28, Instituto de Estudios Políticos Universidad Central de Venezuela, 2002, p.62. 17 C. Kinzler: Condorcet. L'instructionpubliqueet la naissance du citoyen, París, Folio-Minerve, 1987. 18 Ivor Grattant-Guinness: “The ÉcolePolytechnique, 1794-1850: Differences over Educational Purpose and Teaching Practice”, en: The American Mathematical Monthly, Vol. 112, No. 3, (Mar. 2005), pp. 233-250. 19 Para ampliar el tema del origen de la academia referirse a la obra de A. Fourcy: Histoire de l'Écolepolytechnique, París, Chezl´auteur, 1828.
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mecánica para resolver los problemas de la física, la ingeniería y el maquinismo que
apuntalaban la consolidación de la Revolución.20
La ÉcolePolytechnique se ideó como una plataforma capaz de influir en el desarrollo
tecnológico en la era de la razón industrial; para la revolución francesa la educación era un
motor social basado en la garantía del orden como principio del progreso y en la búsqueda
de un consenso general cimentado en la eficiencia social y económica; la Politécnica se erigió
sobre tres ejes vertebradores: una ideología sansimoniana asociada al industrialismo y al
espíritu fáustico del hombre posrevolucionario; la aplicabilidad de un enfoque científic
ouniversal (cientificismo);y las matemáticas como instrumento generalizable a todo el orden
material y espiritual del hombre.21 Napoleón Bonaparte consideró en 1804, dotar a la Escuela
Politécnica de un estatus militar, así como crear una divisa para la institución: Pour la Patrie,
les Sciences et la Gloire, elementos sustantivos de un lema que pone de manifiesto la
naturaleza sincrética de la ÉcolePolytechnique: el contexto histórico y geográfico en el que
fue fundada, el papel civiliatorio y socializador de la ciencia y del conocimiento científico, y
el espíritu fáustico y positivo que acompañó a esta etapa del pensamiento francés.22
La ley del 1ro de mayo de 1802, estableció la fundación de la EcoleSpécialeMilitaire,
que inició actividades bajo la dirección del general Jacques Bellavène, en el castillo de
Fontainebleauy posteriormente en Saint Cyr. Los egresados eran designados directamente
por el Emperador; así lo muestra la orden dirigida al Mariscal Berthier:
Tengo un ejército de sesenta y ocho regimientos de infantería y sesenta y dos de caballería, lo que hacen ciento treinta regimientos. Mi intención es que se adjunte a cada uno de estos regimientos un estudiante de la escuela militar de Fontainebleau, por lo que se emplean a ciento treinta (…) Los que sean designados a los regimientos de caballería se quedarán un mes en el depósito de Potsdam, donde van a ser muy útiles al general Bourcier, porque son todos jóvenes inteligentes.23
20 Podemos ampliar el tema con los trabajos de Carl B. Boyer: “Mathematicians of the French Revolution”, en: ScriptaMathematica, N°25, 1960, pp. 11-31; Alberto Campos: “Matemáticos durante la revolución francesa (1789-1799)”, en: Revista de la Universidad Nacional; N° 21, 1989, pp. 32-37. 21 Francisco J. Cortés: La ÉcolePolytechnique y la bifurcación ideológica en Occidente, Almería, Universidad de Almería, 2006, p. 52. 22 Francisco Joaquín Cortés García: Economía y sociedad en la era del hombre fáustico. La ÉcolePolytechnique y la economía política, Almería, Editorial Universidad de Almería, 2009, p. 106 23NapoléonauMaréchalBerthier, Dépôt de la guerre, Berlin, 17 novembre 1806, en: Correspondance de NapoleonIer, publiee par ordre de l'EmpereurNapoleon III, París, ImprimerieImperiale, 1863, Tome XIII, p. 673.
Además, serían escogidos jóvenes para servir como ordenanzas de Mariscales y actuar
en el Estado Mayor General. En las últimas campañas napoleónicas la Escuela Politécnica
cosechó las ventajas de una institución que había estado bajo su cuidado; y “…Bertrand, Dode,
Duponthon, Haxo, Rogniat, Fleury, Valazé, Gourgaud, Chamberry y una multitud de otros
distinguidos generales, llenaron plenamente las alabanzas que el emperador prodigaba su
pouletauxoeufsd'or, gallina de los huevos de oro.24
Sin embargo, gran parte de la oficialidad de la grande armée no eran egresados de las
escuelas de formación. Napoleón Bonaparte siguió el ideal republicano de promover a sus
hombres por actos de valor o por méritos en el servicio. En 1805, alrededor de la mitad del
cuerpo de oficiales venían del servicio en sus filas, para integrar dicha oficialidad, Bonaparte
utilizó los intervalos de paz; los oficiales y suboficiales de los batallones se reunían dos veces
a la semana con los ayudantes de regimiento para repasar la táctica de sus unidades. Entre
1804 y 1805, el Armée des côtes de l'Océan estacionado en el campo de Boulogne, cumplía los
lineamientos de Bonaparte de destinar dos días a la semana para la instrucción de batallón y
práctica de tiro, tres días para ejercicios de división, un día para maniobras de cuerpo y cada
quince días, el emperador en persona conducía una gran maniobra que implicaba el uso de
varios cuerpos.25
El pensamiento militar ilustrado en Francia y su modelo educativo castrense tuvo una
profunda repercusión en el mundo occidental. Los cuerpos de ingenieros galos gozaban de
gran prestigio en sus servicios a la monarquía francesa que se remontaban a más de cien
años.26 En la aurora del siglo XVIII se introdujo en España el modelo monárquico de Estado
francés en el que se promovía la mejora de las infraestructuras, el comercio, y las ciencias
aplicadas. Uno de los cimientos en los que se apoyaban estos cambios consistía en la creación
y desarrollo del Cuerpo de Ingenieros Militares, que tomo impulso desde el inicio de la guerra
de Sucesión, en la que Felipe V tuvo para su pretendida modernización del país el apoyo del
rey francés Luis XIV, de manera que los ingenieros militares franceses participaron en la
formación y apoyo que requería la monarquía borbónica.27
24Henry Wager Halleck: Elements of Military Art and Science, New York, D. Appleton & Company, 1861, p.385. 25 Steven T. Ross: From Flintlock to Rifle: Infantry Tactics, 1740-1866, London, Frank Cass, 1996,p.91 26 Anne Blanchard: “Les ingénieurs du Roy de Louis XIV à Louis XVI”, Montpellier, Collection du Centre d'histoiremilitaire et d'études de défensenationale, N° 9, 1979. 27 Manuel Novoa: “La obra pública de los ingenieros militares”, en: Alicia Cámara Muñoz: Los ingenieros militares de la monarquía hispánica en los siglos XVII y XVIII, Madrid, Ministerio de la Defensa, 2005, p.191
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Desde el año 1710, los ingenieros españoles dispusieron de un cuadro castrense
organizado, y en 1720 de una institución universitaria en Barcelona: la Real Academia Militar
de Matemáticas. 28 Esta supuso una notable innovación en el panorama de la ingeniería
europea, ya que hasta el momento la mayoría de los ingenieros militares se formaban en
campaña por medio de la práctica. 29 En 1716 aparece el texto de consulta Traité de la
construction et des principauxusages des instruments de Mathematique 30 del ingeniero y
cosmógrafo francés Nicolás Bion, que formó parte de la bibliografía académica de la Real
Academia de Matemáticas que funcionó en Barcelona durante el siglo XVIII. En su tratado de
construcción Bion pretendió abarcar un extenso conjunto de instrumentos, dando un énfasis
particular a los que se empleaban en las labores de topografía.
El primer reglamento propiamente dicho de la Real Academia de Matemáticas de
Barcelona data del año 1739 con la aparición de la ordenanza de instrucción para la
enseñanza de la matemática,31 ésta, se habría sancionado a partir de un proyecto presentado
por Pedro de Locuze en 1737.32 El objetivo propuesto por la monarquía en la creación de la
academia se lee en el preámbulo del reglamento, dirigido a establecer no solo aquella sino
otras varias academias, para la nobleza y juventud, “…principalmente los que sirven en la
milicia, tengan donde instruirse de una ciencia inseparable de ellos con la forma y regularidad
que conviene, no solo en lo que corresponde á un buen Oficial, sino también para que
adornado con las demás partes matemáticas de que necesita para ser admitido en los Cuerpos
de ingenieros y artillería...”33
En la ordenanza se designaba al cuerpo académico de la institución: Director General,
dos ayudantes y otro director de dibujo; incluso dotaba al claustro de un conjunto importante
28 La Real Academia de Matemáticas de Barcelona fue fundada en virtud de un real despacho del rey Felipe V, el 22 de enero de 1700, en octubre de 1705, cuando tuvo que ser cerrada a raíz de la caída de Barcelona en poder de las tropas aliadas que apoyaban al archiduque Carlos, reabierta en 1720 bajo la dirección del ingeniero militar de origen italiano Mateo Calabro, reemplazado por Pedro de Locuze en 1738, Miguel Sánchez Taramas en 1779 y Félix de Arriete en 1793. Véase a Jorge Galindo Díaz: “La enseñanza de la perspectiva como parte de la fortificación en el siglo XVIII el caso de la Real Academia de Matemáticas de Barcelona”, en: Varia Historia, Belo Horizonte, vol. 24, Nº 40, jul/dez 2008, p. 470. 29 Véase el capítulo “Los precedentes ilustrados” en: Marc Ferri Ramírez: El ejército de la paz: Los ingenieros de caminos en la instauración del liberalismo en España (1833-1868), Valencia, Universitat de València, 2015. 30 Nicolás Bion: Traité de la construction et des principauxusages des instruments de Mathematique, París, Chez Jombert, 1709. 31Reales Ordenanzas e Instrucción de 22 de julio de 1739 para la Enseñanza de las Matemáticas en la Real, y Militar Academia que se ha establecido en Barcelona, Barcelona, Francisco Suria, 1739. 32Ramón Gutierrez: Arquitectura y fortificación. De la ilustración a la independencia americana, Madrid. Ed. Tuero, 1993. 33Resumen histórico del arma de ingenieros en general, y de su organización en España, por un antiguo Oficial del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que desempeña hoy un alto cargo en otra carrera, Madrid, Imprenta Nacional, 1846, pp. 117-118.
de instrumentos didácticos y científicos: dos globos, una esfera, un semicírculo, brújulas, un
nivel, etc. En su corpus reglamentario se establecía el contenido de los cursos a impartir, y
reglaba su duración y contenido, fijaba en cuarenta el número máximo de alumnos, establecía
los requisitos de buena conducta y nobleza para su admisión.
La ordenanza precisaba una serie de contenidos académicos: en el primer curso se
repasaban la aritmética, la geometría euclidiana y la práctica, como complemento se impartía
clases de descripción del mundo y mecánica celeste; en el segundo curso fortificación
moderna, normas en el ataque y defensa de plazas, modo de acampar y atrincherarse,
ventajas y defectos de los terrenos, así como líneas y ángulos empleados en el trazado de los
recintos; en el tercer curso se dictaban nociones de máquinas, gravedad, movimiento,
celeridad, equilibrio de los cuerpos, hidráulica y arquitectura civil; finalmente en el cuarto
curso se enseñaba el dibujo con principios del trazado, manejo de colores, signos
convencionales y aplicación de elementos decorativos; además se impartían principios
relativos al presupuesto y gasto de las obras de fortificación.34
El pensamiento militar francés y la variante teórico-militar en España tuvieron una
amplia resonancia en sus territorios ultramarinos de la América Meridional. En la Capitanía
General de Venezuela, los claustros militares de enseñanza tienen su manifestación
primigenia en la Academia de Geometría y Fortificación de Caracas a cargo del teniente
coronel Nicolás de Castro entre 1760 y 1768, la Academia tuvo como sede la casa de Castro
para los oficiales y cadetes de su batallón, 35 bajo la enseñanza de su texto titulado
Fortificación regular.36 Contemporánea a la institución de Castro, el Capitán de artillería
Manuel Centurión Guerrero inició en la Guayra una Academia Matemática “…para la
instrucción de la juventud, así militar como política..”37,donde impartió clases acorde con su
tratado Ciencia de Militares que contiene “…principios de geometría, para la perfecta
inteligencia de la fortificación…” 38 en la portada de la obra del capitán Centurión se
34Reales Ordenanzas e Instrucción de 22 de julio de 1739…pp.24-37. 35 Archivo General de Indias, Caracas, Legajo 865, Madrid, 16 de julio de 1761. 36 Nicolás de Castro: Fortificación regular (manuscrito de1762), Caracas, Imprenta Nacional, 1950. 37 Archivo General de Indias, Caracas, Madrid, 30 de julio de 1761. 38 D. Manuel Centurión Guerrero de Torres: Ciencia de Militares, Cádiz, Manuel Espinoza Impresor real de Marina, 1757.
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especificaba que su trabajo se basó en el tratado que dio a luz el maestro de los infantes de
Francia, Guillaume Le Blond.39
El 29 de abril de 1790, Juan Agustín de la Torre, Rector de la Real y Pontificia
Universidad de Caracas presentó al claustro universitario su Discurso Económico donde
planteó la necesidad de establecer una cátedra de matemáticas para contribuir a superar el
atraso agrícola e industrial en que se encontraban estas provincias. El Dr. De la Torre expresó
en su disertación que “…ninguna nación ha hecho progresos de consecuencias por las armas,
por las artes, agricultura y comercio, hasta que se ha entregado al indispensable cultivo de la
ciencia como fuente original y radical fundamento del acierto al que aspiran los hombres para
el buen éxito de sus racionales ideas”.40
A finales del siglo XVIII, la milicia provincial de Cumaná recibía instrucción en la
Academia Militar y ejercicio de las armas establecida en la ciudad de Barcelona, bajo la
dirección del coronel Sebastián de Blesa, y a la cual asistieron José María Arguindegui, Pedro
María Freites y los hermanos Anzoátegui.41 En los días aurorales del siglo XIX funcionaba una
Escuela de Ingeniería Militar, establecida en la ciudad de Cumaná bajo la dirección del coronel
de ingenieros Juan de Pires y Correa, y a la que asistió el futuro Mariscal Antonio José de
Sucre. En el año de 1808 se instituía en la capital de la Capitanía General una organización
homóloga regentada por el coronel de ingenieros Tomás Mires,42los cadetes de la escuela de
Mires se iniciaban en los rudimentos de aritmética, álgebra, geometría, topografía y
construcciones civiles, dibujo lineal y topográfico; es necesaria la mención de la asistencia a
dicha escuela de los futuros oficiales republicanos Judas Tadeo Piñango, Francisco Avendaño,
José Agustín Loynaz y los hermanos Tirado entre otros.
Hasta el momento hemos apreciado que el contenido de la formación científico-militar
francesa y su variante española tuvo un impacto decisivo en quienes se erigieron como
líderes del proyecto político-militar republicano tanto en Venezuela como la Nueva Granada,
39Guillaume Le Blond fue profesor de matemáticas en para los infantes de Francia en 1756. Véase su obra: elemens de Fortification, París, Libraire du Roy pourl´artillerie& le Génie, 1739. 40 El subrayado es mío. Agustín de la Torre: “Discurso Económico: Amor a las letras en relación con la agricultura y comercio”, reproducido en Ildefonso Leal: Nuevas Crónicas de Historia de Venezuela, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1985, Tomo I, pp. 229-241. 41 Miguel J. Romero: La Primera Patria en Barcelona, Caracas, Tip. Guttenberg, 1895, pp. 37-58. 42 General de Brigada Martín García Villasmil: Escuela para Formación de Oficiales…pp. 19-22.
pero el caso más resaltante está representado en la figura del general Simón Bolívar, quien
plasmó en una serie de documentos su inclinación por las matemáticas en el orden educativo
y militar. En intercambio epistolar con Francisco de Paula Santander recordaba a Simón
Rodríguez; como maestro de primeras letras, y geografía; al sabio Andrés Bello que puso para
él una academia de matemáticas y su finalización de estudios formales en Europa en la Real
academia de San Fernando, órgano del reformismo ilustrado amparado por hombres como
Floridablanca y Aranda.43
Educar a jóvenes ilustrados y a quienes han tenido por escuela una guerrilla
En los inicios del esfuerzo de ruptura política y militar del reino español; la idea de
creación de una Academia Militar formó parte de los recursos propuestos por la Junta de
Guerra a la Suprema Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII.44 Para ello, se
elaboró una organización para la defensa de la Provincia de Caracas45 donde se estipuló la
difusión de la instrucción militar como uno de los paliativos a la carga de contribuir a la
defensa del Estado. En relación a las plazas de la reciente estructura castrense, las vacantes
de cuadros de mando debían ser llenadas con oficiales, cadetes y sargentos de los tres
batallones permanentes así como los ayudantes de los cuerpos de Milicias; los cadetes que se
estaban formando en los cuerpos existentes debían mantenerse en Caracas, estudiar un curso
de matemáticas y conocimientos pertenecientes a la carrera militar, el proyecto debía
concretarse con la instauración de “…una academia militar bajo la dirección de un oficial de
ingenieros en quien se reúnan todas las circunstancias para ser director y maestro de este
útil establecimiento…” 46 En dicha academia se formarían los oficiales de los cuerpos de
ejército, y los jefes de estos asumirían a sus oficiales y sargentos en la adquisición de los
conocimientos necesarios en su carrera.47
43 Carta de Simón Bolívar para el General Francisco de Paula Santander, fechada en Arequipa el 20 de mayo de 1825. En: Simón Bolívar: Obras Completas, La Habana, E. Lex, Volumen II, pp. 134-137. 44 Las tendencias que marcaron el modelo defensivo a partir de 1810, ha sido extensamente analizado en el capítulo “El pensamiento militar de la Independencia Venezolana” en: Fernando Falcón: El cadete de los Valles de Aragua. El pensamiento político y militar de la Ilustración y los conceptos de guerra y política en Simón Bolívar, 1797-1814, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 2006, pp. 110-124. 45 “Organización Militar para la defensa y seguridad de la Provincia de Caracas” En: Las Fuerzas Armadas de Venezuela en el siglo XIX (Textos para su estudio), Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, Tomo I, 1970, p. 19. 46 Ídem. 47 Ídem.
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De acuerdo a la forma política federal, la Junta de Caracas recomendaba la adopción
del plan militar en todo el Departamento de Venezuela (con modificaciones para cada
provincia). Dentro del cúmulo de propuestas aceptadas por los juntistas de Caracas, salió a la
luz la disposición del Secretario de Marina y Guerra Lino de Clemente, de creación de la
Academia Militar de Matemáticas cuya fecha de apertura fue fijada para el 3 de Septiembre
de 1810, ello atendía a la “…absoluta escacez (sic) que hay en estas Provincias de sujetos
inteligentes en las ciencias exactas, no sólo para el mejor estado de Oficiales de su Ejército,
sino también para proporcionar a la juventud aplicada los medios de ser útiles al Estado en
cualquier carrera que emprendan…”48. Para formar parte del claustro académico, el aspirante
debía solicitar permiso a la junta, “por medio de Jefes y paisanos”, y por intermediación del
oficial que regentó aquella institución: el Director subinspector del Real Cuerpo de
Ingenieros Francisco Jacot y Arroyo.49
Este primer esfuerzo de fundación de Academia Militar no garantizó cuadros de
mando preparados en el arte de la guerra. La falta de un cuerpo de oficiales educado en la
teoría militar se patentó en el primer “ensayo de las armas americanas”, cuyo epítome se
materializó en el bautizo de fuego de la Campaña contra la Provincia de Coro; preámbulo de
una fuerza militar de tropa “bisoña y mal armada” bajo el comando de un “inexperto soldado”
y una artillería que “no era de batir”; con paupérrimas condicionantes logísticas, “…era
evidente la pérdida de aquella mal organizada muchedumbre.”50 De manera que no eran
únicamente los problemas apremiantes de logística, el Ejército de Occidente conducido por
el general Francisco Rodríguez del Toro no contó con comandantes capacitados para dirigirlo
en batalla.51
La evidencia documental hasta ahora estudiada sugiere que la Academia Militar de
Matemáticas no inició su actividad castrense durante el año de 1811; los avatares de la guerra
48La Gazeta de Caracas del 8 de setiembre de 1810, Nº 116 49 El establecimiento de la Academia Militar de Matemáticas, otorgó inicialmente su dirección a Sebastián Andrés, en las bóvedas de Puerto Cabello por condena del gobierno español; a “…cuyo destino renunció por no tomar parte en un gobierno que marchaba contra los intereses de su patria la España…” José de Austria: Bosquejo de la historia militar de Venezuela en la guerra de su independencia, Caracas, Imprenta de Carreño Hermanos, Tomo I, p. 7 50 Rafael María Baralt: Ramón Díaz Sánchez: Resumen de la historia de Venezuela desde el año de 1797 hasta el de 1830, París, H. Fournier y Cía, Parte 2, Volumen I, 1841, p. 49 51 Véase el análisis militar de julio Febres Cordero: El primer ejército Republicano y la campaña de Coro, Caracas, Ediciones de la Contraloría, 1973.
podrían explicar aquel hecho. En la Gazeta de Caracas, del martes 31 de diciembre de ese año
se lee la participación: “De orden del Supremo Poder Executivo, se dará principio, en 7 de
enero del año próximo venidero de 1812, á una Academia Militar de Matemáticas para los
jóvenes Ciudadanos Militares y Paisanos de la Federación de Venezuela, que quieran
dedicarse á ciencia tan util, bajo las precisas reglas establecidas en un Reglamento particular
al intento...” 52 Es necesario considerar que la falta de voluntad política en la formación
científico-militar formó parte delas causas del descalabro en la defensa común y general de
los Estados Confederados de Venezuela en 1812.
La exposición dirigida al Congreso de la Nueva Granada por el coronel Simón Bolívar
arroja otros indicios del fracaso de la instrucción castrense; el caraqueño responsabilizó de
la caída de toda la Confederación de Venezuela, a errores políticos cometidos por el Gobierno,
como los de no “disciplinar”53 tropas veteranas suficientes que protegiesen la confederación
de posibles invasiones, debido al mal manejo de las rentas públicas en “objetos de frivolidad”,
cuando debieron “emplearse en preparativos de guerra”.54 Con la caída de la Confederación
y los fracasos de los proyectos políticos que le siguieron, la instrucción de la oficialidad se
centró en la experiencia en combate de Petite Guerre (pequeña guerra o guerrilla).55
Ya hemos advertido que la Academia Militar de Matemáticas tuvo un ilusorio impacto
en aportar oficiales con conocimientos específicos en el arte de la guerra y servir al proyecto
republicano separatista. Aquel proyecto sufrió una innovación posterior en el empeño de los
“gefes y oficiales” republicanos en la enseñanza de métodos de combate de pequeñas
unidades entre los años de 1815 y 1816.56 Esto se debía a que la oficialidad del Ejército
Libertador no podía igualar a las unidades de la “expedición pacificadora” bajo el mando del
52 “Academia Militar comienzo de actividades” En: Las fuerzas armadas de Venezuela en el siglo XIX: La independencia, 1810-1830, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, Tomo I, 1963, p. 124. 53 Disciplinar: Instruir, enseñar al recluta el paso, el manejo del arma, las evoluciones &c., y sobre todo las ordenanzas y leyes penales. Véase a Federico Moretti: Diccionario Militar Español Francés, Madrid, Imprenta Real, 1828, p.141 54Simón Bolívar: Obras Completas…Vol. II, p.996. 55 Recordemos que Bolívar se refería a su tropa de los llanos como hombres“…que no han tenido más escuela que la de una guerrilla…” Carta de Simón Bolívar a Anacleto Clemente, Lima, 29 de mayo de 1826, en: Vicente Lecuna (Comp.): Cartas del libertador, Banco de Venezuela, Caracas, 1967, Tomo V, p. 126. 56 En los apuntes históricos que por orden de Bolívar escribió el Mariscal Sucre se destaca el hecho curioso del aislamiento “…en que estaban las guerrillas patriotas era tal y tan completo, que, durante muchos meses, no tenían noticias unos de otros, sosteniendo sus armas cada cual para la libertad de su pueblo ó su provincia.” Felipe Larrazabal: Correspondencia general del libertador Simón Bolívar: enriquecida con la inserción de los manifiestos, mensages, exposiciones, proclamas, &,&, New York, Imprenta de Eduardo Jenkins, Tomo I, p. 444.
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Mariscal Pablo Morillo y su despliegue en el campo de batalla57, el general José Antonio Paéz
en su autobiografía apuntó como el sistema de guerrillas era el que debía adoptarse “…contra
un ejército invasor en países como los nuestros donde sobra terreno y falta población…”58,
según Páez, con este “género de táctica” alcanzaron grandes ventajas al no poseer un ejército
numeroso y bien organizado, 59 de modo que el trance de articular unidades mayores a
magnitud compañía, implicaba el esmero en la instrucción de guerrilla.
Llegados a este punto, resaltemos dos aspectos: la legalización de los oficiales sin
nombramiento60 que se encontraban en las “…partidas de guerrilla que sostienen la causa de
la libertad en el interior de Venezuela…”61, y de seguidas el entrenamiento de oficiales en
pequeñas unidades; sobresale en este sentido la misión dada al Comandante del Batallón de
Cazadores Justo Briceño, de disciplinar a sus hombres “con el mayor tesón y esmero…”62en
la idea de que “…ni el valor, ni la táctica, ni el número de enemigos son obstáculos para los
venezolanos…”,63aunado al empeño de instrucción de aquellas unidades por Jefe Supremo
del Ejército que enviaba“…un cuaderno de táctica de Cazadores, para que lo haga copiar por
algún oficial que escriba bien…”64. Tengamos en cuenta que dicha ordenanza era esencial en
el entrenamiento para sorpresas; por lo difícil que era “…destruir a campo raso las columnas
57 El ejército que se reunió para la expedición estaba conformado por oficiales y tropas experimentadas en las batallas por la independencia de España. Pablo morillo participó en la batalla de Bailén; y la mayoría de los comandantes de unidades formaron parte de la guerra magna y entre ellos tenemos Miguel La Torre Pando, Mariano Rocafort, y Salvador Moxó. Véase a Rafael Sevilla: Memorias de un oficial del Ejército Español, Campañas contra Bolívar y los separatistas de América, Incunables, Bogotá, 1983. 58José Antonio Páez: Autobiografía, Nueva York, Imprenta de Haley, Volumen I, 1867, p.101 59 Ídem. 60Relató Perú de Lacroix que en los primeros años de la Independencia, Bolívar afirmó que: “…A nadie se podía recompensar con dinero, porque no había; sólo se podían dar grados militares para estimular el entusiasmo y premiarlas hazañas. Así es que hombres de todas castas se hallan hoy entre nuestros Generales, jefes y oficiales, y la mayor parte de ellos no tiene otro mérito sino el valor brutal, que ha sido tan útil a la República…” Luis Perú de Lacroix: Diario de Bucaramanga, París,Ollendorff, 1912, p.81. 61 Acta de Reconocimiento del Jefe Supremo de la República y de sus Ejércitos, Villa del Norte de la Isla de Margarita, 6 de Mayo de 1816, en: Simón Bolívar: Escritos del Libertador, Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, Tomo IX, p. 125 62 Comunicación de Bolívar dirigida al Comandante de Cazadores Justo Briceño, Carúpano 13 de junio de 1816, Simón Bolívar: Escritos del Libertador…Tomo IX, p. 209. 63 Comunicación de Bolívar al general Manuel Sedeño, fechada en Angostura el 30 de septiembre de 1817, Archivo General de la Nación (en adelante AGN): Archivo del Libertador, vol. 24, fols. 125v°-126. 64 Simón Bolívar: Escritos del Libertador…Tomo IX, p. 209.
enemigas…”65 siendo el minado de la moral monárquica y el hostigamiento de sus unidades
objetivo cardinal en la estrategia republicana.66
La situación adquirió un nuevo matiz con la ocupación de Guayana y la consolidación
del liderazgo político del general Bolívar, hecho que le concedió una vía expedita para la
instauración de las instituciones que formaron el Consejo Provisional de Estado erigido en
Angostura a finales de 1817 67 . Con respecto a la educación castrense se establecieron
lineamientos de instrucción en las órdenes y diarios de operaciones; período en el que
Bolívar colocó su voluntad política en cimentar un entramado acorde a su concepción
educativa donde la respuesta a los problemas militares se dilucidaba en la aplicación de las
matemáticas68, y en la formación y promoción de oficiales por valor y mérito, concepción muy
afín al pensamiento militar francés que se imponía a principios del siglo XIX.
El propósito de entrenar y disciplinar los cuadros de mando permitió a los oficiales
extranjeros ocupar puestos de responsabilidad de instrucción en el Ejército Libertador, tal
vez uno de los más importantes fue la presencia del coronel de artillería irlandés Robert
Gillmore, quien arribó al territorio venezolano en 1818, como plaza de las unidades de la
llamada Legión Británica,69 y designado Ayudante General del Estado Mayor General. Otro
caso digno de mención fue la reminiscencia del teniente Richard Longeville Vowell, quien
dejó en sus recuerdos el relato de la inspección que Bolívar hizo a su campo, y la posterior
invitación ante su presencia donde comentaba “…su contento por ver al fin en su ejército a
europeos que podrían disciplinar a sus tropas y ayudar a los oficiales bisoños con su
instrucción y su ejemplo.”70
65 Oficio de Bolívar para el general de brigada José Tadeo Monagas, fechado en Angostura el 28 junio de 1818, AGN, Archivo del Libertador, vol. 103, fol. 98 vº. 100. 66 En catálogo de libros pertenecientes a bolívar se encontró el tratado: La petiteguerre, ouservice des troupeslégéres en champagne, del teniente general Thomás Grand Maison quien fijó doctrina de métodos de combate con fuerzas reducidas en 1756. 67 El Consejo Provisional de Estado decretado en Angostura el 30 de octubre de 1817, fundó las bases de la Administración Pública. Compuesto del Almirante, Jefe de Estado Mayor General, Comisario General del Ejército, Presidente y Ministros de la Alta Corte de Justicia, Presidente y Ministros del Tribunal de secuestros, Secretarios del Despacho y del Gobernador Comandante general de la Provincia. En: general Daniel Florencio O'Leary: Memorias, Caracas, Ministerio de la Defensa, Tomo XV, 1982, p. 440. 68 En la advertencia al Secretario de Guerra en el Perú sobre el movimiento que debía organizar con la División bajo su mando ordenaba que “…sólo en el caso de una seguridad matemática del triunfo cree S.E. que debe darse un combate…” Véase el Oficio De José Gabriel Pérez para el Secretario de Guerra del Perú, Guayaquil el 25 de mayo de 1823. En AGN, Daniel Florencio O’Leary: Tomo20, folios 40-42. 69 Véase el aporte científico: “Observaciones sobre el fusil y aviso sobre su adelantamiento”, en: Las Fuerzas Armadas en el Siglo XIX…Vol. 3, pp. 432-437. 70 Richard Longeville Vowell; William D. Mahoney: Campañas y cruceros, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1973, p. 40.
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Hasta este punto la evidencia documental confirma la enseñanza de una heterogénea
doctrina militar facilitada inicialmente por la instauración de distintas casas de estudio en las
provincias españolas; la forma de gobierno federal adoptada en la etapa temprana
republicana tanto en Venezuela como la Nueva Granada; el aprendizaje de combate en las
guerrillas 71 y de seguidas la introducción en los ejércitos republicanos de oficiales
extranjeros, lo que imprimió a la instrucción la ausencia de un vocabulario táctico común y
coordinación en el combate, así reflejaba este hecho las palabras del historiador José Manuel
Restrepo:
En algunas provincias se enseñaba la táctica francesa, en otras la inglesa o la española. Ningún movimiento militar se hacía con la rapidez, secreto y unidad que necesitaba la guerra, siendo así que los jefes realistas obraban con estas ventajas. De aquí provino la facilidad con que Quito y Venezuela fueron subyugadas el año anterior, suerte que probablemente debía correr la Nueva Granada, si continuaba en el sistema, absurdo para las circunstancias, de las soberanías provinciales.72 La heterogeneidad de doctrina táctica tenía repercusiones operativas y de
organización; el coronel Mariano Montilla resaltaba al Jefe de Estado Mayor de su división, la
ocurrencia de “dudas” en la formación de tropas para su inspección y la colocación “…de los
cuerpos Rifles y la Legión Británica en que el jefe accidental de esta alega la costumbre de
formar a la derecha con preferencia a aquel que por su instituto de tropas ligeras debe
tenerla…”73, por lo que Montilla pedía que se le informase del método observado en dichas
formaciones en su desempeño como Jefe de Estado Mayor de aquella división a fin de resolver
el asunto con claridad.74
La solución a los problemas derivados de la diversidad de doctrina militar se
fundamentó en dos lineamientos esenciales para la fluidez y coordinación en el
entrenamiento; la primera prescripción implicaba colocar a oficiales venezolanos y
neogranadinos con experticia e instrucción militar reconocida, como segundos comandantes
71 En abril de 1816, José María del Castillo enviaba al Comandante Militar de Ubaté, Antonio Vélez “…cuatro ejemplares de la Instrucción de guerrillas del Rey de Prusia…” para que hiciese de ella el uso que estimase conveniente. Daniel Florencio O’Leary: Memorias, Tomo XIV, p. 504. 72José Manuel Restrepo: Historia de la Revolución de la República de Colombia en la América Meridional, Besanzon, Imprenta de M. Jacquin, VolI, p. 210. 73Carta del coronel Mariano Montilla al coronel Antonio José de Sucre, Maturín 10 de octubre de 1819, en: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Tomo XXII, N°87, Caracas, julio diciembre de 1939, p. 348. 74 Ídem.
en las unidades tácticas, sobre todo en las que se formaron sobre la marcha de los
acontecimientos; tal es el caso del capitán graduado Juan Astor quien fue designado para
desempeñar en comisión la sargentía mayor del batallón “Temible Orinoco”. Para aquel
…empleo y sobre todo en un batallón de nueva creación se necesitan conocimientos exactos en el manejo, economía, y gobierno de los cuerpos: conocimientos en la táctica, movimientos, maniobras y evoluciones, y que pueda enseñar y corregir las faltas de los demás oficiales. Menos conocimientos aún se requieren en el Comandante que en el Sargento Mayor que es el alma del batallón.75
Ello proporcionó la flexibilidad de educar a oficiales, sin apartarles del servicio en
medio del conflicto armado. El sistema de entrenamiento de oficiales y tropas que ejecutó
Bolívar al sur de la Provincia de Venezuela, lo llevó a desarrollar la confianza necesaria
durante la ejecución de la campaña en el territorio de La Nueva Granada; en su intercambio
epistolar recomendaba al general José Francisco Bermúdez tener presente que “…los
enemigos confían más en su disciplina que en su valor: que más confían en las sorpresas que
en los ataques regulares; y que ellos nos suponen incapaces de obrar según los principios de
la táctica. Piensan que no sabemos movernos, porque no sabemos evoluciones. Es preciso,
pues, que vean en el Ejército de Oriente lo que en el de Occidente, valor, táctica y disciplina.”76
Una segunda respuesta al problema del entrenamiento de los cuadros de mando se
basó en la práctica de procedimientos previos al combate mediante “academias de oficiales”;
concepto que rastreamos en la obra del brigadier Federico Moretti y Cascone donde se
establecía que la academia de oficiales era la reunión de todos los oficiales de un regimiento,
batallón o escuadrón, “…en casa del coronel, teniente coronel mayor ó comandante, con el fin
de instruirle en la parte teórica de la táctica…”77 esta asamblea78 servía “…para enterarse
toda la oficialidad de las evoluciones y maniobras que debe practicar el cuerpo sirviendo
como de repaso para que cada uno pueda desempeñar la parte que le corresponde con la
debida exactitud...”79 De manera que una de las prevenciones cardinales tomadas por los
republicanos para la consecución de las campañas militares en los territorios constitutivos
75El subrayado es mío. Oficio de Bolívar para el general de brigada José Tadeo Monagas, fechado en Angostura el 13 de octubre de 1818, AGN, Archivo del Libertador, vol. 103, fols. 106-106 v°. 76 Oficio de Bolívar para el general Bermúdez, fechado en Guasdualito el 3 de junio de 1819, en Daniel Florencio O’Leary: Memorias, tomo XVI, págs. 388-389 77Federico Moretti: Diccionario Militar Español Francés, Madrid, Imprenta Real, 1828, pp.401-402 78 Reunión en un solo punto de varios cuerpos que estaban separados. 79 Ídem.
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de Colombia fue la de ejecutar academias de oficiales en plena movilización, tal como se
muestra en el siguiente párrafo.
En el año de 1819, a los cuadros del Ejército Libertador se sumaron las tropas de la
Nueva Granada del general Francisco de Paula Santander, en las órdenes generales de su
unidad establecía que los “…mayores de los cuerpos reunirán todas las noches sus
respectivos oficiales para que tengan dos horas de academia…”80 En la campaña de Carabobo,
el general Santiago Mariño ordenaba al mayor Pedro Celis dar instrucción diaria de academia
a los oficiales de la primera Brigada de La Guardia “…en el lugar y hora que juzgue más
aparente, y el corneta mayor del Anzoátegui de reunir los del Vencedor y uniformarlos en los
toques ingleses...”81; y desde San Carlos dictaminaba“…una academia de oficiales, a cargo de
los jefes respectivos a fin de uniformarlos en la instrucción y voces de la táctica, que deben
ser igual en todo el exército...”82En la Campaña de Ayacucho, la Orden General registraba el
disgusto del general Bolívar por la poca regularidad en los mandos por el abandono y la falta
de interés de los jefes y oficiales y el desconocimiento del deber de la clase subalterna, por lo
tanto se insertó en la orden general la prevención que:
Cada comandante de cuerpo o de regimiento establecerá su academia particular de oficiales a la hora que tengan a bien, en la cual se enseñará la Ordenanza General y la táctica de las respectivas armas. Estas academias serán visitadas por el Jefe del Estado Mayor General o por el que destine S.E. particularmente, siempre que pueda verificarlo, para que se dé cuenta a S.E. del exacto cumplimiento de esta orden.83
Hasta el momento observamos que la mitología de la prolepsis84 aparece con claridad
en la definición de Academia de Oficiales aportada por el general Martín García Villasmil
quien trató de reconstruir el concepto a partir de un claustro académico o recinto
universitario para que adquiriese sentido como proyecto inacabado. Siendo verificable que
80Orden general del 13 de febrero de 1819, en: Diarios de campaña, libro de órdenes, y reglamentos militares 1818-1834, Edición Facsímil Publicada por el Banco Cafetero, Bogotá, Arco, 1969. 81 Orden del día 21 de marzo de 1821, en: Coronel Arturo Santana: La Campaña de Carabobo (1821) Relación histórica militar, Caracas, Litografía del Comercio, 1921, p.317. 82Orden del día 13 de junio de 1821, en: Coronel Arturo Santana: La Campaña de Carabobo…, p.340. 83 Orden General N° 165, para el 10 de abril de 1823, en: Registro de Ordenes Generales del Ejército Unido Libertador en la Campaña de Ayacucho, Caracas, Ministerio de la Defensa, edición facsímil, 1977. 84 La mitología de la prolepsis es la que consiste en darle sentido a algunos elementos del texto clásico, o una acción, que no corresponden con el verdadero significado del pensamiento del autor. Véase la obra de Q. Skinner: The idea of negative liberty: philosophical and historical perspectives, Cambridge, Cambridge Universit Press, 1984.
se trataba de la reunión de oficiales para la instrucción, repaso y coordinación de las tareas
tácticas y su aplicación en el terreno de combate. Además, es importante el señalamiento que
dicha actividad no deja de ser una formalización del saber científico de la guerra para la
enseñanza de los oficiales.
El territorio del Virreinato de Nueva Granada se convertía en república y los esfuerzos
de conscripción en masa proporcionaron una cantidad considerable de tropas que formarían
parte del Ejército Libertador para ocupar Caracas en 1821, y en el Ejército que se enviaría
hacia los bastiones realistas en Quito. En la concepción republicana de promover al
ciudadano en armas por actos de valor y méritos en el servicio, Bolívar emprendió la tarea
de llenar los cuadros de la oficialidad promoviendo los sargentos y jóvenes ilustrados que
cumpliesen las competencias indispensables para la guerra terrestre; el 10 de octubre de
1819 ordenó una serie de instrucciones de inmediata ejecución, como la de enviar a las
provincias de Tunja, Socorro y Neiva jefes de instrucción para enseñar el manejo de armas a
los reclutas en los diferentes depósitos,85 y formar:
…en la capital de cada provincia una academia de veinte y cuatro jóvenes aspirantes y que reúnan las cualidades de leer, escribir, talento, persona, etc., con el objeto de que se instruyan en todas las obligaciones tocantes al servicio, libres de fatiga y con opción a ser oficiales, luego que tengan la ilustración necesaria. Sobre este particular entrará V.E. en todos los detalles precisos, en las instrucciones que dé para la creación de estas academias…86
El 7 de abril de 1820, desde su cuartel general en Pamplona, Bolívar firmó una
comunicación al Estado Mayor General para que lo hiciese trascender al Ejército; donde
establecía que las clases de sargentos en los ejércitos podían producir oficiales capaces de
llenar las plazas “con honor y ventaja en el servicio”; para que los jóvenes suboficiales
aspirantes lograsen adquirir práctica en la conducción de compañía y en el servicio de
cuartel, decretó que
…todos los aspirantes harán necesariamente su carrera por la clase de Cabos y Sargentos, sin que pueda relevarlos de este requisito, recomendación ni circunstancia alguna…Ningún aspirante podrá ser propuesto para Subteniente antes de haber servido por lo menos seis meses en la clase de Sargento…mientras hiciesen el servicio como Soldados, Cabos y Sargentos, serán tratados como jóvenes distinguidos, sin que por esto se entienda que gozan de privilegio especial.87
85 El depósito es el cuartel destinado a los soldados transeúntes…Federico Moretti: Diccionario Militar Español Francés, Madrid, Imprenta Real, 1828, p.132 86 Daniel Florencio O’Leary: Memorias…Tomo XVI, pp. 489,490. 87Simón Bolívar: Decretos del Libertador, Bogotá, Imprenta Nacional, Vol. I, 1961, pp. 189-190.
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En cumplimiento de la orden emanada, en el albor del año 1820 se registraron
academias de corta duración como la de Bogotá o la de Honda, bajo la dirección del
gobernador político Mantilla.88
La propagación de las verdades matemáticas en nuestro naciente sistema político
Desde 1820 los proyectos de creación de establecimientos de formación de oficiales y
los claustros destinados al estudio científico de la guerra terrestre y en el mar germinaron en
todos los departamentos constitutivos de Colombia. En el caso del Departamento General de
Venezuela centraremos nuestra atención en dos proyectos que muestran un valioso capital
conceptual desde el punto de vista de la teoría militar y la pedagogía castrense.
Un sábado 3 de junio de 1820 salían a la calle La Muralla en la ciudad de Angostura
varios ejemplares del semanario “Correo del Orinoco”, en sus páginas interiores se lee un
artículo comunicado dirigido al señor redactor del impreso; el escrito firmado bajo el
seudónimo de “F.T.A.L”89 ofrece un importante sumario de cómo los oficiales republicanos
del Ejército Libertador concebían la educación profesional en el Arte de La Guerra. Siguiendo
el empeño de Bolívar por institucionalizar la instrucción pública, el oficial de estado mayor
afirmó que la instrucción pública, bien merecía un lugar distinguido en la gazeta y ofrecía al
Sr. Presidente un “…plan para una escuela Matemática y Militar que acompañase al Exército,
semejante á la que establecieron los Franceses en el campo de Bologne, cuando armada
contra la Europa toda la Francia no podía sostener a los alumnos de la Escuela Politechnica”90
88Archivo General de la Nación Colombia, Sección República, Guerra y Marina, Legajo 324, fol. 446 y ss. 89 El autor proporciona datos interesantes que nos podrían encaminar a dilucidar su identidad. Primeramente refiere que nació “…en una parte de América, que dejó de ser colonia de la Europa desde 1807, pero sin libertad, sin constitución nacional, sin gobierno representativo, continuaba gimiendo bajo el despotismo como antes de la emancipación…” (Dominicano) apunta además que fue capitán de artillería y ofreció sus servicios a Venezuela donde fue admitido con la misma graduación que tenía en su país natal, y destinado como facultativo al Estado Mayor General, en Apure confirmó la opinión que“…la Campaña de Venezuela, mas era de valor que de pericia militar, allí vi que la mayor fortificación que el mejor ramo militar era una lanza y un potro…” Correo del Orinoco N°65, Angostura, sábado, 3 de junio de 1820, Tomo III. 90Bourrienne afirmó que Napoleón en el campo de Boulogne convirtió la Escuela Politécnica en una academia puramente militar. “…Sabía que en ese santuario de alto estudio se alentaba un espíritu republicano; Y mientras yo estaba con él, me había dicho a menudo que era necesario que todas las escuelas, colegios y establecimientos para la instrucción pública, estuvieran sujetos a la disciplina militar…”M. de Bourrienne: Memoirs of Napoleon Bonaparte, London, printed for Scott, Webster and Geary, 1839, p.293.
Afirmaba el autor del plan que los oficiales facultativos91 eran necesarios en Colombia.
La naciente República además necesitaba de “exércitos de operación”, y de “fuerzas
estacionarias”, y tanto estas, como aquellos no podían ser y respetables, si les faltan
Ingenieros, y Artilleros bien instruidos. Los cuerpos de aquella clase no se formaban en pocos
días por lo que recomendaba reunir algunos jóvenes iniciados en “bellas letras”, apuntando
a estos estudiantes por su concepción enciclopédica y no restrictiva a lo literario, sino toda
expresión escrita, y aún más, toda actividad letrada que tuviese un fin edificante, que
apuntara a transformar los residuos de la mentalidad colonial en virtudes cívicas y en una
nueva conciencia nacional.92
Aquellos jóvenes que quisieran seguir la carrera de las armas, podían estudiar:
aritmética, geometría rectilínea y trigonometría hasta la resolución de los triángulos
rectángulos93, el oficial aseguraba que aquel cúmulo de conocimientos se podía aprender en
tres meses, después pasarían al estudio de la teoría militar con táctica elemental, que también
podía estudiarse en tres meses; el texto más resaltante lo tenemos en la “Fortificación
pasagera, reducida al método modernísimo de MrGuy de Vernom, Catedrático en la Escuela
Politechnica”94; vale la pena detallar tres aspectos significativos de aquel tratado militar:
primeramente la importancia en las fortificaciones permanentes y de campo; la teoría militar
basada en la aplicación del razonamiento geométrico a la topografía, no como reproducción
jominiana, sino como deducción del pensamiento ilustrado aplicado al arte de la guerra
mediante el conocimiento detallado del teatro de la guerra, a través del reconocimiento
militar; y finalmente, la insistencia en que el conocimiento de la guerra debía ser aprendido
mediante un estudio riguroso y no por una experiencia gobernada por el talento o genio
innato.95
91 Oficiales de los cuerpos de Estado Mayor, artillería, ingeniería y de marina. En: J. D´W. M.: Diccionario militar, Madrid, Imprenta de D. Luis Palacios, 1863. p.338. 92 Bernardo Subercaseaux: “Literatura y prensa de la Independencia, Independencia de la literatura”, en: Revista Chilena de Literatura, No. 77, Noviembre, 2010, pp. 157-180. 93 Es muy probable que el oficial tomase como referente el plan de estudios de la Academia Militar de Alcalá de Henáres que contemplaba: Aritmética, Algebra elemental, Geometría, Trigonometría rectilínea y teoría de sus aplicaciones, Geometría analítica, y Algebra trascendente. Véase el Reglamento adicional a la ordenanza del Real Cuerpo de Ingenieros para el Establecimiento Militar de Alcalá de Henares, Madrid, Imprenta Real, 1816, pp.11-13 94 Correo del Orinoco N°65, Angostura, sábado, 3 de junio de 1820, Tomo III. 95 M. Gay de Vernon: Traite elementaired'artmilitaire et de fortification: a l'usage des eleves de l'ecolepolytechnique, et des eleves des ecolesmilitaires, París, AllaisLibraire, 1805.
Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. José Raimundo Porras Pérez. Entre el claustro académico y la formación en combate… pp. 285-309.
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Según el capitán republicano, con tales conocimientos, en apenas seis meses se podía
educar un oficial que en campaña podía llamarse facultativo; “…pero, si reúne un poco de
conocimientos de Estática, y Dinámica, principios de Estrategia, como sean, reconocimiento,
rango de vista militar, posiciones, baterías, castramentación…” estudiadas en tres meses, se
podía graduar un ingeniero.96Para el facultativo del Estado Mayor un militar iniciado con
aquel plan comprendía el arte de la guerra y se formaba como un gran general en su gabinete;
“…y fácilmente concibe la ligazón de una campaña en el movimiento de diferentes cuerpos,
por diversos campos y a diferentes líneas a esto se llama líneas de operaciones, que nacen del
conocimiento Topográfico, y del talento, raras veces concedido de combinar…”97 El autor del
escrito aspiraba la gloria de ser el primero en la honrosa oferta de crear, disciplinar e instruir
aquella academia.
El general Carlos Soublette en el desempeño de sus funciones como Intendente
Superior del Departamento Venezuela emitió un decreto el 13 de marzo de 1822
comisionando a un selecto grupo de oficiales para que se estudiase el establecimiento de una
Academia Militar en la ciudad de Caracas. La comisión integrada por los Generales Juan Pablo
Ayala, Juan de Escalona, Francisco Avendaño, Ramón Ayala y el Coronel Eduardo Stopford,
de manera expedita, elaboraron el informe presentado el 12 de abril de 1822 bajo el epígrafe:
Consulta que hacen los Jefes comisionados al Gobierno sobre el establecimiento de una Escuela
Militar98, documento contentivo de una serie de planteamientos para dotar a Venezuela de
un claustro académico destinado a la educación militar y al estudio de las ciencias exactas.
El escrito redactado en la morada caraqueña del general Ayala y puesto en
consideración por la junta, es importante entenderlo en su concepción política y del arte
militar, donde resaltan como aspecto fundamental el plan de estudios que se dividía en dos
partes: la primera era la científica contraída al estudio de los tratados de matemáticas que
tienen conexión con el arte de la guerra y el siguiente segmento reducido a los conocimientos
militares necesarios para las grandes operaciones de los ejércitos, según los principios del
96 En la Real Academia de Alcalá de Henares se enseñaba fortificación permanente y pasagera, ataque y defensa de plazas, estrategia, reconocimientos militares, castramentación, artillería, geodesia, arquitectura, construcción de caminos y servicio de plaza. Reglamento adicional…, pp.15-17. 97 Correo del Orinoco N°65, Angostura, sábado, 3 de junio de 1820, Tomo III. 98“Proyecto para fundar en Caracas una Academia Militar” en: Las Fuerzas Armadas…Vol. 4, pp. 48-61
arte de la guerra. La junta propuso establecer una Academia Militar en la capital de cada uno
de los tres departamentos del Departamento General de Venezuela, en donde se estimaba
aplicar un módulo de materias matemáticas y de ingeniería militar semejante al de la Real
academia de Alcalá de Henares; proponiendo al señor Lanz que recién llegaba de París para
que extendiese sus conocimientos en las ciencias exactas en todo el territorio de Colombia, a
los hijos de los oficiales, viudas, los que habían quedado resultos de la guerra y amantes de
las ciencias exactas.99
El primer curso debía impartirse según las enseñanzas del matemático español Benito
Bails, quien hizo estudios en las universidades de Perpiñán y Toulouse; se frecuentó con
importantes figuras de la Ilustración francesa como D'Alembert, Condorcet y del despotismo
ilustrado español como el marqués de Campomanes y el conde de Aranda. Y desde el año de
1763, hasta su muerte fue catedrático en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,
claustro de formación del general Bolívar.100 La junta observó la necesidad de realización de
aquel proyecto que promovía la ilustración pública y de la que saldrían
…excelentes profesores que propagarán las luces y conocimientos en las ciencias exactas, de lo que resultará la perfección y adelantamiento en la agricultura, manufactura y en todas las artes, y resultaría también el mayor de todos los bienes de la felicidad pública…la propagación de las luces y verdades que enseñan las matemáticas es el mejor apoyo que puede tener nuestro naciente y justo sistema
político…101
La segunda parte del plan de estudios contemplaba la reunión de generales, jefes y
oficiales subalternos aplicados, para nombrar los que sirviesen de directores de dicha
Escuela Militar; los estudios deberían reducirse al manejo de la ordenanza general del
Ejército y demás ordenanzas particulares de los diversos cuerpos, como también las tácticas
particulares de cada arma. La junta de oficiales expresaba con claridad de metas que le
parecía irrealizable aquel proyecto y que debía “…dejarse para otros tiempos más felices y
tranquilos en que el gobierno no tenga otra atención que la de consolidar nuestro nuevo
sistema político…” y organizar el gobierno interior.
99 Ibídem, pp. 48-49. 100 En los libros de texto del joven Bolívar se encontraban tratados de matemáticas de Benito Bails. Véase a Manuel Pérez Vila: La formación intelectual del Libertador, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1979, p. 47. 101 “Proyecto para fundar en Caracas una Academia Militar” en: Las Fuerzas Armadas…Vol. 4, p. 52
Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. José Raimundo Porras Pérez. Entre el claustro académico y la formación en combate… pp. 285-309.
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Conclusiones
El pensamiento militar ilustrado en Francia utilizó ampliamente la aplicación de la
matemática moderna sobre la hipótesis de que la respuesta a la mayoría de los problemas
bélicos se encontraba en el uso de las matemáticas utilizadas en diseño de la artillería, la
fortificación y la táctica de empleo de las armas constitutivas de los ejércitos. Este espíritu
geométrico se trasladó a los claustros académicos que se erigieron en los albores del
dieciochesco. La tendencia teórico-militar y pedagógica española estuvo profundamente
impregnada por la concepción francesa y esta tendencia se trasladó a las posesiones
españolas de la América Meridional.
La consolidación del aparato militar del movimiento separatista en Venezuela
consideró inicialmente el establecimiento de una Academia Militar de Matemáticas que no
llegó a concretar sus funciones por los avatares de la guerra de independencia. Sin embargo
los altos niveles de mando del Ejército Libertador mantuvieron el entrenamiento de la
oficialidad bajo las diversas formas de guerra que debieron afrontar; la heterogeneidad del
conocimiento teórico militar y la falta de un vocabulario táctico común fue corregido
mediante las Academias de Oficiales que estaban referidos a un claustro académico, sino a
una reunión de oficiales en campaña. Una vez consolidadas políticas y territorialmente los
departamentos generales pertenecientes a Colombia se desarrollaron una serie de proyectos
de academias militares para la naciente república entre los años de 1820 a 1830, y que
reflejaron el espíritu geométrico y la visión republicana de la revolución francesa.