Entrada. Vienen con alegría, Señor , cantando vienen con alegría, Señor Los que caminan por la vida, Señor, Sembrando tu paz y amor (bis) Salmo responsorial Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío mi Rey Comunión. Gustad y ved qué bueno es el Señor; dichoso el que se acoge a Él. (bis) Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su Santo Nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; Él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos. El Señor es compasivo y bondadoso, lento a la ira y rico en clemencia; no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestras culpas / ni nos paga según nuestros pecados. Como se eleva el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. Como un padre siente amor por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles, porque Él conoce nuestra masa, y se acuerda de que somos barro. Salida Nada te turbe, nada te espante. Quien a Dios tiene nada le falta. Nada te turbe, nada te espante. Solo Dios basta. ________________________________________________________________________ Viene de la pp 1ª.... Es una propuesta a nivel de la comunidad... de las que hay que sacar consecuencias inmediatas de alcance social hoy en el mundo que nos ha tocado vivir: Tal el caso de los pueblos del Tercer Mundo y de su deuda externa frente a los países ricos y poderosos. Lucas debe tener claro que en la comunidad cristiana que los ricos y pudientes deben compartir sus bienes como una exigencia de conversión verdadera. .... Esto significa, pues, que cuando Lucas se propone describir el tiempo nuevo como tiempo de salvación, en esta historia, tal salvación se hace efectiva para él, para aquella casa, para aquella familia o aquella comunidad, por la praxis de la justicia como ética de verdadera solidaridad. (M. de Burgos. SEDIENTOS DE SU PALABRA. Ciclo C. domingo XXXI. pp 621) Iglesia de San Pablo Valladolid - - - - - 30 de octubre de 2016 Domingo XXXI del tiempo común DENSO RELATO EVANGELIZADOR DE ZAQUEO El relato de Zaqueo es de esos episodios del evangelista Lucas que no tiene desperdicio. Es tan logrado, a todos los niveles, que habría que leerlo varias veces y cada una de ellas ofrecería matices valiosos diferentes. ... Aunque Jesús parece que no hace nada más que invitarse a casa de “un pecador”, tendrá la última palabra. Con eso está dicho todo. Zaqueo es un pecador para los puritanos, de religión oficial. Par Jesús, y sin duda para Lucas, es un “rico”. Pero ¿también de los ricos es el reino de los cielos? He aquí la gran cuestión: Si los ricos renuncian a ello (convirtiéndose) entonces sí. Jesús va buscando el verdadero “pecado”: haber acumulado riquezas y poder a costa de los otros; y eso es lo que debe cambiar Zaqueo, y llevar a cabo. ¿Se puede seguir a Jesús donde hay riquezas y todo lo que ello conlleva? Sí. .... No pretende Lucas presentar a Zaqueo simplemente como un hombre desprendido o magnánimo, sino un convertido a causa del Reino. Es un relato de grandes iniciativas: Zaqueo que quiere conocer a Jesús; Zaqueo que renuncia a ser rico, y Jesús que le muestra tal camino de salvación. .... En el relato los ricos y poderosos se sienten aludidos. El sentido práctico de lo que pide no puede obviarse con escapatorias que no conduzcan a una praxis determinada. Lucas lo deja bien sentado en su obra. La riqueza es muy peligrosa para vivir en cristiano, por injusta, -como en el caso de Zaqueo- y porque los pobres no podrán salir nunca de su condición si no cambian las situaciones sociales, o mejor dicho, si los ricos no invierten “la mitad” de sus riquezas en los pobres. .... Lucas mantiene un debate crítico con los ricos: Su afán de dinero y su codicia, como sucede a los fariseos (Lc 16,14) es la causa de su pecado, no el que traten con paganos y pecadores; de ahí que su conversión está adecuada a la de un hombre rico, porque cada uno debe tener la suya y el sentido de su vida. Sigue en la pp. 4ª