-
La sensibilidad hacia el lugar por parte de la arquitectura
con-tempornea es un fenmeno muy reciente. De hecho, el mayor
es-fuerzo del Movimiento Moderno consisti en definir una nueva
con-cepcin de espacio, a partir del soporte de los nuevos avances
tec-nolgicos de las estructuras de acero y de hormign armado y
delos cerramientos de cristal. Con ello se continuaba una
concep-cin platnica y una tradicin matemtica de espacio que se
verdesarrollada primero en los textos de Alois Riegl
-especialmenteen El arte industrial tardorromano (1901)- Yms tarde
en todotipo de experiencias: en las creaciones e interpretaciones
de Laz-lo Moholy-Nagy (1), en los modelos neoplsticos de Theo van
Does-burg y Rietveld, en los experimentos de la Bauhaus, en los
ejerci-cios constructivistas, como los Proun de El Lissitzky (1923)
y enlos proyectos de Mies van der Rohe y Le Corbusier. Se trata
deuna concepcin del espacio libre, fluido, ligero, continuo,
abierto,transparente, en total contraposicin a la idea tradicional
de espa-cio diferenciado volumtricamente, de forma identificable,
discon-tinuo, cerrado y esttico. Un espacio-tiempo en el que se ha
intro-ducido la variable del movimiento. Con ello se da un paso
trascen-dental en la evolucin de la arquitectura: definir una
concepcininternacional del espacio basada en la planta sobre un
plano hori-zontal libre, con fachada transparente y un vaco fluido
que giraentorno a los elementos puntuales y verticales de los
pilares dehormign armado o acero (2).LOS CONCEPTOS DE ESPACIO Y DE
LUGAR
Si existe como referencia el ideal platnico de espacio
infinito,un continuum natural receptculo de todo lo creado y lo
visible,en cambio Aristteles en su Fsica identifica el concepto
genricode espacio con otro ms emprico y delimitado que es el de
to-pos o lugar (3). Precisamente los templos griegos fueron
unamanifestacin de la capacidad para ir variando la forma de la
ar-quitectura en funcin del carcter del lugar donde se situaba
cadauno de ellos, en relacin a la divinidad a la que estaba
dedicado.y no es casual que en los aos cincuenta y sesenta, cuando
elconcepto de lugar pasa a tener un papel trascendental,
arquitec-tos como Denys Lasdun o Vicent Scully contemplen el templo
griegocomo interpretacin del significado de lugar (4).
En la arquitectura moderna, desde J. N. L. Durand hasta
LouisKahn pasando por los maestros del Movimiento Moderno, la
sen-sibilidad por el lugar es irrelevante: todo objeto
arquitectnico sur-ge de una indiscutible autonoma. Incluso un
proyecto organicista
* Este texto se corresponde con dos conferencias impartidas en
1993 en la Uni-versidad Menndez Pelayo de Santander y anunciada en
1994 en la Escuelade Arquitectura de La Corua. En l se han incluido
algunas sugerencias deCarlos Eduardo Dias Comas.
4
de Le Corbusier como la Capilla de Ronchamp (1950-1955)
man-tiene una relacin genrica y no emprica con el contexto. De
he-cho, la metfora del barco, que est presente en buena parte dela
obra de Le Corbursier, va estrechamente relacionada con la ideade
una arquitectura anclada, sin ninguna relacin con el entorno.
En la actualidad existe un cierto consenso respecto a la
dife-rencia entre los conceptos de espacio y de lugar. El primero
tieneuna condicin genrica, indefinida, y el segundo posee un
carc-ter concreto, existencial, articulado, definido hasta los
detalles. Elespacio se basa en medidas, posiciones y relaciones. Es
cuantita-tivo; se despliega mediante geometras tridimensionales, es
abs-tracto, lgico, cientfico y matemtico; es una construccin
men-tal. Aunque el espacio quede siempre delimitado -tal como
suce-de de manera tan perfecta en el Panten de Roma o en el
MuseoGuggenheim de Nueva York- por su misma esencia tiende a
serinfinito e ilimitado. En cambio, el lugar viene definido por
sustanti-vos, por las cualidades de las cosas y los elementos, por
los valo-res simblicos e histricos; es ambiental y est relacionado
feno-menolgicamente con el cuerpo humano (5).
En los aos treinta, tras la eclosin de las vanguardias,
tantoalgunos de los maestros -el mismo Le Corbusier- como los
miem-bros de la siguiente generacin -Oscar Niemeyer, Lucio
Costa,Arne Jacobsen, Josep Llus Sert- recurrieron a las
figuracionespopulares, contemplaron las arquitecturas vernaculares
e intenta-ron aprender de los detalles tcnicos tradicionales. Ante
una inci-piente conciencia de la insuficiencia del lenguaje y la
tecnologamoderna, estas referencias vernaculares tenan como
objetivo otor-gar carcter y sentido comn a la arquitectura. En el
caso deLe Corbusier, a partir de su viaje a Latinoamrica en 1929
-BuenosAires, Sao Paulo y Ro de Janeiro- empieza a considerar el
valorde la naturaleza y de las caractersticas del lugar.
En relacin a esto, vase la actividad tarda respecto a las
van-guardias europeas que entre 1931 y 1936 realizaron en Espaayen
Catalua los arquitectos del GATEPAC y del GATCPAC pararevalorizar
la arquitectura popular de la costa mediterrnea, espe-cialmente la
de las islas Baleares. Los redactores de la revistaAC.Documentos de
Actividad Contempornea (1931-1937) reivindicanel funcionalismo
estricto, la belleza y armona, la ausencia de fal-so ornamento, la
calidad de los materiales y tcnicas constructi-vas tradicionales
que manifiesta la arquitectura popular de Ibiza.Para ello se basan
en las preciosas fotografas de Raoul Hauss-mann. Por lo tanto, he
aqu una importante correccin del iniciadoMovimiento Moderno.
La cultura del organicismo (de la que podramos encontrar ra-ces
incluso en el Art Nouveau, en el Modernismo cataln y en
elExpresionismo alemn), desarrollada en la obra de Frank
LloydWright y en las aportaciones de los arquitectos nrdicos
encabe-zados por Alvar Aalto y continuados por Jorn Utzon y otros,
es laque va a introducir con mayor fuerza la relacin de la
arquitecturacon el lugar.
Integrando los manifiestos en favor de la arquitectura
orgnicapor parte de Sullivan, Wright basa sus proyectos en tramas
geo-mtricas y poligonales, relacionando la obra con el entorno
natu-ral, amoldando el espacio al programa funcional y utilizando
ma-teriales tradicionales. De hecho, en el espacio abierto y
extensoque Wright descubre mediante la destruccin de la caja
comparti-mentada convencional, est ya presente la concepcin
concretade lugar. Se trata de un espacio que no depende de una
concep-cin racional y autnoma sino de la posicin del espectador,
desu experiencia visual y corporal (6).
La obra de Aalto manifiesta tambin esta seduccin por el mun-do
de la naturelaza viva como metfora de la arquitectura. Sus
edi-ficios adoptan formas crecederas que se adaptan al lugar. De
to-das formas, fue Erick Gunnar Asplund uno de los primeros
arqui-tectos que desarroll una obra de sntesis en la cual la
relacincon el lugar era esencial. De hecho, la conciliacin que en
Asplundse realiza entre tradicin clsica y espacio moderno se
vehiculaprecisamente a travs de la sensibilidad por el lugar,
integrandolos mecanismos de la esttica pintorequista. La Capilla en
ei Bos-que (1918-1920) o el Cementerio y Crematorio en el Bosque,
enEstocolmo (1935-1940) son buena prueba de ello, de esta
inter-pretacin emprica y delicada del paisaje nrdico.
Ser con la corriente del new emprism nrdico, aparecida enlos aos
cuarenta, cuando esta posicin de respeto hacia el lugar-clima,
topografa, materiales, vistas, paisaje, arbolado- y de in-sistencia
en los valores psicolgicos de la percepcin del entorno,quede
asentada (7).
- Ciertamente siempre se pueden encontrar antecedentes mslejanos.
La esttica del pintoresquismo, desarrollada en Holandae Inglaterra,
arranc de la imitacin de las pinturas de Claude LeLorrain y Nicolas
Poussin y se desarroll tanto en jardines, en man-siones y en
intervenciones urbanas del siglo XVIII, como en la pin-tura de
Alexander Cozens, John Constable, William Gilpin y J. M.V. Turner.
El picturesque, que surge de la mmesis de las pintu-ras (
-
jismo, la ciudad-jardn de Howard y las primeras siedlugen
ale-manas integradas en el paisaje, y la que momentneamente se
im-puso y triunf, representada por el racionalismo, la nueva
objeti-vidad y el mismo Le Corbusier en sus primeros planes
urbansti-cos. Esta tradicin dominante se basaba en la omnipresencia
dela arquitectura y en el poco respeto por las condiciones
ecolgi-cas. La Carta de Atenas sera la mxima expresin de esta
corrienteracionalista y tecnocrtica que ha servido de base para el
urbanis-mo especulativo del capitalismo y para los tejidos
residenciales sinatributos del que se denomin socialismo real. De
hecho, la re-ciente recuperacin de la idea de lugar forma parte de
la crticaa la manera cmo se ha realizado la ciudad contempornea. Y
larevalorizacin de la idea de lugar estara estrechamente
relacio-nada con el inicio de la recuperacin de la historia y la
memoria,unos valores que el espacio del estilo internacional
rechazaba.
Tal como ya se ha sealado, a finales de los aos treinta,
prin-cipios de los cuarenta, se van evidenciando profundas
transforma-ciones en la arquitectura moderna. Es en 1943 cuando
Giedion,Sert y Leger publicaban los Nueve puntos sobre
monumentalidad(11). Y una obra singular como la casa de Curcio
Malaparte en Puer-to Massollo, Capri, proyectada por Adalberto
Libera (1938-1940),es sntoma de la evolucin de la arquitectura. Se
trata de una obraradicalmente moderna y autnoma que al mismo tiempo
reinter-preta la condicin irrepetible del lugar. Una casa que es a
la vezmirador, teatro, nave y altar. Una obra que evoca el rito
yellugardel sacrificio, que con su escalinata de forma casi
triangular reme-mora la vecina Capilla de l'Annunziata; que exhibe
primitivismo yque, otra vez, refleja el precedente mundo griego,
situndose co-mo un templo o un tholos. La casa permite contemplar
desdesu terraza el cielo y el mar, vivir en contacto con el
infinito (12).
La casa de Curcio Malaparte desvela una relacin ideal con
eluniverso que dcadas ms tarde recrearn las obras escultricasde
Eduardo Chillida, como el Peine de los Vientos en San Sebas-tin o
el Elogio del Horizonte en Gijn. En estas obras aflora la
in-fluencia del pensamiento clsico griego y del pensamiento
contem-porneo de Martin Heidegger (13). Parafraseando a Heidegger
po-demos establecer que intervenciones como la de Malaparte en
lasrocas de Puerto Massollo o de Chillida en la costa de San
Sebas-tin convierten un sitio indeterminado en un lugar
irrepetibley singular. Se han convertido en paisajes que deben su
imagencaracterstica a la arquitectura y a la escultura. Tambin
encuen-tran eco los razonamientos de Merleau-Ponty, cuando al
tratar dela experiencia corporal del hombre en el espacio la
fundamentaen la estructura punto-horizonte (14).ESTRATEGIAS DE LA
TERCERA GENERACION
En las obras de arquitectos de la llamada Tercera
Generacinrenace el inters por la arquitectura vernacular al unsono
de estasensibilidad por el lugar, tomando en algunos casos
referenciasen la arquitectura mediterrnea y entendiendo que el
instrumentobsico para integrarse al lugar es el de utilizar los
materiales y lastipologas espaciales propias del contexto.
El arquitecto mexicano Luis Barragn (1902-1988) desarrolluna
bsqueda del espacio placentero que recordaba de su infan-cia en las
haciendas de Guadalajara (Mxico). En l existe una evi-dente
influencia mediterrnea, de raz rabe, aprendida especial-mente de la
arquitectura de Marruecos. El libro Les jardins enchan-ts de
Ferdinand Bac, tuvo una gran influencia sobre Barragn quese expresa
en el tipo de espacio laberntico y escalonado que creay en la
constante presencia del agua y la vegetacin.
El cataln Jos Antonio Coderch (1913-1984) ofreci con su obrauna
sntesis de arquitectura tradicional y lenguaje moderno. Su vi-sin
funcionalista y franciscana le exige el uso de una formas aveces
racionales, a veces orgnicas. Su panteismo y veneracinpor lo
popular le llevan a desarrollar precedentes de la arquitectu-ra
vernacular, en una obra que se integra sabiamente en el con-texto
paisajstico y que rechaza la ciudad. Vase como ejemplo
pa-radigmtico la manera como se proyecta la casa Ugalde en
Cal-detas (1952). Una forma orgnica, como de ameba, con
resonan-cias surrealistas y con formas pertenecientes al repertorio
de JoanMir oJean Harp, se va amoldando a los condicionantes del
en-torno: vistas, orientacin, arbolado, topografa...
Otro caso evidente es el del portugus Fernando Tvora (1923),que
desarrolla en su obra el saber constructivo de la
arquitecturatradicional portuguesa, planteando una arquitectura
moderna sa-biamente adaptada al paisaje, a las vistas y a los
objetos artesa-nales. Prueba de ello son el Parque Municipal de
Quinta da Con-
6
CASA DE CURCIO MALAPARTE EN PUERTO MASSOLLO, CAPRI
(1938-1940),PROYECTADA POR ADALBERTO LIBERA.
cei
-
PEINE DE LOS VIENTOS EN SAN SEBASTIAN, ESCULTURA DE EDUARDO
CHILLlDA SOBRE UNA PLAZA PROYECTADA PORLUIS PEA GANCHEGUI
(1975).
Es a partir de las aportaciones de Heidegger que el conceptode
genius loci, reutilizado por Christian Norberg-Schulz, se vuelvea
convertir en central. Norberg-Schulz se opone a toda teora dela
movilidad, de unos espacios transitorios, y defiende que si
seelimina el lugar se elimina al mismo tiempo la arquitectura... El
es-pacio existencial consiste siempre en lugares (16).
En este terreno Louis Khan -sobre cuya sintona con Heideg-ger ha
vuelto insistentemente Norberg-Schulz- constituye un ca-so
especial, ya que si bien recrea la idea de lugar en los
interiores-que quedan totalmente cualificados por la luz, los
valores sim-blicos, las texturas, las formas, el confort-, en
cambio su arqui-tectura, pensada como volmenes autnomos, poca
relacin man-tiene con el contexto como factor diferenciador. Esto
es claro, porejemplo, en el Instituto Indio para la formacin de
mandos, en Ah-medabad (1962-1979) pensado mucho ms como college
proto-tpico para Harvard que como una obra concreta para la India.
Pa-ra Louis Kahn y Roberto Burle Marx el desafo es el de la
transfor-macin, el de crear lugar donde no existe, transformar
no-lugar enlugar. En esto su actitud puede relacionarse con la
metfora plan-teada por Heidegger: el puente como idea genrica
transforma elpaisaje, aporta un lugar que une las dos riberas pero
que a la vezhace que una se contraponga a la otra. Segn Heidegger
el lugarno exista antes de la construccin del puente (17). No
responde,por tanto, a una idea de integracin sino ,de
transformacin.
La importancia otorgada al carcter ambiental del lugar
vienetambin expresada en la cultura ita1iana por el concepto de
pre-existencias ambientales planteado por Ernesto Nathan Rogers,
eneste caso aplicado al contexto de la ciudad histrica europea.
LA IDEA DE LUGAR EN LA ARQUITECTURA ACTUALLa capacidad para
integrarse en el lugar ha variado drstica-
mente entre las propuestas tardomodernas y las posmodernas.Vanse
al respecto dos ejemplos lcitamente comparables. Si
la Fundacin Joan Mir en Barcelona de Josep Llus Sert(1972-1975),
desprecia y destruye el magnfico entorno de los jar-dines
noucentistas de Nicolau M. a Rubio i Tudur en el que seubica, en
cambio la Fundacin Pilar i Joan Mir de Palma de Ma-
1I0rca, de Rafael Moneo (1987-1992), interpreta y obtiene las
me-jores ventajas del paisaje aterrazado de Son Abrines,
actualmen-te colmatado y degradado. Al caos tipolgico y morfolgico
del en-torno, Moneo responde con un elemento lineal y alto para la
bi-blioteca, sala de exposiciones y servicios administrativos (que
serefiere a la forma de los apartamentos del entorno) y con un
volu-men estrellado bajo, con agua en su terraza, para las salas de
ex-posicin de pinturas (que se relaciona tipolgicamente con las
for-mas arbitrarias de las casas unifamiliares cercanas). El
edificio seconvierte as en centro ordenador del lugar. Moneo es
capaz decrear su propio paisaje: el visitante accede por la parte
trasera, parapoder contemplar la antigua masa de la casa del pintor
y el estu-dio de Mir proyectado precisamente por Josep Llus Sert.
Al visi-tar el edificio, ste va configurando sus propios espacios
abiertosy mediante los estanques en las azoteas crea su propio
paisajey dirige las vistas hacia el mar, hacia el nico punto visual
agrada-ble. Incluso el espacio interior del museo se subordina
totalmentea esta decisin inicial de integrarse al paisaje.
Es conocida la ancdota del arquitecto Enric Seria visitando
aJosep Llus Sert a principios de los aos sesenta para recoger
fir-mas destinadas a salvar una de las obras modernistas de Llus
Do-mnech i Montaner, la Casa Fuster en Barcelona. Sert se neg adar
su apoyo, exclamando: Joven, cuando yo tena su edad ha-camos
manifiestos para demoler obras como sta, no para con-servarlas y
pas a dar detalles de como hubiera realizado el de-rribo (18).
Actualmente, la actitud contextualizada cualifica gran parte
dela arquitectura catalana contempornea, desde la obra de
arqui-tectos consagrados hasta la mayora de los proyectos final de
ca-rrera que presentan los estudiantes. La tradicin de Coderch
sehaba manifestado en las obras en Cadaqus de Federico Correay
Alfonso Mila y en las empricas casas de los miembros del Stu-dio
PER, haba continuado en el Belvedere Georgina de Llus Clo-tet y
Oscar Tusquets (1972-1973) y, sobre todo, la casa Vittoria enla
Isla Pantelleria, tambin Clotet y Tusquets (1972-1975), ademsde la
casa propia de Pep Bonet en Sant Antoni de Vilamajor(1975-1982).
Tambin se habra manifestado en la obra de CarlosFerrater, cuya
sensibilidad por adaptarse al lugar proviene tam-
7
-
bin de las lecciones de Coderch que, complementadas con nue-vas
aportaciones, llegan a generar creaciones a la vez vanguar-distas y
contextualizadas, como los proyectos para los jardines bo-tnicos de
Barcelona (1989) y Santiago de Compostela (1992). Enlos proyectos
de Enric Miralles y Carme Pins proviene de las lec-ciones aportadas
por arquitectos nrdicos -como Asplund yAalto-, por arquitectos de
la tercera generacin -como Utzon,Aldo van Eyck o el matrimonio
Smithson- y por arquitectos cata-lanes -como Gaud y Coderch-. Los
proyectos del Centro So-cial de Hostalets de Balenya (1986-1992),
del Cementerio de Igua-lada (1985-1991) y del Tiro con Arco en
Barcelona (1989-1991), seresuelven mediante el gesto geomtrico que
por la distorsin dela escala se adapta al lugar. Y llegara hasta
los proyectos finalde carrera de la Escuela de Arquitectura de
Barcelona de princi-pios de los aos noventa, en los que predominan
las estrategiashorizontales de edificios bajos, con cubiertas
ligeras de gran pre-cisin tcnica, que con sus formas abiertas y
extensivas se vanadaptando al terreno (19).LA CONTEMPORANEA DEFENSA
DEL ENTORNO
Se debe tener en cuenta que esta revalorizacin del entornoy del
lugar se expresa de manera plena en la situacin de la po-ca
postindustrial, en la cual el sector de servicios
-informacin,imagen, formacin, ocio...- est ya por encima del
industrial. Lasociedad del ocio es mucho ms exigente con la
arquitectura y elurbanismo, a las que se les reclama ms calidad
ambiental, equi-librio ecolgico y aceptacin de la complejidad y la
pluralidad.
La realidad contempornea se basa en la escasez y desapari-cin
del entorno natural, por lo tanto, en la omnipresencia del
pa-trimonio artificial, con todas las servidumbres que ello
conlleva. Eneste sentido, la obra de Barragn, Coderch, Tvora,
Utzon, Aldovan Eyck se sita en una posicin de nostalgia respecto a
la natu-raleza perdida. Constituye el ltimo episodio de la
idealizacin dela naturaleza original y el hombre primitivo que
recorre la moder-nidad, desde Rousseau, Diderot o Bouganville (20)
hasta el mis-mo Claude Lvi-Strauss en sus Tristes trpicos (21).
En el inmediato futuro, se tratar de plantear una necesaria
eco-loga de lo construido que sepa mejorar unos entornos en gran
parteirreparablemente degradados, que sepa crear un mayor
equilibrioecolgico entre los seres humanos y el entorno artificial
que habi-tn. No se puede caer de nuevo en nostalgias de una
naturaleza
LAS ARBOLEDAS, MEXICO (1958-1961) PROYECTADAS POR
LUISBARRAGAN.
PLANTA DE LA CASA UGALDE EN CALDETAS, BARCELONA (1951-1952), DE
CASA DE VERANO EN OFIR, PORTUGAL (1957-1958) DE FERNANDOJOSE
ANTONIO CODERCH. TAVORA.
8
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PLANTA DE LA FUNDACION JOAN MIRO DE BARCELONA (1972-1975)
PROYECTADA POR JOSEP LLUIS SERT.
VISTA DE LA FUNDACION PILAR Y JOAN MIRO EN PALMA DE MALLORCA
(1992) DE RAFAEL MONEO.
9
-
perdida, sino que se debe pensar en un nuevo equilibrio
ecolgi-co con la realidad artificial en la que vivimos (22). Se
debe aceptarque la felicidad del lugar mtico de la Arcadia est cada
da mslejos, es cada vez ms una quimera. Desde hace tiempo
nuestrareferencia mxima es la Metrpolis y la nica manera de salvary
recrear la naturaleza consiste en un correcto uso de la tcnica.
EL LUGAR DE LOS SUEOS Y LA DISOLUCION DEL LUGARLa recreacin del
lugar llevada a la pequea dimensin se des-
vela en la casa. Y la casa es el contexto ms apropiado para
desa-rrollar el mundo de lo onrico, lo irracional, lo subterrneo,
lo in-consciente. Ello se ha expresado con toda su intensidad en
algu-nas de las casas proyectadas por Frank Gehry. Su propia casa
enSanta Mnica (1977-78) se desarrolla orgnicamente entorno al
n-cleo de la casa existente, introduciendo una doble piel hecha
demateriales reciclados -que ya haban tenido otra vida- mostran-do
una aficin extrema por el collage y manifestndose contrael gusto
establecido. As se recrean imgenes como la reja sobrela cocina que
rememora la entraable y onrica tela de araa. Enla casa para el
pintor Ron Davis (1970-1972) no existe ningn es-pacio octogonal ni
ningn elemento simtrico y repetitivo; comoen un sueo, todo es
oblicuo, fugado, irregular, irrepetible e ilgico.
PROYECTO DE VEHCULO PARA HOMElESS DE KRZYSTOF WODICZKO.
Es en estas coordenadas, en la confluencia entre el conceptode
lugar, la realidad metropolitana y la pequea dimensin de lacasa,
donde deben situarse las propuestas de habitculos nma-das, es
decir, de lugares en movimiento, si es que es posible acep-tar esta
paradoja. Recordemos desde las fantasas planteadas porArchigram en
los aos sesenta hasta la realidad de las viviendasmovibles y
desmontables o las construcciones hechas con mate-riales de
deshecho por los homeless (23). De hecho los habit-culos nmadas
arrancan en la misma historia del hombre: tien-das, piraguas,
carretas... Existen ejemplos de diseos nmadasrecientes, como la
casa mvil de Krzysztof Wodiczko, los experi-mentos de John Hejduk,
o la caravana de Neil Denari. Y estos ejem-plos de lugares nmadas
nos plantean una ltima incgnita: sila arquitectura de las ltimas
dcadas ha aportado esta evolucindesde la idea genrica de espacio
del estilo internacional hastala experiencia concreta de lugar, al
mismo tiempo, en los ltimosaos, no habr empezado a entrar en crisis
esta idea ya conven-cional de lugar ante el acoso de una nueva
realidad basada en in-terconexiones? Pensemos en ciudades como Los
Angeles (dondeno existen lugares sino desplazamientos) o en el
futuro cibe-respacio que anuncia la novela Neuromante de William
Gibson(1984), con unos seres nmadas, llenos de prtesis
artificiales, quemalviven en los hoteles, en las entraas de redes
informticas tri-dimensionales y en lanzaderas espaciales (24).
10
-
NOTAS(1) Lazlo Moholy-Nagy, en su texto crucial La nueva visin,
edicin castellana
de Ediciones Infinito, Buenos Aires, 1972, dirige todo el
esfuerzo de abs-traccin en el arte hacia la conformacin de un nuevo
espacio: Un caminoabierto a la nueva arquitectura se halla sealado
por otro punto de partida:lo interior y lo exterior, lo superior y
lo inferior, se funden en una sola uni-dad. (...) Las aberturas y
los lmites, las perforaciones y las superficies mo-vibles, llevan
la periferia al centro y desplazan el centro hacia afuera.
Unafluctuante constante, hacia el costado y hacia arriba, radiante,
multilateral,anuncia que el hombre se ha posesionado -hasta donde
le permiten sucapacidad y sus concepciones humanas- del
impoderable, invisible y, sinembargo, omnipresente espacio.
(2) Vase el concepto de espacio del Estilo Internacional en
Colin Rowe, Neo-clasicismo y arquitectura moderna 11 en Manierismo
y arquitectura moder-na y otros ensayos, Ed. Gustavo GiIi, S. A.,
Barcelona, 1978; y un anlisisdetallado de la nocin de espacio
moderno en Steven Kent Peterson, Spa-ce and anti-space, Harvard
Architectural Review n. o 1.
(3) La Fsica de Aristteles no existe en castellano como libro
autnomo. Sedebe consultar en las Obras Completas, Ed. Aguilar,
Madrid, 1971 o se pue-de leer en ediciones extranjeras como la
inglesa: William Charlton (ed.), Aris-totle. Physics. Books I and
"y Edward Hussey (ed.) Aristotle. Physics. Books111 and IV, Oxford
University Press, Oxford, 1970.
(4) Vincent Scully desarrolla este concepto de la diversidad de
templos segnlos diversos lugares en su texto: The Earth, the Temple
and the Gods, NewHaven, Londres, 1962.
(5) Esta dualidad entre los conceptos de espacio y lugar se
desarrolla a lo largode la mayor parte de los libros de Christian
Norberg-Schulz. En su primertexto, Intenciones en arquitectura, Ed.
Gustavo Gili, S. A., Barcelona, 1970,critica a Bruno Zevi el uso
impreciso e indeterminado que hace de la pala-bra espacio. Vase
tambin, por ejemplo, como el artculo de Edson Mah-fuz Do
minimalismo e da dispersao como mtodo projectual en AU,
Arqui-tectura y Urbanismo n. o 24, 1989, critica la falta de
detalles arquitectnicosen el Memorial de Amrica latina en Sao
Paulo, obra de Oscar Niemeyer.y ello lleva al autor a considerar
que es precisamente la presencia de deta-lles de este tipo,
conjugada con una organizacin clara de las partes princi-pales, lo
que hace que un espacio pueda ser vivido como lugar.
(6) Vase H. Allen Brooks, Wright y la destruccin de la caja en
Jos AngelSanz Esquide (ed.), Frank Lloyd Wright, Editorial Stylos,
Barcelona, 1990.
(7) Sobre el new empirism, justo en el momento de ser detectado,
vase TheArchitectural Review, Junio de 1947, el editorial dedicado
a The new empi-rism y The Architectural Review, Enero de 1948, el
artculo de Eric de MarThe new empirismo The antecedents and origins
of sweeden's latest style.
(8) La idea de genius loci se basa en la antigua creencia romana
de que todoser independiente tiene su genius o espritu guardin. Los
dioses familia-res que habitaban la casa romana era los lares
-espritus guardianes dela casa-, los genius -divinidades tutelares
del cabeza de familia- y lospenates -divinidades protectoras de la
comida.
(9) Un texto especfico sobre el concepto de lugar es el de Juan
Luis de las Ri-vas, El espacio como lugar. Sobre la naturaleza de
la forma urbana, Univer-sidad de Valladolid, Valladolid, 1992. En l
se insiste especialmente en lagran escala y se confunden, a menudo,
estas diversas escalas de interpre-tacin del concepto de lugar.
(10) Maurice Merleau-Ponty, Fenomenologia della percezione, casa
editrice 11Saggiatore, 1965.
(11) Para ms referencias sobre este manifiesto vase Josep Mara
Montaner,Despus del Movimiento Moderno. Arquitectura de la segunda
mitad delsiglo XX, Ed. Gustavo Gili, S. A., Barcelona, 1993, pp. 15
Y 37.
(12) Sobre la casa de Adalberto Libera para Curcio Malaparte en
Capri, vanselos artculos de John Hejduk Casa como me en Domus n. o
605, abril de1980 y de Manfredo Tafuri, L'ascesi e iI gioco. 11
metaforico naviglio di Ma-laparte e Libera a Capri en Gran Bazaar,
Julio-Agosto de 1981; y la mono-grafa de Marida Talamona, Casa
Malaparte, Cooperativa Universitaria delPolitcnico de Milano, Miln,
1990. Paradjicamente, esta obra que ha si-do olvidada y marginada
de todas las historias convencionales de la arqui-tectura, en una
reciente encuesta entre arquitectos sobre la mejor obra ita-liana
desde 1928 hasta 1979, fue elegida la primera.
(13) Nos referimos especialmente al escrito de Martin Heidegger,
Costruire,abitare, pensare en Saggi e discorsi, Mursia, Milano,
1976, p. 102.
(14) Maurice Merleau-Ponty, op. cit.(16) Christian
Norberg-Schulz ha desarrollado especficamente esta idea en su
libro Genius loci. Paesaggio, ambiente, architettura, Electa
Ed., Miln, 1979y en su artculo 11 concetto de luogo en
Controspazio, Junio de 1969.
(17) Martin Heidegger, op. cit.(18) Citado por Jordi Garcs en
Quaderns d'arquitectura i urbanisme n. o 165,
Barcelona, 1985, p. 167.(19) Vase Josep Maria Montaner,
Estrategies horitzontals en Projectes fi de
carrera. 1987-1992. Girona, Col.legi d'Arquitectes de Catalunya.
Demar-cain de Girona, 1993.
(20) Vase Antoni Mar, La voluntat expressiva, Edicions de la
Magrana, Bar-celona, 1991.
(21) Claude Lvi-Strauss, Tristes trpicos, Editorial
Universitaria, Buenos Aires,1970.
(22) Vase a este respecto la Carta del Diseo de Munich firmada
en 1990y publicada en Ardi n. o 20, Barcelona, 1991.
(23) Vase el libro de Ronald Christ y Dennis Dollens, Nueva
York. Diseo n-mada, Ed. Gustavo Gili, S. A., Barcelona, 1993.
(24) William Gibson, Neuromante, Minotauro, Barcelona, 1989. Una
interpreta-cin ciberpunk de Los Angeles, dominada por la ecologa
del miedo, esla presentada por Mike Davis en el libro City of
Quartz: Excavating the Fu-ture in L.A. yen su panfleto Beyond Blade
Runner. Urban control and theecology of frear, Open Magazine,
Westfield, New Jersey, 1992.
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