INTRODUCCION: Los elementos químicos se combinan de diferentes maneras para formar toda una variedad de compuestos inorgánicos y orgánicos. Hay compuestos gaseosos, líquidos y sólidos, los hay tóxicos e inocuos, mientras que otros son altamente benéficos para la salud. Las propiedades de cada compuesto dependen del tipo de elemento químico que lo forman, el modo cómo se enlazan (tipo de enlace químico), la forma y geometría de los agregados atómicos (moléculas) y de cómo estos interactúan entre sí. En 1916, el químico alemán Walther Kossel expuso que en las reacciones químicas ocurren pérdida y ganancia de electrones por parte de los átomos, y por ello estos adquieren la configuración electrónica de un gas noble. Sin duda Kossel se refería al enlace iónico, y por lo tanto a los compuestos iónicos. Posteriormente los químicos norteamericanos Gilbert Newton Lewis e Irving Langmuir, cada uno en forma independiente estudiaron los compuestos iónicos y no iónicos (covalentes), comprobando que los átomos al formar enlace químico adquieren en su mayoría la estructura atómica de un gas noble (8 electrones en el nivel externo), lo que hoy se llama Regla del Octeto. En 1923, G.N.Lewis plantea su teoría de enlace por pares de electrones y anuncia que el octeto se logra por medio de compartición de electrones. Entonces a Kossel lo podemos
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INTRODUCCION:
Los elementos químicos se combinan de diferentes maneras para formar toda una
variedad de compuestos inorgánicos y orgánicos. Hay compuestos gaseosos,
líquidos y sólidos, los hay tóxicos e inocuos, mientras que otros son altamente
benéficos para la salud. Las propiedades de cada compuesto dependen del tipo
de elemento químico que lo forman, el modo cómo se enlazan (tipo de enlace
químico), la forma y geometría de los agregados atómicos (moléculas) y de cómo
estos interactúan entre sí.
En 1916, el químico alemán Walther Kossel expuso que en las reacciones
químicas ocurren pérdida y ganancia de electrones por parte de los átomos, y por
ello estos adquieren la configuración electrónica de un gas noble. Sin duda Kossel
se refería al enlace iónico, y por lo tanto a los compuestos iónicos.
Posteriormente los químicos norteamericanos Gilbert Newton Lewis e Irving
Langmuir, cada uno en forma independiente estudiaron los compuestos iónicos y
no iónicos (covalentes), comprobando que los átomos al formar enlace químico
adquieren en su mayoría la estructura atómica de un gas noble (8 electrones en el
nivel externo), lo que hoy se llama Regla del Octeto.
En 1923, G.N.Lewis plantea su teoría de enlace por pares de electrones y anuncia
que el octeto se logra por medio de compartición de electrones. Entonces a Kossel
lo podemos considerar como el padre del enlace iónico, y a Lewis el padre del
enlace covalente.
En 1926, Walter Heitler y Fritz London demostraron que el enlace covalente en la
molécula de H2 se podría explicar mediante la mecánica cuántica.
La mecánica cuántica describe muy bien a los átomos y estructura electrónica de
los mismos; pero la situación en la molécula es muy diferente debido a la mayor
complejidad de esta, el aparato matemático es mucho más difícil de formular y los
resultados menos fáciles de obtener e interpretar.
Hoy en día, los químicos disponen de métodos de cálculo y de técnicas
experimentales muy sofisticadas que permiten conocer con exactitud la forma,
geometría y dimensiones de las moléculas.
CONCEPTO DE ENLACE QUÍMICO
Un enlace químico es el proceso químico responsable de las interacciones
atractivas entre átomos y moléculas, y que confiere estabilidad a los compuestos
químicos diatómicos y poliatómicos. La explicación de tales fuerzas atractivas es
un área compleja que está descrita por las leyes de la química cuántica.
Sin embargo, en la práctica, los químicos suelen apoyarse en la fisicoquímica o en
descripciones cualitativas que son menos rigurosas, pero más sencillas en su
propia descripción del enlace químico (ver valencia). En general, el enlace químico
fuerte está asociado con la compartición o transferencia de electrones entre los
átomos participantes. Las moléculas, cristales, y gases diatómicos -o sea la mayor
parte del ambiente físico que nos rodea- está unido por enlaces químicos, que
determinan las propiedades físicas y químicas de la materia.
El enlace químico es la fuerza que mantiene unidos a los átomos (enlace
interatómico) para formar moléculas o formar sistemas cristalinos (iónicos,
metálicos o covalentes) y moléculas (enlace intermolecular) para formar los
estados condensados de la materia (sólido y líquido), dicha fuerza es de
naturaleza electromagnética (eléctrica y magnética), predominante fuerza
eléctrica.
Un enlace químico es la unión de dos o más átomos con un solo fin, alcanzar la
estabilidad, tratar de parecerse al gas noble más
cercano. Para la mayoría de los elementos se trata
de completar ocho electrones en su último nivel.
Las fuerzas atractivas que mantienen juntos los
elementos que conforman un compuesto, se explican
por la interacción de los electrones que ocupan los
orbitales más exteriores de ellos (electrones de
valencia).
Cuando dos átomos se acercan se ejercen varias fuerzas entre ellos. Algunas de
estas fuerzas tratan de mantenerlos unidos, otras tienden a separarlos.
En la mayoría de los átomos, con excepción de los gases nobles (muy estables,
con su última capa o nivel de energía completo con sus ocho electrones), las
Molécula de H2
1s1 1s1
fuerzas atractivas son superiores a las repulsivas y los átomos se acercan
formando un enlace.
Así, podemos considerar al enlace químico como la fuerza que mantiene unidos a
dos o más átomos dentro de una molécula.
Todos los enlaces químicos resultan de la atracción simultánea de uno o más
electrones por más de un núcleo.
CLASIFICACION DE ENLACES QUIMICOS
1. Enlaces Interatómicos:
Enlace iónico o electrovalente
Enlace covalente
Enlace metálico
2. Enlaces Intermoleculares o Fuerzas de Van der Waals:
Enlace dipolo – dipolo
Enlace puente de hidrógeno
Enlace por fuerzas de London
APLICACIÓN Y LIMITACIONES DE LA REGLA DEL OCTETO
Esta regla indica que cuando se van a enlazar dos átomos iguales, los electrones
de valencia de éstos se organizan de tal manera que, al formar el enlace por
compartición de pares de electrones, cada uno de los átomos al final adopta una
estructura de gas noble, quedando ambos rodeados de 8 electrones en sus
últimos niveles de energía. Cuando se trata de átomos diferentes, el elemento más
electronegativo o no metálico es el que se rodea de ocho electrones.
Esta Regla tiene algunas excepciones como es el caso de que no se aplica en la
formación de enlaces con pares de átomos de hidrógeno.
Aplicación de la regla del octeto con átomos de elementos diferentes:
La regla del octeto se aplica principalmente a los elementos del segundo periodo.
Las excepciones a la regla del octeto caen en tres categorías que se distinguen
por un octeto incompleto, un número impar de electrones o más de ocho
electrones de valencia alrededor del átomo central
EL OCTETO INCOMPLETO
En algunos compuestos el número de electrones que rodean al átomo central de
una molécula estable es inferior a ocho. Considere, por ejemplo, el berilio, un
elemento del grupo 2ª (y del segundo periodo). La configuración electrónica del
berilio es ls22s2; tiene dos electrones de valencia en el orbital 2s. En fase
gaseosa, el hidruro de berilio (BeH2) existe como moléculas discretas. La
estructura de Lewis del BeH2 es
H - Be-H
Como se observa, sólo cuatro electrones rodean al átomo de Be y no hay forma
de satisfacer la regla del octeto para el berilio en esta molécula.
Los elementos del grupo 3A, en particular boro y aluminio, también tienden a
formar compuestos en los que sus átomos se rodean de menos de ocho
electrones. Tome al boro como ejemplo. En virtud de que su configuración
electrónica es ls22i2p l , tiene en total tres electrones de valencia. El boro
reacciona con los halógenos y forma un tipo de compuestos que tienen la fórmula
general BX3, donde X es un átomo de halógeno. Así, en el trifluoruro de boro sólo
seis electrones rodean al átomo de boro:
Las siguientes estructuras de resonancia contienen un enlace doble entre B y F Y
satisfacen la regla del octeto para el boro:
El hecho de que la longitud de enlace B-F en el BF3 (130.9 pm) sea más corta que
la de un enlace favorece a las estructuras de resonancia, aunque cada una tenga
la carga formal negativa sobre el átomo de B y la carga formal positiva en el átomo
de F.
Aunque el trifluoruro de boro es estable, reacciona rápidamente con amoniaco.
Esta reacción se representa mejor con estructuras de Lewis en donde el boro tiene
sólo seis electrones de valencia alrededor:
Al parecer, las propiedades del BF3 se explican mejor por las cuatro estructuras
de resonancia.
El enlace B-N en el compuesto anterior es diferente de los enlaces covalentes
presentados hasta ahora porque el átomo de N aporta los dos electrones. Este
tipo de enlace se denomina enlace covalente coordinado (también conocido como
enlace dativo), y se define como un enlace covalente en el que uno de los átomos
cede los dos electrones. Aunque las propiedades de un enlace covalente
coordinado son parecidas a las de un enlace covalente
EL OCTETO EXPANDIDO
Los átomos de los elementos del segundo periodo no tienen más de ocho
electrones de valencia alrededor del átomo central, pero los átomos de los
elementos del tercer periodo de la tabla periódica en adelante forma algunos
compuestos en los que hay más de ocho electrones alrededor del átomo central.
Además de los orbitales 3s y 3p, los elementos del tercer periodo también' tienen
orbitales 3d que pueden formar enlaces. Estos orbitales permiten que un átomo
forme un octeto expandido. Entre los compuestos que poseen este tipo de octeto
se encuentra el hexafluoruro de azufre, un compuesto muy estable. La
configuración electrónica del azufre es [Ne]3s23p4. En el SF6, cada uno de los
seis electrones de valencia del azufre forma un enlace covalente con un átomo de
flúor, de tal forma que hay doce electrones alrededor del átomo central de azufre:
El azufre también forma muchos compuestos en los que se cumple la regla del
octeto. Por ejemplo, en el dicloruro de azufre, el S está rodeado por sólo ocho
electrones:
ENLACE COVALENTE
Se presenta cuando se comparten uno o más pares de electrones entre dos
átomos cuya diferencia de electronegatividad es pequeña.
Enlace covalente apolar (o no polar)
Si los átomos enlazados son no metales e idénticos (como en N2 o en O2), los
electrones son compartidos por igual por los dos átomos, y el enlace se llama
covalente apolar.
Se establece entre átomos con igual electronegatividad. Átomos del mismo
elemento presentan este tipo de enlace.
En este enlace covalente no polar, la densidad electrónica es simétrica con
respecto a un plano perpendicular a la línea entre los dos núcleos. Esto es cierto
para todas las moléculas diatómicas homonucleares (formadas por dos átomos del
mismo elemento) , tales como H2, O2, N2, F2 y Cl2, porque los dos átomos idénticos
tienen electronegatividades idénticas. Por lo que podemos decir: los enlaces
covalentes en todas las moléculas diatómicas homonucleares deben ser no
polares. Por ejemplo, una molécula de dióxido de carbono (CO2) es lineal con el
átomo de carbono al centro y, por lo tanto, debido a su simetría es covalente
apolar.
Enlace covalente polar
Si los átomos son no metales pero distintos (como en el óxido nítrico, NO), los
electrones son compartidos en forma desigual y el enlace se llama covalente polar
(polar porque la molécula tiene un polo eléctrico positivo y otro negativo, y
covalente porque los átomos comparten los electrones, aunque sea en forma
desigual).
Se establece entre átomos con electronegatividades próximas pero no iguales.
Estas sustancias no conducen la electricidad ni tienen brillo, ductilidad o
maleabilidad.
Ejemplo:
¿Qué tipo de enlace se formará entre H y O?
Según la Tabla de Electronegatividades de Pauli, el Hidrógeno tiene una
electronegatividad de 2,2 y el Oxígeno 3,44, por lo tanto la diferencia de
electronegatividades será: 3,44 – 2,2 = 1,24.
El resultado de la operación entrega 1,24 cifra que es menor que 2,0 y mayor que
0,5.
Enlace covalente apolar: Molécula de N2
(Usando la Notación de Lewis)
Por lo tanto, el enlace será covalente polar. Además, si no se conociera la
electronegatividad de los elementos bastaría saber que son dos no metales
distintos para definir su enlace como covalente polar.
Enlace covalente coordinado
Se establece por compartición de electrones entre dos átomos, pero sólo un
átomo aporta el par de electrones compartidos.
TEORÍAS PARA EXPLICAR EL ENLACE COVALENTE Y SUS ALCANCES
Propiedades de los enlaces covalentes
• Son gases, líquidos o sólidos de bajo punto de fusión.
• La mayoría son insolubles en disolventes polares.
• La mayoría son solubles en disolventes apolares.
• Los líquidos y sólidos fundidos no conducen la electricidad.
• Las disoluciones acuosas son malas conductoras de la electricidad porque no
contienen partículas cargadas.
Cómo se forman los enlaces covalentes no polares y polares
Al contrario de los enlaces iónicos, en los cuales ocurre una transferencia
completa de electrones, el enlace covalente ocurre cuando dos (o más) elementos
comparten electrones.
El enlace covalente ocurre porque los átomos en el compuesto tienen una
tendencia similar hacia los electrones (generalmente para ganar electrones). Esto
ocurre comúnmente cuando dos no metales se enlazan. Ya que ninguno de los no
metales que participan en el enlace querrá ganar electrones, estos elementos
compartirán electrones para poder llenar sus envolturas de valencia.
Un buen ejemplo de un enlace covalente es ese que ocurre entre dos átomos de
hidrógeno.
Los átomos de hidrógeno (H) tienen un electrón de valencia en su primera y única
capa o envoltura. Puesto que la capacidad de esta envoltura es de dos electrones,
cada átomo hidrógeno tenderá a captar un segundo electrón.
Enlace covalente apolar entre dos átomos de hidrógeno
(H)
En un esfuerzo por recoger un segundo electrón, el átomo de hidrógeno
reaccionará con átomos H vecinos para formar el compuesto H2. Ya que el
compuesto de hidrógeno es una combinación de átomos igualados, los átomos
compartirán cada uno de sus electrones individuales, formando así un enlace
covalente. De esta manera, ambos átomos comparten la estabilidad de una
envoltura de valencia.
TEORIA DEL ENLACE DE VALENCIA (EV).
Según la teoría del enlace de valencia para que se forme un enlace covalente
típico entre dos átomos, han de interaccionar, interpenetrarse o solaparse un
orbital de uno de los átomos con un orbital del otro y para que ello sea posible
cada orbital debe estar ocupado por un solo electrón y además de espines
opuestos.
TEORIA DE ORBITALES MOLECULARES (OM).
Es la segunda aproximación al estudio del enlace covalente, y la más ampliamente
empleada para explicar la estructura y la geometría de muchos sólidos
inorgánicos. El punto de partida consiste en asumir que si los dos núcleos
implicados en el enlace se ubican a la distancia de equilibrio, los electrones se
alojarán no en orbitales atómicos de cada elemento, sino en orbitales moleculares,
que son análogos a los atómicos, y que presentan características similares.
COMBINACION LINEAL DE ORBITALES ATOMICOS (CLOA).
Esta aproximación puede entenderse de forma simple si se piensa que cuando un
electrón esté cerca de uno de los núcleos, es decir, cuando esté “controlado” por
un núcleo, su función de onda será muy similar a la de un orbital atómico.
TEORÍA DEL ENLACE DE VALENCIA
El modelo de RPECV, basado sobre todo en las estructuras de Lewis, proporciona
un método relativamente sencillo y directo para predecir la geometría de las
moléculas. Pero, como se observó antes, la teoría de Lewis del enlace químico no
explica con claridad por qué existen los enlaces químicos. La idea de relacionar la
formación de un enlace covalente con el apareamiento de electrones constituyó un
paso en la dirección correcta, pero no avanzó lo suficiente. Por ejemplo, la teoría
de Lewis describe un enlace sencillo entre los átomos de H en el H2 y entre los
átomos de F en el F2 esencialmente de la misma forma, como el apareamiento de
dos electrones. Sin embargo, estas dos moléculas tienen energías de disociación
de enlace así como longitudes de enlace muy diferentes (436.4 kJ/mol y 74 pm
para el H2 y 150.6 kJ/mol y 142 pm para el F2). Éste y otros hechos no pueden
explicarse por medio de la teoría de Lewis. Para una explicación más completa de
la formación del enlace químico se debe recurrir a la mecánica cuántica. De
hecho, el estudio del enlace químico en la mecánica cuántica proporciona también
un medio para comprender la geometría molecular.
Hasta la fecha se utilizan dos teorías mecánico-cuánticas para describir la
formación del enlace covalente y la estructura electrónica de las moléculas. La
teoría del enlace valencia (EV) supone que los electrones de una molécula ocupan
orbitales atómicos de los átomos individuales. Esto permite conservar la imagen
de los átomos individuales tomando parte en la formación del enlace. La segunda
teoría, denominada teoría de los orbitales moleculares (OM), propone la formación
de orbitales moleculares a partir de los orbitales atómicos. Ninguna teoría explica
perfectamente todos los aspectos del enlace, pero cada una contribuye a la
comprensión de muchas de las propiedades moleculares que se observan.
Se empezará el estudio de la teoría del enlace valencia considerando la formación
de una molécula de H2 a partir de dos átomos de H. La teoría de Lewis describe el
enlace
H - H en términos del apareamiento de los dos electrones de los átomos de H.
Según la teoría del enlace valencia, el enlace covalente H-H se forma por el
traslapo de los dos orbitales 1s de los átomos de H. Traslapo significa que los dos
orbitales comparten una región común en el espacio.
¿Qué sucede cuando dos átomos de H se aproximan entre sí para formar un
enlace? Al inicio, cuando los dos átomos están alejados lo suficiente, no hay
interacción. Se dice que la energía potencial de este sistema (es decir, de los dos
átomos de H) es cero. Conforme los átomos se aproximan uno al otro, cada
electrón es atraído por el núcleo del otro átomo; al mismo tiempo, los electrones
se repelen entre sí, y también los dos núcleos. Mientras los átomos todavía están
separados, la atracción es mayor que la repulsión, por lo que la energía potencial
del sistema disminuye (es decir, se vuelve negativa) a medida que los átomos se
acercan (figura 10.5). Esta tendencia continúa hasta que la energía potencial
alcanza un valor mínimo. En este punto, cuando el sistema tiene la energía
potencial mínima, es más estable. Esta condición corresponde al traslapo máximo
de los orbitales l s y a la formación de la molécula de H2, que es estable. Si la
distancia entre los núcleos disminuyera aún más, la energía potencial aumentaría
rápido y finalmente sería positiva como resultado del aumento de las repulsiones
electrón-electrón y núcleo-núcleo. De acuerdo con la ley de la conservación de la
energía, la disminución de la energía potencial, como resultado de la formación de
H2, debe estar acompañada por una liberación de energía. Los experimentos han
demostrado que, a medida que se forma una molécula de H2 a partir de dos
átomos de H, se libera calor. Lo contrario también es cierto. Para romper un
enlace H - H se debe suministrar energía a la molécula. En la figura 10.6 se
muestra otra manera de visualizar la formación de una molécula de H2.
HIBRIDACIÓN Y GEOMETRÍA MOLECULAR
Moléculas poliatómicas: hibridación de orbitales.
Considérese ahora la molécula de agua. La configuración electrónica del oxígeno
es 2s2 2px2 2py1 2pz1. Los dos electrones de los orbitales 2py y 2pz pueden
aparearse y formar enlaces σ con los orbitales 1s de los hidrógenos. Como estos
orbitales p son perpendiculares entre sí, dichos enlaces σ deberían presentar esa
misma separación. Sin embargo, el ángulo H-O-H es de 104.5º. Algo similar
ocurre con la molécula de amoniaco. Los tres electrones de los orbitales p
formarían sendos enlaces σ con los tres átomos de hidrógeno, y la separación
también tendría que ser de 90º, cuando experimentalmente se conoce que dicho
valor es de 107º. ¿Constituyen estas excepciones errores de la Teoría del Enlace
de Valencia? Esta cuestión se resuelve a continuación.
Explicación errónea de la molécula de agua.
Una deficiencia aparente de esta teoría es el no poder explicar la tetravalencia del
carbono, es decir, su habilidad para formar cuatro enlaces. La configuración del
átomo de carbono en su estado fundamental es 1s22s22px12py1, la cual sugiere
que dicho átomo sólo puede formar dos enlaces en lugar de cuatro. Para que el
carbono forme cuatro enlaces debe alcanzar su estado de valencia. El estado de
valencia de un átomo en una molécula es el estado electrónico de ese átomo en el
cual se puede combinar con los otros átomos para formar la molécula sin que sea
necesaria ninguna reorganización electrónica adicional. Así pues, para que el C
forme cuatro enlaces debe tener cuatro electrones en cuatro orbitales de la misma
energía (estado V4), con los espines orientados al azar. Esos orbitales son los
híbridos sp3.
Orbitales híbridos sp3.
La hibridación no es más que una mezcla o combinación lineal de orbitales
atómicos puros (s y p, en este caso). La combinación lineal de un orbital 2s y de
los tres orbitales 2p conduce a la formación de cuatro orbitales híbridos
equivalentes:
h1 = s + px + py + pz
h2 = s – px + py – pz
h3 = s – px – py + pz
h4 = s – px – py – pz
Como resultado de esta interferencia entre los orbitales, cada orbital híbrido
consiste en un lóbulo más abultado que el otro y que apunta directamente hacia
un vértice de un tetraedro regular. El ángulo entre los orbitales híbridos
corresponde a los ángulos de un tetraedro y tiene un valor de 109,4°. Como cada
uno de estos orbitales híbridos se ha formado a partir de un orbital s y 3 orbitales p
se denomina orbital híbrido sp3. Ahora resulta más sencillo describir la formación
de la molécula AB4 desde el punto de vista de la Teoría del Enlace de Valencia.
Cada uno de los orbitales híbridos que resultan tras la promoción en el átomo A
contiene 1 electrón desapareado, que se aparea con el electrón que ocupa un
orbital 1s de cada átomo de hidrógeno, originando un enlace σ que apunta hacia
uno de los vértices de un tetraedro. Como cada orbital sp3 presenta la misma
"composición", los cuatro híbridos son idénticos, salvo sus orientaciones en el
espacio.
Existen otros tipos de orbitales híbridos que se emplean para explicar las
geometrías de otras especies químicas mediante la teoría del enlace de valencia.
Así, las combinaciones lineales de un orbital s con dos orbitales p conduce a los
híbridos sp2 que sirven para explicar la geometría de las moléculas trigonales
planas, como el BF3. La combinación lineal de un orbital s y uno p conduce a la
formación de dos orbitales híbridos sp de geometría lineal. En la siguiente tabla se
representan distintos tipos de orbitales híbridos y sus geometrías.
Orbitales híbridos y sus geometrías.
Número de coordinación Distribución Orbital híbrido
Teoría del orbital molecularLa teoría del enlace valencia es una de las dos propuestas de la mecánica cuántica para explicar los enlaces en las moléculas. Explica, al menos cualitativamente, la estabilidad del enlace covalente en términos del traslapo de orbitales atómicos. Utilizando el concepto de hibridación, la teoría del enlace valencia puede explicar la geometría molecular predicha por el modelo RPECV. Sin embargo, la suposición de que los electrones en una molécula
ocupan orbitales atómicos de los átomos individuales, es sólo una aproximación, ya que cada electrón enlazante en
una molécula debe estar en un orbital característico de la molécula como un todo.Un orbital molecular de enlace tiene menor energía y mayor estabilidad que los orbitales atómicos que lo formaron. Un orbital molecular de antienlace tiene mayor energía y menor estabilidad que los orbitales atómicos que lo formaron.Como lo indican los nombres de "enlace" y "antienlace", el acomodo de electrones en un orbital molecular de enlace produce un enlace covalente estable, en tanto que el acomodo de electrones en un orbital molecular de antienlace produce un enlace inestable.En los orbitales moleculares de enlace, la densidad electrónica es máxima entre los núcleos de los átomos que se enlazan. Por otra parte, en los orbitales moleculares de antienlace la densidad electrónica disminuye hasta cero entre los dos núcleos.