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Enfoque de la regulacin yEconoma Poltica Internacional:
paradigmas convergentes?
Pablo Bustelo
Profesor titular de Economa AplicadaUniversidad Complutense de
Madrid
E-mail: [email protected]
Artculo en la Revista de Economa Mundial, n 8, 2003
Resumen: Este trabajo expone las lneas generales del enfoque
francs de laregulacin (especialmente en su anlisis de las
relaciones econmicasinternacionales) y de las teoras anglosajonas
de Economa PolticaInternacional (EPI), dos corrientes de particular
alcance por haber generadonumerosas contribuciones tericas y
empricas. Se insiste en el inters delenfoque primigenio de la
regulacin y de la EPI heterodoxa. La conclusinprincipal es que esos
dos paradigmas tienen varios aspectos interesantes encomn, algunos
de los cuales son adems especialmente sugerentes paraanalizar la
globalizacin. No obstante, son necesarios algunos ajustes en las
doscorrientes con miras a establecer un programa comn y fecundo
deinvestigacin.
Abstract: The article outlines the main features of the French
regulationistapproach (especially as regards to its analysis of
international economicrelations) and of the Anglosaxon theories of
International Political Economy(IPE), two strands of thought of
particular usefulness as a result of theirnumerous theoretical and
empirical contributions. The paper stresses theinterest of the
original regulationist approach and that of the heterodox branchof
IPE. The main conclusion is that these two paradigms deliver
severalcommon insights, some of which are also particularly
appropriate to analyzeglobalization. However, some adjustments are
needed in both schools in orderto develop a shared and far-reaching
research program.
Clasificacin JEL: B50, O11, P16.
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21. Introduccin
Hasta los aos sesenta del siglo XX los anlisis de la economa
mundialreflejaban por lo general una concepcin dicotmica: por una
parte, seestudiaban las economas nacionales, generalmente sin
referencia alguna a suintegracin en el espacio internacional y, por
la otra, se investigaban lasrelaciones econmicas internacionales,
entendidas como relaciones entreagentes independientes situados en
territorios nacionales distintos.
En los ltimos cuarenta aos, el fuerte crecimiento de esas
relaciones(internacionalizacin) se ha combinado con la aparicin y
el desarrollo de dosfenmenos nuevos, como son la
multinacionalizacin y la mundializacin de laeconoma mundial. Por un
lado, la consolidacin de agentes (empresas,instituciones
financieras, ...) que organizan sus actividades de forma
coordinadaen varios territorios nacionales (las unidades
multinacionales o transnacionales)ha creado espacios homogneos que
atraviesan y superan las fronterasnacionales. A causa de ello, una
parte importante de las llamadas relacionesinternacionales ya no
son relaciones entre agentes de distinta nacionalidad
y/oindependientes (ejemplos de ello son el comercio intrafirma o
lasubcontratacin internacional). Por otra parte, el auge de las
interdependenciasy la aparicin de un sistema universal de
referencia para las actividadeseconmicas han globalizado una parte
notable de la economa mundial, lo que haconferido a sta,
especialmente desde los aos ochenta, una dimensintotalmente
nueva.
De resultas de esas dos mutaciones, los anlisis tradicionales
sevolvieron obsoletos y tuvieron que ser sustituidos por nuevos
enfoques. Antela creciente complejidad de la economa mundial, una
primera reaccinconsisti en multiplicar los estudios empricos sobre
el auge de las inversionesen el extranjero, las empresas
multinacionales y sus filiales, las sociedades decomercio
internacional, la banca transnacional, etc.. La mayor parte de
esosestudios analiz el auge de esos fenmenos sin apenas hacer
referencia a suinterdependencia recproca y, sobre todo, a la
relacin entre su comportamientoy los cambios tanto en las economas
de origen de esas inversiones, empresas osociedades como en la
propia economa mundial.
Una segunda reaccin fue bastante ms ambiciosa: consisti en
intentarprolongar la interpretacin de la economa mundial en trminos
de sistema.Como es bien sabido, cabe destacar dos grandes variantes
originales de lainterpretacin sistmica: el modelo centro-periferia
y el anlisis de la economa-mundo. El primero fue popularizado
durante los aos cincuenta por Prebisch yla CEPAL y en los aos
sesenta y setenta por la escuela de la dependencia. Elsegundo, algo
ms sofisticado, fue sugerido, desde principios de los setenta,por
I. Wallerstein en trminos de un sistema mundial en el que la
economa-mundocapitalista es determinante de todo cuanto acontece a
nivel planetario, desde la
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3creacin de las instituciones del mundo moderno (los Estados)
hasta lasposibilidades de desarrollo de cada una de sus zonas.
Esos dos planteamientos, tendentes a dar respuesta a los
fenmenos demultinacionalizacin y mundializacin, respectivamente, de
la economa,hicieron aportaciones de gran calado pero slo lograron
su objetivo a medias,pues se trat, en buena medida y desde el
principio, de discursos rgidos,deterministas y parciales. Incluso
si se acepta que sus proposiciones eranacertadas en el contexto de
los aos setenta (lo que puede ser mucho suponer),lo cierto es que
prcticamente nadie discutira que, con el auge de laglobalizacin en
los ochenta y noventa, han ido perdiendo progresivamente noslo
vigencia sino incluso pertinencia.
Pocas alternativas rigurosas surgieron ante las insuficiencias
de esosplanteamientos. Dos de ellas pueden ser consideradas
interesantes, en el doblesentido de que han puesto sobre la mesa
asuntos trascendentes y de que hangenerado una abundante literatura
terica y emprica. La primera estcompuesta por el llamado enfoque de
la regulacin (ER) y sus incursiones en elcampo de las relaciones
econmicas internacionales. La segunda es la de lasteoras
anglosajonas de Economa Poltica Internacional (EPI). Los dos
enfoquesdieron sus primeros pasos a mediados de los aos setenta
pero tuvieron escasarepercusin inicial entre los especialistas en
economa mundial, quiz porqueel primero no tena un planteamiento
internacional explcito y porque elsegundo proceda sobre todo de los
especialistas en Ciencia Poltica.
2. El enfoque de la regulacin y su aplicacin a la
economamundial
Como es bien conocido, los orgenes del ER se hallan en los
trabajos dealgunos economistas franceses, especialmente de los
agrupados en el Groupe deRecherches sur la Rgulation en Economie
Capitaliste (GRREC) de la Universidad deGrenoble (G. Destanne de
Bernis, fundamentalmente) y de los vinculados alCentre dEtudes
Prospectives et de Recherches d'Economie Mathmatique Applique
laPlanification (CEPREMAP) de Pars (M. Aglietta, R. Boyer y A.
Lipietz son losms conocidos)1.
La regulacin se define como el conjunto de regularidades de
origeninstitucional que compensan la inestabilidad inherente al
sistema econmico.Es la forma mediante la cual se impone la unidad a
travs de la lucha de sus
1 Obras de referencia son Boyer (1986) y Boyer y Saillard
(dirs., 1995). Sobre ladifusin del enfoque de la regulacin en el
mundo anglosajn, vase Jessop(1990 y 1997). El anlisis que se
sugiere en las pginas siguientes se inspiraprincipalmente en el de
la escuela del CEPREMAP, cuyas conclusiones parecenbastante menos
rgidas que las de la escuela de Grenoble. Sobre las
diferenciasentre las dos escuelas, vase Bustelo (1994).
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4elementos (Lipietz, 1983: 36). Los fundamentos tericos del ER
son diversos(vase Coriat, 1994 y, en castellano, Bustelo, 1994).
As, el ER: tiene una filiacin fundamentalmente marxista, en el
sentido de que
comparte la concepcin holista, dialctica y materialista del
marxismo,aunque expurgada de los dogmas de su versin
althusseriana;
combina esos postulados con otros extrados de los anlisis de la
regulacinen disciplinas distintas de la Economa de autores como H.
Atlan, G.Canguilhem, I. Prigogine o R. Thom (Lichnerowicz et al.,
1977);
parte de una revisin crtica de la tradicin macroeconmica
keynesiana ykaleckiana;
se inspira en un institucionalismo renovado as como en la
escuela histricade los Annales.
2.1. Rgimen de acumulacin, modo de regulacin y sus fases
El ER considera que un modelo de desarrollo tiene tres
componentesprincipales: rgimen de acumulacin, modelo de organizacin
del trabajo ymodo de regulacin (vase Lipietz, varios aos).
Por rgimen de acumulacin se entiende el modo de
transformacinconjunta y compatible de las normas de produccin, de
distribucin y de uso.Es decir, un rgimen de acumulacin permite,
durante un periodo largo,adecuar las transformaciones de las
condiciones de produccin y los cambiosen las condiciones de
consumo.
Un rgimen de acumulacin descansa, a su vez, sobre un modelo
deorganizacin del trabajo (o paradigma tecnolgico) que es el
conjunto de losprincipios generales de organizacin del trabajo y de
uso de las tcnicas.
Por modo de regulacin se entiende el conjunto de normas,
implcitas oexplcitas, de mecanismos de compensacin, de dispositivos
de informacin, ...,que ajustan permanentemente las expectativas y
los comportamientosindividuales a la lgica de conjunto del rgimen
de acumulacin. Esas normasse refieren fundamentalmente a la forma
de determinacin de los salarios, altipo de competencia entre
empresas y al modo de gestin monetaria. Laestabilidad o reproduccin
duradera de un rgimen de acumulacin dependede su articulacin con un
determinado modo de regulacin.
Pueden distinguirse, a lo largo de la historia de los pases
desarrolladosen los ltimos 150 aos, dos regmenes de acumulacin
sucesivos: el rgimen de acumulacin extensiva (hasta la Primera
Guerra Mundial)
caracterizado por la bsqueda de una mayor escala de produccin,
connormas productivas constantes y centrado fundamentalmente en el
sector debienes de produccin. El carcter extensivo de la acumulacin
se pona demanifiesto en un dbil aumento de la productividad del
trabajo, un creci-miento del consumo debido casi exclusivamente al
aumento de la poblaciny un incremento de la tasa de actividad o del
nmero total de horastrabajadas;
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5 el rgimen de acumulacin intensiva (desde los aos veinte)
caracterizado por laprofundizacin de la reorganizacin y de la
mecanizacin del trabajo, en elsentido de una mayor productividad
laboral y de un mayor coeficiente decapital fijo, centrada en el
consumo de masas, es decir, en la produccin debienes de consumo
para la gran mayora de la poblacin. El carcterintensivo de la
acumulacin se manifest en la fuerte aceleracin delaumento de la
productividad del trabajo, el crecimiento del consumo percpita y la
reduccin de la tasa de actividad y de la duracin del trabajo.
Los modelos de organizacin del trabajo sobre los que descansan
esosregmenes de acumulacin son el taylorista y su prolongacin
fordista.
El taylorismo consiste en la introduccin de la divisin social
del trabajoen los talleres y en la separacin entre trabajo y saber
del trabajador. Laaplicacin prctica del taylorismo a finales del
siglo XIX permiti un fuerteaumento del rendimiento e hizo posible
la entrada masiva en la produccin detrabajadores no cualificados,
es decir, de una mano de obra con salarios msbajos y poco
organizada. Pese a esas ventajas, el desarrollo del taylorismo
sevio limitado por dos hechos: en primer lugar, los trabajadores
conservaban elcontrol de su trabajo, con lo que podan hacer
fracasar los intentos patronales dehacer ms intensa su actividad y,
en segundo lugar, las diferentes operacioneseran ejecutadas
independientemente las unas de las otras, de tal manera que
ladireccin de la empresa estaba obligada a una vigilancia
permanente de cadaobrero para asegurarse de que respetaba el ritmo
establecido.
El fordismo, como proceso de trabajo, es una prolongacin del
taylorismoy consiste en la profundizacin tanto de la divisin del
trabajo como de laseparacin entre el trabajador y su capacidad
intelectual, mediante la intro-duccin de la cadena de produccin
semiautomtica o lnea de montaje. Esaintroduccin lleva hasta el
lmite la parcelacin del trabajo, permite lo queCoriat (1979)
denomin una vigilancia panptica y supone un aumento delrendimiento
y un mayor aprovechamiento de las economas de escala.
El fordismo tiene en realidad dos vertientes. La primera, su
vertienteproductiva, es la que se refiere a su carcter de proceso
de trabajo, es decir altaylorismo ms la mecanizacin semiautomtica
(Coriat, 1979). La segundavertiente es su vertiente regularizadora,
relativa a la adaptacin continua delconsumo de masas a los
incrementos de productividad. Esa adaptacin suponeventajas para
trabajadores y empresarios. Los primeros slo aceptaronsometerse al
proceso fordista de trabajo a cambio de un aumento continuo ensus
salarios reales. Los segundos vieron en el incremento constante del
poderde compra una garanta contra las crisis de sobreproduccin. De
ah que, en losaos veinte y treinta del siglo XX, se llegase a lo
que Lipietz llama el compromisofordista, es decir, el compromiso
global y organizado entre patronal y sindicatospara redistribuir a
los asalariados parte de las ganancias de productividad.
No obstante, ese compromiso no fue suficiente o lleg demasiado
tardepara evitar la Gran Depresin de los aos treinta, que se debi a
la inadaptacin
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6del modo de regulacin imperante entonces, el competitivo, al
nuevo rgimende acumulacin intensiva.
Cabe distinguir histricamente dos modos de regulacin: el modo de
regulacin competitiva (hasta los aos treinta) caracterizado por:
1)
un ajuste a posteriori de la produccin y de los salarios en
funcin delmovimiento de los precios; 2) una fuerte sensibilidad de
los precios a lascondiciones de demanda y 3) una gestin monetaria y
crediticia basada en lacirculacin de moneda de crdito y en el
estricto respeto de la disciplinamonetaria;
el modo de regulacin monopolista (desde la Gran Depresin)
definido por: 1)una determinacin a priori de la produccin y de los
salarios en funcin, yano de los precios, sino de las ganancias de
productividad; 2) un mecanismode formacin de los precios basado en
la posibilidad de que las grandesempresas administren sus precios
mediante la aplicacin de un mark-up, conindependencia relativa de
las fluctuaciones de demanda y 3) un tipo degestin de la moneda y
del crdito basado en la sustitucin de la moneda decrdito por la
moneda-mercanca metlica y en la posibilidad de
relajarsistemticamente la disciplina monetaria.
2.2. La articulacin entre acumulacin y regulacin en la historia
delcapitalismo desarrollado
Hasta la Primera Guerra Mundial, la acumulacin se bas en la
simpleextensin de las capacidades de produccin sin cambios notables
en laproductividad y en la composicin de capital y la regulacin
consisti en elclsico ciclo de negocios, de forma que se aseguraron
tanto un crecimiento de latasa de plusvala al menos igual al de la
composicin orgnica del capital (y,por tanto, un mantenimiento o un
crecimiento de la rentabilidad), como elseguimiento de una senda de
crecimiento exenta de grandes sobresaltos.
La fase siguiente (aos veinte) correspondi a la sustitucin
progresivade la acumulacin extensiva por un rgimen intensivo,
gracias a la fuerte ola deinnovaciones tcnicas de principios de
siglo y a su aplicacin masiva a losprocesos de produccin
(taylorismo y embriones de fordismo). Los locos aosveinte fueron
testigos de un boom originado por el prodigioso crecimiento de
laplusvala relativa. Sin embargo, esa transformacin en el rgimen
deacumulacin no se vio acompaada por una mutacin equivalente del
modo deregulacin, que conserv su carcter competitivo, de forma que
los incrementosde productividad superaron ampliamente al modesto
crecimiento del poder decompra de los asalariados, generndose las
tendencias hacia una crisis derealizacin o de sobreproduccin. La
Gran Depresin de los aos treinta puedeinterpretarse como la primera
crisis de la acumulacin intensiva y la ltima dela regulacin
competitiva.
La edad de oro del crecimiento (1945-1970) fue el resultado de
lageneralizacin del fordismo como rgimen de acumulacin, es decir,
por una
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7afortunada combinacin de los principios de la organizacin
cientfica deltrabajo con el consumo de masas, esto es, por lo que
Boyer (2000b) denominauna sincronizacin sin precedentes entre la
produccin y el consumo enmasa. Los incrementos consiguientes de la
productividad del trabajo fueronsuperiores a los del capital fijo
per cpita y el aumento de los salarios reales secombin, para
generar un aumento constante del poder de compra, con
laconsolidacin de una red de instituciones estabilizadoras del
crecimiento de lasrentas nominales de los asalariados (convenios
colectivos, Estado del bienestar,etc...), propia del modo de
regulacin monopolista.
La confluencia de la acumulacin intensiva y de la
regulacinmonopolista sent las bases de un ciclo virtuoso de
productividad y salariosreales (directos e indirectos). El aumento
de la productividad permiti superarlos obstculos derivados del
deterioro de la rentabilidad (crisis de valorizacin)mientras que el
crecimiento del poder de compra impidi que se registrasenproblemas
de insuficiencia de demanda (crisis de realizacin). El
crecimientode posguerra se caracteriz, por tanto, por una gran
estabilidad.
La crisis que se produjo a finales de los aos sesenta y
principios de lossetenta en los pases desarrollados obedeci
principalmente a una crisis delfordismo interna (un anlisis clsico
es el de Granou et al., 1979), aunque sta sevio amplificada por la
creciente internacionalizacin de las relacioneseconmicas.
La crisis del fordismo fue el resultado de un crecimiento del
coste laboralsuperior al de la productividad del trabajo y de un
incremento del capital fijorespecto del nmero de asalariados. El
rechazo, por parte de los trabajadores,de las implicaciones de la
organizacin cientfica del trabajo (separacin entrecompetencia
profesional y ejecucin descualificada, subordinacin deltrabajador a
la jerarqua empresarial y a la mquina, ...) provoc una oleada
deconflictos laborales desde finales de los aos sesenta, que
desembocaron en uncrecimiento de los costes laborales directos.
Adems, aumentaron lascotizaciones sociales a cargo de las empresas
y las pensiones de jubilacinmientras que se reduca la jornada
laboral. Al mismo tiempo, disminuy elcrecimiento de la
productividad del trabajo, como resultado inevitable de unproceso
de trabajo que, al deshumanizar al trabajador, le volvi a la
largaineficiente.
La reduccin de la rentabilidad gener una menor inversin y un
mayordesempleo. Adems, la repercusin del incremento de los costes
en los preciosprovoc un proceso de inflacin de costes,
autoentretenido por las alzassalariales. El desempleo y la presin
para disminuir los salarios realesprovocaron una contraccin de la
demanda, si bien la crisis de los aos setentano puede considerarse
una crisis de insuficiencia de demanda sino una crisis deestructura
productiva (o de oferta).
La dimensin internacional de la crisis intensific su impacto.
Lacreciente competencia internacional de pases como Japn, Alemania
o losnuevos pases industriales (hacia los que se reorient la
demanda mundial), los
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8efectos de los dos shocks del petrleo y las estrategias de
redespliegueinternacional de las empresas multinacionales
supusieron la prdida decoherencia de los espacios nacionales como
base privilegiada de laacumulacin fordista. Los distintos pases
perdieron soberana nacional en loreferente a la regulacin de sus
economas. El empeoramiento de las balanzascomerciales impuso
estrategias de enfriamiento econmico que agudizaron losproblemas de
demanda.
En los aos ochenta, el doble impacto de la globalizacin y
delagotamiento del fordismo como forma de organizacin del trabajo
pusieron encuestin la viabilidad de la rigidez de la relacin
salarial en trminos decompetencia y de rentabilidad. Una primera va
de salida fue la flexibilizacinde los mercados de trabajo (o del
contrato salarial) junto con un control directojerrquico de la
actividad de los trabajadores (lo que se denomina
paradigmaneo-tayloriano). En palabras de Lipietz (2001: 24):
esa va fue la elegida por los pases anglosajones,
Europameridional y Francia: una brasilianizacin resultante en el
neo-taylorismo, que mantuvo los principios tayloristas
deorganizacin del trabajo, reforzada por las tecnologas de
losordenadores, pero sin las ventajas que el fordismo
ofrecapreviamente a los trabajadores.
Una va alternativa fue la de la movilizacin de los recursos
humanos (laimplicacin de los trabajadores en el proceso de
produccin) con miras aalcanzar aumentos de productividad (paradigma
neo-fordista). La implicacinnegociada de los trabajadores (en
empresas, como en Japn; en ramas, como enAlemania y el norte de
Italia; en la sociedad entera, como en los pasesescandinavos) se
alcanz con la contrapartida del mantenimiento (aunquerelativo) de
las ventajas sociales. En el caso de Suecia, por ejemplo,
puedehablarse de paradigma kalmariano o dalmatiano en honor de las
primeras fbricasautomovilsticas (de la empresa Volvo) reorganizadas
segn el principio de laimplicacin negociada de los
trabajadores.
En suma, los pases de la OCDE, en los dos ejes
rigidez/flexibilidad delmercado de trabajo y grado de
implicacin/control de los trabajadores en elproceso de trabajo, se
empiezan a distinguir de la siguiente manera:
Estados Unidos y Gran Bretaa, que otorgan prioridad a
laflexibilidad y que ignoran la implicacin, algunos pases
queintroducen la implicacin negociada de manera
individual(Francia), el Japn que practica la implicacin negociada a
nivel delas (grandes) empresas, Alemania que la practica a nivel de
lasramas y Suecia que es el pas que se encuentra ms cerca de
ejekalmariano (Lipietz, 1995a: 4).
A finales de los aos ochenta se poda incluso pensar que el
fordismollegara a ser sustituido por un post-fordismo en el que se
relacionara el consumo
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9de masas con la diferenciacin de producto, mediante la
implantacin de losmtodos de trabajo del toyotismo o del ohnismo
(Boyer y Durand, 1993). Sinembargo, la larga recesin japonesa de
los aos noventa ha puesto en solfa esasalida a la crisis del
fordismo.
Por el contrario, se ha impuesto una doble pauta (Lipietz,
2001): enEEUU, Reino Unido, Francia y la Europa meridional un
modelo neo-tayloriano(o flexible, o tambin liberal-productivista)
seguido, en los pases anglosajones,de un rgimen dominado por las
finanzas (Boyer, 2000b); en el resto de Europacontinental y en
Japn, un modelo menos liberal, estrictamente fordista o
neo-fordista. La primera pauta da lugar a una sociedad en forma de
reloj de arena(sablier), en la que hay un nmero creciente de ricos,
cada vez ms pobres y unimportante adelgazamiento de las clases
medias. La segunda pauta genera unsociedad en forma de globo
aerosttico (montgolfire), en la que hay pocos ricos,pocos pobres y
muchos en el medio. La primera forma ha sido estudiada, parael caso
de Francia, por Lipietz (1996).
2.3. El enfoque de la regulacin y el anlisis de la
globalizacin
Al dar prioridad al anlisis de las formas institucionales sobre
una basenacional, el ER tendi, desde el principio, a desatender la
internacionalizacinde la divisin de trabajo y, por tanto, de la
acumulacin (aspecto subrayado porRobles, 1994 y reconocido
explcitamente por Boyer, 2000a).
Sobre la globalizacin, los autores de esa escuela parten de una
dobleconstatacin. En primer lugar, desde los aos ochenta se ha
registrado unacreciente internacionalizacin comercial y productiva,
manifestada en el augede los intercambios de bienes y de la
inversin directa extranjera. En segundotrmino, la caracterstica ms
llamativa (y la ms avanzada) de la globalizacineconmica es la
globalizacin financiera, debida a la desreglamentacin de
lossistemas financieros nacionales, al auge y a la difusin de
innovacionesfinancieras y a la desterritorializacin de algunos
mercados financieros (Boyer,1999).
Las aportaciones principales del ER pueden resumirse en las
dossiguientes: a diferencia del planteamiento liberal, para el que
la globalizacin
conducira a una creciente homogeneidad a escala mundial, se
registra unadivergencia de los regmenes de crecimiento en los
principales pasesdesarrollados (Boyer, 1999 y 2001) y una nueva
forma de divisininternacional del trabajo entre los pases ricos y
las naciones del TercerMundo (Dunford, 2000). Esas evoluciones dan
lugar a nuevas formas deinterdependencia entre economas
nacionales;
se est generando un rgimen internacional dominado por las
finanzas, quees manifiestamente inviable, a la vista de la amplitud
y del alcance de lascrisis financieras recurrentes. El sistema
financiero internacional esestructuralmente inestable (Aglietta,
1998).
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Mientras que los pases anglosajones se adentran en un rgimen
decrecimiento impulsado por la financiarizacin (tambin llamado
rgimenpatrimonial), en el que las finanzas y la insercin
internacional dominan larelacin salarial y las relaciones entre el
Estado y la economa, los restantespases desarrollados intentan
mantener un rgimen fordista o neo-fordista.
En EEUU y el Reino Unido,numerosas macro-fusiones, movilidad del
capital entre pases,presiones en la gestin empresarial, difusin de
activos burstilesentre una mayor fraccin de la sociedad: todas
esastransformaciones han sugerido que est apareciendo un rgimende
acumulacin dirigido por las finanzas. Tal rgimen conduciraa un modo
de regulacin completamente nuevo, que se llamaactualmente la nueva
economa: ese rgimen combinara laflexibilidad del mercado de
trabajo, la estabilidad de precios, eldesarrollo de sectores de
alta tecnologa, los auges burstiles y ladisponibilidad de crdito
para sostener el rpido crecimiento delconsumo, as como un optimismo
permanente en las expectativasde las empresas. La capacidad de cada
pas para adoptar y aplicartal modelo sera una variable bsica de los
resultadosmacroeconmicos y determinara el lugar de ese pas en
unaeconoma mundial jerarquizada gobernada por la difusin de
unrgimen financiarizado de crecimiento (Boyer, 2000b: 116).
En los restantes pases desarrollados, no se registra tal
proceso. Latenencia de acciones y otros ttulos financieros en
relacin al ingreso disponibleno es tan importante. El consumo no se
financia en la misma medida con elrecurso al crdito. Los mercados
burstiles no son mecanismos tan esencialesde distribucin del
capital y de control de la direccin de las empresas. Todoello no es
necesariamente un inconveniente en trminos de desempeoeconmico y de
equidad social (Boyer, 2000a). Durante los aos noventa,
laproductividad creci en Francia, Alemania o Japn casi al mismo
ritmo que enel Reino Unido. Las tasas de beneficio empresarial
fueron satisfactorias.Adems, la distribucin de la renta es mucho ms
desigual en EEUU y el ReinoUnido que en el resto de los pases
desarrollados.
Se registra tambin una recontinentalizacin de la economa
mundial(Asia oriental alrededor de Japn, Amrica en torno a EEUU,
Europa con uncentro en Alemania) que se debe, en primer lugar, a
que, con los modos degestin just in time, recobran importancia la
distancia y los costes de transacciny, en segundo lugar, a los
intentos de regular la macroeconoma mundialmediante acuerdos entre
vecinos (Lipietz, 1995a).
Aumenta la rivalidad entre los tres polos de la economa mundial
por lamayor orientacin de la produccin hacia los mercados
internacionales, dado elescaso crecimiento del mercado interior, y
por la fuerte competencia por
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realizar inversiones extranjeras en las economas emergentes y en
los pases entransicin.
Los pases desarrollados se han especializado en actividades
intensivasen trabajo intelectual y cualificado realizado por los
tcnicos que R. Reich hallamado analistas simblicos. Esos analistas
desempean actividades de diseo,consultora tcnica y financiera,
informacin y comunicacin, comercializacin,publicidad, servicios
contables y de asesora legal, etc.. Los pases emergentes,adems de
crear ms industrias intensivas en trabajo, han ampliado suactividad
hacia la produccin de bienes intermedios y de capital y hacia
losservicios financieros.
Aparece as una tercera divisin internacional del trabajo (DIT),
que sesuperpone a los dos anteriores (Lipietz, 1995a). La primera
DIT consiste en elintercambio de productos primarios por bienes
manufacturados, ambosobtenidos de forma diferente (por ejemplo, el
comercio entre la Unin Europeay frica). La segunda DIT se produce
cuando surge una especializacin endiferentes tareas dentro de una
misma rama y producidos de manera tayloriana(por ejemplo, el
comercio entre EEUU y los dragones asiticos). La tercera
DITconsiste en el intercambio de bienes similares pero fabricados
de maneradistinta segn el paradigma neo-tayloriano o neo-fordista
adoptado por lospases (por ejemplo, el comercio entre el Reino
Unido y Alemania).
En cuanto a los efectos de la globalizacin, el ER los analiza de
lasiguiente manera. A escala nacional, la globalizacin provoca un
aumento delpeso de los beneficios en la renta nacional as como un
menor crecimiento delos salarios respecto del de la productividad.
Aumenta as el riesgo de crisis desobreproduccin, riesgo que sin
embargo se ve contenido por la existencia deuna sociedad salarial
(Estado del bienestar) en los pases desarrollados. Aescala
internacional, la existencia de unos EEUU que ejercen de comprador
deltima instancia y la creciente asalarizacin en las economas en
transicin y enmuchos pases del Tercer Mundo contienen igualmente el
riesgo desobreproduccin.
Con todo, para evitar un escenario de crisis generalizada (ante
la quiebradel Estado del bienestar, una eventual recesin
estructural en EEUU y las crisisfinancieras recurrentes en las
economas emergentes y en transicin), Boyer(2000a), propone: un
nuevo rgimen de crecimiento asentado en la demanda interna y en
inversiones en infraestructuras y no en la desinflacin
competitiva; domesticar de nuevo, a escala mundial, las finanzas y
el mercado para que
vuelvan a ser medios para garantizar el bienestar de las
sociedades y nosigan siendo fines por s mismos.
En suma, el ER considera que la globalizacin no es un
fatalismoeconmico sino el resultado de una eleccin poltica (Boyer y
Drache, eds.,1996), tema en el que se acerca a algunos de los
planteamientos de la EconomaPoltica Internacional.
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2.4. Balance crtico
Pueden resaltarse algunas ventajas e inconvenientes de las
propuestasdel ER. En cuanto a las ventajas, parece claro que es muy
positivo su intento deteorizar el desequilibrio, de combinar
tradicin clsica y grandes heterodoxos(Marx, Schumpeter y Keynes),
de relacionar historia y teora econmicas y detomar en consideracin
los aspectos sociales en el anlisis econmico. Ademsde esos aspectos
generales, algunos economistas anglosajones, de
ordinarioextremadamente escpticos ante las aportaciones
intelectuales francesas, hansealado que dos son los mritos
principales del ER (vanse, por ejemplo,Ruccio, 1990 o Jessop, 1997
y 2000): en primer lugar, la idea de que la acumulacin capitalista
no se autorregula,
es decir, no responde exclusivamente a una lgica interna de
reproduccin.En otros trminos, la acumulacin exige la presencia de
un marcoinstitucional (de un modo de regulacin). Se trata de una
concepcin social yno reduccionista del proceso de acumulacin de
capital que hace posibleuna saludable superacin del finalismo del
marxismo ortodoxo. Losregulacionistas, en palabras de Jessop (2000:
1),
se centran en los conjuntos histricamente contingentes
demecanismos y prcticas econmicos y extra-econmicos quepermiten que
se registre una acumulacin relativamente estableen periodos
relativamente largos a pesar de las contradiccionesfundamentales,
tendencias a la crisis y conflictos generados por
elcapitalismo.
en segundo trmino, su intento de completar la dimensin
internacional delproyecto marxiano de investigacin (los famosos e
inexistentes libros 5 y 6de El Capital acerca del comercio y el
mercado mundiales), sobre la que losregulacionistas han hecho
algunas incursiones notables con, por ejemplo, elconcepto de
fordismo perifrico de Lipietz (1985) o algunos de sus anlisis dela
globalizacin.
Sin embargo, el ER ha suscitado tambin crticas a su jerga (y a
ciertaobsesin por los trminos). Tambin se ha acusado al enfoque de
serfuncionalista y simplista, de presuponer que la accin consciente
del Estadopuede borrar las contradicciones del capitalismo as como
guiar la acumulacina travs de las crisis y de ser polticamente
reformista. Como ha sealado uncrtico britnico,
el problema principal de la teora de la regulacin es que
enfoca,de manera unilateral, la regularizacin como un proceso
socio-poltico en marcha, mientras que trata las inestabilidades
comoaspectos tecno-econmicos y relega su anlisis a unas
pocassimples proposiciones o frmulas. Tal cosa ha hecho que la
teorade la regulacin haya sido acusada, por partida doble, de
poner
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13
demasiado nfasis en la estabilidad y de ignorar a los agentes.
Loseconomistas neoclsicos consideran que las perturbaciones en
elequilibrio se sitan fuera del modelo. Tales perturbaciones
sedenominan shocks externos, cuya generacin no es analizada.
Lostericos de la regulacin se toman las perturbaciones del
sistemams en serio pero, al tratar las influencias
desestabilizadoras slocomo factores tcnicos o econmicos, ponen
demasiado nfasis enla capacidad de las normas e instituciones
sociales reguladoraspara estabilizar la sociedad (Friedman, 2000:
61).
Adems, algunos autores de la escuela, ante las crticas de la
Economaconvencional, se han distanciado de los presupuestos
iniciales para acercarse,buscando fundamentos microeconmicos
aparentemente ms slidos, a laEconoma de las convenciones,
provocando lo que Lipietz ha llamado un gransalto hacia atrs
(Lipietz, 1995b). Jessop (1997) ha descrito el debate que
hagenerado la aproximacin de algunos autores regulacionistas a
unosfundamentos discutibles, basados en el individualismo
metodolgico,extrados de enfoques de la eleccin racional, la teora
de juegos, los costes detransaccin y la Economa de las
convenciones.
Por aadidura, Jessop considera que el ER ha tenido un doble
fracasorelativo:
ha fracasado en convencer a los economistas convencionales quela
teora econmica debera dejar de concebir los fenmenosextraeconmicos
como algo irrelevante o marginal, como aspectosceteris paribus; y
ha fracasado en convencer a los cientficos socialesconvencionales
de que la acumulacin no puede explicarse sinreferencia a mecanismos
a la vez econmicos y extraeconmicos(Jessop, 2000: 28).
Por ltimo, y este quiz sea el principal inconveniente del ER,
suspartidarios todava no han desarrollado de manera suficiente la
dimensininternacional de su anlisis. El problema estriba en que, al
haber nacido de unintento de teorizar la evolucin histrica de los
pases desarrollados, la escuelade la regulacin adolece de un sesgo
metodolgico que dificulta la elaboracinde conceptos para el anlisis
del capitalismo mundial.
3. La Economa Poltica Internacional
La Economa Poltica Internacional (EPI) o International Political
Economy(IPE) es un enfoque sugerente para el anlisis de la economa
mundial y, enparticular, de las relaciones econmicas
internacionales, sean stas formuladasen trminos de economa
internacional, organizacin econmica internacional oestructura
econmica mundial. La EPI, siendo relativamente reciente, se ha
-
14
convertido ya en una materia impartida en numerosas
universidadesanglosajonas y objeto de numerosos manuales o
tratados2.
Resulta sugerente porque parte de la premisa de que los
asuntosmundiales no pueden estudiarse con un enfoque monocausal
(econmico opoltico, nacional o internacional, estatal o no estatal)
puesto que lo econmicoy lo poltico, lo nacional y lo internacional,
y los Estados y los agentes noestatales estn estrechamente
interrelacionados. Por tanto, la EPI es sobre todouna forma nueva
de abordar problemas complejos en el sistema mundial,problemas que
no pueden ser resueltos de manera satisfactoria por los
anlisisestrictamente econmicos o estrictamente polticos.
3.1. Definicin, supuestos bsicos e inters de la EPI
La EPI puede definirse de manera estricta, esto es, como
subdisciplinade la teora de las relaciones internacionales, o de
forma amplia, comodisciplina, con todos los derechos, en las
ciencias sociales. Por ejemplo, paraGilpin (1975: 22), la EPI es el
estudio de la interaccin recproca ente loeconmico y lo poltico en
las relaciones internacionales; para Milner (2000: 3),la EPI es una
subdisciplina de la teora de las relaciones internacionales
quetrata de la interaccin de variables econmicas y polticas en el
sistemainternacional. Por el contrario, para Kbadjian (1999: 3), la
EPI es un intentointerdisciplinario que pretende analizar la esfera
de las relaciones econmicasinternacionales centrada en los fenmenos
de riqueza (...), teniendo en cuenta susarticulaciones con la
esfera de lo poltico, centrada en los fenmenos de poder.
Hay autores que defienden una interpretacin eclctica (amplia) de
laEPI: para Frieden y Martin (2001: 3), se trata de un enfoque que
rene todos lostrabajos para los que los factores econmicos
internacionales son una causa ouna consecuencia importantes.
Existen partidarios de que la EPI se mantenga como sub-campo
(subfield)de la teora de las relaciones internacionales (Gilpin,
1987): la EPI sera por tantouna subdisciplina (admisiblemente
menor) de esa teora y se interesara portemas como la poltica
econmica exterior, las organizaciones econmicasinternacionales, el
comercio internacional o las polticas de tipo de cambio.
Tambin hay defensores de la EPI como una nueva
(inter)disciplinaheredera de la Economa Poltica clsica y/o radical
(Underhill, 2000). En talcaso, la EPI sera una nueva disciplina
dirigida especficamente al anlisis de laglobalizacin. Puede incluso
defenderse la tesis de que la globalizacin saca,por as decirlo, a
la EPI del marco de la teora de las relaciones internacionales.
Los supuestos bsicos de la EPI pueden enumerarse de la
siguientemanera (Underhill, 2000: 806):
2 Algunos manuales y recopilaciones recientes de textos son
Baylis y Smith(eds., 2001), Brawley (1999), Cohen y Lipson (eds.,
1999), Cohn (2000), Frieden yLake (eds., 2000), Kbadjian (1999) y
Stubbs y Underhill (eds., 2000).
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15
las esferas poltica y econmica no pueden ser separadas de manera
juiciosay hacerlo incluso entraa serios inconvenientes desde el
punto de vistaanaltico;
la interaccin poltica es uno de los medios a travs de los cuales
lasestructuras econmicas se establecen y transforman;
hay una conexin estrecha entre los niveles nacional e
internacional delanlisis y los dos no pueden separarse entre s de
manera aceptable.
El inters de la EPI reside principalmente en los tres aspectos
siguientes.En primer lugar, sus partidarios abordan temas de
estudio muy diversos, como,por ejemplo, la globalizacin, el
comercio internacional, las finanzasinternacionales, las empresas
multinacionales, la integracin econmica, elmedio ambiente, el gnero
y la insercin de grupos regionales de pases en laeconoma mundial,
as como aspectos nacionales y sub-nacionales en suarticulacin con
aspectos globales. Mientras que la teora convencional de
lasrelaciones internacionales se centra en los Estados y en
aspectos de seguridad,soberana y distribucin de poder, la EPI
aborda las relaciones Estado-sociedad, los mercados, el dinero, la
produccin, el comercio, las finanzas, etc..
En segundo trmino, la EPI tiene un importante
carcterinterdisciplinario, pues recoge aportaciones de la Economa,
la Ciencia Poltica,la Sociologa, la Historia, la Geografa, los
Estudios Empresariales (businessstudies), etc..
En tercer lugar, la EPI ha hecho un destacado esfuerzo
metodolgico, conmiras a buscar un anlisis adecuado de la
globalizacin y de sus efectos en lasestructuras nacionales, en los
Estados (y sus opciones de poltica econmica) yen el sistema
econmico y poltico internacional. Por tanto, la EPI es punta
delanza de que lo A. Payne ha llamado los estudios sobre
globalizacin(globalization studies)3.
3.2. Genealoga de la EPI4
Puede fecharse el inicio de los estudios sobre EPI a principios
de losaos setenta. Sobre la base de los trabajos de R. N. Cooper
sobre lainterdependencia a escala mundial y de R. Vernon sobre las
empresasmultinacionales, los investigadores procedentes del campo
de las relacionesinternacionales (especialmente en EEUU) o del
campo de la economainternacional (principalmente en el Reino Unido)
empiezan a tomar concienciade la importancia de los aspectos
transversales y transnacionales en el sistemamundial. Puede por
tanto afirmarse que la EPI surge de la necesidad desuperar las
distinciones conceptuales entre lo econmico y lo poltico y entre
lointernacional y lo nacional.
3 A. Payne, Foreword, en Germain (ed., 2000).4 Surveys de inters
sobre la evolucin de la EPI son Katzenstein et al. (1998),Underhill
(2000) y Woods (2001).
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16
En 1971 R. Keohane y J. Nye coordinan un nmero especial de la
revistaestadounidense International Organization, que sera
publicado en forma de libroun ao ms tarde (Keohane y Nye, eds.,
1972). Tambin en 1971, S. Strange creaen el Reino Unido el
International Political Economy Group (IPEG), tras haberpublicado
un artculo que criticaba el foso entre los estudios de
economainternacional y los de relaciones internacionales (Strange,
1970). A finales de losaos setenta, Strange coordina un nmero
especial de International Affairs(Strange, ed., 1976).
La EPI tradicional
La EPI estadounidense se inscribe en la herencia de los enfoques
sobrerelaciones internacionales posteriores a la segunda guerra
mundial. Como esbien sabido, pueden distinguirse tres escuelas: la
realista, la liberal y laestructuralista.
La escuela realista considera que el sistema internacional
descansa sobrelas relaciones de poder entre los Estados, de manera
que el anlisis pertinentees el de la distribucin de poder a nivel
mundial y consiguientemente el delpoder en trminos de coercin.
Sobre la base de los trabajos de autores realistascomo Hans
Morgenthau y Kenneth Waltz, se desarroll el enfoque neo-realistaque
insisti en la importancia de la estructura del sistema poltico
internacional,incluyendo las interdependencias econmicas y tcnicas,
para explicar elcomportamiento de los Estados. Autores como C.
Kindleberger (1973) y R.Gilpin (1975, 1981, 1987) desarrollaron la
teora de la estabilidad hegemnica, envirtud de la cual la hegemona
de una superpotencia permite una estabilidadsuficiente a nivel
mundial. Esa teora descansa en los supuestos de que elEstado
dominante dispone de la capacidad para obligar a otros Estados
aseguir sus opiniones y de que la cooperacin inter-estatal se
manifiesta enorganismos internacionales cuyo poder emana nicamente
del de los Estadosque los sustentan.
Por el contrario, la escuela liberal (o pluralista) insiste en
las relacionesde inters (mercantiles) entre los individuos, a travs
de los Estados y/o de losmercados, que se consideran simples
instrumentos para alcanzar fines sociales.El anlisis pertinente es
el de los acuerdos mutuos y las relacionescontractuales entre los
individuos, enfoque defendido, entre otros, por RobertDahl. De esa
corriente surge un enfoque neoliberal: la teora de los
regmenesinternacionales de S. D. Krasner (ed., 1983, 1985) y de R.
Keohane (1984, ed., 1986),autor, este ltimo, procedente de las
filas del realismo. Los regmenes sedefinen como principios, normas,
directrices y procesos de toma de decisionespolticas en las que
convergen las expectativas en un rea dada de lasRelaciones
Internacionales (Krasner, 1982: 186). Otros autores de ese
corrienteson J. Ruggie y O. R. Young, as como, ms recientemente,
Gilpin (2000 y 2001),autor originalmente partidario del
realismo.
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17
En cuanto a la escuela estructuralista (y/o marxista), subraya
que loimportante es el anlisis de la estructura econmica y/o de las
relaciones deexplotacin. A escala internacional existen relaciones
asimtricas entre el centroy la periferia, cuya evolucin deriva de
las necesidades del orden capitalistamundial y, por tanto, de los
intereses de las clases dominantes. De ese enfoqueson exponentes el
enfoque de la dependencia (en la versin de Cardoso yFaletto)5 y el
enfoque del sistema mundial de I. Wallerstein.
Mientras que los enfoques de la dependencia y del sistema
mundialreciben fuertes crticas (y no slo desde planteamientos
ortodoxos, como seresume en Bustelo, 1998), los partidarios del
realismo y del liberalismo seenzarzan en importantes polmicas. Hay
que recordar, sin embargo, que elprimer intento de fusin entre los
planteamientos realistas y liberales seencuentra precisamente en
Keohane y Nye (eds., 1972). Algunos autores hanquerido ver en una
aportacin posterior de esos dos autores (Keohane y Nye,1977) la
primera contribucin genuina sobre EPI, por cuanto rechazaban la
ideade la competencia estratgica entre Estados y la sustituan por
la crecienteimportancia de los aspectos econmicos (vertiente
liberal) y de la cooperacinentre Estados a travs de los organismos
internacionales (vertiente neo-realista),al defender la tesis de la
interdependencia compleja. Sin embargo, la polmicaentre realismo y
liberalismo se mantiene en los aos ochenta y noventa (vaseBaldwin,
ed., 1993).
En cuanto a la EPI britnica6, cuya trayectoria es en muchos
aspectosdistinta de la de su homloga estadounidense (Smith, 2000;
Murphy y Nelson,2001), presenta menos controversias tericas
internas. Se distingue de la EPIestadounidense en que considera que
el poder no se concentra slo en losEstados, que lo poltico y lo
econmico no pueden ser separados y que lasestructuras histrica,
poltica y econmica son categoras analticas centrales.Sus
partidarios se muestran contrarios al tipo de supremaca
polticaestadounidense desde principios de los aos setenta y a que
lo R. Cox llam elhiperliberalismo de los gobiernos de Reagan y
Thatcher. Defienden la utilidadpoltica de la EPI (para algo y para
alguien). Adems, analizan la estructurahistrica del poder, que
depende de la hegemona de una potencia y quegarantiza la
estabilidad del orden mundial (enfoque neo-gramsciano de R. W.Cox)
o insisten en la autoridad difusa (en los Estados, las empresas,
los lobbies,los mercados, las mafias, etc.) y en el forma en que el
poder estructural de los
5 El planteamiento del desarrollo dependiente de Cardoso y
Faletto es, como esbien sabido, slo una de las escuelas del enfoque
de la dependencia, siendo lasotras la del desarrollo del
subdesarrollo (S. Amin, A. G. Frank, etc.) y la de lostericos
procedentes de la CEPAL (C. Furtado, O. Sunkel, etc.). La primera
fuela nica que tuvo cierta repercusin en EEUU. Vase Bustelo
(1998).6 En realidad, la EPI britnica engloba a investigadores del
IPEG, como S.Strange, F. Hirsch, R. Germain, R. Tooze y G.
Underhill y a autores vinculados ala Universidad de York (Ontario),
como R. Cox y S. Gill.
-
18
Estados y otras instituciones se ejerce y, sobre todo, en la
cuestin de a quienbeneficia (el planteamiento de S. Strange).
La EPI britnica se distingue, por tanto, por sus crticas a la
EPIestadounidense y acaba dando lugar a publicaciones como la
Review ofInternational Political Economy (RIPE, que se crea en
1994) y New Political Economy(NPE, creada en 1996), que surgen como
alternativa a la ms conservadoraInternational Organization. Cuando
se funda la RIPE, sus promotores decidendeliberadamente acoger
a
todas las escuelas de pensamiento que desafiaban la hegemonadel
hiperliberalismo, a los admiradores eclcticos de SusanStrange, a
los que se haban unido a Cox en hallar conocimientossobre la
economa poltica global desde los trabajos de AntonioGramsci y de
Karl Polanyi, a los dependentistas latinoamericanosy a los
representantes de varias escuelas de teora tercermundistadel
sistema mundial, la tradicin dominada por ImmanuelWallerstein
(Murphy y Nelson, 2001: 400).
Conviene destacar las aportaciones de Strange (1988 y 1996), de
Cox(1987) y de Gill y Law (1988). Es de sealar tambin que la EPI
britnica se abreenseguida a estudios nuevos, por ejemplo sobre
gnero y medio ambiente.
Los enfoques estadounidenses neo-realista y neoliberal entran en
crisisen los aos setenta y ochenta. La teora de la estabilidad
hegemnica aboga porla divisin y el enfrentamiento entre Estados
mientras que la teora de losregmenes internacionales defiende un
orden internacional espontneo. Sinembargo, durante esos aos, hay
muestras sobradas de una cooperacin inter-estatal deliberada.
Adems, ambos enfoques tienen unas bases comunes,inscritas en la
economa poltica neoclsica (planteamientos neo-smithianos enel
enfoque liberal y escuela del public choice en el enfoque
realista), razn por laque son muy criticados por los partidarios de
un planteamiento no neoclsico.Igualmente, comparten los supuestos
de la separacin entre lo poltico y loeconmico y de la concentracin
del poder en manos nicamente de Estadosconsiderados como agentes
racionales. Los primeros aos setenta, con laquiebra del sistema de
Bretton Woods a raz de una decisinfundamentalmente poltica y la
ltima fase de la guerra de Vietnam, muestranclaramente las
limitaciones de esos planteamientos.
Desde los aos ochenta la corriente dominante en la EPI
estadounidense(la neo-realista) se ve sujeta a los embates de la
globalizacin. Lo internacionaldebe ser sustituido por lo
transnacional, lo interestatal por las relaciones entreagentes no
estatales y la poltica por la economa. La crtica a
losplanteamientos de la EPI neo-realista fue expresada por S.
Strange de lasiguiente manera,
la autoridad de los gobiernos de todos los Estados, grandes
opequeos, fuertes o dbiles, se ha visto debilitada comoconsecuencia
del cambio financiero y tecnolgico y de la
-
19
integracin acelerada de las economas nacionales en un
nicaeconoma global de mercado (Strange, 1996: 14).
Una reaccin de los partidarios de la EPI estadounidense fue la
deabandonar los supuestos realistas que haban mantenido en el
pasado yempezar a considerar que las relaciones internacionales
dejan de estardominadas por los Estados y pasan a estarlo por el
mercado. La globalizacineconmica habra provocado el paso de un
mundo dominado por los Estados aun mundo dominado por el mercado
(Gilpin, 2000: 18).
La Nueva EPI
Otra reaccin, ms sugerente, de los tericos de la EPI fue la
derecuperar el concepto de interdependencia compleja, lo que sienta
las bases de unanueva EPI o Economa Poltica Global (EPG) o Global
Political Economy (GPE),sobre la que es que gran inters la
recopilacin de Palan (ed.), 2000.
La nueva EPI se distingue de la anterior por no aceptar que los
agentesprincipales son los sistemas estatales, esto es, unos
Estados entendidos comounidades unitarias racionales con creencias
y preferencias determinadas. Enotros trminos, las relaciones son
relaciones transnacionales (lasinterdependencias entre Estados y
sus sociedades) y no relacionesinternacionales (entre Estados).
La nueva EPI tambin se distingue por su inters en recuperar las
basesde la Economa Poltica (neoclsica, neo-neoclsica o heterodoxa,
esto es, clsicay/o radical).
En la EPG cabe distinguir dos grandes escuelas: el enfoque
neo-utilitarista de la eleccin racional y el post-racionalismo o
constructivismosocial. El enfoque de la eleccin racional considera
que es posible determinarcules son las preferencias y los intereses
de los Estados y de otros actores. Elconstructivismo social se
pregunta por qu y cmo los Estados y otros actoreshan llegado a
tener unas preferencias y unos intereses determinados.
El enfoque racionalista puede, a su vez, dividirse entre los
partidariosde la Economa Poltica de los agentes subestatales (sobre
la base del enfoquede la eleccin racional y de la teora de juegos
de R. Coase, de la teora delpublic choice de J. Buchanan, etc.) y
los defensores del institucionalismo (sobre labase de la teora de
los costes de transaccin de R. Coase aplicados a
agentesestatales).
La Economa Poltica de los agentes subestatales se interesa por
lascoaliciones, los grupos de inters, los lobbies, los burcratas,
etc. entendidoscomo agentes racionales (que buscan maximizar su
utilidad en el sentidoneoclsico convencional o su satisfaccin en el
sentido de la economa polticapositiva) en un contexto dado de
incentivos y restricciones. La teora de laeleccin racional (y, en
particular, la teora de juegos), desarrollada enEconoma por R.
Coase, genera, cuando se aplica a las relaciones
-
20
internacionales, aportaciones como las de R. Axelrod sobre la
cooperacininternacional. La teora del public choice aplicada a las
relaciones internacionalestuvo como resultado el conocido trabajo
de M. Olson sobre el auge y declive delas naciones.
El institucionalismo evolucionista aborda las relaciones
inter-estatalesdesde una perspectiva de los costes de transaccin de
R. Coase (tema yaabordado por Keohane, 1984 y desarrollado por
Milner, 1997). Ese neo-institucionalismo considera que los regmenes
internacionales sirvenprincipalmente para reducir los costes de
transaccin (costes de preparar,negociar y concluir acuerdos) por lo
que subsisten en ausencia de una clarapotencia hegemnica (Keohane,
1984). Adems, puesto que los Estados tienenpolticas distintas a ese
respecto, hay que tener en cuenta las influenciaspolticas
internas.
El post-racionalismo o constructivismo social se interesa por
laconstruccin de preferencias en funcin de identidades, creencias o
valores.Rene tres escuelas: la convencional (J. Ruggie), la crtica
(el enfoque neo-gramsciano de R. Cox y S. Gill, el
neo-estructuralismo de R. Palan, la economapoltica crtica de la
globalizacin, etc.) y la post-moderna.
La escuela convencional defiende que la naturaleza humana no
puedeaprehenderse con el enfoque racionalista y que hay que
estudiar, desde unaperspectiva histrica crtica, cmo surgen nuevos
arreglos y cmo interactancon las estructuras existentes y los
agentes que participan en ellas.
La escuela crtica se interesa por los intereses presentes en una
estructuraideolgica condicionada por los poderes hegemnicos
(planteamiento neo-gramsciano de S. Gill y de R. Cox), defiende una
propuesta neo-estructuralista(Gills y Palan, eds., 1994) o hace una
crtica, desde planteamientos de EconomaPoltica, de los efectos de
la globalizacin (Germain, ed., 2000; MartnezGonzlez-Tablas,
2000).
Por ltimo, la escuela post-moderna rechaza el planteamiento
cientficoen el campo social y se limita a denunciar las relaciones
de poder inherentes atodo proceso de conocimiento y a toda forma de
comunicacin.
3.3. Un balance crtico
La EPI convencional no ha resistido bien los embates de la
globalizacin.La EPI estadounidense no marxista (neo-realismo,
neo-liberalismo, sntesis ofusin) presenta algunos inconvenientes
claros en la era de la globalizacin7.Sus planteamientos descansan
en la autonoma absoluta entre lo econmico y lopoltico y en la
importancia central de los Estados y de las relaciones
inter-estatales.
7 La EPI marxista ha sido objeto de innumerables crticas incluso
antes deiniciarse el proceso contemporneo de globalizacin (vase
Bustelo, 1998).
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21
Difieren simplemente en la categora que presenta superioridad
(losEstados en el enfoque neo-realista de Waltz y Gilpin; los
mercados en elenfoque neo-liberal de Krasner y Young y los Estados
y otros agentes en lateora de la inderdependencia compleja de Nye y
Keohane). Ni siquiera losliberales han aceptado la tesis de que la
creciente interdependencia econmicapone en cuestin la autoridad y
la soberana de los Estados (Krasner, 1994).
En cuanto a la EPI britnica, ha hecho aportaciones de mayor
inters. Enparticular, Strange ha criticado la importancia otorgada,
por la EPIestadounidense, al Estado, a su poder de coercin y a las
relaciones inter-estatales. Por el contrario, Strange ha defendido:
que el poder en el sistema mundial est descentralizado, de manera
que el
Estado ya no es el centro de la estructura poltico-econmica; que
el poder estatal es difuso (soft power) y no un hard power (basado
en la
coercin); que la regulacin del sistema econmico mundial se
produce como
resultado de la negociacin (bargaining) entre Estados,
empresasmultinacionales, organismos internacionales, zonas de
integracin regionaly organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, la EPI britnica convencional (y en particular, la
aportacinde Strange) no ha sabido, segn algunos crticos, superar
realmente la falsadicotoma entre lo poltico y lo econmico (esto es,
reconstruir una EconomaPoltica genuina) y aceptar que sigue vigente
la influencia (si bienadmisiblemente cada vez menor) de los Estados
en el orden mundial. Enparticular, las ltimas aportaciones de
Strange (1996 y 1998b) parecen sugerirun proceso en el que los
mercados desbordan totalmente a los Estados.
Mirando hacia el futuro, la globalizacin puede permitir que la
EPIcomience a alejarse de la larga sombra de la teora de las
relacionesinternacionales (IR theory) y se convierta en un campo de
investigacinacadmica por derecho propio. Tal proceso puede ser el
resultado de lossiguientes postulados: la globalizacin no es un
proceso espontneo e ineluctable resultante de las
fuerzas del mercado y de los avances tcnicos sino un proceso
construido yreversible (moldeable o modelable) resultante de
decisiones polticas;
no existe una dicotoma Estados versus mercados sino que es
necesariorecuperar una Economa Poltica genuina, esto es, basada en
lasinterrelaciones dinmicas entre lo Econmico y lo Poltico, que no
soncategoras analticas distintas; en la lnea de Polanyi (1944), es
necesarioinsistir en que el mercado es fundamentalmente una
construccin socio-poltica y un mecanismo que necesita del Estado
para mantenerse;
la EPI debe ser necesariamente interdisciplinaria, con una
contribucin delos politlogos que facilite entender que la Economa
no es, por lo general,lo suficientemente lgubre (dismal) en lo
relativo a la globalizacin (Higgott,1999) y con una contribucin de
los economistas que permita comprender ycuantificar los procesos
econmicos (Mansfield, 2000).
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22
La contribucin de la nueva EPI, como disciplina acadmica, a
losestudios sobre la globalizacin puede ser, por tanto, la de
superardefinitivamente los dos grandes enfoques que se han hecho
sobre sta hasta lafecha. Por una parte, existe una amplia
literatura (denominada en ocasionesglobalista) que insiste en que
la globalizacin es el resultado de imperativoseconmicos
ineluctables y que tiene como efecto una disminucin drstica
delpoder y de la influencia de los Estados. Tal enfoque se presenta
en dosvariantes: el planteamiento panglossiano neo-liberal que
anuncia el final delEstado (Fukuyama, Ohmae, etc.) y un enfoque
socialdemcrata que insiste enlos efectos perniciosos de la
globalizacin sobre los Estados en trminos deretroceso drstico de su
margen de maniobra en cuanto a impuestos, gastos orepresentatividad
democrtica (Rodrik desde la Economa o Cerny desde laCiencia
Poltica). Por otra parte, la segunda ola de estudios sobre
laglobalizacin (de los autores escpticos) ha tendido a presentarla
como un mito,en la medida en que sera una mera reproduccin o
repeticin de la primera olade globalizacin (1870-1914), estara
contenida a la trada formada por EEUU,Japn y Europa occidental y
tendra como resultado, en el peor de los casos, lanecesidad
(limitada) del Estado de ajustarse a la creciente
internacionalizacinde las finanzas y del comercio: en suma, no
habra cambiado nada sustancial(Hirst y Thompson, 1996; Doremus et
al., 1998; Weiss, 1998).
La tercera ola de estudios sobre la globalizacin (vase
Mittelman, 2001)insiste que el la globalizacin actual no es tan
importante ni tan novedosa comosuele creerse. No obstante,
considera que supone ciertamente cambioscualitativos fundamentales
que provocan, no tanto una superacin del Estado,que mantiene cierto
margen de maniobra, sino una merma relativa de suinfluencia. Por
ejemplo, la creciente movilidad internacional de capitalesvoltiles
ejerce una fuerte restriccin sobre la autonoma de la
polticamonetaria y genera importantes vulnerabilidades en los
sectores financierosnacionales, que son dficiles de combatir con la
poltica econmica. Pero eso nosignifica que la influencia de los
Estados y la importancia de la gobernabilidadde la economa mundial
hayan pasado a la historia.
4. Hacia una convergencia entre el enfoque de la regulacin yla
Economa Poltica Internacional?
En aos recientes ha comenzado un dilogo e incluso una
aproximacinentre el ER y la EPI crtica o heterodoxa (la EPI
ortodoxa ni siquiera hamostrado inters por las aportaciones de los
regulacionistas). Algunos ejemplosson los trabajos de Kbadjian
(1998), Palan (1998), Vidal (1998) y msrecientemente Boyer (1999),
Palombarini y Thret (2001) y Serfati (2001).
Palan (1998) ha defendido tres argumentos principales. En primer
lugar,la EPI crtica se ha inspirado en buena medida en el ER. En
segundo trmino, elER no ha conseguido teorizar suficientemente lo
internacional y, cuando lo hahecho, se ha separado de su enfoque
primigenio y se ha acercado
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(unilateralmente) a la EPI convencional. En tercer lugar, la EPI
crtica y el ERpueden aproximarse si ambas corrientes consiguen
teorizar lo internacionalcomo un aspecto de una teora general del
cambio social.
Veamos esas tres afirmaciones con algo ms de detalle. Palan
(1998)sostiene que los enfoques crticos de la EPI (R. Cox, K. Van
der Pijl, J. Hirsch, S.Strange, etc.) se han inspirado en el ER,
especialmente en la llamada escuela deAmsterdam, en las
aportaciones de los neo-gramscianos y en las obras deStrange (por
ejemplo, Strange, 1998a). Por otra parte, el autor insiste en algo
yamencionado anteriormente en estas pginas: las dificultades del ER
paraextrapolar al campo internacional unos conceptos elaborados
para realidadesnacionales. Las tesis novedosas de Palan son que, en
las pocas elaboracionestericas del ER al respecto (Mistral, 1986 o
Vidal, 1995), se percibe tanto unalejamiento de los postulados
primigenios del enfoque como un acercamiento ala EPI convencional
(Krasner, Kindleberger, Gilpin, etc.):
la teora de lo internacional privilegiada hoy en da por
laescuela regulacionista es contradictoria con sus
fundamentosfilosficos y epistemolgicos (Palan, 1998: 64) yla
tendencia actual en ese marco terico es la de tratar
lointernacional como conceptualmente secundario ycronolgicamente
posterior a las formas nacionales de regulacin.(...) Tal
presentacin de la relacin entre lo nacional y lointernacional es
incorrecta, insatisfactoria y supone una regresin.Adems, genera
efectos secundarios como esa extraaaproximacin, ciertamente
unilateral, entre la teora de laregulacin y las teoras de tendencia
neoclsica de lo internacionalpropuestas por Krasner, Kindleberger y
Gilpin (Palan, 1998: 64).
Por ltimo, el autor sugiere que el dilogo entre la EPI crtica y
el ERpodra desembocar en una verdadera aproximacin si los
regulacionistaspotenciaran los estudios sobre la dimensin
internacional del fordismo,comprendiesen mejor los factores
internacionales de la crisis de ste yentendieran que la
globalizacin es el resultado de las contradiccionesinherentes a la
internacionalizacin del fordismo.
En su respuesta a las tesis de Palan, Vidal (1998) se ha
limitado a sealarque el ER s ha insistido en la dimensin
internacional en su anlisis delfordismo y de la crisis de ste (por
ejemplo, en Vidal, 1989). Tambin hasealado dos aspectos de
desacuerdo con los argumentos de Palan. Por unaparte, ha sealado
que los enfoques de la EPI ortodoxa pueden ser tiles, entreotras
razones porque no es evidente que sean neoclsicos:
los anlisis de la EPI ortodoxa siguen siendo interesantes para
lateora de la regulacin. Por una parte, [la EPI] define el
rgimeninternacional como un conjunto de reglas, normas
yprocedimientos que orientan y aseguran la cohesin de lasdecisiones
de los agentes internacionales. Esa definicin se
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corresponde con la definicin de las instituciones en la teora de
laregulacin. No estamos seguros que pueda calificarse deneoclsica a
la teora de los regmenes internacionales, como haceR. Palan. Cuando
el rgimen se explica por la potenciahegemnica, se deriva de la
teora realista de las relacionesinternacionales, que aplica a las
relaciones entre Estados lahiptesis fundamental, extrada de Hobbes,
de que cada agenteest potencialmente en guerra con todos los otros;
la teoraneoclsica no se inscribe en la filosofa poltica de Hobbes
sinoms bien en la de Locke, segn el cual cada agente busca suinters
personal y es capaz de comprender de dicho inters pasapor un
comercio, en sentido amplio, entre los individuos. Cuandoel rgimen
internacional se explica por el entendimiento bipolar omultipolar
entre Estados, descansa en la teora de la racionalidadlimitada de
H. Simon [...], que no es nada seguro que seaneoclsica (Vidal,
1998: 90-91).
Por otra parte, Vidal (1998) subraya que hay similitudes
importantesentre los dos enfoques (la crtica a los presupuestos
neoclsicos) pero tambindiferencias notables: a su juicio, la EPI
(incluida la versin crtica) aborda lasrelaciones econmicas
internacionales desde el punto de vista de la CienciaPoltica (esto
es, con un planteamiento funcionalista de las
instituciones)mientras que el enfoque del ER es econmico, es decir,
se interesa por laproduccin, distribucin y uso de la riqueza. En
suma, acepta que losregulacionistas han teorizado insuficientemente
los aspectos polticos perosubraya que la EPI radical no ha
realizado suficientes anlisis econmicos.
Esta polmica puede parecer, a primera vista, un dilogo de sordos
perocontiene, de manera explcita o implcita, algunas proposiciones
interesantes,entre las que cabe subrayar las dos siguientes:1.
Aunque es cierto que ambas corrientes (EPI crtica y ER) rechazan
la
separacin de lo econmico y lo poltico, es seguramente verdad,
comosostiene Palan (1998), que el ER en la versin de Mistral o
Vidal ha supuestoun paso atrs respecto de los planteamientos
primigenios de Aglietta oLipietz y que esa versin mantiene que hay
una distincin entre lo nacionaly lo internacional, que el sistema
internacional es estable y coherente(Mistral, 1986: 157) y que la
unidad adecuada de anlisis son los Estadosunitarios de los que
emana el poder (Mistral, 1986: 172). El ER podraprogresar si
rechaza dicha distincin y si acepta que el sistema internacionales
inherentemente inestable y que la unidad adecuada de anlisis es
lanegociacin entre diversos agentes estatales y no estatales;
2. Es cierto, como sostiene Vidal (1998), que la EPI crtica an
no se ha alejadode la sombra de la teora de las relaciones
internacionales y que seradeseable un mayor peso del anlisis
econmico (en aras de unarecuperacin o reconstruccin de una Economa
Poltica genuina) y una
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aceptacin del margen de maniobra de los Estados que todava
existe,aunque admisiblemente reducido en la era de la
globalizacin.
En suma, los campos en los que el dilogo entre el ER y la EPI
crticapueden ser fructferos pueden enumerarse de la siguiente
manera: la unidad nacional-internacional: el ER y la EPI se
enfrentan al mismo
desafo, el de poder superar la dicotoma habitual y falsa entre
economanacional y economa internacional:
en la perspectiva centrada en lo nacional, que hasta el
momentoha sido privilegiada en la teora de la regulacin, lo
internacionales tratado como una restriccin externa y como un campo
deestudio separado del de la red de las economas nacionales. A
lainversa, en la ptica de la EPI, centrada bien en el
Estado(realismo) como en el individuo (liberalismo), las
economasnacionales no tienen importancia (Kbadjian, 1998: 124);
el carcter inestable y en ocasiones incoherente del sistema
internacional:hay que rechazar por tanto la tesis de la estabilidad
hegemnica retomadapor Mistral (1986) e insistir en la inviabilidad
del tipo vigente deglobalizacin financiera, tanto por razones
estrictamente econmicas (Boyer,1999; vase supra) como por motivos
polticos y sociales:
el dominio actual del capital financiero, junto con la
hegemonade Estados Unidos, no generan estabilidad sino que
muchospases e incluso regiones enteras acaben sumidos en el caos y
laviolencia (Serfati, 2001: 7);
un sistema internacional configurado en virtud de la
negociacin(ciertamente asimtrica) entre agentes estatales y entre
stos y agentes noestatales, en lugar de un rgimen internacional
debido a la estricta coercininterestatal. Los agentes principales
de las relaciones econmicasinternacionales no son los Estados y
menos an unos Estados contempladoscomo agentes polticos soberanos y
racionales cuyas actuaciones respondenslo a una lgica de poder;
la necesidad de un mayor peso del anlisis econmico en la EPI y
delanlisis poltico en el ER (con miras a crear un Economa Poltica
genuina,como han sugerido Palombarini y Thret, 2001);
la aceptacin de que existen an margen de maniobra del Estado: no
haydesaparicin del Estado-nacin como consecuencia de la
globalizacin sinoslo una merma relativa de su capacidad de
influencia;
el mantenimiento de la disparidad de las economas nacionales, de
maneraque no existe convergencia de los modelos de desarrollo
(Boyer, 2001), salvoen el sometimiento de todos ellos a las
exigencias del mercado,sometimiento que no unifica al mundo sino
que en realidad se manifiestareforzando las diferencias entre las
formas institucionales del capitalismo.
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